Vous êtes sur la page 1sur 108

CAPÍWLO

CUATRO
CONCEPTOS DE HIDROLOGÍA

4.1. INTRODUCCIÓN
La hidrología es el estudio del agua y sus movimientos a lo largo de diversos
caminos dentro del ciclo hidrológico; en la atmósfera; en los ríos y océanos; en el
suelo 1 y en las rocas que contienen agua. La hidráulica es la ingeniería del flujo
de agua eu tuberías, conductos, lagos o ríos. La ingeniería de recursos hidráulicos
es el arte, la ciencia y la ingeniería de las aguas superficiales y subterráneas para
uso humano. La hidrología se aplica por los ingenieros que utilizan los principios
hidrológicos para calcular, por ejemplo, los flujos de los ríos a partir de la preci-
pitación, el movimiento del agua eu el terreno a partir de las características del
suelo incluyendo la conductividad hidráulica, las tasas de evaporación a partir del
balance hidráulico o las técnicas de balance de energía. La hidrología aplicada
utiliza muchos supuestos de ingeniería para tratar de cuantificar las respuestas del
terreno o del río a los episodios de precipitaciones. Es fácil, por ejemplo, cuantifi-
car un episodio de precipitación y cuantificar el caudal de la corriente después de
aquél, si se dispone de instrumentación de campo que haya registrado el episodio.
Sin embargo, todavía es casi imposible predecir o modelizar con precisión lo que
le ocurre a la lluvia una vez que ha caído sobre el terreno. ¿El 100 por 100 de la
lluvia se va como escorrentía superficial a la corriente más próxima o el 10 por
100 se infiltra al suelo y aparece en los arroyos, días o semanas más tarde, con
impacto no sólo en los volúmenes de la corriente sino también en su calidad? En
realidad puede suceder cualquiera de las dos situaciones, pero muy probablemen-
te algo de la precipitación se va como escorrentía, algo se infiltra y algo vuelve al
ciclo hidrológico vía evaporación. ¿Cuál es el papel de la evaporación? ¿La pre-

1
N. del T. En este capítulo se emplea frecuentemente el término suelo, no en sentido estrictamen-
te edafológico sino como sinónimo de terreno.

199
200 INGENIERÍA AMBIENTAL

cipitación excede a la evaporación o viceversa? ¿Podemos calcular con cierta


precisión la evaporación a escala regional si todos nuestros estudios de evapora-
ción son a escala puntual? ¿Cuándo podemos esperar que la detección remota nos
dé todas las respuestas? La influencia de la vegetación de superficie, el tipo de
suelo, su estado de humedad y la topografía es significativa respecto a los flujos
de agua y energía, y la respuesta de un punto o capa freática a otra puede ser
diferente en órdenes de magnitud. La intensidad de la lluvia, su duración y distri-
bución espacial pueden jugar un papel relevante en el destino de la precipitación
caída al terreno. Como tales, tanto el arte, como la ciencia y la ingeniería se usan
para entender los caminos del agua en el ciclo hidrológico. Todavía hay muchos
aspectos no cuantificados, especialmente cuando llevamos la hidrología hacia la
meteorología y hacia los estudios del clima.
Este capítulo describe el ciclo hidrológico y sus componentes así como el
ciclo de energía. Explica las diferencias entre infiltración y escorrentía superfi-
cial. Define la evaporación y muestra cómo cuantificarla en un punto del terreno.
Este capítulo también examina por qué nuestra falta de comprensión de la evapo-
ración, especialmente a escala regional, es la conexión que falta para cerrar el
balance de agua en el ciclo hidrológico. Explica el balance hidráulico para las
cuencas, revisando hietógrafos e hidrógrafos. Examina las relaciones lluvia-esco-
rrentía para caudales de inundaciones y bajos caudales. Examina lá influencia de
la urbanización en las respuestas hidrológicas. Introduce brevemente al estudian-
te en la física del ciclo de energía. La sección final del capítulo atiende a los
conceptos físico y químico del agua subterránea. Al final de este capítulo se
espera que el alumno tendrá un conocimiento introductorio a nivel cualitativo y
cuantitativo de la física del agua en el ciclo hidrológico y también del ciclo de
energía del sol.

4.2. CICLO HIDROLÓGICO


El ciclo hidrológico es fundamental en hidrología. Es un proceso continuo sin
principio ni final. Se representa esquemáticamente en la Figura 4.1. El agua se
evapora de los océanos de la tierra y de otras masas de agua, y en menor medida
de la superficie terrestre. Hay aproximadamente siete veces más evaporación des-
de los océanos que desde la superficie terrestre. Recuérdese que la superficie de
los océanos es 2,5 veces mayor que la superficie terrestre. El agua evaporada o
vapor de agua se eleva hacia la atmósfera hasta que las bajas temperaturas en
altura la hacen condensar y luego precipitar generalmente en forma de lluvia,
aunque otras veces como nieve. Esto último ocurre en las alturas de montaña o en
la temporada fría. El balance hidráulico medio anual conjunto relativo a 100
unidades de precipitación sobre la tierra se describe en el diagrama del balance
hidráulico de la Figura 4.2. En la Figura 4.3 aparece un diagrama de flujo de una
simulación de ciclo hidrológico.
La Figura 4.2 es una forma simplificada de mostrar el ciclo hidrológico, pero
el objetivo es cuantitativo, mientras la Figura 4.1 es cualitativa. El balance de
materia de la Figura 4.2 está basado en la conservación de la masa. Las cuatro
CONCEPTOS DE HIDROLOGÍA 201

Nubes sobre Nubes sobre Nubes sobre


tas montañas tierra los océanos

¡¡¡ 100
Precipit~ción
sobre tierra
Humedad a la tierra
39
385
Precipitación
61

1
sobre el mar
Evaporación
desde la tierra
Escorrentía
+++"\\superficial
Evaporación
y evapotranspiración
1 424
Evaporación

••
Infiltración del océano

~lujo superficial
Capas Flujo subterráneo
38
impermeables
---........
~------~~~~F~l=u¡=·o~s=u:bt:•:r~rá:":ª:º_'~l__,._:::::~:_:::::~Océano

Figura 4.1. Ciclo hidrológico con el balance hidrológico medio anual global
en unidades relativas a un valor de 100 para la tasa de precipitación sobre la
tierra (adaptado de Chow et al., 1988).

subregiones de la Figura 4.2 están numéricamente en equilibrio en sí mismas o


tomadas como el conjunto de las cuatro. Por ejemplo, el equilibrio del «balance
de los océanos» se satisface mediante dos entradas correspondientes a la precipi-

Nubes sobre 39 _,3,,9...¡wubes sobr


los océanos la tierra
._.,._ _,..-- Nubes perdidas Nubes ganada
hacia la tierra para la tierra
Evaporación Precipitación Precipitación Evaporación
de los océanos a los océanos a la tierra sobre la tierra
424 385 61

424 385 100 61

Evaporación Precipitación Precipitación Evaporación


de los océanos a los océanos a la tierra sobre la tierra

39
Océanos·
Entrada

Figura 4.2. Balance de materia sobre aspectos del ciclo hidrológico.


202 INGENIERÍA AMBIENTAL

Atmósfera Atmósfera

t tercepción Precipitación Intercepción


Evaporación ~-~--¡ lluvia/nieve/ Evaporación
aguanieve/granizo

Almacenamiento Almacenamiento
Agua en la superficie
en vaguadas en embalses

Evapotranspiración i . - - - j Filtraciones
en los canales

Almacenamiento Flujo
subterráneo subterráneo

Océano

Figura 4.3. Componentes del ciclo hidrológico (adaptado de Bedient y Hu-


ber, 1988, p. 55, © 1988 por Addison-Wesley Publishing Company, lnc. Repro-
ducido con permiso de la editorial).

tación más el flujo desde tierra, y cuya suma es igual a una salida debida a la
evaporación, es decir

Para la masa de tierra Entrada ± variaciones en el almacenamiento = salida


Para los océanos Precipitación + flujo desde tierra = evaporación

Las Tablas 4.1 y 4.2 muestran la distribución de los recursos hidráulicos de la


tierra. Los océanos contienen el 96,5 por 100 de toda el agua mientras que los ríos
ocupan sólo el 0,0002 por 100. El gran almacén de agua dulce utilizable está en el
agua subterránea con el 30, 1 por 100, mientras la humedad del suelo almacena un
0,05 por 100, o sea 250 veces la de los ríos.
La comprensión del ciclo hidrológico en lo que se refiera a la precipitación
sobre el terreno es una necesidad para muchos profesionales -ya sea un ingenie-
ro diseñando un suministro de agua, un agricultor diseñando un sistema de riego,
un biólogo de agua dulce investigando la adecuación de los cursos fluviales para
hábitats de pesquerías, un industrial extrayendo agua o descargando vertidos lí-
quidos o un meteorólogo previendo los modelos del clima. Lo que resulta del
máximo interés práctico, por tanto, es lo que sucede a la precipitación caída al
CONCEPTOS DE HIDROLOGÍA 203

Tabla 4.1. Cantidades de agua estimadas en el mundo

Oceános 36,31 1.338.000.000 96,5 3.000-30.000 años


Aguas subterráneas
Agua dulce 134,8 10.530.000 0,76 30,1 Días a 1.000 años
Agua salada 134,8 12.870.000 0,93
Sueló húmedo 82,0 16.500 0,0012 0,05 2-52 semanas
Hielo polar 16,0 24.023.500 1,7 68,6 1-16.000 años
Otros hielos y nieves 0,3 340.600 0,025 1,0
Lagos
Agua dulce 1,2 91,000 0,007 0,26 1-100 años
Agua salada 0,8 85.400 0,006 10-1.000 años
Pantanos 2,7 11.470 0,0008 0,03
Ríos 148,8 2.120 0,0002 0,006 10-30 días
Agua biológica 510,0 1.120 0,0001 0,003 7 días
Agua atmosférica 510,0 12.90Ó 0,001 0,04 8-10 días
Agua total 510,0 1.385.984.610 . 100,0 2.800 años
A~ua dulce 148,8 35.029:210 2,5 100,0
Adaptado de UNESCO, 1978.

terreno en la mesoescala de una cuenca o región, más que el balance global 2


anual. El meteorólogo tiene interés en el ciclo hidrológico a una escala mayor, a
veces global. La precipitación puede ser interceptada por la vegetación, ya sea
hierba, cultivos o arbolado. Intercepción es la evaporación de agua desde la cara
externa de las hojas durante y después de la lluvia. Transpiración es la evapora-
ción de agua a través del follaje. Algo de agua puede alojarse en la superficie del
suelo y quedar retenida en depresiones. A esto se le llama almacenamiento en

Tabla 4.2. Balance hidrológico global anual

Área (km') 361.300.000 148.800.000


3
Precipitación (km /año) 458.000 119.000
(mm/año) 1.270 800
Evaporación (km3/año) 505.000 72.000
(mm/año) 1.400 484
Escorrentía al océano
Ríos (km3/año) 44.700
Aguas subterráneas (km3/año) 2.200
Total escorrentías (km3/año) 47.000
(mm/año) 316

Adaptado de UNESCO, 1978.

2
Global se entiende aquí como mundial.
204 INGENIERÍA AMBIENTAL

lagunas o lagunaje. Algo de agua puede fluir sobre el terreno y eventualmente


llegar a un curso de agua o río y ser descargada como escorrentía superficial.
Puede infiltrarse en el terreno y después fluir horizontalrilente como interflujo.
Puede percolar a través de la capa más profunda de terreno hasta la zona de agua
subterránea y recargar los acuíferos. Un volumen significativo de la precipitación
puede volver a la atmósfera mediante la evaporación desde las masas de agua y
de la evapotranspiración desde las superficies vegetales. La extensión de esta
última depende de muchos factores, incluyendo el clima, el tipo de vegetación
superficial, la cantidad de lluvia y la intensidad de la misma. En general, de 100
unidades de lluvia que caen en la hierba en zonas moderadas, de 10 a 20 unidades
van al subsuelo, de 20 a 40 unidades evapotranspiran, y de 40 a 70 unidades se
convierten en escorrentía. En zonas áridas y semiáridas, con poca precipitación,
puede que no se experimenten todos los fenómenos anteriores, ya que én el ciclo
hidrológico tiende a dominar la alta-evaporación.
La forma en que la precipitación se distribuye espacialrilente depende del
clima, del suelo, de la geología, la topografía y el uso del terreno. Por ejemplo, si
una matriz de vegetación de suelo está saturada de agua de una tormenta previa,
un nuevo episodio de lluvia puede llegar a distribuirse sólo en escorrentía (vía
flujo sobre el terreno) sin evaporación, infiltración, o percolación. Alternativa-
mente, si una matriz de terreno es muy seca con un nivel freático bajo, un episo-
dio de precipitación puede distribuirse a infiltración seguida de percolación a
agua subterránea, sin ninguna cantidad.de flujo superficial. Por tanto, para ser
capaz de cuantificar la distribución de precipitación, se requiere un conocimiento
del suelo y de la respuesta del suelo al agua.

4.3. BALANCE HIDROLÓGICO


El balance hidrológico o balance de agua es la contabilidad del agua para una
determinada cuenca, una región o incluso la tierra en su conjunto. Corno se ha
visto en las secciones precedentes, el ciclo hidrológico considera todos los fenó-
menos de las fases del agua en una descripción cualitativa. El balance hidrológico
es la contabilidad cuantitativa del ciclo hidrológico. La aportación al ciclo es la
precipitación, sea como lluvia, nieve o aguanieve. La precipitación se distribuye .
como escorrentía superficial, evaporación, infiltración a la zona no saturada,
cambios en el almacenamiento, y percolación profunda a las zonas saturadas.
La ecuación para el balance hidrológico, que es la conservación de masa en un
sistema hidrológico acotado o promedio, ya sea a escala regional o de cuenca, es
P = R + E ± llS ± llG (4.1)
donde P = precipitación, mm/día
R = escorrentía
E = evaporación
llS = cambio en el nivel de humedad del suelo
llG = cambio en el nivel de agua subterránea
CONCEPTOS DE HIDROLOGÍA 205

La Ecuación (4.1) supone que no hay «flujo» entre cuencas. Así como esto es
correcto para agua superficial, no siempre es posible verificar que hay flujo cero
en las .regiones del subsuelo entre contornos de las cuencas, es decir, no interflu-
jo. Si la Ecuación (4.1) se promedia a lo largo del ciclo hidrológico (en los climas
moderados nórdicos esto es típicamente del 1 de octubre al 30 de septiembre),
puede no haber cambios significativos en /1S o 11G. Así que

P=R+E (4.2)
y así
E=P-R (4.3)

La Ecuación (4.3) se utiliza a menudo para determinar la evaporación a partir del


balance hidrológico «anual» de sistemas cerrados.
Los datos del balance hidrológico se necesitan para una miríada de usos. Si se
va a extraer agua desde masas superficiales para riego, energía hidráulica, refri-
geración o necesidades industriales, no sólo es neéesano entender los valores ·
absolutos de la precipitación, evaporación y flujo superficial, sino también sus
tendencias en el tiempo. Si se pretende un cambio de uso del terreno en una
cuenca, puede alterarse el balance hidráulico. Por ejemplo, es muy probable que
una zona de pastos, en un clima moderado, si se convierte en bosques, produciría
un aumento en la evaporación al madurar las plantaciones. Esto se debe a las
mayores tasas de transpiración de los árboles en relación con los pastos. Esto
dejaría menos água de escorrentía, y sus usos humanos y ecológicos pueden verse
afectados. La Tabla 4.3 relaciona los resultados del balance hidráulico para nu-
merosas cuencas err el mundo y con diversos usos del terreno (principalmente
bosques). Las pérdidas por evaporación (definidas como evaporación/precipita-
ción) varían del 15 por 100 para cuencas de páramos altos en el Reino Unido a
alrededor del 70 por 100 para cuencas totalmente arboladas. La Tabla 4.4 muestra
el balance hidrológico de los continentes. Se aprecia que la pérdida de agua debi-
da a evaporación varía significativamente entre alrededor de un 60 por 100 para
Sudamérica al 93 por 100 para Australia.

4.4. BALANCE DE ENERGÍA


La energía recibida en la superficie de la tierra es toda esencialmente radiación
solar (de onda corta). Parte de esta energía se refleja desde la superficie de la
tierra de vuelta hacia la atmósfera, y parte penetra en la tierra. La tierra también
re-irradia parte de la energía solar. Al igual que el balance hidrológico, el balance
de energía es la contabilidad de la distribución de la radiación solar incidente de
onda corta, a través de la atmósfera y hasta la superficie terrestre, ya sea tierra u
océanos (véase Fig. 4.4). El balance de energía también tiene en cuenta la radia-
ción terrestre de onda larga que sale de la superficie de la tierra. Ésta se distribuye
entre flujo de evaporacióu, flujo de calor sensible, y emisión neta radiante por la
superficie. Lo que más interesa en hidrología es la radiación neta incidente en la
206 INGENIERÍA AMBIENTAL

Tabla 4.3. Balances hidrológicos para diferentes usos del .terreno

Law (1956) Stocks Bosques 984 273 711 72


1956-6 Reservoir coníferos
(UK) 100%
Institute of Hydrology Stocks 100% bosque 1.496 555 953 64
1967-70 Reservoir
(450 m2)
Institute of Hydrology Stocks 22% bosque 1.662 1.204 454 27
1956-70 Reservoir
(37,5 km')
Institute of Hydrology Stocks 70% bosque 1.544 1.049 495 32
1956-70 Reservoir
(10,6 km')
Law (1956) Stocks Pasto, 1.135 717 421 37
Reservoir páramo
(UK)
-La.w (1956) y Calder et al. Stocks Httrba, 1.702 467 28
(1982) Reservoir regada con (PET)
(UK) lisímetro
Law (1956) y Calder et al. Stocks Brezo, 1.702 520 JI
(1982) Reservoir regado con (PET)
lisfmetro
Caspacy (1990) Black Forest Abeto de Época 484 466 49
Noruega, latente
100% bosque 950
Época de 200 400 67
crecimiento
(1975) 600
Época de • 350 250 41
crecimiento
(1985) 600
Mulholland et al. (1991) Walker 100% 1.400 728 672 48
branch, perecedero
Tennessee
Farrell (1991) Ba\lyhooley, 100% bosque l.022 (precipitación 446 44
N. Cork, no interceptada)
Irlanda 576
Bishop (1991) Loch Fleet, Pasto, 2.200 1.740 460 21
Scotland páramo
Cooper (1980) Thetford, 100% bosque 640 430 67
East Anglia
Shut\eworth Amazonia 100% bosque 2.593 1.393 53
(1988)
Kirby et al. (1991) Wye, Pasto, 2.394 2.041 353 15
Plynlimon, páramo
Sevem
Kirby et al. (1991) Plynlimon, 68 % bosque 2.620 1.820 770 30
Wales (1977)
FRl New Zealand (1980) Mamai, New 100% hayedo 2.600 I.820 770 30
McDonnell (1990) Zealand
Pearce et al. (1976) Big Bush 100% hayedo 1.500 600 800 54
New Zealand
Fahey, Watson New Zealand Pastos de 1.150 620 530 46
Tussock, 1.150 500 650 57
pinar
CONCEPTOS DE HIDROLOGÍA 207

Tabla 4.4. Balances hidrológicos de continentes*

Europa 10,0 657 375 282


Asia 44,1 696 420 276
África 29,8 695 582 114
Australia 7,6 447 420 27
Norteamérica 24,1 645 403 242
Sudamérica 17,9 1.564 946 618
Antártida 14,1 169 28 141

Tierra total 148,9 746 480 266


* Datos de Baumgartner y Reichel (1975).

superficie terrestre y la subsiguiente partición de esta energía· (medida en


W/rn2) en evaporación, calor sensible y calor absorbido por el suelo. La cantidad
de energía radiante restante en la superficie terrestre se denomina radiación

Radiación solar Radiación terrestre


(onda corta) {onda larga)

Reflejada Saliente
~
6 18 16 4 39 27

Emisión neta
radiante por
los gases de
Emisión
invernadero neta
radiante en
11 Absorción las nube
neta por
20
Absorción
por la
gases de
invernadero
y nubes
t t
atmósfera Emisión neta (Calentamiento (Evaporación)
radiante en del aire Flujo neto de
la superficie ambiente) calor latente
Flujo neto de
calor sensible

! 1{
'E '?
Absorción por
la superficie
[461 ~ 1
....___________Calentam'oi-en~to~de--~v
7 24
)

l j '-----------------'la~s~u~p~ert~i~c·~1e___.
_ _46_ _ _ _ _ ___,

Figura 4.4. Balance de energía global medio para el sistema tierra-atmósfe-


ra. Los números indican los flujos relativos de energía; 100 unidades son
iguales a la constante solar 1.367 W/m'. Modificado de Shuttleworth (1991) y
Dingman (1994).
208 INGENIERÍA AMBIENTAL

neta, R., típicamente en unidades de W/m', y se mide por un instrumento sencillo


llamado radiómetro neto. Para un sistema sencillo acotado, el balance de energía
se expresa como

R,, =LE+ H + G + PS + M (4.4)

donde R,, = flujo específico de radiación incidente neta, W/m2


L = calor latente de evaporación
E = evaporación
H = flujo específico de calor sensible a la atmósfera
(la energía en W/m2 utilizada para calentar el aire ambiente)
G = flujo específico de calor hacia o desde el suelo
PS = energía de fotosíntesis fijada por las plantas
M = energía para la respiración y almacenamiento de calor
en un cobertizo de ,os_echa ·

Simplificando, al despreciar PS y M, entonces

R,,=LE+H+G (4.5)

Igual que las Ecuaciones (4.1) a (4.3), las Ecuaciones (4.4) y (4.5) pueden apli-
carse bien a una sola planta o a un campo de cultivo, una cuenca, una región, o a
escala global. En cualquier sistema dado, la conexión entre el balance de agua y
el balance de energía es la evaporación. La mayoL parte de la radiación solar
incidente neta se absorbe cerca de la superficie de la tierra y se convierte en
energía interna, ya sea como radiación reflejada en onda larga, evaporación, con-
ducción de calor hacia el interior del terreno o conducción térmica ascendente y
convección de calor sensible (Brutsaert, 1982).
Un parámetro útil derivado de la Ecuación (4.5) es la relación de Bowen

H
Bo=~ (4.6)
LE

que es una relación entre el flujo de calor sensible y la tasa de evaporación. Por
ejemplo, en regiones áridas, Bo es > 1, ya que la evaporación está limitada por los
escasos recursos hidráulicos. En las áreas tropicales, húmedas y cálidas, Bo < l.
Se pueden encontrar más detalles en Brutsaert (1982) y Rosenberg et al. (1983).
Las estimaciones del balance energético medio global de Brutsaert (1982) apa-
recen en la Tabla 4.5. Para la superficie terrestre global, se ve que, de las
50 kcal/cm2 año de radiación neta, aproximadamente 25 unidades se van a eva-
poración y 25 van a flujo de calor sensible. Esto se corresponde con los valores de
evaporación para determinadas cuencas en la Tabla 4.4. En el caso del balance de
energía oceánico, aproximadamente un 85 por 100 de la radiación neta se dedica
a evaporación. Por tanto en estas tablas se ve que la evaporación juega un papel
CONCEPTOS DE HIDROLOGÍA 209

Tabla 4.5. Estimaciones del balance energético global medio en la superfi-


cie de la tierra en kcal/cm 2 año

Budyko (1974) 49 25 24 82 74 8 72 60 12
Baumgartner y
Reichel (1975) 50 28 22 81 69 12 72 57 15
Korzun et al. (1978) 49 27 22 91 82 9 79 67 12

principal en el balance de agua y energía del globo, y más aún, en el balance


hidrológico de Ja superficie terrestre.

4.5. PRECIPITACIÓN
La precipitación en forma de lluvia, granizo o nieve es una entrada al ciclo hidro-
lógico. Si estamos interesados en predecir o evaluar Ja respuesta hidrológica ne-
cesitamos ser capaces de determinar Ja cantidad, intensidad y duración de Ja pre-
cipitación, sobre una base espacial y temporal. En Ja Sección 4.14 discutiremos
Jos aspectos de calidad del agua de lluvia.
La precipitación tiene Jugar cuando el aire se eleva, se expande (al enfriarse)
y se enfría Jo suficiente para que el vapor de agua en el aire alcance el punto de
condensación. La atmósfera es rica en núcleos, principalmente partículas de sue-
lo/arcilla, productos residuales de hidrocarburos, sales marinas, etc., con unas
características de tamaño mayores de aproximadamente 0,1 µm. Adicionalmente,
para que Ja precipitación tenga Jugar, también debe haber:
l. Presencia de núcleos de condensación en los que pueda iniciarse Ja pro-
pia condensación. En ausencia de aquellos, el aire puede llegar a sobresa-
turarse.
2. Estas gotas condensadas no deben evaporarse cuando atraviesen aire más
seco y deben ser de tamaño suficiente para caer libremente bajo fuerza de
gravedad hacia Ja superficie de la tierra. Si las gotas son muy pequeñas,
pueden tener una velocidad de «sedimentación» o de caída inadecuada
para llegar a la tierra.
Las gotas de lluvia aumentan su tamaño bien por coalescencia (líquido a
líquido) produciendo la lluvia o cuando Jos sólidos se agregan con sólidos como
en el caso de Ja nieve. Una fase intermedia de agregación de sólido con líquido
produce granizo; Bras (1990) identificó las formas de precipitación de lluvia,
como aparece en Ja Tabla 4.6.
La precipitación en forma de lluvia tiene una gran variabilidad espacial desde
tormentas locales con aparato eléctrico sobre un área tan pequeña como 5 km' a
una tormenta sinóptica que se produce sobre áreas de hasta 250.000 km2 • La
210 INGENIERÍA AMBIENTAL

Tabla 4.6. Formas de precipitación

Llovizna < 1 mrn/h 0,1-0,5 mm


Lluvia Ligera < 2,5 mm/h >0,5 mm
Moderada 2,5-7 ,5 mmlh
Fuerte > 7 ,5 mm/h

Adaptado de Bras, 1990.

Tabla 4.7 describe las características espaciales de las tormentas generales. En


general, las tormentas celulares se producen durante los períodos cálidos (pero no
exclusivamente). Se pueden encontrar detalles de la física de la lluvia en muchos
libros, incluidos los de Eras (1990) y Eagleson (1970).

4.5.1. Medida de la precipitación


Los tres modos de determinar la magnitud de la lluvia, espacial y temporalmente,
son:
• Pluviómetros
•Radar
• Detección remota por satélite
La forma tradicional de medida era usar una red de pluviómetros que se leían
de forma manual diariamente, y esto daba la precipitáción diaria en un determina-
do punto del espacio. Hoy día, los pluviómetros son predominantemente registra-
dores en continuo, conectados con sistemas electrónicos de adquisición de datos.
Típicamente, estos aparatos registrarán la lluvia en un punto para una determina-
da magnitud, por ejemplo, en incrementos de 0,2 mm. El mecanismo puede ser
un recipiente con goteo, de capacidad 0,2 mm y cada vez que caen 0,2 mm, se
registra la hora de comienzo y final. Se pueden hacer análisis de los registros para
la precipitación horaria,' diaria o semanal. Si un área geográfica tiene suficiente
número de pluviómetros, se pueden determinar las distribuciones espacial y tem-

Tabla 4.7. Características de las tormentas generales

Sinóptica 25.000-250.000 0,2-2 Pocos días


Mesoescala grande 2.300-4.600 1-3 <12 h
Mesoesi::ala pequeña 100-400 2-5 <3 h
Celular <10 >5 Minutos
Adaptado de Bras, 1990.
CONCEPTOS DE HIDROLOGÍA 211

poral de lluvia. Ahora se usan pluviómetros conectados a un sistema de teleme-


tría para predicción de escorrentías en tiempo real. Las redes de pluviómetros se
usan para detenninación de la lluvia, que a su vez se usa para análisis de inunda-
ciones, de bajos caudales, de recarga de acuíferos, estudios de balance hidrológi-
co en cuencas y, en menor medida, análisis de calidad del agua de lluvia. Es
importante ser consciente de qne hay serias limitaciones en el uso de datos plu-
viométricos de un número insuficiente de aparatos. Esencialmente un pluvióme-
tro es una medida puntual de la lluvia y ésta varía ampliamente (espacial y tem-
poralmente) dependiendo del tipo de lluvia. Por ejemplo, dos pluviómetros,
separados 2 km, pueden registrar diferencias significativas durante una tormenta,
pero muy probablemente precipitaciones similares durante una tormenta de me-
soescala.
Pueden producirse errores en los valores absolutos de los pluviómetros debi-
dos a un emplazamiento inadecuado (demasiado cercanos a los edificios o arbo-
les), sobrecrecimiento de la cubierta del terreno, vientos, y otros tipos de protec-
ción. La Figura 4.5 es un típico diagrama de barras (hietógrafo) de una tormenta
fuerte. Se ve que el registro no es continuo. La duración de la tormenta es de 24 h
con una lluvia total de 91,8 mm. La intensidad de pico es 14,2 mmlh con una
intensidad media de 3,8 mmlh. Esta tormenta de lluvia sería considerada uu suce-
so infrecuente en uu clima húmedo moderado como Irlanda.
El radar en tierra se usa para estimar la distribución superficial de las tasas de
precipitación instantáneas en las nubes. Como tal, debería ser un método más
sofisticado y fiable para detenninación de la lluvia que los pluviómetros. En
teoría, debería ser capaz de proporcionar una descripción continua de la lluvia
sobre el cono de influencia del radar. La imagen de radar necesita calibrarse con
pluviómetros en ti€rra o medidas de tamaño de gota. Por una serie de factores,

o 2 4 6 8 10 12 14 16 18 20 22 24
Tiempo (h)

Figura 4.5. Hietógrafo típico de una intensa tormenta de lluvia de 24 horas


en invierno.
212 INGENIERÍA AMBIENTAL

que incluyen la evaporación de la lluvia que cae y la distorsión del campo de


precipitación por los vienios a alturas menores que las nubes, no se puede obtener
una imagen precisa de la precipitación. Aunque la magnitud precisa de las esti-
maciones de lluvia del radar puede tener un error de factores 0,5 a 2,0, el radar sí
que da una buena imagen de la extensión superficial de la precipitación. El estu-
diante puede consultar Bras (1990) y Collinge y Kirby (1987) para más detalles
sobre radar para lluvia.
Las observaciones por satélite pueden suministrar información sobre la distri-
bución superficial de la precipitación operando sobre el principio de que la at-
mósfera transmite selectivamente radiación a varias longitudes de onda, y más
particularmente en las longitudes de onda visible e infrarrojo térmico. Las longi~
tudes de onda visibles son del orden de 0,77 a 0,91 µm (Bras, 1990) y dan infor-
mación de la distribución de nubes, y por tanto de posibles áreas de lluvia. Las
longitudes de onda de infrarrojo, de 8 a 9,2 µm y de 17,0 a 22,0 µm (véase el
espectro electromagnético en el Capítulo 8), pueden usarse para localizar las nu-
bes altas y sus células de precipitación convectiva asociadas. En Estados Unidos
· '"" Jes satélites de, órbita polar proporcionan dos pasos diarios de visible y uno de
infrarrojo y los satélites geoestacionarios proporcionan imágenes a intervalos de
media hora (Dingman, 1994). Los beneficios más obvios de las imágenes de
satélites son para las zonas de poca población, donde no hay pluviómetros ni
radar disponibles y especialmente las islas lejanas, por ejemplo, el Pacífico Sur.

