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ll capítulo

violencia contra las mujeres en el marco de los derechos de las mujeres


2.1 los actos de violencia contra las mujeres representan una de las
disfuncionalidades sociales derivadas de las estructuras patriarcales, como ya se
hizo mención en cl capitulo anterior. Para entender su magnitud, debe Apuntarse
que son manifestaciones de diferente índole presentes en prácticamente todos los
espacios -públicos o privados- en donde se relacionen los hombres y las mujeres;
son actos de connotaciones políticas e ideológicas; responden a creencias y
valores, incluso de tipo religioso, reflejan, como lo señaló el Comité contra la
Discriminación hacia la Mujer de Naciones Unidas, formas de discriminación que
inhiben gravemente la capacidad de las mujeres de gozar de derechos y libertades
en pie de igualdad con los hombres.' Este Comité señaló que: La violencia contra la
mujer, que menoscaba o anula el goce por la mujer de sus derechos huma-nos y
libertades fluida mentales en virtud del de-recito internacional o de convenios
específicos de derechos humanos, constituye discriminación, tal
Ver Recomendación General Número 19, adoptada el 30 de enero de 1992 durante
el 11° periodo de sesiones del Comité. Documento de Naciones Unidas A/47138.
En este documento se afirma que El Comité llegó a la conclusión de que los informes
de los Estados Partes de refieren a los Estados firmantes de la CEDAWI no siempre
reflejaban de manera apropiada la estrecha vinculación ente la discriminación
contra la mujer, la violencia contra la mujer, y las violaciones de los derechos
humanos y las libertades fundamentales,
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Como se entiende en el articulo 1 de la conservación. Estos derechos y libertades


comprenden entre otros:
A) El derecho a la vida;
B) El derecho a no ser sometido a torturas o a tratos o penas crueles, inhumanos
o degradantes;
C) El derecho a la protección en condiciones de igualdad con arreglo a normas
humanistas en tiempo de conflictos armados internacionales o internos;
D) El derecho a la libertad y la igualdad de las personas;
E) El derecho a la protección igual de la ley;
F) El derecho a la igualdad en la familia;
G) El derecho al nivel mas alto posible de salud física y mental;
H) El derecho a condiciones de empleo justas y favorables.
El comité mencionado única que la manifestación de violencia son parte de
estructuras, tradiciones y practicas que someten y han sometido históricamente
a las mujeres. En otras palabras, refiere directamente al patriarcado, del que cita
ejemplos muy claros, incluyendo la tolerancia a la pornografía y la prostitución,
textualmente afirma:

Las actitudes tradicionales según las cuales se considera a la mujer como


subordinada o se le atribuyen funciones estereotipadas perpetúan la difusión de
practicas que entrañan violencia o coacción, tales como la violencia y los malos

