Vous êtes sur la page 1sur 4

DESARROLLO DEL SER HUMANO DE 0 A 8 MESES

PRIMER MES
Durante el primer mes vida del bebé, su principal necesidad consiste en establecer un ritmo
respiratorio regular y constante y dominar funciones como el llanto, el estornudo, la tos, el
bostezo y todo aquello que le pueda suponer un esfuerzo al pequeño.
Los cinco sentidos del bebé en su primer mes de vida se encuentran preparados para recibir
estímulos y procesar informaciones básicas, que más tarde se irán desarrollando.
La cabeza del bebé es grande y pesa mucho. Poco a poco, va fortaleciendo el cuello y es
capaz de levantarlo cuando está boca abajo. Además, consigue mover sus pies y manos.
El bebé de un mes ejercita sus reflejos. Consigue agarrar los dedos de sus padres e incluso
tirar de ellos.
Al principio el bebé no conoce a su cuerpo. En esta etapa, el bebé todavía no ve con nitidez.
Apenas consigue ver sombras a una corta distancia de medio metro.
En las primeras de vida, el niño es capaz de fijar la mirada. Le gusta que acaparen su atención
con juguetes que tengan luces y sonidos, ya que le relaja y le divierte. Es necesario que el
niño sienta afecto y protección, pues esto le dará la seguridad que ya tenía en el interior del
útero de la madre.
Se pasa durmiendo casi todo el día y sólo se levanta durante cortos períodos para comer. La
respiración del bebé de 1 mes es algo ruidosa e irregular.
Entre el día y la noche, suelen dormir mucho, de 16 a 20 horas al día. En las primeras
semanas, su sueño diurno suele interrumpirse a intervalos de 2 o 3 horas para sus tomas de
leche, a medida que el bebé vaya creciendo también aumentará el espacio de tiempo entre las
tomas.
Le encanta que le cojan en brazos y le acunen, eso sí, hay que tener mucho cuidado con su
cabeza. El bebé reconocerá a su mamá por su olor y le encanta estar en sus brazos para
escuchar los latidos de su corazón, de esta manera se siente protegido. El bebé descubre, en
esa etapa, que el llanto es su único y, por lo tanto, su mejor recurso para conseguir atención.
Tanto si el bebé es alimentado con lactancia materna como con lactancia artificial, no es
necesario administrar ningún suplemento, salvo indicación médica.
SEGUNDO MES
En el segundo mes de vida, el bebé empieza a percibir algún que otro ruido y comienza a
emitir sus primeros sonidos como "eh" "uh" y sonidos guturales. Utiliza el llanto para
comunicarse.
Asimismo, también puede mantener la cabeza erguida por más tiempo y se puede observar
que está mucho más espabilado y hábil cada día.
A los dos meses, boca abajo, el niño levanta la cabeza y la parte superior del tórax apoyándose
en los antebrazos. Sosteniéndolo erguido, sujeta la cabeza de forma inconstante.
Muestra interés por los estímulos visuales y auditivos. Es capaz de fijar la mirada y seguir un
objeto 180º. Sonríe y vocaliza cuando le hablan. Disfruta al interaccionar con los adultos.
Empieza a sonreír ante los estímulos externos, como la cara de mamá. Se lleva el pulgar a la
boca y lo chupa, como un hábito. El bebé mueve sus manos y pies pero todavía no es capaz
de controlar perfectamente sus movimientos por lo que le cuesta agarrar objetos o
alcanzarlos.
TRES MESES
Al pequeño le encanta estar boca abajo levantando la cabeza y el tronco, y apoyándose en los
antebrazos también puede girarla. Sus movimientos de brazos y piernas empiezan a ser
intencionados, aunque es muy chiquitito y todavía no sincroniza bien.
Sin embargo, ya empieza a señalar con su dedito objetos, aunque no consiga cogerlos todavía.