4.5.2. Análisis de la precipitación


Los resultados del análisis de precipitación incluyen·la determinación de:
• Precipitación por áreas
• Análisis altura-área-duración
• Frecuencia de precipitación
• Análisis de intensidad-duración-frecuencia
• Valores extremos de la precipitación
Determinación de Ja precipitación por áreas a partir de medidas pnn-
tnales. La precipitación media por áreas de un episodio de tormenta es

r 1
P1 =-
A
f A
p(x)dx (4.7)

y la precipitación media superficial promediada en el tiempo es

P2 =
11 m
TA L
1"'1
f A
p(x, 1;) dx (4.8)

donde p(x) es una función que describe la acumulación total de precipitación en


todos los puntos X; en la cuenca, y p(x, 1;) describe la precipitación total en x y
CONCEPTOS DE HIDROLOGÍA 213

tiempo t;. A es el área de la cuenca, y T es el periodo total de la tormenta. Se


utilizan varios métodos para determinar la media superficial de precipitación en
una tormenta, incluyendo la media aritmética, el polígono de Thiessen, el mé-
todos de isoietas, el método hipsométrico y el método multicuadrático (Shaw,
1994). El uso de estos métodos queda mejor ilustrado mediante ejemplos.

Ejemplo 4.1. La cuenca mostrada en la Figura 4.6 tiene seis pluviómetros


que registraron las intensidades de una tormenta CO!l10 se ilustra en la columna 2.
Dos de los. pluviómetros están fuera de la divisoria de cuenca. Determinar la
precipitación superficial utilizando el método del polígono de Thiessen.

Cuenca alta
¡

1
Contorno de
la cuenca
•,- -
,'\',, A
' '
' '
.
'
' ,
' '
'
'
'' ' '
' .. '
e
'
'
'
,'" - -- - - --- - - - -_:',-:::'3
''2

,' '

'
'
'
________ _
I ' , ,

5~-~:~~: ------~4

....--- Cuenca baja

1 45 0.280 12,6
2 39 0,135 5,3
3 32 0,275 8,8
4 34 0,190 6,5
5 27 0,025 0,7
6 48 0,095 4,6
TOTAL 38,5

Figura 4.6. Determinación de la precipitación media superficial por el polí-


gono de Thiessen.
214 INGENIERÍA AMBIENTAL

Solución:
Paso l. Unir con líneas discontinuas cada uno de los seis pluviómetros se-
gún se muestra, 1 a 6, 1 a 3, 1 a 2, 1 a 5, 6 a 3, 3 a 4, 4 a 5, 5 a 2, 3 a
2, etc.
Paso 2. Dibujar las bisectrices ortogonales a estas líneas, por ejemplo, AB
es la bisectriz de 1 a 6, AC es la bisectriz de 3 a 6, etc.
Paso 3. Identificar las áreas que contribuyen a cada pluviómetro. El área
BAC dentro de la cuenca se atribuye a al pluviómetro 6. El área de
la cuenca rodeada por GEF se atribuye al pluviómetro 4. Estas
áreas ~e dividen por la superficie total de la cuenca y quedan defini'
das como los pesos de Thiessen en la columna 3.
Paso 4. La precipitación superficial total se calcula de las contribuciones
promediadas de cada pluviómetro como aparece en la columna 4.
I;pf 3anto,
P = 38,5 mm
·" Otro método común para la determinación de la precipitacion superficial es el
método de isoietas. El mapa de isoietas de una cuenca muestra los contornos de la
precipitación. Éstos podrían componerse del Ejemplo 4.1. Los contornos de la
precipitación, determinados a partir de los pluviómetros y del mapa de contornos,
se dibujan en pequeños incrementos. Los pesos atribuidos a un intervalo de con-
torno se denominan w;. en forma similar a como se asignaron pesos de áreas en el
método del polígono de Thiessen. Dependiendo del rango de valores de la lluvia,
los incrementos de contorno pueden exceder o no al número de pluviómetros. Por
ejemplo, en el Ejemplo 4.1 con un rango de 27 a 48 .mm. es decir de 21 mm, un
intervalo de precipitación de contorno podría ser de, digamos, incrementos de
3 mm cada uno. El lector puede referirse a Shaw (1994) para más detalles.
Análisis altura-área-duración. A medida que el área de una cuenca
aumenta, típicamente la altura de la precipitación disminuye y esto queda recogi-
do en el Informe de estudios de inundaciones del Reino Unido (NERC, 1975) que
utiliza un factor de reducción superficial (ARF) para la precipitación. Para tor-
mentas de corta duración, el ARF es significativo, ya que las tormentas cortas
también tienden a extenderse sobre áreas más pequeñas que las tormentas de
mayor duración. A medida que aumentan la altura y la duración, así aumenta la
precipitación media superficial. Para muchas aplicaciones de ingeniería ambien-
tal, es relevante saber la extensión superficial de una altura determinada de preci-
pitación y saber cómo varía la altura con el área. Esto se ilustra mejor con un
ejemplo.

Ejemplo 4.2. Determinar la curva altura de precipitación-área para la tor-


menta hipotética dada en la Fig. 4.7(a).
Solución: La Tabla 4.8 se calcula de la siguiente manera:
Paso l. Identificar las isoietas, como se muestra en la Figura 4.7(a), y son
las de 100, 90, 80, 70, 60 y 50 mm, de precipitación total. Asociar a
CONCEPTOS DE HIDROLOGÍA 215

Línea de precipitación
de 100 mm

Contorno de precipitación
de 50 mm englobando .
una superficie de 230 km 2

Figura 4.7(a). Esquema de isoietas para un episodio individual de tormenta


(en mm) (Ejemplo 4.2).

110

E 100
.s
m
~ 90

""• 80
~

~ 70

60
0 20 40 so ao 100 120 140 1eo 1ao 200 220 240
Superficie (km 2 )

Figura 4.7(b). Análisis de la altura-superficie de precipitación (Ejemplo 4.2).

cada intervalo su área de cuenca contribuyente y entrada en la co-


lumna 2 de la Tabla 4.8.
Paso 2. Identificar el área entre isoietas como columna 3 y la lluvia media
entre isoietas como columna 4.
Paso 3. El volumen de lluvia entre isoietas es el producto de las columnas 3
y 4 y entra en la columna 5. La columna 6 es la lluvia acumulada.
Paso 4. La columna 7 es la lluvia por superficie que es la columna 6 dividi-
da por la columna 2.
Paso 5. Ahora se dibuja la columna 4.7(b) con la columna 7 como ordenada
y la columna 2 como abcisa. Se suele hacer en escala logarítmica
para el eje x si el rango cubre varios órdenes de magnitud. Se puede
apreciar que a medida que al área aumenta, la altura de lluvia dismi-
nuye.

Los análisis altura-área de episodios individuales de tomienta se pueden ex-


tender a análisis altura-área'duración donde la duración típica es del orden de
horas. Este análisis es más detallado y el lector puede consultar Shaw (1994,
216 INGENIERÍA AMBIENTAL

Tabla 4.8. Cálculo de la altura-área de precipitación

100 15 15 105 1.575 1.575 105


90 30 15 95 1.425 3.000 100
80 55 25 85 2.125 5.125 93
70 90 35 75. 2.625 7.750 86
60 150 60 65 3.900 11.650 77
50 230 80 55 . 4.400 16.050 69

pág. 216) para un ejemplo detallado. La Figura 4.8 representa un conjunto típico
de curvas altura-área-duración para una tormenta individual. Se ve que a medida
que la duración aumenta, también lo hace la altura de la lluvia. La Figura 4.8 se
¡mede d~sarrollar para cu~lquier localidad con datos de lluvia.

Frecuencia de la precipitación. La mayoría de los parámetros hidrológi-


cos, incluyendo las precipitación, escorrentía, evaporación, etc., son de forma
característica series temporales, es decir, sus magnitudes varían con el tiempo.
Pueden ser continuas como el registro de la escorrentía (hidrógrafo) o posible-
mente discretas como el registro de lluvia a lo largo de un período de tiempo con
valores efectivos seguidos de lecturas cero (véase Fig. 4.5). La determinación de
la frecuencia de un episodio de lluvia de una determinada magnitud es de especial
interés para la ingeniería ambiental. Por ejemplo, necesitamos ser capaces de
conocer si la magnitud de una tormenta de 30 mm/h Íiene una frecuencia de una
vez al año o una vez en 50 años. En otras palabras, necesitamos ser capaces de
establecer el periodo de retomo o frecuencia. Esta determinación será más preci-
sa si la extensión de los registros conocidos es larga. Por ejemplo, si sabemos la

160
24 h
E 150
.s -------------·- ---
••
iª ~~~
140

.....12 h" ... ·····


--..........
'··· ........
110
.!!? 100
... ... ...
o
e

:g
ID

..§
90
80
70
Bh ;a ..
.. ..
<i
·~ 60 •
o. 50
406 9 101 5 6 7 8 9 102
Superticie (km 2 )

Figura 4.8. Curvas de altura-superficie-duración de la precipitación (adapta-


do de Shaw, 1994).
CONCEPTOS DE HIDROLOGÍA 217

precipitación anual durante 100 años, podemos, mediante la estadística, determi-


nar y pronosticar muchas propiedades a partir de este conjunto de datos. Por
ejemplo, la Figura 4.9 (de Shaw, 1994) muestra las diferentes distribuciones esta-
dísticas de los registros diarios de lluvia para el Reino Unido. El registro diario (a)
sigue la distribución de tipo J (caída exponencial), mientras que la lluvia mensual
(b) sigue la distribución normal logarítmica y la lluvia anual (c) sigue la distribu-
ción normal. Diferentes zonas del globo e incluso diferentes localidades dentro
del Reino Unido puedeu presentar distribuciones distintas a las de la Figura 4.9.
Análisis intensidad-duración-frecuencia. Muchos libros de texto de hidro-
logía detallan el análisis intensidad-duración-frecuencia (IDF). Una curva IDF
conceptual es la mostrada en la Figura 4.10. Un juego de curvas diferentes perte-
necen a distintas localidades. A medida que aumenta la intensidad de la lluvia, su
duración disminuye, es decir I a:: i- 1• Esto se puede representar por

Cll 2.000
:6 Distfibución J

"
.,~ 1.000
z

(a) Diaria

•• 200
•E• 150 Sesgo positivo

"e normal·logarítmica

.,•E
z
50 150mm
(b) Mensual

20
•o
•O
16
•• Normal
"e 12

.,•E 8
z 4
o
300 400 600 800 1.000 mm
(e) Anual

Figura 4.9. Frecuencias de lluvia diarias, mensuales y anuales en el Reino


Unido (adaptado de Shaw, 1994. Reproducido con permiso de Chapman and
Hall).
218 INGENIERÍA AMBIENTAL

200~---~----~-~

:e
E 100
.so
·o

l
·~
o. 20
m
"-:;:
~o
~
2 5 10

60 min h h h
Duración t(h)

Figura 4.10. Esquema de las relaciones frecuencia-intensidad-duración de


la~ lluvias. --~· .._

donde I = intensidad de lluvia, mm/h


t = duración de la tormenta (min u horas)
e, n = constantes de la localidad

Dillon (1954) derivó la siguiente ecuación para Cork, Irlanda, a partir de


datos de 35 años:

rus
I = 152,4 ~15 (4.10)
t

donde TP es el intervalo de recurrencia en años, por ejemplo, 4, 10, 20, 30, etc.
La ecuación histórica para IDF en el Reino Unido es la de Bilham (1936) y
nuevamente publicada por la Sociedad Meteorológica del RU en 1962:

R = 25,4 ( tN
48
)º"'2 - 2,54 (4.11)

donde R = altura de lluvia, mm


t = duración de la lluvia, min
N = número de sucesos en 10 años

Una versión revisada de la ecuación de Bilham es la de Holland (1967)

R=254 ( - t
' 60N
)º"" (4. 12)
CONCEPTOS DE HIDROLOGÍA 219

Las ecuaciones anteriores se han utilizado en proyectos de ingeniería durante


muchos años para el diseño de saneamientos. Sin embargo, el concepto básico de
IDF es obtener una intensidad de lluvia de un solo valor para una cierta duración
y frecuencia de tormenta. Por ejemplo, respecto al esquema de la Figura 4.10, se
ve que la tormenta de 60 minutos con un período de retomo de 10 años tiene una
intensidad de aproximadamente 50 mm/h. Esto supone que la tormenta produce
una lluvia de intensidad uniforme. Es muy poco probable que esto suceda en la
realidad. El origen de IDF fue el de determinar una intensidad de lluvia uniforme
para aplicarla en la formula racional al determinar la escorrentía

Q= CIA (4.13)

donde Q = escorrentía, m 3/s


C = coeficiente de localidad
I = intensidad de lluvia, mm/h
A = área de la cuenca, lan2 ·

Por tanto, las intensidades de llnvia IDF no representan la historia de tiempo


real de la lluvia. Tampoco la duración en las curvas IDF es la extensión real de la
tormenta; más bien es un periodo de digamos 60 minutos, dentro de una tormenta
más larga de cualquier duración durante la cual la intensidad media resulta ser el
valor especificado (por ejemplo, 70 mm/h). De hecho, las curvas IDF son contor-
nos suavizados y a menos que un punto caiga exactamente en la curva, es hipoté-
tico.
Tradicionalmente, las redes de saneamiento se diseñaban utilizando el méto-
do racional para la escorrentía que puede haber utilizado curvas IDF para la in-
tensidad de la lluvia. Ahora estos métodos sólo se usan en el análisis y diseño
preliminares de saneamientos. Eu primer lugar, es aconsejable utilizar datos rea-
les de lluvia basados en análisis de series temporales -idealmente datos de va-
rios años con intervalos de tiempo de al menos de 15 minutos y de S minutos
cuando sea posible. Estas hietógrafas de largo plazo se convierten a hidrógrafos
utilizando una relación adecuada entre lluvia y escorrentía. Las hidrógrafos de
largo plazo se encaminan a través de la red de saneamiento igual que una hidró-
grafo de tormenta se encamina a lo largo de un canal de río. Véase Bedient y
Huber (1988) para detalles sobre técnicas de encaminamiento de flujo. Uno de los
beneficios de utilizar datos reales de lluvia es que la hidrodinámica del encamina-
miento de saneamientos puede acoplarse al modelizado de la hidroquímica. Se ha
establecido que existe una correlación positiva entre los contaminantes eu el sa-
neamiento y los caudales en el mismo. Este acoplamiento entre caudales reales y
química del agua introduce más precisión en la predicción de los niveles de con-
taminación que llegan a una planta de tratamiento de aguas residuales o los nive-
les que necesitan ser desviados sin tratar por un aliviadero a uu río. El seguimien-
to en tiempo real de los saneamientos de superficie (quiere decirse de lluvia) y de
suciedad ha avanzado recientemente con la aplicación de la telemetría a las redes
de alcantarillado.
220 INGENIERÍA AMBIENTAL

Ejemplo 4.3. Se le pide que diseñe un sistema de saneamiento urbano para


un periodo de retorno de lOaños, con una duración de lluvias de 2 horas. Calcular
la intensidad de lluvias que debe utilizarse en el consiguiente diseño del alcanta-
rillado, mediante las ecuaciones de Dillon, Bilham y Holland. (Los detalles de un
método manual de diseño de saneamiento aparecen en el Capítulo 12.)
Solución:
Ecuación de Dillon I = 152,4T115 ¡- =
p
315

= 152,4 X IO'" X120-315 = 13,7 mm/h

t )0.282
Ecuación de Bilham R = 25,4 - 2,54 =
( 48N

= 25,4 (°· 209


1
x
12
º)°' 282
- 2,54 = 30,3 mm/2 h =
= 15,15 mmlh

Ecuación de Holland R = 25,4 ( tN


60
)º"" =

= 25,4 ( 120
60
X l )º"" = 31,7 mm/2 h = 15,85 mm/h

Es importante señalar que las ecuaciones de Bilham y Holland son de aplicación


sólo en el Reino Unido e incluso se pueden mejorar les resultados si se dispone de
datos locales.

Ejemplo 4.4. Determinar las alturas de lluvia (y la intensidad mmlh) para


duraciones de tormenta de 1, 6 y 24 h con períodos de retorno de 2, 5, 10 y 25
años a partir de la serie anual máxima dada en la Tabla 4.9.
Solución:
Paso l. Ordenar los datos como aparecen en la Tabla 4.10 desde el más alto
al más bajo para cada duración (columna 1).
Paso 2. Estimar el cuantil, q, para cada valor de

m
q=N+l

donde mes el rango y N es el total de la muestra (N = 15). El cuantil


estimado, q, es la probabilidad de sobrepaso y se puede representar
en un papel log-log como aparece en la Figura 4.11.
Paso 3. La probabilidad de sobrepaso del 10 por 100 corresponde a un pe-
ríodo de retorno de 10 años, la de 4 por 100 corresponde al año 25 y
al de 20 por 100 al año 4.
CONCEPTOS DE HIDROLOGÍA 221

Tabla 4.9. Máximas anuales para 1965-1979

1965 24 36 52
1966 18 29 38
1967 16 26 44
1968 25 35 49
\969 19 26 44
1970 14 22 48
1971 17 27 34
1972 20 22 38
1973 12 31 42
1974 18 25 39
1975 19 33 46
1976 15 28 39
1977 16 26 34
1978 21 31 4Ser.~--- ~ -
1979 23 36 42

Paso 4. De la Fig. 4.11, se prepara la Tabla 4.11. Ésta dice que el quinto
año, la lluvia de 1 hes de 18 mm o que el año 50, la lluvia de 24 hes
de 53 mm.
Paso 5. La Figura 4.12 es otra forma de presentar la Figura 4.11.

Para valores extremos de la precipitación, véase Shaw (1994).

Tabla 4.10. Máximas anuales para 1965-1979

1 0,0625 25 36 52
2 0,125 24 36 49
3 0,1876 23 35 48
4 0,25 21 33 46
5 0,3125 20 31 45
6 0,375 19 31 44
7 0,437 19 29 44
8 0,50 18 28 42
9 0,565 18 27 42
10 0,625 17 26 39
11 0,69 16 26 39
12 0,75 16 26 38
13 0,813 15 25 38
14 0,874 14 22 34
15 0,9375 12 22 34
222 INGENIERÍA AMBIENTAL

Frecuencia altura-duración
log-log

tl
4
.. ··~ ,, / 24h

3
- -
E
§
• .. 12 h
'
"

o
E ,.
~
~ ~,v
1h
•o :¡¡·~
"C ·~
¡\¡
·~
o ·~
=
·~
~
~
"C
.2 •
10•
~I 11
10• 2 3 4 5 6 10• 2 3 4 5 6 10'
Probabilidad de excedencia(%)

Figura 4.11. Duración de la probabilidad de excedencia-altura de lluvia.

4.6. INFILTRACIÓN

La infiltración es el movimiento del agna (normalmente la precipitación) desde la


superficie del suelo hacia el snelo. La redistribución de agua infiltrada examina el
movimiento de ese agua en la zona de suelo insaturada. La fracción de la precipi-
tación que se infiltra a escala global es alrededor del 76 por 100. Sin embargo, a
escala regional o local se produce una gran variación estacional y espacial, inclu-
so dentro de unas pocas hectáreas de superficie de captación.

Tabla 4.11. Período de retorno de la duración-altura

2 18 28 42
5 22,5 34 48
10 23,5 36 50
25 25 37,5 51
50 26,5 39 53
CONCEPTOS DE HIDROLOGÍA 223

Frecuencia altura-duración
Jog-log

-•
5
~Periodo
4 ~ de retorn
T

- --
:;_. --
- --
--- --
-

-
- -------
-- .--
3 ' - - 50 años
. - --
~ ~
-
~-~ -~ª~ :,.-e--
~ ~~ -
5 años
'. -~
¡_.
1~
2 años
~
e--

... .
,

10'
10" 2 3 4 5 6 7 8 10º 2
Duración (h)

Figura 4.12. Período de retorno de la duración-altura de lluvia.

4.6.1. Propiedades elementales de los suelos


Las propiedades elementales de los suelos en relación con la infiltración son:
• Densidad de la masa
• Densidad de partículas
•Porosidad
• Contenido de agua en volumen
• Grado de saturación
Densidad de la masa. La densidad de la masa o densidad seca de un suelo es

(4.14)

donde Md =masa seca de un volumen de suelo (secado a 105 ºC durante >16 h)


y V, = volumen total (original sin secar)
Los valores típicos de p, son 0,7 kg/m3 para turbas hasta 1,7 kg/m3 para
arenas o barros. Las arcillas tienen típicamente alrededor de 1,1 kg/m3 •
224 INGENIERÍA AMBIENTAL

Densidad de partículas. La densidad de partículas Pm es

(4.15)

donde Vd = volumen seco (sin aire, sin agua)


Los valores típicos para Pm son de 2,645 kg/m3 para la mayoría de los suelos.
Porosidad. La porosidad </J es la proporción en volumen de espacio de poros

(4.16)

donde V, = volumen de aire


Vw = volumen de agua
V, = volumen de sólidos
Los valores de la porosidad varían desde unos 35 a 45 por 100 para arenas
finas hasta 50 a 55 por 100 para arcillas, y las turbas alrededor de 80 por 100.
Contenido de agua en volnmen. El contenido en agua () es

(4.17)

Ésta es una propiedad importante del suelo y varía de O (cuando está seco) a
saturación (alrededor del 40 por 100 para las arenas) y como veremos varía en el
espacio y el tiempo. Los métodos de más éxito para determinar la humedad de
campo en suelos son la sonda de neutrones, la sonda de capacitancia de humedad
de suelos o la reflectometría en el dominio del tiempo. Se pueden encontrar deta-
lles de algunos de estos métodos en Shaw (1994).
Grado de saturación. El grado de saturación s es la proporción de agua
contenida en los poros y es una medida de la «humedad»

(4.18)

4.6.2. Horizontes del suelo


En las Tablas 4.1 y 4.2 se ve que el agua subterránea contribuye sólo con un 0,5
por 100 de lo que contribuyen los ríos a los océanos. Estas tablas también mues-
tran que el agua subterránea contiene 30,1por100 del suministro de agua dulce
de la tierra mientras que los ríos y lagos contienen el 0,266 por 100. El agua
subterránea, aunque es inmensa en volumen, también es casi estática con un mo-
CONCEPTOS DE HIDROLOGÍA 225

vimiento muy lento en la dirección horizontal. El nivel de la capa freática, en


cambio, sobe y baja verticalmente, dependiendo del clima y del tipo de suelo. Los
suelos tienen un papel importante en lo que le sucede a la precipitación, ya que en
la matriz del suelo se pueden acumular grandes volúmenes de agua o nada en
absoluto, dependiendo de la textura, porosidad, estructura, conductividad hidráu-
lica del suelo, y humedad existente en el mismo. En la Tabla 4.1 se ve que el agua
dulce que se mantiene como humedad en el suelo es casi diez veces mayor que el
agua dulce existente en los ríos.
La Figura 4.13 muestra un perfil vertical idealizado a través de una serie de
capas de suelo. La capa superior normalmente es de vegetación de hierba, cose-
chas o árboles, pero puede ser suelo en bruto. Debajo de ésta está la capa de
residuos, más fácilmente identificable en zonas boscosas y compuesta de hojas
muertas, cortezas y otros restos descompuestos. Debajo de ésta aparece el suelo
propiamente dicho que se describe en horizontes o capas. El superior u horizonte
A en suelos minerales normalmente es terroso y rico en humus. Esta capa corres-
ponde a suelo superficial (a vecesHamado el suelo superior). Es la parte del suelo
en que la materia viva es'más abundante y ~n que hay 'más cantidad de materia
orgánica. Al estar próxima a la superficie, queda más lixiviada por la lluvia que
las capas inferiores. El nivel medio u horizonte B, a menudo llamado subsuelo, se
compone principalmente de material padre bien entrelazado con raíces y mi-
croorganismos. Al estar entre los horizontes A y C, tiene algo de las propiedades
de ambos, con menos organismos vivos que A pero más que C. En comparación
con el horizonte A, el horizonte B tiene un contenido mayor de óxidos de hierro y
aluminio, humus o arcilla que en parte han sido lixiviados desde el horizonte A.
El horizonte C más abajo es material de roca no consolidado y compuesto de una
amplia gama de piedras de diversos tamaños. Por debajo del horizonte C está la
roca madre consolidada. La profundidad de cada capa varía de milímetros a metros.

Vegetación

Horizonte B

Horizonte C

Lecho rocoso
L..::S::::i:f=::::::'.~s~S==:~ consolidado

Figura 4.13. Sección de suelo idealizada (adaptada de Hillel, 1980).


226 INGENIERÍA AMBIENTAL

En hidrología ambiental, hay dos zonas distintas por encima del lecho de roca
que pueden contener y transmitir agua. Éstas son: la zona superior insaturada y la
zona inferior saturada. Aparecen mostradas en la Figura 4.14. El movimiento de
agua en la zona insaturada es más complejo que el de la zona saturada. En este
último, el parámetro clave es la conductividad hidráulica o la velocidad de movi-
miento del agua. Ésta se puede medir fácilmente y tiende a ser razonablemente
constante. Sin embargo, en la zona insaturada la conductividad hidráulica puede
variar en órdenes de magnitud dentro de un campo, dependiendo fundamental-
mente del grado de saturación y del estado actual de succión del suelo.

4.6.3. Contenido en agua del suelo


La humedad del suelo es un fenómeno complejo bien descrito pero pobremente
cuantificado. Todos los terrenos tendrán un máximo en la humedad del suelo
cuando están saturados. Análogamente, si están en una situación extrema de défi-
cit de humedad, su gradocde humedad será el más bajo (no cero). En cualquier
momento, el estado de humedad del terreno variará desde cerca de cero al máxi-
mo. Por tanto es una acción dinámica y responde a los antecedentes en las condi-
ciones de humedad del suelo y a la lluvia real y al modelo de calor solar. Es muy
fácil cuantificar, en un perfil vertical de un terreno, los diferentes niveles de
humedad del suelo (por ejemplo, el porcentaje de contenido de humedad). Sin
embargo, por razón de la continua actividad por debajo y por encima de la super-
ficie, los flujos de humedad de un horizonte a otro no son constantes. En épocas
de lluvia, el movimiento de agua en la columna de suelo será hacia abajo debido a
la gravedad o hacia arriba en dirección al nivel de agúa por capilaridad. En tiem-
pos de sequía, la dirección del movimiento de agua será hacia arriba en dirección

o
~
OC Escorrentía
superficial
''
'
: Zona de raíces

Drenaje
Zona
saturada Flujo de base

lS~~~~~~~i~ Lecho rocoso


-= - consolidado
Figura 4.14. Zona insaturada/saturada (adaptado de Sras, 1990).
CONCEPTOS DE HIDROLOGÍA 227

a la superficie del terreno por capilaridad desde el agua subterránea. El destino de


la lluvia depende en gran medida de:

• Zona climática
• Características del suelo
• Antecedentes en las condiciones de humedad del suelo

La Figura 4.15 es un esquema del agua en el suelo. Dentro de la colunma de


suelo hay tres zonas: aireación, capilaridad y agua subterránea. La zona de agua
subterránea existe por debajo del nivel de agua. La zona capilar es aquella por la
que el agua sube a través de los poros del suelo por acción capilar. La zona
superior es la de aireación donde los poros están ocupados por aire. Después de
las lluvias, el aire puede ser expulsado de los poros mediante presión hidrostática
para permitir que el agua de infiltración ocupe los poros. A veces la colunma de
suelo se divide en dos zonas, la zona superior insaturada y la zona inferior satura-
da. La zona insaturada es motivo de intensas investigaciones por hidrólogos y los
estudios en hidrología de pendientes ayudan a dilucidar la física.del finjo en la
zona insaturada.
Con respecto al agua del suelo, ocupa tres fases diferentes en una matriz de
suelo. Y son:

• Agua de poros
• Agua higroscópica o adsorbida
• Agua absorbida

Agua de infiltración
Partícula de suelo

Agua
higroscópica

Aire y vapor de agua


Zona de aireación en el suelo
Agua de poros y
capa de agua
firmemente sujeta

Agua capilar
saturada

Zona capilar

Zona subterránea

Figura 4.15. Agua en el suelo (adaptado de Weismer, 1970).


