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ESTÁNDARES SOCIALES Y AMBIENTALES PARA EL COMERCIO

INTERNACIONAL

La sostenibilidad ambiental y social son pilares fundamentales del desarrollo humano y de la


reducción de la pobreza. El marco de políticas y el Plan Estratégico1 del PNUD (Programa de las
Naciones Unidas para el Desarrollo) articulan el compromiso estratégico de la organización de
promover el desarrollo sostenible en todas sus actividades de cooperación para el desarrollo.

Los Estándares Sociales y Ambientales del PNUD destacan su compromiso de incorporar la


sostenibilidad social y ambiental en sus programas y proyectos con el fin de apoyar el desarrollo
sostenible. Los fortalecen los esfuerzos que hace la institución para lograr objetivos (outcomes)
en materia de desarrollo que sean beneficiosos social y ambientalmente y presentan un marco
integrado para alcanzar un constante alto nivel de calidad en su programación.

Los Estándares Sociales y Ambientales del PNUD comprenden varios elementos: los Principios y
Políticas Globales, los Estándares a nivel de proyecto y el Procedimiento de Implementación de
las Políticas. A continuación se presenta una visión general de los componentes cruciales del
SES:
1. PRINCIPIOS Y POLITICAS GLOBALES
 La sostenibilidad social y ambiental son fundamentales para alcanzar los objetivos
(outcomes) de desarrollo y se deben incorporar de manera sistemática en los ciclos de
gestión de los programas y proyectos del PNUD. En la primera etapa del diseño de
programas y proyectos, se identificarán las oportunidades para fortalecer la
sostenibilidad social y ambiental, que se concretarán en la implementación y se
supervisarán durante las tareas de seguimiento y evaluación. Se procurará la debida
diligencia social y ambiental para todos los programas y proyectos.

 Los programas y proyectos del PNUD se adhieren a los objetivos y los requisitos de los
Estándares Sociales y Ambientales. Los objetivos son: (i) fortalecer los efectos sociales y
ambientales de programas y proyectos, (ii) evitar impactos adversos en personas y el
medioambiente, (iii) minimizar, mitigar y manejar los impactos adversos cuando no sea
posible evitarlos, (iv) fortalecer las capacidades de gestión de riesgos sociales y
ambientales del PNUD y sus asociados, y (v) asegurar la plena y efectiva participación de
los actores claves, por ejemplo, a través de un mecanismo para responder a denuncias
de personas que se vean afectadas por un proyecto.

 El PNUD aplica los Principios de Programación por Países del Grupo de las Naciones
Unidas para el Desarrollo en la elaboración e implementación de programas nacionales,
regionales y mundiales. Incluyen los siguientes principios: (i) enfoque basado en los
derechos humanos en la programación del desarrollo, (ii) igualdad de género y (iii)
sostenibilidad ambiental. Los SES refuerzan su aplicación a nivel de programas y
proyectos.

 Reconociendo la interrelación entre los problemas sociales y ambientales, el PNUD


abordará de manera integrada las oportunidades y los riesgos que surjan en estas áreas.
La institución diagnosticará y examinará las actividades propuestas en busca de posibles
riesgos sociales y ambientales y se asegurará de evaluarlos y evitarlos, o bien de
minimizarlos, mitigarlos y gestionarlos cuando sea imposible evitarlos.

2. VÍNCULOS ENTRE COMERCIO INTERNACIONAL Y MEDIO AMBIENTE

En años recientes, la liberalización comercial ha pasado de disminuir aranceles (los cuales han
llegado a ser bastante bajos alrededor del mundo) a la eliminación de barreras no arancelarias.
Dado que algunas regulaciones domésticas pueden potencialmente ser interpretadas como
barreras no arancelarias, el alcance e impacto de los compromisos que se adquieren al tener
acceso a un mercado (y en otras disciplinas de regulación en el campo del comercio), se han
expandido. Un buen número de las disputas de comercio internacional que han surgido en la
última década tienen que ver con conflictos entre regulaciones domésticas y reglas de comercio.
Por ejemplo, Estados Unidos prohibió las importaciones de atún mexicano, alegando que el
método de pesca utilizado por los mexicanos provocaba la muerte incidental de delfines. Ante
esto, en 1991 México obtuvo una resolución favorable , en la cual declaraban que los Estados
Unidos estaba violando las obligaciones adquiridas con dicho acuerdo al imponer tal prohibición.

