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FRANCISCO HINOJOSA CARLOS VELÁZQUEZ ESGRIMA

AMOR A LA CAMISETA DON’T LET THE FUCKERS GET YOU DOWN CARLO AYHLLÓN

El Cultural
N Ú M . 1 0 3 S Á B A D O 1 7 . 0 6 . 1 7

[ S u p l e m e n t o d e La Razón ]

UN POEMA UN RELATO UN ENSAYO


AÑO DEL GALLO UN CORAZÓN
FR ANCISCO
HERNÁNDEZ
INQUIETO
ANA CLAVEL

MIGUELHERNÁNDEZ 8-
20
17)

92
EL APRENDIZ PERPETUO Á N
(1
N
ARTURO DÁVILA L R E
Ú
RA
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E l Cu lt u ra l

02 S Á B A D O
1 7 . 0 6 . 2 0 1 7

Luego de cuatro décadas de escribir y publicar, el distin- Dedicamos esta edición al poeta, editor y maestro Raúl
guido poeta Francisco Hernández (1946) nos comparte, Renán (1928-2017), cuya lamentable pérdida tuvo lugar el
en el marco del “Año del gallo de fuego” del horóscopo pasado miércoles 14 de junio. La calidez y generosidad de
chino, este poema inédito. Un privilegio para iniciar el ter- su existencia y su obra es un recuerdo que acompañará
cer año de existencia de El Cultural. por siempre a sus amigos, colegas y discípulos.

AÑO
DE L GA L LO
FRANCISCO HERNÁNDEZ

I De súbito, el gallo recobra la vitalidad


y en un descuido del barrendero le saca
El cacareo el ojo derecho de un picotazo.
lo ponen las plumas Chilla el barrendero tapándose
cayendo de los árboles. el agujero sanguinolento.
El gallo canta, Nadie lo mira. No le cae bien a nadie.
pero nadie lo ve: Al borde de la fuente, el gallo aletea jubiloso.
se oculta en su garganta. Y canta cinco o seis veces, del suburbio, se funde al rojo
como si anunciara un reloj despertador. de una cresta por tu esplendor erguida.
II ¿Te habrás percatado alguna vez
III de la simple invidencia?
Plaza Río de Janeiro, seis de la mañana. Gallos ciegos abundan.
Un perro labrador, negro de coraje, persigue Entre escombros, donde el piso ¿Tuertos? Uno que otro.
a un gallo blanco que corre, salta y trepa no es de mosaico ni de cemento ¿Y si alguien, con una aguja capotera,
a un fresno, donde una ardilla lo carcome, sino de tierra, tu canto de corral te sacara los ojos?
hasta hacerlo caer a un bote de basura. labra cetro y corona, rodeado Canta, gallo giro mitotero,
Quien conduce el bote le pega con una escoba por ladrillos de adobe y sacos de cal. tan uruguayo como urogallo.
hasta dejarlo inconsciente. Picudo canto, ancla idéntica Canta, carajo. Si pudiera mirarte,
(El gallo y el perro se encienden en abrazo a la gravedad continua, se hunde otro gallo me cantara.
avivado por el viento. Después se apagan por la agudeza de su repetición.
lentamente, dejando sólo brasas). Grito citadino, del azar inquietante Mayo, 2017.

DIRECTORIO

El Cultural
[ S u p l e m e n t o d e La Razón ]

Twitter:
Roberto Diego Ortega Delia Juárez G. Facebook:
@ElCulturalRazon Director Editora @ElCulturalLaRazon
@sanquintin_plus CONSEJO EDITORIAL
Carmen Boullosa • Ana Clavel • Guillermo Fadanelli • Francisco Hinojosa • Fernando Iwasaki • Mónica Lavín
• Eduardo Antonio Parra • Bruno H. Piché • Alberto Ruy Sánchez • Carlos Velázquez
Director General ›Rubén Cortés Fernández Subdirector General ›Adrian Castillo Coordinador de diseño ›Carlos Mora
Contáctenos: Conmutador: 5260-6001. Publicidad: 5250-0078. Suscripciones: 5250-0109. Para llamadas del interior: 01-800-8366-868. Diario La Razón de México. Nueva época, Año de publicación 7

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El Cult ural
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UNA ROSA DE LOS VIENTOS LLAMADA CORAZÓN

Desde hace varios años trabajo en un texto extenso cuyo tema es permiten una mayor introspección. Así, tomé varias Stellæ maris,
el corazón. En Historia del corazón, desde la antigüedad hasta hoy, mejor conocidas como “rosas de los mares” o “rosas de los vientos”,
de Ole Martin Høystad, di con el concepto del cor inquietum de San que adornaban las esquinas en mapas de Christopher Saxton, Pe-
Agustín: un corazón que zozobra por encontrar la unidad con Dios. dro Apiano, Ortelius y Tolomeo, incluidos en el libro Joyas de la car-
Me pareció que aunque Horacio, uno de mis protagonistas, no era tografía, editado por John O. E. Clark en 2006, y las retrabajé con
precisamente religioso, buscaba en sus veleidades una experien- motivos y objetos en forma de corazón. Supongo que las imágenes
cia que lo trascendiera. Así, su “corazón inquieto” le iba marcando “transliterarias” así surgidas acompañarán la edición del relato fi-
derroteros como una brújula secreta, una rosa de los vientos inte- nal. Aquí una muestra, al iniciar el tercer año de El Cultural, gra-
rior que lo animaba a embarcarse en nuevos rumbos. Sucede que cias a la complicidad de Roberto Diego Ortega y Delia Juárez.
a menudo, en mis procesos de creación, trabajo imágenes que me —Ana Clavel

U N COR A Z ÓN
INQUIETO
ANA CLAVEL

... el corazón del hombre es traicionero que acostumbrabas leer por tu pro- borde de ti mismo. (Aún hoy, recordarla
para consigo mismo y engañoso fesión de astrónomo. Como esa pa- abriéndose la falda para que en el metro
por encima de todo... sión por coleccionar corazones de o en cualquier autobús le metieras mano
—Laurence Sterne, Tristram Shandy todo tipo que antes nunca se te hu- por debajo del morral con el que disi-
biera ocurrido: de hojalata, bronce, mulaba sus intenciones a la mirada de

D
cerámica, en cuadros, ilustraciones, los otros, vuelve a excitarte al punto
esde que te operaron del esculturas. Y te descubriste con una de que tu miembro se hincha y punza
corazón no fuiste el mis- vocación de anatomista irredento, casi con dolor.)
mo. Te sigues llamando ávido por los grabados renacentistas De algún modo fue una suerte que
Horacio pero dejaste de y el funcionamiento del sistema cir- a los pocos años conocieras a Norma,
amar a Norma y a tus dos peque- culatorio que por poco te lleva a ma- una abogada jurista con una vida tan
ños. Te cuesta reconocerte en ese tricularte en la carrera de medicina si ordenada como la tuya, a quien no
hombre que eras y contemplas tu no fuera porque sus métodos moder- podía molestarla que tus horarios y
pasado como si le hubiera ocurri- nos poco conservan de la magia an- rutinas fueran inquebrantablemente
do a otra persona. Te miras en el tigua y la veneración a la prodigiosa los mismos cada día. Ni la llegada de los
espejo del baño de este departa- fábrica del cuerpo humano, concebi- hijos cambió demasiado tus activi-
mento adonde has tenido que mu- da como ese templo de la sabiduría dades de la casa al observatorio y del
darte desde la separación y tratas de que sólo la divinidad fue capaz de observatorio a tu casa. Antes, más bien,
descubrir quién es este desconocido crear con suma perfección. Claro que tuvo ella que abandonar el despacho
que no siente demasiada culpa de también estaba el hecho de que ya de abogados los primeros años para
dejar atrás a su familia, de cambiar no eras tan joven para reemprender dedicarse a la crianza de los cachorros,
de trabajo y hasta de vida. En rea- de manera formal una nueva carrera, como les decías.
lidad, sientes simpatía por este ex- y en cambio podías indagar esos te- Los cachorros nacieron gemelos.
traño que no cedió a los ruegos ni se rritorios ahora codiciados con la libe- Entonces aquello te intrigó del mismo
dejó intimidar por las amenazas ni las ralidad de tu propio azar e intuición. modo que se contempla a una pareja
lágrimas. Norma puso en tu contra a Tus propias y nuevas palpitaciones, de golondrinas construir un nido, o a
toda la legión de familiares, compa- corazonadas que les dicen. Curiosa las hormigas llevar a cuestas un car-
ñeros de trabajo, amistades, incluso palabra, piensas. Corazo-Nadas, di- gamento cincuenta veces mayor a su
a los enemigos, reclamándote el anti- sectas. Y sin saber muy bien por qué, propio peso. Extrañamiento. Como
guo papel de páter familias y provee- concluyes: Corazo-Todo. quedarse hechizado bajo el dominio
dor que desempeñabas de maravilla. Por Agustín de Hipona te enteraste de una sombra: a-sombrado. Cierto
Por supuesto te inventó una aventura del cor inquietum, el corazón inquieto, que en la bóveda del cielo solías recor-
con tu secretaria, y cuando no pudo que siempre está en busca de algo más darlos cuando te topabas con la conste-
probarte nada, te acusó de egocéntri- y que se esfuerza por conocer las causas lación de los mellizos Cástor y Pólux y
co, homosexual, pervertido. Nunca de su desasosiego. Antes ni siquiera se te preguntabas si como en el mito uno
ha podido aceptar lo que esgrimiste te hubiera ocurrido que tu corazón fuera de ellos sería más fuerte e invulnerable
como tu “verdad”, tal vez por sim- así. Tus familiares y tus amigos siempre que el otro. Norma no aceptó que los
ple pero no por ello menos irreduc- te vieron como un ser sedentario en gus- bautizaras así, pero tú contigo y con
tible: que desde la cirugía fue como tos y apetencias. Un hombre tranquilo ellos, les decías así: Cástor y Pólux. Y
si te hubieran cambiado el corazón. que podía contemplar las estrellas y las para no inclinar tendenciosamente la
Que cuando despertaste era otro el constelaciones durante horas, como si el balanza sobre su destino, solías alter-
que abrió los ojos contigo. Que todo mundo y las bajas pasiones no existie- narles el nombre de tiempo en tiempo.
aquello que antes te importaba ha- ran. De hecho, cuando ese loco amor de Pero lo de pensar que compartían un
bía dejado de ser prioridad y que en la universidad que fue Bárbara decidió corazón vino después de tu cirugía. Por
cambio te surgieron deseos ocultos. romper contigo, te dijo que lo hacía por- eso te explicas ahora que tuvieran un
“Es lo que llevo de desconocido en que eras demasiado predecible. A ella, lenguaje cifrado que nadie salvo ellos
mí, lo que me hace ser yo...”, leíste que era una marea cambiante y vital, ter- entendía, que de hecho, a veces ni si-
en un libro que te reveló más que minaste por hartarla. De nada sirvió que quiera fueran necesarias las palabras
todo lo que habías aprendido en los la amaras, que para ti ella fuera ese torbe- para saber lo que pensaba o sentía el
cielos y los volúmenes científicos llino de locura y juego que te llevaba al otro, el mismo.

