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Las PyMEs Argentinas

Mitos y
Realidades
ABAPPRA - IdePyME
LAS PYMES ARGENTINAS. MITOS Y REALIDADES.

Impreso en Argentina
Hecho el depósito que marca la ley 11.723
ISBN Nº 987-21698-0-2

INSTITUTO DE LA PEQUEÑA Y MEDIANA EMPRESA de la


ASOCIACIÓN DE BANCOS PÚBLICOS Y PRIVADOS DE LA
REPÚBLICA ARGENTINA
Florida 470, 1° piso
Buenos Aires Argentina
Tél 4322-5342
idepyme@abappra.com.ar

Derechos reservados
Prohíbida su reproducción total o parcial
Octubre de 2004

Diseño de tapa y diagramación: Eliana Bucafusco.


Corrección: Cármen Sánchez
Impresión: Sol Print S.A.
LAS ENTIDADES ASOCIADAS A ABAPPRA

BANCO CREDICOOP COOPERATIVO LIMITADO


BANCO DE CORRIENTES S.A.
BANCO DE FORMOSA S.A.
BANCO DE INVERSION Y COMERCIO EXTERIOR S.A.
BANCO DE LA CIUDAD DE BUENOS AIRES
BANCO DE LA NACION ARGENTINA
BANCO DE LA PAMPA S.E.M.
BANCO DE LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES
BANCO DE LA PROVINCIA DE CORDOBA
BANCO DEL CHUBUT S.A.
BANCO EMPRESARIO DE TUCUMAN COOP. LTDO.
BANCO HIPOTECARIO S.A.
BANCO MUNICIPAL DE ROSARIO
BANCO PROVINCIA DE TIERRA DEL FUEGO
BANCO PROVINCIA DEL NEUQUEN S.A.
CAJA POPULAR DE AHORROS DE LA PROVINCIA DE
TUCUMAN
NUEVO BANCO BISEL S.A.
NUEVO BANCO DE ENTRE RIOS S.A.
NUEVO BANCO DE SANTA FE S.A.
NUEVO BANCO DEL CHACO S.A.
NUEVO BANCO SUQUIA S.A.

3
LAS PYMES ARGENTINAS. MITOS Y REALIDADES.

CONSEJO DIRECTIVO DE ABAPPRA

Presidente
CARLOS HELLER
Banco Credicoop Cooperativo Limitado

Vicepresidente 1º
FELISA MICELI
Banco de la Nación Argentina

Vicepresidente 2º
EDUARDO HECKER
Banco de la Ciudad de Buenos Aires

Vicepresidente 3º
CLARISA LIFSIC
Banco Hipotecario S.A.

Vicepresidente 4º
OSCAR MARIO JORGE
Banco de La Pampa S.E.M.

Vicepresidente 5º
RICARDO ROBERTO ROFFE
Nuevo Banco del Chaco S.A.

Secretario General
HUGOGUERRIERI
Banco de Inversión y Comercio Exterior S.A.

Prosecretario General
MARÍA EUGENIA TORRES
Banco Provincia de Tierra del Fuego

4
Tesorero
EUGENIO JOSE ALLENDE
Banco de Formosa S.A.

Protesorero
RICARDO ROBERTO SOSA
Banco de la Provincia de Córdoba S.A.

Vocales
DAMASO LARRABURU
Banco de la Provincia de Buenos Aires

DANIEL PAVICICH
Banco Municipal de Rosario

FELIX RACCO
Banco Provincia del Neuquén S.A.

RICARDO MATIAS TADEO


Nuevo Banco de Entre Ríos S.A.

ALEJANDRO RAFAEL RETEGUI


Banco de Corrientes S.A.

ERNESTO CARLOS REY


Banco del Chubut S.A.

GUILLERMO FERRARO
Nuevo Banco Bisel S.A.

JUAN CARLOS VEIGA


Caja Popular de Ahorros de la Provincia de Tucumán

Revisor de Cuentas
HUGO RAUL GARNERO
Nuevo Banco Suquia S.A.

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LAS PYMES ARGENTINAS. MITOS Y REALIDADES.

6
INDICE:

1. Presentación ..............................................................Nº 9
Carlos Heller

2. La realidad PyME .....................................................Nº 15


Edgardo Acuña

3. El entorno macroeconómico
y su impacto sobre las PyMEs .................................Nº 23
Débora Giorgi y Hernán del Villar

4. Políticas Públicas para las PyMEs .........................Nº 53


Federico Poli

5. Las PyMes y su importancia para


la competitividad estratégica ...................................Nº 85
Gabriel Yoguel

6. Las "economías de aglomeración" en los


manchones territoriales-sectoriales de PyMi ..........Nº 127
Vicente N. Donato.

7. PyMEs, patrón de crecimiento y


empleo en Argentina ................................................Nº 167
Daniel Kostzer y Diego Schleser

8. La inserción externa de la economía argentina


y la problemática PyME: entre la gestión de
políticas y los condicionantes macroeconómicos. ....Nº 195
Gustavo Svarzman

9. La crónica restricción de acceso al crédito de las


PyMEs argentinas. Diagnóstico y propuestas. .......Nº 243
Leonardo Bleger y Mariano Borzel

10. Definición PyME en la Argentina ..........................Nº 265


IdePyME

7
LAS PYMES ARGENTINAS. MITOS Y REALIDADES.

8
PRESENTACIÓN

Carlos Heller

Presidente de la Asociación de Bancos Públicos y Privados de


la República Argentina (ABAPPRA). Gerente General del
Banco Credicoop Cooperativo Limitado. Miembro titular del
Comité Ejecutivo de la Confederación Internacional de
Bancos Populares e integrante del Comité Ejecutivo de la
Asociación Internacional de Bancos Cooperativos

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LAS PYMES ARGENTINAS. MITOS Y REALIDADES.

10
CARLOS HELLER

La Asociación de Bancos Públicos y Privados de la República


Argentina ha coordinado, a través de su Instituto PyME, un
trabajo sobre las micro, pequeñas y medianas empresas
argentinas en un momento en el que los cambios producidos
en la economía han modificado sustancialmente el ambiente
en el que desarrollan sus tareas cientos de miles de empresas
convertidas en protagonistas del cambio, y de cuyo éxito
depende la recuperación del empleo y las renovadas perspec-
tivas de progreso para los hombres y mujeres de nuestro país.

Estamos convencidos que, por la calidad y experiencia de los


colaboradores convocados, esta obra constituirá un valioso
aporte para analizar en profundidad algunos aspectos de la
problemática de las PyMEs, poniendo el acento en aquellas
medidas que esta clase de empresas requiere para articular
un proyecto de desarrollo económico con equidad social.

No escapará al lector que nos es casual que, a cuarenta y

11
LAS PYMES ARGENTINAS. MITOS Y REALIDADES.

cinco años de su creación, ABAPPRA haya puesto énfasis en


esta iniciativa. Es sabido, por el contrario, que nuestra
Asociación nuclea a las entidades financieras que además del
origen nacional de sus capitales, tienen una doble particula-
ridad: actúan a lo largo y a lo ancho de todo el territorio
nacional, y han demostrado una clara vocación por apoyar
financieramente a las micro, pequeñas y medianas empresas.

Esto equivale a decir que conocemos por nuestra propia esen-


cia cual es la importancia de las economías regionales y de las
PyMEs para la construcción de un sistema económico compe-
titivo y con una distribución más justa de la riqueza.

Pero también sabemos los severos problemas que han tenido


las PyMEs, que con sus consecuentes correlatos de desocupa-
ción y marginalidad, han afectado decididamente el tejido
social y llevado a la Argentina a una situación de una injus-
ticia social inaceptable.

En el libro "Las PyMEs argentinas, Mitos y Realidades", que


tengo el gusto de presentar, se estudian aspectos globales y
específicos de las PyMEs, y precisamente porque el financia-
miento es uno de los capítulos más importantes de la proble-
mática de esta clase de empresas, querría recordar algunas
particularidades del sistema por el que circulan los recursos
que deberían nutrir más fluidamente a las micro, pequeñas y
medianas empresas.

Durante la década pasada el sistema financiero se caracteri-


zó por un marcado proceso de concentración, transnacionali-
zación y privatización. Adicionalmente, el mismo ha venido
actuando como un verdadero "embudo" que colecta depósitos
en todo el país y los canaliza hacia las grandes empresas de
los grandes centros urbanos. Esta realidad se refleja en una
inequitativa distribución del crédito que no hace sino agravar
los severos desequilibrios regionales de nuestro país.

12
CARLOS HELLER

Y si bien en la actualidad advertimos una clara tendencia de


recuperación económica -sobre la base de la sustitución de
importaciones, la recuperación de la demanda interna y en
menor medida las exportaciones- aun no hemos logrado
revertir el fenómeno de concentración que hace que una pro-
porción muy pequeña de empresas concentre la mayoría de
los créditos.

Y en ese sentido tenemos la obligación de remarcar el rol de


la banca pública, cooperativa y privada regional en orientar
sus financiamientos hacia sectores y regiones que deben con-
tar con apoyo para volver a crecer. Sin embargo, a nuestro
juicio, para poder darle verdadero relieve al proceso es nece-
sario, además de mantener un equilibrio macroeconómico,
culminar una transformación ordenada que permita al siste-
ma financiero cumplir con su rol de palanca del desarrollo
económico y social.

En ese orden debemos remarcar la recuperación del crédito al


sector privado, recuperación que ha sido facilitada por la polí-
tica monetaria y financiera del Banco Central de la Republica
Argentina. Sin embargo aún subsisten dificultades que afec-
tan a las empresas como sujetos de créditos, y se mantienen
problemas como la reestructuración de pasivos, el impuesto a
los débitos y créditos bancarios o el incumplimiento fiscal o
previsional.

En tal sentido apoyamos las políticas activas puestas en mar-


cha, como el régimen de subsidio de tasa, el Programa de
financiación de exportaciones con apoyo del BID o los crédi-
tos a los microemprendimientos. Pero seguimos sosteniendo
la necesidad de producir mejoras adicionales al esquema
regulatorio de la actividad, profundizar el desarrollo del sis-
tema de garantías, continuar reduciendo el impuesto a los
débitos y crédito y buscar los mecanismos adecuados para la
formalización de las PyMEs.

13
LAS PYMES ARGENTINAS. MITOS Y REALIDADES.

En definitiva estamos convencidos de la necesidad de pro-


fundizar un debate sobre el rol de las PyMEs como motor de
un proyecto de desarrollo nacional. Se trata, a nuestro juicio,
de construir un país más equilibrado, más democrático en
términos económicos, con un sistema financiero adecuado a
estos objetivos.

14
LA REALIDAD PYME

Edgardo Acuña

Coordinador del Instituto PyME (IdePyME) y del


Departamento de Integración Regional de ABAPPRA.
Abogado UCLP, Especialista en Integración
Latinoamericana UNLP. Ex Director Banco Municipal de La
Plata (1988-1995). Ex Consultor PND - BID.

15
LAS PYMES ARGENTINAS. MITOS Y REALIDADES.

16
EDGARDO ACUÑA

"Sólo una cosa es necesaria: todo" G. K.

El Instituto PyME de ABAPPRA tiene entre sus objetivos


analizar las necesidades de las Pequeñas y Medianas
Empresas que desarrollan sus actividades a lo largo y a lo
ancho de nuestro territorio. Al mismo tiempo, desde hace ya
mucho tiempo, ha puesto especial énfasis en difundir los ins-
trumentos vigentes para el sector a efectos que pueda tener
la misma posibilidad de utilizarlos todos los empresarios del
país. 1

1 Así por ejemplo publicamos la revista LeoPyME, también trabajos técni-


cos en nuestro sitio web o, hemos editado conjuntamente con la Unión
Industrial Argentina, una "GUÍA DE NUEVOS INSTRUMENTOS FINAN-
CIEROS PARA PYMES" cuyo propósito fue dar a conocer, en términos acce-
sibles, los distintos instrumentos de financiamiento existentes en el merca-
do bancario, extrabancario, bursátil o de garantías.

17
LAS PYMES ARGENTINAS. MITOS Y REALIDADES.

En esta oportunidad el IdePyME convocó a destacados espe-


cialistas - del ámbito público y privado - a fin de evaluar dis-
tintos aspectos de la problemática de las PyMEs con el ánimo
de separar mitos de realidades y contribuir, de esta manera, a
instalar un debate todavía pendiente sobre el rol de las micro,
pequeñas y medianas empresas en el desarrollo argentino.

En este último sentido si bien - casi como una consigna de


época - parece haber consenso en hablar de las PyMEs como
motor del crecimiento, es necesario a nuestro juicio, profun-
dizar el contenido del debate sobre las políticas que requieren
las micro, pequeñas y medianas empresas. Ello para que deje
de ser realidad lo que, hace ya unos años, reseñaba el ante-
rior Presidente del SEBRAE Sergio Moreira cuando decía
que: "Las PyMEs estaban en la boca de todos, en el corazón
de pocos y en las manos de ninguno".

Desde nuestra perspectiva, para ir separando las aguas, las


PyMEs requieren para su accionar al menos dos condiciones
fundamentales. En primer término un clima macroeconómico
apropiado. En segundo lugar un conjunto de Políticas,
Instrumentos o Programas desarrollados para el sector, des-
tinados a corregir lo que en la literatura económica se han
denominado "fallas de mercado", es decir todas aquellas con-
diciones que colocan a las PyMEs en una situación de des-
ventaja a la hora de competir.

En el primero de los puntos queremos ser bien claros: Hoy no


se compite sólo con empresas sino que hay una competitivi-
dad país, lo que equivale a decir que una empresa por más
eficiente que sea si no está situada en un escenario competi-
tivo no va a estar en condiciones sustentables de competir.

Dicho de otra manera las empresas serán eficaces en la


medida que las actúen en un ambiente adecuado, con correc-
tos entornos de competitividad y una buena base de servicios.
Y en ese orden de cosas insistimos en remarcar la importan-

18
EDGARDO ACUÑA

cia de los denominados "costos ocultos" por ineficiencia del


Estado: como costo judicial, o los costos administrativos que
está implícitos en la necesidad de mejora de la calidad insti-
tucional.

Por otro lado, la idea es que los instrumentos y programas


destinados a las PyMEs incluyen no sólo los que se diseñen
desde la Subsecretaria PyME, sino también los implementa-
dos desde otros organismos como la AFIP, Aduana, B.C.R.A.,
el Ministerio de Trabajo y Educación; organismos provincia-
les, municipales, etc.

Es decir que se trata de un conjunto de políticas que deben


tener como objetivo nivelar la cancha de juego para que las
PyMEs puedan interactuar con otras empresas en igualdad
de condiciones.

Al mismo tiempo, a efectos de avanzar en el conocimiento de


la realidad del sector - dejando de lado los mitos inconducen-
tes - es bueno recordar que quienes estudian la problemática
de las PyMEs se encuentran rápidamente con un gran primer
obstáculo: la falta de información.

En tal sentido es el último censo económico de la Argentina


del año 1994 que nos dice, tal como lo reafirma el responsable
de la SEPyME, que las micro, pequeñas y medianas empresas
generan el 78% del empleo y el 67% del valor agregado.

Pero más allá de esa dificultad informativa que estimamos se


subsanará, parece existir hoy consenso en señalar ante la cri-
sis social argentina, que "el contexto de política macroeconó-
mica de la convertibilidad destruyó capital y trabajo local",
mientras que en la actualidad las condiciones de la economía
parece haberle restituido "rentabilidad y mercado" a las
empresas. 2

2 Poli, Federico en "Ámbito de las PyMEs". Suplemento de Ámbito


Financiero del 9 de junio de 2004

19
LAS PYMES ARGENTINAS. MITOS Y REALIDADES.

Si esta afirmación es cierta, el análisis debería centrarse, por


un lado en evaluar la sustentabilidad del programa económi-
co con la correspondiente mejora de la calidad institucional;
y por el otro, analizar dos conjuntos de hechos: el alcance de
las partidas presupuestarias asignadas a las políticas
PyMEs, y la eficacia de las mismas a la hora de ser llevadas
a la práctica. 3

En este último sentido cabe recordar que los "problemas" que


afectan a las PyMEs, y que requieren políticas correctivas del
Estado, fueron clasificados para facilitar su comprensión, en
la Comisión PyME del MERCOSUR en dos grandes grupos.
Aquellos de orden cuantitativo que abarcan al financiamien-
to, la presión impositiva y las cargas previsionales, y los de
tipo cualitativo, y que incluyen temas como la capacitación, el
gerenciamiento, la actualización tecnológica o el acceso a
mercados.

El propósito de nuestra convocatoria es - como lo señalára-


mos - ahondar algunos de los temas enunciados. En primer
término aquellos vinculados con esos dos pilares para las
micro, pequeñas y medianas empresas que son el escenario
macro y las políticas públicas. Y recién en segundo lugar
aquellas otras materias que obviamente se cruzan y superpo-
nen con las primeras, pero que tienen la particularidad de ser

3 Ello en cuanto no podemos dejar de recordar que en Argentina existe una


Ley conteniendo distintos instrumentos para las PyMEs, que sin serlo es
conocida comúnmente como el ESTATUTO PYME dictada durante la presi-
dencia de Menen, y que fuera modificada durante la gestión de la Rúa
mediante la Ley N° 25.300. A través de estos cuerpos normativos se forma el
andamiaje de la mayoría de los Programas elaborados desde el Estado para
las PyMEs.
El problema que los programas para las PyMEs debieron sustentarse en los
último años en un escenario caracterizado por la inestabilidad macro, la falta
de coordinación entre distintos organismos del Estado, y con fuertes restric-
ciones presupuestarias al punto que durante lo asignado a las partidas
correspondientes a los Programas para Micro, Pequeña y Mediana Empresa
ascendía al 0,037% del Presupuesto. Esto es, a efectos comparativos, menos
que el subsidio al fondo del tabaco.

20
EDGARDO ACUÑA

más específicas: la tecnología, la distribución territorial de


las empresas, el empleo, la internacionalización de las
PyMEs o el financiamiento.

Sabemos que más allá de la calidad de los trabajos con los


mismos no agotamos el análisis de la realidad PyME, sin
embargo a través de los aportes pretendemos contribuir al
conocimiento sistematizado de una problemática que requie-
re rápidos cursos de acción.

La reflexión sobre el financiamiento de las PyMEs tiene que


ver con la propia naturaleza de nuestro Instituto, y se basa
en la necesidad de dar elementos de juicio para la evaluación
de aquellos aspectos "obvios" que reclaman las empresas.

Sabemos, en tal sentido, que existen no obstante la incipien-


te recuperación económica, severos problemas de acceso al
crédito y de costo del dinero, como también que la relación
entre PBI y crédito dista mucho de estar en los niveles ade-
cuados. Por otra parte no desconocemos que la mayor fuente
de financiamiento de estos últimos años, si bien esta situa-
ción tiende a revertirse, fue la reinversión de utilidades o, en
el mejor de los casos, el financiamiento de proveedores. 4

Como podrá advertirse, hemos incorporado un breve artículo,


elaborado por nuestro Instituto, cuyo propósito es precisar
cual es el conjunto de atributos que para nuestro derecho
positivo determinan la condición PyME, ello en cuanto la
"definición PyME" es de alguna manera la base angular de
aplicación de mecanismos, instrumentos y programas dise-
ñados a favor de las pequeñas y medianas empresas.

4 Hay estudios que indican que más de un 25% de las PyMEs declaran no
haber tenido créditos bancarios y que durante la convertibilidad las tasas
pagadas por las PyMEs fueron de un 6 u 8% más caras que las abonadas por
las grandes empresas, mientras esta diferencia alcanza al 2 o 3% en econo-
mías desarrolladas

21
LAS PYMES ARGENTINAS. MITOS Y REALIDADES.

Desde luego que los temas seleccionados no implican desco-


nocer la existencia de otros - preocupantes por su carácter
estructural - como el de la informalidad o la distribución
regional del crédito, el último de los cuales hemos analizado
en profundidad en otros estudios realizados por el IdePyME.5

Como un último comentario querríamos recordar los tres


principios que han regido en los últimos años para las políti-
cas PyMEs de la Unión Europea: horizontabilidad, descen-
tralización y armonización comunitaria.

Quizás la experiencia de otros pueda servirnos de parámetro


a la hora de diseñar nuestra estrategia de construir una
sociedad basada en el trabajo, la dignidad y el bienestar. Ello
en cuanto como bien lo señala Marcelo Onesto, "a partir del
fin de la convertibilidad la situación PyME ha mejorado. No
obstante la reversión es muy incipiente y queda aún mucho
para hacer para reconstruir lo destruido." 6

5 LeoPyME, Año 5, N°. 31, junio 2003. "Las Regiones Económicas"

6 Onesto, Marcelo en "Viaje al Universo PyME". Le Monde Diplomatique,


Buenos Aires junio 2004.

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EL ENTORNO
MACROECONÓMICO
Y SU IMPACTO SOBRE
LAS PYMES

Débora Giorgi
Hernán del Villar

Débora Giorgi. Socia del Estudio Alpha. Directora del Centro


de Estudios para las Negociaciones Internacionales (CENI),
Unión Industrial Argentina. Ex Secretaria de Industria y
Comercio Exterior de la Nación. Ex Secretaria de Energía y
Minería de La Nación. Economista

Hernán del Villar. Asesor Económico Financiero de ABAP-


PRA. Socio del Estudio Alpha. Vicepresidente de Sedesa. Ex
Director del Banco Central. Economista.

23
LAS PYMES ARGENTINAS. MITOS Y REALIDADES.

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DÉBORA GIORGI Y HERNÁN DEL VILLAR

La Argentina está saliendo de una crisis que hizo eclosión a


finales de 2001 y la llevó a perder el 12% del ingreso per capi-
ta de la población, elevando la tasa de desempleo al 23% de
la población económicamente activa y al 55% de la población
por debajo de la línea de la pobreza. A mediados del 2004 ese
ingreso se ha recuperado un 13% - todavía se encuentra un
11% por debajo de los máximos del 2do. trimestre de 1998- y
la tasa de desempleo se ubica en un 14%.

La inestabilidad económica y las crisis subsecuentes que ha


sufrido la economía argentina han sido tremendamente des-
tructivas de riqueza y evitarlas en el futuro se constituye
desde el punto de vista macroeconómico en una prioridad. La
inestabilidad limita las decisiones de inversión, de consumo y
de crédito provocando un impacto fuertemente negativo sobre
el empleo y el bienestar de la población.

25
LAS PYMES ARGENTINAS. MITOS Y REALIDADES.

Evolución de la pobreza y el desempleo


20% 60,0%
54%
18% 49%
18,1% 50,0%
16%

PBI per capita ($ de 1993)


Tasa de desempleo (*)

14% 17,5%
14,7% 40,0%
12% 14,5%
13,5%
12,1% 35%
10% 30,0%
29%
8% 27%
26%
20,0%
6%
4%
10,0%
2%
0% 0,0%
1998 1999 2000 2001 2002 2003

Desempleo * Pobreza (fdp)

(*) Tasa de desempleo a fin de cada año incluyendo planes Jefas y Jefes de Hogar.
Fuente: Alpha en base a Indec y Mecon.

Habiendo pasado dos años y medio del epicentro de la crisis


la economía comienza a mostrar algunos cambios importan-
tes en la evolución de sus principales variables que podrían
perdurar con efectos positivos sobre la economía en general y
las pymes en particular.

Paridad competitiva del tipo de cambio

La apreciación cambiaria producida durante la era de la con-


vertibilidad trajo problemas de competitividad en la econo-
mía argentina. La evolución de la paridad real del tipo de
cambio multilateral desde 1990 muestra que los niveles
actuales -luego de más de 2 años y medio de la devaluación
de fines del 2001- son elevados comparados a los de la última
década. Su valor al mes de junio 2004 resulta 83% superior a
la paridad promedio de los '90 y 115% superior a la de diciem-
bre de 2001.

26
DÉBORA GIORGI Y HERNÁN DEL VILLAR

Paridad Multilateral del Tipo de Cambio


(Pesos por dólar. Indice 1995 = 100 )
2,3 Jun-04
2,1 1,66 Variación %
1,9
Jun 04/ 90 's 82,8%
1,7
Jun 04/ Dic 01 115,4%
1,5
Jun 04/ Dic 02 -9,3%
1,3
Jun 04/ Dic 03 -3,8%
1,1
0,9
0,7
0,5
Ene-91
Ene-92
Ene-93
Ene-94
Ene-95
Ene-96
Ene-97
Ene-98
Ene-99
Ene-00
Ene-01
Ene-02
Ene-03
Ene-04
Fuente: Alpha en base a BCRA (índice del tipo de cambio real invertido *100)

La competitividad que brinda un tipo de cambio adecuado es


condición necesaria para el desarrollo exportador aunque,
claramente, no es el único factor determinante de dicho desa-
rrollo.

Por su parte una paridad adecuada del tipo de cambio refuer-


za las posibilidades del sector sustitutivo de importaciones.
Este participa en el 29% de la producción industrial y en el
año 2003 ha sido responsable del 65% del crecimiento del sec-
tor industrial.
Importancia de los sustitutivos de importaciones
( var % respecto año anterior)
80,0%
66,5%
Industrias Sustitutivas de
60,0% Importaciones

Industria Total
40,0% 34,4%

17,3% 15,2%
20,0%
2,4%
0,0%
-3,5%
-20,0% -17,4%

-40,0% -33,6%

I 2002 II 2002 I 2003 II 2003

Fuente: ALPHA.

27
LAS PYMES ARGENTINAS. MITOS Y REALIDADES.

A partir de la situación actual del tipo de cambio su evolución


futura dependerá de una variedad de factores donde se pue-
den destacar el nivel de actividad económica, los movimien-
tos de capitales y las políticas monetaria y fiscal. En el marco
de un crecimiento moderado de la actividad económica el
mercado de cambios podría seguir mostrando un exceso de
oferta de divisas -con una tendencia descendente respecto a
lo registrado en el último año y medio- y las políticas fiscal y
monetaria continuar interviniendo en el mercado de cambios
a fin de evitar una apreciación importante de nuestra mone-
da. La explicación de ello estará en la continuidad del supe-
rávit comercial (aunque con una tendencia descendente al
registrado en los últimos dos años), un saldo en cuenta
corriente positivo aún en el marco del cumplimiento de los
servicios de la deuda pública actualmente en default y la muy
gradual normalización de los flujos de capitales para un país
que tendrá tasas positivas de crecimiento.

La situación del mercado único y libre de cambios (MULC)


En u$s millones
I sem 03 II sem 03 I sem 04
Cuenta corriente 5.706 4.324 6.312
Balance comercial 7.064 5.531 7.418
Servicios reales y financieros (152) (185) (100)
Rentas y transferencias (1.206) (1.022) (1.007)
Cuenta capital y otros (2.067) (1.744) (2.761)

Resultado del MULC


sin incluir las operaciones 3.639 2.580 3.551
del Sector Público

Compras para incrementar las reservas 3.164 2.540 3.642


Compras del Gobierno vía Banco Nación 0 0 1.080
Otras operaciones (*) 475 40 (1.171)
(*) Operaciones en divisas de entidades que no afectan al mercado de cambios,
como el aumento en la Posición General de Cambios de los bancos
Fuente: ALPHA en base a BCRA

28
DÉBORA GIORGI Y HERNÁN DEL VILLAR

Dejando atrás el proceso deflacionario

El violento ajuste en el tipo de cambio nominal sembró el


temor de un fuerte proceso inflacionario. Pasados más de dos
años del shock cambiario su traslado a precios ha sido mode-
rado. Medido por el IPC el incremento de precios alcanzó al
26% del ajuste del tipo de cambio dando lugar a una impor-
tante recuperación del tipo de cambio real, muy superior al
registrado en nuestro país luego de otros ajustes cambiarios.
La experiencia internacional luego de severas crisis financie-
ras y cambiarias muestran recuperaciones de tipo de cambio
real que, en promedio, se ubican en torno al 20% / 30% pasa-
dos dos años de las crisis.

Traslado a precios de ajustes cambiarios en Argenitna


Inicio 29 meses Devaluación Inflación Traslado a precios (2)/(1)
Crisis después (1) IPC (2) IPC IPIM
may-1966 sep-1968 85% 59% 62% 54%
jun-1975 oct-1977 3601% 3464% 96% 101%
ene-1989 jun-1991 61062% 119396% 196% 126%
ago-1990 dic-1992 82% 248% 303% 142%
ene-2002 jun-2004 196% 50% 26% 66%
Fuente:ALPHA.

El muy bajo nivel de actividad económica vigente en los


momentos de la fuerte inestabilidad cambiaria, la caída
abrupta de los ingresos de la población, y las prudentes polí-
ticas fiscal y monetaria llevadas a cabo determinaron esa
moderada reacción inflacionaria. A partir de aquí debería
esperarse una tasa de inflación moderada, con mayores subas
en los años 2004/05 producto del ajuste de algunos precios
administrados e incrementos en sectores con niveles bien ele-
vados de utilización de la capacidad instalada.

Un superávit fiscal primario elevado

La mejoría registrada en las cuentas fiscales ha sido un rasgo


positivo de la economía argentina luego de la crisis 2001/02.

29
LAS PYMES ARGENTINAS. MITOS Y REALIDADES.

Las dificultades de índole fiscal con un endeudamiento cre-


ciente y alta dependencia del financiamiento externo en un
contexto de recesión detonó en la crisis que puso fin a la con-
vertibilidad.

A partir del 2002 el resultado fiscal comenzó a mejorar en un


principio a partir de la caída de los niveles de gasto en tér-
minos reales (remuneraciones, gastos operativos, jubilacio-
nes, no pago de servicios de la deuda). En el presente 2004 la
mejoría del superávit primario sobre el PBI de casi 2,5 pun-
tos porcentuales en relación al registrado en el 2001 se debe
más a la clara recuperación de la recaudación ya que -en
relación al 2001- los ingresos estarían mejorando 4,5 puntos
del PBI mientras los gastos se elevarían poco más de un
punto porcentual.

Las cuentas fiscales (en % del PBI)


25%
23,6%

19,0% 20,6% 19,9% 19,7%


20% 19,1%
17,7%
18,6% 19,7%
18,1% 19,4% 18,9% 17,0% 17,5%
15%

10%

5% 4,0%
2,2%
0,9% 1,2% 1,0% 0,5% 0,7%
0%
1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 (e)

Ingresos Totales Gasto Primario Superávit Primario

Fuente: ALPHA.

Esta evolución de las cuentas fiscales le da mayor estabilidad


a la política económica y la hace menos dependiente del flujo
de capitales. Los niveles actuales de resultado primario per-
mitirían hacer frente al servicio total de deuda, de acuerdo a
la propuesta de reestructuración presentada por el gobierno

30
DÉBORA GIORGI Y HERNÁN DEL VILLAR

ante la SEC, haciendo sustentable la posibilidad del pago de


la deuda en un marco de moderado crecimiento económico.

Bajas tasas de interés

Durante la convertibilidad las tasas pasivas nominales


nunca descendieron de niveles del 6%/ 7% - que implicaban
niveles positivos en términos reales 1%/2% menores - lo cual
fijaba un piso elevado para las tasas de interés activas. En lo
que va del 2004 las tasas pasivas han alcanzado sus mínimos
históricos con niveles que se ubican en el 2,5%/3,0% anual.

Evolución de las tasas de interés activas y pasivas

70

60

50

40

30

20

10

0
May-94

May-95

May-96

May-97

May-98

May-99

May-00

May-01

May-02

May-03

May-04
Ene-94

Ene-95

Ene-96

Ene-97

Ene-98

Ene-99

Ene-00

Ene-01

Ene-02

Ene-03

Ene-04
Sep-94

Sep-95

Sep-96

Sep-97

Sep-98

Sep-99

Sep-00

Sep-01

Sep-02

Sep-03

Plazo fijo en Pesos 7-59 días Documentos a sola firma hasta 89 días
Personales hasta 180 días Primera línea en Pesos promedio de plazos

Fuente: ALPHA en base a BCRA

La actual política monetaria ha sido expansiva y ha seguido


de cerca el comportamiento de la demanda de dinero y de la
inflación. En las bases de la actual política está el objetivo de
no buscar alentar el ingreso al sistema de fondos especulati-
vos y transitorios que hagan más inestable los movimientos
de capitales y castiguen luego a través de tasas de interés
más altas a los distintos sectores económicos que necesitan
financiamiento.

31
LAS PYMES ARGENTINAS. MITOS Y REALIDADES.

Las tasas de interés activas muestran una gran diversidad


según los distintos segmentos del negocio financiero, han
mantenido una persistente tendencia descendente en el últi-
mo año y en la mayoría de las líneas de préstamos se encuen-
tran en sus mínimos de los últimos 10 años.

Recuperación gradual de los niveles de ingresos

La crisis 2001/02 llevó a un fuerte deterioro de los ingresos de


la población que alcanzó al 32%. La importante recuperación
de la actividad económica - desde niveles muy bajos - a partir
de allí ha ido permitiendo la mejoría de dichos ingresos, que
a mediados del 2004 se encontraban un 31% por encima de
los niveles de mayo 2003 ( 13% debajo del 2001), fundamen-
talmente a través de la recuperación en los niveles de empleo.
Hacia el futuro una continuidad en el proceso de crecimiento
económico permitirá la permanencia de una gradual tenden-
cia ascendente de los ingresos.

Ingreso mensual por hogar


($ constantes de may-04)

1.400
1.207
1.200
1.050
991
1.000
814 802
800

600

400
may-01 may-02 may-03 dic-03 Jun-04 (e)

32
DÉBORA GIORGI Y HERNÁN DEL VILLAR

Los cambios macroeconómicos están teniendo efectos


positivos sobre las Pymes

La misma naturaleza de las empresas Pymes hace que esta-


bilidad macroeconómica y el mantenimiento de las reglas de
juego para la implementación de los negocios sean condicio-
nes necesarias para sostener un desarrollo sostenido crecien-
te de las mismas, y dar un marco apropiado para el entrepe-
neur y su espíritu innovador.

Si bien no existen datos oficiales, de algunos informes par-


ciales relevados desde el Observatorio Pymi de la UIA (Unión
Industrial Argentina), de algunos los indicadores de releva-
miento periodístico que reflejaron un fuerte aumento de quie-
bras, y de publicaciones de la CAME, surgiría que durante la
crisis 2001/2002 fue fuerte la mortandad de empresas media-
nas y pequeñas, que no pudieron resistir la crisis, ya que ade-
más arrastraban una crítica situación de caída de ventas,
pesadas obligaciones e incumplimientos fiscales y restricción
elevada de acceso al crédito.

Sin embargo el cambio favorable de las condiciones macroe-


conómicas descripto ya en el apartado anterior ha permitido,
como en muchas otras oportunidades en la historia que los
beneficios de ese cambio sean aprovechados inicialmente y
con mayor intensidad por empresas medianas y pequeñas.

Diferentes son las razones que podrían explicar este fenóme-


no, pero todas ellas convergen a la misma naturaleza de la
empresa mediana y pequeña que responde con una estructu-
ra organizativa y de costos más flexibles a cambios profundos
de las condiciones económicas, aún partiendo de una situa-
ción desventajosa.

Ante todo merece destacarse el relevante papel que en la


generación de empleo y de valor agregado tienen las Pymes
en la economía en su conjunto. De ahí la relevancia de man-

33
LAS PYMES ARGENTINAS. MITOS Y REALIDADES.

tener condiciones y políticas que preserven y alienten su des-


arrollo. Un trabajo conjunto del CENI (Centro de Estudios de
Negociaciones Internacionales) y de la Fundación
Mediterránea (2003) convalida lo descripto.

Las Pymes del comercio y de servicios generaron en el 2003


el 90% y 72% del valor agregado respectivamente en sus sec-
tores, en el caso de las Pymis (pequeñas y medianas empre-
sas industriales de hasta 200 ocupados) fueron productoras
del 48% del valor agregado industrial. En cuanto al empleo
los indicadores reflejan aún más su preponderancia, ya que
las Pymes de comercio, servicios e industrias proveían el
96%, 72% y 65% del empleo total de la economía respectiva-
mente.
Participación de las Pymes en
el Valor Bruto de la Producción y el empleo
100
VBP Empleo
80

60

40

20

0
Servicios Comercio Manufacturas Total
Fuente: CENI, "La inserción de las Pymis argentinas en la economía global"

En definitiva el sector de empresas Pymes generó en el año


2003 el 78% de los puestos de trabajo y el 61% del valor agre-
gado de la economía nacional total.

Recuperación de las ventas a ritmos superiores a los


promedios

Dado que no resulta fácil la obtención de datos actualizados


oficiales respecto a las ventas por tipo de Pymes, se ha deci-

34
DÉBORA GIORGI Y HERNÁN DEL VILLAR

do utilizar los disponibles hasta la fecha, considerando que


pese a su parcialidad, ya que no cubren el universo total de
los diferentes tipo de Pymes, son indicadores fehacientes del
comportamiento general del conjunto de este tipo de empre-
sas.

En el siguiente cuadro se muestra la evolución de las ventas


de las empresas industriales Pymis comparadas con la evo-
lución del EMI (Estimador de Actividad Industrial del
INDEC) desde 1995 al 2003.

Evolución de las ventas anuales del sector Pymi a precios constantes


Base 1995=100
1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003*
Pymis
Ventas (1995=100) 100,0 108,4 122,5 122,3 107,9 106,0 103,1 92,8 105,2
Var. % anual 8,4 13,0 -0,2 -11,8 -1,8 -2,7 -10,0 13,4
EMI
Nivel general (1995=100) 100,0 104,8 114,3 116,8 109,1 108,8 100,6 89,8 98,7
Var. % anual 4,8 9,1 2,2 -6,6 -0,3 -7,5 -10,7 9,9
* Los datos de 2003 corresponden al primer semestre y fueron extrapolados con la
misma tasa de crecimiento para la totalidad del año

El análisis de la evolución de los valores muestra que:

· Las recuperaciones de ventas de las Pymis pos Tequila, y


pos crisis 2001/2002 han sido anticipadas en dichas empre-
sas, respecto al promedio del sector industrial. De la misma
forma las caídas de ventas generadas por dichas crisis fueron
sufridas con anterioridad por las empresas de menor enver-
gadura, debido a que carecen de los mecanismos para sobre-
llevar los primeros embates de las crisis (caída de ventas, que
les recortan el capital de trabajo, y que son casi coexistentes
con la limitación abrupta de su acceso al crédito).

· Una conclusión similar se recoge del boom de ventas de


almacenes y comercios minoristas en detrimento de las ven-
tas en grandes supermercados luego de la crisis 2001/2002.
Es que en los comercios pequeños rápidamente se adaptaron

35
LAS PYMES ARGENTINAS. MITOS Y REALIDADES.

a las necesidades de los consumidores, que -habiendo sufrido


una fuerte caída del ingreso real promedio por hogar- enfren-
taron fuertes restricciones de gasto. Así los pequeños comer-
cio y almacenes rápidamente optaron por ofrecer ventas al
peso de productos que ellos compraban a granel y que los mis-
mos comercios fraccionaban, aumentaron la oferta de terce-
ras marcas, y otorgaron financiamiento generado con los
recursos de capital de trabajo propio ante las restricciones
que inicialmente imponían bancos y tarjetas de crédito al
consumo. Todo esto alentó la compra en pequeños y medianos
comercios, cuya participación en la cadena de distribución de
alimentos y bebidas creció del 51% en el 2001 a 59% en junio
del 2004. Este crecimiento se dio a expensas de la perdida de
relevancia de las grandes superficies de compra como canales
de venta.

Los pequeños y medianos Canales de Comercialización


(participación sobre total de facturación)
60%

55%

59,7%
50% 57,6% 58,7%
55,6%
53,3%
53,0%
45% 51,2%

40%
II 2001 IV 2001 II 2002 IV 2002 II 2003 IV 2003 II 2004e

Comercios tradicionales y autoservicios

Nota: Relevamiento incluye alimentos, bebidas, arts.de limpieza y cosmética.


Fuente: CCR

36
DÉBORA GIORGI Y HERNÁN DEL VILLAR

Las Pymis aprovecharon rápidamente el cambio de


precios relativos

El dinamismo de las Pymis en la recuperación 2002/2003 está


basado mayormente en el saludable cambio de precios relati-
vos que básicamente brindó claras oportunidades de negocio
que las estructuras más flexibles de las Pymis supieron apro-
vechar.

Dentro de esta dinámica se pueden identificar diferentes


dinámicas:

· Agresiva sustitución de importaciones en sectores


productores de bienes finales donde la participación
de las pequeñas y medianas empresas industriales es
relevante. Dentro de éstos se pueden enumerar sólo a títu-
los de ejemplo:

a) Sector de gráfica e impresión:

EMI sector edición e impresión


Indice Año 1997=100
El 80% de las empresas 130

tiene menos de 200 120

empleados: 110
100

20% hasta 50 personas 90


40% 50 a 100 personas 80
20% 100 a 200 personas 70
20% más de 200 personas 60
50
40
Fuente: Informe UCA - UIA , Mayo 2004 EneMaSepEneMa SepEneMa SepEneMa SepEneMa SepEneMa SepEneMa
-98 y- -98 -99y- -99-00 y- -00 -01y- -01-02y- -02 -03y- -03-04 y-
98 99 00 01 02 03 04

Fuente: INDEC

b) Sector de maquinaria agrícola:

37
LAS PYMES ARGENTINAS. MITOS Y REALIDADES.

EMI sector metalmecánica (exc. ind. automotriz)


Indice Año 1997=100
120
110
El 80% de las empresas 100
tiene menos de 200 empleados: 90
80
20% hasta 50 personas 70
40% 50 a 150 personas 60
20% 150 a 200 personas 50
20% más de 200 personas
40
30
20
Fuente: Análisis sectorial maquinaria agrícola EneMa SepEneMa SepEneMa SepEneMa SepEneMa SepEneMa SepEne
-98 y- -98 -99 y- -99 -00 y- -00 -01 y- -01 -02 y- -02 -03 y- -03 -04
CEP, Análisis sectoriales, 2003 98 99 00 01 02 03

Fuente: INDEC

c) Sector de calzado no deportivo y marroquinería y


confecciones:

En este sector se ha EMI sector textil


utilizado como variable Indice Año 1997=100
proxy la evolución de la 120

producción al indicador
110
100
del EMI (Estimador de 90

Actividad Industrial) 80
70
del sector textil y con- 60

fecciones por la recono- 50

cida correlación entre


40
30
los sectores menciona- 20
EneMa SepEneMa SepEneMa SepEneMa SepEneMa SepEneMa SepEne
dos, y la imposibilidad -98 y- -98 -99 y- -99 -00 y- -00 -01 y- -01 -02 y- -02 -03 y- -03 -04
98 99 00 01 02 03
de conseguir datos Fuente: INDEC
específicos grupo de
subsectores menciona-
do. Además en ambos
sectores de referencia
las empresas Pymis
representan más del
80% de la oferta.

38
DÉBORA GIORGI Y HERNÁN DEL VILLAR

En estos sectores mencionados los crecimientos de la produc-


ción fueron de entre 58% y 117% desde mediados del 2002
hasta junio 2004, y en todos ellos, la participación de las
Pymis en la oferta total supera como mínimo el 75%.

· Fortalecimiento de proveedores y clientes locales


por parte de las grandes empresas.

Algunas grandes empresas a partir del cambio de precios


relativos no sólo buscaron sustituir proveedores del exterior
por locales, sino que desarrollaron programas para que esa
sustitución de productos/ insumos pudiera cubrir las condi-
ciones de calidad y escala necesaria.

Estos programas involucraban no sólo asesoramiento técnico,


administrativo, financiero, de logística, etc., al proveedor sino
contratos de compra a mayor plazo que aseguraban a las
Pymis un flujo de recursos adecuado para poner en marcha
nuevas inversiones y desarrollos. También se facilitó el ase-
soramiento de la gran empresa para el desarrollo de esos
emprendimientos.

A esta estrategia se abocaron sectores como terminales auto-


motrices y autopartistas, la industria alimenticia, el sector
químico y plástico, industria del envase y etiquetas, las gran-
des plantas proveedoras de maquinaria agrícola, los grandes
centros de compras (supermercados e hipermercados, espe-
cialmente en los rubros de bazar, ferretería, menaje, confec-
ciones, etc.), entre otros.

No sólo el desarrollo de proveedores tomó auge a partir del


2002, sino el desarrollo de las potencialidades de los clientes
de las grandes empresas productoras de insumos básicos/
semiterminados. El objetivo de las grandes firmas era forta-
lecer la demanda de sus clientes, especialmente de los que
bajo las nuevas reglas de juego ofrecerían un atractivo poten-
cial exportador.

39
LAS PYMES ARGENTINAS. MITOS Y REALIDADES.

Dentro de estas iniciativas de fortalecimiento de clientes y de


la cadena de valor se pueden nombrar entre otras:

- Programa de fortalecimiento de la cadena de valor y del


usuario final Pymis de acero. Este proyecto consta de dos eta-
pas. La primera la selección de los clientes más apropiados
por sus standards actuales de competitividad (se identifica-
ron empresas Pymis en sectores como maquinaria agrícola,
bienes de capital, construcción, y electrodomésticos). En la
segunda etapa la empresa grande desarrolló e implementó
un programa para sus empresas clientes Pymis que involucra
el trabajo conjunto para el mejoramiento de aspectos tan
variados como los de la ingeniería, logística, administración
financiera, y facilitación del financiamiento de operaciones de
comercio exterior.

- Programa de fortalecimiento de usuarios finales Pymis de


productos químicos/ plásticos. En este caso la gran empresa
productora de insumos básicos y semiterminados, detectó
empresas Pymis, con elevado potencial exportador en secto-
res como el de confecciones a partir de hilados sintéticos, artí-
culos de ferretería, material eléctrico, pinturas, revestimien-
tos, perfiles de plástico y artefactos de iluminación. El pro-
grama ofrece a las Pymis seleccionadas asesoramiento de la
gran empresa en aspectos operativos (servicios legales, regis-
tro de marcas, operatoria aduanera y bancaria), la posibili-
dad de utilizar los mismos servicios de proveedores que utili-
za la gran empresa abaratando costos y elevando eficiencia y
calidad (logística, bancos, fletes, etc.), elaboración conjunta
del plan estratégico de negocios de la Pymis, y facilitación
para gestión y obtención de los recursos financieros necesa-
rios.

Sin duda este tipo de emprendimiento es un gran aporte fun-


damental para el desarrollo del sector Pymis, y su difusión
debería ser desde todo punto de vista alentada por las auto-
ridades, como ocurre en otras partes del mundo.

40
DÉBORA GIORGI Y HERNÁN DEL VILLAR

Creciente relevancia de las Pymis exportadoras

En el siguiente cuadro se muestra como las Pymis exporta-


doras han mantenido, aún durante el período de la más pro-
funda crisis, y luego en la paulatina salida de ella, tasas de
crecimiento de sus exportaciones muy superiores a las de la
economía en su conjunto.
Variación porcentual de las exportaciones de las Pymi
por tramo de ocupación
Primer
Año semestre
Tramos de ocupación 2002 de 2003
Entre 8 y 30 ocupados 2,2 44,8
Entre 31 y 200 ocupados 26,1 12,7
TOTAL Pymis 17,1 24,5
Exportaciones totales -3,4 14,1
Fuente: Observatorio Pymi, "La situación de las pequeñas y medianas industrias
antes y después de la devaluación"

Este fenómeno se hace más marcado en las empresas de


menos de 30 ocupados que en aquellas empresas de hasta 200
ocupados hasta el 2003. El resultado evidencia que ya sea
como búsqueda de alternativa a la fuerte restricción de ven-
tas en el mercado interno que imponía la crisis, o como reac-
ción inmediata a las oportunidades que brinda la sustancial
mejora de la competitividad cambiaria, es el espíritu flexible
y agresivo del pequeño empresario, un reaseguro para conso-
lidar la entrada de nuestros productos en los mercados exter-
nos, aún sin contar con las políticas básicas para acceder a los
mismos en condiciones de igualdad de competencia respecto
de otros competidores del resto del mundo. Así la participa-
ción de las exportaciones en promedio han ganado relevancia
dentro del mix de ventas de las Pymis en forma permanente
desde el 2001.

41
LAS PYMES ARGENTINAS. MITOS Y REALIDADES.

Porcentaje de exportaciones sobre las ventas totales de las Pymi,


por tramo de ocupación
Primer
Año Año semestre
Tramos de ocupación 2001 2002 de 2003
Entre 8 y 30 ocupados 7,2 9,2 11,1
Entre 31 y 200 ocupados 5,8 7,7 7,0
TOTAL 6,3 8,2 8,3

Fuente: Observatorio Pymi, "La situación de las pequeñas y medianas industrias antes y
después de la devaluación"

Otras cuestiones que merecen nombrase respecto al relevan-


te papel de las Pymis exportadoras es su clara orientación
relativa a la producción de productos de mayor valor agrega-
do como lo muestra el siguiente cuadro donde se enumera las
exportaciones más relevantes por tipo de producto

Sectores con una participación relevante de empresas


Pymes en sus exportaciones

100%
88%
90% MICRO Y PEQUEÑAS
80%
70%
60%
50% 43%
40% 35%

30% 23% 22%


18%
20% 13%
10%
0%
Bicicletas

Lámpara
eléctrica
juguete

Calzad
Cuerdas

Juegos
Impresión

cordele

Prendas
edición

vestir

Fuente: CEP, Monitoreo de Pymes exportadoras

42
DÉBORA GIORGI Y HERNÁN DEL VILLAR

120%

110% MEDIANAS
97%
100% 93%
90%
81%
78% 77% 77%
80%

70%

60%

50%

40%
Productos de

Productos de
Confecciones
alfombras
Tapices y

Motocicletas

Maq. de
oficina
cerámica

madera
textiels

El análisis muestra una fuerte presencia en las ventas de


MOI (manufacturas de origen agropecuario), relativamente
comparadas con las empresas de mayor envergadura más
orientadas a la exportación de productos primarios y commo-
dities.
Composición de exportaciones por tipo de empresas
Participación % 2003

1%
18%

54% 24%
77%

35%
26%
12%
19% 23%
11%

Micro y Medianas Grandes


pequeñas

Productos primarios MOA MOI Combustibles y energía

43
LAS PYMES ARGENTINAS. MITOS Y REALIDADES.

Como obvia contrapartida, los precios promedio de los pro-


ductos exportados por las Pymis son claramente superiores
que los de las empresas más grandes como lo muestra el
siguiente cuadro. Es decir son generadoras de productos de
mayor valor agregado.

Precios medios de exportación


(U$S por tonelada - Año 2003)
1000 909,5

800 698,7

600

400
290,4

200

0
Micro y pequeñas Medianas Grandes
Fuente: CEP, Monitoreo de Pymes exportadoras

También es mayor en las Pymis la diversificación de sus


exportaciones productiva como lo muestra el índice de
Herfindahl que indica que a menor valor es mayor la diversi-
ficación productiva exportadora.
Indice de Herfindahl-Hirschman
400

300

200

100

0
Micro y pequeñas Medianas Grandes
Fuente: CEP, Monitoreo de Pymes exportadoras

44
DÉBORA GIORGI Y HERNÁN DEL VILLAR

Del análisis por destino de las exportaciones de las Pymis


surge que el Mercosur tiene una preponderancia muy rele-
vante, por la misma naturaleza de los productos que expor-
tan, y por las relativamente mayores facilidades de acceso
que brinda ese mercado para empresas sin grandes organiza-
ciones de fuerzas de ventas en el exterior.
Principales mercados por tipos de empresas
2003 - como % de las exportaciones totales de cada grupo
Pequeñas
Destinos Grandes Medianas
y micro

Mercosur + Chile 30,0% 41,9% 46,9%


Nafta 13,6% 16,2% 16,7%
Unión Europea 20,3% 19,6% 16,4%
Resto Aladi 3,7% 7,5% 10,1%
Asia Pacífico 16,9% 3,6% 1,8%
Otros destinos 15,5% 11,3% 8,1%
Fuente: CEP, Monitoreo de Pymes exportadoras

Así, en la actualidad existirían alrededor de 12.000 empresas


Pymis exportadoras mientras que en el 2001 apenas supera-
ban las 1.000, tomando los casos de exportaciones de cierta
regularidad de frecuencia.

Como contracara de esta dinámica positiva de las Pymis fren-


te a los mercados externos surge que la falta de una estrate-
gia de Estado de inserción de las Pymis en el comercio inter-
nacional, el nivel de permanencia en el negocio de exporta-
ción de las Pymis que se orientan mayormente a mercados de
bienes de mayor valor agregado, aparece más volátil relati-
vamente al de las grandes empresas orientadas en mayor
proporción al negocio de productos primarios y/o semielabo-
rados en su definición amplia.

45
LAS PYMES ARGENTINAS. MITOS Y REALIDADES.

Permanencia de exportadores, por estrato


Porcentaje de empresas que exportaron
en forma contínua durante los últimos tres años
100%

75%

50% 94%
72%
25%
36%

0%
Micro y pequeñas Medianas Grandes
Fuente: CEP, Monitoreo de Pymes exportadoras

Rotación de exportadores, por estrato


Altas y bajas en relación al 2002
como porcentaje del total de empresas exportadoras 2003

0% 10% 20% 30% 40%

Micro y 33%
pequeñas 28%

13%
Medianas
15%

3%
Grandes Altas Bajas
3%

También convalida esta afirmación que en el 2003 para el


sector de las Pymis de hasta 200 ocupados las exportaciones
sólo representaban el 9% del valor exportado total en dólares
corrientes.