 Comercio en aumento, crecimiento económico y riesgos ambientales

Dado que el principal propósito de la liberalización comercial es incrementar el crecimiento


económico, el comercio afecta inevitablemente el nivel de protección ambiental.
La primera consideración que emerge es que muchos países en desarrollo están viviendo en la
parte de la curva en que las condiciones ambientales se deterioran. Adicionalmente, en algunos
problemas, especialmente aquellos que se esparcen en espacio y tiempo (como el efecto
invernadero por la emisión de gases), ningún país ha alcanzado la cima, mucho menos la parte
con pendiente negativa de la curva. Una segunda consideración es que aun cuando la expansión
del comercio y el crecimiento económico no necesariamente deterioren el medio ambiente, no
existe garantía de que no lo vayan a hacer. Los efectos del crecimiento económico sobre el
comercio pueden descomponerse en tres efectos:

• De Técnica. Estos surgen de la tendencia hacia procesos de producción más limpios, a medida
que el bienestar aumenta y la expansión del comercio permite el acceso a una mejor tecnología
y a “mejores prácticas” ambientales.

• De Composición. Involucran un cambio de preferencias hacia bienes más limpios.

• De Escala. Se refieren al incremento de la contaminación debido a la expansión de la actividad


económica y a un mayor consumo derivado del aumento en el bienestar.

 La economía política de la liberalización del comercio

El tomar los temas ambientales seriamente, debe ser entendido por quienes abogan por el libre
comercio como una necesidad de política. Descartar los temas ambientales, incrementa la
oposición de la comunidad ambientalista y genera una innecesaria resistencia al libre comercio.
Algunos ambientalistas van a oponerse siempre a la liberalización del comercio porque se
adhieren a la filosofía de que el crecimiento económico debe tener límites. Pero la comunidad
ambientalista no es uniformemente proteccionista. Muchos ambientalistas creen en un
“desarrollo sostenible” y apoyarían un comercio más libre si tuviesen la percepción de que el
manejo de la contaminación y de los recursos naturales está siendo tomado con mayor seriedad.

 ¿Pueden los estándares ambientales caer al mínimo?

Los economistas rechazan categóricamente el argumento de que las presiones de la


competencia entre países puedan degradar los estándares ambientales. Según ellos, la
idea de que las jurisdicciones con bajos estándares ambientales se van a convertir en
paraísos de contaminación atractivos para las industrias de las jurisdicciones con
estándares altos y que va a detonar una espiral descendente en los estándares
ambientales, encuentra muy pocas bases en la teoría y carece de un respaldo empírico.
Por ejemplo, se puede observar que los estándares para el control de la contaminación
en Estados Unidos no han disminuido después de la firma del NAFTA; tampoco lo han
hecho después de varias rondas del GATT y negociaciones de la OMC a través del
tiempo.
La preocupación real no es acerca de la reducción de los estándares literalmente al
mínimo. Más bien, la preocupación surge ante la posibilidad de que la integración
económica cree una dinámica de regulación en la cual los estándares sean fijados
estratégicamente con un ojo puesto en la carga que produce el control de la
contaminación en jurisdicciones en competencia. El resultado puede ser una disputa
política que se traduciría en estándares ambientales sub-óptimos en algunas regiones.
Estos efectos pueden provocar no solo que las leyes ambientales se debiliten, sino que
también, y quizás más importante, que los estándares ambientales no lleguen a ser tan
estrictos como lo hubiesen sido si fuera otro el caso.
 Doe Run Perú: Cómo influyen los nuevos estándares del aire en próxima subasta