Tales en la familia, los matrimonios forzosos, el asesinato por presentar dotes


insuficientes, los ataques con ácido y la circuncisión femenina. Estos prejuicios y
practicas pueden llegar a justificar la violencia contra la mujer como una forma de
protección o dominación de la mujer. El efecto de dicha violencia sobre la integridad
física y moral de la mujer es privado del goce efectivo, el ejercicio y aun el
conocimiento de sus derechos y libertades fundamentales. Si bien en esta
observación se hace hincapié en la violencia real o las amenazas de violencia contra
la mujer, sus conservaciones estructura básica construyendo a mantener a la mujer
en un papel subordinado, a si escasa participación en política y a su nivel de
educación y capacitación y oportunidades de empleo. Estas actitudes también
contribuyen a la difusión de le pornografía y a la presentación y otro tipo de
explotación comercial de la mujer corno objeto sexual, antes que como persona.
Ello, a su vez, contribuye a la violencia contra la mujer' Esta Recomendación 19 del
Comité para la Eliminación de todas las Formas de Discriminación en contra de la
Mujer fue determinante para que en 1993 se redactara y aprobara la Declaración de
Naciones Unidas sobre la Eliminación de la Violencia de Género Contra la Mujer. A
partir de entonces se: (...) reconoce que la violencia de género contra las mujeres
es un problema multicausal
De alto impacto e n distintas etapas de las vidas de las mujeres, limitado su
desarrollo psicosocial, afectado seriamente se salud, físico y restringiendo el
ejercicio pleno de sus derechos; sus secuelas repercuten en las dinámicas de la
sociedad y su presentación significa altas erogaciones para el estado. la violencia
es reconocida en contextos geográficos, políticos y culturales diversos,
independientemente de, la condición económica, edad o grupo social al que
pertenezcan las mujeres. Sus formas de expresión en la cotidianeidad son múltiples
y su presencia se revela en múltiples espacios públicos y privados.
Efectivamente, en la declaración que se menciona, se afirma lo siguiente:
La violencia contra la mujer constituye una manifestación de relaciones de poder
históricamente desiguales entre el hombre y la mujer, que han conducido a la
dominación de la mujer y a la discriminación en su contra por parte del hombre e
impedientemente el adelante o pleno de la mujer, y que la violencia contra la mujer
es una de los que se fuerzas a la mujer e a una situación de subordinación respecto
del hombre.
Y por tanto se le define como:
(…) todo acto de violencia basado en la pertenencia al sexo femenino que tenga o
pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico para
la mujer, así como las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria
de la libertad, tanto si se producen en la vida política como en la vida privada.
Consideraciones que fuera incluidas en el programa de acción de la IV conferencia
mundial de la mujer, celebrada en Beijín en 1995, en cuyo párrafo 156 se señaló
que:
La violencia contra las mujeres es una manifestación de las relaciones de poder
históricamente desiguales entre la mujer y el hombre, que han condiciono a la
donación de la mujer por el hombre, a la discriminación contra la mujer y la
interpretación de obstáculos contra su pleno desarrollo. La violencia contra la mujer
a lo largo de su ciclo vital dimana esencialmente de pautas culturales, en particular
de los efectos perjudiciales de algunas prácticas tradicionales o consuetudinarias y
de todos los actos de extremismo relacionado con la raza, el sexo, el idioma o la
religión que perpetúan la condición inferior que se asigna a la mujer en la familia,
el lugar de trabajo, la comunidad y la sociedad. La violencia contra la mujer se ve
agravada por presiones sociales, como la vergüenza de denunciar ciertos actos; la
falta de acceso de
La mujer a información, asistencia o protección jurídica, la falta de leyes que
prohíben efectivamente la violencia contra la mujer. El hecho de que no se reformen
las leyes vigentes;
El hecho de que las autoridades públicas no pongan el suficiente empeño en difundir
y hacer cumplir las leyes vigentes: y la falta de medios educacionales y de otro tipo
para combatir las causas y consecuencias y de otro tipo para combatir las causas y
consecuencias de la violencia. las imágenes de violencia contra la mujer que
aparecen en los medios de difusión de mujeres y niñas como objetos sexuales y la
pornografía, son factores que contribuyen a que se perpetúe esa violencia, que
perjudica a la comunidad en general y en particular, a los niños y los jóvenes.
Mas adelante, en 2006, naciones unidas público el informe más acabado sobre la
violencia de genero contra las mujeres, en donde su entonces secretario general
reitero que se trata de una forma de discriminación contra las mujeres, una:
Violación generalizada de los derechos humanos y uno de los obstáculos principales
como lograr la igualdad de género.
Es importante subrayar, como se hace en el estudio que se cita, que, al reconocer
que la violencia hacia las mujeres es una violación a los derechos humanos, se:
Clarifican las normas vinculantes que imponen a los estados las obligaciones de
prevenir, erradicar y castigar esos actos de violencia y los hacen responsables en
caso de que no cumplan tales obligaciones estas emanan del deber de los estados
de tomar medidas para respetar, proteger, promover y cumplir los derechos
humanos de tal modo, la exigencia de que el estado tome todas las medidas
adecuadas para responder a la violencia contra la mujer sale del reino de la
discrecionalidad y para a ser un derecho protegido jurídicamente,
En otras palabras, este reconocimiento coloca al Estado la obligación de romper
con todos los estereotipos patriarcales que toleran y perpetúan la discriminación,
las e. y 'sometimiento de las mujeres. agresiones ve palabras de Laura Martínez
Rodríguez, la concepción que las personas tienen del mundo está delimitada
primordialmente por su entorno sociocultural, estructurado por los diversos ejes de
la ideología dominante y por el lugar que ésta ocupa en la sociedad. De esta
manera, la ubicación de clase, el género, la nacionalidad, la edad, entre otros
factores, determinan la relación entre sujeto y la concepción del mundo. Afirma, en
referencia al patriarcado, sus valores, creencias, prácticas y tradiciones, que:
Dentro de esta concepción del inundo se expresan diversas estructuras de poder,
como el orden jerárquico de los inundas masculino y femenino, donde las mujeres
se encuentran bajo el control de la cultura patriarcal, que se caracteriza
Principalmente por el antagonismo entre mujeres y hombres, cuyo significado se
refleja en la sumisión y el dominio de los hombres hacia las mujeres; es por ello que
el poder patriarcal se expande en cualquier relación opresiva y se articula bajo
criterios clasistas, étnicos, religiosos, políticos y raciales. La violencia es la practica
concluyente y definitiva con que el poder machista impone sus deseos y
disposiciones sobre las mujeres”
Esto implica que la violencia hacia las mujeres se ej., como un mecanismo de
control y sumisión, en donde prevalecen una serie de estereotipos acerca de la
naturaleza femenina, que caracteriza a las mujeres como sumisas, débiles y/o
abnegadas; necesitadas de protección y 'orientación' del páter, que, como ya se
señaló en el, capitulo anterior, es parte de las estructuras patriarcales que, todavía
hoy, caracterizan la sociedad guatemalteca con todas sus secuelas de violencia e
impunidad, como se observa en el testimonio de Juventina Yax, ,'" que no es más
que un ejemplo de cientos más.
Ver de frente, a los ojos, ese tipo de testimonios hace obligatoria una pregunta sobre
la actuación de las policías, las autoridades y, en general, de todas las personas
que operan en los espacios de justicia y seguridad en Guatemala. La respuesta
refiere, necesariamente, a las estructuras del patriarcado de las que todas esas
personas son parte.
Es cierto que para algunas personas, la violencia contra las mujeres se explica a
través de causas tan simples como la ingestión del alcohol, el uso de drogas, las
dificultades económicas que puede atravesar el hombre que vive, estudia o trabaja
con ella; otras lo explican como ya se señaló, como consecuencia de la desigualdad
estructural que existen entre hombres y mujeres. En realidad, es un problema
complejo de factores sociales y personales diversos que favorecen y justifican esta
conducta, en especial como parte de la constitución que lo sostienen, una de ellas,
la familia.
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Efectivamente, en los orígenes de la formación del estado, tal como se conceptúa