46
DÉBORA GIORGI Y HERNÁN DEL VILLAR

Exportaciones por tamaño de empresa


Año 2003
Micro y
pequeñas Medianas
1% 8%

Grandes
91%

Las Pymes y la generación de empleo

Lamentablemente no se disponen de cifras de empleo para la


totalidad de empresas pequeñas y medianas, sin embargo
según estadísticas de la OIT, extrapoladas a la realidad
nacional estarían planteando que las Pymes son originadoras
del 78% del empleo local.

Nuevamente focalizando al empleo en las pequeñas y media-


nas empresas industriales, de las que se dispone de encues-
tas con continuidad histórica, surgen las siguientes estadísti-
cas que merecen ser analizadas.
Evolución de la ocupación entre 1995 y 2002
Base 1995=100

1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003*


Pymis
Ocupados (1995=100) 100,0 105,3 111,1 108,7 101,8 100,5 96,5 97,6 102,5
Var. % anual 5,3 5,5 -2,2 -6,3 -1,3 -4,0 1,1 5,0
Industria manufacturera
Ocupados (1995=100) 100,0 96,4 97,4 92,4 84,1 78,4 71,5 68,4 70,5
Var. % anual -3,6 1,0 -5,1 -9,0 -6,8 -8,8 -4,3 3,1
* Los datos de 2003 corresponden al primer semestre que ha sido extrapolado para todo el año.

47
LAS PYMES ARGENTINAS. MITOS Y REALIDADES.

Del cuadro anterior que analiza el período 1995/2003 surgen


las siguientes conclusiones.

· En los períodos de crisis, las Pymes reducen la cantidad de


ocupados en forma sustancialmente menor que las pequeñas
y medianas empresas industriales.

· En los períodos de auge, y adelantándose a la dinámica de


la industria manufacturera en su conjunto las Pymis sostie-
nen aumentos en las tasas de ocupación muy superiores a los
registrados en la industria manufacturera en su conjunto.
La relevancia de estas cifras refleja la misma naturaleza de
la Pyme, cuya capacidad de adaptabilidad, supervivencia y
crecimiento radica en gran parte al espíritu entrepeneur de
sus dueños que es generalmente compartido por la dotación
laboral de la empresa. De esta forma los equipos de trabajo
tienden a ser más flexibles a cambios de tareas, y tienden a
acompañar la estrategia de supervivencia o crecimiento de la
empresa.

Productividad laboral acumulada entre 1995 y 2002


Base 1995=100

1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002


Pymis
Nivel General 100,0 102,9 110,3 112,5 106,0 105,5 106,8 95,1
Var. % anual 2,9 7,2 2,0 -5,8 -0,5 1,2 -11,0
Industria manufacturera
Nivel General 100,0 108,7 117,4 126,3 129,8 138,8 140,7 131,4
Var. % anual 8,7 8,0 7,6 2,8 6,9 1,4 -6,6

La contracara de esta realidad de una tendencia a menor


expulsión de mano de obra en las Pymis, es la caída en la pro-
ductividad laboral de este tipo de empresas desde 1998 a la
fecha. Es que a partir de 1998 las grandes empresas, frente
al inicio de la crisis expulsaron gran cantidad de mano de
obra, en una magnitud muy superior a la realizada por las
Pymis. Obviamente los menores salarios netos percibidos en
las pequeñas empresas y las deudas previsionales acumula-
das por gran cantidad de pequeñas y medianas empresas son

48
DÉBORA GIORGI Y HERNÁN DEL VILLAR

también reflejo de esta situación, y son la base de sustento


justa para plantear un tratamiento diferencial en el pago de
tributos al trabajo para las pequeñas y medianas empresas
generadoras de gran cantidad de puestos de trabajo, que ade-
más tendería a ser más estable durante las crisis.

Pymes dinamizadoras de la inversión en la recupera-


ción 2003

En varias oportunidades el ministro de Economía, el Dr.


Roberto Lavagna, ha destacado que en gran parte el proceso
de dinamismo que la inversión ha registrado desde del 2003 a
la fecha obedece al esfuerzo de las empresas medianas y
pequeñas. Entre éstas se pueden destacar tanto las industria-
les, como agropecuarias o sus proveedoras de insumos y/o ser-
vicios vinculados, o las del sector turismo en su definición
amplia, o las de servicios de software, locutorios, procesa-
miento de datos, audiovisuales y publicidad para exportación.

Lamentablemente los datos disponibles desagregados por


sector no son muchos en el segmento de las pequeñas y
medianas empresas. Sin embargo se puede utilizar el
siguiente cuadro -que engloba una Encuesta del Observatorio
Pymis de la UIA- y que refleja que para el segundo semestre
del 2003 en promedio el 32% de las empresas industriales de
hasta 200 empleados, pensaban en subir sus inversiones res-
pecto de los niveles del mismo período del año anterior.
Distribución porcentual de las empresas según que los montos invertidos
en el primer semestre 2003 hayan sido mayores, iguales o menores a los
invertidos en el pmismo período del año anterior Por tramo de ocupación

Inversiones en el primer semestre 2003


Tramos de ocupación Mayores Iguales Menores No invirtió Total
Entre 8 y 30 ocupados 30,8 8,9 15,3 45,1 100,0
Entre 31 y 200 ocupados 33,4 10,8 16,0 39,7 100,0
Total 31,7 10,1 14,9 43,3 100,0

49
LAS PYMES ARGENTINAS. MITOS Y REALIDADES.

Merece destacarse que este dinamismo de las inversiones, se


ha registrado utilizando el propio capital de trabajo generado
por el giro del negocio, ya que es clara la escasez de créditos
a tasas y plazos acordes con las pautas del mercado interna-
cional para realizar estas erogaciones.

Nuevamente este es un fundamento para sustentar la gene-


ración de mecanismos de financiamiento a plazos y tasas
internacionales (admitidos por la normativa OMC), que otor-
gados en el marco de la más absoluta transparencia, resulta-
rán indispensables para que la multiplicidad de los acuerdos
internacionales de integración comercial en negociación, se
traduzcan en mayores exportaciones y empleo, al mismo
tiempo esta medida es necesaria para defender nuestro mer-
cado interno de la producción importada que sí goza de esos
beneficios financieros. Es que no sólo los incentivos y subsi-
dios de tipo fiscal afectan y distorsionan la competitividad en
el intercambio comercial sino que muy dispares condiciones
de acceso y costo a los recursos financieros también son asi-
metrías muy nocivas. Esto resulta especialmente válido en
aquellos sectores o tipo de empresas como las Pymes, que
deben enfrentar inversiones y el desarrollo de una estrategia
exportadora de mediano plazo.

Comentarios Finales

El análisis de los cambios macroeconómicos producidos luego


de la crisis 2001/02 y su impacto sobre las Pymes nos lleva a
los siguientes comentarios finales:

- La economía ha respondido, luego de la crisis 2001/02, con


tasas de crecimiento económico superiores a las esperadas en
el marco de una nueva estructura de precios relativos. Estos
cambios posibilitarán hacia el futuro la continuidad de un
crecimiento de la actividad económica y del empleo sujeto a
que la realización de las reformas estructurales pendientes,

50
DÉBORA GIORGI Y HERNÁN DEL VILLAR

complementadas con determinadas políticas activas consoli-


den el aumento de competitividad originada en la actual pari-
dad cambiaria.

- Las empresas medianas y pequeñas han reaccionado posi-


tivamente ante el cambio en los precios relativos que alientan
las exportaciones y la sustitución de importaciones, funda-
mentalmente debido a su estructura organizativa y de costos
más flexibles a cambios profundos de las condiciones econó-
micas.

- A pesar de la concentración de la oferta de bienes y servi-


cios llevada a cabo durante los '90 el cambio producido en los
precios relativos a partir del final de la convertibilidad llevó
al fortalecimiento de proveedores y clientes locales por parte
de estas grandes empresas.

- La necesidad de políticas de apoyo a las empresas medianas


y pequeñas, especialmente en términos del acceso al finan-
ciamiento y un tratamiento impositivo diferencial, se hace
más prioritaria en un contexto donde el país está negociando
acuerdos comerciales con países de mayor desarrollo donde
dichas ventajas están presentes y donde estas empresas de
menos de 200 empleados en la actualidad generan el 78% del
empleo nacional.

51
LAS PYMES ARGENTINAS. MITOS Y REALIDADES.

Bibliografía
§ Briner, María Agustina y Cusmano, Adriana (2003),
Desempeño competitivo de las Pymes industriales de la
Ciudad de Buenos Aires en el escenario de la Post-
Convertibilidad a partir de un estudio de casos - Centro de
Estudios para el Desarrollo Económico.
§ Centro de Economía Intenacional (CEI) (2002),
Oportunidades y amenazas el ALCA para Argentina: un
estudio de impacto sectorial, Estudios del CEI Nº 2,
Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional
y Culto.
§ Centro de Economía Intenacional (CEI) (2002),
Oportunidades y amenazas para la Argentina de un acuerdo
MERCOSUR-Unión Europea: un estudio de impacto secto-
rial, Estudios del CEI Nº 3, Ministerio de Relaciones
Exteriores, Comercio Internacional y Culto.
§ Centro de Estudios para la Producción (CEP) (2004),
Monitoreo de Pymes exportadoreas, CEP, Secretaría de
Industria, Comercio y Pyme.
§ Observatorio Permanente de las Pymis Argentinas (2002),
La nueva geografía industrial argentina: la distribución
territorial y la especialización sectorial de las pequeñas y
medianas industrias argentinas antes y después de la deva-
luación, Unión Industrial Argentina.
§ Observatorio Permanente de las Pymis Argentinas (2003),
La situación de las pequeñas y medianas industrias argenti-
nas antes y después de la devaluación, Unión Industrial
Argentina.
§ Centro de Estudios para las Negociaciones Internacionales
(CENI) (2004), La inserción de las Pymis argentinas en la
economía global, Unión Industrial Argentina.5
§ Suárez Migliozi, Julián (2004), ¿Qué tan importantes son
las Pipymes?, IERAL de Fundación Mediterránea

52
POLÍTICAS PÚBLICAS
PARA LAS PYMES

Federico Poli

Subsecretario PyME de la Nación. Economista. Jefe de


Gabinete del Ministro de Economía Roberto Lavagna.
Economista en Jefe de la UIA. Director General de Industria
del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Egresado del
Colegio Nacional de Buenos Aires. Economista UBA.
Estudios de post-grado en el Instituto Torcuato Di Tella. Se
desempeñó como docente en la UBA y la UCA en macroeco-
nomía, historia económica y economía argentina. Columnista
de diarios nacionales y revistas especializadas.

53
LAS PYMES ARGENTINAS. MITOS Y REALIDADES.

54
FEDERICO POLI

I. INTRODUCCIÓN

El desarrollo de las pequeñas y medianas empresas es cen-


tral para asegurar un crecimiento sustentable, con equidad e
integración territorial.

La recreación de un contexto favorable para el progreso de


este segmento empresario implica la coexistencia de un clima
macroeconómico propicio y programas específicos que poten-
cien su crecimiento.

Resulta fundamental remarcar que las políticas específicas


tienen una alta significación en términos de impacto sólo
cuando se desarrollan en el marco de una política económica
que contempla el desarrollo productivo y al pequeño empre-
sariado nacional.

El actual esquema económico prioriza el rol de la producción

55
LAS PYMES ARGENTINAS. MITOS Y REALIDADES.

como eje de un crecimiento sostenido y armónico, y es por este


motivo que los programas públicos de apoyo a la PyMEs
están evidenciando un alto nivel de impacto y de demanda
por parte de los empresarios.

II. LA IMPORTANCIA DE LAS PyMEs

Como obligado punto de partida debe reconocerse la relevan-


cia de las micro, pequeñas y medianas empresas, en tanto
cumplen un rol fundamental en la dinámica económica y
social de cualquier país.

La solidez de este sector empresarial es imprescindible para


el fortalecimiento del sistema económico, a partir de su con-
tribución en la generación de riqueza y como una de las fuen-
tes más importantes de captación de mano de obra. En la
Argentina, las micro, pequeñas y medianas empresas expli-
can el 78% del empleo, el 67% del valor agregado y el 40% del
PBI . 1

El vigoroso aporte de las MiPyMEs a la generación de empleo


y al producto de la economía está presente, en mayor o menor
medida, en todos los países del mundo. Así se observa que en
Alemania estas participaciones son del 66% y 35%, en Italia
49% y 41%, en Estados Unidos 54% y 48%, en Japón 74% y
57% y en España 63% y 64%, respectivamente . 2

Asimismo, estas empresas constituyen una herramienta fun-


damental de movilidad social y mejor distribución del ingre-

1 Los datos de contribución al empleo y al valor agregado surgen del Censo


Económico 1994 del INDEC. La estimación del aporte al PBI figura entre los
argumentos del Poder Ejecutivo Nacional al momento de elevar la Ley PyME
al Congreso de la Nación.
2 Las fuentes de estos datos son: OECD, Globalization of Economic Activities
and Development of SMEs; Country Reports. European Observatory for
SMEs, 1995. Small Business Administration.

56
FEDERICO POLI

so. El desarrollo de este segmento empresarial se encuentra


íntimamente relacionado con la instrucción de capacidades
en los estratos más pobres de la población y con la imple-
mentación del autoempleo, proveyendo los medios para una
disminución de la pobreza y una mejora en términos de inclu-
sión social.

A su vez, si la experiencia internacional indica que la con-


centración económica suele convivir con la concentración geo-
gráfica, el desarrollo de las PyMEs es un elemento que tien-
de a asegurar el equilibrio entre las regiones del país como
vía hacia un crecimiento más integrado, al tiempo que cons-
tituyen el núcleo fundamental para el desarrollo de las eco-
nomías regionales.

Las PyMEs son también un factor clave de estabilidad eco-


nómica por su fácil adaptación a las circunstancias cam-
biantes del mercado y a los ciclos económicos, dada su espe-
cial sensibilización a los procesos de recuperación de la
inversión. Por otro lado, las prácticas laborales de parte de
estas empresas han demostrado comportarse de manera
anticíclica, registrando mayores niveles de empleo en las
épocas de recesión.

Por otra parte, desde un punto de vista dinámico, la entrada


y salida constante de estas empresas del mercado es lo que
contribuye a mantener un entorno de competencia, con nive-
les de precios y rentabilidad que tienden a los de un merca-
do competitivo. Además, la renovación constante de empre-
sas cumple un rol crucial en los procesos de innovación y
avances tecnológicos, al proveer una fuente esencial de nue-
vas ideas y experimentación que, de otra forma, permanece-
ría sin explotar en la economía. Las pequeñas empresas
implican cambio y competencia, ya que ellas son las que
cambian la estructura de mercado (IAMC, 1999).

57
LAS PYMES ARGENTINAS. MITOS Y REALIDADES.

III. LA NECESIDAD DE UNA POLÍTICA DE


ESTADO A PARTIR DE LA ESPECIFICIDAD PyME

Acaban de ser expuestas algunas de las características que


dan cuenta de la importancia de contar con un tejido sólido de
PyMEs para el fortalecimiento de un sistema económico com-
petitivo, la generación de riqueza nacional y la creación de
empleo. No existe desarrollo económico posible si, en forma
simultánea al avance de las inversiones de los grandes gru-
pos empresarios, no se alienta el desarrollo de las empresas
de menor tamaño.

Estas consideraciones plantean la necesidad de establecer


una política de apoyo desde el Estado a este sector, teniendo
en cuenta en su diseño y armado las particulares circunstan-
cias que necesita afrontar el pequeño empresariado.

Es sabido que las PyMEs no se diferencian de las grandes


empresas sólo por su tamaño, siendo un error considerar a
las primeras simplemente como una réplica en menor escala
de las segundas. Las PyMEs, tanto en la Argentina como en
cualquier otra parte del mundo, tienen sus propias caracte-
rísticas, relacionadas con una especial estructura organiza-
cional, una racionalidad económica particular y un compor-
tamiento específico.

En términos generales, puede decirse que estas empresas son


en muchos casos un negocio familiar y su administración
recae directamente sobre sus propietarios, por lo que su pro-
ceso de evolución está usualmente determinado por factores
culturales. Asimismo, los pequeños empresarios pueden per-
seguir objetivos distintos de la maximización de beneficios,
tales como la conservación del trabajo y las fuentes de ingre-
sos, o simplemente sobrevivir para continuar con la tradición
del negocio familiar.

Al mismo tiempo, las pequeñas y medianas empresas

58
FEDERICO POLI

enfrentan diversas fallas de mercado que obstaculizan su


nacimiento y desarrollo. Identificar correctamente las
imperfecciones de mercado se vuelve central para una ade-
cuada definición de las políticas de apoyo que en cada caso se
requiera.

Un problema común entre los pequeños empresarios es su


limitada capacidad de estar informados para tomar sus deci-
siones de gestión. Con dificultad consiguen identificar fuen-
tes y contenidos relevantes de información comercial, finan-
ciera, tecnológica, etc. para una adecuada estrategia de mer-
cado. Las PyMEs suelen manejarse con información limitada
e incompleta.

Por otra parte, en materia de comercio exterior, los elevados


costos de información sobre potenciales mercados externos
generan una limitación para la internacionalización de las
PyMEs. Además, en lo que refiere al mercado interno, la falta
de acceso a la información limita las posibilidades comercia-
les de estas empresas.

Asimismo, son notorias las dificultades de la PyMEs para


generar tecnología a través de las actividades de investiga-
ción y desarrollo, debido a su alto costo, y para acceder a la
misma por medio de la transferencia y difusión de tecnología.
La búsqueda de socios en este sentido, el considerar la inno-
vación como parte de la estrategia empresarial y la práctica
sistemática de una gestión tecnológica que garantice la pre-
sencia de la PyME en el mercado, tampoco son hábitos muy
difundidos entre nuestros empresarios.

Las dificultades financieras de las PyMEs son un hecho


por todos conocido. El problema de información asimétri-
ca que atañe a los mercados de crédito en general, adquie-
re un mayor peso en el caso de las PyMEs, impactando
negativamente sobre la disponibilidad y el costo del finan-
ciamiento.

59
LAS PYMES ARGENTINAS. MITOS Y REALIDADES.

La falta de información sobre los proyectos de las PyMEs


conduce a que los bancos normalmente perciban a estas
empresas como más riesgosas respecto de las grandes al
momento de analizar el otorgamiento de un crédito. En con-
secuencia, la mayor tasa de interés que los bancos cargan
sobre las PyMEs surge usualmente por un problema de
información. Es decir, las altas tasas no siempre son indica-
tivas de un mayor riesgo de incobrabilidad, sino simplemen-
te de la incompleta información que el banco posee de la
empresa en cuestión.

Por último, a esta serie de problemas deberíamos añadir el


exceso de regulaciones administrativas y de trabas burocrá-
ticas que en muchos casos ha dificultado la creación de nue-
vas empresas y el desarrollo de las ya existentes.

En definitiva, las características distintivas de las PyMEs, en


presencia de mercados imperfectos -poder de mercado, seg-
mentación y distorsión-, determinan costos de transacción
diferenciales entre las empresas pequeñas y grandes, que
afectan su potencial de crecimiento. Muchas de estas fallas
de mercado implican una ventaja para las empresas de
mayor tamaño, por lo que se requiere la intervención del
Estado para reducir las asimetrías y colocar a las PyMEs en
una situación de igualdad de oportunidades respecto de las
grandes.

Por último, es importante destacar que la experiencia inter-


nacional ha demostrado que las PyMEs evidencian una alta
capacidad de respuesta ante políticas de fomento de asocia-
ción y cooperación, de desarrollo tecnológico e innovación,
estrategias de internacionalización, políticas de financia-
miento, beneficios fiscales y programas de compras públicas
y promoción de nuevas empresas y empresarios.

60
FEDERICO POLI

IV. EL ROL DE LAS PYMES EN EL ACTUAL


ESQUEMA ECONÓMICO

Las pequeñas y medianas empresas requieren para su desa-


rrollo tanto de un escenario macroeconómico favorable para
la inversión y la producción, como de instrumentos específi-
cos y una política sostenible que tome como punto de partida
el reconocimiento de sus particularidades.

No es imaginable, y la experiencia así lo ha demostrado, que


programas destinados a las PyMEs puedan por sí solos com-
pensar los efectos negativos de políticas económicas que las
discriminen. Contexto macro apropiado y políticas específicas
son dos condiciones complementarias para el desarrollo de
este segmento de empresas.

Los ´90: una década de ausencias. Durante los años de


convertibilidad el Estado argentino se mantuvo prácticamen-
te al margen de la suerte de los pequeños y medianos empre-
sarios, en el convencimiento de que la estabilización econó-
mica, la apertura externa y el libre mercado garantizarían,
por sí solos, que las empresas desarrollaran al máximo su
potencial.

En este contexto no resultaba preocupante -por el contrario,


era considerado incluso natural- que las empresas que no
pudieran adaptarse a este nuevo entorno desaparecieran,
puesto que ello evidenciaba su incapacidad para desempe-
ñarse en el marco de una economía "moderna y competitiva".
Al mismo tiempo, los elevados y crecientes costos internos de
producción, así como las devaluaciones de muchos países
competidores, generaron una distorsión en los precios relati-
vos de los sectores transables que se tradujo en una fuerte
apreciación de la moneda que provocó importantes pérdidas
de competitividad de la producción nacional, y que afectó
muy particularmente al sector PyME.

61
LAS PYMES ARGENTINAS. MITOS Y REALIDADES.

Desde el Estado se privilegiaron las necesidades y demandas


del sector de las grandes corporaciones, mayormente de capi-
tal extranjero, relegando a un segundo plano el destino de las
empresas argentinas de pequeño y mediano porte. Se alentó
un fuerte proceso de concentración y extranjerización de la
economía, que condujo a un ininterrumpido debilitamiento de
las PyMEs de todos los sectores y regiones del país con gra-
ves secuelas sociales.

Las políticas dirigidas a la pequeña y mediana empresa dise-


ñadas en los años de convertibilidad se caracterizaron por la
falta de definición como política de Estado, la falta de orien-
tación estratégica, la escasa orientación de los programas
públicos a la demanda, y la desconexión de los programas e
instrumentos con las realidades locales y sectoriales específi-
cas (CEPAL, 2003).

El ineficiente diseño de las políticas no fue más que el reflejo


del escaso interés por promover el desarrollo de las capacida-
des competitivas de estas empresas. Pero, incluso, y más allá
de ello, es incrédulo suponer que programas de apoyo a las
PyMEs logren resarcir el daño causado por políticas econó-
micas que no las contemplan. En todo caso, su efecto es sólo
marginal.

La conjunción de un ambiente de negocios anti-competitivo


para las empresas locales, la ausencia de una política indus-
trial coherente de apoyo a las PyMEs y la falta de atención a
los problemas de falta de difusión territorial del desarrollo
económico, dieron lugar a un desmembramiento del tejido
productivo, a grandes disparidades regionales y a una alta
concentración territorial de las actividades económicas, con
los consecuentes efectos adversos sobre el tejido social y eco-
nómico del país.

Revalorización de la pequeña y mediana empresa. El


agotamiento del modelo que se produjo en diciembre de 2001

62
FEDERICO POLI

y el nuevo rumbo de política económica adoptado, abrieron en


el país un nuevo horizonte para las pequeñas y medianas
empresas, en un contexto en que sus proyectos y emprendi-
mientos han vuelto a ser viables. Este cambio significó una
redefinición de las políticas y prioridades del gobierno, con
una fuerte orientación hacia el fortalecimiento de un empre-
sariado nacional competitivo.

El cambio de los precios relativos a partir de la flotación cam-


biaria, permitió el retorno de la rentabilidad al sector indus-
trial y una mejora de la competitividad de los sectores transa-
bles internacionalmente, ya sean exportables o sustitutivos
de importaciones. El desempeño del sector industrial fue
determinante en la recuperación del nivel agregado de acti-
vidad e incluso evidenció las tasas de crecimiento más eleva-
das de la última década.

Además del hecho de abarcar a prácticamente todos los sec-


tores productivos, una de las principales características de
este proceso de recuperación es que está siendo motorizado
por la revitalización de las pequeñas y medianas empresas y
el resurgimiento de emprendimientos en el interior del país.
En efecto, el fuerte incremento de la producción de sectores
tradicionalmente conformados por PyMEs -textil, metalme-
cánica, edición e impresión, etc.- y de las economías regiona-
les -miel, algodón, frutas y hortalizas, entre otros-, evidencia
la gran capacidad de estas empresas para explotar las ven-
tajas relativas que adquirieron a partir de la devaluación,
con una importante participación en el mercado interno
aprovechando el proceso de sustitución de importaciones, e
incrementando su presencia en los mercados externos tanto
en términos de ventas como de número de empresas expor-
tadoras.

A su vez, son también las pequeñas y medianas empresas las


que están liderando la vigorosa recuperación de la inversión,
concretando proyectos para la ampliación de la capacidad

63
LAS PYMES ARGENTINAS. MITOS Y REALIDADES.

instalada a fin de abastecer la mayor demanda -interna y


externa- de sus productos, o para la apertura de nuevas
empresas.

Se trata de un conjunto heterogéneo de empresas -del campo


y la ciudad- que ahora están en condiciones de aprovechar las
ventajas competitivas del país: recursos naturales y capital
humano. Conforman un amplio abanico de actividades, desde
chacareros de la pampa húmeda hasta empresas con capaci-
dad innovadora que ponen en marcha emprendimientos de
confecciones, de diseño, de desarrollo de frutihorticultura, de
alimentos diferenciados, de turismo, de software, etc.
(Gerchunoff y Aguirre, 2004)

Un dato que de alguna manera sintetiza el renacer del peque-


ño empresariado nacional es que hacia fines de 2003 se revir-
tió la tendencia a la destrucción neta de empresas iniciada en
el país varios años atrás. De acuerdo a informes del
Ministerio de Trabajo, en el cuarto trimestre de 2003 el
balance entre nacimientos y cierres fue positivo en 6 mil
empresas -lo que significó el mayor incremento de los últimos
siete años-, 99% de las cuales fueron micro y pequeñas.
Asimismo, en términos de puestos de trabajo, el balance
entre las nuevas empresas creadas y aquéllas que cerraron
fue positivo en más de 50 mil nuevos empleos.

En definitiva, el nuevo rumbo por el que transita la economía


argentina desde el fin de la convertibilidad, significó para las
pequeñas y medianas empresas el inicio de una etapa de
revalorización. En este contexto, la aplicación de políticas de
apoyo a las empresas de menor porte adquiere una significa-
ción y alcance sustancial, ya que por primera vez en años se
encuentran frente a la posibilidad cierta de afianzarse como
el núcleo del tejido productivo argentino, dentro de un esque-
ma que no sólo las incluye sino que las coloca en el centro
mismo de la dinámica de la recuperación.

64
FEDERICO POLI

V. POLÍTICAS PÚBLICAS DE APOYO A LAS PYMES

DISEÑO DE POLÍTICAS A PARTIR DE LA ESPECIFICIDAD PYME

La experiencia internacional muestra un alto grado de con-


vergencia en el enfoque utilizado en el diseño de los instru-
mentos para el desarrollo del pequeño y mediano empresa-
riado. En este enfoque, si bien el mercado ocupa un lugar
importante como mecanismo de asignación de recursos, se
reconoce la necesidad de impulsar una activa participación
del Estado, allí donde la eficiencia de los mercados se ve
mermada, en la definición de los marcos regulatorios en los
que se desenvuelve la actividad empresarial para permitir el
desarrollo sostenido del sector, generando a su vez un impac-
to positivo en el tejido social y el sistema productivo.
(IERAL, 2001)

La estrategia PyME debe ser una política de Estado, enten-


diendo que el desarrollo de este segmento es un proceso de
gran importancia en la construcción de un sistema económi-
co competitivo y que debe ser planteado en un horizonte tem-
poral de largo plazo.

Por otra parte, la impronta del universo PyME debe reflejar-


se en la estrategia de apoyo, es decir, la diversidad y la hete-
rogeneidad del sector (diferencias sectoriales, regionales,
etc.). Distintos criterios para el diseño del sistema de apoyo
deben ser tomados en cuenta de forma tal que permitan refle-
jar, valorizar y respetar las diferencias del segmento: la cons-
trucción de abajo hacia arriba, partiendo de las necesidades
de las empresas beneficiarias, y donde, siempre que sea posi-
ble, el poder de decisión, el diseño y la ejecución deben estar
en el nivel local. (CEPAL, 2003)

La política PyME debe construirse partiendo de la enuncia-


ción de los principios fundamentales que definen la necesidad
y la prioridad de contar con una estrategia a favor de las

65
LAS PYMES ARGENTINAS. MITOS Y REALIDADES.

PyME, y que podemos agrupar en dos grandes frentes: aquél


que se refiere a la restitución del mecanismo de mercado; y,
por otra parte, aquél que enmarca el énfasis puesto en las
nuevas áreas trabajadas en materia de políticas de desarro-
llo empresarial.

De esta manera, el resguardo de la igualdad de oportunida-


des para el pequeño y mediano empresariado, establece la
necesidad de que exista un ambiente, un marco regulatorio, y
una serie de instituciones e instrumentos de apoyo que
garanticen que los emprendedores y sus empresas pequeñas
y medianas puedan desarrollar su actividad en condiciones
de igualdad respecto de otros agentes económicos.

Por otra parte, es menester valorizar el rol social del empren-


dedor, dar impulso a una cultura que lo valore positivamen-
te como sujeto de cambio y que promueva el surgimiento de
nuevos emprendimientos. (CEPAL, 2003)

Es así como la política PyME se conformará por un conjunto


de instituciones, programas e incentivos eficientes, orienta-
dos a mejorar las condiciones endógenas y exógenas de las
pequeñas y medianas empresas para el logro de múltiples
objetivos de carácter más general, tales como la creación de
empleo, el desarrollo de capital humano, la integración y el
desarrollo regional, el incremento de la productividad y la
promoción de la competencia en los mercados.

Finalmente debe señalarse que todas las consideraciones


aquí efectuadas pierden sentido si no existe una alta capaci-
dad de gestión en la administración pública. Sin capacidad de
gestión, los mejores instrumentos carecen de utilidad y razón
de ser, especialmente cuando no se logra la correcta imple-
mentación de los programas concebidos en auxilio del mundo
del pequeño empresariado.

66
FEDERICO POLI

PROGRAMAS DE LA SUBSECRETARÍA PYME Y DESARROLLO


REGIONAL 3

Inspirada en los lineamientos recién expuestos, la


Subsecretaría de la Pequeña y Mediana Empresa y
Desarrollo Regional (SSEPyMEyDR) desarrolla actualmente
una política que tiene presente la importancia cualitativa y
cuantitativa de las pequeñas y medianas empresas en el sis-
tema productivo nacional. La política promovida se orienta
fundamentalmente a eliminar las limitaciones que sufren las
PyMEs, con el objetivo de potenciar todas sus capacidades,
optando por convertir a este núcleo empresario en instru-
mento y objetivo de la política económica.

Las leyes de fomento para las micro, pequeñas y medianas


empresas 4 tienen como objetivo el fortalecimiento competi-
tivo de las MiPyMEs que desarrollen actividades productivas
en el país, mediante la creación de diversos instrumentos con
la finalidad de alcanzar un desarrollo más integrado, equili-
brado, equitativo y eficiente de la estructura productiva.

La tarea de la SSEPyMEyDR desde mediados de 2003 se cen-


tró fundamentalmente en la efectiva puesta en marcha de los
programas allí estipulados y que, si bien datan de los años
1995 y 2000, muchos de ellos nunca habían sido instrumen-
tados. Hacer operativos estos programas requirió realizar
previamente en algunos casos tareas de rediseño, perfeccio-
namiento y difusión, teniendo en gran medida en cuenta las
observaciones y necesidades planteadas por los propios
empresarios.

3 En la Argentina, la oferta de programas orientados a las PyMEs es muy


amplia. Si bien la SSEPyMEyDR no es el único organismo que los ofrece, y
de hecho hay otras instituciones que desarrollan políticas significativas de
estímulo a las PyMEs, por una cuestión de extensión del trabajo se ha deci-
dido acotar el presente estudio a los programas allí promovidos.

4 Ley 24.467 promulgada en marzo de 1995 y Ley 25.300 promulgada en


septiembre de 2000.

67
LAS PYMES ARGENTINAS. MITOS Y REALIDADES.

En términos generales, estos programas aspiran a fortalecer


a las PyMEs en todas las áreas que hacen a su desarrollo,
simplificando el entorno administrativo, alentando su compe-
titividad, propiciando su acceso a los mercados internaciona-
les y superando los obstáculos financieros que les impide su
crecimiento.

Una herramienta clave para el logro de los objetivos de la


SSEPyMEyDR, lo constituye la Red de Agencias de
Desarrollo Productivo. Esta Red contribuye a la integración
regional y sectorial de las pequeñas y medianas empresas y
tiene por objeto promover y desarrollar desde el ámbito local
políticas de apoyo a las empresas para impulsar su creci-
miento y consolidación en todo el territorio nacional.

Los principios básicos que guían la acción de las Agencias,


están en línea con los que rigen las políticas de apoyo a las
PyMEs a escala mundial. Entre ellos se encuentran: (i) la
orientación a la demanda -en el sentido de desarrollar una
acción destinada a relevar y satisfacer las necesidades de las
MiPyMEs-, (ii) la descentralización en la metodología de tra-
bajo, (iii) la asociación entre el sector público y privado, (iv) la
asociatividad institucional, y (v) la cooperación horizontal.

En la práctica, la Red opera como plataforma institucional


que contempla la visión local, desde la cual es posible llevar
adelante la complementariedad estratégica entre los roles de
las dimensiones nacional, provincial y local.

También es importante señalar que la idea de "asociatividad"


es un denominador común de varios programas ofrecidos por
la SSEPyMEyDR, y se orienta a incentivar la cooperación del
tipo PyME - PyME así como PyME - gran empresa.

En el primer caso, la experiencia internacional demuestra


que la creación de mecanismos de cooperación entre PyMEs
que persiguen objetivos comunes, es una estrategia idónea

68
FEDERICO POLI

para obtener ganancias de escala, reducir costos, lograr un


mayor peso específico para interactuar con las empresas de
mayor tamaño y acceder competitivamente a mercados inter-
nacionales. Esta modalidad se ha constituido en muchos
casos en un requisito básico para la supervivencia de las
PyMEs y para el desarrollo de sus ventajas competitivas.

En lo que respecta a la asociatividad PyME - gran empresa,


a partir de la noción de que unas y otras cumplen roles com-
plementarios en el entramado productivo, se alienta a las
empresas de mayor porte a interactuar cooperativamente con
las PyMEs que conforman su cadena de valor (clientas y pro-
veedoras). Numerosas experiencias, tanto en nuestro país
como en el plano internacional, demuestran la importancia
de la cooperación y complementación entre agentes producti-
vos de diferente tamaño, en términos del efecto aprendizaje y
las mejoras en la competitividad obtenidas por las empresas.
A continuación se describen los principales instrumentos que
operan en el ámbito de la SSEPyMEyDR, agrupados según se
trate de programas financieros, programas de promoción del
comercio exterior y programas orientados a capacitación y
asistencia técnica. En cada caso se indican los principales
objetivos que se persiguen.

a. PROGRAMAS DE ASISTENCIA FINANCIERA

A nadie escapa la importancia del crédito para el desarrollo y


expansión de la actividad económica: sin crédito, emprendi-
mientos viables se frustran por la imposibilidad de contar con
los recursos suficientes para encarar inversiones en activos
fijos, financiar el capital de trabajo, exportaciones, etcétera.
Las dificultades de acceso al crédito para las PyMEs no son
exclusivas de la Argentina, y entre sus principales causas se
encuentran:

- La rigidez del mercado financiero para incorporar recursos


de largo plazo a la PyMEs. Mientras que la gran empresa

69
LAS PYMES ARGENTINAS. MITOS Y REALIDADES.

cuenta con mayores posibilidades de acceder a la Bolsa de


Comercio o de captar capitales, la pequeña empresa cuenta
en gran medida con recursos propios y con la financiación
ajena a corto o mediano plazo para financiar su expansión.

- El difícil acceso de las PyMEs a instrumentos alternativos


de financiación de costo inferior a los créditos bancarios.

- Los mayores costos financieros y menores períodos de amor-


tización para las operaciones financieras tradicionales de las
PyMEs. La dificultad de evaluar la viabilidad de los planes de
inversión de las PyMEs se sustituye por la exigencia de
garantía real o personal y/o primas de riesgo adicionales.

Si estos elementos se encuentran presentes en mayor o


menor medida en cualquier parte del mundo, las caracterís-
ticas del sistema financiero argentino configuradas a partir
de mediados de los ´90 operaron como un factor negativo adi-
cional que reforzó estas dificultades. En efecto, el proceso de
concentración y extranjerización ocurrido en aquellos años,
junto a las restrictivas normas de previsión y de calificación
de empresas, castigaron aún más a los pequeños y medianos
empresarios tanto en términos de cantidad de créditos otor-
gados como de las altas tasas de interés aplicadas, lo que con-
tribuyó a reducir notablemente su grado de bancarización5 .

Es en función de estos argumentos que las políticas públicas


dirigidas a solucionar los problemas de acceso al crédito y su
elevado costo ocupa un lugar de gran relevancia en la agenda
gubernamental.

Es importante resaltar que a partir del trabajo conjunto con


pequeños empresarios ha sido factible desarrollar una políti-
ca de financiamiento con una fuerte orientación a la deman-

5 El grado de bancarización se entiende como la proporción de endeuda-


miento con el sistema financiero respecto del pasivo. Mientras en 1994 esta
relación era del 17%, en 2001 sólo llegaba al 7% (Observatorio PyMI, 2003).

70
FEDERICO POLI

da. Los diferentes sectores que componen el tejido PyME


requieren diferentes soluciones financieras, por lo que se han
reorientado varios de los programas vigentes a fin de reflejar
estas particularidades sectoriales.

Del mismo modo, se está promoviendo y alentando el surgi-


miento de nuevos microemprendimientos, no sólo facilitándo-
les los recursos financieros para concretar sus proyectos, sino
proveyéndolos también de las herramientas de capacitación
necesarias para su consecución. Es decir, se les brinda a los
emprendedores -muchos de ellos actualmente desempleados-
un instrumento integral para enfrentar el desafío del "negocio
propio", dentro de un entorno que los valora positivamente.

Los principales instrumentos de estímulo financiero que


actualmente se ofrecen en el ámbito de la SSEPyMEyDR son:

(i) Régimen de bonificación de tasa de interés

El programa presenta una propuesta corporativa que vincu-


la al pequeño empresariado con organizaciones intermedias
del sistema financiero, con el aparato estatal no sólo como
garante sino también como activo instrumento de convocato-
ria.

Esta política, usual en muchos países, consiste en la licitación


entre los bancos de fondos presupuestarios destinados a boni-
ficar la tasa de interés activa para los préstamos a las
PyMEs, adjudicándose los fondos según la menor tasa pro-
puesta. Este tipo de instrumento es muy eficiente porque con
una erogación relativamente pequeña, se obtiene un impacto
amplificado sobre el conjunto del sistema financiero. Al gene-
rar competencia entre las entidades financieras se conforma
una tasa testigo entre las entidades financieras y permite
acelerar el proceso de reducción de las tasas de interés en el
financiamiento de este segmento empresario.

71
LAS PYMES ARGENTINAS. MITOS Y REALIDADES.

Alentados por la alta aceptación que ha tenido la licitación


realizada en agosto de 2003, tanto por parte de las entidades
financieras presentadas como de los pequeños empresarios,
se decidió el lanzamiento de nuevas licitaciones y la amplia-
ción del régimen, incrementando la bonificación de 3 a 8 pun-
tos porcentuales y los recursos totales que el Estado destina
a ello, de 100 millones de pesos a 500 millones de pesos.

Hasta el momento se otorgaron créditos por cerca de 200


millones de pesos bajo este régimen para el financiamiento de
capital de trabajo y la adquisición de bienes de capital de ori-
gen nacional, a una tasa bonificada promedio del 9,6%.

A mediados de 2004, se resolvió aplicar recursos de este pro-


grama para la bonificación de la tasa de interés para créditos
destinados a sectores específicos. En una primera etapa, las
actividades elegidas han sido la forestación, la industria
naval y la investigación y desarrollo. Con respecto a esta últi-
ma actividad, la idea es financiar la etapa de producción en
serie y desarrollo comercial de proyectos innovativos exitosos
de I&D, a fin de dar sustento financiero a las PyMEs innova-
doras que muchas veces tienen que vender a empresas
extranjeras sus desarrollos tecnológicos pues no tienen los
recursos necesarios para llevar adelante los proyectos en la
etapa comercial productiva.

(ii) FONAPyME - Fondo Nacional de Desarrollo


para la Micro, Pequeña y Mediana Empresa

Este instrumento tiene por objeto desarrollar el mercado de


capital de riesgo y brindar financiamiento a mediano y largo
plazo para proyectos de micro, pequeñas y medianas empre-
sas existentes o a ser creadas, o por formas asociativas, que
deseen obtener financiamiento para la realización de inver-
siones que creen o amplíen la capacidad productiva de la
empresa y/o introduzcan nuevos productos, servicios o proce-
sos que mejoren el desarrollo, expansión y crecimiento de

72
FEDERICO POLI

dichas empresas y que contemplen un alto impacto en el


desarrollo regional y generación de empleo.

El FONAPyME fue creado por la Ley 25.300 del año 2000,


pero recién desde el año 2003 se encuentra efectivamente en
funcionamiento. Esta herramienta es particularmente útil
para aquellas empresas que, siendo viables, no pueden acce-
der al sistema financiero, al poner a disposición de los empre-
sarios una línea crediticia de 100 millones de pesos aportados
por el Tesoro que no exige analizar las normas del Banco
Central en materia de previsión y calificación, con tasas muy
bajas (50% de la tasa activa del Banco de la Nación
Argentina) y un menú de garantías que incluye la propia fac-
turación de la empresa y créditos fiscales. También se anali-
za toda garantía que la empresa considere razonable.

Hasta mediados de 2004, se llevan aprobados créditos a 200


empresas por un total que ronda los 20 millones de pesos,
contribuyendo en gran medida a facilitar el proceso de crea-
ción de nuevas pequeñas empresas evidenciado en los últi-
mos tiempos. Alentados por estos resultados, en el año 2004
se decidió impulsar también la presentación de proyectos sec-
toriales, en una primera etapa para los sectores turismo y
acuicultura.

(iii) MyPEs II - Programa Global de Crédito a las


Micro y Pequeñas Empresas

Este programa prevé un total de 200 millones de dólares en


créditos a micro y pequeñas empresas, destinados a prefi-
nanciación y financiación de exportaciones, capital de traba-
jo y adquisición de activos fijos, de los cuales 100 millones
serán financiados por los fondos del Préstamo BID y los 100
millones restantes provendrán de la contraparte local, inte-
grada por las entidades financieras participantes y los apor-
tes de los beneficiarios de los respectivos proyectos.

73
LAS PYMES ARGENTINAS. MITOS Y REALIDADES.

Consciente de la necesidad de fortalecer a la micro y pequeña


empresa y de mantener su fomento en el tiempo, el Estado
Nacional trabajó conjuntamente con el BID en la reformula-
ción de este programa, a fin de adecuarlo al actual contexto
económico - financiero y convertirlo en viable bajo el régimen
monetario - cambiario vigente, dado que, producto de los
cambios acaecidos hacia fines del año 2001, el mismo no
había quedado operativo.

El primer fideicomiso de este programa contará con 85 millo-


nes de dólares (50 millones aportados por el BID y 35 millo-
nes por los bancos Credicoop y Macro-Bansud, adjudicatarios
de la operatoria en una licitación realizada por el BCRA),
destinados a brindar asistencia en dólares a micro y peque-
ñas empresas.

Los fondos de este primer fideicomiso estarán a disposición


para créditos a las MyPEs de hasta un millón de dólares, des-
tinados a capital de trabajo y/o inversiones en activo fijo y
operaciones de comercio exterior (pre y post financiación de
exportaciones).

La puesta en marcha de este programa constituye, sin duda


alguna, una muy importante posibilidad de financiamiento
para las empresas de menor porte y un ejemplo concreto de la
recreación del crédito externo para nuestro país.

(iv) FoMicro - Fondo Nacional para la Creación y


Consolidación de Microemprendimientos

En el año 2003 se puso en marcha el FoMicro, destinado a la


creación de unidades productivas de bienes y/o servicios por
parte de grupos de trabajadores desocupados y subocupados,
y a la consolidación de microemprendimientos existentes.

Este programa, coordinado por el Banco de la Nación


Argentina y la SSEPyMEyDR, tiene por objeto el financia-

74
FEDERICO POLI

miento de proyectos asociativos o individuales y su ejecución


está descentralizada en las Organizaciones Sociales y
Populares, planteando nuevamente un esquema corporativo
tripartito entre el Estado, organizaciones intermediarias de
la sociedad civil y los ciudadanos. Entre las tareas de estas
organizaciones está la de proveer servicios de capacitación,
asistencia técnica y acompañamiento de los emprendedores.
Hasta agosto de 2004, los 400 proyectos aprobados, que invo-
lucran un total de 6,3 millones de pesos, permitieron generar
cerca de 2 mil puestos de trabajo.

(v) Instrumentos para reforzar las garantías

También fue prevista por la Ley 24.467 la creación de


Sociedades de Garantía Recíproca (SGR). Se trata de
sociedades comerciales que tienen por objeto facilitar el acce-
so al crédito de las PyMEs a través del otorgamiento de
garantías para el cumplimiento de sus obligaciones, permi-
tiéndoles garantizar cualquier tipo de compromisos u obliga-
ciones susceptibles de apreciación dineraria. Este sistema
surgió como respuesta a los problemas que deben afrontar las
PyMEs en sus relaciones de negocios con sectores de mayor
tamaño o envergadura.

Teniendo en cuenta la importancia que estas sociedades han


tenido en distintos países del mundo, se está haciendo un
gran esfuerzo por expandirlas en nuestro país. Prueba de ello
es que mientras en el año 2002 sólo existían 9 compañías que
dieron avales por 74 millones de pesos, se estima que en 2004
habrá 20 SGR que otorgarán avales por 250 millones de
pesos.

Estas sociedades, a su vez, necesitan contar con una rease-


guradora, y esa es la función del Fondo de Garantía para
la Micro, Pequeña y Mediana Empresa (FOGAPyME)
creado por la Ley 25.300 y recientemente puesto en marcha.
Su objetivo es redescontar garantías emitidas por las SGR, y

75
LAS PYMES ARGENTINAS. MITOS Y REALIDADES.

ofrecer garantías directas. En el primer caso, se trata de


aumentar la capacidad operativa de las SGR, reduciendo el
monto global de los riesgos cubiertos en forma de avales, para
que puedan otorgar nuevos avales hasta alcanzar nuevamen-
te el monto máximo de su capacidad de responder por los deu-
dores morosos. En el segundo caso, su función es librar
garantías a favor de empresas ubicadas en regiones o en sec-
tores que no estén alcanzadas por la actividad habitual de las
SGR existentes.

(vi) Acceso al mercado de capitales

Con el fin de facilitar el acceso de las pequeñas y medianas


empresas a la utilización de los diversos recursos que ofrece
el mercado de capitales, se han dictado normas para agilizar
y simplificar ese acceso y disminuir los costos implícitos en
esas operatorias.

En ese sentido, a través del Programa de Apoyo a la


Reconversión Empresarial 6, se ha facilitado el acceso de
las PyMEs a la emisión de deuda de corto plazo en la Bolsa
de Comercio. Las empresas pueden acceder al cofinancia-
miento mediante aportes no reembolsables de hasta el 50%
de la inversión en la contratación de servicios profesionales
de asistencia técnica para el desarrollo de las actividades de
emisión.

Adicionalmente, se ha habilitado la posibilidad del descuento


de cheques de pago diferido en la Bolsa de Comercio que, al
reducir el costo de financiamiento de las PyMEs, genera
competencia al sistema financiero. Si bien el sistema aún se
encuentra en etapa de difusión entre los agentes y empresas,
paulatinamente se va formando el mercado para este tipo de
operatoria y los resultados en términos de costo del financia-
miento son muy alentadores.

6 El detalle de este programa se encuentra en la sección dedicada a los


programas de asistencia técnica y capacitación.

76
FEDERICO POLI

b. PROGRAMAS DE ALIENTO A LA
INTERNACIONALIZACIÓN PYME

El perfil de las exportaciones argentinas ha comenzado a evi-


denciar una mayor presencia de exportadores PyME a partir
de la segunda mitad de 2002, un fenómeno observable tanto
en lo que hace al número de firmas como en relación con los
valores comercializados por éstas. No obstante, la cantidad
de empresas PyME con alguna presencia exportadora sigue
siendo limitada al universo total de PyMEs industriales. En
este contexto, generar mecanismos e instrumentos orienta-
dos a impulsar una mejora en la inserción internacional del
universo PyME local, es uno de los desafíos más importantes
que enfrenta nuestra economía de cara a los próximos años;
participación que permitirá a su turno generar un tejido
microeconómico más sustentable, integrado y equitativo.

En este sentido, el Programa de Apoyo a la Primera


Exportación proporciona al empresario que desea iniciarse
en la exportación el apoyo técnico necesario para desarrollar
tareas de diagnóstico, investigación de mercado y promoción
comercial, junto al desarrollo de una visión estratégica de
largo plazo, indispensable para el éxito de este tipo de
emprendimientos. La puesta en marcha de este instrumento
es relativamente nueva y se encuentra en una etapa piloto.
Sin embargo, varias empresas ya han demostrado su interés
por participar del mismo.

Como se señalara anteriormente, la experiencia nacional e


internacional de las décadas recientes muestra con claridad
que en relación con buena parte de los problemas señalados,
la cooperación y articulación de esfuerzos entre empresas
puede contribuir eficazmente a resolver o suavizar tales res-
tricciones.

Precisamente en función de ello, el Programa de Grupos


Exportadores está orientado a impulsar el desarrollo de

77
LAS PYMES ARGENTINAS. MITOS Y REALIDADES.

esquemas asociativos sectoriales entre PyMEs pertenecien-


tes a un mismo sector de actividad o cadena productiva, inte-
resadas en avanzar en la internacionalización de sus activi-
dades a través de instrumentos de cooperación interempre-
sarial.

Existen actualmente en funcionamiento unos 30 grupos


exportadores que reúnen a unas 250 empresas de diversos
sectores. En el año 2003, estas empresas incrementaron un
67% sus exportaciones con relación a 2002 y diversificaron
fuertemente sus colocaciones hacia mercados no tradiciona-
les.

Por otro lado, desde el punto de vista de las grandes empre-


sas industriales, la existencia de una red local de proveedores
y clientes PyMEs con capacidad exportadora puede contri-
buir no sólo a incrementar el alcance de sus posibles activi-
dades, sino también a crear un espacio de interacción cliente
- proveedor capaz de generar múltiples externalidades positi-
vas hacia el conjunto del tejido microeconómico.

En este sentido, a través del Programa de Articulación


Exportadora entre Grandes Empresas y PyMEs
Vinculadas se invita a grandes empresas industriales que
operan en el país a un esfuerzo conjunto y coordinado, orien-
tado a tratar de incorporar, reincorporar o bien fortalecer en
el negocio exportador a un conjunto de PyMEs con capacidad
o potencialidad exportadora. Actualmente están vigentes
acuerdos con las empresas Dupont, Ledesma, Sadesa y
Techint, entre otras, con sus respectivas PyMEs clientes.

En definitiva, los instrumentos orientados a ampliar y mejo-


rar la inserción de las PyMEs en los mercados externos per-
siguen dos objetivos fundamentales. Por un lado, concientizar
a los empresarios sobre el protagonismo de las alianzas coo-
perativas en el rediseño de las estrategias productivas y
comerciales de las empresas, como la mejor respuesta a las

78
FEDERICO POLI

nuevas condiciones de la economía mundial y los nuevos


paradigmas organizacionales.

Por otro lado, se busca promover una inserción dinámica y


diversificada en el comercio mundial y aumentar la capaci-
dad de incorporar mano de obra y difundir productividad en
la sociedad a través de herramientas que permitan mejorar
esa capacidad y revertir los aspectos negativos heredados del
pasado.

Finalmente, y con el objetivo de que las empresas argentinas


puedan acceder y promocionarse en los mercados mundiales,
a través del programa FONPLATA, la SSEPyMEyDR está
trabajando activamente en el relevamiento de PyMEs expor-
tadoras para incluir en el portal ProArgentina.gov.ar.

