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¿Por qué decidieron tomar éste taller?

En nuestra sociedad actual, con todas las características y la complejidad de los factores que
influyen en ellas, está generando toda una serie de nuevas dependencias, hasta ahora no
contempladas como tal en disciplinas como la psicología ¿Cómo que se les ocurre?

Me refiero a adicciones sin sustancia, aquellas de tipo emocional o afectivo. Dentro de las cuales
se encuentra la dependencia emocional, que es nuestro tema el dia de hoy.

Y bueno la intención de éste taller es precisamente aportar ideas y procedimientos


Bueno entremos en materia pues.

¿Qué es la dependencia emocional?

“un patrón persistente de necesidades emocionales insatisfechas que se intentan cubrir


desadaptativamente con otras personas”. La verdad es que es una definición que, a día de hoy,
sigue siendo vigente, porque la esencia de este problema es que el dependiente presenta una
frustración o una insatisfacción en su área afectiva que pretende compensar centrándose
preferentemente en sus relaciones de pareja. El mundo del amor se convierte en lo más relevante
para el dependiente emocional, que vive sus relaciones de una manera tremendamente intensa y
que siente que lo único que realmente importa es el otro, sin poder concebir su existencia sin
alguien a su lado.

Con esto, podríamos decir: ¿qué hay de malo en ello?. Claro, el amor es algo de por sí positivo y
bien considerado por nuestra sociedad, por lo que tener una gran dedicación al mismo y una alta
consideración de él parece más una virtud que un defecto.

Pero nada más lejos de la realidad. El dependiente emocional suele tener relaciones de pareja
desequilibradas, en las que aporta mucho más que el otro; por lo tanto, vive en la eterna falta de
correspondencia con todo lo que esto supone. Ademas prioriza tanto su relación amorosa que
pone en compromiso el resto de sus facetas: su estado de ánimo irá en función de dicha relación,
su tiempo se dedicara a la otra persona (mientras ella se deje) y sus pensamientos girarán en
torno a la aceptación o al temido rechazo del otro, etc. De todo esto se desprende que mientras la
relación vaya ligeramente bien –aunque para otro esa situación fuera inadmisible-, la persona
podrá cumplir con sus tareas habituales; pero si esto no es así, todo salta por los aires: estado de
ánimo, trabajo, responsabilidades familiares, obligaciones, aficiones y demás.

Lo más importante, con diferencia (incluyendo los hijos si los tienen) es la pareja. Pero, por si no
fuera poco, nos aparece otro “efecto secundario” de este gran problema que es la dependencia
emocional, y es que si la relación es lo más importante para el individuo que la padece, ¿qué
sucede cuando esta se rompe?
Llegamos ahora al núcleo de la cuestión. Nuestra «libre» elección de pareja es, en último término,
un producto de nuestro inconsciente, que tiene una agenda propia. Y lo que desea el inconsciente
es ser completo, y curar las heridas de la infancia. Con ese propósito, lleva consigo su propia y
detallada imagen de una pareja apropiada, que busca no por las posiciones correctas, sino por la
química adecuada. ¿Y qué es esa química? Nada más que la atracción inconsciente que
experimentamos hacia alguien que tenemos la sensación de que satisfará nuestras propias
necesidades emocionales. Específicamente, esa necesidad consiste en cubrir la «deficiencia» de la
infancia, logrando que el otro miembro de la pareja llene los vacíos psicológicos dejados por
quienes nos cuidaron en la infancia, que fueron, por definición, personas imperfectas. ¿Cómo nos
las arreglamos con eso? Enamorándonos locamente de alguien que tiene rasgos tanto positivos
como negativos de nuestros padres imperfectos, alguien que encaja en una imagen que llevamos
en lo más profundo de nosotros mismos y cuya personificación buscamos inconscientemente. A
esta imagen de los padres, que llevamos profundamente enterrada en nosotros mismos, la llamo
Imago, que procede de la palabra latina que significa «imagen». Eso se forja en la interacción entre
cómo intentamos que se satisficieran nuestras necesidades infantiles y cómo respondieron las
personas que nos cuidaron ante esas necesidades, algo que quedó grabado al temple en nuestro
inconsciente. Lo que deseamos inconscientemente es conseguir lo que no pudimos conseguir
durante nuestra infancia por parte de alguien que es como las personas que no nos ofrecieron
aquello que más necesitábamos. Cuando encontramos a una pareja Imago se produce esa
reacción química y se enciende la llama del amor. Todas las demás apuestas, todas las demás
ideas sobre lo que deseamos encontrar en una pareja, quedan descartadas. Nos sentimos vivos y
enteros, seguros de haber encontrado a la persona adecuada que lo enderezará todo.
Desgraciadamente, y puesto que casi con toda seguridad habremos elegido a alguien con rasgos
negativos similares a los de los padres que nos hirieron, son bastante reducidas las posibilidades
de que en esta ocasión logremos un resultado más positivo.

