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mensaje SIGNOS DEL TIEMPO

EL PRESENTE DE CHILE Y El, EVANGELIO


La llegada de un equipo de gobierno dispuesto u rea- estamos entusiasmados. Y no por el gusto infantil de lo
lizar en Chile un cambio radical de sistema ha llevado nuevo. Lo que nos atrae es el valor ético que está subya-
a muchos crislianos a preguntarse por la postura de la cente a la concepción socialista.
Iglesia y la tarea de cada cristiano en « l o momento. En efecto, el sistema capitalista muestra una serie de.
obispos de Chile y otros grupos de crislianos ya elementos que van contra el hombre: el lucro individual
se 1IL,¡Vreferido a este tema. Los sacerdotes de la Parro- como incentivo principal, la posibilidad para algunos de
quia Universitaria quisiéramos tambidn aportar algunas re- enriquecerse indefinidamente, la vigencia de la ley del más
flexiones que pueden ser de alguna utilidad a muchos ami- fuerte, el que la diferencia entre lo que produce el traba-
gos que están con nosotros en la misma búsqueda. jador y lo que necesita para su subsistencia vaya en favor
Exponemos esta reflexión en tres puntos: de unos pocos y no en favor de toda la colectividad.
Por su parte, el socialismo, si bien no se libra de las
a) Un esfuerzo por leer Jus últimos acontecimientos a par-
injusticias que provienen de actitudes personales de la am-
tir del Evangelio.
bigüedad inherente a todo sistema, ofrece, a través de un
b) Una explidtación del contenido de ta fe cristiana.
cambio en las relaciones de producción, una igualdad fun-
c) Algunas ideas sobre el quehacer de la Iglesia.
damental de oportunidades, la dignificación del trabajo por
el que el trabajador, junto con humanizar la naturaleza, se
A. PRESENTE DE CHILE hace el mismo más hombre, et desarrollo conjunto del país
en beneficio de todos, especialmente de los más posterga-
Al referirnos a la realidad que vivimos y no sólo a dos, la valorización de las motivaciones morales y solida-
principios, inevitablemente tomamos algunos posición fren- rías por sobre el interés individual, etc.
te a los acontecimientos políticos de nuestro país. Creemos No juzgamos aquí las intenciones que, en ambos sis-
que un grupo de Iglesia, y aún de sacerdotes, tiene derecho temas, pueden ser malas o buenas. En el sistema capitalista
a hacerlo, siempre que no pretenda obligar a todos a pen- se dan en un contexto cuyas reglas de juego resultan obje-
sar lo mismo o dar su palabra como doctrina oficial de la tivamente injustas. Pensamos que lal vez éste es el momen-
Iglesia. Lo que aquí afirmamos es simplemente nuestra op- to para que todo hombre honesto que haya emplead» MI
ción y nuestra lectura del Evangelio en la vida. inteligencia y su esfuerzo dentro de ese sistema, ponga
¿Qué significa para nosotros, desde el punto de vista estas mismas cualidades al servicio de una tarea solidaria.
del Evangelio, la entrada de este gobierno que viene apoya-
do por vastos sectores populares, que está integrado por
importantes grupos marxistas y que anuncia un cambio 2.—La transformación del hombre
paulatino del sistema capitalista par el socialismo?
En una estructura de tipo socialista, la unidad deja de
Queremos primeramente expresar lo que en este hecho
ser una palabra y toma una baso realista. Los hombres que-
nos parece positivo y constituye una esperanza.
dan unidos en el quehacer común de crecer juntos hacia
su pleno desarrollo humano.
1.—Justicia y solidaridad Es la ocasión para estrechar más los vínculos de la
familia nacional, mejorar las relaciones humanas y crear las
Tal vez muchos nos llamarán ingenuos si decimos aquí condiciones para una vida más justa.
que estamos entusiasmadas con la posibilidad de que se Todo lo cual es posible si juntamente con transformar
establezca el socialismo en Chile. Pero la verdad es quj la estructura económica, se trabaja con el mismo entusias-
3.—La lucha política

