Vous êtes sur la page 1sur 37

APUNTES DE DERECHO CONCURSAL 2017.

1
Generalidades.
«En materia comercial, el cumplimiento oportuno de las obligaciones por un empresario individual
o por una empresa colectiva trasciende los intereses privados de este deudor y de su acreedor. El
comerciante o la empresa mercantil han usado del crédito distribuido generalmente entre quienes
ejercen la actividad comercial. Otros comerciantes u otras empresas son sus acreedores y esperan el
pago de sus créditos para cumplir con sus propios compromisos. El incumplimiento apela a medidas
de seguridad general destinadas a proteger los intereses en juego.»2

Objeto de regulación del derecho concursal: La insolvencia como causa del concurso.
El derecho concursal se ocupa, como habrán deducido, de los efectos de la insolvencia y la
cesación de pagos, por lo que comenzaremos refiriéndonos a ello. Concepto de insolvencia: La
insolvencia es la situación de incapacidad, potencial o efectiva, que una persona natural o jurídica
tiene, de hacer frente a sus obligaciones. Se trata de un estado financiero crítico, al que se llega
por una mala o desafortunada gestión económica, la cual puede tener muchas causas, entre las
cuales cabe mencionar la producción insuficiente de bienes y servicios, la producción a precios que
no pueden competir en el mercado, los costos muy altos, deficiencia en las ventas, la acumulación
de créditos impagos por la clientela, los gastos excesivos, el sobrendeudamiento, etc.
Normalmente la insolvencia va acompañada de una situación patrimonial grave, esto es, que el
total de los activos no alcanza para cubrir el total de los pasivos.

Para el tratadista italiano Renzo Provinciali «es la impotencia patrimonial del deudor para satisfacer
regularmente sus propias obligaciones, manifestada con incumplimiento u otros hechos exteriores.
Tal impotencia se concreta en una relación de desequilibrio entre los elementos activos y pasivos del
patrimonio conjuntamente considerado bastando esta situación para que sobrevenga la quiebra»3
Cesación de pagos: La cesación de pagos es la incapacidad de un deudor, actual y efectiva, para
pagar las deudas que van venciendo. “a la cesación de pagos se llaga por problemas de caja, por

1
Apuntes basados principalmente en los textos de los Profesores: Puga, Balmaceda, Sandoval, Contreras, Castañeda,
Contador y Palacios, entre otros autores.
Este documento no se trata de una versión definitiva, no pretende ser enteramente original ni hacer propias las ideas o análisis
de los autores referidos. Las modestas pretensiones que se tienen al respecto corresponden a intentar sistematizar en un
orden que se estima pedagógicamente pertinente, aquellos tópicos considerados de mayor relevancia para el logro de los
resultados de aprendizaje esperados. Lo anterior con la sola finalidad de complementar las materias tratadas, guiar y facilitar
el estudio de las y los estudiantes de la asignatura de Derecho Concursal Modulo 2 de la Universidad Católica de Temuco
segundo semestre 2017. Por lo mismo su uso es exclusivo para aquellos estudiantes, y se deja constancia que este sencillo
borrador no reemplaza el estudio de la ley, los textos de los estudiosos del Derecho mencionados y la asistencia a clases.
2
Ricardo Sandoval López. Derecho Comercial tomo IV. Editorial Jurídica de Chile. 2007. Pág. 11

3
PROVINCIALI, Renzo. Tratado de Derecho de Quiebra, Volumen II, Adiciones de Derecho Español:José A. Ramírez
Editorial AHR, Trad. Andrés Lupo Canaleta y José Romero de Tejada, 1958, España, p.247
falta de dinero disponible, con independencia del monto a que lleguen los activos. Así, una
empresa o persona puede tener enormes activos, pero de difícil o lenta realización y entrar en una
situación de cesación de pagos de deudas que representan un monto menor a dichos activos, pero
que se hacen efectivas ahora y el deudor no tiene dinero en caja para pagarlas, ni logra obtener un
crédito que le permita disponer de los fondos necesarios para hacerles frente. Aunque
evidentemente relacionadas, la insolvencia y la cesación de pagos son conceptos y situaciones
económica y jurídicamente distintas.

En términos sencillos, la insolvencia es una situación jurídica en la que una persona, empresa o
institución no puede hacer frente a los pagos que debe realizar (pasivo exigible), porque éstos son
superiores a sus recursos económicos disponibles (activos).
• La Quiebra, insolvencia o los procedimientos concursales son una institución compleja que
bien puede considerarse una institución propia del derecho común, del cual es la más
importante de las medidas de coerción.

• Por razones históricas, está considerada en la mayoría de las legislaciones en el Derecho


Comercial, ya sea en el código respectivo o en una ley complementaria de éste.

• Los casos Insolvencia contienen diversas sanciones, patrimoniales, administrativas y


penales.
• Puede decirse que la Insolvencia declarada (antes quiebra) constituye la más drástica de las
medidas coactivas que conoce el Derecho Privado y es por ello que se la considera en la ley,
y aplicada en la práctica, en resguardo de bienes jurídicos que tengan la importancia para
aplicar esta medida extrema.

• La Insolvencia presenta aspectos de Derecho Procesal y de Derecho de sustantivo.


En el artículo 1° de la ley establece su ámbito de aplicación al disponer:
“La presente ley establece el régimen general de los procedimientos concursales destinados a
reorganizar y/o liquidar los pasivos y activos de una Empresa Deudora, y a repactar los pasivos y/o
liquidar los activos de una Persona Deudora.” El nuevo texto legal dispone que el:
Procedimiento Concursal es cualquiera de los regulados en la ley, denominados, indistintamente,

- Procedimiento Concursal de Reorganización de la Empresa Deudora; - Procedimiento Concursal


de Liquidación de la Empresa Deudora;
- Procedimiento Concursal de Renegociación de la Persona Deudora y
- Procedimiento Concursal de Liquidación de los Bienes de la Persona Deudora.

Cada uno de estos procedimientos se caracteriza porque:


a).- Comprende todos los bienes del deudor y afecta a todos los acreedores.
b).- Es un proceso de ejecución porque persigue el pago de los créditos mediante normas de
realización del activo, con el objeto que el producido se distribuya entre los acreedores.

c).- Es un proceso universal, porque comprende todos los bienes del deudor y afecta a todos los
acreedores.

La Ley 20.720 que regula los procedimientos concursales de reorganización y liquidación, fue
publicada en el DO el 09 de enero de 2014, la cual de acuerdo a su articulado transitorio entró en
vigencia el 09 de octubre de 2014.

Como hemos visto, la aplicación práctica de las normas contenidas en el Libro IV del Código de
Comercio fue haciendo patente a la Superintendencia de Quiebras que el sistema adolecía de una
serie de insuficiencias que apartaban las normas concursales de su objeto natural, esto es, facilitar
la liquidación o la reestructuración financiera de los deudores, protegiendo los legítimos intereses
de éstos, de los acreedores y de la sociedad.

Conceptos:

• Quiebra o bancarrota era una situación jurídica en la que una persona, empresa o
institución no puede hacer frente a los pagos que debe realizar (pasivo exigible), porque
éstos son superiores a sus recursos económicos disponibles (activos).

• A la persona física o jurídica que se encuentra en estado de quiebra se le denomina fallido.


Cuando el fallido o deudor se encuentra declarado judicialmente en estado de quiebra o
liquidación, se procede a un juicio de quiebras o procedimiento concursal, en el cual
se examina si el deudor puede atender con su patrimonio a las obligaciones de pago
pendientes.

• La palabra bancarrota viene del italiano del siglo XVI "Banca Rotta", literalmente "banca
rota", por la antigua costumbre de Italia de romper las sillas de los prestamistas que caían
en insolvencia financiera.

• El profesor Álvaro Puelma definía la quiebra como

• “el estado excepcional en el orden jurídico de una persona, producido por la falta o
imposibilidad de dar cumplimiento igualitario de todas sus obligaciones, declarado
judicialmente”.

• La institución de la quiebra pretende armonizar todos los intereses en juego: los intereses
del deudor, de los acreedores, de los terceros vinculados al deudor y de toda la comunidad.

Diferencias entre Incumplimiento, cesación de pagos y quiebra.


Incumplimiento: Es un hecho antijurídico, el deudor se sustrae voluntariamente de cumplir una
obligación.

Cesación de pagos: Insolvencia, estado cesación de pagos, insolvencia, estado patrimonial de


imposibilidad de pagar, desequilibrio entre activos realizables y pasivos exigibles. Es una situación
de hecho.

Quiebra: Estado jurídico declarado judicialmente originado en la cesación de pagos o insolvencia


del deudor.

Finalidad de la quiebra (concurso)

- Distribuir entre los acreedores el daño que provoca la quiebra (cesación de pagos).
- Distribuir entre los acreedores y proteger otros intereses como los de la sociedad toda,
consumidores, incluso el medio ambiente.

Uno de los problemas más graves era como hemos visto en clase, la duración, el costo y el
porcentaje de lo recuperado, lo que hacía que estos procedimientos pudiésemos calificarlos de
ineficientes.

De esta manera es que el gobierno de la época encargó a la Superintendencia de quiebras la


creación de una Comisión, a la cual asignó la tarea de presentar un proyecto de modificación del
régimen concursal chileno. Luego de un estudio en el cual participaron diferentes estamentos de
la sociedad, el Congreso despachó la nueva ley, que representa una reforma sustancial a las
normas de la materia, acordes a las exigencias del derecho, del sistema financiero, y los
requerimientos de la moderna actividad económica.

Según la historia fidedigna de la ley, como vimos, sus objetivos tienen por finalidad: i) incentivar la
reorganización efectiva de empresas viables, ii) liquidar rápidamente a las empresas no viables y
iii) establecer un mecanismo para que las personas naturales renegocien colectivamente sus
obligaciones y/o liquiden sus bienes. Lo anterior implica también una reformulación de la
terminología utilizada, cambiando, por ejemplo, el concepto de fallido por el de deudor; el de
convenio por reorganización; el de quiebra por liquidación y, en caso de las personas naturales,
refiriéndose a un proceso de renegociación.

Novedades de la ley 20.720


1.- Diferente tratamiento normativo para las empresas deudoras y para las personas naturales no
empresarias, a partir de su diversa naturaleza y los efectos de los procesos en su desenvolvimiento
futuro:

a) empresa deudora:
Respeto de la unidad económica y viabilidad del negocio La liquidación
puede hacer desaparecer a la persona jurídica
b) Persona deudora:
No hay unidades económicas que respetar
La renegociación y la liquidación deben reconocer que la persona continuará con sus actividades
económicas.

2.- Conceptualización de la empresa deudora (artículo 2° numeral 13 de la ley)


a) persona jurídica de derecho privado, con o sin fines de lucro.
b) persona natural que tributa conforme a la primera categoría de la ley de renta.
c) persona natural que tributa conforme al Art. 42 N° 2 de la ley de la Renta. Por ende, aquel deudor
no comprendido en esta definición, tiene la calidad de persona natural no empresaria-
Adicionalmente, se pone término a la discusión acerca de la situación concursal de las personas
jurídicas sin fines de lucro, al considerarlas expresamente en la definición de Empresa Deudora.

3.- Diversos procedimientos aplicables a uno y otro tipo de deudor:


a) procedimientos aplicables a las empresas deudoras:
i.- Procedimiento concursal de Reorganización: se trata de un procedimiento judicial para que el
deudor y los acreedores puedan lograr un acuerdo por medio del cual se reestructure el activo y el
pasivo de la empresa sobre la base de su viabilidad.

ii.- Reorganización extrajudicial o simplificada: Supone una negociación extrajudicial entre el


deudor y una parte importante de sus acreedores, y un procedimiento para lograr su aprobación
judicial a fin que sea vinculante para todos los acreedores; también pretende la reestructuración
del activo y pasivo de la empresa sobre la base de su viabilidad.

iii.- Procedimiento concursal de liquidación: Supone un procedimiento judicial para lograr una
pronta y eficaz realización del activo de la empresa, reconociendo el valor de la unidad
económica, a fin de lograr un mejor y más expedito pago al conjunto de acreedores.

b) Procedimientos aplicables a las personas deudoras:


i.- Procedimiento concursal de Renegociación de Deudas: Supone un procedimiento administrativo
y gratuito, facilitado por la Superintendencia de Insolvencia y Reemprendimiento, a fin que el
deudor y los acreedores puedan llegar a un acuerdo de renegociación o ejecución extrajudicial.

ii.- Procedimiento concursal de liquidación de bienes: supone un procedimiento judicial para lograr
una pronta y eficaz realización de los bienes embargables del deudor, con el objeto de lograr un
pago más ordenado para sus acreedores en un procedimiento más simple y breve.

