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DERECHO CIVIL — IRIBARNE-LAFFERRIERE 
RESUMEN 2º PARCIAL 

EL OBJETO DE LA RELACIÓN JURÍDICA 


 

BIENES Y COSAS 
El objeto de las relaciones jurídicas son las cosas, los bienes y las conductas humanas. En 
nuestro derecho vigente hay bienes con valor económico que cuando son materiales se 
llaman “cosas”; y bienes sin valor económico que son los que recaen sobre el cuerpo 
humano y los derechos de las comunidades indígenas. 

● Art. 16 CCyC − “Bienes y cosas”: “Los derechos referidos en el [1º párr.] del artículo 15 
pueden recaer sobre bienes susceptibles de valor económico. Los bienes materiales 
se llaman cosas. Las disposiciones referentes a las cosas son aplicables a la energía 
y a las fuerzas naturales susceptibles de ser puestas al servicio del hombre”.

Clasificación de las cosas 


 
Cosas inmuebles: aquellas que están inmovilizadas, es decir, que no pueden ser movidas de 
un lugar a otro, por una fuerza exterior o por sí mismas (bienes registrables).  

● Art. 225 CCyC − “Inmuebles por su naturaleza”: “Son inmuebles por su naturaleza el 
suelo, las cosas incorporadas a él de una manera orgánica y las que se encuentran 
bajo el suelo sin el hecho del hombre” (ej: suelo mismo + árboles, ríos y minerales que 
están bajo tierra). 

● Art. 226 CCyC − “Inmuebles por accesión”: “Son inmuebles por accesión las cosas 
muebles que se encuentran inmovilizadas por su adhesión física al suelo, con 
carácter perdurable. En este caso, los muebles forman un todo con el inmueble y no 
pueden ser objeto de un derecho separado sin la voluntad del propietario. No se 
consideran inmuebles por accesión las cosas afectadas a la explotación del 
inmueble o a la actividad del propietario” (ej: edificios y sus cimientos, salvo 
construcciones sin finalidad de permanencia indefinida + todas las cosas muebles por 
naturaleza que contribuyan a formar el edificio: marcos de ventanas; puertas; vidrios; 
artefactos sanitarios o de calefacción; acondicionadores de aire). 

Cosas muebles: aquellas que pueden transportarse de un lugar a otro, sea por sí mismas o 
por una fuerza externa (bienes no registrables). 

● Art. 227 CCyC − “Cosas muebles”: “Son cosas muebles las que pueden desplazarse 
por sí mismas o por una fuerza externa”. 

● Semovientes: se mueven por sí mismos (ej: animales). 

● Locomóviles: se mueven por una fuerza externa (ej: vehículos a motor). 

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RESUMEN 2º PARCIAL 

Cosas divisibles e indivisibles: son divisibles aquellas cosas que partidas no perderían su 
esencia (ej: inmuebles; tierra; dinero; granos). Son indivisibles aquellas cosas que partidas 
perderían su esencia y su valor (ej: joya; libro; televisor). 

● Art. 228 CCyC − “Cosas divisibles”: “Son cosas divisibles las que pueden ser divididas 
en porciones reales sin ser destruidas, cada una de las cuales forma un todo 
homogéneo y análogo tanto a las otras partes como a la cosa misma. Las cosas no 
pueden ser divididas si su fraccionamiento convierte en antieconómico su uso y 
aprovechamiento. En materia de inmuebles, la reglamentación del fraccionamiento 
parcelario corresponde a las autoridades locales”. 

Cosas principales: pueden existir por sí mismas.  

● Art. 229 CCyC − “Cosas principales”: “Son cosas principales las que pueden existir 
por sí mismas”.

Cosas accesorias: su existencia depende de la cosa principal.  

● Art. 230 CCyC − “Cosas accesorias”: “Son cosas accesorias aquellas cuya existencia 
y naturaleza son determinadas por otra cosa de la cual dependen o a la cual están 
adheridas. Su régimen jurídico es el de la cosa principal, excepto disposición legal en 
contrario. Si las cosas muebles se adhieren entre sí para formar un todo sin que sea 
posible distinguir la accesoria de la principal, es principal la de mayor valor. Si son del 
mismo valor no hay cosa principal ni accesoria”. 

Cosas consumibles y no consumibles: son consumibles aquellas cosas que se terminan con 
su primer uso. Son no consumibles aquellas cosas que no dejan de existir con el primer uso. 

● Art. 231 CCyC − “Cosas consumibles”: “Son cosas consumibles aquellas cuya 
existencia termina con el primer uso. Son cosas no consumibles las que no dejan de 
existir por el primer uso que de ellas se hace, aunque sean susceptibles de 
consumirse o deteriorarse después de algún tiempo”. 

Cosas fungibles: aquellas que pueden sustituirse por otra cosa de igual especie (ej: dinero). 

● Art. 232 CCyC − “Cosas fungibles”: “Son cosas fungibles aquellas en que todo 
individuo de la especie equivale a otro individuo de la misma especie, y pueden 
sustituirse por otras de la misma calidad y en igual cantidad”. 

Frutos y productos: son frutos aquellas cosas que otra cosa produce de manera regular y 
periódica, sin que se altere o disminuya su sustancia (ej: cereales que produce el suelo). Son 
productos aquellas cosa que se extraen de la cosa principal sin que vuelvan a reproducirse 
(ej: piedras de una cantera; oro de una mina). 

● Art. 233 CCyC − “Frutos y productos”: “Frutos son los objetos que un bien produce, de 
modo renovable, sin que se altere o disminuya su sustancia. Frutos naturales son las 
producciones espontáneas de la naturaleza. Frutos industriales son los que se 
producen por la industria del hombre o la cultura de la tierra. Frutos civiles son las 
rentas que la cosa produce. Las remuneraciones del trabajo se asimilan a los frutos 

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civiles. Productos son los objetos no renovables que separados o sacados de la cosa 
alteran o disminuyen su sustancia. Los frutos naturales e industriales y los productos 
forman un todo con la cosa, si no son separados”. 

PATRIMONIO 
El patrimonio es el conjunto de bienes de una persona (no hay patrimonio si no hay bienes).  

Características del patrimonio 


 
Necesariedad: todo individuo necesariamente debe tener un patrimonio. 

Inalienabilidad: el patrimonio no puede existir sino por y para su titular, de cuya personalidad 
es atributo. 

Identicidad: el patrimonio será idéntico a sí mismo, independientemente de los bienes y las 


deudas que lo conforman. 

Derechos patrimoniales 
 
El patrimonio no se compone propiamente de cosas, sino de los derechos que se tienen 
sobre los bienes. El patrimonio está integrado por los denominados “derechos patrimoniales” 
(vs. “derechos extrapatrimoniales”: derechos personalísimos; derechos de familia).  

Clasificación: 

● Derechos reales: aquellos que conceden al titular un derecho inmediato total o parcial 
sobre una cosa, oponible a toda otra persona, como el dominio o usufructo (Art. 1882 
CCyC: “El derecho real es el poder jurídico, de estructura legal, que se ejerce 
directamente sobre su objeto, en forma autónoma y que atribuye a su titular las 
facultades de persecución y preferencia, y las demás previstas (...)”). 

● Derechos personales o creditorios: relaciones jurídicas establecidas entre dos 


personas, acreedor y deudor, en virtud de las cuales el primero puede exigir del 
segundo una determinada conducta, denominada prestación (Art. 724 CCyC: “La 
obligación es una relación jurídica en virtud de la cual el acreedor tiene el derecho a 
exigir del deudor una prestación destinada a satisfacer un interés lícito y, ante el 
incumplimiento, a obtener forzadamente la satisfacción de dicho interés”). 

● Derechos intelectuales: derecho patrimonial que tiene el autor de una creación del 
intelecto, en virtud del cual puede aprovechar económicamente esa creación en 
beneficio propio, dentro de los límites marcados por el ordenamiento jurídico (ej: 
obras literarias / musicales / científicas; pinturas; dibujos; patentes de invención; 
marcas; designaciones comerciales). 

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Patrimonio como garantía de los acreedores 


 
La función de identificar un patrimonio como conjunto de derechos de contenido económico 
que pertenecen a un mismo titular, radica en que ese patrimonio responde por las deudas de 
ese sujeto titular del mismo, cualesquiera sean los derechos actuales o futuros que lo 
compongan.  

El patrimonio entendido como conjunto de los derechos económicos de una persona es la 
garantía o prenda común de todos los acreedores de ese sujeto, sin importar los bienes que 
lo compongan. Prenda común de los acreedores significa que todos los bienes que integran 
el patrimonio o que se incorporen a él, responden por las deudas de su titular, por lo que los 
acreedores pueden obtener la venta judicial de los mismos para cobrarse de su producido. 

● Art. 242 CCyC − “Garantía común”: “Todos los bienes del deudor están afectados al 
cumplimiento de sus obligaciones y constituyen la garantía común de sus 
acreedores, con excepción de aquellos que este Código o leyes especiales declaran 
inembargables o inejecutables. Los patrimonios especiales autorizados por la ley 
sólo tienen por garantía los bienes que los integran”. 

● Art. 243 CCyC − “Bienes afectados directamente a un servicio público”: “Si se trata de 
los bienes de los particulares afectados directamente a la prestación de un servicio 
público, el poder de agresión de los acreedores no puede perjudicar la prestación 
del servicio”. 

● Art. 743 CCyC − “Bienes que constituyen la garantía”: “Los bienes presentes y futuros 
del deudor constituyen la garantía común de sus acreedores. El acreedor puede 
exigir la venta judicial de los bienes del deudor, pero sólo en la medida necesaria 
para satisfacer su crédito. Todos los acreedores pueden ejecutar estos bienes en 
posición igualitaria, excepto que exista una causa legal de preferencia”. 

Clases de acreedores: hay 3 tipos:  

● Acreedores privilegiados: titulares de un crédito al cual la ley dota la facultad de ser 


cobrado con antelación al que tengan otros acreedores del mismo deudor, por 
cuestiones de interés general o para la tutela de personas que no pueden reclamar 
una garantía para el pago de sus créditos (Art. 2573 CCyC: “Privilegio es la calidad 
que corresponde a un crédito de ser pagado con preferencia a otro. Puede 
ejercitarse mientras la cosa afectada al privilegio permanece en el patrimonio del 
deudor, excepto disposición legal en contrario y el supuesto de subrogación real en 
los casos que la ley admite. El privilegio no puede ser ejercido sobre cosas 
inembargables declaradas tales por la ley”).  

● Acreedores con garantía real: gozan también de preferencia para el cobro, pero ésta 
no se origina en la ley sino en la voluntad de las partes, generando el derecho del 
acreedor de perseguir la cosa en poder de quien se encuentre y ejecutarla 

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judicialmente, excluyendo de su producido a los restantes acreedores (ej: hipotecas y 


prendas).  

● Acreedores quirografarios: cobrarán luego de que lo hagan los acreedores 


privilegiados y los de garantía real, de manera proporcional al monto de sus 
acreencias (Art. 2581 CCyC: “Los acreedores sin privilegio concurren a prorrata entre 
sí, excepto disposición expresa en contrario de este Código”). 

Bienes excluídos de la garantía común: no todos los bienes del deudor responden por sus 
deudas. Existe un extenso catálogo de bienes que están excluidos de la agresión de los 
acreedores, respondiendo a criterios humanitarios, a la protección de la dignidad del deudor, 
de lo necesario para subvenir sus necesidades. Esta idea se ha extendido y no sólo se 
preserva aquello necesario de manera indispensable para la vida, sino también lo que es 
razonable tener de acuerdo con un nivel medio de vida.  

● Art. 744 CCyC − “Bienes excluidos de la garantía común”: “Quedan excluidos de la 
garantía prevista en el artículo 743: a) las ropas y muebles de uso indispensable del 
deudor, de su cónyuge o conviviente, y de sus hijos; b) los instrumentos necesarios 
para el ejercicio personal de la profesión, arte u oficio del deudor; c) los sepulcros 
afectados a su destino, excepto que se reclame su precio de venta, construcción o 
reparación; d) los bienes afectados a cualquier religión reconocida por el Estado; e) 
los derechos de usufructo, uso y habitación, así como las servidumbres prediales (...); 
f) las indemnizaciones que corresponden al deudor por daño moral y por daño 
material derivado de lesiones a su integridad psicofísica; g) la indemnización por 
alimentos que corresponde al cónyuge, al conviviente y a los hijos con derecho 
alimentario, en caso de homicidio; h) los demás bienes declarados inembargables o 
excluidos por otras leyes”. 

Protección de la vivienda: cualquier persona puede afectar un inmueble destinado a vivienda, 


no siendo necesario que haya una familia que habite en él. La persona que vive sola puede 
afectar un inmueble a este régimen. La afectación puede ser total o parcial, esto es, hasta un 
determinado valor. En caso de afectación parcial lo tutelado es una porción de valor del 
inmueble. Si éste se ejecuta el propietario rescata esa porción de valor. No existen límites de 
valor para afectar una vivienda al régimen, pero no podrá afectarse más de un inmueble y la 
afectación debe inscribirse en el Registro de la Propiedad Inmueble.

● Art. 244 CCyC − “Afectación”: “Puede afectarse (...) un inmueble destinado a vivienda, 
por su totalidad o hasta una parte de su valor. Esta protección no excluye la 
concedida por otras disposiciones legales. La afectación se inscribe en el registro de 
la propiedad inmueble según las formas previstas en las reglas locales, y la prioridad 
temporal se rige por las normas contenidas en la ley nacional del registro 
inmobiliario. No puede afectarse más de un inmueble. Si alguien resulta ser 
propietario único de dos o más inmuebles afectados, debe optar por la subsistencia 
de uno solo en ese carácter dentro del plazo que fije la autoridad de aplicación, bajo 
apercibimiento de considerarse afectado el constituido en primer término”. 
 
