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PRESUPUESTOS

DE LOS CONCURSOS

ESTADO DE
CESACIÓN DE PAGOS

GALEANO, JULIETA
OLIVIERI, NAREL

1
INTRODUCCIÓN

Cuando el deudor se encuentra imposibilitado de manera general de pagar y ello


aparece como permanente, y si dicha situación es recibida y reconocida por un juez
competente, se abre algún procedimiento concursal. Se está, entonces, frente a un conflicto de
carácter colectivo en el que se aplicarán criterios de justicia distributiva. Es decir, los
acreedores percibirán sus acreencias bajo un régimen de igualdad, sin prioridades temporales
pero si legales (preferencias y privilegios). De esta manera, debido a la escasez evidenciada,
por la falta de medios suficientes para pagar todo a todos, los créditos se percibirán bajo la
regla de la proporción, y los acreedores no podrán agredir individualmente el patrimonio de su
deudor común, y se deberán incorporar, si se les reconoce la existencia y legitimidad de sus
acreencias, a la llamada colectividad de acreedores.
Esta situación que se crea cuando el deudor está cesante en sus pagos, y que
contempla el derecho concursal, indica que el fundamento del concurso no es el incumplimiento
del deudor sino la insolvencia.
El derecho concursal se encuentra materializado en la Ley Concursal 24522 sancionada
en 1995, que contempla los institutos sustanciales y procesales que gobiernan el conflicto que
encuentra fundamento, no en el incumplimiento, sino en la insolvencia.

El régimen concursal se aplica a un sujeto concursable que se encuentra en una


determinada situación económica y financiera, llamada estado de cesación de pagos, y que se
somete a un juez competente.
Entonces, las soluciones concursales son posibles en la medida que se den los
siguientes presupuestos:
 Presupuesto objetivo: el estado de cesación de pagos.
 Presupuesto subjetivo: sujeto concursable.
 El juez competente.

En el presente trabajo desarrollaremos el presupuesto objetivo: “el estado de cesación


de pagos”.

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DESARROLLO

La cesación de pagos es uno de los presupuestos de fondo para la apertura de los


concursos judiciales dispuesto en la primera parte del artículo 1º de la ley 24522.

ARTÍCULO 1°.- Cesación de pagos. El estado de cesación de pagos, cualquiera sea su


causa y la naturaleza de las obligaciones a las que afecto, es presupuesto para la apertura de
los concursos regulados en esta ley, sin perjuicio de lo dispuesto por los artículos 66 y 69.

Este concepto debe entenderse en el sentido que le da el artículo 78 de la ley de


concursos y quiebras (LCQ), es decir, el estado de impotencia patrimonial del deudor
imposibilitado de cumplir regularmente sus obligaciones, cualquiera sea el carácter de ellas y
las causas que lo generan.
1.1. Debe tener carácter actual, general y definitivo, y por eso corresponde
distinguirla de la ocasional suspensión de pagos, que puede responder a una dificultad
transitoria que el deudor pudo superar.
1.2. Cumplimiento regular de una obligación es el pago íntegro, efectuado a su
vencimiento, con la especie debida, a todos los acreedores y con los medios normales.
Esto es, concurriendo “en cuanto a las personas, objeto, modo y tiempo todos los
requisitos para que el pago sea válido” (doctrina del Código Civil).
Puede ocurrir que un deudor pague con entrega de mercaderías o acudiendo a medios
ruinosos, y sin embargo se encuentre en cesación de pagos.
1.3. Las definiciones de carácter general se originan en el derecho francés; en el
sistema anglosajón se prefiere enunciar los “Acts of Bankruptcy”.