Las 10 líneas de “innovación” de la Ley. 20.720


Se instaura un nuevo paradigma que favorece la reorganización.
Una buena ley concursal debe ser neutra ante la alternativa de reorganizar o liquidar; porque
puede ser nefasto liquidar cuando era mejor reorganizar pero, igualmente perverso, reorganizar
cuando lo óptimo es liquidar.

La inclinación de la ley en este sentido se manifiesta no sólo en su texto, al regular primero los
Acuerdos de reorganización y después los procesos de liquidación, incluso sólo ante el fracaso de
los primeros, sino también en el Mensaje de la Ley en el que expresamente se señala que ésta
“…se basa en fomentar o estimular, en primer lugar, la reorganización efectiva de empresas
viables,…y, en segundo lugar…puedan ser liquidadas…”

1.- Ámbito de aplicación. La ley contempla procedimientos adecuados para cada deudor en
dificultades, distinguiendo entre empresas y personas. La anterior ley no establecía con precisión
quienes podían ser sujetos pasivos de la quiebra. Esta falta de precisión trajo problemas
interpretativos como por ejemplo se sostenía por algunos que las personas jurídicas de derecho
privado (corporales y fundaciones) quedaran fuera de la quiebra. (Ver art. 1°)

2.- Justicia especializada. Se considera la distribución preferente de los procesos concursales a


tribunales ordinarios de justicia especialmente capacitados. Ello no implica crear nuevas
judicaturas, sino establecer, tal como se hizo en la ley que crea un sistema de responsabilidad de
los adolescentes por infracciones a la ley penal, una especialización efectiva en materia concursal.
(Ver art. 3°.)

3.- Creación del “Boletín Concursal”, plataforma electrónica a cargo de la Superintendencia,


sin costo para sus usuarios, en la que se publicarán todas las resoluciones y actuaciones que se
dicten en los procedimientos concursales. (Ver art. 2° N° 7 y artículo 6°)

4.- Establecimiento de un procedimiento de determinación del pasivo, que comprende la


verificación por acreedor ante el tribunal, una instancia de objeción de créditos presentados y una
arbitración de las objeciones por parte del veedor o liquidador nombrado, el que genera una
nómina de créditos reconocidos y otra con los impugnados, con el fin de que el tribunal resuelva
en definitiva. (Ver arts. 70 y 71)

5.- Creación de un procedimiento de arbitraje concursal, de carácter voluntario y destinado


únicamente a empresas. (Ver arts. 68, 106, 143, 295-298)

6.- Creación de nuevos entes concursales: el veedor y el liquidador. Con esta medida, se busca
diferenciar perfiles, correspondiéndole al veedor propender a acuerdos de reorganización y al
liquidador, la función de liquidar activos. Se establece, además, que los martilleros inscritos en la
nómina correspondiente y fiscalizados por la Superintendencia, serán los únicos autorizados a
participar en tal carácter en los procedimientos concursales. (Veedores: Ver art. 2 N°40, art. 9-29;
Liquidadores: Ver art. 2 N°19, art. 35-41).

7.- Nueva regulación para las acciones revocatorias concursales. La anterior ley no establecía
en forma clara quienes eran los sujetos que tenían legitimación activa para deducir las acciones
revocatorias y tampoco si dichas acciones tenían que dirigirse contra el tercero que contrató con el
deudor, o contra ambos, o contra el síndico que representaba al fallido. Además, la normativa que
regulaba la fecha de cesación de pagos (distinguía entre deudor comerciante y deudor común) no
tenía criterios objetivos para el caso del deudor calificado siendo indispensable tener una certeza
acerca del periodo sospechoso (periodo en que se celebrada el acto o contrato susceptible de ser
revocado). La actual ley contiene una clara normativa al respecto (acciones revocatorias objetivas
y acciones revocatorias subjetivas, distinguiendo para ambos tipos de deudores). (Ver: art. 287-
294, 322)

8.- Conductas punibles. Se eliminan las presunciones de quiebra fraudulenta y culpable y se


tipifican nuevas conductas penales comunes asociadas a procedimientos concursales en el Código
Penal, asignándoles penas específicas. La actual ley concursal sólo tutela aspectos netamente
civiles. (Ver. Art. 27, art. 147, art 345 que modifica los arts. 463- 465bis Código Penal.)

9.- Se recoge la regulación modelo de insolvencia transfronteriza acordada por la Comisión de


las Naciones Unidas para el Derecho Mercantil Internacional (UNCITRAL). La anterior ley de
quiebras no contemplaba normas relativas a la insolvencia transfronteriza, salvo las normas
relativas a la notificación al acreedor en el extranjero a objeto de verificar sus créditos. (Ver. 299 -
307).

10.- Reestructuración de la Superintendencia. Se le asigna un nuevo nombre:


“Superintendencia de Insolvencia y Reemprendimiento”; se le otorga cobertura nacional con
presencia regional; se establece que se relacionará con el Ejecutivo a través del Ministerio de
Economía, Fomento y Turismo; se le otorga el carácter de institución fiscalizadora, y se entrega el
nombramiento de su dirección al sistema de Alta Dirección Pública.

Principios formativos de la ley 20.720


Se refiere a los fundamentos esenciales que engloba la legislación con el propósito de construir
disposiciones coherentes con los paradigmas que sustentan la evolución jurídica del derecho
moderno. (Contador y Palacios, p. 35).

Al respecto se seguirán principalmente a los profesores Contador y Palacios y a Castañeda:

1.- Bilateralidad de la audiencia o bilateralidad del contradictorio:


Como señalan Contador y Palacios, la bilateralidad de la audiencia aparece como una de las
concreciones de la garantía constitucional del “debido proceso”. Entendemos a éste como el
derecho que tiene toda persona a que su causa sea oída equitativa y públicamente y dentro de un
plazo razonable por un juez independiente e imparcial, establecido previamente por la ley y que
cuente con la debida tutela judicial. Así, la bilateralidad del contradictorio nos hace presente que
“el juez no podrá definir una pretensión o reclamo del actor si la persona en contra de quien ha
sido propuesto no ha tenido la oportunidad de ser oída.” 4De esa manera el audiatur ex altera pars
se manifiesta en múltiples vías, las que deben permitir, grosso modo, que las partes tengan iguales
oportunidades de controvertir el mérito de la exposición contraria, rendir probanzas y obtener un
fallo fundado, entre otras.

Se pone término al engorroso sistema de “defensa diferida” establecido en el Libro IV” del Código
de Comercio, que recaía en el Recurso especial de reposición, que era débil y poco efectivo. Como

4
Peña Escobar, José Felipe. Teoría General del Proceso. Los Principios procesales. Departamento de Derecho privado y
procesal Universidad de El Salvador. p. 1.
señalaba Couture “la concreción del debido proceso reclama que al demandado se le haya dado
una razonable oportunidad de comparecer y exponer sus derechos, incluso el de declarar por sí
mismo, presentar testigos, presentar documentos relevantes y otras pruebas.” 5 Ello a partir del
hecho que los tribunales consideraban audiencia del artículo 45 del Libro IV del Código de
Comercio de la normativa anterior, como un requisito meramente formal, al que sólo
excepcionalmente se le asignaba algún valor de defensa. Al respecto parecía que su propósito era
solo de publicidad, y la opción de consignar el monto demandado evidenciaba la carencia.
Respecto del Recurso especial de reposición, la exclusiva circunstancia de ser procedente después
de la sentencia declaratoria de quiebra, sembraba dudas y alcances como medio para permitirle al
demandado comparecer razonablemente en defensa de sus derechos. Esta visión es más clara
cuando recordamos que la liquidación o quiebra judicialmente declarada ocasiona un detrimento
efectivo, extrajurídico e incluso patrimonial al afectado, el que suele no verse corregido o
eliminado en caso que el Recurso Especial de Reposición fuere acogido por sentencia firme. En
otras palabras, el “efecto infamante” de la bancarrota perduraba respecto del ex fallido
dificultando y/o encareciendo sus futuras relaciones comerciales, su acceso al crédito, en fin,
llevándolo si no a una pérdida, al menos a una innegable disminución en la confianza que el resto
del mercado le manifestó en algún momento.

Se reemplaza en la nueva ley por un sistema de defensa objetiva por parte del deudor frente a la
solicitud de liquidación forzosa, estableciéndose en detalle el denominado Juicio de Oposición.
En concreto: Bilateralidad de la audiencia viene a significar que el juez no podrá definir una
pretensión presentada por el actor sin antes oír a la contraparte. El régimen de “defensa diferida”
constituido por el Recurso Especial de Reposición, fue superado y reemplazado por el denominado
Juicio de Oposición (arts. 121 a 129), el que por cierto constituye un litigio eventual o
hipotético, a través del cual el deudor demandado de Liquidación Forzosa manifiesta por
escrito su voluntad de controvertir el mérito del libelo, invocando en beneficio propio una o más
de las excepciones a la ejecución previstas en el artículo 464 del CPC. Naturalmente que esta
opción tiene lugar con anterioridad a la Resolución de Liquidación – analogable a la sentencia
declaratoria de quiebra-, permitiendo una tramitación más acorde a los principios más básicos de
la relación jurídico-procesal, la que además de ser expedita, favorece el pronunciamiento de la
sentencia que fuere del caso en plazos más acotados, en beneficio de todos los intervinientes y del
sistema en sí mismo.

2.- Concentración y economía procesal:


Respecto a la economía procesal, la entendemos como aquella que orienta a “conseguir los
resultados del proceso (el establecimiento de la verdad como medio para lograr la realización del

5
Couture, Eduardo. Fundamentos de Derecho Procesal Civil. Montevideo. Editorial Metropolitana. 2010. Pp 122-123.
derecho sustancial), con el empleo del mínimo de actividad procesal, naturalmente sin violar el
derecho fundamental al debido proceso”.

Se pone término al sistema anterior caracterizado por discusiones jurídicas independientes tanto
en su tramitación como en su resolución, que dilatan el procedimiento.

La nueva ley lo reemplaza por un sistema de resolución mediante audiencias únicas y verbales
ante el Juez de la causa. El conjunto de audiencias verbales destinadas a conocer y resolver casi
inmediatamente las controversias administrativas que nacieren durante la tramitación de un
procedimiento concursal de liquidación. Claramente ello impactaría en la dramática disminución
de los tiempos, recursos humanos, materiales y técnicos. La audiencia verbal condensa la
discusión y permite alcanzar un pronunciamiento del juzgador con la necesaria y conducente
rapidez. Como ejemplos podemos citar en el

Procedimiento Concursal de Liquidación Forzosa, entre otras, la Audiencia Inicial (art. 120),
Audiencia de Prueba (art. 126), Audiencia de Fallo (art. 127); Audiencia para resolver
Impugnaciones de Créditos y Preferencias (art.175)

Otra manifestación es el otorgamiento de funciones de mediación al liquidador y veedor para


subsanar vicios formales o de menor entidad en verificaciones, evitando así la proliferación
innecesaria de incidentes procesales.

3.- Celeridad:
Este principio se presenta en forma diseminada a lo largo del proceso, por medio de normas
impeditivas y sancionadoras a la dilación innecesaria, así como a través de mecanismos que
permiten el avance del proceso con prescindencia de la actividad de las partes. El hecho
trascendente e indiscutible es que una justicia tardía no es justicia. Para ratificar esta concepción,
el sistema publicístico busca proveer a los justiciables, a través de las instituciones reguladas, de
una justicia rápida. Si es buena o mala, esta calidad será responsable de todos sus protagonistas.

Se pone fin al sistema de plazos no fatales, ambiguos o extensos, que dilatan innecesariamente el
procedimiento.