 
 

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HECHOS JURÍDICOS 
 

CONCEPTO 
Hechos son los acontecimientos o sucesos que provienen de la naturaleza o del hombre. 
Algunos de ellos son irrelevantes para el mundo jurídico, mientras que otros son tomados en 
cuenta por el Derecho porque el ordenamiento prevé la producción de ciertos efectos 
jurídicos para cuando ellos acontecen: estos son los “hechos jurídicos”. 

● Art. 257 CCyC − “Hecho jurídico”: “El hecho jurídico es el acontecimiento que, 
conforme al ordenamiento jurídico, produce el nacimiento, modificación o extinción 
de relaciones o situaciones jurídicas”. 

Clasificación de los hechos jurídicos 

Hechos jurídicos naturales: los actuados por la naturaleza, sin intervención o participación del 
hombre (ej: granizo que cae sobre la cosecha asegurada; terremoto que produce un 
incendio; destrucción de cosas que eran objeto de derechos subjetivos). 

Hechos jurídicos humanos: los obrados por el hombre, fueren ellos voluntarios o 
involuntarios.  

Hechos jurídicos humanos voluntarios:  

● Art. 260 CCyC − “Acto voluntario”: “El acto voluntario es el ejecutado con 
discernimiento, intención y libertad, que se manifiesta por un hecho exterior”. 

Hechos jurídicos humanos involuntarios:  

● Art. 261 CCyC − “Acto involuntario”: “Es involuntario por falta de discernimiento: a) el 
acto de quien, al momento de realizarlo, está privado de la razón; b) el acto ilícito de 
la persona menor de edad que no ha cumplido diez años; c) el acto lícito de la 
persona menor de edad que no ha cumplido trece años, sin perjuicio de lo 
establecido en disposiciones especiales”. 

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Hechos jurídicos humanos voluntarios lícitos: acciones voluntarias no prohibidas por la ley, de 
que puede resultar alguna adquisición, modificación o extinción de derechos. 

● Art. 258 CCyC − “Simple acto lícito”: “El simple acto lícito es la acción voluntaria no 
prohibida por la ley, de la que resulta alguna adquisición, modificación o extinción de 
relaciones o situaciones jurídicas” (la parte que los ejecuta no persigue una finalidad 
jurídica, aunque la ley puede asignársela).  

● Art. 259 CCyC − “Acto jurídico”: “El acto jurídico es el acto voluntario lícito que tiene 
por fin inmediato la adquisición, modificación o extinción de relaciones o situaciones 
jurídicas” (tienen por fin inmediato establecer relaciones jurídicas entre las personas). 

Hechos jurídicos humanos voluntarios ilícitos: cualquier acción u omisión que causa un daño, 
si no está justificada. 

● Delitos: hay dolo o producción de un daño de manera intencional o con manifiesta 


indiferencia por los intereses ajenos.  

● Cuasidelitos: hay culpa u omisión de la diligencia debida según la naturaleza de la 


obligación y las circunstancias de las personas, el tiempo y el lugar. Comprende la 
imprudencia, la negligencia y la impericia en el arte o profesión. 

ACTOS VOLUNTARIOS 

Teoría general de los actos voluntarios 


 
Los actos voluntarios deben cumplir con 3 condiciones internas (discernimiento, intención y 
libertad) y 1 condición externa (manifestación de la voluntad): 

Elementos internos:  

● Discernimiento: cualidad o facultad del sujeto por la cual conoce y distingue lo bueno 
de lo malo, lo justo de lo injusto, lo conveniente de lo inconveniente. Es la madurez 
intelectual para razonar, comprender y valorar el acto y sus consecuencias. Causas 
obstativas: minoridad (se tiene o no discernimiento para ciertos actos a partir de 
determinada edad: 13 para los lícitos; 10 para los ilícitos); privación de la razón (al 
tiempo de la ejecución del acto; no es necesario que el sujeto esté declarado como 
de capacidad restringida o incapaz, ni que la causa sea una enfermedad mental, sino 
que quedan comprendidos todos los actos humanos ejecutados sin conciencia. Se 
prueba caso por caso). 

● Intención: discernimiento aplicado a un acto en concreto. Habrá intención en el acto 


cuando exista adecuada correspondencia entre lo entendido y lo actuado, cuando se 
ha realizado el acto tal como se pensó llevarlo a cabo. Causas obstativas: error (falta 
de conocimiento o conocimiento insuficiente); dolo (maniobra engañosa realizada 
para determinar a otra persona a realizar un acto).  

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● Libertad: posibilidad de elegir entre varias opciones, ejecutar o no el acto, con 


ausencia de coacción externa. Causas obstativas: violencia (coerción física o moral 
grave imposible de contrarrestar para forzar a la otra parte a un acto contra su 
voluntad). 

Elementos externos:  

● Manifestación de la voluntad: conducta mediante la cual se exterioriza la voluntad del 


agente. Puede consistir en dichos (hablados o escritos), hechos (acciones del sujeto, 
traducidas generalmente en gestos), o puede hacerse por vía omisiva (silencio).  

— Art. 262 CCyC − “Manifestación de la voluntad”: “Los actos pueden 


exteriorizarse oralmente, por escrito, por signos inequívocos o por la ejecución 
de un hecho material”. 

— Art. 263 CCyC − “Silencio como manifestación de la voluntad”: “El silencio 


opuesto a actos o a una interrogación no es considerado como una 
manifestación de voluntad conforme al acto o la interrogación, excepto en los 
casos en que haya un deber de expedirse que puede resultar de la ley, de la 
voluntad de las partes, de los usos y prácticas, o de una relación entre el 
silencio actual y las declaraciones precedentes”. 

— Art. 264 CCyC − “Manifestación tácita de voluntad”: “La manifestación tácita 


de la voluntad resulta de los actos por los cuales se la puede conocer con 
certidumbre. Carece de eficacia cuando la ley o la convención exigen una 
manifestación expresa”. 

Imputabilidad de las consecuencias de los actos voluntarios  


 
Deber de reparar los daños: para que haya responsabilidad tiene que haber una conducta 
antijurídica que produzca un daño, una relación de causalidad y un factor de atribución 
(subjetivo u objetivo). Según el CCyC, cada vez que haya un daño, se presume antijurídico, 
salvo que haya alguna causal de justificación (ej: ejercicio de un derecho; legítima defensa). 
Con respecto a cómo se imputan los actos voluntarios, el CCyC establece una regla vinculada 
con la “previsibilidad” (valoración de la conducta; relación causal; tipos de consecuencias). Se 
responde por las consecuencias inmediatas y mediatas, no por las casuales.  

● Art. 1716 CCyC − “Deber de reparar”: “La violación del deber de no dañar a otro, o el 
incumplimiento de una obligación, da lugar a la reparación del daño causado, 
conforme con las disposiciones de este Código”.  

● Art. 1717 CCyC − “Antijuridicidad”: “Cualquier acción u omisión que causa un daño a 
otro es antijurídica si no está justificada”. 

● Art. 1723 CCyC − “Responsabilidad objetiva”: “Cuando de las circunstancias de la 


obligación, o de lo convenido por las partes, surge que el deudor debe obtener un 
resultado determinado, su responsabilidad es objetiva”. 

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● Art. 1724 CCyC − “Factores subjetivos”: “Son factores subjetivos de atribución la culpa 
y el dolo. La culpa consiste en la omisión de la diligencia debida según la naturaleza 
de la obligación y las circunstancias de las personas, el tiempo y el lugar. Comprende 
la imprudencia, la negligencia y la impericia en el arte o profesión. El dolo se 
configura por la producción de un daño de manera intencional o con manifiesta 
indiferencia por los intereses ajenos”. 

● Art. 1725 CCyC − “Valoración de la conducta”: “Cuanto mayor sea el deber de obrar 
con prudencia y pleno conocimiento de las cosas, mayor es la diligencia exigible al 
agente y la valoración de la previsibilidad de las consecuencias. Cuando existe una 
confianza especial, se debe tener en cuenta la naturaleza del acto y las condiciones 
particulares de las partes. Para valorar la conducta no se toma en cuenta la 
condición especial, o la facultad intelectual de una persona determinada, a no ser en 
los contratos que suponen una confianza especial entre las partes. En estos casos, 
se estima el grado de responsabilidad, por la condición especial del agente”. 

● Art. 1726 CCyC − “Relación causal”: “Son reparables las consecuencias dañosas que 
tienen nexo adecuado de causalidad con el hecho productor del daño. Excepto 
disposición legal en contrario, se indemnizan las consecuencias inmediatas y las 
mediatas previsibles”. 

● Art. 1727 CCyC − “Tipos de consecuencias”: “Las consecuencias de un hecho que 


acostumbran a suceder según el curso natural y ordinario de las cosas, se llaman en 
este Código “consecuencias inmediatas”. Las consecuencias que resultan solamente 
de la conexión de un hecho con un acontecimiento distinto, se llaman 
“consecuencias mediatas”. Las consecuencias mediatas que no pueden preverse se 
llaman “consecuencias casuales””. 

ACTOS INVOLUNTARIOS 
Los actos involuntarios son aquellos ejecutados sin discernimiento, intención y voluntad, es 
decir, aquellos actos celebrados sin la posibilidad de ser comprendidos.  

Imputabilidad de las consecuencias de los actos involuntarios  


 
En el Código de Vélez no se respondía por los actos involuntarios. En la reforma de la Ley 
17.711 se introduce como posibilidad la indemnización por “equidad” (dichosa rectificación de 
la justicia en el caso concreto: corregir la aplicación rigurosa de una ley en un caso concreto). 
A partir del nuevo CCyC, siempre se debe responder por equidad (antes era una excepción). 
La indemnización queda a criterio del juez y puede atenuarse en función del patrimonio del 
deudor, situación personal de la víctima y circunstancias del hecho. 

● Art. 1750 CCyC − “Daños causados por actos involuntarios”: “El autor de un daño 
causado por un acto involuntario responde por razones de equidad. Se aplica lo 
dispuesto en el artículo 1742. El acto realizado por quien sufre fuerza irresistible no 

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genera responsabilidad para su autor, sin perjuicio de la que corresponde a título 


personal a quien ejerce esa fuerza”. 

● Art. 1742 CCyC − “Atenuación de la responsabilidad”: “El juez, al fijar la 


indemnización, puede atenuarla si es equitativo en función del patrimonio del deudor, 
la situación personal de la víctima y las circunstancias del hecho. Esta facultad no es 
aplicable en caso de dolo del responsable”. 

● Art. 1754 CCyC − “Hecho de los hijos”: “Los padres son solidariamente responsables 
por los daños causados por los hijos que se encuentran bajo su responsabilidad 
parental y que habitan con ellos, sin perjuicio de la responsabilidad personal y 
concurrente que pueda caber a los hijos”. 

● Art. 1757 CCyC − “Hecho de las cosas y actividades riesgosas”: “Toda persona 
responde por el daño causado por el riesgo o vicio de las cosas, o de las actividades 
que sean riesgosas o peligrosas por su naturaleza, por los medios empleados o por 
las circunstancias de su realización. La responsabilidad es objetiva. No son 
eximentes la autorización administrativa para el uso de la cosa o la realización de la 
actividad, ni el cumplimiento de las técnicas de prevención”. 
 

ACTOS JURÍDICOS 
 

CONCEPTO 
Hay determinados hechos (de trascendencia, que pueden haber causado un daño) que 
pueden tener consecuencias en el mundo jurídico.  

Hay “acto jurídico” cuando hay un cambio en el estado de los derechos: es un acto humano, 
voluntario, lícito, que tiene por fin inmediato crear / modificar / transferir / extinguir derechos u 
obligaciones.  

La adquisición de derechos puede ser “originaria” o “derivada”: nace con uno vs. viene de 
otro que ya los tenía. 

● Art. 259 CCyC − “Acto jurídico”: “El acto jurídico es el acto voluntario lícito que tiene 
por fin inmediato la adquisición, modificación o extinción de relaciones o situaciones 
jurídicas”. 

Características de los actos jurídicos 


 
Acto voluntario: debe emanar del hombre y ha de haber sido actuado con discernimiento, 
intención y libertad. 

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Acto lícito: los ilícitos no son actos jurídicos. Si bien establecen relaciones jurídicas, el efecto 
jurídico no se produce por ser querido por el autor, sino como una sanción del ordenamiento 
para quien ha violado el principio “non alterum laedere” (no dañar a otro). 

Acto con una finalidad jurídica: el autor persigue la producción de un efecto jurídico, que 
puede consistir en dar nacimiento a una relación jurídica, extinguirla, modificarla o 
transmitirla. Se trata de la voluntad típica e invariable que corresponde al acto. El efecto se 
produce porque es querido, perseguido por el hombre; y la ley ampara o tutela esa voluntad, 
asignándole el efecto buscado (ej: hacerse dueño en la compraventa; establecer una relación 
de filiación en la adopción; establecer una relación conyugal en el matrimonio). 

