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Licenciatura en Enfermería

Profesora: Zulma López

INTEGRANTES:

Lourdes Vázquez
Ilda Alonzo
Elizabeth Báez
Fidelina Ibarrola
M. Rosa Torres
Nelson Rodi

Año: 2.013
INTRODUCCIÓN
La ansiedad tiene una función muy importante relacionada con la
supervivencia, junto con el miedo, la ira, la tristeza o la felicidad. Para preservar
su integridad física ante amenazas el ser humano ha tenido que poner en
marcha respuestas eficaces y adaptativas durante millones de años: la
reacción de lucha o huida.
La violencia es el tipo de interacción humana que se manifiesta en aquellas
conductas o situaciones que, de forma deliberada, aprendida o imitada,
provocan o amenazan con hacer daño o sometimiento grave (físico, sexual o
psicológico) a un individuo o una colectividad; o los afectan de tal manera que
limitan sus potencialidades presentes o las futuras
El alcoholismo se considera un trastorno del comportamiento caracterizado por
una ingesta habitual de alcohol en cantidades excesivas. Hoy día el abuso de
alcohol es un grave problema a nivel mundial. Supone un considerable coste
económico internacional. Altera la vida del individuo en todas sus facetas:
física, psíquica, social, familiar, económica y laboral. Se observa cada vez más
en edades jóvenes. Además es legal y socialmente aceptado. El alcohol es una
droga depresora del SNC, genera cambios de humor y de comportamiento,
deterioro físico y psicológico. Y es capaz de provocar un síndrome de
abstinencia si se suprime su ingesta, en caso de dependencia.
Los profesionales de la salud tenemos la responsabilidad de intervenir,
especialmente la enfermería como Ciencia Social, Biológica y Arte.
Combinando una actitud profesional, con la sensibilidad y creatividad que
requiere el enfrentarse a las realidades humanas.
Una droga es todo fármaco o principio activo de un medicamento, elemento de
origen biológico natural o producto obtenido de él por diversos métodos, o
sustancia producida artificialmente, que produce efectos en el sistema nervioso
central modificando el estado de ánimo o produciendo placer, y que puede
tener potencial de abuso.
Cuando aumenta la venta y el consumo de alcohol, en un determinado país,
tienden a aumentar también las tasas de suicidio y de homicidio. Parecen ser
más bien las bebidas destiladas las que estarían asociadas al suicidio, mientras
que el consumo de bebidas fermentadas no parece influir en la tasa de
suicidios.
ANSIEDAD
Descripción general
Ante una situación de alerta, el organismo pone a funcionar el sistema
adrenérgico. Por ejemplo, cuando el organismo considera necesario
alimentarse, este sistema entra en funcionamiento y libera señales de alerta a
todo el sistema nervioso central. Cuando se detecta una fuente de alimento
para la cual se requiere actividad física, se disparan los mecanismos que
liberan adrenalina, y se fuerza a todo el organismo a aportar energías de
reserva para la consecución de una fuente energética muy superior a la que se
está invirtiendo para conseguirla y que normalizará los valores que han
disparado esa "alerta amarilla". En esos momentos el organismo, gracias a la
adrenalina, pasa a un estado de "alerta roja".
El sistema dopaminérgico también se activa cuando el organismo considera
que va a perder un bien preciado. En esta situación, el organismo entra en
alerta amarilla ante la posibilidad de la existencia de una amenaza, que no es
lo mismo que cuando la amenaza pasa a ser real, pues en ese caso lo que se
libera es adrenalina.
Desde este punto de vista, la ansiedad se considera una señal positiva, de
salud, que ayuda en la vida cotidiana, siempre que sea una reacción frente a
determinadas situaciones que tengan su cadena de sucesos de forma
correlativa: alerta amarilla, alerta roja y consecución del objetivo. Si la cadena
se rompe en algún momento y esas situaciones se presentan con ansiedad,
entonces el organismo corre el riesgo de intoxicarse por dopaminas o por otras
catecolaminas. Esas situaciones ayudan al organismo a resolver peligros o
problemas puntuales de la vida cotidiana.
Ansiedad patológica
En las sociedades avanzadas modernas, esta característica innata del hombre
se ha desarrollado de forma patológica y conforma, en algunos casos, cuadros
sintomáticos que constituyen los denominados trastornos de ansiedad, que
tiene consecuencias negativas y muy desagradables para quienes lo padecen.
