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dor arreglo sobre el rico atavío que lo envolvía y su mon abundancia dentro
tura trabajada en seda. Sería tedioso describir todos los ricamente recamadas Este b elevado dosel, sin temor
adornos y bordados, tales pájaros y moscas en vistoso del salón dirigiéndose ^ CChó miradas feroces
verde con oro en todas sus partes. Las colgaduras en el al peligro. No saludo a n , P Qn; "¿Qujén es y
pecho de su caballo con nudos y clavos esmaltados sobre a todos. Sus primeras p reunión? Con gusto lo ob-
su brida y los estribos sobre los que se apoyaban eran dónde está el Principal de ^ a ^ ^ r s a r í a con él”. P r e
todos del mismo color. Así era también la espléndida silla servaría con mis Propí°s °3 , J caballeros mientras cabal-
que brillaba y relucía con verdes piedras. El corcel que
montaba impresionaba de igual manera por su color ver % ? £ £ £ £ S se detuvo a estudiar quién podría
de; inmenso y fogoso en todo su vigor y violencia con ser el noble más renombrado.
freno y rienda, un corcel para servir a tal caballero.
IX. Sí, todo vestido de verde aparecía el gallardo jine XI. La gente q u r ta ^ c o s í podría
te. Su cabello, al igual que su verde corcel, pendía ligero, porque todos se niara ^^ caballo tuvieran tal color,
amontonándose en rizos, con un manto sobre sus hom significar, que un J verdes aún parecían; brillaban
bros y una gran barba hirsuta sobre su pecho caía junto verdes como el pasto y^ma aUe verde sobre ei 0ro. Los
con los hermosos rizos que libres pendían de su cabeza, más ostentosamente q .. se acercaron a el, con
hasta por debajo de los hombros, de manera tal que la que estaban de pie, los * él pudiera hacer,
mitad de sus brazos quedaba debajo de los cabellos cir todo el asombro del mundo_ a* osas pero ninguna como
cundantes, cubierto por una capa real que cerraba en su porque habían visto cosas a trataba de un fantasma
cuello. La crin de ese soberbio caballo así como las barbas ésta. Por ello, f nsara°rn
aX S'
de la tierra de las^maravil as, ^los l o s más valerosos estaban
Todos n
bien peinadas y rizadas, entrelazadas en gruesas trenzas acobardados y no se u voz. A través del
con cordones de oro, resplandecían en el verde y el do
rado. Su cola al viento y su melena, de acuerdo con el tados, inmóviles, asom^ ° SseP° ejante a la muerte. De
resto, atadas con cintas de verde brillante, estaban bor alto salón había un si sumergido en el sueño, se
dadas en los extremos con exquisitas piedras, mientras
que una correa que las atravesaba, enhebraba desde arriba
muchas campanillas resonantes de oro brillante y bruñido. f quPSn° £ £ ? a tan gr°teSCO
Tal caballo y caballero, en el ancho mundo entero nunca visitante.
antes había sido visto u observado por ninguno de aqué
llos allí reunidos. Semejante al relámpago parecía y veloz
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para golpear y aturdir. Los hombres pensaban que sus X„ . Como
temibles golpes, una vez asestados, significaban muerte.
X. Pero él no tenía coraza ni yelmo, ni pechera ni ar
rss&s:
bienvenido. Soy rey de , con noSotros, hasta tanto,
madura de plata para combatir, ni escudo para atacar, ni dignaos desmontar y queda . «Rueg0 ayuda a
hojas afiladas para dar estocadas; sólo sostenía un ramo , L tiempo, expreséis vu,*ro % £ * mi
de acebo en una mano, acebo que es más verde cuando ¡ £ r r » ¿ S i S ...a «o™. Pero como
los bosquecillos están magros y desnudos; y en la otra
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vuestra reputación, noble señor, es muy alta, y vuestro cido vuestro orgullo? Vuestras victorias, vuestro valor,
astillo y caballeros son reputados como los mejores los vuestras glorias, ¿dónde están? ¡La algarabía y el renom
mas valientes en combates a caballo, los más belicosos bre de la Mesa Redonda se ven hoy abrumados por la
los mas dignos que el mundo haya criado, los más valien palabra de un hombre porque todos renuncian por temor
tes contendientes en las justas viriles y como la caballero a una lucha aún no comenzada!” Después de esto rio tan
sidad es aquí la regla, de ello estoy seguro, mi camino me ruidosamente que el señor se apenó. La sangre cubriosus
ha traído hasta aquí y debo hablar. Por esta rama que claras facciones de vergüenza. Estalló como un furioso
llevo, podéis estar seguros que mi propósito es de paz, no huracán; su comitiva experimentó lo mismo. El rey, que
busco peligros, porque si hubiera venido en atavíos gue no perdía el valor, se adelantó hacia el caballero.
rreros, mi coraza y mi yelmo que ahora en mi morada XV. “Por el cielo”, dijo entonces Arturo, "tonto es lo
están, nu escudo y mi afilada espada de brillo refulgente que solicitáis, pero ya que firmemente buscáis la tontería,
al igual que otras armas de guerra hubiera traído. Por tenedla si queréis. Nadie aquí se asusta de vuestras gran
eso, como no deseo guerrear aquí, llevo ropas livianas des palabras. Alcanzadme vuestra hacha ya, en nombre
pero si eréis tan bravos como afirman los más valientes’ del cielo, y yo os daré el presente que pedís. Se adelanto
me concederás de buen grado, un deseo que solicito por hacia él rápidamente y tomó su mano y con ferocidad el
derecho. Entonces, dijo Arturo, en respuesta: "Noble otro caballero desmontó de un salto. Entonces Arturo e
caballero, si el duelo mortal es vuestro deseo, no os falla- tomó el hacha, sostuvo el mango y la agito violentamente
remos en la lucha”.
como para saludar con ella. El intrépido caballero estaba
parado junto a él, fornido y alto. Sobrepasaba a cual
, í 11,1’ t“No’ “° es combate lo que busco, porque a decir quiera del salón en una cabeza o mas. Acaricio su barba
verdad, hay solo muchachos imberbes en esta mesa de con su rostro severo, volvió su túnica con modales tran
banquete. Si estuviera envuelto en armadura, sobre un quilos, menos amilanado y desfalleciente por los poderosos
alto corcel, ninguno entre vosotros podría alcanzarme golpes que si un comensal le hubiera alcanzado un poco
vuestra fuerza es escasa. Es por ello que en esta corte de vino. Entonces Gawain, junto a Guinevere, le expreso
vrUI+er0,,U1gar ™ Jueg0 de Navidad. Porque es el día de la al rey su intención: “Yo os ruego en justicia, confiadme
Natividad y el Año Nuevo y hay muchos jóvenes aquí. Si esta lucha, hacedla mía”.