Este será el primer portal argentino dedicado exclusivamen-


te a la promoción y apoyo de las PyMEs exportadoras de
nuestro país, permitiendo a las empresas contar con una
poderosa herramienta de información y de capacitación. Por
medio de ProArgentina.gov.ar, las PyMEs estarán en condi-
ciones de:

- Publicitar sus productos en forma gratuita en


todo el mundo.
- Participar de los programas de promoción de
exportaciones del FONPLATA.
- Acceder a estudios de mercado en diferentes paí-
ses para sus productos.
- Recibir pedidos de cotización de importadores a
nivel mundial.
- Contar con su propia página web mediante un
software gratuito provisto por ProArgentina.gov.ar.
- Acceder a bases de datos de empresas o provee-
dores de servicios de exportación.

79
LAS PYMES ARGENTINAS. MITOS Y REALIDADES.

- Acceder a listados de importadores a través de


convenios institucionales con las principales cáma-
ras y asociaciones internacionales.
- Formar parte de catálogos digitales a nivel regio-
nal y sectorial.

Se espera que esta iniciativa se convierta en un formidable


medio de comunicación que posibilitará difundir los produc-
tos argentinos al mundo y establecer relaciones comerciales
con los mercados de interés.

c. PROGRAMAS DE ASISTENCIA TÉCNICA Y CAPACITACIÓN

Existe una gran diferencia entre el entorno financiero y de


negocios, por un lado, y el conocimiento, por el otro, como fac-
tores que inciden en el crecimiento de las PyMEs.

La especial naturaleza del conocimiento y el hecho de que,


estando disponible, aún requiera un esfuerzo sustancial por
parte de las empresas para asimilarlo, conduce a poner un
mayor énfasis en los factores que inciden en la demanda de
conocimiento que en los factores del lado de la oferta.

Mientras que en general cualquier PyME puede demandar


un buen entorno de negocios o un crédito, que en principio no
requieren de importantes capacidades para consumir y asi-
milar (cualquiera puede gastar dinero o beneficiarse de regu-
laciones más simples), las actividades de consultoría son
beneficiosas sólo en la medida en que lo sea la capacidad de
las empresas de asimilarlas y de actuar en consecuencia.

Esto conduce a que muchas PyMEs no conozcan la verdadera


naturaleza de sus dificultades, tendiendo usualmente a seña-
lar a las restricciones financieras como su principal problema
cuando en muchos casos éste está relacionado con la falta de
capacidades comerciales, gerenciales y técnicas. Ello puede

80
FEDERICO POLI

desembocar en un círculo vicioso de acciones erróneas a par-


tir de un mal diagnóstico que desemboca inevitablemente en
un -reforzado- pobre desempeño de la empresa.

A fin de evitar estos inconvenientes, diversos instrumentos


de la SSEPyMEyDR buscan facilitar el acceso de los peque-
ños y medianos empresarios a servicios profesionales de asis-
tencia técnica, capacitación y tutoría de proyectos producti-
vos, mejorando la calidad de sus recursos humanos y brin-
dándoles herramientas que les permita conocer mejor el
entorno en que se desenvuelven y, de esa forma, adaptarse y
responder más eficientemente a los cambios que en él se
generan. Estos instrumentos son:

Régimen de Crédito Fiscal para Capacitación. Respalda


económicamente a las micro, pequeñas y medianas empresas
que invierten en la capacitación de sus recursos humanos,
reembolsando los gastos mediante la emisión de un certifica-
do de crédito fiscal endosable, que permite cancelar tributos
nacionales.

Programa Federal de Capacitación y Asistencia


Técnica. Capacita al micro, pequeño y mediano empresario
y su entorno a fin de mejorar su capacidad de gerenciamien-
to y el conocimiento de los mercados; inducir conductas que
den adecuadas respuestas frente a la evolución de los mismos
y estimular el crecimiento sostenido de la productividad y
competitividad. El Programa plantea realizar acciones ten-
dientes a la formalización, reconversión, crecimiento y aso-
ciatividad del empresario MiPyME, como así también alentar
conductas emprendedoras para la creación y desarrollo de
nuevos emprendimientos.

Las actividades se organizan en función de las demandas


regionales, guiando a las Agencias de Desarrollo Regional
con el objetivo de identificar las necesidades de capacitación
que presenten los micro, pequeños y medianos empresarios

81
LAS PYMES ARGENTINAS. MITOS Y REALIDADES.

de cada región. A lo largo de 2003, a través del programa se


desarrollaron cerca de 60 actividades en 46 localidades de 22
provincias, de las que participaron un total de 1.140 empre-
sarios MiPyMEs.

Programa de Apoyo a la Reconversión Empresarial.


Beneficia a las PyMEs cofinanciando hasta el 50% de proyec-
tos de asistencia técnica que incluyan servicios tales como
estudios de mercado externo e interno, desarrollo de nuevos
productos y servicios, ingeniería de infraestructura producti-
va, planes comerciales, certificación de normas de calidad,
etc. Estos estudios deben estar orientados a fortalecer su
competitividad en áreas tales como: proyectos de exportación,
sustitución de importaciones e integración de cadena de valor
con clientes y proveedores, promoviendo la asociatividad
empresaria, potenciando la competitividad e incrementando
su presencia en el mercado.

82
FEDERICO POLI

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84
Las PyMEs y su importancia
para la competitividad
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Gabriel Yoguel

Investigador docente del Instituto de Industria Universidad


de General Sarmiento. Economista Industrial de la UBA.
Instituto de Industrias; UNGS; Littec www.littec.org

85
LAS PYMES ARGENTINAS. MITOS Y REALIDADES.

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GABRIEL YOGUEL

El objetivo de este trabajo es presentar una reflexión sobre el


rol de las PyMEs en una estrategia hacia la competitividad,
dentro del marco de las profundas mutaciones tecnológicas
que caracterizan el escenario actual. En la primera parte se
expone el rol de las PyMEs y su revalorización a partir de la
emergencia de un nuevo paradigma tecnológico intensivo en
información y comunicación que tiene al conocimiento como
factor crucial. Se plantean en forma estilizada las principales
exigencias vinculadas con una nueva concepción de la com-
petitividad que se aleja de las tradicionales, cuyo eje eran las
ventajas comparadas o la dotación factorial. Asimismo, se
analiza el efecto que ha tenido sobre este nuevo emerger de
las PyMEs el haber pasado de la competitividad individual a
otra cuyo eje son las redes y la valorización del territorio y los
sistemas locales. En la segunda parte se presenta en forma
estilizada el impacto de las reformas estructurales sobre la
competitividad de las PyMEs latinoamericanas en la década
de 1990, y se describe el grado de desarrollo de sus compe-

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LAS PYMES ARGENTINAS. MITOS Y REALIDADES.

tencias tecnológicas. Se analiza asimismo en qué medida las


tendencias a la especialización en commodities, en bienes
intensivos en recursos naturales y en maquila acompañan o
no una agenda de desarrollo que permita una fuerte vincula-
ción con el nuevo paradigma tecnológico. En la tercera parte
se reflexiona sobre las principales tendencias internacionales
de apoyo al desarrollo de competencias técnicas de las PyMEs
y se hace una reseña de los elementos ausentes en el caso
latinoamericano. Finalmente, se plantean algunas conclusio-
nes e interrogantes relativos a las posibilidades de que los
países de América Latina puedan adquirir complejidad en su
estructura productiva y hacer que el modelo de desarrollo sea
menos vulnerable.

1. Cambio técnico y nueva visión de la competitividad

Hasta hace algo menos de treinta años, como consecuencia


natural del paradigma tecnológico predominante entre la
segunda posguerra y mediados de los años 70 1, el papel de
las PyMEs en la estructura industrial de los países desarro-
llados era francamente secundario. La asociación positiva
entre el tamaño de la planta y la productividad de la mano de
obra -en un esquema de uso intensivo de la energía- fue el
elemento decisivo que justificó el predominio de las firmas
grandes en la organización de la producción, y el rol marginal
de las PyMEs (Bain, 1956; Kerr et al., 1960; Pratten, 1977;
Shutt y Whittington, 1986; Gatto y Yoguel, 1993).

1 El petróleo era el factor crucial de este paradigma caracterizado por


amplias posibilidades de aplicación, demanda creciente y disminución cre-
ciente del precio unitario de producción (Lastres y Ferraz, 1999). Los princi-
pales rasgos del paradigma fueron los siguientes: (i) producción masiva de
bienes poco diferenciados en series largas, (ii) creación de condiciones socia-
les para su consumo, (iii) aprovechamiento de las economías internas de
escala, (iv) automatización rígida de la línea de producción y (v) existencia
de un espacio de acumulación que giraba, en buena medida, en torno al mer-
cado interno y estaba garantizado por el funcionamiento del estado del bien-
estar (Lipietz 1987; Brusco 1987).

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GABRIEL YOGUEL

En los países en desarrollo, las PyMEs o bien daban empleo


en condiciones de reducida productividad y satisfacían la
demanda de mercados locales protegidos, o bien eran funcio-
nales al modelo de sustitución de importaciones como provee-
doras de empresas multinacionales que comenzaban a pro-
ducir nuevos bienes de consumo, durables y no durables, para
el mercado local y regional.

Las cosas han cambiado drásticamente a partir del nuevo


paradigma intensivo en información y conocimiento.
Metafóricamente, podríamos decir que hemos pasado, como
tendencia, de un mundo intensivo en "átomos" a otro intensi-
vo en "bits". La revolución tecnológica en curso, caracteriza-
da por el predominio de un nuevo factor clave (el conocimien-
to) y por cambios significativos en el transporte, procesa-
miento y almacenamiento de la información 2, da lugar al
fenómeno de la globalización, al regionalismo abierto y a una
nueva concepción de la competitividad en la que "local" y "glo-
bal" no son términos antagónicos. Como consecuencia, se pro-
duce una ruptura de las escalas eficientes de planta (posibili-
dad de eficiencia en series cortas) y de la unidad económica
de análisis (se pasa de la competitividad de firmas indivi-
duales a la competitividad de sistemas territoriales, redes de
producción y sistemas productivos). En este nuevo esquema,
el conocimiento, constituye la llave del desarrollo de ventajas
competitivas y presenta una característica distintiva: su con-
sumo aumenta la producción (Yoguel, 2000). A su vez, la cir-
culación del conocimiento -que constituye una fase importan-

2 A mediados de la década de 1960, después de la invención del circuito inte-


grado, uno de los fundadores de Intel Gordon Moore, propuso la siguiente ley
empírica, conocida como Ley de Moore: el número de transistores por proce-
sador se duplica cada 18 meses. Por ejemplo, el número de transistores de un
chip Intel x86, el más comúnmente utilizado en las PC, pasó de 29 mil en
1978 a 7,5 millones en 1997. La cantidad de transistores da una buena idea
de la capacidad de procesamiento de un chip (o de la capacidad de almace-
namiento de la memoria). Esta ley empírica se ha comprobado en los últimos
35 años, aunque en los últimos tiempos se ha observado que la duplicación
ocurre cada 24 meses (Nemirovsky y Yoguel, 2001).

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LAS PYMES ARGENTINAS. MITOS Y REALIDADES.

te de su producción- depende del grado de desarrollo de clus-


ters y sistemas locales, de la interacción entre universidades
y centros tecnológicos con las empresas, del grado de movili-
dad de los recursos humanos y del predominio de formas
postfordistas de organización del trabajo.

En este nuevo contexto, la tecnología se concibe como un


complejo proceso de generación, circulación y apropiación de
conocimientos no sólo codificados sino también tácitos
(Nonaka y Takeuchi 1995), que va mucho más allá de la
incorporación de máquinas al sistema productivo. Este cono-
cimiento, codificado y tácito, se valoriza cuando se transfor-
ma (Rullani, 2000) a partir de procesos de aprendizaje for-
males e informales (Lundvall, 1992; Johnson y Lundvall,
1994; Lam, 1998; Ducatel, 1998, etc.) que desarrollan los
agentes económicos en su práctica y su interacción producti-
va 3.

La competitividad, por ende, se convierte en un concepto más


complejo, no sólo porque adquieren mayor importancia todos
estos aspectos, sino porque se produce un profundo cambio de
enfoque: ya no se la concibe como la resultante de ventajas
comparadas estáticas y/o de la dotación factorial que tiene un
país ni como un fenómeno exclusivamente vinculado con el
comportamiento individual de los agentes. En esta nueva
concepción en la que las ventajas competitivas no se heredan

3 En un trabajo que fue realmente precursor en este campo, Johnson y


Lundvall plantean una tipología que distingue cuatro tipos de conocimien-
tos, vinculados con su carácter tácito o codificado. Por un lado diferencian
dos tipos de conocimiento codificado: uno que tiene que ver con saber qué
(know what), que se asimila a lo que se puede caracterizar como información
o hechos, y otro, con el saber por qué (know why), que tiene carácter cientí-
fico e implica leyes y movimientos de la naturaleza. Ambos tipos de conoci-
miento pueden adquirirse en el mercado en forma de libros, cursos, bases de
datos, etc. Por otro lado, distinguen dos tipos de conocimiento tácito: uno que
entraña saber cómo (know-how), relativo a las destrezas que se adquieren a
partir de la experiencia, y otro que entraña saber quién (know-who), relati-
vo a los conocimientos desarrollados y mantenidos en una empresa o en gru-
pos de investigación.

90
GABRIEL YOGUEL

sino que pueden crearse y también pueden perderse, los flu-


jos tangibles e intangibles de conocimiento e información
entre las firmas y otros agentes con los que están vinculadas
en su circuito productivo4 adquieren una creciente impor-
tancia. Además, se pasa de una concepción cuyo eje eran las
firmas individuales a otra que involucra fundamentalmente
territorios y redes de empresas (Meyer-Stammer 1999;
Messner, 1995; Poma 2000; Yoguel 2000). Esta resignifica-
ción del territorio, de los sistemas locales y las redes se expli-
ca por el carácter sistémico de la competitividad y por la
naturaleza interactiva de la innovación que está en el centro
de las ventajas competitivas dinámicas (Yoguel 2000).

Asimismo, y debido a la creciente importancia de los flujos de


conocimiento y aprendizaje en la generación de ventajas com-
petitivas de las firmas, aparte del plano microeconómico que
tiene que ver con las conductas de los agentes y la construc-
ción de competencias técnicas y organizativas a lo largo del
tiempo, se comienza a percibir la importancia de los denomi-
nados planos meta y mesoeconómico de la competitividad
(Meyer-Stammer, 1998). El plano metaeconónico abarca la
valorización social de los procesos de aprendizaje, al grado de
cohesión, a la importancia de la memoria colectiva, a la habi-
lidad para formular estrategias y políticas, y a la capacidad
de la sociedad para generar un modelo de desarrollo susten-
table. El plano mesoeconómico involucra cuestiones tales
como (i) el grado de evolución de las instituciones, de la
estructura productiva y de los servicios, (ii) el tipo de regula-
ción de los mercados, (iii) las estrategias de competitividad,
(iv) el nivel de desarrollo de factores como la tecnología, la
educación, los recursos humanos y el medio ambiente y (v) la
importancia alcanzada por las interrelaciones formales e

4 Este conjunto de interacciones se concibe como el entorno productivo de las


firmas (Yoguel et al., 2002), que incluye las interacciones existentes entre las
firmas y los organizadores de las redes a las que pertenecen, así como las
interacciones formales e informales que la firma desarrolla con otras firmas
e instituciones en el territorio o sistema local en el que actúa.

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LAS PYMES ARGENTINAS. MITOS Y REALIDADES.

informales de las firmas con otras empresas e instituciones


que configuran las redes y los territorios en los que desen-
vuelven su actividad productiva.

Este conjunto de transformaciones comienza a erosionar en


buena medida la idea que predominaba antes, según la cual
el conocimiento -básicamente codificado- circulaba en una
sola dirección, desde la oferta de universidades, organismos y
laboratorios de investigación hacia la demanda del sector pri-
vado. La crisis del llamado modelo lineal de innovación da
paso así a un esquema más complejo en el que se comienza a
considerar que los agentes también aprenden y generan cono-
cimiento a partir de sus prácticas productivas y de la recom-
binación del conocimiento codificado y tácito en el seno de las
organizaciones, de las redes y de los sistemas territoriales de
los que forman parte. Esto se manifiesta en nuevos estilos de
vinculación entre los agentes que involucran a las firmas y a
las instituciones. Así, el desarrollo de competencias endóge-
nas individuales a partir de la generación, difusión y trans-
formación de conocimientos codificados y tácitos se convierte
en una pieza clave de la creación de ventajas competitivas
dinámicas, tanto como el desarrollo de nuevas formas de vin-
culación que van más allá de las relaciones exclusivamente
mercantiles (relaciones no precio).

En consecuencia, adquiere más importancia el plano de los


vínculos privados, a través del cual las firmas desarrollan
conocimientos tácitos y codificados más allá de las interrela-
ciones que mantienen con las tradicionales instituciones
generadoras de conocimiento científico y tecnológico. Estos
nuevos procesos de aprendizaje -que se producen en el marco
de la competencia global y están relacionados con la impor-
tancia creciente de los sistemas competitivos que operan en
el ámbito de territorios específicos- se caracterizan además
por la importancia creciente de nuevas instituciones tangi-
bles e intangibles (lenguaje, confianza reciproca, etc.). Por eso
mismo, puesto que se ha comenzado a concebir al lenguaje

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GABRIEL YOGUEL

como una institución virtual, y puesto que coexisten distintos


lenguajes entre los agentes económicos, el aprendizaje y el
desarrollo de competencias exige un proceso de interacción de
lenguajes y se manifiesta a partir de él. Sin embargo, la con-
dición necesaria para que se genere esa interacción es el
desarrollo de funciones de traducción y la emergencia de
agentes traductores que pueden ser espontáneos o creados.
La dinámica generada a partir de esas interacciones puede
aumentar la complejidad del lenguaje y generar por lo tanto
procesos de aprendizaje más virtuosos.

Los cambios tecnológicos en curso se reflejan entonces en


nuevas configuraciones de las actividades económicas que
implican una importancia creciente de los clusters, los siste-
mas locales de innovación, las cadenas de valor (global com-
modity chains) y las tramas productivas (production net-
works). Las nuevas configuraciones que adopta la organiza-
ción de las actividades económicas y el posible peso de las
PyMEs en ellas se conceptualizan de muy diversa forma
(Giuliani, 2002). En algunos casos, se considera que en el
nuevo escenario, las economías de aglomeración generan
efectos derrame (spillovers) y producen un aprendizaje colec-
tivo. Tal es el caso de los estudios sobre distritos industriales
que, desde la tradición marshalliana, ven al cluster como un
laboratorio cognitivo concebido como un bien público que
genera "derrames" de conocimiento (Bellandi, 1989;
Becattini, 1990). Otros enfoques destacan la importancia de
los intercambios informales entre agentes como fuente de
desarrollo de competencias (Camagni, 1991; Capello, 1999).
En tales análisis, el conocimiento deja de ser de un bien
público y pasa a ser un "bien club" (restringido), es decir, algo
que los agentes externos al cluster, el sistema local o la trama
no obtienen con facilidad (Giuliani, 2002). Es interesante
advertir que la participación de las PyMEs en este proceso
requiere como condición necesaria la pertenencia a la red/sis-
tema territorial donde el bien club se genera y circula. Los
trabajos cuyo interés principal son las economías de aglome-

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LAS PYMES ARGENTINAS. MITOS Y REALIDADES.

ración significan un avance porque hacen depender el "derra-


me " de conocimientos cuyo nivel está determinado por los
laboratorios de investigación y desarrollo públicos y privados
localizados en la región (Audrestch, 1998, 1999; Feldman,
1994). El conocimiento deja de ser un bien público o un bien
club puesto que los elementos tácitos fluyen libremente y
cualquier agente puede apropiarse de ellos. Otro grupo de
trabajos diferencia claramente el carácter codificado y tácito
del conocimiento. Para ellos, el conocimiento tácito es contex-
tual e idiosincrásico (Lundvall, Johnson, 2001; Rullani, 2000)
y la firma/red y el territorio son lugares donde se lo deposita
y se lo acumula. Estos autores consideran que es precisa-
mente a partir de la interacción entre el conocimiento tácito,
el contextual y el codificado externo que el proceso de apren-
dizaje es "metabolizado" en firmas, clusters, sistemas locales
y tramas productivas (Nonaka, Takeuchi, 1994; Rullani,
2000), generándose, por lo tanto, ventajas competitivas. En
algunos casos, se considera que existe una división del traba-
jo cognitivo paralela a la división del trabajo productivo, a
partir de la cual se produce una recombinación de conoci-
mientos que da lugar a una nueva fase de conocimiento crea-
tivo (Antonelli, 1999; Gambardella, 2001).

Por último, desde otras visiones, se desarrolla la idea de


comunidad epistémica, entendida como una comunidad de
individuos que comparten un mismo lenguaje codificado no
comprensible para los que no pertenecen a ella. Así, las ven-
tajas competitivas se generarían en grupos "no visibles de
agentes" pertenecientes a redes, territorios o clusters, espa-
cios en los que se concreta o se instrumenta la apropiación del
conocimiento. Según esa perspectiva, lo que aparecería como
tácito puede codificarse para esa comunidad epistémica
mediante reglas no escritas (Cowan, David, Foray; 2000). En
esta concepción, la difusión del conocimiento (pseudotácito y
tácito) generado en esa comunidad epistémica no es libre, y
está sujeta a la apropiación privada. Ejemplo sobresaliente
de estos procesos serían las tramas productivas jerárquicas

94
GABRIEL YOGUEL

(Yoguel et al., 2002) y las cadenas globales gobernadas por


productores o compradores (Gereffi, 2001).

En todos los casos comentados, el conocimiento no constituye


ni un bien de libre apropiación ni tampoco un bien que puede
adquirirse en el mercado. Para apropiarse de él es necesario
formar parte de redes, clusters, comunidades epistémicas y
territorios en los que se desenvuelve el proceso de generación
y circulación del conocimiento. En ausencia de políticas espe-
cíficas, esto constituye una fuerte limitación para las PyMEs.

El conjunto de elementos que se reflejan en estas nuevas


ideas tiene una fuerte incidencia sobre las posibilidades de
las PyMEs en el nuevo escenario y condiciona su rol en un
modelo de desarrollo. Uno de las cuestiones más importantes
es la nueva concepción de competitividad vinculada con el
nuevo paradigma tecnológico. En suma, las ventajas compe-
titivas se pueden crear, son sistémicas y no sólo dependen de
factores macroeconómicos y sectoriales sino, fundamental-
mente, de elementos micro y meso.

Dentro de este contexto general, vuelven a surgir las PyMEs


en la estructura productiva, caracterizada por una fuerte vin-
culación con empresas grandes, redes y sistemas territoria-
les, vinculación que quedó reflejada en la bibliografía espe-
cializada de los años 80 y principios de los 90 (Rothwell y
Zegveld, 1982; Storey, 1986; Gatto y Yoguel, 1993; etc.). Este
fenómeno no se manifestó de una única forma sino que fue
adquiriendo características híbridas que fueron mucho más
allá de las oposiciones binarias tipo jerarquía-mercado,
máquinofactura-sistemafactura, fordismo-postfordismo
(Piore y Sabel, 1984). Por lo tanto, el período que se inicia
podría caracterizarse por la coexistencia de distintas formas
organizativas en una etapa de transición tecnológica 5.

5 Mientras en Japón predominaba la forma de subcontrato contractualizado,


en Estados Unidos y en el Reino Unido, el mayor peso de las PyMEs ...

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LAS PYMES ARGENTINAS. MITOS Y REALIDADES.

La revalorización de las PyMEs

En el nuevo escenario al cual hemos pasado revista, no se


revalorizan las PyMEs en forma aislada sino en el marco de:
(i) la interacción con agentes grandes; (ii) la pertenencia a
redes, clusters y cadenas globales (Gereffi, 2001; Giuliani,
2002; Antonelli, 1999; Gambardella, 2001; Lundvall,
Johnson, 2001; Yoguel et al., 2002); (iii) la pertenencia a sis-
temas territoriales locales (Poma, 2000; Rullani, 2000) y (iv)
su capacidad de participar en la generación de procesos de
aprendizaje.

En ese marco, el grado de éxito de las PyMEs en la estructu-


ra productiva depende de: (i) la generación de competencias
endógenas, especialmente tecnológicas; (ii) la forma en que
ellas se articulan en redes locales y globales; (iii) el grado de
internacionalización que alcanzan, (iv) el grado de articula-
ción con el sistema territorial al que pertenecen y (v) su capa-
cidad de transformar en acciones concretas lo que ponen
sobre el tapete o incorporan a la agenda de debate (lo que
Hirshman denomina "voice").

Por lo tanto, en el camino de la construcción de competencias,


las PyMEs deben llevar a cabo procesos de aprendizaje que,
además de las actividades informales de tipo tácito desarro-
lladas en su interior, exigen desde afuera de la empresa nue-
vos conocimientos, experiencias y saberes codificados y táci-
tos. Esos conocimientos se trasmiten, en general, a partir de
actividades de vinculación externa, de la interacción produc-

5 ... se manifestaba en una fragmentación y descentralización del proceso


productivo de las firmas grandes. Por otra parte, en Italia se combinaba un
renacimiento de las PyMEs cuyo cimiento era la descentralización de la pro-
ducción con formas organizativas post-tayloristas en actividades industria-
les tradicionales; en Alemania predominaban PyMEs independientes con
alta presencia de artesanos y con fuertes relaciones de subcontrato con fir-
mas grandes, y en Francia las empresas pequeñas y medianas hacían su rea-
paricion en estrecha asociación con grandes compañías (Gatto y Yoguel,
1993).

96
GABRIEL YOGUEL

tiva con otros agentes e instituciones, y de la demanda de


actividades de capacitación y consultoría (Boscherini y
Yoguel, 1996; Angelelli et al., 1999). Por lo tanto, en este
nuevo esquema, las empresas necesitan permanentemente
actualizar su acervo de capacidades y competencias a través
de un doble proceso integrado de aprendizaje, interno y exter-
no. La calidad y la magnitud del flujo de nuevos conocimien-
tos incorporados activamente en el proceso productivo y de
gestión condicionan las posibilidades reales de acción en el
mercado.

La experiencia internacional muestra, además, que existe


una vinculación muy fuerte entre la intensificación de la
competencia en el mercado y la necesidad de capacitación y
preparación continuas (Lundvall y Kristensen, 1997) porque
la capacidad de aprender de las organizaciones constituye un
factor clave para la competitividad de los agentes. Sin
embargo, este proceso de capacitación y preparación no se
limita a la mera capacitación formal, sino que involucra pro-
cesos informales que se desarrollan a partir de: (i) la resolu-
ción de problemas en el puesto de trabajo; (ii) las relaciones
interpersonales y (iii) la cooperación y formación de redes
internas de la empresa (Johnson y Lundvall, 1994).

En un contexto en el que predominan la racionalidad acota-


da de los agentes, la información imperfecta, la incertidum-
bre sobre la situación del mercado y la velocidad del cambio
técnico, el desarrollo de los saberes técnicos de las PyMEs y
la posibilidad de que incorporen nuevos conocimientos codifi-
cados y tácitos sufre una influencia intensa de diversos fac-
tores: (i) el particular perfil de las competencias laborales y
de los recursos humanos de los que parten (Novick y Gallart,
1999; Yoguel, 2000); (ii) el grado de pertenencia a redes vir-
tuosas (Gereffi, 2001); (iii) el grado de desarrollo del territo-
rio y del espacio público local (Hirshman, 1995; Poma, 2000;
Rullani, 2000).

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LAS PYMES ARGENTINAS. MITOS Y REALIDADES.

2. Una visión estilizada de las PyMEs latinoamerica-


nas en la década del 90: desafíos competitivos

Dado el peso decisivo que adquieren el conocimiento y la tec-


nología en la generación de ventajas competitivas en el nuevo
escenario internacional, prestaremos especial atención al
tipo de desarrollo alcanzando por las PyMEs en estas cues-
tiones. Por lo tanto, sin desconocer su importancia, dejaremos
de lado otras restricciones endógenas (gestión, cambio gene-
racional, características familiares, etc.) y limitaciones del
marco de negocios que enfrentan las PyMEs (financiamiento,
infraestructura, trabas burocráticas, competencia desleal,
inseguridad jurídica, etc.).

En América Latina, la respuesta de las PyMEs ante el nuevo


escenario fueron muy heterogéneas 6: predominaron las con-
ductas defensivas (firmas de reducida internacionalización,
escasa capacidad de generar procesos de aprendizaje, poco
integradas a redes y a sistemas territoriales): las actividades
de baja productividad absorbieron siete de cada diez trabaja-
dores durante la etapa de expansión que culminó con la cri-
sis asiática" (Ocampo 2001). Por el contrario, el grupo con
conducta más ofensiva (de elevada capacidad tecnológica e
innovativa, internacionalizado, integrado a redes, con capaci-
dad de generar y absorber conocimiento) suele ser minorita-
rio. A su vez, esta heterogeneidad estructural se profundiza
debido al perfil de especialización que predomina en la región
y que se acentúa en la década del 90, cuyos principales ele-
mentos son commodities, bienes intensivos en recursos natu-
rales con escasa transformación y maquila (Perez y Stumpo,
2001). En consecuencia, existe una debilidad notable en los
siguientes aspectos: (i) generación de competencias técnicas

6 Como las firmas actúan con una racionalidad acotada y toman decisiones
con información imperfecta, desde una perspectiva evolutiva el incremento
de la heterogeneidad de respuestas de las PyMEs era de esperar, frente a un
aumento de la incertidumbre ambiental como el que se produjo en AL los
años 90.

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GABRIEL YOGUEL

en empresas e instituciones; (ii) encadenamientos hacia


delante y hacia atrás de las principales redes y (iii) se obser-
va también una tendencia a la fragmentación de los sistemas
territoriales 7. Todo esto se manifiesta en una reducida tasa
de creación de firmas sobre un fondo de gran inestabilidad y
elevada tasa de mortalidad (Castillo et al., 2002) y en un espí-
ritu y capacidad emprendedora significativamente menos
desarrollados que en el sudeste asiático (Kantis, Ishida y
Komori, 2002).

Esta situación contrasta con el rol que tienen las PyMEs en


los países desarrollados y con las políticas de tipo sistémico,
orientadas a aumentar su complejidad, su internacionaliza-
ción y sus posibilidades de generar procesos de aprendizaje en
un marco de pertenencia a redes y a sistemas territoriales.

A su vez, en los años 90, el perfil de especialización producti-


va de América Latina y el de los países desarrollados, en la
mayoría de los casos, mostraron una gran divergencia, cir-
cunstancia que también se manifestó en una vulnerabilidad
mayor de las PyMEs latinoamericanas. Mientras en América
Latina después de las reformas estructurales se ha profundi-
zado el perfil intensivo en maquila, recursos naturales y com-
modities con escasos encadenamientos hacia atrás, en los paí-
ses desarrollados la especialización en bienes diferenciados
intensivos en conocimiento y tecnología se ha intensificado 8.

7 En muchos casos, la apertura sin creación de instituciones destruye el sen-


dero evolutivo construido por sistemas territoriales que ya habían hecho
avances en el desarrollo de procesos de aprendizaje. En esos casos, el com-
promiso (trade-off) entre apertura y clausura se concreta y resuelve en sis-
temas territoriales que pierden su identidad por su excesiva apertura (Poma,
2000).

8 En ese contexto, el caso de Intel en Costa Rica es interesante debido a que


no sigue el patrón predominante de especialización y está más vinculado al
factor clave del nuevo paradigma. En esa dirección, en Vargas y Lindegaard
(2002) se plantean interesantes preguntas acerca del sendero evolutivo de
ese perfil de especialización.

99
LAS PYMES ARGENTINAS. MITOS Y REALIDADES.

Otras manifestaciones de este proceso son la notable diferen-


cia en las tasas de crecimiento, el agravamiento de las condi-
ciones distributivas previas (tendencia a acentuar la dualiza-
ción, fuertes diferencias salariales) y diferencias patentes en
cuanto a la complejidad y el grado de vulnerabilidad de las
estructuras productivas que se han ido generando 9. Así, en
América Latina, suelen aparecer estructuras productivas que
se caracterizan por su escasa complejidad y su elevada vul-
nerabilidad debido a la débil presencia del factor clave del
nuevo paradigma tecnológico: el conocimiento.

Por el contrario, el mayor peso de las PyMEs en los países


desarrollados estuvo acompañado por el desarrollo de una
sociedad más equitativa, con mayor integración social y con
gran desenvolvimiento de lo que se denomina espacio públi-
co, nuevo concepto que engloba al conjunto de agentes e ins-
tituciones privados y estatales, y a sus interrelaciones 10. Al
decir de Ocampo (2001), "el ámbito de lo público debe conce-
birse como el punto de encuentro de los intereses colectivos
más que como un sinónimo de las actividades del estado".

9 Además, durante la década de 1990, la tasa de crecimiento anual prome-


dio de los países latinoamericanos (3,2%) fue significativamente menor que
durante la fase de sustitución de importaciones (5,3%). Estos datos contra-
dicen las tesis fundamentales del Consenso de Washington, según las cuales,
después de las reformas estructurales de primera generación (procesos de
apertura, desregulación de mercados, privatizaciones, etc.) los países de la
región iban a alcanzar tasas de crecimiento significativamente superiores a
las del período previo. Pese a la reducción de la brecha de productividad
entre los países de América Latina y los desarrollados (producto, en algunos
casos, de la sobrevaloración cambiaria), el aumento de la elasticidad ingreso
de las importaciones asociada a una redistribución regresiva del ingreso en
la región explica por qué el modelo con eje en las exportaciones (export led
model) es insuficiente para generar una tasa de crecimiento compatible con
el pleno empleo de recursos. En la mayor parte de los países latinoamerica-
nos el cociente entre el multiplicador tecnológico y la elasticidad ingreso de
las importaciones se ha reducido de 0,43 a 0,22 entre el período previo a las
reformas y el posterior a ellas (Cimoli, 2002).

10 La importancia y extensión del espacio público depende, entre otros aspec-


tos, de la historia previa de las instituciones y de los agentes, y del tipo ...

100
GABRIEL YOGUEL

Una estilización de los problemas tecnológicos de las


PyMEs11

En forma estilizada, las principales debilidades de las PyMEs


desde el punto de vista tecnológico son las siguientes: (i) la
reducida proporción de firmas que alcanzan un nivel elevado
de capacidad innovativa y competencias endógenas; (ii) la
tendencia al autocentrismo que se manifiesta en su escasa
participación en redes globales y en sistemas territoriales
virtuosos; (iii) el carácter poco sistémico de las competencias
generadas por las firmas y (iv) el carácter poco sistémico de
la capacitación y la consultoría.

10 ... de organización socio-económica existente. Dentro de este marco, resul-


ta crucial el grado de complejidad alcanzado por la "sociedad civil", es decir,
el conjunto de las normas y reglas de comportamiento establecidas a lo largo
del tiempo y aceptadas por todos los sujetos, que determinan el funciona-
miento, el alcance y la forma de interacción de los "agentes" y de las "insti-
tuciones" presentes en la sociedad, en particular el mercado. En este senti-
do, se parte del reconocimiento de que el mercado es una construcción social
cuya profundidad depende de la complejidad de la trama de la sociedad civil.
A su vez, se considera que las fallas que presenta el mercado, tanto en su
función asignativa como selectiva de las conductas de los agentes , sufren la
influencia de las imperfecciones existentes en el funcionamiento de la socie-
dad civil. En consecuencia, la política apunta a regenerar la sociedad civil a
partir de una fuerte participación de los agentes e instituciones políticas,
económicas y sociales. Entre las primeras, se destacan la falta de coordina-
ción de la conducta de los agentes y la emergencia de distintos desequilibrios
(desempleo, oferta excedente de fondos prestables, desencuentro entre la
oferta y la demanda de servicios a las firmas, etc.). El segundo tipo de fallas
se manifiesta en que las conductas más innovativas no son necesariamente
las seleccionadas.

11 Si bien muchas de las afirmaciones que se hacen en lo que sigue de este


artículo se sustentan en diversos trabajos de investigación realizados en
Argentina, es interesante señalar que la totalidad de las conclusiones cita-
das correspondían a la década del 90, cuando el caso argentino se considera-
ba exitoso desde la perspectiva de los organismos internacionales. Los
recientes trabajos efectuados por CEPAL en otros países de América Latina
(Perez y Stumpo, 2002) permiten pensar que una parte sustancial de estas
conclusiones podría extrapolarse a las PyMEs de toda la región.

101
LAS PYMES ARGENTINAS. MITOS Y REALIDADES.

Diversos trabajos han puesto de manifiesto las dificultades


que enfrentan las PyMEs en el campo tecnológico. Existe una
proporción muy reducida de firmas con elevada competencia
tecnológica (Milesi, 2000; Yoguel y Rabetino, 2002a y
2002b)12 , la cual, si existe, tiene un carácter poco sistémico.
A esta debilidad de las firmas consideradas en forma indivi-
dual se le suman además problemas tecnológicos en las redes
productivas a las que pertenecen (Albornoz y Yoguel, 2001;
Albornoz et al., 2002, Novick et al., 2001; Yoguel et al., 2000;
Bisang y Gutman, 2001) y en los sistemas locales en los que
actúan (Yoguel y Boscherini, 2001) en todos los cuales el
tamaño se convierte en un factor diferenciador.

Los trabajos mencionados han puesto de manifiesto el debili-


tamiento y/o ruptura de las cadenas productivas, lo que cons-
tituye un elemento limitante para el desarrollo de procesos
de aprendizaje. La asimetría en la dinámica de las firmas de
distinto tamaño y el creciente abastecimiento de partes,
materias primas y subconjuntos o módulos por parte de las
firmas de mayor tamaño se han transformado en factores que
debilitan las cadenas productivas y el desarrollo de procesos
de aprendizaje en red. Esta situación afectó en mayor medi-
da a las PyMEs. En ese contexto, en la mayor parte de las
cadenas productivas industriales no agroalimentarias el
desarrollo de las relaciones "no precio" y la relación de siner-
gias entre los agentes se encuentra debilitados por el elevado
peso de las importaciones de los articuladores de las redes y
de los principales proveedores, por las relaciones radiales
entre los diferentes agentes, por el poco peso de las relaciones
de compraventa entre las proveedoras, por la inexistencia de

12 Por ejemplo: i) sólo el 3% de las PyMEs argentinas de un panel de 250 fir-


mas podían calificarse a fines de los 90 como de elevada capacidad innovati-
va, ii) el 82% de las PyMEs de un panel de alrededor de 1500 firmas de dis-
tinto tamaño pertenecen al estrato de conducta tecnológica más reducida, iii)
la mayor parte de las PyMEs no conoce la oferta de tecnología existente y
sólo los agentes de mayor capacidad innovativa y tecnológica conocen el
menú de la oferta y lo utilizan, lo que constituye otro elemento que aumen-
ta la heterogeneidad intraindustrial.

102
GABRIEL YOGUEL

contratos y por acuerdos de entrega sujetos a constantes


reprogramaciones unilaterales.

Asimismo, los trabajos indican que la asociación entre los dis-


tintos planos que determinan las competencias de los provee-
dores (capacidad innovativa, capacitación y organización del
trabajo) es casi inexistente. Por otra parte, es muy débil la
asociación entre el grado de desarrollo de las competencias de
los proveedores y las vinculaciones formales e informales
entre los proveedores y la firma coordinadora de la red.

A su vez, debido a la menor importancia que tienen los siste-


mas locales virtuosos (fuerte generación y circulación de
conocimiento, importancia de las redes, fortaleza de las insti-
tuciones, predominio del espacio público), existe una asocia-
ción positiva entre el desarrollo del proceso de aprendizaje y
el tamaño de las firmas, lo cual limita, desde luego, la parti-
cipación de las PyMEs 13.

Los trabajos de investigación mencionados también ponen de


manifiesto que la debilidad del desarrollo institucional y del
sendero evolutivo constituye un elemento que determina el
reducido nivel de aprendizaje alcanzado por las firmas. Esta
situación restringe las posibilidades del espacio público para
impulsar los factores que allanan el camino a los procesos de
desarrollo endógeno y la circulación del conocimiento (codifi-
cado y tácito) a partir de prácticas formales e informales de
cooperación y desarrollo de competencias. Así, en los ambien-
tes en los que este desarrollo institucional es limitado, suelen
predominar los factores microeconómicos sobre los del entor-

12 Por el contrario, en los ambientes positivos, las externalidades que se


generan contrarrestan las ventajas competitivas vinculadas con el tamaño.
Sin embargo, la existencia de ambientes positivos no anula las diferencias
evolutivas en el proceso de aprendizaje de los agentes. A pesar de que, en
promedio, la capacidad innovativa de las firmas emplazadas en ambientes
positivos es superior a la de aquéllas que están ubicadas en ambientes nega-
tivos, existen factores microeconómicos que explican las diferencias de capa-
cidad innovativa entre agentes de un mismo ambiente.

103
LAS PYMES ARGENTINAS. MITOS Y REALIDADES.

no en el desarrollo de las competencias de los agentes, lo que


limita mucho el número de agentes que llevan a cabo proce-
sos de aprendizaje importantes. Además, el menor desarrollo
institucional aumenta los umbrales mínimos necesarios para
acceder a la oferta de servicios tecnológicos, lo que incremen-
ta la heterogeneidad estructural.

La desconexión existente entre la política tecnológica y el sis-


tema local y los limitados esfuerzos que se efectúan para
aumentar los umbrales de competencia tecnológica de las fir-
mas constituye otra limitacion para desarrollar procesos de
aprendizaje. Asimismo, en los casos locales virtuosos en los
que se generan externalidades, su aprovechamiento requiere
ciertas competencias mínimas sin las cuales es imposible
complementar el conocimiento faltante, disminuir la incerti-
dumbre dinámica, potenciar los procesos de aprendizaje y
contrarrestar la debilidad de la cultura organizativa. Este
umbral "mínimo" va aumentando al pasar de ambientes con
externalidades positivas a los que se destacan por el predo-
minio de externalidades negativas, que son los más frecuen-
tes en la región. Tal heterogeneidad en los ambientes y la
consiguiente desigualdad en los umbrales mínimos necesa-
rios para participar en el proceso de generación de conoci-
miento dificultan un desarrollo sistémico de competencias
por parte de las firmas.

Asimismo, como era de esperar desde una visión evolucionis-


ta, las diferencias intrasectoriales en los procesos de apren-
dizaje y en el vínculo con las instituciones y programas de
ciencia y tecnología han sido mayores que las diferencias
entre sectores. Las empresas de la región han reaccionado de
manera muy diversa frente a la mayor presión competitiva de
la apertura, generándose así un proceso de gran heterogenei-
dad estructural que va más allá de las diferencias sectoriales,
y que se manifestó en las brechas existentes en los procesos
de aprendizaje14 . A su vez, el vínculo de las firmas con las
instituciones y con los programas de ciencia y tecnología es

104
GABRIEL YOGUEL

muy reducido, lo que pone de manifiesto no sólo problemas de


oferta sino también de demanda. Esto último es una prueba
de la existencia de distintas fallas de mercado en el área de
la tecnología y sugiere, por lo tanto, la necesidad de llevar a
cabo programas de sensibilización importantes. En este
marco, el grado de vinculación con las instituciones y progra-
mas es significativamente mayor entre las firmas de mayor
tamaño y mayor conducta tecnológica. El autofinanciamiento
predominante de las actividades de desarrollo de las firmas
revela la escasa importancia alcanzada por los programas
públicos y constituye un grave problema para un desarrollo
menos incremental de estas actividades. En ese contexto, una

14 En el desarrollo de sus competencias endógenas y activos intangibles, las


PyMEs transitan -con marchas y contramarchas- un sendero que va desde
un extremo negativo, en el cual los agentes no realizan ninguna actividad de
capacitación, consultoría y asesoramiento externo, hasta un extremo positi-
vo minoritario, que comprende a las firmas para las cuales estos servicios
forman parte de las prácticas habituales y están insertos en procesos delibe-
rados de aprendizaje y fortalecimiento competitivo. El recorrido que lleva
desde una posición mayoritaria a otra minoritaria no es un proceso automá-
tico ni simple ni lineal. Muchas firmas se incorporan al mercado de servicios
de asistencia técnica desde la capacitación sin lograr ir más adelante. Uno
de los problemas es que gran parte de los servicios de capacitación ponen el
acento en transmitir conocimientos e información formal sin adecuarse al
estilo de aprendizaje empresario y sin partir de las competencias iniciales de
cada uno. En esos casos, las empresas participan pasivamente del servicio de
capacitación y tienen enorme dificultad para adaptar e incorporar los nuevos
conocimientos a su gestión. Por el lado de la oferta, existe un problema meto-
dológico y dificultades para comprender y reflejar la realidad concreta de las
empresas sin perder rigor teórico. Así, las carencias de capacidad entrañan
potencialidades (habilidades, atributos, saberes) que deben crearse, estimu-
larse, desarrollarse, y que requieren un proceso de tipo acumulativo que
incluye la selectividad del conocimiento aprendido, la desestructuración de
conocimiento previos, la maduración y experimentación de los nuevos sabe-
res, y la combinación de los nuevos conocimientos con los activos intangibles
existentes en la firma, así como su arraigo. El fortalecimiento de las compe-
tencias no se resuelve con una acción, con un evento aislado, con la compra
de un saber. Constituye un proceso de aprendizaje de actividades externas e
internas que implican un período largo. Por eso, muchas PyMEs experimen-
tan cierta frustración en este proceso, en la medida en que los resultados de
la capacitación no se trasladan rápidamente al desempeño o performance de
la firma (Angelelli et al., 1999).

105
LAS PYMES ARGENTINAS. MITOS Y REALIDADES.

proporción significativa de las PyMEs no conocen o bien no


utilizan la oferta tecnológica existente. Finalmente, la inten-
sidad y complejidad de los procesos de capacitación y consul-
toría también son limitadas (Angelelli et al., 1999).

Otro elemento de diagnóstico que debe tenerse en cuenta y


que torna más complejo el diseño de una política tecnológica
orientada a las PyMEs es la existencia de nuevos planos de
relación privado-privado que generan fallas de mercado en el
área de capacitación, consultoría y asistencia tecnológica.
Según lo indican distintos trabajos recientes (Yoguel y Moori-
Koenig, 1999; Angelelli et al., 1999), existen múltiples planos
de vinculación privado-privado que no se toman en cuenta en
el diseño y ejecución de políticas, y que aumentarían su efi-
cacia. Así, las firmas que demandan servicios tecnológicos
(capacitación, consultoría especializada) están influidas por
agentes que no son sujetos de la política, lo que introduce
fallas de mercado y de estado (Angelelli et al., 1999). A su
vez, la existencia de redes e interacciones formales e infor-
males crea otro tipo de problemas, ya que la demanda poten-
cial de los agentes de la red no sólo debería ser evaluada por
las firmas individuales sino también por el articulador de la
trama.

Tomar en cuenta los múltiples planos de interacción privado-


privado permitiría mejorar la eficacia de los programas y,
sobre todo, combinar la perspectiva que tiene como eje la
construcción de un aprendizaje institucional con la perspecti-
va de la demanda.

El escaso eco de las instituciones puede deberse, entre otras


causas, a que no toman este conjunto de factores suficiente-
mente en cuenta.

Los casos exitosos


A pesar de las consideraciones anteriores, puede observarse
un conjunto limitado de experiencias de éxito, de las cuales es

106
GABRIEL YOGUEL

necesario aprender para que puedan generalizarse a toda la


región. Si bien en los años 90 se generaron "empresas de clase
mundial capaces de integrarse exitosamente a la economía
mundial, la ausencia de encadenamientos internos adecua-
dos y/o el predominio de efectos destructivos de la reestruc-
turación productiva y de las estrategias microeconómicas
defensivas puede simplemente acentuar la heterogeneidad
estructural" (Ocampo, 2001).

Así por ejemplo, en México se han observado casos muy inte-


resantes de redes de conocimiento (Casas, 2001) que implican
una fuerte interacción entre empresas e instituciones locales
en el ámbito regional. También en el resto de América Latina
se han advertido PyMEs de conducta exitosa (Peres y
Stumpo, 2002), emplazadas en Chile (Alarcón y Stumpo,
2002), Brasil (Saboia, 2002), Argentina (Moori-Koenig et al.,
2002), México (Garrido, 2002), Costa Rica (Yong Chacón,
2002), Venezuela (Suzzarini, 2002), etc. En el caso argentino,
estudios recientes indican también la existencia de casos exi-
tosos minoritarios en términos de internacionalización
(Moori-Koenig et al., 2001), pertenencia a redes virtuosas
(Albornoz et al., 2002, Yoguel et al., 2002) y a sistemas loca-
les de innovación en los que se genera una intensa circulación
de conocimiento (Yoguel y Lopez, 2001). Casi todos los casos
de éxito que hemos comentado comparten la presencia de
competencias endógenas avanzadas como consecuencia de un
sendero evolutivo virtuoso. En estas firmas, los diversos pla-
nos que determinan las competencias endógenas (capacidad
innovativa, aseguramiento de la calidad, entrenamiento y
capacitación, organización del trabajo, inteligencia comercial)
no sólo alcanzan un nivel elevado sino que están correlacio-
nados. En consecuencia, la sinergia de las competencias
endógenas es intensa.

Los factores exógenos que limitan el desarrollo de


competencias de las PyMEs
Las debilidades existentes en el desarrollo de competencias

107
LAS PYMES ARGENTINAS. MITOS Y REALIDADES.

técnicas de las PyMEs -fundamentalmente las que caracteri-


zamos como resultado de conductas defensivas- dependen a
su vez de factores exógenos, tales como: (i) limitaciones de la
oferta de servicios de capacitación y consultoría; (ii) falta de
un círculo virtuoso que conecte consultoría y capacitación en
el tiempo, a partir de la generación de demandas creciente-
mente complejas y (iii) falta de una articulación efectiva
entre el sistema científico (universidades, centros de investi-
gación, etc.) y el mundo empresario.

En tal sentido, el reto de mayor magnitud para las PyMEs en


el actual contexto consiste en: (i) incorporar, adaptar y desa-
rrollar nuevas tecnologías; (ii) profundizar las actividades de
investigación y desarrollo formales e informales propias (des-
arrollo y mejora de productos, aseguramiento de la calidad,
cambios en la organización y en la vinculación con el merca-
do, etc.); (iii) aumentar la cooperación con instituciones
publicas y/o privadas; (iv) incorporar sistemas de automati-
zación / informatización; (v) acceder a recursos humanos que
les permitan optimizar los procesos productivos y generar
procesos de aprendizaje y (vi) procurar una organización del
trabajo que potencie la generación y circulación del conoci-
miento codificado y tácito que se forma en el proceso produc-
tivo. Sin embargo, alcanzar esos objetivos necesarios en el
actual contexto no es posible sin desarrollar las capacidades
de gestión tecnológica que les permita a las PyMEs vislum-
brar estrategias tecnológicas viables, obtener información
técnica especifica con la celeridad y precisión adecuada, reco-
nocer las necesidades tecnológicas críticas, auditar las tecno-
logías utilizadas para detectar los cambios necesarios y elegir
convenientemente a sus proveedores.

El desarrollo de estos elementos exige modernizar la cultura


empresaria y privilegiar la innovación, lo que requiere a su
vez un proceso de sensibilización previa. Todo lo dicho habla
a las claras de que es imprescindible tomar conciencia acerca
de diversas necesidades imperiosas: la de introducir el tema

108
GABRIEL YOGUEL

de la tecnología en la gestión global de la empresa, la de


advertir la importancia de la cooperación entre empresas e
instituciones y la de establecer modalidades de comunicación
que permitan una interacción mayor entre los agentes para
difundir conocimientos tecnológicos entre ellos e incentivar
así el desarrollo de nuevos empresarios en áreas intensivas
en conocimientos.

Además, para mejorar sus competencias técnicas y poner en


marcha procesos de aprendizaje que les permitan generar
ventajas competitivas dinámicas, las PyMEs necesitan: (i)
una asistencia técnica y una capacitación que partan de sus
competencias técnicas iniciales y de sus necesidades, y que
les permitan profundizar el proceso de aprendizaje y de meta-
bolización de conocimientos que llevan a cabo, (ii) el apoyo de
las instituciones del sistema científico-tecnológico y (iii)
apoyo financiero.

La primera cuestión apunta a la existencia de una potencial


demanda de asesoramiento por parte de las PyMEs, centrada
tanto en "consejos previos" al desarrollo de consultorías como
en el desarrollo efectivo de las mismas, que incluyan: i) con-
sultorías para etapas complejas del desarrollo tecnológico; ii)
mejoras y optimización del proceso de producción; iii) evalua-
ción del grado de eficiencia del proceso productivo en el actual
contexto competitivo; iv) asesoramiento técnico sobre mate-
riales; v) asesoramiento para organizar la producción (equili-
brio de líneas de producción), desarrollo de manuales de pro-
cedimiento acordes a los procesos productivos, mejora de la
organización de la producción (disposición de las máquinas y
las líneas de producción en la planta, es decir todo lo que
inglés abarca el término lay-out), gestión de stocks, etc.); v)
aseguramiento de la calidad, vi) acompañamiento en la bús-
queda de tecnología; vii) reconversión de la firma y viii) bús-
queda de nuevos nichos de mercado y productos.