Entre los trastornos de ansiedad se encuentran las fobias, el trastorno
obsesivo-compulsivo, el trastorno de pánico, la agorafobia, el trastorno por
estrés postraumático, el trastorno de ansiedad generalizada, el trastorno de
ansiedad social, etc.
En el caso del trastorno de ansiedad generalizada, la ansiedad patológica se
vive como una sensación difusa de angustia o miedo y deseo de huir, sin que
quien lo sufre pueda identificar claramente el peligro o la causa de este
sentimiento. Esta ansiedad patológica es resultado de los problemas de
diversos tipos a los que se enfrenta la persona en su vida cotidiana, y sobre
todo de sus ideas interiorizadas acerca de sus problemas.
Artículo principal: Trastorno de ansiedad
Diferencia entre ansiedad patológica y adaptativa
La ansiedad normal se presenta en episodios poco frecuentes, con intensidad
leve o media y de duración limitada, ante estímulos previsibles y comunes y
con un grado de sufrimiento y limitación en la vida cotidiana acotada. En
cambio la ansiedad a niveles patológicos se caracteriza por sucederse en
episodios reiterativos, de intensidad alta y duración excesiva, con alta y
desproporcionada reactancia a la amenaza, provocando gran sufrimiento y
notable interferencia en la vida diaria.
Síntomas
Los síntomas de ansiedad son muy diversos y tal vez los más comunes
consistan en hiperactividad vegetativa, que se manifiesta con taquicardia,
taquipnea, midriasis, sensación de ahogo, temblores en las extremidades,
sensación de pérdida de control o del conocimiento, transpiración, náusea,
rigidez muscular, debilidad muscular, insomnio, inquietud motora, dificultades
para la comunicación, pensamientos negativos y obsesivos, etc.
La ansiedad se puede manifestar de tres formas diferentes: a través de
síntomas fisiológicos, cognitivos y conductuales. Éstos hacen referencia a tres
niveles distintos, los cuales pueden influirse unos en otros, es decir, los
síntomas cognitivos pueden exacerbar los síntomas fisiológicos y éstos a su
vez disparar los síntomas conductuales. Cabe notar que algunos síntomas de
la ansiedad suelen parecerse a los de padecimientos no mentales, tales como
la arritmia cardíaca o la hipoglucemia. Se recomienda a los pacientes
someterse a un examen médico completo para descartarlos.
La ansiedad también puede convertirse en un trastorno de pánico, en el cual la
persona cree que va a desmayarse, fallecer o sufrir algún otro percance
fisiológico. Es común que las personas con este trastorno visiten la sala de
urgencias con cierta frecuencia, y, típicamente, se sienten mejor después de
ser atendidas.
VIOLENCIA
Se trata de un concepto complejo que admite diversas matizaciones
dependiendo del punto de vista desde el que se considere; en este sentido, su
aplicación a la realidad depende en ocasiones de apreciaciones subjetivas.
Etimología
La violencia fue asociada desde tiempos muy remotos a la idea de la fuerza
física. Los romanos llamaban vis, vires a esa fuerza, al vigor que permite que la
voluntad de uno se imponga sobre la de otro. Vis tempestatis se llama en latín
el ‘vigor de una tempestad’. En el Código de Justiniano se habla de una ‘fuerza
mayor, que no se puede resistir’ (vis magna cui resisti non potest). Vis dio lugar
al adjetivo violentus, que aplicado a cosas, se puede traducir como ‘violento’,
‘impetuoso’, ‘furioso’, ‘incontenible’, y cuando se refiere a personas, como
‘fuerte’, ‘violento’, ‘irascible’. De violentus se derivaron violare --con el sentido
de ‘agredir con violencia’, ‘maltratar’, ‘arruinar’, ‘dañar’-- y violentia, que
significó ‘impetuosidad’, ‘ardor’ (del sol), ‘rigor’ (del invierno), así como
‘ferocidad’, ‘rudeza’ y ‘saña’. Cabe agregar que vis, el vocablo latino que dio
lugar a esta familia de palabras, proviene de la raíz prehistórica indoeuropea
wei- ‘fuerza vital’. MAB
Concepto
El elemento esencial en la violencia es el daño, tanto físico como psicológico.
Este puede manifestarse de múltiples maneras (por ejemplo, los estímulos
nocivos de los que depende) y asociado igualmente, a variadas formas de
destrucción: lesiones físicas, humillaciones, amenazas, rechazo, etc.
