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Miércoles 9 de Noviembre del 2011 - EL OuG BREvE TEMO C ME Aquelarre interactivo Machina-Medium-Apparatus, Laboratorio de Arte Alameda, Doctor Mora 7, Centro Histérico. a aspiracién de la técni I cano es la busqueda de transparencia. Cada vez de manera més enfittica lo que lla- mamos “tecnologia” plantea una explosion de fantasia, ilusionis- mo y oscuridad. Més alla de la exploracién de visiones ciber- néticas (el Sismo-logico de San- tiago Izcéatl, la Maquina Stellar de Marcela Armas, o las muilti- ples exploraciones de un siste- ma hibrido robético-botinico de las Plantas némadas de Gil- berto Esparza, que pretenden crear una especie de automata autorregulado a partir de la mi- nuscula emisin de electricidad de bacterias) la exhibicion cura- da por Karla Jasso honda en la proximidad de la vision barro- Ga de mundo como un conjunto de dispositives mégico-cientifi- cos que aparecen en los llama- dos “nuevos medios” para evo pene eae y ica, una especie chiceria de la ilusion. Fabiola Torres-Alzaga par- te de la poctica de los trucos de reflejos que eran comunes en el ilusionismo de la magia salén. Las obras de la serie El problema de lo real consisten de muebles y vitrinas hechas con madera y tal sirve para crear una escultu- ra del fantasma y el engafio: ba- rajas que cambian de color y for- ma en torno de puntos de fuga y simetrias, una mariposa que se desvanece dentro de su cubo al girarlo, espacios que invocan desmaterializacién y multiplica- cin. También Torres-Alzaga ha construido un laberinto de neles de espejos de doble vista que introducen al cuerpo del es- pectador en este juego de apari ciones y desvanecimientos. La pieza tropicaliza los espacios ilu sionistas de la arquitectura mo- derna de vidrio, para remitirlos a la figura de un laberinto fabrica- do con la estética de los instru- mentos cientificos del siglo XIX. El imaginario al que ape- la Ale de la Puente es, en cambio, el de la maquina del tiempo. En Tiempo In-Mévil ha construi- do un circulo de 12 proyectores 1¢, coordinados por una tarjeta pecinieg en forma de manda- Ja, comparten una misma cinta de cine. El film, te asu vez en una peri pantallas, captura los cambios de atmésfe- ray luz de un amanecer, que co- Tre en secuencias a lo largo de un circulo de las horas. Como en una ceremonia mistica, el espec- tador debe recorrer este circulo buscando detener el tiempo. En suma, el dispositivo busca REFORMA CULTURA invertir el efecto pre-cinemato- grat Few Seon gions heath ducir un instante de inmovilad. El centro de la nave del anti- guo templo de San Diego lo ocu- pauna de seis metros de Seep eam ens ‘ominosamente una uerdi com un tid de Heer La Nave Solar de Rafael Lozano— Hemmer es, sin embargo, una compleja instalacion interacti- eo cheaper Depa” como columpio. de la oscilacin y ros que uno haga en ese péndulo, la wee tailed sarrollo de turbulencias basadas en algoritmos. Por si esa relacién entre balanceo y energia no fue- ra suficiente, Lozano-Hemmer ha producido una segunda inter- fase: un teatro de sombras que amplifica al usuario y la cuer- da como siluetas humeantes. Es- acuareas vsionarias de Blake al pei de Rone See tura por suspension de la Inqui- sicion a los linchamientos con- to oscilatorio del deseo. Una vi- sién de fuerzas desbocadas en el rene) sao incom a ae

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