Teorías sobre el origen

Para explicar qué es la cesación de pagos se desarrollan tres teorías:


a) La materialista, para la que basta un solo incumplimiento de cualquier
naturaleza para estimar que un sujeto se encuentra en estado de cesación de pagos.
b) La intermedia, según la cual el incumplimiento es condición necesaria pero no
suficiente, ya que debe ser apreciado en relación con otros hechos reveladores.
c) La amplia, por la cual el incumplimiento de una obligación no es condición
necesaria, pues puede surgir de otros hechos que la exterioricen, y que el juez debe evaluar.
La legislación argentina desde la ley 11719 (sancionada el 27 de septiembre de 1933)
adoptó el criterio de la tesis amplia, en cuanto explica el estado de cesación de pagos, no como
uno o varios incumplimientos ni tampoco como el retardo o mora en las obligaciones, sino
como un complejo estado respecto del cual los incumplimientos, los retardos y otras
circunstancias de hecho son meros síntomas que permiten diagnosticarlo.

Diferencias con la insolvencia

Buena parte de la doctrina especializada considera equivalente este concepto con el de


insolvencia.
En sentido contrario, se sostiene que la insolvencia consiste en un déficit cuantitativo y
un desequilibrio aritmético entre le activo y el pasivo del deudor, que puede existir sin quiebra,
pero que ésta la hace presumir.

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De tal modo, liquidado el patrimonio no habrá posibilidad de pago total, pues siempre
quedará un saldo insoluto.
La cesación de pagos, en cambio, no responde necesariamente a tal desequilibrio, sino
a cualquier otra causa, como una situación de iliquidez financiera, que impida al deudor cumplir
regularmente con sus obligaciones pecuniarias.
La cesación de pagos no supone un pasivo superior al activo, de modo que la
liquidación de los bienes de la masa puede producir fondos suficientes para cancelar todo el
pasivo, incluso los intereses suspendidos (art. 228 LCQ).
En tal caso se produce una conclusión del estado de quiebra que hace cesar también
los efectos de la ineficacia concursal, y de las responsabilidades patrimoniales ya que no existe
perjuicio para los acreedores.

Los hechos reveladores

Los hechos a través de los cuales se exterioriza la cesación de pagos, o sea los hechos
“reveladores” de la situación, se enuncian en el artículo 79: 1) Reconocimiento judicial o
extrajudicial del mismo, efectuado por el deudor; 2) Mora en el cumplimiento de una obligación;
3) Ocultación o ausencia del deudor o de los administradores de la sociedad, en su caso, sin
dejar representante con facultades y medios suficientes para cumplir sus obligaciones; 4)
Clausura de la sede de la administración o del establecimiento donde el deudor desarrolle su
actividad; 5) Venta a precio vil, ocultación o entrega de bienes en pago; 6) Revocación judicial
de actos realizados en fraude de los acreedores; 7) Cualquier medio ruinoso o fraudulento
empleado para obtener recursos.
Este artículo no es taxativo, sino enunciativo, pues pueden existir otros hechos
reveladores de la cesación de pagos, como la clausura de una cuenta bancaria o el suicidio del
deudor.
La determinación de su fecha inicial está reglada en el artículo 117: “Dentro de los
TREINTA (30) días posteriores a la presentación del informe general, los interesados pueden
observar la fecha inicial del estado de cesación de pagos propuesta por el síndico”.

El estado de cesación de pagos

El estado de cesación de pagos no significa que debe existir una insuficiencia o déficit
del activo frente al pasivo, pues esto conduciría a sustituir la formula doctrinaria de la cesación
de pagos por el desequilibrio aritmético entre ambos elementos patrimoniales. La demostración
de la cesación de pagos no es un hecho (incumplimiento), sino un estado del patrimonio.
(CNCom., Sala B, 16/3/1994, “Cía. Embotelladora Argentina S.A. s/quiebra s/inc. impug.
Informe”).
El mero incumplimiento no evidencia una cesación de pagos como estado patrimonial;
la ley de concursos, al suministrar hechos reveladores hace un esfuerzo de concretizar objetiva
y tangiblemente lo que es un estado, apreciando el juez si tales signos se dan o no, y en su
caso, el alcance que tienen dentro del contexto global y sumario que conforma el marco
apreciativo de la legislación concursal.(CNCom., Sala B, 16/3/1994, “Cía. Embotelladora
Argentina S.A. s/quiebra s/inc. impug. Informe”).
El criterio para justipreciar la existencia de la cesación de pagos no podrá ser
exclusivamente contable ni tampoco meramente jurídico. Tal estado no debe consistir en un
desequilibrio momentáneo, subsanable mediante la productividad o el crédito que goza el

