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UNIVERSIDAD NACIONAL MAYOR DE SAN MARCOS

“Universidad Decana de América”


FACULTAD DE MEDICINA
ESCUELA ACADEMICO PROFESIONAL DE OBSTETRICIA

 CURSO: MEDICINA LEGAL


 ENCARGADO DEL CURSO: DR. FELIO PALOMINO PAZ
 ENCARGADO DEL FORO: DR MANUEL SOTELO TRINIDAD
 INTEGRANTES:
o ERAZO MEDINA LUISA LILIANA ESTHER (COD. 15010102)
o FLAVIO HUAMAN LIZBETH (COD 14010291)
o POMA SALINAS CYNTHIA KATHERINE (COD 15010091)
o PONTE SEMINAIO ANTUANE DEYANNIRA (COD. 14010309)
o POVES CAMPOS JAZMIN ZENAYDA. (COD. 14010332)
INTRODUCCIÓN:

El término “Asfixia” es utilizado en medicina (no siendo la medicina forense una excepción), para
describir condiciones de falta de oxígeno, aunque etimológicamente signifique ausencia de pulso.
Sin embargo, en muchas de las situaciones este último significado pareciera más adecuado,
especialmente en las que hay compresión del cuello. Al constituir este fenómeno múltiples
defectos de la cadena de respiración, la respuesta del organismo se encuentra ligada a la
etiología y duración de esta. Son ejemplos de asfixia en general:

1. Ausencia o reducción de la presión de oxígeno en la atmósfera o la sustitución del mismo


por un gas inerte.
2. Obturación de los orificios respiratorios externos.
3. Obstrucción del tracto respiratorio.
4. Restricción de los movimientos respiratorios del tórax.
5. Enfermedades pulmonares que impiden o disminuyen el intercambio gaseoso.
6. Disminución de la función cardiaca, lo cual impide mantener el flujo circulatorio (para
mantener la oxigenación sanguínea).
7. Disminución de la capacidad de la sangre para transportar el oxígeno.
8. Incapacidad de las células de los tejidos periféricos para usar el oxígeno.

Durante mucho tiempo, el diagnóstico de asfixia se basó en una serie de hallazgos conocidos
como “los signos clásicos de asfixia” o “Síndrome asfítico”. Sin embargo, la mayoría de estos
signos no son específicos para asfixia e incluso pueden ser encontrados en otras patologías no
relacionadas con este tema.
I. ASFIXIAS MECANICAS:

Las asfixias mecánicas se conocen en el ámbito médico legal como el impedimento de entrada
de aire a las vías respiratorias y que generalmente produce la muerte.

Dentro de la tipología de asfixias mecánicas podemos encontrar cuatro variantes fundamentales:

 Ahorcamiento
 Estrangulación
 Sofocación, la cual puede ser provocada por:
 Oclusión de los orificios respiratorios
 Oclusión de las vías respiratorias
 Compresión toraco-abdominal
 Crucifixión
 Confinamiento
 Sepultamiento
 Sumersión

A) AHORCAMIENTO

Se produce por el impedimento de la entrada de aire a las vías respiratorias, en este caso,
provocado por una constricción del cuello, operada generalmente por una cuerda en forma de
lazo corredizo sujeta a un punto fijo por uno de sus extremos y sobre la cual hace tracción el
propio peso del cuerpo.

La fuerza constrictiva es pasiva y depende del peso del cuerpo suspendido.

Si hacemos excepción de los ahorcamientos judiciales que se practican en algunos países,


podemos decir de manera casi absoluta que el ahorcamiento es siempre consecuencia de un
acto de suicidio, de tal manera que cuando el médico legista llega a la conclusión de que la
muerte es debida a ahorcamiento, toda sospecha de crimen debe ser desechada. Es evidente
que hay que exceptuar aquellos raros casos en que la muerte ha sido provocada anteriormente,
digamos por estrangulación o sofocación y que posteriormente el cuerpo ha sido guindado por
el cuello. Estos casos son los que algunos autores llaman “suspensión”, y son aquellos en los
cuales se cuelga o suspende por el cuello al sujeto ya muerto en un acto criminal para simular
un suicidio.

El suicidio por ahorcamiento se observa en todas las edades a partir de los diez a doce años
hasta en personas de más de noventa años; sin embargo, parece ser más frecuente entre los
treinta y sesenta años y con predominio del sexo masculino.

Dentro de la sintomatología presente en el proceso de ahorcamiento, se distinguen cuatro fases:


1.
Fase cerebral: La anoxia estimula el sistema nervioso central que se manifiesta en
zumbidos de oídos, visión de luces centellantes, hormigueos y sensación de angustia.
2.
La fase convulsiva: también derivada de la estimulación cerebral de grado más intenso.
Aparecen convulsiones generalizadas en la cara, músculos respiratorios, extremidades,
pudiendo eliminarse deposiciones y orina, eventualmente eyaculación. Esta fase es
responsable de algunas lesiones externas que corresponden a pequeños traumatismos
al colisionar el individuo con el medio que lo circunda.
3.
La fase asfíctica: ocurre la depresión de las funciones cerebrales, existe pérdida de la
conciencia, coma profundo, cianosis intensa, con respiración superficial y lenta,
relajamiento muscular y pérdida de reflejos. Esta fase es irreversible, la muerte es
aparente y conduce a la siguiente fase.
4.
Muerte real: Desaparecen todos los signos vitales.
MECANISMO DE MUERTE

