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“AÑO DEL BUEN SERVICIO AL CIUDADANO”

“UNIVERSIDAD NACIONAL DE
SAN MARTÍN”
FACULTAD DE ECOLOGÍA
E.A.P. INGENIERÍA
AMBIENTAL

ASIGNATURA : Microbiologia

DOCENTE : Blgo. M.Sc. Astriht Ruiz Ríos

TEMA : Microbiología minera

ALUMNO : Darlin huaman pariacuri

SEMESTRE ACADÉMICO: 2017- II

CICLO : V

MOYOBAMBA – PERU 2017


Introducción:
Se denomina biohidrometalurgía al tratamiento de recuperación de metales de
interés económico a partir de minerales sulfurados, utilizando microorganismos.
Es una tecnología que ha cobrado mayor importancia en las últimas décadas,
tanto desde el punto de vista científico como tecnológico por sus aplicaciones
actuales, y mayores oportunidades futuras, para varios procesos industriales.
Los microorganismos acidófilos que son utilizados en estos procesos tienen
capacidad de oxidar minerales de hierro y azufre.
Es una de las pocas tecnologías basadas en el uso de microbios que ha llegado
a ser implementada industrialmente con éxito en el procesamiento de minerales
de baja ley. En este trabajo realizaremos un análisis sintético del origen histórico
de esta tecnología, las bases químicas y microbiológicas del proceso, así como
sus aplicaciones industriales.
Además introduciremos nuevas áreas de investigación y desarrollo, en las que
nuestro grupo se ha enfocado recientemente, de tal manera de optimizar y
ampliar los campos de aplicación de esta tecnología minera de bajo impacto
ambiental.
Microbiología minera
Antecedentes:
En sí, la solubilización de metales a partir de minerales por intermedio de
microorganismos es un proceso natural. Dadas las condiciones necesarias de
temperatura y humedad, en un ambiente natural y en presencia de minerales, se
observará la aparición de una coloración rojiza por el aumento del ion férrico y
un descenso del pH por la oxidación de hierro y azufre; de esta manera se origina
un drenaje ácido en forma natural.
Este proceso natural se relaciona con la colonización y crecimiento de bacterias,
y otros microorganismos que utilizan los minerales como fuente de energía,
solubilizando los metales de interés económico. Si bien este proceso es (en la
naturaleza) muy lento, y puede durar años en desarrollarse, desde los primeros
reportes de la existencia de este tipo de microorganismos mediante
investigaciones multidisciplinarias (metalúrgicas, química, biológicas,
microbiología, electroquímica, etc.)
Se ha podido incrementar la velocidad de solubilización del proceso natural y
poder aplicarlo a nivel industrial de manera exitosa. En la década de 1950 se
desconocía la presencia de microorganismos a pH extremadamente ácidos
(entre 1.4 y 2.9), es así como Colmer y Hinkle, en un estudio de análisis
ambientales realizado en 1947 en una mina de carbón, al dejar una muestra mal
cerrada observaron un cambio de coloración (tomó un color rojizo), lo que
evidenció la oxidación del hierro.
Estos investigadores descartaron en primer lugar la oxidación mediada por
oxígeno, ya que es una oxidación lenta en un medio a pH muy ácido. Al realizar
un examen más exhaustivo de tipo microbiológico, llegaron a la sorpresiva
conclusión de que la oxidación del hierro se debía a una actividad bacteriana.
En este estudio se reportó por primera vez al microorganismo Acidithiobacillus
ferrooxidans (antes llamado Thiobacillus ferrooxidans o Ferroobacillus sp.). Se
trata de una bacteria quimiolito autrotofa, que utiliza el CO2como su fuente de
carbono, mientras que a partir de la oxidación del hierro y azufre obtiene la
energía necesaria para sus procesos metabólicos. Junto a A ferrooxidans se
reportó otro tipo de microorganismo, A. thiooxidans que tiene la capacidad
producir ácido sulfúrico a partir del
azufre [2]. Si bien A. thiooxidans fue
descubierto antes, se aisló de un
ambiente no tan ácido como A.
ferrooxidans. Estos dos
microorganismos son hasta el
momento los más estudiados, y los
que usualmente se toman como
modelos para estudios
biohidrometalúrgicos.
Marco teórico:
BIOGEOTECNOLOGÍA es el campo de la tecnología que aplica la Microbiología
Geológica (hoy más conocida como Microbiología Minera) al procesamiento de
minerales y concentrados para la extracción de metales, al beneficio de
minerales industriales y al tratamiento de residuos y efluentes de la industria para
la protección ambiental, siendo el factor común entre ellos, que dichas
transformaciones son llevadas a cabo por microorganismos o sus metabolitos
(biotecnología para la minería).