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comerciante, sino en una insolvencia general y definitiva con carácter de estabilidad. (CNCom.,
Sala B, 16/3/1994, “Cía. Embotelladora Argentina S.A. s/quiebra s/inc. impug. Informe”).
Sobre el estado de cesación de pagos nuestra ley positiva actual recoge para definirlo el
llamado concepto amplio y atiende no necesariamente a que existan obligaciones exigibles
impagas, sino a la situación empresarial en su conjunto, de cuya evolución normal
necesariamente devendrá la imposibilidad de afrontar en forma regular las obligaciones ya
contraídas en razón del desequilibrio ínsito de la situación patrimonial, que revele ser
permanente, estable e incapaz de ser saneado por las vías normales concretas al alcance de la
empresa aun cuando la manifestación de tal estado se prevea y en realidad suceda en un
período ulterior. (Dictamen del fiscal de Cámara, CNCom., Sala A, 29/4/1983, “Miguel Ángel
Canelli S.A. s/quiebra”).
La efectiva cesación de pagos solo puede resultar de la exhibición de títulos que
constituyen un crédito líquido y exigible, o eventualmente de la oportuna intimación judicial o de
la sentencia firme que condene a la deudora a hacer efectivo su importe.
La existencia de una obligación de hacer, no es título que reúne las características
recordadas, en tanto no se traduzca en una obligación de dar sumas de dinero. (CNCom., Sala
C, 20/3/1984, “González, Manuel s/pedido de concurso”).
La cesación de pagos constituye un estado patrimonial caracterizado por la
imposibilidad de afrontar los compromisos que lo gravan. Este estado de hecho suele
comenzar con una serie de actos de significado ambiguo, pero que con el transcurso del tiempo
se acentúan y revelan el desequilibrio patrimonial del deudor. (Sala D, 23/9/1994, “Arrighi,
Norberto s/quiebra”; Sala E, 24/10/1995, “Cía. Técnica instrumentación y montaje S.A.
s/quiebra”; Sala A, 9/11/1995, “SaiWelbers Ltda. s/quiebra s/inc. de determinación de la fecha
de cesación de pagos”).
La insolvencia se manifiesta por hechos reveladores de donde se sigue que, en el
momento de acaecer alguno de tales hechos se habrá producido la cesación del deudor.
Y dentro del elenco legal, no puede negarse la trascendencia de la mora en el
cumplimiento de las obligaciones. (CNCom., Sala B, 11/9/1987, “Molina Villa de Rosario S.A.
s/quiebra”).

Efectos sobre el patrimonio

La cesación de pagos es un estado que afecta a un sujeto en todo su patrimonio: bienes


y deudas. Por ello se expresa como universalidad tanto en sentido sustancial como procesal.

El “estado” de cesación de pagos en la terminología legal

Si bien la cesación de pagos es considerada por la LCQ como un estado que comienza
en una fecha a determinar en el concurso, la terminología utilizada en su articulado no es
uniforme.
Según resulta del siguiente análisis comparativo, se la toma en forma indistinta como
una época, un estado o una fecha en sí misma:
Art. 1: “estado de cesación de pagos”.
Art. 11, inc. 2): “época en que se produjo la cesación de pagos”.
Art. 39, inc. 6): “época en que se produjo la cesación de pagos”.
Art. 66: “estado de cesación de pagos”.
Art. 78: “estado de cesación de pagos”.
Art. 115: “fecha de cesación de pagos”.
Art. 116: “fecha de iniciación de la cesación de pagos”.
Art. 117: “determinación de su fecha inicial”.