Cuando el lazo se encuentra situado simétricamente, es decir, el nudo a nivel de la parte posterior
de la nuca, el asa viene a situarse debajo del maxilar inferior, la base de la lengua se proyecta
hacia atrás cerrando las vías respiratorias superiores, pero al mismo tiempo se produce una
compresión sobre los grandes vasos de la base del cuello, especialmente las carótidas, lo que
provoca anemia cerebral. La pérdida de conocimiento es uno de los primeros síntomas
observados, es debida no al hecho de la asfixia misma, sino a esta anemia del encéfalo,
producida por la compresión de los vasos sanguíneos.

Las lesiones de carácter asfíctico o circulatorio son variables, al igual que los factores
patogénicos productores de las mismas; el síndrome asfíctico se presenta discretamente en la
mayoría de los casos, los pulmones se congestionan en la minoría mientras que el enfisema sub-
pleural es más frecuente. Son propensas a presentarse manchas de Tardieu. La congestión
cerebral y la hemorragia meníngea son inconstantes. Se produce punteado petequial
hemorrágico en la mucosa gástrica. Otros tipos de lesiones que se producen durante en el
ahorcamiento son las traumáticas, que pueden presentarse en la región del cuello a causa de
presiones y tracciones ejercidas por la ligadura sobre los tejidos y órganos de dicha región. En
la superficie del cuello se evidencia el surco equimótico supra hioideo que puede ser hondo,
caracterizado por manifestarse en canal, apergaminado (por desecación de la dermis cuando la
epidermis ha sido arrancada, la piel se torna delgada y transparente) y blanquecino; o ancho,
que puede ser suave, extenso, con bordes imprecisos.

Cuando la soga no está en posición simétrica, es decir, que el nudo se halla por delante o por
debajo de una de las orejas, la carótida del lado opuesto y las dos yugulares son comprimidas,
mientras que la carótida del lado mismo queda permeable, de lo cual resulta que, en lugar de la
anemia cerebral, se produce una congestión muy intensa, porque la sangre continúa llegando al
cerebro, mientras que la circulación venosa de retorno está interrumpida. La pérdida de
conocimiento sobreviene más tardíamente y la muerte resulta ser aquí producida por asfixia.

De un modo general podemos decir que cuando el lazo es simétrico, la cara del ahorcado, está
pálida y, al contrario, hay cianosis cuando el lazo es asimétrico.

EXAMEN DEL CADÁVER

Si se encuentra el cadáver todavía suspendido antes de cortar el lazo, es necesario observar


cuidadosamente la posición del cuerpo, la posición misma del lazo y el punto de fijación de la
soga. Es interesante notar, también, la distancia de los pies del suelo, la longitud de la soga, el
tipo de nudo y su posición, etc. Estos datos son de suma importancia para la investigación
judicial.

Se manifiestan 2 tipos de ahorcados:

1. Ahorcados blancos: En ellos la muerte es consecuencia de un reflejo inhibidor


(shock inhibitorio). La compresión vasculo nerviosa lateral se hace por igual,
impidiendo la entrada y salida de sangre del cuerpo hacia la cabeza, produciéndose
una isquemia cerebral. El nudo se encuentra situado en la región posterior del cuello.
2. Ahorcados azules: No existe compresión total del paquete vasculo nervioso,
dejando pasar la sangre a la cabeza sin posibilidad de retorno. En ellos predominan
la cianosis facial, equimosis subconjuntivales y los trastornos circulatorios. Es
frecuente encontrar en ellos el nudo de la ligadura de forma lateral.

 POSICIÓN DEL CUERPO


La cabeza se encuentra inclinada del lado opuesto del nudo, y como lo más frecuente
es que el nudo esté sobre la nuca, la cabeza se encontrará flexionada sobre el pecho.
Si el cadáver está suspendido, los brazos estarán alargados y pegados al cuerpo, con
las manos bien cerradas, los miembros inferiores estarán ligeramente flexionados.
 MODIFICACIONES DE LA CARA
Es importante constatar la palidez o cianosis de la cara en relación con la posición del
nudo de la soga. Es importante que estas constataciones sean hechas mientras el
cadáver se encuentra suspendido. A veces la lengua está fuera de la boca o se pueden
encontrar equimosis conjuntivales sin que sean debidas a trauma ocular; también
algunas veces se pueden encontrar equimosis puntiformes en el pecho y en los hombros.

 EXAMEN DE CUELLO
El surco está generalmente por encima de la laringe, aunque en algunos casos puede
estar situado debajo de ella y puede ser completo o incompleto, sencillo o doble. Cuando
es único, lo que es más frecuente, el surco es la depresión cuyo fondo es suave y
blancuzco, pero si el cadáver ha estado expuesto mucho tiempo al aire, el surco se hace
amarillento y duro. El aspecto del surco varía desde luego según el tipo de lazo y el
tiempo que haya durado el individuo suspendido.

