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Federico García Lorca fue un poeta y dramaturgo español del siglo XX. Exploró temas andaluces y buscó renovar las formas poéticas. Viajó a Nueva York en 1929 pero regresó a España, donde fue asesinado por las tropas nacionalistas al estallar la guerra civil en 1936. El poema "La cogida y la muerte" de su obra Llanto por Ignacio Sánchez Mejías describe la muerte de un torero a las cinco de la tarde a través de constantes repeticiones de la frase "a
Federico García Lorca fue un poeta y dramaturgo español del siglo XX. Exploró temas andaluces y buscó renovar las formas poéticas. Viajó a Nueva York en 1929 pero regresó a España, donde fue asesinado por las tropas nacionalistas al estallar la guerra civil en 1936. El poema "La cogida y la muerte" de su obra Llanto por Ignacio Sánchez Mejías describe la muerte de un torero a las cinco de la tarde a través de constantes repeticiones de la frase "a
Federico García Lorca fue un poeta y dramaturgo español del siglo XX. Exploró temas andaluces y buscó renovar las formas poéticas. Viajó a Nueva York en 1929 pero regresó a España, donde fue asesinado por las tropas nacionalistas al estallar la guerra civil en 1936. El poema "La cogida y la muerte" de su obra Llanto por Ignacio Sánchez Mejías describe la muerte de un torero a las cinco de la tarde a través de constantes repeticiones de la frase "a
Poeta y dramaturgo de Andalucía, García Lorca exploraba los temas
andaluces a la vez que buscaba renovar las formas poéticas. En busca de nuevas influencias, Lorca viajó a Nueva York en 1929, pero volvió a España y, al estallar la guerra civil en 1936, Lorca murió fusilado por las tropas nacionalistas.
"La cogida y la muerte", de Llanto por Ignacio Sánchez Mejías (1935)
A las cinco de la tarde. cuando la plaza se cubrió de yodo
Eran las cinco en punto de la tarde. a las cinco de la tarde, Un niño trajo la blanca sábana la muerte puso huevos en la herida a las cinco de la tarde. a las cinco de la tarde. Una espuerta de cal ya prevenida A las cinco de la tarde. a las cinco de la tarde. A las cinco en punto de la tarde. Lo demás era muerte y sólo muerte a las cinco de la tarde. Un ataúd con ruedas es la cama a las cinco de la tarde. El viento se llevó los algodones Huesos y flautas suenan en su oído a las cinco de la tarde. a las cinco de la tarde. Y el óxido sembró cristal y níquel El toro ya mugía por su frente a las cinco de la tarde. a las cinco de la tarde. Ya luchan la paloma y el leopardo El cuarto se irisaba de agonía a las cinco de la tarde. a las cinco de la tarde. Y un muslo con un asta desolada A lo lejos ya viene la gangrena a las cinco de la tarde. a las cinco de la tarde. Trompa de lirio por las verdes Comenzaron los sones de bordón ingles a las cinco de la tarde. a las cinco de la tarde. Las campanas de arsénico y el Las heridas quemaban como soles humo a las cinco de la tarde, a las cinco de la tarde. y el gentío rompía las ventanas En las esquinas grupos de silencio a las cinco de la tarde. a las cinco de la tarde. A las cinco de la tarde. ¡Y el toro solo corazón arriba! ¡Ay, qué terribles cinco de la tarde! a las cinco de la tarde. ¡Eran las cinco en todos los relojes! Cuando el sudor de nieve fue ¡Eran las cinco en sombra de la llegando tarde! a las cinco de la tarde, rosa en el palco de la muerte aún viva, libre y por fuera sanguinaria y dura, Rafael Alberti fue un poeta andaluz pero de corza el corazón, cautiva. que vivió entre los años 1902 y 1996. Fue uno de los literatos españoles más Brindis, cristiana mora, a ti, volando, importante de la llamada Edad de cuervo mudo y sin ojos, la montera Plata de la literatura española, y del áureo espada que en el sol lidiando miembro de la Generación del 27 junto con otros grandes escritores y en la sombra, vendido, de puntillas, como Federico García Lorca, Pedro da su junco a la media luna fiera, Salinas o Vicente Aleixandre. y a la muerte su gracia, de rodillas.
Veloz, rayo de plata en campo de oro
Corrida de toros, Rafael Alberti nacido de la arena y suspendido, por un estambre, de la gloria, al toro, De sombra, sol y muerte, volandera grana zumbando, el ruedo gira herido mar sangriento de picas coronado, por un clarín de sangre azul torera. en Dolorosa grana convertido, centrar el ruedo manda, traspasado. Abanicos de aplausos, en bandadas, descienden, giradores, del tendido, Feria de cascabel y percalina, la ronda a coronar de los espadas. muerta la media luna gladiadora, de limón y naranja, remolina Se hace añicos el aire, y violento, un mar por media luna gris mandado de la muerte, girando, y los toreros, prende fuego a un farol que apaga el bajo una alegoría voladora viento. de palmas, abanicos y sombreros.
¡Buen caballito de los toros, vuela,
sin más jinete de oro y plata, al prado de tu gloria de azúcar y canela!
Cinco picas al monte, y cinco olas
sus lomos empinados convirtiendo en verbena de sangre y banderolas.
Carrusel de claveles y mantillas
de luna macarena y sol, bebiendo, de naranja y limón, las banderillas.
Blonda negra, partida por dos bandas,
de amor injerto en oro la cintura, presidenta del cielo y las barandas,