alguien en esta casa tiene un espíritu tan intrépido, una
mente tan valiente y un impulso tan loco como para ases XVI. "Si me concedierais, gran señor”, dijo Gawain al
tar un fuerte golpe a cambio de otro, le ofreceré gratui rey, “que yo abandone este asiento y me ponga de pie a
tamente esta afilada hacha; esta hacha, que es bastante vuestro lado. Si me permitierais sin ofensa, abandonar la
pesada, para que la maneje a gusto. Yo recibiré el primer mesa, si así lo admitiera mi señora, yo me acercaría allí
golpe, asi desguarnecido como estoy. Si algún valiente para hablaros delante de esta corte de nobles. Porque
se siente inclinado a intentar lo que sugiero, que se ade no me parece propio en lo que concierne a conducta, si
lante y que tome esta hacha, que tome posesión de la vuestro salón escucha un desafío tan arrogante que sea
misma que yo no la reclamaré. Luego esperaré el golpe vuestra persona real quien se adelante a satisfacerlo,
inmóvil sobre este suelo. Siempre que se me permita’ cuando tantos valientes sobre estos bancos están sentados.
retornar el golpe con entera libertad. Pero él tendrá un Los mejor dispuestos del mundo como yo, bien creo, y
ano y un día de plazo, yo lo guío. Apresuraos ahora y de los mejores en el campo cuando se da la batalla, be que
jadme oír quién responde a esta propuesta.” soy el más falto de sabiduría y el más débil, y la perdida
de mi vida significaría realmente muy poco. El muco
XIV. Si los había asombrado al comienzo, más inmó valor está en que mi tío es mi rey. No hay bendición en
viles quedaron ahora los jóvenes de todo rango en el cas mi cuerpo salvo la que vuestra sangre me otorga. Y dado
tillo. t i jinete se volvió en su silla y dirigió sus ojos que este asunto es tan tonto, no es a vos a quien corres
feroces en derredor, posando sobre todos sus cejas cer ponde y como yo os lo he solicitado primero, transferíd
dosas y verdes, su barba se balanceaba al inclinarse, para melo, y si hablo sin honor que toda la corte me juzgue,
ver quien se incorporaba. Como nadie viniera a medirse sin reproches.” Luego, prudentemente hablaron en voz
con el, tosio fuerte y respiró pesadamente, antes de decir- baia acerca de ello y entonces dijeron todos al unisono
¿Como, es esta la casa de Arturo de cuyo honor se ha que el rey coronado debía abandonar el asunto y a Ga
bla en todas partes tan copiosamente? ¿Se ha desvane wain debía dejarse el juego.
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l*eg0 el, rey ordenó al caballero a ponerse de la piel. Colocó sus hermosos y largos rizos sobre su coro
pie. El se levanto de inmediato y se aprestó gallarda na, mostrando perfectamente su desnudo cuello y la nuca.
mente; vino a postrarse ante el rey y asió el arma. El Gawain asió el hacha y la puso en alto, adelanto el pie
rey se la entregó satisfecho, le dio la bendición de Dios izquierdo sobre el piso y rápidamente acuchilló la parte
y gustoso lo incitó a ser fuerte de espíritu y vigoroso de expuesta, de modo tal que la afilada hoja se introdujo
musculos. Primo, tened cuidado con vuestro único gol destrozando el hueso, se hundió en la suave carne y la
pe , aconsejo el rey. "Y si golpeáis con acierto, soporta partió en dos y el centelleante acero golpeo el suelo. La
reis luego, seguramente, el golpe de retomo que él os hermosa cabeza cayó del cuello. Rodo por el suelo,
asestara despues.” Avanza Gawain hacia el caballero con modo tal que la gente la empujó y la detuvo con sus pies
la gran hacha en mano, y valientemente, sin abatirse cuando pasaba. Luego la sangre borboto del cuerpo, bri
afronta las consecuencias. Luego, el hombre vestido de llante sobre el verde. Pero el caballero no cayo ni vacilo
verde dijo a Gawam el noble: "Afirmemos nuestro pacto un ápice, sino que resueltamente se adelanto sobre pies
en calma; antes de seguir adelante os exijo, noble caballe- bien firmes hacia donde estaban los nobles caballeros, con
ro,_ „ r vuestro nombre; decídmelo verazmente y sin en- movimientos mágicos tomó su espléndida cabeza y Presto
gano En buena fe”, dijo el caballero, “Gawain es mi la levantó. Luego se dirigió a su caballo, tomo la brida,
nombre y suceda cualquier cosa después, yo os asestaré caminó hacia el estribo y se volvió, sosteniendo con su
este golpe y en un lapso de doce meses recibiré la res mano su cabeza por el cabello. Se ubico sobre la silla
puesta, con cualquier arma que deseéis y sin un segundo tan firmemente como si nada le hubiera pasado, aunque
para defenderme. El otro, confiado, respondió: “Soy el no tenía cabeza. Volvió su busto sobre ese enorme cuerpo
mas feliz de los hombres, debo recibir de vos el golpe que sangraba y mucho horror y asombro provoco al co
oír Gawain, para que yo pueda seguir adelante". menzar a hablar.
XVIII. “Por Dios, Sir Gawain”, dijo el Caballero Ver XX. Porque él sostenía en la mano su cabeza en alto
de, me regocija satisfacer aquí mi pedido de vuestro con el rostro dirigido hacia la renombrada como la mas
revestido puno. Vos os habéis hecho cargo alegremente, hermosa, en el estrado; y levantó sus parpados con mirada
con buen discurso, del pacto que yo solicité al rey en brillante y amenazadoramente salió de sus labios lo que
pleno, pero consentiréis, bajo juramento, que me busca habréis de oír: " ¡Preparaos para realizar lo que habéis
reis en algún sitio donde consideréis que podréis hallarme prometido, Gawain; buscadme con fe hasta hallarme, mi
cajo el cielo y buscaréis vuestro pago por lo que me ha- buen hombre, de acuerdo con vuestro juramento escu
gais ante esta digna reunión.” “¿Cómo os buscaré? /Có chado por estos caballeros en este salón. Id a la Capilla
mo encontraré vuestra casa?”, preguntó Gawain. "Por el Verde sin negaros —y gustosamente os asestaré en el
Dios que me creó, nada sé; no conozco, caballero, vuestro brillante Año Nuevo— un golpe tal como el que vos habéis
nombre ni vuestra corte; pero dadme exactas instruccio asestado. Bien lo merecéis. Como el caballero de la
nes y decidme vuestro nombre y mis esfuerzos máximos Capilla Verde soy por muchos conocido. Por lo tanto
me conducirán allí; así os ofrezco mi juramento bajo mi si preguntáis por mí, me hallareis. Id, entonces, o de lo
honor de caballero.” "Para este Año Nuevo, esto es sufi contrario, seréis llamado cobarde, en justicia. ,Luego,
ciente, nada más hace falta”, dijo el Caballero Verde a giró ferozmente tomando las riendas, se abalanzo hacia
Gawain, e cortesano. "A decir verdad, una vez que haya la puerta del salón, con su cabeza en la mano y salía
recibido el golpe, después que vos lo hayáis debidamente fuego de los pedernales. Hacia donde iba, nadie lo sa
dirigido, os informare de inmediato, acerca de mi casa de bía ni tampoco saber podían de qué país venia. Enton
mi hogar y de mi nombre. Luego podréis observar vues ces! ¿qué hacer? Del Caballero Verde, el rey y Gawam
tro pacto y preguntadme, y si yo nada os digo, entonces mucho rieron, pero evidentemente consideraron el asunto
bien podréis daros por satisfecho, quedaos en vuestra como algo extraordinario en el mundo de los hombres.