Se le reemplaza por un sistema de plazos fatales y definidos para evitar incertidumbres. Es decir,
que la preclusión para interponer las actuaciones que fueren del caso se configura con el solo
vencimiento del término correspondiente, sin necesidad de validación alguna.

De la misma forma, se limitan los incidentes y recursos dilatorios.


4.- Publicidad
Se reemplazan las publicaciones en el Diario Oficial y las notificaciones judiciales, por un sistema
público virtual, denominado el Boletín Concursal, de carácter gratuito.

5.- Racionalidad económica


Se pone término a las diferencias que la ley concursal realizaba en el tratamiento de la quiebra y
en los convenios en relación con los acreedores y sus créditos. Así, por ejemplo, se permite la
obtención de notas de débito no sólo en las liquidaciones (quiebras) como ocurría antes, sino que
ese beneficio se hace extensivo a los casos de reorganización a través de acuerdos.
También en el caso de los acuerdos de reorganización se permite que en el evento de existir
condonación o remisión de deudas, intereses o reajustes, podrán deducirse como gastos
necesarios. Ello a diferencia de lo que ocurría en la anterior normativa, en la que de existir
condonaciones o remisiones, se consideraban gastos rechazados para efectos tributarios.

Por otra parte, en los procesos de liquidación se considera esta situación como causal de
terminación del contrato de trabajo.

6.- Principio de Inmediación:


Inmediación significa siguiendo a Gimenos Sendra “que el juicio y la práctica de la prueba ha de
transcurrir ante la presencia directa del órgano jurisdiccional competente”. Si bien es cierto que
existen excepciones (vg. Exhortos) lo importante es que la participación personal del juez llamado
a resolver el conflicto ha ido adquiriendo cada vez más relevancia, no siendo para nada
aventurado aseverar su conversión en un ideal permanente de la judicatura. Ejemplo, la
“Audiencia inicial” (art. 120) que se lleva a cabo ante el juez del concurso, en la cual se le informa
al Deudor acerca de la demanda presentada en su contra y de los efectos de un eventual
Procedimiento Concursal de Liquidación.

7.- Preeminencia de la Función Jurisdiccional


Como señalan Contador y Palacios “es doctrinariamente complejo situar la función jurisdiccional
como un principio propiamente tal, toda vez que, en rigor, opera más como sustrato esencial o
base de la actuación de nuestros tribunales y menos como un pilar intelectual formativo.

Durante la discusión se barajaron como opciones a la hora de decidir ante quién se sustanciarían y
resolverían los asuntos falenciales: a) quienes defendían la radicación de las causal concursales en
un ente integrante de la Administración del Estado (también con matices entre quienes pensaban
que debían ingresar todas y cada una de las pretensiones voluntarias o no ligadas a la insolvencia a
fin de resolver los eventuales conflictos que se pudieren suscitar y además la gestión
administrativa o de ejecución propiamente tal; y quienes sostenían el mantenimiento del juicio de
liquidación o de quiebras o de la sustanciación judicial o “controversial” ante los tribunales
ordinarios de justicia, derivando la gestión administrativa del concurso desde el Síndico hacia un
servicio público) y mantener la intervención de los Tribunales Ordinarios de Justicia en materias
concursales); b) quienes planteaban el arbitraje como sede para sustanciar la insolvencia; y c)
finalmente quienes sostenían la posición de mantener la intervención de los Tribunal Ordinarios
de Justicia en materias concursales. Esta última es la que pervivió considerando el
reconocimiento de la función jurisdiccional del Estado. Así, la ley mantiene la intervención de los
Tribunales Ordinarios de Justicia en materias concursales, salvo claro está los concursos que se
siguen ante el órgano administrativo concursal (SIR).

8.- Justicia especializada:


La idea que prevaleció a este respecto fue la de potenciar la especialización por sobre la
especialidad. Ello significa que a diferencia de lo que ocurre en otras doctrinas internacionales en
que se utilizan como términos sinónimos para hacer referencia a lo que conocemos como justicia
especial, en nuestro país pueden ser diferenciados: por una parte, la especialidad hace
referencia a lo que conocemos como Tribunales especiales, es decir, una justicia centrada en
determinadas materias que el legislador ha preferido separar del conocimiento de los tribunales
ordinarios. Ej. Jurisdicciones de familia y el trabajo. Por otra parte, la especialización se dirige a
promover que los jueces que conocen y resuelven causas civiles dentro de la judicatura ordinaria
puedan recibir una completa formación, capacitación y perfeccionamiento en áreas, materias y
aspectos centrales, no solamente respecto del sentido y alcance de las disposiciones de la Ley
20.720, sino que además, en relación a la concursalidad propiamente tal; su evolución en el
tiempo, su estado actual y las perspectivas o proyecciones sobre su porvenir.

Se considera la distribución preferente de los procesos concursales a tribunales ordinarios de


justicia especialmente capacitados. Ello no implica crear nuevas judicaturas, sino establecer, tal
como se hizo en la ley que crea un sistema de responsabilidad de los adolescentes por infracciones
a la ley penal, una especialización efectiva en materia de quiebras para un conjunto acotado de
jueces civiles, que tendrían competencia preferente para conocer de estas materias. La ley optó
por la especialización por sobre la especialidad. El propósito final del principio que abordamos en
esta letra es instar por una permanente voluntad de ir incorporando los desarrollos y evoluciones
doctrinales nacionales e internacionales, a efectos que los llamados a conocer y resolver la
concursalidad entreguen plenas garantías de adecuación y conocimiento de las contiendas
sometidas a ellos.

Normativa general del procedimiento concursal


Ámbito de aplicación de la ley. La ley 20.720 ha pretendido satisfacer un conjunto de
necesidades propias del régimen concursal. El artículo 1° señala como primera pretensión el
proporcionar un sistema global, integral, que se baste a sí mismo y en donde pueda distinguirse un
tratamiento del fenómeno falencial que organice un conocimiento accesible para toda la
comunidad. Este objetivo se muestra aún más necesario en su consecución cuando recordamos
que “En una economía de mercado abierta, siempre habrá compañías que estarán en insolvencia. Es
totalmente normal, inclusive en tiempos de prosperidad económica, que algunos sectores y algunas
empresas tengan dificultades que se deban al entorno, pero también a la forma como han sido
manejadas y cómo tienen su estructura financiera con el producto que se está desarrollando. Son
muchas las razones. El proceso lo que busca es que se le dé una oportunidad a la empresa para que
pueda refinanciar el pasivo con el visto bueno de los acreedores y se conserve la fuente de pago y, en
consecuencia, el empleo.6”
Si las personas afectadas por situaciones de insolvencia sufren, como usualmente sucede, una
serie de síntomas anexos a su estado, sean legales (ejecuciones, demandas declarativas, gestiones
preparatorias, etc) o paralegales (cobranzas extrajudiciales, presiones, exigencias desmedidas,
etc), que ponen en entredicho su disposición de mantener la calma en procesos que ponen en
entredicho su disposición de mantener la calma en procesos críticos, el legislador viene en ayuda
del falente disponiendo medios idóneos en un texto único.

En ese sentido, la orientación legal intenta situar en un primer escalón a la


reorganización/renegociación, vale decir, incentivar que el ente deudor ponga en conocimiento de

6
Luis Guillermo Vélez. Super de Sociedades Colombia.
sus acreedores un conjunto de medidas tendientes a mitigar su estado de incumplimiento
financiero generalizado, siempre sobre la base de una valoración de viabilidad empresarial que en
definitiva recae en los acreedores (por medio del voto favorable o adverso a la Propuesta), pero
también en el mismo proponente (aceptando o no los cambios a la oferta original según sus
capacidades), el administrador concursal – fuere Veedor o Liquidador-, el Tribunal (velando por la
observancia de las disposiciones legales pertinentes) e incluso terceros absolutos (interesados en
adquirir la empresa). Este ideario no excluye en absoluto las hipótesis de liquidación o realización
ordenada de activos, en el entendido que si bien existe un innegable propósito liquidatario, es
perfectamente posible y coherente con el espíritu del legislador que puedan acordarse formas
eficientes que, en mayor o menor medida, puedan, sino asegurar, al menos promover el
mantenimiento total o parcial de la compañía.

Asimismo, la Liquidación se entiende como una consecuencia residual o de ultima ratio: el sistema
propenderá a sugerir e instar por las formulas reestructurales y por ello entrega incentivos
directos como el Suministro Asegurado o la Protección Financiera Concursal, en el entendido que
los efectos negativos de todo procedimiento de insolvencia se pueden ver morigerados en
escenarios de continuidad empresarial que derechamente liquidatorios. Lo expuesto no excluye en
absoluto la opción de ingresar a escenarios de ejecución en forma directa o inmediata,
básicamente porque, en primer lugar, la primacía de la voluntad juega un rol preponderante en la
primera fase del procedimiento, vg. Liquidación voluntaria, o bien porque la realidad del deudor
demandado de Liquidación Forzosa mostró que la presunción del sistema creada a su respecto era
verdaderamente indiciaria de una incapacidad general. 7

Tratándose de personas deudoras, el panorama no cambia en los principios basales y solo lo hace
guardando las necesarias diferencias entre personas jurídicas y personas físicas, por un lado, y
dentro de las personas físicas, distinguiendo entre aquellas que realizan actividades económicas,
grosso modo, independientes, a cuenta propia o en la figura del empresario individual, de aquellas
sujetas a un régimen de subordinación y dependencia o que por sus particularidades no realizan
actividades productivas propiamente tales.

El legislador, en resumen, incentiva que los individuos ofrezcan a sus acreedores alternativas serias
y razonadas para el tratamiento de su insolvencia, con miras a evitar los nocivos efectos de un
sobreendeudamiento, pero también para promover evaluaciones crediticias más simétricas con las
facultades y fuerzas patrimoniales del deudor. Según el art. 1° la ley establece el régimen general
de los procedimientos concursales destinados a reorganizar o liquidar los pasivos y activos de una
Empresa Deudora, y a repactar los pasivos o liquidar los activos de una Persona Deudora. Como se
advierte del tenor del texto transcrito, la pretensión de la ley es proporcionar un sistema global e
integral en materia concursal que incentiva a los deudores que ofrezcan a sus acreedores
alternativas serias y factibles para el tratamiento de su la insolvencia, antes de llegar a la
liquidación de sus bienes.

Definiciones.

7
Por ejemplo, una demanda de Liquidación Forzosa en que el demandado simplemente se allana o manifiesta que nada tiene
que decir, argumentar o cuestionar del libelo interpuesto.
La ley en su artículo 2° nos entrega una serie de definiciones legales que buscan evitar discusiones
o más bien delimitar los ámbitos de aplicación de términos dotados de varias o múltiples
acepciones. La finalidad del legislador fue, en este caso, facilitar que los destinatarios de la nueva
legislación se familiaricen con conceptos innovadores, como por ejemplo, “Veedor” o “Martillero
concursal”, o puedan conocer las adecuaciones técnicas entre vocablos parecidos del Libro IV del
Código de Comercio, entre ellos, “Empresa Deudora” en contraposición a “deudor calificado”.

Generalidades sobre las reglas procesales


En el artículo 3° el legislador busca solucionar un aspecto primordial en el Derecho Concursal: la
necesidad de contar con juzgadores versados en estas materias y que, además, cuenten con el
imprescindible interés en conocer y resolver procedimientos asociados a insolvencias. En cuanto a
lo primero, pensamos que la preparación de nuestra judicatura es suficiente para juzgar esta clase
de materias. Sin embargo, atendido el constante y manifiesto desarrollo o progreso en las
diferentes formas de contratación, así como la aparición de escenarios internacionales cada vez
más exigentes, se estima imprescindible una constante labor de actualización y
perfeccionamiento. En ese orden de ideas, la Ley sobre Insolvencia y Re emprendimiento hizo
hincapié en la capacitación de los sentenciadores para abordar casos de insolvencia. Hubo,
ciertamente, enorme debate durante la época de estudio del entonces Proyecto de Ley. Hoy, las
ideas centrales quedaron reseñadas en el texto legal, pero sin un carácter expresamente
vinculante: la fórmula concreta de conocimiento de esta clase de procedimientos será
determinada por la Corte de Apelaciones respectiva mediante la dictación de Autos Acordados
donde señalen los Tribunales que siendo asientos de Corte, puedan tener una distribución
preferente de causas concursales, teniendo siempre presente el criterio de capacitación personal,
haciendo recaer el peso de la preparación en la entidad más reconocida a este respecto, como es
la Academia Judicial.

