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Ana Delgadillo
Universidad Autónoma de San Luis Potosí
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All content following this page was uploaded by Ana Delgadillo on 07 July 2015.
RESUMEN
Si la ciudad aporta el espacio para los procesos públicos y sociales para una convivencia
comunitaria y solidaria; la arquitectura lo hace desde el espacio edificado y habitable, (Villagrán,
1988) y muchos otros espacios, donde podemos reconocer nuestras identidades en el tiempo.
La primera dificultad a la que nos enfrentamos a la definición de la profesión, surge por su misma
heteronomía. A ese conjunto de conocimientos lo podríamos llamar epistemología arquitectónica y
la idea de que cada obra de arquitectura es en realidad una teoría, una teoría propia que se lanza
por tratar de explicar la habitabilidad.
Aprender arquitectura es adquirir ciertos saberes, que permitan entender y solucionar los
problemas que le competen a la profesión. En este sentido su presencia académica debería
provenir desde el saber que le compete: Saber pensar (teoría e historia), Saber diseñar (síntesis) y
Saber ejecutar (construcción). (Delgadillo, 2012).
El saber exige ser abordado en su complejidad, lo que implica la integración de diversas áreas de
conocimiento para el manejo conceptual, Edgar Morin, hace énfasis en la necesidad de abordar el
estudio de la realidad como un sistema complejo, en la trascendencia de dar pertinencia al
conocimiento y en la prioridad de enseñar la incertidumbre. (Morin, 2000)
El objeto de estudio del hábitat en si es la propia complejización del hábitat, se aborda desde los
potenciales de la naturaleza y la cultura para satisfacer sus necesidades de habitabilidad.
El objeto de estudio de la arquitectura es entonces diseño y la materialización del espacio habitable
del hombre, dónde la formación del arquitecto tendrá una capacidad de conocer para transformar
con responsabilidad, el medio habitable del hombre y la naturaleza. Su saber hacer tendrá como
sustento un pensamiento que lo genera, acorde a las condiciones de su lugar y su momento.
El arquitecto por lo tanto adquirirá competencias en su formación para darle identidad y conciencia
en el amplio conocimiento del medio habitable del hombre y la naturaleza, con el objeto de crearlo,
transformarlo y conservarlo de acuerdo a las necesidades del hombre. Incluyendo de forma
transversal aspectos de habitabilidad, sustentabilidad, accesibilidad, interdisciplinariedad.
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Ponencia presentada en ASINEA 89 Xalapa Veracruz México, 1, 2 y 3 de Mayo de 2013
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INTRODUCCIÓN
Ante esta nueva realidad que impone el mundo globalizado, las instituciones de
educación superior, enfrentan desafíos que están en continúa dialéctica entre educación y
sociedad, es por eso, que se elaboran propuestas académicas que coadyuvan para
superar la marginalidad en todos sus aspectos, con modelos alternativos, no excluyentes;
con proyectos regionales sustentables y participativos; formando profesionales capaces
de responder a los nuevos retos, comprometidos con la profesión y la sociedad.
Para (Heidegger, 1985) el habitar es el rasgo fundamental del ser, conforme al cual los
mortales son. Illich, Señala que sólo los hombres pueden habitar. Parece que los seres
humanos no tenemos otra opción, habitamos y por tanto somos y estamos. Así la
arquitectura y la ciudad, sólo es posible entenderla y valorarla si la consideramos
necesariamente habitada. Esta característica constituye lo que es propio de los objetos
arquitectónicos, y que los diferencia de los demás objetos. Lo que hace que una obra sea
arquitectónica y no escultórica o escenográfica o simplemente edificatoria.
Todos los espacios naturales o artificiales son potencialmente habitables, los naturales
pueden o no ser habitados, pero los arquitectónicos necesitan ser habitados, pero no
todos los espacios habitables son arquitectónicos. Los objetos arquitectónicos son
simples medios que no tienen su fin en ellos mismos. Su finalidad está más allá y consiste
en satisfacer necesidades de espacio del hombre, donde pueda habitar y hacer su vida,
es decir, su única posibilidad de ser y estar en el mundo.
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Lo habitable implica, la relación entre los espacios arquitectónicos y el hombre que lo
habita. Los primeros, como medios necesarios; y por otro lado, la satisfacción de las
necesidades humanas, como el fin de la arquitectura misma. Por tanto, los espacios
deben llenar condiciones que les permitan cumplir las exigencias del hombre que los
habita.
