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Gabriel Jaime Gómez Padilla

Análisis: Partly Cloudy (2008)

Duración: 6’

Dirigido por: Peter Sohn

El cortometraje estadounidense Partly Cloudy (parcialmente nublado) cuenta la historia


de cómo los bebés llegan al mundo: primero son esculpidos por las nubes y luego son
repartidos por las cigüeñas. La trama gira en torno a una nube que tiene la labor de crear
a los animales más peligrosos y a la cigüeña que debe repartirlos, quien termina mordida
por un cocodrilo, golpeada por un carnero y pinchada por un puercoespín. Pero cuando se
da cuenta de que a continuación debe entregar un tiburón decide volar lejos aterrorizada.
Sintiéndose rechazada la nube desata una tormenta y rompe en llanto (que por supuesto
está representado en la lluvia). Sin embargo su cigüeña pronto regresa con la protección
suficiente para seguir llevando a cabo su peligrosa función.

La película inicia con una secuencia que le hace seguimiento a un grupo de cigüeñas que
hacen entrega a padres de diferentes especies sus respectivos bebés. Tal como indica
Marcel Martin (2002) la trayectoria, colocada al principio de un filme suele tener (como en
este caso) la función de introducir al espectador en el mundo que éste describe,
particularmente en Partly Cloudy nos presenta un universo que sigue la lógica del popular
cuento que explica la venida de los niños al mundo. A continuación seguimos a una de las
aves ya mencionadas que termina su recorrido y se dirige hacia las nubes. Un travelling
hacia adelante nos inserta entonces al mundo en que se desarrollará la acción, un espacio
nuevo que un plano general nos presenta donde se encuentra un grupo de nubes
visiblemente diferentes a las demás, pronto la trayectoria que venimos haciendo con la
cigüeña nos acerca para mostrarnos una parte del mito que desconocíamos: Nubes
humanoides esculpen a las crías para después darles vida y entregárselas a las aves que las
repartirán. El ambiente está lleno de alegría y vemos a las nubes jugando con los bebés,
una de ellas incluso le entrega a uno un balón y casco de fútbol americano antes de
mandarlo con la cigüeña.

El plano secuencia termina una vez se nos introduce a un personaje distinto a todos los
anteriores, una de las nubes como las que acabamos de conocer que a diferencia de ellas
se encuentra más cerca de la tierra y es mucho más oscura (tal como una nube previa a la
lluvia). Dicha nube tiene otra particularidad, en lugar de hacer bebés tiernos como
cachorros como sus congéneres, esculpe un cocodrilo bebé, quien demuestra justo al
nacer su agresividad mordiéndole un dedo.
Por corte vemos entonces a otro personaje en contrapicado (lo que nos pone
espacialmente junto a la nube), y lo seguimos hasta que llega junto al anterior
protagonista. Se trata de la cigüeña compañera de la nube, encargada de llevar los bebés
que ésta hace. En una corta secuencia de plano-contraplano vemos al ave y su reacción
frente al nuevo reto que tiene frente así y a la nube que espera lo mejor de la situación.
Un travelling hacia atrás cumple el papel de concluir la secuencia mientras que un fundido
encadenado sirve de transición temporal. Aunque el solo fundido ya deja claro que hay un
cambio en el tiempo, nos queda más claro con el cambio de color del cielo (pasando de
ser rosado-atardecer a azul-día). A partir de aquí se repite un par de veces más la misma
lógica donde la cigüeña recoge a una cría peligrosa, es atacada por esta y un fundido
encadenado nos lleva a otro día. Solo se le añade en un momento otro elemento a la
narración: por un momento la cámara sigue la mirada del ave que ve con ternura y un
tanto de ilusión a otra nube que juega con un cachorro, hasta que se percata de la
preocupación de la nube y sigue con su trabajo.

La última secuencia inicia entonces con uno de los anteriormente mencionados fundidos
encadenados y nos pone una vez más al final del día, cuando la cigüeña regresa con las
secuelas que le ha dejado su última entrega. Apenas la nube le muestra que se trata de un
gran tiburón su siguiente entrega el ave se altera en gran medida, algo que el movimiento
de cámara ayuda a afianzar, pues utiliza rápidos movimientos que siguen el ritmo de la
situación hasta que la compañera de la nube huye despavorida hacia la nube que hace dos
secuencias estaba mirando. Aquí se juega con lo que el espectador puede suponer del
momento, vemos a la cigüeña hablando a lo lejos con la otra nube, mientras que nuestra
otra protagonista rompe en llanto al ver que recibe una sábana igual a las que usan para
repartir bebés. La cámara empieza a cerrarse en su rostro bañado en lágrimas hasta que el
movimiento se detiene y vemos una pluma pasar frente a sus ojos. Se nos revela entonces
que lo que le dio la otra nube no era más que un equipo de protección de fútbol
americano tal como esa misma nube le hacía a un bebé al inicio del cortometraje.

Tras un abrazo de reconciliación y la prueba de la nueva protección con una anguila


eléctrica bebé (para lo que el equipo no sirve para nada en realidad) se nos despide con
un lento desplazamiento hacia atrás y un fundido a negro que marca el fin del corto.

Bibliografía:

Martin, Marcel (2002). El lenguaje del cine.

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