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Robert West, Las tierras bajas del Pacífico colombiano, Bogotá, ICANH, 2000.

El prologo a la versión en castellano de la obra de West, sitúa a este geógrafo en


el ámbito de unas tradiciones de pensamiento geográfico cuyo exponente más
visible fue el geógrafo Carl Sauer. Su aporte, en opinión de Claudia Leal, fue
liberar a la geografía humana del determinismo ambiental que prevalecía en la
época. [10]Para ello Sauer propuso el concepto de paisaje cultural. Con ello se
parte del principio de que “cada grupo humano o cultura tiene un modo
particular de relacionarse con el ambiente que lo rodea, evidente en la manera
en que le da forma humana al paisaje”[11]. Un punto importante que Claudia
Leal destaca del concepto es precisamente lo que connota: aspectos visuales, que
no pueden ser otros que la cultura material, precisamente por ser observable. La
región sería entonces un área cultural, y se entiende por ello la acción que en
determinado espacio ejerce un grupo sociocultural específico. En apariencia se
podría pensar que el geógrafo es el cientista social que privilegia el análisis
sincrónico. Por el contrario, como lo pone de presente Claudia la concepción del
paisaje es histórica, y esto se confirma por la estructura que le dieron a sus
investigaciones los geógrafos que integraron esta generación. En el prefacio
escrito por West en torno a lo que se ocupa y lo que deja de lado en su texto,
sugiere una especie de deslinde de dos saberes: la sociología y la geografía.[24]
Entrando en materia, el estudio de las tierras bajas del Pacífico adelantado por
West fue en respuesta a un llamado que desde A. Von Humboldt pasando por
Cushman Murphy se hiciera en torno al poco conocimiento geográfico de esta
área del planeta. [33] West definió su objeto de estudio en las tierras bajas del
Pacífico a partir de “el predominio de la población negra; por una forma común
de vida basada en la agricultura de subsistencia, la pesca y la minería primitiva, y
por su desarrollo histórico común, que difiere de áreas adyacentes.” [34] Un
aspecto llamativo en la manera como West define su área de estudio es en torno
al concepto de frontera cultural, que según el autor se corre o se contrae de
acuerdo a los movimientos de población, que marcan nuevos límites a las áreas
culturales. [34]
Luego de las precisiones de objeto y método, pasa West al estudio del medio
físico conformado por cuatro aspectos: configuración de la superficie, clima,
vegetación y el litoral pacífico.
En cuanto a la primera se dedica West a caracterizar las “tierras bajas formadas
por el geosinclinal de Bolívar”, con dos áreas fisiográficas: planicies de aluvión
reciente y las colinas “formadas por las disecciones recientes de los sedimientos
terciarios y del pleistoceno hechas por las corrientes de agua” [41], y las
montañas. Con respecto a la primera destaca la escasa formación de vegas,
especialmente en el río Atrato que además se caracteriza por los bajos lo cual lo
asemeja mucho al bajo Sinú y al bajo Magdalena, en los cuales dan origen a las
ciénagas. Esto contrasta con el segundo río en importancia, el San Juan, cuyo
curso está controlado por “colinas bajas compuestas por sedimentos terciarios
plegados y altamente disectados”. [45] Las colinas y las montañas son de baja
altura; las primeras cubren gran parte de las tierras bajas del pacífico
colombiano y la segunda corresponde a la serranía del Baudó, cuya altura no
sobrepasa los 1500 metros sobre el nivel del mar. La cordillera occidental, de
formación sedimentaria, para los propósitos de West, es importante en su
piedemonte y en su hidrografía. El clima, alta humedad (80 y 95%), temperatura
(no supera los 30ºC) y lluvia, (5.000 a 10.000 mm), que hace de esta zona “la
más lluviosa del Nuevo Mundo”. Expresión esta tan propia de cronistas
coloniales y viajeros decimonónicos, que sorprende ser leída en el texto de un
geógrafo de mediados del siglo XX. La alta pluviosidad “parece estar asociada con
la zona de convergencia ecuatorial, que se extiende a lo largo del océano Pacífico
a 5º de latitud norte hasta el sureste asiático. [69] La expresión “parece estar
asociada” puede indicar el carácter subsidiario que la geografía física ocupa en el
marco de las investigaciones de West. Estas expresiones que le dan carácter
provisional o relativo a ciertas explicaciones sobre el medio físico y en particular
sobre el clima, indica que esta primera parte del trabajo de West es en esencia
una síntesis de investigaciones específicas de la geografía física de las zonas
ecuatoriales. Aun así, es interesante como el autor relaciona los fenómenos
generales del mundo ecuatorial a las condiciones específicas del pacífico
colombiano.
En cuanto a la vegetación observa West dos tipos: El bosque húmedo tropical
propiamente dicho y los bosques pantanosos y demás formaciones acuáticas.
Con cuidadoso detalle identifica la o las especies que definen cada estrato
arbóreo que conforma el bosque. Cada aspecto por él tratado va acompañado
siempre de las fotografías que ilustran el tema. Cierra la sección sobre el medio
físico el capítulo sobre el litoral. De el distingue dos tipos de paisajes resultado
de procesos geomorfológicos específicos: La una, costa aluvial de bosques
estuarinos y playas arenosas y la otra, costa alta y montañosa. Un aspecto
interesante, es que West señala las transformaciones naturales del paisaje y en
particular de las playas y recurre a indagaciones con los habitantes de las zonas.
Ejemplo de ello son las referencias sobre el cambio de las crestas de playa,
fenómeno que le refirieron habitantes mayores de la zona y que él lo confirmó
con cepas y raices de cocoteros hallados lejos de ella. [102]