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Dije que desde tu operación habías La cardióloga diría después que se


dejado de amarlos. He sido imprecisa. trató de una calcificación en la vál-
Antes los querías con ese amor extra- vula mitral, producto de una fiebre
ño del varón por su descendencia: con reumática mal tratada en tu infancia,
curiosidad y lejanía. Nada que ver que hubo que remover y sustituir por
con el amor-entraña de la madre, esa otra de metal. Antes tu corazón no dio
que puede padecer el sufrimiento de señales de ningún percance. Pero un
un vástago como si fuera su propio y día... regresabas tú y tu familia de
encarnado dolor. (No lo sabes, pero un viaje en carretera por horas y al ba-
acaso lo intuiste cuando Norma se jarte del coche, intentaste cargar una
acongojó y sintió escalofríos sólo de maleta. Entonces todo se precipitó, un
saber que los gemelos, nacidos de ocho fragmento de la válvula petrificada se
meses, necesitarían permanecer en la desprendió provocándote una embo-
incubadora pues todavía no habían lia. Hubo que internarte de emergen-
aprendido a regular su propia tempe- cia a ti que nunca habías pisado un
ratura. Si la transubstanciación existe hospital más que para visitar a tus pa-
entre los seres humanos, tiene un mo- dres, a Norma, a los pequeños Cástor
mento visible en la maternidad intra y y Pólux, a algunos amigos accidenta-
extrauterina. No lo sabes y en realidad dos. Para tu fortuna la embolia no dejó
nunca has sentido una experiencia secuelas, pero entonces los médicos
semejante por otro, ni siquiera en la enramadas estelares podían reflejar descubrieron la válvula calcificada y
pasión amorosa, bueno, hasta ahora.) las sinuosidades y fases de tu astro entraron en acción. Literalmente no
Y contemplas a los cachorros como interior. Si la Luna veleidosa ha sido te cambiaron el corazón, no se trató de
constelaciones de un cielo que te cantada pero también desdeñada por un trasplante, y sin embargo, al recu-
maravilla pero ya no te conmueve ni los poetas, si Julieta le ruega a Romeo perar la conciencia, al abrir los ojos y
corresponde. Como si fueran los hijos que no jure su amor por la Luna in- reconocer a Norma y a sus hermanas
de otro —y por eso mismo, puedes ob- constante y mudable... Pero no es la que se turnaban para cuidarte, al salir
servarlos y permitirles una vida ajena única cambiante. ¿Acaso en tus prime- del hospital días después y volver a tu
y propia, de alguna manera confiado ras clases no te enteraste que Galileo casa y acostarte en tu cama de siem-
en que tarde o temprano encontrarán vio con un primitivo telescopio que la pre, ya no eras el mismo.
su camino como ahora tú, que sientes esplendente Venus presentaba tam- Habías comenzado a moverte fuera
que el sendero atraviesa por un bosque bién fases como la Luna? del sarcófago que había sido tu vida.
interior, donde la única brújula vie- Desde Shakespeare sabemos que de Pero habría que precisar: un sarcófago
ne entre los latidos y los silencios lo que se trata es del corazón, porque en la mayoría de los casos en que el co-
de tu corazón. Un saber espeso y muestra lo que llevan las personas por razón permanece esclavo, una crisálida
profundo que te orienta a golpes de dentro. Pero habría que añadir, lo que cuando despierta. Los cristianos como
incertidumbre. llevan las personas por dentro incluso San Agustín son despertados por Dios,
Norma y los otros se sorprenden. sin saberlo. Curioso que buscaras en el un poeta como Dante por el amor que
Pero se sorprenderían aún más si su- lejano horizonte lo que sólo muy cerca lo guía hasta la divinidad, pero tú, un
pieran que en tu pecho anidaban las y dentro podía revelársete. agnóstico consumado, ¿por quién ha-
semillas de lo que vendría después. Si en algún momento de la vida uno brías de despertar? La voz del corazón
Que sólo hacía falta que tu corazón des- tiene que dejar de ser quien es para se escucha en el silencio. La voz del co-
pertara de nuevo. Si esto sucedió en el convertirse en quien quiere ser, ese razón se escucha no en las pulsaciones,
preciso momento en que la cirujana fue el tuyo. Que te compraras un Alfa sino, precisamente, en sus silencios.
escudriñó tu órgano vital y lo tocó con Romeo color rojo prácticamente al sa- Revisas uno de tus cuadernos de
sus manos, es una circunstancia que en lir del hospital, que viajaras a Damasco notas. Junto a los apuntes del fenó-
realidad carece de importancia. Lo cier- apenas pudiste subirte a un avión, que meno astronómico que por entonces
to es que sucedió. Porque, por ejemplo, tengas ahora por mujer a una joven estudiabas —la estrella de Barnard,
quién iba a decir que cuando te inclinas- a la que le doblas la edad fueron sólo una enana roja fulgurante con mayor
te muy joven por la astronomía estabas titubeos y ensayos de alguien que em- movimiento aparente vista desde la
siendo fiel a un mandato desconocido. pezaba a caminar con nuevas piernas Tierra—, descubres una cita del filósofo
Y que en las constelaciones se escribía por el mundo. Un comenzar a moverte que por entonces leías. Para otros pue-
una enramada de deseos tan semejante adentro del sarcófago que había sido tu de parecer un galimatías pero a ti te en-
a los finos corales de tu laberinto arte- vida. Porque estabas muerto. O por lo cantaba que en una forma tan rigurosa
rial. Por eso has tenido que indagar, que menos, tu instinto y tus pasiones ver- pudiera hablar así de ese asunto que ha
seguirle la pista a las fulguraciones daderas estaban hibernando. desvelado a los humanos desde que
que aquí y allá envían señales de una Sabes que no he sido descuidada al decidieron adoptar un dios por padre
red de coincidencias y sentidos. Como usar la palabra “sarcófago” para des- omnipotente: su existencia o inexis-
ésa que tiene que ver entre el deseo y los cribir el estado anterior de tu vida. tencia como un absurdo para el razo-
astros. Así descubriste que en un princi- ¿Acaso no te fascinó el significado de namiento lógico. Haces a un lado tus
pio, cuando las palabras guardaban una sarcophagus (del latín sarcos: carne, observaciones astronómicas en torno
relación cercana con las cosas, el verbo phagos: comer) cuando te lo topaste en a la estrella de Barnard, que antes te
“desear” tuvo su origen en un término un libro sobre las costumbres funera- había obsesionado al punto de que la
de la lengua de los augures: desiderare, rias de los antiguos: devorador de cadá- convertiste en tema de un estudio que
derivado del latín sidus, sideris: astro (de veres? En realidad, la mayoría vivimos publicaste en The Astronomical Jour-
donde viene precisamente “sideral”). nuestras vidas dejándonos devorar por nal y te valió comentarios favorables
Así, mientras considerare tenía que ver la muerte. En tu caso, ese sarcófago re- de la Space Interferometry Mission de
con contemplar o examinar un astro, sultó ser una crisálida porque, por así la nasa, y en cambio lees la minuciosa
desiderare se empleaba para lamentar decirlo, sólo moriste para renacer. nota al margen:
su ausencia: echar de menos la presen-
cia de un astro favorable en nuestro fir-
mamento. Como pudiste darte cuenta, “AL RECUPERAR LA CONCIENCIA, AL ABRIR
en ese remoto origen el deseo tenía los
ojos puestos en algo muy alto y muy LOS OJOS Y RECONOCER A NORMA
lejano: inaccesible. Nada que ver con
la dimensión erótica y terrenal que lle- Y A SUS HERMANAS QUE SE TURNABAN
garía a tener después para el mundo en PARA CUIDARTE, AL SALIR DEL HOSPITAL DÍAS
general, pero ahora muy especialmente
para ti. DESPUÉS Y VOLVER A TU CASA Y ACOSTARTE
Entonces “escogiste” tu carrera sin
saber lo mucho que tenía que ver con-
EN TU CAMA DE SIEMPRE, YA NO ERAS EL MISMO.”
tigo, sin imaginar hasta qué punto las

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El Cult ural
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Llamemos a eso desconocido lo que terminaría por pasar. La sus-