El citado artículo 3° establece que será competente para conocer los procedimientos Concursales
contemplados en esta ley, el Juzgado de letras que corresponda al domicilio del deudor,
facultándose siempre al acreedor a las reglas generales. Sin perjuicio de la judicatura ordinaria, el
Capítulo VII de la ley regula la participación de los denominados Árbitros concursales, señalando
en su artículo 295 que podrán ser sometidos a arbitraje los Procedimientos Concursales de
Reorganización y Liquidación.

Tratándose de los Procedimientos de Reorganización, el deudor puede someterse a arbitraje,


acompañando al tribunal competente, junto con los antecedentes singularizados en el artículo 56
de esta ley, las cartas de apoyo suscritas por acreedores que representen a los menos la mayoría
absoluta del pasivo del deudor, las cuales indicarán el nombre de los árbitros titular y suplente
designados por los acreedores y sus honorarios.

Respecto del procedimiento de Liquidación, este cambio de judicatura lo puede acordar la Junta
Constitutiva referida en el artículo 193 de esta ley; también se podrá acordar este cambio en
cualquier Junta posterior; en ambos casos la ley exige un quorum especial. Esto está en el art. 2°
N° 32 “Quorum especial: el conformado por 2/3 del pasivo total con derecho a voto verificado y/o
reconocido, según corresponda, en el Procedimiento Concursal respectivo.

En todos los casos el nombramiento de los árbitros titular y suplente deberá recaer en uno vigente
de la Nómina de Árbitros Concursales. Esta está definida en el Art. 2° N° 23 “registro público
integrado por las personas naturales nombradas como Árbitros Concursales por la
Superintendencia de Insolvencia y Reemprendimiento, en conformidad al Capítulo VII de esta ley.
Para formar parte de la Nómina de Árbitros se requiere ser abogado con una experiencia no
inferior a 10 años de ejercicio en la profesión (art. 297). El árbitro que establece estas normas es
de derecho y unipersonal y éste designará a un secretario, cargo que deberá ser ejercido por un
abogado.

La competencia del árbitro se extiende a todo cuanto sea necesario para la tramitación de los
Procedimientos Concursales de Reorganización o de la liquidación y a los incidentes que se
promuevan durante ellos; en especial y conforme lo dispone el artículo 298, tendrá las siguientes
facultades:

1.- Podrá admitir, además de los medios probatorios establecidos en el Código de Procedimiento
Civil, cualquier otra clase de prueba y decretar de oficio las diligencias probatorias que estime
conveniente, con citación a las partes. Tendrá, además, en todo momento, acceso a los libros,
documentos y medios de cualquier clase en los cuales estén contenidas las operaciones, actos y
contratos del deudor, y 2.- Apreciará la prueba de acuerdo con las normas de la sana crítica y
deberá consignar en la respectiva resolución los fundamentos de dicha apreciación.

En síntesis:
En materia de distribución y competencia: en materia de competencia absoluta, son competentes
para conocer los Procedimientos Concursales (art. 3°) por materia, los Tribunales (juzgados de
letras) con competencia en lo civil.

Por su parte, la competencia relativa está dada por el territorio, siendo competente el Tribunal
correspondiente al domicilio del deudor. En las ciudades asiento de Corte la ley establece un
sistema de distribución preferente, que opera sobre la base de la dictación de Auto Acordados de
las Cortes de Apelaciones, con el objeto de que las causas concursales queden radicadas
preferentemente entre los Tribunales de Asiento de Corte, que hayan aprobado los cursos de
capacitación sobre derecho concursal que imparte la Academia Judicial.

En el evento de no poder aplicarse el sistema de distribución preferente, todos los tribunales


civiles son competentes para el conocimiento de causas concursales.

A diferencia de la normativa anterior, el fuero no se considera.


En todo caso, cabe tener presente para estos efectos, el Capítulo VII de la Ley 20.720, denominado
del Arbitraje Concursal, en el cual se establece, en el inciso 1° del artículo 295 que “podrá ser
sometido a arbitraje los Procedimientos Concursales de Reorganización y Liquidación”.

Esta normativa, más allá de la aplicación efectiva que vaya a tener, constituye una importante
novedad, ya que hace extensivo a los procedimientos de liquidación la posibilidad de un arbitraje
voluntario, lo que no se contemplaba en las anteriores leyes en la materia.
Comentarios en materia de competencia
La Comisión de Estudios “Nueva Codificación Comercial” en la subcomisión respecto al Derecho
concursal, advierte la necesaria especialización que deben tener los tribunales para conocer de los
Procedimientos Concursales y constata que no obstante el esfuerzo se requiere una judicatura
especializada en línea con las legislaciones concursales más modernas del mundo. Así, no obstante
la capacitación que se ha realizado a los tribunales en esta materia, la Subcomisión ha podido
constatar que, particularmente en los tribunales de regiones la capacitación no ha sido suficiente;
además del sobrecargo propio del conocimiento de una multiplicidad de materias del ámbito civil
que hoy enfrentan los tribunales, sumado al hecho de la jurisdicción común que existe en algunas
regiones, se dificulta la celeridad que deben tener los Procedimientos Concursales, maxime aun
que la nueva Ley contempla procedimientos concentrados y de resolución inmediata o dentro de
plazos que son breves.
De esta manera la Subcomisión propone que se estudie la alternativa que los Tribunales
Tributarios y Aduaneros sean los competentes para conocer la totalidad de los Procedimientos de
Liquidación, reservando para los Árbitros Concursales especializados, el conocimiento de los
Procedimientos de Reorganización de Empresas deudoras, sin perjuicio que en aquellos casos que
e pasivo sujeto a reorganización sea inferior a UF 15.000, también podrán conocer estos
procedimientos los primeros.

Recursos, emplazamientos o notificaciones, incidentes y cómputo de plazos. El artículo 4°


contempla el régimen de recursos: la reposición y la apelación, quedando descartada la posibilidad
de interponer recursos de casación en alguna de sus formas. En efecto, la norma del N° 3 del
artículo 4° nos señala que este recurso de invalidez procede en los casos y formas establecidos en
la ley. Ciertamente que se refiere al propio texto de la ley 20.720 y no a cualquier otro cuerpo
legal chileno, siendo pertinente recordar que no existen materias o más bien resoluciones
susceptibles, al tenor de la ley, de ser impugnadas mediante casación.

En cuanto al régimen de notificaciones, podemos citar una relevante novedad: la inclusión de la


plataforma electrónica conocida como Boletín Concursal. Este boletín permitirá un
conocimiento mucho más inmediato, fácil y expedito respecto de lo obrado por los diferentes
partícipes en los procedimientos de insolvencia, constituyéndose en una fuente de consulta
permanente mucho más accesible y amistosa que su antecesor, el Diario Oficial. Asimismo, es
gratuito, aspecto especialmente conveniente tratándose de procesos vinculados a deudores sin
bienes, circunstancia que indirecta, pero efectivamente fomentaría el mayor uso del sistema
concursal nacional. El artículo 2° N° 7 Boletín Concursal: plataforma electrónica a cargo de la
Superintendencia de Insolvencia y Reemprendimiento, de libre acceso al público, gratuito, en la
que se publicarán todas las resoluciones que se dicten y las actuaciones que se realicen en los
procedimientos concursales, salvo que la ley ordene otra forma de notificación.

El artículo 5° nos entrega el tratamiento incidental, el que se encuentra reducido a aquellas


materias que la ley nos permita expresamente. Además estos Se tramitarán conforme a las
reglas generales previstas en el Código de Procedimiento Civil y no suspenderán el Procedimiento
Concursal, salvo que esta ley establezca lo contrario.

Finalmente el artículo 7°de la ley contempla no el criterio general en materia de plazos sino el
régimen único: todos los términos previstos en la ley son de días hábiles.
“Los plazos de días establecidos en esta ley son de días hábiles, entendiéndose inhábiles los días
domingos y feriados, salvo que se establezca que un plazo específico es de días corridos. Los
plazos se computarán desde el día siguiente a aquél en que se notifique la resolución o el acto
respectivo.
Cuando esta ley establezca un plazo para actuaciones que deban realizarse antes de determinada
fecha, éste se contará hacia atrás a partir del día inmediatamente anterior al de la respectiva
actuación”.

En síntesis.
Limitación al sistema de recursos en contra de las resoluciones pronunciadas en los
procedimientos de reorganización y liquidación. Las resoluciones judiciales que se pronuncien en
los Procedimientos Concursales de Reorganización y de

Liquidación sólo serán susceptibles de los siguientes recursos:


Reposición: procederá contra aquellas resoluciones de este recurso conforme a las reglas
generales (art. 181 CPC procede contra los autos y decretos).

Plazo para interponerlo es de 3 días desde la notificación de la resolución recurrida. Resolución:


de plano o previa tramitación incidental, conforme determine el tribunal. Contra la resolución
que resuelva la reposición no procederá recurso alguno.

Apelación: procede sólo respecto de las resoluciones indicadas expresamente en la ley 20.720
(usa la expresión “esta ley”).

• Resolución que resuelve impugnación de créditos (art. 71 y 177 ambas “en el solo efecto
devolutivo.”)
• Resolución que resuelve impugnación de acuerdo de reorganización judicial y extrajudicial (art.
87 y 111 ambas “en el solo efecto devolutivo.”)
• Resolución que acoja la reposición del deudor a la liquidación forzosa (art. 128.
Esta es concedida “en ambos efectos.”)
• Resolución de liquidación (art. 129 “en el solo efecto devolutivo.”)
• Resolución de término del procedimiento de liquidación (art. 256 “en el solo efecto devolutivo.”)
• Acciones revocatorias (art. 292, plazo para interponerla es de 10 días, y esta es concedida “en
ambos efectos.”)
Plazo para interponerlo: 5 días desde la notificación de la resolución recurrida. Efectos: por regla
general, se concede en el solo efecto devolutivo, salvo las excepciones que esta ley señale.8

Preferencia: Cuando se otorga en ambos efectos (suspensivo y devolutivo) se otorga preferencia


para inclusión de la causa en la tabla para su vista y fallo. En el caso de las resoluciones
susceptibles de recurrirse de reposición y de apelación, la segunda deberá interponerse en
subsidio de la primera, de acuerdo a las normas generales (17 CPC)

Casación: Art. 4° N° 3) Casación: procederá en los casos y en las formas establecidas en la ley.

Incidentes: sólo podrán promoverse incidentes en aquellas materias en que la ley expresamente
lo permita.