228 INGENIERÍA AMBIENTAL

El agua de poros es cou mucho el mayor volumen de agua en el suelo, y el


más fácil de expulsar. El agua higroscópica se adsorbe eu la superficie de la
partícula de grano y se mantiene allí por las fuerzas de tensión superficial. El
agua absorbida (interna en cada grano) requiere la eliminación del agua de poro y
del agua higroscópica antes de que se pueda secar. Los suelos arenosos tienen
grandes poros y se pueden secar fácihnente. Sin embargo, las partículas de arcilla
tienen poros pequeños (aunque una mayor porosidad que la arena) y pequeñas
partículas con una intensa actividad higroscópica y requieren grandes fuerzas de
succión para romper las fuerzas higroscópicas de tensión superficial.
El fenómeno de la succión en el suelo se ilustra colocando una gota de agua
sobre una partícula de suelo seco. El agua es atraída rápidamente hacia el suelo
hasta que se satura y entonces se adhiere una capa fina al perímetro de los granos
de suelo. Esta película higroscópica se mantiene con intensas fuerzas de tensión
superficial. Estas fuerzas se expresan en bares, es decir que 1 bar es la presión
equivalente a 10,23 m de altura de columna de agua.
La capacidad de campo y el punto de sequedad (o agostamiento) son paráme-
tros adicionales de humedad de suelo muy utilizados-en estudios de.suelo agríe.o_,~
la. Después de que el suelo se ha saturado y el exceso de agua se ha drenado, el
suelo queda en capacidad de campo. La vegetación extrae humedad del terreno
hasta que no puede más. En este punto se produce el agostamiento y el contenido
de humedad se conoce como el punto de sequedad. La Figura 4.16 muestra una
relación general entre la humedad y la textura del suelo.

4.6.4. Movimiento del agua en el terreno y conductividad


hidráulica

El movimiento del agua tiene lugar en el terreno bajo tres condiciones distintas:
• Flujo saturado
• Flujo no saturado
• Flujo en fase vapor
Todo el movimiento de agua bajo la capa freática es del tipo de flujo saturado.
Sin embargo, un suelo puede estar temporalmente saturado por encima de la capa
freática y esto ocurre si todos los poros están llenos de agua. Desde una perspecti-
va bidimensional, el movimiento de agua puede ser en vertical hacia abajo o
lateralmente como interflujo. La velocidad de movimiento depende de la conduc-
tividad hidráulica del terreno. El flujo no saturado tiene lugar en respuesta a la
gravedad o gradiente de humedad. Una vez que existe capacidad de campo, la
acción capilar extrae el agua hacia arriba hacia las raíces y la vegetación. Des-
pués del humedecimiento de los suelos, el agua fluye hacia abajo debido a la
gravedad. El mecanismo del movimiento del agua en flujo insaturado es de poro a
poro. Puede existir agua en fase vapor en los poros de un terreno y ser extraída
hacia arriba a evaporarse. La velocidad de movimiento depende del gradiente de
temperatura, la humedad relativa, eltarnaño de poro y su continuidad, así como la
CONCEPTOS DE HIDROLOGÍA 229

--
30
Capacidad
de campo

Agua disponible

arenoso mento arci-


lloso
Fineza de la textura

Figura 4.16. Relación general entre las características de humedad del suelo
y su textura .
.......
cantidad de agna disponible. Por eso es tan importante hacerse a la idea de la
evaporación también desde las profundidades de nna columna de suelo.
El agua se mueve en los ríos debido a la pendiente o gradiente en su superficie
libre. Mientras más pronunciada sea la pendiente más rápido fluye el agu.a. Como
las superficies de los lagos tienen poca pendiente, el agua fluye lentamente. En
los suelos y acuíferos, el agua también fluye si tiene un gradiente, aunque varios
ordenes de magnitud más lentamente que en el flujo de un río. Este gradiente se
llama gradiente hidráulico. En los ríos, el agua siempre fluye de forma práctica-
mente horizontal (supuesto flujo unidimensional). Sin embargo, bajo la super-
ficie del terreno, el agua puede fluir en dirección x, y o z. La forma en que el
agua fluye en el terreno depende del tipo de suelo y de su estado actual de hume-
dad. Por ejemplo, en verano, una matriz de suelo arenoso se puede secar, y si cae
lluvia, ésta se moverá en vertical hacia abajo a través del suelo para ayudar a
llenar los poros del terreno con agua. En cambio, si el estado de humedad está
próximo al de capacidad de campo, entonces la principal dirección de movimien-
to del agua puede ser la horizontal. Esta dirección es habitualmente a lo largo
del gradiente de la línea de superficie de agua, que puede seguir la pendiente
topográfica. La velocidad a la que se mueve el agua se llama conductividad hi-
dráulica. Es fácil evaluar el comportamiento del flujo en un medio poroso sa-
turado. Éste es el caso habitual en los acuíferos. Sin embargo, hay veces en
que el estado del terreno también es insaturado. Puede haber aún movimiento de
agua en el terreno, pero puede estar restringido debido a la excesiva succión del
suelo.
La ley de Darcy establece

. dh
q= -Kz =K- (4.19)
dz
230 lNGENIERÍA AMBIENTAL

donde q = el finjo de Darcy, m 3/m2 • s


i = el gradiente hidráulico, dhldz, mlm
K = la conductividad hidráulica, mis
Normalmente h es la altura en relación a un nivel de referencia, pero para
flujo no saturado la altura total es

h = 'P +.z (4.20)

donde 'P = la altura de succión


La altura de succión, responsable de mantener el agua sobre la superficie de
las partículas sólidas en flujo no saturado, llega a ser significativa a medida que la
humedad del suelo disminuye. La variación de la conductividad hidráulica a lo
largo de la columna de suelo y la altura de succión de suelo aparecen en la Figu-
ra 4.17 para varios contenidos de humedad. La succión del suelo o la tensión del
.... suelo se mide mediante tensiómetros en campo.

4.6.5. Déficit de humedad del suelo


El déficit de humedad de suelo (SMD) es un término utilizado habitualmente en
ingeniería agrícola. Cuando la humedad del terreno está por debajo de la capaci-
dad de campo, se dice que tiene un déficit de humedad de suelo. Cuando está

-10 8
10-4
7
E -10
.s3< 10-5 %
o -10
6 .s
."'-a••
o; K 10~
o '!' .2

o; -10 5
'S
'C
e 10-7
•O :2
·¡¡ 4 'C
o -10
o 'C•
•• 10"' ·5
·g
'C
-10 3 o
~ 'C
o 10~ e
o
;::¡ 2
u
-10
10-10

-10 ~~-~-~~-~
o
o, 1 0,2 0,3 0,4 0,5
Contenido de humedad del suelo e
porosidad "'0,5

Figura 4.17. Variación de la altura de succión de suelo'!' y la conductividad


hidráulica K con el contenido de humedad e para una arcilla ligera Yo/o
(adaptado de Raudkivi, 1979).
CONCEPTOS DE HIDROLOGÍA 231

saturado, no hay déficit de humedad de suelo. El SMD es un parámetro cuantifi-


cable y está relacionado con la magnitud de la lluvia, grado de humedad en el
suelo y evapotranspiración. U na cuenca pierde agua a tasas mayores o menores
que la evaporación potencial (PE), dependiendo de si la humedad del suelo está
por encima o por debajo de la capacidad de campo. La evapotranspiración real
(ET) es menor que PE cuando la vegetación no puede extraer agua desde el terre-
no. Después de la lluvia (si el suelo está saturado), no contendrá más agua, así que
se producirá la escorrentía. El terreno en este caso continuará «cediendo» agua
a la vegetación hasta que se llegue a un estado temporal de equilibrio, cuando
ET = PE, es decir, capacidad de campo. En este punto SMD =O. A medida que el
suelo se seca, SMD aumenta y ET disminuye. La magnitud de SMD y ET varía.
Si SMD aumenta más aún, ET se hace menor y en el punto de sequedad SMD es
el máximo y ET despreciable. Es importante notar que SMD es un número acu-
mulativo, dependiendo del SMD de los meses previos.
La Figura 4.18 es un esquema idealizado y simplificado de la secuencia de
tiempos de la humedacCilel suelo relacionada con la lluvia y PE para un ciclo
anual en una zona de temperatura septentrional. Se detallan tres tipos de vegeta-
ción: hierba, arbustos y árboles. Cada uno tiene una profundidad de raíz diferente,
señaladas como tres capas horizontales distintas.

PE
PE PE PE> P

Primavera
<PE Otoño
PE

m
<PE <PE
Verano Hierba
Cultivo de
<PE labranza

mJ
Árboles .

P> PE
PE> P

O Capacidad de campo PE = Evapotranspiración potencial


O Déficit de humedad del suelo P =Precipitación

Figura 4.18. Ciclo idealizado de humedad anual para tres tipos de vegeta-
ción. (Adaptado de Bedient y Huber, 1988.)
232 INGENIERÍA AMBIENTAL

En primavera cuando PE > P (precipitación), el suelo entra en un SMD, pri-


mero en las capas superficiales. A medida que Ja primavera avanza hacia el vera-
no el SMD penetra más en profundidad hasta que todas las zonas de raíces (árbo-
les incluidos) están en SMD. En el otoño, P > PE y las capas superiores del
terreno llegan a recargarse de agua, mientras que las capas inferiores están aún en
SMD. En este punto, el movimiento de agua es vertical hacia abajo en la columna
de suelo. A medida que el otoño avanza hacia el invierno, Ja profundidad de la
recarga de agua se hace mayor hasta que todas las capas están llenas de agua y no
hay SMD a ninguna profundidad. Se puede visualizar que en primavera la direc-
ción del movimiento del agua en el terreno es hacia abajo mientras que en otoño
es a la -inversa.
El conocimiento del déficit de humedad del snelo es importante en ¡¡gricultu-
ra y en hidrología. En las épocas de alto déficit de humedad las cuencas tienden a
ser menos susceptibles a producir inundaciones. Un parámetro que se utiliza en el
Reino Unido e Irlanda a partir del Informe de Estudios de Inundación (FSR)
(NERC, 1975) es el déficit de humedad de suelo medio efectivo (EMSMD) en
milímetros. Por ejemplo, algunas" zonas del suroeste de Irlanda tienen iln
EMSMD de 2 mm en comparación con valores de 16 mm en East Anglia. La
primera es susceptible de inundaciones mientras la última no lo es.

4.6.6. Modelos sencillos de infiltración


La infiltración es el mecanismo del movimiento del agua hacia dentro del terreno
bajo fuerzas de gravedad y capilaridad. Horton (1933) sugirió que la tasa de
infiltración de lluvia hacia el suelo disminuye exponencialmente con el tiempo
durante un periodo de lluvia. Unas horas después de iniciada la lluvia la tasa de
infiltración puede estar próxima a cero a medida que el terreno se va saturando.
El concepto de infiltración, tal como lo ve Horton, aparece esquemáticamente en
la Figura 4.19.
Donde i > f en todo momento, la ecuación empírica de Horton es

f =J; + (fo - J;) e_,, (4.21)

donde fo = tasa de infiltración inicial


f = tasa de infiltración en cualquier momento, mmJh
J; = tasa de infiltración final
k = constante empírica
i = intensidad de lluvia, mmJh
A menudo se denomina aJ; infiltración potencial. En la ecuación de Horton k
es función de la textura superficial, donde k disminuye a medida que crece la
vegetación. Además, J; y fo son función del tipo de vegetación y de la cubierta
vegetal. La Figura 4.20 indica la variación de f con la cubierta del terreno, la
intensidad de lluvia y la pendiente topográfica. Una baja intensidad de lluvia
CONCEPTOS DE HIDROLOGÍA 233

Pérdida inicial por almacenamiento

" " ' - - Tasa de


infiltración (f)

Tiempo t

Figura 4.19. Concepto de infiltración de Hartan.

tendrá una proporción mayor de infiltración de la lluvia que un episodio de alta


intensidad, como se muestra en la Fig. 4.20(b ).

Ejemplo 4.5. Dado fo = 100 mm/h, k = 0,35/h y¡; = 10 mm/h, calcular f para
t = 1, 2 y 6 h y también F,01 ,¡ (infiltración acumulada)
Solución: De la ecuación de Horton
f=J; +(fo- J;) e_,,
f = 10 + 90 e-0•35 '
a 1h->f=73,4 mm/h
a 2 h-> f= 54,6 mm/h
a 6 h-> f= 21,0 mm/h

Índice acumulado de infiltración después de 6 h = F'º"' = f f dt = 285 mm

Alta intensidad
de lluvia

/
Baja intensidad de lluvia
8 16 24 32
Suelo Tiempo_....
Pendiente (%)
herbáceo (o) lb) (e)

Figura 4.20. Esquema de la variación de la capacidad de infiltración.


234 INGENIERÍA AMBIENTAL

A veces se usa el método del índice <P de infiltración. Éste es el método más
sencillo y se mide calculando la diferencia de pérdida entre la precipitación total
y la escorrentía superficial (medida sobre el hidrógrafo de corriente). Se supone
que la infiltración es uniforme a lo largo de la duración de Ja lluvia. Se representa
esquemáticamente en la Figura 4.21. Cuando se consideran episodios de lluvia
de, digamos, menos de un día, en el cálculo de la precipitación bruta y la lluvia
efectiva normalmente se despreciará la evapotranspiración (ET). Los episodios
más largos de más de unas dos semanas deben tener en cuenta la ET.
El lector puede consultar Dingman (1994) y Bras (1990) para un tratamiento
matemático más riguroso de la infiltración.

4.7. EVAPORACIÓN Y EVAPOTRANSPIRACIÓN


La evaporación es el proceso por el cual el agua vuelve a la atmósfera, desde el
estado líquido o sólido hasta el estado de vapor. También se produce transpira-
ción hacia la ..;¡,trnósfera a través"de las p~,de. hojas en las ·plantas y áFboles.
Como estos procesos están tan interrelacionados, el término «todo incluido» que
se utiliza es evapotranspiración. En climas moderados, el terreno boscoso tiene
tasas de evapotranspiración alrededor de dos veces las de zona herbácea (típica-
mente un 40 a 70 por 100 de la precipitación total anual, en comparación con 20 a
40 por 100 para prados, según aparece en alguna investigación británica). Esto
quiere decir, por supuesto, que se infiltra o forma escorrentía menos cantidad de
agua. Alrededor de un 70 por 100 de la precipitación anual media en Estados
Unidos vuelve a la atmósfera por vía de la evaporación, como se indica en la
Tabla 4.12. En zonas de disponibilidades escasas de -agua el desarrollo de bos-
ques con mayores pérdidas por evapotranspiración puede reducir la aportación de
agua a ríos y lagos.
La precipitación media anual global (tierra y océanos) de aproximadamente 1
m es desde luego igual a la evaporación. Como la superficie terrestre del planeta
evapora aproximadamente el 70 por 100 de la precipitación, permitiendo que el
30 por 100 restante forme la escorrentía, entonces es claro que en la superficie de
los océanos se produce más evaporación que precipitación (Brutsaert, 1982). La
Figura 4.22 muestra la distribución en latitud de la precipitación global y la eva-

Figura 4.21. El concepto del índice q, de infiltración,


CONCEPTOS DE HIDROLOGÍA 235

Tabla 4.12. Precipitación-evapotranspiración desde los continentes

Europa 657 375 282


Asia 696 420 276
África 695 582 114
Australia 447 420 27
Norteamérica 645 403 242
Sudamérica 1.546 946 618
Antártida 169 28 141
Total tierra 746 480 266

Datos de Baumgartner y Reichel, 1975.

potranspiración. La Figura 4.23 muestra la relación entre la evaporación, la preci-


pitación y la intercepción para la selva de Amazonas, según Shuttleworth (1988).
Los tres tipos de evaporación/evapotranspiración son:
• Evaporación desde la superficie de un lago, E0
• Evapotranspiración real, ET
• Evapotranspiración potencial, PE
E0 es la evaporación desde un lago o desde la superficie de una masa de
agua abierta. ET es muy complicada ya que incluye la evaporación y la trans-
piración desde la superficie terrestre, ya sea vegetal o de otro tipo. Esto significa

2.000

1.800

1.600

1.400
o
•C
1.200
%
.s
1-
1.000
w
> 800
"-
600
400 /
,?' ·Evapotranspiración
200 ····/· '.

Latitud Ecuador Latitud


norte sur

Figura 4.22. Distribución en latitud de la precipitación global y la evapo-


transpiración.
236 INGENIERÍA AMBIENTAL

500
~

400
~
Aporte por
E
.s ¡i ¡ ' ,-V· precipitación
~
,
'i5
00
300
-¡ ¡.
:~:
: :

l
o
•E L_;
:3 200 Evaporación
¡; 1 total
?- :u ~
'-:
.....: Pérdidas de intercepción

1985

Figura 4.23. Valores mensuales de precipitación, evaporación total y el


componente de intercepción para el período de 25 meses en la selva amazó-
nica (adaptado de Shuttleworth, 1988. Reproducido con autorización de The
Royal Society).

que E 0 variará para cada tipo de superficie dependiendo de su estado actual de


humedad de suelo y por tanto es un parámetro dinámico. ET será mayor para un
suelo saturado que si estuviera no saturado. En un esfuerzo por simplificar ET se
introdujo el término PE, que es la evapotranspiración potencial. Ésta es la evapo-
transpiración de una matriz de suelo cuando su humedad se mantiene constante a
capacidad de campo. Esto se consigue pulverizando con regularidad. Los datos
meteorológicos normalmente darán valores de E 0 y PE pero no de ET. Esta última
sólo se suele determinar en proyectos de investigación de cuencas, cuando se
toman medidas de radiación y se hacen balances de calor.
La Figura 4.24 muestra una comparación de la lluvia y la evapotranspiración
potencial en un número de puntos en Irlanda, promediadas sobre el período de
1961a1990. Los datos para esta figura aparecen en la Tabla 4.13. Se trata de una
típica representación gráfica de la pluviometría/evaporación potencial para un
clima moderado. PE sobrepasa a la pluviometría en verano y como tal el terreno
requiere riego artificial. En invierno, la lluvia es mayor que PE y esto puede
conducir a un alta escorrentía, con posibilidades de una contaminación de las
corrientes de agua por causa de las actividades agrícolas como la propagación de
los lodos.
Dos de los factores que causan la evaporación desde cualquier superficie son:

• La disponibilidad de una aportación de energía térmica para proporcionar


el calor latente de evaporación
• La disponibilidad de un proceso de transporte para alejar el vapor de agua
de la superficie, por ejemplo, viento
CONCEPTOS DE HIDROLOGÍA 237

110
E 100 • Precipitación
.S (mm por mes) •
w 90 • • •
o.
> • ... .... ... ... • • •
80 "'
E .. ··4 .
.S 70
.·l.
,
-¡¡;
60
•e • • • •
•E 50
e
·o
40 •
·o 30
-~
..
..
• •
·oc. 20 Evaporación
~ 10 ~.:
potencial ......
o.
o
(mm por mes) ·.·. •
2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12
Enero Meses del año Dic.

Figura 4.24. Tendencias de la precipitación mensual y evaporación poten-


cial, Irlanda (preparado de la Tabla 4.1.3).

La radiación solar proporciona la fuente de calor mientras que el viento, junto


con un gradiente vertical de humedad, suministra la fuente de transporte. Ambas
aparecen esquemáticamente en la Figura 4.25.

Tabla 4.13. Precipitación y evaporación potencial en cuatro puntos


de Irlanda entre 1961y1990

Enero 104 10 69 9 93 2 121 3


Febrero 87 21 50 21 66 14 83 13
Marzo 77 40 54 39 72 30 96 28
Abril 55 64 51 61 59 53 62 49
Mayo 64 84 55 83 72 74 78 69
Junio 54 92 56 94 66 82 71 75
Julio 53 90 50 91 62 78 64 68
Agosto 80 74 71 73 81 61 97 54
Septiembre 79 50 67 50 86 39 104 33
Octubre 95 26 70 25 94 16 124 14
Noviembre 88 12 65 10 88 2 118 2
Diciembre 100 7 76 5 94 124
Promedio anual 935 570 732 561 934 446 1.143 408

* Cork-Roches Point en la Costa Sur.


t Dublin-Aeropuerto de Dublin, 3 km de la C_osta Este.
t Mullingar-Irlanda central.
§ Claremorris-Oeste de Irlanda.
Datos de la Irish Meteorological Office, 1993.
238 INGENIERÍA AMBIENTAL

Radiación neta

-+---Flujo de aire

Evaporación

Velocidad Temperatura Humedad


del viento del aire específica
la) lb) le) ldl

Figura 4.25. Concepto de evaporación desde una superficie libre de agua


(adaptado de Chow et al., 1988).

La evaporación desde la superficie de un lago depende de:


• La energía disponible como calor
• La radiación solar y más específicamente la radiación neta
• La temperau;ra del aire y de la superficie del agua
• La velocidad del viento
• El déficit de vapor de saturación (e 0 - e,)
La Figura 4.25 muestra las entradas y salidas a un volumen de control de
«aire en evaporación» y los procesos naturales -radiación, temperatura y veloci-
dad de viento- que efectúan la evaporación. El lector puede consultar Chow et
al. (1988), Bras (1990), y Brutsaert (1982) para mayores detalles.
En la superficie terrestre, Ja evaporación es el lazo de conexión entre el balan-
ce hidrológico y el balance energético (Brutsaert, 1982). El balance energético
más simplificado se representa por

(4.5)

donde R, = flujo específico de radiación entrante, kcal/m2 año o W/m2


L = calor latente de evaporación, J/m3
E = tasa de evaporación, miaño
H = flujo específico de energía sensible a la atmósfera, kcal/m 2 año
o W/m2 (Ja energía utilizada en calentar «el aire»)
G = flujo de calor hacia el suelo, W/m2
La Figura 4.26 muestra Ja variación diurna del balance de energía sobre un
terreno limpio de vegetación y bien regado en Davis, California, en agosto de 1993.
El pico de radiación neta (pasado el mediodía) es de aproximadamente 630 W/m2 •
La energía utilizada en evaporación, LE, tiene su pico en unos 400 Wim2. Enton-
ces el calor sensible, H, es sólo de menos de 100 W/m2 • Esto es lo esperado para
cielos claros sobre un suelo húmedo. Por ejemplo, en condiciones desérticas se-
cas, podríamos esperar unos 10 a 30 W/m2 para LE y 300 a 400 W/m2 para H. Es
importante tener en cuenta que Ja evaporación sólo puede producirse si hay hu-
CONCEPTOS DE HIDROLOGÍA 239

700

600

500
"E
~ 400
••e> 300

••"o 200
.,,
-e

¡¡:
100

o
-100
o 2 16 18 20 22 24
Trempo (h)

Figura 4.26. Balance de energía de 23 agosto 1993 en Davis, California, so-


bre un terreno limpio de vegetación y bien regado •. ~

medad que evaporar. En la Figura 4.26 había una cantidad significativa de agua
disponible en las capas superiores del terreno para producir la evaporación con un
70 por 100 de radiación neta que iba destinada al uso en evaporación.
A escala global, sobre nna base anual en la que G --> O, R. "" 70-80 kcal/cm2
año. En tierra LE "" H y sobre los océanos LE "" 90. Esto sugiere que a escala
global, LE "" 80 por 100 de R •. Dado que se producen variaciones espaciales y
temporales significativas de los constituyentes del balance energético, las cifras
anteriores hacen énfasis en la abrumadora importancia del proceso de evapo-
transpiración en el balance térmico general y también en el balance hidrológico
(Brutsaert, 1982). Típicamente, el comportamiento cíclico anual de la evapora-
ción es paralelo al ciclo de la radiación solar y las temperaturas diarias del aire
para superficies terrestres y masas de agua poco profundas. Sin embargo, las
aguas profundas muestran sus picos en el otoño del año en comparación con los
picos del verano que son en lagos superficiales. Además las masas de aguas pro-
fundas tienen evaporación mínima en primavera mientras que las masas superfi-
ciales la tienen en invierno (como la tierra). El ciclo diario de la evaporación
sigue el ciclo de temperatura sobre la tierra y también sobre el agua.

4.7.1. Método de la transferencia de masa para determinar E 0


E0 es la evaporación desde una masa abierta de agua en oposición a una superficie
de terreno húmedo. Este método, a veces llamado método de flujo de vapor,
calcula el flujo ascendente de vapor de agua desde la superficie en evaporación.
La ecuación ideada por Dalton, un químico inglés, en el siglo XIX, fue

E 0 = f(u)(e, - eª) (4.22)


240 INGENIERÍA AMBIENTAL

donde E0 = la evaporación desde la masa de agua


e" = la presión de vapor en el aire
e, = presión de vapor de saturación a la temperatura de la superficie
del agua
f(u) = nna función de la velocidad del viento
f(u) = a(b + u) para Europa
f(u) = Nu para Estados Unidos y Australia
Modificaciones de esta ecuación son

E0 =(A + Bü)(e, - e) (4.23)

donde A = constante empírica de 0,0702


B = constante empírica de 0,00319 (no es la relación de Bowen)
ü = velocidad del viento a 7,5 m sobre el terreno
Aún otra ecuación es

E0 = Nü 2 (e, - e) (4.24)

donde N = 0,11
y ü, = velocidad del viento a 2 m sobre el terreno
Una variación de N es

N = 0,291 Kº·º'
donde A= área, m 2

Ejemplo 4.6. Calcular la evaporación como pérdida anual de agua desde un


lago que tiene un área ~20 km 2 con ;:;2 de 3 mis. Suponer que e, y e" son 15 y
10 mm Hg respectivamente.
Solución:
E0 = Nü2 (e, - e")
N = 0,11
ü2 = 3 mis
15
e, = 15 mm Hg = bar = 19,7 robar
760
10
e" = 10 mm Hg = - bar= 13,2 robar
76o .
Por tanto
E0 = 0.11 X 3 X (19,7 - 13,2) = 2,2 mm/día
CONCEPTOS DE HIDROLOGÍA 241

4.7.2. Método del balance de energía para determinar E 0


La ecuación simplificada del balance de energía es

R,.=LE+H+G (4.5)
LE=R,.-H-G (4.25)

Esta ecuación supone que no hay entrada de energía por advección de agua y
tampoco variaciones en el almacenamiento de energía. También supone un perío-
do de tiempo finito:

(4.26)

donde LE = flujo de calor latente


Pw = densidad del agua
,\, = calor latente de evaporación (2,47 x 106 J/kg) =
= 597 - 0,564 T, cal/g con Ten ºC

E =R,. - H - G =R,. - H - G
(4.27)
L Pw ,\,

Al introducir la relación de Bowen aparece una relación del calor sensible al flujo
de evaporación

H
B=-
LE
Por tanto
H = B(LE) = Bpw,\,E
R -G
y E== n (4.28)
Pw,\,(l + B)

Sobre las superficies terrestres, B ~ 1, con el calor sensible aproximadamen-


te similar al flujo por evaporación. Sobre las superficies de los océanos, B ~ O, 1
ya que la evaporación es mucho más significativa. Más detalles se pueden encon-
trar en Dingman (1994), Bras (1990) y Brutsaert (1982). También véase la Ta-
bla 4.5.

Ejemplo 4.7. Determinar la evaporación de un lago con los datos siguientes:

R,, - G = 70 W/m2 = LE + H
B = 0,4
Temperatura del lago T ~ 20 ºC
242 INGENIERÍA AMBIENTAL

Solución:
R -G .
E= n
Pw?c/1 + B)
,\, = 597 - 0,564 x 20 = 586 cal/g
Pw A, = 106 g/m3 x 586 cal/g =
= 586 x 106 cal/m3 =
= 586 X 106 X 4,2 J/m3 =
=586 X 106 X 4.2 Ws/m3 =
= 28,5 X 103 W d/m3 =
70W/m2
=E=---~--~
28,5 X 103 W d/m3
- ·<' ~: --
"" 1;76 mm/dfa .. '

Este método también se puede usar para evaporación desde superficies terrestres
ya que B = 0,4, esto implica que el flujo por evaporación » flujo de calor sensi-
ble.

4.7.3. Método del balance hidráulico


para determinar ET o Eo
Los lisímetros se utilizan en campo para determinar la medida «puntual» de la
evaporación. Un lisímetro es una «sartén», típicamente entre un metro y varios
metros de diámetro y de hasta un metro de profundidad. Contiene un suelo lo
menos modificado posible respecto al suelo de la zona. Se entierra en el terreno
con su superficie superior a nivel de las superficies de suelo adyacente. Se asienta
sobre escalas de peso calibradas en tiempo y responde a un aumento o reducción
del contenido de humedad del suelo en el recipiente. La pérdida en «peso» repre-
senta la pérdida por evaporación y así se determina ésta. Éste es un método fiable
de determinar la evaporación en campo. A escala regional, E es sinónimo con ET
y la ecuación del balance hidrológico se utiliza para determinar E, si se conocen
los demás parámetros:

E= P-R-!iG-!iS

donde P = precipitacion
R = escorrentía del cauce
!J.G = cambio en el almacenamiento de agua subterránea
!J.S = cambio en el almacenamiento de agua del suelo
CONCEPTOS DE HIDROLOGÍA 243

Para períodos largos (por ejemplo, un año), tenemos

E=P-R

así que si se miden P y R, se obtienen estimaciones de E. El lector puede dirigirse


de nuevo a las Tablas 4.3 y 4.4 para valores de E en diferentes continentes y
superficies de diferente uso del terreno respectivamente.

