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CÁLCULO DE LA SUPERFICIE DE CRIBADO

Juan Luis Bouso


Eral, Equipos y Procesos S. A.
Mayo 1999
CÁLCULO DE LA SUPERFICIE DE CRIBADO

Índice

1. Introducción

2. Métodos de cálculo

3. Método híbrido “Bouso”

4. Ejemplos de cálculo

Juan Luis Bouso


Eral, Equipos y Procesos S. A.
Mayo 1999

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1. Introducción

Uno de los mejores artículos publicados sobre cribado, de C.W. Matthews, en 1.969,
empezaba “El cribado es un arte....”, y lo cito porque conviene dejar bien claro que los
procedimientos para determinar la superficie de cribado necesaria en una clasificación
concreta, son absolutamente empíricos basados en experiencias de los fabricantes de
cribas, por lo que deberán ser tanto más acertados cuanto mayor experiencia tenga dicho
fabricante y por supuesto cuanto mayor sea su conocimiento sobre el tema en cuestión.
Dando lo anterior por sentado no queda más remedio que asumir, al menos para el autor
de este trabajo, que los mejores métodos de cálculo han sido desarrollados en Francia y
en Estados Unidos.
De entre todos los métodos estudiados sobresaldrían los elaborados por:
- La firma francesa Dragon, desarrollado probablemente por Edmond Blanc,
fundador y director técnico de la citada empresa. Los interesados pueden
dirigirse al libro publicado por la misma editorial que publica esta revista que
están ustedes leyendo, “Tecnología de los aparatos de fragmentación y de
clasificación dimensional”.
- El sistema de cálculo desarrollado por la firma americana -al menos lo fue en su
momento- Allis Chalmers Mfg. Co., la cual en su muy interesante manual de
cálculo, incluye un capitulo dedicado al cálculo de cribas.
Además de los métodos citados, sería injusto no reseñar los publicados por las firmas
también americanas Cedarapids, Nordberg, Portec Inc., Kennedy Van Saun Co. y
Link Belt Co.

FOTO 1. Criba equipada con mallas de poliuretano, fijación por tensión transversal,
con difusores de poliuretano.

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2. Métodos de Cálculo
Como se mencionaba existen un gran número de métodos para calcular la superficie de
cribado pero como los mandamientos de la ley de Dios, “se cierran en dos”:
1) Método de alimentación, basado en la masa sólida por unidad de tiempo que puede
alimentarse a una superficie específica de malla de una determinada luz de paso.
2) Método pasante, basado en la masa sólida por unidad de tiempo que pasa por una
superficie específica de malla de una determinada luz de paso.
En nuestro caso, utilizando unidades SI la superficie específica en cuestión es de 1 m2 y
la luz de paso de la malla, Lm se expresa en mm. Por supuesto la masa sólida se
expresa en t/h.m2 y se conoce como capacidad básica o específica, bien de paso o de
alimentación, a una malla de luz determinada.
Lógicamente la capacidad específica según el primer método, basado en la alimentación
a una malla, da valores mayores que el segundo basado en la masa que pasa a través
de la misma.
Los buenos fabricantes han realizado numerosas experiencias para determinar la
capacidad específica, fijando las condiciones de la experiencia, en especial en lo
referente a la granulometría del producto de alimentación, y concretamente el porcentaje
de partículas superiores al tamaño de clasificación rechazo, que forman la fracción
gruesa, y el porcentaje de partículas inferiores al valor mitad de dicho tamaño de
clasificación, semitamaño. Aprovechando que estamos en definiciones, definamos como
pasante la masa que pasa por la malla, que constituye la fracción fina.

FOTO 2. Criba horizontal de alta frecuencia, malla PU de luz 3 mm x 3mm.


Lavado de arena con hidrociclón y escurridor vibrante,
mallas PU de luz 0,3 mm x 11 mm y 0,3 mm x 118 mm.
También se suele fijar en estas experiencias la eficiencia o rendimiento de clasificación
alcanzado, es decir, la masa de partículas que realmente atravesó la malla, -se clasificó-,
frente a la que teóricamente debería haber pasado –contenido de partículas inferiores al
tamaño de clasificación en la alimentación-. La masa de partículas finas que no