Clasificación de los actos jurídicos  


 
La clasificación de los actos jurídicos no figura en el CCyC, sino que es doctrinaria:  

● Unilaterales o bilaterales: son unilaterales si se necesita una sola voluntad para su 
realización, por lo que no hay interés contrapuesto (ej: testamento; donación; 
reconocimiento de hijo extramatrimonial; reconocimiento de deuda). Son bilaterales si 
son necesarias dos o más voluntades, habiendo intereses contrapuestos (ej: contratos 
y rescisiones; matrimonio; constitución de derechos reales sobre cosa ajena).  

● Positivos o negativos: son positivos aquellos que tienen que ver con un “hacer” (ej: 
persona que se compromete a pintar un mural). Son negativos aquellos que tienen 
que ver con una “omisión” o compromiso de abstención.   

● Onerosos o gratuitos: son onerosos cuando las ventajas que procuran a una de las 
partes les son concedidas por una prestación que ella ha hecho o se obliga a hacer a 
la otra, es decir, cuando se ha pactado un precio por el negocio jurídico (ej: 
compraventa; permuta; locación de cosas). Son gratuitos cuando aseguran a uno o a 
otro de los contratantes alguna ventaja, independiente de toda prestación a su cargo, 
es decir, cuando no hay un interés económico de por medio (ej: donación; comodato).  

● Puros y simples o modales: son puros y simples aquellos que sólo presentan los 
elementos esenciales del acto: voluntad, objeto y causa; y no están sujetos a ninguna 
modalidad. Son modales aquellos que sí están sujetos a determinadas modalidades o 
condiciones, pactadas por las partes: condición (si el hecho futuro puede o no 
acontecer), plazo (si el hecho futuro es cierto) y cargo (imposición a la que somete una 
parte a la otra para que el negocio jurídico surta efecto). 

— Art. 343 CCyC − “Alcance y especies”: “Se denomina condición a la cláusula 


de los actos jurídicos por la cual las partes subordinan su plena eficacia o 
resolución a un hecho futuro e incierto (...)”. 

— Art. 350 CCyC − “Especies”: “La exigibilidad o la extinción de un acto jurídico 


pueden quedar diferidas al vencimiento de un plazo”. 

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— Art. 354 CCyC − “Cargo. Especies. Presunción”: “El cargo es una obligación 
accesoria impuesta al adquirente de un derecho. No impide los efectos del 
acto, excepto que su cumplimiento se haya previsto como condición 
suspensiva, ni los resuelve, excepto que su cumplimiento se haya estipulado 
como condición resolutoria. En caso de duda, se entiende que tal condición no 
existe”. 

● Formales o no formales: son formales aquellos que requieren de formas establecidas 


en la ley a los fines de la eficacia / validez o a los fines de la prueba de ese acto 
jurídico. Son no formales aquellos que no requieren ninguna sacramentalidad o 
prescripción legal como condición de validez, en cuanto a sus formas. 

● De administración o de disposición: son de administración aquellos que tienen por 


objeto hacer producir a los bienes los beneficios que normalmente pueden obtenerse 
de ellos, sin alteración de su naturaleza ni de su destino, es decir, tienden a mantener 
íntegro el patrimonio y hacer desempeñar a ese patrimonio su función económica, en 
todos los bienes que lo componen o en cada uno de éstos (mantener patrimonio). Son 
de disposición aquellos que alteran sustancialmente los valores productores del 
patrimonio, los que forman su capital, o bien que comprometen por largo tiempo su 
porvenir o destino (adquirir o deshacerse de patrimonio). 

● Entre vivos o de última voluntad: son entre vivos aquellos que se celebran para 
producir efectos en forma inmediata o mediata (otro día, mes o año). Son de última 
voluntad aquellos que recién producen algún efecto a la muerte del celebrante o de 
uno de los sujetos. 

● Patrimoniales o extrapatrimoniales: son patrimoniales aquellos que tienen por fin 


inmediato producir efectos sobre el patrimonio (ej: contratos; compra/venta; 
testamento). Son extrapatrimoniales aquellos que no tienen por fin producir efectos 
sobre el patrimonio (ej: matrimonio; adopción; donación de órganos). 

● Principales o accesorios: son principales aquellos en los cuales el objeto principal de 
creación / modificación / transmisión de derechos u obligaciones se da entre las 
partes (ej: compra/venta; pago de alquiler). Son accesorias aquellos en los cuales la 
prestación nace por el incumplimiento de la obligación principal (ej: fianza; garantía). 

Interpretación de los actos jurídicos  


 
La interpretación de los actos jurídicos es la determinación del significado que les 
corresponde, fijando su alcance. Interpretar es buscar y fijar el significado de las 
manifestaciones de voluntad con el fin de establecer su contenido. El negocio jurídico 
requiere de una voluntad que sea declarada, lo cual plantea el problema de la discordancia 
entre lo querido y lo manifestado.  

● Art. 1061 CCyC − “Intención común”: “El contrato debe interpretarse conforme a la 
intención común de las partes y al principio de la buena fe”. 

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DERECHO CIVIL — IRIBARNE-LAFFERRIERE 
RESUMEN 2º PARCIAL 

● Art. 1065 CCyC − “Fuentes de interpretación”: “Cuando el significado de las palabras 


interpretado contextualmente no es suficiente, se deben tomar en consideración: a) 
las circunstancias en que se celebró, incluyendo las negociaciones preliminares; b) la 
conducta de las partes, incluso la posterior a su celebración; c) la naturaleza y 
finalidad del contrato”. 

● Art. 1068 CCyC − “Expresiones oscuras”: “Cuando a pesar de las reglas contenidas 
en los artículos anteriores persisten las dudas, si el contrato es a título gratuito se 
debe interpretar en el sentido menos gravoso para el obligado y, si es a título 
oneroso, en el sentido que produzca un ajuste equitativo de los intereses de las 
partes”. 

Efectos de los actos jurídicos  


 
El estudio de los efectos de los actos jurídicos puede hacerse en un doble ámbito:  

● Efectos objetivos: relaciones jurídicas creadas por el negocio jurídico, su modificación 


o extinción.  

● Efectos subjetivos: determinación de quiénes son los sujetos que se benefician o 


soportan los efectos del objetivo del negocio jurídico.  

Efectos del acto jurídico con relación a las partes: el contrato sólo tiene efectos entre las 
partes, por lo que no puede crear obligaciones a cargo de terceros ni éstos pueden invocarlo 
para hacer recaer sobre las partes obligaciones que éstas no han convenido. 

● Art. 1021 CCyC − “Regla general”: “El contrato sólo tiene efecto entre las partes 
contratantes; no lo tiene con respecto a terceros, excepto en los casos previstos por 
la ley”. 

Efectos del acto jurídico con relación a los representantes:  

● Art. 358 CCyC − “Principio. Fuentes”: “Los actos jurídicos entre vivos pueden ser 
celebrados por medio de representante, excepto en los casos en que la ley exige que 
sean otorgados por el titular del derecho. La representación es voluntaria cuando 
resulta de un acto jurídico, es legal cuando resulta de una regla de derecho, y es 
orgánica cuando resulta del estatuto de una persona jurídica. En las relaciones de 
familia la representación se rige, en subsidio, por las disposiciones de este Capítulo”. 

● Art. 359 CCyC − “Efectos”: “Los actos celebrados por el representante en nombre del 
representado y en los límites de las facultades conferidas por la ley o por el acto de 
apoderamiento, producen efecto directamente para el representado”. 

Efectos del acto jurídico con relación a los sucesores: todo derecho es transmisible salvo 
estipulación válida de las partes, prohibición legal o violación a la buena fe, moral o buenas 
costumbres. Esa transmisión puede ser universal o particular, razón por la cual se distingue 
entre “sucesores universales” (los que reciben todo o una parte indivisa del patrimonio. Ej: 
heredero) y “sucesores particulares” (los que reciben un derecho singular, sea por causa de 

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DERECHO CIVIL — IRIBARNE-LAFFERRIERE 
RESUMEN 2º PARCIAL 

muerte como por actos entre vivos. Ej: legatario de un bien concreto; comprador de 
inmueble; cesionario de un crédito). 

● Art. 398 CCyC − “Transmisibilidad”: “Todos los derechos son transmisibles excepto 
estipulación válida de las partes o que ello resulte de una prohibición legal o que 
importe trasgresión a la buena fe, a la moral o a las buenas costumbres”. 

● Art. 399 CCyC − “Regla general”: “Nadie puede transmitir a otro un derecho mejor o 
más extenso que el que tiene, sin perjuicio de las excepciones legalmente 
dispuestas”. 

● Art. 400 CCyC − “Sucesores”: “Sucesor universal es el que recibe todo o una parte 
indivisa del patrimonio de otro; sucesor singular el que recibe un derecho en 
particular”. 

Efectos del acto jurídico con relación a terceros: los actos jurídicos no pueden crear 
obligaciones a terceros ni éstos pueden invocar el negocio para atribuir a las partes 
obligaciones que ellas no convinieron. Este principio requiere ciertas precisiones para su 
aplicación, comenzando por la distinción entre “terceros interesados” (aquellos que pueden 
ostentar un derecho subjetivo o un interés legítimo afectado por la relación jurídica. Ej: 
acreedores de las partes del negocio; titulares de derechos reales sobre las cosas objeto del 
negocio) y “terceros no interesados” (aquellos totalmente ajenos al negocio y a sus efectos, 
ya que no tienen derechos subjetivos ni intereses legítimos afectados por el acto jurídico). 

● Art. 1022 CCyC − “Situación de los terceros”: “El contrato no hace surgir obligaciones 
a cargo de terceros, ni los terceros tienen derecho a invocarlo para hacer recaer 
sobre las partes obligaciones que éstas no han convenido, excepto disposición 
legal”. 

● Art. 1027 CCyC − “Estipulación a favor de tercero”: “Si el contrato contiene una 
estipulación a favor de un tercero beneficiario, determinado o determinable, el 
promitente le confiere los derechos o facultades resultantes de lo que ha convenido 
con el estipulante. El estipulante puede revocar la estipulación mientras no reciba la 
aceptación del tercero beneficiario; pero no puede hacerlo sin la conformidad del 
promitente si éste tiene interés en que sea mantenida. El tercero aceptante obtiene 
directamente los derechos y las facultades resultantes de la estipulación a su favor. 
Las facultades del tercero beneficiario de aceptar la estipulación, y de prevalerse de 
ella luego de haberla aceptado, no se transmiten a sus herederos, excepto que haya 
cláusula expresa que lo autorice. La estipulación es de interpretación restrictiva”. 

Acción subrogatoria: es el medio por el cual el acreedor puede reemplazar al deudor 


(subrogándose los derechos del deudor) a fin de poder cobrar lo que le corresponde. Es 
decir, es el recurso que la ley concede a los acreedores que de otro modo no pueden cobrar 
sus créditos, para ejercitar los derechos y acciones no utilizados por el deudor, cuando no 
sean inherentes a su persona. 

● Art. 739 CCyC − “Acción subrogatoria”: “El acreedor de un crédito cierto, exigible o 
no, puede ejercer judicialmente los derechos patrimoniales de su deudor, si éste es 

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RESUMEN 2º PARCIAL 

remiso en hacerlo y esa omisión afecta el cobro de su acreencia. El acreedor no goza 


de preferencia alguna sobre los bienes obtenidos por ese medio”. 

● Art. 740 CCyC − “Citación del deudor”: “El deudor debe ser citado para que tome 
intervención en el juicio respectivo”. 

● Art. 741 CCyC − “Derechos excluidos”: “Están excluidos de la acción subrogatoria: a) 
los derechos y acciones que, por su naturaleza o por disposición de la ley, sólo 
pueden ser ejercidos por su titular; b) los derechos y acciones sustraídos de la 
garantía colectiva de los acreedores; c) las meras facultades, excepto que de su 
ejercicio pueda resultar una mejora en la situación patrimonial del deudor”. 

● Art. 742 CCyC − “Defensas oponibles”: “Pueden oponerse al acreedor todas las 
excepciones y causas de extinción de su crédito, aun cuando provengan de hechos 
del deudor posteriores a la demanda, siempre que éstos no sean en fraude de los 
derechos del acreedor”. 

ELEMENTOS  
El acto jurídico tiene elementos indispensables, al punto que si no estuviesen presentes, el 
acto no sería válido, es decir, sería nulo:  

● Sujeto(s) / Partes. 

● Objeto.  

● Causa. 

● Forma. 

Objeto de los actos jurídicos  


 
El objeto del acto jurídico es la cosa sobre la que recaen los derechos y obligaciones o el 
interés de las partes. El objeto del acto es su materia: bienes y hechos (conductas). 

● Art. 279 CCyC − “Objeto”: “El objeto del acto jurídico no debe ser un hecho imposible 
o prohibido por la ley, contrario a la moral, a las buenas costumbres, al orden público 
o lesivo de los derechos ajenos o de la dignidad humana. Tampoco puede ser un 
bien que por un motivo especial se haya prohibido que lo sea”. 

● Art. 280 CCyC − “Convalidación”: “El acto jurídico sujeto a plazo o condición 
suspensiva es válido, aunque el objeto haya sido inicialmente imposible, si deviene 
posible antes del vencimiento del plazo o del cumplimiento de la condición”. 

En cuanto a cómo debe ser ese objeto, el CCyC lo define por la negativa: no debe ser 
imposible ni debe contravenir a la ley, al orden público, la moral o las buenas costumbres.  

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RESUMEN 2º PARCIAL 

● Art. 386 CCyC − “Criterio de distinción”: “Son de nulidad absoluta los actos que 
contravienen el orden público, la moral o las buenas costumbres (...)”. 