Dios. Esto que le damos es sólo un pensión de todo juicio, un estado de “TU DESEO EN TODAS SUS FACETAS
nombre. Querer probar que eso des- gracia, la exaltación más allá de ti mis-
conocido (Dios) existe, apenas se le mo. Como sumergirse en el abismo SURGE AL FROTAR ESA LÁMPARA
ocurre a la razón. Si Dios no existe, más íntimo: un goce sin más límite
entonces es imposible demostrar- que la extenuación de la carne. Pero MÁGICA QUE GUARDAS
lo, pero si existe, entonces es una entonces, siempre, mordiente, recu- EN TU PECHO. AHORA LO SABES:
locura querer demostrarlo, pues perándose en una nueva ola altiva, la
en el momento en que comienzo concupiscencia del deseo. Y bastaba LA VERDADERA LÁMPARA DE
la demostración, lo he supuesto ver a Daniela inclinar la cabeza cuan-
no como algo dudoso —eso es lo do concentraba la mirada en ti para
LOS DESEOS ES TU PROPIO CORAZÓN.”
que una suposición no puede ser, empezar a reconocerte, o ese caminar
ya que es suposición—, sino como como de yegua majestuosa incons-
algo establecido, porque en caso ciente del poder que derramaba, para de goce y rendición. El instante en
contrario no hubiera comenzado, que la sed y el hambre te incendiaran. que tocas la otra orilla. Y te pierdes
ya que se entiende fácilmente que Tienes que confesártelo: ¿acaso no en la marejada que te alza y te suspen-
todo esto se haría imposible si Dios has deseado, momentos antes del éx- de. Ese instante único en que tu cora-
no existiera. Si pienso, en cambio, tasis, abrir su pecho para contemplar zón palpita en todo tu cuerpo porque
que con la expresión “demostrar la su corazón y tomarlo entre tus manos los dos se han vuelto uno.
existencia de Dios” quiero demos- como si se tratara de un cáliz de san- Pero tu deseo en todas sus facetas
trar que lo desconocido que exis- gre, cuya sola visión sería capaz de surge al frotar esa lámpara mágica que
te es Dios, entonces me expreso revelarte los secretos que ahora te son guardas en tu pecho. Ahora lo sabes: la
de una manera poco afortunada, necesarios? Tu corazón se inclina para verdadera lámpara de los deseos es tu
pues con ello no demuestro nada y escuchar el doble misterio: el latido y propio corazón. Sonríes al recordar la
mucho menos una existencia, sino su silencio. En su pecho y en el tuyo. historia de Aladino y la lámpara mara-
que desarrollo una determinación En el borde del abismo. Y luego en la villosa que tu madre te leía de peque-
conceptual. caída y la ascensión. ño. Una y otra vez se la hacías repetir
En realidad, tú sólo obedeces. Colec- para frotarla con tu imaginación: cuán-
El apunte está, curiosamente, escrito cionas corazones de todo tipo. Y cuando to gozo en la repetición de una historia
en tinta roja —¿un hilo de sangre desde observas el muro donde tienes colgada conocida que te permitía en cada opor-
tu corazón ciego pero avizor?— con esa una buena cantidad de especímenes de tunidad completar un detalle más del
caligrafía ordenada que tenías antes. vidrio y de hojalata, corazones brillan- retablo fantaseado. Porque en ese ola
Pero su contenido sigue pareciéndote tes y al rojo vivo, llameantes y heridos, tras ola que se desencadenaba, surgían
rotundo. En tu vida pasada nunca te orlados de flores y espinados, ¿no te también nuevas posibilidades para
fue preciso probarte si un dios regía el viene acaso una nostalgia súbita como que el placer se expandiera dirigido
movimiento de los astros. Ahí estaban si echaras de menos el que por imposi- por tu brújula interior.
la constelación refulgente de Andró- ble más desearías atesorar? Ahora sonríes al escucharme com-
meda o la impresionante nebulosa Todo empieza por un fragor que parar tu corazón con una brújula. ¿Aca-
Hélix Nébula, el misterio de los Agu- te coloca fuera de sitio —¿sitiado so no te ha ido indicando la dirección
jeros Negros y los Universos Sombra en tu interior?—, descolocado, en- de tu propio Oriente? ¿No llaman a eso
como realidades incontestables... ajenado: convertido en extraño de los marinos, los cartógrafos, los bedui-
Pero desde que encontraste a Danie- ti mismo, desasosegado, inquieto. nos, los astrónomos, la gente de la calle
la, esa joven que comparte tu lecho y Es el deseo. Susurrante y a la vez en- “orientarse”? Una simple aguja imanta-
que se parece a la antigua Bárbara con sordecedor. Por él has sabido que el da en una vasija de agua fue suficiente
su voluptuosidad desaforada, que te cuerpo es cartografía y constelación. para marcar los derroteros en la anti-
ha hecho descubrir la carnalidad sub- Ahí refulges y te colapsas en esa di- güedad tanto como la Estrella Polar
yugante y aturdidora del deseo como mensión sin límites del orgasmo o o la Cruz del Sur para los navegantes.
nunca antes la habías vislumbrado, te la iluminación: el instante en que ¿De qué imanes ha sido tu pecho “obe-
preguntas cómo su corazón desenfre- montas a Daniela y todas las galaxias diente acero”, inclinándote hacia un
nado es capaz de apaciguar el tuyo y se fusionan en un grito expansivo polo magnético no señalado en nin-
hacerte percibir esa dimensión oscura gún mapa ni cartografía conocidos?
y vital en la que te fundes cada vez que Pero si de imágenes se trata, siempre
la posees. ¿O es ella la que te posee a te sedujo la Rosa de los Vientos dibu-
ti, la que inagotable, hace retumbar jada en brújulas y mapas. No sólo por
con marejadas espasmódicas hasta el sus representaciones gráficas sino
último rincón de tu ser? por el nombre mismo: una flor etérea
El hecho de que sea bailarina, de como los aires —y los sueños— para in-
que habite su cuerpo como una casa dicar los invisibles puntos cardinales.
propia, que sea capaz de adentrarse Rosa de los Vientos, Estrella de los Ma-
en su interior a la vez que puede estar res, Stella Maris, Lucero de la Voluntad,
tan presente en la inmediatez de la Veleta del Deseo.
piel y los sentidos —o como si su inte- Y te imaginas que podrías tatuarte
rioridad estuviera expuesta en la ten- una en el pecho. Una muy especial.
sión o delicadeza de cada uno de sus Pruebas a recortar el grabado de un
miembros—, debió sin duda de ejercer corazón y lo colocas en el interior de
una atracción sideral para el aerolito la imagen de una rosa de pétalos abier-
en fuga que eras tú cuando acompa- tos. Tendrás que preguntarle a tu car-
ñaste a Mauro, tu mejor colega en el dióloga si no afectará de algún modo a
observatorio, a la titulación en danza tu recuperación. Aunque te parece que
contemporánea de una de sus hijas al contrario, que si pensaras en térmi-
mayores. Entonces la descubriste en- nos animistas con un tatuaje así esta-
tre las otras que también se titulaban rías inyectándole nueva sabia y nuevo
en aquella función especial. La per- aliento a ese órgano que de manera in-
cibiste. Oliste, a pesar de las filas de usitada se te revela una flor sangrante.
butacas que te separaban del escena- Pero ha sido Daniela quien ha termi-
rio, la sangre galopante y fresca de esa nado por tatuarse el corazón de rosa.
bestezuela irremediable que después Encontró el diseño que hiciste en tu
conocerías con el nombre de Daniela. escritorio y, sin avisarte, un día apare-
Tan sólo verla cerca de ti, cuando fi- ció con el tatuaje en el pecho. Ahora
nalizó la función y Mauro se obstinó cuando haces el amor con ella has lle-
en que fueran a cenar los cuatro —él gado a creer que sus pétalos laten y se
y su hija, tú y Daniela—, y presentiste desbordan en el éxtasis. C

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06 SÁBADO
17. 0 6 . 2 017

El pasado 28 de marzo de cumplieron 75 años de la muerte del poeta español Miguel


Hernández (Orihuela, 1910-Alicante, 1942), motivo de relectura y celebraciones diversas.
Por ejemplo, esta incursión en su manera de apropiarse, de incorporar a su mirada
la poética del Siglo de Oro, del hermetismo gongorino a “la luz de Garcilaso”,
con la novedad de sus hallazgos, más el aprecio de sus lectores y compañeros de la Generación del 27.

Miguel Hernández

EL A PR EN DI Z PER PET UO
DE L A S FOR M A S
ARTURO DÁVILA

L
a estela que deja la figura de Cuál dellos las pendientes sumas hubiera en 1933 tampoco, capaz de dar
Miguel Hernández es cada día [graves solución a todos los acertijos poéticos que
más extensa. Visitar las miles de negra baja, de crestadas aves, propone” (182). Concha Zardoya pensaba
de páginas críticas que lo estu- cuyo lascivo esposo vigilante que el “tema central se relaciona con la
dian constituye una tarea casi imposi- doméstico es del Sol nuncio canoro luna, aunque muchas veces se enlaza tan-
ble. Los 75 años de su muerte han sido y, de coral barbado, no de oro gencial o internamente con otras realida-
motivo para celebrar al poeta oriolano: ciñe, sino de púrpura, turbante. des” (53).2 Felizmente, en 1962, Juan Cano
el rayo de su poesía no cesa. Esbozo Ballesta refirió la existencia de un ejemplar
algunas reflexiones que han surgido al El joven oriolano recupera esa imagen de Federico Andréu Riera, de Orihuela, con
releer su obra. púrpura en su octava XIII, donde retoma los títulos de las octavas dictados por el
al gallo entonando su canto para anunciar mismo Miguel Hernández. Prodigioso re-
EL “ACERTIJO el alba —ahora teñida de un aire religio- galo para la crítica, “por ser de un valor pre-
POÉTICO” so— y dispuesto a la lucha sensual con las cioso para descifrar su contenido y captar
un día fue arquitectura, gallinas: la ingeniosidad y audacia de las metáforas”
fue voz métrica de piedra (57).3 La citada octava XIV llevaba por título
João Cabral de Melo Neto1 La rosada, por fin Virgen María. “Barbero”.
Arcángel tornasol, y de bonete En efecto, el personaje aparece ergui-
En el prólogo a Perito en lunas (1933), dentado de amaranto, anuncia el día, do como un blanco narciso, pinta espu-
Ramón Sijé adjetivó la poesía de Miguel en una pata alzado un clarinete. mas que son un mar distinto y fulgurante,
Hernández de “terruñera”, porque nunca La pura nata de la galanía corta —esquilea— lana o vellones en un
abandonó su Orihuela; de “provincial”, es ese Barba Roja a lo roquete, campo de jabón —espléndida imagen
porque le dolía la ciudad, sus tranvías, que picando coral, y hollando, suma, gongorina—, hace rayas mas no usa tin-
sus asfaltos; y de “querencioso de pas- “a batallas de amor, campos de pluma”. ta y, al final, desecha y anula la blancura
toreo de sueños” porque como toro, se (OC, I, 258). que sobra en las mejillas del cliente, sa-
enredó con la luna, y fue pastor de sue- tisfecho. Un juego verbal afortunado, un
ños lingüísticos y sociales. Sin embargo, La octava se vale de la perífrasis gongori- “acertijo poético” que se despeja al saber
lo que marca su formación poética fue na y cita un verso de la primera Soledad el título que Hernández decidió eliminar
el encontronazo con la obra de Góngora. del cordobés. Otro ejemplo de alusiones para (de)esclarecer el poema. La lírica se
Ese deslumbramiento produjo inusita- y elusiones que invitan al “descifre” es la vuelve pura y “el mínimo de realidad” que
das imágenes. Pronto se incorporó a la octava XIV: exigía Alfonso Reyes (198) para sostener
Generación del 27 y se convirtió en un el poema, se adelgaza al máximo y casi
perito en Góngora. Estudió las delicade- Blanco narciso por obligación. se evapora. Góngora, Mallarmé y Valéry
zas verbales del cordobés, su esgrima Frente a su imagen siempre, espumas hubieran apoyado los delicados ejercicios
retórica, y los exploró con magisterio. [pinta, de este joven que, a sus escasos veintidós
En las enigmáticas octavas de su pri- y en el mineral lado de salón años, se adscribía con plenitud y elegancia
mer poemario imita al maestro barroco una idea de mar fulge distinta. a las sutilezas estéticas de los maestros de
en sus más intrincadas texturas. Cano Si no esquileo en campo de jabón, la evasión verbal.
Ballesta apunta que Hernández “des- hace rayas, con gracia, mas sin tinta;
cribe con virtuosismo neogongorista y al fin, con el pulgar en ejercicio, JESUITA Y CAMPESINO
exquisito una serie de cuadritos, objetos lo que le sobra anula del oficio. Olvidemos la leyenda de la rusticidad.
y escenas de la vida real” (57). Vicente (OC, I, 259). leopoldo de luis y Jorge urrutia
Aleixandre resumió esa etapa con clari- (OPC, 11).
dad: “En esa obra se veía más que nada Se requiere conocer la estética de Góngora
al prodigioso artífice temprano, cuaja- que, en esos días, Dámaso Alonso desen- El poeta de Alicante se distingue del
das sus octavas en los últimos efluvios trañaba en gruesos volúmenes académi- cordobés barroco. Góngora fue corte-
del centenario de Góngora, que todavía cos: hipérbaton, arcaísmos, metáforas do- sano, retórico, clerical. Su sensualismo
había alcanzado a su sanísima juventud” bles, metonimias, sinécdoques, recursos y naturista es un ejercicio poético, una
(20). Un ejemplo es paradigmático de su destrezas retóricas que ayudan a evadir el actitud estética. Estudió en la Univer-
filigrana poética. En las Soledades, Gón- significado del texto. Una evaporación del sidad de Salamanca y fue racionero de
gora viste a un gallo de sultán celoso, objeto poetizado, una abstracción hermé- la Catedral de Córdoba. Frecuentó las
con un turbante púrpura, vigilando a las tica de la realidad. Gerardo Diego señala: cortes de España y sólo pastoreó a sus
gallinas de su harén: “No creo que haya un solo lector, que lo enemigos literarios. Conoció el campo