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atraviesan la malla, lógicamente se van con la fracción gruesa o rechazo, constituyendo
los llamados desclasificados, y que obviamente como veremos más adelante están
relacionados con la eficiencia, el porcentaje de pasantes, y el rechazo.
Al momento de realizar las pruebas para determinar la capacidad específica se prepara
un producto de alimentación “sintético” con un porcentaje de rechazo y semitamaño
preestablecidos que en la mayoría de los métodos reputados conocidos oscila entre 25 %
y 50 % para el rechazo, y entre 25 % y 40 % para el semitamaño, siendo casi unánime el
valor de 40 % para este último. La eficiencia se estable entre 90 % y 95 %.
Todos los métodos de cálculo reputados incluyen unos factores de corrección para cubrir
las diferencias del producto real de alimentación frente al considerado en la prueba del
método en cuestión, y lo mismo puede decirse con respecto a la eficiencia de cribado.
Es importante considerar esto último, pues ello significa que no pueden mezclarse los
factores de corrección de un método con los valores de capacidad específica de otro, y
por supuesto mucho menos utilizar los valores de capacidad específica de un método
pasante cuando se siga un método alimentación.
Esto que resulta obvio, y parecería infantil citarlo en este artículo supuestamente para
técnicos, lamentablemente no lo es tanto, creándose auténticos galimatías que
obviamente arrojan cualquier resultado.
Además de los factores mencionados anteriormente referidos al rechazo, semitamaño y
eficiencia, deben considerarse otros factores de corrección en base a la posición del piso
de cribado (1º, 2º, 3º, 4º), a la forma de la partícula (redonda natural o cúbica triturada),
densidad específica del producto, forma de la abertura de la malla (redonda, cuadrada,
rectangular), posición de la criba (inclinada u horizontal), área abierta de paso o área
libre, condición de cribado (seco o húmedo), factor por riego en cribado vía húmeda, y en
general cualquier otra condición que pueda afectar al rendimiento del cribado.
Lamentablemente en la mayoría de las ocasiones, al momento de realizar un cálculo se
desconocen muchas de las variables y condiciones mencionadas, por lo cual la
imaginación y destreza del técnico, junto con la bondad del método elegido conducen a
resultados diferentes, y así es fácil de entender la frase de comienzo de este artículo “El
cribado es un arte...”.
Para mi suerte y desgracia, el que esto escribe ha “estudiado” un gran número de los
métodos de cálculo publicados; suerte por el conocimiento adquirido y desgracia porque
de ese modo la elección del mejor método resulta más difícil; como cuando vamos a un
restaurante con una amplia carta, donde siempre acabamos preguntando a quien nos
atiende ..¿... y usted que me recomendaría?
En resumen cualquier método de cálculo podría resumirse en la ecuación siguiente:

Tonelaje a cribar (T)


Superficie de cribado (S) = ——————————————————————
Capacidad básica (B) • Factores de corrección (ft)

siendo:
S: superficie necesaria de cribado, expresada en m2
T: masa de sólidos -de alimentación o que debe pasar por la malla-, expresada en t/h
B: capacidad específica o básica -bien de alimentación o pasante-, expresada en t/m2.h
ft: factor total de corrección de la capacidad básica, sin unidades.

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Finalmente la decisión para elegir un método de calculo, fue “cocinar” un método pasante
híbrido, que tomase lo más conveniente de cada uno de ellos para mis aplicaciones
concretas, y que al mismo tiempo resultase coherente. Entre ustedes lectores y yo, un
pretexto más para seguir siendo individualista como buen español.

3. Método híbrido pasante –Bouso-


A continuación vamos a estudiar con detalle cada uno de los parámetros y condiciones
que afectan a la capacidad del cribado, y por consiguientemente a la superficie necesaria.
Los factores de corrección expuestos a continuación permitirán corregir la capacidad
básica establecida en unas condiciones especificas que por supuesto difícilmente se
ajustarán a la operación a estudiar. La capacidad básica multiplicada por todos estos
factores de corrección, que se recogen finalmente en un factor total ft, nos dará una
capacidad corregida Bc. El tonelaje teórico que debe atravesar la malla, Tp, dividido por
la capacidad básica corregida nos dará finalmente la superficie de cribado necesaria, S,
para la clasificación estudiada.
Difícilmente una operación industrial es perfecta, por lo que resulta conveniente afectar a
la superficie de cribado calculada, por un factor de servicio, que usualmente puede ser de
1,2 (20 %), y que puede llegar a ser de 1,4 si se espera una operación dificultosa.

3.1 Forma del material

Los valores de la capacidad básica han sido calculados separadamente para productos
naturales o de forma redondeada, y para productos triturados o de forma cúbica, por lo
cual primeramente hay que definir el tipo de producto, para tomar el valor correcto de las
dos opciones posibles.

3.2 Capacidad básica o específica, B

Expresada en t/m2.h de producto de densidad aparente 1,6 t/m3 que pasa por una malla
de luz determinada, de alambre de acero y con área libre del 50 %, colocada en la
primera posición de una criba instalada con una inclinación de 20º. El producto de
alimentación con un contenido de partículas superiores a la luz de malla, rechazo, del
25 % y de partículas inferiores al tamaño mitad de la malla, semitamaño, del 40 %.
Eficiencia de cribado considerada del 94 %.

