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Liceo Agrícola Likan Antai C-30

Municipalidad de San Pedro de Atacama


Subsector: Historia, Geografía y Ciencias Sociales
Profesor: Raúl Osses Álvarez

Guía República Liberal o Época de la Expansión


Nombre del Alumno: .........................................................................................................
Curso: Fecha:
“Una vez obtenida la organización política del país, asegurado el poder de la
aristocracia, echadas las bases de una nueva cultura y creados los fundamentos para
un desarrollo económico, se inició un periodo de extraordinario desenvolvimiento
para todas las esferas de la vida nacional, que puede ser considerados como una etapa
de expansión. En tal sentido, el término <<expansión>> no debe ser entendido sólo
como en el aspecto geográfico, sino que debe ser aplicado a los más diversos
aspectos: el notable incremento de la producción minera y el desarrollo económico; la
colonización interna y el reajuste de fronteras, el surgimiento de nuevas capas
sociales, los cambios políticos y la madurez de la creación artística y literaria.
El pequeño país que había logrado organizarse como república y avanzar
resueltamente por el camino del progreso, alcanzó en la segunda mitad del siglo XIX
una prosperidad extraordinaria que lo situó entre las primeras naciones de
Latinoamérica.”(Villalobos, 2009, pp.251)

Introducción
El pensamiento de esta época está regido por el Liberalismo, esta doctrina surge en
Inglaterra hacia casi un Siglo. En esencia, sostenía el principio de la libertad individual
frente al Estado y la imposición de la razón por sobre las creencias religiosas. En el ámbito
económico sostenía que las riquezas de las naciones se lograba con un intercambio
comercial sin restricciones y, por lo tanto, los países en lugar de proteger su sistema
económico con barreras aduaneras, debía aceptar la competencia de los otros países.

En la práctica, la acción del liberalismo se concentró en la reforma a la Constitución de


1833, lo que permitió fortalecer el poder del Congreso en desmedro del Ejecutivo; y en
asuntos religiosos, pretendió ganar terreno frente al catolicismo en los aspectos que éste se
relacionaba con alguna función del Estado o de gran poder sobre la sociedad civil, a esta
postura se le llamó Laicismo.

También, durante esta etapa los partidos políticos consolidaron su existencia, con
programas y estructuras permanentes, a su vez, las alianzas y combinaciones de partidos
adquirieron una mayor definición y acabada formalidad.

Los presidentes

José Joaquín Pérez Mascayano (1861-1871)


Primer Presidente de la República Liberal.
Es el último presidente que tienen la posibilidad de ser reelecto.
Inaugura el ferrocarril Santiago – Valparaíso
Se dicta La Ley que permite que los no católicos realicen sus cultos en lugares cerrados y
sostener escuelas para la educación de sus hijos

Federico Errázuriz Zañartu (1871-1876)


Durante su gobierno se libra la guerra contra España.
Se extiende el ferrocarril hasta la frontera con la Araucanía.
Se construye el edificio del congreso, hoy Ministerio de Relaciones Exteriores
Benjamín Vicuña Mackenna, en su cargo de Intendente de Santiago transforma el cerro
Santa Lucia.

Aníbal Pinto Garmendia (1876-1881)


Durante su gobierno se desarrolla la Guerra del Pacífico.
El conflicto de límites con Argentina
Domingo Santa María González (1881-1886)
Durante su gobierno se aprueban las leyes de Cementerios Laicos, matrimonio civil, y
registro civil.
En 1883, se firma el tratado de Ancón resolviendo el problema limítrofe con Perú

José Manuel Balmaceda Fernández (1886-1891)


Se distinguió por la política de obras públicas.
Funda el Instituto Pedagógico.
Luchó por la incorporación de capitales nacionales en la industria salitrera

Economía

“Al inicio de esta época todos los rubros económicos se encontraban en expansión. La
exportación de nuestros productos estaba en alza; nuevos descubrimientos de minerales
generaron grandes fortunas; la agricultura dejaba márgenes suficientes para la exportación;
el salitre, aunque ubicado en territorio peruano, era explotado por capitales chilenos con
óptimos resultados. El caso más notable fue el descubrimiento del mineral de “Caracoles”,
cerca de Antofagasta (1870). Aunque estaba en territorio boliviano, su exportación corrió
por cuenta de capitales chilenos. De esa mina brotó durante ocho años un verdadero raudal
de plata. La producción de cobre llegó a niveles que colocaron a chile como el mayor
productor del mundo.