propia tierra y no busquéis más pruebas. Ahora tomad
vuestra torva arma; veamos vuestro estilo de lucha.” "Con XXI. Aunque el honorable rey Arturo estaba verdade
gustoel ,acero.
po, le respondió Gawain, acariciando, al mismo tiem ramente sorprendido, no dejó que ello s e advirtiera, pero
diio claramente a la hermosa reina, en el lenguaje de la
XIX Parado sobre el piso estaba el Caballero Verde corte: "No desmayéis, querida señora; tales destrezas vie
con gallardía, la cabeza un poco inclinada para exponer nen bien en Navidad, como la representación de mterlu-
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dios, la risa, el canto y la buena música hecha para los luz, cuando después de recibir las gotas de rocío de las
señores y las damas. Pero ahora puedo comer, debo decir hojas, disfruta el resplandor bendito del sol brillante.
lo, después de haber visto algo para maravillarse”. Miró a Después llega apresurada la cosecha, urgiéndola, advirtién
Sir Gawain y afablemente dijo: "Ahora, señor, colgad vues dole que el invierno llega pronto levantando el polvo con
tra hacha, ya habéis abatido demasiado”. Y sobre el negro sus vientos y haciéndolo desaparecer de la faz de la tierra.
palio, arriba en el dosel, fue audazmente colgada donde Los vientos furiosos en los cielos rugientes luchan con
todos los hombres podrían observarla y maravillarse y el sol; las hojas caen de los árboles y yacen sobre el
relatar con sincero testimonio, su proeza. Luego se diri suelo y el pasto otrora verde se torna gris. Lo que sur
gieron ambos hacia la cabecera de la mesa, el rey y el gió de la raíz y el pimpollo, ahora madura y se pudre;
leal caballero y los hombres allegados les sirvieron, con así, el pasar del año deja sus muchos ayeres, y retorna
gran dignidad, abundantes porciones de cada manjar y el invierno, así es el mundo, os lo aseguro. De este modo
todas las clases de comida y música también. Se divir llegó el día de San Miguel, con la amenaza del invierno y
tieron todo el día hasta que la oscuridad llegó a sus costas. Gawain consideró el camino que debía seguir.
Ahora, Gawain, meditad en el peligro y para que no os
destruyáis al salir a buscar el riesgo que vos habéis XXIV. Pero él se quedó en la Corte con Arturo hasta
reclamado como vuestro. el día de todos los Santos, cuando Arturo brindó un es
pléndido y rico banquete, especialmente para Gawain, con
mucha alegría, en la Mesa Redonda. Los elegantes caba
SEGUNDA PARTE lleros y las alegres damas se lamentaban por Gawain
con ansiedad; pero sólo se hablaba de cosas divertidas y
XXII. Tal era la importancia de las aventuras de Ar se hacían chistes sin ningún regocijo. Después de la cena,
turo en Año Nuevo, porque él estaba ávido por escuchar con el corazón contristado, se dirigió a su tío y le habló
las hazañas de los caballeros. Aunque se dijeron pocas sencillamente de su partida de esta manera: “Ahora, señor
palabras al principio, al sentarse, la locuacidad no cono de mi vida, os solicito permiso para mi partida. Conocéis
ció límites después, tan animada era la conversación. Le la clase de trato hecho; poco me preocupan las pruebas
gustaba a Gawain comenzar los juegos en el salón, pero que he de pasar, carecen de importancia, pero estoy obli
aunque el final fuera difícil, no os asombréis, porque des gado a soportar el golpe y debo partir mañana para bus
pués de la bebida fuerte, los hombres son briosos de car al Caballero Verde, según Dios vea conveniente guiar
espíritu; el Año Nuevo se desliza con rapidez, nunca su me”. Luego, los más destacados de la compañía se acer
cede lo mismo dos veces. No se puede predecir desde el caron, Ywain y Eric y otros en grupos. Sir Dodinal, el
comienzo cómo se han de realizar las cosas. Sí, pasó fiero, el duque de Clarence, Launcelot y Lionel y Lucan, el
esta Navidad y (llegó) el año siguiente; las estaciones se bueno. Sir Bor y Sir Bedivere, ambos hombres fuertes y
sucedieron una tras otra. Después de la Navidad viene el muchos admirados caballeros con Mador en el portón.
tiempo difícil de la Cuaresma, cuando sólo se debe ingerir Toda la compañía de la Corte llegó junto al rey con pesada
pescado y alimentos magros. Después la temperatura pri preocupación en sus corazones para escuchar el consejo
maveral lucha contra el mundo de los vientos, el frío del rey. Mucho temor se experimentaba en el salón, que
retrocede y declina, las nubes se deshacen en brillantes un hombre gallardo como Gawain debiera salir a la bús
aguaceros, la lluvia derrama calidez sobre la hermosa queda de un salvaje golpe y no pudiera ya nunca más
llanura donde aparecen las flores. Las praderas de pasto, llevar su espada. Dijo Gawain con alegre ánimo: "Si el
al igual que los bosques, se visten de verde; los pájaros destino es horrendo o bello, ¿por qué he de vacilar o te
se preparan a construir y alegremente cantan a la alegría mer?, ¿qué debe hacer el hombre, sino arriesgarse?”
del verano siguiente que embellece la colina y el valle.
Junto a los cercos fértiles y riscos brotan los pimpollos XXV. Permaneció allí todo el día y al amanecer pidió
y se abren y de los hermosos bosques suben los más su armadura. Todo su equipo le fue traído. Primeramen
dulces sonidos. te extendieron una alfombra roja sobre el piso y la gran
pila de dorados atavíos de guerra brillaban sobre ella.