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CAPACIDAD BASICA B (t/m2.h)

Luz de malla Material


mm Carbón Triturado Natural
0,50 2,0 2,7 3,5
0,80 2,6 3,4 4,4
1,00 2,8 3,7 4,9
1,25 3,1 4,1 5,5
2,0 4,0 5,3 7,1
4,0 6,0 8,0 10,5
5,6 7,5 10,0 13,0
6,3 8,1 10,8 14,0
8,0 9,4 12,5 16,0
10,0 10,8 14,4 18,6
12,5 12,5 16,6 21,5
16,0 14,3 19,0 25,1
20,0 16,5 22,0 29,0
25,0 19,5 26,0 33,4
31,5 22,5 30,0 37,9
40,0 26,0 34,7 42,5
50,0 29,3 39,0 47,4
63,0 33,0 44,0 52,0
80,0 36,8 49,0 57,0
100,0 42,0 56,0 63,0
120,0 47,3 63,0 68,0

3.3 Densidad específica aparente, ρa

Los valores “empíricos” de la capacidad básica están basados en un producto de


densidad específica 1,6 t/m3, por lo que cualquier otro producto de distinta densidad
tendrá una capacidad proporcional a la misma, es decir, el valor de la capacidad básica
deberá ser corregido con un factor fd.

ρa
fd =
1,6
3.4 Partículas superiores al tamaño de clasificación, rechazo R

La capacidad básica considera un producto de alimentación con un 25 % de rechazo, por


lo que cualquier otro porcentaje, significa que debe corregirse la capacidad básica con un
factor fr , lógicamente fr = 1 para un valor del rechazo R = 25 %.

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FACTOR DE RECHAZO

R 0 5 10 15 20 25 30 35 40 45

Factor fr 1,10 1,08 1,06 1,04 1,02 1,00 0,98 0,96 0,94 0,92

R 50 55 60 65 70 75 80 85 90 95

Factor fr 0,90 0,88 0,86 0,84 0,80 0,76 0,70 0,64 0,55 0,40

3.5 Partículas inferiores a la mitad del tamaño de clasificación, semitamaño

Como en el factor anterior la capacidad básica fue calculada e base a un producto


conteniendo 40 % de partículas más finas que la mitad de la luz de la malla, por eso
cualquier desviación debe ser corregida aplicando un factor fs , siendo fs = 1 para un
valor del semitamaño de 40 %.

FACTOR DE SEMITAMAÑO
Semitamaño 0 5 10 15 20 25 30 35 40 45

Factor fs 0,50 0,55 0,60 0,65 0,72 0,77 0,85 0,92 1,00 1,10

Semitamaño 50 55 60 65 70 75 80 85 90 95

Factor fs 1,20 1,30 1,45 1,60 1,75 1,95 2,20 2,55 3,00 3,65

3.6 Eficiencia de clasificación, E

Los valores de capacidad básica fueron calculados en base a una eficiencia o


rendimiento de cribado, E, del 94 %, es decir, el 6 % de las partículas finas que debería
haber pasado por la luz de la malla no pasaron, por lo que cualquier divergencia con esta
hipótesis debe ser corregida con un factor de eficiencia, fe , que será fe = 1 para una
eficiencia E = 94 %.

FACTOR DE EFICIENCIA

E 98 96 94 92 90 85 80

Factor fe 0,60 0,85 1,00 1,05 1,12 1,26 1,41

E 75 70 65 60 55 50 45

Factor fe 1,56 1,70 1,85 2,00 2,10 2,30 2,35

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Al momento de efectuar un cálculo de cribado interesa principalmente asegurar la calidad
de los diferentes productos y en general que el valor de desclasificados, D, en el
producto grueso sea lo menor posible. Un valor normal de desclasificados podría
considerarse entre 10 % y 15 %. Este valor de desclasificados condiciona la eficiencia,
E, de cribado y con bastante frecuencia combinar una buena eficiencia y un bajo valor de
desclasificados resulta imposible.
Es muy frecuente que cuando el producto a cribar tiene un elevado contenido de
partículas inferiores al tamaño de corte, aun con una elevada eficiencia, superior al 90 %,
se obtengan altos valores de desclasificados, y esto por pura matemática no por
deficiencia del equipo de cribado. Recíprocamente alcanzar un bajo valor de
desclasificados significaría operar con eficiencias por encima del 98 % lo cual es
lógicamente imposible.
El tema en cuestión requiere una mayor profundidad y será objeto de un próximo artículo,
pero para el cálculo de la superficie de cribado nos basta con conocer la relación entre
eficiencia y desclasificados en función del porcentaje de partículas finas inferiores al
tamaño de corte, lo que conocemos como pasante, P.