Pero al finalizarla década de 1870 se produjo una grave crisis económica. Se agotaron
algunas minas, entre ellas la de “Caracoles”, que disminuyo la producción de cobre de alta
ley, y la agricultura bajo su rendimiento. Por otra parte, surgió en mundo una profunda
recesión. Los precios de los precios de los productos chileno s de exportación bajaron
notablemente por falta de mercados. Se produjo la quiebra de muchas sociedades anónimas
relacionadas con la exportación de minerales. Parte del comercio debió cerrar sus puertas.”
(Galdames, 1996; pp. 437)

Los bancos en la República liberal

Hasta 1850 la economía chilena se había caracterizado por tener un sistema bimetálico, es
decir, sólo circulaban monedas de oro y plata. Esta situación entorpecía seriamente las
prácticas comerciales, dificultaba las transacciones y encarecía enormemente los préstamos.

En materia monetaria el país se hallaba atrasado y el desenvolvimiento económico se


encontraba entorpecido. Al vincularse económicamente Chile con el exterior, uno de los
requisitos más importantes fue modernizar el sistema monetario. En 1855, surgieron las
primeras instituciones financieras, como el Banco Ossa, que emitió billetes a la vista y al
portador; pero el primero autorizado legalmente fue el Banco de Valparaíso, en 1853;la
Caja de Crédito Hipotecario; y en 1859 se agregó el Banco de Chile y más tarde otras doce
instituciones. De esta época data la primera compañía de seguros, llamada hoy La Chilena
Consolidada (1856).En 1861 se promulgó la ley que creaba la Caja de Ahorros, bajo la
responsabilidad del Estado de Chile.

La Ley de Bancos promulgada en 1860 reguló el funcionamiento. Junto con los bancos se
creó el papel moneda, es decir los billetes, remplazando a las monedas de oro y plata,
facilitando las transacciones comerciales, el ahorro y el crédito.

Conjuntamente con la aparición de los billetes bancarios se presentó la inflación; es decir,


la constante alza en los precios debido a que los bancos emitían billetes por un valor
superior a los fondos de respaldo con que contaban.

Esta situación, más las crisis económicas que afectaban al país debido a su vinculación con
la economía internacional, provocaron otro problema, la devaluación: pérdida del valor de
la moneda. Por ejemplo en 1850 un peso chileno valía 46,1 peniques ingleses mientras que
en 1900 un peso chileno equivalía sólo a 16,8 peniques ingleses. Sin duda que la inflación y
la devaluación afectaron la solidez de crecimiento de la economía y la situación económica
de muchos chilenos sobre todo de los sectores populares y de los empresarios.

La actividad bancaria desarrollada notablemente, dio origen a la formación de núcleos de


gran peso dentro de la economía y de la sociedad del país, ya que disponían del crédito y lo
manejaban en beneficio propio o de grupos afines y solían entrar en convenios con el
gobierno. Sus vinculaciones con el comercio y la banca internacional eran también fuertes.
El trabajo y las operaciones de este grupo estaban muy vinculados a las explotaciones
mineras del norte.

Figuraban en este grupo apellidos tales como Bezanilla, Ossa, Matte, Edwards, Concha y
Toro, Ross, etc. El activo comercio nacional e internacional, con sus grandes agencias
ligadas a la agricultura, a la minería y a ciertas industrias livianas de bienes de consumo,
dio prosperidad a círculos de empresarios y agentes comerciales.

Este grupo, íntimamente ligado entre sí, formó la burguesíai, este grupo, por su riqueza y
poder comenzó a rivalizar con la antigua aristocracia terrateniente.

La creciente importancia de la burguesía quedó de manifiesto en las elecciones de 1871,


cuando José Tomás Urmeneta, uno de sus más destacados miembros, fue candidato a 1a
presidencia de la república. La expresión política del grupo y su ascendiente público se
dejaron sentir a través de muchos de sus miembros que llegaron hasta el Congreso como
diputados y senadores, también mediante su influencia en periódicos de renombre.

Desde el punto de vista ideológico, la burguesía fue liberal y radical, enemiga de la Iglesia
y del espíritu conservador que animaba a otros grupos de la sociedad. Defensora de las
libertades públicas, era contraria al poder omnímodo del Ejecutivo y, en cambio, propiciaba
mayores atribuciones para el Parlamento.

Política

Leyes Laicasii

Cementerios Laicos
En 1884 s dictaron un conjunto de leyes conocidas con el nombre de Leyes Laicas, entre
ellas, la ley de cementerios laicos para individuos de cualquier credo religioso.