Se trata de un campo científico y tecnológico en pleno desarrollo en el ámbito


internacional. Las expectativas crecientes en relación a estos procesos se deben
a que pueden competir, cada vez más ventajosamente, con las tecnologías
convencionales, por sus bajos costos de inversión, reducido consumo de energía
y reactivos, y por tratarse de procesos limpios no contaminantes, de bajo o nulo
impacto ambiental.

El campo de la Biogeotecnología según sus aplicaciones puede dividirse en tres


grandes áreas según se indica a continuación.
Lixiviación bacteriana

Estos procesos también se conocen como Biolixiviación o Biometalurgia y se


basan en la capacidad de un grupo de microorganismos de oxidar sulfuros
metálicos insolubles a sulfatos metálicos solubles u óxidos insolubles a óxidos
solubles (caso del uranio) y por ende extraíbles. A partir de esta propiedad se
vienen desarrollado aplicaciones en:
La extracción de diversos metales, fundamentalmente cobre, a partir tanto de
minerales como de concentrados. Bio-deshydrometallurgy
Purificación de metales preciosos, particularmente oro. Aplicable al tratamiento
de oro refractario a la cianuración por estar enquistado en sulfuros metálicos.
Desulfurización de carbón. La combustión de carbones conteniendo azufre como
sulfuros o azufre nativo, produce óxidos de azufre con la consecuente formación
de lluvias ácidas. Procesos de solubilización de compuestos de azufre
contenidos en carbones por lixiviación microbiana están siendo analizados.
o Beneficio de Minerales
Se trata de procesos microbianos destinados a aumentar la calidad y por ende
el valor económico de distintos minerales a través de transformaciones
microbianas de compuestos contenidos en dichos minerales. Por ejemplo:

Decoloración de talcos y caolines. Se ha aplicado a talcos y caolines que


contienen hierro el cual les confiere coloración. La reducción microbiana de
hierro férrico a ferroso permite separarlo, beneficiando así materias primas
destinadas a la producción de porcelana.
Beneficio de minerales de manganeso. En minerales de manganeso es
posible aumentar la ley de manganeso (concentrarlo), transformar distintos
óxidos de manganeso en pirolusita, liberar el hierro y liberar el fósforo contenido,
paara cumplir con las características del mineral de manganeso requeridas por
la industria del acero.

Detección de yacimientos de azufre nativo. El 99 % del azufre nativo presente


en la corteza terrestre es de origen microbiano. El trazado de mapas a partir de
las concentraciones de los microorganismos involucrados permite detectar y
acotar la zona de yacimientos de azufre nativo.

Desarrollo de procesos para producir azufre a partir de sulfatos. Están en


desarrollo procesos llevados a cabo con los mismos microorganismos de la
aplicación anterior, imitando y optimizando lo que sucede en la naturaleza.

Bioremediación.

Bioremediación es el conjunto de tecnologías de remediación por las cuales la


conversión de contaminantes nocivos en compuestos no tóxicos se lleva a cabo
por procesos biotecnológicos a través de la acción de microorganismos o de sus
metabolitos. Dichos procesos pueden llevarse a cabo “in situ” (sitios que han sido
crónicamente contaminados) o “ex situ” para tratamiento de residuos y efluentes
contaminados antes de que lleguen a la naturaleza. Procesos de bioremediación
están encontrando un amplio campo de aplicaciones en minería. Se indican
algunos ejemplos.
Degradación microbiana de cianuros. Cyanides Microbial Degradación.

