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Índice
1. Introducción
2. Métodos de cálculo
4. Ejemplos de cálculo
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1. Introducción
Uno de los mejores artículos publicados sobre cribado, de C.W. Matthews, en 1.969,
empezaba “El cribado es un arte....”, y lo cito porque conviene dejar bien claro que los
procedimientos para determinar la superficie de cribado necesaria en una clasificación
concreta, son absolutamente empíricos basados en experiencias de los fabricantes de
cribas, por lo que deberán ser tanto más acertados cuanto mayor experiencia tenga dicho
fabricante y por supuesto cuanto mayor sea su conocimiento sobre el tema en cuestión.
Dando lo anterior por sentado no queda más remedio que asumir, al menos para el autor
de este trabajo, que los mejores métodos de cálculo han sido desarrollados en Francia y
en Estados Unidos.
De entre todos los métodos estudiados sobresaldrían los elaborados por:
- La firma francesa Dragon, desarrollado probablemente por Edmond Blanc,
fundador y director técnico de la citada empresa. Los interesados pueden
dirigirse al libro publicado por la misma editorial que publica esta revista que
están ustedes leyendo, “Tecnología de los aparatos de fragmentación y de
clasificación dimensional”.
- El sistema de cálculo desarrollado por la firma americana -al menos lo fue en su
momento- Allis Chalmers Mfg. Co., la cual en su muy interesante manual de
cálculo, incluye un capitulo dedicado al cálculo de cribas.
Además de los métodos citados, sería injusto no reseñar los publicados por las firmas
también americanas Cedarapids, Nordberg, Portec Inc., Kennedy Van Saun Co. y
Link Belt Co.
FOTO 1. Criba equipada con mallas de poliuretano, fijación por tensión transversal,
con difusores de poliuretano.
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2. Métodos de Cálculo
Como se mencionaba existen un gran número de métodos para calcular la superficie de
cribado pero como los mandamientos de la ley de Dios, “se cierran en dos”:
1) Método de alimentación, basado en la masa sólida por unidad de tiempo que puede
alimentarse a una superficie específica de malla de una determinada luz de paso.
2) Método pasante, basado en la masa sólida por unidad de tiempo que pasa por una
superficie específica de malla de una determinada luz de paso.
En nuestro caso, utilizando unidades SI la superficie específica en cuestión es de 1 m2 y
la luz de paso de la malla, Lm se expresa en mm. Por supuesto la masa sólida se
expresa en t/h.m2 y se conoce como capacidad básica o específica, bien de paso o de
alimentación, a una malla de luz determinada.
Lógicamente la capacidad específica según el primer método, basado en la alimentación
a una malla, da valores mayores que el segundo basado en la masa que pasa a través
de la misma.
Los buenos fabricantes han realizado numerosas experiencias para determinar la
capacidad específica, fijando las condiciones de la experiencia, en especial en lo
referente a la granulometría del producto de alimentación, y concretamente el porcentaje
de partículas superiores al tamaño de clasificación rechazo, que forman la fracción
gruesa, y el porcentaje de partículas inferiores al valor mitad de dicho tamaño de
clasificación, semitamaño. Aprovechando que estamos en definiciones, definamos como
pasante la masa que pasa por la malla, que constituye la fracción fina.
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atraviesan la malla, lógicamente se van con la fracción gruesa o rechazo, constituyendo
los llamados desclasificados, y que obviamente como veremos más adelante están
relacionados con la eficiencia, el porcentaje de pasantes, y el rechazo.
Al momento de realizar las pruebas para determinar la capacidad específica se prepara
un producto de alimentación “sintético” con un porcentaje de rechazo y semitamaño
preestablecidos que en la mayoría de los métodos reputados conocidos oscila entre 25 %
y 50 % para el rechazo, y entre 25 % y 40 % para el semitamaño, siendo casi unánime el
valor de 40 % para este último. La eficiencia se estable entre 90 % y 95 %.
Todos los métodos de cálculo reputados incluyen unos factores de corrección para cubrir
las diferencias del producto real de alimentación frente al considerado en la prueba del
método en cuestión, y lo mismo puede decirse con respecto a la eficiencia de cribado.
Es importante considerar esto último, pues ello significa que no pueden mezclarse los
factores de corrección de un método con los valores de capacidad específica de otro, y
por supuesto mucho menos utilizar los valores de capacidad específica de un método
pasante cuando se siga un método alimentación.