La jerarquía eclesiástica, representada por señor Larraín Gandarillas, Vicario en la sede


vacante, censuró los cementerios fiscales y municipales. Los párrocos cesaron de expedir
los pases necesarios para la sepultación y las familias católicas se dispusieron a enterrar a
sus muertos en las iglesias, como se había hecho en la Colonia.

Santa María dictó entonces un decreto prohibiendo la sepultación en los cementerios


particulares e, incluso, para llevar los cadáveres a las iglesias para las honras fúnebres, lo
cual dio origen a las situaciones más inverosímiles y macabras, en que se llegó hasta al
ocultamiento de cadáveres.

Matrimonio Civil y Registro Civil

Otras leyes en el mismo sentido se aprobaron y promulgaron bajo la impronta de leyes de


matrimonio civil y de registro civil, mediante las cuales se despojó a la iglesia católica
chilena de su antiguo derecho de constituir legalmente la familia, función que a partir de
aquella época fue exclusividad del Estado.

La colonización al sur del Biobío

La colonización fue extendiéndose desde las regiones de Llanquihue y Valdivia a las de la


Araucanía. Ella se hizo no solamente con elementos extranjeros, sino que también con los
nacionales, por medio de concesiones o ventas de lotes de terreno ubicados dentro de los
que habían sido dominios indígenas, los que poco a poco iban pasando a poder de nuevos
propietarios.

Un hecho de esta especie, aunque grotesco, no dejó de advertir al Gobierno del peligro de
retardar la incorporación definitiva del territorio araucano a la República. Entonces se puso
en práctica ampliamente en sistema de reducción de los indígenas, que ya desde el siglo
XVII habían tratado de planear algunos Gobernadores coloniales y que de nuevo se había
iniciado a fines del decenio de Montt. Consistía ese sistema en rodear de fuertes la frontera
araucana; ir fundando ciudades al amparo de esos fuertes e ir avanzando paulatinamente al
interior, al mismo tiempo que se ponían en explotación las tierras ocupadas. En
1868ocurrió un nuevo levantamiento indígena, que puso al día la cuestión de Arauco y que
duró tres años. Sin embargo, no fue un episodio más en la secular lucha de los araucanos
por mantener su independencia y la posesión de su suelo.
Durante la guerra del Pacífico las tropas que resguardaban la frontera de la Araucanía
habían disminuido mucho, porque cuerpos enteros se retiraron de ella para ser trasladadas
al Perú. Aprovechando esta situación, los indígenas nuevamente se alzaron en armas el año
1880 y asolaron con sus <<malones>> todas las comarcas vecinas. Las guarniciones de
algunos fuertes hubieron de retirarse y la línea del río Traiguén, ocupada anteriormente, vio
comprometida su seguridad.
Pero tomada Lima, las primeras tropas que regresaron fueron destinadas a pacificar esa
rebelión. El coronel Gregorio Urrutia, al mando del ejército de la frontera, dominó en dos
años las líneas del Curacautín y del Alto Biobío, en las faldas de los Andes. Nuevas
ciudades como Temuco, Carahue y Nueva Imperial surgieron al amparo de las operaciones
militares. Pronto la locomotora cruzó esta zona; las primeras rutas recorridas fueron Angol
-Traiguén y Collipulli a Victoria.

Relaciones exteriores

La Guerra contra España

El origen de este conflicto residió en el enfrentamiento entre un hacendado peruano y los