P • (1 − E ) (P − D )
D= E=
(1 − (P • E )) P • (1 − D )

Expresando D, P y E en decimal.
Como ejemplo podríamos considerar un cribado a 5 mm de un producto conteniendo
85 % de partículas inferiores a 5 mm, es decir P = 85 %. Se desea obtener una eficiencia
E = 90 % y se quiere conocer el porcentaje de desclasificados D en la fracción gruesa
> 5 mm. Por otro lado se quiere conocer con qué eficiencia E habría que trabajar para
tener menos de 5 % de desclasificados.
1) Calculo de desclasificados, D, con E = 90 %
D = 0,85 [ (1-0,9) / (1-(0,85-0,9))] = 0,36
Es decir tendríamos un 36 % de desclasificados, valor que podría considerarse alto.
2) Calculo de eficiencia, E, con D = 5 %
E = (0,85-0,05) / [(1-0,05) 0,85] = 0,99
Es decir una eficiencia del 99 % es absolutamente imposible de alcanzar.
En resumen si se precisa obtener una fracción gruesa con un valor de desclasificados
inferior al 36 % sería preciso clasificar de nuevo dicha fracción.

3.7 Cribado en seco

Los valores de la capacidad básica han sido obtenidos en base a un cribado en seco, o
con una humedad inferior al 3 %.
A menudo los productos de alimentación no están exentos de humedad y a veces una
humedad excesiva por encima de H = 9 % puede impedir el cribado, provocando el
“cegado” de las mallas, siendo necesario realizar el cribado en vía húmeda.

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Por otro lado cada producto tiene una humedad critica, pero generalizando podría
establecerse el siguiente factor de corrección, fh .
Si H > 9 %, no se puede cribar en seco
Si ≤ 9 % H > 6 %, fh = 0,75
Si ≤ 6 % H > 3 %, fh = 0,85
Si H ≤ 3 %, fh = 1,00

3.8 Cribado húmedo

En numerosas ocasiones las etapas de cribado se realizan en plantas vía húmeda donde
a continuación del cribado las fracciones finas son lavadas o enviadas a diferentes
procesos en húmedo, en otras debido a la humedad del producto, generalmente por
encima del 9 %, es preciso ir a un cribado con riego de agua.
En estos casos la aportación de agua al cribado, en forma de riego con difusores
apropiados, en volumen y a la presión adecuada supone una ayuda, por lo cual la
capacidad de cribado aumenta, por lo que esto debe ser considerado.
El riego de agua beneficia principalmente al cribado de tamaños intermedios y
prácticamente no afecta a tamaños de clasificación superiores a 50 mm, alcanzándose
las mayores ventajas en el entorno de los 4 mm.
Así pues el factor positivo de corrección, fa que debe afectar al cálculo de cribado, varía
en función de la luz de la malla Lm , según la tabla siguiente:

FACTOR DE AGUA DE RIEGO

Lm (mm) <0,5 1,0 1,25 2,0 4,0 5,6 6,3 8,0 10,0

Factor, fa 1,00 1,42 1,70 2,20 2,50 2,35 2,25 2,00 1,42

Lm (mm) 11,2 12,5 14,0 16,0 20,0 22,4 31,5 40 50

Factor, fa 1,35 1,30 1,25 1,20 1,15 1,13 1,06 1,03 1,00

La cantidad de agua a emplear en el riego depende de la calidad del producto a cribar, y


de las etapas posteriores que deban recoger el agua con la fracción fina cribada, pero en
general puede considerarse un caudal de 1,00 a 1,50 m3 de agua por tonelada de
material de alimentación. La presión debe ser suficiente para conseguir el efecto deseado
de despegar las partículas finas adheridas a las gruesas, pero no excesiva para no
provocar el “clavado” de las partículas en los huecos de la malla, al mismo tiempo que se
produce un desgaste excesivo de la misma. Se recomienda una presión del orden de
150-250 kPa.
Es aconsejable “huir” de los tubos perforados que después de pocas horas de trabajo
están completamente obstruidos con suciedad y materia orgánica transportada en el
agua empleada. La mejor alternativa es el empleo de difusores expresamente diseñados
para estos menesteres, y en especial los construidos en materiales elastómeros que no
se obstruyen ni oxidan. Éstos producen una cortina de agua perfecta, de modo que se

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crea una distribución uniforme del agua en la superficie de la criba, y ello trae por
consiguiente un empleo eficiente del agua, consiguiendo un correcto riego con el mínimo
consumo.

FOTO 3. “Rampa de riego” equipada con difusores en poliuretano, de chorro plano.