Esto que resulta obvio, y parecería infantil citarlo en este artículo supuestamente para
técnicos, lamentablemente no lo es tanto, creándose auténticos galimatías que
obviamente arrojan cualquier resultado.
Además de los factores mencionados anteriormente referidos al rechazo, semitamaño y
eficiencia, deben considerarse otros factores de corrección en base a la posición del piso
de cribado (1º, 2º, 3º, 4º), a la forma de la partícula (redonda natural o cúbica triturada),
densidad específica del producto, forma de la abertura de la malla (redonda, cuadrada,
rectangular), posición de la criba (inclinada u horizontal), área abierta de paso o área
libre, condición de cribado (seco o húmedo), factor por riego en cribado vía húmeda, y en
general cualquier otra condición que pueda afectar al rendimiento del cribado.
Lamentablemente en la mayoría de las ocasiones, al momento de realizar un cálculo se
desconocen muchas de las variables y condiciones mencionadas, por lo cual la
imaginación y destreza del técnico, junto con la bondad del método elegido conducen a
resultados diferentes, y así es fácil de entender la frase de comienzo de este artículo “El
cribado es un arte...”.
Para mi suerte y desgracia, el que esto escribe ha “estudiado” un gran número de los
métodos de cálculo publicados; suerte por el conocimiento adquirido y desgracia porque
de ese modo la elección del mejor método resulta más difícil; como cuando vamos a un
restaurante con una amplia carta, donde siempre acabamos preguntando a quien nos
atiende ..¿... y usted que me recomendaría?
En resumen cualquier método de cálculo podría resumirse en la ecuación siguiente:
siendo:
S: superficie necesaria de cribado, expresada en m2
T: masa de sólidos -de alimentación o que debe pasar por la malla-, expresada en t/h
B: capacidad específica o básica -bien de alimentación o pasante-, expresada en t/m2.h
ft: factor total de corrección de la capacidad básica, sin unidades.
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Finalmente la decisión para elegir un método de calculo, fue “cocinar” un método pasante
híbrido, que tomase lo más conveniente de cada uno de ellos para mis aplicaciones
concretas, y que al mismo tiempo resultase coherente. Entre ustedes lectores y yo, un
pretexto más para seguir siendo individualista como buen español.
Los valores de la capacidad básica han sido calculados separadamente para productos
naturales o de forma redondeada, y para productos triturados o de forma cúbica, por lo
cual primeramente hay que definir el tipo de producto, para tomar el valor correcto de las
dos opciones posibles.
Expresada en t/m2.h de producto de densidad aparente 1,6 t/m3 que pasa por una malla
de luz determinada, de alambre de acero y con área libre del 50 %, colocada en la
primera posición de una criba instalada con una inclinación de 20º. El producto de
alimentación con un contenido de partículas superiores a la luz de malla, rechazo, del
25 % y de partículas inferiores al tamaño mitad de la malla, semitamaño, del 40 %.
Eficiencia de cribado considerada del 94 %.
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CAPACIDAD BASICA B (t/m2.h)
ρa
fd =
1,6
3.4 Partículas superiores al tamaño de clasificación, rechazo R
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FACTOR DE RECHAZO
R 0 5 10 15 20 25 30 35 40 45
Factor fr 1,10 1,08 1,06 1,04 1,02 1,00 0,98 0,96 0,94 0,92
R 50 55 60 65 70 75 80 85 90 95
Factor fr 0,90 0,88 0,86 0,84 0,80 0,76 0,70 0,64 0,55 0,40
FACTOR DE SEMITAMAÑO
Semitamaño 0 5 10 15 20 25 30 35 40 45
Factor fs 0,50 0,55 0,60 0,65 0,72 0,77 0,85 0,92 1,00 1,10
Semitamaño 50 55 60 65 70 75 80 85 90 95
Factor fs 1,20 1,30 1,45 1,60 1,75 1,95 2,20 2,55 3,00 3,65
FACTOR DE EFICIENCIA
E 98 96 94 92 90 85 80
E 75 70 65 60 55 50 45
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Al momento de efectuar un cálculo de cribado interesa principalmente asegurar la calidad
de los diferentes productos y en general que el valor de desclasificados, D, en el
producto grueso sea lo menor posible. Un valor normal de desclasificados podría
considerarse entre 10 % y 15 %. Este valor de desclasificados condiciona la eficiencia,
E, de cribado y con bastante frecuencia combinar una buena eficiencia y un bajo valor de
desclasificados resulta imposible.