XXIII. Luego viene la estación del verano con suaves Allí pisó el hombre fuerte, tomó el acero en su mano; el
vientos, cuando el zéfíro respira sobre semillas y plantas. justillo que vestía era del más costoso material de Tur-
En un paraíso se encuentra la vegetación que surge a la questán; luego venía la capa de la corte de hechura im
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pecable, finamente forrada de piel, con cierre firme. Lue Salomón concibió una vez para señalar la verdad sagrada,
go pusieron los zapatos de acero en los pies del hombre por su derecho intrínseco, porque es una figura que tiene
fuerte. Envolvieron sus piernas en acero con hermosas cinco puntas y cada línea se une y se cierra con la otra;
grebas completadas con rodilleras brillantes y luego co y es infinito en todas partes y los ingleses lo denominan
nectaron la rodilla con goznes de nudos de oro. Después en toda la región, según he oído, el Nudo Infinito. Por
venían los pemiles de plata que con ingenio envolvían consiguiente, va con Sir Gawain y su brillante armadura,
sus gruesos muslos y los aseguraron con correas. Luego porque siempre leal en cinco cosas, cada una de cinco
envolvía al guerrero la coraza entrelazada con anillos de maneras, Gawain era considerado bueno como el oro más
blanco acero que descansaban sobre rico material. Tenía puro, sin ninguna villanía y desplegaba todas las virtudes
armadura pulida en brazos y codos, brillantes y alegres en batalla. Así llevaba él este nuevo pentágono sobre saco
guantes de metal y todo el rico equipo para ayudarlo en y escudo, como un hombre de verdad, siempre fiel con
cualquier circunstancia. Con levitón ricamente trabajado, la templanza del caballero.
espuelas de oro aumentaban su orgullo. Lo cruzaba a tra
vés el cinturón de seda de la espada con la hoja firme XXVIII. En primer lugar se lo consideraba intachable
al costado. en sus cinco virtudes. Luego, sus cinco dedos nunca fa
llaron y toda su confianza sobre la tierra descansaba en
XXVI. Envuelto en su armadura su porte era noble. las cinco heridas que recibió Cristo en la Cruz, como lo
En todas sus cintas y adornos brillaba el oro. Así guar dice el Credo. Y cuando el hombre valeroso estaba ocu
necido escuchó misa e hizo ofrendas y oraciones en el pado en el campo de batalla, por encima de todas las co
altar mayor. Luego llegaron el rey y su corte, se despidió sas en esto pensaba, que sus proezas dependían por com
con gentil cortesía del rey y la reina, quienes lo encomen pleto de los cinco goces puros que la sagrada Reina del
daron a Cristo y le dieron el beso de despedida. Por en cielo recibió de su Niño. De acuerdo con esto, el cortés
tonces, Gringolet ya estaba preparado y cubierto con una caballero tenía la imagen de la reina grabada en el interior
silla que vivamente resplandecía con muchas franjas de del escudo, y así, cuando la miraba, se elevaba su corazón.
oro, enjaezado totalmente a nuevo para esta gran ocasión De las cinco virtudes advierto que el famoso hombre
La brida estaba bordada y atada con oro brillante al igual practicaba más la generosidad y la bondad del amor que
que los adornos de la armadura y las hermosas orlas. La guiaban el resto. Luego su continencia y cortesía nunca
grupa y el jaez hacían juego con los arcos de la silla, y corrompidas, y la Piedad era la virtud superior. Estas
todo estaba dispuesto sobre tela roja con clavos del más cinco virtudes puras estaban más afirmadas en este hom
rico oro que brillaba y refulgía como los rayos del sol. bre que en cualquier otro y entrelazándose todas entre sí,
Luego su casco equipado con broches muy fuertes y acol no tenían final, pues estaban fijas en cinco puntos que
chado por dentro; lo tomó y lo besó suavemente; se ele nunca fallaban; nunca se amontonaban de un solo lado ni
vaba sobre su cabeza y lo aseguraron a su espalda con se separaban entre sí, sin final en ningún ángulo; ni tam
una brillante banda de seda sobre el pulido protector de poco puedo decir en dónde comenzaba su diseño o dónde
su cuello, bordado y tachonado con las mejores joyas continuaba hacia su fin. Así se formaba regiamente este
sobre amplios bordes de seda, con pájaros junto a las nudo sobre este escudo brillante en oro rojo sobre gules
costuras, tales como loros pintados mezclados con cara rojos tal como es el Pentágono puro, así lo aprendió la
coles marinos y tortugas y lazos de verdadero amor borda gente sabia. Ya Gawain estaba preparado y alegre, presto
dos tan tupidamente como si muchas bellezas en algún tomó sus flechas y durante todo el día las usó, siempre
retiro hubieran estado ocupadas en ello durante siete in que lo veía conveniente.
viernos. La corona sobre su cabeza era lo más precioso,
sin duda, llena de diamantes, despedía una brillante luz. XXIX. Acosó al corcel con sus espuelas y salió al
camino con tanto ímpetu que salía fuego de los peder
XXVII. Entonces le mostraron el escudo de gules re nales. Todos cuantos veían pasar su gallardía, se entris
lucientes con el Pentágono inscripto en oro; él lo colocó tecían en sus corazones y todos decían en voz baja, en el
en la banda y alrededor de su cuello, lo suspendió con mismo tono, preocupados por el hermoso caballero: “Por
elegancia y le sentaba muy bien. Y deseo contarles, aun Cristo, es una desgracia que vos, señor, que vivís tan
que me detenga un poco, por qué el Pentágono le corres noblemente, os perdáis. Encontrar sobre la tierra a un
ponde a este príncipe de caballeros. Es un símbolo que amigo en la fe no es fácil. Habría sido más sabio haber
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trabajado con más prudencia y haber hecho al querido por cierto ya lo habrían destruido muchas veces. Pero la
caballero un duque del reino. Un magnífico señor de los lucha poco lo preocupaba; peor era el invierno cuando
hombres habría sido y habría tenido un destino más feliz las frías aguas claras caían en torrente de las nubes y
en lugar de ser enteramente destruido. Decapitado sin se congelaban antes de caer a la tierra árida. Medio
elegancia por un ser sobrenatural. ¿Quién suponía que muerto por la helada, dormía en su armadura noche tras
el príncipe aprobaría tal consejo dado vertiginosamente noche entre las rocas desnudas donde los fríos torrentes
por los caballeros en los juegos de Navidad?” Muchos de bajaban con estruendo de las cimas y pendían sobre su
rramaban las lágrimas oprimidas en ojos llorosos, m H » cabeza en láminas de hielo. Así en el peligro y el dolor,
ese digno caballero salió en la búsqueda de la corte ese en estado lamentable, el caballero solitario recorrió el
día. Sin vacilación ni temor salió rápidamente; su camino país, hasta la víspera de Navidad, y en esa noche dirigió
era rudo y fatídico, o así las historias lo cuentan. su lamento a María y le rogó que lo guiara hasta encon
trar algún amparo.