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Art. 169: “fecha de iniciación del estado de cesación de pagos”.
Art. 235: “desde la fecha de la cesación de pagos”.

Concursos sin cesación de pagos

Pueden darse estos casos en los supuestos de los artículos 4, 66, 68, 69, 160 y 161, a
saber:
a) En el concurso de agrupamientos es suficiente que uno de sus integrantes se
encuentre en dicho estado (art. 66).
b) No se requiere que lo esté el garante que se concursa conforme al artículo 68.
c) Para el acuerdo preventivo extrajudicial, no es necesaria la cesación de pagos del
deudor: basta que tuviere dificultades económicas o financieras de carácter general
(art. 69).
Por lo tanto, si sobreviniera la quiebra por incumplimiento de tal acuerdo, ésta no
tendría como antecedentes la cesación de pagos.
d) La extensión de la quiebra, prevista a partir del artículo 160, no requiere la cesación
de pagos del sujeto alcanzado por esta medida, y por lo tanto, según el artículo 169,
para el caso de masa única se le debe fijar una fecha que, por no ajustarse a los
hechos, se la suele denominar como “ficta”.

Remisiones

El tema de la cesación de pagos se complementa con su propuesta por el síndico


art.39, inc. 6: “Treinta (30) días después de presentado el informe individual de los créditos, el
síndico debe presentar un informe general, el que contiene (…) la expresión de la época en
que se produjo la cesación de pagos, hechos y circunstancias que fundamenten el dictamen”,
los “hechos reveladores” (art. 79) y el procedimiento para fijarla judicialmente (art. 117).

6
CONCLUSIONES

Concluyo el presente trabajo estableciendo que el estado de cesación de pagos es una


de las condiciones necesarias para que exista un concurso preventivo por ello se lo reconoce
como uno de los presupuestos de los concursos.
Este presupuesto es un concepto económico que se refiere a un estado interno del
deudor en el que no puede hacer frente a la totalidad de sus obligaciones con los recursos
ordinarios y habituales.
El estado de cesión de pagos es presupuesto objetivo tanto del concurso preventivo
como de la quiebra.
Es el juez quien va a determinar si existe o no estado de cesación de pagos. En el caso
del concurso preventivo es suficiente prueba para determinar que existe tal impotencia
patrimonial la declaración del deudor de que se encuentra imposibilitado de pagar sus
obligaciones con los recursos ordinarios y habituales mientras que en la quiebra son los
acreedores los que deben brindarle pruebas al juez para que compruebe que el deudor se
encuentra cesante en el pago de sus obligaciones.

GALEANO, JULIETA

Para concluir con este trabajo, me parece conveniente remarcar que el estado de
cesación de pagos –presupuesto objetivo del régimen concursal- puede interpretarse como el
estado de impotencia patrimonial del deudor, para poder hacer frente a todas sus obligaciones
o deudas.
Esta situación, debe tener el carácter de permanente y general, para poder ser
considerada como tal. Esto es, que no se trate de hechos pasajeros o momentáneos.
Entonces, la simple mora del deudor en sus pagos, no es demostrativa, por si misma,
del estado de cesación de pagos. La jurisprudencia admitió la cesación de pagos fundada en la
insuficiencia del activo frente al pasivo, la inexistencia de recursos para asegurar el pago de
todas las obligaciones, sin tener la posibilidad de mejorar esta situación, todo sin que se dé,
solamente, el incumplimiento material del pago. Los retardos en el cumplimiento de sus
obligaciones, son síntomas que permitirían diagnosticar la posible impotencia del deudor.
A todo lo dicho, es importante destacar que, quien decidirá si es procedente o no el
estado de cesación de pagos del deudor, va a ser el juez competente.

OLIVIERI, NAREL

7
BIBLIOGRAFÍA

 “Concursos y Quiebras” de Eduardo M. Favier- Dubois. Editorial Errepar. 3ª edición.


 “Concursos y Quiebras” de Carlos Ferrario y colaboradores. Editorial Errepar.

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