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Antecedentes históricos
En el derecho romano las legis actiones (acciones legales) eran 5: sacramentum, judicis
postulatio, condictio, manus injectio y pignoris capio. Siendo el manus injectio y
pignoris capio conocidos como procedimientos de ejecución forzada.
El pignoris capio es una institución perteneciente al derecho romano, que no tenía por
objeto satisfacer el crédito por la aprehensión de una cosa, sino sencillamente, tomar
cualquier objeto del deudor, como prenda a fin de constreñirlo a cumplir su
obligación.178
177
Bergel, Salvador y Martin Paolantonio. Op. Cit., Págs. 267 y 268.
178
Bolaños, Ingrid. Las Ejecuciones especiales en el Código Procesal Civil y Mercantil. Guatemala, 2004, Tesis
Licenciatura en ciencias jurídicas y sociales, Universidad Rafael Landívar, Pág. 15
69
verdadera ejecutivización del proceso ejecutivo, prefiriéndose legislarlo como un
proceso de conocimiento común, pero sumarizándolo por razones cualitativas, en orden
a los intereses que se debaten en él. Se presentaba España como un país fuertemente
unido durante los últimos tiempos de la época cristiano-bárbara y, aún más, después de
la dominación sarracena donde por obvias razones no floreció el comercio como en las
ciudades italianas ni abundó, como en ellas, una particular legislación localista.
Fue así como, al permitir el pueblo dominador, desde el principio mismo de la invasión,
la coexistencia de su propio derecho con el romano (ya en coexistencia, a su turno, con
el de suevos, vándalos y alanos), se tarda relativamente poco tiempo en la absorción de
aquél por éste, perdiendo desde entonces toda vigencia el principio germánico de
expeditividad que tan hondo arraigara en Francia, Italia y Alemania.
Es importante detenernos en las siete partidas del Rey Alfonso El Sabio, donde se
regula- a través de la partida Tercera- el procedimiento judicial y, específicamente en su
título XXVII, el de ejecución de sentencia, en el que encontrará la legislación posterior
relativa a la materia, su más valioso antecedente.
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Es en la Novísima Recopilación de las Leyes de España (1805), donde se regula el
juicio ejecutivo (Título XXVIII del LibroXI) en forma separada de la Ejecución de las
Sentencias (Título XVII del Libro XI) instrumentándolo en forma muy similar a la prevista
en la posterior Ley de Enjuiciamiento Civil de 1855, en la cual el juicio se desarrolla en
dos estadios perfectamente diferenciados:
Un segundo estadio, de apremio, que comprende las diligencias que tienen por objeto
ejecutar la sentencia de remate.
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tenía por objeto, la existencia del título ejecutivo, o las defensas del demandado, que
para tal fin era citado ante el juez. Pero era una cognitio summaria y en un doble
sentido. En primer lugar, se admitían en el processus executivus solamente las
defensas del demandado dirigidas a atacar simplemente el hecho aducido por el actor,
o bien, a contraponer hechos extintivos o impeditivos y las otras eran reservada ad
separatum iudicium, es decir, a la cognitio plena que se desarrollaba en las formas
solemnes del proceso ordinario.179
4.2 Antecedentes
La principal característica del juicio ejecutivo consiste en procurar al titular del derecho
subjetivo o del interés protegido la satisfacción sin o contra la voluntad del obligado. 181
El objetivo de esta clase de juicio es, que un acreedor obtenga por medio del juzgado
competente, a través del juez, lo que no pudo obtener de manos y por voluntad del
deudor.182
4.3 Definición
Según Guasp, juicio ejecutivo es “aquel proceso de cognición común, pero sumario por
razones cualitativas, que está destinado a satisfacer pretensiones dotadas de una
fehaciencia legalmente privilegiada”.
179
Chacón, Mauro. Op. Cit., Págs. 56 y 57
180
Castillo, Eduardo. Juicios Mercantiles, México, Editorial Harla, 1991, Pág. 74
181
Carnelutti Instituciones de Derecho Procesal Civil, México, Editorial Porrúa, 1997, Pág. 32.
