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Descendientes sin padre

El artículo sobre la clonación de la oveja Dolly despertó una discusión no sólo sobre las
posibilidades de clonación del ser humano, sino ante todo sobre los mecanismos del
proceso de envejecimiento y de la muerte.

El psiquiatra chileno César Ojeda (1997) relacionó el experimento de los autores


británicos con las leyes y mitos antiguos vinculados con el eterno deseo a la inmortalidad.
De acuerdo con Ojeda el dar el nombre de Dolly a la oveja clonada es el reflejo de la
cultura en la cual la significa la exclusión "de un tercero", esto es el padre y la
reproducción únicamente a través de la participación de la madre y del hijo. Esto es
precisamente Dolly: la hija de dos madres, de las cuales una aportó la estructura
citoplasmática, y la otra el material genético contenido en el núcleo celular. Esto sería la
realización de la fantasía en la cual la clonación humana puede llevar a tener
descendientes sin la participación de los hombres. En el caso de la clonación humana se
llegaría a la instrumentalización de la mujer: ella "presta" sus óvulos y útero. De aquí
solamente un paso a la creación de úteros artificiales y a la producción de seres humanos
en el laboratorio.

La sola idea que se puede vencer a la muerte a través de la reproducción continua de un


descendiente idéntico-un clon- es atractiva y atenúa el miedo ante la muerte.

Por otra parte se sabe que los gemelos monocigóticos, es decir los clones naturales,
viven su propia vida, no son una, sino dos personas, además muy diferenciados,
principalmente en lo psíquico. Las expectativas de que las personas clonadas serían
idénticas en lo psíquico son injustificadas. Los psiquiatras saben muy bien que la
realización de estas fantasías omnipotentes constituiría uno de los más tenebrosos
aspectos de la existencia humana.

Se debe asimismo prestar atención al aspecto psicológico y social de la clonación


humana: aquí se trastornan las relaciones familiares y sociales básicas. Dejan de existir
las relaciones padres- hijos, parentescos, etc. Una mujer puede convertirse en la gemela
de su madre, no tener padre biológico y ser por ejemplo la hija de su abuelo. Incluso es
difícil imaginarse la dirección y el espectro que las deformaciones y degeneraciones
sociales y psicológicas a las que llevaría la clonación humana.
La Clonación y la ética

Las cuestiones éticas básicas relacionadas con el Proyecto del Genoma Humano se
refieren a:

1. La protección de las personas participantes en el programa

2. La posibilidad de reducir los individuos participantes en experimentos a la imagen de su


genoma así como a la dimensión de su libertad y responsabilidad

3. La discriminación e incluso a la estigmatización de las personas, o de razas y grupos


sociales completos, y como consecuencia al aprovechamiento inadecuado de los
resultados sobre el genoma, así como la patentibilidad y comercialización de los
descubrimientos

Así las cuestiones éticas del proyecto del genoma se relacionan con la posesión y el uso
de los datos genéticos, así las implicaciones antropológicas relacionadas con los
problemas del reduccionismo y del determinismo neurogenético.

Vale la pena reflexionar también sobre el problema de la libertad. La libertad humana no


es una libertad absoluta, está ella siempre condicionada. El ser humano es el único ser,
que se decidió (se atrevió) a descubrir las leyes de la herencia y a descifrar el código
genético. Esto es posible no solo gracias a la inteligencia y posibilidades técnicas, sino
también gracias a la decisión que tomó.

La libertad en esta acepción no es solo la posibilidad de la elección. Es ante todo la


responsabilidad en la actitud hacia la bondad de la persona humana. En este sentido la
investigación del genoma humano es moralmente permitida porque el objeto está
vinculado con la persona humana y el bien común- de los hoy vivientes así como de las
próximas generaciones.

La investigación del genoma, su desciframiento y su intervención, conciernen asimismo a


la dignidad de la persona humana. Por eso el deber de los expertos y médicos es hacer
todo para que el conocimiento genético sea obtenido con un pleno respeto a la dignidad
humana y a la libertad, así como su aprovechamiento únicamente con el propósito de
limitar el sufrimiento humano.
La perspectiva antropológica.

