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Grado Cero Prensa

31 marzo, 2017

Caso Haya de la Torre

Por María Fernanda Hernández Vázquez

Las controversias internacionales siempre tienen algo peculiar, algo que nos
resulta interesante y a veces ni siquiera podemos imaginarnos que algo así
podría pasar. El caso “Haya de la Torre” es uno de esos que entran en la
descripción anterior y algunos podrían encasillarlo en esta frase tan popular
“Cuando la política entre por la puerta, la justicia sale por la ventana”, aunque
en esta ocasión el resultado podría no considerare injusto.

Nos encontramos en 1949, el mundo vive una etapa complicada donde la


sombra de la segunda guerra mundial aún se siente y sus estragos acompañan
la vida diaria. En Latinoamérica se siente la presencia estadounidense que busca
combatir el comunismo en el continente americano, lo cual causó el nacimiento
de un populismo en los países latinos y los movimientos sociales se encendían
con cada amanecer de la mano de personajes que promovían ideas contrarias a
la situación que se vivía. Uno de ellos fue un ideólogo y político peruano
llamado Raúl Haya de la Torre.

Haya de la Torre fue un hombre que pasó de ser candidato presidencial en 1931
a ser encarcelado entre 1932 y 1933, para después ser exiliado entre 1934 y 1945.
Nada de esto lo detuvo y para 1948 ya había vuelto al Perú con un partido
político creado, el cual sería la causa que dio inicio a este caso. En 1948 se realizó
un golpe de Estado en Perú y APRA, el partido político de Haya de la Torre, fue
acusado de haber participado y se solicitaron órdenes judiciales para el arresto de los dirigentes del partido por
delitos de sedición, motín y rebelión militar realizados en contra de las instituciones y del gobierno peruano.

Sabiendo que el gobierno peruano lo buscaba, Haya de la Torre se presentó el 3 de enero de 1949 en la embajada
de Colombia, situada en la capital de Perú y solicitó asilo diplomático, el cual le fue concedido. Siguiendo una
formalidad, el embajador de Colombia informó al gobierno de Perú la decisión de su gobierno de otorgar el asilo
diplomático solicitado, de conformidad con el acuerdo Bolivariano de 1911, el Artículo 2 de la Convención de la
Habana sobre Asilo de 1928, el Art. 2 de la Convención de Montevideo de Asilo Político y el Derecho
Internacional Americano. En el mismo documento, se solicitó el otorgamiento de un salvoconducto. Perú, como
era de esperarse, rechazó aquella petición, argumentando que los delitos imputados a Haya de la Torre eran del
fuero común y no se configuraba la situación para recibir los beneficios del asilo político, por ende, se negó a
conceder un salvoconducto.

Fue hasta el 15 de octubre de 1949 que, después de haber mantenido negociaciones diplomáticas que no dieron
resultado, convienen en someter el caso a la Corte Internacional de Justicia, siendo Colombia la parte que inicia el
proceso contra Perú.

Colombia pretendía atribuirse la facultad de declarar la naturaleza del delito unilateralmente, en este caso,
declararlo como delito político y que Perú reconociera su obligación de conceder un salvoconducto para que
Haya de la Torre pudiera abandonar el país (no olvidemos que el sujeto en cuestión, había estado todo este
tiempo dentro de la embajada de Colombia situada en Lima). En el lado contrario,
Perú pedía se declarara que el asilo concedido era ilegal porque los crímenes
imputados eran del orden común y no político, y se estaba violando la convención de
la Habana. Además, pedía la aclaración de si como Estado territorial, estaba obligado
a ofrecer garantías necesarias para que el asilado abandonara el país.

Colombia defendió sus argumentos con base en las disposiciones antes mencionadas
mientras Perú agregó que la urgencia requerida en la convención de la Habana, no se
encontraba presente en este caso y por haberse otorgado un asilo indebido, no estaba
obligado a conceder el salvoconducto.

Sin duda este parece un caso de hermanos pidiendo a los padres que digan que su hermano está mal y él está en
lo correcto.

¿Cuál fue la resolución de la Corte? A Colombia se le rechazaron sus dos pretensiones pues el Acuerdo
Bolivariano es un tratado que habla sobre los principios internacionales que rigen la extradición, y la extradición
es una institución diferente al asilo y al encontrarse el asilado en el territorio del Estado en el que cometió el
delito, la decisión de asilo deroga la soberanía del Estado territorial. Querer invocar este Acuerdo para inferir
análogamente principios era imposible, además de que permitiría que se removiera al ofensor de la justicia de su
Estado.

Para que se otorgara el salvoconducto, el Estado territorial debía haber exigido que el asilado abandonara el país,
situación que no se configuró con Haya de la Torre, por lo que Perú no se encontraba obligado a extender nada y
el contenido de la Convención de la Habana quedaba sin aplicación.

La convención de Montevideo había sino perfectamente invocada pues sí menciona que la calificación de la
delincuencia política corresponde al Estado que presta asilo, pero Perú no lo había ratificado.