La segunda cuestión requiere (i) mejorar los mecanismos de

109
LAS PYMES ARGENTINAS. MITOS Y REALIDADES.

vinculación15 ; (ii) mejorar el servicio que los centros tecnoló-


gicos y las universidades prestan a las firmas y aumentar su
difusión, y lograr una mayor descentralización territorial y
operativa16 ; iii) calificar y certificar la oferta de servicios pri-
vados de modo que las empresas puedan minimizar la incer-
tidumbre de la elección de un consultor que lleve a cabo tare-
as de asistencia técnica y capacitación17 .

En suma, el desafío de la región para alcanzar un desa-


rrollo sustentable que incluya a las PyMEs entre sus
agentes clave exige aumentar la complejidad de las
estructuras productivas existentes a partir de:

(i) la generación de redes (clusters, tramas productivas, sis-


temas territoriales) en las que participen las PyMEs en
intensa vinculación con grandes empresas;
(ii) el estímulo al desarrollo de espacios públicos en un senti-
do moderno, a partir de la identificación de los agentes que
tienen lo que Hirshman llama "voice", es decir, capacidad
para incoporar lo que les interesa a la agenda de debate y
ponerlo en juego;
(iii) el fortalecimiento de los sistemas territoriales;
(iv) el aumento de la internacionalización y de la participa-
ción activa en cadenas internacionales;

15 Se trata de una tarea compleja que exige un cambio de los incentivos habi-
tuales en el mundo científico y en las instituciones de apoyo técnico, y el
desarrollo de mecanismos de traducción que permitan poner en contacto el
mundo de las empresas con el de los investigadores y centros de apoyo téc-
nico.

16 Se necesita para ello mayor información y transparencia de la oferta exis-


tente y personal técnico que coordine y pueda traducir las demandas de las
firmas en términos de requerimientos de asistencia técnica y desarrollo.

17 El mercado de consultoría fabril para PyMEs tiene un limitado desarro-


llo: i) las empresas tienen dificultad para diagnosticar sus problemas técni-
cos y precisar sus demandas de asistencia y ii) los oferentes tienen dificulta-
des para tener en cuenta las competencias específicas de las firmas en lugar
de ofrecer "enlatados".

110
GABRIEL YOGUEL

(v) una mejor articulación entre el sistema educativo y el sis-


tema productivo para la generación de competencias;
(vi) el desarrollo de mecanismos de traducción (vinculados
con la complejidad de la tecnología) que establezcan un nexo
entre los distintos lenguajes que se generan en el territorio.

Este proceso no es automático y necesitan que se formulen


acciones de política diferentes de la orientación centrada en
la oferta del período de sustitución de importaciones y distin-
tas también de las políticas con eje exclusivo en la demanda
que caracterizaron la década del 90 a resultas de la influen-
cia de los organismos de financiamiento internacional. El
desafío es estimular la creación de espacios públicos, aumen-
tar la transferencia bidireccional de conocimiento entre el sis-
tema científico-técnico y el mundo de las empresas, encontrar
los agentes dinámicos locales con aptitudes para incoporar a
la agenda de debate los procesos de desarrollo relativos a las
PyMEs y capaces de articularlos (es decir, agentes con "voice"
en el sentido de Hirshman), estimular la formación y el desa-
rrollo de agentes intermediarios (traductores y "gatekee-
pers", o sea agentes capaces de filtrar y regular la difusión de
conocimientos) que hagan posible la circulación de conoci-
miento y los procesos de transferencia.

3. El diseño de políticas y algunas enseñanzas de la


experiencia internacional. Necesidad de incrementar
la complejidad de las estructuras productivas y de
hacer menos vulnerable el modelo de desarrollo

La aparición de las tecnologías de la información y la comu-


nicación (TIC) y el desarrollo de nuevos paradigmas tecnoor-
ganizativos han vuelto mucho más complejo el diseño de la
política tecnológica y la promoción de clusters y redes pro-
ductivas que tengan a las PyMEs como agentes de importan-
cia. Factores tales como la ruptura del modelo lineal de inno-
vación, el paso de la competitividad individual a otra que
engloba redes y territorios, el nuevo plano privado-privado de

111
LAS PYMES ARGENTINAS. MITOS Y REALIDADES.

interacción entre agentes y la creciente importancia del espa-


cio público requieren cambios sustanciales en el enfoque de
las políticas.

La mayor parte de los programas de apoyo a las PyMEs


implementados en países desarrollados, en especial en el
área tecnológica, parten de una visión compleja de la compe-
titividad y la tecnología, a las cuales conciben como un com-
plejo proceso de desarrollo de competencias técnicas y labo-
rales. Parafraseando a Metcalfe (1994), "en un mundo evolu-
tivo, la política tecnológica debe concebirse como política para
una economía experimental".

Así, desde mediados de la década del 80 se observan diversas


experiencias de "intervención" en los países desarrollados
que implican un cambio no sólo con respecto a los modelos
que tenían como eje los "automatismos" vigentes en buena
parte de los 70 y 80, sino también con repecto a los modelos
de intervención vigentes entre la segunda postguerra y
mediados de los 70, época en que el estado y la planificación
indicativa desempeñaban un papel crucial. En Europa, por
ejemplo, se pasó de un enfoque de política centralizado que
tenía como fundamento a la experiencia francesa, en el cual
el estado concentra el diseño y la implementación de la inter-
vención (top-down), a un enfoque descentralizado basado en
la experiencia alemana, que asigna un rol clave a la autori-
dad y a los agentes locales en el marco de una fuerte interac-
ción con las instituciones centrales (bottom-up). Estos enfo-
ques implican varias novedades: una vinculación intensa con
la demanda y los "demandantes" que estaba ausente en el
enfoque desde la oferta, y una creatividad y aprendizaje ins-
titucionales que estaban ausentes en los enfoques centrados
en la demanda y en los mecanismos de asignación a través
del mercado, como la mayoría de los vigentes en los 90 en
América Latina. En estos nuevos enfoques se contempla: i) el
aumento de la heterogeneidad entre sectores y en el seno de
cada uno de ellos y ii) la existencia de información imperfec-

112
GABRIEL YOGUEL

ta, racionalidad acotada e incertidumbre "no modelable" en la


conducta de los agentes.

Un rasgo de los nuevos enfoques es la profunda interrelación


entre el plano estatal y el privado, que se enriquecen con la
participación activa de instituciones locales, universidades,
cámaras empresariales, centros de investigación, centros de
servicios, empresas y agentes financieros. En ese sentido, los
procesos de reconversión de los agentes económicos e institu-
ciones no se conciben como automáticos, y requieren nuevas
formas de intervención "pública" en las que se redefine el rol
del estado y del sector privado, apuntando a articulaciones que
se adapten a los requerimientos específicos de la demanda.

Estas formas de intervención derivan de las nuevas concep-


ciones utilizadas para evaluar la conducta y las reacciones de
los agentes económicos frente a cambios en los incentivos y
las regulaciones, que incluyen entre sus argumentos la diver-
sidad de las respuestas, la información imperfecta, la racio-
nalidad acotada e incertidumbres estratégicas no previsibles.

En términos generales, se produce un tránsito: i) desde una


visión global y nacional a otra específica para los agentes y el
espacio geográfico en el que actúan, ii) desde la esfera públi-
ca al espacio publico, conceptualizado a partir de la interac-
ción estatal-privada y iii) desde un enfoque de oferta a otro
que pone más énfasis en la relación entre los agentes.

Desde esta perspectiva, se admite que tanto los rasgos inicia-


les como su trayectoria histórica (conocimientos y competen-
cias acumuladas) condicionan el menú de reacciones posibles
y el sentido de la intervención. La intervención implica una
construcción institucional que involucra a agentes que no
participaban de los anteriores esquemas de política. Por ello,
en un marco macrorregulatorio claro, la política tiene una
orientación desde abajo hacia arriba (bottom-up), que necesi-
ta, además, un continuo ajuste desde arriba hacia abajo (top-

113
LAS PYMES ARGENTINAS. MITOS Y REALIDADES.

down) para definir el entorno institucional y el marco regula-


torio. Es decir, se trata de un proceso acumulativo en el cual
el gobierno nacional fomenta las experiencias locales y crea
conexiones entre ellas, favoreciendo los vínculos entre agen-
tes locales y estimulando cambios en sus procedimientos y
rutinas tradicionales de interacción. Además, la interacción
"bottom-up/top-down" permite una vinculación con las nece-
sidades de la demanda y una creación institucional. Mientras
que el primer aspecto está ausente en los enfoques desde la
oferta, el segundo está ausente en los enfoques orientados al
mercado, que sólo transitan el tema de la demanda y que se
centran exclusivamente en mecanismos de asignación a tra-
vés del mercado.

Los objetivos fundamentales de la política orientada a las


PyMEs son: (i) mejorar las condiciones micro de generación
de competencias y procesos de aprendizaje; (ii) crear externa-
lidades y amplificarlas mediante la transformación del espa-
cio en el que actúan los agentes; (iii) actuar sobre rutinas y
modalidades de funcionamiento de las firmas e instituciones;
(iv) actuar sobre la articulación de redes y sistemas locales
existentes y desarrollar nuevas redes de firmas e institucio-
nes; (v) fortalecer el sistema local y nacional de innovación y
(vi) mejorar la articulación de las universidades y centros tec-
nológicos con las empresas

En esa dirección, la política tecnológica se orienta a mejorar


las condiciones microeconómicas favorables a la generación
de competencias y procesos de aprendizaje de las empresas,
al desarrollo de redes y de los sistemas locales en los que
actúan. La microeconomía subyacente al espíritu común de la
mayor parte de los programas de apoyo es de carácter sisté-
mico, y el estímulo a las firmas individuales (subsidios, por
ejemplo) se completa (y a veces se reemplaza) con acciones de
política que apuntan a estrechar los vínculos entre las empre-
sas e instituciones y a facilitar (y amplificar) el flujo de cono-
cimiento entre los distintos componentes del sistema produc-

114
GABRIEL YOGUEL

tivo local y del complejo institucional (y en ciertos casos es


reemplazado por esas acciones). Es decir, se trata de crear
externalidades que cambien las rutinas y las modalidades de
funcionamiento de las firmas y de las instituciones de modo
de modificar las relaciones entre éstas y los agentes, con el fin
de que desarrollen las "competencias específicas" necesarias
para generar ventajas competitivas.

Se parte de la idea de que la política tecnológica debe res-


ponder a las necesidades particulares del sistema de produc-
ción local. Es decir, se trata del desarrollo de programas que
permitan aumentar la capacidad de "leer" necesidades.

La coordinación y complementación (concepto de adicionali-


dad) entre los programas de distintos espacios económicos es
otro elemento que debe destacarse: los programas de desa-
rrollo tecnológico regional se vinculan con los nacionales y, en
el caso europeo, estos se complementan con el programa
supranacional de la UE. Se produce así una fuerte sinergia
que se pone de manifiesto en casi todos los casos comentados.

La dimensión "red" de la política es un elemento fundamen-


tal de los programas estudiados. La institución que determi-
na la política tecnológica constituye ella misma un actor den-
tro de las redes de producción. Según esta perspectiva, se
destaca la modalidad de asesorías tecnológicas (Canadá,
Irlanda, Escocia, etc.), que adoptan formas muy diversas
según el caso.

Por último, un rasgo común a todos los planes descriptos es


la importancia que atribuyen a generar y fortalecer el víncu-
lo entre los centros de investigación públicos y de las univer-
sidades con las empresas, lo que permite ampliar concepcio-
nes anteriores y pensar que agentes que no hacen investiga-
ción en forma directa pueden desarrollar innovaciones.
Finalmente, cabe destacar -en especial para el caso argentino-
la experiencia de Irlanda, un país de la UE que hizo frente a

115
LAS PYMES ARGENTINAS. MITOS Y REALIDADES.

un gran proceso de reestructuración y que partió de la necesi-


dad de introducir fuertes cambios tecnológicos que permitie-
ran aumentar la rentabilidad y la posibilidad de desarrollar
nuevos negocios.

En ese contexto, las claves de la política son un conjunto de


elementos portadores de conocimientos codificados y tácitos y
elementos que los vehiculizan: (i) el sistema institucional
(competencia e interacciones); (ii) el entorno productivo de las
firmas; (iii) las tramas, redes y el territorio y (iv) los recursos
humanos y la organización del trabajo.

A su vez, las condiciones de optimalidad de la política son: (i)


la existencia de traductores que conecten y vinculen distintos
lenguajes; (ii) el desarrollo del espacio público y (iii) la inter-
vención, en calidad de construcción institucional, en un
esquema bottom-up/top-down.

Existen por último tres elementos de metapolítica: (i) la nece-


sidad de disponer de financiamiento, (ii) la sensibilización
previa y (iii) la existencia de un espacio de institucionalidad
con descentralización coordinada, es decir de una instancia
de inteligencia que coordine diferentes agencias e institucio-
nes y que desarrolle acciones tales como identificar una
estrategia global de la política, hacer evaluaciones continuas,
identificar los elementos ausentes y redundantes.

Dentro de ese marco general, las políticas apuntan a promo-


ver la formación de clusters de agentes innovadores para
lograr la reorganización de las firmas y definir su especiali-
zación en contextos productivos de cooperación de tipo verti-
cal y horizontal. Este conjunto de acciones favorece el desa-
rrollo de un lenguaje y una base técnica comunes que incen-
tivan la división del trabajo, la especialización y la comple-
mentariedad de los agentes e instituciones y, por lo tanto,
crean las externalidades cruciales para el aumento de la com-
petitividad y para sostener un proceso de crecimiento genui-

116
GABRIEL YOGUEL

no. Además, se apunta a enriquecer el Sistema Nacional de


Innovación, es decir el conjunto de instituciones y agentes
formado por el sistema educativo, los sistemas públicos y pri-
vados de investigación, y de asistencia técnica y capacitación,
el sistema productivo y el conjunto de interrelaciones exis-
tentes entre ellos.

Como este tipo de intervención no es automático, para su


implementación se necesita un profundo conocimiento de las
condiciones específicas de funcionamiento de las áreas, de los
agentes que intervienen, de las problemáticas que enfrentan,
así como una dotación de recursos humanos flexible y de ele-
vada calificación. Los agentes que implementan las políticas
actúan en el ámbito local en los gobiernos y asociaciones
empresarias, en universidades y en centros de servicio. Su
papel es idear las intervenciones locales, negociar su compa-
tibilidad con los objetivos nacionales y vincular a los agentes
económicos con las instituciones que ofrecen servicios a las
empresas, a partir del desarrollo de las funciones de "traduc-
ción" y "decodificación" que explicitan la demanda de los
agentes y la conectan con la oferta.

Una característica común a muchas de estas experiencias es


su carácter flexible, que permite corregir el diseño y la ejecu-
ción de las acciones contempladas inicialmente y modificar el
rol de los agentes involucrados en la implementación. A su
vez, se rescatan los aspectos de diferenciación de los agentes
económicos y la historia tecnoproductiva de cada región. Por
lo tanto, su desarrollo exige especificidad en las acciones y en
las instituciones que las generan, y la existencia de canales
públicos/privados legitimados en el ámbito local. Debido a
esta especificidad, no existen modelos predeterminados de
intervención que puedan reproducirse como una réplica
mecánica en otros contextos productivos y socioculturales.

En este nuevo marco, en el que las interrelaciones publico-


privadas cobran una creciente importancia para el diseño y la

117
LAS PYMES ARGENTINAS. MITOS Y REALIDADES.

ejecución de políticas, la necesidad de coordinar lo estatal y lo


privado es fundamental porque es imprescindible especificar
instrumentos y contenidos en el marco de situaciones mucho
más heterogéneas que en el pasado. A su vez, los nuevos
esquemas de política parten del supuesto -implícito o explíci-
to- de que existen grandes fallas de mercado en las principa-
les áreas de incumbencia de la política orientada a aumentar
las competencias técnicas de las PyMEs: capacitación, con-
sultoría, tecnología 18.

Dificultades para un adecuado diseño de las políticas


Los avances llevados a cabo en los países desarrollados en
cuestión de política para las PyMEs y su claro sesgo hacia el
desarrollo de competencias técnicas proporcionan un intere-
sante conjunto de "avenidas" por las cuales se puede comen-
zar a circular hacia una política con un contenido microeco-
nómico de desarrollo que permita superar la visión de las
ventajas comparativas vigente (especialización según costos
relativos). Sin embargo, el desarrollo de un esquema como el
que se ha planteado exige como condición necesaria una
macroeconomia de desarrollo que permita superar la visión
de "precios correctos" (centrados en el equilibrio fiscal y una
reducida inflación) y que estimule en el mediano plazo una
estrategia de desarrollo que rompa el perfil de especialización
supuestamente más "eficiente" para los países de la región.
Esta macroeconomía no debería tener como único fundamen-
to el ajuste y la estabilidad de las variables monetarias sino,
sobre todo, la estabilidad de las variables reales, nivel de
empleo y nivel de actividad, como elementos que funcionan
en la misma dirección y forman parte de una "estrategia
país". Por el contrario, una macroeconomía cuyo eje es el

18 En primer lugar, existen múltiples planos de vinculación de tipo privado-


privado que deben ser tenidos en cuenta en el diseño de políticas. Esto se
manifiesta en el hecho que, frecuentemente, el que ejerce la demanda no es
el que paga, mientras que el agente que ejerce influencia sobre el deman-
dante no suele ser ni sujeto ni objeto de política. Así, sólo se pueden especi-
ficar bien los instrumentos tomando en cuenta la "voz" de los agentes priva-
dos.

118
GABRIEL YOGUEL

ajuste independiza la tasa de desempleo del nivel de activi-


dad, tiene efectos negativos sobre la distribución del ingreso
y limita las condiciones globales para la generación de una
economía asentada en el conocimiento y el aprendizaje. Sin
querer ahondar en esta cuestión, semejante cambio exige
romper ciertos equilibrios y no supone necesariamente que
las variables fundamentales de la economía estén en equili-
brio. Además, una política macroeconómica debería contra-
pesar el carácter procíclico de los shocks financieros que
acentúan las fases recesivas del ciclo (Ocampo, 2001).

4. A modo de conclusión

En suma, en un marco de i) nuevas tecnologías emergentes,


intensivas en información y comunicación, ii) importancia del
conocimiento como factor competitivo; iii) nuevo rol del terri-
torio y iv) intensificación de los procesos de globalización,
pasar de la competencia entre firmas individuales a la com-
petencia en red refuerza las asimetrías existentes entre los
países desarrollados y los que están en vías de desarrollo y,
sobre todo, aumenta las exigencias para que las PyMEs ten-
gan un desempeño conveniente.

Dentro de este panorama, una de las cuestiones fundamen-


tales es llevar a cabo una construcción institucional con gran
compromiso público y privado que dé lugar al desarrollo de
redes de distinto tipo (horizontales, verticales, gobernadas
por productores o por compradores, autoorganizadas, etc.) y
de sistemas territoriales complejos con distinto grado de inte-
gración al sistema global. Se trata de una construcción que
tenga a las PyMEs como agentes protagónicos pero no consti-
tuya una nueva función de producción, que permita múltiples
equilibrios y grados de libertad y que alcance diversos grados
de desarrollo. En todos los casos, la mayor complejidad y
menor vulnerabilidad será función del grado de eficacia que
alcancen los procesos de generación, intercambio y apropia-
ción de conocimientos codificados y tácitos. Una estrategia de

119
LAS PYMES ARGENTINAS. MITOS Y REALIDADES.

desarrollo de tal tipo requiere trabajar con redes y sistemas


territoriales en las que intervengan las PyMEs de muy diver-
sa forma: (i) internacionalizadas con núcleo local; (ii) inter-
nacionalizadas con núcleo externo, iii) como actoras de un
mercado interno/regional con núcleo local; (iv) como actoras
de un mercado interno con núcleo externo.

Para alcanzar esos objetivos no sólo son decisivas las compe-


tencias endógenas de las empresas e instituciones que perte-
necen a la red y al sistema territorial sino, además, las arti-
culaciones con el sistema local y nacional de innovación. En
tal sentido, el éxito de una estrategia de este tipo no está
determinado solamente por cuestiones de tipo microeconómi-
co. Influyen también factores ubicados en los planos meso,
meta y macroeconómicos. Por consiguiente, las políticas de
competitividad hacia las PyMEs no deberían tener como eje
el tratamiento de firmas individuales sino su funcionalidad
en la red/territorio y en el conjunto de factores de entorno -
ubicados en un plano meso y macro- que limitan el desarrollo
de sus competencias endógenas.

En el caso especial de los países en vías de desarrollo, estos


factores se convierten en elementos limitantes para la evolu-
ción de sistemas competitivos que operen en red con fuerte
presencia de PyMEs19 . Otro elemento es la debilidad o
ausencia de agentes locales organizadores de redes que ten-
gan cierta autonomía relativa con respecto a organizadores
de redes globales gobernadas exógenamente. En este aspecto,
surgen diversos interrogantes que deberían tomarse en cuen-
ta en una política que intente superar con éxito el conjunto de
restricciones y que expondremos brevemente:

19 Al decir de Hirshman (1995), ''uno de los principales problemas no resuel-


tos de la teoría y la práctica políticas de las democracias es cómo mantener
un grado mínimo de espíritu público en la ciudadanía en general y en la
burocracia en particular; cómo evitar lo que Maquiavelo llamó corruzione,
con lo cual no quería decir corrupción o chanchullos, sino la pérdida de espí-
ritu público, la concentración exclusiva del esfuerzo individual en intereses
personales o sectoriales."

120
GABRIEL YOGUEL

(i) ¿En qué condiciones es posible llevar a cabo procesos de


incremento y mejora (upgrading) de las competencias técni-
cas en redes locales y/o sistemas territoriales gobernados por
firmas cuyas matrices no están emplazadas en el interior de
los países de la red? (El caso de Costa Rica y las posibilidades
que brinda la instalación de Intel se orientan en dirección al
desarrollo de proveedores internos.)

(ii) La ausencia de un organizador local de la red con grados


de libertad, ¿constituye una limitación para el aumento de la
competitividad y el desarrollo de derrames que se manifies-
ten en una mayor complejidad y menor vulnerabilidad?

(iii) ¿Es posible plantearse un evolucionismo específico para


países no desarrollados, que tome en cuenta las especificida-
des locales?

(iv) ¿Es posible generar clusters locales globalizados que no


formen parte necesariamente de cadenas globales controla-
das por compradores cuyo centro está en países desarrolla-
dos?

(v) ¿Cuál es la probabilidad de desarrollar procesos de mejo-


ra y actualización (upgrading) en redes comandadas por
organizadores que no coinciden ni económica ni geográfica-
mente con el territorio, en las cuales los eslabones más com-
plejos se subcontratan y/o compran externamente y las deci-
siones de inversión se toman lejos?

(vi) ¿Cómo funcionan los sistemas con escaso espíritu y capa-


cidad emprendedora, elevada informalidad y reducidas com-
petencias endógenas en contextos territoriales deprimidos?
¿Cómo generar en semejante contexto un proceso en el que se
pueda manifestar lo que Hirshman denomina "voice", de
modo de crear condiciones favorables a la apropiación del
conocimiento?

121
LAS PYMES ARGENTINAS. MITOS Y REALIDADES.

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126
LAS "ECONOMIAS DE
AGLOMERACIÒN"
EN LOS MANCHONES
TERRITORIALES-
SECTORIALES DE PyMI

Vicente N. Donato.

Vicente Donato. Director Observatorio PyME. Vicedirector


Universitá degli Studi di Bologna sede de Buenos Aires.

Se agradece la colaboración de Guido Wolman del


Observatorio PyMI y de Christian Haedo de la Universitá di
Bologna en Buenos Aires.

127
LAS PYMES ARGENTINAS. MITOS Y REALIDADES.

128
VICENTE N. DONATO

Introducción

Existe una sola manera de acceder a los beneficios del desa-


rrollo industrial y de la competitividad internacional de un
país, y es a través del acceso de las empresas a los rendi-
mientos crecientes de las economías de escala productiva.

Las economías de escala pueden ser estrictamente "internas"


a la firma, es decir accediendo a una adecuada dimensión del
propio proceso productivo, o "externas" a las empresas, es
decir mediante la participación de la firma en una red de
relaciones y contratos que conforman el propio ambiente pro-
ductivo. Los casos más exitosos de desarrollo industrial se
observan cuando se accede a las economías de escala median-
te una combinación de las dos vías de acceso: una escala
interna adecuada para la función productiva central y, con-
temporáneamente, una red de relaciones externas y contra-
tos que garantiza el adecuado acceso a las todos los recursos

129
LAS PYMES ARGENTINAS. MITOS Y REALIDADES.

productivos necesarios. Esta segunda vía de acceso es popu-


larmente conocida como la vía de las "economías de aglome-
ración".

En el caso de las PyMI, por definición, el acceso a las econo-


mías de escala se logra siempre mediante la inserción pro-
ductiva de la empresa en una red de relaciones externas con
base territorial. Esto es, accediendo a los beneficios de las
"economías de aglomeración. Para comprender adecuada-
mente estos fenómenos hay que destacar que las "propensio-
nes aglomerativas" cambian en función de las características
tecnológicas de los distintos sectores industriales, pero tam-
bién lo hacen en función de las características geográficas,
históricas e idiosincráticas de cada país.

La idea de identificar en Argentina áreas geográficas bien


delimitadas que concentren en su interior una porción muy
importante de la ocupación sectorial, tiene como objetivo
principal identificar territorios productivos con posibilidades
de acceder a los beneficios de los rendimientos crecientes de
escala, externos a la firma, o "economías de aglomeración".
La hipótesis de trabajo es que no será posible lograr un desa-
rrollo internacional competitivo de las PyMI argentinas, sin
una paralela consolidación de sus polos territoriales de agre-
gación natural: la política pública de promoción del desarro-
llo productivo de las empresas menores tiene necesariamen-
te que tener una base territorial1 .

En el presente trabajo se muestra que existen en Argentina


algunas jurisdicciones territoriales del interior del país que
podrían funcionar como base adecuada para el crecimiento de
la competitividad de las PyMI, debido a que en el interior de
las mismas funcionan -aún de manera incipiente-- los meca-
nismos tradicionales de las "economías de aglomeración". El

1 Esta es una de las principales enseñanzas volcadas en la "Carta de las


PyME", que resultó de la Conferencia sobre PyME de la OECD realizada
durante el año 2000 en la Ciudad de Bologna (Italia).

130
VICENTE N. DONATO

tipo de ventajas que se desarrollan en el interior de estas


áreas se basan en los menores costos de acceso a los recursos
productivo y en el mayor y más veloz acceso a la información
técnica y comercial. Dichas ventajas --que en Argentina se
produjeron casi siempre de forma automática y espontánea-
explican gran parte del buen desempeño de estas jurisdiccio-
nes territoriales. Sin embargo, las "ventajas automáticas y
espontáneas" de dichas jurisdicciones territoriales no tuvie-
ron durante las dos últimas décadas la entidad necesaria
como para modificar la histórica tendencia hacia una mayor
concentración territorial de la industria en los centros manu-
factureros tradicionales de Argentina, tales como el Gran
Buenos Aires, Rosario y en menor medida la ciudad de
Córdoba.

La actuación en los territorios antes señalados de una políti-


ca pública orientada a transformar las "ventajas espontáne-
as" en "ventajas construidas", contribuiría contemporánea-
mente a aumentar la competitividad industrial del país y a
mejorar de manera sostenible la distribución espacial de la
actividad manufacturera. La política pública de promoción
industrial tiene entonces necesariamente que partir de aque-
llas jurisdicciones territoriales que mostraron alta especiali-
zación sectorial en un sector de actividad. La alternativa
"voluntarista" de crear artificialmente espacios productivos
donde nada existe, cuesta cara y, lamentablemente, no pro-
duce resultados 2.

Identificar más precisamente los territorios densamente


poblados por PyMI pertenecientes al mismo sector industrial
y conocer más en profundidad los mecanismos de acceso de
estas empresas a las "economías de aglomeración", es uno de

2 " La mejor política regional es la que identifica núcleos de fortaleza secto-


rial y los amplía y refuerza, para fomentar agrupamientos concentrados geo-
gráficamente. Un sector genera una demanda o unos insumos refinados para
otros" (en Porter, M.: La ventaja competitiva de las naciones, pag. 841.
Argentina. Vergara, 1991)

131
LAS PYMES ARGENTINAS. MITOS Y REALIDADES.

los objetivos de la línea de trabajo que se propuso el


Observatorio Permanente de las PyMI, fundado por el Ing.
Roberto Rocca, y cuyos resultados e implicancias se analizan
a lo largo de este artículo.

En el apartado siguiente se describe el marco conceptual que


puede orientar el análisis. Sigue luego una descripción de las
tendencias históricas de la distribución espacial de la activi-
dad industrial en Argentina, con especial atención a las PyMI
y mediante la ilustración de los principales resultados de las
investigaciones del Observatorio PyMI. En el apartado tres se
describe la metodología de identificación de los "Manchones
Territoriales-Sectoriales de PyMI". En el apartado cuatro se
comparan los desempeños de los territorios donde las PyMI
que acceden a los beneficios de las "economías de aglomera-
ción", con los territorios donde las empresas funcionan de
manera aislada. En apartado cinco se describe la demografía
de las PyMI argentinas y sus diferentes modelos territoriales.
Finalmente se incluyen algunas conclusiones.

1. Un marco conceptual

Las investigaciones realizadas en los últimos años en el


campo de la organización industrial, la economía internacio-
nal y la llamada "nueva geografía económica"3 , muestran
claramente que la concentración de empresas en un determi-
nado territorio produce efectos muy positivos sobre las
empresas individuales allí localizadas.

Las concentraciones territoriales de empresas, especialmente


aquéllas conformadas por empresas pertenecientes al mismo
sector industrial, o a sectores verticalmente integrados, pro-

3 Para una síntesis véase Fujita M., Krugman P., Venables A. (1999). The
Spatial Economy; cities, regions and internacional trade, MIT Press.
Krugman, Fujita y Venables. También Porter M (1998) "Clusters and
Competition", en On Competition, Harvard Business Review Book.

132
VICENTE N. DONATO

ducen beneficios que son externos a la misma firma y que


derivan exclusivamente de la específica localización territo-
rial: mayor disponibilidad de mano de obra especializada,
mayor velocidad de circulación de información técnica y
comercial, mayor disponibilidad de servicios de proveedores
sectoriales y, finalmente, del conocimiento que los potencia-
les clientes tienen de la existencia de la concentración terri-
torial de la oferta. Los factores que impulsan la mayor com-
petitividad de estas áreas no son sólo técnicos, sino también
sociales. Algunos mecanismos estudiados por la sociología
productiva dan cuenta de los beneficios para el crecimiento
económico que derivan de los sentimientos de pertenencia y
cohesión de la sociedad local que constituye el ambiente
externo a la empresa individual 4. El conjunto de estos meca-
nismos técnicos y sociales, son referidos en la literatura espe-
cializada como "rendimientos crecientes de escala externos a
las firmas" o más simplemente como "economías de aglome-
ración".

Estadísticamente está demostrado que las concentraciones


territoriales de empresas facilitan el desarrollo y la competi-
tividad de las empresas individuales 5. Pero cómo se explica
la formación inicial de estas concentraciones territoriales de
empresas? La respuesta es importante porque ella nos puede
aclarar sobre las efectivas posibilidades de alentar artificial-
mente, mediante adecuadas políticas públicas, su conforma-
ción y en consecuencia mejorar el rendimiento de las empre-
sas individuales y, por esta vía, la competitividad del conjun-
to del sistema industrial territorial.

4 La referencia es al concepto de "atmósfera industrial" de A. Marshall


(1919), Industry and Trade, Londres, Mac-Millan, y a la línea de investiga-
ción inaugurada por G. Beccattini (1979) "Dal settore industriale al distret-
to industriale. Alcune considerazioni sull'unitá d'indagine dell'economia
industriale" en Rivista di Economia e Politica Industriale, Il Mulino.

5 Para una compilación de los estudios mas interesantes que aportan evi-
dencia sobre esta afirmación, ver los números especiales de Worl
Development, Vol. 23 Nº 1 (1995) y Vol 27, Nº 9 (1999).

133
LAS PYMES ARGENTINAS. MITOS Y REALIDADES.

El principal modelo teórico disponible en la literatura espe-


cializada para estudiar este fenómeno es el llamado modelo
"centro-periferia"6 . El modelo trata de reproducir la dinámi-
ca de la interacción entre la oferta y la demanda industrial
para explicar las decisiones empresarias de localización terri-
torial y el sucesivo devenir de las localizaciones más preferi-
das --que así se transforman en "centro"-- y de las localiza-
ciones menos preferidas --que así se transforman en "perife-
ria"--. Los factores de oferta considerados por el modelo son
las economías de escala, los costos de transporte y la movili-
dad espacial de los trabajadores y del capital. Los factores de
demanda son la magnitud, estabilidad y previsibilidad de la
misma.

El modelo arroja las siguientes previsiones:

1. Cuanto mayores son las economías de escala internas de


las empresas (relevancia de los costos fijos) más fuertes serán
las tendencias aglomerativas; b) cuanto menores los costos de
transporte, más factible será servir cualquier región desde la
localización inicial y por lo tanto menor la fuerza aglomerati-
va (en el caso extremo de los costos de transporte iguales a
cero, la cuestión de la localización sería irrelevante); c) cuan-
to mayor es la participación en el PBI de la industria manu-
facturera no ligada a los recursos naturales de una determi-
nada región, más fuerte será la tendencia aglomerativa. Esta
última causalidad se explica porque si una parte muy impor-
tante de la población y de la actividad económica está ligada
a la agricultura (actividad con localización fija) o a industrias
muy vinculadas a los recursos naturales de un lugar, al dis-
minuir las posibilidades de localizarse libremente también
disminuyen las fuerzas que estimulan la aglomeración. En
síntesis, cuanto menos ligadas a los recursos naturales esté
una determinada industria, más libre podrá será su elección

6 Krugman, P. (1991), Geography and Trade, MIT Press y Krugman, P.


(1996), Development, Geography an Economic Theory, MIT Press.

134
VICENTE N. DONATO

de localización.

En el modelo Krugman hay regiones que pueden tener una


ventaja localizativa "inicial" para constituirse en "centro"
(posición geográfica, recursos naturales, clima, etc.), pero
sucesivamente se pueden desarrollar otras ventajas "deriva-
das" que tienden a consolidar o inclusive ampliar la ventaja
inicial: una región puede atraer nuevas empresas simple-
mente porque en ella ya están localizadas muchas empresas
que se instalaron allí debido a la ventaja inicial. Una de las
principales enseñanzas que se derivan de este modelo es que
es muy difícil desandar las ventajas iniciales y que la "peri-
feria" se transforme mediante mecanismos automáticos de
mercado en el "centro". Al contrario, lo que nos dice el mode-
lo es que los incentivos automáticos del mercado tienden a
consolidar las ventajas del "centro" y perpetuar las diferen-
cias con la "periferia". Sólo acontecimientos extraordinarios,
y en alguna medida difícilmente previsibles, o una explícita
política pública muy bien diseñada y orientada, pueden cam-
biar esta perspectiva. En síntesis, la tendencia natural es
hacia la concentración territorial de la industria y no hacia la
descentralización territorial de la misma.

2. El caso argentino

Las dificultades estructurales para que la "periferia" se


transforme en "centro" en ausencia de una política pública
explícita, fueron descriptas en el caso argentino mediante los
estudios de A. Bunge (1940)7 y A. Ferrer (1963)8. Más
recientemente, y en la misma línea, una investigación9,

7 Bunge, A. (1940). Una nueva Argentina, colección Hispanoamérica, Kraft.

8 Ferrer, A. (1963), La economía argentina, Buenos Aires, Fondo de Cultura


Económica.
9 Donato, V. (2003), "Políticas públicas y localización industrial en
Argentina" en Basevi G., Donato V. y O'Connell A (compilado por), ...

135
LAS PYMES ARGENTINAS. MITOS Y REALIDADES.

muestra que ---después de medio siglo de los estudios de


Bunge y Ferrer--- en los territorios de "nueva industrializa-
ción" de Argentina (es decir aquellos que lograron abandonar
su condición de "periferia") reside hoy apenas el 14% de la
mano de obra industrial argentina, mientras que el 57% resi-
de en los territorios de "antigua industrialización", es decir
aquellos territorios que mostraron ventajas iniciales para
atraer empresas e inversiones.

No es que en Argentina no hubo intentos de política pública


para tratar de favorecer una mayor descentralización territo-
rial de la industria. Al contrario, recorriendo las legislación
argentina de los últimos 40 años se podrá observar la conti-
nuidad de los esfuerzos en este sentido: en 1964 se excluye a
la Capital Federal y al GBA de los beneficios promociónales y
se favorece aquellos sectores que elaboran productos indus-
triales a partir de materias primas regionales. En 1973 se
vuelve a excluir de los beneficios promociónales a la Capital
Federal a todos aquellos territorios situados a menos de
60km de la misma. Más tarde el gobierno militar en 1977 pro-
mueve la descentralización geográfica de la actividades
industriales estimulando, incluso, la descentralización de las
existentes. En general, los incentivos ofrecidos por las políti-
cas de promoción industrial fueron extremadamente costosos
y produjeron un impacto desproporcionadamente bajo10. El
alto costo puede explicarse por las dificultades estructurales
para anular las ventajas "iniciales" del "centro" que se repro-
ducen inercialmente sin cesar a través de los mecanismos
modelizados por Krugman y descriptos como ventajas "deri-
vadas". El bajo impacto, en cambio, debe atribuirse en prin-

9 ... Efectos reales de la integración regional en la Unión Europea y


Mercosur. Editorial de la Universidad de Bologna en Buenos Aires.
10 Véase Aspiazu, D. (1987). La promoción industrial en Argentina, 1973-
1983. Efectos e implicancias. Documento de Trabajo N. 19 de la oficina de
Buenos Aires de la CEPAL, y Consejo Empresarial Mendocino (1999),
Impacto Económico para la Argentina y Mendoza de los Regimenes de
Promoción de las Provincias de San Juan, La Rioja, San Luis y Catamarca.

136
VICENTE N. DONATO

cipio a los errores en el diseño de los instrumentos de promo-


ción. Por ejemplo, a través de la comparación de la evolución
de la estructura sectorial de la industria entre un territorio
industrialmente promovido (San Luis) y un territorio no pro-
movido (Mendoza), se pueden observar los efectos desespe-
cializantes de la política pública de promoción industrial
territorial aplicada en Argentina: mientras que la estructura
productiva de la provincia de Mendoza tendió cada vez más a
una especialización en el sector agroalimenticio, la estructu-
ra productiva de San Luis tendió hacia una mayor diversifi-
cación sectorial 11. La estructura productiva que se creó en
San Luis es tan diversificada que no permite acceder en nin-
guno de los sectores industriales a los beneficios de las eco-
nomías de escala externas a la empresa y por esta razón el
proceso goza de débil sustentabilidad fuera del esquema sub-
sidiado. En cambio, en Mendoza, la ausencia de promoción
industrial obligó a las empresas a explotar las ventajas de la
especialización sectorial confiriéndole a este modelo de desa-
rrollo industrial una mayor sustentabilidad de largo plazo.
En síntesis, dejando de lado el caso de Tierra del Fuego --que
tiene connotaciones del todo especiales por la absoluta inco-
herencia del proyecto12 -- la política de promoción industrial
regional en Argentina no premió la concentración territorial
de empresas de los mismos sectores o de sectores vertical-
mente ligados entre sí, y en consecuencia no favoreció el acce-
so de las empresas subsidiadas a las "economías de aglome-
ración".

Así las ventajas de la localización incentivada por la política


pública no sólo fueron altamente costosas, sino que princi-
palmente no fueron sostenibles en el tiempo. Se demuestra,
en efecto, que el valor del índice de Gini --que se utilizó para
medir la evolución de la concentración territorial de la indus-
tria argentina durante los últimos 40 años-- si bien descendió

11 Vease Donato, V. (2003), Op.cit.


12 Véase Aspiazu Op. Cit.

137
LAS PYMES ARGENTINAS. MITOS Y REALIDADES.

rápidamente durante los años de los grandes incentivos fis-


cales a la descentralización territorial, comenzó a aumentar
rápidamente nuevamente en el mismo momento que el monto
de estos incentivos fiscales tendió disminuir debido a la crisis
fiscal del Estado Nacional.

Concentración territorial - Período 1963-2000 *


(Indice de Gini)

0,88

0,87

0,86

0,85

0,84

0,83

0,82
1963 1974 1985 1994 2000
Censos Económicos
* en
Fuente: Vicente Donato. "Políticas públicas y localización industrial
Argentina" en Giorgio Basevi, Vicente Donato, Arturo O'Connell (comp.)
Efectos Reales de la Integración Regional en la Unión Europea y el
Mercosur. Visiones inter-continentales sobre experiencias intra-continenta-
les. (Argentina, Editorial de la Universitá di Bologna, 2003).

En síntesis, las dificultades estructurales para lograr una


mayor --pero sostenible-- descentralización territorial de la
actividad industrial continuaron vigentes durante los últi-
mos 40 años.

Una mirada hacia las PyMI

Para comprender en profundidad las características distinti-


vas del proceso de concentración territorial de la industria

138
VICENTE N. DONATO

argentina, no es suficiente estudiar la dinámica localizativa


de las más grandes empresas del país. Actualmente, las
empresas más grandes producen bastante menos del 50% del
valor agregado industrial y generan bastante menos del 70%
de la ocupación industrial, variando estas cifras en función de
las cortes dimensionales que se utilicen para caracterizar a
una empresa como grande o pequeña. Como veremos más
adelante, estudiar la lógica de localización y los modelos de
funcionamiento productivo de las pequeñas y medianas
industrias nos ayuda no sólo a ilustrar algunos aspectos des-
conocidos de la historia industrial reciente de Argentina, sino
fundamentalmente a comprender la operatoria de los meca-
nismos a través de los cuales puede lograr sostenibilidad una
política de mayor equilibrio territorial de la industria.

Para ilustrar la lógica de localización y los modelos de orga-


nización productiva de las PyMI argentinas utilizaremos los
resultados obtenidos por las sucesivas investigaciones del
Observatorio PyMI. Es necesario destacar inmediatamente
que los estudios realizados por el Observatorio PyMI, par-
tiendo de la perspectiva analítica descripta en el marco con-
ceptual, utilizan los instrumentos conceptuales de la organi-
zación industrial y metodologías de medición estadística con-
solidadas internacionalmente.

Los resultados y las reflexiones que se presentarán a lo largo


del trabajo pueden resumirse de la siguiente manera:

1. Las concentraciones territoriales-sectoriales de empresas,


especialmente de PyMI, denominadas en Italia "distritos
industriales" y en el mundo anglosajón "clusters", no consti-
tuye una modalidad de organización industrial distintiva de
los países industrialmente avanzados. Las investigaciones
realizadas en todo el mundo, incluyendo Perú, Brasil y
México, han demostrado que las concentraciones territoriales
y sectoriales de PyMI constituyen una modalidad de organi-
zación funcional típica de la industria aún en los países en

139
LAS PYMES ARGENTINAS. MITOS Y REALIDADES.

vías de desarrollo13 . Evocando la irregularidad de los bordes


geográficos de las concentraciones territoriales de empresas,
la existencia de este fenómeno ha sido señalada por el
Observatorio PyMI en Argentina a través de la expresión de
"Manchones Territoriales-Sectoriales de PyMI". La heteroge-
neidad interna de estas formas de organización industrial
son grandes, pero todas ellas pueden definirse sencillamente
de la misma manera: son concentraciones espaciales y secto-
riales de empresas.

2. El mejor desempeño productivo de las PyMI localizadas en


el interior de los "Manchones Territoriales-Sectoriales" con
respecto a las empresas localizadas fuera de los límites de los
mismos, confirman que "adentro" están operando los tradi-
cionales mecanismos de los rendimientos crecientes de esca-
la externos a las empresas pero internos al "Manchón".
Mediante la operación espontánea de los mecanismos de las
"economías de aglomeración", estamos asistiendo en la mayo-
ría de los sectores industriales a un proceso que lleva a una
cada vez mayor concentración territorial de la oferta secto-
rial. La creación neta de empresas y la ocupación industrial
durante toda la segunda mitad de los años '90' tuvo un mejor
desempeño "dentro" de los manchones que "fuera" de ellos.

3. Debido a que algunos de los mas importantes "Manchones


Territoriales- Sectoriales de PyMI" se encuentran localizados
en el interior del país, podría esperarse que la tendencia a
una mayor concentración territorial de la oferta sectorial con-
tribuyera a una mayor descentralización territorial de la
industria, mediante la lenta transformación de alguna de las
"periferias" en "centro". Sin embargo, veremos que los meca-
nismos espontáneos y automáticos que generan las "economí-
as de aglomeración" en los "Manchones Territoriales-
Sectoriales" no fueron suficientes para contrarrestar la ten-

13 Veáse Schmitz H. y Nadvi K. (1999) "clustering and industrialization:


introduction " en World Development, Op.cit. y los estudios compilados

140
VICENTE N. DONATO

dencia histórica hacia una mayor concentración territorial de


la industria. En efecto, los estudios estadísticos demuestran
que la dinámica demográfica de las PyMI en curso implica la
consolidación industrial de los territorios "centrales" caracte-
rizados por una alta presencia de empresas, como el GBA,
Rosario y la ciudad de Córdoba. En conjunto estos tres ras-
gos característicos de la organización territorial de las PyMI,
dan nuevo sustento conceptual y estadístico a la evolución
antes señalada del índice de Gini.

Los hallazgos estadísticos que se presentarán a lo largo del


trabajo muestran que estamos frente a un proceso de consoli-
dación de todos los "centros" a expensas de sus respectivas
"periferias". Este proceso se desarrolla a través de la opera-
ción del mecanismo de los rendimientos crecientes de la esca-
la. La particularidad en el caso de las PyMI es que este meca-
nismo no opera al nivel interno de la planta o establecimiento
industrial ---como en las grandes empresas--, sino a nivel
externo de las empresas pero interno al territorio-sector.

En este contexto, una política pública capaz de incentivar


una descentralización territorial sostenible de la industria,
debería poder transformar las ventajas pasivas generadas
espontáneamente por las "economías de aglomeración" en
ventajas activas construidas a partir de una mayor articula-
ción institucional entre los actores públicos y privados de los
territorios en cuestión. Una política pública orientada a
potenciar las "economías de aglomeración" contribuiría con-
temporáneamente a un mayor equilibrio territorial y al
mismo tiempo a una mayor competitividad internacional de
las PyMI.

3. La identificación de los "Manchones Territoriales-


Sectoriales" de PyMI.

Si bien durante los últimos veinte años la participación de la

141
LAS PYMES ARGENTINAS. MITOS Y REALIDADES.

industria en el total del PBI y de los ocupados industriales en


el total de la ocupación fueron disminuyendo sin pausa en
todo el país, es todavía posible observar importantes diferen-
cias territoriales en el desempeño de la industria manufactu-
rera como así también diferentes modelos territoriales de
organización industrial.

Comparando el desempeño de la industria en cada jurisdic-


ción con la media nacional, podremos observar que ciertos
territorios podrían ser calificados como "industriales en
alza"14 debido a que durante el Censo de 1994 mostraron una
distancia con la media nacional muy superior a la registrada
en el Censo de 1984. Entre los ejemplos más importantes
podemos mencionar los partidos de San Martín y Tres de
Febrero en el Gran Buenos Aires; algunos de los barrios del
Sur de la Capital Federal (Nueva Pompeya, Villa Soldati,
Parque Avellaneda); los partidos de Campana, Pilar y
Escobar en la Provincia de Buenos Aires; los departamentos
de San Justo en Córdoba y Belgrano y Castellanos en Santa
Fe. Otros territorios, en cambio, podrían ser calificados como
"de nueva industrialización", debido a que durante el Censo
de 1994 se colocaron en un nivel de industrialización superior
a la media nacional, mientras que en 1984 se habían coloca-

14 De acuerdo a los trabajos del Observatorio PyMI, podemos utilizar las


siguientes clasificaciones sobre los niveles de industrialización: "Industriales
en alza" son aquellos territorios que fueron clasificados como manufacture-
ros en 1984 y en 1994, pero que durante dicho período aumentaron su dis-
tancia con respecto al promedio nacional. "Industriales en baja" son aquellos
que fueron clasificados como manufactureros en los dos años de referencia,
pero que durante dicho período disminuyeron su distancia con respecto a la
media nacional. "De nueva industrialización" son aquellos que no habiéndo-
se clasificado como manufactureros en 1984, sí lo hicieron en 1994. "En vías
de industrialización" son aquellos que no se clasificaron como manufacture-
ros en ninguno de los años de referencia, pero que durante dicho período se
acercaron a la media nacional. "Desindustrializados" son aquellos que se cla-
sificaron como manufactureros en 1984, pero que no mantuvieron dicha con-
dición en 1994. "No industriales" son aquellos que no se clasificaron como
manufactureros en ninguno de los dos años de referencia, pero que durante
dicho período se alejaron de la media nacional.

142
VICENTE N. DONATO

do por debajo. Entre estos cabe mencionar al partido de San


Nicolás en la Provincia de Buenos Aires; los Departamentos
de Unión y Río Segundo en Córdoba; los Departamentos de
Rawson en San Juan y de Chicligasta en Tucumán. Por últi-
mo, algunos territorios sufrieron un proceso de desindustria-
lización, debido a que en 1994 situaron su nivel de industria-
lización por debajo de la media nacional mientras que en
1984 se había situado por arriba. Sólo para mencionar los
casos principales podemos mencionar a los Partidos de
Berisso, Lobos, Bragado, Chivilcoy y Pergamino en la
Provincia de Buenos Aires; los Departamentos de Rawson en
Chubut; Colón y Santa María en Córdoba; La Paz en Entre
Ríos; El Dorado en Misiones; Gral. Alvear en Mendoza; Tafí
Viejo en Tucumán y El Carmen en Jujuy.

Analizando los diferentes modelos territoriales de organiza-


ción industrial, y concentrando nuestra atención sólo en
aquellos territorios que mostraron un mejor desempeño que
el resto, podemos distinguir entre aquéllos modelos-territorio
cuyo buen desempeño se basó en el liderazgo de grandes
empresas y aquéllos cuyo dinamismo se basó en una gran
cantidad de pequeñas y medianas empresas sin claros lide-
razgos empresariales. Ejemplos del primer modelo de organi-
zación industrial se encuentran en los Partidos de Campana,
Pilar, Escobar y San Nicolás en la Provincia de Buenos Aires;
Rawson en San Juan y Chicligasta en Tucumán. Mientras
que como ejemplo del modelo de organización industrial basa-
do en el dinamismo de las PyMI, podemos mencionar princi-
palmente a San Martín y Tres de Febrero en el GBA; los
barrios del Sur de Capital Federal; los departamentos de San
Justo, Unión y Río Segundo en Córdoba y los de Belgrano y
Unión en Santa Fe.

La identificación de territorios que han basado su buen dese-


mpeño industrial en el dinamismo de las PyMI, tales como los
mencionados apenas arriba, invita a explorar más en profun-
didad las causas del buen desempeño. La pregunta es perti-

143
LAS PYMES ARGENTINAS. MITOS Y REALIDADES.

nente porque, en principio, este modelo de organización


industrial (concentración de PyMI sin liderazgos evidentes)
no beneficiaría de las ventajas estructurales de las grandes
empresas.

Una primera hipótesis de buen desempeño se podría relacio-


nar con el buen desempeño del sector industrial en el que se
clasifican la mayoría de las PyMI localizadas en los territo-
rios virtuosos. Para explorar adecuadamente esta primera
presunción, fue necesario conocer detalladamente la especia-
lización sectorial de las PyMI localizadas en cada una de 520
jurisdicciones político administrativas en que se divide
Argentina y construir un mapa territorial-sectorial de las
PyMI argentinas15 .

Identificar una especialización territorial-sectorial de PyMI


significa identificar todos aquellos subconjuntos de PyMI que
localizadas en un determinado territorio ocupan una propor-
ción de la mano de obra de un sector industrial superior al
que el conjunto de las PyMI ocupan en todo el país 16. Por
ejemplo, si en el Partido de La Matanza de la provincia de
Buenos Aires encontramos que un grupo de PyMI del sector
calzado ocupan una proporción mayor de la mano de obra
industrial PyMI de La Matanza que la que ocupan todas las
PyMI productoras de calzado del país, entonces diremos que
en La Matanza existe un grupo de PyMI especializadas en la
industria del calzado.

15 Observatorio Permanente de las PyMI (1999). El Mapa Territorial-


Sectorial de las PyMIs. IDI-UIA, Buenos Aires.
16 La fórmula del índice LQ utilizado para identificar las "especializaciones
territoriales-sectoriales" de PyMI es la siguiente: (Eij/Ej)/(Ei/E), donde:
E es empleo PyMI a nivel nacional,
Ei empleo PyMI en la rama de actividad i-ésima,
Ej empleo PyMI en la jurisdicción territorial (departamento, partido o dis-
trito escolar) j-ésima,
Eij empleo PyMI en la rama de actividad i-ésima de la jurisdicción territo-
rial j-ésima.
Una jurisdicción territorial se considera especializada cuando el valor del...