4.7.4. Determinación de la evapotranspiración


potencial, PE

La evaporación (desde un masa de agua = E 0), la evapotranspiración potencial


(PE) y la evapotranspiración real (E) ya se han definido. Las secciones previas
tratan de la determinación de E0 y ha podido verse cuan complejo es el fenómeno
ele la eváporación desñe una masa de agua. La evapotiahspiración real es aún más
compleja, ya que han de considerarse el efecto de la vegetación, y la física del
suelo asociada. Esta complejidad a veces se reduce de algún modo por simplifica-
ción a la evapotranspiración potencial. Ésta considera que la matriz de suelo está
continuamente húmeda (a capacidad de campo) y que la evaporación desde la
superficie vegetal es próxima al máximo. PE desde una superficie herbácea es
aproximadamente igual a la evaporación desde una gran masa de agua. Así que
los métodos usados para calcular E0 también se usan para calcular PE. La evapo-
transpiración real es un parámetro dinámico que varía según la temporada, pero
que es especialmenie dependiente del estado de humedad del suelo. ET puede
superar a PE en zonas de vegetación con una alta superficie de hojas y temperatu-
ras ambiente elevadas. También se mencionó que la ET de los bosques de conífe-
ras en el Reino Unido era aproximadamente dos veces la de prados o páramos de
similares altitudes. Penman (1948) dedujo que

PE =f E 0 (4.29)

donde fes una constante empírica de datos británicos que varía con la temporada
para superficie terrestre con cubierta vegetal de la siguiente forma:

noviembre, diciembre, enero, febrero --> f "' 0,6 \

marzo, abril, septiembre, octubre --> f "' 0,7 \J


mayo, junio, julio, agosto --> f "' 0,8 )

Así que típicamente, PE es aproximadamente el 70 por 100 de la evaporación en


lagos. Ya que la evaporación real es <:;PE, podemos generalizar y decir que la
evaporación real <:;ET ,,;; 0,7E0 • ·- - ---
244 INGENIERÍA AMBIENTAL

4.8. RELACIONES PRECIPITACIÓN-ESCORRENTÍA


Cuando se produce la lluvia sobre la superficie de la tierra puede seguir diferentes
rutas dependiendo de la topografía y de las condiciones del suelo y de su hume-
dad. Si hay depresiones en la superficie son apropiadas para llenarse rápidamente
en una tormenta. Si la lluvia se convierte en escorrentía o en infiltración depende
principalmente de dos factores:
• Pendiente del terreno
• Capacidad de infiltración
En zonas de pendiente pronunciada, es más probable que se produzca esco-
rrentía superficial, mientras que la infiltración queda en segundo lugar. En zonas
más alejadas de los ríos y cauces y donde el gradiente del terreno no es pronun-
ciado, la infiltración puede ser el mecanismo primario y la escorrentía es secun-
daria. Generalmente la escorrentía aparece como el factor limitante en la disponi-
bilidad de lluvia o escorrentía. La escorrentía superficial también. se denomina
flujo sobre el terreno. Existen muchas ecuaciones hidráulicas para' ayudar a cuan-
tificar esta escorrentía y algunas incluyen el coeficiente de fricción «todo inclui-
do» de Manning, n. Por ejemplo, comprender el comportamiento del flujo super-
ficial es fundamental para predecir el volumen de agua que llega a las salidas en
el diseño de alcantarillas para lluvia. El parámetro que se usa a veces para el
tiempo es el de tiempo de concentración (T), es decir el tiempo para que el agua
caída en la parte más lejana de la cuenca llegue al cauce de salida. Si la tormenta
continúa después de T,, se supone que toda la cuenca está aportando escorrentía
al cauce o sistema de saneamiento. Este concepto se utiliza en el diseño de redes
de saneamiento y pequeñas redes de drenaje (véase un ejemplo en el Capítu-
lo 12). No se considera adecuado para grandes cuencas rurales, con variedad de
usos de la tierra. Otros conceptos utilizados incluyen el concepto clásico de flujo
superficial de Horton y también el concepto de interílujo subsuperficial que res-
ponde el estado de infiltración./
La Figura 4.27 ilustra una respuesta idealizada y simplificada de una cuenca a
diferentes niveles de infiltración. Se supone que la tormenta tiene una intensidad
de lluvia uniforme i, y una duración t,. La tasa mínima de infiltración para el
suelo es A, y el tiempo necesario para saturar variará dependiendo de la intensi-
dad. No hay escorrentía (R = O) si:
l. La duración de la tormenta t, es menor de la requerida para saturar la
superficie del suelo.
2. La intensidad de tormenta i, es menor que la tasa mínima de infiltra-
ción A¡.
El caso 1, mostrado en la Figura 4.27(a), es cuando la duración de la tormenta
t, es menor de t0 , el tiempo mínimo necesario para saturar el terreno para una
intensidad de lluvia, i,. No hay escorrentía y el difícil de humedad de suelo dismi-
nuye. La intensidad de lluvia, i,, es mayor que la tasa A,. El caso 2, mostrado en la
Figura 4.27(b), es cuando la intensidad de la tormenta i, es menor que la intensidad
mínima A, usada para saturar el suelo. No hay escorrentía superficial. El caso 3,
CONCEPTOS DE HIDROLOGÍA 245

ir>A;
t,> f0
Tasas de :. R=O
infiltración o
precipitación

i, °"""""""""

(a) Caso 1

i,<A1
Tasas de t,<to=co
infiltración o f :. R·O
precipitación

t, Tiempo t
(b) Caso 2

Tasas de
infiltración o
i,>A 1
precipitación t,< to
i; t--~.,'k'P"l .". R=O

Tiempo t

Figura 4.27. Características de una tormenta frente a la capacidad de infiltra-


ción (adaptado de Bras, 1990).

mostrado en la Figura 4.27(c), es cuando la intensidad de tormenta y la duración


son mayores que A, y 10 respectivamente. Entonces sí hay escorrentía superficial,
es decir R > O. Al principio de la tormenta, no hay suficiente escorrentía superfi-
cial, ya que toda la lluvia va inicialmente a infiltrarse al terreno, y la humedad del
suelo va aumentando continuamente hasta que eventualmente no hay déficit de
humedad. La escorrentía superficial se produce después de que la intensidad de
. tormenta i, se iguala a la tasa de infiltración f. y esto sucede en 10 . Este período de
tiempo ha sido definido como el tiempo necesario para saturar el ahnacenarniento
en depresiones o estancamiento. El tiempo de estancamiento depende del tipo de
suelo pero más específicamente en el estado previo de humedad del suelo. El
lector puede ver Bras (1990) para más detalles.
246 INGENIERÍA AMBIENTAL

Dos tipos de mecanismos de escorrentía supeificial son el mecanismo de Hor-


ton y el mecanismo de Dunne, mejor explicados por Bras (1990). El clásico me-
canismo de Horton se describe con referencia a la Figura 4.28(a) como sigue.
Antes de una observación de lluvia, el peifil vertical de humedad del suelo se
indica por la curva 1°. Supongamos que la lluvia tiene una tasa de precipitación
(P) mayor que la conductividad hidráulica saturada (Ksat). A medida que el epi-
sodio de lluvia avanza, el peifil vertical de humedad de suelo pasa de 1°, a t 1, a 12,
a 13 . En 13 , la superficie está saturada. En este punto, la tasa de infiltración cae por
debajo de la intensidad de lluvia, y comienza el flujo supeificial. Esto se conoce
como el tiempo de estancamiento. La condiciones necesarias para el mecanismo
de Horton (Freeze, 1980) son:

• Una tasa de lluvia mayor que la conductividad hidráulica saturada


• Una duración mayor que el tiempo de lagunaje

El mecanismo de Dunne se explica con referencia a la Fig. 4.28(b ). Se supone


q!le la intensidad_de precipitación (P) es menor que la conductividad hidráúlica

Contenido Contenido
de humedad de humedad
e e
oº ~

-,;--- f oº
,, ,, ~
t'

N t' N f
"O
f "O t-0- t2

'1 t'

'1
"O "O
o o
~
a.
ea."
~- t'

Flujo f- ----------
p .:-.:::;.:-..:.:.::.:.:-. .:.:..
superficial
o ' .........................
ot° t, t2 t3 t4 t°t1t2t3t4f5
Tiempo Tiempo

(a) Mecanismo de Hartan (P> ~.tl (b) Mecanismo de Dunne (P< 1<;. 01 )

Figura 4.28. Perfiles verticales de humedad de un suelo cambiando durante


una observación de lluvia (adaptado de Sras, 1990).
CONCEPTOS DE HIDROLOGÍA 247

saturada (Ksat). El perfil vertical de humedad del suelo antes de la lluvia se indica
como t 0• A medida que prosigue la lluvia, el perfil vertical de humedad pasa de tº,
a t 1, a t 2, a t', a t 4 , a t 5 • En t'. el nivel freático ha subido hasta la superficie del
agua, provocando saturación de la superficie y estancamiento, seguido de flujo
superficial (Bras, 1990; Freeze, 1980).
A¡ILa respuesta de una cuenca a la lluvia depende de la topografía de la cuenca y
de la distancia a los cauces. Generalmente se encuentra que el mecanismo de
flujo de Horton se produce en zonas pendiente arriba lejanas de los cursos de
agua, mientras que el mecanismo de Dunnes es más probable en las proximidades
de los cursos. También se ha encontrado que es muy improbable que el 100 por
100 de una cuenca proporcione flujo superficial durante una tormenta. Lo que
sucede, por el contrario, es que áreas parciales de una cuenca contribuyen y esta
contribución varía con el terreno y los factores topográficos. Donde la conducti-
vidad hidráulica superficial es la más baja, se genera el flujo superficial de Hor-
ton en áreas parciales de tierras en pendiente. Donde los niveles freáticos están
más próximos a la superficie, se genera el flujo superficial de Dunne en áreas
parciales de tierras en pendiente.
Muchos estudios han concluido que sólo una fracción del área de una cuenca
contribuye a la escorrentía. Los estudios de cuencas de Betson (1964) concluye-
ron que, de media, alrededor de un 22 por 100 de una cuenca contribuye a la
escorrentía. La realidad por supuesto es que las áreas de una cuenca aportan
escorrentía en proporciones variables. El concepto de escorrentía de origen varia-
ble sostiene que la escorrentía se genera directamente de la precipitación hacia
áreas que están saturadas con un nivel freático en ascenso.
La escorrentía así producida tiene dos componentes

1. La precipitación que no puede penetrar la superficie del terreno pasa a ser


escorrentía directa.
2. Agua de la subsuperficie, al elevarse hasta la superficie, pasa a ser esco-
rrentía de superficie.

Este último componente a veces se denomina flujo de retomo y es uno de los


mecanismos por los que el agua subsuperficial se convierte en flujo por un cauce.
El agua subsuperficial también puede seguir su ruta de agua bajo la superficie y
eventualmente aflorar a un cauce, pero este mecanismo está muy retrasado ya que
la velocidad del agua bajo la superficie (conductividad hidráulica) es entre cinco
y diez órdenes de magnitud menor que el flujo sobre la superficie del terreno.
Esta materia la trata con detalle Bras (1990).
Bishop (1991) conceptua!izó el caudal en un cauce como compuesto por una
escorrentía superficial y una escorrentía subsuperficial. Trató a la escorrentía su-
perficial como «agua nueva», es decir, de una tormenta en curso. Trató a la esco-
rrentía subsuperficial como «agua vieja» o agua previa_ a la precipitación (de una
tormenta de varias semanas atrás). Su interés estaba en la correlación entre la
descarga de un cauce y la acidez del cauce. Concluyó a partir de estudios en
Escocia y Suecia que el «agua nueva» era mucho menos ácida que el agua «pre-
via a la precipitación» y que esta última contribuye poco al hidrograma del cauce.
248 INGENIERÍA AMBIENTAL

El agua de la zona no saturada puede ser, en ciertas cuencas, la fuente princi-


pal de flujo base. También se ha identificado en los estudios que hay una franja a
lo largo de los márgenes de un cauce cuya anchura varía con la lluvia y que está
permanentemente saturada. Esta franja produce flujo subsuperficial para formar
la punta de inundación en el hidrograma de caudal.

4.8.1. Conceptos de pluviometría frente a escorrentía


La Figura 4.29 de Bishop (1991) muestra ocho croquis de diferentes conceptos de
a
pluviometría frente la escorrentía. El esquema (a) es el enfoque hidrológico tra-
dicional en el que se considera que la lluvia se separa sólo en dos partes: el flujo
superficial y la infiltración. El flujo superficial se supone uniforme a lo largo de
la cuenca. También se supone uniforme a la infiltración. Este concepto se deno-

Pr )
--;":';'".....__.) 1" . .
In+ --< In
-------SZY"!_L _______ I --
t .......
--
-f-. Ot .. '.'"Y'.vvt__ --
=::>
-~-- ....":--Ut
"=t> ---~--
)
(a) Infiltración en exceso al flujo "!¿"f-- (e) Caudal subsuperficial St ºN;,-
superficial
Pr¡
)
In+ )
....... :;;zyytJ_ ·- ... --+ ... ) )

(b) Área contribuyente parcial (f) Flujo en cuña saturada

Pr¡
)

(e) Saturación en exceso sobre


~
=r1YL+M@)$,Y.,:'ie"'···..-..~
el flujo superficial (g) Acanalado de agua subterránea
-stlii'V

(d) Flujo en macroporo (h) Retroalimentación de transmisividad

Figura 4.29. Mecanismos de generación de la escorrentía: Pr es precipita-


ción, In es infiltración, Wt es nivel freático, Ot es flujo superficial, St es flujo
lateral saturado a través de la matriz de suelo y Ut es flujo lateral no saturado.
El sombreado indica áreas saturadas temporalmente durante los casos de
escorrentía donde el agua previa puede jugar un papel principal en la genera-
ción de la escorrentía (según Bishop, 1991. Reproducido con autorización).
CONCEPTOS DE HIDROLOGÍA 249

ntina modelo de infiltración en exceso a/flujo superficial. Más recientemente, en


vez de considerar que el flujo superficial es uniforme, algunos estudios han indi-
cado que sólo partes de la cuenca contribuyen al flujo superficial. Este concepto
se llama modelo de área contribuyente parcial y aparece en el esquema (b ).
Otro concepto, mostrado en el esquema (c), es el de saturación en exceso
sobre el flujo superficial, en el que el flujo superficial sólo se produce cuando un
área tiene condiciones de subsuelo saturado y exfiltra, provocando el flujo super-
ficial. Un concepto aún más reciente de flujo en macroporo es cuando la esco-
rrentía subsuperficial se produce en la zona no saturada a través de macroporos
subsuperficiales con o sin flujos en superficie. El concepto de caudal subsuperfi-
cial aparece en el esquema (e), donde tanto el subsuelo de la zona no saturada
como el inferior al nivel freático contribuyen con un interflujo al cauce. Elflujo
en cuña saturada aparece en el croquis (f) y el acanalado de agua subterránea en
el croquis (g). El reciente concepto de retroalimentación de transmisividad se
representa en (h). Aquí el grueso de la escorrentía se mantiene dentro de la matriz
de suelo por una relación postulada de retroalimentación entre' un nivel freático
ascendente y1a lransntisividad de la pendiente, que rompe la velocidad de ascen-
so del nivel freático.

4.8.2. El hidrograma
El hidrograma (o hidrógrafa) es una representación gráfica de la descarga de un
cauce frente al tiempo. En la Figura 4.30 aparecen hidrogramas para diferentes
tipos de tormentas. La forma más clásica de hidrograma es la de la Figura 4.30(d).
El flujo base es el componente del flujo suntinistrado por agua subterránea. El
interflujo es suntinistrado por agua subsuperficial para la matriz de suelo instau-
rado. La forma del hidrograma depende del flujo superficial, flujo subsuperficial,
flujo subterráneo, pendiente del terreno, pendiente del cauce, rugosidad de la
tierra y del canal, y del tipo, intensidad y duración de la lluvia. Para la Figura 4.30
se supone que el registrador de caudal está en el lado aguas abajo de la cuenca en
todos los casos. La Figura 4.30(a) es un hidrograma que puede resultar de una
tormenta en el lado superior de una divisoria, produciendo un flujo base incre-
mentado y algo de escorrentía superficial. La Figura 4.30(b) es la respuesta a una
tormenta en el lado aguas abajo de la divisoria donde la respuesta del río es
rápida. La Figura 4.30(c) es el caso de un hidrograma de escorrentía superficial
con lluvia en toda la cuenca. Los elementos de interés para el hidrograrna inclu-
yen la magnitud de la punta, el tiempo hasta la punta, la duración del hic\rograrna
y la separación del flujo base, el interflujo y la escorrentía superficial.
En la Figura 4.30(a), la forma de la cuenca se enfoca hacia Ún punto en la
descarga de la cuenca y la tormenta de lluvia cubre la ntitad superior de la cuenca.
La forma del hidrograrna muestra una respuesta retrasada, en comparación con la
Figura 4.30(b). Comparando (c) y (d), se ve que la cuenca más ancha en la parte
superior (c) genera una punta de hidrograma atenuada y retrasada. Véase Shaw
(1994) para detalles de construcción del hidrograma y métodos para separar el
flujo directo del flujo base.
250 INGENIERÍA AMBIENTAL

~ Re,puesta muy lenta Respuesta rápida


-corta duración

Tiempo t Tiempo t
(a) Lluvia en el exuemo superior (b) Lluvia en el extremo inferior
de la cuenca de la cuenca

Respuesta muy rápida


Respuesta de larga
duración

o
•2'

~ r--,;__-~-...

Tiempo t

(e) Lluvia en toda la cuenca


i5

Tiempo t
-
(d) Lluvia en toda la cuenca

Figura 4.30. Interacción entre la forma de la cuenca y cobertura de la tor-


menta para producir el hidrograma (adaptado de Veissman et al., 1977).

4.8.3. El hidrograma unitario

El hidrograma unitario se define como la descarga de una cuenca que resulta de


10 mm de escorrentía directa generada uniformemente sobre el área de drenaje a
una intensidad uniforme de precipitación para una unidad de tiempo, por ejem-
plo, 1 h o 1 día. El hidro grama unitario de T horas se define como el resultado de
la altura unidad de pluviometría efectiva cayendo durante T horas sobre toda la
cuenca. Los tres supuestos en esta teoría son:

1. El caudal del río Q es proporcional a la pluviometría efectiva. En la Figu-


ra 4.3l(a) (ambas observaciones de lluvia de la misma duración) se ve
que aumentando la intensidad de lluvia de i a ni produce un hidrograma
con una magnitud doble de caudal punta.
2. La relación efectiva pluviometría/escorrentía no varía con el tiempo. En
el supuesto 1 anterior se ve en la Figura 4.31 que ambos hidrogramas
CONCEPTOS DE HIDROLOGÍA 251

Sólo se muestra la precipitación neta

Hidrógrafa de (lluvia) ni mm/h para t h

Hidrógrafa de (lluvia) i mm/h para t h

T =Longitud base, la misma en ambos casos

Principio proporcional del hidrograma unitario


(a)

2
Sólo precipitación neta

...._ Hidrógrafa de escorrentía


resultante obtenida al sumar
las ordenadas de las tres
hidrógrafas componentes

Tiempo
Principio de superposición del hidrograma unitario
(b)

Figura 4.31. Supuestos del hidrograma unitario.

(Fig. 4.3l(a)) tienen Ja misma duración, porque ambas observaciones de


lluvia tienen Ja misma duración.
3. Se aplica el principio de superposición. De la Figura 4.3l(b), el primer
episodio de lluvia produce el hidrograma número 1. Un segundo episodio
de lluvia subsiguiente produce el hidrograma numerado 2 y un tercer
episodio produce el hidrograma numerado 3. El efecto acumulativo de
Jos tres episodios de lluvia es producir un hidrograma que es Ja adición de
Jos tres hidrogramas individuales (es decir, 1, 2, y 3).
252 INGENIERÍA AMBIENTAL

Dooge (1973) resumió que la teoría del hidrograma unitario modelaba los
sistemas hidrológicos como lineales e invariantes en el tiempo. Los supuestos de
la teoría del hidrograma unitario simplifican la comprensión hidrológica, aun
cuando ninguno de los supuestos tiene probabilidad de ser estrictamente correcto.
Para aplicaciones de ingeniería, estos supuestos se usan ampliamente. Por ejem-
plo, si tenemos una cuenca y un registro de los hidrogramas debido a diez tor-
mentas diferentes, podemos preparar para cada tormenta diez hidrogramas unita-
rios correspondientes a tormentas unitarizadas (normalizar todos los hidrogramas
como si todas las tormentas fueran tormentas nnitarias de, digamos, 10 mm de
pluviometría). Podemos tomar una media de esos diez hidrogramas unitarios y
llamarla el hidrograma unitario de esa cuenca, debida a una tormenta de 10 mm.
Así cuando haya otra tormenta de, digamos, 50 mm podemos calcular el nuevo
hidrograma a partir del hidrograma unitario.

4.8.4. El método racional


Mulvariey (1851), Kuichling (1889) y Lloyd-Davis (1906) tienen el crédito de
haber esbozado este método empírico de cálculo de escorrentía, de acuerdo con

QP = 0,278 CIA m 3/s (4.30)

donde QP = caudal pico del río, m3/s


C = un coeficiente de escorrentía o de impermeabilidad que
varía de 0,05 para suelos arenosos llanos hasta 0,95
para topografía urbana impermeable ·
I = intensidad de precipitación uniforme en mmlh a lo largo
del tiempo de concentración T,
A = la cuenca o área de captación, km2
Éste es un método simplista y no debe usarse más que para obtener una estima-
ción previa aproximada de QP. El coeficiente de escorrentía C depende de la
gama completa de parámetros de respuesta de la cuenca, incluyendo las condicio-
nes antecedentes, el estado de humedad del suelo, el tipo de suelo, la pendiente
del terreno, el uso del terreno, la profundidad del nivel freático, etc., y también de
los parámetros de tormenta incluyendo la duración, distribución espacial, etc.
Esta fórmula se puede usar con cuidado en pequeñas captaciones para tormentas
de corto período de retomo. Para períodos de retomo mayores de unos cinco años
y áreas de captación mayores de 10 km2 el método racional estima un QP mayor
que el método del hidrograma unitario o el método de las características de la
cuenca FSR (Flood Studies Report 1975) (véase Sec. 4.10.1).
El método racional ha sido adoptado para el diseño de alcantarillados urbanos
por Hydraulics Research, de Wa!lingford (1983). El método Wallingford utiliza
el método racional modificado siguiente:

Qp = 0,278 C,C,IA (4.31)


CONCE!'fOS DE HIDROLOGÍA 253

donde C, = coeficiente volumétrico de escorrentía que varía


desde 0,6 para suelos de drenaje rápido hasta 0,9 para suelos
pesados con las áreas urbanas en aproximadamente O, 7 5
c.= un coeficiente de ruta, normalmente 1,3
I = intensidad de lluvia, nunlh
A = área de captación, km2
La escorrentía urbana se trata en la Sección 4.12 donde se utiliza el método racio-
nal modificado. También se puede usar en el diseño de alcantarillas de sucie-
dad/tormenta tal como se explica en un ejemplo en el Capítulo 12.

4.8.5. Modelizado de cuencas


El modelizado de cuencas varía desde el modelo tipo método racional hasta los
modelos de componentes totalmente integrados, deterministas, basados en la físi-
ca y'Continuos de SHE (Abbot et al., 1986) o HSPF (1984). Uno de'lcís modelos
más detallados es el HSPF (USEPA, 1984) que ha estado en desarrollo desde los
sesenta. Tuvo su origen en Harvard, Stanford y el US Corps of Engineers. Éste es
un modelo integrado hidrológico-hidroquímico unidimensional, ideal para identi-
ficar las prácticas de buena gestión de la calidad del agua en cuencas de ríos.
HSPF es un modelo de componentes basados en la física, es decir, cada compo-
nente del ciclo hidrológico se describe matemáticamente por medio de las ecua-
ciones empíricas o exactas que lo rigen. Así que todos los componentes están
interrelacionados. Los componentes incluyen las diferentes capas de terreno des-
critas por los pará'metros: zona de almacenamiento superior, zona de almacena-
miento inferior, zona de evapotranspiración inferior, etc. Este modelo y el mode-
lo SHE son complejos y la malinterpretación de un solo parámetro es suficiente
para hacer que los resultados no tengan sentido. Ambos modelos son también
continuos, es decir que necesitan datos como entradas de series de tiempo (por
ejemplo, lluvia a incrementos de 15 minutos) y las convierten en salidas de series
de tiempo (por ejemplo, hidrogramas completos, más que los caudales punta so-
lamente). La secuencia de flujo del modelo SHE aparece esquemáticamente en la
Figura 4.32.
Vieira et al. (1994) discuten el modelo de MIKESHE. MIKE es un modelo
hidrodinámico para ríos, estuarios, canales, etc., y SHE es el modelo de la cuen-
ca. Ambos MIKE y SHE están interrelacionados para un óptimo modelizado y
planificación de la cuenca. Vieira et al. (1994) detallan que se puede usar para
planificación de cuenca de río, suministro de agua, planificación de riegos y dre-
najes, gestión y control en tiempo real, evaluación de contaminantes de sitios de
evacuación de residuos, evaluación de impactos de cambios a usos del terreno y
prácticas agrarias, gestión del suelo y del agua, estudios de efectos del cambio
climático y evaluaciones ecológicas.
Otros modelos más sencillos en uso son los modelos de parámetro agrupado.
Éstos transforman la pluviometría real en descarga de escorrentía mediante la
conceptualización de que todos los procesos en la cuenca tienen lugar en un
254 INGENIERÍA AMBIENTAL

Modelo de pérdidas Aporte


por evapotranspiración de
lluvia
y nieve

Modelo de intercepción
de bóveda de ramas

Modelo de nieve fundida

Modelo de zona
unidimensional para
cada elemento de la malla

Figura 4.32. Representación esquemátfoa de la estructura del modelo hidro-


lógico europeo (SHE), el sistema hidrológico (adaptado de Abbot et al., 1986.
Reproducido con autorización de Elsevier Science).

punto del espacio. No todos los parámetros físicos pueden incluirse en un esque-
ma semejante. El enfoque del hidrograma unitario, que puede utilizar una magni-
tud de tormenta individual o un hietograma, se combina con parámetros singula-
res de la cuenca, tales como área de la cuenca, pendiente del cauce, magnitud de
las lluvias previas y tipo de terreno, para producir un hidrograma de la descarga.
En estos modelos agrupados, el parámetro final de interés es el caudal punta,
QP. La forma o la duración del hidrograma no suele ser necesaria en estos mode-
los. Como tales, los modelos agrupados proporcionan una estimación de los cau-
dales punta en, digamos, los ejemplos de inundación.
La relación del agua con el suelo es de la mayor importancia en el modelizado
de cuencas. Algunos de los parámetros significativos incluyen el almacenamiento
en la zona superior (estancamiento), el almacenamiento en la zona inferior (zona
no saturada) y la evapotranspiración en la zona inferior. Pequeños cambios en
estos parámetros pueden dar lugar a cambios significativos en la hidrodinámica
de la descarga. Por ejemplo, los niveles de agua de verano en lagos y ríos pueden
depender mucho del flujo subterráneo. Si no se entiende esto, puede que no se
modelicen correctamente los niveles en los lagos en verano. Adicionalmente,
dada la fuerte correlación entre la calidad del agua y la descarga, si se utiliza un
modelo acoplado entre la hidrodinámica y la calidad del agua como el HSPF o el
SHE, es importante que la hidrodinámica esté modelizada con la mayor precisión
posible. Los niveles de sedimento y las cargas de nutrientes dependen significati-
CONCEPTOS DE HIDROLOGÍA 255

vamente de unos hidrogramas de descarga precisos. En el Capítulo 21 se descri-


ben más detalles sobre modelizado.

4.9. INSTRUMENTACIÓN HIDROLÓGICA


Este capítulo sobre conceptos hidrológicos no puede detallar de ninguna manera
(por causa de las limitaciones de espacio) la enorme gama de instrumentos que se
están utilizando en hidrología. Se remite a los lectores a los fabricantes y a otros
textos en hidrología, por ejemplo, Rosenberg et al. (1983), Shaw (1994), Bras
(1990), Dingman (1994), Bedient y Huber (1988) y Chow et al. (1988). La Ta-
bla 4.14 resume algunos aparatos de,instrumentación.

Tabla 4.14. Instrumentación hidrológica

Precipitación Pluviómetro - intensidad de lluvia


Radar - duración de la lluvia
Nieve Nevó metro - profundidad de nieve
Escorrentía Vertederos en V, vertederos - pequeños caudales
Registradores de nivel - otros
Energía/meteorología/atmósfera Anemómetros sónicos - velocidad del viento
Termistores infrarrojos - temperatura de la superficie
del suelo
Anemómetros de cazoleta - velocidad del viento
Veleta - dirección del viento
Higrómetros -humedad
Tennopares - temperatura del aire
Higrómetros de punto de rocío - temperatura/humedad
Placa de flujo térmico de suelo - energía radiante al suelo
Evaporación Lisímetro - evaporación de la superficie
del suelo
Bandeja de evaporación - evaporación desde la super-
ficie del agua
Humedad de suelo Sonda de neutrones - humedad del suelo en un
volumen
Sonda de capacitancia - humedad del suelo en un
volumen
Reflectometría en el dominio - humedad del suelo
del tiempo
Conductividad hidráulica Reflectometría en el dominio - conductividad hidráulica
del tiempo
Agua subterránea Pozos - elevación/caída del nivel de
agua

* Ahora se utiliza teledetección y detección por satélite para cada uno de los parámetros de esta
tabla.
256 INGENIERÍA AMBIENTAL

Tradicionalmente, la instrumentación para determinar los parámetros hidro-


lógicos (por ejemplo, pluviometría, escorrentía, evaporación, etc.) era in-situ. Tí-
picamente, los pluviómetros (o láminas de lona/plástico en el piso de los bosques)
determinaban la precipitación, se utilizaba una batea de evaporación para estimar
la evaporación y para determinar la. escorrentía se utilizaban registradores de
nivel de agua. También los parámetros de meteorología/ atmósfera (por ejemplo,
temperatura del aire, energía, humedad, etc.) estaban basados en tierra o in-situ.
Esta tradición se ha usado no sólo sobre superficies terrestres sino también sobre
los mares y océanos.

