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LA CORROSIÓN DEL CARÁCTER – RICHARD SENNET

Prólogo

Describe acerca del concepto ‘’Capitalismo flexible’’ -> El acento se pone en la flexibilidad y se atacan las
formas rígidas de la burocracia y los males de la rutina ciega., A los trabajadores se les pide un
comportamiento ágil; se les pide cambien que estén abiertos al cambio que asuman un riesgo tras otro, que
dependan cada vez menos de los reglamentos y procedimientos formales.

Poner el acento en la flexibilidad cambia el significado mismo del trabajo, y con ello las palabras que usamos
para hablar del trabajo. «Carrera», por ejemplo, es un término cuyo significado original en inglés era camino
para carruajes; aplicado posteriormente al trabajo, designa el canal por donde se encauzan las actividades
profesionales de toda una vida. El capitalismo flexible ha bloqueado el camino recto de la carrera desviando
a los empleados, repentinamente, de un tipo de trabajo a otro. La gente hace fragmentos de trabajo.

Es totalmente natural que la flexibilidad cree ansiedad: la gente no sabe que le reportarán los riesgos
asumidos ni que caminos seguir. En la actualidad, el término flexibilidad se usa para suavizar opresión que
ejerce el capitalismo. Al atacar la burocracia rígida y hacer hincapié en el riesgo se afirma que la flexibilidad
da a la gente más libertad para moldear su vida. De hecho, más que abolir las reglas del pasado, el nuevo
orden implanta nuevos controles, pero estos tampoco son fáciles de comprender.

Tal vez el aspecto más confuso de la flexibilidad es su impacto en el carácter. “Carácter” es una palabra que
abarca más cosas que la más moderna «personalidad», un término referido a deseos y sentimientos que
pueden existir dentro de nosotros sin que nadie más lo sepa.

El carácter se centra en particular en el aspecto duradero, «a largo plazo», de nuestra experiencia emocional.
El carácter se expresa por la lealtad y el compromiso mutuo, bien a través de la búsqueda de objetivos a
largo plazo, bien por la práctica de postergar la gratificación en función de un objetivo futuro. El carácter se
relaciona con los rasgos personales que valoramos en nosotros mismos y por los que queremos ser
valorados.

¿Cómo decidimos lo que es de valor duradero en nosotros en una sociedad impaciente y centrada en lo
inmediato? ¿Cómo perseguir metas a largo plazo en una economía entregada al corto plazo? ¿Cómo sostener
la lealtad y el compromiso recíproco en instituciones que están en continua desintegración o reorganización?
Estas son las cuestiones relativas al carácter que plantea el nuevo capitalismo flexible.

A la deriva

En su ensayo la Corrosión del carácter, capítulos a la Deriva y la Rutina, Sennett pone de manifiesto los
efectos del capitalismo sobre el carácter humano, es decir que parte de la base de que el trabajo varia el
carácter de la gente. Su tesis gira en torno a que para que se dé la formación de carácter se necesita una
garantía de estabilidad, que la sociedad capitalista no puede ofrecer en tanto su esencia es el cambio
permanente. El carácter es entendido como el valor ético que atribuimos a nuestros deseos y a nuestras
relaciones con los demás, rebasando la significación moderna de la personalidad. El carácter refiere tanto a
movimientos internos (deseos) de la persona como a los externos, a través de los cuales se interactúa con
los demás.

La metodología que utiliza el autor para demostrar que sus argumentos son validos es la de ilustrar lo que
sucede en las vidas personales de un Padre y su Hijo, quienes a causa del cambio permanente de la sociedad
manejan un lógica diferente del mercado, siendo el padre un asalariado durante toda su vida y su hijo un
asesor independiente –forzosamente .El padre como lo demuestra Sennet en el presente texto, lleva una
vida laboral lineal con un sueldo fijo; por el contrario, su hijo es arrojado al mundo de la flexibilidad laboral,
donde los salarios son volátiles y depende de la lógica neoliberal. En este sentido el autor nos muestra dos
formas diferentes de ver la vida, y dos maneras diferentes de enfrentarse a ellas, quienes a pesar de provenir
de la misma clase social han seguido diferentes destinos como consecuencias de sus actuaciones en sus
trabajos.

Con el propósito de poner de manifiesto las categorías de análisis que el autor propone para analizar el
fenómeno social a continuación se realizará una breve descripción de los diferentes puntos de vista que
propone en cada uno de sus personajes el padre, Enrico, y el hijo, Rico.