Faite importante de la clase trabajadora se ha sentido


interpretada por el nuevo gobierno. Este solo hecho nos
pone a lodos en mayor dinamismo: no debemos descansar
hasta que lodos puedan satisfacer sus necesidades esencia-
les. Y nos pone un imperativo a cada cristiano o grupo de
cristianos: participación en esta lucha material, lucha nece-
sariamente política, que se refiere a los estructuras, lucha
necesariamente dura y liena de ambigüedades, en que a
menudo no es fácil decidir lo que hay que hacer, ni es
fácil conrdinar la eficacia con el respeto a la dignidad de
cada hombre.
En esta lucha, los cristianos deberíamos tener presen-
te varias consideraciones;

— que la ambigüedad inherente a la actividad política no


es motivo para abstenerse de actuar.
— que no todo cristiano está llamado a la militancia po-
lítica de partidos; hay otras formas de colaborar en la
tarea común. Más aún, el ampliar el horizonte y no vivir
con la obsesión del poder, es uno de esos valores que
el cristiano puede aportar.
— que detrás de las estructuras ¡njuslas no hay pobres abs-
tractos de estadísticas, sino personas muy reales, que
viven en tales y tales barrios, que tienen tal y tal tra-
trabajo o no tienen ninguno. Asi representan el Rostro
de Cristo crucificado el cual estimó hecha en favor de
Él mismo, toda acción en favor del hermano que sufre
hambre.

Hay quienes no aceptan esla traducción política del


Evangelio, tal vez poique sólo ven la caridad en su forma
de persona a persona: dar un consejo o una limosna. Ese
amor personal seguirá siempre siendo válido (podrá acabar-
se un día la limosna, pero no el afecto, la cordialidad o la
compasión que va a la persona concreta que encontramos
en el camino), pero sin una caridad, esto es, sin un amor
evangélico, que invada el ámbito social y tienda a solu-
ciones globales, y por lanío políticas, el amor no será
Desigualdad social que demanda solución eficaz.
De ahí la urgencia de que muchos cristianos colabo-
rao, en transformar al hombre. No creemos que el hombre ren eficazmente para buscar, proponer o realizar las solu-
se haga automáticamente menos egoísta, pero, decimos, es- ciones, más dedicados a estas tareas que a distinguir o de-
tablecido un fundamento económico-social de igualdad, es fender colores partidistas,
posible trabajar más seriamente por la solidaridad humana, Y hay también quienes piensan que esta lucha es de-
que en una sociedad desgarrada por la desigualdad. masiado material, que los cristianos y los sacerdotes sólo
Podrá decirse que esto consideración moralizante no deberíamos hablar de cosas del "alma". Pero nosotros ha-
cabe en el contexto político, que la política y la economía blamos de cosas que atañen al hombre entero. Y el hom-
tienen sus propias leves, etc., pero precisamente aquí inter- bre necesita comer y vestirse. No olvidamos que no es lo
viene un elemento de creatividad e imaginación que pu^de único y hablamos de Cristo y de la fe en Él, pero no qui-
aportar la fe en Jesucristo; ésta se comporta como una fuer- siéramos separar esta? cosas. A veces ponemos el acento en
za y una luz que anima y da sentido a los análisis de la las necesidades básicas, precisamente porque son básicas,
ciencia social, mostrando la verdadera dimensión del hom- y su carencia es irritante y apremiante.
bre y su tarea. Es que nosotros creemos que la realidad no En suma, si nuestro país da una gran batalla contra
íe agota en lo que puede captar y fijar nuestra mirada la miseria, los crislianos que han de estar de lleno en ella,
corta a lo inmediato, sino que está en tensión hacia la Rea- sentirán que lo que se logre es ya una primera realización
lidad futura, ya actuante en el Hombre Nuevo. Jesucristo del Reino proclamado por Jesús. Dicho de otro modo, que
vivo. Señor de la Historia, en el cual estamos ya incorpora- hoy el Evangelio de Cristo pasa por (y se encarna en) el
dos y en principio renovados. esfuerzo de muchos hombres por hacer justicia.