Debe ser determinado (en el momento del acto) o determinable (en el futuro):  

● Art. 1005 CCyC − “Determinación”: “Cuando el objeto se refiere a bienes, éstos deben 
estar determinados en su especie o género según sea el caso, aunque no lo estén en 
su cantidad, si ésta puede ser determinada. Es determinable cuando se establecen 
los criterios suficientes para su individualización”. 

La posibilidad tiene que ver con aquello que cualquiera pueda llevar a cabo. Es necesario 
distinguir entre: 

● Imposibilidad sobreviniente: era posible al momento de pactar, pero luego se 


convierte en imposible el cumplimiento de la prestación (ej: inundación de cosecha). 

● Dificultad prestandi: dificultad o molestia menor no prevista, pero que no hace 


imposible el cumplimiento de la prestación.  

Causa de los actos jurídicos  


 
La causa son los motivos o el fin inmediato que las partes tuvieron en mira para la celebración 
del acto jurídico. La causa se presume aunque no esté expresada (si la causa expresada es 
falsa, esto no provoca necesariamente la nulidad del acto, sino que invierte la carga de la 
prueba. Una vez demostrado que la causa es falsa, quien pretenda conservar la validez del 
acto debe demostrar que el negocio tiene causa y que ella es lícita).  

El CCyC unificó todos los criterios de causa existentes en la doctrina, en dos criterios: 
objetivo y subjetivo.  

● Art. 281 − “Causa”: “La causa es el fin inmediato autorizado por el ordenamiento 


jurídico que ha sido determinante de la voluntad. También integran la causa los 
motivos exteriorizados cuando sean lícitos y hayan sido incorporados al acto en 
forma expresa, o tácitamente si son esenciales para ambas partes”. 

● Art. 282 − “Presunción de causa”: “Aunque la causa no esté expresada en el acto se 
presume que existe mientras no se pruebe lo contrario. El acto es válido aunque la 
causa expresada sea falsa si se funda en otra causa verdadera”. 

Forma de los actos jurídicos  


 
El sujeto que desee realizar determinado acto jurídico ha de expresar su voluntad en forma 
que todos puedan conocerla, ya que la volición sería de imposible conocimiento si no hubiera 
una exteriorización. La forma de los actos jurídicos son el modo en el que éstos se llevan a 
cabo. La formalidad tiene que ver con el acto en sí mismo o con la prueba de ese acto.  

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RESUMEN 2º PARCIAL 

El derecho privado sólo por excepción regula alguna forma en particular para la validez de 
determinado acto jurídico. En general, las partes pueden elegir libremente el modo y manera 
de manifestar su voluntad de ingresar en una relación jurídica. 

● Art. 284 CCyC − “Libertad de formas”: “Si la ley no designa una forma determinada 
para la exteriorización de la voluntad, las partes pueden utilizar la que estimen 
conveniente. Las partes pueden convenir una forma más exigente que la impuesta 
por la ley”. 

El negocio celebrado con una forma insuficiente valdrá como causa fuente de la obligación 
de elevarlo a la forma legal. Esta obligación constituye una prestación de hacer que, en caso 
de no cumplirse voluntariamente puede ser demandada judicialmente. Los efectos del acto 
se producirán a partir del otorgamiento de la forma requerida por la ley.  

● Art. 285 CCyC − “Forma impuesta”: “El acto que no se otorga en la forma exigida por 
la ley no queda concluido como tal mientras no se haya otorgado el instrumento 
previsto, pero vale como acto en el que las partes se han obligado a cumplir con la 
expresada formalidad, excepto que ella se exija bajo sanción de nulidad”. 

El Código de Vélez definía “forma” como el conjunto de prescripciones que establece la ley 
sobre el modo de llevar a cabo un determinado acto jurídico.  

Hay 4 modos o formas de manifestar la voluntad:  

● Escrito: dentro tenemos, de acuerdo a su credibilidad: instrumentos públicos; 


instrumentos privados firmados; instrumentos privados no firmados.  

— Art. 286 CCyC − “Expresión escrita”: “La expresión escrita puede tener lugar 
por instrumentos públicos, o por instrumentos particulares firmados o no 
firmados, excepto en los casos en que determinada instrumentación sea 
impuesta. Puede hacerse constar en cualquier soporte, siempre que su 
contenido sea representado con texto inteligible, aunque su lectura exija 
medios técnicos”. 

— Art. 287 CCyC − “Instrumentos privados y particulares no firmados”: “Los 


instrumentos particulares pueden estar firmados o no. Si lo están, se llaman 
instrumentos privados. Si no lo están, se los denomina instrumentos particulares 
no firmados; esta categoría comprende todo escrito no firmado, entre otros, los 
impresos, los registros visuales o auditivos de cosas o hechos y, cualquiera que 
sea el medio empleado, los registros de la palabra y de información”. 

— Art. 288 CCyC − “Firma”: “La firma prueba la autoría de la declaración de 
voluntad expresada en el texto al cual corresponde. Debe consistir en el 
nombre del firmante o en un signo. En los instrumentos generados por medios 
electrónicos, el requisito de la firma de una persona queda satisfecho si se 
utiliza una firma digital, que asegure indubitablemente la autoría e integridad 
del instrumento”. 

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RESUMEN 2º PARCIAL 

● Oral: implica también la manifestación de la voluntad. Es condición de validez en 


algunos actos jurídicos, aunque puede ir sumado a otros requerimientos.  

● Tácito: aquella que sin lugar a dudas permita inferir de los hechos que se ha 
manifestado la voluntad en un determinado sentido. 

● Silencio: no siempre es manifestación de la voluntad. Va a serlo sólo cuando haya una 


intimación a expedirse. 

INSTRUMENTOS PÚBLICOS 
Son aquellos otorgados con las formalidades que la ley establece, en presencia de un oficial 
público (agente administrativo o funcionario), a quien la ley confiere la facultad de autorizar, y 
que hacen plena fe sin necesidad de posteriores pruebas o verificaciones. Pueden tener por 
finalidad acreditar la existencia de un hecho o acto, o constituir la forma de ejercicio de un 
poder público, y tienen una fuerza convictiva alta: por tener ciertas formas solemnes, con 
cierto rigor y porque fundamentalmente fueron redactados por un oficial público, designado 
con estándares de calidad e idoneidad para el ejercicio de su función. Esto hace que gocen 
de “autenticidad” y tenga “fe pública” (“fe colectiva” o creencia dictada por la ley de que ese 
documento dio fe de la existencia de ese acto jurídico). No podrán ser impugnados, salvo por 
redargución o querella de falsedad. 

● Art. 289 − “Enunciación”: “Son instrumentos públicos: a) las escrituras públicas y sus 
copias o testimonios; b) los instrumentos que extienden los escribanos o los 
funcionarios públicos con los requisitos que establecen las leyes; c) los títulos 
emitidos por el Estado nacional, provincial o la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, 
conforme a las leyes que autorizan su emisión”. 

Escrituras públicas y sus copias o testimonios 


 
Son aquellos instrumentos públicos labrados generalmente por un escribano (u otro 
funcionario autorizado para ello) en su libro de protocolo, cumpliendo ciertos requisitos: 
deben estar redactadas en un documento especial llamado “foja notarial” (hoja especial 
filigranada y numerada que el escribano debe pedir a su colegio de escribanos 
correspondiente). El original será la “foja o escritura matriz”, quedará en posesión del 
escribano y será almacenado en un libro de registro con características formales muy 
rigurosas y enviado al archivo de protocolos notariales del colegio de escribanos de la 
localidad en la que éste está matriculado. La primera copia se llama “primer testimonio” y 
será lo que quede en poder de las partes. Ante una divergencia entre la matriz y la copia, 
tendrá preponderancia la matriz. 

● Art. 299 CCyC − “Escritura pública. Definición”: “La escritura pública es el instrumento 
matriz extendido en el protocolo de un escribano público o de otro funcionario 
autorizado para ejercer las mismas funciones, que contienen uno o más actos 
jurídicos. La copia o testimonio de las escrituras públicas que expiden los escribanos 
es instrumento público y hace plena fe como la escritura matriz. Si hay alguna 

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RESUMEN 2º PARCIAL 

variación entre ésta y la copia o testimonio, se debe estar al contenido de la escritura 


matriz”. 

● Art. 305 CCyC − “Contenido”: “La escritura debe contener: a) lugar y fecha de su 
otorgamiento; si cualquiera de las partes lo requiere o el escribano lo considera 
conveniente, la hora en que se firma el instrumento; b) los nombres, apellidos, 
documento de identidad, domicilio real y especial si lo hubiera, fecha de nacimiento y 
estado de familia de los otorgantes; si se trata de personas casadas, se debe 
consignar también si lo son en primeras o posteriores nupcias y el nombre del 
cónyuge, si resulta relevante en atención a la naturaleza del acto; si el otorgante es 
una persona jurídica, se debe dejar constancia de su denominación completa, 
domicilio social y datos de inscripción de su constitución si corresponde; c) la 
naturaleza del acto y la individualización de los bienes que constituyen su objeto; d) 
la constancia instrumental de la lectura que el escribano debe hacer en el acto del 
otorgamiento de la escritura; e) las enmiendas, testados, borraduras, entrelíneas, u 
otras modificaciones efectuadas al instrumento en partes esenciales, que deben ser 
realizadas de puño y letra del escribano y antes de la firma; f) la firma de los 
otorgantes, del escribano y de los testigos si los hubiera; si alguno de los otorgantes 
no sabe o no puede firmar, debe hacerlo en su nombre otra persona; debe hacerse 
constar la manifestación sobre la causa del impedimento y la impresión digital del 
otorgante”. 

Instrumentos extendidos por escribanos o funcionarios públicos según las leyes 


 
Se trata de cualquier instrumento que satisfaga las formalidades legales y sea extendido por 
un funcionario público competente para otorgarlo. Puede incluir aquellas actas que tienen por 
objeto la comprobación de cualquier hecho o acto del cual quiera acreditarse su 
autenticidad, como las actas notariales. 

Títulos emitidos por Estado Nacional, provincial o CABA según las leyes 
 
Se trata de cualquier documento que esté firmado en su original por funcionario público, 
como: papel moneda; títulos de deuda (ej: LEBAC); DNI; denuncias policiales; partidas de 
nacimiento; títulos secundarios. 

Fuerza probatoria de los instrumentos públicos  


 
El instrumento público considerado en sí mismo goza de una presunción de autenticidad 
proveniente de la regularidad de sus formas. Debe, por tanto, ser tenido por auténtico por 
aquel a quien le sea presentado. Toda vez que la ley presume la autenticidad del instrumento 
considerado en sí mismo, releva a la parte que lo presenta de probar su autenticidad. Es 
aquel que sostenga la falta de autenticidad del instrumento quien debe producir la prueba de 
su aseveración.  

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DERECHO CIVIL — IRIBARNE-LAFFERRIERE 
RESUMEN 2º PARCIAL 

● Art. 296 CCyC − “Eficacia probatoria”: “El instrumento público hace plena fe: a) en 
cuanto a que se ha realizado el acto, la fecha, el lugar y los hechos que el oficial 
público enuncia como cumplidos por él o ante él hasta que sea declarado falso en 
juicio civil o criminal; b) en cuanto al contenido de las declaraciones sobre 
convenciones, disposiciones, pagos, reconocimientos y enunciaciones de hechos 
directamente relacionados con el objeto principal del acto instrumentado, hasta que 
se produzca prueba en contrario”. 

INSTRUMENTOS PARTICULARES 
El CCyC llama “instrumentos particulares” a aquellos documentos escritos en donde se da 
constancia del acto jurídico que les da validez en los cuales no interviene un oficial público. 
Los distingue en “instrumentos privados” e “instrumentos particulares no firmados”. 

● Art. 287 CCyC − “Instrumentos privados y particulares no firmados”: “Los instrumentos 


particulares pueden estar firmados o no. Si lo están, se llaman instrumentos privados. 
Si no lo están, se los denomina instrumentos particulares no firmados; esta categoría 
comprende todo escrito no firmado, entre otros, los impresos, los registros visuales o 
auditivos de cosas o hechos y, cualquiera que sea el medio empleado, los registros 
de la palabra y de información”. 

Instrumentos privados 
 
Son todo testimonio material que deja constancia de un hecho, otorgado por particulares sin 
la intervención de algún funcionario público en el carácter de tal. Su elemento clave es la 
firma, por ser la manera o signo / trazo por el cual la persona suscribe sus manifestaciones de 
voluntad (puede consistir en el nombre o en un signo). 

● Art. 288 CCyC − “Firma”: “La firma prueba la autoría de la declaración de voluntad 
expresada en el texto al cual corresponde. Debe consistir en el nombre del firmante o 
en un signo. En los instrumentos generados por medios electrónicos, el requisito de la 
firma de una persona queda satisfecho si se utiliza una firma digital, que asegure 
indubitablemente la autoría e integridad del instrumento”. 

Requisitos de los instrumentos privados 


 
Firma: requisito esencial que pone el CCyC. Puede ser también digital (procedimiento por el 
cual se certifica que sólo el usuario identificado suscribió a un documento determinado).  

Contenido y forma: rige el principio de libertad de formas. Las partes pueden firmar el 
instrumento cualquier día (sea hábil o no) y en cualquier hora. No es necesario consignar el 
lugar y fecha de otorgamiento, ni el nombre y domicilio de las partes, ni sus calidades 
personales. Pueden estar redactados en cualquier idioma, sobre cualquier soporte, y por 
cualquier persona. Antes se exigía también un “doble ejemplar” (que se suscriban tantos 

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DERECHO CIVIL — IRIBARNE-LAFFERRIERE 
RESUMEN 2º PARCIAL 

ejemplares como partes existan) como manera de garantizar la igualdad entre las partes (el 
CCyC no lo incluye, pero es una práctica habitual). 