• Incidente de Incompetencia del tribunal (art. 3)


• Incidente Reclamación de resolución de proposición de crédito en la protección financiera
concursal (art. 57, N° 1 letra “c”)

8
En todo recurso de apelación, se encuentra comprendido el efecto devolutivo, esto es, “la devolución o remisión de
competencia que efectúa el tribunal inferior en el superior, para que este conozca del recurso, pero sin perder su propia
competencia para seguir conociendo del asunto”.
Adicionalmente, en ciertos casos el recurso incluye además el efecto suspensivo, caso en el cual la remisión o reenvío de
la competencia al tribunal de alzada, provoca la suspensión del procedimiento en primera instancia. (artículo 191
CPC)
Artículo 191 CPC “...Podrá, sin embargo, entender en todos los asuntos en que por disposición expresa de la ley conserve
jurisdicción, especialmente en las gestiones a que dé origen la interposición del recurso hasta que se eleven los autos al
superior, y en las que se hagan para declarar desierta o prescrita la apelación antes de la remisión del expediente”.
Efectos
Apelación concedida en Ambos Efectos: en este caso existe sólo un tribunal competente que es el tribunal de alzada. r.
gral 193 y 195
Teóricamente es la regla general en materia civil, aunque hay tantas excepciones que en la práctica la regla se ha invertido
(actual redacción del artículo 194 CPC).
Si el tribunal no se pronuncia expresamente sobre la forma de conceder el recurso y la ley nada dice, se entiende concedido
en ambos efectos (artículo 193 CPC). Casos de mayor aplicación: Sentencia Definitiva en Juicio Ordinario; Sentencia
Definitiva en Juicio Ejecutivo y Sumario, en ambos casos si quien apela es el demandante.
Apelación concedida en el Sólo Efecto Devolutivo: Existirán dos tribunales competentes, uno para conocer del
recurso y otro para conocer del asunto principal. Tribunal de primera instancia puede incluso dictar sentencia definitiva y
proceder a su ejecución.
Si se confirma la resolución apelada, se ratifica todo lo obrado en primera instancia. De lo contrario, deberá retrotraerse la
causa al estado de dictar la resolución apelada. Darío Benavente dice que Tribunal de primera instancia tiene una
Competencia Condicional.
Casos (artículo 194 CPC):Dice Resoluciones dictadas contra el demandado en Juicio Ejecutivo y Sumario (se entiende sólo
la Sentencia Definitiva en Juicio Ejecutivo y Sumario, desfavorable al demandado, por el numerando 2 que se aplica a
todos) Ver 691 CPC.; Autos, decretos e interlocutorias (norma modificada por Ley 18.705 que invirtió la regla. Incluso
comprende los N° 3 y 4); Resoluciones dictadas en procedimientos incidental de ejecución. Resolución que ordena el
alzamiento de una precautoria. Demás resoluciones que sólo admiten este efecto devolutivo (artículos 550, 606, 614 y 691
CPC

Incidentes de impugnación de créditos verificados (art. 71)


• Impugnaciones al acuerdo de reorganización judicial y extrajudicial (art. 87 y 111)
• Incidente para resolver los Gastos que irroguen la Conservación, custodia y/o bodegaje de
los bienes que el deuodr tenía en su poder en virtud de un contrato de arrendamiento con opción
de compra en la liquidación (art. 224)
Se tramitarán conforme a las reglas generales previstas en el Código de Procedimiento Civil. No
suspenderán el procedimiento concursal, salvo que esta ley establezca lo contrario.

Comentario: A pesar de comprender los fundamentos como el permitir la celeridad y la economía


procesal el impedir a priori, es de todas maneras extraño que como regla general, se impida la
interposición de incidentes y confiar que el legislador ha previsto absolutamente todos los casos
en que pudiera ser necesario promoverlos. (art. 5°)

La única referencia amplia es la contenida en el artículo 131 el cual dispone que “Todas las
cuestiones que se susciten entre el Deudor, el Liquidador y cualquier otro interesado en relación a
la administración de los bienes sujetos al Procedimiento Concursal de Liquidación serán resueltas
por el tribunal en audiencias verbales, a solicitud del…”

Notificaciones: Se reemplaza el sistema de publicaciones en el Diario Oficial y la mayoría de las


notificaciones de carácter procesal, se practicarán a través de su publicación en el Boletín
Concursal. Este es una plataforma electrónica a cargo de la Superintendencia de Insolvencia y
Reemprendimiento, de libre acceso al público, gratuito, en la que se publicarán todas las
resoluciones que se dicten y las actuaciones que se realicen en los procedimientos concursales,
salvo que la ley ordene otra forma de notificación(art. 2 N° 7).Siempre que el tribunal ordene que
una resolución se notifique por avisos, deberá realizarse mediante una publicación en el Boletín
Concursal, entendiéndose notificada desde la fecha de su inserción en aquél.

Las notificaciones efectuadas en el BC son de carácter público y serán realizadas por el Veedor
(persona natural que propicia los acuerdo entre el deudor y sus acreedores), el Liquidador
(persona natural que realiza el activo del deudor y hace los pago de los créditos de los acreedores)
o la Superintendencia, según corresponda, dentro de los dos días siguientes a la dictación de las
respectivas resoluciones, salvo que la norma correspondiente disponga un plazo diferente. Toda
resolución que no tenga señalada una forma distinta de notificación, se entenderá efectuada
mediante una publicación en el BC. La notificación se entiende efectuada al tiempo de su
incorporación en el Boletín concursal, por lo que los plazos que correspondan se computan desde
esa fecha. Debe dejarse constancia por escrito en el expediente, sin que sea necesaria certificación
alguna al respecto. En consecuencia:

a.- La notificación por medio de la publicación en el Boletín Concursal (art.6) es la regla general.
Toda resolución que no tenga señalada una forma distinta de notificación, se entenderá efectuada
mediante una publicación en el Boletín Concursal, (antes, en la Ley de Quiebras era por el estado
diario).

• Las publicaciones deben ser practicadas por el veedor o el liquidador designado en el respectivo
procedimiento; o excepcionalmente, por la Superintendencia de Insolvencia y
Reemprendimiento. Dentro de los dos días siguientes a la dictación de las respectivas
resoluciones, salvo que la norma disponga un plazo diferente
• La notificación se entiende efectuada al tiempo de su incorporación en el Boletín
Concursal
b.- Correo electrónico.- También puede notificarse por correo electrónico cuando así lo
establezca para determinadas resoluciones. En la primera actuación el deudor, los acreedores y los
terceros interesados, señalarán una dirección de correo electrónico.

c.- Carta certificada.- Si no es posible notificar por correo electrónico, se notificará por carta
certificada y dicha notificación se entenderá efectuada al tercer día siguiente al de su recepción en
la oficina de correos.

d.- Personal: Ello pues a pesar de que la idea del Boletín concursal es muy buena (al hacer más
sencillas y baratas las notificaciones), se debiera cuidar que las “primeras” resoluciones (las de
apertura de los concursos y la resolución que emplaza al deudor al concurso necesario, que son los
casos en que el solicitante podría desear que el demandado NO se entere de la solicitud) y la que cita
a las partes a objetar un convenio preventivo simplificado. Se le notifique personalmente
conforme al artículo 44 del Código de Procedimiento Civil, aun cuando no se encuentre en el lugar
del juicio.” y a una audiencia que tendrá lugar al 5° día (art.119).

Sujetos de los procedimientos concursales.


Sujetos pasivos en los procedimientos concursales: La ley distingue dos clases de deudores,
a saber: a) la empresa deudora y b) la persona deudora. Según la clase deudor la ley contempla
para cada una de ellas procedimientos concursales. Lo anterior es de real importancia por cuanto
depende de la categoría de sujeto para determinar cuál es el Procedimiento a que debe sujetarse.

1.- Empresa deudora (Art. 2, Nº 13):


a) Personas jurídicas privadas, con o sin fines de lucro: sociedades, empresas individuales de
responsabilidad limitada, fundaciones y corporaciones.
b) Persona natural contribuyente de primera categoría (Ley sobre impuesto a la renta).8
c) Persona natural contribuyente de la segunda categoría de la Ley de la Renta del art. 42, Nº
2 (Ley sobre impuesto a la renta): se refiere a las personas que obtienen renta en razón del ejercicio
de profesiones liberales y ocupaciones lucrativas no comprendidas en la primera categoría o en
razón del trabajo dependiente. En esta se incluyen los auxiliares de la administración de justicia, los

8
Impuesto a la Renta de Primera Categoría (Artículo 20 Ley de Impuesto a la Renta). El Impuesto de Primera Categoría grava
las rentas provenientes del capital, entre otras, por las empresas comerciales, industriales, mineras, servicios, etc. A contar
del Año Tributario 2018, Año Comercial 2017, la tasa general del Impuesto de Primera Categoría a aplicar a cualquiera renta
clasificada en dicha categoría, será de un 25%.
corredores que sean personas naturales y cuyas rentas provengan exclusivamente de su trabajo o
actuación personal, sin que empleen capital, y las sociedades de profesionales que presten
exclusivamente servicios o asesorías profesionales.

¿Pueden las personas jurídicas de derecho público someterse a los procedimientos


concursales? El Ministro de la Excma Corte Suprema, Jorge Lagos Gatica, señala que la mayoría
de la doctrina sostiene que no es posible que las personas jurídicas de derecho público sean
sometidas a los procedimientos concursales. La razón de ser de esta restricción es que el
patrimonio de estas personas jurídicas, cualquiera sea finalmente su autonomía en relación a la
Administración central, lo configura el Fisco, y el Fisco reposa en ese falso adagio latino “Fiscos
semper solvens” que significa “El Fisco es siempre solvente.” Sin embargo, alrededor del Fisco se
han creado múltiples personas jurídicas autónomas con patrimonio propio, a veces para el
desarrollo de un servicio público; a veces para el desarrollo de una actividad económica (por
ejemplo, Codelco, Empresas de Ferrocarriles del Estado, Metro, etc.)

¿Se aplican a estas entidades las restricciones que tiene la aplicación de la Ley de
Insolvencia y Reemprendimiento al Estado? En Francia, se aplica sólo a las personas jurídicas
de derecho privado. En Italia existe norma expresa en orden a que los concursos no se aplican a las
entidades públicas. En nuestro ordenamiento sostiene el Prof. Lagos Gatica que a estas empresas
con personalidad jurídica y patrimonio propio que desarrollan una actividad económica, deben ser
sujetas al régimen general concursal, salvo que una ley expresamente las exceptúe.

2.- Persona deudora (Art. 2, Nº 25):


a) Definición residual: toda persona natural no comprendida en la definición de Empresa
Deudora.
b) Persona natural contribuyente del art. 42, Nº 1 (Ley sobre impuesto a la renta)9: se refiere
a las personas que obtienen renta en razón del trabajo dependiente. trabajador dependiente,
estudiante, dueña de casa.
Procedimientos concursales. Diferenciados los tipos de deudores la Ley regula cuatro tipos
diferentes de procedimientos concursales:

A.- Procedimientos aplicables a la empresa deudora


1.- Procedimiento concursal de reorganización.- Pretenden la reorganización de la Empresa
Deudora apreciada como viable por el deudor y sus acreedores, ofreciendo mecanismos de
acuerdo más complejo a fin de proteger la continuación de la actividad económica durante el
transcurso de la negociación.

9
Artículo 42 N°1 y Artículo 43 N°1 Ley de la Renta. El Impuesto Único de Segunda Categoría grava las rentas del trabajo
dependiente, como ser sueldos, pensiones y rentas accesorias o complementarias a las anteriores. Es un tributo que se aplica
con una escala de tasas progresivas, declarándose y pagándose mensualmente sobre las rentas percibidas provenientes de
una actividad laboral ejercida en forma dependiente, y a partir de un monto que exceda de 13,5 UTM.
2.- Procedimiento concursal de liquidación de bienes.- Pretenden la liquidación voluntaria o
forzosa de la Empresa Deudora apreciada como inviable para el deudor y sus acreedores,
ofreciendo un mecanismo de liquidación pronto y eficiente, pero que ofrezca medidas para
respetar la existencia de unidades económicas. Lo anterior supone estructuras concursales más
complejas.

B.- Los procedimientos aplicables a la persona deudora


1.- Procedimiento concursal de renegociación.- Pretenden la renegociación de deudas de la
Persona Deudora, en caso que el deudor y los acreedores (de cualquier clase) encuentren
alternativas de pago que se estimen más eficientes que la ejecución forzada de las obligaciones. Lo
anterior, por medio de un procedimiento administrativo gratuito facilitado por la
Superintendencia de Insolvencia y Reemprendimiento.

2.- Procedimiento concursal de liquidación de bienes.- Pretenden la liquidación voluntaria o


forzosa de los bienes de la Persona Deudora, basado en un sistema de ejecución colectiva bastante
más simple que el que corresponde a la Empresa Deudora (no hay necesidad de respetar unidades
económicas). Lo anterior supone estructuras concursales más simples y menos costosas.