maltratados colonos españoles de su plantación, que se defendieron con armas. La justicia
peruana falló a favor del hacendado. Como reparación, una expedición “científica”
española que entonces navegaba por el Pacífico tomó las islas peruanas Chinchas en abril
de 1864. En el fragor del ideal americanista y al coincidir con la ocupación española de
México y Santo Domingo, los políticos chilenos consideraron esa ocupación como una
agresión colonialista a la independencia de la región. España reclamó a La Moneda que le
impidiera a sus buques abastecerse de carbón declarándolo contrabando de guerra, sin hacer
lo mismo con los buques peruanos. Reclamó también que hubiera instigado al Congreso
Americano a emitir una protesta que, a su juicio, violaba el tratado hispano-chileno vigente.
Para salir del paso, el representante español y el gobierno chileno firmaron un tratado de
entendimiento, pero fue desautorizado en Madrid. El nuevo representante español expidió
un ultimátum que exigió a Chile satisfacciones por las ofensas recibidas bajo amenaza de
destruir su puerto principal o establecimientos carboníferos. La Moneda no aceptó el
ultimátum a pesar de que el país no estaba preparado para la guerra y declaró la guerra el 24
de septiembre de 1865. Tomó una serie de medidas económicas y militares para armar una
Escuadra y para conseguir la ayuda de la flota peruana. Sin embargo, ésta no pudo llegar
hasta después del combate de Papudo, por estar Perú enfrascado en una guerra interna. En
el combate de Abtao y otras escaramuzas, la fuerza hispana no logró dañar a la escuadra
chileno-peruana, por lo cual se concentró en Valparaíso. Al negarse Chile a devolver la
nave enemiga capturada en Papudo y a darle las demás satisfacciones exigidas, la escuadra
hispana bombardeó la ciudad el 31 de marzo de 1866. Después, zarpó al Callao, donde fue
tan duramente castigada que debió abandonar Sudamérica. El estallido de una revolución
en Perú exigió el retorno de los buques peruanos, lo que disolvió la escuadra aliada. En
1867, Chile suscribió con España un tratado de tregua, refrendado después por un
armisticio en 1871 y por un tratado de paz definitivo en 1883.
Problemas limítrofes con Argentina y la firma del Tratado de 1881:
El empuje demostrado en la ocupación del territorio y las medidas precautorias para
mejorar la capacidad de defensa del país, despertaron diversas suspicacias y rencillas
limítrofes.
Durante el gobierno de Federico Errázuriz, con Argentina continúa el litigio provocado e
inventado por ella sobre la soberanía chilena en la Patagonia; ese país "exigía" el Estrecho
de Magallanes y las islas del extremo Sur de América.

Tratado de Límites de 1881: Argentina no intervino en la Guerra del Pacífico, pero se


aprovechó de ella para presionar a nuestro país para resolver a su favor el problema sobre
soberanía inventado en la Patagonia en los momentos más apremiantes del conflicto. Chile
tuvo su culpa, ya que se tenía un mal concepto de la Patagonia basado en las opiniones
difundidas por Barros Arana y Vicuña Mackenna, en cambio Argentina veía a la Patagonia
como una reserva para el futuro y se opuso a cualquier solución que tuviese como base el
arbitraje, desconociendo, como siempre lo ha hecho cuando no tiene títulos jurídicos, un
tratado anterior que la obligaba a ello.
El 28 de julio de 1881 se firmó el Tratado con Argentina por medio del cual Chile renunció
a sus derechos históricos sobre la Patagonia estableciéndose lo siguiente:
El límite entre Chile y Argentina es la Cordillera de los Andes de norte a sur, hasta el
paralelo 52 de latitud Sur. La línea fronteriza correrá en esa extensión por las cumbres más
elevadas de dichas cordilleras que dividan las aguas y pasará por entre las vertientes que se
desprendan a un lado y otro.
El Estrecho de Magallanes, en su totalidad, corresponde a Chile por lo que se asigna a
nuestro país una franja de tierra al norte del mismo.
Punta Dungeness y el Cabo Espíritu Santo constituyen la boca oriental del Estrecho de
Magallanes. "En la Tierra del Fuego se trazará una línea que, partiendo del punto
denominado Cabo del Espíritu Santo en la latitud cincuenta y dos grados cuarenta minutos,
se prolongará hacia el Sur, coincidiendo con el meridiano occidental de Gerencia, sesenta y
ocho grados treinta y cuatro minutos hasta tocar en el Canal "Beagle". La Tierra del Fuego
dividida de esta manera será chilena en la parte occidental y pertenecerán a República
Argentina la isla de los Estados, los islotes próximamente inmediatos a éste y las demás
islas que haya sobre el Atlántico al Oriente de la Tierra del Fuego y costa orientales de la
Patagonia; y pertenecerán a Chile todas las islas al Sur del Canal "Beagle" hasta el Cabo de
Hornos y las que haya al occidente de la Tierra del Fuego".
El trazado fijado por este Tratado presentó dificultades en la Punta de Atacama y en la zona
patagónica donde no coincidía la línea de las más altas cumbres con el divorcio acuario.
Esta situación obligará a recurrir después al arbitraje de Estados Unidos (Puna) y Gran
Bretaña (Cordillera).