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Estos son los aspectos más positivos que percibimos fe y religión, y si piensan que la fe cristiüna es sin
en el inicio de un proceso hacia el socialismo. Ellos nos más un producto de la ideología de clase, dependiente de
parecen cargados de significación evangélica y por lo tanto la infraestructura económica concluirán a partir de esto'
de esperanza. supuestos no revisados, que IB fe es alienante.
Comprendemos que muchas manifestaciones de la Igle-
sia dan motivo para seguir pensando así, pero no se puctlc
desconocer el esfuerzo de tantos cristianos que apuntan ha-
Con la misma claridad debemos decir también lo que eia la verdad de la fe.
nos preocupa, lo que podría malograr en parte o totalmen- Es tiempo que creyentes y no creyentes adviertan la
te la tarea nacional que se nos ofrece: distancia que va entre el Dios verdadero y las imágenes
más o menos idolátricas que llevan el mismo nombre. Entre
estas últimas encontramos al dios primitivo que suple la
1.—Rigidez del sistema
incapacidad transitoria de la ciencia v de la técnica, al dios
La implantación del socialismo en muchos países ha rival del hombre que se opone al progreso, al dios conser-
tenido un carácter extremadamente rígido. La planificación vador de un orden establecido, al dios que promete una
de la economía puede llevar a tales exiremos que ahogue vida futura y se desentiende de la presente.
la iniciativa personal, la participación rea! del puebia, o Contra todos esos dioses han luchado muchos cristia-
bien lleve a crear un peso burocrático insoportable, cosas nos en nombre del Dios vivo y personal, manifestado en
todas que también oprimen al hombre e impiden la rea- Jesucristo, que libera a su Pueblo y exige dar la vida por
lización de un verdadero socialismo. sus hermanos. Hay que reconocer este daio, con el cual
muchos cristianos son consecuentes, antes de seguir ha-
Esta consideración no debe llevar a retardar los pasos
blando de !a religión como opio del pueblo.
necesarios en la construcción del socialismo, pero sí debe
mantenernos alertas para que, interesados en la planifica-
ción rigurosa do la economía, no se nos pierda de vis!a el
3.—Otras deficiencias posibles
hombre al cual se pretende st-rvir y terminamos por tener
un país triste y sometido. También puede malograrse esta experiencia:
La esperanza de muchos chilenos en este momento os
— Por la resistencia incomprensiva de los sectores más
que logremos encontrar nuestro camino original sin copiar
afectados en un cambio de régimen.
materialmente modelos de otros países. Para "inventar"
esto socialismo chileno, y tal vez para ayudar a otros países — Por la obsecación de los que condenan sin apelación
a que busquen el suyo, necesitamos aprovechar con imagi- todo cuanto tenga que ver con socialismo, comunismu
nación, nuestras características propias y ponernos en guar- o marxismo.
dia contra nuestros defeelos que ningún sistema puede su- — Por ¡as ambiciones, rivalidades en torno a] poder, sec-
primir por sí solo. Vale decir, aunque parejea presunción, ! tarismos o falta de rectitud que puedan corromper las
que debemos construir un socialismo inédito, como único • filas de los actuales triunfadores.
modo de tener un pueblo con personalidad y sentido na-
— Por la falta de una presencia más significativa del prole-
cional.
tariado en las decisiones.
— Por la falta de una mística que permanentemente puri-
2.—Dogmatismos fique y renueve todo este esfuerzo.
— Por el egoísmo y espíritu individualista que llevamos
El socialismo científico en sus realizaciones concretas
todos y que puede frustrar las mejores esperanzas.
ha sido muchas veces dogmático. Pretendiendo defender
la Ciencia y los intereses de las clases populares, ha impues-
to el pensamiento de un grupo. B. N U E S T R A FE C R I S T I A N A
Es verdad que el capitalismo ha sabido imponer sus
propios dogmas de un modo tal vez más sutil. Estamos con- En las líneas anteriores, hemos expresado de algún
tra ambos dogmatismos. modo, los posibles valores y no valores presentes en los
Confiamos en que la madurez del chileno va a man- sucesos de nuestro país. Nos parece necesario señalar tam-
tener y hacer progresar IB verdadera libertad sin temor bién en nombre de qué Mensaje hacemos esta lectura de los
de que el desarrollo del hombre en esta línea sea acusado hechos.
con ligereza, de "libertad burguesa". Es verdad que ninguna palabra humana puede conte-
Confiamos también que los cristianos, tanto los que ner adecuadamente la Palabra de Dios; también es verdad
aceptan como los que rechazan los análisis del marxismo, que las acciones en que esta Palabra se encarna, son mucho
lo ayudarán a ser crítico de sí mismo y que éste evitará más elocuentes que todas las formulaciones intelectuales.
la estrechez de visión que ha mostrado en experiencias Con todo, es bueno volver a explicitar, hasta donde nos
anteriores. es posible en pocas líneas, y tal vez con mayor razón a
A modo de ejemplo, nos interesa detenernos en un propósito de este presente chileno, el contenido de nuestra
caso típico del sectarismo de algunos marxistas: es preci- fe cristiana, sobre el cual hay tantos malentendidos aún
samente su actitud frente al creyente. Si siguen confun- para los que se dicen cristianos.