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SÁBADO
17. 0 6 . 2 017 07

a través de Virgilio. Angélica y Medo- campo, ingenuidad, un clima de auten-


ro surgieron del Orlando Furioso de ticidad. Su presencia fue muy pronto “A MIGUEL HERNÁNDEZ LE INCOMODA LA URBE
Ariosto. Polifemo fue una elaboración advertida” (1975, 130). Madrid le duele,
barroca y resurrección de la antigüedad lo lastima el tráfago citadino y la mo- Y EXPRESA SU DOLOR EN HEPTASÍLABOS
grecolatina. Era un ser literario, grave, in- dernidad. En carta a su novia, Josefina Y ENDECASÍLABOS RIMADOS.
telectual: un letrado entendido y cabal. Manresa, del 5 de abril de 1935, le refiere
Por el contrario, Miguel Hernández su extrañeza: SORPRENDEN LOS ‘BARRANCOS DE ESCALERAS’
fue un pastor. A los quince años, tuvo que
abandonar la escuela de los jesuitas para Voy sonámbulo y triste por aquí, por
Y LAS ‘CATARATAS DE ELEVADORES’, ESPACIOS
cuidar el ganado de la familia. Su padre se estas calles llenas de humo y tranvías, UBICUOS QUE HOY NOS DOMINAN.”
enfurecía y lo golpeaba cuando, perdido tan diferentes de esas calles calladas y
entre sueños y nubes, descuidaba a las alegres de nuestra tierra. ¡Lo que voy a
cabras. No quería que leyera ni estudiara. sentir no ver las procesiones contigo, la multitud, a un “dichoso aquel” perplejo,
Y sus zapatos nunca se desprendieron de darte caramelos con mis labios y besos que exclama: “¡Ay, no encuentro, no en-
ese (d)olor campesino. No trato de ensal- con la imaginación! (OC, III, 2340).4 cuentro / la plenitud del mundo en este
zar al poeta-pastor, lego e inspirado, sino centro” (OC, I, 376).
al lector profundo y estudioso, de amplia Su relación con la capital española será Su lamento constituía casi un sacrile-
inteligencia e intuición certera, instalado de amor-odio. La necesita para iniciar su gio para los intelectuales del momento,
en medio de la naturaleza. “No hay inge- nombradía. Establece profundas amis- urbanos y cosmopolitas. No obstante, el
nios legos y Miguel no lo fue”, afirman tades —con Bergamín, Aleixandre, Neru- 25 de noviembre de 1935, en La Voz de
Leopoldo de Luis y Jorge Urrutia (10). da, Altolaguirre, Alberti, García Lorca—, Madrid, Juan José Domenchina lo recibió
Miguel Hernández tuvo la suerte de re- sin ajustarse al asfalto. De esos avatares con una explicación elogiosa: “¿Hay algo
cibir la educación más elitista de España, urbanos surgió un “silbo” —creaciones ilícito en las expresiones de la hermosura?
a manos de los jesuitas en el Colegio de hernandianas con un eco de San Juan de Miguel Hernández nos hace sentir como
Santo Domingo. Acaso también tuvo la la Cruz, a la par que su afición a “silbar”—, realidad legítima el triste hecho de que la
gracia de dejarlos a los quince años, para donde expresa su inadaptabilidad y su an- belleza regüelde” (144). Al joven poeta le
no volverse un señorito demasiado almi- gustia. “El silbo de afirmación en la aldea”, falta la verdura de las eras, la “terruñera”
donado. Un talento natural y el menester un típico Beatus ille de menosprecio a la vida campesina. Su limonero, su higuera
pastoril ahondan su mirada. Esa azarosa ciudad madrileña —esa corte moderna—, y su ganado. Sus baños en el río Segura,
combinación resulta asombrosa: educa- inicia con audaces líneas en la vanguardia seguidos de un sol robusto sobre la piel
ción jesuita y antigua sabiduría campe- del creacionismo: curtida. La ciudad es un espejismo banal:
sina. Gerardo Diego lo notó: “El nuevo
poeta venía del agro, y al campo le debe lo Alto soy de mirar a las palmeras, ¡Cuánto labio de púrpuras teatrales,
fundamental de su inspiración y la razón rudo de convivir con las montañas... exageradamente pecadores!
de ser de su arriscada personalidad artís- Yo me vi bajo y blando en las aceras ¡Cuánto vocabulario de cristales,
tica” (181). Además, una tenaz disciplina de una ciudad espléndida de arañas. al frenesí llevando los colores
y un rigor creativo envidiable. Debemos Difíciles barrancos de escaleras, en una pugna, en una competencia
a su amigo Efrén Fenoll una anécdota de calladas cataratas de ascensores, de originalidad y de excelencia!
esa temprana imaginación poética: ¡qué impresión de vacío!, (OC, I, 374).
ocupaban el puesto de mis flores,
—¡Mira Efrén!... hoy he visto echada ma- los aires de mis aires y mi río. El poeta se siente enfermo en el gran tea-
jestuosamente una vaca con su lengua (OC, I, 373). tro del mundo madrileño, en la feria de las
roja, grande, colgando como una corba- vanidades:
ta. Otro día llamaba “cohete vegetal” a A Miguel Hernández le incomoda la urbe
la palmera. Todas las imágenes las iba y expresa su dolor en heptasílabos y en- No concuerdo con todas estas cosas
anotando con un simple lápiz de es- decasílabos rimados. Sorprenden los “ba- de escaparate y de bisutería:
cuela en un papel cualquiera, que luego rrancos de escaleras” y las “cataratas de entre sus variedades procelosas,
metía en su bolsillo. (Miravalles, 290). elevadores”, espacios ubicuos que hoy nos es la persona mía,
dominan. Incluso hallamos destellos futu- como el árbol, un triste anacronismo.
Equiparar la lengua de una vaca a una cor- ristas que, aunque negativos, deslumbran: (OC, I, 376).
bata larga y roja es un ejercicio poético di-
rigido y moderno. También, cuenta Efrén Y miro, y sólo veo Con esta fina imagen, Hernández define
Fenoll, disparaba con tremenda puntería velocidad de vicio y de locura. su estancia en Madrid: antiguo y lejano,
piedras a las palmeras y bajaba cordones Todo eléctrico: todo de momento. anhelando, en fin, “la soledad cerrada de
de dátiles, “corazones de azúcar” (ibid.). Nada serenidad, paz recogida. mi huerto” (ibid.).
“En el joven Miguel —anotan Leopoldo de Eléctrica la luz, la voz, el viento, Sin embargo, el cerebro encendido y
Luis y Jorge Urrutia— existía una predis- y eléctrica la vida. creador del joven poetiza la ciudad, no la
posición barroca, y el astro del Polifemo Todo electricidad: todo presteza puede eludir. Citemos la primera compo-
sería una revelación deslumbrante” (34). eléctrica: la flor y la sonrisa, sición del primitivo Silbo vulnerado, siete
Ramón Sijé, su compañero del alma, ano- el orden, la belleza, versos dedicados a “El aeroplano”:
tó tres cualidades centrales de ese primer la canción y la prisa. (OC, I, 375).
libro: “transmutación, milagro y virtud”. Redención del acero:
(OC, I, 253). Su rechazo a la ciudad es casi epidérmico. cisne de geometría que en la gloria
Lo hiere “el mundo asfáltico” como bien canta y muere: cigarra del enero
EL ESPEJISMO apunta Ricardo Gullón: “Electricidad y y el agosto giganta y transitoria.
BANAL fugacidad frente a serenidad y eternidad” En el pico una estrella giratoria,
¡Asfalto¡: ¡qué impiedad para mi planta! (31). El oriolano encarna al exiliado entre por el viento camina,
¡Ay!, qué de menos echa barítono pastor de gasolina.
el tacto de mi pie mundos de arcilla (OC, I, 392).
M. H. (OC, I, 376).
Aunque es “árbol anacrónico” en la ciudad,
Miguel Hernández se instaló en Madrid imagina que el aeroplano redime al acero.
desde diciembre de 1931 hasta mayo Lo compara con un cisne geométrico que
de 1932, en una estancia difícil, un se- surca la gloria del cielo, con una cigarra
mestre cargado de penas. Regresó a su transitoria y, en fin, lo personifica, cami
pueblo natal, hambreado y triste. La se- nando por el viento como —genial ima-
gunda residencia madrileña, entre 1934 gen—un “barítono pastor de gasolina”. No
Foto > Especial

y 1936, trascurre con mejor suerte. Cano se puede pedir una figura más creacionista
Ballesta señala que, aunque el poeta- que este endecasílabo. Miguel Hernández
pastor se encontraba “no-sincronizado transfigura sus experiencias diarias en
con la metrópoli”, aportaba algo nuevo En 1936, Miguel Hernández se alista en las fuerzas sutiles y mágicas imágenes. Juan José
a la urbe: “pasión telúrica, aires puros de republicanas para luchar contra Franco. Domenchina anota: “Sin propósito de