Casos en que la persona no puede firmar: se puede dejar constancia de la impresión o huella 
digital o a través de dos testigos que dan fe de que la persona estuvo presente y dio su 
consentimiento. La impresión digital tiene un valor relativo y puede ser cuestionada, por lo 
que es más seguro usar dos testigos, los cuales firmarán el documento. 

● Art. 313 CCyC − “Firma de los instrumentos privados”: “Si alguno de los firmantes de 
un instrumento privado no sabe o no puede firmar, puede dejarse constancia de la 
impresión digital o mediante la presencia de dos testigos que deben suscribir 
también el instrumento”. 

Firma a ruego: discutido por la doctrina, se da cuando alguien no puede firmar y le pide a otro 
que firme en su nombre. Funciona como un apoderado, y es válido en la medida en que se 
logre probar que hubo un mandato o poder para representar a otro. 

Fuerza probatoria de los instrumentos privados 


 
Entre las partes: en principio, los instrumentos privados no tienen valor probatorio, pero 
puede adquirirlo entre las partes mediante el “reconocimiento de la firma”.  

● Art. 314 CCyC − “Reconocimiento de la firma”: “Todo aquel contra quien se presente 
un instrumento cuya firma se le atribuye debe manifestar si ésta le pertenece. Los 
herederos pueden limitarse a manifestar que ignoran si la firma es o no de su 
causante. La autenticidad de la firma puede probarse por cualquier medio. El 
reconocimiento de la firma importa el reconocimiento del cuerpo del instrumento 
privado. El instrumento privado reconocido, o declarado auténtico por sentencia, o 
cuya firma está certificada por escribano, no puede ser impugnado por quienes lo 
hayan reconocido, excepto por vicios en el acto del reconocimiento. La prueba 
resultante es indivisible. El documento signado con la impresión digital vale como 
principio de prueba por escrito y puede ser impugnado en su contenido”. 

La firma puede reconocerse de 3 maneras:  

● Reconocimiento expreso: se intima a la parte y ésta reconoce que se trata de su firma.  

● Reconocimiento tácito: se intima a la parte y ésta guarda silencio respecto de su 


autoría. Este silencio se toma como manifestación de la voluntad. 

● Reconocimiento forzoso: se intima a la parte y ésta niega su autoría. Puede forzarse 


su reconocimiento a través de una pericia caligráfica. 

Una vez reconocida la firma, el instrumento tiene fuerza probatoria entre las partes. 

Frente a terceros: por principio, el instrumento privado es inoponible (no tiene valor 
probatorio) frente a terceros, salvo que éste haya adquirido “fecha cierta”. La fecha cierta es 
el momento a partir del cual se presume que un instrumento no fue redactado con 

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RESUMEN 2º PARCIAL 

posterioridad. Puede o no coincidir con la fecha del instrumento, por ser un momento en el 
que se adquiere certeza de que no fue redactado con posterioridad, es decir, de que ya 
existía en esa fecha.  

● Art. 317 CCyC − “Fecha cierta”: “La eficacia probatoria de los instrumentos privados 
reconocidos se extiende a los terceros desde su fecha cierta. Adquieren fecha cierta 
el día en que acontece un hecho del que resulta como consecuencia ineludible que 
el documento ya estaba firmado o no pudo ser firmado después. La prueba puede 
producirse por cualquier medio, y debe ser apreciada rigurosamente por el juez”. 

El Código de Vélez en su art. 1035 regulaba 4 casos por los que se adquiría la fecha cierta:  

● Exhibición en un juicio o en un registro en que quede archivado el instrumento. 

● Por la protocolización (incorporación del instrumento a un protocolo por un escribano).  

● Por la firma certificada de las partes ante escribano con dos testigos. 

● Por la muerte de quien lo suscribió o de quien lo escribió a mano 

El CCyC elimina estos 4 supuestos, y simplemente dice que la fecha cierta se adquiere el día 
en que acontece un hecho del que resulte como consecuencia ineludible que el instrumento 
ya estaba firmado o no pudo firmarse con posterioridad.  

Instrumentos privados firmados en blanco: 

● Art. 315 CCyC − “Documento firmado en blanco”: “[Su] firmante (...) puede impugnar 
su contenido mediante la prueba de que no responde a sus instrucciones, pero no 
puede valerse para ello de testigos si no existe principio de prueba por escrito. El 
desconocimiento del firmante no debe afectar a terceros de buena fe. Cuando [sea] 
sustraído contra la voluntad de la persona que lo guarda, esas circunstancias pueden 
probarse por cualquier medio. En tal caso, el contenido del instrumento no puede 
oponerse al firmante excepto por los terceros que acrediten su buena fe si han 
adquirido derechos a título oneroso en base al [mismo]”. 

Enmiendas:  

● Art. 316 CCyC − “Enmiendas”: “Las raspaduras, enmiendas o entrelíneas que afectan 
partes esenciales del acto instrumentado deben ser salvadas con la firma de las 
partes. De no hacerse así, el juez debe determinar en qué medida el defecto excluye 
o reduce la fuerza probatoria del instrumento”. 

Correspondencia:  

● Art. 318 CCyC − “Correspondencia”: “La correspondencia, cualquiera sea el medio 


empleado para crearla o transmitirla, puede presentarse como prueba por el 
destinatario, pero la que es confidencial no puede ser utilizada sin consentimiento 
del remitente. Los terceros no pueden valerse de [ella] sin asentimiento del 
destinatario, y del remitente si es confidencial”. 

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RESUMEN 2º PARCIAL 

Fuerza probatoria de los instrumentos particulares no firmados 


 
Son aquellos documentos o memorándums escritos no firmados que pueden usarse como 
prueba de un acto (ej: memorándum; mail; publicación en una red social; ticket). Su fuerza 
probatoria podrá ser satisfecha por otros medios distintos a la firma, pero que otorgan similar 
o mayor certeza. El legislador brinda una amplitud de posibilidades al juez para decidir el 
valor del instrumento de que se trate, considerando las circunstancias relevantes al caso. 

● Art. 319 CCyC − “Valor probatorio”: “El valor probatorio de los instrumentos 
particulares debe ser apreciado por el juez ponderando, entre otras pautas, la 
congruencia entre lo sucedido y narrado, la precisión y claridad técnica del texto, los 
usos y prácticas del tráfico, las relaciones precedentes y la confiabilidad de los 
soportes utilizados y de los procedimientos técnicos que se apliquen”. 
 

VICIOS DE LOS ACTOS VOLUNTARIOS 


 

CONCEPTO 
El defecto en alguno de los elementos internos del acto voluntario se denomina “vicio”.  

Los “vicios de los actos voluntarios” son el error, el dolo y la violencia. Tienen en común 
constituir una anomalía de un elemento sustancial existente al momento de la celebración u 
otorgamiento del acto, que produce la limitación, desvirtuación o pérdida de los efectos 
propios del acto. Son “vicios de la voluntad” y afectan a la intención y a la libertad. 

ERROR 
Comprende tanto la ignorancia como el conocimiento falso de la cosa, circunstancia o 
régimen legal. Merma la intención, por lo que los actos viciados de él son anulables (no 
nulos): si igual le conviene a quien haya padecido el vicio, el acto puede confirmarse. 

Error de derecho 
 
Error o falso conocimiento sobre la existencia, contenido o interpretación de una norma 
jurídica. Por principio, el derecho se presume conocido y su desconocimiento no exculpa a 
los sujetos. Las excepciones a este principio actúan como un modo de protección a los 
vulnerables (para que el que no entiende no sufra un daño), no como medio de sacar una 
ventaja. Si el error de derecho importa afectación de la causa del negocio, éste se anula, pero 
no por el error sino por inexistencia o falsa causa.  

● Art. 8 CCyC − “Principio de inexcusabilidad”: “La ignorancia de las leyes no sirve de 
excusa para su cumplimiento, si la excepción no está autorizada por el ordenamiento 
jurídico”. 

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DERECHO CIVIL — IRIBARNE-LAFFERRIERE 
RESUMEN 2º PARCIAL 

Error de hecho 
 
Recae sobre cualquier circunstancia del acto: partes (identidad; capacidad; estado civil); 
objeto (ej: sujeto cree comprar propiedad en una ciudad y la contraparte la ofrece en otra); 
cualidad de la cosa (ej: sujeto cree comprar comercio habilitado para un rubro pero caducó).  

Condiciones para la nulidad 


 
El error (de hecho) debe ser:   

● Esencial: el CCyC no lo define, pero enumera sus supuestos:  

— Art. 265 CCyC − “Error de hecho”: “El error de hecho esencial vicia la 
voluntad y causa la nulidad del acto. Si el acto es bilateral o unilateral 
recepticio, el error debe, además, ser reconocible por el destinatario para 
causar la nulidad”. 

— Art. 267 CCyC − “Supuestos de error esencial”: “El error de hecho es esencial 
cuando recae sobre: a) la naturaleza del acto; b) un bien o un hecho diverso o 
de distinta especie que el que se pretendió designar, o una calidad, extensión o 
suma diversa a la querida; c) la cualidad sustancial del bien que haya sido 
determinante de la voluntad jurídica según la apreciación común o las 
circunstancias del caso; d) los motivos personales relevantes que hayan sido 
incorporados expresa o tácitamente; e) la persona con la cual se celebró o a la 
cual se refiere el acto si ella fue determinante para su celebración”. 

● Reconocible por la otra parte: cuando el destinatario de la manifestación de voluntad, 


con la normal diligencia, debió advertir el error en que incurría la contraparte. 

— Art. 266 CCyC − “Error reconocible”: “El error es reconocible cuando el 
destinatario de la declaración lo pudo conocer según la naturaleza del acto, las 
circunstancias de persona, tiempo y lugar”. 

Error de cálculo: aquél que resulta de una operación aritmética mal hecha, equivocada. 

● Art. 268 CCyC − “Error de cálculo”: “El error de cálculo no da lugar a la nulidad del 
acto, sino solamente a su rectificación, excepto que sea determinante del 
consentimiento”. 

Subsistencia del acto: la aceptación de la contraparte de la existencia del error y su voluntad 


de cumplir conforme el otro entendió, priva de toda razón de ser a una acción de nulidad. 

● Art. 269 CCyC − “Subsistencia del acto”: “La parte que incurre en error no puede 
solicitar la nulidad del acto, si la otra ofrece ejecutarlo con las modalidades y el 
contenido que aquélla entendió celebrar”. 

Error en la declaración: declaración / transmisión de la voluntad errónea (ej: por yerro).  

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RESUMEN 2º PARCIAL 

● Art. 270 CCyC − “Error en la declaración”: “Las disposiciones de los artículos de este 
Capítulo son aplicables al error en la declaración de voluntad y en su transmisión”. 

DOLO 
El dolo afecta la intención, porque hay un engaño. Es anulable porque están viciados los 
elementos internos de la voluntad (teoría clásica), o porque hay un hecho ilícito en el medio 
(Borda). 

Definiciones de dolo 
 
Para el D. Civil, hay 3 acepciones: 

● Intención de cometer un daño. 

● Incumplimiento deliberado de una obligación. 

● Engaño para inducir a otro a celebrar un acto que no tenía intención o en condiciones 
más desventajosas.  

El vicio de dolo consiste entonces en inducir a la otra parte a error, para lo cual se ha de 
emplear una maniobra, una argucia o una astucia, que puede consistir en afirmar lo que es 
falso, disimular lo verdadero, o ambas cosas a la vez. Se trata de un error provocado. 

El dolo se define por acción (toda aserción de lo falso y disimulación de lo verdadero) y por 
omisión (silencio sobre un elemento esencial del acto):  

● Art. 271 CCyC − “Acción y omisión dolosa”: “Acción dolosa es toda aserción de lo falso 
o disimulación de lo verdadero, cualquier artificio, astucia o maquinación que se 
emplee para la celebración del acto. La omisión dolosa causa los mismos efectos 
que la acción dolosa, cuando el acto no se habría realizado sin la reticencia u 
ocultación”. 

Clasificaciones de dolo 
 
Dolo directo o indirecto: el directo es el causado por una de las partes del negocio por sí o 
por intermedio de su dependiente o representante. El indirecto es el causado por un tercero 
ajeno a la relación jurídica. 

Dolo esencial y dolo incidental: el esencial es el que reúne las condiciones necesarias como 
para anular el acto, por ser causa de la celebración del negocio y determinante del 
consentimiento de la víctima o engañado. El incidental es insuficiente para invalidar el 
negocio jurídico por no ser determinante del consentimiento, pero puede comprometer la 
responsabilidad del agente por daños y perjuicios. 

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RESUMEN 2º PARCIAL 

Condiciones para la nulidad 


 
El dolo vicia el acto y quien lo padece puede pedir su anulación. El dolo (esencial) debe ser 
grave y determinante del consentimiento, debe tener magnitud y no debe ser recíproco (no 
se anula si hubo engaño de las dos partes). 

● Art. 272 CCyC − “Dolo esencial”: “El dolo es esencial y causa la nulidad del acto si es 
grave, es determinante de la voluntad, causa un daño importante y no ha habido 
dolo por ambas partes”. 

● Art. 273 CCyC − “Dolo incidental”: “El dolo incidental no es determinante de la 
voluntad; en consecuencia, no afecta la validez del acto”. 

Dolo proveniente de un tercero: también produce el efecto de anular el acto, y engendra la 
responsabilidad por daños y perjuicios.  