Es muy frecuente que cuando el producto a cribar tiene un elevado contenido de
partículas inferiores al tamaño de corte, aun con una elevada eficiencia, superior al 90 %,
se obtengan altos valores de desclasificados, y esto por pura matemática no por
deficiencia del equipo de cribado. Recíprocamente alcanzar un bajo valor de
desclasificados significaría operar con eficiencias por encima del 98 % lo cual es
lógicamente imposible.
El tema en cuestión requiere una mayor profundidad y será objeto de un próximo artículo,
pero para el cálculo de la superficie de cribado nos basta con conocer la relación entre
eficiencia y desclasificados en función del porcentaje de partículas finas inferiores al
tamaño de corte, lo que conocemos como pasante, P.
P • (1 − E ) (P − D )
D= E=
(1 − (P • E )) P • (1 − D )
Expresando D, P y E en decimal.
Como ejemplo podríamos considerar un cribado a 5 mm de un producto conteniendo
85 % de partículas inferiores a 5 mm, es decir P = 85 %. Se desea obtener una eficiencia
E = 90 % y se quiere conocer el porcentaje de desclasificados D en la fracción gruesa
> 5 mm. Por otro lado se quiere conocer con qué eficiencia E habría que trabajar para
tener menos de 5 % de desclasificados.
1) Calculo de desclasificados, D, con E = 90 %
D = 0,85 [ (1-0,9) / (1-(0,85-0,9))] = 0,36
Es decir tendríamos un 36 % de desclasificados, valor que podría considerarse alto.
2) Calculo de eficiencia, E, con D = 5 %
E = (0,85-0,05) / [(1-0,05) 0,85] = 0,99
Es decir una eficiencia del 99 % es absolutamente imposible de alcanzar.
En resumen si se precisa obtener una fracción gruesa con un valor de desclasificados
inferior al 36 % sería preciso clasificar de nuevo dicha fracción.
Los valores de la capacidad básica han sido obtenidos en base a un cribado en seco, o
con una humedad inferior al 3 %.
A menudo los productos de alimentación no están exentos de humedad y a veces una
humedad excesiva por encima de H = 9 % puede impedir el cribado, provocando el
“cegado” de las mallas, siendo necesario realizar el cribado en vía húmeda.
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Por otro lado cada producto tiene una humedad critica, pero generalizando podría
establecerse el siguiente factor de corrección, fh .
Si H > 9 %, no se puede cribar en seco
Si ≤ 9 % H > 6 %, fh = 0,75
Si ≤ 6 % H > 3 %, fh = 0,85
Si H ≤ 3 %, fh = 1,00
En numerosas ocasiones las etapas de cribado se realizan en plantas vía húmeda donde
a continuación del cribado las fracciones finas son lavadas o enviadas a diferentes
procesos en húmedo, en otras debido a la humedad del producto, generalmente por
encima del 9 %, es preciso ir a un cribado con riego de agua.
En estos casos la aportación de agua al cribado, en forma de riego con difusores
apropiados, en volumen y a la presión adecuada supone una ayuda, por lo cual la
capacidad de cribado aumenta, por lo que esto debe ser considerado.
El riego de agua beneficia principalmente al cribado de tamaños intermedios y
prácticamente no afecta a tamaños de clasificación superiores a 50 mm, alcanzándose
las mayores ventajas en el entorno de los 4 mm.
Así pues el factor positivo de corrección, fa que debe afectar al cálculo de cribado, varía
en función de la luz de la malla Lm , según la tabla siguiente:
Lm (mm) <0,5 1,0 1,25 2,0 4,0 5,6 6,3 8,0 10,0
Factor, fa 1,00 1,42 1,70 2,20 2,50 2,35 2,25 2,00 1,42
Factor, fa 1,35 1,30 1,25 1,20 1,15 1,13 1,06 1,03 1,00
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crea una distribución uniforme del agua en la superficie de la criba, y ello trae por
consiguiente un empleo eficiente del agua, consiguiendo un correcto riego con el mínimo
consumo.
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3.9 Tipo de apertura de malla
FACTOR DE LAJAS
% Lajas 5 10 20 30 40 50 60 70 80
Factor, fl 1,00 0,95 0,85 0,80 0,75 0,70 0,65 0,60 0,55
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FOTO 4. Mallas de nuevo diseño, modulares, con hilo de poliuretano.
En caso de desgaste se renueva solamente el hilo de PU.