Le encanta la música y escuchar sonidos. Ha desarrollado más la vista y ya persigue los
objetos con la mirada. Consigue enfocar la visión casi tan bien como un adulto, aunque no
será hasta los seis meses cuando alcance una agudeza visual más definida. Asimismo,
reconoce la voz de sus familiares.
El bebé de tres meses descubre sus manitas. Las manos son sus nuevas herramientas en esa
etapa. Las mantiene muy abiertas y algunos ya consiguen coger o sostener algún objeto.
Intentan tirar del pelo de sus papás, morderles y pellizcarles. Descubre la relación causa y
efecto.
CUATRO MESES
A partir del cuarto mes de vida, el bebé empieza a desarrollar su sociabilidad. Esto quiere
decir, que desde ese mismo momento, el pequeño ya no quiere estar solo. Es capaz de emitir
sonidos, balbuceos y algunas sílabas como pa o ma. También ríe a carcajadas.
Y si eso ocurre, aunque sea por poco tiempo, el bebé llorará mucho y no parará hasta que
vuelva a oír la voz de su madre. La buscará girando la cabeza y los ojos.
A partir de este segundo trimestre de vida, el peso y el crecimiento en general se van
ralentizando. La longitud del bebé también aumenta más despacio, de manera que, en los 3
meses siguientes, crece unos 6,5 cm, frente a los 10,5 cm que crece en los 3 primeros. Al
final de este mes, el peso y la talla promedio serán respectivamente de 6,100 kilogramos y
63 centímetros.
Entre los cuatro y los seis meses, se desarrolla la visión del color del bebé. Ya reconoce los
objetos y los busca. Observa las caras con mucha atención, y no sólo se centra en los ojos
como cuando era más pequeño. Empezará a diferenciar los sonidos: la voz de mamá, la de
papá, y los de la música que le gusta. Sonríe ante su imagen reflejada, sonríe ante las personas
que conoce y es tímido ante las personas que no.
Su coordinación mano-vista-objeto aumenta, demostrando anticipación en abrir la mano para
poder agarrar lo que desea. Durante este mes, suelen empezar a darse la vuelta y prefieren
estar sentados, porque ven con facilidad lo que hay alrededor, el bebé duerme de 8 a 10 horas
seguidas durante la noche y, durante el día, realiza 3 o 4 siestas.
QUINTO MES
En cuanto a su movilidad, el bebé ha experimentado una gran movilidad, ya que es lo bastante
fuerte para levantar la mitad superior de su cuerpecito apoyando los brazos. Durmiendo
también se mueve y puede que dé la vuelta si lo dejas solo en la cuna.
Demostrará su deseo de coger a alguna cosa con más empeño, y se enfadará y gruñirá si no
consigue sus propósitos. Le gusta llamar la atención porque sabe que acudirán.
Su percepción se esmera, pues el bebé puede diferenciar una voz amable de otra menos
amable y reaccionar a ellas de distintas maneras.
En esta etapa, empieza el juego con los pies. En esta etapa de su desarrollo, tiene lugar el
momento en que se miran y se identifican en el espejo. Puede que se asuste al principio, pero
después querrá tocarlo y lamerlo, sonreír delante de él, y empezar a emitir toda clase de
sonidos. Ya hace pedorretas y emite sonidos y palabras como "ejj", "ma" "da", etc. Para él
todo será un juego alegre y divertido.
SEXTO MES
En esta etapa el bebé conquista algunos movimientos de libertad. El pequeño ya puede girar
la cabeza con total facilidad buscando a una persona o a un objeto, y sus manos adquieren
más fuerza que en las etapas anteriores y es capaz de mantenerse sentado con apoyo.
Ahora el bebé de seis meses ya estira los brazos para pedir que su mamá le recoja en sus
brazos, y puede perfectamente sujetar el biberón él solito con las dos manos, aunque todavía
no consiga llevarle a la boca alimento alguno.