● Art. 274 CCyC − “Sujetos”: “El autor del dolo esencial y del dolo incidental puede ser 
una de las partes del acto o un tercero”. 

● Art. 275 CCyC − “Responsabilidad por los daños causados”: “El autor del dolo 
esencial o incidental debe reparar el daño causado. Responde solidariamente la 
parte que al tiempo de la celebración del acto tuvo conocimiento del dolo del 
tercero”. 

VIOLENCIA 
Quedan incluidos en el vicio de violencia tanto la violencia física (empleo de fuerza física 
irresistible en la persona que otorga el acto) como la violencia moral (coerción; intimidación; 
amenazas). Atenta contra la libertad de la voluntad. Se asemeja mucho al dolo en cuanto a 
sus consecuencias.  

Condiciones para la nulidad 


 
Como en los demás vicios de la voluntad, la sanción es la nulidad relativa del acto.  

● Art. 388 CCyC − “Nulidad relativa. Consecuencias”: “La nulidad relativa sólo puede 
declararse a instancia de las personas en cuyo beneficio se establece. 
Excepcionalmente puede invocarla la otra parte, si es de buena fe y ha 
experimentado un perjuicio importante. Puede sanearse por la confirmación del acto 
y por la prescripción de la acción. La parte que obró con ausencia de capacidad de 
ejercicio para el acto, no puede alegarla si obró con dolo”. 

Causan la nulidad del acto la fuerza irresistible y las amenazas injustas graves e inminentes 
que no puedan contrarrestarse. Si la violencia no reúne todos los recaudos, no procede 
acción de nulidad, pero sí de daños y perjuicios. 

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RESUMEN 2º PARCIAL 

● Art. 276 CCyC − “Fuerza e intimidación”: “La fuerza irresistible y las amenazas que 
generan el temor de sufrir un mal grave e inminente que no se puedan contrarrestar 
o evitar en la persona o bienes de la parte o de un tercero, causan la nulidad del 
acto. La relevancia de las amenazas debe ser juzgada teniendo en cuenta la 
situación del amenazado y las demás circunstancias del caso”. 

Violencia proveniente de un tercero: produce la nulidad relativa del acto o causa la acción de 
responsabilidad por daños y perjuicios. 

● Art. 277 CCyC − “Sujetos”: “El autor de la fuerza irresistible y de las amenazas puede 
ser una de las partes del acto o un tercero”. 

● Art. 278 CCyC − “Responsabilidad por los daños causados”: “El autor debe reparar 
los daños. Responde solidariamente la parte que al tiempo de la celebración del acto 
tuvo conocimiento de la fuerza irresistible o de las amenazas del tercero”.
 

VICIOS DE LOS ACTOS JURÍDICOS 


 

CONCEPTO 
Alude a los vicios o defectos de forma del acto jurídico, consistentes en la omisión de la 
forma exigida por la ley o por la voluntad de las partes. 

Los “vicios de los actos jurídicos” son la simulación, el fraude y la lesión. Son “vicios de la 
buena fe” porque merma la buena fe de su autor. 

SIMULACIÓN 
La simulación es el vicio en virtud del cual las partes realizan un acto aparente que nada tiene 
de real o bien que encubre a otro acto. Indica entonces el concierto o la inteligencia de dos o 
más personas para dar a una cosa la apariencia de otra, siendo su finalidad el engaño. 

● Art. 333 CCyC − “Caracterización”: “La simulación tiene lugar cuando se encubre el 
carácter jurídico de un acto bajo la apariencia de otro, o cuando el acto contiene 
cláusulas que no son sinceras, o fechas que no son verdaderas, o cuando por él se 
constituyen o transmiten derechos a personas interpuestas, que no son aquellas para 
quienes en realidad se constituyen o transmiten”. 

Elementos del negocio simulado:  

● Contradicción entre la voluntad interna y la declarada: discordancia entre lo 


efectivamente querido por las partes del negocio y lo declarado por ellas. 

● Acuerdo de partes que precede y sirve de causa a esa contradicción: tal discordancia 
es querida y acordada por las partes. 

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RESUMEN 2º PARCIAL 

● Ánimo de engañar: del que puede resultar o no perjuicio a 3ros o violación de la ley. 

Por eso también puede definirse como el defecto de buena fe del acto jurídico consistente en 
la discordancia consciente y acordada entre la voluntad real y la declarada por los otorgantes 
del acto, efectuada con ánimo de engañar, de donde puede resultar, o no, lesión al orden 
normativo o a los terceros ajenos al acto. 

Clases de simulación 
 
Simulación lícita e ilícita: la lícita no persigue una finalidad prohibida por la ley ni perjudica a 
terceros (ej: sujeto que para administrar un bien durante una ausencia prolongada transmite 
la propiedad del mismo en lugar de dar un mandato). La ilícita está prohibida por la ley o 
perjudica a un tercero (ej: no pagar las obligaciones; eludir los impuestos; defraudar la 
sociedad conyugal o la legítima hereditaria). Es importante distinguirlos ya que las partes sólo 
pueden demandarse recíprocamente por nulidad del acto aparente si la simulación es lícita, 
salvo que la acción tuviera por objeto dejar sin efecto el acto simulado y no hubiera ningún 
beneficio para el demandante. 

● Art. 334 CCyC − “Simulación lícita e ilícita”: “La simulación ilícita o que perjudica a un 
tercero provoca la nulidad del acto ostensible. Si el acto simulado encubre otro real, 
éste es plenamente eficaz si concurren los requisitos propios de su categoría y no es 
ilícito ni perjudica a un tercero. Las mismas disposiciones rigen en el caso de 
cláusulas simuladas”. 

Simulación absoluta y relativa: es absoluta aquella en que el acto ostensible no oculta un acto 
real. El acto es pura y total apariencia (ej: propietario de inmueble lo enajena a alguien para 
evitar acreedores, pretendiendo seguir siendo titular del dominio). Es relativa cuando debajo 
del acto ostensible existe otro acto diferente que es el realmente querido (ej: padre que 
quiere favorecer al hijo donándole una casa y simula con él la celebración de compraventa). 
El acto encubierto será válido en la medida que cumpla los requisitos de ese acto, no sea 
ilícito ni perjudique a terceros. 

Acción de simulación entre las partes 


 
La acción apunta a declarar la nulidad (relativa) del acto simulado. Si la simulación es lícita, las 
partes pueden ejercer esta acción (ej: una de las partes desconoce el carácter simulado del 
acto). En la simulación ilícita, las partes no pueden pedir la nulidad, salvo que no puedan 
obtener beneficio alguno del ejercicio de la acción de simulación.  

Prueba de la acción de simulación entre partes: cuando se otorga un negocio simulado es 
común que las partes declaren la realidad subyacente (su voluntad real) y la naturaleza del 
acto simulado en otro instrumento, al que se denomina “contradocumento”, a través del cual 
se hace generalmente la prueba de la simulación. Según el nuevo CCyC, se puede prescindir 
del contradocumento cuando se justifique su no existencia y existan circunstancias que 
hagan inequívoca la simulación. 

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DERECHO CIVIL — IRIBARNE-LAFFERRIERE 
RESUMEN 2º PARCIAL 

● Art. 298 CCyC − “Contradocumento”: “El contradocumento particular que altera lo 
expresado en un instrumento público puede invocarse por las partes, pero es 
inoponible respecto a terceros interesados de buena fe”. 

● Art. 335 CCyC − “Acción entre las partes. Contradocumento”: “Los que otorgan un 
acto simulado ilícito o que perjudica a terceros no pueden ejercer acción alguna el 
uno contra el otro sobre la simulación, excepto que las partes no puedan obtener 
beneficio alguno de las resultas del ejercicio de la acción de simulación. La 
simulación alegada por las partes debe probarse mediante el respectivo 
contradocumento. Puede prescindirse de él, cuando la parte justifica las razones por 
las cuales no existe o no puede ser presentado y median circunstancias que hacen 
inequívoca la simulación”. 

Plazo de prescripción de la acción de simulación entre partes: 2 años, que comienzan a 


computarse desde que, requerida una de las partes, se negó a dejar sin efecto el acto 
simulado. 

Acción de simulación ejercida por terceros 


 
Quien es ajeno al acto simulado, pero sufre de alguna manera sus efectos, está legitimado 
para demandar la nulidad del mismo. Si la simulación es lícita, el tercero no tiene acción. Si es 
ilícita, todo tercero con un interés legítimo puede pedir la nulidad del acto. 

Prueba de la acción de simulación ejercida por terceros: no se les exige el contradocumento, 


sino que pueden recurrir a cualquier medio de prueba (ej: relación íntima y familiar entre las 
partes; el precio pagado; la naturaleza y circunstancia de los bienes implicados; si se ejecutó 
o no materialmente el acto; situación patrimonial del adquirente). Es muy difícil para un 
tercero demostrar una simulación. 

● Art. 336 CCyC − “Acción de terceros”: “Los terceros cuyos derechos o intereses 
legítimos son afectados por el acto simulado pueden demandar su nulidad. Pueden 
acreditar la simulación por cualquier medio de prueba”. 

Plazo de prescripción de la acción de simulación ejercida por terceros: 2 años, que se 
cuentan desde que el tercero conoció o pudo conocer el vicio del acto. 

Efectos de la declaración de simulación 


 
Como regla general, la simulación acarrea la nulidad relativa del acto jurídico aparente. Su 
declaración produce el desvanecimiento del acto simulado, pero prevalecerá el acto real 
oculto con todas las consecuencias legales que importe, atendiendo a la real intención de las 
partes. Si el acto real fuese perjudicial para los derechos de un tercero o contrario a la ley, 
también será nulificado o se causarán otros efectos jurídicos tendientes a restablecer la 
juridicidad de la situación. Si hubiere acreedores del adquirente simulado que de buena fe 
hubiesen adquirido el bien, quedarán protegidos. 

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DERECHO CIVIL — IRIBARNE-LAFFERRIERE 
RESUMEN 2º PARCIAL 

● Art. 337 CCyC − “Efectos frente a terceros”: “Deber de indemnizar. La simulación no 
puede oponerse a los acreedores del adquirente simulado que de buena fe hayan 
ejecutado los bienes comprendidos en el acto. La acción del acreedor contra el 
subadquirente de los derechos obtenidos por el acto impugnado sólo procede si 
adquirió por título gratuito, o si es cómplice en la simulación. El subadquirente de 
mala fe y quien contrató de mala fe con el deudor responden solidariamente por los 
daños causados al acreedor que ejerció la acción, si los derechos se transmitieron a 
un adquirente de buena fe y a título oneroso, o de otro modo se perdieron para el 
acreedor. El que contrató de buena fe y a título gratuito con el deudor, responde en la 
medida de su enriquecimiento”. 

FRAUDE 
Se define el fraude a los acreedores como el que se comete a través de actos jurídicos 
válidos destinados a enajenar derechos o facultades, o abdicarlas, en perjuicio de los 
acreedores, ya que provocan o agravan la insolvencia, teniendo conciencia de estar 
obstaculizando o impidiendo la prestación debida. Es decir, la acción en virtud de la cual un 
deudor insolvente enajena bienes para sustraerlos de la acción de sus acreedores.  

Acción de inoponibilidad por fraude 


 
Frente al negocio de fraude, el ordenamiento reacciona organizando acciones que tienden a 
reconstituir el patrimonio del deudor, haciendo que el negocio fraudulento resulte 
“inoponible” a algunos acreedores.  

Fundado en la idea de que el patrimonio constituye la garantía común de los acreedores, 


éstos pueden obtener la venta judicial de los bienes para cobrarse de su producido. El 
deudor conserva la gestión de administración y disposición de su patrimonio, pero ésta no 
puede ser realizada con olvido absoluto de la existencia de las obligaciones que lo gravan.  

Si el deudor enajena sus bienes (o impide su ingreso) de tal modo que su patrimonio pierde 
la capacidad de atender esas obligaciones anteriores que pesaban sobre él, se legitima a los 
acreedores para accionar en orden a la declaración de inoponibilidad de los actos que han 
disminuido la solvencia patrimonial del deudor. No habrá nulidad del acto (es válido), sino que 
se dará lugar a una inoponibilidad (es el único caso de vicio donde no hay nulidad) o “acción 
revocatoria o pauliana” (mecanismo de defensa de los acreedores, mediante el cual éstos 
pueden solicitar la revocación de actos realizados por el deudor en su perjuicio). 

● Art. 338 CCyC − “Declaración de inoponibilidad”: “Todo acreedor puede solicitar la 
declaración de inoponibilidad de los actos celebrados por su deudor en fraude de 
sus derechos, y de las renuncias al ejercicio de derechos o facultades con los que 
hubiese podido mejorar o evitado empeorar su estado de fortuna”. 

● Art. 339 CCyC − “Requisitos”: “Son requisitos de procedencia de la acción de 


declaración de inoponibilidad: a) que el crédito sea de causa anterior al acto 
impugnado, excepto que el deudor haya actuado con el propósito de defraudar a 
futuros acreedores; b) que el acto haya causado o agravado la insolvencia del 
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DERECHO CIVIL — IRIBARNE-LAFFERRIERE 
RESUMEN 2º PARCIAL 

deudor; c) que quien contrató con el deudor a título oneroso haya conocido o debido 
conocer que el acto provocaba o agravaba la insolvencia”.  

Plazo de prescripción de la acción de inoponibilidad por fraude: 2 años, comenzando desde 


que se conoció o pudo conocer el vicio. 