La tabla mostrada a continuación indica el caudal de difusores de poliuretano tipo “pico


de pato”, en función de su diámetro y la presión del agua, así como la anchura del chorro
plano que producen en la criba en función de la altura de colocación sobre la misma. Con
estos datos se puede determinar el número de difusores a colocar en línea en el ancho
de la criba para cubrir ésta perfectamente, mientras que el numero total de difusores se
establecería en base al caudal total de agua que debe aportar el riego.

DIFUSORES AGUA DE POLIURETANO

Anchura chorro (mm)


Caudal (m3/h)
Diámetro Presión 150 kPa
A diferentes presiones (kPa)
Difusor
(mm) Altura sobre malla (mm)

50 100 150 200 300 400 200 300 400

4 0,42 0,72 1,02 1,20 1,50 1,74 300 400 450

5 0,48 0,84 1,14 1,26 1,56 2,34 350 450 500

7 1,08 1,38 1,74 1,98 2,46 3,00 400 500 700

9 1,50 2,46 2,88 3,00 3,12 3,24 500 600 800

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3.9 Tipo de apertura de malla

La capacidad básica ha sido calculada con malla de alambre de acero de sección de


paso cuadrada, por lo que otro tipo de apertura también tendrá una repercusión en la
capacidad de cribado, debiéndose aplicar un factor, fm
Si la malla es de apertura cuadrada fm = 1,0
Si la malla es de apertura redonda fm = 0,8
Si la malla es de sección rectangular, dependiendo de la proporción largo/ancho, l/a, se
aplicará un factor distinto.

Si 2 < l/a < 3, fm =1.15


Si 3 < l/a < 6, fm =1,20
Si l/a > 6, fm =1,25

3.10 Presencia de lajas

Podría decirse que realmente no existen partículas cúbicas ni redondas, en general la


mayoría de las partículas son de forma alargada. Se consideran lajas a aquellas
partículas cuya longitud es del orden de 3 veces cualquiera de sus otras dos
dimensiones, alto o ancho. La presencia de lajas cuya anchura esté entre 1,0 y 1,5 veces
la luz de la malla Lm , dificultan el cribado, por lo que esto debe ser considerado al
momento de corregir la capacidad.

FACTOR DE LAJAS
% Lajas 5 10 20 30 40 50 60 70 80

Factor, fl 1,00 0,95 0,85 0,80 0,75 0,70 0,65 0,60 0,55

Este factor no debe ser utilizado arbitrariamente si no se conoce la existencia de lajas y


su contenido, y se cita únicamente como referencia.

3.11 Posición de la malla en la criba

Las partículas al caer sobre la criba debido a su componente de avance horizontal


describen una parábola, lo que significa que los paños inferiores no son aprovechados en
toda su longitud, por lo que la superficie efectiva de cribado es menor a medida que la
malla está colocada en las posiciones más inferiores. Consecuentemente hay que aplicar
un factor corrector en función de la posición del paño de cribado, fp

Si está en el primer piso, fp = 1,0


Si está en el segundo, fp = 0,9
Si está en el tercero, fp = 0,8
Si está en el cuarto, fp = 0,7

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FOTO 4. Mallas de nuevo diseño, modulares, con hilo de poliuretano.
En caso de desgaste se renueva solamente el hilo de PU.

3.12 Angulo de inclinación de la criba

Generalmente para cribados medios y gruesos se emplean cribas inclinadas, siendo la


inclinación normal 20º, aunque en algunas cribas puede ajustarse dicha inclinación,
disminuyendo esta para cortes más finos y aumentando para cortes más gruesos. Existen
cribas para clasificaciones finas con inclinaciones entre 5º y 15º. Los cálculos de la
capacidad básica han sido hechos en cribas inclinadas por lo cual el factor a aplicar en
ese caso sería fi = 1. En otros casos habrá que aplicar un factor según lo indicado a
continuación:

Cribas inclinadas (20º) fi = 1,00


Cribas inclinadas (15º) fi = 0,96
Cribas inclinadas (10º) fi = 0,94
Cribas inclinadas (5º) fi = 0,87
Cribas horizontales normales fi = 0,83

3.13 Area libre de paso

Los cálculos de la capacidad básica han sido realizados con mallas de alambre de acero,
de ejecución “media”, es decir, con un diámetro de hilo medio de acuerdo a la luz de la
malla, lo que da una superficie libre de paso determinada.

