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La relación de unas variables con otras viene determinada por las leyes de la

Física, éstas se expresan como ecuaciones matemáticas en las que intervienen las
diferentes magnitudes físicas. La mayor parte de las veces no es posible medir
directamente en el laboratorio las magnitudes físicas que se desea conocer y hay que
hacer uso de las ecuaciones que representan las leyes de la Física para calcularlas a
través de las medidas experimentales de otras.

Las medidas experimentales llevan un error asociado que es necesario tener


en cuenta a la hora de utilizarlas para calcular magnitudes físicas. No siempre es
fácil obtener un valor promediado de las medidas donde el error este minimizado. El
error sistemático (debido al aparato de medida) puede considerarse igual en todas
las medidas, y es por tanto, sencillo tenerlo en cuenta en el resultado final. Por el
contrario, el error experimental (debido a nuestra propia incertidumbre a la hora de
medir) no es el mismo en cada medida, y puede variar mucho o poco de unas medidas
a otras. Seria necesario realizar un tratamiento estadístico en el que se diera mas
peso a aquellas medidas mas cercanas a la real y menos peso a las mas alejadas de la
realidad. Esto llevaría consigo la realización de gran número de medidas y un
laborioso tratamiento matemático.

Una forma sencilla de obtener una media ponderada de una magnitud a través de
medidas experimentales es el uso del ajuste por regresión lineal. La principal
dificultad de este método es la elección de las variables a ajustar, que normalmente,
no coinciden con las medidas experimentalmente.

REGRESION LINEAL
En la regresión lineal debemos de encontrar una línea recta que relacione las
variables experimentales, de forma que se cumpla

y = a x + b (1)
Donde x e y representan las variables medidas directamente o variables
relacionadas, a es la pendiente y b es la ordenada en el origen de la recta. La
pendiente y la ordenada en el origen se obtienen del ajuste y nos permiten calcular
la magnitud deseada.
A la hora de abordar un cálculo de este tipo hay tres pasos diferenciados y
principales a seguir: 1) elección de las variables con relación lineal, 2) cálculo de la
pendiente y ordenada en el origen, 3) obtención de la magnitud incógnita a partir
de la pendiente y/o ordenada en el origen.

Lo primero que hay que conocer es la ecuación matemática que nos indica la relación
física entre las medidas experimentales. Después es necesario transformar esa
ecuación en la de una línea recta, teniendo en cuenta que debe cumplirse

Es decir debemos transformar nuestra relación física en otra que sea “variable
igual a constante por variable más constante“. Una vez transformada, se debe
construir una nueva tabla con las variables a representar, la variable x y la variable y,
que pueden o no coincidir con las medidas experimentales.
Cuando la variable medida se encuentra en una exponencial, suele ser necesario
tomar logaritmos para encontrar la relación lineal.

Se representa la variable x frente a la variable y en papel milimetrado. Los puntos


deberán formar una nube que defina una línea recta. En caso de que alguno aparezca
aislado, esto significa que su error es demasiado grande y no debe eliminarse de la
tabla. El método mas sencillo y usual del cálculo de la pendiente y ordenada en el
origen es el de “mínimos cuadrados” o “regresión lineal”. En este método se
minimizan los errores al ajustar los datos a una línea de tendencia.
Para una línea recta la pendiente, a, y la ordenada en el origen, b, se calcula de
acuerdo a la formula
Para una línea recta la pendiente, a, y la ordenada en el origen, b, se calcula de
acuerdo a la formula

Siendo n el numero de puntos utilizados en el ajuste.

La bondad del ajuste viene determinada por el coeficiente de correlación R,


Este número debe ser próximo a 1. Si los puntos no tienen ningún error y pertenecen
a la recta el valor seria 1, cuanto mas se aleje de 1 mas se alejan los puntos de la recta
del ajuste.

Si el número de puntos es grande la obtención de a y b a partir de formulas


anteriores es pesada, lleva tiempo y puede conducir a errores. Lo mejor es utilizar
una calculadora de mano o un programa de ordenador con la herramienta “regresión
lineal”, que permite obtener la pendiente y la ordenada en el origen a partir del
conjunto de datos de la tabla y una secuencia sencilla de teclas. Cada calculadora
tiene su propia secuencia de teclas, por lo que es necesario acudir a las instrucciones
para conocerlas.

III. Obtención de la magnitud incógnita a partir de la pendiente y/o ordenada en el


origen
Es necesario darle sentido físico a la pendiente y ordenada en el origen obtenido por
regresión lineal. Para ello a los números se les añaden las unidades
correspondientes.

Las de la pendiente serán las unidades de y las de la ordenada en el origen las de y.


El número y las unidades de la pendiente se igualan a la constante a de la ecuación
(2), y los de la ordenada en el origen a la constante b de la ecuación (2). Estas nuevas
ecuaciones permiten obtener las magnitudes físicas deseadas.

Los procesos analíticos que relacionan, de manera muy simple, los resultados de dos o
más variables, constituyen un ejemplo de lo expresado en la Introducción a este Anexo.
La idea básica es el conocimiento de la relación existente entre variables. Así, por
ejemplo, la cantidad de demanda de un producto es considerada función de su variable
precio, los costos de producción son función de la cantidad producida, los gastos de
consumo son función del ingreso familiar, etc. En otros casos, hay relaciones que se
establecen no sólo entre dos sino entre tres o más variables, como en el caso en que la
demanda se considere función del precio, del ingreso familiar, del precio de otros bienes
de consumo, etc.

En el Sistema de Información hay una serie de variables que pueden ser analizadas
estadísticamente para llegar al establecimiento de ese tipo de relaciones y conclusiones,
que son importantes para el planificador; un ejemplo de ello se presenta en este Anexo, al
analizarse la relación entre el precio de arrendamiento de la tierra y sus determinantes.
Hay que anotar que al establecerse ese tipo de análisis es posible hacer proyecciones de
las posibles situaciones futuras, extrapolando la continuidad de esas relaciones,
característica ésta que convierte al proceso de análisis en un valioso instrumento de
planificación.

En matemáticas, una incógnita es un elemento constitutivo de una


expresiónmatemática. La incógnita permite describir una propiedad verificada por
algún valor desconocido, por lo general números. ... Un problema puede tener una
o varias incógnitas, pero cada una se expresa bajo la forma de un solo y único
símbolo.

La incógnita de una ecuación es el valor desconocido que se pretende determinar.


La incógnita de una ecuación se suele expresar con la letra x. Las incógnitas de
un sistema de ecuaciones se suele expresar con las letras x, y, z.

Una incógnita posee las mismas propiedades algebraicas que los objetos matemáticos a los
que representa, de este modo, es posible sumar x con x -por ejemplo- para obtener 2x. De
manera totalmente general, las operaciones aplicables a los posibles valores de la incógnita,
son válidas en la manipulación de la propia incógnita. Es cuando se opera de este modo que se
puede hablar verdaderamente de «incógnita» en el sentido matemático del término. Por otra
parte, la incógnita puede designar simplemente un valor que se quiere determinar, una solución
a un problema dado, como puede ser un número, una figura geométrica, etc.

Algunos historiadores de las matemáticas consideran que el término «incógnita», en el sentido


matemático, se aplica únicamente si ésta posee un mínimo de propiedades matemáticas. Este
sentido más preciso permite definir los orígenes de una rama de las matemáticas llamada

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