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08 SÁBADO
17. 0 6 . 2 017

aconsonantar los dones característicos de milagroso, pues lo pensaba uno del re-
este poeta, no es inútil decir que ‘puericia’ vés, surtiendo de la piedra hacia lo alto, “UN AIRE TRÁGICO Y QUEVEDESCO VINCULA
y ‘pericia’ se acomodan en él como pasmo
y conciliación de virtudes incompatibles”
escapando, lumínico, de aquel ser tan
terreno, desmanotado y hosco. (18).
LA EXPERIENCIA AMOROSA, LA SUCESIÓN
(143). Desde la ciudad, sin abandonar su DE INSTANTES QUE SE ABISMAN, Y EL
huerto en Orihuela y sus lecturas del Siglo Cifraba la imagen neogongorina —ya sin el
de Oro, sintetiza sus contrarios, convierte preciosismo anterior—, atemperada por la SER-PARA-LA MUERTE QUE TANTO AQUEJÓ
en virtud sus contradicciones, modela su luz de Garcilaso, y agudizada por la fragi- A AMBOS POETAS CON SU OMINOSA SOMBRA.”
imaginario y lo ilumina. lidad existencial de Quevedo. Dice Cano
Ballesta: “El empaque quevedesco y la
EL MAGISTERIO perfecta forma clásica del soneto sirven leído el soneto de El rayo que no cesa,
DEL SONETO de cáscara que aprisiona una pasión de que dice:
enamorado trágica y llena de patetismo”
Este aprendiz perpetuo de las formas, (32). Hernández ya ha absorbido y desti- Ya de su creación, tal vez, alhaja
Pretéritas, actuales, ya futuras lado lo mejor del Siglo de Oro. Si bien esta algún sereno aparte campesino
Jorge guillén (127). colección cuenta con “un espejo garcilasia- el algarrobo, el haya, el roble, el pino
no de quejas y lamentos”, según Leopoldo que ha de dar la materia de mi caja.
Conocemos innumerables poemas que de Luis y Urrutia (210), las composiciones
Miguel Hernández no incluyó en sus li- se alejan de “las melancolías eglógicas y de Ya, tal vez, la combate y la trabaja
bros. No se pueden tildar de borradores. los vuelos místicos” (210), y se impregnan el talador con ímpetu asesino
Algunos son excelentes. Por ejemplo, el de un tono fatídico y personal. Un aire trá- y, tal vez, por la cuesta del camino
primer poema que le dedicó a Josefina gico y quevedesco vincula la experiencia sangrando sube y resonando baja.
Manresa, en 1934, cuando la ve entrar amorosa, la sucesión de instantes que se
en un taller de costura. Se prende de su abisman, y el ser-para-la-muerte que tan- Ya, tal vez, la reduce a geometría,
palidez y de su cabellera negra. Con timi- to aquejó a ambos poetas con su ominosa a pliegos aplanados quien apresta
dez, la ronda y la quiere conocer. Un día, sombra. Desde la primera octava del con- el último refugio a todo vivo.
decidido, le entrega un soneto escrito con junto surge esa fractura, la pena que marcó
tinta gongorina: el destino del oriolano: Y cierta y sin tal vez, la tierra umbría
desde la eternidad está dispuesta
Ser onda, oficio, niña, es de tu pelo, Un carnívoro cuchillo a recibir mi adiós definitivo.
nacida ya para el marero oficio;5 de ala dulce y homicida
ser graciosa y morena tu ejercicio sostiene un vuelo y un brillo riéndose decía: “Este soneto es de Que-
y tu virtud más ejemplar ser cielo. alrededor de mi vida. (OC, I, 493). vedo. Increíble. Aquí hay un error, dice
que es de Hernández”. Y concluyó:
¡Niña!, cuando tu pelo va de vuelo La negra herida y el diente corrosivo de la “Pero Quevedo habría deseado que
dando del viento claro un negro indicio, muerte rondan este poemario. La ausencia fuera suyo.” (OC, II, 533-534).
enmienda de marfil y de artificio es tan presente que lastima. Un cuchillo
ser de tu capilar borrasca anhelo. que abre, que cercena el interior del poeta, Podríamos hacer eco de Carmelo Samonà
es dulce y homicida a la vez, vuela y brilla, y adjudicar sonetos, octavas, liras, décimas
No tienes más quehacer que ser mata y da vida. Lo mismo sucede con el de Miguel Hernández a Garcilaso, Góngo-
[hermosa, corazón enamorado del poeta que, aun- ra, Fray Luis, Calderón o Quevedo, sin
ni tengo más festejo que mirarte, que jubiloso y robusto, se sabe perecedero riesgo a deshonrarlos. Bebió como pocos
alrededor girando de tu esfera. y antiguo: de las fuentes del Siglo de Oro y en su des-
treza formal alcanzó cumbres admirables.
Satélite de ti, no hago otra cosa, Mi sien, florido balcón
si no es una labor de recordarte. de mis edades tempranas, EL CEREBRO DEL POETA
—¡Date presa de amor, mi carcelera! negro está, y mi corazón,
(OC, I, 479-80). y mi corazón con canas. (Ibid.) EnverdadnohaypoemadeMiguelHernández
que no esconda una sorpresa verbal, que no
Basta esta muestra de amor y de poesía La mente juvenil, como un balcón de seduzca al oído y procure “halagos sonoros”,
para señalar el magisterio de Miguel Her- ideas claras y floridas, se sabe mortal. Y su como finamente los llama Ricardo Gullón.
nández en el soneto. El pelo oscuro y on- corazón “con canas” se viste de luto. Difícil Su absorción de la retórica clásica y barroca
dulado. La piel morena y la gracia celeste creer que el poeta cuenta con escasos vein- fue contundente. Luis Miravalles se dirigió
de la amada. El anhelo de su cabellera ticinco años. Sentimos estupor ante esta a Valladolid para entrevistar a uno de los
abundante —“capilar borrasca”. El amante conciencia mortuoria, ante el Weltschmerz Fenoll, Efrén, “el chico negro que rima con
como un satélite, girando ante la esfera que lo acompaña. Acaso tenía la premoni- tren” (OC, 303), amigo muy querido del poeta.
plena de su prometida. Y en hermosa antí- ción del hachazo homicida que lo derribó Junto con su hermano Carlos y su hermana
tesis, le pide a Josefina-carcelera que se dé —tan temprano—, algunos años más tarde. Josefina, Pepito Marín —o “Ramón Sijé”— y
por presa, que le otorgue señas de recipro- Lo rondan las tres heridas, amor, vida y otros muchachos, se reunían en la tahona
cidad al prisionero de su amor. Ella será el muerte, en turbulenta conjunción. Fran- de los Fenoll, en el número cinco de la calle
catalizador de la poesía hernandiana. Con- cisco Lobera Serrano nos regala una anéc- Arriba, para leer poesía y representar obras de
cha Zardoya anota: dota ejemplar sobre la condición queve- teatro.6 Miguel decía de aquel recinto juvenil:
desca del poeta: “En este horno se hacen versos como panes
Ha encontrado el amor único y la mujer y panes como lunas” (OC, 303). Ellos fueron
única. Ha ido a ella sin vacilaciones, con Deseo recordar aquí al gran maestro y los primeros en escuchar sus versos. Efrén lo
impulso a la vez ciego y clarividente, gran hispanista Carmelo Samonà, que acompañaba a cuidar las cabras a su huerto y
con firme determinación del alma y del pocos meses antes de su temprana enocasionesabañarsealrío.Recuerdalosviajes
cuerpo. Ni la guerra ni las cárceles —tris- muerte, durante unos exámenes orales de Miguel a Madrid y sus alegres regresos al
tes separaciones— atenuarán la fogosa en la Universidad de Roma, y tras haber pueblo. Nos interesa uno en especial:
llama de este amor purísimo, enraizado
en la carne y en el espíritu [...] Agónico —Un atardecer oscuro de invierno, en
amor que nada será capaz de atenuar o una de sus visitas aisladas desde Ma-
separar. (18). drid, nos cuenta Efrén, yendo al cine
los dos, durante el camino me leyó la
Los grupos de poemas que nombró Ima- égloga de Garcilaso y me explicó que
gen de tu huella y El silbo vulnerado desem- el cerebro del poeta es como un prisma
bocan en un libro magistral, El rayo que no encendido, un cerebro poliédrico, capaz
cesa (1936), obra culminante de su ejerci- de transfigurar lo cotidiano en imáge-
cio poético. Rafael Alberti recuerda: nes, en belleza. (Miravalles, 301).
Foto > Especial

Verdadero rayo deslumbrador, reve- Si bien se maravilló con la obra de Góngo-


lador, de poeta nativo, sabio. Un rayo ra, cuando se acerca el cuarto centenario

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S Á B A D O
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de la muerte de Garcilaso de la Vega, en a la sangrienta sombra