XXX. Ya el gallardo Sir Gawain va cabalgando en XXXII. Alegremente cabalgaba por la mañana junto
nombre de Dios a través del reino de Bretaña sin sobre, a una montaña hacia una cavidad boscosa asombrosamen
saltos en su espíritu. Con frecuencia, en la larga noche te salvaje con altas colinas a los lados que flanqueaban
yacía solo sin compañía alguna y no hallaba en las cerca un bosque de elevados robles mohosos, un centenar, todos
nías alimento de su gusto; no tenía más compañía que juntos. Los avellanos y los espinos se entrelazaban con
su marcha entre bosques y cerros, ningún viajero para rudos musgos viejos que se arrastraban por todas partes
conversar en el camino, sólo a Dios, hasta que llegó a la y sobre las heladas ramas los pobres pájaros piaban
región del Norte de Gales. Mantenía siempre la isla de lastimeramente, torturados por el frío. El gallardo caba
Anglesey1 a su izquierda y caminó a través de los vados llero galopaba debajo de ellos sobre Gringolet a través de
por la playa, frente a Holy Head hacia el desierto de muchas ciénagas y pantanos, un hombre totalmente solo,
Wirral donde muy pocos habitaban a quienes Dios o temía nada más que fracasar por la suerte adversa. Para
algún hombre generoso les brindara su amor. Y siem asistir al servicio divino esa misma noche fue conducido
pre, a medida que avanzaba, requería a cuantos él en por una hermosa doncella que disipó nuestros temores,
contraba si conocían o tem'an conocimiento de un ca suspirando, dijo: "Os ruego, Señor, y a vos, María, dulce
ballero vestido de verde o si podían guiarlo hacia la madre tan querida, que en algún refugio con los debidos
región donde se levantaba una Capilla Verde. Pero no honores pueda escuchar Misa matinal mañana por la ma
había nadie que no le dijera ''no”, porque nunca en ñana; humildemente lo pido y me aprestaré allí a rezar
sus vidas habían posado sus ojos sobre cosa alguna con
tal aspecto verde. La senda era escabrosa y extraña en el Pater, el Ave y el Credo". Se persignó y lloró por sus
tre tristes y desolados cerros. Muchas veces habría de pecados y dijo: “Cristo aligera mi causa, que vuestra cruz
cambiar su humor antes de que avistara ese templo. sea mi guía”. Rezó y espoleó a su corcel.
XXXI. Cabalgaba lejos de sus amigos, un hombre soli XXXIII. Tres veces se había hecho la señal del Salva
tario que escalaba muchos riscos en sitios desconocidos. dor cuando en el bosque advirtió una morada rodeada por
En todas las orillas o playas en donde el valiente cruzaba un foso sobre una planicie encerrada por arbustos y tre
las aguas, encontraba un enemigo frente a él, por capri mendos troncos de árboles en derredor. Era el castillo
cho de las circunstancias, tan fiero y horrendo era uno más hermoso que alguna vez caballero poseyera, ubicado
de ellos, que se vio forzado a luchar. Tantas maravillas sobre una inexpugnable empalizada jalonada por estacas,
encontró en las montañas que seria tedioso relatar una sobre una llanura con un parque alrededor; muchos ár
décima de ellas. Se batió a muerte con dragones, luchó boles había en sus dos millas de circunsferencia. El donoso
contra los lobos, guerreó con los salvajes que habitan caballero contempló el castillo desde un ángulo que re
en los despeñaderos, otras veces peleó con toros, osos y saltaba brillante a través de los robles relucientes. Luego
jabalíes y ogros que lo perseguían en altos collados. Si levantó su yelmo y agradeció fervientemente a Jesús y San
no hubiera sido tenaz en su esfuerzo y temeroso de Dios, Julián, dos bondadosos patrones que le habían hecho la
gracia y satisfecho su deseo. "Que me sea concedido
1 Anglesey: Isla del Mar de Irlanda, al Norte de Gales. Principal
ahora buen alojamiento”, dijo el gallardo caballero y agui
centro religioso de los druidas. joneó a Gringolet con sus espuelas de oro, y casi por
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casualidad emergió en el camino principal, que llevó al chos hombres altivos se apresuraron a_ ofrecerle sus res
valiente a un extremo del puente de un solo galope. El petos Cubierto con sus hermosas vestiduras, fue guiado
puente levadizo vertical, los portones cerrados, firmes v al salón donde un gran fuego ardía vivamente. Entonces,
seguros huracán.
el muro bien provisto, no se estremecían ante el príncipe de estas gentes salió de su cámara para sa
nmgun ludar en digno estilo al hombre en su castillo. Sus pri
meras palabras fueron: “Eréis bienvenido a esta morada;
XXXIV. El caballero todavía sobre el corcel perma- considerad todas las cosas y lo que gustéis de este lugar
como vuestras”. “Yo os doy mis mejores gracias, ¡quiera
a paredT estaba
t0, profundo
sumergidafoso <lue se extendía
profundamente en el alrededor,
agua y de Cristo pagar vuestras bondades!”, dijo Gawain y con
gran alegría se confundieron en estrecho abrazo.
