La interpretación recae sobre el fantasma. Todo arte y dificultad de la Inter. radican en
liberar un decir que comprenda al menos dos stes del fantasma en un solo enunciado. La I sobre el fantasma en la juntura donde se articulan el saber incs y el eso de la 2ª tópica. la I no es ni previsión del porvenir ni lectura del pasado y tampoco desentrañamiento de una escritura hermética. La I psicoanalítica no interpreta probabilidades. Presenta un decir que aclara una contradicción insoluble, al unir lo que es equivoco constituye corte comenzando por el nudo de la transferencia que ella deshace. No aporta ninguna significación nueva en el antes de ella no había mas que un deseo sin nombre y después de ella aunque al deseo siga sin ser nombrado cambia no obstante de campo. La I es el momento crucial de la cura 1) es lo que el ate al suponer que ella lo liberará de una ignorancia que es la causa hipotética de su sufrimiento. La espera, pero se debe reunir las condiciones que la hagan posible. 2) este momento es crucial también para el ata pues requiere no solo sagacidad y saber hacer, sino el valor de afrontar las consecuencias de un acto cuya perspectiva es su propia desaparición como ata. La I no es otra cosa que la significación (no es aportar una significación a un contenido latente de un síntoma o de un lapsus fuera de la Transf..), concierne a la causa del deseo que siempre escapa a la significación, la causa del deseo es lo que organiza al fant. La causa del fantasma es el deseo. El sujeto no puede considerar al mismo tiempo dos secuencias, pues son contradictorias, una de ellas siempre se le escapa, percibir esta contradicción es reconocer el callejón sin salida que regula el goce, la castración. La I debe realizar la azaña de reunir en una sola secuencia dos significaciones separadas y unirlas, ella hace corte 1) primero hay que localizar el fant 2) y después construirlo. La profusión imaginaria se reduce a un esquematismo simple y repetitivo. Cuando la reducción ha avanzado el fantasma tiene varias presentaciones y tienen una relación de vel. Si se localiza una la otra se escabulle: es una relacion de desconocimiento con fantasma presente pero incomprensible. Así la I es entonces una cita: citar una de las secuencias en el momento que se enuncia la otra. Es una cita que constituirá un enigma porque el sujeto no podrá percibir su fant en su totalidad sin reconocer su castración. La I entre cita y enigma. El ata no inventa, cita al ate pero en el momento de una vertiente de desconocimiento de su texto y le resulta enigmático. La causa no es nombrable. La que interpreta el deseo es el acto que lleva una frase a la altura de la otra y no el contenido de esta frase. La I no explica nada, no levanta la represión. El fin de análisis concierne a la causa del deseo, La virtud alusiva de la transferencia, inscribe al sujeto, frente a su propia causación correlativa a la caída del semblante del ata. Con la intr. 1) el ata se encuentra con la causa del deseo 2) sin que el ata se constituya en semblante de objeto causa del deseo. Solo ha citado un decir, es correlativa de la caída de toda suposición de saber del ata, vector que no lo sitúa en posición de causa. Ya no es S.S.S. ni causa del deseo. La Inter.. yuxtapone dos secuencias contradictorias del fantasma no es el equivoco de la escansión, sino al de la pareja lógica (no la homofonía, infinito) ni la gramática (ambigüedad entre el decir y dicho). Hace falta un buen encuentro ste equilibrado que no se va a volcar ni de un lado ni del otro del fantasma que permanecera sobre su eje. Es equivoco en el sentido que implica dos significaciones cuya contradicción ella desenmascara, apunta a lo que funda la causalidad del sujeto. Su equivoco es un momento de detención, un tope terminal distinto del deslizamiento ste. El efecto de la Inter. Es hacer que las 2 caras de la Banda de Moebius se perciban al mismo tiempo o que las secuencias se distingan es su continuidad. La interpretación produce un corte allí donde el fantasma constituye una sutura. El corte interpretativo provoca un momento de hundimiento del fantasma que sostenía al ser del sujeto, le sigue un momento de DES-SER, un momento de postración en el saber de la verdad del sujeto dividido. Lo no sabido como causación a la vez sin causa. DE-SER no solo porque descubre la causa del deseo sino que se identifica con ella sin recurso a la consistencia imaginaria de su fantasma y que tenía su sostén en el ata. 1ª efecto de corte marca la división del sujeto según loas dos vertientes del fantasma. Doble valor 1) cara materna y 2) cara paterna, anudamiento de dos goces heterogéneos: el goce del Otro y el goce falico. División del sujeto por su propio goce. Doble valor del síntoma y fantasma. 