Si la ciudad aporta el espacio para los procesos públicos y sociales para una convivencia
comunitaria y solidaria; la arquitectura lo hace desde el espacio edificado y habitable,
(Villagran, 1988) y muchos otros espacios, donde podemos reconocer nuestras
identidades en el tiempo.
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Lo complejo es sintetizar esos códigos, lenguajes o expresiones, se trata de lo
hermenéutico de la arquitectura, en este sentido es que la arquitectura se mueve sin
problemas entre lo epistemológico y lo hermenéutico. El círculo hermenéutico como
recurso explicativo que sostiene que el todo es más que la suma de sus partes, está la
relación entre partes puede ser puramente hermenéutica, lo cual sitúa a quien piensa la
arquitectura en el papel del sujeto-usuario y ello podría suponer que las experiencia
arquitectónicas son entonces una suerte de apuesta intuitiva, contrario a la enseñanza de
un sistema de aprendizaje convencional.
Aprender arquitectura es adquirir ciertos saberes, que permitan entender y solucionar los
problemas que le competen a la profesión. Esfuerzo que debe estar enfocado hacia la
asimilación de saberes que den lugar a los procesos para la búsqueda de respuestas
acordes a las formas de habitar del hombre. En este sentido su presencia curricular
debería provenir desde el saber que le compete: Saber pensar (teoría e historia), Saber
diseñar (síntesis) y Saber ejecutar (construcción).
Edgar Morin en los siete saberes necesarios para la educación del futuro, hace énfasis
en la necesidad de abordar el estudio de la realidad como un sistema complejo, en la
trascendencia de dar pertinencia al conocimiento y en la prioridad de enseñar la
incertidumbre En la re significación del hábitat es preciso un proceso de construcción de
los saberes y su incorporación en la gestión académica tomando ciertos criterios que
faciliten el propio proceso. ( (Morillo, Luz Marina Cabrera, 1994)
Como dice Luz Marina Cabrera Morillo en su ensayo la Construcción del saber ambiental
la dinámica de construcción de saber individual y de conocimiento colectivo, puede
expresarse en tres momentos dónde el individuo construye su representación de la
realidad confronta su representaciones con las de otros reafirmando y desechando
elementos y confronta sus nuevas explicaciones con el medio, buscando evidencias para
sus argumentos, enriqueciéndolos. (Torres, 1994). Donde el compromiso individual y la
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interrelación con otros incide en la transformación de las estructuras actitudinales,
metodológicas y axiológicas, generando nuevas actitudes, nuevos modos de proceder
(conductas) y reconstruyendo o reafirmando valores.
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medio habitable del hombre y la naturaleza. Su saber hacer tendrá como sustento un
pensamiento que lo genera, acorde a las condiciones de su lugar y su momento.
La arquitectura como región del conocimiento de un todo complejo “el hábitat” definirá su
Plan de Estudios en la formación del arquitecto a partir de la apropiación del conocimiento
por etapas iniciando la formación básica, en los primeros semestres que establece las
bases epistémicas en la construcción de los saberes de Hábitat y de la arquitectura que
concibe el espacio como fenómeno de estudio de la carrera, al hombre en su habitabilidad
como origen y destino de la misma; al término de este nivel se deberá contar con marco
de ideas de referencia, general y abierto, sobre el cual fundamentar su quehacer,
planteando problemas éticos y morales, además de estéticos; así como sus estrategias
para la proyectualidad
El segundo por el conocimiento del diseño a través de los propios procesos del diseñar,
crear así como los aspectos metodológicos y estéticos.
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La tercera por el área de conocimiento de la materialización constituida por los procesos
de representación, de producción y gestión.
CONCLUSIONES
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aplicación en la prácticas propias del ejercicio de la profesión y en la respuesta dinámica y
hasta prospectiva de lo que la sociedad plantea; lo anterior permite, concebir y
materializar al hábitat en prácticas cambiantes, en constante dialogo con la evolución y
devenir del mundo. (Delgadillo, Noviembre 2012, Facultad del hábitat)
Bibliografía
Delgadillo, B. (2012). "El saber ambiental en la arquitectura". Cuernavaca, Morelos: ASINEA.
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Gadamer, H.-G. (1992). Verdad y Método. Salamanca: Sigúeme.
Heidegger, M. (1985). En M. Heidegger, Bauen Wohnen Denken. Construir, Habitar, Pensar. (pág.
P.12). Alción Editora. 5ª. edición 1985 p.12.
Morin, E. (2000). “Los siete saberes fundamentales para la educación del futuro”. . UNESCO.