En primera instancia nos habla de Enrico, quien es un funcionario sumido a la rutina pero que muestra cierta
complacencia y agrado por su trabajo y con su vida, resaltando sus ideales conservadores enmarcados dentro
de algunos prejuicios respecto de ciertos sectores como inmigrantes o los negros. El personaje es mostrado
como alguien quien ha tenido muy asumida su clase social y condición social. Siguiendo en la misma línea,
Enrico siempre ha sabido cuanto dinero tenia, cuando se podría jubilar y con cuanto poder económico lo
haría. Tenía controlado cada segundo de su vida, pudiéndole sacar provecho a cada uno de ellos, por lo tanto
sus planes son puestos a largo plazo.

En contraparte se encuentra su hijo, Rico. Es un ejecutivo que tiene cambios constantes en su vida, ya sea
de vivienda, de trabajo o de ciudad. Y en todos estos cambios puede pasar de ser el jefe de la empresa de
una ciudad a ser un simple trabajador de otra empresa de otra cuidad o país. Al contrario que su padre, Rico
siempre se preocupa por su clase social y siempre ha hecho todo lo posible para subir de estatus social.

Además, está preocupado por la clase de ética que inculca a sus hijos, ya que en el fondo piensa que está
demasiado involucrado su el trabajo y no presta la suficiente atención a su familia. Sus planes siempre son a
corto plazo, sólo puede plantear su vida para el mañana; nunca puede asegurarse donde estará al cabo de
un mes. Su vida está marcada por la flexibilidad del nuevo capitalismo.

A partir de las representaciones que tiene el hijo de Enrico sobre el trabajo, la familia, los hijos y la sociedad
en general, el autor resalta que los valores éticos pueden verse afectados por las decisiones cortoplacista
propios de los cambios que ha tenido el capitalismo, en especial: La lealtad, el compromiso, la confianza y la
solidaridad.

En este sentido el autor destaca los dilemas a los que se enfrenta Rico, quien logra cuestionarse por el tipo
de ética que le puede enseñar a sus hijos si los valores que él cree como buenos y duraderos (Lealtad,
compromiso...) no pueden verlos en él y por tanto no pueden servirles de ejemplo. De esta manera al nuevo
capitalismo solo le importa obtener la capacidad intelectual de los individuos y en este sentido su capacidad
de obtener y cumplir con los objetivos del capital, pasando por alto los lazos y valores éticos de los individuos.

Frente a esta situación a la que se enfrenta el individuo actual, Sennett nos propone una frase:“Nada a largo
plazo”, como una forma de develar el sentir de una sociedad que pocas garantías encuentra en su futuro.
De esta manera nuestro actuar socialmente, tener amigos, generan lazos socioafectivos, se ve quebrantado
por la dinámica del capital. Así todo está definido por el cambio: “Todo es cambio”, las organizaciones están
cambiando, se está sustituyendo la jerarquía piramidal por un sistema fragmentario y cada vez hay más
ajustes de las plantillas de trabajo.
Con esta “nueva forma de capitalismo”, el autor alerta sobre la idea de que el trabajo estable o de largo
plazo ya ha dejado de ser el principal medio para acceder a una vida familiar con prosperidad. A cambio de
esto se ha generalizado el valor de la incertidumbre, del riesgo que terminan por disolver la acción
planificada y los vínculos de confianza y compromiso. Se deja de lado la rutina, valorada por algunos autores
como degradación del intelecto del sujeto afirmación que va en contravía de la planteado por Sennett quien
destaca su valor fundamental en tanto genera una costumbre en la prácticas sociales y en la
autocomprensión, de esta manera se genera alternativas solo en relación a los hábitos que ya se domina.

Detrás de la creencia que la falta de rutina estimula la innovación frente las circunstancias cambiantes bajo
el deseo personal de libertad, se teje una estructura de poder y control que tampoco ha estimulado la
creación de condiciones de liberación. Es a dicha estructura de aparente garantía de libertad que se le ha
denominado “flexibilidad", en la que se le da valor a la especialización flexible de la producción y
concentración sin centralización del poder, y a la reinvención discontinua de las instituciones en las que las
prácticas de dirección de las empresas buscan sustituir la jerarquía piramidal por un sistema fragmentario
que pueda separar una parte sin destruir a las demás, cumpliendo con el lema “hacer más con menos”. De
lo que se trata es de producir bienes más variados a una velocidad mayor.

