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C-15495-2013

Foja: 1

FOJA: 274 .- .-

NOMENCLATURA : 1. [40]Sentencia
JUZGADO : 18 º Juzgado Civil de Santiago
CAUSA ROL : C-15495-2013
CARATULADO : PINTO / HOSPITAL CLINICO SAN BORJA
ARRIARAN

Santiago, veintid ós de Febrero de dos mil dieciocho

VISTOS:

A fojas 65 y 150 don Julio Enrique Pinto Góngora, empleado, domiciliado en calle General
Ordoñez N°223, comuna de Maipú, deduce demanda de indemnización de perjuicios por
Responsabilidad del Estado por Falta de Servicio en contra del Hospital San Borja Arriarán,
representada legalmente por don Patricio Vera Cáceres, médico, en su calidad de Director del
Hospital Clínico, ambos con domicilio en Avenida Santa Rosa N°1234, comuna de Santiago.

Funda su demanda en que a mediados del año 2010, comenzó a tratarse en el Centro de
Referencia de Salud (CRS) de Maipú por problemas a la columna por hernias y discopatías
degenerativas, adoptándose en dicho proceso la decisión de someterlo a una intervención quirúrgica
para operar su columna de las mencionadas aflicciones. Es así, que con fecha 28 de noviembre de
2011 ingresó al Hospital San Borja Arriarán siendo operado el mismo día, asignándosele la ficha
clínica N°1134733.

Agrega que al día siguiente de su operación, fue trasladado sin mayor información desde el
5° al 7° piso de dicha institución, lo cual se realizó por haberse contagiado en dicho centro
hospitalario con los agentes patógenos Bacteria Clostridium x2 y PRC C Difficile, del cual no tuvo
conocimiento sino después de varios días posteriores al procedimiento operatorio.

Dice que el día 30 de noviembre de 2011 fue dado de alta sin recibir información médica
que le señalara el tratamiento a seguir en caso de contagio indicándole que solo debe seguir un
“régimen común” recetándosele medicamentos para la mitigación de efectos propios de ese tipo de
intervenciones quirúrgicas por lo cual asumió que todo el procedimiento operatorio había resultado
sin complicación.

Refiere que una vez en su domicilio, con fecha 02 de diciembre de 2011, comenzó a sufrir
un dolor abdominal con una colitis explosiva, lo que le generó una deshidratación, debiendo asistir
de Urgencia al CRS de Maipú en varias ocasiones donde solo le aplicaron suero fisiológico y
derivándolo a su hogar a pesar de sus temores. Expone que en razón de lo anterior, asistió
directamente al Hospital San Borja en busca de atención para aliviar su calvario, lugar donde no fue
atendido señalándole que debía acudir al CRS respectivo.
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Sostiene que, al no obtener mejoría en sus numerosas atenciones en el CRS de Maipú,


acudió a un gastroenterólogo particular quien le señaló que debía hospitalizarse de urgencia, razón
por la cual con fecha 03 de enero de 2012 acudió al Hospital J.J Aguirre, con diagnóstico grave, en
donde el informe médico emitido con fecha 16 de marzo del mismo año se indicó “…se encuentra
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un paciente en malas condiciones generales, deshidratado, con insuficiencia renal, hipokalemia y
parámetros inflamatorios elevados. Es visto por el suscrito, diagnosticando además un absceso
anorrectal”. Explica que por lo anterior debió ser hospitalizado y con fecha 24 de enero de 2012,
mediante muestra de deposiciones, se pudo apreciar que fue contagiado con la toxina Clostridium
Difficile.

Agrega que producto de todo el calvario sufrido por la responsabilidad del Hospital San
Borja Arriarán, al ser contagiado en dicho centro hospitalario de la toxina ya referida, fue sujeto
pasivo de un daño inmerecido el cual le trajo múltiples sufrimiento físicos y psíquicos sumados a su
precaria situación económica la cual le impedía tratarse con un médico privado y con mayor calidad
de atención, situación que lo dejó en un cuadro depresivo que lo llevó muchas veces en pensar
quitarse la vida.