La Guerra del Pacífico

Antecedentes de la Guerra
Cuando las colonias españolas en América obtienen su independencia se acordó que los
nuevos países establecerían como límites territoriales los existentes al momento de
emanciparse, bajo el principio de Uti Possidetisiii. Sin embargo, no se determinaron con
certeza la ubicación de los límites, por lo cual Chile, Perú y Bolivia comenzaron a tener
roces o diferencias, más aún, si estos terrenos comenzaron a adquirir cierta importancia
económica. Para poner término a las diferencias limítrofes se firmaron tratados, de los
cuales destacan:
A. Tratado de 1866
Firmado entre Chile y Bolivia, el cual especificaba el límite de ambos en el paralelo 24,
acordando a su vez, que entre los paralelos 23 y 25 se repartirían las ganancias que
produjeran las exportaciones de guano y minerales.
B. Tratado de 1874
Ante los problemas que generó la aplicación del tratado anterior, en especial, por la presión
que ejerció el gobierno boliviano ante los capitales chilenos, se estableció que el límite
entre ambos países seguiría siendo el paralelo 24, pero Chile renunciaría a las ganancias por
las exportaciones entre los paralelos 23 y 25, los que irían en su totalidad a Bolivia. En
cambio, este país, se comprometía, por un período de 25 años, a no subir los impuestos
sobre los capitales y empresas chilenas instaladas al norte del paralelo 24.
Un año antes de la firma de este tratado, secretamente Bolivia suscribió con Perú un tratado
confidencial y reservado de “alianza defensiva”, por lo que ante cualquier intento de guerra,
los dos países se transformarían en aliados.
Si bien los tratados son un antecedente que explica el conflicto, se debe señalar que existe
otro tan importante como el anterior.
En 1876, tras un golpe de Estado, el dictador Hilarión Daza se apodera de Bolivia, la cual
estaba sumida en una grave crisis económica. Para solucionar ello, ordenó implantar un
nuevo impuesto de diez centavos por quintal de salitre exportado por las compañías
chilenas instaladas en territorio boliviano. Las compañías nacionales protestaron y se
basaron en el tratado de 1874 para negarse a pagar dicha alza. El gobierno altiplánico
determinó entonces, que en febrero de 1879, se embargaran y remataran las oficinas
salitreras. Ante esta situación, el Gobierno de Aníbal Pinto (1876 – 1881) acordó proteger a
los salitreros chilenos y decretó la ocupación militar de Antofagasta, encabezada por Emilio
Sotomayor. Tras la dicha ocupación, Bolivia declaró la guerra a Chile el 1 de Marzo de
1879, a lo cual se sumó Perú por el acuerdo secreto antes descrito. Chile, entonces, declaró
la guerra a ambos países en abril de 1879, desarrollándose esta en diferentes “Campañas”,
las cuales se describen a continuación.