72
El juicio ejecutivo consta en realidad de dos fases: una que es puramente cognoscitiva,
abreviada, que, finaliza con la sentencia de remate y la otra, que es propiamente la vìa
de apremio183.
4.4 Noción
La cognición sumaria se diferencia de la ordinaria por dos caracteres, que son ambos la
consecuencia de su finalidad puramente instrumental: el de ser incompleta y el de ser
provisional. La cognición ordinaria es completa, lo que significa que da lugar a exámen
de todas las cuestiones relevantes y es definitiva, en sentido de que tiene la finalidad de
crear la certeza en torno a la controversia.
182
Ortiz, Jorge. Análisis de diversos supuestos de procedencia del juicio ejecutivo cuando el título en que se basa es
el comprendido en el inciso 5º. Del artículo 327 del Código Procesal Civil y Mercantil, Guatemala, 2000, Tesis
Licenciatura en Ciencias jurídicas y sociales, Universidad Rafael Landívar, Pág. 18.
183
Aguirre, Mario. Op. Cit., Pág. 244.
184
Donato, Jorge. Juicio Ejecutivo, Argentina, Editorial Universidad, 1992, Pág. 23
185
Chacón, Mauro. Op. Cit., Pág. 61.
73
Por el contrario, la cognición sumaria es incompleta, porque no todas las cuestiones
pertinentes pueden ser examinadas o porque son examinadas de un modo más rápido
y superficial del que normalmente se exige.186
Pero no todos los autores opinan lo mismo, pues para algunos la naturaleza jurídica del
juicio ejecutivo es la de un proceso sumario por razones cualitativas. La palabra
ejecutiva denota la idea de ejecución. Dentro de este juicio existe lo que se ha de llamar
procedimiento de oficio, esto consiste en la facultad que conservan los jueces o
tribunales para denegar la ejecución aún cuando ya la hubieren admitido
inicialmente.187
186
Aguirre, Mario. Op. Cit., Pág. 245.
187
Monografías.com, sin autor, España 2007, www.monografias.com/trabajos6/juej/juej.shtml, consulta
10.12.06
74
Hay situaciones jurídicas en que a primera vista el derecho de una persona no aparece
de un modo claro y definido, mientras que hay otras que a prima facie estamos ante un
derecho determinado y evidente, es asunto admitido sin dudas por la doctrina y la
jurisprudencia.
Todo proceso ejecutivo requiere para su iniciación de un título ejecutivo que, aun siendo
de origen privado, tenga tanta fuerza de convicción y certeza como una sentencia
judicial.
Resulta apenas lógico concluir que no todas las personas tienen el derecho de
promover un proceso ejecutivo, careciendo, pues, del poder de acción; como sí lo
tienen, aunque no tengan el derecho material, para incoar un proceso de conocimiento,
en razón de que para aquél se requiere siempre que con la demanda se acompañe el
documento que tenga el carácter de título ejecutivo. Por esta causa se ha pregonado
por la doctrina alemana y aun por la italiana, que el derecho a la ejecución basado en el
título es independiente de la existencia del derecho subjetivo, afirmándose la eficacia
abstracta del título ejecutivo, no pudiéndose confundir el documento –trozo de papel,
con el título en sentido jurídico material.
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Es lógica la idea de Allorio según la cual la función del título ejecutivo en el proceso de
ejecución consiste en que la posesión del mismo es el hecho constitutivo de la acción
ejecutiva. Y, por consiguiente, la exhibición del título ejecutivo constituye la actuación
no tanto de una prueba documental, sino de prueba directa: la exhibición del título no
prueba, en suma la existencia del crédito, sino la existencia del título, y la posesión del
mismo por parte del acreedor demandante; presupuesto necesario y suficiente para la
acción (pretensión) ejecutiva, concluye Allorio.188
4.6 Características
188
Velásquez, Juan. Los Procesos Ejecutivos, Colombia, Señal Editora, 1998, Págs.19, 20, 21
189
Madrazo, Sergio y Danilo Madrazo. Compendio de Derecho Civil y procesal, Guatemala, 2003, Pág. 393.
76
El juez debe tener en cuenta que la ejecución se fundamenta en la prueba
documental del crédito aportada a la misma demanda, y no en pruebas que
posteriormente se recojan en el curso del proceso.