Es destacable también el daño (en forma de desconfianza o miedo) sobre el
que se construyen las relaciones interpersonales, pues está en el origen de los
problemas en las relaciones grupales, bajo formas como la polarización, el
resentimiento, el odio, etc., que, a su vez, perjudica las redes sociales y de
comunidad.
Otro aspecto de la violencia que hay que tener en cuenta es que no
necesariamente se trata de algo consumado y confirmado; la violencia puede
manifestarse también como una amenaza sostenida y duradera, causante de
daños psicológicos quienes la padecen y con repercusiones negativas en la
sociedad.
En otro orden de cosas, cuando la violencia es la expresión contingente de
algún conflicto social puede darse de manera espontánea, sin una planificación
previa minuciosa.
La violencia puede además ser justa o injusta; legítima o ilegítima; encubierta o
abierta; estructural o individual.
Es un comportamiento deliberado, que provoca, o puede provocar, daños
físicos o psicológicos a otros seres, y se asocia, aunque no necesariamente,
con la agresión física, ya que también puede ser psicológica, emocional o
política, a través de amenazas, ofensas o acciones. Algunas formas de
violencia son sancionadas por la ley o por la sociedad, otras son crímenes.
Distintas sociedades aplican diversos estándares en cuanto a las formas de
violencia que son o no son aceptadas.
Por norma general, se considera violenta a la persona irrazonable, que se
niega a dialogar y se obstina en actuar pese a quien pese, y caiga quien caiga.
Suele ser de carácter dominantemente egoísta, sin ningún ejercicio de la
empatía. Todo lo que viola lo razonable es susceptible de ser catalogado como
violento si se impone por la fuerza.
Existen varios tipos de violencia, incluyendo el abuso físico, el abuso psíquico y
el abuso sexual. Sus causas pueden variar, las cuales dependen de diferentes
condiciones, como las situaciones graves e insoportables en la vida del
individuo, la falta de responsabilidad por parte de los padres, la presión del
grupo al que pertenece el individuo (lo cual es muy común en las escuelas) y el
resultado de no poder distinguir entre la realidad y la fantasía.
ALCOHOLISMO
El alcoholismo es una adicción que consiste en padecer una fuerte
necesidad de ingerir alcohol, de forma que existe una dependencia física del
mismo, manifestada a través de determinados síntomas de abstinencia cuando
no es posible su ingesta. El alcohólico no tiene control sobre los límites de su
consumo, y suele ir elevando a lo largo del tiempo su grado de tolerancia al
alcohol.
Características
Grafica que compara las drogas más usuales, incluyendo el alcohol
Hasta el momento no existe una causa común conocida de esta adicción,
aunque varios factores pueden desempeñar un papel importante en su
desarrollo. Las evidencias muestran que quien tiene un padre o una madre con
alcoholismo tiene mayor probabilidad de adquirir esta adicción, una puede ser
el estrés o los problemas que tiene la persona que lo ingiere.
Algunos otros factores asociados a este padecimiento son la necesidad de
aliviar la ansiedad, conflicto en relaciones interpersonales, depresión, baja
autoestima y aceptación social del consumo de alcohol.
Síntomas
Las personas que sufren de alcoholismo o de abuso de alcohol con frecuencia:
 Siguen bebiendo, a pesar de que ven afectada la salud, el trabajo o la
familia.
 Beben solos/as.
 Se vuelven violentos/as cuando beben.
 Se vuelven hostiles cuando se les pregunta por la bebida.
 No son capaces de controlar la bebida: son incapaces de suspender o
reducir el consumo de alcohol.
 Inventan excusas para beber.
 Dejan de lado el trabajo o el colegio por beber.
 Disminuye su desempeño.
 Tratan de conseguirlo de cualquier manera.
 Dejan de tomar parte en actividades debido al alcohol.
 Necesitan consumir alcohol la mayoría de los días para lograr "estar
bien".
 Se descuidan para comer o no comen bien.
 No les importa o ignoran cómo están vestidos o si están limpios.
 Tratan de ocultar el consumo de alcohol.
 Tiemblan en las mañanas o después de períodos sin beber.
Los signos de la dependencia del alcohol abarcan:
 Lapsus de memoria (lagunas) después de beber compulsivamente.
 Una necesidad creciente de más y más alcohol para sentirse
embriagado.