144
VICENTE N. DONATO

Los cálculos estadísticos realizados por el Observatorio


PyMI, en base a los datos del Censo de 1994, permitieron
identificar 1474 especializaciones territoriales-sectoriales. Es
decir 1474 grupos de PyMI localizados en los más diversos
territorios y pertenecientes a casi todos los sectores indus-
triales. Es necesario aclarar, que la gran mayoría de estos
grupos de PyMI carecen de significación económica debido a
que están conformados por pocas empresas. Sin embargo,
seleccionando aquéllos con mayor peso económico y mayor
nivel de especialización, podemos obtener una primera lista
de los territorios de localización de estos grupos. En los casos
económicamente más importantes (por el número de empre-
sas y de ocupados) la identificación social entre el grupo de
PyMI especializadas y la comunidad del territorio de locali-
zación de las empresas es casi total. Estamos en el mundo de
Marshall y Beccattini. Para denotar distintivamente este
subgrupo de especializaciones territoriales-sectoriales de
PyMI, utilizamos la denominación "aglomeraciones monosec-
toriales de PyMI.

A su vez las "aglomeraciones monosectoriales de PyMI" loca-


lizadas en jurisdicciones territoriales limítrofes, o en otras
pocas jurisdicciones no limítrofes pero geográficamente bien
identificadas, fueron denominadas "Manchones Territoriales-
Sectoriales de PyMI", evocando los bordes irregulares que
delimitan el fenómeno geográfico en cuestión.

Las 50 principales "aglomeraciones monosectoriales de


PyMI" de Argentina identificadas en 1994 pueden verse en el
siguiente cuadro:
16 ... índice LQ es >= que 1. Para el armado de los "Manchones Territoriales
Sectoriales" se procedió de la siguiente manera: se ponderaron los valores de
los LQ >= 1 por Eij y se seleccionaron aquellas jurisdicciones territoriales en
las cuales los valores del LQ superaron el percentil 20 de cada rama de acti-
vidad (CIIU Rev. 3 a dos dígitos). A estas jurisdicciones territoriales así
seleccionadas, se le agregaron otras jurisdicciones especializadas y contiguas
en las cuales el empleo en la rama de actividad en cuestión representaba al
menos el 20% del empleo industrial de la misma.

145
LAS PYMES ARGENTINAS. MITOS Y REALIDADES.

Ubicación
Provincia Departamento Sector Industrial
1994

1 Mendoza SAN RAFAEL Alimentos y bebidas


2 Buenos Aires GENERAL PUEYRREDON Alimentos y bebidas
3 Chubut RAWSON Productos textiles
4 Entre Ríos PARANA Alimentos y bebidas
5 Capital Federal XII Prendas de vestir
6 Capital Federal II Prendas de vestir
7 Mendoza SAN MARTIN Alimentos y bebidas
8 Mendoza GUAYMALLEN Alimentos y bebidas
9 Mendoza MAIPU Alimentos y bebidas
10 San Juan SARMIENTO Minerales no metálicos
11 Misiones IGUAZU Producción de madera
12 Santa Fe IRIONDO Muebles y otras industrias n.c.p.
13 Buenos Aires PERGAMINO Prendas de vestir
14 Tierra del Fuego RIO GRANDE Aparatos de radio, video y comunicación
15 Entre Ríos FEDERACION Producción de madera
16 GBA GENERAL SAN MARTIN Productos textiles
17 Santa cruz DESEADO Alimentos y bebidas
18 Córdoba COLON Alimentos y bebidas
19 Mendoza GENERAL ALVEAR Alimentos y bebidas
20 Buenos Aires BARTOLOME MITRE Prendas de vestir
21 GBA LANUS Cueros, marroquinería y calzado
22 Formosa PIRANE Muebles y otras industrias n.c.p.
23 La Rioja ARAUCO Alimentos y bebidas
24 Mendoza LUJAN DE CUYO Alimentos y bebidas
25 Santa Fe BELGRANO Maquinaria y equipo n.c.p.
26 Río Negro GENERAL ROCA Alimentos y bebidas
27 Santa Fe SAN CRISTOBAL Alimentos y bebidas
28 Misiones LIB. GRAL. SAN MARTIN Producción de madera
29 Córdoba CAPITAL Automotores y remolques
30 Mendoza SANTA ROSA Alimentos y bebidas
31 Mendoza RIVADAVIA Alimentos y bebidas
32 Salta ORAN Producción de madera
33 Entre Ríos URUGUAY Alimentos y bebidas
34 Mendoza JUNIN Alimentos y bebidas
35 GBA GENERAL SAN MARTIN Caucho y plástico
36 Misiones MONTECARLO Producción de madera
37 Misiones APOSTOLES Alimentos y bebidas
38 Chaco MAYOR L. J. FONTANA Productos textiles
39 Córdoba SAN JUSTO Maquinaria y equipo n.c.p.
40 La Rioja CAPITAL Productos textiles
41 La Rioja CHILECITO Alimentos y bebidas
42 GBA TRES DE FEBRERO Productos elaborados de metal
43 Córdoba GRAL. SAN MARTIN Alimentos y bebidas
44 Entre Ríos DIAMANTE Alimentos y bebidas
45 Mendoza LAVALLE Alimentos y bebidas
46 Salta CAFAYATE Alimentos y bebidas
47 Capital Federal XX Alimentos y bebidas
48 Entre Ríos CONCORDIA Alimentos y bebidas
49 Santa Fe ROSARIO Maquinaria y equipo n.c.p.
50 Entre Ríos COLON Alimentos y bebidas

El ejercicio de identificación de las primeras 50 "aglomeraciones


monosectoriales de PyMI" volvió a repetirse con datos corres-

146
VICENTE N. DONATO

pondientes al año 200017 y los resultados fueron los siguientes:


Ubicación Ubicación
Provincia Departamento Sector Industrial
2000 1994

1 7 Mendoza SAN MARTIN Alimentos y bebidas


2 1 Mendoza SAN RAFAEL Alimentos y bebidas
3 - Misiones ELDORADO Producción de madera
4 5 Capital Federal XII Prendas de vestir
5 - Capital Federal I Impresión y reproducción
6 6 Capital Federal II Prendas de vestir
7 26 Río Negro GENERAL ROCA Alimentos y bebidas
8 2 Buenos Aires GENERAL PUEYRREDON Alimentos y bebidas
9 9 Mendoza MAIPU Alimentos y bebidas
10 36 Misiones MONTECARLO Producción de madera
11 28 Misiones LIB. GRAL. SAN MARTIN Producción de madera
12 3 Chubut RAWSON Productos textiles
13 12 Santa Fe IRIONDO Muebles y otras industrias n.c.p.
14 8 Mendoza GUAYMALLEN Alimentos y bebidas
15 25 Santa Fe BELGRANO Maquinaria y equipo n.c.p.
16 - Capital Federal III Impresión y reproducción
17 15 Entre Ríos FEDERACION Producción de madera
18 31 Mendoza RIVADAVIA Alimentos y bebidas
19 19 Mendoza GENERAL ALVEAR Alimentos y bebidas
20 39 Córdoba SAN JUSTO Maquinaria y equipo n.c.p.
21 11 Misiones IGUAZU Producción de madera
22 - Capital Federal IV Impresión y reproducción
23 20 Buenos Aires BARTOLOME MITRE Prendas de vestir
24 34 Mendoza JUNIN Alimentos y bebidas
25 21 GBA LANUS Cueros, marroquinería y calzado
26 13 Buenos Aires PERGAMINO Prendas de vestir
27 - Misiones CAINGUAS Alimentos y bebidas
28 50 Entre Ríos COLON Alimentos y bebidas
29 29 Córdoba CAPITAL Automotores y remolques
30 35 GBA GENERAL SAN MARTIN Caucho y plástico
31 42 GBA TRES DE FEBRERO Productos elaborados de metal
32 49 Santa Fe ROSARIO Maquinaria y equipo n.c.p.
33 - Corrientes BELLA VISTA Alimentos y bebidas
34 16 GBA GENERAL SAN MARTIN Productos textiles
35 - Córdoba UNION Alimentos y bebidas
36 10 San Juan SARMIENTO Minerales no metálicos
37 - Capital Federal VI Impresión y reproducción
38 - GBA VICENTE LOPEZ Caucho y plástico
39 - Chaco COMANDANTE FERNANDEZ Productos textiles
40 22 Formosa PIRANE Muebles y otras industrias n.c.p.
41 45 Mendoza LAVALLE Alimentos y bebidas
42 23 La Rioja ARAUCO Alimentos y bebidas
43 - Misiones OBERA Alimentos y bebidas
44 - Córdoba RIO CUARTO Alimentos y bebidas
45 - Río Negro BARILOCHE Alimentos y bebidas
46 - Mendoza TUNUYAN Alimentos y bebidas
47 - Capital Federal I Prendas de vestir
48 - Capital Federal V Impresión y reproducción
49 - Mendoza TUPUNGATO Alimentos y bebidas
50 - Buenos Aires OLAVARRIA Minerales no metálicos

17 Observatorio Permanente de las PyMI y Universitá di Bologna. La Nueva


Geografía Industrial Argentina. La distribución territorial y la Especialización
Sectorial de las PyMI en al año 2000. IDI-UIA, 2002. Buenos Aires.

147
LAS PYMES ARGENTINAS. MITOS Y REALIDADES.

A pesar de los grandes cambios económicos acontecidos entre


1994 y 2000, de la comparación de los dos cuadros de "aglo-
meraciones monosectoriales de PyMI", y más allá de algunos
cambios en el ranking, los territorios involucrados son prác-
ticamente los mismos. El significado es claro: el fenómeno al
cual nos estamos refiriendo --y que tiene que ver con las deci-
siones de localización territorial de las empresas-- es un fenó-
meno estructural de largo período, y no de coyuntura sujeto a
rápidos cambios.

Por su peso económico, por su conformación organizativa y


por su significación social en el territorio de localización, las
"aglomeraciones monosectoriales de PyMI" y los "Manchones
Territoriales-Sectoriales de PyMI" constituyen el mismo obje-
to descrito en Italia como "distritos industriales" y en el
mundo anglosajón como "clusters".

4. PyMI territorialmente "aglomeradas" versus PyMI


territorialmente "aisladas"

Luego de haber identificado precisamente las "aglomeracio-


nes monosectoriales de PyMI" y los "Manchones
Territoriales-Sectoriales" estamos ahora en mejores condicio-
nes para responder la pregunta formulada en el apartado
anterior: puede atribuirse al buen desempeño sectorial el
buen desempeño de los territorios donde se localizan grupos
de PyMI especializadas en dicho sector?

Utilizando la ocupación industrial como un indicador del peso


productivo de cada uno de los "Manchones "en la oferta pro-
ductiva nacional de cada sector, puede verificarse que los
"Manchones Territoriales de PyMI" concentran en su territo-
rio una parte muy significativa de producción nacional del
respectivo sector industrial. En el cuadro adjunto puede
verse que en la mayoría de los casos la participación del
"Manchón" supera el 30%. En el mismo cuadro puede verse,

148
VICENTE N. DONATO

además, que entre 1994 y 2000, salvo en dos casos significa-


tivos (productos de pescado y caucho y plástico), dicha parti-
cipación se mantuvo igual en un solo caso (muebles y sus par-
tes) y aumentó los restantes 9 casos.
Participación de los ocupados del
sector del manchón en el total de
ocupados del sector a nivel nacional
Sector Industrial (en %)

Año 1994 Año 2000

Productos lácteos 39 40
Productos de pescado 93 87
Vinos y conservas de frutas y verduras 67 76
Total alimentos y bebidas 50 50
Productos de tabaco 59 90
Productos textiles 54 59
Prendas de vestir 49 53
Cueros, marroquinería y calzado 47 50
Producción de madera 29 40
Productos de papel 51 54
Impresión y reproducción 37 39
Coque, refinación de petróleo 0 13
Sustancias y productos químicos 56 59
Caucho y plástico 56 56
Minerales no metálicos 31 42
Metales comunes, industria básica 58 58
Productos elaborados de metal 62 66
Maquinaria y equipo n.c.p. 48 55
Maquinaria de oficia e informática 37 57
Maquinaria y aparatos eléctricos 58 64
Aparatos de radio, video y comunicación 19 29
Instrumental médico y de precisión 55 65
Automotores y remolques 56 62
Otros Equipos de transporte 37 40
Muebles y otras industrias n.c.p. 44 49

La razón de este aumento en la participación es estadística-


mente simple: el desempeño productivo -medido por el buen
desempeño ocupacional- de las PyMI localizadas en el
"Manchón" fue, en 9 de los 12 casos estudiados, muy superior
al desempeño de las empresas del mismo sector localizadas
fuera del "Manchón". Recordando la metodología de identifi-
cación de las "especializaciones territoriales-sectoriales", y en
base a ella, de identificación de las "aglomeraciones mono-

149
LAS PYMES ARGENTINAS. MITOS Y REALIDADES.

sectoriales" y de los "Manchones", comprendemos que las


PyMI que se localizan fuera de su correspondiente
"Manchón" son empresas que desarrollan sus actividades en
territorios no caracterizados por la abundancia de PyMI de
su mismo sector. Podemos decir que son empresas que desa-
rrollan sus actividades productivas de manera "aislada". Por
el contrario, las PyMI localizadas en su correspondiente
"Manchón" sectorial desarrollan sus actividades de manera
"aglomerada". El resultado final del ejercicio puede razona-
blemente interpretarse como una prueba estadística acerca
del mejor desempeño productivo de las PyMI "aglomeradas"
con respecto al de las PyMI "aisladas", independientemente
del sector industrial que se trate.

Variación de la ocupación entre


el año 1994 y el 2000
(en %)
Sector Industrial

Dentro del Fuera del


Manchón Manchón

Productos de pescado 7,2 67,4


Vinos y conservas de frutas y verduras 36,3 9,0
Productos textiles 15,1 -11,4
Prendas de vestir 33,0 30,7
Cueros, marroquinería y calzado 6,6 0,5
Producción de madera 89,1 7,0
Caucho y plástico 12,9 26,4
Metales comunes, industria básica 37,2 8,7
Maquinaria y equipo n.c.p. 5,2 -1,0
Aparatos de radio, video y comunicación 36,0 -4,6
Automotores y remolques 7,0 -7,3
Muebles y otras industrias n.c.p. 10,7 12,2

El ejercicio anterior fue realizado en base a un número res-


tringido de territorios, pero que de todas maneras en ellos se
localizaba el 70% de las PyMI y de los ocupados. Un nuevo
ejercicio realizado, más tarde con los datos correspondientes
a todos las jurisdicciones del país, y con una definición más
rigurosa de "manchón", arrojó resultados análogos: la partici-
pación en la oferta sectorial del manchón correspondiente
había aumentado en 15 de 21 casos, gracias a un superior

150
VICENTE N. DONATO

desempeño ocupacional de las PyMI situadas "adentro" con


respecto a las localizadas "afuera".

Variación de la ocupación entre


el año 1994 y el 2000
(en %)
Sector Industrial
Dentro del Fuera del
Manchón Manchón

Productos lácteos -29,4 15,2


Productos de pescado -15,9 -3,0
Vinos y conservas de frutas y verduras 11,2 11,2
Total alimentos y bebidas -11,3 7,6
Productos de tabaco 65,6 23,4
Productos textiles 1,1 -12,2
Prendas de vestir 71,9 0,5
Cueros, marroquinería y calzado 1,7 -6,7
Producción de madera 43,6 24,1
Productos de papel 3,2 10,9
Impresión y reproducción 33,6 20,4
Coque, refinación de petróleo - -
Sustancias y productos químicos -5,5 -1,6
Caucho y plástico -4,5 5,4
Minerales no metálicos 23,0 12,0
Metales comunes, industria básica -12,7 -5,0
Productos elaborados de metal 4,3 0,7
Maquinaria y equipo n.c.p. 13,4 -1,1
Maquinaria de oficia e informática -10,4 61,0
Maquinaria y aparatos eléctricos 2,9 -0,9
Aparatos de radio, video y comunicación 28,5 8,1
Instrumental médico y de precisión 7,5 -0,8
Automotores y remolques 9,9 -0,7
Otros Equipos de transporte -4,7 -22,0
Muebles y otras industrias n.c.p. 4,5 -0,4

La conclusión general es que en el interior de los


"Manchones" operan los mecanismos de las "economías de
aglomeración" o de los rendimientos crecientes de escala
externos a las empresas, descriptos por Marshall18 y
Beccattini19 y modelizados recientemente por Krugman20 y
18 Marshall, A. (1919). Industry and Trade, Londres, Mac-Millan.
19 Beccattini, G. (1979) "Dal settore industriale al distretto industriale.
Alcune considerazioni sull'unitá d'indagine dell'economia industriale" en
Rivista di Economia e Politica Industriale, Il Mulino.

151
LAS PYMES ARGENTINAS. MITOS Y REALIDADES.

otros. El corolario de todo esto es que estamos en presencia de


un aumento de la concentración territorial de la oferta pro-
ductiva de la mayoría de los sectores industriales.

Algunos trabajos más recientes21 , que proponen definiciones


más exigentes para identificar y diferenciar los distintos
modelos de organización territorial de producción (llamados
genéricamente "Sistemas Locales de Producción") y que uti-
lizan técnicas estadísticas más rigurosas de medición, confir-
man y precisan los hallazgos antes mencionados

La mencionada investigación demuestra que los resultados


positivos de los modelos territoriales de organización indus-
trial basados en las PyMI, aumentan a medida que se incre-
menta el número de PyMI "aglomeradas" y el grado de coor-
dinación entre empresarios y entre empresarios e institucio-
nes de asistencia técnicas a las empresas.

Redefiniendo las "especializaciones territoriales-sectoriales


de PyMI" y las "aglomeraciones monosectoriales de PyMI", y
proponiendo una nueva categoría de Sistema Local de
Producción denominado "Cluster Emergente"22 , la investiga-
ción muestra que sistemáticamente entre las empresas del

20 Krugman, P. Op. Cit.

21 Donato, V., Haedo, C., Reynolds, P., Rocha, H. (2004), "Local production
systems, entrepreneurship and regional development: theoretical arguments
and empirical evidence from Argentina", Documentos de trabajo del Centro
de Investigaciones de la Università di Bologna en Bs.As., WP_2004-4.
22 Se impone un límite mínimo de 20 empresas a las especializaciones terri-
toriales-sectoriales de PyMI y se las define de la siguiente manera: Las
"Aglomeraciones Monosectoriales de PyMI" son todas aquellas especializa-
ciones territoriales-sectoriales integradas por al menos 100 empresas. Los
"Clusters Emergentes" son aquellas Aglomeraciones Monosectoriales de
PyMI en las cuales además fue detectada la presencia de un proporción de
escuelas técnicas por cada empresa superior al promedio nacional y/o la pre-
sencia de una oficina nacional del INTI o de una sucursal de la UTN o un
señalamiento por parte de expertos de un alto grado de coordinación entre
el sector productivo y las instituciones locales. Ver listado de Clusters
Emergentes en anexo.

152
VICENTE N. DONATO

mismo sector industrial localizadas dentro del Sistema Local


de Producción se observa una mayor tasa neta de creación de
empresas y un mejor desempeño ocupacional que en las PyMI
que se localizan fuera del Sistema Local de Producción secto-
rial correspondiente.

Los resultados estadísticos pueden verse en el siguiente cuadro:

Creación neta de empresas y ocupación industrial


entre 1994 y 2000 en los distintos sistemas locales de
producción de PyMI.

Sistemas Locales de Producción

Variables Dependientes Aglomeraciones Clusters


Dentro Fuera Monosectoriales Emergentes

Dentro Fuera Dentro Fuera

Creación neta de PyMI -9% -45% 7% -41% 12% -41%

Ocupación industrial -2% -54% 1% -54%

Los resultados del cuadro anterior son claros: en todos los


Sistemas Locales de producción están operando los mecanis-
mos de las "economías de aglomeración". Pero lo más impor-
tante es que las estadísticas demuestran que el rendimiento
de las "economías de aglomeración" son mayores en los
"Clusters Emergentes" que en las "aglomeraciones monosec-
toriales", y en éstas más que en las "especializaciones mono-
sectoriales". En síntesis, se muestra que a medida que el
Sistema Local de Producción es más complejo y articulado,
mayores son las diferencias positivas a favor de las empresas
localizadas en ellos. Podríamos decir que a medida que pasa-
mos de las ventajas pasivas producidas espontáneamente por
el fenómeno aglomerativo a las ventajas activas construidas
mediante la voluntad de cooperar entre los actores privados
y públicos, se potencian los efectos de las "economías de aglo-
meración".

153
LAS PYMES ARGENTINAS. MITOS Y REALIDADES.

5. La demografía industrial de las PyMI: la consolida-


ción de los "centros" y la persistente debilidad de la
"periferia".

En el apartado anterior se ha señalado que sistemáticamen-


te en el interior de los diferentes "Sistemas Locales de
Producción" la tasa de creación neta de empresas (natalidad
menos mortalidad) es mayor que fuera de ellos. La regulari-
dad de tal comportamiento podría estar señalando la exis-
tencia de modelos de comportamiento demográfico que varí-
an de territorio en territorio.

¿Podrían estos modelos demográficos arrojar nuevas eviden-


cias sobre el tema de la creciente concentración territorial de
la actividad industrial y sobre los mecanismos de las "econo-
mías de aglomeración"?

Para investigar este tema se estudiaron los comportamientos


demográficos en cada jurisdicción territorial23 . Este estudio
se realizó sobre 106 jurisdicciones territoriales, las cuales
concentran poco más del 70% de los locales y ocupados PyMI
del total de país. Es decir, respecto del total, estas 106 juris-

23 Programa conjunto de trabajo entre el Observatorio PyMI y el Centro de


Investigaciones de la Sede de Buenos Aires de la Universitá di Bologna.

24 La cantidad de Locales PyMI surge de un conteo realizado a partir del


cruce del Directorio Nacional de Unidades Económicas (DINUE) del año
2000 y del Censo Económico del año 1994 (lo que permitió ubicar a los loca-
les industriales según su domicilio real). La Proporción de Locales PyMI
Especializados es el cociente entre la cantidad de Locales Industriales per-
tenecientes a sectores territorialmente especializados en cada jurisdicción y
el total de Locales Industriales. La Tasa de Natalidad se calculó como la can-
tidad de Locales PyMI existentes en cada jurisdicción en el año 2000 y no
existentes en 1994, sobre el promedio de Locales PyMI entre el 1994 y 2000.
La Tasa de Mortalidad se calculó como la cantidad de Locales PyMI existen-
tes en cada jurisdicción en el año 1994 y no existentes en el 2000, sobre el
promedio de Locales PyMI entre el 1994 y 2000. La Tasa de Permanencia es
el cociente entre la cantidad de Locales PyMI existentes en los años 1994 y
2000, y la cantidad de Locales PyMI existentes en el 2000.

154
VICENTE N. DONATO

dicciones podrían ser consideradas como un "gran centro", el


cual, como se verá en el análisis, presenta a su vez sus cen-
tros interiores y sus respectivas periferias.

La demografía industrial de cada territorio fue caracterizada


considerando el comportamiento de las siguientes variables24
: a) la cantidad de locales PyMI; b) la proporción de locales
industriales especializados residentes en dicho territorio; c) la
tasa de natalidad (total, en los sectores especializados y en los
sectores no especializados); d) la tasa de mortalidad (total, en
los sectores especializados y en los sectores no especializados);
e) la tasa permanencia de los locales en cada territorio.

La siguiente tabla presenta los valores medios de cada varia-


ble para el total de las 106 jurisdicciones.
Variable Mediana
Locales PyMI 2000 245
Proporción Locales Especializados 55,8%
Tasa de Natalidad 32,4%
Tasa de Mortalidad 53,3%
Tasa de Permanencia 63,4%

Agrupando aquellas jurisdicciones que presentaron compor-


tamientos demográficos más similares quedan conformados
tres "Manchones" territoriales, pero ahora demográficos, y
no ya sectoriales como los descriptos en los apartados ante-
riores.

El primer Manchón demográfico está compuesto por 9 juris-


dicciones de fuerte concentración de locales industriales. Son
los Partidos más industriales del GBA, junto al
Departamento de Rosario en Santa Fe y el de Córdoba
Capital en la Provincia de Córdoba. El 80% de estas juris-
dicciones fueron clasificadas por el Observatorio PyMI como
"industriales en alza" o "en vías de industrialización". La

155
LAS PYMES ARGENTINAS. MITOS Y REALIDADES.

característica principal de este Manchón es que presenta, en


términos relativos a los valores observados en las 106 juris-
dicciones, una baja tasa de mortalidad y una tasa de natali-
dad media, junto con una alta cantidad de locales. Al anali-
zar por separado el comportamiento de los sectores especiali-
zados y los no especializados territorialmente, estas conduc-
tas demográficas se mantienen. En este Manchón, se observa
la menor tasa de mortalidad del país y la mayor tasa de per-
manencia. El número de PyMI en estos territorios es tan alto
que permite que operen los mecanismos de las "economías de
aglomeración" aún en aquellos sectores donde el territorio no
muestra una especialización. En estas jurisdicciones de alta
densidad urbana y de réditos, que disponen además de la
mejor infraestructura de servicios productivos y a las fami-
lias, las PyMI --de cualquier sector industrial-tienen una
mayor probabilidad de supervivencia que en el resto del país.
Es esta la dinámica demográfica que contribuye a reproducir
las ventajas iniciales del "centro" en desmedro de la "perife-
ria" y por esta vía a consolidar la tendencia hacia una mayor
concentración territorial de la actividad económica.

El segundo Manchón demográfico está compuesto por 58


jurisdicciones que muestran una concentración media de
locales industriales. El 50 % de estas jurisdicciones fueron
clasificadas por el Observatorio PyMI como "industriales en
alza" o en "vías de industrialización". Entre estas jurisdic-
ciones encontramos los distritos de la Ciudad de Buenos
Aires, gran parte de los departamentos de las provincias de
Mendoza, de Misiones y de Córdoba, así como los departa-
mentos más industriales de Santa Fe, luego de Rosario. Es
decir, la mayoría de aquellos territorios que albergan "aglo-
meraciones monosectoriales de PyMI" . En este Manchón se
observan diferencias bien visibles entre los comportamientos
demográficos (principalmente en la mortalidad) de las PyMI
de los sectores de especialización y las PyMI de los sectores
en los cuales el territorio no muestra una especialización. Las
PyMI de los sectores de especialización muestran mayores

156
VICENTE N. DONATO

tasas de natalidad y menores tasas de mortalidad. En conse-


cuencia en estas jurisdicciones se observa una tendencia
clara hacia la mayor especialización productiva de estos
territorios y hacia una mayor concentración territorial de la
oferta productiva sectorial nacional. Están operando en este
segundo Manchón los mecanismos de las "economías de aglo-
meración" o de los rendimientos de escala externos a las
empresas, pero en este caso los mecanismos solo operan para
el subconjunto de empresas especializadas y para el conjunto
de las empresas localizadas en el Manchón.

El tercer Manchón está compuesto por 16 jurisdicciones que


muestran una baja concentración de locales industriales. Son
jurisdicciones diseminadas en las distintas provincias, que
sólo en un 40% de los casos fueron clasificadas por el
Observatorio PyMI como "industriales en alza" o "en vías de
industrialización". La mortalidad en el Manchón es alta,
mientras que la natalidad es media-baja. La baja tasa de per-
manencia en estos territorios con alta mortalidad da cuenta
de la poca rotación de empresas: los locales PyMI que cierran
no son reemplazados. También en este Manchón se observan
comportamientos demográficos diferenciados entre las PyMI
de los sectores de especialización y las PyMI de los sectores
en los cuales el territorio no muestra una especialización.
Pero a diferencia del manchón anterior, en éste son las PyMI
de los sectores en los cuales no se especializa el territorio
aquéllas que muestran un comportamiento demográfico más
positivo: entre ellas la tasa de mortalidad es media-baja y la
de natalidad es alta (en términos relativos a mortalidad y
natalidad de los sectores no especializados territorialmente
en el conjunto de las 106 jurisdicciones estudiadas). En estos
territorios se observa entonces una tendencia creciente hacia
la desespecialización productiva, basada probablemente en la
existencia de PyMI que producen bienes que ocupan en los
mercados locales nichos que se sitúan fuera del alcance de la
competencia de las empresas de otras jurisdicciones. Aquí no
operan los mecanismos de las "economías de aglomeración".

157
LAS PYMES ARGENTINAS. MITOS Y REALIDADES.

Este Manchón parece constituir la "periferia" territorial del


sistema industrial argentino.

Las siguientes tablas presentan los valores observados en los


distintos Manchones y su conformación territorial.

Variable Manchón N°1


Promedio Locales PyMI 2000 3.285
Proporción Locales Especializados 58,1%
Tasa de Natalidad 32,5%
Tasa de Natalidad Especializados 31,8%
Tasa de Natalidad No Especializados 33,5%
Tasa de Mortalidad 37,0%
Tasa de Mortalidad Especializados 37,0%
Tasa de Mortalidad No Especializados 37,1%
Tasa de Permanencia 66,8%

Variable Manchón N°2


Promedio Locales PyMI 2000 550
Proporción Locales Especializados 62,7%
Tasa de Natalidad 32,2%
Tasa de Natalidad Especializados 32,3%
Tasa de Natalidad No Especializados 32,2%
Tasa de Mortalidad 49,3%
Tasa de Mortalidad Especializados 48,5%
Tasa de Mortalidad No Especializados 50,4%
Tasa de Permanencia 64,8%

Variable Manchón N°3


Promedio Locales PyMI 2000 198
Proporción Locales Especializados 34,6%
Tasa de Natalidad 31,9%
Tasa de Natalidad Especializados 25,9%
Tasa de Natalidad No Especializados 36,0%
Tasa de Mortalidad 60,6%
Tasa de Mortalidad Especializados 80,2%
Tasa de Mortalidad No Especializados 47,1%
Tasa de Permanencia 62,8%

158
VICENTE N. DONATO

Listado de Departamentos en cada manchón

Manchón Provincia Departamento


1 Córdoba CAPITAL
1 GBA AVELLANEDA
1 GBA GENERAL SAN MARTIN
1 GBA LA MATANZA
1 GBA LANUS
1 GBA QUILMES
1 GBA TRES DE FEBRERO
1 GBA VICENTE LOPEZ
1 Santa Fe ROSARIO
2 Capital I
2 Capital II
2 Capital IX
2 Capital VI
2 Capital VII
2 Capital VIII
2 Capital X
2 Capital XI
2 Capital XII
2 Capital XIII
2 Capital XIV
2 Capital XIX
2 Capital XV
2 Capital XVIII
2 Capital XX
2 Capital XXI
2 Chubut RAWSON
2 Córdoba GENERAL SAN MARTIN
2 Córdoba MARCOS JUAREZ
2 Córdoba RIO SEGUNDO
2 Córdoba SAN JUSTO
2 Córdoba UNION
2 Entre Ríos CONCORDIA
2 Entre Ríos FEDERACION
2 Entre Ríos PARANÁ
2 GBA GENERAL SARMIENTO
2 GBA SAN FERNANDO
2 GBA SAN ISIDRO
2 GBA TIGRE
2 Mendoza GENERAL ALVEAR
2 Mendoza GUAYMALLEN
2 Mendoza LAVALLE
2 Mendoza LUJAN DE CUYO

159
LAS PYMES ARGENTINAS. MITOS Y REALIDADES.

Manchón Provincia Departamento


2 Mendoza MAIPU
2 Mendoza SAN MARTIN
2 Mendoza SAN RAFAEL
2 Misiones CAINGUAS
2 Misiones CAPITAL
2 Misiones ELDORADO
2 Misiones GENERAL MANUEL BELGRANO
2 Misiones LIBERTADOR GRAL. SAN
2 Misiones MONTECARLO
2 Misiones OBERA
2 Misiones SAN IGNACIO
2 Pcia BsAs BARTOLOME MITRE
2 Pcia BsAs CAMPANA
2 Pcia BsAs CAPITAN SARMIENTO
2 Pcia BsAs GENERAL PUEYRREDON
2 Pcia BsAs PERGAMINO
2 Pcia BsAs ZARATE
2 Río Negro GENERAL ROCA
2 Santa Fe BELGRANO
2 Santa Fe CASEROS
2 Santa Fe CASTELLANOS
2 Santa Fe GENERAL LOPEZ
2 Santa Fe IRIONDO
2 Santa Fe LAS COLONIAS
2 Santa Fe SAN LORENZO
3 Córdoba TERCERO ARRIBA
3 Entre Ríos COLON
3 Entre Ríos DIAMANTE
3 Entre Ríos URUGUAY
3 La Rioja CAPITAL
3 Mendoza TUNUYAN
3 Pcia BsAs BRAGADO
3 Pcia BsAs COLON
3 Pcia BsAs JUNIN
3 Pcia BsAs LA PLATA
3 Pcia BsAs SAN NICOLAS
3 Santa Cruz DESEADO
3 Santa Fe CONSTITUCION
3 Santa Fe GENERAL OBLIGADO
3 Santa Fe SAN CRISTOBAL
3 Santa Fe SAN MARTIN

Aún analizando la dinámica territorial de las PyMI ya no


desde el punto de vista sectorial sino desde el punto de vista
demográfico, son también altas las evidencias empíricas que

160
VICENTE N. DONATO

muestran que estamos en presencia de un proceso de concen-


tración territorial de la actividad industrial.

Conclusiones

Abrevando en los conceptos de la organización industrial y de


la llamada "nueva geografía económica", y especialmente en
el de "economías de escala externas a las empresas" o más
simplemente "economías de aglomeración", en este trabajo se
mostraron las tendencias estructurales que determinan la
actual distribución territorial-sectorial de las PyMI en
Argentina.

En el trabajo se muestra que existen en Argentina importan-


tes "manchones territoriales de PyMI", conformados por
importantes grupos de PyMI pertenecientes al mismo sector
industrial o a sectores ligados verticalmente, que han resisti-
do mejor las fuerzas de la globalización. Estos grupos de
empresas localizados en territorios bien identificados, han
logrado acceder pasivamente a los beneficios derivados de las
"economías de aglomeración" y por esta vía han destruido
menos empleo (o creado más) que las empresas del mismo
sector que desarrollan sus actividades de manera aislada.

Así, mediante la operación de los mecanismos de las "econo-


mías de aglomeración", los "manchones territoriales-secto-
riales de PyMI" han logrado en los últimos años aumentar de
manera clara la concentración territorial de la oferta produc-
tiva de su correspondiente sector industrial dentro de sus
propios límites geográficos.

Debido a que "los manchones territoriales-sectoriales de


PyMI" se encuentran diseminados por casi todo el territorio
argentino, se podría haber esperado que la tendencia antes
mencionada hubiera sido suficiente para desatar fuerzas cen-
trífugas capaces de contrarrestar la tendencia hacia una

161
LAS PYMES ARGENTINAS. MITOS Y REALIDADES.

mayor concentración territorial de la industria que se obser-


va en Argentina, y que en el trabajo mismo es descripta y
señalada a través de la evolución del tradicional índice de
Gini durante los últimos 40 años.

Sin embargo, esta posibilidad no se ha verificado. En este tra-


bajo se muestra que la creciente especialización de los "man-
chones territoriales-sectoriales de PyMI y su buen desem-
peño ocupacional, no fue suficiente para contrarrestar las
fuerzas centrípetas de atracción de la actividad económica
hacia los territorios de mayor densidad industrial de
Argentina (GBA, Rosario y Córdoba Capital). La identifica-
ción de "Cluster Emergentes" en los cuales operan incipien-
tes las ventajas activas construidas por los propios actores,
demuestra que la potenciación de las economías de aglome-
ración podría haber sido una vía factible para lograr una
mayor distribución territorial de la industria y al mismo
tiempo una mayor competitividad de la industria.

Las enseñanzas del trabajo, pueden resumirse de la siguien-


te manera:

1. Los mecanismos de las "economías de aglomeración" exis-


ten también en Argentina, y son poderosos. Algunos territo-
rios que han accedido de manera pasiva y espontánea a
dichos beneficios han tenido un desempeño mucho mejor que
el resto.

2. Sin embargo, la entidad de los beneficios que generaron


espontáneamente las economías de aglomeración de PyMI en
algunos territorios del interior del país no fueron suficientes
para contrarrestar la tendencia centrípeta que generaron los
principales centros industriales de Argentina.

3. Los intentos históricos para descentralizar territorialmen-


te la industria a través de los mecanismos de incentivos
impositivos que se aplicaron en Argentina, no sólo fue extre-

162
VICENTE N. DONATO

madamente costosa sino que además se demostró insosteni-


ble en el tiempo.

4. En cambio, una política pública articulada verticalmente


entre el Estado Nacional, Provincial y Municipal, que apunte
a reforzar ulteriormente los mecanismos espontáneos de ope-
ración de las "economías de aglomeración" mediante la cons-
trucción de ventajas activas en aquellos territorios que mues-
tran alta concentración de PyMI del mismo sector, podría ser
el inicio de una inteligente política de descentralización terri-
torial y al mismo tiempo de mayor competitividad del siste-
ma industrial argentino.

163
LAS PYMES ARGENTINAS. MITOS Y REALIDADES.

Anexo: Listado de Clusters Emergentes


PROVINCIA DEPARTAMENTO Sector
Mendoza MAIPU 15VI
Mendoza SAN MARTIN 15VI
Mendoza SAN RAFAEL 15VI
Córdoba CAPITAL 15RE
Capital XIV 17
Gran Bs.As. 1º GENERAL SAN MARTIN 17
Gran Bs.As. 1º TRES DE FEBRERO 17
Gran Bs.As. 1º VICENTE LOPEZ 17
Resto de Bs.As. GENERAL PUEYRREDON 17
Capital I 18
Capital II 18
Capital III 18
Capital VI 18
Capital VII 18
Capital IX 18
Capital X 18
Capital XII 18
Capital XIV 18
Capital XVII 18
Gran Bs.As. 1º MORON 18
Resto de Bs.As. GENERAL PUEYRREDON 18
Gran Bs.As. 1º AVELLANEDA 19
Gran Bs.As. 1º LA MATANZA 19
Gran Bs.As. 1º LANUS 19
Córdoba CAPITAL 19
Gran Bs.As. 1º TIGRE 20
Resto de Bs.As. GENERAL PUEYRREDON 20
Capital I 22
Capital II 22
Capital III 22
Capital IV 22
Capital V 22
Capital VI 22
Capital VII 22
Capital VIII 22
Capital IX 22
Capital XIV 22
Gran Bs.As. 1º AVELLANEDA 22
Gran Bs.As. 2º LA PLATA 22
Córdoba CAPITAL 22
Mendoza CAPITAL 22
Santa Fe LA CAPITAL 22
Gran Bs.As. 1º AVELLANEDA 24
Gran Bs.As. 1º GENERAL SAN MARTIN 24
Gran Bs.As. 1º MORON 24
Gran Bs.As. 1º AVELLANEDA 25
Gran Bs.As. 1º GENERAL SAN MARTIN 25
Gran Bs.As. 1º MORON 25
Córdoba CAPITAL 25

164
VICENTE N. DONATO

PROVINCIA DEPARTAMENTO Sector


Santa Fe ROSARIO 25
Córdoba CAPITAL 26
Capital XVI 28
Capital XIX 28
Gran Bs.As. 1º ALMIRANTE BROWN 28
Gran Bs.As. 1º AVELLANEDA 28
Gran Bs.As. 1º GENERAL SAN MARTIN 28
Gran Bs.As. 1º LOMAS DE ZAM0RA 28
Gran Bs.As. 1º SAN FERNANDO 28
Gran Bs.As. 1º SAN ISIDRO 28
Resto de Bs.As. BAHIA BLANCA 28
Gran Bs.As. 2º LA PLATA 28
Córdoba CAPITAL 28
Córdoba SAN JUSTO 28
Córdoba TERCERO ARRIBA 28
Entre Ríos PARANA 28
Neuquén CONFLUENCIA 28
Río Negro GENERAL ROCA 28
Santa Fe CASEROS 28
Santa Fe CASTELLANOS 28
Santa Fe GENERAL LOPEZ 28
Santa Fe LA CAPITAL 28
Santa Fe ROSARIO 28
Santa Fe SAN LORENZO 28
Tucumán CAPITAL 28
Capital V 29
Gran Bs.As. 1º AVELLANEDA 29
Gran Bs.As. 1º QUILMES 29
Córdoba MARCOS JUAREZ 29
Córdoba SAN JUSTO 29
Santa Fe CASEROS 29
Santa Fe CASTELLANOS 29
Santa Fe GENERAL LOPEZ 29
Santa Fe ROSARIO 29
Gran Bs.As. 1º AVELLANEDA 31
Gran Bs.As. 1º MORON 31
Santa Fe ROSARIO 31
Gran Bs.As. 1º GENERAL SAN MARTIN 34
Gran Bs.As. 1º LA MATANZA 34
Gran Bs.As. 1º TRES DE FEBRERO 34
Córdoba CAPITAL 34
Santa Fe ROSARIO 34
Santa Fe ROSARIO 35
Capital I 36
Gran Bs.As. 1º MORON 36
Gran Bs.As. 1º SAN FERNANDO 36
Córdoba CAPITAL 36
Santa Fe IRIONDO 36
Santa Fe LAS COLONIAS 36

165
LAS PYMES ARGENTINAS. MITOS Y REALIDADES.

166
PyMEs,
patrón de crecimiento
y empleo en Argentina

Daniel Kostzer
Diego Schleser

Daniel Kostzer. Asesor económico Subsecretaria de


Programación Técnica y Estudios Laborales, Ministerio de
Trabajo, Empleo y Seguridad Social Docente de la Facultad
de Ciencias Económicas de la UBA

Diego Schleser. Economistas de la Subsecretaría de


Programación Técnica y Estudios Laborales del Ministerio de
Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Nación

167
LAS PYMES ARGENTINAS. MITOS Y REALIDADES.

168
DANIEL KOSTZER Y DIEGO SCHLESER

INTRODUCCIÓN

El objetivo de este trabajo será el de analizar la vinculación


que existe entre el crecimiento económico y el empleo en
Argentina, centrándonos fundamentalmente en los sectores
PyMEs, o sea los de menor tamaño relativo.

La primer parte de estas páginas corresponde a un marco


conceptual donde se vincula el patrón de crecimiento, o sea el
paradigma o modelo de acumulación con la generación de
empleo y el desarrollo de las PyMEs.

A continuación se hace una referencia a la evolución históri-


ca del sector y se realizan algunas comparaciones a partir de
los censos económicos y las encuestas de hogares.

169
LAS PYMES ARGENTINAS. MITOS Y REALIDADES.

MARCO CONCEPTUAL

El desarrollo de las PyMEs en Argentina, y en particular su


participación importante en la generación de empleo, no
puede ser desvinculado del patrón productivo y el modelo de
acumulación imperante en nuestro país durante una impor-
tante porción del siglo XX.

Si bien siempre existieron pequeñas y medianas empresas en


nuestra economía, sin temor a equivocarse se puede afirmar
que adquirieron la mayor consistencia, integración y compe-
titividad económica en el marco de lo que se denominó la
"industrialización sustitutiva de importaciones 1",
etapa que abarcó mas de cincuenta años de la historia con-
temporánea Argentina, y que tuvo características salientes,
que recién se pueden evaluar en su verdadera dimensión,
cuando son alteradas por el accionar político.

CRECIMIENTO ARTICULADO

La denominada ISI, que se sustentó en la necesidad de los paí-


ses de protegerse de los efectos del deterioro en los términos del
intercambio, que implicaba para un país agro exportador ven-
der al exterior cada vez más cantidad de materias primas de
origen primario, para comprar igual cantidad de bienes manu-
facturados, cuya demanda crecía con el aumento de los ingresos
de la población, pivotaba alrededor del esquema o modelo for-
dista de producción, generando una serie de articulaciones que
fueron las que posibilitaron el notable crecimiento que tuvo el
sector PyME, no sólo en nuestro país, sino en todos los que
ensayaron proyectos autónomos o soberanos, y que fue la gran
mayoría de los que encararon una estrategia de desarrollo.

1 Este se basó en las ideas del economista tucumano Raúl Prebisch que fue-
ron fundamentadas y promovidas durante varias décadas en el contexto de
la Comisión Económica para América Latina y el Caribe CEPAL, y que
simultáneamente se difundieron a los cinco continentes del globo.

170
DANIEL KOSTZER Y DIEGO SCHLESER

Dentro de este marco conceptual se definió un modelo de acu-


mulación o patrón de crecimiento y distribución del ingreso
con características muy definidas.

Este modelo de acumulación, que dijimos fue propicio para el


desarrollo de las PyMEs, que se centraba en el desarrollo de
industrias locales, generaba una serie de articulaciones a
diferentes niveles o dimensiones, que le conferían su carácter
de crecimiento auto centrado y sustentable en el corto plazo.

ARTICULACIONES SOCIALES

El primer grupo de articulaciones eran las que se daban en la


dimensión social, o sea entre empresarios o propietarios y los
asalariados. Estas reducían el conflicto entre el capital y el
trabajo en tanto este no constituía solamente un costo de pro-
ducción, sino básicamente un factor dinamizador de la
demanda doméstica. Similarmente, la inversión en nuevas
fábricas y establecimientos en general, una fuente de nuevos
puestos de trabajo o empleos.

Dentro de dicho contexto, los incrementos salariales, ante la


existencia de niveles básicos de satisfacción de necesidades
razonables, se centraban en bienes con mayor elasticidad
ingreso, por lo que se incrementaba su demanda benefician-
do la rentabilidad de los capitalistas en una especie de circu-
lo virtuoso.

El estado intervenía con regulaciones laborales que estable-


cían de algún modo mínimos socialmente aceptables, que
eran muchas veces el resultados de negociaciones corporati-
vas, para evitar los denominados "jinetes libres" que intenta-
ban maximizar sus ganancias o pretensiones. Es así como
surgen regulaciones de las relaciones laborales o definiciones
de políticas impositivas.

171
LAS PYMES ARGENTINAS. MITOS Y REALIDADES.

ARTICULACIONES SECTORIALES

El segundo set de articulaciones se daba en la dimensión sec-


torial. Materias primas producidas en las actividades del sec-
tor primario eran demandadas por industrias, que a su vez
precisaban de servicios dedicados al apoyo a la producción o
la distribución, y una creciente sofisticación de servicios per-
sonales para una sociedad donde el correr del tiempo genera-
ba aumentos generalizados en los niveles de vida.

Estas articulaciones sectoriales promovieron la integración


productiva de firmas de diferentes tamaños en cadenas y
entramados de proveedores y clientes, que muchas veces
trascendieron el marco de la simples transferencias de bie-
nes y servicios. Las PyMEs y las grandes empresas tuvieron
en general, más que una creciente competencia en un contex-
to de concentración para la reducción de los costos medios,
una relación de interacción, donde se diversificaban riesgos,
a partir de la interacción con proveedores de diversos tama-
ños.

ARTICULACIONES ESPACIALES O REGIONALES

Particularmente en un país extenso como Argentina, las arti-


culaciones sociales y sectoriales se reproducen en la dimen-
sión regional, configurando el espacio alrededor de especiali-
zaciones productivas.

Un sinnúmero de localidades dependían de cierta especiali-


dad productiva alrededor de una sola actividad principal o
inclusive de una firma central en la misma, muchas veces
estatal, alrededor de la cual pivotaban las diferentes relacio-
nes económicas y sociales de la misma. Así es como se vio
pueblos anillo alrededor de alguna chimenea de una fábrica,
donde el devenir dependía del éxito de la misma, no sólo para
los propietarios, sino para toda la localidad.

172
DANIEL KOSTZER Y DIEGO SCHLESER

El rol de las PyMEs se magnificaba en las denominadas "eco-


nomías regionales", donde servían además como proveedores
y demandantes de esta compleja madeja de interrelaciones
económicas, sociales e institucionales. Las PyMEs proveían,
acumulaban, consumían e invertían en las regiones circulan-
do el excedente de manera local.

Este entorno socio-económico era regulado por un estado que ope-


raba como lugar de resolución de los conflictos, distribuyendo,
muchas veces de manera regresiva, el ingreso social, pero defi-
niendo un marco institucional donde se movían las relaciones.

Actuaba frecuentemente de manera anticíclica en los


momentos de recesión para mantener la demanda agregada,
ya por la generación de empleo, ya por políticas de precios en
los servicios públicos bajo su orbita. Todo esto sin olvidar el
rol del sector público en encarar emprendimientos que no
resultaban rentables o de lenta maduración para el sector
privado, en especial en lo que hacía a la infraestructura pro-
ductiva, financiamiento con tasas de interés negativa, o
investigación y desarrollo. 2

El denominado estado de bienestar operaba de manera plena


y la condición de trabajador asalariado era el factor de inclu-
sión social y de ciudadanía, ya que enmarcaba el acceso a la
seguridad social de los habitantes. 3

En resumen se puede afirmar que el crecimiento era más o


menos homogéneo, lo cual no excluía algunos ganadores puntua-
les dependiendo del ciclo. El esquema de crecimiento era, para
utilizar la alegoría de Harbergger, como la levadura en la masa.

2 En este esquema es que tiene un sentido muy claro la creación de las ins-
tituciones de investigación, desarrollo y difusión como fueron INTA, INTI,
Universidades Nacionales, etc.
3 En este sentido existía un esquema de seguridad social de tipo teutón,
mientras que el hospital público era para los más excluidos.

173
LAS PYMES ARGENTINAS. MITOS Y REALIDADES.

LOS CICLOS DE STOP AND GO

Sin dudas este esquema no estaba exento de problemas.


Estructuralmente nuestro país presentó siempre una especie
de conflicto ricardiano en el que el sector externo, represen-
tado por las exportaciones agropecuarias, se enfrentaba al
sector doméstico constituido por los productores industriales
y los asalariados, siendo el tipo de cambio y el sistema impo-
sitivo el campo en el cual se definía este conflicto.
Obviamente la puja distributiva, la apropiación del exceden-
te es siempre el centro de la disputa.

Los agro exportadores preferían un tipo de cambio más alto y


menores impuestos sobre importaciones, que incremente el
valor de la renta diferencial en términos de productos domés-
ticos a la vez que reduciría costos de los bienes de capital e
insumos importados, mientras que el sector doméstico prefe-
ría la protección arancelaria, mientras que un tipo de cambio
bajo permitiría por un lado la importación de bienes de capi-
tal, y por otro una canasta básica más económica, que evita-
ría presiones sobre los salarios. 4

Este conflicto se resolvía siempre por presión sobre el sector


externo, generando inflación y posteriores devaluaciones que
hacían que la cuenta corriente ajuste por reducción del gasto
privado, más que por cambio en la composición del mismo 5,
mientras el estado solucionaba su déficit, a partir del incre-
mento de la recaudación de los impuestos ad valorem de las
exportaciones, en lo que se denominó la dinámica de stop and
go de nuestra economía.

4 Cabe señalarse que este conflicto se da por el contenido de bienes salarios


que tienen las exportaciones de nuestro país, tal como ha sido estudiado,
entre otros por Diaz-Alejandro y Oscar Braun en los años 60´s.
5 La teoría ortodoxa marca que una devaluación sesga la producción de
bienes no transables a transables, algo que no ocurre en la mayoría de los
casos.

174
DANIEL KOSTZER Y DIEGO SCHLESER

D istribución de establecim ientos industriales según tam año C enso


Económ ico 1974-IN D EC

de 6 a 10
11% de 11 a 25
8%
de 26 a 50
3%
de 51 a 100
2%
mas de 100
2%

menos de 5
74%

Distribución de ocupados según tamaño de establecimientos


industriales: Censo Económico de 1974-INDEC

menos de 5
14%
de 6 a 10
7%

mas de 100 de 11 a 25
49% 11%

de 26 a 50
9%
de 51 a 100
10%

Los salarios reales caían, la recesión imperaba, hasta que el


ajuste operaba en el corto plazo y se volvía a la senda de cre-
cimiento.

Básicamente esta dinámica definía el denominado ciclo de la


economía Argentina, en el cual la tasa de desempleo fluctua-

175
LAS PYMES ARGENTINAS. MITOS Y REALIDADES.

ba entre el 5 y el 6.5%, dependiendo la fase del mismo en que


se encontraba.

Los datos del censo económico de 1974 para la industria


manufacturera son bastante elocuentes. Poco más de la
mitad de los ocupados lo hacían en establecimientos de más
de 100 ocupados, aunque estos constituían solo el 2% del total
de unidades productivas en el territorio nacional.

El 14% de los ocupados lo hacían en los tres cuartos del total


de firmas, que eran de cinco o menos ocupados, mientras que
el los grupos de tamaños intermedios, se distribuían el resto
de los establecimientos y los ocupados (Gráficos no.1 y 2). 6

EL AJUSTE ESTRUCTURAL
Y LAS DESARTICULACIONES

Como se menciona en los párrafos anteriores, este proceso de


crecimiento articulado tenía su lógica dentro de un esquema
de economía poco abierta, con baja exposición externa, y aún
así, en un país como el nuestro, las crisis externas eran las
desencadenantes de las fases recesivas.