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Existen numerosas calidades de mallas, y generalizando podríamos resumir que hay tres
modelos básicos: ligero, medio y pesado. Las mallas de tipo ligero son construidas con
un hilo más fino del normal, lo que supone que presentan una mayor superficie libre pero
en contra tienen una vida inferior por resistir peor el desgaste. Por el contrario las mallas
de tipo pesado se construyen con hilo más grueso, tienen menor superficie libre y
resisten mejor el desgaste.
Podría establecerse que la capacidad de cribado es directamente proporcional a la
superficie libre. Dando esto por supuesto, al momento de calcular la superficie de cribado
necesaria, debería tenerse en cuenta la superficie libre considerada en el cálculo y la real
a instalar en base al tipo y material de malla empleada, corrigiendo la superficie
proporcionalmente a la diferencia entre las áreas libres, la “modelo” y la “real”.
La superficie libre considerada en el cálculo propuesto ha sido del 50%, mientras que las
mallas industriales varían entre el 30% y el 75% de superficie libre. El factor fo a
considerar sería:

FACTOR DE AREA LIBRE DE PASO

Superficie libre % 30 35 40 45 50 55 60 65 70

Factor fo 0,60 0,70 0,80 0,90 1,00 1,10 1,20 1,20 1,40

Como aproximación se indican a continuación las superficies libres de paso para mallas
de alambre de acero y de poliuretano de luz cuadrada, de diferentes luces Lm .

AREA LIBRE EN MALLAS

Lm (mm) 0,50 0,63 1,00 1,25 2,00 3,15 4,00

Superficie Acero 35 37 38 38 44 44 45

Libre % PU 10 12 18 20 20 37 38

Lm (mm) 5,0 6,3 8,0 10,0 12,5 16,0 20,0

Superficie Acero 49 50 56 57 60 61 61

Libre % PU 39 41 43 45 46 47 48

Lm (mm) 31,5 40 50 63 80 100 120

Superficie Acero 64 68 71 72 73 75 75

Libre % PU 47 45 44 41 41 43 43
∗ Se debe consultar al fabricante de mallas para conocer los valores exactos del área
libre de paso, pues esta varía con la calidad de la malla, diámetro del hilo, espesor de la
malla, etc., y el tipo de malla depende del trabajo en particular, tamaño máximo de
partícula, numero de horas de trabajo, abrasión del producto, etc..

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FOTO 5. Mallas de nuevo diseño, con fijación por tensión transversal,
en hilo de PU; especialmente diseñadas para cribados finos.

3.14 Anchura de la criba

Independientemente del cálculo de la superficie necesaria, la criba debe tener una


anchura mínima para que la capa de material no tenga un espesor elevado que impida la
posibilidad de que las diferentes partículas tengan acceso a la malla. Como una idea
puede utilizarse la siguiente tabla:

Anchura de criba Tonelaje alimentación máximo


(mm) (t/h)
600 75
900 175
1200 275
1500 350
1800 500
2100 650
2400 750

También puede calcularse el ancho mínimo de una criba, en base al espesor máximo de
capa sobre la malla, considerando el rechazo o fracción gruesa, que es el material que
forma la capa sobre la malla en el extremo de salida, y la velocidad media de avance de
las partículas en una criba vibrante convencional.
El espesor de capa está relacionado con la luz de la malla, siendo éste normalmente de 2
a 4 veces la luz Lm , aunque conviene cotejar el valor calculado, con el tamaño máximo
de partícula, pues el espesor de capa no puede nunca ser inferior al tamaño máximo. La
velocidad de avance varia dependiendo del tipo de criba, pero suele estar entre 20 m/min
y 40 m/min.

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⎛ T •R ⎞
Am = 116 • ⎜⎜ ⎟⎟
⎝ Lm • f d ⎠

Siendo:
Am , anchura mínima de la criba, expresada en mm
T , tonelaje de alimentación a la malla, expresado en t/h
R , porcentaje de rechazo, expresado en decimal
Lm , luz de la malla, expresada en mm
fd , factor de densidad, sin unidades

FOTO 6. Mallas de hilo de acero “clásicas”, de luz cuadrada


con diferentes tipos de tejidos.

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4. Ejemplos de cálculo

Para concluir, consideramos necesario e interesante exponer algunos ejemplos de


cálculo que sirvan como ilustración para la correcta aplicación del método expuesto.

Ejemplo 1: Cribado simple

Se trata de calcular la superficie de cribado necesaria para clasificar a 10 mm en