 Síntomas de abstinencia alcohólica cuando no se ha tomado un trago
por un tiempo.
 Enfermedades relacionadas con el alcohol, como hepatopatía alcohólica.
Impacto social
El alcoholismo supone un serio riesgo para la salud que a menudo conlleva el
riesgo de una muerte prematura como consecuencia de afecciones de tipo
hepática como la cirrosis hepática, hemorragias internas, intoxicación
alcohólica, hepatocarcinoma, accidentes o suicidio.
El alcoholismo no está fijado por la cantidad ingerida en un periodo
determinado: personas afectadas por esta adicción pueden seguir patrones
muy diferentes de comportamiento, existiendo tanto alcohólicos que consumen
a diario, como alcohólicos que beben semanalmente, mensualmente, o sin una
periodicidad fija. Si bien el proceso degenerativo tiende a acortar los plazos
entre cada ingesta.
El consumo excesivo y prolongado de esta sustancia va obligando al
organismo a necesitar o requerir cantidades crecientes para sentir los mismos
efectos, a esto se le llama "tolerancia aumentada" y desencadena un
mecanismo adaptativo del cuerpo hasta que llega a un límite en el que se
invierte la supuesta resistencia y entonces "asimila menos", por eso tolerar más
alcohol es en sí un riesgo de alcoholización.
Las defunciones por accidentes relacionados con el alcohol (choques,
atropellamientos y suicidios) ocupan los primeros lugares entre las causas de
muerte en muchos países. Por ejemplo, en España se considera que el
consumo de alcohol-etanol causa más de 100.000 muertes al año, entre
intoxicaciones por borrachera y accidentes de tráfico.3
A su vez, la Secretaría de Salud de México reporta que el abuso del alcohol se
relaciona con el 70 % de las muertes por accidentes de tránsito y es la principal
causa de fallecimiento entre los 15 y los 30 años de edad. Se estima que
27 000 mexicanos mueren cada año por accidentes de tránsito y la mayoría se
debe a que se encontraban bajo los efectos del alcohol.
DROGAS
Una droga es todo fármaco o principio activo de un medicamento, elemento de origen
biológico natural o producto obtenido de él por diversos métodos, o sustancia
producida artificialmente, que produce efectos en el sistema nervioso central
modificando el estado de ánimo o produciendo placer, y que puede tener potencial de
abuso.
Este término también se utiliza, especialmente en el ámbito de la medicina y
farmacología, como sinónimo de principio activo o fármaco, ya sea por
extensión del concepto o debido a la traducción literal del término inglés drug,
el cual no hace distinciones entre los tres términos. La definición original de la
OMS refleja este uso genérico, sin embargo, la definición más específica indica
que droga es el término más adecuado para referirse a sustancias que se usan
sin fines terapéuticos; alteran aspectos afectivos, cognitivos y conductuales;
pueden ser autoadministradas; y pueden inducir estados biológicos adaptativos
en sus usuarios.
Desde esta última perspectiva, el sinónimo más adecuado para esta definición
de droga es sustancia psicoactiva.
Clasificación
Una clasificación de acuerdo al estado socio legal de la droga o sustancia es la
siguiente:
Drogas que se utilizan principalmente como medicamento. Generalmente se
obtienen mediante prescripción médica. En occidente, su uso va ligado al
tratamiento de trastornos del ánimo, trastornos del sueño, enfermedades
dolorosas o con el fin de lograr mayor lucidez o concentración (nootropicos).
Drogas o sustancias ilícitas. Varían de acuerdo a la legislación de cada país.
Son aquellas cuyo comercio se considera ilegal. Existen convenciones
internacionales. Nota que han establecido como prohibido el uso no médico de
opiáceos, cannabis, alucinógenos, cocaína y muchos otros estimulantes, al
igual que de los hipnóticos y sedantes. Además, los países o jurisdicciones
locales han añadido sus propias sustancias prohibidas como por ejemplo
bebidas alcohólicas o inhalantes.
Drogas o sustancias lícitas. Se ocupan libremente de acuerdo a los deseos
de cada consumidor. Por ejemplo, las bebidas alcohólicas.
