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Periodista
Si eres mujer y vives en el Perú, hay más probabilidades de que tu padre te muela a
palos porque te encontró haciendo el amor con tu enamorado. Le ocurrió el 5 de febrero
a una pobre adolescente que terminó en un hospital y le puede ocurrir a cualquier otra,
mientras se siga considerando que la iniciación sexual vuelve a las chicas putas y a los
chicos héroes.
Si eres mujer, vives en el Perú y tu marido se largó con otra sin tomarse el trabajo de
haberse divorciado de ti, pues él podrá rehacer su vida y tener los hijos que quiera con
su nueva pareja y podrá inscribirlos como fruto de su nueva unión sin ningún problema.
Pero tú no, porque la ley indica que mientras exista el vínculo del matrimonio los hijos
que tú tengas con tu nueva pareja son de tu marido (no importa si se largó), y para que
el padre biológico los reconozca te espera un enmarañado proceso legal.
Si eres mujer, vives en el Perú y te vas presa, te tengo una mala noticia: no recibirás
visitas conyugales. Si bien el Estado reconoce que es un derecho de toda persona
privada de su libertad, resulta que en el penal de Lurigancho los presos sí reciben en
venusterios a sus esposas, pero en las cárceles de mujeres, las visitas íntimas no se
autorizan y las chicas se quedan con las ganas.
Si eres mujer y vives en el Perú, escoge a nueve mujeres y míralas a los ojos: seis de
ellas sufrirán violencia psicológica y por lo menos dos serán víctimas de violencia física
sistemática por parte de su pareja.
Si eres mujer, vives en el Perú y trabajas fuera de tu hogar, no importa cuán buena seas,
lo más probable es que tu sueldo sea un tercio menor que el de cualquier hombre que
realiza la misma labor que tú.
Si eres mujer, vives en el Perú y entran a robar tu casa, rezarás para que no te violen. Si
el taxi toma una ruta rara, rezarás para que no te violen. Si te trepan a un auto para sacar
plata de tus tarjetas, rezarás para que no te violen. Y si se suben al bus interprovincial en
el que viajas para asaltar a los pasajeros, rezarás para que no seas tú la elegida para el
banqueteo sexual.