Académique Documents
Professionnel Documents
Culture Documents
Veamos el caso de Edipo: Robert Graves afirma que su fábula pudo surgir de una
historia inversa: Edipo de Corinto conquista Tebas y se convierte en rey casándose
con Yocasta, una sacerdotisa de Hera. Luego anuncia que, en adelante, el reinado
se traspasará por la línea paterna, como es la costumbre corintia, en vez de seguir
siendo el atributo de Hera, la estranguladora. El inminente cambio de las leyes
provocará el suicidio de Yocasta, en señal de protesta, y muy pronto la ciudad entera
se hundirá en la anarquía. En respuesta, los tebanos niegan a Edipo la paletilla
sagrada y lo destierran. El héroe trágico morirá en un intento fallido de reconquistar
su trono mediante la guerra.
Esta otra historia dice así: pese al decreto que anuncia la pena de muerte a quien
ose enterrar el cadáver del traidor Polinices, su hermana Antígona intenta darle
sepultura bajo un simple argumento: “es mi deber”. El hecho compromete la
seguridad del estado, que no puede darse el lujo de nuevas sublevaciones, así que
el rey Creonte decide aplicar la ley contra la desafiante mujer. A partir de este
acontecimiento se desdobla el alegato sobre las razones superiores de nuestra
- 3 -
Todo aparato jurídico debe someterse a la decisión del pueblo, sí, pero el pueblo está
envenenado. Y el sistema, cegado en su búsqueda de popularidad, está respondiendo a los
mismos esquemas simples, esos que con un plumazo descalifican un andamiaje complejo de
motivaciones. No propongo extirpar al pueblo de la ecuación. Propongo vacunarnos. Generar
espacios de discusión que obliguen a analizar un cuerpo de conflicto en tres dimensiones, en
cinco. Discutir no es sólo una capacidad, debemos convertirlo en obligación, mucho más
cuando, como ahora, es la justicia el tema sobre la mesa…
Lo que más llama la atención del procedimiento es la activación del público sin que
este tenga que mover un dedo: en la convención de las dos obras (más explícita en
- 4 -
Pero hay también una diferencia notable y estructural en las dos obras: mientras en
Antígona se apela al debate público, Edipo desmenuza la verdad de lo íntimo y
privado; mientras la acción de Antígona ocurre en la plaza, en Edipo se agazapa al
interior del palacio (lo que permite el afortunado rolling gag de los reyes siendo
sorprendidos en su incontinente cópula). La dualidad adentro-afuera nos permite la
observación del fenómeno desde perspectivas complementarias: la del debate
(público) y la confesión (privada), dos formas de la verdad que se obtienen, una
mediante la argumentación y otra por el testimonio.
Edipo: Inauguro hoy las jornadas por la Verdad en Tebas. Habrán de mirar a su prójimo y conversar
y conversar y conversar hasta agotar el lenguaje, si es necesario. Siempre con la siguiente
máxima: todo tebano está comprometido con la verdad. Ensayemos la perfección hasta que
–expulsado por el tsunami de la honestidad– emerja a la superficie el cuerpo desahuciado del
animal que está infectando la ciudad. Seamos ese pueblo. Estemos por encima de las
expectativas que los dioses depositaron en nosotros, obliguémonos a ser las personas que
aspiramos a ser, preguntemos lo que no entendemos y prohibámonos el derecho a ser malos
actores de nuestra propia vida. La palabra y la acción como indisolubles hermanas. Si Tebas
está a la altura de mi idea, se los juro, la peste se irá.
1 Szcesklik, Andrzej (2010), Catarsis, sobre el poder curativo de la naturaleza y el arte, Barcelona, Acantilado,
207 pp.
- 5 -
Estamos, sin duda, ante dos obras que hacen diagnóstico de la enfermedad social
y esta no es otra que el lenguaje; padecemos el cáncer del lenguaje que, lejos de
aclarar, confunde al mundo. Tal vez por esa razón el procedimiento deba llegar al
extremo y forzar la catarsis, desatar el habla incontinente no importando que sea
verdad o que sea mentira, que construya o que deforme, siempre que el paroxismo
desemboque en la criba del lenguaje y en la recuperación de su objeto comunicador.
Como afirma Szcesklik, tanto la medicina como el arte tienen origen en la magia, un
sistema basado en la omnipotencia de la palabra. Es tal su efecto en el espíritu que
no importa tanto su significado como su composición sonora. Que los bebés
prefieran las consonancias a las disonancias puede indicarnos que la recuperación
pasa por poner atención en la armonía. El propio Edipo afirma que “la verdad existe
antes de que el humano tuviera las herramientas para articularla.
La misión
original del lenguaje es darle cuerpo a la verdad.
La verdad es poesía involuntaria,
es belleza.” Algo similar a lo que piensa Novalis –citado nuevamente por Szcesklik–
, cuando escribe que “toda enfermedad es un problema musical, toda curación es
una solución musical.”