4.9J.. Teledetección en Hidrología

Sin embargo a medida que nos acercamos al siglo XXI, la mayoría si no todos los
parámetros hidrológicos serán determinados por teledete.cción mediante satélite o
radar. La teledetección es elcampo de la hidrología/meteorología/ciencia almos-
~ férica/ciencias de la tierra etc., que determina los parámetros necesarios;· a partir
de medidas no del parámetro mismo, sino por la forma en que altera el espectro
electromagnético de su estado conocido. La fotografía en el espectro visible es
probablemente la forma más sencilla de teledetección. Las técnicas de hoy en día
son capaces de tomar medidas sobre todo el espectro electromagnético. Diversos
sensores proporcionan una información única acerca de las propiedades bajo la
superficie terrestre, en la superficie terrestre (temperatura del suelo, temperatura
del aire, humedad, pluviometría, etc.) y en diversas zonas de la atmósfera (por
ejemplo, las nubes). Las medidas de la radiación solar reflejada dan información
sobre el albedo, los sensores térmicos miden la temperatura de la superficie (tie-
JTa o mar), y los sensores de microondas miden las propiedades dieléctricas del
suelo en superficie o de la nieve. El reto para el especialista en teledetección y el
científico de recursos hidráulicos es interpretar estas propiedades medidas a dis-
tancia de fmma que puedan usarse para una gestión y seguimiento efectivos
(Engman y Gumey, 1991).
El aspecto singular de la teledetección en hidrología es primordialmente su
capacidad para medir la información espacial al contrario que los datos puntuales
a partir de los que se han desaJTollado la mayoría de los conceptos y modelos
hidrológicos. Adicionalmente, la capacidad de medir variables de estado (hume-
dad de suelo, temperatura de superficie, etc.) en el área de una cuenca es «Casi»
posible con la te1edetección. Otro hecho de la teledetección está limitado a los
sensores de satélites y es la capacidad potencial de reunir conjuntos de datos de
largo plazo (por ejemplo, de décadas), Engman y Gumey (1991).

4J.O. CAUDA.LE§ DE INUNDACIÓN

Siempre ha sido de interés para los hidrólogos la determinación de los caudales


de avenida en ríos y lagos después de las lluvias. Adicionalmente, a los hidrólo-
CONCEPTOS DE HIDROLOGÍA 257

gos les gustaría ser capaces de predecir los caudales en ríos para las lluvias que
todavía no han tenido efecto. En la planificación de inundaciones o incluso en el
diseño hidráulico de un puente se utiliza el término período de retorno o interva-
lo de recurrencia para identificar la significación de una tormenta o una avenida.
Una avenida con un período de retorno de 5 años tiene un 98 por 100 de probabi-
lidad de ocurrir una vez en esos cinco años y un 20 por 100 de probabilidad de
ocurrir en sólo uri año. Simplemente indica que, digamos, la avenida de cinco
años tiene un 98 por 100 de probabilidades de ocurrir dentro de un intervalo de
cinco años. Puede suceder en· cualquier momento durante esos cinco años. La
avenida de cinco año no tiene lugar como un reloj cada cinco años. De hecho
podemos tenerla avenida de 100 años en los próximos cinco años. Los diseños de
las redes de alcantarillado se suelen basar en un período de retorno de 2 a 5 años.
Sin embargo, si esto es en un proyecto de renovación urbana con sótanos, el
período de retorno puede ser de 50 a 100 años. Típicamente, las estructuras en
ríos se diseñan para períodos de retomo de 30 a 50 años. Mientras mayor sea el
período de retorno, mayor será la intensidad de avenida. Los periodos de retomo
altos están reservados para las estructuras potericialmente capaces de producir
una catástrofe. Los embalses podrían diseñarse para 1.000 a 10.000 años. En
estos casos, es de interés la PMF, o máxima avenida probable. Una relación típica
entre el caudal y el período de retomo aparece en la Figura 4.33. Se ve que la
relación se aproxima a la linealidad por debajo de los cinco años. Más allá de
esto, es no lineal y la diferencia entre los caudales de 500 y 1.000 años es de
aproximadamente 15 por 100. Para Irlanda, el cálculo utilizado para determinar
la Figura 4.33 (de Flood Studies Report, UK, 1975) es

Q = -3 ,33 + 4 ,2 e-o.os,
Q, (4.32)

2,5

2,0
--- ---
a, /
ª 1,5
/
/
1,0
/
0,5

50 100 150 200 250 300


Período de retorno (años)

Figura 4.33. Relación típica del caudal de un río y el período de retorno.


258 INGENIERÍA AMBIENTAL

donde y= In [-In (1 - lit)] (4.33)


Q = la inundación media anual
Q, = la magnitud de inundación con un período de retomo de t años
Las ecuaciones (4.32) y (4.33) son ecuaciones empíricas de FSR (NERC, 1975).
Este último documento es una compilación de todos los datos disponibles de
pluviometrías y caudales de ríos en Irlanda y el Reino Unido hasta 1970 (algunos
registros de pluviometría y de caudales de ríos datan de principios de los años
1800) que fueron analizados y de los que se produjeron ecuaciones de regresión
para determinación de caudales de avenida. El documento FRS produjo lo que se
conoce ampliamente como el método de las características de cuenca para predic-
ción de inundaciones. Los métodos no son aplicables fuera de RU/Irlanda.
La determinación de los períodos de retorno para tormentas y escorrentías se
suele basar en datos históricos de series temporales. Por ejemplo, para determinar
el período de retomo para caudales, se reúnen los caudales máximos de cada año
a lo largo de la historia de los registros. Se ordenan de mayor a menor. Se utilizan
técnicas estadísticas como las estimaciones de mínimos cuadrados, de momentos,
o de máxima probabilidad, para determinar el período de retomo y los caudales
asociados.
Una muestra de los diversos métodos utilizados para determinar los caudales
de avenida se detalla en la Figura 4.34 para ctlencas medidas y no medidas. Una
cuenca medida tiene al menos un nivel de agua registrado en una localidad y tiene
una altura asociada frente a una descarga, para esta localidad.

4.10.1. Características de cuenca para .cuencas no medidas


Para las cuencas no medidas, el FSR (NERC, 1975) propuso varias ecuaciones
para el cálculo de caudales de avenida basadas en las características de la cuenca,
es decir área, pendiente del cauce, etc. Mientras más detallada es la ecuación
más robusta es la predicción. El cálculo se basa en Q, es decir, la avenida media
anual, y ésta se puede modificar para cualquier período de retorno basándose

Caudales de avenida

Cuencas medidas Cuencas no medidas

Series Comparación
Serie de Hidrograma Características Hidrograma
de puntas con una
máximas unitario (de los de Ja cuenca unitario
sobre cuenca
anuales datos de lluvia
y escorrentía)
el umbral conocida
(POTI

Figura 4.34. Métodos de determinación de caudal de avenida para cuencas


medidas y no medidas.
CONCEPTOS DE HIDROLOGÍA 259

en ecuaciones similares a las Ecuaciones (4.32) y (4.33). La avenida media anual


no tiene un período de retomo de un año. En la combinación Reino Unido/Irlanda
de FSR (NERC, 1975), Q tiene un periodo de retomo de 2,4 años. El caudal
punta se toma para cada uno de los números de años de datos disponibles y
entonces se promedia. Así que Q puede ser mayor o menor que la avenida anual
(de cualquier año) y por supuesto es mayor que la media inundación media anual.
Las ecuaciones empíricas se aplican al Reino Unido e Irlanda. La ecuación de
seis variables es

- --
Q e X AREA°·94 X STMFRQº·27 X Sº· 16 1.085 X SOIL 1•23 X

x RSMD 1 ·º~(1 + LAKE)--0· 85 (4.34)

donde AREA = área de la cuenca, km2


STMFRQ = frecuencia del curso de agua, número de confluencias/km2
SOIL = un índice basado en cinco tipos de suelo, S 1 a S5,
donde S 1 es indicativo de un suelo de baja escorrentía
y S5 es una alta escorrentía (pedazos rocosos)
S1.o85 = pendiente del cauce, entre las localidades de 10 y
85 por 100, mlkm
RSMD = pluviometría neta de 1 día con un período de retomo
de 5 años
LAKE = la fracción de superficie de la cuenca ocupada por lagos
C =multiplicador regional, por ejemplo, ~0,018 para Irlanda,
~0,020 para Escocia

Los detalles de cómo utilizar la ecuación anterior y una explicación de los pará-
metros aparecen en el Volumen.! de FSR (NERC, 1975).
La ecuación de cinco variables es

Q= C x AREAº·87 x STMFRQº" 1 x SOIL 1•23 x RSMD 1•17 (1 + LAKE)º·" (4.35)

donde e ~ 0,0183 para Irlanda


~ 0,0224 a 0,0362 para Escocia/Reino Unido
Las ecuaciones de dos variables son

- -- O' 0236 x AREA 1•19 x Sº·In~


Q 84
(4.36)

y Q = 2,242 X 10-7 x AREAº· 84 x SAAR2·º9 (4.37)

La ecuación de una sola variable es

Q = 0,667 x AREAº"7 (4.38)


260 INGENIERÍA AMBIENTAL

Ejemplo 4.8. Determinar la avenida media anual utilizando las ecuaciones


de seis, cinco, dos y una variable para la siguiente cuenca en Irlanda:

Área de cuenca = 1.762 km 2


Pluviometría media anual = 1.100 mm
Pendiente del cauce = l ,3S mJkm
Longitud del cauce = 109 km
Frecuencia del cauce, STMFRQ = 0,77
Parámetros del suelo
Clase S2 = 41 por 100
Clase S4 = 31 por 100
Clase SS = 28 por 100
Fracción de lagos = O

El parámetro de suelo utilizado en la ecuación es

SO!L = O,lS SI+ 0,3 S2 + 0,4 S3 +0,4S S4 + O,S SS= 0,403

El parámetro de precipitación utilizado en la ecuación es aproximado por

RSMD =2,48JSAAR- 40 =42,4 mm


donde SAAR es la pluviometría estándar media anual. Un método más exacto
aparece en FSR (NERC, 197S).
Los resultados se resumen en la Tabla 4. lS y la variación a ±2S por 100 del
valor medio de Q. Es prudente mantenerse en el lado alto y por tanto adoptar
Q ~ 300 m3/s. Los métodos aplicables a otros países, por ejemplo, Estados Uni-
dos, Australia, etc., se detallan en Chow et al. (1988).

4.10.2. Análisis de candales pnnta para cuencas medidas


Como se mencionó en la Sección 4.1 O, si la cuenca analizada está medida en
cuanto a caudales de ríos, entonces se integran los registros para producir cauda-

Tabla 4.15. Valores de Q para diferentes ecuaciones

Ecuación de seis variables 304


Ecuación de cinco variables 289
Ecuación de dos variables 221
Ecuación de dos variables 272
Ecuación de una variable 211
CONCEPTOS DE ffiDROLOGÍA 261

les de avenida en correspondencia con periodos de retomo. La siguiente discu-


sión es independiente del país y se basa puramente en estadísticas. Se pueden
examinar varias interpretaciones diferentes delos mismos juegos de datos. Con
referencia a Ja Figura 4.35, se puede notar lo siguiente:
l. La serie máxima anual se compone de P 1, P2 , P3 •
2. Definiendo un umbral en p, se ve que las cinco puntas sobre este umbral
P 1, p 1, P2, P 3 , p 3 , forman la serie de puntas sobre el umbral (POT). A
veces se Je llama la serie de duración parcial.
3. Se puede fijar un umbral tal que haya N puntas en N años sin que cada
año haya una punta. Esto se conoce como la serie de excedencia anual.
Se puede esperar, entonces, que Jos diferentes métodos produzcan diferentes
caudales de avenida para el mismo período de retomo o que diferentes métodos
adscriban la misma magnitud de avenida para diferentes períodos de retomo. Los
valores tenderán a ser más próximos cuando el período de registros sea más largo.
El siguiente ejemplo es del método de la serie máxima anual.

Ejemplo 4.9. Dada la serie de avenidas máximas anuales que se muestra


más abajo desde 1975 a 1989 para el río Bandon, Irlanda, calcular los períodos de
retomo y las magnitudes de avenida para 1 a 100 años:

Año 1975 1976 1977 1978 1979 1980 1981 1982 1983 1984 1985 1986 1987 1988 !989

3
Avenida (m /s) 298,4 85,7 144,7 21 !,9 121,4 1!3,7 13!,7 223,5 108,3 102,9 95,6 239,8 132,6 261,2 145.2

Prepárese la Tabla 4.16 como sigue


l. Ordenar los.15 caudales de mayor a menor como en la columna 2.
2. En la columna 3 dar a cada uno un número de orden m de 1 a 15 (n = 15).
3. Utilizar la formula de Weibull para asociar un período de retorno T(x) en
la columna 4 a cada caudal ordenado según

n+1
T(x) =-m
- ecuación de Weibull para el período de retorno (4.39)

P,

~p
a

2 3
Años

Figura 4.35. Series de datos de las puntas de avenida.


262 INGENIERÍA AMBIENTAL

Tabla 4.16. Determinación de los caudales de avenida frente a períodos


de retorno para el Ejemplo 4.9

1975 298,4 1 16 0,0625 0,9375 2,74


1988 261,2 2 8 0,125 0,875 2,01
1986 239,8 3 5,33 0,1876 0,8124 1,57
1982 223,5 4 4 0,25 0,75 1,24
1978 211,9 5 3,2 0,3125 0,6875 0,981
1989 145,2 6 2,66 0,375 0,625 0,755
1977 144,7 7 2,286 0,437 0,563 0,554
1987 132,6 8 2,0 0,50 0,50 0,366
1981 131,7 9 1,77 0,565 0,435 0,183
1979 121,4 10 1,6 0,625 0,375 0,019
1980 113,7 11 1,45 0,69 0,31 -0,158
1983 108,9 12 1,3 0,75 0,25 -0,327
19.8;4 102,9,., - 13 1,23 0,813 0,187 -0,517
1985 95,9 14 1,143 0,874 0,126 -0,728
1976 85,7 15 1,066 0,9375 0,0625 -1,0199
x = 161,2
n = 15
1
donde P(x) = T(s)

m
o P(x) = - - ecuación de Weibull para la probabilidad
n+1
La ecuación de Gringorton P(x) = (m - 0,44)/(n + 0,12) se usa a menudo
en vez de la ecuación de Weibull.
4. En la columna 5 adjuntar el valor asociado P(x), donde P(x) es la proba-
bilidad de que un máximo aoual sea igual o exceda de un valor de aveni-
da x m 3/s en cualquier año dado, P(x) = IIT(x).
5. En la columna 6 colóquese el valor F(x) asociado, donde F(x) es la pro-
babilidad de que un máximo aoual sea menor que x en cualquier año
dado, es decir F(x) = 1 - P(x).
6. En la columna 7 colocar el valor asociado de y, definido por y = 1 - In
{-In [1 - IIT(x)]}.
7. Ahora ésto.s se pueden representar gráficamente en un papel de probabili-
dad Gumbel de valores extremos, como aparece en la Figura 4.36.
8. Dibujar la línea recta de «mejor ajuste» o ajustar una línea mediaote el
método de mínimos cuadrados u otro método y extrapolar para períodos
de retomo más largos. Sin embargo, hay que tener cuidado al extrapolar
datos más allá del número de años para los que hay datos disponibles.
La línea ajustada en la Figura 4.36 es la mejor línea de mínimos cuadrados.
Se ve en la línea de mejor ajuste que hay escasez de datos disponibles para cauda-
CONCEPTOS DE HIDROLOGÍA 263

Período de retorno (años)


1,01 1,25
1001 11 2 5 10 20 50 100 200 1 000

800

700

600

500
/
/
/"'
/
400
/
/,/
300 -- /

•Y
/ '

200

x•
"'(
..
/
100
/y
0,001 0,10 0,30 0,50 0,70 0,90 0,95 0,98 0,99 0,995 0,999
0,01 0,20 0,40 0,80 0,97 0,9975
Probabilidad F(x)

-2,0 -1,0
º·º 1,0 2,0 3,0
Variable reducida, y
4,0 5,0 6,0 7,0

Figura 4.36. Frecuencia de avenidas (representación Gumbel) frente a cau-


dales para Bandon, Irlanda.

les entre 150 y 250 m3/s. De esta figura, se toman valores para periodos de retomo
más amplios mediante extrapolación y se colocan en la Tabla 4.17. Como sólo se
dispone de registros para 15 años, se requiere cuidado al interpretar los valores de
retomo de cm¡dales para períodos de mucho más de 25 años.

Tabla 4.17. Período de retorno frente a caudales de avenida


para el Ejemplo 4.9
Período de retorno (años) 2 5 10 25 50 100 200

Flujo (m'is) (Weibull) 160 230 275 330 380 430 470
264 INGENIERÍA AMBIENTAL

4.11. CAUDALES MÍNIMOS


Los caudales míuimos también son parámetros significativos en hidrología. Tra-
dicionalmente, los hidrólogos se preocupaban del alivio de aveuidas de modo que
el análisis de altos caudales es más común que el análisis de caudales míuimos.
Sin embargo, los análisis de caudales mínimos son de un interés relevante, espe-
cialmente en relación con las extracciones de agua para suministros o hidroelec-
tricidad o más especialmente para la calidad de las aguas. Que los permisos de
descarga de efluentes hídricos sean autorizados o no depende de las magnitudes
de los caudales mínimos y del sostenimiento de las pesquerías o los hábitats
acuáticos. Hay muchos términos que se utilizan en el análisis de caudales míni-
mos, algunos de los cuales se definen en la sección siguiente.

4.11.1. Parámetros de caudal mínimo


--~Una curva de q1Jración de.qf1udal es una r~presentación, como en la Figu-
ra 4.37, con ordenadas de caudal (m3/s) y abcisas de porcentaje de excedencia.
Por ejemplo, la maguitud de flujo de 7 m3/s es excedida durante el 50 por 100
del tiempo.
• El porcentaje de excedencia es el porcentaje de tiempo que se excede una
descarga dada. La excedencia del 95 por 100 es el caudal que se iguala o se
excede el 95 por 100 del tiempo. En la Figura 4.37 este valor es de alrededor de
1.5 m3/s.
• El caudal medio diario es la media de la descarga instantánea a través de un
período de 24 horas.
• El caudal medio diario anual es la media en un año de los caudales medios
diarios.

22 5 % = 21,93 m3/s '


' ' ' 1 ' ' 1 1 '
20 .- -: - - -;- - - --:- --- "j - - - -:- - - - :- - - - -:- - - - -:- - - - -:- - - - -:- - - - -

__ L __ _ J ____ J ____ J ____ J ____ J ____ J ____ J ____ J ____ J ____ _

18 : : : : : : : : : :
--~---- ----~----~----~----~----~----~----~----~-----
16 : 1 : : : : : : :

Ü) 14 --+----+-
r 1
-+----+----+----~----~----~----~----~-----
1 1 1 , , 1 1 1

.s
¡;;-;..
12
1
--~----~----~
i 1 1 '
---~----~----;----¡----¡-----:--·--:-----
1 1 1 1

«i
-grn 10
- -+' ----+- ---+- --
1 1 1
1 -
1
-
1
- --{- ----{- - - --{- -
1
- - -:- -
1
- --:- -
!
- - -:-- -
1
- -

__ L ____ J ____ J ____ J _ _ _ J ____ J ____ J ____ J----~----~-----

U B : : : : 1 : : : : :
- -1- - - - -1- - - - -1- - - - -i- - - - _,_ - - - -
6 '
'
4 '1 '
1 1 1
--r----r----T----,----1----,----;----
1 1 1
'
-------,-----
'
2
--+ ----+- ---+- ---~ ----~ ----~ ---95 ('o= 1,4J?5 ml/s-:- - :.. _-,-
1 ' 1 1 1 1

OO 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100
Porcentaje de excedencia

Figura 4.37. Curva de duración de caudal.


CONCEPTOS DE HIDROLOGÍA 265

• El caudal de tiempo seco es el caudal medio diario anual míuimo con un perío-
do de retomo seleccionado. Este término o sus múltiplos se usan a menudo para
el diseño de saneamientos de suciedad o tormentas.
• El caudal base es la contribución al cauce del agua subterránea.
• Día-Des un término usado para la duración en días, por ejemplo, 10-días es de
10 días de duración.
• Caudal de Día-D es el caudal medio en D-días consecutivos.
• El caudal mínimo sostenido se define como el caudal medio más bajo que no se
excede durante una duración dada.
• Caudal mínimo sostenido de Día-D (SLF) es el caudal medio diario más grande
en el período de D días, por ejemplo, el SLF de Día-7 se encuentra obteniendo
el caudal medio en la semana más seca y luego el mayor caudal medio diario en
ese período de siete días es el SLF para ese año. Así, el SLF de !-día es el
mínimo DMF (caudal medio diario) para el año.
• Caudal mínimo es el míuimo caudal observado en el período.
• El porcentaje de excedencia de caudal de Día-D se define mejor por medio de
un ejemplo.
Q95, 10 es el canda! con porcentaje de excedencia de 95, promediado en 10
días (Q95 por 100, 10 días)
Las autoridades en los diferentes países especifican diferentes parámetros de
caudal mínimo. Por ejemplo, en Irlanda, el SLF Día-7 se usa a menudo en la
planificación de los permisos para descargas de vertidos. Otros parámetros usa-
dos son el Q95, 10.

4.11.2. Frecuencia de caudales mínimos


Es significativo establecer frecuencias de caudales mínimos igual que era signifi-
cativo establecer frecuencias de avenidas. Es interesante establecer periodos de
retomo para las magnitudes de caudales mínimos. Los métodos usados son varios
pero el del valor extremo de la distribución de Gumbel se puede usar como se usó
en la Sección 4.10.2 para análisis de aveuidas.

4.12. HIDROLOGÍA URBANA

Las zonas urbanizadas afectan a la respuesta de una cuenca a la lluvia en muchas


formas, dependiendo de la localización de la urbauización respecto al extremo
aguas arriba o aguas abajo del entorno de un río. Un nivel de urbanización com-
pleta puede reducir el tiempo de elevación de un hidrograma hasta un 70 por 100
(Fig. 4.38) y aumentar el caudal medio anual entre 200 y 600 por 100, dependien-
do de la capacidad de respuesta de la cuenca antes de su urbanización (NERC,
1979). La introducción de superficies impermeables y un sistema eficiente de
drenaje aumentan el volumen de la escorrentía (reduciendo la infiltración) y re-
266 INGENIERÍA AMBIENTAL

--~Tiempo

Figura 4.38. Esquema conceptual de la respuesta de la hidrógrafa debida a


la urbanización.

duce el tiempo de viaje del caudal, dando. Jugar a un hidrograma.qt1e-llega más


rápido a la punta, es más rápida en bajar y da una mayor descarga punta. En
correspondencia, la distribución de la frecuencia de avenidas queda afectada y los
caudales en todos los períodos de retomo quedan, por lo general, aumentados. La
magnitud del incremento depende del nivel de urbanización y de la relación entre
la respuesta urbana y la respuesta rural original.
Los siguientes factores se relacionan como significativos en la respuesta hi-
drográfica a la urbanización en el Informe FSR No 5 (NERC, 1979):

l. A las cuencas caracterizadas por un bajo porcentaje de escorrentía y una


baja respuesta les afecta más la urbanización que a las cuencas ya carac-
terizadas por un alto porcentaje de escorrentía y una rápida respuesta.
2. La urbanización tiene un mayor efecto en la respuesta a tormentas peque-
ñas que previamente produjeron un bajo porcentaje de escorrentía y poco
caudal sobre las riveras que en la respuesta a tormentas intensas. Así que
la avenida media anual quedará aumentada en una proporción mayor que
las avenidas más raras.
3. Ya que las cuencas urbanas responden más rápido y producen mayor
escorrentía en los episodios de lluvia menores, la avenida de año-T des-
pués de la urbanización tiende a ser causada por una tormenta de dura-
ción más corta y de una altura de lluvia menor pero de mayor intensidad.
Por tanto, el efecto de la urbanización en la avenida de año-T depende de
las características de la lluvia local y de la relación entre las intensidades
de lluvia en las tormentas de corta y larga duración.
4. El efecto de las urbanizaciones depende del emplazamiento del desarro-
llo urbano dentro de la cuenca. La urbanización en zonas aguas arriba
puede dar lugar a una respuesta urbana rápida que coincide con y refuer-
za la respuesta rural más lenta aguas abajo. La urbanización en zonas
aguas abajo puede dar lugar a que la respuesta urbana pase antes de que
llegue la respuesta rural lenta de zonas aguas arriba.
CONCEPTOS DE HIDROLOGÍA 267

4.12.1. Evaluación FSR de la escorrentía urbana


El informe FSR (NERC, 1975) estima el efecto de la urbanización de

q,Q, = [(l + URBAN)'" (1 + 0,3 URBAN x _ZQ_)]-


PR,
1 (4.40)

donde Q, = avenida urbana media anual


Q, = avenida media anual para la cuenca rural,
calculada de Ecuación (4.35)
URBAN = fracción de cuenca urbanizada
PR, = porcentaje de escorrentía de la cuenca rural
= 102,4 x SOIL + 0.28 (CWI - 12,5)
(para SOIL véase la Sec. 4.10.1)
CWI =índice de humedad de la cuenca (oscila entre 125 y 180)
·~ 125 para una cuenca seca
~ 180 para una cuenca sobresaturada

Por ejemplo, con una cuenca urbanizada al 50 por 100 y PR, = 0,5, la avenida
media anual de la cuenca urbanizada es un 23 por 100 mayor que en la cuenca
rural. Hay más detalles en el Informe complementario FSR No 5 (NERC, 1979).

4.12.2. Escorrentía urbana a partir del método racional


Como se describió en la Sección 4.8.4, el método racional es un método
sencillo que se usa a veces para determinar la escorrentía urbana. El caudal
Q se representa por

QP = 0,278 CIA m 3/s

El coeficiente de escorrentía para aplicaciones típicas aparece en la Tabla 4.18 ..


Los demás parámetros se definieron en la Sección 4.8.4.

4.12.3. Modelizado de la escorrentía


Para cumplir la normativa ambiental de calidad del agua de escorrentía superfi-
cial, se requieren ahora técnicas más sofisticadas que el método de diseño racio-
nal. Hay varios sistemas incluyendo los que incorporan tanto el análisis de creci-
das como el de contaminación en las alcantarillas. Los modelos de escorrentía
superficial calculan los hidrogramas de entrada a la red de saneamiento utilizan-
do series temporales de los históricos de tormentas (si los hay disponibles). La
escorrentía se encamina a través de la red de tuberías, imbornales y estructuras
hidráulicas en un análisis transitorio. Semejante análisis permite el examen del
268 INGENIERÍA AMBIENTAL

Tabla 4.18. Coeficiente de escorrentía para diferentes


.
superficies

Calles 0,7-0,9
Carreteras 0,75-0,85
Prados de césped (arenosos)
Pendiente < 2 % 0,05-0,1
2~7% 0,1-0,15
>7% 0,15-0,2
Prados de césped (arcillosos)
Pendiente < 2 % 0,13-0,17
2-7% 0,18-0,22
>7% 0,23-0,35
Tejados 0,78-0,95
Zona industrial ligera 0,5-0,8
Zona i~dustrial pesada 0,6-0,9
Zonas de empre.sas 0,7-0,9
Zonas de viviendas 0,5-0,7
Zonas de viviendas unifamiliares 0,25-0,4

comportamiento hidráulico de sistemas complejos de alcantarillas enlazados que


incluyen crecidas de tormenta, cubas de detención y estaciones de bombeo. Así
puede identificarse Ja extensión y el período de retomo de la crecida y se pueden
modificar los cuellos de botella y las debilidades del sistema para reducir los
casos de crecidas extremas a niveles aceptables. El tercer aspecto es la carga
contaminante de forma que el diseño de la planta de tratamiento de aguas residua-
les situada aguas abajo sea más valido. Asimismo, es importante identificar bien
las cargas contaminantes para las crecidas de tormenta. Por ejemplo, en aguas
receptoras sensibles, el conocimiento de la aportación de nitrógeno y fósforo,
nutrientes productores de eutrofización, es muy importante, no sólo en sus canti-
dades sino en las entradas variables con el tiempo.
Hay disponibles sistemas de software para modelizado que incorporan los
aspectos de análisis de avenidas, diseño hidráulico y evaluación de contaminan-
tes, de muchas organizaciones internacionales, incluyendo el Instituto Hidráulico
Danés (MOUSE), la Estación de Investigación Hidráulica Wallingford y la USE-
PA. El sistema MOUSE también se usa para control en tiempo real (RTC) para
sistemas de crecidas en saneamientos combinados.

4.13. AGUA SUBTERRÁNEA


Como el enfoque de este libro es sobre ingeniería ambiental, a continuación viene
una breve introducción a la física del agua subterránea. En la Sección 4.14, se
CONCEPTOS DE HIDROLOGÍA 269

discuten los aspectos de química del agua subterránea, contaminación y sistemas


de protección de acuíferos.
En partes anteriores de este capítulo se examinaron el agua superficial y
el movimiento del agua en la zona no saturada. El agua subterránea se define
aquí como el agua por debajo del nivel freático, en otras palabras en los estra-
tos geológicos donde el espacio de poros está - 100 por 100 ocupado por el
agua. «Hidrogeología» es otra palabra dada al estudio del agua subterránea. El
agua subterránea es un recurso hidráulico natural significativo. En Irlanda, el
agua subterránea se usa aproximadamente para un 25 por 100 de las necesidades
hidrológicas. En parte de Europa, el porcentaje correspondiente es de alrededor
de 80.

