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“EL COLOR DEL DINERO”

Estamos ya en el ecuador, casi diría yo que lo hemos pasado, de este curso, de


esta experiencia para mi fantástica, al mismo tiempo que atrevida, de retomar estudios
universitarios, y en la asignatura de Microeconomía, en lo que dice el profesor, a modo
de ensayo, nos pide que reflexionemos sobre la elección de ahorro, del día a día de
nuestros gastos, de la elección de trabajar… así que a lo largo de estas próximas líneas,
voy a intentar hacerlo lo mejor posible, intentar plasmar mis pensamientos, opiniones,
inquietudes.

Vaya por delante que me he permitido darle un título a este trabajo. A mi primera
obra un poco más extensa relacionada con mi nueva andadura, la Universidad.

Si partimos de la base de que tengo esa edad media de lo que…. la madre


naturaleza suele otorgar de vida a la especie humana, la experiencia ya es un medio
grado en mi vida, y por ello, me puedo permitir, así, en crudo, para empezar con el tema
de reflexión…..que no sé, sinceramente no sé, si en estos momentos, lo mejor puede ser
ahorrar para prevenir un futuro, o vivir al día porque quién sabe dónde vas a llegar a
parar y quién sabe lo que va a ser de tus ahorros…. si llegas a tenerlos.

Si hay una cosa cierta y eso lo dice mucha gente, es que cada vez, la palabra
ahorro, se emplea menos, se desarrolla menos. Cada vez es más difícil llegar a final de
mes con un montante importante en tu cuenta, y eso… gastando más o menos lo mismo
que hace unos años.

Está claro que la llegada del Euro visto desde la perspectiva del consumidor,
hizo un destrozo en nuestros bolsillos. Muchos fueron los que se “aprovecharon” para
hablar de un euro equivalente prácticamente a la peseta… y lo que… al principio, nos
hacía llevarnos las manos a la cabeza… ahora ya está más que asumido, pagamos el
doble, triple o incluso más, que antes de que entrase el Euro en nuestra economía.
Creo que el truco en seguir llevando una vida más o menos cómoda, si nos
quedamos con el conjunto de gente de clase media/trabajadora, cuyos miembros de la
familia trabajan los dos… el truco insisto es, ni despilfarrar el dinero gastando “a lo
tonto” ni enterrar tus ingresos en las arcas de los bancos para sus beneficios, ya que no
hay que olvidar que el banco sigue jugando con nuestros ahorros. Tú vas al banco y le
dices que quieres en ese momento todos tus ahorros y te dice que vuelvas al día
siguiente, que no lo dispone. Es decir, el banco no es una hucha que tú manejas, una
hucha donde sabes que tu dinero, cada uno de los billetes que le has “confiado” está ahí,
para que tú en cualquier momento abras la hucha… no.

Está claro que tal y como está la situación actual, nos obligan a hacer un estudio
detallado de cómo gastar, de cómo colocar tu dinero, de estudiar dónde invertir,
tomando por invertir a cualquier acción donde te desprendes de tu dinero a cambio de
algo. Nos lleva igualmente al “privilegio” de poder elegir, de tener una diversificación
de lugares/productos para poder pujar por ellos, para poder decidirnos en base a relación
calidad/precio.

Ahora bien, ¿qué ocurre si hay subida de interés? No olvidemos que los tipos de
interés marcan el precio del dinero, y si este interés es al alza, está claro que repercute
en una subida de todo, comenzando con los préstamos bancarios, continuando por la
subida de precios. Es una cadena… señor empresario que tiene que seguir pagando sus
hipotecas, esa inversión en su empresa, en su logística…. si le suben el precio de interés
de esos préstamos… tiene que sacarlo de alguna parte para que el negocio le siga
rentando. ¿Y cómo lo hace? Pues aumentando el factor coste, lo que supone una
variación al alza del precio del producto que ese empresario produce. ¿Dónde
repercute? En todos. En todos los ciudadanos. Pero principalmente en los de a pie, en
los trabajadores dependientes, en los de la nómina justa que tenemos que lidiar con unos
y con otros para llegar a final de mes.

Parece ser que estamos saliendo ya, eso dicen algunos expertos de economía, de
esta gran crisis, producto de la burbuja inmobiliaria, (también lo dicen los expertos
economistas) y donde los destrozos han sido nefastos. Aumento del paro, debido a cierre
de empresas, devaluación de la economía, contratos de empleo precarios, sueldos
mileuristas…y todo un despliegue de productos en el comercio a la altura de una
sociedad fantasma, una sociedad a la que quieren tapar y hacer parecer como si nada
hubiese sucedido. Todavía pretenden que la gente compre, como hace unos años donde
todo resplandecía. Pero la realidad es otra, la realidad es que hay muchas familias que
apenas llegan a final de mes. Familias que en esos buenos años donde el banco “te
regalaba” el dinero, decidieron invertir en un hogar, ese bien que para la mayoría de
ciudadanos es nuestra mayor inversión, ése que tiene más valor y que depende de esa
palabra mágica… “interés”.