ahí se levantaba hasta una enorme elevación a lo alto en
dura piedra recortada hasta la cornisa. Construida bajo XXXVI. Gawain observó al caballero que tan bien lo
tnl*! y entre
a! ellas
,? “ torrecillas
ás aIt° estil°
que’ salían
sobresalientes estruc-
hacia adelante había recibido y consideró que la fortaleza tenía un va
construidas con abundancia de pequeñas aberturas con liente dueño, un hombre poderoso_en la flor de la viaa,
postigos para cerrarlas; nada mejor había sido visto al- de talla estupenda. Su barba rojiza era amplia y bri
eI cabaIIero y adentro podía divisar un es- llante, de caminar intrépido sobre fuertes piernas; sus
f °,n eleyad0 con torres y torrecillas en el techo facciones ardientes como el fuego, libre era su hablar y
^ y hermosos pináculos colocados a lo largo parecía, en verdad, el hombre con las condiciones propias
con recortadas bóvedas artísticamente trabajadas. Muchas para ser príncipe de gente de tanto temple. Este principe
chimeneas blancas vio el caballero sobre la cima de las lo condujo a un apartamento y ordenó expresamente que
torres resplandecientes en blancura. En muchas partes se comisionara a un hombre para servir a Gawain; y a su
surgían pináculos pintados congregados en racimos entre mandato, un grupo de hombres hechos para servir, _lo
las almenas; daba la impresión de una perspectiva copia llevaron a una hermosa habitación con un lecho majes
da del papel Todo parecía al gallardo caballero montado tuoso. Las cortinas de la cama de seda brillante con
sobre Gnngolet demasiado bueno si él pudiera ganar la brillantes bordes de oro, tenía las colchas hábilmente
entrada a la corte interior y albergarse en esa casa mien bordadas con hermosos paneles, trabajadas en las orillas
tras duraba el Día Sagrado; ¡qué alegría! El saludó y en con las más bellas pieles. Con anillos de oro rojo sobre
lo alto apareció un portero educado quien dio la bienve los cordones corrían las cortinas; tapicería de Toulouse
nida al caballero errante y escuchó su pedido. v Turquestán sobre las paredes y finas alfombras sobre
el piso hacían juego adecuadamente. Allí, entre alegre
conversación, el hombre fue desvestido y liberado de sus
XXXV. Buen día”, dijo Gawain. "¿Entregaréis vos mi atavíos de batalla y de sus espléndidas ropas. Los servi
mensaje al alto señor de esta casa, a quien pido aloja dores le trajeron de inmediato ricas ropas de la mejor
miento. Si, por San Pedro”, contestó el guardia "Y calidad para que eligiera y se cambiara. En un momento,
pienso que podéis alojaros aquí tanto como gustéis se cuando eligió una, fue vestido con ella y \e sentaba en
ñor , luego se alejó y volvió prestamente con una comi gran estilo con polleras amplias, se parecía ciertamente
tiva auspiciosa para dar la bienvenida al caballero Se a los que allí estaban reunidos como si la primavera en
bajo el puente levadizo con toda majestad y ellos salieron todos sus colores se hubiera hecho presente. Sus ágiles
y lo honraron postrándose cortésmente sobre el frío suelo miembros debajo de las vestiduras brillaban con ele
para darle una digna bienvenida. Lo hicieron pasar a gancia. Los hombres pensaban que Jesús nunca había
través del portón que se abrió de par en par y él los hecho a un caballero tan gentil y gallardo. De cualquier
saludo con reverencia y cabalgó a través del puente parte del mundo que fuera a la vista se veía a un principe
Servidores sostenían la silla mientras él desmontaba y su sin par en el campo donde los hombres caen en la lucha.
corcel fue alojado en el establo por varios hombres for
nidos. Luego los caballeros descendieron con ceremonia XXXVII. En el hogar de la chimenea donde ardían los
para conducir alegremente al bravo caballero al salón carbones, se colocó una silla para Sir Gawain, en alto
Cuando se quito el yelmo, muchos se adelantaron para estilo lujosamente cubierta con almohadones sobre ma
tomárselo y servir a este hombre majestuoso y también terial acolchado, ambos artísticamente trabajados; luego
r Í9mar0n su brillante espada y escudo. Luego, saludó echaron sobre este hombre un magnífico manto, una pieza
arablemente a cada uno de los apuestos caballeros y mu reluciente lujosamente bordada, bellamente forrada en piel
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del mas fmo armiño sobre la tierra, al igual que su cape bondadosamente le dijo que era el mejor recibido de los
ruza. En ese espléndido lugar se sentó con dignidad; sin hombres en el mundo entero. Gawain le expresó su gra
tió al instante el calor que le traía bienestar. De inme- titud, se abrazaron seriamente y permanecieron graves
diato sobre finos caballetes se extendió una mesa, la durante todo el servicio. Luego, la dama sintió deseos
cubrieron con un mantel brillante, limpio y blanco y colo de contemplar al caballero y con su comitiva de bellezas,
caron cucharas de plata, saleros y adornos. El digno abandonó su reclinatorio. De cuerpo de brillante aparien
caballero se lavó gustoso y se acercó a su comida. En cia, la más bella en cierto modo de todas las mujeres.
el mas alto estilo los sirvientes le trajeron las mejores A Sir Gawain le parecía superior a Guinevere. Se dirigió
sopas muy bien sazonadas y pescados de todas clases, al al presbiterio para escoltar a esta espléndida dama.
gunos horneados en pan, algunos tostados sobre el fue
go, algunos hervidos, otros guisados y sazonados con XL. Cuando Gawain hubo observado a esa criatura
especias y siempre envueltos en salsas, tal como gustaban llena de gracia, obtuvo permiso del señor para unirse a
al hombre. El gentil caballero lo juzgó generosamente las damas. Saludó al caballero con una profunda inclina
un festín y a menudo decía, mientras los sirvientes lo ción y levemente abrazó a la hermosa besándola al estilo
servían y él comía: “Este presente me hará hacer peni de la corte y cumplimentándola. Ellas ansiaban su com
tencia, pronto será compensado”. El caballero se alegró pañía y él de inmediato solicitó serles su fiel seguidor, si
nuevamente porque el vino alegraba su espíritu. ellas lo permitían. Ellas lo tomaron para sí y conversando
XXXVIII. Luego, cortésmente hicieron preguntas al lo condujeron a una habitación en lo alto. Junto al
caballero para saber de él, y él, de manera amable, dijo fuego, ellas pidieron especias que los hombres se apre
que venía de aquella corte donde el gran Arturo reinaba suraron a traer, siempre con los vinos que calientan el
por si solo, el rey más noble de la Mesa Redonda y que corazón. Con amorosa bondad venía el señor repetidas
era Sir Gawain quien ahora estaba en la casa, llegado veces y una y otra vez les recordaba que debía fluir la
en Navidad por cosas dél destino. Alegremente rió el se- alegría; con ceremonia él se quitó la caperuza, la ató a una
ñor cuando supo quién era el caballero que él tenía en su jabalina y la ofreció como una muestra de honor a quien
casa; tal felicidad le produjo que todos los hombres del pudiera probar su habilidad para hacer mas divertida esa
castillo se alegraron y rápidamente se presentaron ante alegre Navidad. “Y yo trataré, os lo aseguro, de luchar
Gawam, de quien conocían las proezas y el valor, las ma con los mejores, antes de dejar estas vestiduras, con la
neras puras y perfectas, digno caballero de alabanzas sin ayuda de mi buen amigo.” Lleno de placer, el poderoso
par. Su fama es la primera en las categorías de los hom señor hizo cosas alegres para contentar en esa noche a
bres. Luego, cada caballero se acercó a su vecino y mur Sir Gawain, con juegos en el salón. Hasta que llegado
muró. Ahora veremos los modales más gentiles en una el momento, el señor pidió luz, Gawain se despidió y se
figura sin tacha de conversación virtuosa, sin preguntar retiró a descansar con gran deleite.