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Los cristianos tenemos bastante dificultad para dar a
entender lo que somos. En parta se debe a que todos creen
saberlo de antemano, porque muchos siglos de historia y
una difusión masiva del catolicismo han dado una cierta
imagen fija del creyente. Se diría quj estamos definitiva-
mente clasificados y no siempre es fácil que nos escuchan
sobre el senlido de nuestra fe. Muchos nos miran como
un grupo dedicado a cosas celestiales y por lo tanto inútiles;
o bien como un grupo de poder que se inclina n un lado
o a otro según las conveniencias del momento.
¿Cómo explicarles lo que somos o lo que querríamos
ser? Ya lo decíamos; por nuestros hechos. Pero, que se
nos perrnita decir también alguna palabra que nos exprüe.
que se refiera al Mensaje que llevamos, o mejor, que nos
cita llevando y nos empuja a hablar.
Para nosotros, comunicar la buena noticia de le.sucrislo
(eso significa Evangelio) es hacer saber a iodo hombro un
hecho, un acontecimiento: la Muerte de Jesucristo y su Re-
surrección que inaugura la Vida Nueva.
Nos referimos a LO QUE FUE. LO QUE ES. y a LO
QUE SERA:

1.—Lo que fue

Entiéndalo y créalo quien pueda, pero el caso es que


nosotros creemos que, desde hace dos mil años, se ha cla-
vado en el mundo un punto luminoso. Creemos que así
como hay la vida que llena el Universo: la vida de lus ríos
y de los mares, la vida de los grandes bosques y de una
pequeña hierba, la que le acontece al hombre con su pena
y su alegría; así creemos que una Vida aún más intensa que
esa irrumpió en el mundo a través de la existencia terrestre
de |csús de Nazareth y su triunfo sobre la Mu;rte. Que
eso se dio en Jesús, carpintero de v.n pequeño pucblu,
hijo de Moría, entregado por sus compatriotas y ajusticiado
por los romanos.
¿Qué nos impulsa a comunicar t$n extraña noticia?
¿Para qué seguir refiriéndonos a un pasado? ¿No baslaba
dejar a [esús en la historia como un ejemplo de humanidad?
Es que en este hecho de que hablamos, reside una invitación
para todos, invitación que concierne nuestro presente y
nuestro pasado.
Digamos primeramente algo sobre el futuro, porque
eso determina nuestra actitud de hoy.

2,—Lo que será

Creemos que esa Vida, esa Fuerza nueva que ha pe-


netrado en el mundo con Cristo, es la Vida misma de Dios,
comunicada primeramente a ]esucrísto. Hijo de Diai. y n
través de Él. a todos los hombres, hechos hijos de Dios.
El objeto último de nuestra esperanza, lo que anhe-
lamos, lo que sabemos que nos está prometido a través
de una Palabra que no falla, no es ninguna COÍÍI de usté
mundo, ni tampoco una felicidad angélica, sino el Don
de la Vida misma de Dios, en Jesucristo.
Y esto no sólo para goce personal de cada uno des-
pués de la muerte, sino para toda la sociedad humana.

