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3.1. Introducción
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5
Ver Buch López, Ernesto: Del Santiago colonial, Ed. ROS, Santiago de Cuba, 1944, p.35.
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Esta etapa abarca las dos siguientes centurias en el desarrollo del núcleo
urbano santiaguero, siglo XVII y XVIII. En esta etapa la ciudad pierde su
condición de capital insular y el desarrollo es notablemente lento,
sustentado esencialmente en el contrabando, la explotación de las minas
del Cobre y la ganadería. En la segunda mitad del siglo XVII se edificó un
sistema defensivo para la protección del enclave, 6 comenzó el lento proceso
de compactación de las manzanas existentes y se extendió la ciudad en sus
dos ejes cardinales de crecimiento. Estos procesos están asociados al
aumento de la población del lugar así como a la fundación de ingenios y
vegas de tabaco propiciados por el tráfico ilegal de bozales hacia la
jurisdicción.7 Los sismos y huracanes frecuentes afectaban las
construcciones de cal y canto y las viviendas de embarrado. Las
edificaciones eran de un solo nivel y fundamentalmente de plantas
compactas según el plano de 1669. (Ver Gráfico 3.2 b).
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Buch López, Ernesto: Santiago de Cuba, ciudad de heroísmo y de leyenda, Ed. Lex, La
Habana, 1947, pp. 26 – 27.
9
Ver Bacardí y Moreau, Emilio: Ob. cit., Tomo I, p. 257.
10
Mateizán, Roberto: Ob. cit., pp. 286-287.
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Este incremento fue tan rápido que para 1811 los habitantes de la
jurisdicción eran ya 30 000. 13 La causa fundamental del desarrollo
constatado radicó en los flujos inmigratorios franceses que tuvieron lugar a
lo largo del siglo, desde la etapa de la Revolución franco-haitiana de Saint-
11
Se toma el término desruralización, asimilado por Maria Elena Orozco en su
investigación doctoral, por describir efectivamente el proceso que tiene lugar en el
núcleo urbano santiaguero en el período que se trata. Ver Orozco Melgar, Maria Elena: La
desruralización en Santiago de Cuba: Génesis de una ciudad moderna (1788-1868), Tesis
presentada en opción al grado científico de Doctor en Ciencias del Arte, Universidad de
Oriente, Facultad de Ciencias Sociales y Humanísticas, Santiago de Cuba, 1994.
12
Pezuela, Jacobo de la: Diccionario geográfico estadístico, histórico de la isla de Cuba,
Tomos II, Imprenta del Establecimiento de Mellado, Madrid, 1863, p. 180.
13
Ver Bacardí y Moreau, Emilio: Crónicas de Santiago de Cuba, Tomo II, Tipografía de
Carbonell y Esteva, Rambla de Cataluña, Núm. 118, Barcelona, España, 1909, p. 75.
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La ciudad heredada del XVIII contaba en ese momento con cerca de 120
manzanas bien delimitadas y algunas en formación en las zonas periféricas.
Las calles y caminos de acceso al recinto urbanizado se encontraban en
muy mal estado, no existía alcantarillado y los procesos de erosión les
hacían prácticamente intransitables. En la primera mitad del siglo XIX se
alcanzó el límite actual con la bahía, (ver Gráfico 3.1), mediante el relleno
paulatino de zonas colindantes al mar y el cegado de áreas pantanosas. En
esta porción, conocida como Barrio de la Marina, se instalaron inicialmente
los inmigrantes franceses.
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Se plantean cuatro flujos inmigratorios franceses; el primero tienen lugar en el período
de 188-1808 a raíz de la Revolución de Saint-Domingue, el segundo corresponde al
retorno de los inmigrantes franceses expulsados hacia territorios de los EE. UU. y el
Caribe, tiene lugar a partir de 1813. Los dos últimos flujos ocurren directamente desde
Francia y se asocian con la reanimación de las relaciones políticas con España y la
búsqueda de nuevos capitales, los mismos tienen lugar en la etapa que media entre 1818
y 1868. Ver Cruz Ríos, Laura: Flujos inmigratorios franceses a Santiago de Cuba (1800
-1868), Ed. Oriente, Santiago de Cuba, 2006.
15
Ver Fleitas Monnar, María Teresa: “El puerto de Santiago de Cuba a fines del siglo XIX: la
utopía de su modernización, en Memorias, Santiago de Cuba, Año 2, Nº. 2, Ediciones
Alqueza y Santiago, Oficina del Conservador de la Ciudad, Santiago de Cuba, 2005, p. 63.