EJERCICIO

Visión previa de la Imago

1. Utilice una hoja de papel apaisada. Prepare una columna para cada una de sus relaciones del
pasado, colocando el nombre de la persona de que se trate en la parte superior de cada columna.
Cierre los ojos, respire profundamente varias veces, relájese y piense en la primera relación.
Quiero que, durante unos pocos minutos, piense en la ocasión en que conoció por primera vez a
esa persona, cómo le pareció, qué se dijeron el uno al otro, qué hicieron. Procure situarse
mentalmente en aquellas mismas situaciones del pasado. Permítase a sí mismo sentir
profundamente sus efectos, y recuerde su impacto emocional. Procure recordar cómo fueron las
primeras fases de su romance, cómo pasaban el tiempo juntos, cómo fueron las cosas la primera
vez que hicieron el amor. Ahora quiero que piense en la primera vez que observó que algo andaba
mal, o en algo que no le gustó del otro. ¿Qué fue y qué hizo usted? ¿Lo ignoró, negó lo que estaba
sucediendo o se sintió conmocionado? ¿Recuerda la transición desde el intenso amor romántico
hasta el «establecimiento» en la relación cotidiana? ¿Puede usted identificar los problemas y las
cosas que salieron mal? ¿Recuerda cómo intentó solucionar sus problemas o restaurar sus
sentimientos iniciales? ¿Y cómo terminó la relación? Quizá sólo desee pensar en lo que ocurrió, o
quizá quiera escribir algo sobre lo ocurrido. La idea consiste en recordar aquella situación pasada
del modo más vivido posible.

2. Contando ahora con todos estos recuerdos, introduzca en la primera columna una lista de los
rasgos que utilizaría para describir a esa persona, tanto positivos como negativos. Utilice adjetivos
como amable, mezquino, cálido, manipulador, generoso, tacaño, aburrido, carismático, etcétera.

3. Una vez que haya terminado, vuelva sobre sus pasos» e introduzca un signo más (+) junto a
cada rasgo que considere positivo, y un signo menos (-) junto a cada rasgo negativo.

4. Estudie de nuevo la lista y, en la parte izquierda de la columna, clasifique los rasgos positivos
por orden, colocando un «1» junto a los rasgos que más le gustaron, un «2» junto a los rasgos que
le gustaron igualmente aunque algo menos, y así sucesivamente. En el lado derecho de la
columna, clasifique los rasgos negativos de la misma manera, calificando con un «1» los peores
rasgos, con un «2» los que no eran tan peores, y así sucesivamente.

5. Repita los pasos 1, 2 y 3 para cada una de sus ex parejas,

6. Retroceda y trace un círculo alrededor de los rasgos positivos que son comunes a todas sus ex
parejas (o a la mayoría, si tuvo muchas). Subraye los rasgos negativos que tienen en común.

7. En una nueva hoja de papel, trace un círculo y divídalo horizontalmente por la mitad. En la
mitad superior del círculo anote todos los rasgos positivos que calificó con 1 o 2 para sus ex
amantes. Trace un círculo alrededor de cualquiera sobre el que ya trazó un círculo en el paso 6. En
la mitad inferior del círculo, introduzca los rasgos negativos calificados como 1 y 2, y subraye
aquellos que ya subrayó en el paso 6. Ahora debería disponer de una imagen previa de su propia
Imago, es decir, de la clase de persona hacia la que se siente atraído inconscientemente.

EIERCICIO 2C Frustraciones en las relaciones

1. En la parte superior de la hoja horizontal de papel escriba el nombre de una de sus ex parejas.
Divida el espacio en cinco columnas, encabezadas con: Frustraciones, Sentimientos, Pensamientos,
Reacciones y, en la quinta columna, Temores.

2. Anote en la primera columna las frustraciones que tuvo con esa persona en concreto. Una
frustración es un comportamiento que le causó alguna incomodidad, dolor o frustración. Por
ejemplo: «Ella/él acordaba una cita conmigo y siempre llegaba tarde sin avisarme», «Cuando me
abrazaba, no me apretaba fuerte», «Cuando le hacía una pregunta, solía darme respuestas
indirectas», «A veces me criticaba delante de mis amigos», «A menudo me hablaba en un tono de
voz colérico». Al escribir, debería evitar adjetivos peyorativos como «perezoso», «tacaño»,
«mezquino», «colérico», «reservado», «informal». En lugar de eso, utilice frases que describan los
comportamientos que le indujeron a formarse esa opinión.