 AUTOPSIA
Fuera de las lesiones superficiales ya señaladas en el cuello no es excepcional de
encontrar rupturas musculares parciales que se encuentran generalmente sobre la
porción anterior del esternocleidomastoideo, con el correspondiente hematoma. Cuando
la sangre se halla coagulada significa que la hemorragia se produjo todavía en vida del
sujeto. Se encuentra también equimosis retro-faríngea producida por el choque de la
base de la lengua y de la laringe contra la faringe; pero esta lesión, así como la fractura
de vértebras cervicales, se ven casi exclusivamente en los ahorcamientos de tipo judicial.
Las lesiones pulmonares son especialmente de tipo congestivo y a veces encontramos
el puntillado equimótico conocido como manchas de Tardieu, aunque este autor las
describiera como características de estrangulación. Ello no es así, y pueden encontrarse
en casos de ahorcamiento o muerte por otros tipos de asfixia. Las lesiones del tubo
digestivo son banales y son también de tipo congestivo y pueden en algunos casos
encontrarse puntillado equimótico en la cara serosa del intestino. El examen del encéfalo
es interesante cuando no han comenzado los fenómenos de putrefacción, es decir,
cuando la autopsia se hace en las horas siguientes de la muerte. En este caso es
interesante constatar la congestión o anemia del cerebro y las meninges, que tienen el
mismo significado que la cianosis del rostro, comparándoles con la posición del nudo de
la soga.
Los demás órganos no presentan en los ahorcados ninguna lesión especial.

B) ESTRANGULAMIENTO

La estrangulación es un acto de violencia consistente en la constricción directa alrededor o por


la cara anterior del cuello, que se opone al paso del aire inspirado. La estrangulación puede ser
completa o incompleta, según que se efectúe con un lazo o con las manos.

 ESTRANGULACIÓN POR UN LAZO

Cuando se ejecuta la estrangulación por medio de un lazo circular cualquiera, el mecanismo de


la muerte es igual que en el ahorcamiento. Cuando el lazo ha sido cerrado fuerte y bruscamente,
los vasos y las vías respiratorias son cerrados súbitamente y en semejante caso la cara es pálida
como en los ahorcados con el asa dispuesta simétricamente. Sobreviene primero pérdida de
conocimiento y luego la muerte por asfixia. Sin embargo, esto no es lo habitual en los casos de
estrangulación, a menos que el individuo haya sido sorprendido y estrangulado muy
rápidamente, sin que haya puesto resistencia. Corrientemente la constricción producida por el
lazo de estrangulación es progresiva, y en los casos de estrangulación criminal hay casi siempre
lucha con la víctima que se traduce por golpes en la cabeza o la cara debido a los cuales pierde
rápidamente el conocimiento o por lo menos le inhiben sus medios de defensa. A veces la
aplicación del lazo no la puede hacer el agresor de una sola vez y tiene necesidad de hacer
varios intentos, durante los cuales la víctima se defiende como puede de lo cual resultan
generalmente lesiones traumáticas concomitantes. Así, pues, es en las circunstancias que
acompañan al crimen, más que en las lesiones mismas de la estrangulación, es que se deben
buscar las diferencias con el ahorcamiento.

 ESTRANGULACIÓN A MANO

Evidentemente que en los casos en que la estrangulación se hace a mano, la muerte es más
lenta. Efectivamente después de algunos minutos la mano del agresor se fatiga y es necesario
ayudarse con la otra o cambiar de posición de la mano que aprieta, lo cual produce en el cuello
numerosas marcas de los dedos y a veces numerosos arañazos. Generalmente la víctima ha
sido puesta fuera de combate con anterioridad, por algún golpe fuerte con la mano u otro objeto
contundente, en la cabeza o en la cara o aun en la nuca. El asesino se esfuerza por comprimir
la tráquea o la laringe, pero en realidad lo que hace es echar hacia atrás la base de la lengua la
cual se aplica sobre la pared posterior de la faringe. Al mismo tiempo se produce comprensión
sobre las dos venas yugulares y sobre una o las dos carótidas, pero esta compresión no es
continua y sobreviene entonces congestión del encéfalo y de la cara.

EXAMEN DEL CADÁVER Y AUTOPSIA

Como dijimos anteriormente, generalmente la víctima ha sido puesta fuera de combate con
anterioridad al acto de estrangulación, por lo que no es raro encontrar contusiones, equimosis,
excoriaciones, arañazos, especialmente en la cabeza y en la cara y en otras partes del cuerpo
en caso de que la víctima haya sido agredida estando de pie. Al caer pueden producirse lesiones
traumáticas en los codos, en la cabeza, en la espalda, etc. Si la estrangulación se ha hecho con
un lazo se encontrará un surco generalmente continuo, pero menos profundo que el
ahorcamiento ya que la fuerza de constricción es menor y de menos duración. Puede, sin
embargo, encontrarse dos o más surcos pero es excepcional. La cara está siempre
congestionada y tumefacta. Las lesiones son más características en los casos de estrangulación
a mano. Durante los diez a veinte minutos que son necesarios para matar estrangulando a mano,
ésta se desplaza frecuentemente lo mismo que los dedos, dejando numerosas marcas y
arañazos en el cuello; dichas lesiones están situadas generalmente en el espacio que separa la
laringe del mentón y en las partes laterales del cuello. También se encuentran sufusiones
sanguíneas en el tejido celular del cuello, las cuales pueden ser muy extensas o simplemente
puntiformes. Puede encontrarse en algunos casos fractura de las astas del hioides o de los
cuernos laterales del cartílago tiroides. Las otras lesiones en los órganos, especialmente en el
aparato respiratorio son de orden asfíctico y son similares a las de los ahorcados. El diagnóstico
de estrangulación en los casos dudosos reposa sobre la constatación e interpretación de las
marcas de violencia en el cuello, las equimosis subyacentes, las heridas en la cara o en la
cabeza. El color de la cara y la posición del lazo adquieren una importancia casi absoluta.
Efectivamente el estrangulado tiene casi siempre la cara congestionada, y si se le ha encontrado
colgado de manera clásica, es decir, con asa simétrica, nudo hacia atrás, se notará
inmediatamente la contradicción del caso, pues en el ahorcado suicida, nudo hacia atrás la cara
es pálida y no congestionada. Para diferenciar la estrangulación en los casos de asfixia por
sofocación debe recordarse que en estos últimos las lesiones traumáticas están alrededor de la
boca y la nariz.