En cuanto a los perjuicios sufridos señala que por concepto de daño emergente este
asciende a la suma de $10.026.958.-, producto de dos internaciones en el Hospital Clínico de la
Universidad de Chile (J.J Aguirre) a lo que suma los innumerables gastos en viajes y tiempo
perdido entre el 02 de noviembre de 2011 y el 03 de febrero de 2012 los que valoriza en
$2.000.000.- Respecto del lucro cesante, señala que toda esta situación le produjo una crisis
nerviosa que ha significado la pérdida paulatina de sus piezas dentales lo cual le ha imposibilitado
desempeñar su profesión de Contador Auditor pues se avergüenza de su presencia, debiendo
manejar un taxi para subsistir junto a sus hijos, lo cual avalúa en la suma de $5.000.000.-. Añade
que considerando el riesgo innecesario que corrió su vida por causa del demandado, también sufrió
daño moral avaluándolo en la suma de $20.000.000.-

Finaliza, señalando que posterior a los hechos y perjuicios reseñados, solicitó ayuda a varias
instituciones logrando obtener respuestas evasivas por parte de ellas.

En definitiva, precias citas legales, en especial lo dispuesto en los artículo 38 de la Ley


19.966; 6, 7 y 38 inciso segundo de la Constitución Política del Estado; 4 y 42 de la Ley 18.575,
solicita se condene al Hospital San Borja Arriarán representado por don Patricio Ver Cáceres, ya
individualizados, a pagarle la suma por daño emergente, lucro cesante y daño moral la suma total
de $37.026.958.- más intereses, con costas.

A fojas 156 doña Irma Soto Rodríguez, Abogado Procurador Fiscal de Santiago, del
Consejo de Defensa del Estado, contesta la demanda solicitando que en definitiva se niegue lugar a
ella en todas sus partes con condena en costas.

Hace presente que en materia de responsabilidad médica rige la normativa especial del
artículo 38° de la Ley N°19.966 que establece un sistema de responsabilidad de falta de servicio
especial y subjetiva que descarta absolutamente la idea de responsabilidad objetiva de lo que resulta
necesario acreditar la culpa o dolo de los órganos del Estado y en consecuencia que al actor le
corresponde acreditar imprudencia temeraria o dolo de determinados funcionarios del Hospital San
Borja Arriarán que le causaron daño.

Dice que la noción de mal funcionamiento de servicio público es variable según las
características del servicio público de que se trate y de la gravedad de la falta, debiendo tenerse en
cuenta la realidad concreta del servicio de que se trate, los medios con los que cuenta, la posibilidad
cierta de su actuación, el nivel de desarrollo y de medios que tiene dicho servicio e incluso la
realidad nacional en que se encuentra inmerso.

Respecto del caso de autos, sostiene que al actor se le brindó una adecuada atención sin que
se configure a su respecto falta de servicio alguna, pues del relato del libelo se observa que el actor
desde su ingreso al hospital el 28 de noviembre de 2011 hasta su alta médica el 30 de noviembre del
mismo año se le prestaron todas las atenciones médicas que correspondían para su tratamiento. En
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efecto, a la fecha del alta médica, el actor no presentó ningún síntoma que hiciera sospechar alguna
infección como la denunciada por lo que no es posible imputar la existencia de falta de servicio por
no haber informa dicha dolencia al momento de su alta médica.
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Agrega que de la lectura de los documentos acompañados por el actor se advierte que no es
posible imputar a su representado haber infectado al demandante dentro de sus dependencias con la
bacteria Clostridium Difficile, pues del documento denominado Ingreso Intermedio Médico del
Hospital Clínico de la Universidad de Chile, de enero de 2012, señala claramente que a la fecha de
los exámenes para detectar la presencia de dicha bacteria, el resultado es negativo. Sostiene que
solo el 24 de enero de 2012, transcurridos casi dos meses desde la operación a la que se sometió el
actor, se detectó en el Hospital que representa la bacteria ya mencionada.