en la actualidad, se considero que así como el soberano manda a los súbditos, el
padre manda a los miembros de la familia, con la diferencia de que este recibe el
poder, como parte de acciones políticas y de dominio, esta estructura ideológica
esta presente en prácticamente todas las sociedades de corte patriarcal y ha
sobrevivido a múltiples cambio y revoluciones incluso la industrial de fines del siglo
xlx y principios del siglo xx se puede rastrear desde Aristóteles y Seneca, hasta
Hobbes, Locke; todos justifican y legitiman el poder del páter al interior del núcleo
familiar y la violencia como un instrumento de corrección y control. Stuart mil afirmo:
Créese que es opinión, general de los hombres que la vocación natural de la mujer
reside en el matrimonio y la maternidad. Y digo créese, porque, a juzgar por los
hechos y por el conjunto de la constitución actual, podría deducirse que la opinión
dominante es justamente la bien mirado, diríase que los hombres comprenden que
la supuesta vocación de las mujeres es aquello que mas repugna a su naturaleza,
y que si las mujeres traviesen libertad para hacer otra cosa diferente, si se les dejase
un resquicio, por pequeño que fuera, para emplear de distinto modo su tiempo y sus
facultades, solo una minoría aceptaría la condición que llaman natural, si así piensa
la mayor parte de los hombres, convendría manifestarlo, esta teoría late, sin duda
alguna, en el fondo de cuanto se ha escrito a cerca de la materia pero me gustaría
que alguien le confesase con franqueza y viniese a decirnos: era necesario que las
mujeres se casen y tengan hijos, pero no lo harían sino por la fuerza. Luego es
preciso forzarlas.
En este sentido, la violencia de genero contra las mujeres existe y es legitimada en
las sociedades como el medio más eficaz para impedir que ellas piensen por si
mismas, ejerzan su libertad, se rebelen en contra de patrones y tareas que se le son
impuestas para garantizar la reproducción social, el miedo, el terror que genera la
violencia hacia las mujeres en cualquiera de los ámbitos en donde se ejerce, es
similar, sino idéntico, al que genera y utiliza el déspota, el dictador, para mantener
su poder.
A través de la violencia se logra que las personas sometidas a ella, en este caso,
las mujeres, sean pasivas, acepten con docilidad los dictados del páter, obedezcan
sus instrucciones, a traes de las agresiones sistemáticas, se evita que las victimas
tomen decisiones o tomen iniciativas que pudieran poner el peligro, en primera
instancia la autoridad del páter, y en segunda, la estructura social que lo legitiman.

Algunas de las teorías del feminismo afirman que esta violencia forma parte de una
violencia estructural cuya función es precisamente mantener el patriarcado, es decir
esa estructura social y sostenida y reproducida por una serie de instituciones y
normas políticas, jurídicas y morales que, al decir de Alda Facio:
Están orientadas hacia la promoción en torno a un orden social, económico, cultura,
religioso y político que determinan que el grupo o clase compuesto por mujeres,
siempre esta subordinada al grupo o clase compuesto por hombres…
Otras atacan con más virulencia a estas estructuras desiguales. En el caso de Celia
Amorós, quien afirma que:
(..:) la aristocracia masculina interpelada no hablar en emplear la violencia represiva
para restituir un “orden natural” que ya de por si es violencia constituyente reubicar
a las mujeres en su espacio recodificar este nuevo espacio al que se las constreñirá
por la fuerza empleando medidas ejemplarizantes que irán desde la condena a la
guillotina para olympe de gouges a los cierres de los clubs de mujeres después de
haberlas despachado por las bravas de los ejércitos, calificándolas de “plagas”
Desde la psicología se afirma que:
Los psicólogos sociales entendemos la conducta agresiva desde una perspectiva
que podemos llamar interaccionista: cada incidente agresivo se enmarca dentro de
un proceso de conflicto interpersonal o intergrupal, se inicia para una funcionalidad
transcurre en un periodo de tiempo y tiene un final en el que las posiciones de los
participantes en el incidente quedan reestructuradas la conciencia social de una
incidente agresivo es que hay un ganador y un perdedor, una persona o grupo que
queda en posición social superior a la otra persona o grupos en general, la conducta
agresiva no se produce de forma ciega e indiscriminada, sino que ejerce sobre
individuos que están en posición inferior o una cierta incapacidad para responder al
ataque, y al ser vencidos se refuerza su posición de inferioridad este es
precisamente el caso de muchos incidentes de agresión entre hombres.

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