4.13.1. Acuíferos

La Figura 4.39 es un esquema de los diferentes tipos de acuíferos. Un «acuífero»


se define como una formación de roca portadora de agua que contiene cantidades
suficientes de ésta para ser explotada y traída a la superficie mediante pozos.
Un acuífero puede ser «confinado» o «libre (no confinado)». En la Figura 4.39, el
acuífero superior es libre, es decir que tiene una línea de nivel freático natural con
libertad para subir o bajar. Un acuífero confinado esta restringido por un estrato
superior impermeable llamado «capa acuiclusa», que inhibe el movimiento del
agua hacia arriba. Cuando se perforan una serie de pozos en el acuífero confina-
do, el agua se elevará y llegará a su propia línea de nivel freático. Esta línea es la
línea piezométrica o sea la debida a la presión hidrostática del acuífero confinado
(véanse también las Figs. 4.45 y 4.46).

Zona de recarga

~t~ a la que se elevará el agua


_
------
Nivel freático - - - - - Línea de
~terreno
• - - - • Pozo artesiano, .. .. \ - - - - ... _,...-... natural
- /p.._c1J.í~ero
_ .. - -
------- ~ \ibf0

ca.9ª
\\ft'¡tante

cuífero confinado__.,.

Fondo impermeable

Figura 4.39. Esquema de los tipos de acuíferos.


.
270 INGENIERÍA AMBIENTAL

La línea piezométrica es un nivel teórico si no hay pozos. En los acuíferos, se


supone que todo el espacio de poros está ocupado por el agua. Como tal, la
«porosidad» es un parámetro significativo. Se define como

Poros1'dad n = V,,
V. (4.41)
t

donde V, = volumen de huecos


V, = volumen total

V,,
Relación de huecos e = V.
'
donde V, = volumen sólido (V, - V,)
Por tanto
·e n
n=-- y e=-- (4.42)
1 +e 1-n
La Figura 4.40 muestra la variación de la porosidad con el tipo de roca. La Ta-
bla 4.19 muestra los valores típicos de la porosidad, y de otros parámetros para
diferentes tipos de materiales. La porosidad efectiva se define como el porcentaje
de espacio de poros interconectado.

(al lcl lel

lb) id) 111


(a) Depósito sedimentario bien clasificado con alta porosidad
(b) Depósito sedimentario escasamente clasificado con baja porosidad
(e) Depósito sedimentario bien clasificado de guijarros porosos, dando una porosidad total alta
(d) Depósito sedimentario bien clasificado donde la materia mineral se ha depositado en los intersticios
(e) Roca convertida en porosa por solución (por ejemplo, roca caliza)
{f) Roca porosa fracturada

·Figura 4.40. Relación entre la textura y la porosidad de las rocas (adaptado


de Meinzer, 1923; Domenico y Schwartz, 1990).
CONCEPTOS DE IUDROLOGÍA 271

Tabla 4.19. Valores de porosidad según material

Piedra machacada >30 >20 10-4 a 10


Grava gruesa 24-36 -22 10-4 a io-2
Grava fina 25-38 -22
Arena gruesa 31-46 -25 10-1 a 10-3
Arena fina 26-53 -10 10-1 a 104
Lodo 34-61 -8 10-9 a 10-s
Arcilla 36-60 -3 10- 11 a 10-9
Piedra arenisca 5-30 -5 10- 10 a 10-6
Caliza 5-50 -2 10-6 a 10-2
Pizarra 0-10 -3 10- 13 a 10-9
Basalto 3-35 10-rn a 10-s
Depósito glacial -32 -16 10:: 12 .a- 10-6 .. '.-...
Turba -92 -44

* Conductividad hidráulica sarurada también denotada como Kh .


Adaptado de Johnson, 1962, 1967. ·~t

4.13.2. Producción de agua


La capacidad de producción de agua de un acuífero es un parámetro físico signifi-
cativo en hidrogeología que depende de, y varía con varios parámetros, inclu-
yendo:
l. Producción específica: la cantidad de agua del acuífero expresada como
porcentaje de la que drena libremente bajo la influencia de la gravedad.
Por definición es menor que la porosidad ya que parte del agua no es libre
de drenar debido a las fuerzas atractivas y de enlace tales como la tensión
superficial. Algunos valores típicos aparecen en la Tabla 4.19.
2. Coeficiente de almacenamiento, S: en cierto modo similar a la produc-
ción específica, este parámetro expresa el volumen de agua que un acuí-
fero libera (o acumula) por unidad de superficie y por unidad de varia-
ción en longitud en la altura piezométrica. Para acuíferos confinados
10-5 < S < 10-3 • Para acuíferos libres 10-2 < S < 0,35 (Davis y Cornwell,
1991). Las unidades sou m3 de agua/m3 de acuífero.
3. Gradiente hidráulico, dh/dx: la pendiente de la línea de la superficie pie-
zométrica en m/m. La magnitud de la «altura» determina la presión sobre
el agua subterránea para moverse y a qué velocidad.
4. Conductividad hidráulica, K: en la zona no saturada, expuesta en seccio-
nes anteriores de este capítulo, la conductividad hidráulica se definía
como una medida de la capacidad de un medio (suelo) para permitir el
272 INGENIERÍA AMBIENTAL

paso del agua en unidades de mis. Con respecto a acuíferos, el medio no


es. el suelo sino normalmente roca. K es una propiedad tanto del medio
como del flujo y es dinámica, variando con el contenido de humedad. En
este libro, usamos los términos conductividad hidráulica y permeabilidad
indistintamente. Los valores pueden oscilar sobre 12 órdenes de magni-
tud, con los valores más altos para gravas y calizas (entre 10- 12 y 10-4), y
los más bajos para rocas ígneas y metamórficas unifraccionales así como
arcillas (lo-• a 10- 14). Algunos valores típicos aparecen en la Tabla 4.19.
5. Transmisividad, T: la velocidad de·flujo por unidad de anchura del acuí-
fero bajo un gradiente hidráulico unitario, 10-4 < T < 10- 1:

T=Kb (4.43)

donde b =espesor (altura) del acuífero

Nos referiremos a la Tabla 4.19 de nuevo cuando discutamos los revesti-


mientos de arcilla para vertederos (Capítulo 14) que reé¡úléren una per-
meabilidad casi despreciable a valores menores de 10-9 mis.

4.13.3. Flujo de agua subterránea

Al igual que en el flujo de la zona no saturada, el flujo en acuíferos es hasta cier-


to punto tridimensional. Sin embargo, si el gradiente hidráulico es predominan-
temente unidireccional, el flujo será casi unidimensional. Si la conductividad
K = Kx = K, = K,, entonces el acuífero se considera isótropo y éste es el caso de
flujo más sencillo de analizar. Si K es independiente de la localización dentro del
acuífero, se dice que es homogéneo. Normalmente en el análisis, el flujo se supo-
ne isótropo y homogéneo. La ley de Darcy para el flujo de agua subterránea es:

dh
Q=-KA-
d.x

(4.44)

donde Q = flujo (horizontal) a través del acuífero, m3/s


K = conductividad hidráulica, mis
A = área de la sección transversal, m 2
h2 - h 1 = caída de presión, m
/2 - 11 = diferencia de longitud (a lo largo de la dirección
horizontal x entre h2 y h 1), m
CONCEPTOS DE HIDROLOGÍA 273

Q dh
también q=A=Kdl

8h 8h
q, = K, 8y; q, = K, 8z (4.45)

donde q = descarga específica o flujo por unidad de superficie

Ejemplo 4.10. Determinar la capacidad de flujo diario y la transmisividad


de un acuífero de piedra si:
• La profundidad del acuífero es de 15 m
• La anchura es de 800 m
• La longitud es de 2 km
• La variación de altura de presión en los 2 km es de 3 m.
Solución: Supóngase la conductividad hidráulica

K =6 X 10-7 m/s =5,2 X 10-2 m/día


dh
Q=KA dl

2 3
Q = 5,2 X 10- X 800 X 15 X .000 = 0,94 m 3/día
2
Transmisividad, T = Kb = 5,2 x 10-2 x 15 = 0,78 m 2/día
Las ecuaciones generales de flujo para agua subterránea viene desarrolladas
en varios textos generales de hidrología e hidrogeología (Bras, 1990; Domenico y
Schwartz, 1990). Aquí se presentan brevemente.

Flujo en un medio saturado. La Figura 4.41 representa un volumen de


control unitario de un medio saturado. Se aplica el concepto de balance de mate-

a(pq) 8.x
pqx+-0-X-
pq,
Nota: Para simplificar,
el flujo en las
direcciones y y z
no se muestra

Figura 4.41. Elemento de roca saturada sin superficie libre.


274 INGENIERÍA AMBIENTAL

ria para determinar la ecuación de flujo. El balance de materia neto en la direc-


ción x es

Caudal en masa)
( hacia la unidad - (eauda1 en masa
desde la unidad )
=
Variación en el )
almacenamiento de
.
( masa con e1 tiempo

pqx Íl.y Ll.z - [ pqx +


a (pqx)
ox
fu;] Íl.y Ll.z =
a (pn)
----¡¡¡--fu: Ll.y Ll.z (4.46)

donde
n es una porosidad efectiva (unidades de longitud)
y pn es la masa por unidad de volumen
y
qx = flujo por unidad de área perpendicular a la superficie Ll.y Ll.z .

La Ecuación 4.46 entonces se reduce a

En tres dimensiones

-(ªqx + oqy + oq,) = on. (4.47)


ax ay az ai
Introduzcamos el término «almacenamiento específico», S0 , como el volumen de
agua liberada del almacenamiento por unidad de volumen de acuífero y por uni-
dad de cambio en la altura de presión (Bras, 1990), es decir, dimensiones de
inversa de longitud.
De la hidrostática:

P = pg(h - Z0)

donde h =altura piezométrica {Z0 = referencia)


-(ªqx + ~ + oq,) = -s, oh (4.48)
ax oy oz ai

Para condiciones de estado estacionario

(4.49)
CONCEPTOS DE HIDROLOGÍA 275

Al introducir la Ley de Darcy, es decir qx = Kx (ah/8x). Luego

axa ( ah)
ax aya ( ah)
-K-+-K-+-K--0
X ay aza ( ah)
y az - <
(4.50)

Si la roca se puede considerar isótropa, es decir, Kx =K, = K, = K, entonces

(4.51)

es decir (la ecuación de Laplace)

V2h =O (4.52)

Las diversas· técnicas para la solución de la Ecuación (4.52) incluyen métodos


gráficos, ·analogías elécuicas y métodos numéricos ·que se discüféh en Shaw
(1994), Bras (1990) y Wang y Anderson (1982). Existen soluciones analíticas
basadas en los supuestos de simplificación de Dupuit y Forcheimer para flujo no
confinado. Estos supuestos son:
1. El gradiente hidráulico dh/dx se aproxima a la pendiente del nivel freáti-
co y la pendiente de la superficie libre.
2. El nivel freático y la superficie libre son «prácticamente» horizontales.
3. La descarga es constante en toda la profundidad de flujo evaluada.
La ecuación de Lapface (Ec. 4.52) es la base para resolver problemas numéricos
de flujo en ,medios porosos. Esto se puede extender más allá de la hidrodinámica
para incluir la química del agua y resolver problemas de flujo de contaminantes
en casos de agua subterránea. Esta materia se discute en más detalle en la sección
de modelizado (Capítulo 21).
Flujo no confinado. La Figura 4.42 muestra el patrón de flujo de agua sub-
terránea entre dos ríos cuyos niveles de agua son diferentes.
Si el flujo se supone unidimensional y estacionario con una conductividad
hidráulica K entonces la ecuación de Laplace es:

(4.53)

Integrando
h2 =ax+b (4.54)
Condición de contorno 1: h = hL en x =O
Por tanto
b = h~ (4.55)
276 INGENIERÍA AMBIENTAL

Nivel freático Terreno


__.-¡--______ natural

lado
izquierdo Acuífero -- -
libre

-----v h Lado
' derecho
1~-----'-------L----------..J

• X=Ü
Impermeable e X=L

Figura 4.42. Flujo en un acuífero libre entre dos masas de agua sin recarga.

Diferenciando la Ecuación (4.54)

dh
2h-=a
dx

De la ecuación de Darcy

dh
q= -Kh-
dx

La Ecuación (4.54) se convierte en

(4.56)

Condición de contorno 2: h = hR al x = L

h~=hr- 2 qL
K
Por tanto

(4.57)

La Ecuación (4.56) se convierte en

h' = hr - :: <hr - h~> (4.58)


L
CONCEPTOS DE HIDROLOGÍA 277

La Ecuación (4.58) se conoce como la parábola de Dupuit y la Ecuación (4.57)


como la ecuación de Dupuit. La ecuación (4.58) da la variación de la altura de
nivel freático que atraviesa la «isla» desde el río izquierdo hacia el río derecho de
la Fig. 4.42.
Las ecuaciones anteriores se verifican sólo en el caso de no recarga. Recarga
es la proporción de lluvia que «eventualmente» se hace camino hacia el acuífero
y eleva el nivel freático. Si la recarga es R, entonces

dq =R (4.59)
dx
De la ley de Darcy

dh
q=-Kh-
dx

Por tanto
dq K d'h'
6-=---=R (4.60)
dx 2 dx 2
Integrando la Ecuación (4.60) dos veces:

Rx'
h2 = - - + ax+ b
K
Igual que en el caso de no recarga, las condiciones de contorno son las mismas,
dando

b = hf
h2 -h2 RL
y a;::: R l+-
L K

Sustituyendo y ordenando, llegarnos a

(4.61)

Esta ecuación determina la forma de la línea de nivel freático y su parabólica.


Ahora puede determinarse el caudal a través del acuífero de la siguiente manera:
Diferenciando Ecuación (4.61)

dh h2 -h2 R
2h - = R L + - (L - 2.x) (4.62)
dx L K
278 INGENIERÍA AMBIENTAL

La Ecuación (4.62) se convierte en

2
--2q
K
h
=-•__
L
h' R
K
-
+-(L-2x)
L

K 2 ; R
q = 2L (h¿ - h•) - 2 (L - 2x) (4.63)

La Ecuación (4.63) es la ecuación de Dupuit para flujo con efecto de recarga.

Ejemplo 4.11. De la Figura 4.43, detenninar la altura y posición.del nivel


freático en la divisoria de aguas si la recarga se estima en 0,05 mm/día, a un
acuífero de arena gruesa.

Solución: Para un acuífero de arena gruesa suponemos K ~ 6,9 x 104 mis


. (Tabla 4.19), es decir K ~ [ 1,0 m/día. En la divi~oria de agu~,¡;, el flujo se divid\" y
el de la izquierda va a la izquierda y el de la derecha va a la derecha. Por tanto, no
hay flujo .donde h = hm« y así, de la Ecuación (4.63),

K (h¿' - h•)
q = O = ZL ' - 1,
R (L - 2x)

Sustituyendo h0 h., L, k, y R, da

X= 3,2 km

Recarga "" 0,5 mm/día

Nivel del terreno

divisoria de aguas

-
Lado
izquierdo
Lado
hL = 18 ffi derecho
-v

Referencia

·Figura 4.43. Acuífero aislado libre con recarga.


CONCEPTOS DE HIDROLOGÍA 279

De la Ecuación (4.61)

22x22Rx
h =h L --(h
L L -h)+-(L-x)
R K
La sustitución lleva a
h = 19,4 m

Nótese que la altura sobre la referencia es mayor que el más alto de los dos rfos.

4.13.4. Investigaciones de agua subterránea


Las investigaciones sobre agua subterránea se necesitan para una diversidad de
propósitos incluyendo:
• Determinación de.,\\Dlúmenes/flujos para un potencial abastecimiento de
agua
• Determinación de la calidad de agua
• Determinación de Ja extensión y magnitud de la contaminación subterránea
• Determinación de niveles de descenso en los límites de propiedades
• Evaluación de un acuífero para protección
• Evaluación de riesgos de contaminación de agua subterránea
El emplazamiento y las magnitudes de un acuífero se pueden determinar utili-
zando:
• Ensayos de resistividad
• Ensayos sísmicos
• Pozos y sondeos

Ensayos de resistividad. La composición de una formación geológica y el


emplazamiento de los lugares de agua subterránea puede determinarse pasando
una corriente eléctrica por Ja geología mediante dos electrodos espaciados a una
distancia L metros, y midiendo la caída de tensión resultante con un segundo
juego de electrodos:

ER xA
r= (4.64)
L

donde r = resistividad
ER = resistencia eléctrica
A = área de la sección transversal sobre la distancia L
L = longitud entre electrodos
La medida varía con la composición de la geología y del contenido de agua. En
estratos porosos, la resistividad depende del contenido en agua. Las arcillas finas ·
280 INGENIERÍA AMBIENTAL

tienen menos resistividad que las arenas gruesas y las gravas. El espaciado de los
electrodos determina la profundidad de penetración de la corriente eléctrica así
que se desarrollan relaciones (calibraciones) entre el espaciado de electrodos y la
resistividad aparente. La Figura 4.44 es un esquema de un dispositivo de resistivi-
dad. Este método también se puede usar para identificación de penachos de con-
taminantes (Domenico y Schwartz, 1990).
La resistividad de la caliza densa oscila entre 103 y 106 Om mientras que la de
caliza porosa oscila entre 10 1" y 103 • El valor para arena/grava seca es ~ 104 ,
mientras que para arena/grava saturada puede ser ~ 10 a 10 1•

Ensayos sísmicos.· Se envían ondas de sonido a través de los estratos geoló-


gicos y se identifican los contornos aproximados (cerca de la horizontal) por la
refracción de las ondas de choque. Se selecciona una malla, digamos á ro m de
intervalo en planta, y se colocan en esos puntos registradores de ondas de sonido,
llamados geófonos. La onda sísmica se genera mediante una carga explosiva en
un punto determinado. Del registro de los tiempos de llegada de las ondas, se
pueden determinar las velocidades del sonido y así identificar el tipo de estrato
geológico. Es un método aproximado, y también permite identificar la línea del
nivel freático.

Pozos y sondeos. El método más preciso con mucho para determinar los
estratos geológicos es desarrollar una serie de sondeos y registrar la composición
del suelo/roca según la distancia hacia abajo desde la superficie terrestre. Típica-
mente los tamaños de testigo pueden variar entre 40 y 150 mm y los testigos

Voltimetro
Electrodo de
Electrodo
V

Líneas
I
Líneas de
equipotenciales

corriente

Figura 4.44. Esquema de un dispositivo de resistividad (adaptado de Todd,


1980).
CONCEPTOS DE HIDROLOGÍA 281

continuos y no rotos proporcionan datos detallados de las formaciones hidrogeo-


lógicas. Los datos espaciales sobre la extensión de los acuíferos se determinan
mediante emplazamientos seleccionados de los sondeos y a menudo se aplica la
geoestadística para establecer los mejores emplazamientos. La identificación y la
extensión de una fuente de agua subterránea en un acuífero se continúa mediante
ensayos de bombeo para constatar los caudales y la caída real del nivel freático.
Véase Domenico y Schwartz (1990) para más detalles.

4.13.5. Ensayos de bombeo


Los ensayos de bombeo se realizan in ,situ con objetivos que incluyen:
• Determinación de los parámetros hidrogeológicos de conductividad hidráu-
lica, coeficiente de almacenamiento
• Determinación de la cantidad/calidad del suministro de agua
• Determinación de la sostenibilidad de la producción máxima
'e Evaluar el impacto del descenso de nivel en ios pozos vecinos 3
• Proporcionar datos de base sobre las características y comportamiento del
pozo (Daly, 1994).
La gama de ensayos a pequeña escala que dan lugar a una pequeña descarga del
pozo y que se usan para determinar K incluyen:
• Ensayos a presión ascendente y descendente,
• Ensayos de varilla y gancho
• Ensayos a presión constante
• Ensayos de obtúrador
• Ensayos de trazadores
Los ensayos a mayor escala que implican una mayor descarga del pozo, y que se
utilizan para determinar cantidad, calidad y comportamiento incluyen:
• Ensayos de descenso de nivel por etapas
• Ensayos de descarga constante
Los ensayos se describen con mayor detalle en Domenico y Schwartz (1990)
y en la mayoría de los textos de hidrogeología. En el ensayo a presión ascendente
y descendente se introduce rápidamente en el pozo un volumen fijo de agua,
suficiente para producir un aumento instantáneo del nivel de agua. Se registra el
nivel de agua del pozo a medida que va descendiendo con el agua deslizándose
hacia el acuífero. En el ensayo de altura ascendente, se saca una cantidad fija.
Cuando se representan los cambios en altura frente al tiempo, se puede determi-
nar la conductividad hidráulica (Daly, 1992), Los demás ensayos a pequeña esca-
la son variaciones de éste, En los ensayos a gran escala, se pueden determinar la
producción del pozo en cantidad y calidad así como el comportamiento del mis-
mo. Se registran los niveles del pozo y de pozos testigos de observación así como

3
Lo que se denomina afección.
282 INGENIERÍA AMBIENTAL

en los cauces cercanos antes del ensayo de bombeo. El ensayo típicamente sobre-
pasa las 24 horas y normalmente es de 72 horas, durante las cuales o bien se
mantiene una tasa de bombeo o bien se establecen una serie de tasas de bombeo
constantes, por ejemplo comenzando a 40 m3/h durante 6 horas seguidos de
35 m3/h durante 6 h, etc. Las medidas de descenso de nivel se representan a
intervalos de tan sólo 30 s durante los primeros 30 minutos hasta unas 2 a 3 h en
el segundo y tercer día. Las instituciones geológicas en los diversos países tienen
sus propias recomendaciones específicas para los intervalos de tiempo y régimen
de representación. De estos resultados, de puede determinar la información sobre
los parámetros significativos de cantidad, calidad,. etc.

Ejemplo 4.12. Determinar la transmisividad aproximada (m3/d) de los ensa-


yos de bombeo sucesivos siguientes (Daly, 1992):

lJS,6 0,235
2 146,2 0,355
4 200,7 0,5
6 242,2 0,705

Cada etapa tiene una duración de 60 min, S, es el descenso de nivel total (o


acumulado).

Solución: La capacidad específica, SC, para cada etapa viene dada por

SC 1 = 115,6/0,235 = 491,9 m3/d.m


se,= 146,2/0,355 = 411,8 m3/d.m
se, = 200,7/0,5 = 401,4 m3/d.m
se. = 242,2/0,705 = 343,5 m3/d.m
Por tanto la capacidad específica se reduce cuando se incrementa la tasa de des-
censo de nivel. El descenso se compone de «pérdida del acuífero» más «pérdida
del pozo». La pérdida del acuífero es constante para las diferentes tasas de des-
carga mientras que la pérdida del pozo aumenta con la descarga:

S, = BQ + CQ 2 (4.65)

donde B = coeficiente de pérdida de acuífero


y C = coeficiente de pérdida de pozo
CONCEPTOS DE HIDROLOGÍA 283

El coeficiente de pérdida de pozo C se detennina de Jacob (1950) como sigue:

C = AS/ AQ, - AS,_/ A1_ 1


(4.66)
AQ,_ 1 + AQ,

Para las etapas 1 y 2

C _ AS,IAQ2 - AS¡I AQ, _ 0,12/30,6 - 0,235/115,6 _ x _6 3


- AQ, + AQ, - 146,2 - 12,9 10 m/(m /d)

Análogamente, para las etapas 2 y 3

0,145/54,5 - 0,12/30,6 = _ X _ /(
30,6 + 54,5 14' 8 10 6 m m 3 id) 2

. ''ll ;
Para las etapás 3 y 4

e __ AS4 / AQ4 - AS/ AQ 3


AQ + AQ
0,205/41,5 - 0,145/54,5
54,5 + 41,5
23,7 x 10-• m/(m3 /d 2)
3 4

Tomando la media como 7,2 x 10-• m/(m3d) 2. Por tanto la pérdida del pozo
asociada con cada tasa de extracción puede detenninarse de la relación

(4.67)

donde C= 7 X 10-6 m/(m3/d) 2


Para cada uno de los ensayos de bombeo utilizados las pérdidas de pozo son

Swl = 7 X 10-6 X 115,62 = 0,094 m


Sw2 = 7 X 10-6 X 146,22 = 0,149 m
Sw3 = 7 X 10-6 X 200,7 2 = 0,282 m
Sw4 = 7 X 10-6 X 242,22 = 0,411 m

Las correspondientes pérdidas de acuífero son:

sal = 0,235 - 0,094 = 0,141 -; Sa¡IQ, = 1,22 X 10-3


sa2 = 0,355 - 0,149 = 0,206 -; Sa1'Q2 = 1,41 X 10-3
Sª3 = 0,5 - 0,282 = 0,218 -> Sª3 /Q3 = 1,09 x 10-3
Sª4 = 0,705 - 0,411 = 0,294 -> Sª 4 /Q 4 = 1,21 X 10-3
Promedio = 1.22 x 10-3
284 INGENIERÍA AMBIENTAL

Esto también se puede determinar gráficamente representando S/Q frente a Q.


La ordenada en el origen y es el coeficiente de pérdida del acuífero y la pendiente
es el coeficiente de pérdida del pozo.
Una estimación preliminar de la transmisividad es como sigue. A la mayor
tasa de bombeo de 242,2 m3/d se registró un descenso total de 0,705 m, dando una
capacidad específica de 242,2/0,705 = 343,5 m3/d.m. Del descenso total, la pér-
dida de pozo fue de 0,411 m. Por tanto la capacidad específica teórica para un
pozo 100 por 100 eficiente es 242,2/(0,705 -0,411) = 823,8 m3/dm. La transmisi-
vidad según viene dada por Da! y ( 1994) es

T= 1,22 = 1,22 1.000m'ld (4.68)


(S.fQ)., 1,22 x 10-3

Esto es aproximado y obviamente depende de las pérdidas y del diámetro del


pozo. Para más detalles véase Domenico y Schwartz (1990) y Daly (1992).