1936, “Miguel sustituye el culto a Góngora [de un granado “MIGUEL HERNÁNDEZ ABSORBIÓ CON MAESTRÍA
por el de Garcilaso” (ibid.).7 De familia no- desgarrado de amor, como
ble y acaudalada, Garcilaso fue un huma- [tú ahora. LA LECCIÓN DE GARCILASO, UNA DE LAS MÁS
nista cabal de educación cortesana. Trajo Caen, desde un cielo FINAS PLUMAS DE LA LENGUA. CON ELEGANCIA,
el Renacimiento italiano a la poesía espa- [gris desconsolado,
ñola. Guarda imperial de Carlos V, murió caen ángeles cernidos para el trigo DEJÓ PLASMADA SU ETERNIDAD, SU ILUSTRE
en Niza en 1536. Garcilaso se disfrazó de sobre el invierno gris desocupado.
pastor y dejó las más célebres églogas del Arrímate, retírate conmigo:
POSICIÓN EN LA LÍRICA ESPAÑOLA.”
Siglo de Oro. Por el contrario, Miguel Her- vamos a celebrar nuestros dolores
nández, pastor, lee su obra cuatro siglos junto al árbol del campo sido estrellados por la muerte. Sobreviven
más tarde y escribe una égloga en que lo [que te digo. retratos que encarcelan la memoria de su
retrata de una manera memorable: Panadera de espigas y de flores, amor, y una “lluviosa pena” que inunda de
panadera lilial de piel de era, lágrimas la escena.
Un claro caballero de rocío panadera de panes y de amores... Tal vez algún día veremos las elegías
un pastor, un guerrero de relente unidas en alguna edición de El rayo que
eterno es bajo el Tajo, bajo el río Siento mucho haberla hecho después no cesa y escucharemos la dedicada a Jo-
de bronce decidido y transparente. de haber publicado mi libro: me hubie- sefina Fenoll, con la espléndida voz y la
(OC, I, 540). ra gustado incluirla en él también. (OC, música de Joan Manuel Serrat, como ya lo
III, 2367-68. El subrayado es nuestro.)8 hizo, magistralmente, con la de José Marín
Este cuarteto captura la delicadeza del Gutiérrez, “Ramón Sijé”, fallecido en la No-
hombre Garcilaso y de su suelo natal. Si Miguel Hernández sabía de la estatura de chebuena de 1935. Ojalá.
atendemos a la idea de Paul Valéry de que ambos poemas y los quería juntos, porque Y este año que se conmemoran los 75
el primer verso es un regalo de los dioses, se pertenecen. De Luis y Urrutia asienten años de la muerte de Miguel Hernández,
este endecasílabo inicial lo confirma. Mi- en este sentido al señalar: “La Elegía es, en debemos celebrar —sin elegías— que el
guel Hernández absorbió con maestría la realidad, pareja de la dedicada a Ramón hachazo homicida que lo derribó no
lección del toledano, una de las más finas Sijé. Gemela hasta en su forma” (OPC, 251). haya terminado con el manantial claro
plumas de la lengua. Con elegancia, dejó Se adelantó la edición de Manuel Altola- de su poesía, con el rayo de sus versos
plasmada su eternidad, su ilustre posición guirre. Hernández plasmó el dolor que que no cesa. C
en la lírica española: albergaba el corazón de Josefina Fenoll, Laney Collage, Oakland
novia del compañero fallecido y hermana
El tiempo ni lo ofende ni lo ultraja, de sus amigos panaderos, Efrén y Carlos. Una versión extendida de este ensayo se en-
el agua lo preserva del gusano, Miguel la llama, con inmensa compasión: cuentra en Arturo Dávila, “Meditaciones sobre
lo defiende del polvo, y lo amortaja “Novia sin novio, novia sin consuelo, / te Miguel Hernández: Los halagos sonoros y el ce-
y lo alhaja de arena grano a grano. advierto entre barrancos y huracanes / rebro poliédrico”, en Miguel Hernández desde
tan extensa y tan sola como el cielo” (OC, I, América, edición de Aitor L. Larrabide y Elvia Ar-
Un silencio de aliento toledano 516). El inminente desposorio de los ena- dalini, prólogo de Juan Cano Ballesta, The Uni-
lo cubre y lo corteja, morados fue quebrado por la muerte: versity of Texas-Pan American Press, Edinburg,
y sólo va un silencio a su persona Texas, 2011, pp. 79-112.
y en el silencio sólo hay una abeja. Ibas a ser la flor de las esposas,
(OC, 540). y a pasos de relámpago tu esposo
se te va de las manos harinosas. (Ibid.).
Notas
La égloga, publicada por la Revista de Oc- 1
“Encuentro con un poeta”, en Homenaje a Miguel Hernández, traducción de Gabino-Alejandro
cidente en junio de 1936, deslumbró de Con qué elegancia y sutileza se teje la idea Carriedo (ver Cabral de Melo Neto, 75)
nuevo a la comunidad artística. Es una de del pan, la harina, el trigo y la novia pana-
2
En cuanto a esta octava en particular, Zardoya la clasifica dentro de la “temática metafórica” de
Hernández, como un ejemplo de “[v]egetalización de lo astral y de lo inerte: la luna es ‘blanco nar-
las composiciones más bellas del oriolano, dera: “A echar copos de harina yo te ayudo ciso por obligación’ (xiv)” (53).
con líneas suaves y cristalinas, un verda- / y a sufrir por lo bajo, compañera, / viuda 3
El invaluable hallazgo, cuenta Cano Ballesta, ocurrió como un “[t]estimonio oral al autor, Orihuela,
dero “halago sonoro”, brillante homenaje de cuerpo y de alma yo viudo” (OC, I, 517). 11 de enero de 1960”.“l invaluable hallazgo ocurrio como «gaciya la clasifica dentro de su tem
al “caballero de rocío” que reposa a orillas La “Elegía”, compuesta de veintiún terce- 4
Carmen Zardoya indica la fecha del matasellos de esta carta así como también enfatiza esta ansie-
del Tajo, en la Iglesia de San Pedro Mártir, tos encadenados y un cuarteto final, re- dad sentida por el poeta durante su permanencia madrileña (20).
en Toledo. cuerda el soneto XI de Garcilaso, en el que
5
Ver “marero. (De mar) 1. adj. Mar. Dicho del viento: Que viene del mar. viento marero.” (Diccionario
de la Real Academia Española). http://dle.rae.es/
incita a las ninfas del río a dejar un rato su La familia del poeta vivía en el número 73 de la misma calle de Arriba, en Orihuela.
ELEGÍAS GEMELAS
6

labor y a escuchar su lamento: “que o no 7


Miguel Hernández conocía bien el trabajo de Garcilaso desde antes. Al acercarse su centenario, en
podréis de lástima escucharme, / o con- 1936, compuso su “Égloga” pensando concretamente en el poeta castellano.
Siempre he pensado que la “Elegía” dedi- vertido en agua aquí llorando, / podréis 8
Cf. también Carmen Zardoya, p. 24.
cada a Josefina Fenoll, novia de Ramón allá de espacio consolarme” (en Rivers,
obras citadas
Sijé, debería ser parte de El rayo que no cesa 36). Miguel Hernández se duele junto con
(1936). Es un poema admirable. No deme- su amiga: “¡Cuántos amargos tragos es la Alberti, Rafael, “Imagen primera y definitiva de Miguel Hernández”, en Miguel Hernández, edición
rita al dedicado a su “compañero del alma”. vida! / Bebió él la muerte y tú la saboreas / de María de Gracia Ifach, Editorial Taurus, Madrid, 1975, pp. 18-19.
Aleixandre, Vicente, “Evocación de Miguel Hernández”, ibid., pp. 20-21.
Algún día, alguien se atreverá a ponerlo en y yo no saboreo otra bebida” (OC, I, 517). El
Cano Ballesta, Juan, La poesía de Miguel Hernández, Editorial Gredos, Madrid, 1962.
su lugar. Según Concha Zardoya, el mismo poeta le pide a Josefina que deje su labor ____________, “La renovación poética de los años treinta y Miguel Hernández”, en Miguel Hernández,
Miguel Hernández lo hubiera querido así. en la tahona y que, llorando juntos, hagan op. cit., pp. 130-138.
En carta dirigida a Carlos Fenoll, en febrero que nazca hierba de las rocas: Diego, Gerardo, “Perito en lunas”, ibid., pp. 181-183.
de ese año, le escribe: Domenchina, Juan José, “Anunciación y elogio de un poeta”, ibid., pp. 143-145.
Retírate conmigo hasta que veas Góngora, Luis de, Soledades, Editorial Alba, Madrid, 1997.
Guillén, Jorge, “A Miguel Hernández”, en Homenaje a Miguel Hernández, presentación y antología
Recién editado mi libro El rayo que no con nuestro llanto dar las piedras
de María de Gracia Ifach y Manuel García García, Plaza & Janés, Barcelona, 1975, pp. 127-128.
cesa, en cuanto me den ejemplares es- [grama, Gullón, Ricardo, “El rayo de Miguel”, en Miguel Hernández, op. cit., pp. 26-35.
tará entre vosotros. Incluyo en él la ele- abandonando el pan que pastoreas. Hernández, Miguel, Obra Completa (citada como OC), edición crítica de Agustín Sánchez Vidal y
gía a nuestro compañero, que es lo más José Carlos Rovira con la colaboración de Carmen Alemany, 3 vols., 3a. ed., Espasa Calpe, Madrid,
hondo y mejor que he hecho. Es una Finalmente, le aconseja que se dispon- 1992.
edición preciosa [...] ga para velar a su enamorado: ____________, Obra Poética Completa (citada como OPC), introducción, estudios y notas de Leopoldo
de Luis y Jorge Urrutia, Zero, Madrid, 1976.
Estoy a punto de acabar una segun-
Luis, Leopoldo de y Jorge Urrutia, “Introducción, estudios y notas”, en Miguel Hernández. Obra
da elegía sobre la muerte de Sijé y en Levántate: te esperan tus zapatos Poética Completa, op. cit.
ella la persona a la que me dirijo es tu junto a los suyos muertos Melo Neto, João Cabral de, “Encontro com um poeta” / “Encuentro con un poeta”, en Homenaje a
hermana. [en tu cama, Miguel Hernández, op. cit., pp. 74-77.
y la lluviosa pena en sus retratos Miravalles, Luis, “Primeros pasos poéticos de Miguel Hernández”, en Miguel Hernández, cincuenta
Tengo ya el alma ronca desde cuyos presidios te reclama años después, vol. I, Alicante, 1993, pp. 289-304.
(Ibid.). Renaissance and Baroque Poetry of Spain, With English Prose Translations, introduced and edited
[y tengo ronco
by Elias L. Rivers, Waveland Press, Prospect Heights, Illinois, 1988.
el gemido de música traidora... Reyes, Alfonso. El deslinde. Obras completas, vol. XV, Fondo de Cultura Económica, México, 1963.
Arrímate a llorar conmigo Cierra la dolorosa imagen de los zapatos Zardoya, Concha. Miguel Hernández (1910-1942). Vida y Obra. Bibliografía. Antología, Hispanic
[a un tronco: enlutados en la cama nupcial. Calzados, Institute in the United Status-Columbia University, New York, 1955.
retírate conmigo al campo y llora juntos, en la íntima alcoba, los novios han

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El Cultural

10 SÁBADO
17. 0 6 . 2 017

LA Por
N OTA FRANCISCO A M O R A L A C A M I S E TA
NEGRA HINOJOSA
@panchohinojosah

¿Q ué es el amor a la cami-
seta? Vemos un estadio
repleto de hinchas, to-
dos con los colores de