Los cálculos de la capacidad básica han sido realizados con mallas de alambre de acero,
de ejecución “media”, es decir, con un diámetro de hilo medio de acuerdo a la luz de la
malla, lo que da una superficie libre de paso determinada.
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Existen numerosas calidades de mallas, y generalizando podríamos resumir que hay tres
modelos básicos: ligero, medio y pesado. Las mallas de tipo ligero son construidas con
un hilo más fino del normal, lo que supone que presentan una mayor superficie libre pero
en contra tienen una vida inferior por resistir peor el desgaste. Por el contrario las mallas
de tipo pesado se construyen con hilo más grueso, tienen menor superficie libre y
resisten mejor el desgaste.
Podría establecerse que la capacidad de cribado es directamente proporcional a la
superficie libre. Dando esto por supuesto, al momento de calcular la superficie de cribado
necesaria, debería tenerse en cuenta la superficie libre considerada en el cálculo y la real
a instalar en base al tipo y material de malla empleada, corrigiendo la superficie
proporcionalmente a la diferencia entre las áreas libres, la “modelo” y la “real”.
La superficie libre considerada en el cálculo propuesto ha sido del 50%, mientras que las
mallas industriales varían entre el 30% y el 75% de superficie libre. El factor fo a
considerar sería:
Superficie libre % 30 35 40 45 50 55 60 65 70
Factor fo 0,60 0,70 0,80 0,90 1,00 1,10 1,20 1,20 1,40
Como aproximación se indican a continuación las superficies libres de paso para mallas
de alambre de acero y de poliuretano de luz cuadrada, de diferentes luces Lm .
Superficie Acero 35 37 38 38 44 44 45
Libre % PU 10 12 18 20 20 37 38
Superficie Acero 49 50 56 57 60 61 61
Libre % PU 39 41 43 45 46 47 48
Superficie Acero 64 68 71 72 73 75 75
Libre % PU 47 45 44 41 41 43 43
∗ Se debe consultar al fabricante de mallas para conocer los valores exactos del área
libre de paso, pues esta varía con la calidad de la malla, diámetro del hilo, espesor de la
malla, etc., y el tipo de malla depende del trabajo en particular, tamaño máximo de
partícula, numero de horas de trabajo, abrasión del producto, etc..
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FOTO 5. Mallas de nuevo diseño, con fijación por tensión transversal,
en hilo de PU; especialmente diseñadas para cribados finos.
También puede calcularse el ancho mínimo de una criba, en base al espesor máximo de
capa sobre la malla, considerando el rechazo o fracción gruesa, que es el material que
forma la capa sobre la malla en el extremo de salida, y la velocidad media de avance de
las partículas en una criba vibrante convencional.
El espesor de capa está relacionado con la luz de la malla, siendo éste normalmente de 2
a 4 veces la luz Lm , aunque conviene cotejar el valor calculado, con el tamaño máximo
de partícula, pues el espesor de capa no puede nunca ser inferior al tamaño máximo. La
velocidad de avance varia dependiendo del tipo de criba, pero suele estar entre 20 m/min
y 40 m/min.
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⎛ T •R ⎞
Am = 116 • ⎜⎜ ⎟⎟
⎝ Lm • f d ⎠
Siendo:
Am , anchura mínima de la criba, expresada en mm
T , tonelaje de alimentación a la malla, expresado en t/h
R , porcentaje de rechazo, expresado en decimal
Lm , luz de la malla, expresada en mm
fd , factor de densidad, sin unidades
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4. Ejemplos de cálculo
ft = 1,06 . 1,04 . 1,20 . 1,26 . 1,42 . 1,00 . 0,90 . 1,00 . 1,14 = 2,43
11º) La capacidad básica para material triturado que pasa por una malla de luz 10 mm es,
B = 14,40 t/h.m2
12º) La capacidad básica corregida será
Tp 68 t / h
S = = = 1, 94 m 2
Bc 34 , 99 t / m 2 .h
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14º) Es recomendable incrementar la superficie de cribado en un 20 %, considerando que
el reparto de la carga sobre la criba no es uniforme, cegamiento parcial de la malla, etc.,
por lo que la superficie necesaria será:
S = 1,94 • 1,2 = 2,33 m2
15º) La anchura mínima de la criba deberá ser superior, por capacidad a 600 mm, y por
espesor de capa a 131 mm, por lo que se elegiría en principio > 600 mm.