Como parte de la flexibilidad que deben garantizar las empresas para optimizar un nivel producción mayor
surgue la rutina en las cadenas de montaje de las fábricas de Ford Motor Company, donde se propuso que
cada trabajador se especializara en una tarea determinada para reducir el tiempo muerto y producir más.
De esta manera se produce la separación del tiempo y el espacio (ya que aparecen los relojes de bolsillo),
como una forma de control. Desde el punto de vista de Enrico, el tiempo se había convertido para los
trabajadores en un arma para conseguir el poder, y la rutina permitió también de alguna manera, rutinizar
los ahorros. La rutina permitió componer o describir una vida en su fase positiva. Frente a esta postura el
autor plantea el punto de vista de Smith quien propone que para que una persona pueda crear una historia
personal, tiene que escapar de la rutina para desarrollar su carácter; hay que adaptar al mundo cambiante
y tomar decisiones para poder responsabilizarse de ellas, posición contrapuesta a la de Diderot plantea una
imagen del ideal del trabajo en una fábrica de papel. Él dice: “Con la repetición y el ritmo del trabajo, el
hombre puede alcanzar la unidad de la mente y el cuerpo”. Además, “Si se domina el trabajo, se puede llegar
a la tranquilidad personal.

Así, en un sistema donde el trabajo es flexible y está presto a ser rutinizado el trabajador logra controlar la
ubicación del trabajo, pero no por ello tiene más control sobre él. Cambiamos los enfrentamientos cara a
cara con el poder en el lugar de trabajo, por un enfrentamiento electrónico con el ordenador en casa; en
una forma de de teletrabajo, con una nueva lógica de de jerarquías y de tiempo.

De esta manera queda claro que la flexibilidad laboral ha erosionado los vínculos que genera una
dependencia mutua, por tal motivo el trabajo producido por las diferentes consultorías se considera como
un producto realizado por individuos que no están en deuda con nadie, son en apariencia totalmente
“independientes"; con el riesgo de perder una consecuencia práctica de la dependencia que afecta de
manera directa la confianza y los compromisos mutuos necesarios para el funcionamiento de cualquier ente
organizativo. En consecuencia, el carácter de los individuos se corroe, porque en el capitalismo no genera
una narrativa compartida de dificultad y de destino. Al no proporcionar a los individuos alguna razón
profunda para fomentar la confianza, está condenado a perder su poder de legitimidad.
Aparte de ese análisis:

Enrico y su generación empleos que raramente presentaban cambios en lo cotidiano; en ese tiempo lineal
los logros eran acumulativos. La época que vivían era predecible.

El tiempo es el único recurso del cual pueden disponer gratuitamente los que viven en el escalón más bajo
de la sociedad. Enrico necesitaba lo que Weber llamo una jaula de hierro (estructura burocrática que
racionalizaba el uso del tiempo). El portero sentía que se convertía en el autor de su vida y, aunque ocupaba
los últimos peldaños de la escala social ese relato proporcionaba una sensación de respecto por su propia
persona.

La espesa textura de la experiencia de Enrico residía en el hecho de que era reconocido de dos maneras
según la comunidad en que se moviera, dos identidades que era el producto del mismo y disciplinado manejo
del tiempo.

El sueño americano de la movilidad social ascendente era un poderoso motor para Enrico.

Enrico se había sentido avergonzado cuando Flavia había comenzado a trabajar mientras que Rico ve a
Jannette, su mujer, como una colega de pie de igualdad.

Rico no tiene un papel fijo que le permita afirmar “Esto es lo que hago, de esto soy responsable”. La falta de
control de Jannette es más sútil: en su empresa reglas estrictas y de vigilancia disciplinan la conducta de los
que trabajan desde casa. En este trabajo aparentemente flexible no siento que la burocracia sea menor.

El miedo de Rico de perder el control tiene sus raíces mucho más profundas ya que él teme que las medidas
que necesita tomar y la manera como tiene que vivir para sobrevivir en la moderna economía hayan lanzado
a la deriva su vida interior y emocional.

“Seguimos conectados” Rico busca en las comunicaciones electrónicas el sentido de comunidad que Enrico
disfrutaba cuando iba a asambleas del sindicado pero el hijo enuentras que las comunicaciones online son
breves y precipitadas.

Barrio residencial: no carecen totalmente de un componente social o de barrio, pero en ellas nadie se
convierte en testigo de por vida de otra persona. Lo que resalta el aspecto fugaz de la amistad y de la
comunidad local.

Rico quiere ser para su hijo y sus hijas un ejemplo de determinación de alguien que tiene una meta en la
vida; tiene que poner un ejemplo. Y el ejemplo objetivo que podría ponerles, su movilidad social ascendente,
para ellos es algo natural, una historia que pertenece a un pasado que ya no es el suyo, una historia
terminada. Pero su preocupación más honda es no poder ofrecer la sustancia de su vida profesional como
ejemplo para que sus hijos vean como han de comportarse éticamente. Las cualidades del buen trabajo no
son las cualidades del buen carácter.