Tras la pre publicación de los nuevos estándares, los costos que asumirá el nuevo postor de La
Oroya se reducirían en cerca de US$600 millones. Una de las propuestas con las que Pedro Pablo
Kuczynski llegó a la presidencia fue reactivar el Complejo Metalúrgico de La Oroya, que junto
con la mina Cobriza serán subastados a partir del 6 julio. La reciente flexibilización de los
estándares ambientales de aire apuntaría a lograr dicho objetivo. El Minam prepublicó los
nuevos Estándares Nacionales de Calidad Ambiental del Aire, que elevan en hasta 212% el
estándar de calidad de dióxido de azufre, de 80 microgramos por metro cúbico (ug/m3) diario a
250 ug/m3.

Explicó que con los nuevos estándares también se reducirán los montos de inversión necesarios
para reactivar el proyecto. En un inicio, quienes deseaban adquirir el Complejo Metalúrgico de
La Oroya preveían invertir US$1.000 millones-para terminar el 50% de la construcción de la
planta de ácido sulfúrica del circuito de cobre y el circuito de plomo para capturar los gases
fugitivos y emisiones fijas- ahora se prevé invertir alrededor de US$400 millones. Por su parte
quienes adquieran la mina Cobriza destinarán aproximadamente US$90 millones.

 Estándares ambientales en Perú: ¿son muy exigentes?

¿Paquetazo antiecológico o medidas para alentar las inversiones? El Gobierno peruano apuesta
por dinamizar los proyectos mineroenergéticos a través de la audaz iniciativa de flexibilizar la
normativa ambiental. Las propuestas presentadas para el efecto el 18 de junio han encendido
la pradera ambientalista y llevado una brisa de satisfacción a los sectores que consideran que el
Ministerio del Ambiente (Minam) frena las inversiones con desmedidas regulaciones.

Esta última es la opinión de Cecilia Blume, ex asesora del Consejo de Ministros, quien afirma que
el Minam “se ha excedido de los límites razonables” al imponer estándares suizos de calidad
ambiental de aire, agua y suelo, en un país como el nuestro. Otro tanto apunta el economista
Miguel Palomino, director gerente del Instituto Peruano de Economía, quien advierte que el
Minam obra irracionalmente al imponer estándares que no se cumplen ni cerca de su misma
sede, pero que son exigidos a la industria como si esta pudiese ser tratada como “un parque
natural”.

Remarca que los estándares ambientales no han generado ninguna dificultad a la industria
mineroenergética (la más regulada por el Estado), salvo en el caso de los nuevos ECA del aire,
cuya aplicación se ha reconocido como inviable en tres industrias específicas: la refinería de Ilo,
el Complejo Metalúrgico de La Oroya y el parque automotor de Arequipa.

Sin embargo, funcionarios de la minera comentaron a Día_1 que los ECA sí afectan sus
operaciones en Ilo. Para adecuarse a la norma, la fundición debe hacer paradas periódicas que
en el primer semestre del 2013 reportaron pérdidas de 18.000 toneladas de producción en
cátodos. “Pensábamos incrementar la capacidad de la fundición, de 1,2 millones a 1,8 millones
de toneladas, para dar mayor valor agregado al concentrado que producimos, pero con el ECA
no se puede”, dijeron.
¿AGILIDAD O CALIDAD?