3. Indique en la segunda columna el sentimiento que experimentó con cada frustración. Los
sentimientos deberían anotarse empleando una sola palabra, como «cólera», «temor»,
«vergüenza», etc. Si escribe una frase, estará describiendo su proceso de pensamiento. Por
ejemplo, comentarios como «Tengo la sensación de que él no me apreciaba», o «Me sentía como
si ella me utilizara» analizan sus pensamientos acerca de estar con esa persona. Lo que se trata de
indicar en esta segunda columna es el sentimiento que experimentó cuando tuvo usted ese
pensamiento. Por ejemplo: «Cuando ella/él no me llamaba al llegar tarde, pensaba que no era
respetado y eso hacía que sintiera cólera».

4. La tercera columna es el lugar adecuado para registrar sus pensamientos. En la primera


columna, por ejemplo, podría haber escrito: «Ella/él acordaba una cita conmigo y siempre llegaba
tarde sin avisarme», en la segunda columna puede haber anotado que ese comportamiento le
hacía experimentar «cólera», mientras que en la tercera columna puede haber escrito: «No se me
respeta», o «No me siento querido». El pensamiento completo es, por lo tanto: «Ella/él acordaba
una cita conmigo y siempre llegaba tarde sin avisarme, y yo experimentaba cólera y pensaba que
no me respetaba».

5. En la cuarta columna anote su reacción. Se trata de una descripción de su comportamiento al


sentirse «colérico y no respetado». Un ejemplo podría ser: «Me ponía de mal humor», o «Llamaba
a mi madre y le decía lo desconsiderada que era», o «Empezaba a sentirme deprimido y tomaba
una copa».

6. La quinta columna, la del «Temor», es la más difícil. Quizá necesite pensar sobre el temor
oculto que despierta la «frustración» anotada en la primera columna. Su «reacción» oculta ese
temor ante sí mismo; esa es, después de todo, la función de una reacción. Por ejemplo, la tardanza
del otro podía despertar el temor a ser «abandonado». O quizá experimentara el temor de que el
otro estuviera con otra persona. La frase completa que llena todas las columnas podría ser algo
similar a lo siguiente: «Ella/él acordaba una cita conmigo y siempre llegaba tarde sin avisarme, y
yo experimentaba cólera y pensaba que no me respetaba. Entonces, reaccionaba sintiéndome
deprimido y tomaba una copa porque temía verme abandonado».

7. Repita los pasos 1-6 con cada una de sus ex parejas.

8. Tome una nueva hoja de papel, divídala horizontalmente en seis columnas. Encabece las cinco
primeras igual que hizo en el paso 1. Encabece la sexta columna con «Deseo».

9. Estudie la lista de frustración que preparó para cada ex pareja, e identifique frustraciones
similares recurrentes. Puede encontrarse, por ejemplo, con que experimentó diversas
frustraciones respecto al tema de la tardanza, o de no mantener los acuerdos, o de sentirse
criticado. Tome cada grupo de frustraciones similares y sintetícelas en una sola frase que incluya la
esencia de cada una de ellas. Por ejemplo, si experimenta frustraciones recurrentes ante la
tardanza, podría sintetizarlas afirmando: «Cuando mis parejas no son formales por lo que se
refiere al tiempo, me siento colérico». De modo similar, agrupe las respuestas alrededor de cada
tema en el resto de las columnas, de la segunda a la quinta. La frase final podría ser parecida a la
siguiente: «Cuando mis parejas no son formales por lo que se refiere al tiempo, me siento colérico,
pienso que no soy respetado o importante, y suelo reaccionar con depresión y con la bebida para
ocultar mi temor al abandono». Finalmente, en la columna encabezada por «Deseo», anote lo que
desea, algo que, si lo tuviera, eliminaría la frustración de la primera columna. Por ejemplo: «Me
gustaría
que mi pareja hiciera mayores esfuerzos por llegar a tiempo y si va a llegar con más de diez
minutos de retraso, me gustaría que me llamara para avisarme». Repita este mismo proceso de
síntesis para cada frustración recurrente. Ahora dispone usted de una imagen de los problemas y
frustraciones que suelen aparecer de modo recurrente en sus relaciones, y tendrá una idea de qué
es lo que remediaría esas frustraciones.