Efectúa a continuación un análisis de lo que se entiende por lex artis, indicando que al
actor le corresponde acreditar la transgresión de la misma.

Sostiene que a la luz de las disposiciones de la Ley N°19.966, el régimen de garantías de


salud nunca ha tenido por finalidad asegurar a los beneficiarios el éxito en los resultados de los
tratamientos de salud, sino que, por el contrario, a lo único que se obliga es a una atención oportuna
y responsable del Servicio de Salud dentro del estándar mínimo en la calidad de la atención, lo que,
en relación a los hechos denunciados en autos, no cabría duda que su representado llevó una
conducta a lo menos en los estándares exigibles respecto de la atención prestada al actor, lo que en
modo alguno podría calificarse como culposa o dolosa

Finaliza alegando la inexistencia de relación de causalidad entre la supuesta falta de


servicio y los daños sufridos; además efectúa un análisis jurisprudencial de los montos
indemnizatorios fijados por los Tribunales Superiores en otras causas.

A fojas 180 obra escrito de réplica.

A fojas 183 obra escrito de dúplica.

A fojas 195 se efectúa llamado a conciliación el cual no prosperó, dejándose expresa


constancia de ello en autos.

A fojas 199 y 210 se recibió la causa a prueba rindiéndose la que rola en autos.

A fojas 265 se citó a las partes a oír sentencia.

CONSIDERANDO:

1.- Que, fojas 65 y 150 don Julio Enrique Pinto Góngora, empleado, domiciliado en calle
General Ordoñez N°223, comuna de Maipú, deduce demanda de indemnización de perjuicios por
Responsabilidad del Estado por falta de servicio en contra del Hospital San Borja Arriarán,
representada legalmente por don Patricio Ver Cáceres, médico, en su calidad de Director del
Hospital Clínico, ambos con domicilio en Avenida Santa Rosa N°1234, comuna de Santiago,
conforme a los fundamentos de hecho y de derecho reseñados en la expositiva, solicitando que se
condene a la demanda a la suma de $36.026.958.- por concepto de indemnización de daño
emergente, lucro cesante y daño moral más intereses y costas.

2.- Que, a fojas 156, doña Irma Soto Rodríguez, Procurador Fiscal del Consejo de Defensa
del Estado, por el demandado, procede a contestar la demanda de autos solicitando el rechazo de la
misma, con costas bajo los argumentos y alegaciones expuestos precedentemente.

3.-Que, del libelo pretensor se desprende que el actor reclama que el Hospital San Borja
Arriarán incurrió en falta de servicio por resultar contagiado, durante hospitalización que medió
entre el 28 y 30 de noviembre de 2011, con la bacteria Clostridium Difficile, además de no haber
sido informado al alta de ello y no habérsele otorgado los cuidados post operatorios necesarios o
haber sido hospitalizado a fin de tratar dicha infección intrahospitalaria, poniendo con ello en
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riesgo su vida.

4.- Que, el artículo 38 inciso segundo de la Carta Fundamental dispone que cualquier
persona que sea lesionada en sus derechos por la Administración del Estado, sus órganos o de las
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Municipalidades, podrá reclamar ante los Tribunales que determine la ley, sin perjuicio de la
responsabilidad que pudiere afectar al funcionario que hubiere causado el daño.

5.- Que, a su vez, el artículo 4° de la ley 18.575, prescribe que el Estado es responsable por
los daños que causen los órganos de la administración en el ejercicio de sus funciones; y el artículo
42 de la misma norma en comento señala que los órganos de la administración serán responsables
por el daño que causen por falta de servicio.

6.- Que, concordante con las normas antes referidas, el artículo 38 de la ley 19.966, que
establece un Régimen de Garantías de Salud, regula incorporando la responsabilidad de los
órganos de la Administración en materia sanitaria, específicamente la falta de servicio como
elemento de imputación de responsabilidad generadora de la obligación de indemnizar a los
particulares los daños que sufran a consecuencia de una actuación de los Servicios de Salud del
Estado.

