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Universidad Rafael Landívar

Campus San Pedro Claver SJ


III Semestre T.U. en Trabajo Social
Derechos Humanos EDP
Dr. Fredy Ochaeta

ENSAYO
“JUVENTUD Y DEMOCRACIA FRENTE A UNA SOCIEDAD CONFLICTIVA”

Estudiantes: Pedro Pablo Frias Ibáñez 2021107


Fecha de Entrega: 7 de junio de 2008
JUVENTUD Y DEMOCRACIA FRENTE A UNA SOCIEDAD CONFLICTIVA

La conflictividad social en Guatemala ha perdurado desde los albores de su


Independencia, debido al desorden, discriminación y exclusión social. El
autoritarismo y militarismo como modos de gobierno y con medios coercitivos e
impositivos, para el control de la sociedad, han influido en el tejido social de una
manera nunca antes visto. El capitalismo y neoliberalismo como modelos
económicos para el enriquecimiento del Estado han ampliado las diferencias entre
ricos y pobres. La oligarquía sempiterna existente en los círculos de poder ha
contribuido a la decadencia del espíritu de la democracia. El paradigma que sitúa
a la corrupción como único medio para la obtención de los medios necesarios para
la vida se ha impregnado en muchos miembros de la sociedad. Un sistema
educativo inapropiado y deficiente ha permitido y provocado la somnolencia de la
mente de la juventud ante los conflictos y problemas sociales que afectan al país.
El fanatismo religioso se ha encargado de satanizar objetos, sujetos, acciones y
creencias que imperan en el ser humano ocasionando en el hombre la creación de
paradigmas sociales y culturales. Los medios de comunicación han modificado la
sensibilidad humana sobre los desastres naturales y las muertes de otros seres
humanos. Los crímenes contra la humanidad cometidos que han quedado
impunes ante la ley ha provocado la desconfianza de millones de personas en el
sistema de justicia del mundo. Se ha permitido que la pobreza se adhiera a la
realidad social como un tumor que modifica visiones e ideologías. Estos factores
se han manifestado en las coyunturas del tiempo causando conflictos entre el
Estado y la sociedad. Por lo que es importante preguntarnos: ¿Cuándo se
obtendrá la armonía en la sociedad? ¿Cómo podemos contribuir, los jóvenes, en
lograr una sociedad armónica? Y ¿En qué espacios podemos participar? Es
importante centrarse, como objeto principal de desarrollo y promotor de la
democracia, como medio de participación social; a la juventud, pues este grupo
representa actualmente el 40% de la población de Alta Verapaz, según la
proyección del Instituto Nacional de Estadística (INE). El rango de edades tomado
en cuenta para este porcentaje es de 14 a 29 años, se ha tomado en cuenta como
edad mínima de 14 años pues serán estos las personas que podrán participar en
los próximos comicios electorales. Esto significa que, si las proyecciones
departamentales del INE son correctas, en el año 2012 cerca del 50% de la
población será compuesta por jóvenes con exigencias y necesidades que deberá
satisfacer el Estado. La juventud, como se puede observar actualmente, está
obteniendo mayor educación en los centros educativos del departamento. Siendo
mínima la deserción en los centros universitarios, pues según la estadística de la
Universidad de San Carlos de Guatemala (USAC) después del asueto de semana
santa, en años anteriores la deserción era mayor de 30% en los estudiantes de
primer ingreso. Esto no ocurre actualmente, pues la deserción disminuyo a un
13%. Una situación deplorable que vive la juventud es el desempleo y subempleo
que aqueja el país. Por lo que se anuncia que en el futuro existirá una juventud
más preparada académicamente, pero sufriendo de los embates de un sistema
económico y político inestable. Aunque la deserción universitaria ha disminuido, la
deserción en las escuelas de primaria está en aumento. Para contrarrestar esto,
los antiguos miembros del Ministerio de Educación (MINEDUC) propusieron el
programa “Salvemos Primer Año” logrando que se mantuviera el primer año de
primaria. Esto fue publicitado como un “gran logro”, pero detrás de tanta
publicidad, el programa no fue apropiado ni logró una mejora en la educación.
Debido a que en las comunidades un salón de clases, construido con cuatro
laminas para el techo, seis palos de madera y unas cuantas tablas para las
paredes; funciona como escuela para estudiantes de primero a sexto de primaria.