Exceptuando el caso de las refinerías de Ilo y La Oroya, las operaciones minero-metalúrgicas


peruanas satisfacen los estándares ambientales más exigentes del mundo, asevera Mario
Cedrón, director del Centro de Innovación Tecnológica para la Minería y Medio Ambiente. “El
problema no va por allí, sino por las demoras y trabas para obtener los permisos ambientales,
que dilatan el tiempo de ejecución de los proyectos”, explica. La situación es particularmente
dramática en el sector hidrocarburos, donde 27 de 72 lotes de exploración y explotación se
hallan paralizados debido, principalmente, a retrasos en la obtención de licencias ambientales.
El principal cuello de botella identificado por los especialistas petroleros es el engorroso proceso
de elaboración y evaluación de los EIA para exploración inicial (o sísmica), que en algunos casos
demora hasta tres años, según comentaron funcionarios de Pluspetrol. Andrés Fernández,
gerente general de la consultora ambiental Golder Associates en Perú, refirió que la falta de
racionalidad en este proceso origina que la luz verde para un EIA de exploración petrolera
demore tres veces más en el Perú que en Colombia. Por este motivo, el Gobierno ha propuesto
reducir a 30 días hábiles el plazo máximo para que las entidades vinculantes y no vinculantes se
pronuncien sobre un EIA, bajo pena de incurrir en falta grave.

3. Normas sociales y ambientales

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, mundialmente


conocida como FAO, es un organismo especializado de la ONU que dirige las actividades
internacionales encaminadas a erradicar el hambre.

La FAO está a la vanguardia en la labor hacia una agricultura sostenible mediante la promoción
de la protección y el uso sostenible de los recursos naturales, a la vez que se satisfacen las
necesidades crecientes de la sociedad de medios de vida decentes y resilientes.

En este contexto, la FAO ha actualizado sus Directrices de Manejo Ambiental y Social para apoyar
la implementación de normas ambientales y sociales. El objetivo de las Directrices es identificar,
evaluar y gestionar los riesgos ambientales y sociales de un proyecto, adoptar una jerarquía de
mitigación y promover sistemas agrícolas y alimentarios sostenibles.

La visión, objetivos estratégicos, principios fundamentales para la sostenibilidad y las normas


ambientales y sociales de la FAO establecen límites para los programas y proyectos de la
Organización. Dentro estos límites existen proyectos potenciales de la FAO en los que los riesgos
ambientales y sociales deben gestionarse con el fin de lograr los resultados esperados para cada
proyecto individual, a la vez que se mitigan los posibles impactos ambientales y sociales
negativos.

Las normas sociales y ambientales de la FAO están relacionadas con las siguientes áreas:

1. Gestión de recursos naturales

2. Biodiversidad, ecosistemas y hábitats críticos

3. Recursos fitogenéticos para la alimentación y la agricultura

4. Recursos genéticos animales, ganaderos y acuáticos para la alimentación y la agricultura

5. Plagas y manejo de plaguicidas

6. Reasentamiento involuntario y desplazamiento


7. Trabajo decente

8. Igualdad de género

9. Pueblos indígenas y patrimonio cultural

 Estándares ambientales más flexibles para actividades extractivas y productivas

El Gobierno peruano aprobó hoy nuevos estándares ambientales más flexibles para las
actividades extractivas, productivas y de servicios, alineándolos a los que adoptan otros países
de la región como Chile y Colombia.

El Ministerio del Ambiente publicó un decreto con nuevos Estándares de Calidad Ambiental
(ECA) para el aire y el agua, entre los que se modificó el parámetro de emisión de dióxido de
azufre a 250 microgramos por metro cúbico para periodos de 24 horas, desde los 20
microgramos por metro cúbico anterior. Los nuevos parámetros regirán para los sectores
extractivos, como el vital rubro minero, así como para las industrias y el sector de servicios.

El proyecto de esta nueva norma había sido publicado en abril, con el objetivo de recibir
comentarios de los sectores involucrados, y hoy se oficializaron los nuevos estándares.

Algunas empresas del sector minero habían calificado de "estrictos" los estándares de calidad
previos debido a que no existían plazos ni la tecnología necesaria para cumplirlos y tampoco
hacían distinción entre las diferentes ciudades del país. El presidente peruano, Pedro Pablo
Kuczynski, afirmó en julio del año pasado que los estándares ambientales en Perú eran "irreales"
y más exigentes que en Finlandia, lo cual había frenado la construcción de más fundiciones y
plantas de procesamiento de minerales.