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hecha fryürnal y Feliz. Creemos, por consiguiente, en la a ta Vida Nueva queda hecha para lodos, lambién para
renovación definitiva de csie mund». los que explícitamente no son creyentes, pero con sinceri-
Así como hay '"místicas" en visia de la construcción dad luchan por un hombre mejor.
de la sociedad perfecta del futuro; así nuestro afán, en Lo dicho de nuestro futuro lo vivimos en la fe:
el quehacer cuotidiano, está movido por la atracción di"
una sociedad futura que se identifica con el Señor Resu- — Procuramos conformar nuestra vida con la de CrisiO.
citado. — Tratamos de enlrai al servicio de nuestros hermanos, en
Par lo mismo, quisiéramos trabajar hoy con el máximo especial de los que luchan por la justicia.
de energía en la construcción de un mundo para el hom- — Meditamos las palabras de Cristo para ajustamos a su
bre y para todos los hombres. Y mientras lo hacemos. má> verdad.
allá de nuestras pequeñas esperanzas, más allá de lo que
— Nos reunimos para avivar y renovar en nosotros ta
podemos realizar con el esfuerzo de nuestras manos, eslá
Fuerza del Espíritu de Jesucristo.
la gran Esperanza que le comunica un dinamismo ¡i nuestra
acción: el encuentro personal con Aquel que es el Amor — Nos esforzamos por discernir en los acontecimientos
y que le da el sentido último a nuestra existencia. de la historia el designio misterioso que conduce a la
Entre santo, el cristiano no puedo cunfundir ninguna Humanidad a su cumplimiento.
n.-;iliz;ición temporal, por liberadora que sen, con ta Li-
beración definitiva d~ l¡i Humanidad, vivida hoy en fe, En visia de esle Anuncio, que hemos descrito breve-
destinada a manifestarse un día. en la Vuelta de Cristo, mente, y en vista de la apasionante tarea que implica, se-
ñalábamos anteriormente el contenido evangélico que nos
De ahí todo lo que decíamos más arriba sobre el in-
está permitido entrever en lus proyectos de transformación
terés del cristiano por la construcción de un mundo fra-
de nuestro país.
ternal que fuera un esbozo y un inicio del Reino futuro.
Aun expresado ESÍ tan imperfectamente, queda ma
Y porque la renovación de todas las cosas no es sólo
nifiesto cómo el ámbito de lo cristiano debería ser el lugar
"espiritual", sino corporal y temporal: porque el amor fra-
de la libertad, de la alegría, de la creación, de la ciencia al
terno exigido en el Rvangelio ha de ser muy realista, se
servicio del hombre, de la vitalidad y de la fuerza, más
entiende que hayamos insistido en la preocupación por
que el lugar de los deberes inexplicables, de los rostros
nuestros hermanos reales y concretos.
graves, del aburrimiento o la debilidad.
Nuestra tarea os presente. No quisiéramos postergar
Veamos, por último, a qué nos llama este Evangelio
nada para la vida futura, sino sólo la manifestación plena
en cuanto Comunidad de creyentes.
de este triunfo de Cristo sobre la Muerte, y la felicidad
que proviene de participar sin obstáculo en la Vida de
Dios. C. Quehacer de la Iglesia