En donde dos maestros imparten clases a cuarenta y cinco niños, dando como
resultado en esta realidad un proceso de aprendizaje con cientos de distractores.
La mala preparación académica que los niños y jóvenes recibimos por parte de los
“maestros” no se debe a estas personas, la culpa la tiene las generaciones
pasadas, quienes le compartieron un conocimiento deficiente que habían adquirido
anteriormente. Una educación deficiente no solo se puede observar en el sector
público, el sector privado también se encuentran grandes deficiencias. La calidad
educativa en todos los centros del país no rinde los resultados prometidos. Esto
fortalece al esquema de inmovilidad social provocado por la falta de desarrollo de
la población. Un factor determinante, en la educación de la juventud, son los
mismos padres de los jóvenes pues en su afán de proveer a su familia los
recursos necesarios para subsistir, impiden que los jóvenes terminen los estudios.
Esto no solo repercute a los niños y jóvenes que viven a diario esta situación, ya
que ello también influye en el índice de desarrollo humano del país. Los conflictos
sociales que han marcado una época en el país y a dejado huellas en su
población, según las relaciones sociales que son propias del país, dependen
mucho del área geográfica y situación económica que la familia sostenga. Esto es
aceptado por la gran mayoría de guatemalteco, pero demuestra algo muy
importante: las brechas y espacios vacíos que existen dentro del tejido social. Por
lo que en la sociedad guatemalteca no nos vemos como parte de una red infinita
que interactúa entre sí y es parte de un todo o un organismo. Los guatemaltecos
nos vemos como únicos miembros de un ser unicelular, en donde, lo que suceda
en otra parte del país y a otros ciudadanos NO nos importan, preocupa ni afecta.
Un ejemplo claro de esta verdad es lo sucedido durante el conflicto armado. En
aquella fatídica época para Guatemala, las desapariciones forzadas, el
arrasamiento de tierra, las torturas, los secuestros, las masacres, el genocidio y
las muchas violaciones que se hicieron a los derechos humanos de las personas,
y sin mencionar el pánico y temor que sufrieron antes y después de crímenes tan
inhumanos; afectaron directamente a un grupo determinado de la sociedad
guatemalteca. Causando una ruptura en un tejido social que ya se encontraba
dañado. No es necesario mencionar que fue la población indígena del área rural
quienes sufrieron de los embates del Ejército. Debido a que los afectados no eran
todos los guatemaltecos, quienes no sufrieron tomaron una actitud pasiva y, por
ende, de aceptación. Los jóvenes que viven actualmente en el país llegan a
conocer la realidad del conflicto armado y todos sus factores al ingresar al último
año de diversificado, si es que al catedrático del curso de estudios sociales se le
ocurre colocarlo como un contenido del curso. Regularmente los jóvenes llegan a
conocer el tema, más no a dominarlo en su totalidad, en la universidad. La mayor
parte de los jóvenes, debido a que el conflicto armado no es lo que se encuentra a
la moda, sino que es lo antiguo y un tanto aburrido no tiende a darle importancia al
tema. Pero estos hechos son generadores de ideas sorprendentes y útiles para el
país. Uno de los errores de la historia es que tiende a repetirse, y no de la misma
manera, de una forma más devastadora. Por lo que la pasividad con la que la
juventud ve este tema es preocupante, debido a que las condiciones que dieron
como resultado un conflicto armado se pueden, en ciertos momentos de la
actualidad, repetir. Por lo que le correspondería a la juventud enfrentarse a estas
situaciones y buscar soluciones prudentes a estos asuntos. Si la toda sociedad
guatemalteca hubiese tomado acciones pacificas y apropiadas, posiblemente se
hubiera logrado un cambio inmediato. No nos corresponde juzgar las acciones del
pasado, sino que tenemos la responsabilidad de tomar conciencia de nuestro
pasado para poder cambiar nuestra realidad y futuro. Intentando no cometer los
errores de las generaciones pasadas y procurando que el respeto a la vida
humana y sus derechos se cumplan en el país. Uno de los factores que se repite,
con respecto al tiempo del conflicto armado, es la pobreza y la pobreza extrema.
Según la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (ENCOVI) del año 2006
menciona que somos casi 13 millones los guatemaltecos, de los cuales 6 millones