Oxidación microbiana de arsénico. Se vienen desarrollando procesos por los


que, via microbiana, el Arsénico III (soluble) es oxidado a Arsénico V, el cual en
presencia de hierro férrico precipita como escoradita, insoluble y factible de
confinar establemente.

Biosorción de metales. Son procesos por los cuales es posible acumular


metales a partir de soluciones diluidas en biomasas de células vivas o muertas,
microbianas o vegetales. El principal mecanismo involucrado es el intercambio
iónico el cual se produce con una alta eficiencia dada la diversidad de
biomoléculas y iones intercambiables contenidos en la materia orgánica. El
objetivo es descontaminar efluentes y/o recuperar metales de valor económico.

Precipitación de metales como sulfuros metálicos por bacterias


anaeróbicas reductoras de sulfato (BARS) Reducción Microbiana de Sulfatos
y Precipitación de Metales para la Descontaminación de Efluentes
Reducción Microbiana de Cromatos. Reducción Microbiana de Cromatos
Descontaminación de petróleo o sus derivados. Son procesos mediante los
cuales, tanto suelos como efluentes contaminados con petróleo o sus derivados,
pueden descontaminarse a través de poblaciones microbianas que los degradan
transformándolos en compuestos minerales simples como dióxido de carbono y
agua.

Actividad microbiana a partir de compuestos Xenobióticos.

Se denominan compuestos xenobióticos a las nuevas estructuras químicas


producidas por el hombre, que no han estado en el planeta (al menos en
suficiente cantidad) durante la evolución, por lo que no habría habido el suficiente
tiempo como para que evolucionen microorganismos con capacidades para
degradarlos. No obstante, durante los últimos años se ha venido demostrando
que muchos compuestos considerados xenobióticos, finalmente y a través de la
experimentación, se han ido logrando cultivos microbianos y condiciones
mediante los cuales son factibles de biodegradar. Particularmente los hongos
lignolíticos, responsables de la pudrición blanca de la madera, han mostrado
tener actividad de degradación de varios compuestos previamente considerados
como xenobióticos. Biodegradación de Caucho Vulcanizado.

El uso de microorganismos en minería


Extracción de metales y ambiente

Mediante la minería se obtiene productos que, en su mayoría, son esenciales


para la subsistencia de la humanidad. Uno de los metales cuyo uso intensivo
por la humanidad lleva más de 4000 años es el cobre, que tiene múltiples
aplicaciones, principalmente como conductor eléctrico. Sin embargo, si la
extracción de metales se desarrolla sin las medidas de control adecuadas,
puede tener un impacto negativo en el ambiente y en la calidad de vida de los
organismos que habitan en zonas aledañas.
Se denomina metalurgia al proceso o conjunto de procesos por el cual se
extrae el metal correspondiente de un mineral metálico. La extracción clásica
de este tipo de minerales se realiza a través de la pirometalurgia, proceso por
el cual el mineral es tostado a altas temperaturas y posteriormente reducido
al metal. Esta metodología, que resulta inviable económicamente para
minerales con bajo contenido en metal, es altamente contaminante ya que
libera enormes cantidades de dióxido de azufre, uno de los gases
involucrados en la llamada "lluvia ácida".
Debido a esto, la continuidad de operaciones mineras de larga data y la
instalación de nuevas explotaciones, está encontrando una resistencia
creciente dentro de la sociedad, aun en países cuya economía depende
fuertemente de estos recursos naturales. Además, los estudios de riesgo
ambiental y la aplicación de métodos preventivos y remediadores de las
emisiones y residuos, suelen encarecer las operaciones hasta, en muchos
casos, hacerlas inviables. Una alternativa a la obtención de metales por
pirometalurgia, es el uso de metodologías que funcionen a bajas
temperaturas y con soluciones acuosas capaces de extraer el metal de los
minerales (lixiviar). Esta tecnología, llamada hidrometalurgia, es preferible
desde el punto de vista de su impacto ambiental y de su rentabilidad.
Por lo visto, aunque algunas actividades mineras no son fácilmente
reemplazables, se busca lograr que tengan el menor impacto ambiental
posible. En este sentido, se espera que los avances científicos en una de las
áreas de la biotecnología llamada biominería, permitan reducir el impacto
ambiental negativo en estas operaciones mineras.