16º) Teniendo en cuenta que la mayoría de las cribas comerciales guardan una
proporción longitud/anchura del orden de 2,5, una criba de más de 2,33 m2 deberá tener
unas dimensiones de:
Anchura: 1.000 mm y Longitud: 2.500 mm
17º) Se está considerando un cribado con riego de agua por lo que deberá disponerse de
un caudal de agua entre 40 m3/h y 80 m3/h, a una presión de 150-250 kPa. Para cubrir el
ancho de la criba, se podrían colocar líneas de 3 difusores de 9 mm de diámetro que dan
un chorro de 500 mm a 200 mm de altura sobre la malla. Como cada difusor da un caudal
de 2,88 m3/h a 150 kPa de presión, una línea daría aproximadamente 9 m3/h, lo que
significa que habría que instalar entre 5 y 10 líneas, es decir un total de 15 a 30 difusores.
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Ejemplo 2: Cribado triple
ALIMENTACIÓN
250 T R= 2,00 %
0/80 mm S= 80,00 %
P= 98,00 %
40 mm 5T
40/80 mm
245 T R= 18,37 %
0/40 mm S= 63,27 %
20 mm P= 81,63 % 45T
20/40 mm
200T R= 50,00 %
0/20 mm S= 26,25 %
P= 50,00 %
AGUA
5 mm 100T
5/20 mm
100T
0/5 mm
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Cálculo del primer paño
fd = 1,125
fr = 1,03
fs = 1,53
fe = 1,12 E = 90%→ D = 30,77% D = 10%→ E = 97,50
fh = 1,00
fm = 1,00
fp = 0,90
fi = 1,00
fo = 64/50 =1,20
ft = 2,29
Anchura mínima de criba, Am = 232 mm
Capacidad básica, B = 22 t/m2.h
Capacidad básica corregida, Bc = 50,38 t/m2.h
Tonelaje pasante malla, Tp = 200 t/h
Superficie necesaria, S = 3,97 m2
Anchura criba, A = 1.260 mm ≅ 1.300 mm
Longitud criba, L = 3.150 mm ≅ 3.200 mm
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Cálculo del tercer paño
fd = 1,125
fr = 0,90
fs = 0,80
fe = 1,12 E = 90 %→ D = 9,09 % válido
fa = 2,40
fm = 1,25
fp = 0,80
fi = 1,00
fo = 39/50 =0,78
ft = 1,70
Agua necesaria, 100-300 m3/h a 150-250 kPa
Anchura mínima de criba, Am = 2.062 mm
Capacidad básica, B = 9 t/m2.h
Capacidad básica corregida, Bc = 15,30 t/m2.h
Tonelaje pasante malla, Tp = 100 t/h
Superficie necesaria, S = 6,54 m2
Anchura criba, A = 1.617 mm , ¡menor que la mínima!
Anchura necesaria, A ≅ 2.000 mm
Longitud criba, L = 4.750 mm ≅ 4.800 mm
REVISIONES FINALES:
Finalmente la criba deberá una superficie de ≅ 10 m2 (2.0 m x 5.0 m), lo que significa que
la eficiencia de cribado en los dos primeros paños será mayor que la deseada, y por ello
disminuirá el porcentaje de desclasificados en los rechazos.
Recalculamos los dos primeros paños para ver el porcentaje de desclasificados.
Primer paño:
S = 10 = Tp / Bc = 245 / Bc , de donde Bc = 24,50
Bc = 24,50 = B x fta = 34,7 x fta , de donde fta = 0,71
fta = 0,71 = ft x fea / fe = 4,59 x fea / 1,12 de donde fea = 0,17
El mínimo valor de fe para la máxima eficiencia E = 98 %, es 0,60, lo que significa que
habría superficie suficiente para alcanzar la eficiencia máxima del 98 %, y en ese caso el
porcentaje de desclasificados sería D = 49,50 %, mínimo alcanzable con la mejor
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eficiencia posible. Si se quisiera reducir el desclasificado, habría que efectuar una
segunda clasificación de la fracción gruesa 40/80 mm.
Segundo paño:
S = 10 = Tp / Bc = 200 / Bc , de donde Bc = 20
Bc = 20 = B x fta = 22 x fta , de donde fta = 0,91
fta = 0,91 = ft x fea / fe = 2,29 x fea / 1,12, de donde fea = 0,45
También se podría ir a una eficiencia del 98 %, y el desclasificado sería D = 8,16 %, que
está por debajo del 10 % considerado como normal y aceptable.
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