Los órganos en los procedimientos concursales


1.- Introducción.- Antes de la publicación de la ley, el síndico era quien representaba los
intereses de los acreedores, en lo concerniente a la quiebra, administraba el patrimonio del fallido
y también representaba sus derechos, en todo lo que tuviera interés en la masa. Pronunciada la
declaración de quiebra, al fallido se le privaba de la administración de todos sus bienes, no perdía
la propiedad de ellos, sino sólo la facultad de disponer de ellos. La administración de que era
privado el fallido pasaba de derecho al síndico. Las personas legalmente investidas de síndicos,
eran nombrados por decreto expedido a través del Ministerio de Justicia y pasaban a integrar la
nómina que era publicada en el Diario Oficial. Dentro de las facultades que tenía el síndico
podemos destacar: Incautar bajo inventario los bienes de la quiebra y administrarlos en
conformidad a la ley

• Continuar efectivamente el giro del fallido


• Cobrar los créditos del activo de la quiebra
• Realizar los bienes de la quiebra. La nueva ley suprime a los síndicos y asigna a diferentes
intervinientes las funciones que antes realizaban éstos.
2.- Órganos de los procedimientos concursales. La nueva ley contempla distintos órganos que
intervienen en los procedimientos concursales. Los concursos comprenden aspectos sustantivos,
procesales y administrativos, en ella tiene intervención numerosos órganos, entre otros, la SIR, el
tribunal que no conoce la quiebra, las junta de acreedores, el veedor, el liquidador, los martilleros
concursales, los árbitros concursales.

I.- La Superintendencia de insolvencia y reemprendimiento


1.- Concepto (art. 331).- La SIR es una institución autónoma con personalidad jurídica y
patrimonio propios, que se relacionada con el Presidente de la República a través del Ministerio de
Economía, Fomento y Turismo
Un funcionario, con el título de Superintendente de Insolvencia y
Reemprendimiento, designado por el Presidente de la República es el jefe superior del servicio
(art. 334).

Esta inició sus actividades el martes 01 de abril de 2014. Tiene una función facilitadora de
acuerdos en el procedimiento de renegociación de la persona natural y orientación oportuna de la
empresa para acogerse a un procedimiento concursal, sea para salvar su emprendimiento viable o
para liquidar aquel que no lo es, que se suman a las funciones fiscalizadoras.

2.- Funciones: (art. 332 a 338).-


1) Le corresponde la supervigilancia y fiscalización de las actuaciones de los Veedores, Liquidadores,
Martilleros Concursales, asesores económicos, administradores del giro y, en general, de toda
persona que por ley quede sujeta a la supervigilancia y fiscalización.
2) Interpretar administrativamente las leyes, reglamentos y demás normas que rigen a los
fiscalizados, sin perjuicio de las facultades jurisdiccionales que corresponde a los tribunales
competentes
3) Examinar los libros, documentos, contabilidad relativos a los Procedimientos Concursales o a
asesorías económicas de insolvencia.
4) Objetar las Cuentas Finales de Administración
5) Actuar como interviniente en los procesos criminales respecto de los delitos que cometiere el
Veedor, Liquidador y demás entes fiscalizados, interponiendo la querella respectiva ante el Juez
de Garantía competente
6) Poner en conocimiento del tribunal de la causa o de la Junta de Acreedores cualquier infracción
o irregularidad que se observe en la conducta de los fiscalizados.
7) llevar los registros de los Procedimientos Concursales, continuaciones de actividades económicas
y asesorías de insolvencia, los que tendrán carácter de públicos
8) Asesorar al Ministerio de Economía, Fomento y Turismo en materias de su competencia.
9) Llevar las nóminas de Veedores, Liquidadores, árbitros, Martilleros Concursales, administradores
de continuación del giro y asesores económicos de insolvencias. 10) Aplicar sanciones por
infracciones cuyo monto dependerá si es leve o gravísima y pueden ir de 1 a 1.000 UTM.10

10
I) Infracciones Leves sanción: censura por escrito o multa a beneficio fiscal de 1 a 50 Unidades Tributarias Mensuales. II)
Infracciones Graves sanción: multa a beneficio fiscal de 51 a 100 Unidades Tributarias Mensuales o suspensión hasta por
seis meses para asumir en un nuevo Procedimiento Concursal. iii) Infracciones Gravísimas sanción: multa a beneficio fiscal
de 101 a 1000 Unidades Tributarias Mensuales, suspensión hasta por seis meses para asumir en un nuevo Procedimiento
Concursal, o la exclusión de la respectiva nómina.
II.- El Tribunal del concurso. Señalemos, en primer lugar, que para que los procedimientos
concursales produzcan los efectos que le son propios, se requiere la intervención de un órgano
jurisdiccional competente: el tribunal del concurso. Se considera la distribución preferente de los
procesos concursales a tribunales ordinarios de justicia especialmente capacitados. Ello no implica
crear nuevas judicaturas, sino establecer, tal como se hizo en la ley que crea un sistema de
responsabilidad de los adolescentes por infracciones a la ley penal, una especialización efectiva en
materia de quiebras para un conjunto acotado de jueces civiles, que tendrían competencia
preferente para conocer de estas materias. Son competentes los juzgados de letras que
correspondan al domicilio del deudor para conocer los Procedimientos Concursales (art. 3°). En las
ciudades asiento de Corte la distribución se regirá por un auto acordado dictado por la C. de
Apelaciones respectiva, considerando especialmente la radicación preferente de causas
concursales en los tribunales que cuenten con la capacitación sobre derecho concursal. En los
procedimientos concursales que se ventilan ante el juez corresponde a éste, además de la
declaración o denegatoria de la “liquidación”, resolver todos los problemas de orden jurídico que
se presentan; por ejemplo: a) resolver sobre las impugnaciones de créditos, admitiéndolos o
excluyéndolos del concurso; b) dirimir la contienda que se suscite respecto de la preferencia o
privilegios invocados; c) pronunciarse sobre la oposición al concurso de liquidación; d) decidir
sobre las acciones de inoponibilidad concursal, de las acciones resolutorias, reivindicatorias, del
ejercicio del derecho legal de retención, tercerías de dominio, etc.; e) asumir las facultades
disciplinarias que la ley le confiere para controlar la actuación de los veedores, liquidadores,
martilleros, etc., entre otras.

Las sanciones serán impuestas por resolución del Superintendente, de conformidad a lo dispuesto
en la ley.

Deberán fundarse en un procedimiento que se iniciará con la representación precisa de las


infracciones y su notificación al fiscalizado infractor para que presente sus descargos (plazo sobre
10 días).

La Superintendencia dará lugar a las medidas probatorias que solicite el infractor en sus descargos
(artículos 35 y 36 de la Ley 19.880).

La resolución que se dicte en definitiva deberá pronunciarse sobre las alegaciones y defensas del
infractor y contendrá la declaración de la sanción impuesta si correspondiere (30 días desde la
última diligencia).

Contra las resoluciones de la Superintendencia que apliquen sanciones:


Procederá el recurso de reposición administrativo. Si se rechaza la reposición, podrán los
fiscalizados reclamar ante el juzgado de letras con competencia en lo civil en juicio sumario.

Respecto de la resolución emanada del juzgado de letras procederá el recurso de apelación en el


sólo efecto devolutivo.

El monto de las multas impuestas por la Superintendencia será a beneficio fiscal y deberá ser
pagado en la Tesorería General de la República (10 días).

La resolución que aplique la multa tiene mérito ejecutivo para su cobro.


III.- Las juntas de acreedores.
Órgano concursal constituido por los acreedores de un Deudor sujeto a un Procedimiento
Concursal, de conformidad a esta ley.

Se denominarán, según corresponda, Junta Constitutiva, Junta Ordinaria o Junta Extraordinaria, o


indistintamente “Junta de Acreedores” o “Junta” (art. 2 N° 15) Como consecuencia de un
procedimiento concursal se origina la formación de la llamada “masa de acreedores”. Se trata de
una unión virtual que se produce entre los acreedores del concurso, que permite que la mayoría
de ellos pueda imponer su criterio a la minoría. Los acreedores se organizan en juntas o
asambleas, en las cuales toman decisiones propias de la competencia que se les atribuye por el
ordenamiento jurídico concursal La junta de acreedores es el órgano donde los acreedores
expresan su voluntad en relación con sus intereses y con los fines del concurso. Es un órgano
creado por la ley para que cumpla ciertas y determinadas funciones tendientes a alcanzar los fines
del concurso.

Desde el punto de vista de su estructura, es un órgano colegiado. La determinación de la voluntad


del órgano resulta ser el producto de la conjunción de las voluntades de los acreedores, en el
número que señala la ley y según las condiciones de representatividad que ésta establece. La junta
se reúne previa convocatoria, en la forma y términos legales. La presencia de un número de
acreedores es indispensable para que la reunión tenga lugar. La asistencia debe ser además
representativa del pasivo comprometido en la quiebra. Las decisiones se adoptan por un número
de acreedores, representativa también del pasivo de la quiebra, en algunos casos. Es un órgano
deliberante y resolutivo. El carácter deliberante se concreta en los acuerdos que toma por las
mayorías necesarias en cada caso. Y, es un órgano resolutivo en cuanto a que sus decisiones las
impone a los demás órganos de la quiebra cuando ellas se han adoptado legalmente. La junta de
acreedores expresa su voluntad por medio de “acuerdos”, que se adoptan por los quórum
establecidos en la ley. La expresión acuerdos, en sentido estricto y legal, significa la resolución
dictada por un cuerpo colegiado que tiene la competencia y el imperio de hacerla cumplir.

Características

• El quórum mínimo para sesionar es del 25% del pasivo con derecho a voto. Los acuerdos
se adoptarán con quórum simple, salvo que la ley exprese lo contrario.

• El pasivo con derecho a voto se determina para cada junta, en una audiencia previa ante
el tribunal competente, quien determina los acreedores con derecho a voto en base a un
informe preparado por el Liquidador.

• De todo lo obrado se levantará acta, la que será publicada al día siguiente en el Boletín
Concursal.
• El Liquidador podrá suspender una determinada junta si en ella no se logra uno o más
acuerdos en razón de abstenciones de los acreedores, debiendo reanudarse dentro del 2°
día hábil siguiente, bajo las mismas condiciones que la junta suspendida.

• El quórum mínimo para sesionar es del 25% del pasivo con derecho a voto. Los acuerdos se
adoptarán con quórum simple, salvo que la ley exprese lo contrario.

• El pasivo con derecho a voto se determina para cada junta, en una audiencia previa ante el
tribunal competente, quien determina los acreedores con derecho a voto en base a un
informe preparado por el Liquidador.

• De todo lo obrado se levantará acta, la que será publicada al día siguiente en el Boletín
Concursal.

• El Liquidador podrá suspender una determinada junta si en ella no se logra uno o más
acuerdos en razón de abstenciones de los acreedores, debiendo reanudarse dentro del 2°
día hábil siguiente, bajo las mismas condiciones que la junta suspendida.

IV.- El veedor.
Es un especialista en propender acuerdos de reorganización (art. 25), siendo aquella persona
natural sujeta a la fiscalización de la SIR, cuya misión principal es propiciar los acuerdos
entre el Deudor y sus acreedores, facilitar la proposición de Acuerdos de Reorganización
Judicial y resguardar los intereses de los acreedores, requiriendo las medidas precautorias y de
conservación de los activos del Deudor, de acuerdo a lo establecido en esta ley.

Existe un registro público integrado por las personas naturales nombradas como Veedores por la
Superintendencia, integrado por personas naturales.