Foto > Mexsport


su equipo, que no paran de gritar, silbar,
bailar y cantar durante los noventa mi-
nutos del partido. No importa cuál sea el
marcador momentáneo: lo importante
es apoyar a tus jugadores, festejarlos,
levantarles el ánimo y por supuesto abu- de por vida en el ánimo del fanático a los partidos un principio: llegar al poder
chear al contrario. Suponemos que ellos pesar de las adversidades: va a seguir y aferrarse a él aun en contra de las pro-
tienen ese mismo amor por la camise- siendo leal cuando obtenga un título y mesas de campaña.
ta. Cada que anotan un gol se llevan la COMPARTEN también cuando descienda a la segunda Con una buena cantidad de billetes,
mano al escudo para hacer partícipes a división, cuando gane y cuando pierda. más promesas y alianzas corporativas,
los demás, no sólo de la gloria de tener LOS PARTIDOS Y si pasamos del amor a la camiseta puede nacer un instituto político. En
un tanto más a favor de su escuadra y de al amor por una ideología y unos princi- cambio un equipo de futbol que pre-
UN PRINCIPIO:
su estadística personal, sino de compartir pios, los políticos son más proclives a co- tenda ascender al primer circuito debe
lo que sus seguidores ansían: un gol. Son LLEGAR quetear con otros bandos, así sean lo más hacerlo desde abajo, con el apoyo de
raros los aficionados que pueden vestir antagónicos posibles, siempre y cuando un estadio entregado a sus colores y
dos camisetas simultáneamente de su AL PODER haya un posible hueso de por medio. con perseverancia. Ciertamente hay
liga o cambiar de un día para otro a la de With power and money dancing the love. mucha corrupción documentada en el
un conjunto distinto, si no es que rival. Y AFERRARSE A La frase utilizada por Fidel Velázquez, futbol y en casi todos los deportes, pero
En cambio, es bastante común que los ÉL AUN EN CONTRA “el que se mueve no sale en la foto”, ya es en el caso de los institutos políticos ya
futbolistas vistan a lo largo de su carrera obsoleta. Lo de ahora es salir en distintas no se trata de una simple operación
varias playeras y sientan en apariencia lo DE LAS PROMESAS fotografías según qué prometa el que ma- aritmética, sino de trigonometría y físi-
mismo por ellas. Pasan de un equipo al neja al que está detrás de la cámara. ca cuántica. De escándalo en escándalo,
otro, a veces porque son desechables, y DE CAMPAÑA. Sería difícil imaginar a un combinado esos por quienes votamos nos sorpren-
otras porque son un producto negocia- Chivas-América que enfrente a otro equi- den (¿nos sorprenden?) con sus corrup-
ble. Parafraseando a Piporro: With money po conformado por Monterrey-Tigres. telas: se apoderan de nuestro dinero,
dancing the love. Mucho más comprender que la derecha nombran a la cuñada taquimecanógra-
¿Por qué se le es fiel a un equipo y no y la izquierda se unan en una candida- fa como directora de finanzas, mudan
a otro? Muchas veces tienen que ver ra- tura común para ganar unas elecciones. de colores a la mitad del encuentro y la
zones familiares, otras por cuestiones Y no se trata de una capicúa en la que los mayoría de las veces quedan en liber-
de origen (si soy tijuanense debo ser extremos se tocan. Se trata de un opor- tad luego de sus latrocinios.
xolo, aunque quizás en un futuro el se- tunismo y una conveniencia que rayan Nunca he cambiado de equipo de
llo se venda a otra ciudad), y unas más en la perversión: la política se vive y se futbol ni lo haré en el futuro, aun en el
por diversos motivos, que van desde la practica vestida con su uniforme más peor de los escenarios. En cambio, cada
empatía, el gusto por el uniforme, la ad- barato: la grilla. La lógica en la que las iz- vez que voy a las urnas dudo por quién
miración a un jugador o simplemente quierdas se unan tendría una coherencia votar, y cuando lo hago no tiene que ver
porque sí. Pero ese sí, suele prevalecer que difícilmente se cumple. Comparten el amor a la camiseta.

Por
La Canción # 6 ROGELIO GARZA
@rogeliogarzap

The Allman Brothers: Adiós a las jam bands


A FINALES DE MAYO falleció Gregg All- de la música de Estados Unidos en su Canciones y versiones enormes como LES MOLESTABA
man por cáncer de hígado a los 69 años. El momento”. Los hermanos Duane y Gregg “You Don’t Love Me”, “In Memory of...” y
compositor, tecladista, vocalista y meto- integraron el grupo en 1969 con el guita- la monumental “Whipping Post”. Llegó la EL TÉRMINO
dista fue el cuarto miembro de los Allman rrista Dickey Betts, el bajista Berry Oakley, fama, la lana y el reconocimiento a Duane
DEL “ROCK
Brothers Band en morir. El baterista Butch los bateristas Butch Trucks y Jai Johan- como guitarrista extraordinario, magazo
Trucks se dio un tiro en enero. Con ellos ny “Jaimoe” Johansen. Les molestaba el del slide. Pero se mató en su Harley ese SUREÑO”,
también desaparece la segunda jam band término del “rock sureño”, ellos se conside- año. Entonces todo fue una montaña rusa:
americana. raban progresivos. Además evitaban a los sacaron los estupendos Eat a Peach con ELLOS SE
La madre que parió esta corriente musi- rednecks, su mejor argumento antirracista “Mountain Jam” y Brothers and Sisters con
cal de las jam bands fue The Grateful Dead, era el baterista “Jaimoe”, más negro que el “Ramblin’ Man”, antes de que el bajista Be- CONSIDERABAN
cuya gira final ocurrió en 2016. Liderados blues que tocaban. rry Oakley también se matara en su Harley. PROGRESIVOS.
por guitarristas alucinantes, La Muerte y Eran una hermandad de blues, country, En 1976, el grupo se metió en un broncón
Los Hermanos compartieron estilos e ideas rock y jazz con la tendencia a improvisar legal por cocaína y heroína, luego del cual
(reinvención de la música popular, impro- en sesiones eternas. Debutaron en Boston surgió la Gregg Allman Band. Se reforma-
visación jazzística, el ritmo de dos bateris- abriéndole a Velvet Underground y sus ron dos veces más hasta su despedida en
tas), escenarios y personal como Warren conciertos eran sold out, pero los primeros octubre de 2014.
Haynes. Es legendario el palomazo que des- discos vendieron poco: tabb con la entra- La corriente de las jam bands hoy es una
pacharon juntos en 1970 en San Francisco, ñable “Midnight Rider” y el Idlewild South feria de géneros musicales, pero pocas con-
entre “Lovelight” y “Dark Star” tocan más de con la kilométrica “In Memory of Elizabeth servan la esencia como Phish. Los restos de
una hora sin cesar. Read”. La solución fue un doble en concier- La Muerte Agradecida todavía palomean.
“Los Allman Brothers —escribió Billy to en 1971, At Fillmore East, un clásico en- Pero ninguna como La Banda de los Herma-
Gibbons de ZZ Top— definieron lo mejor tre los diez mejores discos de rock en vivo. nos Allman. En Fillmore East, marzo de 1971.

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El Cult ural
S Á B A D O
1 7 . 0 6 . 2 0 1 7 11

EL CORRIDO Por
DON T LET THE FUCKERS DEL ETERNO CARLOS
GET YOU DOWN RETORNO VELÁZQUEZ
@charfornication

E
l termómetro marca 45 grados. Po- que concluyera el día tuve que ir a Sam’s.
dría estar en cualquier lugar. Tijuana, La historia se repitió. Sentí como cuando
Barcelona o CDMX . Pero no. Estoy llega el mail de las ofertas de HP a mi ban-
afuera de la clase de natación de mi deja de entrada. Mandé un correo para pe-
hija. El calor me sube la presión, me pone de dir que no me lo envíen más pero continúa
mal humor, me requema, hace que sude como llegando. Lo bloqueé, pero no funcionó.
enfermo terminal y me deshidrata. Es la razón Llamé por teléfono y me juraron que lo
principal por la que salí corriendo de mis úl- arreglarían. Hace más de diez años que no
timos dos matrimonios. No el cambio climá- tengo una HP pero su publicidad no falla a
tico. Tener más hijos. No se me malentienda. MALDITOS diario. El guardia de Sam’s me siguió por
Adoro a mi hija. Pero no me veo en ocho, diez CERDOS, LES toda la tienda lo que duré dentro. No me
años afuera de la maldita piscina transpirando molesta. No estoy ahí para robar. Ese tiem-
como la gorda de Marylin Manson en coca. HE DEJADO UNA Sargento Pimienta es el mejor disco en la po ya se acabó. Pero es que de entre todos
Me aplasté rodeado de señoras a leer El vino historia de la música o para esperar el nue- los trabajos me parece el más indigno. Que
de la juventud de John Fante. Las doñitas me FORTUNA EN vo libro de Don DeLillo. Mi único consuelo un pobre explotado laboralmente por una
abastecieron pero bien de miradas de resque- es que en muchos otros ciudadanos están empresa gringa persiga a otro pobre para
TODOS ESTOS
mor. Ah, claro, mis tatuajes. Seguro me toma- trabajando en otras empresas de seguri- que no se coma un cacahuate. Todo porque
ron por cholo de la Pancho. Pero el horrorizado AÑOS QUE LLEVO dad para comprarse el último disco de los está tatuado de los brazos. Malditos cerdos,
era yo. Cuarenta, sesenta, de distintas edades y Rolling Stones. les he dejado una fortuna en todos estos
distintos estratos sociales, chachalaqueando, COMPRÁNDOLES Me gasté en dos minutos el sueldo que el años que llevo comprándoles y me tratan
metidas en sus celulares, con abanicos, pero guardia gana en toda la semana por perse- como a un delincuente. Por tatuado. Y mo-
ninguna con un libro en la mano. No soy el pa- Y ME TRATAN guir ocho horas a cabrones tatuados como renazo de fuego.
ladín de la lectura pero no leen ni en defensa COMO A UN yo. No, no soy don billetes. Pero mis penu- La única solución para este tipo de dis-
propia. Tiré a león. Estoy acostumbrado. El rias son otras. Encima de mi inodoro tengo criminación es que todos estemos tatua-
día que no sea el apestado ese día entonces DELINCUENTE. enmarcado un aviso de desahucio. Si no me dos. Así va a ser imposible para uno o dos
sí no voy a saber conducirme por el mundo. pongo al corriente con la renta se me va a guardias perseguir a todos los clientes. Eso
Cuando salió mi hija de la clase todas miraron POR TATUADO. echar del departamento. No me siento or- ocurre en ciudades como El Paso. Donde
con incredulidad que la niña viniera conmigo. gulloso. Tampoco soy un irresponsable. Lo no sólo no se te ve como ladilla si no que
Y MORENAZO
Seguro pensaron que era su chofer. que ocurre es que en este momento de de- hasta la gente te fisgonea los tatuajes. Toda
Horas más tardes acudí a una tienda de dis- DE FUEGO. bacle espiritual me siento comprometido a la ciudad es hommie. Y encima tienen la
cos. Apenas entré el guardia se me pegó como defender mis vicios. Por eso me voy a seguir cultura del tatuaje muy arraigada. Los pre-
Boateng a Messi. Al instante me deprimí. No tatuando. Aunque en las juntas de padres sumen con orgullo. Tampoco estoy pro-
por mí. Soy un cuate de la provincia. Sabía que de familia se me vea como un malviviente. poniendo que nos volvamos gringos. Dios
al tatuarme quedaba estigmatizado. Por él. Con lo que mi hija me cuenta que llevan nos libre. Pero sí que nos tatuemos todos
Aunque me estuviera muriendo de hambre ja- sus compañeros de desayuno me hago una los mayores de 18 años hasta las abuelitas.
más cuidaría los intereses de Carlos Slim. Sólo idea de lo buen padres que son quienes me Ganaremos por mayoría. Pero mientras eso
estaba haciendo su trabajo. Lo sé. Pero exis- miran con desconfianza. Qué clase de hijo o ocurre me seguiré tatuando y ganando el
ten de chambas a chambas. Preferiría pedir li- hija de puta envía todos los días a la escuela desprecio de mis coterráneos.
mosna. Pero como dice Fadanelli el mexicano a su retoño con un hot dog como lonche. Porque como dijo The Clash: Go to hell,
promedio no está para ponerse a discutir si el Fue la tarde de los desagravios. Antes de boys. C