Las principales campañas

A. Campaña de Antofagasta (1879): Después de desembarcar en el puerto de Antofagasta


las fuerzas chilenas ocuparon rápidamente el territorio interior. Sólo en Calama hubo una
ligera resistencia boliviana.
B. Campaña Naval, 1879: El dominio del mar era imprescindible. Las fuerzas navales
estaban más o menos equilibradas: Perú disponía de los blindados Huáscar e Independencia
y Chile del Cochrane y el Blanco, fuera de algunas fragatas y corbetas de vela y vapor en
poder de ambos beligerantes.
El combate naval de Iquique (21 de mayo de 1879) fue un gran ejemplo moral para las
fuerzas chilenas y significó el Perú la pérdida de su mejor nave de guerra: La
Independencia.
El Huáscar, hábilmente dirigido por el almirante Miguel Grau, efectuó diversos ataques a
puertos y naves chilenas, sembrando la confusión, hasta ser sorprendido en Angamos por
los blindados chilenos y obligado a rendirse después de un desesperado combate. (8-10-79).
Desde aquel momento, con tres blindados en su poder, Chile ejerció un dominio casi total
en el mar.
C. Campaña de Tarapacá 1879: El ejército chileno desembarcó en Pisagua, donde
encontró mediana resistencia, luego avanzó hasta Dolores y allí derrotó a fuerzas superiores
de peruanos y bolivianos. Un avance efectuado a la quebrada de Tarapacá tuvo el carácter
de un desastre para las fuerzas chilenas; pero la resistencia de los aliados ya se había
desmoronado en la región y pronto cayó la ciudad de Iquique, ocupando Chile todo el
territorio peruano de Tarapacá. Toda la región salitrera de Antofagasta y Tarapacá quedaba
controlada por nuestro país y las entradas provenientes de esta actividad servirían para
afianzar la guerra.
D. Campaña de Tacna y Arica, 1880: Cambios en los Gobiernos de Perú y Bolivia. A
causa de los fracasos en la guerra fueron obligados a renunciar los Presidentes de Perú y
Bolivia, Generales Mariano Ignacio Prado e Hilarión Daza. En su lugar asumieron el poder
Nicolás de Piérola y Narciso Campero, respectivamente.
Los aliados habían concentrado sus mejores tropas y elementos de defensa en las ciudades
de Tacna y Arica. Las fuerzas chilenas desembarcaron más al norte, en Ilo, y desde allí
batieron el atrincheramiento de Los Angeles, cerca de Moquegua, considerado
inexpugnable. Avanzaron en seguida por las arenas del desierto, en una marcha terrible por
la falta de agua y de alimentos y luego emprendieron el asalto al Campo de la Alianza,
frente a Tacna, donde derrotaron completamente al enemigo. Las tropas bolivianas se
desbandaron hacia el Altiplano y no volvieron a aparecer en la guerra. Finalmente, el asalto
al Morro de Arica dejó a Chile en total posesión de la región.
E. Campaña de Lima (Enero de 1881): No quedaban al Perú más que sus últimos
bastiones inmediatamente al sur de Lima. Una formidable fuerza expedicionaria chilena de
26 mil hombres, embarcada en transportes escoltados por las naves de guerra, desembarcó
en la costa peruana y avanzó hacia el norte en demanda de las líneas defensivas de los
cerros costeros en Chorrillos.
El ataque fue largo y sangriento y la resistencia fue doblegada a pesar de los modernos
elementos de defensa de los peruanos (construcciones defensivas, minas eléctricas, etc.).
Dos días más tarde la lucha se renovó en el balneario de Miraflores, donde un nuevo triunfo
abrió a los chilenos las puertas de la capital peruana.
La Ocupación Chilena en el Perú habría de prolongarse por más de tres años y medio.
Comprendió Lima y las principales ciudades de la Costa. El Contralmirante Chileno
Patricio Lynch Solo de Zaldívar, General en Jefe del Ejército de ocupación, realizó una
brillante labor reorganizadora del Perú. Lynch puso orden en un país habituado a la
desorganización y la anarquía. Reorganizó las policías, los Servicios Públicos, la
Administración y el Sistema de Contribuciones Locales, Bajo su mandato, el Perú disfrutó
de la mayor estabilidad y orden conocido hasta la fecha, así lo testimoniaron las Colonias
Extranjeras. Gracias a su Administración Financiera los gastos de ocupación casi se
balancearon con las entradas.
F. Campaña de la Sierra (1881 - 1883): No obstante la derrota de las fuerzas regulares,
diversas montoneras al mando de caudillos audaces atacaron a pequeños destacamentos
chilenos apostados en localidades del interior montañoso, Sangra y la Concepción, hasta
que las fuerzas chilenas dieron un golpe decisivo en Huamachuco. (10-07-83).

La Solución al Conflicto:

El Tratado de Ancón, 1883: En abril de 1882, el General Peruano Miguel Iglesias lanzó
un manifiesto pidiendo la Paz inmediata con Chile. Proclamado Presidente de la República,
procedió a negociar de inmediato las condiciones de Paz.
El 20 de octubre de 1883, se firmaba el Tratado de Ancón, cuyas disposiciones principales
establecían:
Perú cedía a Chile "perpetua e incondicionalmente" La Provincia de Tarapacá.
Tacna y Arica continuarían poseídas por Chile por 10 años. Transcurridos los cuales un
Plebiscito decidiría su nacionalidad definitiva.
El país vencedor en el Plebiscito pagaría al otro $ 10.000.000.
Un protocolo que se consideraría parte integrante del Tratado establecería las modalidades
del Plebiscito y los términos del Citado pago de $ 10.000.000.
Tratado de Tregua con Bolivia, 1884: Tras el Tratado de Ancón, se posibilitó la búsqueda
las condiciones de paz con Bolivia. E1 4 de abril de 1884 se firmaba en Valparaíso un pacto
chileno-boliviano. Sus puntos principales fueron:
I) La tregua sería de duración indefinida.
II) Antofagasta continuaría sometida a las leyes chilenas.
III) Se restablecían las relaciones comerciales entre Chile y Bolivia, otorgándose a esta
última franquicias especiales para su comercio en Arica y Antofagasta.
IV) Bolivia devolvería las propiedades confiscadas los chilenos durante la Guerra del
Pacífico.
Consecuencias de la Guerra del Pacífico
La extensa y minera región del Norte, cuya riqueza había sido creada por el esfuerzo y
capital chileno, quedaba ahora definitivamente incorporada al Estado de Chile.
Chile emergía del Conflicto victorioso y en posesión de la Primera Fuerza Naval del
Pacifico.
El Monopolio Salitrero que sería ejercido por Chile tras la guerra, proporcionaría
cuantiosos ingresos por los impuestos de exportación del mineral.
Quedaban pendientes el problema de la Paz definitiva con Bolivia y el destino definitivo de
Tacna y Arica.
Se incorporan capitales ingleses en la industria salitrera.
La población proletaria del norte aumentó y adquirió mayor importancia.