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Buch López, Ernesto: Ob. cit., p. 18.
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17
Ver Duharte Jiménez, Rafael y Elizabeth Recio Lovaina: Santiago de Cuba siglo XX,
cronistas y viajeros miran la ciudad, Ed. Oriente, Santiago de Cuba, 2005, p. 50.
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Así arribó el centro histórico urbano a la segunda mitad del siglo XX, con
seis barrios bien delimitados, 19 manzanas compactadas, calles
definitivamente conformadas y una marcada diversidad estilística y
temática en sus edificaciones. En la década de 1960, con el triunfo
revolucionario de 1959, apareció el primer Plan Director para la ciudad y su
entorno inmediato. El desarrollo económico impulsado por el gobierno
revolucionario, unido al crecimiento urbano, perfiló en la ciudad zonas de
carácter industrial, de comercio, de marcada centralidad y de hábitat. Los
18
San Martín Odria, José R.: Memoria de las obras realizadas por la Comisión de Fomento
Nacional durante el gobierno del Dr. Ramón Grau San Martín, /s.e. /, Cuba, (1944-1948),
p. 47.
19
Según plano de Luis Martínez Vidaud (1960) la ciudad histórica se compone de los
barrios: Aguilera, Bravo, Castillo Duany, Leyte Vidal, Maceo y Moncada. Ver López
Rodríguez, Omar: La cartografía de Santiago de Cuba, una fuente inagotable, Oficina del
Conservador de la Ciudad de Santiago de Cuba y Junta de Andalucía, Consejería de Obras
Públicas y Transportes, Sevilla, 2005, plano anexo Nº 25.
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Ver López Rodríguez, Omar: Santiago de Cuba: tres tiempos y una imagen, Colección
Santiago de Cuba, Ed. Publicigraf, Santiago de Cuba, 1994, pp. 42-47.
21
Ver Ibídem, p. 45.
22
Ver Rodríguez Valdés, Roberto y otros: Apuntes sobre la arquitectura santiaguera, Ed.
Forum-UNESCO, Universidad Politécnica de Valencia, España. 1995, p. 58.
23
Ver Rodríguez Romeo, Miguel A. y Alejandro Botín Morales: “Análisis de la arquitectura de
la década de los `90 en la ciudad de Santiago de Cuba”, Trabajo de Diploma, Tutor: Arq.
Roberto Rodríguez Valdés, Universidad de Oriente, Santiago de Cuba, 2000, p. 56.
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López Arias, Elsi María: “Comportamiento de las lesiones y estado actual de las viviendas
coloniales en el centro histórico de Santiago de Cuba”, Tesis presentada en opción al
grado científico de Doctor en Ciencias Técnicas, Universidad de Oriente, Santiago de
Cuba, 2004, p. 37.
25
PERCHU: Plan Especial de Revitalización del Centro histórico Urbano. Este plan,
amparado en el marco legal del decreto 204 aprobado por el consejo de Estado y de
ministros, persigue como objetivo esencial la protección y regulación del conjunto de
elementos de interés cultural, arquitectónico, patrimonial e histórico que conforman el
centro histórico urbano de Santiago de Cuba. Ver Normativas Urbanísticas del PERCHU,
Maqueta de la Ciudad, Oficina del conservador de la Ciudad de Santiago de Cuba,
Documento Inédito, 2007.
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CATEGOR VARIAB
INFLUENCIAS
ÍAS LES
Temperatura y eventos lluviosos influyeron en la
configuración arquitectónica —techos inclinados,
articulación de plantas, puntales y fenestración,
disposición yuxtapuesta de los lotes, patios
Clima
interiores—, así como en urbana —erosión, desvío
de vías para canalizar flujos pluviales, estrechez
de calles para aprovechar el sombreado,
sedimentación en zonas bajas.
Determina Vínculos visuales con el paisaje contextual de la
ntes físico- ciudad, calles de pendientes acusadas,
naturales Topogra escalinatas, corredores y pretorios como
fía mecanismos de adaptación de la arquitectura,
deformación del trazado rectilíneo de las vías,
puntos de miradores naturales.
Renovación arquitectónica y búsqueda de técnicas
Activida y materiales resistentes al sismo, retardo del
d crecimiento urbano por daños a la arquitectura y
sísmica pánico en la población, limitación del crecimiento
en altura de las edificaciones.