La segunda parte del libro titulada por West, el medio cultural, se inicia con una
especie de epígrafe que comienza sí: “La personalidad geográfica de las tierras
bajas del Pacífico colombiano…..”. Esta expresión, personalidad, no fue registrada
en el trabajo de Parsons pero si fue central en el trabajo de Fals. La expresión
connota algo que le es específico a una región o grupo humano. [132] Inicia la
sección el capítulo sobre población. Estos son algunos de sus planteamientos. Las
tierras del Pacífico representan el 7% del territorio nacional y albergan el 2.5%
de la población colombiana. La densidad es de cuatro personas por Km cuadrado.
Su distribución no es uniforme. Tumaco, Barbacoas, Riosucio y Condoto tienen
las mayores densidades de población por factores económicos. La región
experimento un descenso poblacional durante gran parte de la primera mitad del
siglo XX. Las razones que propone West para explicar este comportamiento son
factores tanto económicos como medioambientales; escasez de terrenos
agrícolas, aislamiento, falta de transporte y enfermedades como fambresía,
paludismo, patologías intestinales, en especial en niños y tuberculosis que afecta
en especial a la población indígena. El patrón de asentamiento que predomina en
la región es el ribereño, que por contar con diques naturales y terrazas aluviales
facilitan las labores agrícolas. Hacia el litoral un tipo de asentamiento es la cresta
de playa. [139] El aspecto interesante que destacó el investigador con respecto a
los patrones de asentamiento fueron los lazos comunitarios que se tejieron en las
cuencas hidrográficas. A estos rasgos generales sobre patrones de asentamiento
le siguen una serie de numerales que aún hoy en día sorprenden al lector por el
rigor documental con el que sustentó gran parte de los temas tratados, en
especial el referente a la composición racial. West no es el geógrafo que se limita
a señalar grupos raciales y su localización espacial sino que por el contrario
penetra en la problemática colonial que determinó espacial y socio
culturalmente la región. Experiencias históricas particulares tuvieron los Cunas,
Emberá, Waunamá, Sindagua, especificidades que son abordadas por el autor en
el marco de procesos coloniales de tres siglos en los cuales se llevaron a cabo
pacificaciones, esclavizaciones y en menor mediada procesos de reducción de las
poblaciones indígenas. La historia de “la gente negra”, el autor la vincula con las
historias indígenas. Estas últimas proveyeron a la población negra de
conocimientos para la explotación minera, para el desarrollo de la agricultura y
en general para gran parte de los artefactos característicos de la cultura material
que predomina en la región. Es de destacar sin embargo las tensiones etnico
raciales que han marcado parte de las relaciones de estos dos grupos raciales ,
fenómeno ampliamente registrado en el texto. Un aspecto igualmente
importante es el que se refiere a los procesos migratorios que han tenido lugar
en la región. Los desplazamientos de la población negra en busca de mejores
tierras produjo el desplazamiento de los indígenas chocó y waunamá, todo esto
en una clara competencia por recursos, en especial por las cabeceras de las
corrientes de agua de la serranía del Baudó. [163] El agotamiento de placeres
como los de Raposo igualmente condujeron a nuevas fundaciones en lugares con
potenciales agrícolas y pesqueros. [165] Finalmente, la población negra ha
buscado nuevos horizontes en ciudades de la región como Buenaventura o fuera
de ella, como Antioquia, Valle del Cauca o la región de Esmeraldas. Si la población
negra busca nuevas oportunidades de vida afuera, los blancos antioqueños en su
mayoría, invierten en el comercio en ciudades como Quibdó o atraviesan la
cresta de la cordillera occidental “avanzando hacia los valles altos” pero rara vez
descienden por debajo de los 1000 m.s.n.m. hacia la zona de la malaria. [170] Un
bonito capítulo de West es el de la casa rural. No se contenta con describirla sino
que indaga por las múltiples influencias culturales que determinaron el tipo de
vivienda predominante: rectangular y techo de cuatro aguas. Finaliza el libro con
el capitulo sobre la economía. En ella trata el tema de la agricultura de
subsistencia, actividad predominante en la zona. Los cultivos de maíz y plátano
fueron los predominantes, aunque para entonces se estaba desarrollando el
cultivo de arroz en las zonas pantanosas, ya que este cultivo tolera los suelos
ácidos. [194] La técnica aplicada en estos cultivos es la del “tumbe y pudre” y las
semillas se siembran “al voleo”. Interesante saber como estas actividades
agrícolas involucraron una gran actividad comunitaria de reciprocidad en el
contexto de un ambiente festivo de cantos, comida y bebidas. [200-
202]Complementa el capítulo breves anotaciones sobre la tenencia de la tierra,
en ella predomina prácticas consuetudinarias en las que poco importan los
títulos legales de propiedad. Continua con los temas de pesca y cacería con sus
correspondientes técnicas.
Las tierras bajas del Pacífico como muchas zonas del país experimentaron a
partir de mediados del siglo XIX el desarrollo de actividades extractivas, en
especial de recursos forestales como el caucho, tagua, madera y corteza de
mangle. Sin duda, y de acuerdo a los datos de West, estas fueron actividades que
le permitieron a muchos pobladores de la zona ingresos adicionales, pero al igual
como ocurrió en otras regiones, estas actividades económicas no fueron
sostenibles en el largo plazo. De manera sumaria termina West su texto tratando
de nuevo el tema minero con énfasis en la técnicas de explotación, en especial en
la minería de pequeña escala que es la que finalmente ha marcado la región en
contraste con la minería a gran escala que en opinión de West poco efecto ha
tenido en la economía y la cultura nativa de las tierras bajas. [252] Breves
anotaciones sobre la artesanía de la región, los transportes fluviales y terrestres
cierran este trabajo: canoas, imbaburas, balandras y goletas van cerrando el
estudio que no podía ser de otra manera cuando sabemos lo que ha representado
los ríos y el mar para esta región. Los caminos fueron subsidiarios de esta
estructura de comunicación. Los itsmos centenarios, de penosas travesías, para
muchos viajeros de mediados del siglo XX pudieron ser historias del pasado ya
que los DC-3, que en la época en que West finalizaba su estudio, hacían ya varios
años que aterrizaban en pistas de Tumaco, Andagoya, Esmeraldas y Turbo. La
obra de West, después de cincuenta y dos años de publicada sigue siendo
reveladora por los temas tratados.