La biominería

Parte importante del cobre extraído desde tiempos remotos, provenía


justamente de procesos de lixiviación que ocurrían en lugares con depósitos
de ese metal. Por mucho tiempo, se pensó que la disolución o lixiviación de
metales era un proceso netamente químico, mediado por agua y oxigeno
atmosférico. Recién en la década del 40 se descubrió la existencia de
bacterias que revolucionaron la definición de lixiviación como un proceso
catalizado biológicamente. La biolixiviación es una tecnología que usa
bacterias específicas para extraer (lixiviar) metales de los minerales. Por lo
tanto, se determinó que la tecnología debería llamarse “biohidrometalurgia”
ya que, para que el
proceso de recuperación de cobre fuera eficaz era necesaria además de
agua, la presencia de ciertos microorganismos.

De allí surge el término de biominería, que es el uso de microorganismos en


diferentes aspectos de la explotación de los minerales, abarcando desde la
concentración de las especies de interés (a través de la bioflotación), la
recuperación de los elementos presentes en ellas (biolixiviación y
biooxidación), hasta su acción en tareas de remediación ambiental (ver
Cuaderno Nº 36 y 46).

La biolixiviación suele hacerse regando “pilas” (acumulaciones de mineral


previamente triturado) con soluciones de ácido sulfúrico. Las bacterias
existentes en los minerales liberan al metal del mineral que finalmente es
recuperado a partir de las soluciones que emergen de la parte inferior de la
pila. El cobre es el metal que se recupera en mayor medida por esta
metodología, pero además se utiliza para extraer cobalto, níquel, cinc, entre
muchos otros.
La biooxidación es aplicable a minerales refractarios de oro en los cuales éste
se encuentra incluido dentro de una matriz mineral de sulfuros lo cual dificulta
su posterior recuperación. La acción de las bacterias elimina esta matriz
liberando al oro y haciendo así más eficaz su recuperación.

¿Cómo actúan las bacterias mineras?


Las bacterias mineras logran hacer solubles los minerales. Los
microorganismos realizan esta tarea como parte de sus procesos
metabólicos, simplemente alimentándose de los minerales (son
quimiolitoautotróficas o quimioautótrofos)

Durante el proceso, las bacterias “comen” electrones, los cuales son extraídos
de los minerales. Estos electrones forman una especie de batería dentro de
la bacteria, creando una diferencia de potencial que genera energía, al igual
que en una pila. Esta energía es almacenada para luego utilizarla en los
distintos procesos metabólicos. Además, estos microorganismos necesitan
carbono, pero lo obtienen del aire en forma de CO2, no de los hidratos de
carbono.

A este tipo de microorganismos se los llama "bacterias oxidantes" porque al


obtener los electrones oxidan ciertos minerales. La utilización de bacterias
permite explotar recursos minerales que son muy difíciles y costosos de
lixiviar químicamente. En cambio estos microorganismos son muy eficientes
y económicos ya que crecen naturalmente en estos medios.
La primera bacteria identificada capaz de lixiviar fue Acidithiobacillus
ferrooxidans. Fue en 1947 cuando se descubrió que era la responsable del
gran deterioro que sufrían los equipos metálicos en las instalaciones de una
mina española, debido a su gran capacidad de oxidación de las aguas. Diez
años más tarde se encontró la misma bacteria en drenajes ácidos de minas
de carbón a cielo abierto.

El nombre de esta bacteria extremófila indica varias cosas: Acidithiobacillus,


es acidófilo, porque crece en pH ácido, es thio, porque es capaz de oxidar
compuestos de azufre y es un bacillus, porque tiene forma de bastón, y
ferrooxidans, porque además puede oxidar el Hierro.