Efectos de la acción de inoponibilidad por fraude 


 
El acto es válido entre las partes, pero inoponible frente al acreedor defraudado. Éste se 
comporta como si el acto no se hubiera realizado, y puede ejecutar el bien que está en 
posesión del adquirente. Si hubiera un remanente de la ejecución del bien, corresponde al 
adquirente. El adquirente que enfrenta esta acción puede ofrecer otras garantías o 
directamente el pago al acreedor defraudado. El adquirente tiene una acción de reembolso 
contra el deudor que cometió el fraude (puede reclamarle lo que pagó por su deuda). Tanto el 
deudor como el adquirente cómplice deben responder por los daños y perjuicios. La acción 
de inoponibilidad beneficia sólo al acreedor que la pide, y no al resto de los acreedores 
(diferencia con simulación y subrogación, donde se beneficia a todos los acreedores). 

● Art. 340 CCyC − “Efectos frente a terceros”: “Deber de indemnizar. El fraude no puede 
oponerse a los acreedores del adquirente que de buena fe hayan ejecutado los 
bienes comprendidos en el acto. La acción del acreedor contra el subadquirente de 
los derechos obtenidos por el acto impugnado sólo procede si adquirió por título 
gratuito, o si es cómplice en el fraude; la complicidad se presume si, al momento de 
contratar, conocía el estado de insolvencia. El subadquirente de mala fe y quien 
contrató de mala fe con el deudor responden solidariamente por los daños causados 
al acreedor que ejerció la acción, si los derechos se transmitieron a un adquirente de 
buena fe y a título oneroso, o de otro modo se perdieron para el acreedor. El que 
contrató de buena fe y a título gratuito con el deudor, responde en la medida de su 
enriquecimiento”. 

● Art. 341 CCyC − “Extinción de la acción”: “Cesa la acción de los acreedores si el 
adquirente de los bienes transmitidos por el deudor los desinteresa o da garantía 
suficiente”.  

● Art. 342 CCyC − “Extensión de la inoponibilidad”: “La declaración de inoponibilidad 


se pronuncia exclusivamente en interés de los acreedores que la promueven, y hasta 
el importe de sus respectivos créditos”. 

LESIÓN 
El concepto jurídico de lesión tiene que ver con una desproporción entre las prestaciones de 
un contrato o acto jurídico. Es el daño en un contrato a título oneroso que deriva del hecho 
de no recibir el equivalente de lo que se da. La lesión va a plantearse en relación al principio 
de “justicia conmutativa” (que haya igualdad en las relaciones particulares) y también al de la 
“buena fe”. 

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DERECHO CIVIL — IRIBARNE-LAFFERRIERE 
RESUMEN 2º PARCIAL 

Lesión en el Derecho romano 


 
El origen de la institución se encuentra en el Derecho romano. Los romanos acuñaron la 
noción de “lesión enorme o enormísima”, la cual daba lugar a una acción para el vendedor de 
un fundo o inmueble cuando era perjudicado en más de la mitad del valor de una venta, 
pudiendo reclamar tanto la restitución del inmueble (anulación de la venta) como el 
complemento al precio justo (percepción de la diferencia con el precio justo). Estos principios 
e instituciones pasan a legislaciones posteriores, llegando hasta nuestros días, por 
considerarse prácticos, justos y razonables. 

Clases de lesión a partir de la Codificación 


 
Algunos Códigos reconocieron la “lesión objetiva”, mientras que otros adoptaron fórmulas de 
“lesión objetivo-subjetiva”, también conocida como “lesión subjetiva”: 

● Lesión objetiva: el Código francés (1804) incorpora la lesión, concediéndola al 


vendedor de cosas inmuebles en la medida en que hubiera un perjuicio de 7/12avas 
partes. Concede la acción para restituir la cosa o para pagar el justo precio con un 
ajuste de una décima parte (hasta el 90%). El Código chileno (1855) también recepta la 
lesión objetiva.  

● Lesión subjetiva: aparece por primera vez en el Código alemán (1900), concediéndola 
cuando una de las partes, explotando la necesidad, ligereza o inexperiencia de la 
otra, obtuviera ventajas patrimoniales desproporcionadas. En la lesión subjetiva está 
en juego no sólo la desproporción, sino que aparecen también las actitudes subjetivas 
o conductas de los sujetos que intervinieron (lesionado y lesionante). El Código suizo 
(1912) y el Código italiano de las obligaciones (1942) receptan también la lesión 
subjetiva. 

Lesión en el Derecho Civil argentino 


 
Código de Vélez (1871): no incorpora el vicio de lesión. Explica su decisión en una nota al pie 
luego de su art. 943 (referido a violencia), dando 2 motivos:  

● Hay disparidad de criterios en la legislación comparada sobre cómo categorizar la 


lesión, y como no hay consenso no se toma posición (la disparidad se daba sobre: a 
qué tipos de contrato / bienes / parte se aplicaba).  

● Dejaríamos de ser responsables de nuestros actos si la ley nos permite enmendar 


nuestros errores. El consentimiento libre sin error / dolo / violencia torna irrevocables 
los actos (filosofía individualista liberal). 

En la jurisprudencia posterior se hizo lugar a algunos casos (pocos) de lesión con fundamento 
sobre todo en el art. 953 (referido al objeto del acto jurídico), considerándose que los 
contratos abusivos o desproporcionados eran contrarios a la moral.  

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DERECHO CIVIL — IRIBARNE-LAFFERRIERE 
RESUMEN 2º PARCIAL 

3º Congreso de D. Civil en Córdoba (1961): se reúnen profesores de todo el país y hacen una 
serie de recomendaciones sobre posibles reformas al Código, entre las que incluyen la 
posibilidad de que se incluya la lesión subjetiva. Esta es la base de algunos puntos que 
incorpora la Ley 17.711. 

Ley 17.711 (1968): incorpora la lesión en el art. 954. La ley va a receptar la lesión subjetiva 
tomando como fuentes el 3º Congreso de D. Civil y el Código alemán, suizo e italiano. En 
cuanto al “método”, modifica el art. 954, ubicándose luego de hablar del objeto y antes del 
vicio de simulación, quedando como el 1º de los vicios. En cuanto al “ámbito de aplicación”, 
va a ser amplio: todos los actos jurídicos bilaterales (tanto para compraventa como para 
cualquier acto); para vendedor y para comprador; para cosas muebles e inmuebles. En cuanto 
a los “elementos”, va a tener 3 (1 objetivo y 2 subjetivos):  

● Elemento objetivo: desproporción entre las prestaciones. No pone una tasa o medida 
objetiva, sino que pone como calificativos que sea evidente y notable. Tiene que ser 
sin justificación. Los cálculos se hacen al momento de la celebración del acto, pero la 
desproporción debe subsistir al momento de la demanda. 

● Elemento subjetivo del lesionante: explotación o aprovechamiento de la situación de 


inferioridad de la contraparte. Hay intencionalidad, no negligencia. 

● Elemento subjetivo del lesionado: a través de la necesidad, ligereza o inexperiencia. 


La necesidad es la carencia de lo indispensable para la vida. La ligereza tiene dos 
significados: 1) obrar irreflexivo y apresurado; 2) debilidad psíquica. La inexperiencia 
es la falta de conocimiento que nos da la vida de relación.  

Nuevo CCyC: incorpora la lesión en su art. 332, tomando lo dispuesto por el art. 954 de la Ley 
17.711 casi textualmente, aunque con 2 cambios: 1) en lugar de hablar de “ligereza”, ahora se 
habla de “debilidad psíquica”; 2) en lugar de 5 años, el plazo de prescripción pasa a ser 2 
años. 

● Art. 332 CCyC − “Lesión”: “Puede demandarse la nulidad o la modificación de los 


actos jurídicos cuando una de las partes explotando la necesidad, debilidad síquica o 
inexperiencia de la otra, obtuviera por medio de ellos una ventaja patrimonial 
evidentemente desproporcionada y sin justificación. Se presume, excepto prueba en 
contrario, que existe tal explotación en caso de notable desproporción de las 
prestaciones. Los cálculos deben hacerse según valores al tiempo del acto y la 
desproporción debe subsistir en el momento de la demanda. El afectado tiene opción 
para demandar la nulidad o un reajuste equitativo del convenio, pero la primera de 
estas acciones se debe transformar en acción de reajuste si éste es ofrecido por el 
demandado al contestar la demanda. Sólo el lesionado o sus herederos pueden 
ejercer la acción”. 

Presunción legal de la lesión 


 
La presunción legal es una nota propia del Código argentino (no estaba en las fuentes). Se 
presume que hubo explotación en caso de notable desproporción de las prestaciones. Como 

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DERECHO CIVIL — IRIBARNE-LAFFERRIERE 
RESUMEN 2º PARCIAL 

efecto de esta presunción, se invierte la carga de la prueba. Hay una preponderancia del 
elemento objetivo, el cual probado, hace presumir que hubo explotación. Esto admite prueba 
en contrario, debiendo el lesionante probar que no explotó.  

Sanción y acciones por lesión 


 
La víctima del acto lesivo dispone de 2 acciones para evitar sus efectos: “nulidad” o “reajuste 
equitativo”. El lesionado puede optar por cualquiera de las dos, pero la acción de nulidad 
puede transformarse en reajuste si éste es ofrecido por el lesionante. El demandado no 
puede oponer la nulidad si el lesionado solicita el reajuste. El reajuste es determinado por el 
juez en cada caso, y no hay medida preestablecida. El CCyC trata la nulidad como último 
recurso, y siempre va a tratar de salvar el acto.  

Legitimados para ejercer la acción por lesión: víctima o lesionado del acto lesivo y sus 
herederos. 

Plazo de prescripción de la acción por lesión: la Ley 17.711 disponía un plazo de 5 años, que 
fue criticado por considerarse muy largo. Para el nuevo CCyC el plazo es de 2 años, 
computados desde la fecha en que la obligación del lesionado debía ser cumplida. 
 

INEFICACIA DE LOS ACTOS JURÍDICOS 


 

CONCEPTO 
En sentido jurídico, la ineficacia es, genéricamente, la privación o disminución de los efectos 
propios del negocio jurídico, es decir, de los efectos que las partes persiguen de manera 
inmediata al otorgarlo. También puede producir otros efectos, como la reparación de daños y 
perjuicios a favor de quien obró de buena fe por parte de quien causó la nulidad.  

La ineficacia es un concepto jurídico amplio, que abarca diversas situaciones en las que los 
actos carecen de valor, fuerza o eficiencia para lograr sus efectos propios.  

Causales de ineficacia 
 
La ineficacia de los actos jurídicos puede tener orígenes variados. Podemos distinguir: 

● Causales sobrevinientes: aquellos casos de ineficacia que adquieren relevancia con 


posterioridad a la celebración del acto y en virtud de causas que se hallan fuera de su 
estructura (ej: contrato que se extingue porque una de las partes no lo cumple y la 
otra decide rescindirlo; revocación de un poder de representación). 

● Causales originarias: aquellos casos de ineficacia que provienen de vicios existentes 


en el momento mismo de la formación del negocio jurídico y que atañen a su 

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RESUMEN 2º PARCIAL 

estructura (ej: falta de capacidad de una de las partes; presencia de un vicio de la 
voluntad o del acto jurídico). 

Tipos de ineficacia 
 
La doctrina suele mencionar 3 hipótesis de ineficacia:   

● Nulidad: sanción legal que priva a un acto jurídico de sus efectos propios como 
consecuencia de existir un vicio / fallo / defecto concomitante (en el momento en que 
se celebró) con la celebración del acto (ej: sujeto incapaz; objeto ilícito).  

● Inoponibilidad: priva a un negocio válido y eficaz entre las partes, de sus efectos 
respecto de determinados terceros a quienes la ley dirige su protección, 
permitiéndoles ignorar la existencia del negocio e impidiendo a las partes del mismo 
ejercitar pretensiones jurídicas dirigidas contra un tercero. 

● Inexistencia: un acto es inexistente cuando le falta alguno de sus elementos (ej: no 
tiene sujeto / objeto). Surge del sentido común. 

El CCyC, en cambio, sólo contempla 2:  

● Art. 382 CCyC − “Categorías de ineficacia”: “Los actos jurídicos pueden ser ineficaces 
en razón de su nulidad o de su inoponibilidad respecto de determinadas personas”. 
 
NULIDAD 
La nulidad es una sanción legal que priva a un acto jurídico de sus efectos propios o 
normales, por adolecer de defectos originarios, orgánicos y esenciales, a través de un 
proceso de impugnación y declaración. El vicio puede estar presente en cualquiera de los 
elementos del acto jurídico (ej: sujetos sin capacidad necesaria para celebrar el acto; objeto 
inmoral o ilícito; defectos en la causa fin o en la forma). Es una sanción resarcitoria, que 
tendrá contenido patrimonial o extrapatrimonial según el acto en el que recaiga. El CCyC no 
aclara el origen legal de las nulidades, pero implícitamente mantiene el principio de que es la 
ley la que impone la sanción legal y determina los motivos, no los particulares.  

La nulidad se puede oponer tanto por vía de acción (por demanda) como por vía de 
excepción (si me demandan y considero que el acto es inválido / nulo). 

● Art. 383 CCyC − “Articulación”: “La nulidad puede argüirse por vía de acción u 
oponerse como excepción. En todos los casos debe sustanciarse”. 

El acto nulo puede provocar además otros efectos (ej: indemnización por daños y perjuicios) 
o convertirse en otro acto distinto del que las partes se propusieron realizar en principio. 

