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BICENTENARIO,
REFLEXIONES DE
UNA JOVEN
ADOLESCENTE
DIRECCIÓN ELECTRÓNICA:
est.cmad.myriam.gamarra@gmail.com
TELÉFONO: 082-350364
GRACIAS COAR
Una estudiante como yo, tiene la noble misión de generar ideas y muchas de
ellas están impregnadas y cubiertas con la magia del famoso patriotismo que demostraron
nuestros héroes de antaño, pero sin dudas aún me cuesta asimilar la idea de libertad;
¿realmente lo somos?, ¿ellos la ganaron para nosotros?, y si fuera así ¿aún la tenemos?;
vaya, en cuestión de minutos todo se ha convertido en una tarea difícil de responder; jajaja,
y ¿qué, si no lo somos?, al final, cada uno es espontáneo al hacer y deshacer cuanto quiera,
y eso basta, ¿no es así?. Un momento, si por alguna circunstancia pudiera distorsionar el
Se entiende que ser libre no es hacer lo que uno quiera sino tener la
capacidad para tomar decisiones sobre la propia vida. Ser responsable significa estar a
cargo o responder a alguien por algo. Implica asumir la responsabilidad de tus propias
acciones y ser capaz de explicarlas.
El hombre está condenado a ser libre, porque una vez que está en el mundo,
es responsable de todo lo que hace; viéndolo así todo cambia, mi idea de libertad cambia.
Ser peruano, amar al Perú, ¿cómo poder establecer contacto con las más
remotas fibras de ese sentimiento?; pasados los once años e iniciado mi carrera por el portal
de la secundaria, un docente extraño hizo su aparición, él creía que la patria debería
recordar sus principios, restablecer su riqueza y recuperar su posición en el mundo, osado el
hombrecito, hasta que llegó mi pregunta, ¿cómo hacerlo?, esta sobrentendido que una
muchacha de once no podría con seguridad al menos, valorar esa circunstancia; me puse a
madurar una respuesta, pasadas algunas horas, de improvisto, emergió una epifanía, esta
vez de un discurso simple y breve, recuerdo a detalle cada palabra, el docente de
comunicación dijo: “el luchar por un ideal te hace hombre, pero el amar con la misma
fiereza y terquedad te hace libre”…, sin dudas sus palabras calaron, y calaron a fondo,
¡amar te hace libre!; parte del enigma está resuelto, no puedo amar al Perú ni pensar
siquiera en él si no soy libre de verdad. Estaba claro.
Mi búsqueda de la libertad cobraría sus frutos años más tarde, pero antes es
necesario mencionar que en esos años, tome la decisión, emprendí una carrera contra el
tiempo, mis ansias de libertad cobraban factura, intentaba por todos los medios seducir la
espontaneidad mía, creía que mientras más lo era, era más libre; ¿sería cierto?
MAGY