C) ASFIXIA POR SUMERSION:

La muerte por sumersión se produce al respirar el sujeto bajo el agua o por perder la respiración
bajo ésta (siendo más frecuente la primera variedad).

Puede ser:

 Completa, cuando la persona está totalmente sumergida


 Incompleta, cuando la sumersión sólo afecta a la boca y orificios nasales.
Con frecuencia se ha discutido el valor patognomónico de las determinaciones de laboratorio en
el diagnóstico de asfixia por sumersión, resultando de gran interés en algunos casos las
imágenes macroscópicas obtenidas en el transcurso de la autopsia.

Es conocido que se pueden distinguir dos mecanismos de muerte:

 Sumersión-inhibición: O hidrocución (ahogados blancos), el individuo queda en muerte


aparente dentro del agua, debido al reflejo inhibitorio vagal que produce una parada
brusca de las funciones cardio-respiratorias.

 Sumersión-asfixia: Diversos autores distinguen dos mecanismos distintos:

 La asfixia simple sin paso de agua a los pulmones, por probable laringoespasmo.
 El ahogamiento propiamente dicho, con penetración de agua en las vías
respiratorias.

En los casos en los que bilateral es el hallazgo clínico más frecuente.

En el examen externo de los cadáveres recuperados del agua, con independencia de su


mecanismo de muerte, podemos encontrar signos debidos a la simple permanencia bajo el agua
como retracción del pene, escroto y pezones y maceración cutánea ("manos de lavandera").
Otros signos externos, pero propios de la reacción vital, son: hongo de espuma (formación
espumosa blanquecina, a veces rosácea, producida por la penetración del agua, al mezclarse
con el aire residual pulmonar y el mucus bronquial); equimosis faciales, en los párpados y, sobre
todo, a nivel subconjuntival.

Cuando el mecanismo de la muerte es el denominado sumersión-inhibición, los hallazgos que


podemos encontrar en el examen interno son escasos, salvo una congestión inespecífica
generalizada.

En la sumersión-asfixia simple, hallaremos agua en el aparato digestivo y signos inespecíficos


de los cuadros de asfixia. Es en el caso de la asfixia con inundación de las vías respiratorias
cuando vamos a encontrar la mayor riqueza en el estudio macroscópico. Los pulmones en la
inspección presentan un aumento de volumen, que se acompaña de un aumento de su peso, y
equimosis de Tardieu, que en la sumersión ofrecen unas dimensiones mayores de lo habitual y
de coloración más clara, recibiendo la denominación de manchas de Paltauf, diseminadas por la
superficie pulmonar. A la forcipresión se percibe crepitación y presencia del signo de la fovea. Al
corte hay salida de aire y espuma. Los bronquios y tráquea se encuentran recubiertos por
espuma y puede apreciarse la presencia de algas, cuerpos extraños o sustancias presentes en
el agua.

Las cavidades cardiacas derechas suelen estar muy dilatadas y pletóricas de sangre líquida, sin
coágulos, en tanto que las izquierdas son normales y suelen estar exangües.

En el estómago pueden apreciarse equimosis submucosos y subserosos (parecidos a los de


Tardieu). Si la cantidad de líquido es mayor de 300-400 cc., podría indicar, en un sujeto adulto,
que el individuo se encontraba vivo en el momento de la sumersión.

La existencia de agua en duodeno también es signo de sumersión vital, ya que tras la muerte el
píloro se cierra y no se abre hasta que la putrefacción es patente. También aparecen equimosis
en el intestino delgado, en toda su extensión.

El hígado se muestra congestivo, y su grado de repleción sanguínea se comprueba mediante la


denominada prueba de Lacassagne (al corte en un plano inclinado, la sangre fluye un largo
tiempo). Las variaciones que pueden aparecer en la sangre van a depender de que la sumersión
ocurra en agua salada o dulce.

 El agua salada, al poseer una mayor presión osmótica que la sangre, favorece el paso
de líquido desde los capilares a los alvéolos, lo que origina una hemoconcentración,
hipernatremia, hipermagnesemia y un edema pulmonar de mayor grado que el originado
en los casos de sumersión en agua dulce.