Modelo funcional
El tiempo de llegada de la sustancia al cerebro depende de varios factores,
entre ellos, la vía de entrada o consumo, que generalmente depende de su
estado físico; la vía oral es más lenta pero más segura en términos de
toxicología, la vía nasal o inhalatoria es más rápida pero con poca diferencia en
eficiencia a la vía oral, la vía intranasal o esnifatoria es tan eficiente como la
inhalatoria pero produce a largo plazo daños en el tabique nasal, la vía
intravenosa es la más eficiente y veloz. Los efectos psicoactivos dependen
enteramente de su llegada al cerebro, y la mayor dificultad es la barrera
hematoencefálica, por lo que algunas sustancias la cruzan con dificultad y otras
no lo logran.
Cuando la sustancia ha cruzado la barrera hematoencefálica es capaz de
ejercer una función neuromodulatoria, modificando la síntesis neurotransmisora
a nivel sináptico. La neuromodulación puede ser iónica, modificando el estado
de los canales iónicos al bloquearlos o abrirlos y ejerciendo una función
inhibitoria o excitatoria que modifica el potencial de acción neuronal;
neurotransmisora, inhibiendo o facilitando, total o parcialmente el paso de
ciertas sustancias (iones, micromoléculas o macromoléculas) a través de la
membrana, o enzimático, al unirse a ciertas enzimas e incrementar o disminuir
su acción.
Farmacodependencia
La drogadicción, farmacodependencia o drogodependencia es un padecimiento
que consiste en la dependencia de sustancias químicas que afectan el sistema
nervioso central y las funciones cerebrales, que producen alteraciones en el
comportamiento, en la percepción, en el juicio y en las emociones. Los efectos
de las drogas son diversos, dependen del tipo de droga y de la cantidad o de la
frecuencia con la que se consume. Pueden producir alucinaciones, intensificar
o entorpecer los sentidos o provocar sensaciones de euforia o de
desesperación. El consumidor necesita consumir cierta sustancia para alcanzar
ciertas sensaciones placenteras o bien para eliminar sensaciones
desagradables derivadas de la privación de la sustancia (el llamado síndrome
de abstinencia).
La dependencia producida por las drogas puede ser de dos tipos:
Dependencia física: El organismo se vuelve necesitado de las drogas, tal es
así que cuando se interrumpe el consumo sobrevienen fuertes trastornos
fisiológicos, lo que se conoce como Síndrome de abstinencia. Por ejemplo,
algunos medicamentos para la presión sanguínea.
Dependencia psíquica: Es el estado de euforia que se siente cuando se
consume droga, y que lleva a buscar nuevamente el consumo para evitar el
malestar u obtener placer. El individuo siente una imperiosa necesidad de
consumir droga, y experimenta un desplome emocional cuando no la consigue.
Por ejemplo, la abstinencia de la cocaína no trae síntomas como vómitos ni
escalofríos; en cambio se caracteriza principalmente por la depresión.
SUICIDIO
Cuando aumenta la venta y el consumo de alcohol, en un determinado país,
tienden a aumentar también las tasas de suicidio y de homicidio. Parecen ser
más bien las bebidas destiladas las que estarían asociadas al suicidio, mientras
que el consumo de bebidas fermentadas no parece influir en la tasa de
suicidios.
Los dos trastornos mentales que con mayor frecuencia se asocian al suicidio
son la enfermedad depresiva y el alcoholismo. El alcoholismo es más frecuente
entre los suicidios de varones y, particularmente, entre los alcohólicos de inicio
precoz.
La muerte por suicidio es más frecuente en los pacientes alcohólicos (5%-27%)
que en la población general (1%). Un 15%-25% de todos los suicidios se
producen en pacientes alcohólicos. Las pérdidas sociales recientes, los efectos
depresógenos, tóxicos y desinhibidores del alcohol, los síntomas persistentes
de depresión y los rasgos depersonalidad, pueden contribuir a los gestos
suicidas. Otros factores que aumentan el riesgo suicida son la edad avanzada,
estado separado o viudo, desempleo o jubilación, enfermedad somática y
polidrogodependencia.
El suicidio es el acto por el que un individuo, deliberadamente, se provoca la
muerte.
Se estima que las dos terceras partes de quienes se quitan la vida sufren
depresión y que los parientes de los suicidas tienen un riesgo más elevado
(hasta cinco veces más) de padecer tendencias al respecto. Los padecimientos
psíquicos se encuentran presentes en 9 de cada 10 casos de suicidio; entre
ellos, aparte de la depresión se encuentran también los trastornos de ansiedad
y las adicciones.