4.13.6. Hidráulica de un pozo en régimen estacionario

La Figura 4.45 representa el flujo radial a un pozo en un acuífero confinado. Es


de interés determinar los parámetros de conductividad hidráulica Ky transmisivi-
dad T. Se ve que la curva de descenso varía con la distancia desde la boca del
pozo. Un pozo de bombeo está rodeado de dos pozos de observación no para

Pozo ~· Superticie piezométrica


original
rw _ , _____]Piezómetro Nivel del
r, íl terreno
~~~~~~~~~

en t=: O N.F.

-:::::::=- VN.F. Pozo de obser-1J:=;==:;;;;:;::==it-


en t> 70

Ent:::Oelnivef
freático es horizontal
vedón~"'->-j r - 1

en la ubicación de la

I 1
superiicie piezométrica
original, según se
representa

Acuífero
b

~ .

//////////////////////
.. .• . . . . .· ..
confinado

Estratos
impermeables

Figura 4.45. Flujo en régimen estacionario en un acuífero confinado.


CONCEPTOS DE HIDROLOGÍA 285

bombeo. El flujo se considera bidimensional y el acuífero se supone homogéneo


e isótropo. De la ley de Darcy,

dh dh
Q=KA-=Kx2nrb- (4.69)
dx dr

donde r = distancia radial hasta un punto arbitrario en Ja curva de extracción


b =altura (espesor del acuífero confinado)
es decir el volumen ni'b es el volumen del acuífero disponible para producir
agua. Para las condiciones de contorno en r = rw, h = hw (véase Fig. 4.45), Ja
integración después de la separació~ de variables da

h-h
Q = 2nKb w (4.70)
In (rlr,J

Para·tadeducció1i-·de la ecuación, véase Bras (1990):

T=Kb= Q
2n(h2 - h 1)
In -
r,
('2) (4.71)

donde T es Ja transmisividad del acuífero.


Donde los pozos de observación, h 1 y h2 están adyacentes uno al otro a una
distancia radial r 1 y r 2 de la línea central del pozo (véase Fig. 4.45) y r 2 > r 1•
La Figura 4.46 es un esquema del flujo radial a un pozo en un acuífero libre.
La ecuación de Darcy es

dh
Q = 2nr Kh-
dr

Integrando

h2 - h2
Q = nK z i (4.72)
In (r,fr 1)

K= Q
n(h22 - h21)
(r')
In -
r1

donde h 1 = altura del nivel freático en el pozo de observación 1


a una distancia radial r 1 y h2 es la altura
del nivel freático en el pozo de observación 2
a una distancia radial r2 (r2 > r 1).

Ejemplo 4.13. Determinar Kpara un acuífero libre de 10 m de.espesor si un


pozo suministra 360 m 3/d. El pozo de observación ] está situado a 20 m del pozo
286 INGENIERÍA AMBIENTAL

Estratos
impermeables

Figura 4.46. Flujo en régimen estacionario en un acuífero libre.

de bombeo y registra un descenso de 6 m. El pozo de observación 2 está situado a


600 m y el descenso es 3 m. El nivel freático original estaba registrado a 12 m.
Solución:

K= Q
n(h22 - h21)
ln-(r')
r1 •

En el pozo de observación 1, el descenso es 6 m. Si h0 es la altura piezométrica


original entonces

h 1 = 12 - 6 = 6 m, y h2 = 12 - 3 = 9 m
T¡ = 20 ID, r 2 = 600 m

K = n(Sl360- 36) In (600/20) = 8,65 m/día

4.14. QUÍMICA DEL AGUA SUBTERRÁNEA,


CONTAMINACIÓN Y SU PREVENCIÓN
Esta sección está adaptada de Daly (1994b) con su amable autorización. La quí-
mica natural del agua subterránea varia dependiendo de la naturaleza de los sub-
suelos y las rocas a las que atraviesa. Por ejemplo, en Irlanda, Jos lechos de roca
caliza y Jos subsuelos dominados por caliza son comunes y consecuentemente el
agua subterránea con frecuencia es dura, conteniendo altas concentraciones de
CONCEPTOS DE HIDROLOGÍA 287

calcio, magnesio y bicarbonato. Sin embargo, en zonas donde hay presencia de


rocas volcánicas y arenisca, es normal un agua más blanda. Las variaciones apa-
recen en la Tabla 4.20 para cinco localidades en Irlanda, donde se dan análisis de
agua subterránea para cinco tipos diferentes de rocas. Al considerar el impacto de
la actividad humana, es necesario tener en cuenta primeramente la calidad del
agua natural (de base). Se suele considerar que el agua subterránea es pura y
segura para beber ya que sufre un proceso de filtración y limpieza a través de la
cubierta de subsuelo y lecho rocoso que no tienen las aguas superficiales. Sin
embargo,_ esto no garantiza la pureza del agua subterránea. Pueden surgir proble-
mas debido a las condiciones naturales del terreno o a la contaminación por las
actividades humanas.

4.14.1. Problemas de calidad del agua subterránea natural

Los principales problemas de calidad del agua subterránea natural vienen causados
..,. por la dureza, hierro, manganeso, sulfuro· de hidrógeno, sülfato y cloruro sódico.
Con la excepción de la dureza y del cloruro sódico, plantean problemas ocasio-
nales en los acuíferos pequeños y pobres más que en los acuíferos importantes.
Dureza. El agua subterránea que pasa a través de la caliza disuelve los com-
puestos de calcio y magnesio que provocan la dureza. En consecuencia, las aguas

Tabla 4.20. Química del agua en algunas aguas subterráneas irlandesas

t"i'-Y-~~tt·~·*1h\i~f.~~-:~~~--~-~~~::: ,;'.; :-~:-


/· __ '
Ballaghd:ere~n_' · BálliilcuirJ:·r~
-··R_Q_S-có-ninfrln - T~p~~f.a9:< ,
Sólidos totales disueltos 92 280 360 283 500
Dureza total (como CaC03) 60 185 307 225 320
Alcalinidad total (como CaC03) 18 184 295 237 304
Calcio 80 54 102 60 118
Magnesio 9,7 12,2 12,9 13,4 6,3
Sodio 24 16 8,8 18,8 12
Potasio 3,1 1,9 3 1.3 0,6
Cloruro 35 20 26 17 . 22
Sulfato 45 nada nada 2 2
Nitrato (como N) 0,5 3,0 0,9 1,4 2,8
Amonio libre y salino (N) 0,1 0,01 0.05 0,04 0,04
Amonio albuminoide (N) 0,01 0,08 0,01
Hierro 0,1 nada nada nada nada
Manganeso nada nada nada 0,01 nada
Acuífero Volcán de Arenisca Caliza Arenisca de Arena y
Ordovicia de Devon carbonífera Westfalia grava

Nota (1) Los análisis fueron realizados por el Irish Geological Survey State Laboratory.
(2) Todas las unidades en mg/l.
Adaptado de Daly, 1994b.
288 INGENIERÍA AMBIENTAL

duras son comunes en las zonas calizas, con concentraciones de dureza totales
que varían de 200 a 400 mg/l. Esto puede ser beneficioso para la salud y dar un
gusto agradable. Por el contrario, niveles muy altos pueden ser una molestia, dando
como resultado la formación de incrustaciones en cacerolas, tuberías y calderas.
Hierro y manganeso. La concentraciones en exceso de hierro no suelen
causar problemas de salud pero son preocupantes por razones estéticas y de gus-
to. Cuando se extrae de un pozo o del grifo, el agua puede ser incolora pero, al
entrar eu contacto con aire, el hierro precipita para formar un depósito rojizo-
marrón que recuerda al herrumbre. Esto da un gusto metálico al agua y mancha
las tuberías y la ropa. El manganeso produce una coloración negra del agua.
El origen del hierro pueden ser minerales ferrosos en las rocas y suelos, la
contaminación por residuos orgánicos u ocasionalmente la corrosión _de los acce-
sorios de hierro en el sistema de distribución de agua. El agua subterránea de
ciertos tipos de roca tales como calizas fangosas oscuras, pizarras y arenisca y de
zonas de turba puede contener concentraciones muy altas de hierro. La ruptura de
residuos orgánicos de fosas sépticas, granjas y otras fuentes puede producir la
formación' de dióxido de carbono y comliciones deficitarias en oxígeno. y puede
disolver el hierro en el agua subterránea. El manganeso se suele asociar frecuen-
temente con el hierro aunque es menos predominante. También es un buen indi-
cador de contaminación por residuos con alta DBO, como el efluente de silos
agrícolas.
Sulfuro de hidrógeno. El sulfuro de hidrógeno es un gas reconocible por su
olor a «huevos podridos». Sólo está presente en agua desoxigenada, de rocas
como arcilla negra, como calizas o pizarras que contienen pirita, o de lechos de
evaporita. A menudo se asocia con problemas de hi¡;rro. Véanse los Capítulos 12
y 13 para uua discusión del sulfuro de hidrógeno en relación con el agua residual
y la digestión anaerobia.
Sulfato. Pueden darse concentraciones significativas de sulfato, donde len-
tes de evaporita en calizas han producido niveles de sulfato de hasta 800 mg/l.
Los problemas causados por estos constituyentes pueden resolverse mediante sis-
temas de tratamiento de agua y, donde sea posible, eliminando las fuentes de
contaminación.
Cloruro sódico. La intrusión salina en los acuíferos puede dar lugar a altos
niveles de NaCl en el agua subterránea. Los problemas se presentan en zonas
donde las rocas son muy permeables y donde hay un bajo gradiente hidráulico. El
problema puede exacerbarse por pozos de extracción de aguas subterráneas cerca
de la costa.

4.14.2. Algunas contribuciones industriales


a la contaminación del agua subterránea
Pesticidas. Al considerar los pesticidas, merece la pena distinguir entre los que
se usan para aplicaciones agrícolas y no agrícolas, y entre los focos de contamina-
CONCEPTOS DE HIDROLOGÍA 289

ción puntuales y difusos. Los usos no agrícolas sou el control de hierbas en már-
genes de carreteras, campos de juego, alrededores de viviendas y polígonos in-
dustriales y en líneas de ferrocarril. Los focos puntuales son la pulverización de
pesticidas en áreas pequeñas, evacuación del baño desparasitador de ovejas des-
pués de usado en los conductos de drenaje, para escorrentía de carreteras, derra-
mes (frecuentes durante la carga, descarga y lavado), fugas y una manipulación
descuidada de contenedores y lavados.
Hay más de 32.000 compuestos pesticidas diferentes en uso, conteniendo
unos 1.800 ingredientes activos (Houzim et al., 1986). Éstos varían en su solubili-
dad, persistencia, movilidad y toxicidad, y en consecuencia en los riesgos que
presentan para el agua subterránea. Sin embargo, hay una preocupación creciente
acerca de los pesticidas y así la conc;entración máxima admisible (CMA) de la
Unión Europea para pesticidas individuales es baja-O,! µgfl-y para pesticidas
totales es de 0,5 µgfl. Según Hallberg (1989), los pesticidas se están presentando
en las aguas subterráneas de Estados Unidos mucho más comúnmente que lo que
se había previsto a principios de los años 80. Asimismo, estudios detallados en
Estados Unidos (Hallberg, 1989) han demostrado que los pesticidas -se pueden
mover a través del suelo y del subsuelo a lo largo de caminos preferenciales
mucho más rápidamente y a mayores profundidades que lo previsto mediante el
concepto de flujo Darciano. El problema potencial con los pesticidas se complica
aún más por el hecho de que los productos de la ruptura -los metabolitos o
degradados- también pueden ser tóxicos y móviles (Hallberg, 1989). El aldi-
carb, un producto altamente tóxico utilizado en la remolacha azucarera, tienen un
periodo de vida media muy corto, pero se degrada en compuestos que no sólo son
igualmente o más tóxicos, sino que son más persistentes y considerablemente
más móviles (OECD, 1986).
Los herbicidas de triazina, atrazina y simazina (para eliminar hierbas preemer-
gentes) suponen el 40 por 100 del consumo de los herbicidas no agrícolas en Gran
Bretaña. Son móviles en suelo y rocas, y se detectan con más frecuencia en aguas
superficiales que cualquier otro pesticida (Informe ENDS, 1993). Se utilizan para
control de hierbas en líneas de ferrocarril y carreteras. La investigación en el
Centro de Investigación del Agua en la Cuenca Granta en Cambridgeshire encon-
tró que los herbicidas aplicados a cereales entraban en los cursos superficiales,
aunqne las concentraciones variaban con el caudal del río (etapa) y con la época
del año. La punta principal de herbicida se produjo a las pocas horas de una
intensa lluvia. El riesgo principal del uso agrícola de pesticidas es para el agua
superficial y no para el agua subterránea.
Los estudios y el seguimiento en Gran Bretaña han resaltado el riesgo de
contaminación del baño desparasitador usado para ovejas. Los principales conta-
minantes en el baño de ovejas son organofosfatos (diazinon y propetamos) aun-
que también puede haber presencia de disolventes. Aunque los organofosfatos
tienen una alta solubilidad en agua, son relativamente inmóviles (Houzim et al.,
1986). Incluso cuando se han evacuado mediante drenajes, han sido detectados a
distancias de hasta 400 m de las tuberías de drenaje (Informe ENDS, 1993).
En Estados Unidos y Canadá, se han detectado un total de 39 compuestos de
pesticidas enpozos de 34 estados o provincias (Hallberg, 1989). Se han detectado
290 INGENIERÍA AMBIENTAL

ampliamente compuestos utilizados como fumigadores de suelos y nematicidas,


como el aldicarb, EBD, 1,2-D, y DBCP, que son por naturaleza móviles y/o volá-
tiles. Estos pesticidas se usan en vegetales y cultivos especializados. Los demás
compuestos comúnmente detectados son herbicidas: alaclor, atrazina (y metabo-
litos).

Disolventes industriales. Los suministros de aguas subterráneas se enfren-


tan a una amenaza creciente de una amplia gama de producto orgánicos sintéti-
cos, como resultado de su evacuación casual, fugas o derrames (Lawrence, 1990).
De éstos, los disolventes clorados que se usan frecuentemente en la industria
parecen ser los contaminantes que se presentan más comúnmente. Estos clisol-
ventes se utilizan como desengrasantes para varios procesos en las ingustrias del
metal, electrónica, química, papel, textil, y del cuero. También suelen estar pre-
sentes en el lixiviado de vertederos. Los cuatro disolventes clorados más amplia-
mente utilizados hoy día en Gran Bretaña son percloretileno, tricloroetileno
(TCE), cloruro de metileno y metil cloroformo (L¡iwrence, 1990).
Los disolventes y otros productos químicos or.gánicos sintéticos son una anie,,
naza tan complicada como significativa para el agua subterránea:

• Son de significación ambiental a muy bajas concentraciones -cantidades


de partes por billón (ppb o µgil). Un pequeño derrame de unos pocos litros
podría contaminar potencialmente muchos millones de litros de agua subte-
rránea. Por ejemplo, un kilogramo de pentaclorofenol que entrara al agua
subterránea contaminaría 2 x 106 m3
• Son clifíciles de muestrear debido a la volatilización y los análisis son cos-
tosos
• Son resistentes a la degradación y por tanto son persistentes
• Los productos de ruptura no siempre resultan ser inofensivos o menos dañi-
nos (MacKay et al., 1985). La biotransformación de TCE puede dar lugar a
la formación de productos peligrosos como el cloruro de vinilo, que es un
carcinógeno humano confirmado (Burmaster, 1982). Además, incluso si los
productos de biotransformación son menos peligrosos, pueden ser más mó-
viles y crear mayores problemas

Aceites minerales refinados. Éstos incluyen gasolina, combustible de avia-


ción, combustible diese! y combustibles de calefacción de varios tipos. Varían en
viscosidad, pero tienen densidades menores que la del agua y una composición
heterogénea dominada por los hidrocarburos puros (Ashley y Misstear, 1990). En
el agua subterránea producen problemas de gusto y olor, así que la CMA de la UE
es 10 µgil. La contaminación surge de estaciones de servicio, depósitos de alma-
cenamiento, campos de aviación y derrames durante el transporte. A veces los
pozos privados y de granjas de Irlanda se contaminan por las fugas de los tanques
de almacenamiento de combustible doméstico y por los derrames que se produ-
cen cuando se llenan los tractores con gasoil. Las estaciones de servicio son las
otras fuentes de contaminación potenciales más importantes, especialmente por
fugas de los depósitos de almacenamiento enterrados (LUSTS) y derrames. De
CONCEPTOS DE HIDROLOGÍA 291

todas formas, varias de las compañías de distribución de combustibles están com-


probando sus estaciones de servicio.
Recientemente, ha aparecido una nueva amenaza de la gasolina. Se trata de
un aditivo utilizado en la gasolina sin plomo para aumentar los octanos, llamado
metil butil éter terciario {MTBE). Forma parte hasta en un 5 por 100 de las mez-
clas normales y hasta en un 15 por 100 en las mezclas super. Es diez veces más
soluble en agua que los demás componentes de la gasolina, y se disuelve y se
extiende rápidamente en el agua subterránea. Ahora se esta registrando contami-
nación por MTBE en Gran Bretaña, aunque no es especialmente tóxica (Informe
ENDS, 1993). MTBE tiene una ventaja: es un buen indicador de la contaminación
por gasolina debido a su solubilidad y a su bajo umbral de gusto (10 µgil) y por
tanto es probable que haga mas fácil y más rápida la identificación de la contami-
nación en agua subterránea que otros ingredientes más tóxicos como benceno.

4.14.3. Algunos indicadores de contaminación


en agua subterránea "·
Introducción. En el análisis de las muestras de aguas subterráneas ha habido
una tendencia a ensayar un número limitado de constituyentes. Un análisis com-
pleto, que incluye todos los aniones y cationes principales, no se suele recomen-
dar para un seguimiento de rutina y para la evaluación de los incidentes de conta-
minación. Esto permite (i) una comprobación de la fiabilidad de los análisis
(realizando un balance iónico), (ii) una adecuada valoración de la química y la
calidad del agua, y (iii) un posible indicador del origen de la contaminación. En la

Tabla 4.21. Parámetros utilizados para evaluar la contaminación


de agua subterránea

Apariencia Calcio (Ca) Nitrato (N0 3 )*


Sedimento Magnesio (Mg) Amoníaco (NH3 ) *
pH (laboratorio) Sodio (Na) Hierro (Fe)*
Conductividad eléctrica (CE) Potasio (K) * Manganeso (Mn)*
Dureza total Cloruro (Cl) *
Coliformes generales Sulfato (SO,)*
E. Coli* Alcalinidad

' / n, . ,, "~' , ' ''", , ~ Pará~~tros o~cÍo,nales ~ ~ 1 , ' , -,;>.- <:;~./;··-


. , ),"' ,(lleP,endiendo de las circunstancias Iocilles y razones para el muestreo) ·.:·J.·;:·:~\º'
·' ,[:/' .'--'-·.-:, ""'"4 '" .. y
Fluoruro (F) Ácidos grasos* Cinc (Zn)
Ortofosfato Trazas de orgánicos* Cobre (Cu)
Nitrito (NO,)* COT* Plomo (Pb)
DBO* Boro (B)* Otros metales
Oxígeno disuelto* Cadmio (Cd)

* Buenos indicadores de contaminación.


Adaptado de Daly, 1994.
292 INGENIERÍA AMBIENTAL

Tabla 4.21 se da un listado de recomendaciones y parámetros opcionales. Tam-


bién es importante que las muestras de agua tomadas para análisis no hayan sido
cloradas. Los siguientes parámetros son buenos indicadores de contaminación:
E. coli, nitrato, amonio, potasio, cloruro, hierro, manganeso y trazas de orgánicos.
Bacterias fecales y virus. E. coli es el parámetro ensayado como indicador
de la presencia de bacterias fecales y quizás de virus; constituyentes que presen-
tan un riesgo significativo para la salud humana. El problema sanitario más co-
mún que surge de la presencia de bacterias fecales en el agua subterránea es la
diarrea, pero también pueden aparecer fiebres tifoideas, hepatitis infecciosas e
infecciones gastroiptestinales. Aunque las bacterias E. coli son excelentes indica-
doras de la contaminación, pueden provenir de diversas fuentes, por ejemplo
efluente de fosas sépticas, residuos de granjas, de vertederos o pájaros. La rela-
ción coliformes fecales: estreptococos fecales se ha usado como indicador apro-
ximado ·para distinguir entre fuentes de residuos animales y humanos (Henry et
al., 1987). Sin embargo, se requiere cuidado al interpretar los resultados.
Los virus son un motivo especial de preocupación ya que sobreviven más
, .• 'l''·
tiempo en agua subterráneá que las bacterias indicadoras {Gerba y Bitton, 1984):
Los datos publicados sobre eliminación de bacterias y virus en agua subterránea
han sido compilados por Pekdeger y Matthes (1983), que muestran que en dife-
rentes investigaciones, el 99,9 por 100 de la eliminación de E. coli tuvo lugar
después de 10 a 15 días. La media de las investigaciones evaluadas fue de 25 días.
Se observa que el 99,9 por 100 de la eliminación de diversos virus sucedió des-
pués de entre 16 y 120 días, con una media de 35 días para los virus de polio,
hepatitis y entéricos.
El medio natural, en particular los suelos y subsuelos, es efectivo en mover
las bacterias por depredación, filtración y absorción: Hay dos situaciones de alto
riesgo: (i) donde hay presencia de arenas y gravas en aguas poco profundas; y (ü)
donde hay roca fracturada, especialmente caliza, cercana a la superficie del terre-
no. La presencia de arcilla en graveras, depósitos glaciares, y turba en muchos
casos dificultará la emigración vertical de los microbios, aunque los caminos
preferenciales de flujo, tales como las grietas en los materiales tipo arcilla, pue-
den permitir un rápido movimiento y by-pass del subsuelo.
Nitrato. El nitrato es uno de los contaminantes más comunes identificados
en el agua subterránea y se registran concentraciones en aumento en muchos
países desarrollados. El consumo de agua rica en nitratos por los niños puede dar
lugar a una situación conocida como metahemoglobinemia (síndrome del niño
azul). La formación de nitrosaminas carcinógenas es también un posible riesgo
sanitario y los estudios epidemiológicos han indicado una correlación positiva
entre el consumo de nitrato en agua potable y la incidencia de cáncer gástrico. Sin
embargo, la correlación no está probada de acuerdo con varios expertos (Wild y
Cameron, 1980). La CMA de la UE es de 50 mg/l.
El ion nitrato no se absorbe en arcilla o materia orgánica (Kolenbrander,
1975). Es muy móvil y en condiciones húmedas se puede lixiviar fácilmente de la
zona de raíces a través del suelo y del subsuelo permeable. Como las concentra-
ciones normales en aguas no contaminadas son bajas (menos de 5 mg/l), el nitrato
CONCEPTOS DE HIDROLOGÍA 293

puede ser un buen indicador de la contaminación causada por fertilizantes y ma-


teria orgánica residual.
En el pasado ha habido tendencia a suponer que la presencia de mucho uitrato
en las aguas de pozo indicaba un impacto de los fertilizantes inorgánicos. Este
supuesto con frecuencia ha resultado erróneo, ya que el examen de otros constitu-
yentes en el agua ha mostrado que el origen eran los residuos orgáuicos -nor-
malmente vertidos de granjas, probablemente agua con abonos. Las concentra-
ciones de nitrato en pozos con una tasa de abstracción baja -pozos domésticos y
de granja- pueden ser fácilmente influenciadas por agua con abonos deslizándo-
se hacia el terreno en los alrededores de la granja o de la aspersión de agua con
abono en las tierras cercanas. Hasta el efluente de fosas sépticas puede subir el
uivel de uitrato; si existe un sistema de fosa séptica en la zona de contribución de
un pozo, se necesita una dilación cuatro veces mayor del uitrógeno en el efluente
para bajar la concentración de nitrato por debajo de la CMA de la UE.
La Directiva CE (911676/CEE) sobre uitratos de origen agrícola permite la
designación de zonas «vulnerables» o sensibles, que son extensiones de tierra que
drenan hacia aguas superficfafüs o subterráneas de las que "se pretende extrae{ · ·
agua potable y que podrían contener más de 50 mg/l de nitrato si no se realiza
alguna actuación de protección. Si se designan áreas sensibles tendrá repercusio-
. nes para los granjeros de estas zonas ya que la aplicación de estiércol de gana-
do/lodos y fertilizantes inorgáuicos estará restringida. Esto se discute con más
detalle en el Capítulo 10.
Amoníaco. El amoníaco tiene baja movilidad en suelo y subsuelo y su pre-
seucia en agua subterránea indica una fuente de residuos cercana y/o condiciones
sensibles.
Potasio. El potasio (K) es relativamente inmóvil en el suelo y subsuelo.
Consecuentemente, la extensión de estiércol, lodos y fertilizantes inorgáuicos
tiene poca probabilidad de incrementar las concentraciones de potasio en agua
subterránea. En la mayoría de zonas de Irlanda, los niveles base de potasio en
agua subterránea son menores de 3,0 mg/l. Ocasionalmente se encuentran con-
ceutraciones mayores donde las rocas contienen potasio, es decir en ciertos grani-
tos y piedra areuiscas. La relación potasio : sodio de base en la mayoría de las
aguas residuales irlandesas es menor de 0,4 y a menudo 0,3. La relación K: Na de
agua con abonos y otros residuos derivados de materia orgáuica vegetal es consi-
derablemente mayor de 0,4. En consecuencia, una relación K: Na mayor de 0,4
puede utilizarse para indicar contaminación por materia orgánica de plantas
-normalmente en las granjas, ocasionalmente en vertederos (de la descomposi-
ción del papel). Sin embargo, una relación K: Na menor de 0,4 no indica que los
residuos de granja no sean la fuente de contaminación, ya que el K es menos
móvil que el Na. (El fósforo es un contaminante con una relevancia creciente y
produce una eutrofización de las aguas superficiales. No es un problema en agua
subterránea ya que no suele ser móvil en el suelo y el subsuelo.)
Cloruro. La fuente principal de cloruro en agua subterránea no contaminada
es la lluvia y así en cada región, dependiendo de la distancia al mar y la evapora-
294 INGENIERÍA AMBIENTAL

ción, los niveles de cloruro en el agua subterránea serán sensiblemente constan-


tes. El cloruro, como el nitrato, es un ion móvil. Además, es un constituyente de
los residuos orgánicos. En consecuencia, los niveles que estén apreciablemente
por encima del ni ve! base se han considerado como indicación de contantinación
por residuos orgánicos. Aunque esto probablemente es correcto en térntinos ge-
nerales, también puede aparecer' cloruro de los fertilizantes de potasio.
Hierro y manganeso. Aunque están presentes en condiciones naturales en
las aguas subterráneas de algunas zonas, también pueden ser indicadores de con-
tantinación por residuos orgánicos. El efluente d.e los residuos produce desoxige-
nación en el terreno que da lugar a disolución del hierro (Fe) y manganeso (Mn)
del suelo, del subsuelo y del lecho rocoso en el agua subterránea. Con la reoxige-
nación en el pozo o el sistema de suntinistro de agua el Fe y Mn precÍpitan. Las
concentraciones altas de Mn pueden ser un buen indicador de contantinación por
efluentes de silos. Sin embargo, también pueden ser debidas a otros vertidos de
alta DBO, como la leche, lixiviado de vertederos y quizás agua con abonos y
efluente de fosa séptica. . ·"'· ·
' ·Una muestra de agua subterránea tomada inmediatamente después de perfo-
rado un pozo a menudo contiene sólidos en suspensión que disntinuyen después
de unas horas de bombeo. El análisis de muestras tomadas con sólidos en suspen-
sión puede mostrar altas concentraciones de Fe y/o Mn que se deben a los sólidos
suspendidos y no a la calidad natural del agua subterránea. En consecuencia, las
muestras tomadas durante los ensayos de bombeo en pozos nuevos deberían fil-
trarse para obtener concentraciones representativas de Fe y Mn.

4.14.4. Vulnerabilidad del agua subterránea


a la contaminación: un elemento hidrogeológico
de riesgo
Vulnerabilidad es un térntino utilizado para representar las características geoló-
gicas e hidrogeológicas intrínsecas que deterntinan la facilidad con la que el agua
subterránea puede contaminarse por la actividad humana (Daly y Warren, 1994).
Al considerar el emplazantiento y/o el control de una actividad potencialmente
contantinante en una zona, es esencial apreciar que la vulnerabilidad es una ca-
racterística natural inherente (o fija) de cualquier zona ntientras que la carga
contantinante normalmente puede controlarse o modificarse.
En general, el agua subterránea depende del tiempo de viaje del agua (y de los
contantinantes), de la cantidad relativa de contaminantes que pueden alcanzar al
agua subterránea, y de la capacidad de atenuación de contantinantes de los mate-
riales geológicos. Como toda el agua subterránea está hidráulicamente conectada
a la superficie terrestre, es la efectividad de esta conexión la que deterntina la
vulnerabilidad relativa a la contantinación. El agua subterránea que recibe fácil-
mente y rápidamente agua (y contantinantes) desde la superficie terrestre se con-
sidera más vulnerable que el agua subterránea que recibe agua (y contaminantes)
más lentamente y en menores cantidades. El tiempo de transporte, la capacidad
CONCEPTOS DE HIDROLOGÍA 295

de atenuación y la cantidad de contaminantes son función de los siguientes atri-


butos naturales de cualquier zona:
l. Los subsuelos que están por encima del agua subterránea.
2. El tipo de recarga -sea puntual o difusa.
3. En el caso de arenas/gravas, la profundidad de la zona no saturada.
4. En e!caso de fuentes difusas de contaminación, el nivel superior de suelo.
5. Conductividad hidráulica.
En general, en el lecho rocoso se produce poca atenuación de contaminantes
porque el flujo es casi todo a través de fisuras. En consecuencia, el subsuelo
-arenas, gravas, depósitos glaciares (o arcillas glaciares), lodos y arcillas de
lagos y aluviales, turba- son las características naturales individuales más im-
portantes que influyen sobre la vulnerabilidad de aguas subterráneas y la preven-
ción de su contaminación. El agua subterránea está más en riesgo donde hay
ausencia de subsuelos o son poco profundos, en zonas cársticas, donde las cursos
superficiales se hunden en el terreno en pozos de infiltración. La influencia de los
diversos factores geológicos e líidrogeológicos se resume a continuacion y en fa,
Tabla 4.22.

Factores hidrogeológicos
Influencia de los subsuelos. Los subsuelos actúan como una capa protectora
sobre el agua subterránea por medios tanto físicos como químicos/bioquímicos.
Los sedimentos de grano fino del tipo de las arcillas como depósitos glaciares,
arcillas lacustres y turbas tienen baja permeabilidad y en consecuencia actúan
como una barrera o-retención al movimiento vertical de los contaminantes. En las
zonas en que están presentes estos sedimentos, el agua superficial tiene más ries-
go que la subterránea ya que la mayoría, si no todos los contaminantes no pueden
emigrar hacia abajo y sólo pueden moverse lateralmente. Incluso si la permeabili-
dad es suficientemente alta como para permitir lentos movimientos intergranula-
res de los contaminantes, por ejemplo en depósitos arenosos o barros, los sedi-

Tabla 4.22. Gama de vulnerabilidad del agua subterránea

1. Alto contenido de arcillas u orgánico. 1. Bajo contenido de arcillas u orgánico.