 El agua dulce, al poseer menor presión osmótica que la sangre, atravesará la pared
alveolar llegando a los capilares, lo que originará una hemodilución, hemólisis,
hiperkaliemia e hiponatremia. El mecanismo de muerte en estos supuestos es la
"fibrilación ventricular".

Por su parte y aunque de valor controvertido, el punto de congelación de la sangre va a depender


de su concentración molecular, por lo que estaría más alejado del 0º en la sumersión en agua
salada que en la sumersión en agua dulce; sin embargo, el punto de congelación de la sangre
también varía con los fenómenos putrefactivos, por lo que en la práctica al utilizar esta técnica
se deben estudiar las diferencias entre la sangre de las cavidades derechas e izquierdas.

Como ya se ha indicado, la utilización de exámenes complementarios en el diagnóstico de asfixia


sumersión ha sufrido diversos avatares. Las determinaciones bioquímicas han tropezado con los
problemas de las variaciones debidas a la putrefacción, lo que ha llevado a la aparición de
determinados métodos de diagnóstico muy controvertidos. En algunos lugares donde la
concentración de flúor en agua es muy alta, se ha utilizado el incremento de las concentraciones
de flúor en plasma postmorten como indicador diagnóstico.

D) ASFIXIA POR SOFOCACION:

La sofocación constituye un grupo aislado de asfixias mecánicas creado un tanto arbitrariamente


por TARDIEU en su famosa Memoria de 1885, que para él estaría caracterizado plena y
suficientemente por la existencia de un signo anatomopatológico común, esto es, de unas
equimosis de forma y localización especiales: equimosis puntiformes subpleurales,
subpericárdicas, subpericraneales y tímicas. Dicho grupo lo constituía por la oclusión directa de
los orificios respiratorios, la compresión de las paredes torácicas y el encierro en un espacio
confinado. Se trataría de mecanismos que habitualmente tienen una etiología criminal.

Como, según TARDIEU, tales equimosis no se encuentran jamás en las otras variedades de
asfixia mecánicas (estrangulación, ahorcadura, sumersión), cuando el perito encuentra en una
de estas últimas asfixias equimosis del tipo citado, está autorizado para afirmar que han existido
violencias criminales de sofocación, lo cual distinguirá el homicidio del suicidio en ciertos casos.

Las distintas formas de asfixia incluidas en la sofocación entran dentro de uno de los siguientes
epígrafes:

 Sofocación por oclusión directa de los orificios respiratorios.

Cualquier objeto que obture mecánicamente la boca y nariz, impidiendo la entrada del aire en las
vías respiratorias, da lugar a esta variedad de sofocación. Los autores anglosajones suelen
utilizar la designación de smothering para esta asfixia, como consecuencia de un modo de
agresión utilizado por ciertos criminales ingleses a fines del siglo pasado.

La oclusión de los orificios respiratorios se produce habitualmente por las manos o por ciertos
objetos blandos

 Oclusión de los orificios respiratorios con las manos: La oclusión mediante las manos de
los orificios respiratorios constituye una violencia de etiología exclusivamente criminal,
que se ha dado con frecuencia como maniobra infanticida. En el adulto es rara, no
encontrándola aislada más que en sujetos privados de conciencia (ebrios, epilépticos).
Es más habitual cuando va acompañada de otras violencias, como estrangulación,
compresión del pecho y del abdomen, contusiones diversas, o que en realidad no haya
constituido tal asfixia, sino tan sólo una maniobra destinada a acallar los gritos de la
víctima.
 Oclusión de los orificios respiratorios mediante objetos: La oclusión de la nariz y la boca
mediante objetos blandos es más habitual que la anterior y admite otras variantes
etiológicas.

Homicidio: La oclusión homicida de los orificios respiratorios es más frecuente, sobre


todo en las grandes ciudades, de lo que puede sospecharse, complicando casi siempre
delito de robo. Se trata de intentos de amordazamiento para evitar los gritos de la víctima,
utilizando como mordaza toallas, pañuelos, cojines, etc., que sujetan fuertemente
obturando boca y ventanas nasales. Otras veces ha tenido lugar oprimiendo con un cojín
o almohada los orificios respiratorios de la víctima, u oprimiendo la cabeza en posición
prona contra un cojín, un colchón, etc.

Accidente: La oclusión accidental es mucho más frecuente, sobre todo en recién nacidos
que duermen en la misma cama que sus madres, o abandonados en sus cunas. Incluso
se ha producido en alguna ocasión actuando como agente de la oclusión el pecho de la
madre. No quiere esto decir que no pueda darse en el adulto inconsciente al caer de
bruces sobre almohadas, cojín o algo parecido, en estado de embriaguez, en un acceso
epiléptico o similar.

Suicidio: La oclusión suicida es, por lo contrario, rara. Hasta hace algunos años sólo se
citaba un caso de WALD, divulgado por MASCHKA, de una mujer que se introdujo entre
las ropas de la cama y ordenó a su hijito que le fuera colocando encima objetos y ropas
diversas.

Diagnostico. - En los casos de sofocación por oclusión instrumental de los orificios respiratorios,
si no se encuentra el objeto aplicado a los orificios, el diagnóstico médico legal de la variedad de
asfixia causante de la muerte se hace imposible, ya que faltan toda clase de signos locales.
Podrá el perito, como máximo, llegar a afirmar la existencia de asfixia y aun de sofocación, pero
no el mecanismo preciso de ésta.