EJERCICIO 2D

Su relación inconsciente

Complete ahora las siguientes frases, utilizando para ello el material recopilado en los ejercicios
anteriores. (Quizá prefiera copiar esas frases en una hoja de papel, o hacerse una fotocopia de las
páginas para poder rellenar la información que se le pide aquí.) Suelo sentirme atraído hacia una
persona que es____________________ (Complete la frase con los rasgos negativos de la mitad
inferior del círculo del ejercicio 2B, número 7, página 50) ... con la que me sienta ______ Aquí el
resumen de los sentimientos negativos del ejercicio 2C, número 9, segunda columna, página 52)
Porque ella/él me frustra con___________________________ Indique aquí el resumen de
frustraciones del ejercicio 2C, número 9, primera columna, página 52). Desearía que esa persona
fuera siempre______________ Indique aquí los rasgos positivos incluidos en la mitad superior del
círculo del ejercicio 2B, número 7, página 50) .. de modo que yo pudiera tener -------------------------
-------------------- Complete esta frase con la lista de deseos del ejercicio 2C, número 9, quinta
columna, de la página 52). Cuando no obtengo satisfacción a esos deseos, pienso
_______________ Indique aquí la síntesis de pensamientos del ejercicio 2C, número 9, tercera
columna, página 52) v reacciono con (Introduzca aquí el resumen de reacciones del ejercicio 2C,
número 9, cuarta columna, página 52) …..y experimento mis más profundos temores, que
son___________ Termine la frase con el resumen de sus temores indicados en el ejercicio número
9, quinta columna, página 52. Esos temores describen la herida infantil que vuelve a experimentar
en sus relaciones.)

Ahora cuenta usted con una imagen de su «relación inconsciente».

Dispone ahora de información vital para su elección de pareja y para los temas de relación.
Síntomas de la dependencia emocional

 Necesitar al otro

 Exigirle al otro que me dé más muestras de que está enamorado de mi, ya que si no, ya
interpreto que “no soy importante para él” “que no me quiere”.

 Deseo de que en todo momento quiera estar conmigo, que me haga sentir
constantemente que “soy su prioridad”, aunque a menudo, por la manera de ser del otro,
no lo voy a sentir.

 Generar una gran necesidad de Control absoluto del otro ( y ésto lleva a discusiones en la
relación)

 Dejar de ser yo, de comportarme de acuerdo con mi personalidad, para gustarle más al
otro, para asegurarme de que el otro me siga eligiendo y no me deje. Incluso puedo llegar
a hacer cosas que jamás me habría imaginado que iba a hacer (cosas incluso degradantes
para mi) con tal de no perderle.

 Sentir un terrible pánico a que el otro me abandone.

 Se van dejando amigos de lado, seres queridos...ya que el mundo gira totalmente en torno
a él, nos vamos aislando con el otro. Aunque el otro, a menudo, sigue con su vida de
amigos y demás.

 Él se convierte en el centro de nuestra vida, de nuestros pensamientos y de nuestras


preocupaciones. Nuestros problemas siempre giran entorno a esa persona.

 La relación nos genera ansiedad, no dormimos bien por las noches, a menudo tenemos
ganas de llorar desconsoladamente y sintiendo una gran impotencia por la misma
situación.

 Nos damos cuenta que estamos estancados, y aun así seguimos luchando.

 Acostumbran a ser relaciones en las que hay rupturas reiteradas y reiteradas


reconciliaciones, siempre volviendo con los mismos propósitos de cambio una y otra vez,
una y otra vez...aunque por supuesto, no cambie nada.

 A la persona dependiente, en realidad no le gusta cómo es el otro, ya que le hace sufrir


mucho por su manera de ser y comportarse, por su personalidad...pero aun así no quiere
dejar de luchar. Su vida se ha convertido en eso, una lucha que nos va marchitando,
quitando la ilusión, nos va haciendo invisibles y a veces incluso nos enferma.

 Es probable que la persona dependiente tenga alguien con quién se desahoga


explicandole lo que siente, pero se da cuenta que le cuenta una y otra vez la misma
história, tantas veces que en algun momento de lucidez toma conciencia de que aquello
no funciona, pero se tapan los ojos y vuelven a intentarlo.

 A veces hay maltrato. No se da en el 100% de los casos, pero en muchos de ellos hay
implícito un maltrato psicológico que se hace bastante evidente cuando en una terapia se
empieza a analizar y profundizar en los detalles de la relación. A veces, incluso puede ser
físico.

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