Uno de los beneficiados con la flexibilización de la norma sería el Complejo Metalúrgico de La


Oroya, ubicado en una de las ciudades más contaminadas del mundo, cuya venta se frustró en
marzo tras declararse desiertas tres rondas de subastas debido a que los inversionistas
esperaban nuevos y más flexibles estándares de calidad ambiental. Perú es uno de los mayores
productores de cobre del mundo y tiene a la minería como una actividad clave porque las ventas
del sector representan el 60% de sus exportaciones.

 Empresas peruanas: la adhesión a estándares sociales y ambientales aún es limitada

Según un estudio organizado por el Programa de Inversión Responsable (PIR), dirigido a 207
empresas que participan en el mercado peruano de valores y emiten reportes de sostenibilidad,
la adhesión a estándares sociales y ambientales aún es limitada. Solamente el 41% de estas
empresas está adherida a algún estándar y el 33% de éstas reporta información adecuada. Entre
los estándares que adoptan, están el Pacto Mundial de las Naciones Unidas, ISO y Global
Reporting Initiative (GRI).

“Hay una relación directa entre tener un buen gobierno corporativo y un análisis de
sostenibilidad”, señaló Arturo Caballero, secretario técnico del PIR, quien participó en el evento
“Inversión responsable: creando valor a largo plazo”. En éste, analistas nacionales e
internacionales discutieron sobre la situación actual y las perspectivas a futuro de las empresas
peruanas que presentan reportes ASG (ambiental, social y gobierno corporativo).

Existen cuatro factores que inciden en la adopción de estos estándares ambientales y sociales:
1. Las empresas de capital extranjero suelen tener un mayor nivel de adopción. Solamente
el 33% de las empresas peruanas los tiene, frente a un 55% de capital extranjero. Esto
se debe a que estas últimas tienen mayor demanda por sus stakeholders y accionistas
para el cumplimiento de estos estándares.
2. Mientras mayores sean los ingresos de las empresas, más probabilidad de adhesión a
estándares tiene. En el estudio de PIR, los ingresos de las empresas oscilan entre
S/.500,000 y S/.13 millones, donde el 75% de ellas tenía ingresos menores a S/.1 millón.
Sin embargo, hay empresas grandes que no se adhieren y empresas pequeñas que sí.
3. La cantidad de directores independientes que tenga la empresa guarda relación directa
con la adopción de estándares. “Solamente el 30% de ellas no tiene directores
independientes. De las que sí, el promedio de ellos en un directorio es 38%”, indica
Arturo Caballero, de PIR.
4. En los sectores como Materiales o Energía, donde hay mayor impacto en las
comunidades, se suele reportar más; no obstante, solamente el 60% estandariza sus
buenas prácticas en sostenibilidad.

Además, el estudio revela que hay empresas que dicen tener políticas ambientales pero no las
realizan correctamente. Del estudio, solamente el 27% de las empresas reporta huella de
carbono (13% de forma inadecuada) y 47%, huella hídrica (33% de manera inadecuada).

Entre las empresas que destacan por la calidad de la información en sus reportes de
sostenibilidad, están Ferreycorp, Scotiabank, Pluspetrol Camisea, Petroperú y Transportadora
de Gas del Perú.
UNIVERSIDAD PRIVADA ANTENOR ORREGO

FACULTAD CIENCIAS ECONOMICAS

ESCUELA DE ADMINISTRACION

NOMBRES : Carrera Huaman , Bryan

Crespo Tissieres, Valeria

More Contini, Antonella

Peralta Arca, Gustavo

Quiroga Calle, Leslie

Saavendra Mejía, Maria Pía

Sotelo Ramírez, Milagros

DOCENTE : Mgs. ANGEL CORVERA URTECHO

TEMA : ESTÁNDARES SOCIALES Y AMBIENTALES PARA EL


COMERCIO INTERNACIONAL

CURSO : RESPONSABILIDAD SOCIAL Y EMPRESARIAL

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