Si hay que poner una fecha clave en el cambio de la economía


Argentina, posiblemente se recordaría al denominado rodri-
gazo, cuando se aspiraba a un sinceramiento de variables
económicas que llevaba a la reducción de la intervención
estatal en la definición de precios claves en la economía,
entre ellos el salario, generando un proceso que se consolida
con el accionar de la dictadura militar, que combinó represión
política y social con una política económica tendiente a des-
mantelar la estructura previa.

6 Se debería realizar la taxonomía de tamaños por los diferentes sectores,


ya que el solo número de trabajadores no define el tamaño del estableci-
miento, pero por sencillez en el análisis trabajaremos estos datos de manera
agregada.

176
DANIEL KOSTZER Y DIEGO SCHLESER

Esta mezcla explosiva de atraso cambiario, liberalización y


valorización financiera, más una alta cuota de apertura
externa, llevó a que comiencen a desmantelarse las articula-
ciones del paradigma de acumulación anterior. Fue justa-
mente el sector PyME el más afectado por las medidas, empe-
zando por el ataque al sistema de financiamiento local que
representaban las cajas de crédito, forzadas a la conforma-
ción de nuevas entidades financieras por la reforma al sector
de 1977.

Dentro del contexto del seguro de cambio que implicaba la


denominada tablita cambiaria y la creciente internacionali-
zación del sistema financiero, el incremento del endeuda-
miento externo, fogoneado por el gobierno, tanto para el sec-
tor público como para el privado, le adicionó a la tradicional
vulnerabilidad externa de términos del intercambio, o sea
precio de bienes, la volatilidad de la cuenta capital y la tasa
de interés internacional, que alcanzó a comienzos de los años
80´s records cercanos al 20%, nunca antes ni después vistos.

La crisis de la deuda, que se sumó a la falta de legitimidad y


popularidad de la dictadura militar, implicó un remolino de
sucesos que terminó con la virtual estatización de la deuda
externa privada, en una fenomenal transferencia de recursos
hacia el sector más concentrado de la economía, y generando
un nuevo corset que, no sólo limitaba el crecimiento económi-
co y la distribución del ingreso, sino que también restaba gra-
dos de libertad para toda acción de política económica.

En este contexto la PyME fue volviéndose más precaria, y a


pesar de no perder su rol dentro del conglomerado empresa-
rial, su peso relativo en términos de porciones de mercado y
de potencial de crecimiento e innovador, se vio relegado.

Este proceso de polarización y heterogeneización continuó


con la entrada la democracia. Fenómenos inéditos de nueva
pobreza comenzaron a ser comunes, como muestra palmaria

177
LAS PYMES ARGENTINAS. MITOS Y REALIDADES.

de las desarticulaciones que se iban acelerando por la falta de


crecimiento, la puja distributiva, y la falta de soporte político
y social de los gobernantes de la democracia.

Una clara evidencia de la ruptura en las articulaciones sec-


toriales está en la evolución a lo largo de 60 años del empleo
en el sector industrial, de acuerdo a los diferentes censos eco-
nómicos.

Se observa de que los establecimientos y los ocupados en la


industria crecen hasta el año 1954, y que a partir de allí se
da un crecimiento muy pequeño en el número de ocupados, a
la vez que decrece el número de establecimientos, por lo que
el número promedio de los ocupados se incrementa.
Evolución de empresas, ocupados y ocupados promedio en la
industria manufacturera
Fuente Anuario Estadístico INDEC 1983-1986 y censo económico 1994

160,0
140,0
Ocupados 120,0
100,0
Establecimie
ntos 80,0
Ocupado 60,0
Promedio
40,0
Indice base 1974=100

20,0
0,0
1935 1943 1954 1964 1974 1985 1994
Ocupados 40,1 62,7 94,4 86,6 100,0 90,6 68,1
Establecimientos 30,0 48,1 115,8 113,2 100,0 86,5 71,3
Ocupado 133,5 130,5 81,5 76,5 100,0 104,7 95,5
Promedio

El número de ocupados promedio por establecimiento se


reduce entre 1935 y 1964 de 16.1 a 9.2 por establecimiento,
para llegar a 12.1 en 1974 y 12.6 en 1986.

178
DANIEL KOSTZER Y DIEGO SCHLESER

Este dato muestra un quiebre en 1964, cuando las políticas


desarrollistas apoyadas en la integración con las empresas
transnacionales en el marco de la ISI comenzaron a tomar
lugar. El desarrollo de actividades más sofisticadas con tec-
nología foránea, redundó en una mayor concentración del
empleo en menos firmas.

También allí se ve la comparación entre 1974 y 1986, donde


a la caída en el número absoluto de establecimientos indus-
triales, se le suma la reducción en el número absoluto de ocu-
pados en el sector, con una caída de un 10% en la cantidad de
trabajadores, y un 13.5% en el número de establecimientos,
obviamente los de menor tamaño relativo.

La tendencia continúa hacia 1994, donde el número de ocu-


pados totales en la industria se reduce en un cuarto (25%),
mientras que los establecimientos lo hacen en un 18%,. Los
trabajadores industriales registrados en 1993, valor que rele-
va el censo económico de 1994, son un 29% menos que los que
habían en el sector en 1974.

CONVERTIBILIDAD Y CAMBIO DE PARADIGMA DE


CRECIMIENTO

El proceso de ajuste, revalorización financiera y desregula-


ción económica se aceleró luego de la hiper inflación de 1989-
90, derivando en el plan de convertibilidad, al que se suma la
apertura económica. Esto implicó los cambios más dramáti-
cos en la estructura económica y social Argentina en cin-
cuenta años.

DESARTICULACIONES Y LAS REGULACIONES

Si el modelo fordista se caracterizó por sus articulaciones y


una cierta dosis de homogeneidad en el comportamiento sec-

179
LAS PYMES ARGENTINAS. MITOS Y REALIDADES.

torial o por tamaños de establecimientos, donde "el sol salía


para todos", lo que vino después tuvo su eje en la heteroge-
neidad desarticulada de la performance de las empresas, sec-
tores y regiones.

Socialmente se desarticuló por cuanto el salario pasó a cons-


tituir un simple costo de producción, que había que mantener
lo más bajo posible para ganar o no perder competitividad
externa, y no el factor dinamizador que era en el pasado.

Esto indujo a profundas modificaciones en las instituciones


del mercado de trabajo, básicamente signadas por el sesgo
flexibilizador que se le impuso, fundamentalmente a partir
de la debilidad relativa de los sectores representativos de los
trabajadores a la hora de negociar o resistir estos cambios. De
manera repentina, saliendo de la crisis de la hiperinflación y
luego de una década de estancamiento, la sociedad se sumer-
gió en un debate que tuvo como argumentos explícitos los
siguientes: 7

o Reducir el costo laboral a través de:


o Disminución de las contribuciones patronales a la
seguridad social.
o Rebaja de los costos contingentes como despidos
o accidentes.
o Aumentar la previsibilidad de los costos laborales.
o Flexibilizar la distribución del tiempo de trabajo.
o Descentralizar la negociación.

Estos objetivos están en línea con las propuestas del denomi-


nado Consenso de Washington, encarnadas por el Banco
Mundial, que en su documento del año 2000 sugiere 8

7 Beccaria, L. y P. Galín 2002: Regulaciones Laborales en Argentina:


Evaluación y propuestas. CIEPP, Fundación OSDE, Buenos Aires.
8 World Bank (2000). Poor people in a rich country, World Bank, Washington.

180
DANIEL KOSTZER Y DIEGO SCHLESER

o Eliminación de todo tipo de negociación centralizada o a


nivel sectorial agregado
o Autorizar modalidades de contratación temporaria con
reducción de aportes.
o Eliminar el sistema de indemnizaciones por despido e
implementar un seguro de desempleo con cuentas individua-
les y capitalización.
o Instrumentar un régimen especial para las PyMEs.

De todos modos, se utilizaron una cantidad de instrumentos


en el mercado de trabajo, que no sólo se mostraron incapaces
de bajar los niveles de desempleo, sino que al mismo tiempo
incrementaron la precariedad de los asalariados al mismo
tiempo que creció el trabajo no registrado a niveles nunca vis-
tos en nuestro país.

Para algunos que empujaban la visión ortodoxa de los cam-


bios, fue la inconclusión en los mismos lo que no permitió
mostrar los resultados positivos, empujando por las denomi-
nadas reformas de segunda generación.

La desarticulación sectorial se dio por el creciente grado de


integración productiva con el exterior, pero no tanto en térmi-
nos de la colocación de productos finales nacionales, sino por
la incorporación, con la consiguiente reducción del valor aña-
dido localmente, de bienes intermedios importados, muchos
de ellos producidos o comercializados internacionalmente en
condiciones de dumpping, que polarizó y heterogeneizó la
estructura productiva, no sólo a nivel de sectores, donde exis-
tieron ganadores y perdedores claros, sino también hacia den-
tro de los mismos, donde las diferencias fueron notables.

Estas diferencias no tuvieron un patrón definido, aunque se


puede afirmar una tendencia a la concentración, la trasna-
cionalización y la articulación con sectores de tipo monopóli-
co o con ventajas comparativas estáticas.

181
LAS PYMES ARGENTINAS. MITOS Y REALIDADES.

Sin dudas, en un país como el nuestro, donde el espacio se


estructuró alrededor de ciertas actividades productivas con
impactos locales, lo cual fue luego inducido por programas
estatales de promoción, muchas veces sin suficiente planifi-
cación, la desarticulación territorial combinó las menciona-
das anteriormente.

Localidades completas comenzaron a ver su viabilidad como


sociedad afectada, promoviendo verdaderas puebladas, que
dieron origen a lo que después caracterizó la protesta social.
Cutral-Có, General Moscóni, Aguilares, son algunos de los
nombres de las regiones afectadas por el cierre de fábricas y
actividades productivas alrededor de las que pivotaron un
importante número de empresas pequeñas y medianas pro-
veedoras de los más diversos bienes y servicios.

LA EVOLUCIÓN DEL EMPLEO DURANTE LOS 90´S

Hay algunas dificultades para un seguimiento de la informa-


ción sobre el empleo en la última década por tamaño de esta-
blecimiento dada la dualización que ha operado de manera
creciente en el mercado de trabajo, y que señaláramos ante-
riormente. El crecimiento de la no registración, denominada
también trabajo en negro, ha vuelto más compleja la compa-
tibilización de fuentes, especialmente en los períodos inter-
censales.

Para el análisis del empleo registrado, o sea el que declaran


las empresas y contribuye a la seguridad social, que sin
dudas constituye un piso en el número total de trabajadores,
se utiliza la información que surge del Sistema Integrado de
Jubilaciones y Pensiones, trabajado por el equipo de la
Dirección de Estudios y Formulación de Políticas de Empleo
de la Subsecretaría de Programación Técnica y Estudios
Laborales, del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad
Social, que procesaron estas bases para diversos usos. 9

182
DANIEL KOSTZER Y DIEGO SCHLESER

En lo que respecta al trabajo no registrado, que tiene mayor


peso en las empresas de menor tamaño relativo, sólo puede
ser seguido a través de la Encuesta Permanente de Hogares,
ya que interroga directamente a la población acerca de su
inserción laboral, e ingresos. La dificultad que presenta la
misma es que al ser interrogado el trabajador, o el respon-
derte en la familia, sobre el tamaño del lugar de trabajo,
especialmente en los casos de las menores calificaciones, se
ignora esa información o se la provee de manera errónea,
induciendo algunos problemas en las estimaciones. 10

Problema adicional tiene el cambio metodológico de la


Encuesta Permanente de Hogares, que pasó de una metodo-
logía puntual, dos veces al año, a un continua con provisión
de datos trimestrales, que cambió el tamaño de la muestra, la
forma de toma de la muestra, así como el cuestionario, lo cual
hace también que las comparaciones entre las dos metodolo-
gías de esta fuente, pueda presentar algunas dificultades no
estimadas.

A esto habría que agregarle que EPH considera solamente a


aglomerados capitales del interior del país, por lo que se pue-
den excluir algunas actividades importantes que tienen peso
en las economías regionales o en el sector rural, pero que por
esta característica no pueden ser captadas. 11

9 A partir de esta iniciativa y con el apoyo de la CEPAL se constituyó el


Observatorio de empleo y dinámica empresarial en Argentina que ya ha rea-
lizado algunas publicaciones con información inédita a partir de esta base de
tipo administrativa, trabajada para la obtención de información estadística.
10 Muchas veces los trabajadores de sucursales de las firmas proveen la
información acerca del lugar de trabajo y no del conglomerado o sociedad de
la que este local forma parte. Inversamente se puede confundir a subcontra-
tistas con la firma central. Estas dificultades, si bien tienen signo inverso, no
se sabe si llegan a compensarse, ya que no se han estimado los problemas de
este tipo.
11 Se excluye también de este análisis a trabajadores en hogares.

183
LAS PYMES ARGENTINAS. MITOS Y REALIDADES.

En esta sección evaluaremos la evolución del empleo durante


la década de los 90´s hasta la actualidad, utilizando de mane-
ra complementaria las fuentes citadas, tratando de rescatar
los puntos fuertes que tiene cada una, aunque haciendo la
salvedad de las limitaciones que se enfrenta.

EL CENSO DE 1994

El Censo Económico de 1994 es el último relevamiento que se


realizó, y que toma como base información del año 1993.
Analizaremos para comparar con el Censo de 1974 a la indus-
tria manufacturera y allí verificar el proceso de desarticula-
ciones que se dio, con la creciente pérdida de participación de
la industria en la economía en total.

En él se observa, que más allá de algunos cambios concep-


tuales en los estratos, la estructura de distribución de los
establecimientos según número de empleados no ha variado
de manera significativa entre el censo de 1974 y el de 1994.

Distribución de establecimientos de la industria manufacturera


según tamaño. Censo Económico 1994 - INDEC

de 6 a 10
12%

de 11 a 25
9%

de 26 a 50
menos de 5 4%
71%
de 51 a 150
3%
mas de 150
1%

184
DANIEL KOSTZER Y DIEGO SCHLESER

En efecto, la participación de los establecimientos de más de


51 trabajadores se mantiene constante, así como la de los
establecimientos de tamaño medio. Se evidencia una pequeña
caída en los establecimientos de menos de 5 ocupados de tres
puntos porcentuales, pero es un valor de poca significación.

Lo que si se percibe de manera dramática es la reducción en


el número de establecimientos o firmas, que cayó en un ter-
cio para el total, siendo la reducción para el segmento PyME
similar a la media para todos los establecimientos. No obs-
tante, mientras los establecimientos de menos de 5 trabaja-
dores se reducen en un 36.1%, los de 6 a 10, 11 a 25 y 26 a 50
trabajadores lo hacen en valores del 25.7%, 22.0% y 22.7%
respectivamente.

En lo que respecta a la estructura de la distribución de pues-


tos de trabajo ocupados según tamaño, se observa que los
establecimientos de menor tamaño relativo, hasta 50 traba-
jadores, incrementan su participación en 5 puntos porcen-
tuales, de 41% a 46% del total de los ocupados.

Los mayores cambios se dan en los segmentos de más de 100


trabajadores, donde evidentemente el cambio tecnológico y la
reorganización operativa jugaron un rol de optimización de
los puestos de trabajo y se verifican reducciones significati-
vas de los establecimientos más grandes a favor a los de
tamaño medio a grande ( de más de 50 trabajadores). Este
segmento pierde los cinco puntos porcentuales que ganaron
las PyMEs.

En lo que se refiere al total del empleo, se destruyeron en el


sector durante el período intercensal 600 mil puestos de tra-
bajo de los que 190 mil correspondieron a las PyMEs. Casi la
mitad de estos fue resultado de la reducción en las empresas
de menos de cinco trabajadores, muchas de ellas desapareci-
das, equivaliendo al 39% del stock de trabajadores que tenía
para 1974.

185
LAS PYMES ARGENTINAS. MITOS Y REALIDADES.

Distribución de ocupados según tamaño de establecimientos de la


industria manufacturera: Censo Económico de 1994-INDEC

menos de 5
14%
mas de 150
35%
de 6 a 10
8%

de 11 a 25
13%

de 26 a 50
11%
de 51 a 150
19%

Los otros segmentos de industrias PyMEs perdieron el 25, el


22 y el 23% de los puestos de trabajo para los segmentos de 6
a 10, 11 a 25 y 26 a 50 trabajadores respectivamente.

Son más de 400 mil puestos de trabajo los que destruyen las
empresas de más de 50 trabajadores entre 1974 y 1994 en el
sector industrial, que como se dijo anteriormente, lo cual
implica una cuarta parte de los ocupados en el sector en el
año 1974.

EL EMPLEO FORMAL HASTA EL 2003

Como mencionamos el empleo formal se puede seguir a par-


tir de la base de la SIJyP y a partir de los datos que de allí
surgen se hizo una taxonomía de empresas definida para

186
DANIEL KOSTZER Y DIEGO SCHLESER

cada grupo de actividades productivas. 12

Según esta taxonomía, y considerando los sectores industria,


comercio y servicios, al tercer trimestre de cada año entre
1996 y 2003, se observa una cierta estabilidad en las partici-
paciones por sector de actividad en los cuatro tamaños defi-
nidos.

Participación del trabajo registrado por tamaño al valor


del III trimestre de cada año
100%

90%

80%

70%
Participación

60%

50%

40%

30%

20%

10%

0%
III Trim III Trim III Trim III Trim III Trim III Trim III Trim III Trim
1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003
Microempresas 13 13 13 12 12 12 12 13
Pequeñas 21 21 21 21 21 21 21 21
Medianas 20 20 21 21 21 21 22 22
Grandes 45 45 45 45 45 45 46 44

período

12 Gabriel Yoguel utilizó una combinación de factores tales como emplea-


dos, facturación, valor agregado y energía, para definir la cantidad de traba-
jadores que constituyen los estratos de grandes, medianas, pequeñas y
microempresas para cada sector de actividad, para superar la arbitrariedad
el nro. de trabajadores como referencia única.
En la publicación del Observatorio de empleo y dinámica empresarial en
Argentina de Castillo V. Et-al, Serie Desarrollo Productivo No. 148, CEPAL
Santiago de Chile, Febrero de 2004, se utiliza esta metodología.

187
LAS PYMES ARGENTINAS. MITOS Y REALIDADES.

Lo que marca un cierto cambio es el proceso posterior a la cri-


sis de la devaluación, donde ser observa un incremento en la
participación en el número de trabajadores de las empresas
medianas, mientras se mantienen estables las de menor
tamaño relativo, en detrimento de la participación de las
empresas grandes, que pierden dos puntos porcentuales.

Esto reafirma algo que se plantea a partir de los datos de


creación y destrucción de empleo del equipo mencionado,
donde se ve que contrariamente a lo que sucedió en la recu-
peración posterior a la crisis del tequila, cuando la creación
de empleo se centró de manera notoria en las empresas de
mayor tamaño relativo para cada sector, profundizando la
concentración económica, en la recuperación post-devalua-
ción, la creación neta de puestos de trabajo está asentada en
las de menor tamaño relativo.
Creación neta de empleo
Registrado según tamaño en miles de puestos.
150

100
Cambio en Miles de personas

50

-50

-100

-150
III Trim III Trim III Trim III Trim III Trim III Trim III Trim
97/96 98/97 99/98 00/99 01/00 02/01 03/02
Grandes 108 83 -13 -5 -23 -127 23
Medianas 58 70 -12 -1 -6 -56 51
Pequeñas 46 47 -17 -8 -8 -71 63
Micro 24 22 -25 -4 -5 -53 57

188
DANIEL KOSTZER Y DIEGO SCHLESER

Como se observa en el gráfico, la creación de puestos netos de


la destrucción de trabajo a partir de la recuperación post-
tequila fue en el caso de las empresas grandes el doble que en
las mediana, y cinco veces más que en las micro. Allí el aná-
lisis agregado no alcanza, ya que muchas veces ese creci-
miento se debió, más que al ciclo económico, a la continuación
de inversiones encaradas previamente a ese shock externo,
que hizo revisar una importante parte de las decisiones de
inversión de las firmas. Esto se torna más claro cuando se
observa que entre 98 y 97, cuando acontece la crisis asiática,
las empresas grandes caen significativamente en términos de
creación neta de puestos de trabajo, mientras que las media-
nas crecen y las pequeñas y micro permanecen igual.

A su vez en el inicio de la recesión 98-99, son las grandes y


medianas las que menos puestos destruyen, tendencia que se
revierte entre 2000 y 2001 en que son las grandes las que tie-
nen las mayores reducciones de plantel.

La crisis de la devaluación muestra que las PyMEs destruyen


en términos netos menos de la mitad de los puestos de traba-
jo de que hacen las grandes, y en la recuperación, las peque-
ñas generan tres veces más puestos netos que las empresas
grandes.

A pesar de que esto está muy localizado en el tiempo y en la


actualidad como para hacer una tendencia de mediano plazo,
es claro que en recuperaciones con tipo de cambio efectivo
alto, que convoca a la sustitución de importaciones y a la
vuelta a un patrón productivo similar al previo a los años de
ajuste y reestructuración productiva, el aumento en el nivel
de actividad económica es más articulado, con mayor difusión
hacia empresas de menor tamaño relativo. El crecimiento
tipo hongos da paso al crecimiento tipo levadura, más homo-
géneo y distribuido.

189
LAS PYMES ARGENTINAS. MITOS Y REALIDADES.

EL EMPLEO ENTRE EL 2003 Y EL 2004

En el primer trimestre del año 2004, según la información


provista por el INDEC a partir de la encuesta permanente de
hogares, se observa que la mayor parte de los ocupados lo
hacen en firmas de menos de 100 trabajadores. Aquí hay que
señalar el peso que tienen firmas muy pequeñas, muchas
veces al margen del circuito empresarial formal, así como los
casos que ya se mencionaron de individuos ocupando puestos
en locales que corresponden a empresas que cuentan con más
de un lugar de trabajo.

El segundo sesgo que aquí se presenta es la localización de


las grandes firmas, especialmente unidades productivas
fuera de los aglomerados urbanos, que no son captados por la
EPH, tal como se ha mencionado anteriormente.

Distribución de trabajadores asalariados según tamaño


de establecimiento al 1er. Trimestre de 2004. EPH-INDEC

6 a 25 ocupados
28%

26 a 100 ocupados
18%

100 a 500
ocupados
2 a 5 ocupados 11%
35%
Más de 500
ocupados
1 ocupado 4%
4%

Como se observa en los datos para el primer trimestre del año


2004 de la EPH, aún hoy, el 68% de los trabajadores asala-

190
DANIEL KOSTZER Y DIEGO SCHLESER

riados del sector privado se encuentran en establecimientos


de hasta 25 ocupados. Si uno excluyese a los establecimientos
con sólo un trabajador, por considerarse micro, obtenemos
que el 63% del total de los asalariados están en estableci-
mientos de menos de 25 ocupados, mientras que el 81% en
menos de 100 asalariados.

Distribución de asalariados registrados según EPH


1er. Trimestre de 2004 26 a 100
ocupados
27%

6 a 25 ocupados
30%

100 a 500
ocupados
19%

2 a 5 ocupados Más de 500


15% ocupados
1 ocupado 7%
2%

A su vez, si uno analiza el resto de las categorías ocupaciona-


les tales como cuenta propia, changas, propietario, etc., el 95%
está ocupado en establecimientos de cinco o menos ocupados.

Cuando se comparan los datos de los asalariados registrados


y los totales de la EPH, se observa que en el caso de aquéllos
a los que se les realizan los aportes y contribuciones a la
seguridad social son proporcionalmente menos en las empre-
sas de menor tamaño relativo.13

13 La no registración surge en la EPH de interrogar al trabajador acerca de


si se le realizan aportes jubilatorios, si cobra asignaciones familiares, etc. De
ese modo se deduce la situación ya que a veces o el respondiente o el propio
trabajador no tienen en claro su situación.

191
LAS PYMES ARGENTINAS. MITOS Y REALIDADES.

En lo que respecta a la generación de empleo a partir de la


EPH continua, se compararon la cantidad de nuevos puestos
según tamaño de establecimiento, y allí se ve que el único
estrato que tuvo una reducción fue el de establecimientos de
más de 500 trabajadores, muy influido por el ajuste de cier-
tas empresas de servicios, como algunos bancos.

Por su parte, la empresa mediana de entre 25 y 40 trabaja-


dores es la que más incrementó su dotación de personal a lo
largo de 2003, estando los otros estratos en general levemen-
te por arriba de la media para el período

Variación % de trabajadores según tamaño de establecimietno


según EPH INDEC 1er. Trimestre 03 - 1er. 04
20,0%

14,5%
15,0%
10,8% 11,0%
10,2%
9,4%
10,0%
Variación

5,0%

0,0%
hasta 5 6 a 25 26 a 40 41 a 100 101 a más de
500 500
-5,0%

-10,0% -7,6%
Tamaño

En lo que respecta a las tendencias, La mayoría de los estra-


tos muestra crecimiento a lo largo del año 2003 y el primer
trimestre de 2004, con algunas excepciones. Los cambios más
significativos se dan en los segmentos medios, aunque como
se dijo antes, alrededor de la media, salvo en el estrato de
más de 500 trabajadores que presenta una caída importante.

192
DANIEL KOSTZER Y DIEGO SCHLESER

Evolución del empleo según EPH continua.


1,4

1,2
Indice base 1-03=100

0,8

0,6

0,4

0,2

hasta 5 6 a 25 26 a 40 41 a 100 101 a 500 más de


Trimestre 500

I trim 2003 2 trim 2003 3 trim 2003 4 trim 2003 I trim 2004

CONCLUSIONES

Como se ha manifestado, el desarrollo del sector PyME en


Argentina opera en un proceso recursivo e iterativo que arti-
cula con el paradigma de acumulación vigente. Es básica-
mente funcional a los esquemas de crecimiento basados en la
movilización ahorro doméstico y la inversión nacional, la
dinámica del mercado interno, y la sustitución de importa-
ciones.

Estos componentes de la demanda agregada fueron afectados


durante los años de los modelos de ajuste, apertura y desre-
gulación, cambiando la forma en que el excedente social de la
economía Argentina se generaba y distribuía, con efectos que
afectaron la perfomance y la estabilidad de la economía, a la
vez que se generaron situaciones de franca inviabilidad social
y política.

No debería llamar la atención que en un contexto de concen-


tración de ventas y ganancias el sector de la PyMEs haya
mantenido su participación en términos de personal ocupado.
En el contexto de la profunda reorganización funcional de las

193
LAS PYMES ARGENTINAS. MITOS Y REALIDADES.

empresas de mayor tamaño relativo, las PyMEs que sobrevi-


vieron lo hicieron a partir de nuevas estrategias que combi-
naron desde el ingenio, innovación y la adecuación a un
medio más hostil, hasta la reducción en expectativas empre-
sariales y personales que se mezclaron con el desahorro y la
declinación.

Hoy existe un nuevo marco económico e institucional que no


debería dificultar el desarrollo del sector de las PyMEs, aun-
que para que este aproveche su potencial y retome su rol de
décadas pasadas, es central una política de desarrollo tecno-
lógico y crediticio acorde a las necesidades de los sectores, a
la vez que es fundamental la recuperación del poder de com-
pra y de atesoramiento de los sectores más numerosos de la
población. Esto se puede resumir en que un modelo de creci-
miento sustentable, inclusivo de los más diversos sectores
sociales en la totalidad del territorio nacional En definitiva,
la restauración, fortalecimiento y expansión de las articula-
ciones sociales, sectoriales y regionales que caracterizan a las
economías que crecen sustentablemente y con equidad.

FUENTES DE INFORMACIÓN

Anuario Estadístico de la República Argentina, Varios años.

Censos Económicos de 1935, 43, 54, 64, 74, 85, 94. INDEC

Encuesta Permanente de Hogares, INDEC 1974-2004-08-25

Informes de la BADE. Base de Datos para el Análisis


Dinámico del Empleo (Subsecretaría de Programación
Técnica y Estudios Laborales-Ministerio de Trabajo, Empleo
y Seguridad Social). Realizado sobre bases de SIJyP (Sistema
Integrado de Jubilaciones y Pensiones) AFIP, Varios años.

194
LA INSERCION EXTERNA DE
LA ECONOMIA ARGENTINA
Y LA PROBLEMÁTICA PYME:
ENTRE LA GESTION DE
POLITICAS Y LOS
CONDICIONANTES
MICROECONOMICOS

Gustavo Svarzman

Economista. Docente de la UBA. Especialista en Comercio


Internacional.

195
LAS PYMES ARGENTINAS. MITOS Y REALIDADES.

196
GUSTAVO SVARZMAN

1.) Consideraciones generales

Desde hace algunos años existe en la Argentina un amplio


acuerdo entre empresarios, analistas y académicos respecto
de la necesidad de incrementar las ventas de productos nacio-
nales al exterior. Si bien dicho consenso general se encuentra
aún pendiente de ser plasmado en acciones concretas y/o ins-
trumentos de política tendientes a facilitar los negocios de
exportación e impulsar la internacionalización de más
empresas, su importancia como punto de partida en el largo
camino tendiente a la generación de una nueva "cultura"
comercial no debería ser subestimada.

De este modo, el crecimiento sostenido de las exportaciones y


el mejoramiento de su perfil cualitativo en términos de valor
agregado incorporado y de diversificación sectorial son dos
desafíos que enfrenta la Argentina de cara a la próxima déca-
da, como parte de la batalla por consolidar la sostenibilidad

197
LAS PYMES ARGENTINAS. MITOS Y REALIDADES.

de la economía nacional y poder así generar condiciones más


propicias para la mejora en nivel de vida y de bienestar de su
población.

Este fenómeno plantea entonces la necesidad de diseñar e


impulsar políticas superadoras de las implementadas a lo
largo de las dos décadas pasadas, como condición necesaria
para mejorar la capacidad productiva y competitiva de los
sectores generadores de riqueza, así como para contribuir al
desarrollo de nuevos mercados de exportación, y a la consoli-
dación y ampliación de los existentes.

En este sentido, las "enseñanzas" derivadas de la experiencia


desarrollada por nuestro país a lo largo de la década del
noventa muestran que además de la necesidad de mantener
condiciones macroeconómicas adecuadas para el desarrollo
de negocios, la posibilidad de lograr un despegue exportador
y sustentable en el tiempo, requiere del diseño e implemen-
tación de un conjunto de acciones, políticas e instrumentos
específicos, que puedan contribuir a alcanzar mejoras cuanti-
tativas y cualitativas en materia de la inserción internacio-
nal de las empresas que operan en el país.

Esta tarea implica un importante desafío para los responsa-


bles de diseñar y ejecutar las políticas públicas y privadas,
abarcando temáticas y disciplinas de muy diversa índole, que
van desde temas fiscales y regulatorios hasta cuestiones vin-
culadas al financiamiento, el fomento a la competitividad, el
sistema de estímulos a la pequeña y mediana empresa, los
regímenes aduaneros, el transporte, la formación de recursos
humanos y las negociaciones comerciales internacionales,
entre otras disciplinas.

Pero en cualquier caso, pocas dudas existen acerca de que la


promoción y desarrollo de las exportaciones -entendida esta
tarea en un sentido amplio- se ha ido transformando en un
elemento clave para el éxito, cualquiera sea la estrategia de

198
GUSTAVO SVARZMAN

desarrollo que se considere. A este respecto, las nuevas nor-


mas y disciplinas que rigen el comercio internacional son un
marco de referencia insoslayable, para la definición del tipo y
alcance de los instrumentos de apoyo a la promoción y apoyo
a la inserción externa que pueden ser actualmente utilizados,
cuestión particularmente relevante luego de la plena entrada
en vigencia de los acuerdos de la Ronda Uruguay del GATT-
OMC a mediados/fines de la década pasada.

En este marco, cobra relevancia la pregunta acerca de cuál es


el espacio "real" del que disponen las autoridades políticas de
los países en desarrollo para la promoción de las exportacio-
nes, habida cuenta de la imposibilidad de replicar los instru-
mentos y esquemas de apoyo al desarrollo exportador imple-
mentados en los años sesenta o setenta por algunas de las
economías más exitosas en este terreno, tanto las del este de
Asia como algunas de nuestra región1 .

Por otra parte, los cambios producidos en las condiciones


internas de funcionamiento de la economía nacional han
modificado el ambiente para los productores / exportadores
locales respecto de lo sucedido en tiempos pasados. A este
respecto, la reducción unilateral y preferencial de la protec-
ción comercial implementada a principios de los años noven-
ta ha disminuido fuertemente el sesgo anti-exportador carac-
terístico de los formatos de desarrollo que rigieron a lo largo
de las décadas anteriores.

Adicionalmente a ello, el desarrollo de ambiciosos programas


en materia de integración económica en el MERCOSUR y
demás países vecinos ha tenido fuerte implicancia en términos

1 A este respecto, es oportuno señalar que algunos de los mecanismos de


estímulo fiscal y de apoyo a la diversificación de las exportaciones imple-
mentados por países como Colombia en los años setenta y Chile o México a
lo largo de los años ochenta y parte de los años noventa han ido siendo pau-
latinamente desactivados y/o reformados por dichos países, en consonancia
con los compromisos asumidos ante la Rueda Uruguay de la OMC.

199
LAS PYMES ARGENTINAS. MITOS Y REALIDADES.

de la inserción comercial de numerosos sectores, regiones y


empresas. Cabe señalar que una parte importante de éstas se
ha visto en la necesidad de incorporar por vez primera a los
mercados externos, en su abanico de opciones comerciales,
tanto en su carácter de mercados posibles para la colocación de
sus productos, como en su papel de proveedores de ciertos insu-
mos o servicios necesarios para el desarrollo de su actividad.

2.) La promoción de exportaciones y la carrera de la


competitividad

2.1 Una visión de conjunto

Mas allá de situaciones puntuales o períodos específicos, el


comportamiento exportador del país a lo largo de las últimas
décadas no sólo ha sido globalmente poco satisfactorio en tér-
minos cuantitativos, sino que por encima de ello ha mostrado
una serie de defectos y debilidades estructurales en cuanto a
la ausencia de una verdadera estrategia de reinserción en el
comercio mundial.

Así, y más allá de los esfuerzos y avances puntuales realiza-


dos en diferentes planos, la Argentina ha carecido en las últi-
mas décadas de una política "real", integral, consistente y
persistente en el tiempo en materia de promoción de las
exportaciones y de fomento a la internacionalización de las
empresas que operan en sus respectivos ámbitos. De esta
manera, tanto los casos de exportadores exitosos como los de
empresas o grupos económicos que han alcanzado resultados
favorables han sido resultado de esfuerzos individuales y no
el fruto de políticas públicas focalizadas.

Si las teorías tradicionales sobre el tema de la competitividad


centraban el análisis en temas tales como el tipo de cambio,
el balance comercial, la asignación de los recursos, los costos
salariales (OCDE, 1992) o la capacidad de la empresa para

200
GUSTAVO SVARZMAN

insertarse en los mercados internacionales, las visiones más


modernas han ido poniendo un creciente énfasis en los lla-
mados factores "no precio", como son las capacidades para
aprender e innovar, la aptitud para reducir los tiempos de
puesta en el mercado, para diferenciar los productos respecto
de la competencia o bien para actuar dentro de redes microe-
conómicas eficaces o para generar instancias interempresa-
riales de cooperación.

De este modo, mientras que en los productos estandarizados


la competencia opera por precio y disponibilidad, en los más
especializados lo más relevante es la calidad, el servicio, las
condiciones de entrega y confiabilidad, y sólo a igualdad de
condiciones empieza a dirimirse vía precio. En este marco, el
fomento a la competitividad alude cada vez más a las políti-
cas de formación de recursos humanos, de fortalecimiento de
la base tecnológica y de condiciones de entorno productivo, y
cada vez menos a las ventajas salariales o a los recursos
naturales.

Así, el fortalecimiento y desarrollo sustentable de las redes


productivas en las cuales el país dispone actualmente de esla-
bones con fuerte potencialidad competitiva aparece como un
tema de singular y creciente relevancia en la agenda de la
próxima década. En este sentido, el estímulo al desarrollo de
estrategias cooperativas y de mediano plazo a lo largo de las
cadenas sectoriales de proveedores y clientes, tendientes a
posibilitar el desarrollo de inversiones complementarias, el
aprovechamiento de ventajas de localización y la incorpora-
ción de mejoras tecnológicas, productivas y/o comerciales
hacia el conjunto del tejido empresarial son cuestiones abso-
lutamente decisivas (Svarzman, 2004).

A este respecto, y tal como lo muestran las experiencias de los


países exitosos de las últimas décadas en materia de des-
arrollo económico y comercial, cabe a la política pública un
papel de fundamental importancia en la tarea de generar e

201
LAS PYMES ARGENTINAS. MITOS Y REALIDADES.

implementar instrumentos tendientes a facilitar el acceso a


oportunidades, promover el desarrollo de capacidades empre-
sariales e institucionales y replantear el papel de la empresa
en el sistema económico, a efectos de contribuir a la creación
de un nuevo entorno para los negocios.

2.2 Recursos naturales y agregación de valor

Más allá de algunos cambios observados a lo largo de las últi-


mas décadas, las ventas externas argentinas se han caracte-
rizado por su elevada concentración en sectores que no sólo
resultan estructuralmente poco dinámicos en el comercio
mundial, sino que al mismo tiempo generan limitados esla-
bones hacia el conjunto de la economía en materia de crea-
ción directa e indirecta de empleos, aliento a la innovación
tecnológica, desarrollo de redes de subcontratación, de gene-
ración de externalidades, etc.

En este orden de ideas, la simple comparación entre el patrón


comercial de Argentina y los de las economías más exitosas,
muestran claras asimetrías estructurales. Mientras que las
ventas externas nacionales se concentran mayormente en
bienes de la llamada "primera transformación", los de las
economías más desarrolladas lo hacen en productos de
"segunda" o "tercera fase de transformación".
Estructura de las principales cadenas productivas-exportadoras 2000/1

Argentina 42.5% 35.6% 21.9%

Brasil 31.1% 24.8% 44.1%

España 21.4% 20.0% 58.6%

EE.UU. 13.4% 13.4% 73.2%

Alemania 9.5% 17.2% 73.3%

Italia 8.4% 18.4 73.2%

Primera Segunda Tercera


Fuente: Svarzman, 2004

202
GUSTAVO SVARZMAN

Si bien tanto la teoría como la evidencia empírica sustentan


la conveniencia de la especialización de una economía en los
sectores o tramos de mayor sofisticación o valor agregado, el
eje central del presente argumento radica en que la venta al
exterior de productos ubicados en los primeros tramos de la
cadena productiva implica fundamentalmente el desaprove-
chamiento de oportunidades y de ventajas potenciales de
localización para el desarrollo de las actividades que proce-
san o transforman dichos insumos en bienes o servicios de
mayor valor y sofisticación.

De igual modo, puede observarse que mientras que los países


de mayor desarrollo relativo mantienen -en terminos genera-
les- saldos comerciales deficitarios en los sectores de menor
sofisticación (primera transformación), son generalmente
exportadores netos de bienes de mayor contenido tecnológico
y de mayor volumen de trabajo incorporado por unidad de
producto.

Si en algunos casos este fenómeno tiene su explicación en las


políticas comerciales de los países compradores del mundo
desarrollado (escalonamiento arancelario, vgr. bajos arance-
les a la entrada de la materia prima, con mayores niveles de
protección tarifaria a medida que se va avanzando en el valor
agregado) en buena parte de los sectores dicha situación se
vincula con problemas relacionados con la aversión de los
empresarios al mediano plazo, a la concentración de las
inversiones en sectores en los cuales la rentabilidad se vin-
cula a los recursos naturales, a insuficiencias en la oferta de
recursos humanos, a problemas en el acceso a la tecnología o
bien a la incertidumbre sobre estabilidad de reglas y marcos
regulatorios locales.

Pero más allá de los cambios en los paradigmas tecno-pro-


ductivos de las últimas décadas y las oportunidades desapro-
vechadas a lo largo del tiempo, lo cierto y real es que la fron-
tera de recursos naturales del país ha tenido una importante

203
LAS PYMES ARGENTINAS. MITOS Y REALIDADES.

expansión a lo largo de la última década y media, no sólo en


el plano de la actividad agropecuaria tradicional y no tradi-
cional, sino también en el terreno de sectores que histórica-
mente habían tenido escaso o débil desarrollo en el país, como
la forestación, los combustibles (particularmente el gas y sus
derivados), la pesca y la minería, entre otros.

En este marco, el desafío de mejorar la calidad del patrón de


especialización productiva-exportadora de nuestro país
requiere avanzar en un aprovechamiento de los recursos
naturales y de los insumos industriales básicos (siderurgia,
petroquímica, fertilizantes, pasta de papel, aluminio, etc.)
bien diferente al de las épocas pasadas.

Así, y más allá de la necesidad de que el Estado -en sus dife-


rentes niveles e instancias- provea eficientemente los "bienes
públicos" adecuados para el desarrollo de la competitividad
desde el campo de la macroeconomía, el diseño e implemen-
tación de instrumentos de política tendientes a favorecer e
incentivar el desarrollo y fortalecimiento competitivo de las
redes productivas generadas en torno de las grandes empre-
sas manufactureras productoras de insumos industriales de
uso difundido parece ser una vía adecuada y necesaria para
inducir el desarrollo de un patrón exportador más "plausible"
que el actual.

En igual sentido, la incorporación de un mayor número de


empresas manufactureras (fundamentalmente pequeñas y
medianas) al negocio y la "cultura" de la exportación directa
o indirecta, también puede contribuir a sentar las bases para
la gestación de un modelo de funcionamiento microeconómi-
co en el que la generación de productos diferenciados, inno-
vaciones y empleos de alta calificación adquieran una rele-
vancia mayor a la actual.

En relación con ello, favorecer el incremento de la participa-


ción relativa de los bienes diferenciados en las exportaciones

204
GUSTAVO SVARZMAN

nacionales, reduciendo el componente relativo de productos de


"primera transformación (vgr. acero o aluminio sin alear,
materias primas plásticas, cueros curtidos o materias primas
agrícolas) e incrementando el de la "segunda o tercera " trans-
formación (maquinaria agrícola o autopartes, manufacturas
de plástico, calzado y marroquinería, o bien alimentos proce-
sados) parece ser un camino no sólo factible y razonable desde
el punto de vista económico y comercial, sino también una
alternativa orientada a efectuar un aporte relevante a la reso-
lución de algunos de los problemas estructurales que afectan
a nuestra economía y nuestra sociedad desde hace décadas.

De esa manera, las experiencias exitosas de las últimas


décadas en diferentes países muestran que las políticas de
fomento productivo deben diseñar y desarrollar instrumentos
de gestión de tipo horizontal, tendientes no sólo a mejorar la
coordinación entre el sector privado y entre éste y el sector
público, sino también a promover la competencia y la trans-
parencia de cada uno de los mercados, facilitar el acceso a la
información por parte de los diferentes actores y reducir cos-
tos de transacción, contribuyendo de este modo a reducir la
incertidumbre, facilitar la cooperación inter empresarial y
garantizar un ambiente más adecuado para la inversión en
los sectores de mayor efecto multiplicador.

Así, y más allá de las dificultades existentes en diferentes


campos (configuración y patrones de acumulación y de toma
de decisiones de los grandes conglomerados industriales que
operan en la región, características propias del tejido empre-
sarial PYME local, debilidades de los órganos públicos de ges-
tión de políticas, trayectoria reciente de la región en el plano
de la macroeconomía, problemas vinculados a la oferta de
logística e infraestructura, etc., parecería que existen posibi-
lidades reales de identificar "nichos de trabajo" cooperativo
entre el sector público y el sector privado a lo largo de cada
una de las principales cadenas de valor, en los cuales se pue-
dan desarrollar esquemas "ganador-ganador".

205
LAS PYMES ARGENTINAS. MITOS Y REALIDADES.

De este modo, y en contraposición a la "noventista" idea sobre


la intrínseca aptitud del mercado a efectos de conducir a los
agentes económicos hacia el patrón productivo más eficiente
(o lo que es más o menos lo mismo, la incapacidad de la polí-
tica pública para generar acciones o estímulos orientados a
alcanzar resultados más plausibles para la economía en su
conjunto), la experiencia reciente muestra que existe un
campo relativamente amplio para la utilización de instru-
mentos y sistemas de incentivo, para mercado más amistoso
orientados a favorecer el desarrollo de diferente tipo de unio-
nes y derrames entre sectores naturalmente concentrados y/o
orientados hacia los mercados externos, y al conjunto de la
economía.

2.3 Redes productivas, competitividad e incentivos a


la exportación

En la economía mundial actual y cada vez en mayor medida,


la competencia no responde al concepto de empresas sino de
sistemas o bien de "redes de redes". De este modo, el negocio
exportador puede ser entendido como un circuito formado por
un amplio abanico de eslabones, que va desde los proveedo-
res, el transporte y la importación de insumos y partes, hasta
la distribución, comercialización, logística de transporte y
almacenaje, publicidad, financiamiento al comprador, servi-
cios de asesoramiento y post venta.

En definitiva, la competitividad de un producto depende cada


vez más del nivel de eficiencia de cada uno de los eslabones
en forma individual y de la calidad del sistema global de arti-
culación de los mismos.

Es así que en este marco, en la que las fortalezas y/o debili-


dades del contexto (exógenas a la firma) inciden decisiva-
mente en su grado de competitividad, la construcción de sis-
temas competitivos requiere de avances coordinados y razo-

206
GUSTAVO SVARZMAN

nablemente equilibrados entre los diferentes componentes de


la misma.

A este respecto, los equilibrios macroeconómicos constituyen


de este modo un marco o piso mínimo sobre el cual es posible
ir construyendo la competitividad de una economía. En caso
contrario, la incertidumbre asociada al funcionamiento de
algunas variables puede incrementar ciertos costos de tran-
sacción y hacer de ese modo inviables determinados proyec-
tos de inversión. Adicionalmente a ello, cuestiones tales como
la existencia de mercados competitivos y transparentes para
la compra/venta de bienes y servicios, el acceso fluido a la
información relevante y un razonable grado de estabilidad en
las normas jurídicas y regulatorias también constituyen ele-
mentos de vital importancia a efectos de definir la viabilidad
de un proyecto exportador.

En función de lo expuesto y desde una visión de conjunto,


resulta de vital importancia fomentar una eficaz articulación
entre los diferentes eslabones que "componen" la competitivi-
dad, estimulando la especialización productiva y la externali-
zación de actividades secundarias a través de alianzas con
proveedores de servicios, cadenas de comercialización, de
transporte, etc.

Del mismo modo, el desarrollo de políticas tendientes a favo-


recer las exportaciones de empresas pequeñas y medianas no
debe verse necesariamente como un objetivo absoluto ni como
una virtud universal. En determinados sectores y/o situacio-
nes particulares, y tal como lo demuestra la experiencia
internacional, puede resultar más eficiente apuntalar el for-
talecimiento de sus vínculos con empresas exitosas de mayor
tamaño, actuando inicialmente como subcontratistas o expor-
tadores indirectos (Rosales, 1994).

A tal efecto, la remoción de obstáculos regulatorios o fiscales


para el funcionamiento de compañías especializadas en la

207
LAS PYMES ARGENTINAS. MITOS Y REALIDADES.

comercialización internacional (trading companies) puede ser


un instrumento de sumo interés a efectos de que productores
con escasas capacidades logísticas, financieras y/o comercia-
les puedan subcontratar en favor de este tipo de empresas
algunas de las tareas vinculadas al negocio exportador.

3. Algunos comentarios sobre la Problemática de la


Exportación Pyme en la Argentina

Desde los años de la posguerra y hasta comienzos de la déca-


da del 90, las PyMEs argentinas se desarrollaron en un con-
texto caracterizado por una escasa interrelación con el resto
del mundo, basando su crecimiento en el dinamismo del mer-
cado interno. Así, la alternativa exportadora era sólo un
negocio de excepción o de ocasión, dependiendo su evolución
casi exclusivamente de los vaivenes de la demanda interna y
-en menor medida- del tipo de cambio real. En este esquema,
complejizado aún más por la inestabilidad macroeconómica y
política que caracterizó a los años 50, 60 y 70, los mercados
externos no aparecían como una alternativa sustentable y de
largo plazo, sino más bien como una posibilidad más o menos
ajena al menú de negocios "reales" de las empresas Pymes y
-por ende- reservada a firmas de gran tamaño, vinculadas
generalmente a las commodities agrícolas.

Desde fines de los años 80 y con el comienzo del proceso de


estabilización, desregulación y apertura económica, las
PyMEs argentinas se fueron enfrentando a un escenario
totalmente diferente al vigente hasta ese momento, en el cual
el mercado doméstico empezó a ser disputado por la compe-
tencia de productos importados, afectando así los patrones de
comportamiento que habían caracterizado a las cuatro déca-
das siguientes a la segunda guerra mundial.

Si bien este nuevo contexto macroeconómico abrió algunos


nuevos horizontes en la agenda de los negocios del empresa-

208
GUSTAVO SVARZMAN

riado Pyme -al ampliar el menú de clientes potenciales en el


mercado regional y de posibles proveedores a mejores precios-
la mayor exposición del conjunto de la economía argentina a
la competencia regional e internacional fue delineando condi-
ciones mucho más complejas y exigentes para el funciona-
miento de tales empresas.

Este escenario se hizo aún más complicado a partir de las


condiciones desfavorables que a lo largo de los últimos años
se han venido verificando en el mercado interno, debido al
desembarco de numerosas empresas transnacionales y -con-
secuentemente- de la intensificación de la competencia por
una demanda interna cada vez más selectiva.

Pero más allá de estos condicionantes, resulta interesante


observar que desde mediados de los años 90, un conjunto aco-
tado pero relativamente significativo de empresas de menor
tamaño ha logrado ciertos éxitos en materia de inserción
externa. De este modo, el perfil de las exportaciones naciona-
les ha comenzado a mostrar una mayor presencia de expor-
tadores pequeños y medianos que en el pasado, fenómeno
visible tanto en lo que hace al número de firmas como -en
menor medida- a los valores comercializados por éstas.

De todos modos, la cantidad de empresas PyMEs argentinas


con alguna presencia exportadora continúa siendo absoluta y
relativamente limitada (ubicándose actualmente entre 8.000
y 10.000 firmas al año frente a un universo total de 80.000 /
90.000 MIPyMEs industriales), siendo además la mayoría
microexportadoras y existiendo una muy elevada tasa de
rotación anual entre las empresas que venden a los mercados
externos.

Aún en los casos exitosos, subsisten importantes barreras y


obstáculos de tipo estructural al desarrollo exportador de
estas empresas, vinculados a la oferta tecnológica, el costo y
calidad del financiamiento, los servicios de apoyo y la logísti-

209
LAS PYMES ARGENTINAS. MITOS Y REALIDADES.

ca comercial, los problemas de management o la misma esca-


la de producción. Estos fenómenos constituyen de algún modo
un "handicap negativo" frente a firmas provenientes de paí-
ses que disponen de sistemas de apoyo técnico, infraestructu-
ra, mecanismos de financiamiento más desarrolladas o políti-
cas de estímulo y asistencia muy superiores a las que
Argentina hoy ofrece a sus empresas.

En este contexto, generar mecanismos e instrumentos que


puedan apoyar e impulsar la mejora cualitativa y cuantitati-
va en la inserción internacional de una parte del universo
PyME local, es sin duda alguna uno de los desafíos más
importantes que enfrenta nuestra economía de cara a la pró-
xima década. Una mejor y mayor participación de las PyMEs
locales en la actividad exportadora contribuirá no sólo a
lograr un mayor ingreso de divisas para el país, sino también
permitirá generar un tejido microeconómico mucho más sus-
tentable, integrado e incluso más equitativo que el vigente.

Ahora bien, la penetración de los mercados internacionales


no es una tarea sencilla ni se encuentra al alcance de cual-
quier firma. En la mayor parte de los casos, el ingreso a los
mismos exige la implementación de algún tipo de moderniza-
ción o adaptación, tanto de sus métodos y sistemas de pro-
ducción, como en lo que hace a las estrategias de marketing
y comercialización que se utilizan en el mercado interno. Y en
este sentido, tratar de superar estos obstáculos a través de
iniciativas individuales de firmas pequeñas o medianas se ve
obstaculizada no sólo por la necesidad de asumir elevados
riesgos comerciales, sino también por la exigencia de dispo-
ner de un volumen de recursos financieros, humanos y técni-
cos que muchas veces se encuentran fuera del alcance de una
parte importante del universo PyME nacional.

En relación con ello, la experiencia nacional e internacional


de las décadas recientes muestra con claridad que en relación
con varios de los problemas señalados, la cooperación y arti-

210
GUSTAVO SVARZMAN

culación de esfuerzos entre empresas pymes-pymes, o bien


pymes-grandes empresas proveedoras, puede contribuir efi-
cazmente a resolver o suavizar tales restricciones.

3.1 La creciente importancia de la competitividad y la


inserción exportadora en la agenda de la Política
PyME

En el marco del patrón prevaleciente en la economía mun-


dial, el impulso a las actividades de reconversión competitiva
e inserción exportadora de las empresas PyMEs por parte del
Estado no puede ya ser visto como una mera inquietud inte-
lectual ni una cuestión vinculada exclusivamente con temas
de equidad distributiva o regional. Por el contrario, existe un
creciente consenso tanto a nivel de hacedores de política como
de analistas, consultores y académicos acerca de que la com-
petitividad global de las economías depende cada vez en
mayor medida de la posibilidad de que las grandes empresas
puedan interactuar y cooperar eficazmente con el resto del
tejido empresarial del país o de la región.