Desarrollo Socio – Cultural

Sociedad
Varias características destacan durante este periodo con respecto al desarrollo Socio
Cultural. La guerra del Pacifico y la colonización del sur del Biobío reestructuran el espacio
físico y económico de Chile, pero además afecta a los ámbitos políticos, sociales y cultural.
La actividad industrial produce grandes concentraciones de trabajadores y ello deriva en
una manifiesta migración campesina. La población rural, que a mediados del siglo XIX era
de un 80% del total de habitantes del País, se reduce a un 54% en 1895. Este éxodo crea
nuevos estratos sociales. El Empresario, el minero y el banquero, muchos de ellos de origen
extranjero, se colocan a la misma altura social que el terrateniente, de este fenómeno nace
una nueva clase social: la oligarquíaiv plutocráticav, la habitual sobriedad de mediados de
siglos cede paso al lujo y la ostentación.

En el otro extremo se ubica el proletariadovi, quienes buscando mejores expectativas


económicas emigran del campo a la ciudad.

En este cuadro social todavía no aparece con caracteres definidos la clase media. Se
insinúa su presencia en los sectores educacionales, en los primeros egresados de la
universidad.

En el aspecto ideológico, la constante de este período es la existencia de dos movimientos


políticos centrales: el partido Conservador y el partido Liberal. Otros partidos políticos
emergieron más tarde, como el Radical y el Democrático.

Las ardientes luchas políticas protagonizadas en esta época y las dos guerras
internacionales que agitaron al país repercutieron favorablemente en la conciencia cívica y
el sentimiento de nacionalidad. Al mismo tiempo, impulsaron la cultura, estimulando
ambiciones, para cuya realización el estudio era requisito indispensable.

Cultura

Durante esta época se funda la Universidad Católica de Chile (1888). En Valparaíso, los
padres franceses inauguraron un curso de leyes, que con el tiempo construiría la base de la
Universidad Católica de esa ciudad.

En 1877, el ministro Amunátegui dicta el decreto que otorga el derecho a la mije para
ingresar a los estudios superiores. Diez años más tarde recibían su título de médico dos
mujeres, las primeras en Chile e Hispanoamérica, sus nombres eran Eloísa Días y Ernestina
Pérez.

La prensa escrita tuvo una importante alza durante este periodo. En 1860 no existían más
que dos diarios en condiciones estables: el Ferrocarril, de Santiago y el Mercurio de
Valparaíso. Para fines de esta época existían alrededor de 20 periódicos en todo el País.
Entre los periodistas más destacados de esa época se encuentran los hermanos Justo y
Domingo Arteaga Alemparte, José Antonio Torres, Manuel Blanco Cuartín y Zorobabel
Rodríguez.

Además del desarrollo de los diferentes periódicos, comienza un fuerte avance en la


literatura, filosofía, historia y poesía.

Fin de una época

Durante el gobierno del Presidente José Manuel Balmaceda, en 1890, y en medio de fuertes
tensiones políticas que enfrentaron al ejecutivo con el parlamento.

Dentro de las principales causas de estas tensiones se encuentra:

• Proyecto Económico de Balmaceda: El presidente tenía la intención de aumentar la


exportación del salitre, incrementando los ingresos fiscales, para así poder financiar el plan
de obras públicas del gobierno. Pero los empresarios del salitre (principalmente John
North), parte de la oligarquía y el parlamento, querían exportar cantidades limitadas, para
que no disminuyera su precio en el mercado internacional. Por lo que pasaron a formar
parte de la oposición.
• Hegemonía oligárquica en peligro: Balmaceda nombró como ministros a jóvenes no
pertenecientes a la oligarquía tradicional. Este grupo reaccionó al prever la posibilidad de
disminuir su poder político y social, por lo que se opuso al presidente.