Por ALEJANDRO
El sino del escorpión DE LA GARZA
@Aladelagarza

El aleph de los misterios


AL FONDO DE SU GRIETA en el muro, y sitio @saltodepagina, donde con el en historia y filosofía y técnico supe- COMO EL
el alacrán sacude nostálgico sus libre- tema “La tecnología respira” se debe rior de marketing”.
ARTRÓPODO
ros polvosos. Hay morbo en limpiar enviar un relato donde aparezca la En ese mismo sitio se ofrece un cur-
las tapas, repasar contraportadas, re- aerotermia como alternativa a los so de “Marketing digital para escrito- PARTICIPA
ordenar títulos, releer al azar, sorpren- métodos de climatización por com- res”, porque “el mundo de la edición
derse con los subrayados temblorosos. bustión, es decir un sistema limpio de de libros ya cambió. Ya no es suficiente TAMBIÉN
Esta tarea se trastoca en una suerte de climatización. escribir una obra literaria grandiosa:
bibliomancia mezclada con terapia En la plataforma independiente @ ahora hay que saber atraer a los lec- DEL CAMBIO
cuando el bibliófilo se reconoce en sus libroensayo, el escorpión lee también tores para que la compren”, lee el ras- CIVILIZATORIO,
textos favoritos, desecha novelas antes sobre el volumen La odisea del libro trero con el ánimo destemplado. Pero
imprescindibles, celebra hoy cuentos (Retos digitales), de Antonio Pérez- como el artrópodo participa también ABRAZA GUSTOSO
desapercibidos ayer, se conmueve con Adsuar Belso, donde se interroga: “¿Es del cambio civilizatorio, abraza gusto-
poemarios amarillentos o recobra re- posible reinventarnos para seguir co- so el aleph de los misterios digitales. EL ALEPH DE
cuerdos ante dedicatorias borrosas. El nectando con el nuevo lector del siglo El venenoso apenas asoma la testa
LOS MISTERIOS
aleph de los misterios literarios. XXI y sus preferencias?”, y advierte: cuando piensa con tristeza en añadir
El arácnido se abocó a estas minu- “La mutación desencadenada por las un obituario permanente a su sino DIGITALES.
cias tras el repaso de nuevas escrituras redes ha significado un cambio de pa- semanal. Así de constantes son ya los
y lecturas digitales captadas en la red. radigma cultural ineludible, que hace adioses. El 11 de junio falleció Lucinda
Desde la construcción de ficciones di- imprescindible una refundación de la Ruiz, viuda del poeta Hugo Gutiérrez
señadas para ser leídas en smartphone industria del libro”. Este autor funde Vega, quien lamentó “que a los amigos
o tablet hasta el concurso de relatos peculiares capacidades, advierte la les bastara un segundo para morirse”.
Homcrisis promovido por la editorial promoción, “es un humanista formado El aleph de todos los misterios. C

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E l Cu lt u ra l

12 S Á B A D O
1 7 . 0 6 . 2 0 1 7

CARLO AYHLLÓN
“COLOREO LA VIDA CON INSTRUMENTOS”
Compositor, guitarrista y director de orquesta, Carlo Ayhllón (Ciu- que se presentó en Los Ángeles para trabajar en la película Dodo.
dad de México, 1981) es uno de los músicos emergentes más atrac- Tanto por su obra para cine como por su trabajo de concertista
tivos y con una sólida trayectoria en cine, documentales, televisión clásico se ha presentado en Canadá, Chile, Estados Unidos, Fran-
y música de cámara y orquesta. En días pasados su obra fue nomi- cia, Suiza, Alemania, Italia, Guatemala y México, y fue seleccionado
nada a la mejor música original en los premios Ariel de la Academia para el proyecto Hey, Mozart por su “excelente orquestación” en
Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas, por el score de la Washington. Ha musicalizado más de una veintena de cintas y se-
película Las tinieblas (dirigida por Daniel Castro Zimbrón), distin- ries de televisión, así como piezas teatrales. Es egresado de la Es-
ción a la que anteriormente fue nominado por La vida después, La cuela Superior de Música del Centro Nacional de las Artes, y sobre
extinción de los dinosaurios y Las elegidas, filme éste último con el trabajo que realiza para las pantallas, muchas veces silencioso o,
el que fue invitado al Festival de Cannes, en 2015, mismo año en mejor dicho, escondido, nos habla en esta entrevista.

Por
ESGRIMA ALICIA
QUIÑONES

¿Cuál es el proceso al que se enfrenta un Lo más importante es leer el guión, y entre instrumentos. La música es como
compositor cuando crea música para luego, cuando ves la película, tienes otra colorear la vida con instrumentos. Pien-
cine? lectura y experiencia. Por ejemplo, si un so en el público, y sobre todo en poder
Una parte de mi filosofía se centra en la personaje recuerda el perfume de otro, y conmover de diferentes maneras.
participación global en una obra de arte, abre la posibilidad de hablar sobre la sen-
y esta idea se encuentra bien representa- sación que quizá vivió en algún momen- ¿Cómo es la composición en México
da por el cine, que es una conjunción de to de su vida a partir del perfume, ahí se MI MÚSICA EN hoy?
disciplinas. La música que he hecho para empieza a recrear un personaje desde la GENERAL PIENSA Por un lado, la huella digital es irre-
películas surge de entender cómo extraer música. Pienso, por ejemplo, en qué escu- versible. Y por otro, la música se enfren-
la esencia de una obra preconcebida, e in- chará en su cabeza, en sus recuerdos, me EN VARIAS COSAS, ta a la lucha entre lo digital y el saber
tentar darle sentido y forma a la mía para pregunto cuál es la personalidad sonora encontrar una resonancia interior para
integrarla. Sé que al final mi obra va a su- de éste o aquél personaje. Si existe un
COMO EN L A poder generar una música contempo-
brayar una estética o personalidad sonora. abuso, por ejemplo, de un padre de fami- ALEACIÓN QUÍMICA ránea más directa, que conmueva. Cada
Después de ese análisis, elijo un estilo y la lia, ¿cómo se podría representar en música creador explora sus propios intereses.
instrumentación, y por último trabajo con ese dolor o abuso?, ¿cómo podrá escuchar QUE EXISTE ENTRE En mi caso, mi búsqueda es una música
el director para que la música conviva esa sonoridad?, ¿cómo puedo representar más sencilla, a diferencia de otros com-
INSTRUMENTOS.”
con la obra cinematográfica. simbólicamente esos sentimientos con positores que incluso tienen creaciones
ruidos contemporáneos? Entonces, la mú- matemáticas o crean con bases loga-
Las tinieblas, película por la cual está no- sica en cine se convierte en una cuestión rítmicas que no tienen nada que
minada tu música al Ariel 2017, tiene una muy subjetiva, de interpretación sobre ver con el arte; pienso que crear
particularidad de tu trabajo, el suspenso. interpretación de una situación, historia u piezas tan complejas hace que
¿Cuál es la mejor música para este tipo de obra. Es un acumulado de ideas muy inte- la música se torne un poco fría.
género? resantes, porque a raíz de los significados Si vivimos en México, en mo-
En este filme conviven tanto el sus- que tiene el director, el fotógrafo, los escri- mentos tan violentos, agresivos,
penso como el terror. Las tinieblas es un tores y el músico, se crean puntos de vista donde la sociedad se pierde en
drama psicológico, y como tal, incluí cier- estéticos. medio de muchas situaciones y
tos clichés, esos ruiditos para subrayar el su crecimiento por una u otra si-
suspenso; sin embargo, creo que la mú- En el cine tienes una imagen, una histo- tuación está impedido, pienso que
sica contemporánea es la que mejor va ria, una estética preconcebida... En la la música debe expresar y convivir,
con este tipo de cine. Para esta cinta ele- creación propia, ¿cuál es la base de un debe generar impulsos, sentimientos,
gí música contemporánea abstracta, con compositor? y conmover. C
un registro o influencia de compositores La creación propia tiene que ver con las
como Gÿorgy Ligeti, Krzysztof Penderecki necesidades internas. Generalmente me
y Giacinto Selsi. La composición para Las baso en “un algo”, algo extra musical, por
tinieblas es, digamos, experta en música eso coincido tanto con el cine o la litera- Arte digital
contemporánea. La película transcurre tura. En mis obras para piano y coro > STAFF
>La Razón
en un espacio apocalíptico, no tiene una mixto suelo inspirarme en alguna
temporalidad, es como una metáfora en pintura. También lo hago pensan-
sí misma, porque no tiene una historia do sólo en música, sin ninguna
en concreto, habla de varias cosas; por eso, referencia. Mi proceso creativo,
encontrar el significado y una experiencia por decirlo así, comienza por un
narrativa y pictórica tiene su chiste y sofis- análisis semiótico de lo que quie-
ticación. Lo que un músico intenta es crear ro, y voy contagiando a mi com-
una estética contemporánea basada en los posición de esas necesidades.
ruidos de los lugares que suceden en las Es decir, voy cuadrando todo. Lo
historias, en sus espacios, y también en mismo hago cuando me encargan
el ruido interno de los personajes. Es ahí algunas piezas instrumentales
donde sutilmente entra la música. para festivales, y tengo que cum-
plir con cierto tiempo. Mi música en
¿Cómo un músico explora el ruido de un general piensa en varias cosas, como
personaje de cine o literario? en la aleación química que existe

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