podremos oír un hablar sublime, dado que tenemos aquí XLI. En esa mañana, cuando los hombres recuerdan
un vastago de buena crianza. Dios nos ha hecho la gran el nacimiento de nuestro Señor que murió por nuestro
merced de proporcionarnos un visitante tal como Gawain; destino, se eleva la alegría hacia El en todos los hogares
cuando alegres celebremos el nacimiento de Cristo y los del mundo; y lo mismo sucedió allí en la festividad del día.
cortesanos se sienten y canten, el noble caballero demos En las comidas principales y en las menores, hombres
trará los modales de los grandes; su conversación de amor fuertes servían raras fuentes con finos aderezos a todos
cortesano estimulará nuestra cultura". los reunidos en el estrado. En el más alto sitio de honor,
XXXIX. Cuando el gentil caballero terminó de comer se sentaba el más anciano y a su lado, cortésmente, creo,
y se incorporó, era ya cerca de la medianoche, los sacer el señor. Juntos, Gawain y la alegre dama, en el medio
dotes se dirigían a sus oraciones y las campanas llamaban de la mesa, donde se servía primeramente la comida con
majestuosas como corresponde, para honrar esa gran fes finos modales; y después, a través del salón, como se
tividad con los cantos de la víspera. El señor se hinca considerara mejor, cada caballero, según su categoría, era
para orar, también lo hace la señora; ella camina con muy bien servido. Había carne y alegría y mucho encanto,
gracia a su oratorio privado; alegre avanza Gawain y va a tal punto que me resultaría difícil relatarlo, aunque hi
nacía allí rápidamente, pero el señor lo tomó de su capa ciera el esfuerzo por describirlo. Pero sé, sin embargo,
y lo condujo a su asiento, lo llamó por su nombre y que el caballero y la hermosa noble tuvieron gran solaz y
satisfacción sentados uno junto al otro en las discretas con-
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fídencias de su alegría cortesana; sus respuestas irrepro mucho tiempo, y si Dios me lo concede, más satisfacción
chablemente puras con que el príncipe hacía su juego tendría en verlo que en ganar nuevas riquezas por el sol
eran incomparables. Sonaban las flautas y los tamborci- de Dios. Por eso, con vuestra venia, debo seguir mi ca
llos, las trompetas resonaban; cada alma hallaba su solaz mino; me quedan sólo tres días para despachar mi asunto,
y los dos se encadenaban entre sí. y mejor me sería caer muerto antes que fallar en mi
misión.” "Entonces”, dijo riendo el señor, "podéis queda
XLII. Hubo mucha alegría ese día y al día siguiente ros todavía un poco, porque yo os dire, cuando expire el
también y en el tercero se acumularon los regocijos; pero plazo, dónde es vuestra cita. No os preocupéis más por
suave fue el jubileo en el día de San Juan, el último día el lugar de la Capilla Verde, porque podréis permanecer
de los festejos, así lo creía la gente. Como había hués en vuestro lecho, valiente caballero, hasta la mañana del
pedes preparados para partir en el gris amanecer, pasaron primero, y salir luego a media mañana hacia el sitio del
la noche con vino en maravilloso estilo, brincando durante encuentro, para aquietar allí vuestro espíritu. No salgáis
toda la noche en sus danzas señoriales. Finalmente, cuan hasta el día de Año Nuevo, luego levantaos e id con ale
do ya era tarde, aquellos que vivían lejos, se despidieron gría; el camino os será mostrado, queda apenas a dos
antes de emprender sus caminos. Gawain también dijo millas de aquí.”
adiós, pero el buen anfitrión lo abrazó, lo llevó hasta el
fuego de su propia habitación y lo abrazó otra vez, agra XLIV. Luego Gawain, al oír esto, exclamó alegremen
deciéndole de todo corazón por el fino favor que le había te: "¡Por sobre todas las cosas, ahora, de todo corazón,
hecho al honrar su casa en esa alta festividad, iluminando os doy las gracias!, porque ya ha sido alcanzada mi meta
el palacio con su brillante compañía. "Mientras yo viva, por vuestra bondad y me quedaré aquí y haré lo que
señor, creo que prosperaré ahora que Gawain ha sido mí consideréis conveniente para mí”. Entonces el príncipe,
huésped en la propia fiesta de Dios.” "Gracias, señor", apretando su brazo, se sentó junto a él; luego, para solaz
dijo Gawain. "En buena fe, vuestro y todo vuestro es eí de ellas, hizo venir a las damas para deleitarlas también;
honor, ¡quiera el alto Rey recompensaros! Estoy a vues apartados, se transportaron en mutuos placeres y el señor,
tro servicio, caballero, para satisfacer vuestra voluntad, como alguien que sólo puede abandonarse a su sentimien
como las buenas costumbres me obligan por derecho, en to, pronunció cálidas y alegres palabras. Luego habló a Sir
las grandes y en las pequeñas cosas.” Luego, el señor lo Gawain, diciendo en voz alta: Os habéis determinado a
invitó a permanecer un poco más para retener más al hacer lo que os he pedido, ¿os mantendréis en vuestra
caballero, pero Gawain, en respuesta, a pesar de ello empresa aquí y ahora?” "Sí, señor, por cierto , dijo el
apresuró su partida. leal caballero, "mientras yo permanezca en vuestra forta
leza estaré a vuestras órdenes.” "Dado que os habéis
XLIII. Luego, le preguntó el castellano qué terrible esforzado desde lejos”, dijo el señor, "entonces velad des
asunto lo había alejado en esa festividad de la corte del pierto conmigo, no estáis bien provisto de sustento y
rey en Camelot, solo y con tanta celeridad, antes de que sueño, lo sé, pero permaneceréis largo tiempo en vuestra
finalizara el período de las fiestas en los hogares. "Bien habitación, hasta tarde y con tranquilidad, mañana hasta
podéis inquirir”, admitió el caballero, "un asunto impor la hora de la misa, y luego comeréis cuando os plazca,
tante y urgente me alejo de allí, porque me he compro con mi esposa a vuestro lado para confortaros con su
metido a buscar un sitio para hallar algo que no sé en compañía hasta que yo vuelva a la corte. Yo me levantare
dónde he de encontrar, en toda la tierra de Logros.2 ¡Que al amanecer, saldré a cazar.” Cuando Gawain juró su
nuestro Señor_me asista! No puedo dejar de hallarle en asentimiento, se inclinó como hacen los bravos caballeros.
la fiesta de Año Nuevo. Este es mi problema, señor, por
ello os ruego que me digáis, en verdad, si alguna vez llegó XLV. "Más aún”, dijo el caballero, "hagamos un trato
a vos una historia de la Capilla Verde, o sobre qué suelo o por el cual, vuestro será todo cuanto yo gane en el bos
gleba se encuentra o del caballero que la posee, también que y será intercambiado por cualquier cosa notable que
de color verde, porque en ese lugar estoy obligado a en os acontezca. Noble señor, jurad lealmente hacer
contrar a ese hombre, por el pacto sellado entre nosotros, trueque, ya salgáis de él con buena o mala fortuna.