Según la OMS (Organizacion Mundial de la Salud), las enfermedades
mentales, principalmente la depresión y los trastornos por consumo de alcohol,
el abuso de sustancias, la violencia, las sensaciones de pérdida y diversos
entornos culturales y sociales constituyen importantes factores de riesgo de
suicidio.
Muchas religiones monoteístas lo consideran un pecado, y en algunas
jurisdicciones se considera un delito. Por otra parte, algunas culturas,
especialmente las orientales, lo ven como una forma honorable de escapar de
algunas situaciones humillantes o dolorosas en extremo.
Para considerarse suicidio, la muerte debe ser un elemento carnal y el motivo
del acto, y no solo una consecuencia casi ineludible. Así los mártires no son
considerados suicidas, dado que se sacrifican en nombre de una creencia.
Tampoco son suicidas los que se sacrifican por otros en caso de emergencias
ni los soldados que mueren en una guerra y, en estos casos, los muertos no
son proscritos por la ley. En el caso de que el suicidio tenga consecuencias
legales, la ley recoge que debe haber prueba de intención de morir, así como la
propia muerte para que el acto sea considerado un suicidio. Puede que dicho
proceso sea costoso en caso de minusvalía y tenga que depender de alguien
más, que entraría entonces en una dinámica de cómplice de suicidio. Según
Guillon y Le Bonniec (1982) “el cómplice es todo aquel que, sin llevar a cabo
personalmente los elementos constitutivos de la infracción imputable del autor,
solamente ha facilitado o provocado la acción principal por medio de
actuaciones de una importancia material secundaria: ayuda, suministro de
medios o instigación” figura del derecho penal donde sería posible una sanción
penal.
La Psicología y la Psiquiatría se revelan como las principales ciencias de la
salud para prevenir el suicidio.
Valoraciones del suicidio
Psiquiatría
El suicidio puede ser efecto de trastornos psiquiátricos, que comúnmente se
acompañan de abatimiento, vacío emocional o ansiedad, como el trastorno de
ansiedad generalizada, el trastorno de pánico, el trastorno bipolar, la
esquizofrenia y todos los trastornos depresivos. En estos casos es,
principalmente, la enfermedad lo que provoca el suicidio y no el análisis lógico
del individuo. Antes que la acción, el suicidio comienza en el pensamiento. Ya
sea por problemas personales y/o emocionales, las personas suicidas deben
ser evaluadas como individuo para entonces entender el suicidio a nivel social.
Estos individuos poseen un sentido de indefensión y desesperanza ante las
situaciones que los afectan. Las personas suicidas exhiben algunas
características tales como impulsividad, baja tolerancia a la frustración y son
personas sin espíritu de lucha. Suelen ser pacientes más agresivos, exigentes,
dependientes e insatisfechos que los demás. Teniendo en cuenta el perfil de la
persona suicida se podrían prevenir algunos suicidios con psicoterapia,
farmacoterapia y hospitalización en casos más graves. Los indicadores y
comportamientos varían dependiendo de la persona. Según la cuarta versión
de El Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales, los
pensamientos recurrentes (no solo el temor a la muerte), ideación suicida
recurrente sin un plan específico o una tentativa de suicidio o un plan
específico para suicidarse son síntomas de personas con depresión mayor.
El proyecto suicida nunca es improvisado, aunque la realización a veces sea
impulsiva. El suicida lo venía pensando desde tiempo antes, y en la mayoría de
los casos se lo había comunicado a alguien con anterioridad. La idea de que
alguien que habla de suicidarse no lo hará es falsa, toda amenaza debe ser
tomada seriamente.
Para algunos psiquiatras y psicólogos no existe un único factor
desencadenante de un suicidio, sino que éste es una acción multideterminada
por diversos factores intervinientes que al conjugarse se potencian.
En un estudio realizado en Buenos Aires, con suicidas que tenían un historial
de internaciones psiquiátricas, aparecieron como factores destacados
Aislamiento y soledad, con pérdida de apoyo y lazos sociales.
Presencia de conductas suicidas (fantasías, ideación, amenazas, intentos
y/o equivalentes).
La heteroagresividad demostró ser una característica tan marcada como
cualquier elemento depresivo (fantasías de homicidio, conductas agresivas y
violentas hacia otros). Cuando la manifestación externa se ve bloqueada de
alguna forma, estos impulsos destructivos se vuelven contra sí mismo.