Y sobre el Derecho Internacional americano, la corte resolvió que Colombia no había presentado los elementos
suficientes para constatar que en la región existía costumbre en materia de asilos políticos, pues en cada caso
variaban las condiciones sociopolíticas y se habían concedido con irregularidades, resultando en la imposibilidad
de establecer una constancia.

Y a Perú se le recuerda que el delito por el que perseguía a Haya de la Torre era la rebelión militar, delito que no
ni por asomo del orden común. Además, concuerda con que no existía la inminencia o persistencia de un peligro
hacia Haya de la Torre y la petición de asilo había sido la de evadir los procedimientos legales de su país.

Y exactamente la misma pregunta que ahora pasa por tu mente, fue la que
se hicieron los Estados parte. ¿Y entonces qué hacemos con Haya de la
Torre? La corte dio dos fallos más y en ninguno dio la solución clara que
los Estados estaban buscando. En el fallo del 20 de noviembre de 1950,
habla sobre la regularidad del asilo concedido y se limita a definir las
relaciones de derecho que cada país tenía con la Convención de la Habana.
No daba ninguna instrucción, pero en su fallo estaba la obligación de
cumplir con el cese inmediato de una protección otorgada de forma
indebida. Y el 27 de noviembre de ese mismo año, se pide una
interpretación sobre que Perú no estaba facultado para demandar la
entrega del asilado y que Colombia no estaba obligado a entregarlo o si
por el contrario, estaba obligado a entregarlo. La Corte resuelve que para que se le pida una interpretación debe
haber una disputa que necesite de una interpretación para resolverse y Colombia, quien lo había presentado, no
cumplía con lo dicho.

El 13 de diciembre de 1950 se presenta una única cuestión: la sola entrega del asilado. El caso de Haya de la Torre
era complicado pues no se había probado la imputación de delitos del orden común anteriores a la solicitud del
asilo, por lo que no podía ser entregado a las autoridades locales bajo ese supuesto, y ya que no se trataba de un
asilo regular, no se podía otorgar el salvoconducto. La Corte dijo que ese silencio en la convención de la Habana
dejaba a las partes implicadas la solución con base en consideraciones de convivencia o de simple oportunidad
política. Culmina con que el asilo debe cesar, pero Colombia no está obligada a cumplir esta obligación mediante
la entrega del asilado.
Fue hasta el 22 de mayo de 1954 que logran poner fin a su diferencia: La embajada de Colombia se comprometía a
entregar a Haya de la Torre para su ulterior expulsión del país, lo cual se llevó a cabo el 6 de abril de 1954. Haya
de la Torre estuvo 5 años con 3 meses en la embajada de Colombia.

Fuentes Consultadas:

GOYTORTÚA CHAMBÓN, Francisco Jesús, Derecho Internacional Público, LIMUSA, México, 2013

HAYA DE LA TORRE, Víctor Raúl, El lenguaje político en Indoamérica, CENTRO DE ESTUDIOS


LATINOAMERICANOS/ Facultad de Filosofía y Letras, UNAM, 1979

LÓPEZ-BASSOLS, Hermilo, Los nuevos desarrollos del Derecho Internacional Público, PORRUA, México,
D.F.,2001.

Resúmenes de los fallos, opiniones consultivas y providencias de la Corte Internacional de Justicia; Naciones
Unidas, Nueva York, 1992

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cij.org/docket/index.php?p1=3&p2=3&k=f8&case=7&code=cp&p3=5) “Asylum (Colombia/Peru)”

h p://www.icj-cij.org/docket/index.php?p1=3&p2=3&k=f8&case=13&p3=0 (h p://www.icj-
cij.org/docket/index.php?p1=3&p2=3&k=f8&case=13&p3=0) “Request for Interpretation of the Judgment of 20
November 1950 in the Asylum Case (Colombia v. Peru)”

h p://www.icj-cij.org/homepage/sp/files/sum_1948-1991.pdf (h p://www.icj-
cij.org/homepage/sp/files/sum_1948-1991.pdf) “Resúmenes de los fallos, opiniones consultivas y providencias de
la Cote Internacional de Justicia”

h ps://www.ecured.cu/Golpe_de_Estado_en_Per%C3%BA_(1948)
(h ps://www.ecured.cu/Golpe_de_Estado_en_Per%C3%BA_(1948)) “Golpe de Estado en Perú (1948)”

h p://www.cedhchihuahua.org.mx/portal/tratados/pdf/13.pdf
(h p://www.cedhchihuahua.org.mx/portal/tratados/pdf/13.pdf) “Convención sobre asilo político, firmada en
Montevideo el 26 de diciembre de 1933”

h p://www.ordenjuridico.gob.mx/TratInt/Derechos%20Humanos/D26.pdf
(h p://www.ordenjuridico.gob.mx/TratInt/Derechos%20Humanos/D26.pdf) “Convención sobre Asilo, La
Habana, Cuba, 20 de febrero de 1928”

h p://www.oas.org/juridico/spanish/tratados/sp_acuer_extra_congre_bolivariano.pdf
(h p://www.oas.org/juridico/spanish/tratados/sp_acuer_extra_congre_bolivariano.pdf) “Acuerdo Bolivariano,
Acuerdo sobre extradición”

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