• Autoritarismo: El mandatario gobernó interpretando la constitución como


presidencialista, con lo que se ganó la oposición de radicales, nacionales, liberales y
congresistas. Lo que significó múltiples obstáculos, por parte del parlamento, para poder
cumplir sus propósitos.

• Conflicto con la Iglesia: Por la condición de liberal de Balmaceda, y su antiguo apoyo a


la enajenación del poder eclesiástico sobre el estado, la oligarquía religiosa y conservadora
se unió a la oposición.

• División de las fuerzas armadas: Para el desarrollo de la guerra fue fundamental la


división de las fuerzas armadas, ya que sin este suceso, el bando de Balmaceda no habría
podido oponer resistencia. El ejército, siguiendo su deber con el poder civil, apoyó al
presidente, y la Armada, a la causa congresista

1890, y en medio de fuertes tensiones políticas que enfrentaron al ejecutivo con el


parlamento, el Congreso Nacional se negó a aprobar las leyes periódicas que fijaban las
fuerzas de mar y tierra así como la Ley de Presupuesto de gastos públicos.

El Presidente reaccionó declarando, en una Proclama pública del 7 de enero de 1891 que,
dada la situación de ingobernabilidad producida, se renovaban las mismas leyes sobre esa
materia dictadas el año anterior. Los partidos de la oposición respondieron con el
Manifiesto de los Representantes del Congreso a bordo de la Escuadra, desconociendo las
facultades del poder ejecutivo. Balmaceda, el 11 de febrero de 1891, ordena la inmediata
clausura del Congreso Nacional. Comenzaba así una guerra civil, que duraría seis meses y
costaría la vida a más de 4.000 chilenos, en una población de algo más de dos millones y
medio de habitantes.

Los congresistas contaron con el completo apoyo de la Marina, a cargo del Capitán de
Navío Jorge Montt, también se le sumaron algunos oficiales del Ejército como Estanislao
del Canto. Por su parte, el Ejército regular, con sus cuatro divisiones de Coquimbo,
Valparaíso, Santiago y Concepción, se mantuvo leal al Presidente Balmaceda. La contienda
se dio por mar y tierra. Durante los primeros meses el escenario de la guerra fue el Norte de
Chile donde los congresistas contaban con amplio apoyo. Allí se libraron las batallas de
Zapiga, Dolores, Huara, Iquique, Pozo Almonte, Caldera y Calderilla. En agosto, hacia el
final de la contienda, las batallas se trasladaron a la zona central. La ciudad de Santiago
tampoco se libró de vivir terribles y violentos acontecimientos. El predio de Carlos Walker
Martínez -actualmente la comuna de La Florida- fue escenario de la sangrienta muerte de
84 jóvenes antibalmacedistas, conocida como la Masacre de Lo Cañas.

La guerra en Chile concitó gran atención en el resto del mundo, convirtiéndose en un foco
de atención para la prensa internacional. Los Estados Unidos apoyaban abiertamente a
Balmaceda, mientras Gran Bretaña, no ocultaba sus preferencias por el partido de los
revolucionarios.

Luego de las batallas de Concón y Placilla, fue evidente el triunfo de las fuerzas
congresistas. El Presidente Balmaceda reconoció su derrota y dimitió de su cargo el 29 de
agosto de 1891, entregando el mando del país al general Manuel Baquedano. Ese mismo
día se dio comienzo a un violento saqueo a las residencias de destacados balmacedistas, en
la ciudad de Santiago y otras ciudades.

El presidente Balmaceda, posterior a su abdicación, decide asilarse en la embajada de


Argentina, desde ahí observo las manifestaciones de odio e ira en su contra. El día 18 de
septiembre de 1891, terminaba oficialmente su periodo, escribió una serie de cartas a
familiares y amigos, además de esto escribió un Testamento político donde explicaba todas
sus decisiones. El día 19 de septiembre tendido en su cama toma la decisión de suicidarse
i
clase social a la cual pertenecen aquellas personas que no practican trabajo manual y que tienen una vida acomodada,
además su desarrollo se liga a la acumulación e inversión del capital
ii
Independiente de cualquier organización o confesión religiosa.
iii
del latín, "como poseías, poseerás"
iv
Forma de gobierno en la cual el poder supremo es ejercido por un reducido grupo de personas que pertenecen a una misma
clase social
v
Preponderancia de los ricos en el gobierno del Estado
vi
clase formada por los obreros asalariados(Que percibe un salario por su trabajo) , carecen de propiedad sobre los medios
de producción

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