 Sofocación por oclusión directa de las vías respiratorias

Un cuerpo extraño de cualquier naturaleza introducido en las vías respiratorias bloquea el paso
del aire produciendo una rápida asfixia por sofocación, además de desencadenar en algunas
ocasiones un reflejo inhibitorio bruscamente mortal.

Etiología.

 ACCIDENTAL: Puede darse tanto en niños de corta edad como en adultos. En uno y
otro caso varían los cuerpos extraños que originan la sofocación. En los niños se trata
muy a menudo de chupetes, tetinas, dedales o juguetes, y mil objetos más que llaman
su atención, introduciéndolos en la boca.
 SUICIDA: Es un procedimiento excepcional, cuyos pocos ejemplos conocidos se
reproducen en casi todas las obras de Medicina legal. Se trata, ordinariamente, de
alienados que introducen por su boca chales, pañuelos, corbatas, etc., logrando en
ocasiones su propósito.
 HOMICIDA: Hemos de distinguir también que se trate de niños o de adultos. En los niños
se da, sobre todo, como maniobra infanticida, introduciendo en sus fauces papeles,
trapos, gasas, algodones. En los adultos se ha descrito caso de introducción dolosa de
tapones u otros objetos; pero lo más corriente es que la sofocación resulte de un
amordazamiento practicado de forma "científica": se introduce un pañuelo en la boca y
luego se ata alrededor de la mitad inferior de la cara una bufanda u objeto similar; otra
variante consiste en utilizar como mordaza una toalla, una de cuyas puntas se introduce
en la boca, usando el resto para rodear la cara. En estos casos es muy posible que la
víctima, en sus esfuerzos para gritar y aun para respirar, se introduzca profundamente
en las vías aéreas la parte interior de la mordaza, dando lugar a la sofocación.
 Sofocación por compresión externa toracoabdominal.

La compresión externa de las paredes torácicas y abdominales constituye igualmente una causa
de asfixia por sofocación, al producir un obstáculo mecánico a la respiración.

Etiología.

Homicidio: Ha tenido una triste celebración en cierta época, hasta el extremo de haber dado
nacimiento a un verbo en el idioma inglés: to burke, para indicar este tipo de agresión, derivado
del nombre de un criminal de Edimburgo, Burk, que con su cómplice, Hare, proveía a fines del
siglo pasado de cadáveres a los anfiteatros anatómicos.

Accidental: Es, con mucho, la etiología más frecuente. En loa niños pequeños el propio peso de
los padres, al compartir la cama, pueden llegar a sofocarlos por compresión torácica.

Diagnóstico médico legal: Debe valorarse para este diagnóstico el conjunto lesional constituido
por: hullas traumáticas de la compresión toracoabdominal, cuadro asfíctico general, mascarilla
equimótica cérvico facial. Este último signo es el más característico y llama la atención a la simple
inspección del cadáver; en algunas ocasiones su intensidad es notable y se extiende incluso a
los hombros y parte superior de los brazos.

 Se produce el confinamiento cuando uno o muchos sujetos quedan encerrados en un


espacio no ventilado hasta agotar el oxígeno, produciéndose finalmente la asfixia.

Puede tratarse de accidentes, como los que se dan en los niños que se introducen sus juegos
en cajas, baúles, etc., cuya tapa o cierre cae por un movimiento brusco, obturándolo
herméticamente. Entran en esta misma variedad los accidentes que se han producido algunas
veces en minas, submarinos, etc. Otras veces se ha producido una secuestración criminal, bien
como maniobra infanticida, utilizando cajas, maletas u otros receptáculos; o en niños mayores,
así como en adultos, en habitaciones o armarios herméticamente cerrados.

En el mecanismo de estas asfixias intervienen varios factores, aparte la privación de aire


respirable, especialmente la intervención de gases tóxicos, lo que en realidad la sitúa en un lugar
especial.

Lesiones cadavéricas. - Exceptuando la posibilidad de que en los intentos hechos por la víctima
para escapar del fortuito encierro, con la consiguiente desesperación, lleguen a producirse
lesiones traumáticas, lo corriente es la ausencia de toda huella externa, presentando únicamente
las lesiones generales de la asfixia, a veces impuras, que son suficientes para el diagnóstico
médico legal de la variedad asfíctica en un caso concreto.

 Sepultamiento:

Consiste el sepultamiento en que la víctima queda hundida por entero, o sólo en sus orificios
respiratorios, en la tierra o en un medio pulverulento cualquiera, el cual penetra por aspiración
en las vías respiratorias, originando la asfixia. THOINOT designaba a esta variedad de asfixia,
por su similitud con la anegación, como "sumersión en un medio sólido".

Etiología. - Puede tratarse de un sepultamiento accidental, cosa con mucho la más frecuente, o
de un sepultamiento criminal, casi exclusivo del infanticidio. Los accidentes corresponden
habitualmente a desprendimientos, aluden, caídas en silos, etc. Los medios de sepultamiento
más corrientes, de acuerdo con esto, son: arena, yeso, harina, trigo y otros cereales, etc.