625 mil son pobres, y de ellos casi 2 millones extremadamente pobres; es decir, la
mitad de nuestra población viven en pobreza, medida esta por el ingreso versus el
costo de una canasta familiar, siendo los extremadamente pobres aquellos cuyos
ingresos no son suficientes para cubrir la ingesta mínima diaria, calculado
internacionalmente como US $1 diaria por persona, y los pobres los que perciben
menos de US $2 diario por persona. La encuesta revela también que
prácticamente la mitad de los pobres del país viven en las regiones sur-occidente
y nor-occidente, territorio caracterizado por su ruralidad y plurietnicidad. En la
región de Alta Verapaz, no es el caso contrario, pues de 914 mil 414 de habitantes
del departamento, 322 mil 968 son pobres y 397 mil 897 son extremadamente
pobres. Esto se traduce que más del 75% de la población del departamento
reciben menos de US $2 diarios para subsistir. Esta situación posee una relación
muy estrecha entre la educación y otras condiciones de vida. Las situaciones
económicas, que vive la población, tienen muchas similitudes con los contextos
que provocaron el inicio del conflicto armado. Por lo que las condiciones podrían
permitir algún tipo de manifestación masiva y, posiblemente, violenta por parte de
toda la sociedad o algunos sectores contra el gobierno actual. La corrupción
existente en las esferas del poder es un factor que provoca la desconfianza en las
autoridades del gobierno y pérdida del espíritu de democracia del sistema. Hoy
día, al hablar de juventud, hablamos de democracia y participación ciudadana. No
es el mañana lo que le pertenece a la juventud, es el hoy lo que a la juventud le
pertenece y lo que desea desarrollar. Desarrollar una sociedad más participativa e
incluyente. Desarrollar un sistema más justo y eficiente. Desarrollar las
capacidades de todos los miembros de la población para lograr una competitividad
en los mercados mundiales. Para alcanzar este desarrollo es necesaria la
participación de los diferentes sectores de la sociedad y los funcionarios públicos
en distintos escenarios sociopolíticos propuestos con el único motivo de formar
líderes y crear las nuevas ideologías, con sólidas bases éticas, para gobernar el
país y buscar el desarrollo de sus habitantes. Una nueva era puede surgir si se
logran establecer políticas públicas estatales sobre aspectos importantes para
provocar una transformación social equilibrada. Los puntos principales para
establecer estas políticas deben ser: la educación de calidad como fuente de
formación de liderazgo y capacidades, la salud como medio para lograr la
participación social, el respeto a los derechos humanos y un sistema judicial justo
como ideología estatal. Los espacios están siendo abiertos y los cambios son
posibles. Cambiar a la sociedad no es algo imposible como reinventar la rueda,
sino que más bien es posible como el mejoramiento de la rueda y sus cualidades.
Existen organizaciones, guatemaltecos, extranjeros, profesionales y no
profesionales que trabajan día a día por el desarrollo del país y sus habitantes. La
esperanza aún no se ha esfumado, es difusa, pero aún se encuentra en el interior
de los guatemaltecos. La unidad del pueblo aunque es débil, puede ser fortalecida
y llevada a los más altos estándares en el mundo. Tenemos experiencias de
comunidades rurales que han logrado el desarrollo de todos sus miembros, pero
¿a qué se debe esto? Todo se resume en dos palabras: trabajo y unión. Claro que
este proceso no es carente de problemas y dificultades pero son muchos y
grandes los logros que se pueden obtener y, pocos y pequeños los problemas. Los
malos guatemaltecos han sido los principales causantes de los problemas… basta
ya de las personas corruptas que manejan el país… basta ya de las personas que
tienen entumecida la mente y a pesar de esto trabajan en “pro” del pueblo… basta
ya de la mala calidad educativa… basta ya de la exclusión de la juventud en los
espacios sociopolíticos. La democracia fue creada por el pueblo, los líderes
pertenecen al pueblo y deben, como única obligación, servir al pueblo. Nuestras
necesidades, que pueden ser atendidas, las tendremos que dar a conocer para
que se vele por cubrirlas. Guatemala nunca más será un patio de juegos para los
inconcientes.

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