si aún estoy vivo. Desde ahora hasta Año Nuevo no hay "Por Dios”, dijo el buen Gawain, "estoy de acuerdo y me
hace feliz que os agrade el juego.” Luego el príncipe de
2 Geoffrey de Monmouth deriva el nombre Logres del rey Locrino esas gentes dijo: “¿Qué cantidad de vino se traerá para
Generalmente se considera como tal al reino de Arturo. sellar el trato?”, y rompieron a reír. Bebieron y bromearon
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en conversaciones superfluas, los señores y las damas vuelo oblicuo de las jabalinas al ser lanzadas! Volaban
tanto como desearon. Y luego, con refinamiento francés y los dardos en todas las direcciones del bosque. La ancha
muchas bellas palabras, se detuvieron para hablar nueva cabeza mordiendo en las ijadas marrones. Gritaban mien
mente y decir las buenas noches, besándose al despedirse tras manaba la sangre y caían muertos en el cesped siem
en estilo cortesano. Con múltiples fíeles vasallos y con pre perseguidos de cerca por los perros a sus talones y
antorchas encendidas, cada uno de los bravos hombres por las fuertes notas del cuerno de los cazadores que los
fue finalmente conducido a su blando lecho. Antes de ir instaban. Como el desgarramiento de las colmas resona
a dormir, ellos repitieron su trato. El príncipe de esas ban los violentos sonidos. Si alguna de las bestias salva
gentes, decían los hombres, sabía hacer volar alto su jes escapaba a los arqueros, era arrastrada hacia abajo
ingenio. y encontraba la muerte entre los perros despues de ser
cazada desde las alturas e impelidas hacia el agua, tan
hábiles eran los servidores de la cacería, tan gigantescos
TERCERA PARTE los lebreles que los apresaban al instante. Los arrebataban
brutalmente con tanta rapidez, a primera vista, lo juro.
XLVI. En la débil luz antes del amanecer, la gente se El señor, con humor animado, los impulsaba, luego se
detenía y desmontaba. El día transcurría alegremente
6n ,movlmlento>' los huéspedes que debían partir, hasta que descendió la oscuridad y la noche.
daban ordenes a sus palafraneros, quienes estaban viva
mente ocupados ensillando a los animales, adornando su XLVIII. De cacería a través del bosque iba el valiente
armadura y atando el equipaje. Arreglados para cabalgar señor mientras el buen Gawain yacía en su cómodo lecho,
en el mas rico estilo, los huéspedes saltaron sobre sus permaneció oculto hasta que la luz del alba brilló en las
“ rf S’ sostuvieron sus bridas y cada jinete cabalgó paredes, cubierto bajo el hermoso cortinado que cerraba
hacia el camino elegido. El amado señor de la región no
fue el ultimo dispuesto, para cabalgar con su obligada el lecho; dormitaba somnoliento cuando percibió un leve
comitiva. Bebió Tapidamente una sopa después de escu sonido sospechoso y la puerta se abrió sigilosamente, be
char misa y se apresuró con el resonar del cuerno hacia incorporó de entre las cobijas, tomó el borde del cortinado
campo de caza antes de que los primeros rayos del sol v observó en esa dirección para ver qué era. Era la dama
cayeran sobre la tierra. Sobre sus altos corceles estaban en toda su hermosura quien, secreta y silenciosamente,
urijpr cerró la puerta, luego se dirigió a su lecho; el bravo ca
unieronSUSa sus
caballeros- Luego, estos
perros, abrieron hábilesde cazadores
las puertas las perrerasse ballero, turbado, se quedó tieso con sutil habilidad y sueno
los hicieron salir y sus trompas de caza resonaron con fingido. Ella se adelantó en silencio, se acerco a su lecho,
tres fuertes sonidos. Los perros salieron gruñendo y la asió la cortina, se introdujo en su interior y se sentó
drando ferozmente y cuando entraron en la cacería los suavemente al borde de la cama. Allí observo durante
sp w r°n retroceder a latigazos. Había un centenar de largo rato, esperando que él despertara. Por largo tiempo
seleccionados cazadores de fama resonante. Los cuidado permaneció el caballero fingiéndose dormido, consideran
res se dirigieron a sus puestos. Los cazadores desataron do en su alma esta circunstancia extraordinaria, su signi
a los perros; el bosque se llenó con los estridentes soni- ficación y posibles consecuencias. "Pero sena mas pruden
dos de las trompas. te” se dijo a sí mismo, “descubrir sus deseos hablándole
directamente.” Entonces se movió en su lecho, se estiro
XLVII. Al primer grito, las salvajes criaturas tembla v se volvió hacia ella, abrió sus ojos, actuó simulando
ron de temor. El ciervo distraído se abalanzó hacia las asombro; y para causar más efecto con su actitud, ma
cañadas o hacia alguna elevación del terreno, pero an- nifestó horror. Con sus hermosas mejillas blancas de
siosamente fueron dispersados por sus enemigos que ladra tintes rosados, con labios sonrientes y aire enamorado,
ban vigorosamente. Dejaron en libertad a los cervatillos dijo ella con dulzura:
con cabezas de altas ramas y los bravos gamos también
con, fP?. anchos mogotes porque el noble príncipe había XLIX “Buenos días, Sir Gawain”, dijo la hermosa
prohibido expresamente que molestaran a los ciervos dama. “ ¡Qué poco protegido estáis en vuestro.sueno, que
machos en sus primeras estaciones. Pero los cervatillos cualquiera puede introducirse aquí! Ahora habéis sido
fueron mantenidos a distancia con sus gritos e impelidos tomado en un triz. Pero hagamos un entre nosotros,
con ruidos violentos hacia los profundos valles. ¡Oh, el
tr a to
Primera parte:
La literatura anglosajona frente a la inva
sión normanda ........................................... 7
El romance anglonormando ........................... 23
Reacción aliterativa ......................................... 33
Análisis comparativo de Sir Gawain and the
Green Knight: símbolos, mitos y tradi
ciones ........................................................... 38
Hacia el fin de la Edad Media .................... 65
Segunda parte:
Traducción de Sir Gawain and the Green
Knight
la. parte ............................................................... 73
2a. parte ............................................................... 82
3a. parte ............................................................... 94
4a. parte ............................................................... 111
Esta edición, con una tirada
de 1.000 ejemplares
ha sido compuesta en tipo Aster ST,
compaginada, impresa y encuadernada
en Macagno, Landa y Cía., S.R.L.
Aráoz 164, Buenos Aires, Argentina.
Junio de 1982