Lesiones cadavéricas: Las lesiones del sepultamiento pueden producirse por tres mecanismos:

 Si el material del sepultamiento es pulverulento, el signo fundamental para el diagnóstico


lo constituye la presencia en las vías aéreas de partículas abundantes de dicho material,
lo que no sólo permite afirmar la verdadera causa de la muerte, sino también el medio
que se sucedió. Está fuera de duda que los movimientos, respiratorios son capaces de
introducir estos cuerpos extraños de pequeño volumen en la laringe, bronquios y a veces
hasta en los alvéolos pulmonares. Además, el medio extraño puede ser también
deglutido, encontrándose, por consiguiente, en el estómago y aun a veces en el intestino.
Por el contrario, la ocultación de un cadáver en medio pulverulento no da lugar a
penetración alguna o, en todo caso, sólo en vías aéreas superiores. Una limitación a este
signo, en su valor para diferenciar el sepultamiento en vida respecto del postmortal, es
que en algunos casos de sepultamiento vital se observa penetración del medio en vías
aéreas o digestivas, lo que se atribuye a que el cuerpo enterrado haya estado bajo una
presión tal que impidiera los movimientos del tórax y diafragma.
 Las lesiones generales y pulmonares de las asfixias mecánicas constituyen un
complemento del cuadro ordinario de lesiones en el sepultamiento.
 Cuando el sepultamiento ha tenido lugar por derrumbamiento, desprendimiento o aludes,
al sepultamiento propiamente dicho suele asociarse un grado mayor o menor, en
proporción al espesor de la capa sepultante, de compresión de las paredes
toracoabdominales. En estos casos, a las lesiones anteriores se añaden traumatismos
diversos y el síndrome de la mascarilla equimótica.

Diagnóstico médico legal: Se basa, esencialmente, en la demostración de las materias extrañas


correspondientes al medio sepultante, tanto en las vías respiratorias como en las digestivas. En
las primeras, sin embargo, sólo tiene valor si se encuentran en cantidad abundante y, sobre todo,
si han penetrado hasta las más finas ramificaciones bronquiales. En otro caso la penetración
podría haber tenido lugar después de la muerte, de forma pasiva. En las vías digestivas también
puede penetrar el medio sepultante después de la muerte, pero sólo hasta faringe y primera parte
del esófago, según algunos autores; otros consideran que es posible que alcance el estómago
incluso. En todo caso, la presencia de aquellas materias extrañas en el intestino tiene un carácter
absolutamente vital.

En los casos de verdaderas muertes por sepultamiento en que no ha habido penetración del
medio en las vías aéreas ni en las vías digestivas, se tiene que fundar el diagnóstico en las
lesiones asfícticas y en las huellas traumáticas eventuales si presentan caracteres de reacción
vital.
CASO CLÍNICO: ESTRANGULACIÓN A LAZO

El día 24 de diciembre de 2013, los médicos de guardia del Servicio de Medicina Legal, realizan
el reconocimiento judicial del cadáver de una mujer encontrada dentro de su domicilio, ubicado
en el poblado de Cárdenas. Al llegar al lugar, se encontró el cadáver tendido en la cama de uno
de los dormitorios de la vivienda, apoyado sobre una almohada sucia y maculada de sangre roja
que sale de ambos oídos, en decúbito supino, con una camisa alrededor del cuello, con un nudo
amarrado fuerte en la región anterior del cuello.

Antecedentes Personales Patológicos:

Diabetes mellitus, hipertensión arterial, cardiopatía isquémica, úlcera varicosa en pierna


izquierda y trastornos psiquiátricos. También se pudo conocer que la que resultó occisa había
manifestado que se sentía mal, se encontraba ansiosa y, en múltiples ocasiones, había referido
que no iba a llegar al término del año.

Vivienda

De madera y mampostería, sucia y desorganizada, presenta 5 habitaciones, una puerta de


entrada y una puerta trasera y varias ventanas, todas bien cerradas.

En una de las habitaciones, a la izquierda de la puerta de entrada, en la cama, se encuentra el


cuerpo en decúbito supino, con la cabeza orientada hacia la cabecera de la cama, apoyada sobre
una almohada sucia y maculada de sangre y los pies en dirección a la cocina. Ambos miembros
superiores se encuentran próximos al tórax, el cuerpo se encuentra cubierto por una sábana
blanca sucia. Alrededor del cuello presenta una camisa carmelita a cuadros con un nudo
amarrado fuerte en la región anterior.

Se trata de una mujer anciana, de 69 años de edad, del grupo racial mestiza, pelo largo, canoso,
amarrado con una liga blanca, ojos con iris color pardo oscuro, estado civil viuda, de ocupación
pensionada.

Como signo de violencia presentaba en la región del cuello un surco de 3 cm de ancho en su


parte posterior, de superficie blanda, poco profundo, dirigido de detrás hacia delante y se
interrumpe en la parte anterior del cuello, lo cual corresponde con la posición del nudo.

Al culminar esta actuación es trasladado el cadáver hacia la morgue para proceder con la
necropsia médico-legal.

Examen exterior del cadáver

Generales: cadáver de adulto mayor, femenino. Normolíneo, panículo adiposo aumentado. De


rasgo mestizo, ojos con iris color pardo oscuro. Pelo lacio, largo, canoso, amarrado con una liga.