Estas bacterias extremófilas (ver Cuaderno Nº 57) lixivian, es decir, disuelven


las rocas o minerales y los solubilizan. Mediante una reacción de oxidación,
convierten al Sulfuro de Cobre (CuS) que es sólido en Sulfato de Cobre
(CuSO4) soluble en solución acuosa, a partir de la cual se puede recuperar el
cobre como metal.
El metal se recupera utilizando electrodos de acero (planchas) sobre los que,
por un proceso electroquímico, se deposita el cobre precipitado. Así, se
obtienen cátodos de cobre de alta pureza, listos para ser exportados.
A partir de una serie de experimentos que se desarrollaron en Sudáfrica se
descubrió que si se conservan estas bacterias en agua con un bajo contenido
de ácido y azufre a una temperatura de unos 75 grados centígrados, en cuatro
días pueden convertir el mineral de cobre en una solución de 30 gramos de
cobre puro por cada litro de agua, la cual es luego enviada a una refinería,
donde se desarrollan las etapas de extracción y purificación.
El cobre es el metal que se recupera en mayor medida por esta metodología.
Chile, que comparte la cordillera y sus recursos mineros con nuestro país, es
el mayor exportador mundial de cobre y obtiene aproximadamente el 5 % por
biolixiviación.

¿Otras bacterias que “comen” minerales?

Además de Acidithiobacillus ferrooxidans, existen otras bacterias que


solubilizan minerales de sulfatos de elementos de transición (como por
ejemplo, cobre). Entre ellas se encuentran Acidithiobacillus thiooxidans,
Acidithiobacillus caldos y Leptospirillum ferrooxidans. El uso de estas
especies de bacterias en biominería a nivel industrial, está asociado
directamente a su carácter de acidófilos (“afines a los ácidos”) y a los escasos
requerimientos de nutrientes e infraestructura necesarios, debido a que no
requieren fuentes orgánicas de energía ni mantenimiento de temperaturas
elevadas.
Las especies correspondientes al género Acidithiobacillus son capaces de
catalizar la oxidación de compuestos reducidos de azufre (como sulfuro,
azufre elemental, tionatos, etc.) utilizando oxígeno como aceptor electrónico
y generando ácido sulfúrico como producto final, según la siguiente ecuación
química:

De este modo, estas bacterias pueden ser utilizadas en forma directa, para la
recuperación de metales asociados a sulfuros (en la medida que los sulfatos
respectivos sean solubles). Así, si M representa a un metal asociado a
sulfuros, estos microorganismos catalizan la siguiente reacción:
Además, Acidithiobacillus ferrooxidans y Leptospirillum ferrooxidans son
capaces de catalizar la oxidación de hierro (II) también en condiciones
aeróbicas:

Estas bacterias hierro-oxidantes, pueden contribuir a la disolución de los


sulfuros metálicos por vía indirecta, ya que el Fe3+ generado en la reacción
anterior, es un agente oxidante que puede atacar químicamente a los
sulfuros:

Este segundo mecanismo (denominado indirecto) es especialmente


interesante dado su carácter cíclico (el Fe2+ obtenido en (4) es nuevamente
utilizado en (3)).

El desafío de la biotecnología

El gran desafío de la biotecnología es incrementar significativamente la


obtención de metales mediante este proceso de bajo costo y más amigable
con el medio ambiente. Esto se podrá conseguir conociendo mejor estas
bacterias y haciendo su función más eficiente en el proceso tecnológico.

La biotecnología a escala productiva, permitirá aumentar significativamente la


extracción del cobre y otros metales, y hará viable técnica y económicamente
la explotación de metales en baja concentración dentro del mineral.
Son varias las ventajas de la tecnología microbiana (biominería) sobre los
métodos no biológicos, entre ellas:

• Requiere de poca inversión de capital (las bacterias pueden ser aisladas a


partir de aguas ácidas de minas).
• Bajos costos de operación necesarios para las operaciones
hidrometalúrgicas.

• Relativa ausencia de polución o contaminación ambiental durante el


proceso.