La palabra "Iglesia" suele despertar toda clase de


3.—Lo que es críticas. ¿Podremos hablar de Ella sin referirnos a estas
críticas que, en gran parle, compartimos? Pensamos que
Ese es nuestro pasado un la fe: la llegada de la Vida
sí. Precisamente porque son sobradamente conocidas y co-
nueva en Jesús.
rresponden a defectos que a todos nos duele.
Y ese es nuestro futuro: la plena manifestación de
Hablemos mejor de la Iglesia que querríamos y po-
la misma vida.
dríamos ¡ener. Cada uno verá el camino que hay que re-
¿Cuál es el presente de nuestra fe?
correr para lograrlo.
Consiste en crear con todo nuestro ser que Dios es
¿Cuál es la tarea que toca a esta Comunidad llamada
Padre de todos y en dar cada día la vida por nuestros
Iglesia? La expresamos en tres partes que son aspectos
hermanos.
de la misma misión de la Iglesia:
Y si en Él está la Liberación definitiva, en nuestras
manos está el romper una a una todas las cadenas que — Anunciar a Cristo.
impiden a! hombre ser hombre. No seremos juzgados por — Servir ¡i la comunidad humuna.
lo que pensamos sino por lo que hacemos. Los cristianos
— Ser comunidad.
no nos sentimos ni peores ni mejores que los demás hom-
bres, pero sentimos sí la grave responsabilidad de ser fiek-t.
al Amor de Cristo. 1.—Anunciar a Cristo
Por eso decíamos que nadie puede quedarse ocioso
cuando se da la posibilidad de construir una sociedad más La Iglesia sólo se entiende en relación al aconteci-
justa. miento de Cristo. Es una comunidad de creyentes que se
Tampocu creemos que lodo lo bueno que se hace en reúne en torno a Jesús, de quién ha recibido el encargo de
el mundo sea sin más "cristiano". Por lo menos, en ese anunciarlo hoy y aquí.
caso, el nomhrc tendría un sentido muy amplio. Preferí A pesar de todas sus fallas. Ella nos du. por el im-
mas reservar el nombre de cristiano al que, entregándose pulso del Espíritu enviado por el Padre y Jesús, la opor-
entero a sus hermanos, cree resueltamente en la Vida que tunidad de conocer ni Criólo de hoy y su mensaje respecta
nos ha sido dada en Jesucristo. Pero la invitación de Dios del hombre.