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CATEGOR VARIAB
INFLUENCIAS
ÍAS LES
Explotación agrícola, ganadera, minera y comercio
ilícito, revertidos en prosperidad de la nobleza
Econom criolla, condicionan arquitectura de la ciudad,
ía desarrollo de la industria del ron, zonas de
desarrollo industrial provocan extensión de la
ciudad.
Asentamientos inmigratorios provocan
crecimiento urbano, surgimiento de nuevas
edificaciones y transformación cultural, formación
Determina
de identidad local, influencias del mando
ntes Socieda
eclesiástico en la organización de la ciudad:
sociocultur d
construcciones religiosas, educativas y de
ales
beneficencia. Eventos históricos-culturales
asociados a inmuebles y ambientes específicos
fomenta el surgimiento de hitos urbanos.
Carencia de normativas urbanas —procesos de
configuración espontánea de la ciudad—, control
Normati eventual a través de bandos: para continuar
vas calles, derribar edificios ruinosos, eliminar
malezas, construir aceras o recoger basuras, los
planes y
Crecimiento, cantidad y densidad poblacional
influyen en procesos de compactación de las
Dimensi manzanas, en configuración de arterias
ón principales y en deterioro de edificaciones por
sobrecarga de habitantes. Tamaños de manzanas
y lotificación caracterizan el esquema urbano.
Determina Las calles y su trazado definen visuales
ntes paisajísticas, propicia eventos urbanos singulares:
urbanas Trama callejones, callejas, discontinuidad vial o inflexión
y determina el carácter reticular de la
urbanización.
Compacidad de la ciudad y homogeneidad de la
Granula trama conforma espacios urbanos confinados y de
do perspectivas cerradas. Del mismo modo las vistas
panorámicas revelan texturas tupidas y variadas.
Fuente: Tabla elaborada por el autor, 2007.
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Para la selección de la muestra se emplearon dos variantes: la propuesta por el Harvard
College, que toma como base la tabla elaborada por Tagliecieri para establecer el número
de elementos a incluir en una muestra cuyo universo se considera infinito. En este caso
para una seguridad del 90 % y contemplando un límite de error de un 10 %, los
elementos a muestrear son 225 personas. La segunda variante para el cálculo de la
muestra se apoya en el empleo de un programa de computación denominado MUESTRA,
utilizado ampliamente en disímiles estudios vinculado a las investigaciones sociales
desarrolladas por el ICRT (Instituto Cubano de Radio y Televisión). De este modo para una
población infinita, un error de 5 % y un 95 % de confianza la muestra válida se compone
de 395 elementos.
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Hasta esta posición, considerando el valor medio de la distribución de frecuencia (174.4)
y el valor calculado de la desviación estándar (231.88), la selección de la octava
categoría corresponde a más del 68 % de las observaciones. Los cálculos de frecuencia
media y desviación estándar referidos a la encuesta procesada son resultado del trabajo
de especialistas del Departamento de Estadística del Centro Provincial de Higiene y
Epidemiología en Santiago de Cuba, año 2007.
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Hasta este lugar, teniendo en cuenta el valor medio de la distribución de frecuencia
(28.22) y el valor calculado de la desviación estándar (55.03), la selección de la
decimocuarta categoría corresponde a más del 68 % de las observaciones.
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Fuente: Tabla elaborada por el autor a partir del procesamiento de resultados de las
encuestas y entrevistas, 2007.
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Ver “La ciudad histórica de Santiago de Cuba, patrimonio cultural y problemática
urbanística”, Diagnóstico Urbanístico del Plan Maestro de Revitalización de la Ciudad
Histórica de Santiago de Cuba, Consejería de Obras Públicas y Transportes de la Junta de
Andalucía y Oficina del Conservador de la Ciudad de Santiago de Cuba, 2002.
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El análisis de los miradores asociados a las calles (ver Gráfico 3.11), revela
el vínculo de estos eventos con los puntos de mayor altitud en la ciudad,
principalmente con las arterias orientadas en dirección Este-Oeste. En cada
caso se registra una percepción completa del trayecto vial y sus
intersecciones a la vez que se reconocen en las visuales panorámicas (60º-
90º de apertura) texturas heterogéneas y tupidas resultantes de la
superposición de volúmenes escalonados, de focos de vegetación dispersos
y de las líneas entrecruzadas del tendido eléctrico. Se constata igualmente
una amplia gama de matices cromáticos, predominantemente rojizos
(techos de tejas cerámicas) y una reiterada presencia de las montañas y el
mar (bahía) como paisaje de trasfondo.
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