Conforme la norma indicada el particular deberá acreditar que el daño se produjo por la
acción u omisión del órgano, mediando dicha falta de servicio.

7- Que, de las normas transcritas aparece que el particular afectado debe demostrar la
ocurrencia de la falta de servicio, consistente en la falta de funcionamiento, funcionamiento malo o
tardío en que habría incurrido el servicio demandado, ello además del daño y el vínculo causal
entre ambos.

8.- Que, de los escritos de discusión se concluye que no hay controversia entre las partes de
autos respecto del hecho que con fecha 28 de noviembre de 2011, don Julio Enrique Pinto Góngora
fue sometido a una intervención quirúrgica para operar su columna por hernias y discopatías
degenerativas en el Hospital San Borja Arriarán, manteniéndose hospitalizado hasta el 30 de
noviembre del mismo año, fecha en la que salió con al Alta de dicha institución.

9.- Que, conforme consta en copia de carnet de alta aparejado a fojas 9, no objetado, se
encuentra acreditado que al alta se le indicó régimen común, reposo post operatorio, paracetamol
500mg por 5 días, retiro de puntos en CDT. No se encuentra referencia alguna a contagio con
bacteria Clostridium x2 PRC C. Difficile, ni indicación al respecto.

10.- Que con copia de Dato Atención de Urgencia, CRS Maipú, acompañado a fojas 10, no
objetado, se encuentra suficientemente acreditado que el actor consultó con fecha 17 de diciembre
de 2011 en el mencionado centro asistencial de salud por dolor abdominal, diarrea de consistencia
líquida con contenido alimentario, efectuándose el diagnóstico de colitis ulcerativa.

11.- Que, además consta de documentos de fojas 228, 229, 231, 233, 235 y siguientes que
el actor consultó el 3 de enero de enero de 2012 en el Hospital Clínico de la Universidad de Chile
dado que luego del alta por su cirugía de columna inicia cuadro de diarrea de alta frecuencia
asociada a mucosidad, sangre, dolor abdominal y compromiso del estado general, encontrándose en
urgencia con paciente en malas condiciones generales, deshidratado, con insuficiencia renal,
hipokalemia y parámetros inflamatorios elevados, indicándose hospitalización en unidad de
cuidados intensivos, realizándose cirugía el 4 de marzo de 2013, consistente en drenaje y aseo
quirúrgico de colección anorectal. Evolución quirúrgica buena pero con diarrea sanguinolenta
persistente, se realiza con posterioridad colonoscopía el 13 de enero. Resultado de biopsia
determinación toxina Clostridium Difficile positivo el 24 de enero de 2012.

12.- Que, del documento epicrisis de fojas 231, no objetado, informa antecedente que actor
relata inicio de cuadro caracterizado por dolor abdominal y diarrea frecuente diurna y nocturna
cada 30 minutos desde el 1 de diciembre de 2011 , de características patológicas sangre y secreción
mucosa. Ello unido a Dato Atención de Urgencia, CRS Maipú, acompañado a fojas 10, no
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objetado, que da cuenta de consulta en CRS Maipú por cuadro de diarrea el 17 de diciembre de
2011, resultan ser antecedentes allegados que reúnen las características de ser precisos y
concordantes en cuanto a que el cuadro de diarrea patológica del actor se inició muy próximo al alta
del Hospital San Borja Arriarán.
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13.- Que conforme los antecedentes antes analizados aparece claramente establecido que el
cuadro de diarrea patológico tuvo su causa la presencia de la bacteria Clostridium Difficile.

14.- Que el demandado reconoce en su contestación, además que es corroborado por los
dichos del testigo que presentara y que declarara a fojas 222, quien además detenta la calidad de
coordinador de la unidad de infecciones intrahospitalarias del Hospital San Borja, que en el
momento en que el actor se operó en dicho centro hospitalario había un brote epidémico
intrahospitalario en curso de la bacteria Clostridium Difficile en el sexto piso.