húmedo, 80 t/h de árido triturado con granulometría 0/20 mm, que contiene 15 % de
partículas superiores a 10 mm, y 50 % de partículas inferiores a 5 mm. Se requiere una
eficiencia de cribado del 85 %.
1º) Como es habitual no se indica la densidad aparente, pero en los áridos este valor
oscila entre 1,6 t/m3 y 1,8 t/m3 tomando en este caso el valor de 1,7 t/m3. El factor a
aplicar sería, fd = 1,7/1,6 = 1,06
2º) El porcentaje de rechazo sobre 10 mm es 15 % por lo cual el factor de corrección a
aplicar sería, fr = 1,04
3º) El porcentaje de partículas inferiores a la mitad de la luz de la malla, 5 mm, es 50 %,
por lo que el factor de corrección a aplicar sería, fs = 1,20
4º) La eficiencia de cribado que se requiere es del 85 % por lo cual el factor a aplicar por
eficiencia sería, fe = 1,26
5º) Como se va a cribar en vía húmeda el factor a aplicar, en base a la luz de malla de
10 mm sería, fa = 1,42, y el factor fh no se aplica
6º) La malla a emplear es de luz cuadrada, por lo que el factor sería, fm = 1,00
7º) La malla está colocada en el segundo piso por lo que el factor será, fp = 0,90
8º) La criba es convencional instalada con una inclinación de 20º, por lo que el factor
será, fi = 1,00
9º) Una malla normal de acero de 10 mm de luz tiene una superficie libre de ≅ 59%, por lo
cual habría que aplicar un factor fo = 57/50 = 1,14
10º) El factor total de corrección a aplicar sería:
ft = fd . fr . f s . fe . fa . f m . fp . fi . fo

ft = 1,06 . 1,04 . 1,20 . 1,26 . 1,42 . 1,00 . 0,90 . 1,00 . 1,14 = 2,43
11º) La capacidad básica para material triturado que pasa por una malla de luz 10 mm es,
B = 14,40 t/h.m2
12º) La capacidad básica corregida será

Bc = B . ft = 14,40 . 2,43 = 34,99 t/m2.h


13º) El tonelaje que recibe la criba es de 80 t/h y el material que debe pasar es el 85 %,
es decir Tp = 68 t/h por lo que la superficie de cribado deberá ser:

Tp 68 t / h
S = = = 1, 94 m 2
Bc 34 , 99 t / m 2 .h

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14º) Es recomendable incrementar la superficie de cribado en un 20 %, considerando que
el reparto de la carga sobre la criba no es uniforme, cegamiento parcial de la malla, etc.,
por lo que la superficie necesaria será:
S = 1,94 • 1,2 = 2,33 m2
15º) La anchura mínima de la criba deberá ser superior, por capacidad a 600 mm, y por
espesor de capa a 131 mm, por lo que se elegiría en principio > 600 mm.
16º) Teniendo en cuenta que la mayoría de las cribas comerciales guardan una
proporción longitud/anchura del orden de 2,5, una criba de más de 2,33 m2 deberá tener
unas dimensiones de:
Anchura: 1.000 mm y Longitud: 2.500 mm
17º) Se está considerando un cribado con riego de agua por lo que deberá disponerse de
un caudal de agua entre 40 m3/h y 80 m3/h, a una presión de 150-250 kPa. Para cubrir el
ancho de la criba, se podrían colocar líneas de 3 difusores de 9 mm de diámetro que dan
un chorro de 500 mm a 200 mm de altura sobre la malla. Como cada difusor da un caudal
de 2,88 m3/h a 150 kPa de presión, una línea daría aproximadamente 9 m3/h, lo que
significa que habría que instalar entre 5 y 10 líneas, es decir un total de 15 a 30 difusores.

FOTO 7. Mallas de hilo de acero de diferentes formas de luz,


apropiadas para cribados finos y difíciles.

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Ejemplo 2: Cribado triple

Árido triturado de densidad especifica ρa = 1,8 t/m3. Producción: 250 t/h


Distribución granulométrica:

> 80 mm 0 % 40/80 mm 2 % 20/40 mm 18 % 10/20 mm 18 %


5/10 mm 22 % 2,5/5 mm 19 % 0/2,5 mm 21 %

Calcular la criba necesaria para clasificar a 40 mm, 20 mm y 5 mm. Riego de agua en el


último paño. Eficiencia deseada 90 %. Mallas alambre de luz cuadrada en 1º y 2º paños y
de poliuretano de sección rectangular en el 3º.

Esquema teórico (R, Rechazo; S, Semitamaño; P, Pasante)