2. Subsuelo de baja permeabilidad, por ejem- 2. Subsuelo de alta permeabilidad, por ejemplo,
plo, arcilla. grava.
3. Subsuelo profundo. 3. Subsuelo poco profundo o inexistente.
4. Zona no saturada profunda. 4. Zona no saturada poco profunda.
5. Flujo intergranular. 5. Flujo en fisuras o cárstico.
6. Recarga difusa. 6. Recarga puntual.

Adaptado de Daly, 1994.


296 INGENIERÍA AMBIENTAL

mentas puedeu percolar hacia afuera y absorber bacterias y virus. En contraste,


los depósitos de alta permeabilidad -arenas y gravas- permiten un fácil acceso
de los contaminantes al nivel freático aunque proporcionen oportunidades para la
dispersión de los contaminantes por los espacios porosos.
La adsorción, el intercambio iónico y la precipitación son procesos químicos
vitales para atenuar la contaminación. La capacidad de cambio catiónico de los
subsuelos depende del contenido de arcillas y/o orgánico y varía desde esencial-
mente cero para arenas a unos 50 meq/l 00 g para suelos arcillosos hasta por
encima de 100 meq/l 00 g para la turba. Pór tanto, las arcillas y la turba pueden
atenuar los contamin~ntes bacterianos, víricos y químicos tales como el cadmio,
mercurio, plomo, potasio y amoníaco mientras que la arena limpia y la grava
tienen poco .efecto. En general, mientras más contenido en arcilla y menor per-
meabilidad, mayor protección del agua subterránea de la contaminación.

Influencia del tipo de permeabilidad. La permeabilidad, discutida previa-


mente, es una medida de la capacidad de una. roca para transmitir agua, y puede
subdividirse en dos tipos. Primero, donde el agua se mueve entre los granos del
subsuelo como en arenas y gravas, se llama permeabilidad primaria o intergranu-
lar. Segundo, donde el agua se mueve por fracturas o fisuras o uniones y a lo largo
de planos de estratificación, se llama permeabilidad secundaria o de fisuras.
El flujo intergranular es más lento que el flujo por fisuras en rocas en la
mayoría de los casos. Los tamaños de huecos o poros suelen ser menores y los
caminos de flujo sou más irregulares. Además, la cantidad de agua almacenada
eu rocas granulares suele ser mayor que la de rocas fisuradas. Estos factores
tieneu uu peso importante eu la atenuación de contaminantes. Eu contraste cou
las rocas en las que domina el flujo por fisuras, el flujo Íento en rocas cou permea-
bilidad intergrauular retrasa la entrada de contaminantes al agua subterránea y,
especialmente en la zona no saturada, facilita el tiempo y las oportunidades para
interacciones entre contaminantes y granos de roca. Además, los tamaños relati-
vamente pequeños de poro permiten la filtración y absorción de bacterias y virus.
Los caminos irregulares dentro de una matriz porosa dan lugar a dispersión hidro-
dinámica que reduce la concentración de contaminante. Para los contaminantes
que alcanzan el nivel freático y entran al agua subterránea, la dilución es mucho
mayor en rocas con permeabilidad intergranular y por tanto las concentraciones
de contaminante resultantes son mucho menores. La peor situación se da en zonas
de caliza cárstica donde los caudales son muy altos -por encima de 100 m/h en
algunos casos- debido al ensanchamiento de fisuras por solución y hay poco
campo para la atenuación aparte de una dilución algo limitada. En consecuencia,
generalmente hay una mucho mayor degradación y purificación de contaminan-
tes en rocas con permeabilidad intergranular que en las de permeabilidad por
fisuras.
Importancia de la zona no saturada. En arenas/gravas, un nivel freático
profundo reduce la probabilidad de contaminación porque los contaminantes tie-
nen que viajar más lejos y son más lentos en alcanzar el agua subterránea. Esto
permite que los procesos beneficiosos físicos, químicos y biológicos, que tienen
lugar en la zona no saturada, atenúen los contaminantes (Daly y Wright, 1982).
CONCEPTOS DE HIDROLOGÍA 297

Vulnerabilidad y trazado en mapas. Los factores geológicos e hidrogeoló-


gicos pueden ser examinados y representados en mapas, proporcionando así una
evaluación de vulnerabilidad de agua subterránea para cualquier región o empla-
zamiento. El Geological Survey de Irlanda (GSI) usa cuatro categorías de vulne-
rabilidad de agua subterránea -extrema, alta, moderada y baja (véase Ta-
bla 4.22). Las evaluaciones de vulnerabilidad deberían ser un elemento esencial
cuando se considere la localización de actividades potencialmente contaminan-
tes, tales como emplazar vertederos. El nivel de evaluación necesario, y por tanto
las necesidades de datos geológicos e hidrogeológicos, dependerá del grado de
peligro que suponga la carga contaminante. En muchos casos un estudio de gabi-
nete y una investigación sencilla y rápida del emplazamiento utilizando sondeos
de ensayo y los pozos existentes será suficiente. En cambio, para el emplaza-
miento de vertederos se requiere una investigación completa del lugar.

Estudio de caso: vulnerabilidad del agua subterránea en Irlanda. A es-


cala internacional, los acuíferos irlandeses son relativamente vulner.ables a la
.. ~ontami.na9ión:

1. Los acuíferos irlandeses son en su mayoría libres. (Se dice que un acuífe-
ro es confinado cuando tiene por encima materiales impermeables de
forma que el acuífero está completamente lleno de agua, que está a pre-
sión.)
2. Los subsuelos que están por encima de acuíferos de lecho rocoso suelen
ser poco profundos (< 10 m), a veces no existen, y a menudo son relativa-
mente permeables, consistiendo bien en arenas/gravas o depósitos glacia-
res arenoso~. Sin embargo, hay zonas prácticamente en cada condado de
Irlanda, zonas considerables en algún condado, donde los subsuelos son
profundos (> 10 m).
3. Los acuíferos irlandeses son generalmente poco profundos -la mayoría
de los pozos perforados son de menos de 100 m de profundidad.
4. Los acuíferos irlandeses generalmente tienen un nivel freático poco pro-
fundo, y, por tanto una zona no saturada muy estrecha.
5. Los acuíferos irlandeses sólo muestran flujo por fisuras; las arenas/gra-
vas son la úuica excepción significativa.

Sin embargo, dos factores ayudan a mitigar las consecuencias negativas de


dicha vulnerabilidad:

1. Irlanda tiene una alta precipitación que proporciona una considerable di-
lución para los contaminantes.
2. El nivel freático generalmente alto y el paso rápido aseguran que en mu-
chas zonas el agua subterránea se descarga con bastante rapidez a los
cursos superficiales. Así que la circulación del agua subterránea tiende a
ser localizada tanto en el espacio como el tiempo. Esta contaminación
más bien no afecta a una gran superficie y suele ser de corta duración
(semanas y meses más que años).
298 INGENIERÍA AMBIENTAL

Conclusión a la representación en mapas de la vulnerabilidad. En con-


clusión, el concepto de vulnerabilidad y los mapas de vulnerabilidad son útiles en
la localización de proyectos potencialmente contaminantes. Primero, indican y
son una medida de la probabilidad de contaminación. Segundo, hacen posible que
los proyectos se localicen en zonas de relativamente baja vulnerabilidad y por
tanto relativamente bajo riesgo, desde el punto de vista del agua subterránea, y/o
permiten que se tomen las adecuadas medidas preventivas de ingeniería. Véase
Domenico y Schwartz (1990) para un tratamiento más detallado de la hidrogeolo-
gía.

4.15. PROBLEMAS
4.1. Preparar un diagrama de flujo para 100 unidades de precipitación cayendo
sobre tierra y eventualmente volviendo al ciclo hidrológico por vía de
. escorrentía al mar o evaporación. Cuáles son los porcentajes respectivos
de la lluvia observada en cada proceso para un clima húmedo moderado
(Irlanda) en comparación con un clima tropical (Brasil).
4.2. Determinar el volumen de agua perdido por evaporación durante un año
desde un lago de 10 km2 , si la precipitación anual es de 1.200 mm y el
incremento neto en la profundidad del lago es de 200 mm. Establecer los
supuestos.
4.3. Redacte un breve informe sobre un proyecto hidráulico significativo en su
región (embalse, desviación de río, etc.) que tuviera un impacto sobre las
aguas naturales. Describa los impactos, positivos y negativos.
4.4. Determine la tasa de infiltración basada en el-método del índice 0 para la
siguiente tormenta de lluvia:

0-5 min 55 20
5-10 min 60 30
10-15 min 65 40
15-20 min 70 50
20-25 min 80 65
25-30 min 60 50
30-35 min 40 35
35-40 min 20 15
40-45 min 15 10

4.5. Para el Problema 4.4, ajustar una ecuación del tipo Horton a la infiltración
y determinar la infiltración inicialf0 , la infiltración finalf,, y la constante
de velocidad k. De esta ecuación verificar las tasas de infiltración a 30 min
y a 45 min y determinar la infiltración total.
4.6. En la biblioteca de su centro, busque la sección que contiene los datos de
precipitación y escorrentía. Para una cuenca local, anotar las medias men-
CONCEPTOS DE HIDROLOGÍA 299

suales de precipitación para un período de un año. Detenninar el área de


la cuenca. Anotar también las escorrentías medias mensuales. Ahora cal-
cule y represente gráficamente las tendencias de la precipitación y esco-
rrentía para cada uno de los doce meses. Represente la precipitación y
escorrentía en las mismas unidades.
4.7. Explicar por qué en el Problema 4.6 las diferencias entre precipitación y
escorrentía no son constantes a lo largo del año (es decir que no el mismo
porcentaje de precipitación va a escorrentía para todas las observaciones).
4.8. Para el Problema 4.6, anotar también la media mensual de la precipitación
para la localidad de la estación de medida de precipitación. Ahora repre-
sentar precipitación y evaporación. Discutir las tendencias. Representar
también la evaporación más la escorrentía de energía y comparar con la
precipitación. Discutir por qué estas dos líneas no son similares.
4.9. Localizar en Raudkivi (1979) la sección sobre evaporación respecto a
evaporación de superficies totalmente secas y superficies sólo-agua. Con
dibujos, explicar las diferencias en los parámetros del balance de radia-
ción. · , ~·
4.10. Calcularla evaporación como pérdida anual de agua de un lago de 100 km2
si la velocidad media del viento a 2 m es de 4 mis. Suponer valores de
e; ~ 15 mm Hg y Eª ~ 10 mm Hg respectivamente. ¿Qué efecto tendría
una mayor velocidad de viento en la evaporación?
4.11. Describir tres métodos de cálculo de campo para la detenninación de la
evaporación.
4.12. Con relación al Ejemplo 4.7, calcular la serie de evaporaciones para
Rª - G = 70 W/m', tomar la temperatura= 20 ºC, pero variar B de O, 1 a 5
en incrementos de O, l. Representar gráficamente los resultados.
4.13. Igual que en el Problema 4.12, repetir el ejercicio si Rª - G = 70 W/m2 y
B = O, 1 si T va de 10 a 40 ºC en incrementos de 2 ºC. Representar los
resultados.
4.14. Preparar curvas de intensidad -duración- frecuencia (IDF) para 5 años
y 2 años para los siguientes datos de intensidad máxima anual en mmlb:

1980 48,2 33,1 27,9 26,2


1981 26,8 17,6 15,2 14,8
1982 35,4 29,8 17,6 23,2
1983 47,8 39,2 31,8 27,6
1984 44,3 34,8 32,1 25,8
1985 51,8 40,6 33,2 29,1
1986 46,3 41,4 36,4 30,3
1987 47,9 39,8 32,1 27,6
1988 44,8 34,2 29,8 24,8
1989 60,3 50,1 42,l 37,6
1990 18,2 16,8 15,1 12,8

Consulte Shaw, 1994 o Bras, 1990 para la metodología.


300 INGENIERÍA AMBIENTAL

4.15. Vaya a su biblioteca y reúna los datos para el período 1980-1995 para su
propia región comparables a los registros de precipitación del Proble-
ma 4.14. Luego calcule las curvas IDF para 2 años y 5 años.
4.16. Revisar el artículo «Field studies of hillslope flow processes» de Dunne
(1978).
4.17. Calcular la avenida de 30 años de los siguientes datos: área de cuenca
15 km2 , precipitación media anual 1.200 mm, pendiente del cauce
2,9 mlkm, longitud del cauce -9,5 km, frecuencia del cauce 1,76. Supo-
ner que un lago ocupa un 15 por 100 de la cuenca y que la clasificación
del subsuelo es 100 por 100 clase S2. Utilizar el método British Flood
Studies de características de la cuenca para calcular la magnitud de la
avenida.
4.18. Se le ha pedido que dimensione un conducto de desagüe para'pasar un
pequeño cauce bajo una nueva carretera. Esbozar el(los) método(s) que
usaría para hacerlo, suponiendo que no hay datos hidrológicos.
4.19. Vaya a su biblioteca y reúna los datos de las mayores avenidas anuales
para un periodo núnimo de 1O años en su zona. Mejor un registro más
largo. Usir efinétodo Cfo'fEJemplo 4.9 para."caicular las avenidas de perio-
do de retomo de 1 a 100 años.
4.20. Repita el Problema 4.19, pero ahora reúna sus datos para los caudales
núnimos anuales.
4.21. Dos ríos están separados por un acuífero confinado de 15 km de anchura.
El nivel freático del río izquierdo está a 28 m sobre el nivel de referencia
y el río derecho está a 14 m sobre la referencia. Calcular la altura de la
divisoria de aguas si K = 10-5 mis y no hay recarga.
4.22. Repetir el Problema 4.21 para el efecto de la recarga.
4.23. Para el Problema 4.21, calcular el caudal y la dirección en el acuífero.
4.24. Utilizar la Tabla 4.19 para el parámetro de conductividad hidráulica (o
una tabla más detallada de un texto más específico) y preparar una gráfica
de K frente al tipo de suelo/roca. Indicar los intervalos para cada tipo de
suelo/roca. Si la necesidad ambiental para la base de un vertedero es tener
K < 10-9 . Establecer cuáles son los estratos más adecuados de suelo/roca.
4.25. Calcular la transmisividad aproximada del acuífero de los siguientes en-
sayos de bombeo escalonados:

.·;'~>··
• (in)

52,1 0,17
2 68,2 0,32
4 83,8 0,46
6 99,4 0,69

4.26. Detenninar para su zona los recursos hidráulicos utilizados para agua po-
table. Redacte un breve informe al ingeniero municipal dándole cuenta de
CONCEPTOS DE HIDROLOGÍA 301

las actuales demandas de agua, las actuales fuentes de suministro (agua


subterránea, agua dulce) y las demandas futuras. Sugerir cómo se pueden
cubrir las demandas futuras.
4.27. Para el Ejemplo 4.12, representar el descenso de nivel acumulado dividi-
do por el correspondiente caudal frente al caudal. ¿Cuáles son el coefi-
ciente de pérdida del acuífero y el coeficiente de pérdida del pozo de esta
representación?
4.28. Considerar una localidad con la que esté familiarizado que extraiga agua
subterránea mediante pozos para uso potable. Identificar en un mapa (por
ejemplo, escala 1 : 20.000):
(a) los pozos;
(b) la geología;
(c) las actividades de uso de la tierra (industriales y agrícolas).
Prepare un mapa mostrando las zonas que necesitan protección, esta-
bleciendo por categorías las zonas de más alto, modesto y más bajo riesgo
a partir de las actividades de uso de la tierra.

REFERENCIAS Y LECTURAS DE AMPLIACIÓN

Abbot, M. B., J. C. Bathurst, J. A. Cargo, P. E. O'Connell and J. Rosmussen (1986). «An


introduction to the European Hydrologic System-SHE», J. Hydrology, 87, 61-77.
Ackers, P., et al. (1978). Weirs and Flumesfor Flow Measurement, John Wiley, New York.
Ashley, R. P. and B. D. Misstear (1990). Industrial development: the threat to groundwa-
ter quality: Paper presented to the Institution of Water and Environmental Manage-
ment, East Anglia Branch.
Baumgartner, A. and E. Reichel (1975). The World Water Balance, Elsevier Science Pu-
blishers, Amsterdam and New York, 179 pp., 31 maps.
Bedient, P. B. and W C. Huber (1988). Hydrology and Floodplain Analysis, Addison-
Wesley, Reading, Massachusetts.
Betson, R. S. (1964). «What is watershed runoff?», J. Geophy. Research, 69(8), 1541-1552.
Bilham, E. G. (1936). «Classification of heavy (rain) falls in short periods». British Rain-
fall, 1935, pp. 262-280.
Bishop, K. H. (1991). «Episodic increases in stream acidity, catchment flow pathways and
hydrograph scenarim> PhD thesis, Jesus College, Cambridge, October 1991.
Bras, R. L. (1990). Hydrology-An lntroduction to Hydrological Science, Addison-Wes-
ley, Reading, Massachusetts.
Brutsaert, W. (1982). Evaporation into the Atmosphere, Kluwer Academic Publishers,
Dordrecht, The Netherlands.
Budyko, M. l. (1974). Climate and Lije, Academic Press, New York, 508 pp.
Burmaster, D. E. (1982). «The new pollution». Environment. 24, 2, pp. 6-36.
Calder, l. R. (1990). Evaporation in the Uplands, John Wiley, New York.
Calder, l. R., M. D. Newson and P. D. Walsh (1982). «The application of catchment
lysirneter and hydrometeorological studies of coniferous afforestation in Britain to
land use planning and water management». Proceedings of Symposium on Hydrologi-
cal Research Basins. pp. 853-863. Bem, Switzerland.
Campbell, J. B. (1987). lntroduction to Remate Sensing, Guildford Press, USA.
302 INGENIERÍA AMBIENTAL

Carton, O. T., M. Sherwood, V. Power and J. J. Lenehan (1991). Soils asan Assimilation
of Chemical Loadingsfrom Fertilizers andAgricultural Wastes, !El Conference, John-
stown Castle, Wexford, Ireland, November 1991.
Caspany, H. J. (1990). «An echohydrological framework for water yield changes of fores-
ted catchments due to forest decline and soil acidification». Water Resources Research.
Vol. 26, No. 6, pp. 1121-1131.
Chow Ven Te, D. R. Maidment and L. Mays (1988) Applied Hydrology, McGraw-Hill,
New York.
Clark, T. P. and R. Piskin (1977). «Chenical quality and indicator parameters for monito-
ring landfill leachate in Illinois». J. Environmental Geology, 1, 329-339.
Collinge, V. and C. Kirby (1987). Weather Radar and Flood Forecasting. John Wiley and
Sons, Chichester, UK.
Commission ofthe European Community (1991). «Council Directive conceming the pro~
tection of waters against pollution caused by nitrates from agricultural sources»
(91/676/EEC). Official Journal ofthe European Communities, No. L375/l-8.
Cunnane, C. (1978). «Unbiased plotting positions-areview», J. Hydrology, 37, 205-222.
Daly, D. and G. R. Wright (1982). Waste Disposal sites. Geotechnical guidelinesfor their
· selection, design and managment; Geoló~ical .Survey· of Irel_~Qd -~f9rmati_qp.., ~ircular
82.1 50pp. ..
Daly, D. (1991). «Groundwater protection schemes». Proceedings ofAnnual Spring Show
Conference of Local Authority Engineers. Department of the Environment, Dublin.
Daly, D. (1994a). «General guidelines on aquifer definition». The GSI Groundwater
Newsletter, No. 25.
Daly, D. (1994b). Lecture Series on Groundwater, Civil and Environmental Engineering
Department, University College Cork.
Daly, D. and W. P. Warren (1994). «Mapping groundwater vulnerability to pollution:
Geological Survey of Ireland guidelines». The GSI Groundwater Newsletter, No. 25,
pp. 10-15.
Daly, E. P. (1995). Groundwater resources ofthe Nore River Basin. Geological Survey of
Ireland, Report Series.
Davis, M. L. and D. A. Comwell (1991). lntroduction to Environmental Engineering.
McGraw-Hill, New York.
Dillon, E. C. (1954). «Analysis of 35-year automatic recording of rainfall at Cork», Trans.
lnst. Civ. Engng. lreland, 80, 191-283.
Dingman, S. L. (1994). Physical Hydrology, Macmillan, London.
Domenico, P. A. and F. W. Schwartz (1990). Physical and Chemical Hydrology, John
Wiley, New York.
Dooge, J. C. l. (1973). «Linear theory of hydrologic systems», US Department of Agricul-
ture, Technical Bulletin 1468.
Dunne, T. (1978). «Field studies of hillslope flow processes», in Hillslope Hydrology, M.
J. Kirby (ed.), John Wiley, New York.
Eagleson, P. S. (1970). Dynamic Hydrology. McGraw-Hill, New York.
ENDS Report (1993). Cutback on triazine herbicides gathers pace. Environmental Data
Services Ltd Publishers, No. 194, pp. 7.
ENDS Report (1993). Research underlines pollution risks pom sheep dip chemicals. Envi-
ronmental Data Services Ltd Publishers, No. 218, pp. 8-18.
ENDS Report (1993). Unleaded Petrol. Environmental Data Services Ltd Publishers,
No. 225.
Engman, E. T. and R. J. Gumey (1991). Remote Sensing inHydrology, Chapman and Hall,
New York.
CONCEPTOS DE HIDROLOGÍA 303

Fahey, B. D. and A. J. Watson (1991). «Hydrological impacts on converting tussock grassland


to pine plantation, Otago, New Zealand». N.E. Joumal of Hydrology, Vol. 30. No. l.
Farrell, E. P. and G. M. Boyle (1991). Monitoring of aforest ecosystem in a region of low
leve/ anthropogenic emissions-Ballyhooley Project. Report No. 4, Forest Ecosystems
Research Group, University College Dublin, lreland.
Fitzpatrick, E. A. (1986). An 1ntroduction to Soil Science, 2nd edn, Longmitn Scientific
and Technical, London.
Forest Research Institute (1980). What's new in Forest Research. Report No. 92, Forest
Research Institute, New Zealand.
Freeze,-R. A. (1980). «A stochastic conceptual analysis of rainfall-runoff processes on a
hillslope», Water Resources Res. 16(2), 391-408.
Gannon, J. (1993). «An hydrological study ofthe Dripsey Catchment, Co. Cork, Ireland»,
MEngSc thesis, University College, Cork, !reland.
Gardiner, M. J. and T. Radford (1980\ Soil Associations of 1reland and Their Land Use
Potential, National Soil Surveys of !reland, An Foras Taluntais, Ireland.
Ha!J, M. J. (1986). Urban Hydrology, Elsevier Applied Science, Amsterdam.
Hal!berg, G. R. (1989). «Pesticide pollution of groundwater in the humid United States».
In: J. M. Sturrock and T. L. V. Ulbricht (eds), Agriculture, Ecosystems andEnviron-
ment, Elsevier Sciences Publishers, pp. 209-367. ~
Harbeck, G. E. (1962). «A practica! field technique for measuring reservoir evaporation
utilizing mass transfer theory», US Geological Survey, Professional Paper 272-E.
Harbeck, G. E. and J. S. Meyers (1970). «Present day evaporation measurement techni-
ques», Proc. ASCE, HY7, 1381-1389.
Henry, H., R. H. Thom, E.M. Brady and M. Doyle (1987). «Septic tanks and groundwa-
ter-some recent Irish research». In: Proceedings of lnternational Association of
Hydrogeologists (Irish Group), Portlaoise.
Hil!el, D. (1980). Applications of Soil Physics. Academic Press, New York.
Hoeksima, R. J. and P. K. Kitanidis (1985). «Analysis of spatial structures of properties of
selected aquifer:S», Water Resource Research, 21, 563-572.
Holland, D. J. (1967). «Rain intensity frequency relationships in Britaim>. British Rainfall
1961, part 111, pp. 43-51.
Horton, R. E. (1933). «The role of infiltration in the hydrological cycle», Trans. Am.
Geophysics Union, 14, 443-460.
Houzim, V., J. Vavra, J. Fuksa, V. Pekny, J. Vrba and J. Stibral (1986). «lmpact of fertili-
zers and pesticides on groundwater quality». In: J. Vrba and E. Romijn (eds), 1mpactof
Agricultura[ Activities on Groundwater, Intemational Association of Hydrogeologists,
Vol. 4, pp. 89-132.
Hydraulics Research Ltd (1983). Design and Analysis of Urban Storm Drainage-The
Wallingford Procedure, Hydraulics Research Ltd Wa!Jingford.
lnstitute ofHydrology (1976). Water Balance ofthe headwater in catchments ofthe Wye
and Severn 1970-1975. Report No. 33, Institute of Hydrology, UK.
Irish Meteorological Office (1993). Personal Communication regarding rainfall and eva-
poration data.
Jacob, C. E. (1950). Flow of Groundwater Engineering Hydraulics, H. Rouse (ed.), John
Wiley, New York, pp. 321-386.
Johnson, A. l. (1962). «Physical and hydrologic properties of water bearing deposits from
core boles in the Los Banos-Kettleman City Area, California, Denver Co. USGS Open
File Report.
Johnson, A. l. (1967). «Specific yield compilation of specific yields for variaus materialS>>,
USGS Water Supply Paper 1662-D, 74 pp.
304 INGENIERÍA AMBIENTAL

Kaimal, J. C. and J. J. Finnigan (1994). Atmospheric Boundary Layer Flows. Their Struc-
ture and Mea$urement, Oxford University Press.
Kirby, C., M. D. Newson and K. Gillman (1991). Plynlimon Research-The first two
decades. Report No. 109, Institute of Hydrology, UK.
Kolenbrander, G. J. (1975). «Nitrogen in organic matter and fertilizer as a source of pollution».
In: Proceedings of IAPWPR Confer:ence «Nitrogen as a Water Pollutant», Copenhagen.
Korzun, v.!. et al. (eds) (1978). World Water Balance and Water Resources ofthe Earth,
USSR National Committee for the International Hydrological Decade, UNESCO
Press, Paris, 663 pp.
Kuichling, E. (1989). «The relationship between the rainfall and the discharge of sewers in
populous districts». Transactions ASCE, 20, pp. 1-56.
Law, F. (1956). «The effect of afforestation upan the yield of water catchment areas»,
British Association for Advancement of Science, Sheffield, 5 September 19,56.
Lawrence, A. (1990). «Groundwater pollution threat from industrial solvents». NERC
News, No. 13, pp. 18-19.
Lazara, T. R. (1990). Urban Hydrology. A Multidisciplinary Perspective, Technomic.
Lancaster, Pennsylvania, USA.
Lindsley, R. K. and J. B. Franzini (1979). Water Resources Engineering, McGraw-Hill,
NewYork. ·~
Lloyd-Davies, D. E. (1906). «The elimination of storm water from sewerage systems».
Proceedings of lnst. ofCivil Engineers U.K. No. 164, pp. 41-67.
MacKay, D. M., P. V. Roberts and J. A. Cherry (1985). «Transport of organic contami-
nants in groundwater». Enviran. Sci. Technol. Vol. 19, pp. 384-392.
Maidment, L. (1993). Hydrology Handbook, McGraw-Hill, New York.
Marani, A. and A. Rinaldo (1992). Transport Processes in the Hydrological Cycle, Institu-
to Veneto Di Scienze, Lettere ed Arti, Venice.
Mortis, P. (1992). «The hydrological effects of afforestation on upland catchments»,
MEngSc thesis, University College, Cork, Ireland.
Mulholland, P. J., G. V. Wilson and P.M. Jardin (1990). «Hydrogeochemical response of
a forest watershed to storms. Effect of preferential flow along shallow and deep path-
ways». Water Resources Research. Vol. 26, No. 12.
Mulvaney, T. J. (1851). «Ün the use of self registering rain and flood gauges in making
observations of the relations of rainfall and flood discharges in a catchment». Transac-
tions of the lnstitute of Civil Engineers of Ireland, part //. 4. pp. 13-33.
Natural Environmental Research Council (NERC) (1975). Flood Studies Report 1975,
Charing Cross Road, London, UK.
Natural Environmental Research Council (NERC) (1979). Flood Studies Report No. 5,
Institute of Hydrology, UK.
Obsermet (1991). Catalogue of Meteorological Instrumentation, Obsermet, Holland.
O'Driscoll, L. (1992). «Catchment modelling of the lee», MEngSc thesis, University Co-
llege, Cork, Ireland.
OECD (1986). Water pollution by fertilizers and pesticides. Organisation for Economic
Co-operation and Development, Paris, 145 pp.
Pearce, A. J., L. K. Rowe and J. B. Stewart (1980). «Nightime wet canopy evaporation
rates and the water balance of an evergreen mixed forest». Water Resources Research.
Vol. 16. No. 5, pp. 955-959.
Pekdeger, A. and G. Matthess (1983). «Factors of bacteria and virus transport in ground-
water». Environmental Geology, Vol. 5, No. 2, pp. 49-52.
Penman, H. L. (1948). «Natural evaporation from open water, bare soil and grass», Proc.
Roy. Soc. London, A193, 120-146.
CONCEPTOS DE HIDROLOGÍA 305

Perroux, K. M. and L. White (1988). «Designs for disc permeameters», Soil Sci. Soc.
Am. J.
Philip, J. R. (1986). «Linearised unsteady and multidimensional infiltration», Water Re-
sources Res., 22, 1717-1727.
Priestley, C. H. B. and R. J. Taylor (1972). «Ün the assessment of surface heat flux and
evaporation using large scale parameters», Monthly Weather Review, 100, 81-92.
Raudkivi, A. J. (1979). Hydrology, Pergamon Press, Oxford.
Rosenberg, N. J., B. L. Blad and S. B. Yerma (1983). Microclimate-The Biological Envi-
ronment, John Wiley, New York.
Shaw, E. M. (1994). Hydrology in Practice, Chapman and Hall, London.
Shuttleworth, W. J. (1988). «Evaporation from Amazonian rainforest», Proc. Roy. Soc.
Lond., B233, 321-346.
Shuttleworth, W. J. (1991). «The Modelling Concept», Reviews of Geophysics, 29: pp.
585-606.
Steffan, W. L. and O. T. Denmead (1988). Flow and Transpoert in the Natural Environ-
ment: Advances and Applications, Springer-Verlag, Berlin.
Teagasc (Agriculture and Food Development Authority) (1990). Environment Impact of
Landspreading of Wastes, Conference Proceedings, Wexford, Ireland.
Thom, R. H. and C. Coxon (1992). «Nitrates, groundwater and the nitrate directive». In: J.
Feehan (ed.), Proceedings of Environment and Development in Ireland Conference,
University College Dublin, pp. 483-486.
Todd, D. K. (1980). Groundwater Hydrology, Studies and Reports in Hydrology, No. 25,
John Wiley, New York.
UNESCO (1978). World Water Balance and Water Resources of the Earth, UNESCO
Press, Paris.
USEPA (1984). Hydrological Simulation Program FORTRAN-HSPF, Environmental Re-
search Laboratory, Athens, Georgia.
USEPA (1984). Hydrological Simulation Program-Fortran by R. C. Johnson and John C.
lmhoff. USEPA, Athens, Georgia, USA.
Veissman, Jr, W., J. W. Knapp, G. L. Lewis and T. E. Harbaugh (1977). Introduction to
Hydrology, Harper and Row, New York.
Vieira, J. R., P. Lindgaard-Jorgensen and l. R. Warrent (1994). «Management support
systems for the aquatic environment-concepts and technologies», J. IAHR, Hydroin-
formatics, 32.
Wang, H. F. and M. P. Anderson (1982). Introduction to Groundwater Modelling: Finite
Difference and Finite Element Methods. W. H. Freeman and Company, New York.
Weisner, C. J. (1970). Climate, Irrigation and Agriculture, Angus and Robertson.
White, l. (1988). «Measurement of soil physical properties in the field», in Flow and
Transport in the Natural Environment: Advances and Applications, W. L. Steffan and
O. T. Denmead (eds), Springer-Verlag, Berlin.
Whitehead, P. G. and l. R. Calden (1993). «The Balquhidder Catchment and process stu-
dies», J. Hydrology Special Issue, 145 (3-4), 15 May 1993.
Wild, A. and K C. Cameron (1980). Nitrate leaching through soil and environmental
considerations with special reference to recent work in the United Kingdom. Soil Nit-
nogen - Fertilizer or Pollutant. IAEA Publishers, Vienna, pp. 289-306.
Wilson, E. M. (1990). Engineering Hydrology, Macrnillan, London.
Wright, G. R. (1984). Aquifer Map oflreland, Proceedings oflntemational Association of
Hydrogeologists (lAHR), Irish Group, Portlaoise.

Vous aimerez peut-être aussi