Las personas tienen necesidades fundamentales como seres humanos como lo es
una voz en las decisiones que afectan a nuestras vidas, bienestar material como comida techo y educación, seguridad y protección ante la violencia y la discriminación y reconocimiento y respeto como personas y como comunidad. Para satisfacer estas necesidades las personas crean gobiernos en los que delegan poderes que deben ejercerse para el bien común, el problema es que los gobiernos también necesitan poderes para ejercer sus funciones ya que el poder sin límites llega a desembocar en corrupción, dictadura y opresión. Igual que un partido de futbol necesita reglas y un árbitro, una democracia necesita tener normas que todos deben respetar las cuales se establecen en la constitución. La constitución es una ley, pero no una ley cualquiera, la constitución es una ley suprema que establece, organiza y faculta al gobierno y determina como se hacen y se ejecutan las demás leyes y es más difícil de cambiar que las demás leyes para que los demás no puedan cambiar las leyes a su gusto. La constitución le pone freno a la fuerza y al poder del estado y asegura que el pueblo sea el que lleve las riendas. Así pues, la constitución organiza y limita al mismo tiempo el poder de varias maneras. Una forma es dividiendo el poder entre distintas instituciones por ejemplo compartiendo funciones entre un presidente y un primer ministro o entre dos cámaras legislativas o entre distintos niveles de gobierno como el nivel nacional, los niveles regionales, estatales o provincial y el nivel local; La constitución define los poderes de estas instituciones y regulan las relaciones entre ellas, también garantiza la rotación del poder, un año podemos votar por un candidato o partido pero después de un tiempo se acaba su mandato y se tiene la posibilidad de elegir a otro distinto. Las constituciones no solo protegen a la mayoría, puede haber disposiciones especiales para minorías y grupos marginalizados en relación a su seguridad y participación en el gobierno y a la protección de su identidad y cultura. La mayoría de las constituciones también fomentan un sentimiento de pertenencia nacional, promueven la unidad nacional y expresan y declaran la identidad de la nación y su pueblo. La constitución anuncia a los ciudadanos, al propio gobierno y al mundo exterior que es la nación, cuáles son sus valores, de donde procede y cuál es su visión de futuro. Una buena constitución solo es el paso en el camino hacia una sociedad pacifica, prospera y democrática, pero es un paso fundamental al establecer las reglas por las que se debe regir el gobierno una buena constitución ayuda a que las aspiraciones democráticas del pueblo puedan ser y sigan siendo una realidad.