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Es verdad que hoy día muchu:- uri:-¡ianot creen poder Pero lo importante no está en las declaraciones públi-
prescindir de la Iglesia, o mantienen con ella un vínculo cas. En su vida diaria, en su reflexión en torno a la palabra
muy tenue, porque no se sienten solidarios con sus estruc- de OÍOS, en ia orientación de sus obras, puede la Iglesia
turas, sus actuaciones públicas o su estilo de pensamiento ayudar a crear un rmm;k> y un honihre nuevo según el
y de vida. Al respixlo, convendría recordar que nuestra Hombre Nuevo fesucristu y a impulsar la búsqueda de la
adhesión a la Iglesia no se fundamenta en otr* cosa que superación humana.
en la Palabra de Dios. En efecto, es por esa Palabra que
nos sabemos llamados a ser un Pueblo, y es la misma Pa-
labra la que le asegura también una básica fidelidad pura 3.—La comunidad
cumplir su misión.
¿Por qué entonces este anuncio del Mensaje no es Por último, la Iglesia es Comunidad, y es también
más claro hoy en nuestro país? Simplemente porque no agrupación de comunidades, porque su tarea es común.
somos consecuentes con el Evangelio. Sin embargo, im- tomo lo es la del Padre con Jesucrislo enviando a los
porta decir aquí que nos toca conocer muchos cristianos hombres su Espíritu, como lo es la de constituir un Pueblo
que buscan sinceramente a Cristo, que están comprometi- que anuncia los hechos de Dios, coma lo es para lodos, la
dos muy lealmente en la Sucha por la justicia y que, con tarea de ser hombres- en este mundo.
sus hechas, anuncian el Evangelio. Al igual que en los otros aspectos, hablamos aquí
Es verdad que tales ejemplos se dan en un ámbito redu- más de un anhelo que de una realidad lo institucional y
cido y no logran transformar la imagen que la Iglesia, jurídico en la Iglesia pesa más aparentemente que el amor
toma conjunto, proyecta en nuestra sociedad. Para que el y la sencillez. Con todo, nos atrevemos a decir que nues-
rostro de Cristo fuera reconocido en la [gicsia de Chile, tra propia experiencia pastoral nos hace ver la realidad
seria necesario que Esta anunciara más clara y manifies- de algunas comunidades fralernales en que se da un en-
tamente la Buena Nueva de la liberación a los oprimidos, cuentro personal valioso y en que se procura hacer alguna
les revelara su dignidad y grandeza de hombres, los ayu- reflexión desde la fe acerca de los compromibos que cada
dara a ser los autores de su propia liberación y les reve- uno tiene en su medio. Tales comunidades se reúnen en
lara la profundidad de la liberación de Cristo. temo a la Palabra de Dios que las ilumina y a una cele-
Y no sólo eso. Sería necesario que la Iglesia estuviera bración eucarística sencilla que permite tomar conciencia
arraigada en el pueblo, que nci necesitara "ir a ¡os pobres", de la vinculación con Jesús vivo y presente, y profundizar
por estar ya con ellos; y que desde allí, anunciara a todos las exigencias de su Evangelio,
la salvación. Cuando constatamos la existencia de estas comuni-
Desde allí también, podría comunicar con fuerza y dades pensamos en lo que podría ser una Iglesia que agi-
audacia la vida nueva de Cristo, y poner en nuestro que- lizara sus organizaciones, no tuviera ni la apariencia de
hacer diario toda la fortaleza, la esperanza y la alegría poder, creara vínculos más cordiales y sencillos entre Pue-
que necesitamos para construir un mundo de justicia. blo y Jerarquía y diera mayor participación a todos en
sus decisiones. Tal Comunidad (y tenemos derecho a es-
perar que así será la Iglesia de mañana) podría ser una
2.—Servicio a la comunidad humana realización significativa del destino comunitario de toda la
Humanidad.
Está ya comprendido en lo dicho, poique el verdadero
Expresamos estas preocupaciones nuestras, pensando
servicio a los hombres consiste ¿n anunciarles a Cristo
que muchos las comparten y quisieran hacer mejor Iglesia.
que, haciendo a los hombres libres y fraternales, los lleva
Ojalá ningún cristiano hablara de la Iglesia como una rea-
a una Esperanza más alta que da sentido a su vida entera.
lidad que le es ajena. La llevamos lodos y depende t!c
Este servicio no está fuera del tiempo. La Iglesia vive
cada uno de nosotros. Nadie puede dejarse llevar por el
la historia presente con todos sus aciertos y fracasos. Es
pesimismo y el desaliento, porque está en nuestra mano
decir que es correspcnsable de todo esfuerzo por una Hu-
hacer de nuevo la Iglesia cada día. Reconocer esto equi-
manidad más fraternal, de todo progreso técnico y cien-
vale Ü proclamar la necesidad de nuestra propia conversión
tífico que vaya en el sentido del hombre, de todo lo que
personal.
aumenta el vigor y la esperanza de la vida humana.
Estas cosas queríamos decir a nuestros amigos, al pre-
En este sentido, parece bien que la Iglesia de Chile
guntarnos hoy por el sentido de nuestra fe cristiana.
se haya expresado a través de las palabras de nuestro obis-
po, de sacerdotes y laicos, reconociendo los valores del so-
Pablo Fontainc Gonzalo Valdivieso
cialismo, y haya llamado a una franca colaboración en
i/Mc momento, aún sabiendo el riesgo que hay en ellu de Fernando Catiea losé Vial
parecer favoreciendo determinada fracción política. Humberto Guzmán Miguel Bourguignal
Hay aquí una condición necesaria de la Iglesia en la Cristian (ohansson Ramón Herrera
Historia: Sólo puede hacer eficazmente presentes los au-
ténticos valores humanos, comprometiéndose en estilos de Sacerdotes de la Parroquia Universitaria
vida, acciones y pronunciamientos concretos, cosas todas Santiago. Noviembre de 1970
que son válidas en ki medida en que dice a la vez que to-
da realización temporal se quede corta en comparación
con la Esperanza definitiva que anuncia.

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