No debe olvidar el juez que por causa de la certeza que emana del título
ejecutivo, la ley autoriza el cumplimiento inmediato de medidas cautelares para
seguridad de la satisfacción de la obligación contenida en el título ejecutivo.
Ante la duda razonable que tenga el juez en relación con la procedencia de la
ejecución, obra correctamente si la rechaza. 190
La ejecución enfrenta a dos partes en posición antagónica frente a un tercero -el juez –
imparcial.
190
Velásquez, Juan. Op. Cit., Págs. 28 y 29.
77
con competencia territorial en el lugar del domicilio de la persona contra quien se
intenta ejecutar el laudo o en el lugar en donde se encuentran sus bienes.
Legitimación ordinaria
En esta clase de legitimación en principio, es el título el que determina la
legitimación activa y pasiva y el aparecer en él es suficiente para que el juez
despache la ejecución. Es posible que el ejecutado se oponga a la ejecución
191
Chacón, Mauro. Op. Cit., Págs. 66, 67 y 68.
78
alegando que no existe ya el derecho material, pero ello no afecta a la legitimación
sino al fondo del asunto.
Legitimación extraordinaria
Como en el proceso de conocimiento o declaración también aquí es posible estar
legitimado sin afirmar la titularidad activa de la relación jurídica. Es así posible el
caso de la legitimación por sustitución establecida en el Código procesal Civil y
Mercantil.192
4.8.1 Definición
Comúnmente se la ha definido como el documento que trae aparejada ejecución, o
séale que faculta al titular del mismo, a obtener de los órganos jurisdiccionales los
procedimientos de ejecución y hacer efectivo el derecho declarado en el documento o
título.
Otra definición más completa, indica que el título ejecutivo es el documento en que se
hace constar la obligación de la parte contra la cual se ha de dirigir la ejecución.
192
Código Procesal Civil y Mercantil, Decreto-Ley 107. Artículo 49.
79
Los testimonios de la actas de protocolación de protestos de documentos
mercantiles y bancarios, o los propios documentos si no fuere legalmente
necesario el protesto,
Acta notarial en la que conste el saldo que existiere en contra del deudor,
de acuerdo con los libros de contabilidad llevados en forma legal,
Las pólizas de seguros, de ahorros y de fianzas y los títulos de
capitalización, que sean expedidos por entidades legalmente autorizadas
para operar en el país, y
Toda clase de documentos que por disposiciones especiales tengan
fuerza ejecutiva.194
4.9 Objeto del Juicio Ejecutivo
La expresión objeto de la ejecución hace referencia a la pretensión ejecutiva, es decir, a
la petición funda que se hace a un órgano jurisdiccional, frente a otra persona, sobre un
bien.
4.9.1 La petición
La distinción se refiere a:
193
Chacón, Mauro. Op. Cit., Pág. 83.
194
Código Procesal Civil y Mercantil, Decreto Ley 107. Artículo 327.
80
Un objeto mediato: El título ejecutivo de que se parte declara la existencia de una
obligación cuyo objeto es naturalmente una prestación, entendida ésta como
comportamiento del deudor; ese comportamiento puede reducirse a hacer, no
hacer y dar alguna cosa, precisándose después que ese dar puede referirse a
cosas específicas, genéricas o dinero.
La petición del ejecutante habrá de referirse, pues, a esa consecuencia jurídica. Pedirá
el objeto inmediato (la realización de la actividad jurisdiccional), pero sobre todo la
entrega de un bien concreto y determinado, de una cosa genérica, de una cantidad de
dinero, la realización de una obra, la destrucción e otra, etc.
Montero Aroca, dice: La petición del ejecutante no es libre, por cuanto el título
determina los límites de su petición; cuando se trata de dinero o de cosa genérica
siempre será posible pedir menos por ejemplo: Cuando el título se refiere a cien mil
quetzales y el ejecutante pide cincuenta mil, o el título habla de mil quintales de azúcar
y se piden quinientos, pero nunca más. En todo caso no podrá pedirse cosa distinta de
la que establece el título o un hacer distinto. El título marca no sólo el objeto, sino
también los confines.