Estos temores surgen de la brecha que separa a la generación de Enrico de la de Rico. El cambio reside en
una nueva manera de organizar el tiempo, y en especial, el tiempo de trabajo. Resignificación del largo plazo,
“nada a largo plazo”. (Enrico período aprox. de treinta años define “el pasado estable”)

El mercado es tan dinámico como para permitirse hacer las cosas del mismo modo año tras año. En lugar de
organizaciones con estructura piramidal, la dirección de empresas prefiere ahora concebir las organizaciones
como redes. La red define constantemente su estructura.
Por ejemplo, la cuestión del compromiso y la lealtad. “Nada a largo plazo” es el principio que corroe la
confianza, la lealtad y el compromiso mutuo. Estos vínculos sociales tardan en desarrollarse y lentamente
echan raíces en las grietas de las instituciones.

Si una organización sea vieja o nueva opera como una estructura de red flexible, la red también puede
debilitar los vínculos sociales. “La fuerza de los vínculos débiles” las formas fugaces de asociación son más
útiles que las conexiones a largo plazo y los lazos sociales sólidos como la lealtad han dejado de ser
convincentes.

“Para hacer frente a la realidad actual, el desapego y la cooperación superficial son una armadura mejor que
el comportamiento basado en los valores de lealtad y servicio.”

Es la dimensión TEMPORAL del nuevo capitalismo lo que más directamente afecta a las vidas emocionales
de las personas que ejercen su actividad fuera del lugar de trabajo. Trasladado al terreno de la familia, el
lema “nada a largo plazo” significa moverse continuamente, no comprometerse y no sacrificarse. Rico: “para
mis hijos el compromiso es una virtud abstracta”.

Para esta pareja moderna, el problema es precisamente cómo proteger las relaciones familiares para que no
sucumban a los comportamientos a corto plazo, el modo de pensar inmediato y básicamente el débil grado
de lealtad y compromiso que caracterizan al moderno lugar de trabajo. En lugar de los valores cambiantes
de la nueva economía, la familia (como Rico la concibe) debería valorar la obligación, la honradez, el
compromiso y la finalidad.

¿Cómo pueden perseguirse objetivos a largo plazo en una sociedad a corto plazo? ¿Cómo pueden sostenerse
relaciones sociales duraderas? ¿Cómo puede un individuo desarrollar un relato de identidad e historia vital
en una sociedad compuesta de episodios y fragmentos?

El capitalismo de corto plazo amenaza con CORROER SU CARÁCTER, en especial aquellos aspectos del
carácter que unen a los seres humanos entre si y brindan a cada uno de ellos una sensación de un yo
sostenible.

Es contra los vínculos rotos en el trabajo, contra la amnesia deliberada de sus vecinos y el fantasma de sus
hijos convertidos en “ratas de centro comercial” que Rico postula la idea de valores duraderos. La flexibilidad
lo ha empujado a afirmar que la auténtica fuerza de voluntad es la esencia de su ética.

Asumir la responsabilidad por los hechos que escapan a nuestro control puede parecerse a una vieja amiga,
la culpa, si bien esto no caracterizaría correctamente a Rico. Él se concentra en su pura determinación de
resistir: no va a perder el rumbo. Afirma los valores intemporales que caracterizan a la persona que él es,
para siempre y de una manera permanente y esencial. Su voluntad se ha vuelto ESTÁTICA; está atrapado en
la mera AFIRMACIÓN de sus valores. Lo que le falta es un relato que organice su conducta.

Rico vive en un mundo marcado por la flexibilidad y el cambio a corto plazo; este mundo no ofrece muchas
cosas que se parezcan a una narración, ni económica ni socialmente. Las empresas se desintegran o se
fusionan los puestos de trabajo aparecen o desaparecen, como hechos desconectados. “La destrucción
creativa requiere gente que se sienta cómoda sin calcular las consecuencias del cambio”.

A Rico le preocupa que sus hijos naveguen ética y emocionalmente. Las lecciones que quiere enseñarles son
tan intemporales como su propio sentido de la determinación.
Las especiales características del tiempo en el neocapitalismo han creado un conflicto entre carácter y
experiencia, la experiencia de un tiempo desarticulado que amenaza la capacidad de la gente de consolidar
su carácter en narraciones duraderas.

Lo que hoy tiene de particular la incertidumbre es que existe SIN la amenaza de un desastre histórico. La
inestabilidad es algo normal, es posible que la corrosión del carácter sea una consecuencia inevitable.

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