La biotecnología y la neurotecnología deberían ser también analizadas desde el punto de


vista antropológico, debido a que sus efectos pueden provocar cambios lejanos de la
imagen y del lugar del ser humano en la naturaleza y en la trascendencia.

El ser traído a la vida de una manera no-natural, a solicitud sería un ser inmoral. La
persona clonada "a solicitud" no podría tener el sentido de identidad individual, debido a
que sería un producto o parte de una serie de individuos idénticos. No podría ser un ser
racional, no moral de acuerdo con la definición de la persona según Kant.

No siendo una persona, por lo tanto, no teniendo los atributos de la libertad, de la


responsabilidad, de la moral, el individuo clonado no podría ser miembro natural de la
sociedad humana con sus derechos y deberes concomitantes. La aparición de tales seres
exigiría la creación de una nueva lengua y de nuevos conceptos antropológicos, sociales
y éticos. Desde el punto de vista antropológico - como lo considera Kottow (1997) - se
debería claramente diferenciar entre la persona humana, la persona clonada y el cyborg
(organismo cibernético). De estas consideraciones así como de la perspectiva
antropológica, la clonación humana debería ser prohibida.

El problema de la clonación puede tener también una dimensión política. Por este motivo
el Presidente de los Estados Unidos envió al Congreso un proyecto de ley prohibiendo
investigaciones sobre la clonación humana por 5 años.

Los expertos chilenos enviaron un proyecto de ley parecido al Senado. Este proyecto
propone la prohibición de la clonación de las células humanas bajo la amenaza de una
pena, asimismo la prohibición de la elección artificial del sexo, la transformación artificial
de las células humanas reproductoras, la hibridación y la mutación así como la
fecundación con gametos provenientes de una persona fallecida (Mancini, 1997).

Eticistas Religiosos

Gran parte de los expertos en ética proviene de la religión. Los eticistas del Vaticano ya
han tomado una fuerte postura en contra de la clonación, por ende, continúa la triste
historia de sobrereacción negativa hacia el descubrimiento científico. El Obispo Sgreccia
declaró que resulta incorrecto alterar una especie animal, considérese, por tanto, el caso
de un simple ser humano. Otro vocero se refirió a la clonación como una violación a la
integridad del matrimonio. Los expertos del Vaticano reflejan los puntos de vista del Papa
y él ya ha rechazado cualquier uso de tecnologías que interfieran con la procreación
sexual dentro del matrimonio o que hagan factible la destrucción de embriones humanos.

Los Teólogos católicos pueden hacer uso de diferentes suposiciones de fondo desde la
perspectiva del Papa y sus opiniones tienden a la falta de credibilidad.
Los eticistas protestantes tienden a buscar contribuciones provenientes de la Sagrada
Escritura. Sin embargo, la Sagrada Escritura no proporciona respuestas específicas a
problemas modernos. Puede proporcionar una dirección ética general la que
posteriormente debe enfrentarse a una dirección contradictoria proveniente de textos
diferentes. El libro del Génesis, por ejemplo, nos proporciona dos historias relativas a la
creación diferentes. En el primero (Génesis, Capítulo Primero), el hombre es representado
como un ser que tiene dominio sobre toda la creación. Al ejercer dominio, el hombre
estaría actuando a la imagen de Dios. Esta historia puede respaldar tecnologías genéticas
e incluso la clonación. En la segunda historia de la creación (Génesis, Capítulo Segundo),
el rol del hombre supera al de un asistente. Debe cuidar la creación y, a su vez,
protegerla. En la actualidad, la dirección ética sería justo la contraria y la clonación podría
ser considerada como una violación a la administración. La Sagrada Escritura es una
fuente importante de dirección ética para toda la gente que representa la religión judeo -
cristiana, pero dado que la Sagrada Escritura no proporciona respuestas específicas a
problemas científicos contemporáneos, los eticistas bíblicos tienen que pensar
detalladamente en la problemática de la clonación mucho más que cualquier otro.