15.- Que, si bien el actor durante su hospitalización fue manejado entre el quinto y el
séptimo piso, tal como él mismo sostiene y fuera ratificado por el testigo de la demandada, ello
claramente no impidió que se infectara con la batería Clostridium Difficile que le causó la diarrea
patológica antes referida y presentara toxina de dicha bacteria.

16.- Que , establecido lo anterior resulta claro que pese a las medidas sanitarias adoptadas
por la autoridad hospitalaria, éstas resultaron insuficientes para prevenir el contagio esto es hubo
un mal funcionamiento del servicio, resultando en ello pertinente el reclamo de la parte
demandante.

17.- Que, dado que la toxina de Clostridium Difficile recién pudo ser detectada el 24 de
enero de 2012 no aparece, a juicio de esta sentenciadora, que en las indicaciones del alta haya
habido mal funcionamiento del servicio.

18.- Que, conforme documentos acompañados a fojas 23 y 34 las dos intervenciones y


tratamientos médicos a que el actor debió ser sometido en el Hospital Clínico de la Universidad de
Chile tuvieron para éste un costo de $ 8.133.674 y $1.498.437 que constituye el daño emergente
acreditado en estos autos, suma a la que se accederá en definitiva por este concepto en análisis.

19.- Que, además el actor demanda por lucro cesante al no poder trabajar en su profesión
de contador y tener que sustentarse como chofer.

Conforme el informe socio económico de fecha 17 de mayo de 2012 presentado por el actor
a fojas 35 y siguiente, el demandante refiere que se desempeña como chofer y que ha estado
aproximadamente durante dos años con licencia médica por diversas patologías.

20.- Que con lo anterior aparece claramente establecido con la prueba que aportara el
propio actor que no se ha desempeñado como contador con mucha antelación al episodio de
infección con bacteria Clostridium Difficile, por lo que no se accederá al lucro cesante demandado
al no encontrarse acreditado.

21.- Que, a fin de acreditar el daño moral invocado, se rindió por éstos, prueba testimonial
que rola a 218 y siguientes, consistente en la declaración de dos testigos que deponen respecto al
cambio anímico y emocional del actor y que dan suficiente razón de sus dichos. Dicha es suficiente
para tener por acreditado el dolor, preocupación y angustia vivenciada por el actor, por lo que esta
sentenciadora regula prudencialmente el daño moral en la cantidad de $10.000.000.

22.- Que, la restante prueba rendida y no pormenorizada, en nada alteran las conclusiones a
que se arriban en este fallo.

Por estas consideraciones y teniendo además presente lo dispuesto en los artículos 1698,
1700, 1712, 1713, 2.314 del Código Civil; 144, 160, 170, 254, 346, 399 y 426 del Código de
Procedimiento Civil; ley 18575 y artículos 7, 38 y 42 de la Constitución Política del Estado, se
declara:
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Que se acoge la demanda de autos en cuanto condena al demandado al pago de $ 9.632.111


por daño emergente y $10.000.000 por daño moral, rechazándose en lo demás.

Regístrese, notifíquese y en su oportunidad archívense.


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Foja: 1
Pronunciada por doña Claudia Donoso Niemeyer, Juez Titular; Autorizada por doña Marta
Hurtado Vásquez, Secretaria Subrogante .

Se deja constancia que se dio cumplimiento a lo dispuesto en el inciso final del art. 162
del C.P.C. en Santiago, veintid ós de Febrero de dos mil dieciocho

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Este documento tiene firma electrónica y su original puede ser


validado en http://verificadoc.pjud.cl o en la tramitación de la
causa.
A contar del 13 de agosto de 2017, la hora visualizada
CLAUDIA ANDREA DONOSO NIEMEYER MARTA SUSANA LEONOR HURTADO corresponde al horario de verano establecido en Chile
Continental. Para Chile Insular Occidental, Isla de Pascua e
Fecha: 22/02/2018 12:55:47 VASQUEZ Isla Salas y Gómez restar 2 horas. Para más información
consulte http://www.horaoficial.cl
Fecha: 22/02/2018 13:58:52

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