• Permite el tratamiento de minerales con bajo contenido de metal en las


minas, los que no pueden ser económicamente procesados por los
métodos tradicionales y habitualmente se acumulan sin ningún tipo de
tratamiento.
• Permite explotar los recursos mineros en forma más limpia y más
económica siendo esta otra ventaja competitiva.
Los beneficios que pueden entregar estos microorganismos han impulsado
importantes desarrollos en el área de investigación científica. Por ejemplo, en
el año 2004 en Chile, en el marco del proyecto de biolixiviación que lleva a
cabo BioSigma S.A., asociación de Codelco y la empresa japonesa Nipon
Minning & Metals Co. Ltd., se descubrió una nueva bacteria capaz de bioxidar
azufre y hierro.
.
Junto con el descubrimiento de la nueva bacteria, se trabajó en el
secuenciamiento de su genoma, identificando cerca del 95% de su material
genético, incluyendo los genes responsables de acelerar el proceso de
biolixiviación, en especial el que se refiere a la disolución de la calcopirita, que
es la especie mineralógica mayoritaria en los recursos de cobre primario. En
este contexto, un grupo de matemáticos del proyecto genoma tiene como
objetivo elaborar métodos técnicos y matemáticos para el modelamiento de
problemas biológicos.
El proyecto se divide en dos etapas de análisis del genoma de la bacteria:
secuenciar el ADN de Acidithiobacillus ferooxidans y después, identificar los
genes. Finalmente, los científicos podrán describir la regulación del genoma,
explicar las vías metabólicas y el análisis de expresión génica.

La colaboración sobre el tema se efectúa a nivel internacional, y para eso se


constituyó una red de trabajo donde están involucrados muchos científicos
franceses, chilenos y brasileños. Juntos trabajan sobre métodos matemáticos
e informáticos en biología.
En la actualidad, además de buscar la manera de hacer más eficiente los
procesos de biolixiviación que realizan estas bacterias “mineras”, los
investigadores han centrado sus esfuerzos en lograr una solución para uno
de los efectos negativos que causa la labor de estos microorganismos: la
producción de ácido.

En el noroeste de Estados Unidos existen diversas minas de carbón, en


donde la presencia de estas bacterias en las aguas que fluyen por grietas y
filtraciones ha producido problemas de acidificación de suelos fértiles, un
inconveniente que tal vez
pueda ser resuelto gracias a la ingeniería genética. Aún queda mucho por
descubrir, por lo que se pueden presentar otras opciones para la innovación
tecnológica.

En Argentina, con el fin de mitigar el impacto ambiental que provocan las


actividades mineras tradicionales, el grupo de investigación del Dr. en
Ciencias Químicas Edgardo Donati, especialista del Centro de Investigación
y Desarrollo en Fermentaciones Industriales (Cindefi), perteneciente al
CONICET, y docente en la Universidad Nacional de La Plata, aboga por la
puesta en marcha de la biominería como una alternativa más amigable con el
medio ambiente.
Dentro de las líneas de investigación de este grupo de trabajo se encuentran:
• Biolixiviación de Minerales
• Mecanismos en la biolixiviación

• Inmovilización de bacterias (azufre-oxidantes y sulfato-reductoras)

Conclusiones:

En la actualidad el 20% del cobre producido en Perú es obtenido por


biolixiviación y se prevé que se incremente en un futuro. La investigación y
desarrollo en esta tecnología es muy importante, dado que permite la extracción
de manera económica de metales valiosos a partir de minerales de muy baja ley,
que no podrían ser explotados comercialmente de otra manera.

El método no utiliza reactivos peligrosos, por lo que se puede considerar que es


un tipo de minería poco contaminante, dado que el agua se recicla y no se
producen compuestos tóxicos volátiles.

Aunque la biolixiviación se encuentra en la actualidad aplicada industrialmente,


aún hay muchos factores o etapas del proceso que no están bien descriptos, y
es necesaria la investigación interdisciplinaria para poder optimizar el proceso,
de manera de evitar la pasivación de los minerales, y lograr una rápida, eficiente
y completa extracción de los metales de interés.

Referencias bibliográficas:

Donati E, Sand W (2007) Microbial Processing of metal sulfides, Springer,


USA.
Parada P, Morales P, Collao R, Bobadilla R, Badilla R (2013) Biomass
production and inoculation of industrial bioleaching processes. Advanced
Materials Research 825:296-300.
http://www.microbiologiaminera.com/home/.

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