Para mi propósito, la obra de West ocupa un lugar importante en la investigación


en ciencias sociales adelantada en los años cincuenta del siglo pasado. Su
concepción de paisaje cultural y su puesta en el tiempo, le dieron a este tipo de
estudios un rigor documental propio de historiadores. Me impresiona sobre
manera la agudeza en las observaciones del geógrafo. Se detiene con igual
sensibilidad en la descripción de un manglar o una roca o de algún aspecto
significativo de la cultura negra, como una canoa, una marimba o una flauta
traversa.

Algunos puntos para profundizar y discutir

1. Concepto de área cultural. Cómo se definen en estos estudios. Parsons


inicia con el grupo social que configura el paisaje cultural, West por su
parte define geográficamente el medio o el espacio en el cual interactúan
unos grupos étnico-raciales que lo transforman en sus diversos procesos
adaptativos, creando precisamente ese paisaje cultural propio del Pacífico
colombiano.
2. El lugar de la crítica social en estos estudios. Hay una visión de West de
cierto rechazo a la agricultura de subsistencia y hacia ciertas prácticas
contrarias a la salud, como el manejo de basuras que ocasiona la llegada a
los techos de algunas casas de aves carroñeras que malogran la mejor
practica en la provisión de agua potable en la zona: La recolección de agua
lluvia aprovechando los techos de las viviendas.
3. Hay una idea implícita en el trabajo West, en el sentido que las
oportunidades para la gente del pacífico están afuera: no solamente es
legítima la emigración sino además necesaria
4. Nada le ha dejado a la región la minería a gran escala, y poco le han dejado
las economías extractivas
5. En el pensamiento geográfico de mediados del siglo XX no se racializan las
diferencias sociales y menos aún las diferencias regionales. Por eso el
lugar destacado de la historia en estos estudios.
6. Debo reflexionar sobre el deslinde que propone West de la geografía de
algunas ciencias sociales y que es lo que hace específica la investigación
geográfica. Debo ahondar en esas ideas de la personalidad histórica y de
la personalidad geográfica que están presentes en los estudios de Fals y
West respectivamente. Yo creo que la idea de Virginia Gutierrez de Pineda
de complejo cultural tiene que ver con todo esto. (Es también una tarea)
7. Con el fin de establecer vínculos teórico-metodológicos entre textos uno
muy importante es el de cambio social y los textos que se pueden
conectar son los de Fals (sobre los Andes) y el de López Toro sobre
Antioquia

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