● Art. 384 CCyC − “Conversión”: “El acto nulo puede convertirse en otro diferente válido 
cuyos requisitos esenciales satisfaga, si el fin práctico perseguido por las partes 
permite suponer que ellas lo habrían querido si hubiesen previsto la nulidad”. 

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RESUMEN 2º PARCIAL 

Clasificaciones de nulidad 
 
Para entender la clasificación hay que tener en cuenta cuál es el bien que el legislador ha 
intentado proteger al imponer la pena de nulidad. El CCyC incluye 2 clasificaciones: nulidades 
absolutas o relativas; nulidades totales o parciales. 

● Nulidades absolutas o relativas: son de nulidad absoluta aquellos actos que afecten el 
orden público, la moral o buenas costumbres. Son de nulidad relativa aquellos actos 
en que la sanción se impone sólo en protección del interés de ciertas personas. 

— Art. 386 CCyC − “Criterio de distinción”: “Son de nulidad absoluta los actos 
que contravienen el orden público, la moral o las buenas costumbres. Son de 
nulidad relativa los actos a los cuales la ley impone esta sanción sólo en 
protección del interés de ciertas personas”. 

— Art. 387 CCyC − “Nulidad absoluta. Consecuencias”: “La nulidad absoluta 


puede declararse por el juez, aun sin mediar petición de parte, si es manifiesta 
en el momento de dictar sentencia. Puede alegarse por el Ministerio Público y 
por cualquier interesado, excepto por la parte que invoque la propia torpeza 
para lograr un provecho. No puede sanearse por la confirmación del acto ni por 
la prescripción”. 

— Art. 388 CCyC − “Nulidad relativa. Consecuencias”: “La nulidad relativa sólo 
puede declararse a instancia de las personas en cuyo beneficio se establece. 
Excepcionalmente puede invocarla la otra parte, si es de buena fe y ha 
experimentado un perjuicio importante. Puede sanearse por la confirmación del 
acto y por la prescripción de la acción. La parte que obró con ausencia de 
capacidad de ejercicio para el acto, no puede alegarla si obró con dolo”. 

● Nulidades totales o parciales: la nulidad será total o parcial según la extensión de la 
sanción. Será total cuando todo el acto resulte ineficaz. Será parcial cuando sólo 
afecte a la cláusula o disposición viciada. 

— Art. 389 CCyC − “Principio. Integración”: “Nulidad total es la que se extiende 


a todo el acto. Nulidad parcial es la que afecta a una o varias de sus 
disposiciones”. 

EL Código de Vélez distinguía también entre:   

● Nulidades expresas o implícitas: si bien toda nulidad tiene origen legal, se entendía 
que no era necesario que estén de manera expresa en el Código. Si el acto era 
contrario a las disposiciones de la ley, podía concluirse que el acto era nulo.  

● Actos nulos o anulables: el acto era nulo cuando el vicio del que adolecía era rígido. 
Era nulo al inicio y el juez se limitaba a declarar una nulidad ya definida por la propia 
ley. El acto era anulable cuando el vicio del que adolecía era fluido, susceptible de 
evaluación y análisis. Los actos nulos suprimían la discrecionalidad judicial. 

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RESUMEN 2º PARCIAL 

Efectos de la nulidad entre las partes 


 
Como regla general, dictada la sentencia de nulidad, y encontrándose ésta firme, las cosas 
deben volver al estado en que se encontraban antes de otorgarse el acto jurídico. Para esto, 
desaparecen los derechos y obligaciones que hubieran nacido de aquel acto, y las partes 
deberán restituirse los bienes que se hubiesen entregado en virtud de él. 

● Art. 390 CCyC − “Restitución”: “La nulidad pronunciada por los jueces vuelve las 
cosas al mismo estado en que se hallaban antes del acto declarado nulo y obliga a 
las partes a restituirse mutuamente lo que han recibido. Estas restituciones se rigen 
por las disposiciones relativas a la buena o mala fe según sea el caso, de acuerdo a 
lo dispuesto en las normas del Capítulo 3 del Título II del Libro Cuarto”. 

La restitución deberá regirse por las reglas de la buena o la mala fe: 

● Art. 1918 CCyC “Buena fe”: “El sujeto de la relación de poder es de buena fe si no 
conoce, ni puede conocer que carece de derecho, es decir, cuando por un error de 
hecho esencial y excusable está persuadido de su legitimidad”. 

● Art. 1919 CCyC − “Presunción de buena fe”: “La relación de poder se presume de 
buena fe, a menos que exista prueba en contrario. La mala fe se presume en los 
siguientes casos: a) cuando el título es de nulidad manifiesta; b) cuando se adquiere 
de persona que habitualmente no hace tradición de esa clase de cosas y carece de 
medios para adquirirlas; c) cuando recae sobre ganado marcado o señalado, si el 
diseño fue registrado por otra persona”. 

● Art. 1920 CCyC − “Determinación de buena o mala fe”: “La buena o mala fe se 
determina al comienzo de la relación de poder, y permanece invariable mientras no 
se produce una nueva adquisición. No siendo posible determinar el tiempo en que 
comienza la mala fe, se debe estar al día de la citación al juicio”. 

● Art. 1921 CCyC − “Posesión viciosa”: “La posesión de mala fe es viciosa cuando es de 
cosas muebles adquiridas por hurto, estafa, o abuso de confianza; y cuando es de 
inmuebles, adquiridos por violencia, clandestinidad, o abuso de confianza. Los vicios 
de la posesión son relativos respecto de aquel contra quien se ejercen. En todos los 
casos, sea por el mismo que causa el vicio o por sus agentes, sea contra el poseedor 
o sus representantes”. 

Reglas en materia de frutos y productos, destrucción de la cosa y mejora:  

● Art. 1934 CCyC − “Frutos y mejoras”: “En este Código se entiende por: a) fruto 
percibido: el que separado de la cosa es objeto de una nueva relación posesoria. Si 
es fruto civil, se considera percibido el devengado y cobrado; b) fruto pendiente: el 
todavía no percibido. Fruto civil pendiente es el devengado y no cobrado; c) mejora 
de mero mantenimiento: la reparación de deterioros menores originados por el uso 
ordinario de la cosa; d) mejora necesaria: la reparación cuya realización es 
indispensable para la conservación de la cosa; e) mejora útil: la beneficiosa para 

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RESUMEN 2º PARCIAL 

cualquier sujeto de la relación posesoria; f) mejora suntuaria: la de mero lujo o recreo 


o provecho exclusivo para quien la hizo”. 

● Art. 1935 CCyC − “Adquisición de frutos o productos según la buena o mala fe”: “La 
buena fe del poseedor debe existir en cada hecho de percepción de frutos; y la 
buena o mala fe del que sucede en la posesión de la cosa se juzga sólo con relación 
al sucesor y no por la buena o mala fe de su antecesor, sea la sucesión universal o 
particular. El poseedor de buena fe hace suyos los frutos percibidos y los naturales 
devengados [exigibles] no percibidos. El de mala fe debe restituir los percibidos y los 
que por su culpa deja de percibir. Sea de buena o mala fe, debe restituir los 
productos que haya obtenido de la cosa. Los frutos pendientes corresponden a quien 
tiene derecho a la restitución de la cosa”. 

● Art. 1936 CCyC − “Responsabilidad por destrucción según la buena o mala fe”: “El 
poseedor de buena fe no responde de la destrucción total o parcial de la cosa, sino 
hasta la concurrencia del provecho subsistente. El de mala fe responde de la 
destrucción total o parcial de la cosa, excepto que se hubiera producido igualmente 
de estar la cosa en poder de quien tiene derecho a su restitución. Si la posesión es 
viciosa, responde de la destrucción total o parcial de la cosa, aunque se hubiera 
producido igualmente de estar la cosa en poder de quien tiene derecho a su 
restitución”. 

● Art. 1937 CCyC − “Transmisión de obligaciones al sucesor”: “El sucesor particular 


sucede a su antecesor en las obligaciones inherentes a la posesión sobre la cosa; 
pero el sucesor particular responde sólo con la cosa sobre la cual recae el derecho 
real. El antecesor queda liberado, excepto estipulación o disposición legal”. 

● Art. 1938 CCyC − “Indemnización y pago de mejoras”: “Ningún sujeto de relación de 
poder puede reclamar indemnización por las mejoras de mero mantenimiento ni por 
las suntuarias. Estas últimas pueden ser retiradas si al hacerlo no se daña la cosa. 
Todo sujeto de una relación de poder puede reclamar el costo de las mejoras 
necesarias, excepto que se hayan originado por su culpa si es de mala fe. Puede 
asimismo reclamar el pago de las mejoras útiles pero sólo hasta el mayor valor 
adquirido por la cosa. Los acrecentamientos originados por hechos de la naturaleza 
en ningún caso son indemnizables”. 

Efectos de la nulidad respecto a terceros 


 
Los derechos que se transmiten a un tercero a partir de un procedimiento nulo, por regla 
quedan sin ningún valor y pueden ser reclamados directamente del tercero. Excepción: si es 
a título oneroso y de buena fe, en cuyo caso el tercero queda protegido. Subyace el principio 
de que nadie puede transmitir un derecho mejor que el que tiene (si se tiene un derecho 
afectado por nulidad, no puede transmitirse libre de nulidades). 

● Art. 392 CCyC − “Efectos respecto de terceros en cosas registrables”: “Todos los 
derechos reales o personales transmitidos a terceros sobre un inmueble o mueble 
registrable, por una persona que ha resultado adquirente en virtud de un acto nulo, 
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RESUMEN 2º PARCIAL 

quedan sin ningún valor, y pueden ser reclamados directamente del tercero, excepto 
contra el subadquirente de derechos reales o personales de buena fe y a título 
oneroso. Los subadquirentes no pueden ampararse en su buena fe y título oneroso si 
el acto se ha realizado sin intervención del titular del derecho”. 

Debate doctrinario previo: en el Código de Vélez no estaba esta norma. Por regla el tercero 
siempre debía restituir la cosa recibida. Se produce una discusión doctrinaria entre los 
profesores Alsina Atienza y Llambías (antes de la 17.711). Alsina Atienza decía que el tercero 
también debía restituir, haciendo valer un artículo que decía que la nulidad volvía las cosas al 
estado anterior, aunque el acto se presuma válido porque era anulable; Llambías consideraba 
que el tercero de buena fe y a título oneroso debía quedar protegido cuando el acto era 
anulable y todavía no había sido anulable, invocando un artículo según el cual los actos 
anulables se presumían válidos hasta no ser anulados. Con la Ley 17.711 se zanja esta 
discusión y se establece que quedan protegidos los terceros de buena fe a título oneroso 
cuando hay nulidad, resolución luego receptada por el CCyC. Esta regla no se aplica en 
materia de muebles no registrables, ya que en este caso la posesión vale título. 

Confirmación de los actos nulos o anulables 


 
La convalidación es el saneamiento de un acto imperfecto. La confirmación es la 
convalidación de los negocios jurídicos que padecen una causal de nulidad. Es decir, es el 
acto jurídico en virtud del cual se “sanea” de su vicio un acto jurídico sujeto a una nulidad 
relativa. 

Requisitos de la confirmación: que desaparezca el vicio que le dio origen; que sea un acto de 
nulidad relativa; que haya una voluntad de confirmación. La confirmación puede ser expresa 
o tácita. Es expresa cuando se hace por escrito, con la misma forma del acto a confirmar. Es 
tácita cuando hay un cumplimiento total o parcial del acto nulo, superando los vicios que lo 
afectaban (ej: padre que ejecuta acto ejercido por un menor). 

Efectos de la confirmación: volver las cosas al estado que tenían al momento de la 
celebración del acto. Quedarán protegidos acreedores de buena fe que hubieran obrado en 
función de la nulidad. 

● Art. 393 CCyC − “Requisitos”: “Hay confirmación cuando la parte que puede articular 
la nulidad relativa manifiesta expresa o tácitamente su voluntad de tener al acto por 
válido, después de haber desaparecido la causa de nulidad. El acto de confirmación 
no requiere la conformidad de la otra parte”. 

● Art. 394 CCyC − “Forma”: “Si la confirmación es expresa, el instrumento en que ella 
conste debe reunir las formas exigidas para el acto que se sanea y contener la 
mención precisa de la causa de la nulidad, de su desaparición y de la voluntad de 
confirmar el acto. La confirmación tácita resulta del cumplimiento total o parcial del 
acto nulo realizado con conocimiento de la causa de nulidad o de otro acto del que 
se deriva la voluntad inequívoca de sanear el vicio del acto”. 

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● Art. 395 CCyC − “Efecto retroactivo”: “La confirmación del acto entre vivos 
originalmente nulo tiene efecto retroactivo a la fecha en que se celebró. La 
confirmación de disposiciones de última voluntad opera desde la muerte del 
causante. La retroactividad de la confirmación no perjudica los derechos de terceros 
de buena fe”. 

Inoponibilidad 
 
La inoponibilidad es un supuesto de ineficacia relativa, correspondiente a casos de fraude. El 
acto es válido, pero inoponible frente a ciertos terceros (específicamente aquellos acreedores 
defraudados que inicien la acción). 

● Art. 396 CCyC − “Efectos del acto inoponible frente a terceros”: “El acto inoponible no 
tiene efectos con respecto a terceros, excepto en los casos previstos por la ley”. 

● Art. 397 CCyC − “Oportunidad para invocarla”: “La inoponibilidad puede hacerse 
valer en cualquier momento, sin perjuicio del derecho de la otra parte a oponer la 
prescripción o la caducidad”. 

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