Dificultades familiares serias (abandono, rechazo, etc.). Los familiares
mostraron escasa empatía con el paciente, poca comprensión y conciencia de
la situación de peligro y serias dificultades para contenerlo emocionalmente.
No evolución favorable de la enfermedad psiquiátrica (cronicidad).
Estados depresivos.
Todas éstas resultaron ser variables de altísimo potencial suicida pero en
ningún caso la existencia de una sola fue suficiente para desencadenar un
suicidio.
Existe mayor riesgo cuando los síntomas de ansiedad, insomnio, angustia,
desesperanza o son acompañados por síntomas psicóticos e ideas delirantes
paranaoides o melancólicas. En muchos casos el acto suicida se lleva a cabo
luego de una engañosa mejoría de los síntomas ya que algunos se tranquilizan
cuando ya tienen tomada la decisión.
La idea de muerte puede surgir por muchos motivos diferentes:
Como expresión de pensamientos acerca de la inutilidad de la existencia y el
vacío.
Como vía de escape para el sufrimiento emocional o psicológico.
Como escape a la tortura de los perseguidores internos en los cuadros
paranoides.
Como deseo vengativo hacia otra persona, de control hostil del otro, de castigo
del otro o una búsqueda de impacto en los otros.
Como el deseo de promover cambios en las actitudes o sentimientos de los
demás, o buscar averiguar póstumamente si se es querido por los otros.
Como fantasía de evasión, de escaparse del conflicto, un deseo de liberación,
una fantasía de paz eterna.
Como deseo de expiación por alguna culpa o pecado.
Como deseo de recomenzar una vida nueva acompañado por la creencia de
renacer después de la muerte.
Como deseo de rehabilitación del prestigio y el honor con fantasías de gloria.
Como caída de la autoestima unida a una sensación de impotencia extrema
después de una injuria narcisista.
Como búsqueda de tranquilidad.
Como deseo apasionado de reunión erótica con un objeto (persona amada)
amado muerto.
Como deseos de reconquista o de reivindicación.
CONCLUSIÓN
La ansiedad es una respuesta que siempre se va a producir en las personas,
ya que desde nuestros antepasados es una respuesta que ha permitido al
hombre adaptarse a su medio, lo que viene a decirnos estos ejemplos es que
para un determinado problema o situación estresante (presentarse a un
examen, ante amenaza como la del coche, etc.) la ansiedad aumenta, pero
también la eficacia, atención y rendimiento en la respuesta ante situaciones
amenazantes o peligrosas, siempre que no se pase de unos límites de la
ansiedad, que no harán sino bajar nuestra atención y bloquearnos.
Ya sabemos que la violencia es un fenómeno social muy peligroso, saber que
decenas de personas mueren a causa de tiros y golpes, es saber que debemos
cuidarnos. Hay que tener muy en cuenta que debemos tratar de reducir la
violencia.
El primer paso es saber cómo controlarnos, saber manejar nuestros impulsos
negativos que tanto daño nos hacen. Así nuestra sociedad irá en un incremento
de paz y no habrá tantos tiros y muertes inocentes.
El alcoholismo afecta más a los varones adultos, pero está aumentando su
incidencia entre las mujeres y los jóvenes. Así concluimos que el alcoholismo
es una enfermedad muy grave y que por lo tanto debemos de tratar de evitarla
realizando actividades que nos lleven a mantener una buena vida.
Hemos llegado a la conclusión de que la droga es una sustancia la cual es un
riesgo para la sociedad ya que las personas, de este tiempo son más
vulnerables a este tipo de cosas un ejemplo claros son los jóvenes que se ven
más afectados por distintos factores de su vida que piensan que solo el camino
de las drogas es uno de los que más se les hace fácil.
Ya que las drogas son muy distintas los motivos por los cuales los consume
uno son distintos así como sus efectos pero, así como eso los caminos para
poder dejar las drogas son muchos pero el más importante es el de la, elección
de la persona ya que solo, nosotros tenemos la última palabra. No puede
definirse una personalidad suicida, sino tan solo una tendencia al suicidio. El
suicidio ha sido un hecho que siempre ha estado presente a lo largo de la
historia de la humanidad. Numerosos personajes famosos de la actualidad y
del pasado se han suicidado.
BIBLIOGRAFIA
 Wikipedia, la enciclopedia libre, http://es.wikipedia.org

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