Vestuario: cadáver que viste blusa tipo camiseta azul prusia con flores amarillas, ajustador de
encaje blanco maculado en sangre en la región posterior, short a cuadros rosado y blanco y
calzoncillo blanco, ambos maculados de orina y heces. Camisa carmelita a cuadros atada
alrededor del cuello con nudo amarado fuerte en la región anterior.

Signos tanatalógicos: frialdad cadavérica generalizada. Rigidez cadavérica generalizada,


respuesta negativa a la estimulación mecánica de ambos bíceps, livideces en planos declives
que desaparecen lentamente a la digito presión. No mancha verde abdominal. Data de la muerte
ubicada entre 8 y 12 horas, más próxima a las 12 horas.

Signos de violencia: surco continuo, ancho, blando, poco profundo, transversal, de detrás hacia
delante, con nudo en la región anterior del cuello.
Signos patológicos: edema facial, cianosis distal y en esclavina, úlcera varicosa en miembro
inferior izquierdo cubierta con venda, lesión hiperpigmentada redondeada de 1 cm de diámetro
en región escapular izquierda.

Signos terapéuticos y quirúrgicos: cicatriz antigua en hipocondrio derecho y región paramedia


infraumbilical. Hematoma en resolución en región glútea izquierda.

Otros signos: nada a señalar de interés médico legal.

Orificios naturales: protrusión de lengua y globos oculares, ligera inyección conjuntival, secreción
serohemática espumosa por la boca. Salida de sangre roja por ambos oídos. Relajación de
esfínter vesical y anal.

Examen interior del cadáver (de interés):

Cuello: se realizó incisión submentoneana hasta región esternal, diseca por planos, y se observa
el hueso hioides con infiltrado hemorrágico pequeño, con cuernos y cuerpo de aspecto normal,
glándula tiroides situada central con lóbulos simétricos y superficie lisa. No alteración a los cortes.
Esqueleto laríngeo sin alteraciones musculares y vasculares. Cuerpos vertebrales sin
alteraciones.

Cavidad torácica: se disecan por planos los tegumentos y los músculos anteriores del tórax, sin
observar alteraciones. Se retira el peto esternocostal, se procede a examinar in situ los órganos
y revisar la cavidad observándose manchas asfícticas (Tardieu) en pulmones, edema pulmonar
ligero. Árbol traqueo-bronquial sin alteraciones. Corazón aumentado de tamaño, aorta y sus
ramas sin alteraciones de sus paredes.

DISCUSIÓN.

 En el cadáver:
-Características del surco (nudo difícil de desenlazar por la acción de una fuerza externa mayor
a la ejercida por el propio individuo).
-Ausencia de heridas o signos de defensa y otros signos de violencia.
-Ausencia de signos evidentes en hueso hioides de compresión del cuello con fuerza extra a la
utilizada por el propio individuo (fracturas y luxaciones en él y sus cuernos).

Posibilidad de Suicidio por:

-La occisa presentaba trastornos psiquiátricos, y llevaba varios días que se sentía deprimida,
refiriendo en varias ocasiones ideas suicidas y deseos de morir.
-El surco presentaba características atípicas (continuo, ancho, blando, poco profundo,
transversal, de detrás hacia delante, con nudo en la región anterior del cuello, no equimótico,
fácil de desamarrar).
-El hueso hioides se encontraba íntegro, sin fractura de sus cuernos.

Por los antecedentes aportados por la instrucción penal actuante, lo encontrado en el


levantamiento del cadáver, el examen del exterior y del interior del cadáver, planteamos que
estamos ante una muerte violenta.

La causa de muerte fue la asfixia mecánica, que provocó una constricción del cuello por
el dogal que utilizó la fallecida para ocasionarse la muerte (camisa). Todo esto nos hace
pronunciarnos por la etiología médico-legal suicida.

La estrangulación a lazo, de etiología suicida, a pesar de ser mucho más rara e infrecuente,
siempre debe tenerse en cuenta, ya que existe la posibilidad de que el individuo adopte algún
procedimiento que permita mantener la constricción del cuello una vez que pierda la conciencia,
que provoca, en fracciones de segundos, la muerte de forma inmediata sin dar tiempo a realizar
alguna actuación médica.
REFERENCIAS BIBLIOGRAFIAS

 Dr. Ricardo Rodríguez Jorge. Consideraciones médico legales sobre asfixias


mecánicas. Revista de la Escuela de Medicina Legal.2009.

 Sibón Olano, P. Martínez-García, MA. Vizcaya Rojas, JL. Romero Palanco.


Síndrome de Asfixia Sumersión. Cuad Med Forense 2005; 11(41):229-233

 Asfixia por sumersión. Escuela de capacitación en investigaciones criminales.


Lección N°8, 2005.

 Negrin A, Cano M. Análisis médico-legal de las asfixias mecánicas. 2013.

 Verdú F. Asfixias mecánicas.


ANEXOS:

Estrangulación por lazo: Surco de estrangulación completo, horizontal por debajo del
cartílago tiroides.

Estrangulación a mano: Equimosis en el cuello, excoriaciones en el cuello. Contusiones


equimóticas y excoriaciones como signos de lucha.
Ahorcamiento. Deja un surco oblicuo, único. Profundo, apergaminado, situado en la
región suprahioidea y marcado a nivel del centro del asa.

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