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RIESGOS FARMACOLÓGICOS

Entre los factores farmacológicos se incluyen la frecuencia, la gravedad y la


predicibilidad de las reacciones adversas; la relación entre éstas y la dosis, los
medios que permiten prevenirlas o tratarlas y la disponibilidad de tratamientos
alternativos. Por ejemplo, la anafilaxia por penicilina es rara, pero potencialmente
mortal, y algunas veces se puede evitar por medio de una anamnesis
farmacológica adecuada y realizando las pruebas cutáneas oportunas. Si aparece
una anafilaxis y el médico está preparado para ello, es posible establecer un
tratamiento apropiado. Por tanto, no se debería evitar la administración de
penicilina en la faringitis estreptocócica por temor a una reacción anafiláctica. Por
otro lado, la anemia aplásica debida al cloranfenicol también es mortal y
relativamente rara, pero a menudo resulta irreversible y no es previsible. Por tanto,
a pesar de que el cloranfenicol también es eficaz en el tratamiento de la faringitis
por estreptococos, existen alternativas más seguras y no está justificado su uso,
Sin embargo, en enfermedades graves como la meningitis por Haemophilus
influenzae existen pocos fármacos alternativos y puede estar justificado
administrar cloranfenicol.

También se debe conocer la eficacia de un fármaco, incluyendo la previsión de


una respuesta favorable, si el efecto es sintomático o curativo, la relación con la
dosis y la duración del efecto beneficioso. La leucemia linfoide aguda (o
linfoblástica) aguda en niños responde a una combinación agresiva de
quimioterápicos, y está justificada. Sin embargo, se discute el empleo de
quimioterapia agresiva en neoplasias como el carcinoma gástrico, puesto que la
respuesta es mala y la quimioterapia puede aumentar la morbilidad. El uso
racional de combinaciones de fármacos puede aumentar los beneficios y reducir
los riesgos. Por ejemplo, en el tratamiento de la hipertensión, el uso de un
diurético tiacídico con un bloqueador adrenérgico contrarresta la tendencia de éste
de producir retención de fluidos debido a la hipotensión, y el uso de potasio con
furosemida contrarresta la tendencia de la furosemida de producir excesiva
pérdida de potasio e hipocalemia.2

METABOLISMO

Muchos fármacos son transformados en el organismo debido a la acción de


enzimas.

Esta transformación puede consistir en la degradación; (oxidación, reducción o


hidrólisis), donde el fármaco pierde parte de su estructura, o en la síntesis de
nuevas sustancias con el fármaco como parte de la nueva molécula (conjugación).
El resultado de la biotransformación puede ser la inactivación completa o parcial
de los efectos del fármaco, el aumento o activación de los efectos, o el cambio por
nuevos efectos dependientes de las características de la sustancia sintetizada.

La farmacología estudia los mecanismos mediante los cuales se producen estas


transformaciones, los tejidos en que ocurre, la velocidad de estos procesos y los
efectos de las propias drogas y sus metabolitos sobre los mismos procesos
enzimáticos.

ABSORCIÓN

Para llegar a la circulación sanguínea el fármaco debe traspasar alguna barrera


dada por la vía de administración, que puede ser: cutánea, subcutánea,
respiratoria, oral, rectal, muscular, vía ótica, vía oftálmica, vía sublingual. O puede
ser inoculada directamente a la circulación por la vía intravenosa. La farmacología
estudia la concentración plasmática de un fármaco en relación con el tiempo
transcurrido para cada vía de administración y para cada concentración posible,
así como las distintas formas de uso de estas vías de administración.

EXCRECIÓN

Finalmente, el fármaco es eliminado del organismo por medio de algún órgano


excretor. Principalmente está el hígado y el riñón, pero también son importantes la
piel, las glándulas salivales y lagrimales. Cuando un fármaco es suficientemente
hidrosoluble, es derivado hacia la circulación sanguínea, por la cual llega a los
riñones y es eliminado por los mismos procesos de la formación de la orina:
filtración glomerular, secreción tubular y reabsorción tubular. Si el fármaco, por el
contrario, es liposoluble o de tamaño demasiado grande para atravesar los
capilares renales, es excretada en la bilis, llegando al intestino grueso donde
puede sufrir de la recirculación enterohepática, o bien ser eliminado en las heces.

La farmacología estudia la forma y velocidad de depuración de los fármacos y sus


metabolitos por los distintos órganos excretores, en relación con las
concentraciones plasmáticas del fármaco.

El efecto de los fármacos, después de su administración, depende de la


variabilidad en la absorción, distribución, metabolismo y excreción.

Para que el fármaco alcance su sitio de acción, han de considerarse los siguientes
factores:
 Tasa y grado de absorción a partir del sitio de aplicación.
 Tasa y grado de distribución en los líquidos y tejidos corporales.
 Tasa de biotransformación a metabolitos activos o inactivos.
 Tasa de excreción.

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