ALIMENTACIÓN
250 T R= 2,00 %
0/80 mm S= 80,00 %
P= 98,00 %
40 mm 5T
40/80 mm

245 T R= 18,37 %
0/40 mm S= 63,27 %
20 mm P= 81,63 % 45T
20/40 mm

200T R= 50,00 %
0/20 mm S= 26,25 %
P= 50,00 %
AGUA

5 mm 100T
5/20 mm

100T
0/5 mm

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Cálculo del primer paño

Factor de densidad, fd = 1,8/1,6 = 1,125


Factor de rechazo, fr = 1,09
Factor de semitamaño, fs = 2,20
Factor de eficiencia, fe = 1,12 E=90%→ D=83,05%, D=10% → E=99,97%
Factor de humedad, fh = 1,00
Factor forma malla, fm = 1,00
Factor de posición paño, fp = 1,00
Factor de inclinación criba, fi = 1,00
Factor área libre paso, fo = 76/50 = 1,52
Factor total corrección, ft = 1,125 • 1,09 • 2,20 • 1,12 • 1,52 = 4,59
Anchura mínima de criba, Am = 13 mm, ¡menor que el tamaño máximo, no válido!
Capacidad básica B = 34,7 t/m2.h
Capacidad básica corregida, Bc = B • ft = 34,7 • 4,59 = 159,27 t/m2.h
Tonelaje pasante malla, Tp = 245 t/h
Superficie necesaria, S = Tp / Bc = 245/159,27 = 1,54 m2
Anchura criba, A = 1.000 • (S / 2,5) 0,5 = 785 mm ≅ 800 mm
Longitud criba, L = 2,5 • A = 1.962 ≅ 2.000 mm

Cálculo del segundo paño

fd = 1,125
fr = 1,03
fs = 1,53
fe = 1,12 E = 90%→ D = 30,77% D = 10%→ E = 97,50
fh = 1,00
fm = 1,00
fp = 0,90
fi = 1,00
fo = 64/50 =1,20
ft = 2,29
Anchura mínima de criba, Am = 232 mm
Capacidad básica, B = 22 t/m2.h
Capacidad básica corregida, Bc = 50,38 t/m2.h
Tonelaje pasante malla, Tp = 200 t/h
Superficie necesaria, S = 3,97 m2
Anchura criba, A = 1.260 mm ≅ 1.300 mm
Longitud criba, L = 3.150 mm ≅ 3.200 mm

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Cálculo del tercer paño

fd = 1,125
fr = 0,90
fs = 0,80
fe = 1,12 E = 90 %→ D = 9,09 % válido
fa = 2,40
fm = 1,25
fp = 0,80
fi = 1,00
fo = 39/50 =0,78
ft = 1,70
Agua necesaria, 100-300 m3/h a 150-250 kPa
Anchura mínima de criba, Am = 2.062 mm
Capacidad básica, B = 9 t/m2.h
Capacidad básica corregida, Bc = 15,30 t/m2.h
Tonelaje pasante malla, Tp = 100 t/h
Superficie necesaria, S = 6,54 m2
Anchura criba, A = 1.617 mm , ¡menor que la mínima!
Anchura necesaria, A ≅ 2.000 mm
Longitud criba, L = 4.750 mm ≅ 4.800 mm

SOLUCIÓN CRIBA 2.000 mm x 5.000 mm

El agua de riego habría que aportarla mediante difusores de 9 mm de diámetro operando


a 200 kPa de presión, cada uno de los cuales daría un caudal de 3 m3/h. Como la criba
tiene 2.000 mm de anchura habría que colocar 6 difusores por línea, es decir cada línea
daría 18 m3/h, lo que significa que habría que instalar 6 líneas, un total de 36 difusores,
para dar los 100 m3/h mínimos requeridos. Si se precisase aportar mas agua debido a la
calidad del material a tratar, deberían instalarse rampas de riego en los dos últimos paños
de la criba.

REVISIONES FINALES:
Finalmente la criba deberá una superficie de ≅ 10 m2 (2.0 m x 5.0 m), lo que significa que
la eficiencia de cribado en los dos primeros paños será mayor que la deseada, y por ello
disminuirá el porcentaje de desclasificados en los rechazos.
Recalculamos los dos primeros paños para ver el porcentaje de desclasificados.
Primer paño:
S = 10 = Tp / Bc = 245 / Bc , de donde Bc = 24,50
Bc = 24,50 = B x fta = 34,7 x fta , de donde fta = 0,71
fta = 0,71 = ft x fea / fe = 4,59 x fea / 1,12 de donde fea = 0,17
El mínimo valor de fe para la máxima eficiencia E = 98 %, es 0,60, lo que significa que
habría superficie suficiente para alcanzar la eficiencia máxima del 98 %, y en ese caso el
porcentaje de desclasificados sería D = 49,50 %, mínimo alcanzable con la mejor

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eficiencia posible. Si se quisiera reducir el desclasificado, habría que efectuar una
segunda clasificación de la fracción gruesa 40/80 mm.
Segundo paño:
S = 10 = Tp / Bc = 200 / Bc , de donde Bc = 20
Bc = 20 = B x fta = 22 x fta , de donde fta = 0,91
fta = 0,91 = ft x fea / fe = 2,29 x fea / 1,12, de donde fea = 0,45
También se podría ir a una eficiencia del 98 %, y el desclasificado sería D = 8,16 %, que
está por debajo del 10 % considerado como normal y aceptable.

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