Los eticistas judíos tienden a buscar dirección ética tanto de la Sagrada Escritura como
del Talmud (ley y tradición judía). El rabino Moses Tendler, profesor de ética médica,
analizó la clonación haciendo uso de la metáfora talmúdica de la abeja que ofrece miel y
su aguijón. Preguntó, ¿estamos en el punto del árbol del conocimiento dónde
renunciaríamos a la miel para evitar el aguijón?

Eticistas Científicos

La mayoría de los eticistas religiosos consideran la clonación humana como un hecho


incorrecto. Los más permisivos entre ellos instan a una gran precaución en la utilización
de este tipo de manipulación genética. No obstante, la ciencia tiene sus propios eticistas
y, por lo general, toman el punto de vista opuesto. Los científicos tienden a centrarse en
los beneficios positivos de la clonación, descartando los peligros. Tienden a no hacer
predicciones de consecuencias catastróficas seriamente. A la crítica ética proveniente de
la ciencia exterior la consideran poco ilustrada y/o perjudicial. Señalan que se puede
confiar en ellos como creadores de su propia ética. Incluso cuentan con sus propios
héroes éticos, santos científicos de todo tipo (Galileo, Bacon).

Los eticistas científicos enfatizan las posibilidades correspondientes a conquistar la


enfermedad y la infertilidad. Se centran en nueva información acerca del funcionamiento
celular que ayudará en la lucha contra el cáncer. Además, la clonación podría actuar
como medio de protección en contra de ciertas enfermedades genéticas que resultan de
la combinación de genes de ambos padres. No obstante, la ciencia cuenta con su propia
historia de escándalos éticos y la idea de que la gente debería dejar hacer a los científicos
lo que ellos consideren correcto ya no convence a nadie. El Dr. James Watson, quien
ganó el Premio Nobel por descubrir la estructura del ADN, concuerda con que esta
problemática no puede ser dejada en las manos de la ciencia.

Eticistas Económicos
Ni a la ciencia ni a la economía les gustan las restricciones éticas. Los portavoces de los
intereses económicos (en la economía) apoyan a los científicos en contra de cualquier
situación que restrinja la clonación. Los intereses económicos se encuentran
concentrados mucho más en la clonación animal que en la humana. No quieren ver
arruinadas las posibilidades económicas de la clonación animal a causa de las
preocupaciones que acarrea la clonación humana.

Eticistas Literarios

La literatura, como la religión, constituye una importante fuente de ética. Los novelistas y
los poetas proporcionan puntos de vista éticos y muchos ya han tomado posiciones muy
críticas en cuanto a la clonación. El libro de Mary Shelly "Frankenstein" (1818) fue la
primera evaluación negativa. Frankenstein era inteligente y articulado, pero se encontraba
profundamente angustiado por su origen antinatural. En esta historia, el personaje se
vuelve loco y él asesina al doctor que lo creó.

En un comentario de la Pontificia Academia "Pro Vita" se afirmó que la idea de la


clonación de seres humanos surgió de las fantasías inspiradas por el deseo de
omnipotencia: se dice que el copiado de genios o personas de una belleza extraordinaria,
la reproducción de copias fieles de las personas fallecidas, la selección de personas
idealmente sanas, de la posibilidad de elección del sexo, de la producción de embriones
para la implantación posterior al útero y su aprovechamiento como una reserva de
órganos, etc.

Una inquietud adicional despierta la posibilidad de la clonación de una persona fallecida,


utilizando su material celular, así como la posibilidad de la clonación de una persona sin
su conocimiento, por ejemplo aprovechando una prueba de sangre o de otro tejido

Según Hans Jonas (1997) la clonación es la forma más despótica de manipulación


genética, considerando su método; y al mismo tiempo la más opresiva, considerando su
fin. Su propósito no es, pues, la modificación arbitral del material genético, sino más bien
su permanencia arbitral. Esto es contrario a la estrategia dominante en la naturaleza.

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