Efectivamente es imposible ahorrar…o vamos a borrar imposible y vamos a


dejarlo por “muy difícil”.
Si nos paramos a pensar en formas de ahorro dentro de una economía familiar, se
me ocurre, y quizás no es que se me ocurra, sino que lo digo porque desgraciadamente,
yo no lo hago, y es, para empezar, hacer una buena lista de la compra. Eso supone saber
cada uno de los precios de los productos que tu cesta de la compra, en cada
supermercado, en cada oferta que cada super emite semanalmente. Valorar igualmente si
el traslado hasta ese supermercado merece la pena la diferencia de precio. No valoramos
el tiempo empleado en la compra ni el gasto de gasolina si vas en vehículo.

Otro método de obligación de ahorro es proponerte y cumplirlo a rajatabla, el


hecho de meter en una hucha física, o caja de caudales o llamémoslo como queramos, y
como digo, cumplir mensualmente con la introducción de determinado dinero.

A modo anécdota.. y es algo que me chocó y que yo, hasta la fecha, nunca había
hecho, pero reconozco que a partir de entonces sí que lo hago, y en esa zona más
concretamente… estábamos comiendo en un lugar turístico de Cataluña, se trataba de
un restaurante italiano, y de repente, vimos que la gente pedía que lo que se había
quedado en el plato se lo metieran en recipientes. Lo que en ese momento me llamó la
atención, lo reconozco, ahora, cada verano que estamos por allí, comemos o cenamos y
queda una cantidad importante en el plato, pido que me lo preparen para llevar.
Si lo miras, un plato de macarrones, spaguetis…resto de una comida… puede tratarse de
uno de los platos de la comida del día siguiente…. con lo que tenemos…. un ahorro
puntual.
Conforme más tratas y a más gente conoces te das cuenta de la multitud de variaciones
de ahorro que la gente realiza.
Me viene a la memoria un caso, se trata de una mujer, soltera, nivel económico alto, que
para ducharse, se pone un cubo de agua, así, el agua que recoge, la destina al inodoro.
Esta misma mujer, miga que queda en la mesa, miga que congela.
Esta misma señora, sus “llamadas personales” no las realiza desde su domicilio… las
hace desde su trabajo. Y sí, esta misma señora, cuando llega final de año, en la oficina
(ya está claro que trabaja conmigo) se dispone de días y días para negociar con las
compañías de seguros, bancos y otros varios para poner sus ahorros a un nivel medio
alto.
Conforme escribo esto me doy cuenta de que ahí tengo un buen ejemplo a seguir, o
tenemos todos si el resto lo supiera.

Conozco igualmente de algún caso que es pluriempleado. Y concretamente, el


caso que conozco, no se trata de un empleadillo que tiene que complementar su nómina
con otro trabajo, no, tiene un buen puesto en su empresa y luego a nivel “autónomo” se
gana su parte importante a final de mes. Si tú le preguntas, te dice que le encanta su
trabajo y que lo hace porque en ese segundo trabajo desarrolla su capacidad. Son
muchas horas, muchas restricciones personales las que realiza para que su cuenta
engrose un montante elevado a final de mes.
Cabría hablar de…… ¿esa persona trabaja tanto porque no le motiva su vida personal?
¿Su familia? ¿Sus momentos ocio? En este caso y lo sé con certeza, el tema fiscal, de
momento, no le afecta, como en todo, están los lugares “negros”, esos por donde el
dinero también se escapa. Pero… en caso del resto de personas que sí exponen sus
ingresos ante la Hacienda Pública….está claro, que a pesar de la “presión fiscal” que el
Estado ejerce, tiene que rentar dicho esfuerzo. ¿Este pluriempleo beneficia a la
sociedad? Pues a ver, por una parte está claro que sube el nivel de una parte de la
economía del país, de una parte determinada de personas que engrosan su cuenta a final
de mes y eso, debería repercutir en el comercio, en la adquisición de bienes, normales,
de lujo, pero…¿ y esa gran cantidad ingente de personas que están sin trabajar y que si
estas personas dejaran de pluriemplearse, se dedicaran a disfrutar de sus únicos
ingresos.. no daría a que no hubiera tanto desempleo, ya que personas que no trabajan lo
podrían hacer, gracias a este dejar de trabajar de estos grandes sufridores de la vida
laboral?
Este tipo de personas que trabajan y trabajan para asegurarse una pensión (dicen)… en
mi opinión… están perdiendo vida, están perdiendo el disfrute del día a día, porque no
lo olvidemos… vida sólo hay una y no sabemos cuándo finaliza, con lo que, y a modo
de conclusión final…. cada uno debe ser consciente de sus circunstancias, de sus
deseos, de sus sueños.. pero yo, particularmente.. antepongo la palabra VIDA.

Zaragoza, noviembre de 2017

Mª JOSÉ JULIÁN ULLATE

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