La Nómina indicará:
1) Nombre completo, profesión, domicilio, datos de contacto y regiones en que ejercerá sus
funciones.
2) Calificaciones obtenidas durante los últimos cinco años.
3) Número total de Procedimientos en que hubiere intervenido.
4) Honorario promedio percibido.
5) Registro de las sanciones aplicadas.
a) Concepto.- Como se señalara, es aquella persona natural, cuya misión principal es propiciar
los acuerdos entre el Deudor y sus acreedores, facilitar la proposición de Acuerdos de
Reorganización Judicial y resguardar los intereses de los acreedores, requiriendo las medidas
precautorias y de conservación de los activos del Deudor, de acuerdo a lo establecido en esta ley
(art. 2°, N° 40).
b) Requisitos.- El veedor es nombrado por la Superintendencia de Insolvencia y
Reemprendimiento, quedando bajo su fiscalización. Una vez designado pasa a integrar la “Nómina
de Veedores”, que estará a disposición del público en la página web de dicho organismo. El cargo lo
pueden ejercer a nivel nacional o regional. Toda persona natural interesada en ser nombrada
Veedor debe presentar su solicitud ante la Superintendencia y acreditar: - Contar con un título
profesional de contador auditor o de una profesión de a lo menos 10 semestres de duración,
otorgado por universidades del Estado o reconocidas por éste, o por la Corte Suprema, en su caso -
Cinco años de ejercicio de la profesión - Aprobar el examen de conocimiento ante la
Superintendencia - No estar afecto a alguna prohibición establecida en esta ley - Otorgar una
garantía de responsabilidad por un monto de 2000 U.F. c) Prohibiciones No podrán ser Veedores las
siguientes personas: i) Los que hayan sido condenados por crimen o simple delito ii) Funcionarios
de la administración del Estado y los que ejerzan cargos de elección popular. iii) Los que tuvieren
incapacidad física o mental para ejercer el cargo
d) Responsabilidad. La responsabilidad civil del Veedor alcanzará hasta la culpa levísima (art. 44
C.C., culpa o descuido levísimo es la falta de aquella esmerada diligencia que un hombre juicioso
emplea en la administración de sus negocios importantes). Se persigue a través del juicio
sumario. A su vez, el Veedor que se concertare con el Deudor, con algún acreedor o un tercero
para proporcionarle alguna ventaja indebida o para obtenerla para sí, será sancionado de
conformidad a lo establecido en el Párrafo 7 del Título IX del Libro Segundo del Código Penal (De
las defraudaciones).
e) Designación del Veedor en los Procedimientos Concursales.
i) Inhabilidades.- No podrán ser nominados o designados Veedores en un Procedimiento
Concursal de Reorganización: 1) Las personas relacionadas con el deudor 2) Los deudores y
acreedores del Deudor y terceros que tuvieren un interés directo o indirecto en el respectivo
procedimiento 3) Los que tuvieren objetada su Cuenta Final de Administración en un
Procedimiento Concursal responsabilidad civil del Veedor alcanzará hasta la culpa levísima (art. 44
C.C. “culpa o descuido levísimo es la falta de aquella esmerada diligencia que un hombre juicio
emplea en la administración de sus negocios importantes”) ii) Nominación.-

La Ley contempla un proceso de nominación previo efectuado por la


Superintendencia y un proceso de designación realizado por el tribunal en la Resolución de
Reorganización.

• Una vez nominado, el Veedor debe aceptar el cargo o excusarse. En caso de excusa la
Superintendencia debe resolver si la acepta o la rechaza.

• Aceptado el cargo o rechazada la excusa, la Superintendencia emite un certificado de


nominación, que envía directamente al tribunal competente.

• Luego en la Resolución de Reorganización el tribunal podrá designar a quien integre la


Nómina de Veedores a la época de la dictación aquella.

• Los honorarios del Veedor serán convenidos entre éste, los tres principales acreedores y el
Deudor y serán de cargo de este último.

Para el inicio de los Procedimiento Concursales el deudor deberá presentar una solicitud ante el
tribunal correspondiente a su domicilio, en dicha solicitud se propone una terna de Veedores.
Copia de este documento con el cargo del tribunal se presenta ante la Superintendencia, quien
notificará a los tres mayores acreedores del deudor, dentro del día siguiente y por el medio más
expedito. Dentro del segundo día siguiente a la referida notificación nominará como Veedor titular
al que hubiere obtenido la primera mayoría de entre los propuestos para el cargo de titular por los
acreedores, y como Veedor suplente al que hubiere obtenido la primera mayoría de entre los
propuestos para el cargo de suplente. Si hubiese empate, se nominará al acreedor cuyo crédito
sea superior. Si no concurren los acreedores, la nominación tendrá lugar ante sorteo ante la
Superintendencia, en el que participaran aquellos Veedores que integran la terna propuesta por el
Deudor. Excepcionalmente, si hay un solo acreedor que representa más del 50% del pasivo del
deudor, la Superintendencia designará a ambos Veedores propuestos por ese acreedor. El Veedor
nominado al aceptar el cargo deberá jurar o prometer desempeñarlo fielmente. La
Superintendencia emitirá un Certificado de Nominación del Veedor, el cual será remitido
directamente al tribunal competente a fin de que lo designe en el Procedimiento Concursal de
Reorganización.

Examen de conocimientos: La Superintendencia convocará a un examen de conocimientos dos


veces al año, para los postulantes, los Veedores que no hubieren asumido en un período de tres
años; y para Veedores que hubieren reprobado:
1. El Veedor que hubiere reprobado el examen podrá rendirlo nuevamente en el período
siguiente.

2. El Veedor que hubiere reprobado el examen de repetición quedará suspendido de pleno


derecho (por un período de doce meses).

3. El Veedor que reprueba nuevamente el examen de repetición, será excluido de la Nómina


de Veedores.
Garantía de Fiel desempeño: Es una garantía de 2.000 UF, cuyo objetivo es caucionar el fiel
desempeño y el correcto y cabal cumplimiento de las obligaciones del Veedor.
• Tiene una vigencia mínima de tres años, renovable por igual período

• En caso de no otorgarla el Veedor no podrá asumir en nuevos Procedimientos.

• La Superintendencia hará efectiva la garantía existiendo una resolución condenatoria que


se encuentre firme y ejecutoriada.

• En caso de multas impuestas por la propia Superintendencia podrá hacerla efectiva en la


garantía si no imputa su pago en el plazo establecido.

iii) Cesación en el cargo.- Cesará en el cargo por el término del Procedimiento Concursal de
Reorganización o por término anticipado que puede ser por revocación de la Junta de Acreedores,
por decreto judicial; por renuncia; por haber dejado de formar parte de la Nómina de Veedores o
por inhabilidad sobreviniente. Subsistirá su responsabilidad hasta la aprobación de su Cuenta Final
de Administración.
Si ocurre ello, asume el Veedor suplente dentro de los dos días siguientes a la cesación en el cargo
del Veedor titular.

El Veedor que haya cesado anticipadamente en su cargo deberá rendir cuenta de su gestión y
hacer entrega de los antecedentes al Veedor suplente (de lo contrario son aplicables sanciones).

iv) Deberes del Veedor. La función principal del Veedor es propiciar los acuerdos entre el
Deudor y sus acreedores, facilitando la proposición y negociación del Acuerdo. Para estos efectos,
el Veedor podrá citar al Deudor y a sus acreedores en cualquier momento desde la publicación de
la Resolución de Reorganización. En el ejercicio de sus funciones deberá especialmente: 1)
Imponerse de los libros, documentos y operaciones del Deudor 2) Publicar en el Boletín Concursal
copia de todos los antecedentes y resoluciones que ordene esta ley 3) Realizar las inscripciones y
notificaciones que disponga la Resolución de Reorganización 4) Realizar las labores de fiscalización
y valorización de ciertos pagos autorizados a los proveedores 5) Arbitrar las medidas necesarias en
el procedimiento de determinación del pasivo. Procedimiento de verificación e impugnación de
créditos 6) Impetrar las medidas precautorias y de conservación de los activos del Deudor que sean
necesarias para resguardar los intereses de los acreedores 7) Dar cuenta al tribunal competente y a
la Superintendencia de cualquier acto o conducta del Deudor que signifique una administración
negligente o dolosa de sus negocios. 8) Rendir mensualmente cuenta de su actuación y de los
negocios del Deudor a la Superintendencia.
v) Honorarios del Veedor. Serán convenidos entre éste, los tres principales acreedores y el
Deudor y serán de cargo de este último. Estos honorarios gozarán de la preferencia establecida en
el N° 4 del art. 2472 del C.C. (1ª. clase) vi) Cuenta final. Deberá rendir cuenta de su gestión en el
plazo de 30 días contados desde la Resolución que aprueba el Acuerdo de Reorganización Judicial o
desde la Resolución de Liquidación, en su caso.
La responsabilidad civil del Veedor alcanzará hasta la culpa levísima y podrá perseguirse (en juicio
sumario):

1. Una vez presentada la Cuenta Final de su gestión.


2. Desde el vencimiento del plazo para presentar la Cuenta Final de Administración de acuerdo
al artículo 29.
Excluido el Veedor de la Nómina de Veedores (Art. 18), subsistirá la obligación de rendir cuenta de
su gestión, así como la responsabilidad legal en que pudiere haber incurrido.

Exclusión de la Nómina:

1. Por haber sido nombrados en contravención a lo dispuesto en la ley.


2. Por dejar de cumplir los requisitos para ser Veedor.
3. Por adquirir para sí o para terceros, cualquier bien u obtener para sí alguna ventaja
económica en los Procedimientos en que intervenga como Veedor.

4. Por enajenar o autorizar la enajenación a personas Relacionadas o con las que tenga interés
económico directo o indirecto.

5. Por haberse declarado judicialmente su responsabilidad civil o penal.


6. Por renuncia.

7. Por sentencia firme y ejecutoriada que rechace la Cuenta Final de Administración.


8. Por infracción gravísima (art. 339 c).
9. Por reprobación definitiva del examen de conocimientos.
10. Por muerte.
En las circunstancias de los numerales 1), 2), 3), 4) y 8), la Superintendencia deberá previamente
representarla al Veedor para que éste presente sus descargos, luego de lo cual, la
Superintendencia podrá acogerlos o rechazarlos.
Las personas excluidas por las causales 1), 2) y 6) podrán solicitar, una vez transcurridos cinco años
su reincorporación.

Las personas excluidas de la Nómina de Veedores por cualquier otra causal no podrán volver a
solicitar su inscripción en ella.

El Veedor podrá reclamar de su exclusión ante el juzgado con competencia en lo civil de su


domicilio en el plazo de diez días desde la notificación de la resolución de exclusión
(procedimiento sumario).

V.- El liquidador.
Aquella persona natural sujeta a la fiscalización de la SIR, cuya misión principal es realizar el activo
del Deudor y propender al pago de los créditos de sus acreedores, de acuerdo a lo establecido en
esta ley.

Es un especialista en liquidación de activos y representa judicial y extrajudicialmente los intereses


generales de los acreedores y los derechos del deudor en cuanto puedan interesar a la masa.

a) Concepto.- Es aquella persona natural sujeta a fiscalización de la Superintendencia de Insolvencia


y Reemprendimiento (SIR), cuya misión principal es realizar el activo del Deudor y propender al
pago de los créditos de sus acreedores, de acuerdo a lo establecido en la ley (art. 2° N° 19).
b) Nómina de liquidadores.- Una vez designados por la SIR pasan a integrar la Nómina de
Liquidadores que consiste en un registro público que lleva la SIR. En la nómina deberá señalar los
honorarios ofrecidos por el liquidador y los Procedimientos Concursales de Liquidación en que
hubiere intervenido.
La nómina debe contempla:

1. Nombre completo, profesión, domicilio, datos de contacto y regiones en que ejercerá sus
funciones.

2. Calificaciones obtenidas durante los últimos cinco años.


3. Número total de Procedimientos en que hubiere intervenido.
4. Honorario promedio percibido.
5. Registro de las sanciones aplicadas
6. Régimen de descuento de honorarios

c) Requisitos (art. 32).- - Contar con un título profesional de contador auditor o de una profesión
de a lo menos 10 semestres de duración, otorgado por universidades del Estado o reconocidas
por éste, o por la Corte Suprema, en su caso - Cinco años de ejercicio de la profesión - Aprobar
el examen de conocimiento ante la Superintendencia - No estar afecto a alguna prohibición
establecida en esta ley - Otorgar una garantía de responsabilidad por un monto de 2000 U.F.
d) Responsabilidad (art. 35).- La responsabilidad civil de los Liquidadores alcanzará hasta la culpa
levísima (art. 44 C.C., culpa o descuido levísimo es la falta de aquella esmerada diligencia que un
hombre juicioso emplea en la administración de sus negocios importantes). Se persigue a través
del juicio sumario una vez presentada la Cuenta Final de Administración.
e) Deberes del Liquidador (art. 36).- El Liquidador representa judicial y extrajudicialmente los
intereses generales de los acreedores y los derechos del Deudor en cuanto puedan interesar a la
masa. Especialmente deberá: 1) Incautar e inventariar los bienes del Deudor 2) Liquidar los
bienes del deudor 3) Efectuar los repartos de fondos a los acreedores 4) Cobrar los créditos 5)
Contratar préstamos para solventar los gastos del Procedimiento Concursal de Liquidación 6)
Exigir rendición de cuenta a los administradores de los bienes del deudor 7) Registrar sus
actuaciones y publicar las resoluciones que se dicten en el Procedimiento Concursal de
Liquidación en el Boletín Concursal 8) Ejecutar los acuerdos adoptados por la Junta de
Acreedores 9) Transigir y conciliar los créditos laborales con el acuerdo de la Junta de Acreedores.
f) Nominación del Liquidador en el Procedimiento Concursal de Liquidación
(art. 37).
La Ley contempla un proceso de nominación previo efectuado por la Superintendencia y un
proceso de designación realizado por el tribunal en la Resolución de Liquidación.