Las falencias del entorno microeconómico pueden en muchos


casos restringir fuertemente la capacidad de numerosas fir-
mas para desarrollar una competitividad sólida y duradera.
Ello es así en tanto las empresas, por más grandes que sean
-y aún si son transnacionales- no pueden concentrarse en la
actividad central ("core business") que las hace competitivas
y se ven obligadas a desarrollar actividades y/o servicios para
los cuales no disponen de conocimiento ("know how"), capaci-
dades propias y/o activos intangibles. Así, ven limitadas sus
posibilidades de obtener el necesario avance productivo que
les permita alcanzar niveles de eficiencia mundial.

Del igual modo, para muchas grandes empresas productoras


de insumos industriales y otros bienes intermedios, la exis-
tencia de una red local de proveedores y clientes Pymes con
capacidad exportadora, contribuye no sólo a incrementar su

211
LAS PYMES ARGENTINAS. MITOS Y REALIDADES.

alcance de actividades posibles, sino también a la generación


de un espacio de interacción cliente-proveedor que puede
generar múltiples externalidades positivas hacia el conjunto
del tejido microeconómico.

En definitiva, la mejora en la capacidad competitiva de las


empresas PyMEs y el consiguiente ensanchamiento de la
base exportadora nacional, es un fenómeno que cobra especial
relevancia para nuestra economía de cara al futuro. Para
numerosas empresas tradicionalmente orientadas hacia el
mercado interno, la exportación es una actividad con altos
costos de entrada -que van desde la captación de clientes y el
manejo de los procedimientos aduaneros, financieros y admi-
nistrativos relativos al comercio exterior, hasta la observancia
de determinados requisitos de presentación, calidad, normas
técnicas-sanitarias y plazos de entrega- y resultados inciertos
y no inmediatos. No obstante, la experiencia internacional
indica que una vez que se superan dichos escollos, el aprendi-
zaje realizado por la firma pasa a transformarse en un activo
estratégico de la misma, generándose un conocimiento de alto
valor estratégico y económico para el conjunto.

4.) Los Pequeños Exportadores argentinos y la salida


de la Post Convertibilidad

La salida de la Convertibilidad dispuesta en nuestro país a


principios del 2002 y la importante mejora en el tipo de cam-
bio real que acompañó a dicha decisión, en el marco de una
crisis generalizada en el sistema financiero y de quiebre de
las cadenas de pagos interempresariales, generaron un esce-
nario fuertemente complejo para el conjunto de las empresas
que operan en el país.

En este complejo marco, con la producción de bienes y servi-


cios, las ventas y la recaudación fiscal contrayéndose a tasas
interanuales de dos dígitos, la virtual desaparición del crédi-

212
GUSTAVO SVARZMAN

to comercial y el fantasma de la hiperinflación y la quiebra


generalizada de firmas en el horizonte, los mercados externos
aparecían como la "tabla de salvación" para las empresas
productoras de bienes -e incluso de servicios- real o poten-
cialmente ubicables en algún mercado externo.

Así, numerosas empresas de diferente tipo y tamaño -e inclu-


so sectores productivos completos- que durante los años de la
Convertibilidad realizaban pocos o ningún esfuerzo en mate-
ria de búsqueda de compradores externos para sus productos,
comenzaron a interesarse "masivamente" por dicha temática
a la luz de la nueva ecuación competitiva que parecía deri-
varse del nuevo valor del dólar (o lo que es lo mismo, de la
fuerte reducción de sus costos internos totales, medidos en
moneda extranjera).

Pero pese a los ingentes esfuerzos realizados por numerosas


firmas y en consonancia con lo sucedido en otras latitudes en
contextos post devaluatorios (como ser los casos de Corea en
1998 o Brasil en 1999, por sólo citar dos de ellos), los resulta-
dos agregados del sector exportador argentino durante el
complejo año 2002 resultaron negativos, con una caída del
orden del 4% respecto de los valores correspondientes al año
previo a la salida de la Convertibilidad.

Si bien los factores explicativos de estos fenómenos son obvia-


mente multicausales, es indudable que las nuevas condicio-
nes cambiarias post Convertibilidad han generado un esce-
nario que aparece a priori como más propicio para el desa-
rrollo de la actividad exportadora que el prevaleciente a lo
largo de la década pasada.

Pero en cualquier caso y más allá de estas nuevas condicio-


nes, la traducción de las mencionadas mejoras competitivas
en incrementos sustanciales y duraderos en los flujos de
exportaciones es y será -para la mayor parte de las firmas, y
particularmente para las de menor tamaño- un proceso largo,

213
LAS PYMES ARGENTINAS. MITOS Y REALIDADES.

complejo y -en muchos casos- de resultados comerciales


inciertos. No obstante ello y teniendo en cuenta estas salve-
dades, resulta oportuno efectuar un análisis global acerca de
problemática estructural y de los resultados de los diferentes
segmentos empresariales nacionales a lo largo de dicho año.

4.1.) Principales características del perfil exportador


argentino, según el tamaño de empresas

Desde sus mismos orígenes, la actividad exportadora ha sido


en nuestro país una actividad reservada para unas pocas
empresas de gran envergadura, en su gran mayoría vincula-
das a algunas materias primas, ciertos recursos naturales de
agricultura templada y sus derivados simples.

Los elevados requisitos técnicos, financieros y de manage-


ment necesarios para poder penetrar con éxito en los merca-
dos internacionales, así como la tradicional cultura merca-
dointernista de la mayor parte de las firmas nacionales y
extranjeras radicadas en el país, en el marco de políticas
públicas que en buena parte de este período privilegiaron el
desarrollo del mercado interno y el desarrollo de eslabona-
mientos "hacia atrás" del tejido industrial -aún cuando esto
implicara cierta pérdida de competitividad de algunos secto-
res demandantes de dicha producción- contribuyeron a que la
exportación de manufacturas fuera una actividad poco rele-
vante hasta bien entrados los años 60.

Si bien ya a principios de los 70s un segmento de firmas


nacionales comenzó un incipiente proceso de inserción en
determinados mercados externos, la fuerte crisis que afectó a
nuestra economía desde mediados de dicha década dio por
tierra con esos intentos.

Años después, ya en el marco de la llamada "crisis de la


deuda" y con una estructura industrial -y social- bien dife-
rente a la vigente en los años previos a la crisis del petróleo,

214
GUSTAVO SVARZMAN

la exportación comenzó a ser visualizada como un negocio de


"segundo mejor" para un conjunto de "nuevas" grandes fir-
mas productoras de insumos industriales (siderurgia, alumi-
nio, petroquímica, papel, etc.), las que destinaban al exterior
buena parte de lo que la demanda interna no absorbía duran-
te los períodos de retracción de la demanda interna.

En definitiva, los cambios acaecidos en la economía argenti-


na desde fines de los años 70 tanto en el plano de la microe-
conomía (inversiones en sectores vinculados, recursos natu-
rales y commodities industriales relacionadas con ellos),
como macroeconómica (proceso de apertura comercial unila-
teral y regional, estabilización monetaria y abaratamiento
absoluto y relativo del costo del capital y de los insumos
importados, con sus consecuentes efectos sobre las políticas
empresariales), contribuyeron en buena forma a la gestación
de nuevas estrategias respecto a los mercados externos para
un segmento del universo productivo nacional.

En ese marco, los incrementos de las ventas al exterior obser-


vados tanto a fines de los 80s como a mediados de los años 90,
fueron generando dos procesos paralelos. Por una parte, la
rápida consolidación de un nuevo grupo de "pesos pesados" de
la exportación -esto es, un conjunto de grandes empresas
industriales que destinaban al mercado regional e interna-
cional una parte sustancial de su facturación- junto a un rela-
tivamente importante -al menos, en comparación con el pasa-
do- número de empresas medianas y pequeñas insertas en el
mercado internacional, la mayoría de ellos con escasos ante-
cedentes en la actividad.

4.1.1.) Participación de los diferentes tipos de empre-


sas en las exportaciones

Pero más allá de los cambios señalados y de los diferentes


vientos de la coyuntura, una de las características perma-
nentes del perfil exportador argentino ha sido y es la fuerte

215
LAS PYMES ARGENTINAS. MITOS Y REALIDADES.

concentración de las ventas al exterior en un reducido con-


junto de grandes firmas -nacionales o extranjeras-. De este
modo, y como puede observarse en el siguiente gráfico, más
de un 90% de las exportaciones correspondientes al bienio
2001/2 correspondieron a empresas de gran tamaño, al tiem-
po que los pequeños exportadores explicaron poco más del
2,5% de tales flujos 2:
Composición de las Exportaciones por tipo de
Empresa (2002)

Pequeños Medianos-chicos
0,7% 1,8% Medianos
(2,910) (1,914) 6,2%
(1,504) Micro
0,1%
(1.240)

Grandes
Exportadores
91,2%
Fuente:
(670)
CEP en base a Aduana e INDEC

2 Se consideraron micro exportadores a las empresas con ventas externas


de entre U$S 10.000 y U$S 20.000 promedio anual para el trienio 2000/2,
pequeños exportadores a los que registraron operaciones de entre u$S 20.000
y U$S 100.000, medianos-chicos a los exportaron entre U$S 100.000 y U$S
400.000, medianos a los de entre U$S 400.000 y U$S 3.000.000 y grandes a
los que superaron ese monto. Si bien podría argumentarse que esta clasifi-
cación implica el riesgo de sobrestimar al segmento de las empresas peque-
ñas -debido a la posibilidad de incluir en su seno a empresas grandes (en tér-
minos de facturación total), pero que exportan poco-, tanto la amplitud
numérica del universo de los pequeños exportadores como la estrechez cuan-
titativa del segmento correspondiente a las grandes empresas conduce a pen-
sar que tales diferencias son poco significativas y que por ende, en nada
modifican las conclusiones derivadas de la presente metodología.

216
GUSTAVO SVARZMAN

4.1.2.) Tamaño de empresa y patrón de exportaciones

Otro rasgo estructural de la economía argentina es su fuerte


especialización de sus ventas externas en materias primas y
en productos semi-industriales intensivos en recursos natu-
rales, segmentos a los que en los últimos veinte años se han
incorporado algunos insumos industriales de uso difundido
(intensivos en escala). O lo que es lo mismo, un patrón de
exportaciones que en términos generales muestra un bajo
contenido de trabajo, mano de obra calificada e investigación.
O si se quiere, inferior al que podría resultar, de un mayor
procesamiento en el país de los productos que se exportan.

En este sentido, resulta interesante observar que el patrón de


las exportaciones pyme difiere notablemente del correspondien-
te a las grandes empresas, con una mucho mayor participación
relativa de bienes diferenciados e intensivos en trabajo y conoci-
miento, y un mucho menor peso de los productos primarios o de
las industrias basadas en recursos naturales y escala:
Perfil de Exportaciones por Tipo de Empresa (2000/2)
como % de las exportaciones totales de cada segmento

Grandes Medianos Pequeños y Micro


DESTINOS
Exportadores Exportadores Exportadores

Productos Primarios 32,7% 26,0% 20,7%

Industrias intensivas en RR.NN. 40,5% 20,4% 18,6%

Industrias intensivas en trabajo 5,5% 16,4% 19,2%

Industrias intensivas en escala 15,4% 13,1% 13,7%

Industrias de especialización 1,9% 14,3% 17,9%

Industrias intensivas en RyD 4,0% 9,8% 9,8%


Fuente: CEP en base a Aduana, INDEC y metodología de Guerrieri y Milana (1989)

4.1.3.) El perfil exportador por tipo de empresa y capa-


cidad de generación de empleo

Otra característica distintiva de la configuración de exporta-

217
LAS PYMES ARGENTINAS. MITOS Y REALIDADES.

ciones de la economía argentina es su alta intensidad de capi-


tal y de recursos naturales. O lo que es lo mismo, su relati-
vamente baja capacidad de generar empleos productivos vis
a vis el conjunto de las actividades económicas.

A este respecto, un análisis detallado de los impactos directos


e indirectos de las ventas externas generadas por los diferen-
tes segmentos de empresas en materia de generación de
empleos, muestra las ventajas que en este plano ofrecen las
empresas de menor tamaño:
Generación de Empleo y Exportaciones según tipo de Empresa
puestos de trabajo por millón de dólares de exportaciones, promedio 2001/2002
50
43,4
Fuente: CEP en base a Aduana, INDEC

41,3
40

27,2
30
25,9

20

10

0
Micro y Pequeña s Medianas Grandes Total de la Economía

Empleos Directos Empleos Indirectos

Así, mientras que los exportadores pyme generaban en


2001/2 -en promedio- unos 43 puestos de trabajo totales
(directos e indirectos) por millón de dólares de ventas al exte-
rior, dicho resultado se reduce a solo 26 puestos de trabajo
para las correspondientes a las empresas de mayor tamaño.

Como también puede observarse, mientras que el promedio


de las exportaciones generadas por firmas de menor tamaño
tienen requerimientos de trabajo muy superiores a los corres-
pondientes a las empresas más grandes, el impacto indirecto
de las ventas externas generadas por estas últimas es bas-
tante más elevado.

218
GUSTAVO SVARZMAN

Este fenómeno estaría dando cuenta de una relativamente


importante capacidad de las grandes empresas de generar
empleo (y exportaciones) en forma indirecta, a través de la
conformación de redes de proveedores (pymes y no pymes) de
bienes y servicios.

4.1.4.) Tipo de empresa y relación valor/volúmen de


sus ventas al exterior

Análogamente a lo señalado en el punto anterior, también


puede observarse que el valor promedio de las ventas exter-
nas guarda una relación inversa con el tamaño de las empre-
sas. En ese sentido, si se acepta que la relación valor por
tonelada es una proxy razonable de la riqueza generada a lo
largo del proceso productivo (o lo que es lo mismo, la suma de
los salarios y los beneficios empresarios percibidos por los
factores responsables de dicha producción), surge nuevamen-
te una ventaja diferencial en el perfil exportador de las
empresas de menor tamaño y las grandes firmas:
Valor Promedio Exportaciones, según tipo de Empresas

Fuente: CEP en base a Aduana e INDEC


medido en dólares por tonelada, promedio 2000/2002

1.000 952,0

844,4 824,4
800

600

400
282,5

200
Micro y Pequeñas Medianas chicas Medianas Grandes

Como se observa, mientras que el valor del índice correspon-


diente a las firmas pequeñas y medianas no ofrece diferen-
cias muy significativas entre si, el contraste con las grandes
exportadoras (entre las que ponderan fuertemente las expor-
tadoras de granos, commodities industriales y combustibles,

219
LAS PYMES ARGENTINAS. MITOS Y REALIDADES.

productos de baja ratio valor/peso), es mucho mas marcado.

4.1.5.) Tipo de empresa y orientación geográfica de las


ventas externas

En lo que hace a la orientación geográfica de las ventas exter-


nas nacionales, los resultados obtenidos para los diferentes
tipos de firmas avalan la idea de que son los mercados más
cercanos -tanto en términos geográficos como en relación a la
"cultura" y al nivel de desarrollo- los espacios más propicios
para la inserción exportadora de las empresas más chicas.

O lo que es lo mismo, independientemente de ventajas com-


parativas y potencialidades comerciales, son numéricamente
muy pocas las empresas pymes que realizan ventas en Africa,
Medio Oriente o el Este de Asia, siendo estos mercados áreas
de negocios sólo asequibles para las empresas más grandes,
que disponen de capacidades financieras, logísticas, de esca-
la y de management más aptas para operar en las áreas más
complejas y/o menos conocidas.
Principales Mercados, por Tipo de Empresa (2002)

Fuente: CEP en base a Aduana e INDEC


Pequeños y
Grandes Medianos
DESTINOS Micro
Exportadores Exportadores
Exportadores

Mercosur + Chile 33,1% 41,9% 45,9%


Unión Europea 21,1% 19,6% 16,1%
Resto América Latina 7,9% 12,2% 14,7%
EEUU 11,1% 12,4% 10,9%
Este Asia - Africa - M. Oriente 20,2% 7,2% 5,1%

Otros Destinos 6,6% 6,6% 7,4%

4.1.6.) Tamaño de empresa y permanencia en la activi-


dad exportadora

Así como el patrón sectorial de las exportaciones argentinas


aparece como mucho más plausible que el correspondiente a

220
GUSTAVO SVARZMAN

las grandes firmas en términos de valor agregado, empleo


implícito y diferenciación de los productos involucrados, la
"cultura" exportadora (o bien la "actitud" hacia los mercados
externos) es obviamente mucho más débil en las empresas de
menor tamaño (sea por reciente, endeble y aversa al riesgo, o
bien por sus más limitadas capacidades financieras, comer-
ciales y/o de management).

De este modo, los comportamientos "oportunistas" (colocación


en el exterior de sobrantes o saldos de producción, o la realiza-
ción de ventas "de única vez" a ocasionales compradores extran-
jeros que vienen a buscar al vendedor) y los fracasos comercia-
les (realización de operaciones de exportación con escasa o nula
rentabilidad o bien la imposibilidad de repetir operaciones por
insuficiencia de oferta, de capacidad logística o simplemente
por la mayor "comodidad" que surge de operar en el mercado
interno) son una característica que parece ser inversamente
proporcional -en promedio- al tamaño de las firmas.

Así, como puede observarse en el siguiente gráfico, la tasa de


permanencia en la exportación de las empresas sigue una
trayectoria que va en paralelo con el tamaño de las mismas,
acercándose al 100% para las de mayor tamaño y tendiendo
a valores mínimos para las empresas más pequeñas y/o con
menos intereses pecuniarios en la exportación:
Permanencia de Exportadores, por estrato
porcentaje empresas que exportaron todos los años, sobre el total de exportadores
Fuente: CEP en base a Aduana e INDEC

100% 94,9%

83,2%

75% 66,9%

50% 43,8%

21,8%
25%

5,8%

0%
< u$s 10.000 al Micro Pequeñas Medianas Medianas Grandes
año chicas

221
LAS PYMES ARGENTINAS. MITOS Y REALIDADES.

4.1.7.) Dónde exportan las pymes?

En relación a la orientación geográfica de las ventas externas


de las Pyme nacionales, los resultados obtenidos avalan la
idea de que son los mercados más cercanos -tanto en térmi-
nos geográficos como en relación a la cultura y al grado de
desarrollo- los espacios más propicios para la inserción expor-
tadora de las empresas más chicas.

O lo que es lo mismo, independientemente de ventajas com-


parativas y potencialidades comerciales, son muy pocas las
empresas pymes que realizan ventas en Africa, Medio
Oriente o el Este de Asia, siendo estos mercados áreas de
negocios solo asequibles para las empresas más grandes, que
disponen de capacidades financieras, logísticas, de escala y
de management más aptas para operar en las áreas más
complejas y/o menos conocidas.

En este sentido, y como puede observarse en el siguiente grá-


fico, las ventas externas de las Pymes argentinas tienden a
concentrase en los mercados limítrofes, o bien en aquellos
destinos en los que las distancias "culturales" y los costos de
logística o "entendimiento" de la cultura empresarial o
comercial son menores, tales los casos de España, EEUU,
Italia, México u otros3 .
Fuente: Sepyme base a Aduana e INDEC y Aduana

Principales Mercados para Exportadores Argentinos


según Cantidad Firmas con operaciones > U$S 3000 al año -2003
4,000
3,690

3,088
2,968
3,000
2,583

2,000 1,780

1,439 1,419
1,327
1,138
1,039
1,000
Chile Uruguay Brasil EE.UU. España Peru Paraguay Bolivia México Italia

222
GUSTAVO SVARZMAN

5.) Revisando la agenda de las Políticas de Fomento a


la Exportación Pyme. Un diagnóstico aplicable al caso
argentino

El panorama actual de la economía argentina parece ofrecer


condiciones favorables para el desarrollo exportador de dife-
rente tipo de bienes y servicios en los que las pymes pueden
exhibir y/o desarrollar ventajas competitivas relevantes. Así,
mientras que una parte importante de las ramas productivas
vinculadas a sectores con ventajas comparativas y/o con fuer-
te tradición exportadora han mejorado su performance exter-
na luego de la salida de la Convertibilidad, existe otro seg-
mento de actividades que por diferentes motivos no han
logrado aún dar pasos firmes en su proceso de inserción en
mercados externos.

En ese marco, y tomando en consideración tanto las debilida-


des existentes en nuestro país tanto en los diferentes ámbitos
gubernamentales (Gobierno Nacional, administraciones pro-
vinciales y municipales, etc.) como en el sector privado (cáma-
ras empresariales sectoriales y de cúpula, ONGs vinculadas
a la temática del desarrollo productivo, etc.), resulta de inte-
rés efectuar algunas reflexiones generales acerca de las cau-
sas de dicha situación, para realizar luego un breve repaso de
los issues de mayor relevancia que deberían ser tenidos en
cuenta a efectos de avanzar hacia una estructura de fomento
a la competitividad y la internacionalización de pymes más
sólida, más racional y eficiente que la actual.

5.1) Donde estamos

Desde un punto de vista formal, la experiencia argentina en

3 A este respecto, es interesante destacar la importante pérdida de impor-


tancia que ha tenido en los últimos años el mercado brasileño, habiéndose
identificado entre 1600 y 1800 empresas argentinas que debieron abandonar
sus negocios en el mismo luego de la crisis-devaluación de 1998/9, sin poder-
los recuperar luego del mejoramiento de la paridad bilateral a partir de 2002.

223
LAS PYMES ARGENTINAS. MITOS Y REALIDADES.

materia de políticas de fomento a las exportaciones durante


las últimas dos décadas no ha presentado diferencias signifi-
cativas en cuanto a los instrumentos o las acciones de apoyo
y/o de promoción que se encararon, con respecto a las dife-
rentes experiencias internacionales que tuvieron algún grado
razonable de éxito.

No obstante ésto, en los hechos, el impacto que tuvieron estos


instrumentos sobre el sector exportador local ha sido en tér-
minos generales muy pobre, fenómeno que resulta más evi-
dente aún si se consideran tanto la inconstancia de las políti-
cas implementadas como el escaso uso que han dado a estos
programas o herramientas la mayor parte de las PyMEs que
consiguieron insertarse exitosamente en mercados externos
(Fundes, 2001).

Estas evidencias tienen como génesis a la ausencia de una


estrategia estable y reconocida de fomento y promoción de
exportaciones y/o de apoyo a la internacionalización de las
empresas nacionales, con estabilidad en el tiempo, objetivos
claramente especificados, orientada a resultados y articulada
con el resto de las políticas de aliento al desarrollo producti-
vo que desde diferentes ámbitos -y con diferente grado de pro-
fundidad- se fueron desarrollando en simultáneo desde dife-
rentes instancias públicas y privadas.

Pero, más allá de las cuestiones de fondo, lo que resulta claro


es que sólo algunas de las respuestas debieran buscarse en el
diseño instrumental. Existen otros factores clave para enten-
der el comportamiento de las políticas de comercio exterior:
no sólo la cultura organizacional del país y su capacidad para
gestionar objetivos complejos; también las condiciones de
contorno que imponen el nivel de desarrollo económico y el
grado de sofisticación de las actividades productivas, por
ejemplo.

Siguiendo con esta línea de razonamiento, intentar propues-

224
GUSTAVO SVARZMAN

tas de carácter exclusivamente técnico para luego ser imple-


mentadas de una manera general ha demostrado ser una
orientación errónea: tanto la tendencia a copiar modelos pro-
venientes de países desarrollados -que poseen un contexto
macro y microeconómico bien diferente- como la implementa-
ción de esquemas enlatados -sin atender especificidades loca-
les en materia de la capacidad "real" de intervención de las
diferentes agencias publicas y/o privadas - no han conseguido
ser las más apropiadas en un determinado contexto político,
institucional, micro y socio-económico del país.

Entre los elementos mas relevantes del diagnóstico aplicable


al caso argentino, vale la pena destacar:
· La limitada efectividad de los diferentes regímenes de pro-
moción y fomento existentes a lo largo del tiempo, ya sea por
dificultades en el acceso de parte de las empresas, por la rigi-
dez de su diseño teniendo en cuenta las condiciones reales del
segmento pyme nacional o por la imprevisibilidad acerca de
su permanencia, resultado de la volatilidad política y -en
algunos períodos- de restricciones vinculadas con temas pre-
supuestarios;
· El persistente grado de overlapping de acciones entre las
diferentes instituciones (nacionales o estaduales) que han ido
asumiendo como propias las actividades de promoción del
comercio, con objetivos frecuentemente superpuestos, defini-
dos unilateralmente y con un grado de coordinación deficien-
te o bajo;
· Insuficiente calidad de los recursos institucionales, huma-
nos y financieros dedicados a la gestión de las políticas de
promoción de la competitividad y de desarrollo de capacida-
des de insercion en mercados externos;
· Escasa difusión y altos costos de transacción para acceder a
la información y/o a los instrumentos de apoyo específicos por
parte del universo de beneficiarios potenciales;
· Esquemas oficiales de asistencia de naturaleza pasiva y

225
LAS PYMES ARGENTINAS. MITOS Y REALIDADES.

orientados mayormente desde la oferta, con información fre-


cuentemente de carácter general y/o desactualizada, una
débil utilización de las herramientas informáticas disponi-
bles, y -en la mayor parte de los casos- escasa adaptabilidad
a las necesidades especificas de las empresas con posibilida-
des reales de alcanzar una penetracion exitosa de mercados
externos.
· Por último, la debilidad y el bajo grado de interacción con
las agencias gubernamentales revelado por las entidades pri-
vadas, territoriales y no gubernamentales vinculadas con las
temáticas productiva y del comercio exterior.

5.2) Algunos elementos para una estrategia de desa-


rrollo del comercio exterior

Uno de los puntos de partida para la implementación de una


política de fomento y de promoción de las exportaciones para
las pymes pasa por el diseño de una estrategia sostenida y de
largo plazo, que más allá de la urgencia por generar divisas y
de contribuir desde la microeconomía a consolidar el actual
sendero de crecimiento, explicite canales prioritarios e ins-
trumentos específicos para el desarrollo de los proyectos y
defina un vector de parámetros operativos que favorezcan el
impulso del comercio exterior (tipo de cambio real y set de
precios relativos, estructura tributaria, instrumentos finan-
cieros, política arancelaria, desarrollo de instrumentos de
marketing, regímenes de fomento, etc.)

Paralelamente a ello, es clave entender que -para generar


algún efecto sistémico- toda política de fomento a las expor-
taciones debe estar necesariamente vinculada con una estra-
tegia de fortalecimiento de las capacidades y competencias
endógenas de los diferentes segmentos de agentes locales y de
la capacidad decisoria estratégica de algunos de los mismos
para encarar el negocio exportador.

En este marco, la construcción de un sendero de aprendizaje

226
GUSTAVO SVARZMAN

e incorporación de factores de diferenciación implica diseñar


y desarrollar actividades de capacitación, de aseguramiento
de la calidad, de desarrollo de nuevos productos, un mayor
uso de las nuevas tecnologías de la información y las comu-
nicaciones, el fomento al emprendedorismo y a la creación de
nuevas empresas de parte de segmentos particulares de la
sociedad argentina, etc.

Ahora, si bien puede parecer apropiado concentrar los esfuer-


zos en sectores prioritarios, capaces de generar un fuerte
incremento cuantitativo y cualitativo de las exportaciones,
también resulta claro que, para inducir un cambio de natu-
raleza sistémica y sustentable, sería deseable involucrar acti-
vamente al conjunto del sector productivo, a través de ins-
trumentos específicos a las diferentes problemáticas que
enfrenta cada sector y/o región.

En este escenario, y tal como lo muestran las experiencias de


buenas prácticas en materia de politicas de fomento a la com-
petitividad y la internacionalización de empresas de las últi-
mas dos décadas, la tendencia hacia la descentralización de
la gestión -a favor de entidades u organizaciones con arraigo
en el territorio y/o en los tejidos microeconómicos sectoriales-
y la orientación de los diferentes instrumentos de política en
base al criterio de "subsidio de la demanda" aparecen como
elementos fundamentales a efectos de evitar la repetición de
los defectos y limitaciones de las políticas de apoyo a pymes
de décadas anteriores.

De esta manera, una estrategia integral de fomento a expor-


taciones podría orientarse en base a cuatro planos de acción
bien distinguibles:
· Una política de fomento general para el conjunto del sector expor-
tador, básicamente a través de incentivos impositivos y financie-
ros, y que incorpore tanto una política "moderna" y flexible de
financiamiento orientado a facilitar las acciones de las empresas
exportadoras (fundamentalmente las pymes), como estrategias de

227
LAS PYMES ARGENTINAS. MITOS Y REALIDADES.

inteligencia comercial y de marketing focalizadas en la apertura


sistemática de mercados y la consolidación de destinos prioritarios.
Necesariamente, estas estrategias debieran funcionar de manera
articulada con la política comercial y con los regímenes fiscales, en
el marco de canales orgánicos para la interacción público-privada
que vayan mas allá de los intereses particulares.
· Una política orientada a la diversificación de las exporta-
ciones aplicable a una matriz de sectores y mercados objeti-
vo, a través de servicios transversales y específicos (capacita-
ción, información, asistencia técnica, apoyo a emprendimien-
tos asociativos, fomento al desarrollo de inversiones y pro-
yectos productivos orientados a la exportación, etc.).
· A este respecto, parece apropiado especificar programas
sectoriales a partir de los cuales los organismos de territorio
encargados de la gestión puedan licitar -en forma pública- los
recursos disponibles para la promoción entre agentes priva-
dos que se muestren dispuestos a involucrarse activamente
en el desarrollo de los diferentes proyectos.
· En este marco, un tema no menor a ser considerado por los
hacedores de políticas nacionales tiene que ver con la crea-
ción, y el fortalecimiento de capacidades locales de gestión -
tanto gubernamentales como no gubernamentales- en dife-
rentes áreas y regiones del país. A este respecto, el aprendi-
zaje institucional y las experiencias desarrolladas en la últi-
ma década por algunos países latinoamericanos (Chile,
Colombia y en menor medida, Brasil o México) y europeos
aparecen como puntos de referencia insoslayables.
· También en este contexto, las estrategias asociativas y la
vinculación e interacción entre grandes empresas y algunos
de sus encadenamientos hacia atrás y hacia adelante, pare-
cen ser un camino adecuado para favorecer la inserción de
nuevos productos y/o sectores en los mercados internaciona-
les, en la idea de que no existe competitividad sostenible de
una economía en términos de empresas aisladas, sino en un
sentido sistémico. A este respecto, el compromiso activo de

228
GUSTAVO SVARZMAN

parte de las autoridades políticas y económicas aparece como


un tema de fuerte relevancia, a efectos de lograr un mayor
involucramiento y una actuación cooperativa de parte de las
grandes empresas trasnacionales que operan en el país.
· Una decidida política tendiente a lograr la incorporación de
nuevas empresas, sectores y/o regiones a la exportación direc-
ta e indirecta, que privilegie los aspectos relacionados con la
capacitación, el apoyo institucional, la asistencia y la provi-
sión de asistencia técnica específica.
· La adecuación de los actuales recursos humanos vinculados
con la promoción de las exportaciones, de acuerdo con la pro-
blemática real del mundo de los negocios, en el marco de una
estructura más robusta, más ágil y más racional, que tome
como base conceptual los instrumentos y formatos institucio-
nales generados a lo largo de las últimas dos décadas en los
países de Iberoamérica más exitosos en la materia (Chile,
España, Colombia, México, Brasil, Costa Rica, etc.).
· Estas líneas de acción debieran ser complementadas por
instrumentos tendientes a incentivar y/o premiar los compor-
tamientos microeconómicos que conduzcan al fortalecimiento
y "alargamiento" de eslabones productivos y tramos de cade-
nas de valor en los que el país disponga de capacidades (rea-
les o potenciales) internacionalmente competitivas.

6.) Lo que se viene: ¿ Es posible un salto exportador


sustentable?

Dos años y medio después del fin de la Convertibidad, las


ventas al exterior han venido creciendo a una tasa anualiza-
da del 13% anual. Si bien dichos valores parecen ofrecer
apriori espacio para cierto entusiasmo, un análisis más en
profundo muestra que mientras que las oleaginosas, los com-
bustibles y los minerales explican dos tercios de dicha expan-
sión, los despachos de productos industriales apenas han cre-
cido a una tasa del 2% anual promedio.

229
LAS PYMES ARGENTINAS. MITOS Y REALIDADES.

Adicionalmente a ello, una comparación simple con la perfor-


mance de las ventas externas del gran socio del MERCOSUR
en el último bienio muestra importantes diferencias cualita-
tivas (amen de las cuantitativas) en términos de los motores
sectoriales de uno y otro proceso:

Fuente: SEPyME, en base a


datos de INDEC y SECEX
En función de este fenómeno, vale la pena formularse algu-
nas preguntas de cara al futuro: ¿es éste un fenómeno estruc-
tural o pasajero? ¿en que condiciones la devaluación puede
tener un efecto benéfico sobre los restantes sectores produc-
tores de transables? En definitiva, ¿es posible un salto expor-
tador sustentable y generalizado?

Las nuevas condiciones macroeconómicas generadas a partir


del abandono del régimen de Convertibilidad y la posterior
estabilización del tipo de cambio real en un nivel sensible-
mente mas elevado que el promedio de la década pasada, han
abierto nuevos horizontes para las actividades productoras
de bienes transables.

Pero si la devaluación real del peso ha mejorado el panorama


competitivo para algunos sectores transables, no es menos
cierto que dicho fenómeno implicó fuertes modificaciones
tanto en los precios internos de bienes y servicios, como en el
peso relativo de los diferentes sectores de actividad en la eco-
nomía. Así, y de la mano de la fuerte contracción del PIB
medido en dólares -o lo que es lo mismo, del fuerte incremen-

230
GUSTAVO SVARZMAN

to del valor de las exportaciones medidas en moneda nacional


vis a vis el PIB total- a los actuales precios relativos
Argentina ya está exportando casi dos tercios de su oferta
total de transables.
Relación entre Exportación Bienes y PIB transable a precios básicos
en valores corrientes
80%

68.9%

67.0%
60%

46.7%

40% 38.6% 38.9%


35.4%

24.0%
20%
1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003
est
Fuente: Svarzman y Rozemberg (2004)

De este modo, en cualquier escenario "razonable" de creci-


miento y de tipo de cambio real que se proyecte para el 2003
(y años venideros), la capacidad de la economía argentina
para incrementar las ventas al exterior enfrenta limites y/o
restricciones que solo podrían ser resueltos a través de la
expansión de la capacidad real de producción del sector
transable-exportable (Svarzman y Rozemberg, 2004).

Y si en algunos sectores parece haber sido posible una expan-


sión "de una sola vez" (one shot) de la producción de tran-
sables a partir del mejor aprovechamiento de su capacidad
instalada y/o de algunas mejoras "sencillas" en el uso y la pro-
ductividad de los factores, en la mayor parte de las activida-
des con aptitud exportadora, la Argentina no cuenta actual-
mente con capacidad instalada suficiente como para produ-
cir/exportar mucho más que lo que ya exporta, cualquiera sea
el nivel tipo de cambio nominal y real.

231
LAS PYMES ARGENTINAS. MITOS Y REALIDADES.

Adicionalmente a ello, y en el marco de una economía ope-


rando durante buena parte del período 1999-2003 con bajos
niveles de gasto en inversión, la sensible recuperación del
consumo interno también está actuando en diferentes secto-
res como limitante adicional sobre la disponibilidad de oferta
de bienes orientados a la exportación.

Así, y más allá del dinamismo exportador de los últimos dos


años como resultado de la mayor rentabilidad esperada de los
negocios con el exterior y -fundamentalmente- de la sensible
mejora en los precios de algunas commodities, para alcanzar
incrementos relevantes y sustentables en las exportaciones
de bienes -particularmente las industriales- es condición
necesaria el aumento de la capacidad de producción de los
sectores transables-exportables.

A este respecto, la experiencia argentina de las últimas tres


décadas (al igual que la de otros países) muestra que los "sal-
tos" exportadores sustentables en el tiempo han sido siempre
precedidos -o acompañados- por procesos de fuerte dinamis-
mo en el gasto neto en inversión en maquinaria y equipo (y/o
en tecnología).

En este marco, la existencia de un importante y creciente


número de empresas (pymes en su mayoría) incorporándose
al negocio de la exportación luego de la salida de la
Convertibilidad pareciera estar abriendo un escenario ten-
diente a mejorar el perfil empresarial y sectorial de las ven-
tas externas del país.

Si bien sólo una parte de estas nuevas empresas con opera-


ciones de venta al exterior podrían ser consideradas como
"verdaderos" exportadores en el sentido conceptual de la
palabra, la tendencia en si misma - y especialmente, su con-
tinuidad luego de la recuperación de la demanda interna en
el 2003/4 y de la reversión del overshooting cambiario de
principios de 2002- es un reflejo de las renovadas perspecti-

232
GUSTAVO SVARZMAN

vas que los mercados externos parecen ofrecer a los empresa-


rios Pyme en numerosos sectores de actividad.
Cantidad Empresas con Operaciones de Exportación
14,000
13,690

13,000 12,884

12,232 12,283

12,000 11,813

11,502 11,507
11,302 11,305

11,000
1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003
Fuente: SEPyME, en base a datos de Aduana

6.1) La promoción de exportaciones como parte del


"invest led export growth"

A lo largo de las últimas tres décadas la mayor parte de los paí-


ses -tanto desarrollados como en desarrollo- fueron implemen-
tando diferente tipo de programas e instrumentos tendientes a
promover la colocación de sus productos en mercados externos
y facilitar la internacionalización de sus empresas.

El otorgamiento de incentivos fiscales específicos a los pro-


yectos de expansión exportadora, la imposición de metas de
exportación y/o condicionalidades comerciales en los progra-
mas de promoción de inversiones, o bien la implementación
de sistemas de apoyo indirecto a empresas exportadoras
(relacionados con la innovación tecnológica, la capacitación
de los recursos humanos o el desarrollo del marketing inter-
nacional) comenzaron a generar diferente tipo de controver-
sias entre países.

233
LAS PYMES ARGENTINAS. MITOS Y REALIDADES.

En ese contexto, la celebración de diferente tipo de acuerdos


comerciales regionales y/o multilaterales tendientes a impo-
ner cierta disciplina en los regímenes de promoción de las
exportaciones surgió como una necesidad perentoria, a los
efectos de evitar la proliferación de guerras comerciales,
prácticas desleales y/o medidas unilaterales de retaliación
por parte de los países real o potencialmente afectados por las
mismas.

De esa manera, luego de los acuerdos de la Rueda Uruguay


los instrumentos disponibles para los países en desarrollo en
esta materia han quedado fuertemente limitados a algunos
temas vinculados con la promoción comercial, la innovación
tecnológica y el estímulo a la competitividad empresarial.

Así, y de la mano de la proliferación de acuerdos comerciales


regionales hacia principios de los años 90 4, las negociaciones
entre países han adquirido cierta relevancia como instru-
mento tendiente a "acercar" productos, sectores y empresas
de diferente origen al comercio exterior, a través de estímu-
los horizontales y generalizados.

En este sentido, la definición de la oferta exportable "efecti-


va" y de los sectores prioritarios o sensibles en los diferentes
foros de negociación fueron pasando a ser temas de especial
interés en las agendas públicas y privadas, tarea que requi-
rió el establecimiento de canales -formales o informales- e
instrumentos tendientes a facilitar el intercambio de infor-
mación y la definición de estrategias comunes entre el Estado
y el sector privado.

Por último, los acuerdos internacionales en materia de facili-


tación de negocios, la obtención de mejoras cuantitativas y/o
cualitativas en las condiciones de acceso a mercados específi-

4 A lo largo de la década del 90 se notificaron ante la OMC más de 100 acuer-


dos comerciales, cifra que supera a la correspondiente a los cuarenta años
precedentes.

234
GUSTAVO SVARZMAN

cos o bien el desarrollo de estrategias e instrumentos ten-


dientes a posicionar una cierta "imagen país" en determina-
dos sectores productivos o regiones geográficas, comenzaron
a ser entendidas no sólo como instrumentos tendientes a
incrementar las ventas externas -y el comercio exterior en su
conjunto- en forma directa e inmediata, sino también como
herramientas para la promoción de la inversión en proyectos
vinculados con el comercio exterior. El desarrollo alcanzado
por el complejo automotriz de Argentina y Brasil, o bien el
proceso de especialización de la industria petroquímica en el
Mercosur durante los años 90 son sólo dos ejemplos de este
fenómeno.

En definitiva, dada la estructura y la capacidad productiva


de un país en un momento determinado, la promoción de las
exportaciones y la estrategia de negociaciones internaciona-
les deben ser interpretados como instrumentos dinámicos
interrelacionados, que si en el corto plazo pueden traducirse
en incrementos en las colocaciones de productos nacionales
en el exterior, en el mediano aparecen como instrumentos de
particular relevancia en materia de captación de inversiones
productivas.

A ese respecto, es cada vez más evidente que más allá del
corto plazo -y tal como se ha planteado desde la econometría
en diferentes trabajos de análisis de experiencias nacionales-
la expansión sustentable de las exportaciones depende
mucho más de la inversión que del nivel del tipo de cambio
real. Y en ese sentido, el tipo de cambio real debería ser
entendido como un -importante- instrumento para la capta-
ción de inversiones orientadas particularmente hacia los sec-
tores transables-exportables.

6.2) De cara al futuro

Si la depreciación del peso ha generado condiciones de mayor


competitividad para algunos productos y sectores, otra cara

235
LAS PYMES ARGENTINAS. MITOS Y REALIDADES.

de esa moneda ha sido el encarecimiento absoluto y relativo


de los bienes -nacionales o importados- vinculados con la
inversión y la tecnología, fenómeno que genera diferente tipo
de interrogantes respecto de la factibilidad y la sustentabili-
dad de una eventual expansión exportadora y de la magnitud
real de ese fenómeno.

En esa línea, el traumático cambio en las condiciones macro-


económicas vigentes a lo largo de la década del 90, aparece
también como una limitante de relevancia para la toma de
decisiones de inversión y producción de parte de algunos
potenciales agentes impulsores del dinamismo exportador,
nacionales o extranjeros, situación particularmente relevan-
te para las empresas de mayor tamaño, tanto de capitales
nacionales como extranjeros. Y si bien la recuperación de
2003/4 está contribuyendo a la recreación de un nuevo "clima
de negocios" más vinculado a sectores transables que el pre-
valeciente en los 90s, los lags (retardo entre inversión y pro-
ducción) existentes en este tipo de procesos no deberían ser
subestimados.

En ese orden de ideas, tanto las mejoras en las condiciones de


acceso a mercados externos que han sido y/o pudieran ser
obtenidas en diferentes ámbitos de negociación comercial
para productos que forman parte de la oferta exportable,
como la detección de nuevas oportunidades de negocios en
mercados externos sólo pueden cobrar relevancia en tanto no
sean entendidas como un fin en si mismas, sino como un ins-
trumento tendiente a propiciar la atracción y el desarrollo de
nuevas inversiones en sectores transables.

De ese modo, si las exportaciones argentinas de bienes repre-


sentan actualmente el 0,4% de los intercambios mundiales -y
aún menos en manufacturas-, las oportunidades para incre-
mentar dichos montos "existen". Y más allá de algunos secto-
res y mercados específicos (fundamentalmente agropecuarios),
los obstáculos a la expansión de las ventas externas parecen

236
GUSTAVO SVARZMAN

estar más vinculados a restricciones o debilidades de la oferta


nacional, que a problemas del lado de la demanda externa.

Mientras que las rigideces en la oferta limitan fuertemente la


posibilidad de una expansión relevante de las ventas exter-
nas, el terreno parece presentarse más favorable para la
inserción exportadora de algunas ramas correspondientes al
segmento pyme industrial y agroindustrial, las que si cuen-
tan en algunos sectores con capacidades productivas adicio-
nales a las actualmente en uso.

7.) Conclusiones

Pocas dudas existen acerca de las carencias y debilidades


estructurales -e históricas- del perfil exportador argentino,
tanto en lo que hace a sus características sectoriales (fuerte-
mente concentradas en commodities y bienes de bajo valor
agregado), como al tipo de empresas que usualmente venden
sus productos al exterior (poca relevancia de las empresas de
menor tamaño). Es así que en el marco del creciente interés
que genera el tema de la exportación y los mercados interna-
cionales, vale la pena reflexionar acerca de cuales son las posi-
bilidades "reales" de las empresas que a lo largo de estos meses
se han ido acercando a diferentes oficinas de promoción, cáma-
ras empresariales o consultores especializados en comercio
exterior, a los efectos de explorar y/o evaluar seriamente dife-
rente tipo de alternativas de negocios con el extranjero.

A ese respecto, cualquier empresario que haya participado de


alguna feria o misión en el extranjero -o que al menos haya
realizado algún tanteo de sus posibilidades en la exportación-
sabe bien que para poder insertar sus productos en forma
sustentable en algún mercado es necesario contar con capaci-
dades logísticas y con herramientas comerciales y financieras
mucho más sofisticadas y más flexibles que las que se utili-
zan habitualmente para vender en el mercado local.

237
LAS PYMES ARGENTINAS. MITOS Y REALIDADES.

Herramientas que con gran frecuencia las empresas de


menor tamaño o de menores recursos desconocen, o bien no
tienen a su alcance.

En este marco es justamente donde cobra relevancia el papel


que en las economías con buenas prácticas en materia de
fomento a la internacionalización de empresas ha jugado -y
juega- la política pública, tanto en lo que hace a la gestión de
instrumentos de apoyo a la promoción como en relación con el
desarrollo de herramientas tendientes a "acercar" a las
empresas locales a los mercados externos, tanto en el plano
productivo-competitivo como en materia del marketing, la
capacitación y la logística. Estas materias, en particular, se
focalizan especialmente hacia la problemática de las PyMES,
empresas que suelen enfrentar barreras u obstáculos relacio-
nados con mayores dificultades para financiar inversiones
con retornos inciertos y de mediano plazo, el alto costo de la
logística básica o el acceso a un management financiero y
administrativo más complejo que el que de corriente se utili-
za en la actividad comercial doméstica.

En este sentido, es interesante destacar que a lo largo de los


últimos años y desde diferentes ámbitos se han venido impul-
sando en estos años diferente tipo de iniciativas tendientes a
minimizar el efecto de algunas de las barreras antes indica-
das. Cabe señalar en ese marco, la constitución y la consoli-
dación de unos ochenta o noventa grupos y consorcios secto-
riales de empresas, por lo general PYMES, orientadas a
impulsar el salto competitivo de las firmas participantes a
través del desarrollo autosustentable de iniciativas asociati-
vas (tanto productivas como comerciales). El "efecto demos-
tración" que el éxito comercial de una parte importante de
estas iniciativas han generado en diferentes sectores empre-
sariales y economías regionales ha sido sin dudas uno de los
principales resultados de estos esfuerzos.

En paralelo con ello, se han alcanzado importantes avances

238
GUSTAVO SVARZMAN

en la identificación y el impulso al desarrollo efectivo de redes


verticales pro-exportadoras, integradas por grandes empre-
sas (proveedoras generalmente de bienes intermedios de uso
difundido) y grupos sectoriales de clientes PYME que manu-
facturan dichos insumos. A este respecto, otro conjunto de
grandes empresas se han mostrado dispuestas a participar
formal o informalmente de programas de ese tipo (que en
muchos casos resultaban compatibles con esquemas empre-
sariales pre existentes).

Si bien tales avances son aún incipientes o insuficientes,


tanto en términos cuantitativos como cualitativos, es de pre-
ver que la estabilización de la economía y la recuperación y
consolidación del actual proceso de crecimiento, la resolución
de algunos de los problemas vinculados al "día a día" de las
empresas y el paulatino alargamiento del horizonte decisorio
público y privado, general mejores posibilidades que en los
años recientes, para el trabajo conjunto entre empresarios,
entidades gremiales empresarias, universidades y funciona-
rios públicos a efectos de construir nuevas herramientas y
capacidades institucionales y de gestión en temas que tienen
que ver con la microeconomía y el fomento al desarrollo de
negocios por parte de las empresas Pyme.

En este escenario, desarrollar políticas e instrumentos ten-


dientes a generar un ambiente favorable para la inversión y
el desarrollo de negocios vinculados con los mercados exter-
nos en "nuevos o viejos" sectores, aprovechando a tal efecto
las posibilidades de negocios que para las empresas pymes (y
las no pymes) se derivan tanto de los precios relativos post
Convertibilidad como de las capacidades microeconómicas
generadas a lo largo de las décadas pasadas en diferentes
ramas de actividad, aparece como el gran desafío de los pró-
ximos años, en su carácter de condición necesaria para alcan-
zar el salto exportador sustentable que el país necesita, a
efectos de poder avanzar en la construcción de una economía
más dinámica y una sociedad más justa.

239
LAS PYMES ARGENTINAS. MITOS Y REALIDADES.

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LAS PYMES ARGENTINAS. MITOS Y REALIDADES.

242
La crónica restricción de
acceso al crédito de las
PyMEs argentinas.
Diagnóstico y Propuestas.

Leonardo Bleger
Mariano Borzel

Leonardo Bleger. Asesor Económico de Banco Credicoop Coop


Ltdo. y miembro del Consejo Académico del Centro de Economía
y Finanzas para el Desarrollo de la Argentina -CEFIDAR-

Mariano Borzel. Investigador del Centro de Economía y


Finanzas para el Desarrollo de la Argentina -CEFIDAR-

243
LAS PYMES ARGENTINAS. MITOS Y REALIDADES.

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LEONARDO BLEGER Y MARIANO BORZEL

Introducción

Las fallas en el funcionamiento de los mercados financieros


son un rasgo común de todas las economías modernas. Las
mismas están asociadas a los problemas de información,
inherentes a la propia naturaleza de las transacciones finan-
cieras1 . La concesión de un crédito depende crucialmente de
la información -sobre la empresa, el sector económico, el con-
texto macro- que obtienen los bancos para determinar la
capacidad de repago del préstamo. Sin embargo, los presta-
mistas deben lidiar con la existencia del fenómeno de "infor-
mación asimétrica". Esta asimetría consiste en que los
demandantes de crédito (empresas e individuos) conocen
mejor que los oferentes las características del negocio a enca-

1 La economía neoclásica supone que los mercados funcionan bajo la hipóte-


sis de "información perfecta", por la cual todos los agentes que participan del
mercado disponen de la misma información sin incurrir en ningún costo para
obtenerla.

245
LAS PYMES ARGENTINAS. MITOS Y REALIDADES.

rar, los riesgos del proyecto y la rentabilidad esperada bajo


distintos escenarios. Si bien existen distintos instrumentos
dirigidos a enfrentar este problema, tales como la exigencia
de garantías y la imposición de ciertas cláusulas en los con-
tratos de préstamos, se ha demostrado que la eficacia de
estos mecanismos es limitada y que por lo tanto resulta impo-
sible eliminar los efectos derivados de estas asimetrías de
información 2 .

Los problemas de información son más agudos en las econo-


mías dependientes, ya que su desempeño macroeconómico es
mucho más volátil, muy influenciado por las fluctuantes
condiciones del mercado mundial de mercancías y capitales.

Además, las fallas de información del mercado crediticio afec-


tan con particular intensidad a las pequeñas y medianas
empresas, provocando una marcada diferenciación en las
condiciones de acceso al crédito para las grandes empresas y
las PyMEs. La explicación de este fenómeno se encuentra en
los siguientes elementos:
a) La falta de información y antecedentes suficientes para la
obtención de un préstamo afecta con particular intensidad a
los nuevos emprendimientos, la mayoría de los cuales son
pequeñas empresas.
b) Las PyMEs cuentan con menor patrimonio y menor canti-
dad de activos susceptibles de ser empleados como garantías.
c) Teniendo en cuenta que el monto de los créditos PyMEs
suele ser relativamente pequeño, los bancos deben incurrir
en deseconomías de escala (mayor costo por peso prestado)
para obtener información sobre las características de dichos
clientes.

2 La "información asimétrica" da lugar a los problemas de "selección adversa"


(los proyectos más riesgosos desplazan a los más seguros) y de "riesgo moral"
(las empresas emplean los fondos del préstamo a un destino distinto al que se
adujo en la solicitud).

246
LEONARDO BLEGER Y MARIANO BORZEL

d) Muchas empresas PyMEs carecen de la información docu-


mental necesaria (v.g. balances) y/o desconocen los procedi-
mientos y prácticas requeridos para acceder al crédito.

Los bancos desarrollan una cantidad de actividades tendien-


tes a atenuar los problemas de información inherentes a los
contratos de préstamos. Su actividad de selección y evalua-
ción de empresas y proyectos, así como la de monitoreo de la
marcha de la empresa y utilización de los fondos otorgados
resultan fundamentales para disminuir los perjuicios deriva-
dos de los problemas de información.