Hay que tener en cuenta, que el objeto de la petición no se logrará siempre. Esto no se
refiere a la oposición que puede interponer el ejecutado, sino a imposibilidad derivada
de la naturaleza de la situación. El juez pondrá en marcha los medios necesarios para
obtener la consecuencia jurídica prevista por la ley, pero su actividad puede no lograr
éxito; en el caso más común de obligaciones dinerarias, el juez intentará el embargo de
bienes del deudor, pero si éste no tiene bienes la ejecución termina aquí y sin éxito (si
puede volver a intentarse el embargo cuando se descubran bienes o el deudor los
adquiera).
81
Suele decirse que la consecuencia prevista en la ley es, en nuestro derecho, siempre
patrimonial, pero ello no es así. Teóricamente las consecuencias pueden ser
personales y patrimoniales; en el segundo caso el objeto de la ejecución se reduce
siempre, de una u otra manera, a los bienes del ejecutado, mientras que en el primero
la ejecución puede recaer en la persona misma del ejecutado.
195
Chacón, Mauro. Op Cit., Pág. 72.
82
Regulando así también los casos que se presentan con la actitud que tome el
ejecutado. Indica que en este juicio únicamente el auto en que se deniegue el trámite a
la ejecución, la sentencia y el auto que apruebe la liquidación son apelables. La
sentencia dictada en éste juicio no pasa en autoridad de cosa juzgada y lo decidido
puede modificarse en juicio ordinario posterior.196
196
Código Procesal Civil y mercantil Decreto-Ley 107, Artículos del 327 al 335.
83
CAPITULO V
Análisis Comparativo
84
Esta confusión también se manifiesta en la naturaleza de las excepciones
admisibles, pues mientras algunos juristas consideran como tales las procesales
en adición a las cambiarias, otros únicamente toman como admisibles éstas
últimas.
El juez como deber procesal previo a dictar la resolución que admite para su trámite la
demanda ejecutiva, la examina para comprobar si cumple con los requisitos de
contenido y forma.
197
Madrazo, Sergio y Danilo Madrazo. Op. Cit., Pág. 393.
85
Mandamiento de ejecución y embargo - Promovido el juicio ejecutivo, el juez califica
el título en que se funda y si lo considerase suficiente y la cantidad que se reclama es
líquida y exigible, despacha el mandamiento de ejecución, ordenando el requerimiento
del obligado, el embargo de bienes, si éste fuere procedente y dará audiencias por
cinco días al ejecutado, para que se oponga o haga valer sus excepciones.
Actitudes del ejecutado - Las actitudes que el ejecutado puede tomar son las
siguientes:
En lo que se refiere a la oposición del ejecutado, el Código Procesal Civil dispone que si
el ejecutado se opusiere, deberá razonar su oposición y si fuere necesario ofrecer la
prueba pertinente. Sin estos requisitos el Juez no le dará trámite a la oposición. El
Código Permite que el demandado presente simple oposición, es decir, que sin que sea
necesario que interponga excepciones. Si el demandado adopta esta actitud, lo que el
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Código exige de él es que su oposición sea razonada, con el objeto de que no se hagan
valer excepciones sin ningún fundamento.
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Según lo dispuesto en la ley, únicamente son apelables el auto que deniegue el trámite
a la ejecución, la sentencia y el auto que apruebe la liquidación. Esta limitación
obedece a que contra las sentencias que se dicten en el juicio ejecutivo cabe el juicio
ordinario posterior. El recurso de casación no se permite en el juicio ejecutivo ni para
infracciones al procedimiento. Por ello, el recurso de casación deberá hacerse valer en
el juicio ordinario posterior y en relación a las actuaciones que se produzcan en éste. El
trámite de la apelación en Segunda instancia es relativamente breve, pues el Código
procesal Civil y Mercantil dispone que se señalará día para la vista dentro de un término
que no exceda de cinco días, pasado el cual resolverá dentro de tres días, so pena de
responsabilidad personal. La sentencia que se dicte en éste juicio no pasa en
autoridad de cosa juzgada y lo decidido puede modificarse en juicio ordinario
posterior.198
198
Aguirre, Mario. Op. Cit., Págs. 260, 261, 263 y 264.
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