1) Antes del corte (Moebius) no hay más que una sola cara y un solo borde 2) después dos caras y dos bordes. La Inter. Doble corte por un valor doble, con un valor único no produce corte y tiene consecuencias poco deseables. La significación unívoca o se opone a lo que el ate dice o sigue la misma dirección. En una se ve la impaciencia del ata, logrando una atenuación momentánea del síntoma. En otra hay un error técnico del ata de explicación por la misma serie, pueden tener graves consecuencias, por la multiplicidad del saber por el saber fija el síntoma que se redobla y sitúa al ata en posición de Otro omnipotente, infinitización el saber, no hace ver la división del sujeto (su verdad). La Inter. al hacer corte en la banda se saltea el tiempo. Momento adecuado, cuando dos secuencias heterogéneas quedan temporal o significativamente lo bastante aproximadas como para que se lleva a una a la altura de la otra, en una sesión o en frases los elementos reducidos. El ata debe enunciar la I anticipandose un tiempo al ate. Una media vuelta antes que el ate estará a la misma altura de su decir actual que ella toma por detrás. Ata I situandose por delante de lo que el paciente dice y designando lo que este va a descubrir porque el ate no podrá alcanzarlo sin olvidar lo que decía. La I es un momento único en que el deseo del ate es interrogado, antes el ata detentaba cierto poder frágil porque lo tenía en tanto no lo ejercía. La I saca a luz la división del sujeto, ese punto de verdad donde su decir coincide con un decir que se le escapa. Operación de la verdad sobre el saber, la I como suspensión completa de toda comprensión. Lo que el ata dice es claro pero equívoco, le sucede un silencio perfecto y perdura una incomprensión (semanas, meses o años aunque sus efectos se hagan sentir). No puede comprender lo que lo identifica con su falta. La causa del deseo resite a la comprensión porque esta es del orden de un goce que todo el aparato del lenguaje intenta recuperar. El papel de toda frase comprensiva es disfrazar al deseo. La I ilumina de una vez todo el paisaje y este retorna enseguida a una oscuridad metamorfoseada para siempre, instante de un fin. El fin no es un agotamiento progresivo de las demandas. El sujeto sigue siendo identico en su división pero ha cambiado, ha roto con lo mismo. El sujeto de la I no es el mismo que el efecto sujeto de la escansión. Así no es equívoco y se separa de la alienación porque se cita el decir del ate. La I significa un: “USTED DIJO ESTO PORQUE ESO” todo el arte de la I consiste en juntar un ESTO con un ESO, conjunción que desprende un PORQUE, una causa implícita equívoca porque es producida por esta reunión. Una cópula demostrativa causal, caída de esta operación, y ella demuestra la existenca de un sujeto. La escansión solo la mostraba ahora la I la demuestra en relación con esta descubrimiento ya no es posible ninguna escapatoria, ningún olvido. Se trata de un cambio profundo no terapeutico, sino de la I, pese a la claridad es preocupante, insistente, oscura hasta parecer absurda. Reunir en un muy reducido número de frases los elementos que plantean su interrogante principal. 1) formalizaciones sucesivas de una misma secuencia de la misma serie. Es un error explicar un elemento de una serie por otra de la misma: multiplicación de saber. 2) aparecen elementos de otra serie 3) conviene subrayar el lugar de lo que es sintomático fuera del análisis y en el marco del análisis, en transferencia. Cuadro: de dos secuencias aislables, entre estos dos series conviene insertar el síntoma que constituye la conjunción de la disyunción. 1) Reunir en un solo equívoco un elemento cualquiera de la secuencia I con otro de la secuencia II dificultad: a un cuando las condiciones transferenciales lo permitan no es posible I en cualquier circunstancia porque presentan formulaciones impracticables. Lo único que queda por hacer es esperar el momento preciso desprender y aislar las secuencias sucesivas en el trabajo de escansión y subrayado de las significaciones. Cada una de las series (Moebius) esta escrita sobre la opuesta y estan separadas una de otra por el síntoma (espesor de la banda). Doble dificultad de la I 1) las secuencias deben permitir un equívoco y 2) el estado actual de la T debe permitir permutarlo.