Todas las imperfecciones que caracterizan el funcionamiento


de los mercados de crédito, contribuyen a explicar la activa
intervención y regulación del sector público en los mercados
financieros de los países desarrollados y en algunos países en
desarrollo. Un aspecto esencial de esa intervención consiste
en la implementación de políticas especificas dirigidas a faci-
litar el acceso al crédito de las PyMEs 3. Estos programas
incluyen instrumentos tales como subsidio de tasas, otorga-
miento de garantías y concesión de créditos en condiciones
especiales dirigidos a la creación de empresas, a la innova-
ción tecnológica, al equipamiento y a la financiación de
exportaciones.

Algunos enfoques proponen compensar las restricciones de


acceso al crédito bancario por parte de las PyMEs mediante
la obtención de recursos financieros en los mercados de capi-
tales. Sin embargo, diversas investigaciones han puesto de
manifiesto los obstáculos que encuentran las PyMEs para
poder obtener fondos en los mercados de capitales.

En primer lugar, la existencia de costos fijos en la emisión de


acciones y bonos tales como gastos jurídicos, honorarios pro-
fesionales, comisiones por "underwriting", información conta-

3 En Latinoamérica, Brasil y Chile cuentan con las políticas más avanzadas


en la materia.

247
LAS PYMES ARGENTINAS. MITOS Y REALIDADES.

ble, calificaciones, etc. tienden a encarecer sustancialmente


el costo de emisiones relativamente pequeñas, convirtiéndo-
las en inviables.

En segundo lugar, las emisiones de reducido volumen tien-


den a ser poco atractivas para los inversores (en particular
inversores institucionales) dado que gozan de escasa liquidez
en los mercados de valores.

Finalmente, la oferta pública de títulos requiere información


que en muchos casos sólo empresas de cierta envergadura
están en condiciones de poder procesar.

Estas observaciones se han verificado en la experiencia


argentina, ya que iniciativas tales como los regímenes espe-
ciales para la emisión de títulos de deuda (obligaciones nego-
ciables) y acciones han tenido muy escaso desarrollo.

Este hecho, a su vez, pone de relieve la importancia del rol


que deben jugar los bancos en el financiamiento de las empre-
sas de menor dimensión económica. La ventaja comparativa
de los bancos reside en la variedad de servicios transacciona-
les (cuentas corrientes, pagos de salarios, gestión de tesore-
ría, etc.) que prestan a las PyMEs. La provisión de estos ser-
vicios les permite disponer de información útil para las tare-
as de evaluación y monitoreo de estas mismas firmas, gene-
rando economías de alcance (Peek y Rosengren, 1998).

El financiamiento a las PyMEs durante la convertibilidad

La segmentación de los mercados financieros y el tratamien-


to desfavorable que reciben las PyMEs respecto de las gran-
des empresas son fenómenos crónicos del desenvolvimiento
argentino. Sin embargo, lo novedoso del modelo neoliberal
aplicado en los noventa ha sido la agudización de estos fenó-
menos negativos. No debería llamar la atención que en un
contexto de fuerte aumento de la concentración y extranjeri-

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LEONARDO BLEGER Y MARIANO BORZEL

zación de la economía y las finanzas, las PyMEs hayan afron-


tado severas dificultades para acceder al crédito bancario.
Esto, a su vez, puso en riesgo su adaptación y en muchos
casos impidió su supervivencia en el nuevo contexto econó-
mico surgido de las "reformas estructurales".

Pese a que las PyMEs se beneficiaron en alguna medida con


el crecimiento del volumen total de crédito que se dio a lo
largo de los '90, los estudios realizados sobre ese período del
sistema financiero revelan que las PyMEs recibían sólo un
20% del crédito del sistema financiero, una proporción sus-
tancialmente inferior a su contribución al PBI (54%) y en par-
ticular respecto de su aporte al empleo (68%). Si a esto le
sumamos que los grupos económicos extranjeros y locales se
beneficiaron con el acceso al mercado financiero internacio-
nal y al mercado local de capitales (emitiendo acciones y obli-
gaciones negociables) resulta notoria la marcada disparidad
en el acceso a recursos financieros entre grandes y pequeñas
empresas. Esta asimetría tuvo marcadas consecuencias
sobre el perfil de la acumulación de capital en este modelo,
(Bleger y Rozenwurcel, 2000).

En los préstamos obtenidos por las pequeñas firmas las tasas


de interés eran sustancialmente superiores al costo del crédi-
to de empresas de primera línea, las que de por si eran ya
muy elevadas en términos reales.

Algunas de las regulaciones tenían un claro sesgo "antipy-


me", como la aplicación de un ponderador de riesgo de tasa en
las exigencias de capital.4

La actitud de los diferentes grupos de bancos hacia las


PyMEs no fue pareja. En los bancos cooperativos se registró
la mayor proporción de préstamos a PyMEs, mientras que los
bancos extranjeros presentaron proporciones muy inferiores.

4 Este componente de las regulaciones de capital fue anulado en la nueva nor-


mativa sobre capitales mínimos del año 2003.

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LAS PYMES ARGENTINAS. MITOS Y REALIDADES.

En una situación intermedia se ubicaron los bancos públicos


y los bancos privados nacionales S.A.

Tanto en la crisis del Tequila como en la crisis bancaria que


desembocó en el fin del régimen de convertibilidad la banca
extranjera limitó su exposición en el país, en particular en los
segmentos que desde su óptica eran percibidos como los de
mayor riesgo, entre ellos las PyMEs, restringiendo más aún
su financiamiento al sector.

El crédito bancario y la asistencia a las PyMEs en la


pos-crisis.

La crisis financiera del año 2001, que dió fin al régimen de


convertibilidad, provocó un verdadero colapso en el mercado
de crédito.

Las autoridades económicas dispusieron la "pesificación" de


la totalidad de las deudas bancarias a una paridad de un peso
un dólar. Esta medida significó un enorme subsidio en favor
de los grandes grupos económicos extranjeros y locales
endeudados con el sistema financiero local. Como contrapar-
tida de este subsidio el Estado Nacional aumentó su endeu-
damiento comprometiendo recursos fiscales futuros 5.

El proceso de recuperación económica iniciado en el segundo


semestre del año 2002 se produjo prescindiendo de la utiliza-
ción de crédito bancario. El volumen de crédito al sector pri-
vado, que había alcanzado al 23% del Producto Bruto en el
año 1998, disminuyó hasta el 8% en la actualidad 6.

Esta virtual desaparición del crédito bancario al sector pri-

5 La "pesificación asimétrica" tuvo un costo aproximado de 10.000 millones


de dólares.
6 La relación crédito al sector privado/PBI alcanza al 15% en Méjico, 20% en
Brasil, 66% en Chile, 95% en España y 108% en la Unión Europea.

250
LEONARDO BLEGER Y MARIANO BORZEL

vado se explica, en un primer momento, tanto por el com-


portamiento de las empresas demandantes como por la acti-
tud de los bancos.

Por el lado de la demanda, las empresas mejoraron significa-


tivamente su capacidad de autofinanciamiento, ya que vieron
aumentar sus ingresos por ventas mientras caían sus costos
(financieros, laborales y energéticos). Por otro lado, una gran
cantidad de empresas dejó de calificar como sujetos de crédi-
to, porque estaban en default o en convocatoria de acreedores.

Observando los datos de la Encuesta Industrial que elabora


el Indec se advierte que la fuente principal de financiación de
las empresas era, a fines del 2003, sus recursos propios
(Cuadro 1), mientras que los créditos de instituciones finan-
cieras locales constituía la fuente principal de obtención de
recursos sólo para el 23% de las firmas.

La mejora de la situación empresaria se hizo extensiva a


muchas pequeñas y medianas empresas de la industria, el
comercio y los servicios (Onesto, 2004). En cuanto a los
aspectos financieros, muchas PyMEs vieron caer los servi-
cios de su deuda bancaria como proporción de sus ventas,
mientras que la deuda total se redujo en relación con sus
patrimonios. Esto se debió al alargamiento de los plazos de
los préstamos estipulado por las normas del Banco Central y
a que el ajuste de las deudas evolucionó por debajo del ajus-
te nominal de sus ingresos por ventas. Estos fenómenos
impactaron positivamente sobre la liquidez, solvencia y ren-
tabilidad de este segmento de firmas. En esas condiciones
una buena cantidad de PyMEs decidió cancelar su endeuda-
miento bancario.

Por el lado de la oferta, los bancos, inicialmente, cortaron de


manera drástica la concesión de nuevos créditos y privilegia-
ron la mejora de su liquidez en condiciones de alta incerti-
dumbre.

251
LAS PYMES ARGENTINAS. MITOS Y REALIDADES.

Pasados los momentos más agudos de la crisis, la liquidez de


las entidades se recuperó significativamente y los bancos
públicos y cooperativos lideraron la oferta de créditos hacia
las empresas, con una tendencia claramente descendente en
las tasas de interés activas.

Durante el año 2004 se advierte una marcada tendencia a la


recuperación del crédito, tanto para las personas como para
las empresas. Debe destacarse que el crecimiento de los prés-
tamos se concentra en las líneas de muy corto plazo (adelan-
tos en cuenta y descuentos de valores). El aumento significa-
tivo de los cheques en circulación confirma el restablecimien-
to gradual de la cadena de pagos y mejora la posibilidad de
descontar las cuentas a cobrar de las PyMEs, para ampliar su
capital de trabajo. Del lado de las empresas, las encuestas
confirman que el financiamiento bancario comenzó a ganar
terreno en las últimas mediciones (Cuadro 1).
CUADRO 1
FINANCIAMIENTO DE EMPRESAS INDUSTRIALES

Sept.2003 Julio 2004


Fondos propios 39,8% 41,9%
Instituciones financieras locales 23,4% 34,2%
Proveedores 16,0% 14,7%
Financiación de la casa m atriz 16,8% 4,7%
Créditos internacionales 2,5% 4,0%
O tros 1,5% 0,5%
M ercado de capitales 0,0% 0,0%
Fuente: Elaboración propia en base a "Estimador Mensual Industrial", INDEC

En una visión de mediano y largo plazo está claro que las


PyMEs no podrán aumentar sustancialmente su capital de
trabajo y los montos de inversión si no cuentan con adecua-
do financiamiento bancario.

252
LEONARDO BLEGER Y MARIANO BORZEL

Lo últimos datos sobre financiaciones del sistema financiero


revelan que existe una muy elevada concentración por
empresa de los montos otorgados.

A diciembre de 2003 un total de 84.875 empresas recibían


financiaciones bancarias. De ese total sólo 87 empresas con
préstamos superiores a los 50 millones de pesos obtienen el
37% de las financiaciones, mientras que otras 2.688 empre-
sas reciben el 47%. Es decir, las empresas con deudas supe-
riores a un millón de pesos -empresas que pueden ser consi-
deradas medianas grandes o grandes- perciben el 84% de los
créditos y garantías del sistema (cuadro 2).

La contraparte de esta elevada concentración del crédito es la


escasa asistencia que reciben las PyMEs. Los créditos peque-
ños de hasta 200.000 pesos representan sólo el 6% del total y
los créditos de entre 200.000 y un millón de pesos un 10%.
CUADRO 2
DISTRIBUCIÓN DE DEUDORES DEL SECTOR PRIVADO POR TRAMOS
Diciembre 2003

Tram o Cant.de M onto de


En m iles em presas % deuda %
en m ill.$

0 -200 75.172 89% 1.852 6%

200 -1.000 6.928 8% 2.938 10%

1.000 -50.000 2.688 3% 14.122 47%

M ás de 50.000 87 0% 10.878 37%

TO TA L 84.875 100% 29.790 100%


Fuente: Elaboración propia en base a "Información de entidades Financieras", BCRA.

Estas cifras reflejan también el hecho de que las pequeñas y


medianas empresas han pagado en una mayor proporción sus
deudas con el sistema financiero, mientras que muchas gran-
des empresas están en default o han reestructurado sus cré-
ditos con los bancos.

253
LAS PYMES ARGENTINAS. MITOS Y REALIDADES.

Este hecho debe llevar a reflexionar sobre las características


del riesgo de crédito en pequeñas y grandes empresas y las
ventajas de una adecuada atomización de las carteras de
préstamos bancarios.

Otro indicador del nivel acceso de las PyMEs al crédito ban-


cario es la distribución geográfica de los préstamos al sector
privado. La participación de las grandes empresas es mayor
en las áreas de mayor desarrollo económico, en primer lugar
en la Ciudad de Buenos Aires y el Gran Buenos Aires.
Adicionalmente, muchas firmas grandes con plantas radica-
das en distintas zonas del país gestionan su financiamiento
bancario en la Capital Federal, ya que allí se ubican la sede
administrativa del grupo y la casa central de los bancos. Por
lo tanto, la concentración del crédito en la zona metropolita-
na puede ser utilizada como un indicador del nivel de finan-
ciamiento de las grandes empresas.

La relación entre préstamos al sector privado y el PBI geo-


gráfico es del 16% en la Ciudad de Buenos Aires y el 5% en
las Provincias del país (Cuadro 3).
CUADRO 3
RELACIÓN PRÉSTAMOS AL SECTOR PRIVADO / PBI GEOGRÁFICO
1° Trim. 2004
Provincias (promedio) Ciudad de Buenos Aires
18%
16%
14%
12%
16%
10%
8%
6%
4%
5%
2%
0%
Fuente: Elaboración propia en base a "Boletín Estadístico",

254
LEONARDO BLEGER Y MARIANO BORZEL

Otra prueba de la insuficiente oferta de crédito por parte de


los bancos argentinos a las PyMEs es el hecho de que
muchas empresas del sector recurren a fuentes alternativas
de financiamiento a tasas más elevadas que las vigentes en
el sistema financiero, como por ejemplo a los mercados infor-
males de crédito.

Dentro de este contexto general, los diferentes grupos de enti-


dades presentan perfiles diferenciados en sus carteras de
préstamos en función del tamaño de las firmas. En los ban-
cos públicos y cooperativos los préstamos de entre 25.000
pesos y 1.000.000 -que hemos tomado como un indicador de
los préstamos a PyMEs- representan el 23% de sus financia-
ciones, en los bancos privados SA de capital nacional el 15%
y en los extranjeros el 13% (Cuadro 4).

CUADRO 4
CRÉDITOS A PYMES POR GRUPOS DE BANCOS
Diciembre 2003

Tramos - en Pesos
25,000 a 200.000 a 25.000 a
Tipo de Entidad 200.000 1.000.000 1.000.000
Públicos N acionales /Provinciales /M unicipales 16,35% 7,05% 23,40%

Privados SA C apitalN acional 10,86% 4,35% 15,21%

C ooperativos 12,50% 10,96% 23,46%


C apitalextranjero y sucursales delexterior 9,37% 3,92% 13,29%

Sistem a Financiero 12,10% 5,18% 17,28%

Fuente: Elaboración propia en base a "Información de Entidades Financieras", BCRA.

La actual SEPYME (Secretaria de la Pequeña y Mediana


Empresa) implementó en el último período ciertas iniciativas
tendientes a mejorar el acceso al crédito de las pequeñas y
medianas empresas, convencidos de la necesidad de políticas
específicas para el financiamiento de este sector. Las princi-
pales medidas son las siguientes7 :

7 Un detalle completo de estas medidas puede verse en www.sepyme.gov.ar

255
LAS PYMES ARGENTINAS. MITOS Y REALIDADES.

a) Un régimen de bonificación de tasas correspondientes a


créditos para capital de trabajo y compra de maquinarias
otorgados por bancos locales.
b) Una línea crediticia de Italia para la compra de equipa-
miento, insumos y materias primas de origen italiano o
argentino.
c) El Programa Global de crédito a las Micro y Pequeñas
Empresas. Destinado a la financiación de exportaciones de
PyMEs, con fondos aportados por el BID y bancos locales.
d) Financiación de proyectos de inversión de micro, pequeñas
y medianas empresas y a proyectos asociativos, con recursos
del FONAPYME (Fondo Nacional de Desarrollo para la
Mipyme).
e) La creación de FOMICRO, un fondo para el financiamien-
to de microemprendimientos de trabajadores desocupados y
subocupados, gestionado por el Banco de la Nación
Argentina y la SEPYME.

Se trata de una serie de medidas adecuadas, aunque todavía


insuficientes para resolver los desequilibrios existentes en el
financiamiento a PyMEs.

Un sistema financiero al servicio del desarrollo


económico y social

La reflexión sobre el financiamiento a las PyMEs debe vincu-


larse naturalmente con el necesario debate sobre la estruc-
tura actual y futura del sistema bancario; debate que no
puede prescindir de las lecciones duramente aprendidas en
los noventa, proceso que desembocó en la crisis financiera.

En los países industrializados la presencia de una banca


nacional sólida y eficiente contribuye a explicar su favorable
desempeño económico. Allí se aplican regulaciones que prote-
gen la actividad de los bancos locales y normas muy severas

256
LEONARDO BLEGER Y MARIANO BORZEL

para el ingreso de bancos extranjeros. Como resultado de


estas medidas, los bancos de capital nacional concentran el
grueso de la actividad de depósitos y préstamos, mientras
que las entidades del exterior sólo alcanzan participaciones
modestas.

Las entidades nacionales tienen claras ventajas de informa-


ción, ya que su conducción está radicada en el país. Estas
ventajas se acrecientan en el caso de bancos con fuerte pre-
sencia regional o local, posibilitando un mejor financiamien-
to a las pequeñas y medianas empresas.

El principal argumento utilizado durante los años 90 para


favorecer la extranjerización de la banca, el eventual apoyo
de las casas centrales a sus filiales locales en caso de crisis,
fue refutado por la realidad.

La existencia de una vigorosa "banca de servicios" resulta


también un elemento decisivo para mejorar la oferta crediti-
cia para las pequeñas y medianas empresas. Denominamos
"banca de servicios" a aquellas entidades cuyos objetivos fun-
dacionales consisten en la prestación de servicios financieros
a todos los sectores económicos y sociales, superando un cri-
terio estrecho de rentabilidad privada. Las Cajas de Ahorro
españolas, pertenecientes a las Comunidades, que concen-
tran la mitad de la actividad financiera del país. La presen-
cia destacada de la banca cooperativa en Alemania, Francia,
Holanda y Austria. La vitalidad de las cajas de crédito coo-
perativas ("credit unions") en Estados Unidos y Canadá. Los
poderosos bancos públicos de desarrollo en Japón, otros paí-
ses asiáticos y Brasil. Los sistemas de garantía en España y
Francia. Son todos ejemplos de la alta significación de la
"banca de servicios", con una clara orientación PyME en su
actividad.

Estas entidades públicas y cooperativas posibilitan financiar


proyectos y actividades en los cuales el retorno social difiere

257
LAS PYMES ARGENTINAS. MITOS Y REALIDADES.

de la rentabilidad privada. De este modo, proveen crédito a


las PyMEs ubicadas en pequeñas localidades o regiones que
no resultan rentables para la actividad privada y apoyan
financieramente a pequeñas empresas que contribuyen a la
generación de empleos y a la innovación tecnológica.

Al mismo tiempo, la "banca de servicios" puede actuar como


referente o "empresa testigo", contribuyendo así a reducir
el costo del crédito para estos sectores por parte de la banca
lucrativa.

Propuestas para mejorar el financiamiento a las


pequeñas y medianas empresas.

Las propuestas para mejorar el financiamiento a las peque-


ñas y medianas empresas deben enmarcarse -tal como surge
de la experiencia internacional- en programas de carácter
integral que abarquen no sólo los problemas crediticios sino
también los relativos a los aspectos productivos, tecnológi-
cos, de gerenciamiento, y de inserción en el comercio interna-
cional de las empresas del sector.

Dentro del esquema de propuestas específicamente financie-


ras cabe distinguir dos planos fundamentales.

Por un lado, el mejoramiento del entorno mediante modifica-


ciones de leyes, regulaciones e instituciones que permitan, a
través de mecanismos de mercado, aumentar la oferta de
financiamiento mediante una diversificación de los instru-
mentos utilizados por las entidades financieras, así como dis-
minuir el costo del crédito para el sector por parte del siste-
ma bancario.

Por otro lado, el plano de las políticas e instituciones del sec-


tor público dirigidas a mejorar el acceso al financiamiento del
sector.

258
LEONARDO BLEGER Y MARIANO BORZEL

Propuestas relativas al mejoramiento del entorno

REGULACIONES CREDITICIAS DEL BANCO CENTRAL

Si bien en el último período el Banco Central ha avanzado en


la remoción de obstáculos normativos para la asistencia al
sector, existen otras modificaciones a las regulaciones que
podrían resultar útiles. Un ejemplo concreto es el de ampliar
y flexibilizar los instrumentos que pueden ser considerados
"garantías preferidas", tales como carteras de títulos valores
y obligaciones del sector público no incluidas en las normas
vigentes.

Al mismo tiempo, el Banco Central podría sugerir la imple-


mentación de standards comunes para la presentación de la
información en las distintas entidades de modo de facilitar la
tarea de los empresarios y en algunos casos hacer más senci-
lla la "securitización" de ciertas carteras de préstamos a
PyMEs.

RÉGIMEN FISCAL

Debe estudiarse cómo superar el círculo vicioso entre infor-


malidad de las empresas y falta de acceso al crédito por
incumplimiento de compromisos fiscales y previsionales. En
la actualidad, el embargo de las cuentas corrientes por parte
de la AFIP es un camino hacia la marginación de las firmas
del sistema financiero. Sin abandonar la necesaria lucha con-
tra la evasión fiscal deberían darse plazos adecuados y facili-
dades para permitir la regularización tributaria de las
PyMEs. Para ello, el trabajo conjunto entre la AFIP y el
Banco Central es indispensable.

LEASING

El "leasing" o arrendamiento financiero es una alternativa


interesante para que las PyMEs obtengan financiamiento

259
LAS PYMES ARGENTINAS. MITOS Y REALIDADES.

destinado a la adquisición de bienes de capital. Este tipo de


contrato presenta la ventaja en relación con un préstamo
garantizado de que, como propietario del equipo, el presta-
mista no debe preocuparse por crear o perfeccionar un dere-
cho de garantía real. Tiene la seguridad de que nadie más
posee derechos legales sobre los equipos.

FACTORING

El "factoring" es otro instrumento interesante para las


PyMEs, ya que permite obtener préstamos con la garantía de
las cuentas a cobrar. Cuando las firmas de pequeña dimen-
sión tienen cuentas a cobrar de empresas grandes o financia-
bles por los bancos (porque por ejemplo son proveedoras de
estas empresas) pueden obtener préstamos a menor costo, ya
que en ese caso la tasa de interés es función de la clasifica-
ción crediticia de las empresas grandes .

La práctica comercial ha otorgado al Cheque de Pago


Diferido, por su sencillez y agilidad operativa, un rol predo-
minante en la circulación de medios de pago y crédito, por lo
que constituye el instrumento idóneo para el desarrollo de
esta operatoria.

Como en otros países el descuento de valores debería acom-


pañarse de una gestión integral de las cuentas a cobrar de las
firmas.

CANALIZACIÓN DE RECURSOS DE LAS AFJP

Las AFJP canalizan ya una masa importante de recursos y las


proyecciones indican que su importancia en la canalización del
ahorro nacional será decisivo. Es por ello que debe estudiarse
como una porción de estos recursos (claramente la financiación
de la infraestructura y la vivienda parece el destino prioritario)
puede destinarse hacia el financiamiento de las PyMEs. Entre
las alternativas existentes cabe considerar la inversión de las

260
LEONARDO BLEGER Y MARIANO BORZEL

AFJP en Fondos de Inversión que tomen participaciones accio-


narias y cuasi capital de pequeñas y medianas empresas.
También pueden desarrollarse instrumentos provenientes de
la "securitización" de créditos de PyMEs y obligaciones nego-
ciables emitidas por bancos con el objeto de financiar al sector
de pequeñas y medianas empresas.

Políticas e instituciones públicas

EL ROL DE LA BANCA PÚBLICA

De acuerdo a lo establecido en sus Cartas Orgánicas los ban-


cos públicos tienen entre sus objetivos prioritarios atender a
la pequeñas y medianas empresas.

En el pasado una alta proporción de los fondos de la banca


pública ha sido canalizado hacia grandes empresas o hacia
proyectos sin capacidad de repago basado en decisiones polí-
ticas, debilitando así su capacidad de apoyo a las PyMEs.

En los últimos años se han adoptado algunas medidas que


autolimitan el monto de los préstamos y la arbitrariedad en
la concesión de los créditos.

Actualmente las direcciones de los bancos públicos están


dando alta prioridad a la asistencia hacia el sector de las
PyMEs.

No cabe duda que dada la elevada participación de los bancos


públicos en el sistema financiero, su amplia red de sucursa-
les y la localización geográfica de sus casas (Cuadro 5) la
CUADRO 5
LOCALIZACIÓN GEOGRÁFICA DE BANCOS DE ABAPPRA
· En el país hay 1047 localidades con casas bancarias.
· En 975 localidades (93%) hay bancos de ABAPPRA.
· En 725 localidades (69%) hay exclusivamente bancos de ABAPPRA.
Fuente: ABAPPRA.

261
LAS PYMES ARGENTINAS. MITOS Y REALIDADES.

banca pública constituye potencialmente una herramienta


insustituible en el financiamiento del sector.

EL ROL DEL MOVIMIENTO COOPERATIVO

El cooperativismo de crédito constituye una herramienta con-


formada por los propios pequeños y medianos empresarios
para obtener el financiamiento en forma solidaria y autoges-
tionaria y resolver así la falta de atención de la banca tradi-
cional.

En la Argentina, las primeras cajas de crédito cooperativas


datan de principios del siglo XX. Hoy, la vigencia del coope-
rativismo de crédito se expresa en nuestro país en la presen-
cia del Banco Credicoop Coop., el banco cooperativo de mayor
dimensión de América Latina.

La recientemente sancionada Ley 25.782, que permite a las


Cajas de crédito recuperar la operatoria de cuentas a la vista,
puede contribuir al renacimiento de estas instituciones, cuya
actividad naturalmente se focalizará en el financiamiento de
las personas y las micro y pequeñas empresas a lo largo de
todo el país.

AMPLIACIÓN DE PROGRAMAS DE CRÉDITO ESPECÍFICOS

La experiencia de aportar fondos públicos para subsidiar el


costo del crédito provisto por las entidades bancarias ha sido,
en términos generales, positiva. El mecanismo de licitar los
fondos disponibles en base a la tasa final que se cobrará al
usuario permite apalancar eficazmente el uso de estos fondos
públicos, logrando una disminución en el costo del crédito y
un alargamiento de los plazos de colocación.

SISTEMA DE GARANTÍAS

Existe una abundante experiencia internacional exitosa en el

262
LEONARDO BLEGER Y MARIANO BORZEL

funcionamiento de sistemas de garantía de crédito para las


PyMEs (Yoguel y otros, 1998 y Levitsky, 1997). Desde el
punto de vista teórico la justificación de este tipo de sistemas
se apoya en diversos elementos (Llisterri, 1997).

Algunos autores enfatizan las externalidades positivas que


genera, aumentando el acceso de las PyMEs al crédito y pro-
moviendo el aprendizaje de las entidades financieras en la
atención crediticia al sector. Otros autores destacan su
aporte a la reducción de costos de transacción, ya sea a par-
tir de la mayor eficiencia del garantizador en la obtención de
información, ya sea como consecuencia de las economías de
escala que se logran en la negociación de los deudores agru-
pados en una sociedad de garantía.

En la Argentina el desarrollo del sistema es incipiente con


una importante participación de las Sociedades de Garantías
Recíprocas o Fondos de Garantía de propiedad pública
(Garantizar SGR y Fogaba).

Cabe destacar que no existe experiencia internacional de


desarrollo de sistemas de garantías sin algún tipo de apoyo
público. El aporte del sector público parece decisivo y justifi-
cado en la capitalización inicial del fondo o programa, en la
asistencia técnica y en la creación de un instrumento de rea-
seguro.

El Fondo de garantías para PyMEs (FOGAPYME), de pro-


piedad pública, debería cumplir esas funciones, además de -
como está previsto- el otorgamiento directo de garantías a
PyMEs.

263
LAS PYMES ARGENTINAS. MITOS Y REALIDADES.

Bibliografía

§ Bleger, Leonardo y Rozenwurcel, Guillermo


"Financiamiento a las PyMEs y cambio estructural en la
Argentina". Desarrollo Económico, Abril-Junio de 2000.

§ Levitsky, J. (1997): "SME Guarantee Schemes: A


Summary", The Financier Vol 4, N° 1 y 2, febrero/mayo
1997.

§ Llisterri, J. (1997): "Credit guarantee Systems:


Preliminary Conclusions", The Financier, Vol. 4 N° 1 y 2,
febrero/mayo 1997.

§ Onesto, M. 2004: "El contexto post-convertibilidad en


Argentina - Viaje al universo PyME". Le Monde
Diplomatique Nº 60, junio de 2004.

§ Peek J. Y Rosengren E.S. (1998): "The evolution of bank


lending to small business". New England Economic Review,
march/april 1998.

§ Yoguel, G., Moori-Koening, V. y Boscherini F.(1998):


"Nuevos enfoques de la política industrial de apoyo a la
pyme". En SOCMA: Las PyMEs. Claves de crecimiento con
equidad.

264
Definición PyME en la
Argentina

IdePyME - ABAPPRA

El Plenario de Presidentes de la Asociación de Bancos


Públicos y Privados de la República Argentina creó, el 3 de
febrero de 1999, un área especializada en analizar, investi-
gar y divulgar la problemática de las Pequeñas y Medianas
Empresas. Desde entonces el IdePyME ha analizado el esce-
nario en el que actúan las empresas en las distintas regiones
del país, y ha colaborado en la evaluación y difusión de los
instrumentos de política diseñados para mejorar su situa-
ción.

265
LAS PYMES ARGENTINAS. MITOS Y REALIDADES.

266
IdePyME - ABAPPRA

¿Qué es una Micro, Pequeña o Mediana Empresa?.


Generalmente las preguntas más simples suelen ser las más
difíciles de responder. En efecto, quien no sabe que es una
PyME. Se trata de una empresa prototipo evaluando su
dimensión e importancia en el marco de una estructura pro-
ductiva nacional.

Esta primera respuesta podría llevarnos a una nueva pre-


gunta: ¿Qué es una empresa?
Por esa razón, recordemos ahora que una empresa es una
entidad, que con independencia de su forma jurídica, ejerce
una actividad económica. Y si queremos precisar más el con-
cepto, podemos transcribir la definición adoptada por la
Unión Europea en el año 2003 que indica que "se consideran
empresas a las entidades que ejerzan una actividad artesanal
u otras actividades a título individual o familiar, las socieda-
des de personas y las asociaciones que ejerzan una actividad
económica de forma regular". 1

267
LAS PYMES ARGENTINAS. MITOS Y REALIDADES.

A poco de adentrarnos en el tema de la "definición PyME",


advertiremos que hay una verdadera proliferación de defini-
ciones, debido a que existen distintos "criterios" para encua-
drar una empresa dentro de la categoría PyME, y estos crite-
rios pueden variar no sólo entre distintos países sino también
dentro de un mismo territorio a distintos efectos.

En tal sentido podemos recordar que, como lo señaláramos en


nuestra revista LeoPyME, una primera clasificación de los
criterios para determinar la condición PyME permite dividir-
los en criterios cuantitativos o cualitativos.

La Ley o autoridad de aplicación se basará en elementos


cuantitativos cuando la determinación se efectúe en base a
elementos cuantificables como el número de personal ocupa-
do o nivel de facturación.

Por el contrario se tendrán en cuenta elementos cualitati-


vos cuando esa determinación de la condición PyME sea con-
secuencia de analizar datos como la propiedad del capital, la
independencia de la empresa, etc.2

Veamos entonces los criterios de determinación de la condi-


ción PyME en los dos últimos cuerpos legislativos importan-
tes para esta categoría de empresas, la Ley N° 24.467/1995 y
la Ley N° 25.300/2000.

Comenzaremos señalando que en el caso específico de la Ley


N° 24.467, conocida como "Estatuto PyME", o de regulación
de las pequeñas y medianas empresas, en su artículo 2° enco-

1 Comisión de las Comunidades Europeas. Art. 1° de la Recomendación del 6-


5-2003 sobre la definición de microempresas, pequeñas y medianas empresas.
2 En la mayoría de los casos la definición de PyME dependía de tres atribu-
tos cuantificables (personal ocupado, ventas anuales y patrimonio neto).
Para saber entonces cuando una empresa era PyME debíamos aplicar una
formula polinómica de cuyo puntaje surgía cuando estábamos frente a una
micro, una pequeña o una mediana empresa.

268
IdePyME - ABAPPRA

mienda "a la autoridad de aplicación definir las característi-


cas de las empresas que serán consideradas PYMES, tenien-
do en cuenta las peculiaridades de cada región del país, y los
diversos sectores de la economía en que se desempeñan", ello
sin perjuicio de lo dispuesto en el Título III del mismo cuerpo
legal, respecto a las relaciones de trabajo, cuya autoridad de
aplicación en ese caso es el Ministerio de Trabajo, Empleo y
Seguridad Social.3

Así, en el art. 83 de la Ley mencionada señala que: "A los efec-


tos de este Capítulo, pequeña empresa es aquella que reúna
las dos condiciones siguientes: a) Su plantel no supere los cua-
renta (40) trabajadores. b) Tengan una facturación anual
inferior a la cantidad que para cada actividad o sector fije la
Comisión Especial de Seguimiento del artículo 104 de esta
ley". 4

Como puede observarse, la determinación de la calidad de


PyME para la Ley en materia laboral depende de dos ele-
mentos cuantitativos: la cantidad de empleados y los niveles
de facturación.

Por su parte el otro cuerpo normativo importante para las


PyMEs, la Ley N° 25.300 determina en su artículo 1° que la
autoridad de aplicación deberá definir las características de

3 Con anterioridad a la sanción de la Ley 24.467/95 "las distintas definiciones


de PyME consultadas a nivel nacional denotan la heterogeneidad de criterios
para definir una empresa como PyME". En nuestra revista LeoPyME señalá-
bamos" que en el ámbito del Ministerio de Economía y el BCRA coexistían
complejas formas de establecer que era una PyME (Resoluciones del
Ministerio de Economía 401/89, 208/93 y 52/94 y Circular "A" 1600 modificada
por la Circular "A" 2089 del BCRA)."
4 Cabe recordar que la mencionada Comisión Especial de Seguimiento tenía
entre sus funciones: "Determinar el monto de la facturación anual a los efec-
tos previstos en el Art. 83 de esta ley" y estaba integrada por "tres (3) repre-
sentantes de la Confederación General del Trabajo, tres (3) representantes de
las organizaciones de pequeños empleadores y el Ministro de Trabajo y
Seguridad Social, que presidirá las deliberaciones"

269
LAS PYMES ARGENTINAS. MITOS Y REALIDADES.

las empresas que serán consideradas micro, pequeñas y


medianas a los efectos de la implementación de los distintos
instrumentos del presente régimen. Al respecto precisa que
lo hará: "contemplando las especificidades propias de los dis-
tintos sectores y regiones y con base a los siguientes atributos
de las mismas o sus equivalentes: personal ocupado, valor
de las ventas y valor de los activos aplicados al proce-
so productivo..."

Asimismo, el último apartado del artículo establece que "No


serán consideradas MiPyMEs a los efectos de la implementa-
ción de los distintos instrumentos del presente régimen legal,
las empresas que, aún reuniendo los requisitos cuantitativos
establecidos por la autoridad de aplicación, estén vincula-
das o controladas por empresas o grupos económicos
nacionales o extranjeros que no reúnan tales requisi-
tos".

De esta manera la ley determina los elementos cuantitativos


que debe tener en cuenta la autoridad de aplicación personal
ocupado, facturación y valor de los activos y establece como
elemento cualitativo que debe cumplirse la independencia de
la empresa.

Ello no obstante el criterio de combinar distintos atributos


fue dejado de lado, a los efectos previstos por la mencionada
norma, al reglamentarse la misma a través de la Resolución
SEPYME N° 24/2001.

En efecto la mencionada reglamentación adoptó un criterio


cuantitativo que tiene en cuenta solamente el nivel de ventas
de las empresas excluidos el IVA y el impuesto interno que
pudiere corresponder. 5

5 La reglamentación establece que: "Se tendrá en cuenta para determinar la


condición de la empresa, el valor de ventas totales anuales, excluidos los
impuestos al valor Agregado e Internos".

270
IdePyME - ABAPPRA

Precisando los alcances de la resolución de la entonces


SEPyME como autoridad de aplicación de la Ley N° 25.300,
diremos que la primera reglamentación data del 15 de febre-
ro de 2001 mediante el dictado de la citada Resolución
SEPyME N° 24/2001. La misma definía NIVELES DE VEN-
TAS a las micro, pequeña y medianas empresas de los secto-
res agropecuario, industria y minería, comercio y servicios.

¿Dejó sin efecto esa nueva resolución anteriores disposiciones


legales?. No. Ese criterio rige, en principio, para determinar
la aplicación de los instrumentos de la mencionada Ley N°
25.300, razón por la cual pueden válidamente subsistir otros
criterios legislativos para determinar la condición PyME,
inclusive para aquellos previstos en la Ley N° 24.467 no
modificados por la Ley N° 25.300.

A mayor abundamiento cabe remarcar que la propia


Resolución de la SEPyME define la reglamentación como "de
tipo general" y no limitante de las facultades de otros orga-
nismos "para complementarla con precisiones o condiciones
cualitativas adicionales o para fijar límites inferiores...a efec-
tos de la instrumentación de Programas Específicos..." (art. 5°
Res. N° 24/2001).

Por esa razón los considerandos de la reglamentación dictada


por la SEPyME se encargan en precisar que "la coexistencia
de definiciones diversas provoca un tratamiento diferente en
las empresas" y por ello el art. 7° de la misma, invita a los dis-
tintos organismos de la Administración a adoptar la "presen-
te caracterización de Micro, Pequeña, Mediana Empresa, con
el fin de propender a una definición homogénea y única de
dicho estrato empresario".

Así, por ejemplo, cabe recordar que como consecuencia de un


reclamo de ABAPPRA y de acuerdo con la invitación cursada
por la SEPyME, el Banco Central adoptó una reglamentación
similar tiempo después. Por el contrario la determinación de

271
LAS PYMES ARGENTINAS. MITOS Y REALIDADES.

la calidad de PyME para el capítulo laboral continuó depen-


diendo de lo establecido en el llamado Estatuto PyME (Ley
N° 24.467). Lo mismo sucedía en cuanto a la Ley de Factura
de Créditos y su decreto reglamentario.

Ahora bien, como consecuencia de las implicancias de la


devaluación sobre el nivel general de precios, la SSEPyME
dictó una nueva Resolución el 25 de octubre del año 2002,
ajustando los montos de facturación (Resolución SEPyME
675/2002). Esta nueva medida dio lugar a la Comunicación
"A" 3793 del 4 de noviembre del año 2002, a través de la cual
el BCRA adoptó los montos a los establecidos por la
Secretaría PyME.

TAMAÑO SECTOR AGROPECUARIO INDUSTRIA Y C


MINERIA
MICROEMPRESA $ 270.000 $ 900.000 $
PEQUEÑAEMPRESA $ 1 800 000 $ 5 4000 000 $
Por último, debe señalarse que la sanción, en el año 2004, de
la nueva Ley de Empleo, trajo nuevamente a cuenta el pro-
blema de "definir la condición PyME de una empresa en la
Ley Laboral".

En principio, y de acuerdo a lo enunciado, los responsables de


las distintas áreas gubernamentales acordaron trabajar en
conjunto sobre la base de dos elementos cuantitativos para
definir tal condición "los montos máximos de facturación y la
cantidad de empleados".

De lo hasta aquí expuesto se desprende que, en principio, la


determinación de la calidad de PyME para nuestro orden
legal depende, en el supuesto de los instrumentos de la Ley
N° 24.467, no alcanzados por las modificaciones de la Ley N°
25.300, de la reglamentación dictada por la autoridad de
aplicación.

272
IdePyME - ABAPPRA

En el supuesto de los instrumentos previstos por la Ley N°


25.3000 de variables cuantitativas: NUMERO DE EMPLEA-
DOS, NIVEL DE FACTURACIÓN, Y VALOR DE LOS
ACTIVOS, de y una restricción cualitativa: INDEPENDEN-
CIA DE LA EMPRESA.

Entonces para la reglamentación dictada por la SEPyME y


ratificada por la SSPyME la condición de Micro, Pequeña y
Mediana Empresa para la Ley N° 25.300 estará en función
del nivel de facturación, con la limitación de las empresas
controladas o vinculadas que no serán consideradas
MiPyMEs.

Como podrá comprender el lector, definir la condición de


PyME no es una cuestión literaria ni de comprensión mera-
mente teórica Se trata por el contrario de saber cuando una
empresa puede beneficiarse con la utilización de los instru-
mentos y programas de políticas públicas diseñados para el
sector.

En tal sentido, la definición de "PyME" debería también


tener relevancia en el ámbito del esquema subregional de
integración, ya que aún cuando no existan programas comu-
nitarios de apoyo a las PyMEs, establecer criterios similares
para definir estas clases de empresas serán un punto de par-
tida en la normal necesidad de armonización legislativa y
coordinación de políticas macroeconómicas que requiere la
profundización de la integración.

Debe destacarse en tal sentido, que la Unión Europea acordó


la primera definición comunitaria PyME, sobre la base de cri-
terios cuantitativos y cualitativos, a través de una
Recomendación de la Comisión del 3 de abril de 1996 (Rec.
96/280/CE), ello para "que las ventajas del acceso a los meca-
nismos nacionales y programas europeos a favor de las PyME
solo beneficien a las empresas que sean auténticamente PyME
(sin el poder económico de los grandes grupos)" 6

273
LAS PYMES ARGENTINAS. MITOS Y REALIDADES.

Asimismo la Unión Europea, basada en los mismos criterios


redefinió, el 6 de mayo del 2003 a las micro, pequeñas y
medianas empresas. La redefinición, que refleja la incidencia
de la inflación y el aumento de la productividad, entrará en
vigor el 1° de enero de 2005, y mantiene los límites de efecti-
vos (personas ocupadas) que permiten determinar las distin-
tas categorías, y prevé un aumento sustancial de los denomi-
nados límites financieros. (volumen de negocios y balance
general). Como se ve, todo un avance. 7

6 http://europa.er.int Síntesis de Legislación. Definición de microempresas,


pequeñas empresas y medianas empresas.
7 El artículo 2 de la Recomendación establece en su primer inciso que "La cate-
goría de las microempresas, pequeñas y medianas empresas (PYME) esta
constituida por las empresas que ocupan menos de 250 personas y cuyo volu-
men de negocios anual no exceda de 50 millones de euros o cuyo balance gene-
ral anual no excede de 43 millones de euros.". Esta nueva "Definición PyME"
eleva de 40 a 50 millones de Euros el volumen de negocios, y de 27 a 43 millo-
nes de Euros el balance general anual. Cabe destacar que en la nueva
Recomendación las Pequeñas Empresas ocupan menos de 50 personas y su
volumen de negocios anual es inferior a 10 millones, mientras que las
Microempresas ocupan menos de 10 personas y no superan en negocios los 2
millones de Euros. Debe destacarse asimismo, que en la Recomendación se
señala que los limites estimados para la calificación de las PyMEs representan
máximos y, por consiguiente, los Estados miembros, el BEI y el FEI pueden
fijar límites inferiores

274
IdePyME - ABAPPRA

Fecha de Publicación en el Boletín Oficial: 30/10/2002

Secretaría de la Pequeña y Mediana Empresa y Desarrollo


Regional

MICRO, PEQUEÑAS Y MEDIANAS EMPRESAS

Resolución 675/2002

Establécese que serán consideradas micro, pequeñas y media-


nas empresas las que registren determinados valores máxi-
mos de ventas totales anuales, excluido el Impuesto al Valor
Agregado y el impuesto interno que pudiera corresponder.

Bs. As., 25/10/2002

VISTO el Expediente N° 218-000351/2000 del Registro de la


ex-SECRETARIA DE LA PEQUEÑA Y MEDIANA EMPRE-
SA del MINISTERIO DE ECONOMIA y lo dispuesto en las
Leyes N° 25.300 y N° 25.561, el Decreto N° 260 de fecha 8 de
febrero de 2002 y las Resoluciones N° 24 de fecha 15 de febre-
ro de 2001 y 22 de fecha 26 de abril de 2001 de la ex -SECRE-
TARIA DE LA PEQUEÑA Y MEDIANA EMPRESA del
MINISTERIO DE ECONOMIA, y

CONSIDERANDO:

Que por Resolución N° 24/2001 esta ex-SECRETARIA DE LA


PEQUEÑA Y MEDIANA EMPRESA reglamentó el artículo
1° de la Ley N° 25.300 y creó la metodología a aplicar en fun-
ción de la variable "ventas anuales", a los efectos de caracte-
rizar la condición de Micro, Pequeña y Mediana Empresa.

Que, asimismo, la Resolución N° 22/2001 determinó el valor


de ventas totales anuales tomando en cuenta el que surja del
promedio de los últimos TRES (3) años, contados a partir del

275
LAS PYMES ARGENTINAS. MITOS Y REALIDADES.

último balance o información contable equivalente adecuada-


mente documentada.

Que la sanción de la Ley N° 25.561 de Emergencia Pública y


Reforma del Régimen Cambiario ha significado una intem-
pestiva modificación de las condiciones en que se ha venido
desenvolviendo la actividad económica y financiera desde
1991.

Que el Decreto N° 260/02 ha determinado la fluctuación del


peso frente a las divisas extranjeras en un mercado libre y
único de cambios.

Que, como efecto directo de estas disposiciones, se ha produ-


cido una muy importante devaluación del peso argentino que
ha impactado en el nivel general de precios.

Que con relación a las recientes modificaciones en el régimen


monetario-cambiario y sus implicancias en el mercado, resul-
ta necesario modificar los valores de ventas establecidos en la
Resolución N° 24/2001.

Que resulta conveniente elaborar una nueva definición de


PyMES que refleje la variación de precios desde diciembre de
2001 hasta septiembre de 2002.

Que si bien no puede afirmarse que la totalidad de las empre-


sas participan de igual forma y con idénticas porciones en el
mercado mayorista y minorista, la necesidad de contar con
una definición de Micro, Pequeñas y Medianas Empresas
actualizada, implica aplicar a los montos vigentes de factura-
ción un coeficiente equivalente al promedio de variación que
reflejan los índices mencionados.

Que dicho promedio combinado entre la variación de Indices


de Precios Mayoristas, que fue de un CIENTO VEINTIUNO
CON VEINTE POR CIENTO (121.20%), y el Indice de

276
IdePyME - ABAPPRA

Precios Minoristas, que alcanzó un TREINTA Y NUEVE


CON SESENTA Y SEIS POR CIENTO (39.66%), asciende
aproximadamente al OCHENTA POR CIENTO (80.00%).

Que, por su parte, existen empresas que encuentran su fuen-


te de ingresos en las exportaciones y en consecuencia eviden-
cian importantes diferencias respecto de sus pares no expor-
tadoras.

Que, la facturación de las mismas puede elevarse en mas del


doble por la diferencia entre la depreciación del peso y los
índices de precios combinados ya señalados, en consecuencia
es necesario establecer un adecuado mecanismo que en forma
excluyente evalúe dicha particularidad junto con las propias
del sector, y le permita al mismo no resultar excluido de la
categorización de Micro, Pequeña o Mediana Empresa en
caso que demuestre adecuadamente su exclusión por tal
motivo.

Que la DIRECCION DE ASUNTOS JURIDICOS del MINIS-


TERIO DE LA PRODUCCION ha tomado la intervención
que le compete.

Que esta Secretaría cuenta con las facultades para el dictado


de la presente, en virtud de lo dispuesto por el artículo 1° de
la Ley N° 25.300.

Por ello,

EL SECRETARIO
DE LA PEQUEÑA Y LA MEDIANA EMPRESA
Y DESARROLLO REGIONAL
RESUELVE:

Artículo 1° - Sustitúyese el Artículo 1° de la Resolución N° 24


del 15 de febrero de 2001 de la ex -SECRETARIA DE LA
PEQUEÑA Y MEDIANA EMPRESA del MINISTERIO DE

277
LAS PYMES ARGENTINAS. MITOS Y REALIDADES.

ECONOMIA, estableciéndose que a los efectos de lo dispues-


to por el artículo 1° del Título I de la Ley N° 25.300, serán
consideradas Micro, Pequeñas y Medianas Empresas aque-
llas que registren hasta el siguiente nivel máximo de valor de
las ventas totales anuales, excluido el Impuesto al Valor
Agregado y el impuesto interno que pudiera corresponder,
expresado en PESOS ($):
AGRO- INDUSTRIA Y
TAMAÑO/SECTOR COMERCIO SERVICIOS
PECUARIO MINERIA

MICROEMPRESA $ 270.000 $ 900.000 $ 1.800.000 $ 450.000

PEQUEÑA
$ 1.800.000 $ 5.400.000 $ 10.800.000 $ 3.240.000
EMPRESA

MEDIANA
$ 10.800.000 $ 43.200.000 $ 86.400.000 $ 21.600.000
EMPRESA

Art. 2° - Aquellas empresas que excedan los montos estable-


cidos en el artículo anterior y no califiquen como Micro,
Pequeñas o Medianas Empresas, podrán peticionar por vía
de excepción ante la Dirección Nacional de Asistencia
Financiera dependiente de la SEPyMEyDR, su inclusión en
dicho estrato empresario. Dicha solicitud sólo procederá en
caso que la interesada obtenga alguna parte de sus ingresos
en divisas como resultado de exportaciones y siempre que su
facturación, tras compensar (o descontar) la cifra que surge
de la diferencia entre la depreciación del peso y los índices de
precios combinados, se ajuste a los montos señalados en el
artículo 1°.

Art. 3° - Comuníquese, publíquese, dése a la DIRECCION


NACIONAL DEL REGISTRO OFICIAL y archívese. - Julio
E. Massara

278
IdePyME - ABAPPRA

04/11/02 BANCO CENTRAL DE LA REPÚBLICA ARGEN-


TINA COMUNICACIÓN "A" 3793 04.11.2002 Determinación
de la condición de micro, pequeña o mediana empresa.
Actualización de valores.

Nos dirigimos a Uds. para comunicarles que con motivo de la


Resolución 675/02 de la Secretaría de la Pequeña y Mediana
Empresa y Desarrollo Regional, corresponde efectuar la
actualización de los valores incluidos en el punto 1.3. de las
normas sobre "Determinación de la condición de micro,
pequeña y mediana empresa".

Con tal motivo, les hacemos llegar en Anexo las hojas que
corresponde reemplazar en la norma mencionada preceden-
temente.
Saludamos a Uds. muy atentamente.

BANCO CENTRAL DE LA REPUBLICA ARGENTINA

DETERMINACION DE LA CONDICION DE MICRO,


PEQUEÑA O MEDIANA EMPRESA

1. Atributo a considerar.
Se tendrá en cuenta, para determinar la condición de la
empresa, el valor de ventas totales anuales, excluidos los
impuestos al Valor Agregado e Internos, de la siguiente
manera:
1.1. Empresas en funcionamiento.
El importe se determina en función del promedio de los últi-
mos tres años contados a partir del último balance inclusive
o información contable adecuadamente documentada.
En los casos de empresas cuya antigüedad sea menor que la
requerida para el cálculo establecido en el párrafo anterior,
se considerará el promedio proporcional de ventas anuales
verificado desde su puesta en marcha.

279
LAS PYMES ARGENTINAS. MITOS Y REALIDADES.

1.2. Nuevas empresas. Se tomarán los valores proyectados


por la empresa para el primer año de actividad. Dichos valo-
res tendrán el carácter de declaración jurada y estarán suje-
tos a verificación al finalizar el primer ejercicio.
1.3. Determinación.
Serán consideradas micro, pequeñas y medianas empresas,
aquellas que registren hasta el siguiente nivel máximo de
valor de las ventas totales anuales, según el sector de activi-
dad:
INDUSTRIA
TAMAÑO/SECTOR AGROPECUARIO COMERCIO SERVICIOS
Y MINERIA
importes en
pesos
MICROEMPRESA 270.000 900.000 1.800.000 450.000
PEQUEÑA
1.800.000 5.400.000 10.800.000 3.240.000
EMPRESA
MEDIANA
10.800.000 43.200.000 86.400.000 21.600.000
EMPRESA

Cuando una empresa registre ventas en más de uno de esos


sectores de actividad, se tendrá en cuenta el sector cuyas ven-
tas hayan sido las mayores durante el último año.
No serán consideradas micro, pequeñas y medianas empre-
sas las que, reuniendo los requisitos consignados en el cuadro
precedente, se encuentren controladas por o vinculadas a
empresas o grupos económicos que no reúnan tales requisi-
tos, conforme a lo establecido por el artículo 33 de la Ley
19.550 y sus modificatorias.
1.4. Tratamientos específicos.
El Banco Central de la República Argentina podrá, a los efec-
tos de la instrumentación de políticas específicas para la
micro, pequeña o mediana empresa, complementar la carac-
terización establecida en estas disposiciones con precisiones o
condiciones cualitativas adicionales.

280

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