Una vez nominado, el Liquidador debe aceptar el cargo o excusarse. En caso de excusa la
Superintendencia debe resolver si la acepta o la rechaza.

Aceptado el cargo o rechazada la excusa, la Superintendencia emite un certificado de nominación,


que envía directamente al tribunal competente.

Una vez presentada la solicitud de inicio de Procedimiento Concursal de Liquidación ante el


tribunal competente, la SIR nominará al Liquidador de acuerdo al siguiente procedimiento:
Tratándose de una solicitud de liquidación voluntaria el Deudor acompañara a la SIR copia de la
respectiva solicitud con cargo del tribunal competente o de la Corte de Apelaciones
correspondiente y copia de la nómina de acreedores y sus créditos. En esta nómina deberá
detallarse: lista de sus bienes, lugar en que se encuentran y los gravámenes que le afectan;
relación de los juicios pendientes; nómina de trabajadores; balance, entre otros. Tratándose de
una solicitud de Liquidación Forzosa, el acreedor peticionario acompañará a la SIR copia de la
solicitud con cargo del tribunal competente o de la Corte de Apelaciones correspondiente y copia
de la nómina de acreedores y sus créditos que haya acompañado el Deudor, en su caso. La SIR
notificará a los tres mayores acreedores del Deudor, dentro del día siguiente y por el medio más
expedito, lo que será certificado por un ministro de fe de la Superintendencia. Dentro del segundo
día siguiente a la referida notificación, cada acreedor propondrá por escrito o por correo
electrónico a un Liquidador titular y a un Liquidador suplente vigentes en la Nómica de
Liquidadores. Dentro del tercer día, la SIR nominará como Liquidador titular al que hubiere
obtenido la primera mayoría de entre los propuestos para ese cargo por los acreedores, y del
mismo modo para el suplente. Si sólo respondiere un acreedor, se estará a su propuesta. Si
respondieren todos o dos de ellos y la propuesta recayere en personas diversas, se estará aquella
del acreedor cuyo crédito sea superior. En caso que no se reciban propuestas, la nominación se
hará mediante sorteo ante la SIR. Excepcionalmente, si de los antecedentes acompañados a la SIR
por el Deudor o acreedor peticionario, según corresponda, se acredita que un solo acreedor
representa más del 50% del pasivo del deudor, la SIR nominará al Liquidador titular y suplente
propuesto por dicho acreedor. El liquidador nominado deberá manifestar ante la SIR, a más tardar
al día siguiente de su notificación, si acepta el cargo y deberá jurar o prometer desempeñarlo
fielmente. También puede excusarse ante la SIR debiendo expresar fundadamente y por escrito
sus justificaciones. Si la excusa es aceptada, la SIR nominará al Liquidador suplente como titular,
nominándose a un nuevo Liquidador suplente mediante sorteo. Aceptado el cargo, la SIR emitirá el
Certificado de Nominación del Liquidador, el cual será remitido directamente al tribunal
competente, dentro del día siguiente a su emisión, para que éste lo designe como Liquidador en
carácter de provisional en la Resolución de Liquidación.

g) Honorarios del Liquidador (art. 39).- Los honorarios de los Liquidadores en los
Procedimientos Concursales de Liquidación se determinarán de conformidad a una tabla
progresiva por tramos (art. 40). Por ejemplo: De 0 a 4.000 UF 15%; De 4.000 U.F. a 8.000 UF 11%;
De 8.000 UF a 16.000 UF 8%; sobre lo que exceda de

1.000.000 1%.
Serán de cargo del Liquidador todos los gastos correspondientes al ejercicio de su cargo, así como
los honorarios de todos sus asesores.

Sólo podrán pagarse honorarios adicionales si los acreedores lo acuerdan en Junta de Acreedores
(de cargo exclusivo de acreedores que lo votaron favorablemente). El Liquidador deberá retener
en instrumentos de renta fija, a nombre del Deudor el 10% del honorario que le correspondería
percibir en cada reparto.

Podrán acordarse en Junta anticipos de honorarios al Liquidador.


Se prohíbe al Liquidador o a sus Personas Relacionadas recibir a cualquier título otro pago distinto
de los regulados en la ley.
• El Liquidador podrá contratar (con acuerdo de la junta y con quórum calificado) personas
naturales o jurídicas para que efectúen actividades especializadas con cargo a los gastos del
Procedimiento, y en caso necesario, aun antes de la Junta Constitutiva previa autorización
del tribunal.

• El Liquidador, o sus Personas Relacionadas, no podrán tener participación alguna en los


actos o contratos que se ejecuten o celebren y tampoco podrán participar como socios,
accionistas, trabajadores o asesores de las personas jurídicas que sean contratadas en virtud
de esta regulación.
Cese en el cargo

1. Por término del Procedimiento Concursal de Liquidación.


2. Por cese anticipado (la Junta no confirma nominación, aprobado un Acuerdo de
Reorganización Judicial, aprobado un Acuerdo de Reorganización
Simplificado, revocación, remoción, renuncia dejar de formar parte de la Nómina,
inhabilidad sobreviniente).
Si cesa anticipadamente asumirá el suplente, sin perjuicio de la facultad de la Junta de Acreedores
de designar uno nuevo.

Si no pudiere asumir el suplente, la Superintendencia deberá citar a Junta Extraordinaria de


Acreedores con el fin de que se designe un Liquidador titular y a uno suplente.

Si dicha junta no se celebra por falta de quórum, la Superintendencia hará la designación por
sorteo.

Los Liquidadores que fueren designados deberán asumir aun cuando el Procedimiento no tuviere
bienes o fondos por repartir.

Exclusión:

1. Por haber sido nombrados en contravención a lo dispuesto en la ley.


2. Por dejar de cumplir los requisitos para ser Veedor.
3. Por adquirir para sí o para terceros, cualquier bien u obtener para sí alguna ventaja
económica en los Procedimientos en que intervenga como Veedor.

4. Por enajenar o autorizar la enajenación a personas Relacionadas o con las que tenga interés
económico directo o indirecto.

5. Por haberse declarado judicialmente su responsabilidad civil o penal.


6. Por renuncia.
7. Por sentencia firme y ejecutoriada que rechace la Cuenta Final de Administración.
8. Por infracción gravísima (art. 339 c).
9. Por reprobación definitiva del examen de conocimientos.
10. Por muerte.
11. Aquel que se negare a asumir un Procedimiento Concursal de Liquidación sin causa
justificada.
Responsabilidad: su responsabilidad civil alcanzará hasta la culpa levísima y se podrá perseguir (en
juicio sumario)
1. Presentada la Cuenta Final de Administración
2. Desde el vencimiento del plazo para rendir su Cuenta Final de Administración.

Normas comunes para veedor y liquidador

1. Una misma persona no podrá estar inscrita en la Nómina de Veedores y en la de


Liquidadores, salvo por los primeros 5 años (artículo 10 transitorio).

2. No podrán intervenir en Procesos Concursales de Reorganización o Liquidación en que no


hubieren sido designados. Su contravención constituye una infracción gravísima.

3. No podrán contratar por sí, a través de terceros o de una persona jurídica en la que sean
socios o Personas Relacionadas, con cualquier Deudor sometido a un Procedimiento
Concursal.

4. La exclusión de una nómina supondrá necesariamente impedimento para incorporarse a


otra nómina (salvo número 6) del artículo 18).

En cuanto a la rendición de cuentas

a) Cuentas provisorias

• La forma y contenidos se fijarán mediante norma de carácter general.

• Deberán publicarse mensualmente y rendirse ante la Junta de Acreedores, la que deberá


aprobarlas o rechazarlas.
• Desde la publicación los acreedores podrán formular a la Superintendencia sus
observaciones, las que serán publicadas.

• El Liquidador deberá responder las observaciones en la próxima Junta de Acreedores y, a


continuación, se resolverá su aprobación o rechazo.

• La aprobación de la cuenta provisoria no impedirá, objetar la Cuenta Final de


Administración.

b) Cuenta final de administración


La forma y contenidos se fijarán mediante norma de carácter general. Deberá acompañarse al
Tribunal y a la Superintendencia dentro de los treinta días siguientes a que se verifique:

Liquidador:

1. Vencimiento de los plazos legales de realización de bienes.

2. Agotamiento de los fondos o pago íntegro de los créditos reconocidos.

3. Cese anticipado de su cargo.


Veedor (artículo 29 y 50):

1. Resolución que aprueba el Acuerdo de Reorganización

2. Resolución de liquidación

3. Cese anticipado de su cargo.

Cuenta final de administración: Rendición

• Acompañada su Cuenta Final de Administración al tribunal y a la Superintendencia, deberá


citar, mediante publicación, a Junta de Acreedores a efectos de rendirla, explicar su
contenido y sus conclusiones.

• La Superintendencia podrá concurrir a dicha Junta con derecho a voz.

• La Junta se celebrará con los acreedores que asistan.


Nota: El Liquidador además deberá acreditar la retención del porcentaje de honorarios
(número 7) del artículo 39).

VI.- El Martillero concursal:


Martillero público que voluntariamente se somete a la fiscalización de la SIR, cuya misión principal
es realizar los bienes del Deudor, en conformidad a lo encomendado por la Junta de Acreedores y
de acuerdo a lo establecido en esta ley (inmuebles).

Nómina: Registro público llevado por la Superintendencia que integra a los martilleros públicos
que apruebe examen de conocimientos realizado por la Superintendencia y se someta a su
fiscalización.
Estos martilleros estarán habilitados para rematar bienes de un Procedimiento Concursal.

Honorarios del martillero: El Martillero Concursal percibirá una comisión única por el ejercicio de
sus funciones, equivalente a un porcentaje sobre el monto total de realización, esta no podrá
exceder de un 2% en los bienes inmuebles y un 7% en los bienes muebles.
La Junta de Acreedores, con Quórum Calificado, podrá acordar aumentar la comisión
correspondiente a un Martillero Concursal, aumento que será de cargo del acreedor que lo
consienta.

Rendición de cuentas: Dentro del quinto día siguiente a la fecha del remate:

1. Deberá rendir ante la Superintendencia una cuenta detallada y desglosada de los bienes
rematados.

2. Deberá rendir cuenta de los ingresos, gastos y resultado final del remate o subasta, y
publicarla en el Boletín Concursal.
La Superintendencia el Liquidador, el Deudor y los acreedores podrán objetar u observar su
contenido.

VII.- Árbitros concursales:

1. Podrán ser sometidos a arbitraje los Procedimientos Concursales de Reorganización y


Liquidación, de la empresa deudora.

2. Corresponde la proposición del mismo al deudor presentando cartas de apoyo en la


reorganización, y a la junta de acreedores en caso de liquidación (con quórum especial).

3. El árbitro será de derecho y unipersonal.

Nómina de árbitros: para formar parte de la Nómina de Árbitros Concursales se requiere:


1. Ser abogado con una experiencia no inferior a diez años de ejercicio en la profesión.
2. No podrán formar parte de esta nómina los Veedores ni los Liquidadores.
3. Deberán estar capacitados en derecho concursal.

Facultades de los árbitros: podrá admitir, además de los medios probatorios establecidos en el
Código de Procedimiento Civil, cualquier otra clase de prueba y decretar de oficio las diligencias
probatorias que estime conveniente, con citación a las partes.

Tendrá acceso a los libros, documentos y medios de cualquier clase en los cuales estén contenidas
las operaciones, actos y contratos del deudor.

Apreciará la prueba de acuerdo con las normas de la sana crítica y deberán consignar en la
respectiva resolución los fundamentos de dicha apreciación.
HASTA AQUÍ LA PRUEBA

Vous aimerez peut-être aussi