Puede que a partir de esta edad comience a aparecer la dentición, si no lo ha hecho antes. Y
es que a partir de los seis meses tiene lugar la erupción de los primeros dientes de leche,
generalmente los incisivos. Puede que esto cause molestias y dolor al bebé, babeará más y se
llevará todo lo que esté a su alcance a la boca.
La visión del bebé ahora es igual que la de un adulto. Él asocia la habilidad motora a la
capacidad de acompañar con los ojos los movimientos que hace con las manos.
A los seis meses, el bebé conteste en forma de gorjeo cuándo hables con él. El bebé se da
cuenta de que tiene vida propia y comienza a hacer ruiditos.
Puede que balbucee, aunque sin significado, algunos sonidos parecidos a "papá" o a "mamá"
y que nosotros nos empeñaremos en desmentir orgullosos ante aquél que diga lo contrario.
En cuanto a la alimentación que debe llevar, el bebé ya empieza a comer papillas. Los
distintos alimentos pueden introducirse poco a poco, dejando un intervalo de 3 o 4 días entre
alimentos nuevos para poder detectar posibles reacciones alérgicas.
Los cereales suelen ser los primeros alimentos en introducir, se añaden a la leche y los pueden
tomar con biberón o papilla. En frutas los primeros son manzana, pera y plátano.
SÉPTIMO MES
A los 7 meses de vida, el bebé estrena un período importante para su desarrollo verbal. Puede
entender el significado de algunas palabras como el "no" o de algunos gestos como reírse y
aplaudirle cuando él hace algo bueno y correcto.
Si vive en un ambiente en que haya mucha comunicación entre los padres y con él, el
aprendizaje del bebé será un éxito. El bebé puede juntar dos sílabas como “ba-ba” y “da-da”,
y pronunciar sílabas sueltas como "ta", "ga", "ma", aunque carezcan de significado. Y en
algún momento dirá "mamá" o "papá". Reacciona cuando escucha su nombre. Y no solo eso,
él relacionará muchos nombres a los objetos. Él busca el origen de los sonidos. Eso quiere
decir que tanto su audición como su visión están interrelacionadas.
Entre los seis y los doce meses salen los dientes incisivos superiores. La movilidad corporal
del bebé en esta etapa es cada vez mayor y al pequeño le gustará ponerse de pie sobre el
regazo de sus padres, eso sí, con ayuda, ya que todavía no se siente muy seguro y capaz.
Cada vez coge las cosas con mayor decisión con sus manos, y tiene más fuerza. Se concentra
mucho en averiguar las propiedades de sus juguetes, le gustan y le llaman la atención los
sonidos y ruidos. Juega y canta palabras para ver si él puede repetirlas a su modo.
A esta edad el peso medio de un bebé son 8.000 g y unos 66 cm de longitud.
OCTAVO MES
En su octavo mes de vida, el bebé se divertirá tirando los objetos desde la trona o la cuna,
soltándolos en el suelo y esperando a que alguien los recoja. El bebé consigue más equilibrio,
por lo que su postura es cada día más erguida. A esta edad él se puede sentar solo, con las
piernas medio flexionadas, la cabeza erguida, por lo menos por 1 minuto.
En el octavo mes de nacido, la mayoría de los bebés presenta una visión casi igual que la de
un adulto, lo que le permite reconocer objetos y personas. Por esta razón, al bebé le encantará
explorar todos los rincones de la casa. En cuanto a la audición, en el octavo mes es más
refinada. Al bebé le llamará la atención el ruido de los coches, motos, como también de las
campanas, del reloj y del timbre de la puerta o la llamada del teléfono.
La comunicación de un bebé de ocho meses ya es más definida en esta etapa. El bebé ya
expresa emociones y ya identifica muchas de las reacciones de sus padres. En esta etapa,
algunos bebés ya pronuncian sílabas dobles con más claridad. Ya pueden decir ‘mamá’ y
‘papá’, y ya piden cosas como agua, biberón, comida y puede mostrarse más empático con
las demás personas.

Vous aimerez peut-être aussi