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Los radicales libres constituyen potentes agentes oxidantes, altamente reactivos, que son
neutralizados por las defensas antioxidantes. Cuando hay un desequilibrio entre los
oxidantes y antioxidantes con predominio de los primeros, se dice que existe un estrés
El interés del estudio de los radicales libres se ve estimulado por su incidencia en procesos
Aunque los oxidantes se generan durante los procesos biológicos normales, su capacidad de
modificar las moléculas de forma perjudicial está bloqueada por una gran cantidad de
antioxidante, los oxidantes quedan libres para interactuar con los componentes biológicos
En 1978, se demostró por primera vez que el ejercicio físico podía conducir a un
el nivel de pentosas exhaladas, un posible subproducto del daño oxidativo lipídico, luego de
crecientes evidencias que sostienen la hipótesis de que la actividad física tiene el potencial
Son varias las causas de producción de radicales libres durante el ejercicio físico. Por un
lado, la práctica deportiva aumenta la necesidad del aporte de oxígeno a los tejidos,
lo que se conoce como fenómeno de isquemia reperfusión y por tanto, ser susceptibles de
peroxidación. Relacionado también con la intensidad del esfuerzo, otro factor que puede
láctico, que puede convertir a un radical libre poco dañino (radical superóxido) en otro
mucho más perjudicial (perhidroxilo), por la interacción del primero con los protones
derivados del ácido láctico. También parece ser que, a partir de la autooxidación de
catecolaminas durante el ejercicio, se pueden producir radicales libres (Bloomer et.al 2006).
producción de ROS. Las células, para hacer frente a esta producción de radicales libres y el
incrementar la resistencia al ataque de las especies reactivas en las células diana, facilitar la
reparación del daño provocado por los radicales libres y manteniendo un ambiente
ROS y RNS es tal, que resulta imprescindible una, alguna o la totalidad de las siguientes
alternativas:
menor medida un daño celular. El balance oxidativo del organismo humano es esencial para
vascular, entre otros. Si este balance entre los sistemas oxidantes (generadores de especies
incidencia del desbalance del estado oxidativo en su surgimiento y desarrollo, entre ellas
Wagner (2015)
El estrés oxidativo marca sus efectos en distintos tejidos, donde se destacan los daños sobre
los lípidos. El mayor efecto producido por los radicales libres en los lípidos es la
peroxidación lipídica de los ácidos grasos poliinsaturados provocando una disfunción en las
membranas celulares de las que forman parte. Los productos finales de la peroxidación
lipídica son aldehídos, gases hidro carbonados y varios residuos químicos, donde resalta el
malondialdehído (MDA).
reaccionar con proteínas. El daño oxidativo a los lípidos de membrana constituye, muy
cantidad de peróxidos lipídicos que llega a formarse en una membrana biológica está
las células restringen la extensión de esta reacción en cadena, siendo incluso en ocasiones
reaccionan con facilidad con los radicales hidroxilos. El daño oxidativo a los glúcidos
polisacáridos son despolimerizados por los radicales libres dando lugar a procesos
degenerativos. Se ha planteado desde los inicios de este análisis que el ejercicio físico
antioxidante del organismo, se genera un desequilibrio que provoca estrés oxidativo y daño
celular. La intensidad y la duración del ejercicio son factores importantes relacionados con
Los radicales libres juegan un papel importante como mediadores del daño muscular e
transporte, por una mayor producción de ácido láctico e incluso por la redistribución del
flujo sanguíneo que se produce en este tipo de esfuerzos. A consecuencia del entrenamiento
físico habitual las ROS pueden provocar daño oxidativo a distintos niveles y actúan como
hígado y sangre, con menores índices de MDA que los sujetos no entrenados, tras la
El daño oxidativo provocado por los radicales libres de oxígeno, está relacionado con el
proceso de envejecimiento, con diversas patologías y con el estilo de vida de las personas,
pero, en el organismo, existen defensas enzimáticas antioxidantes que confieren una debida
protección.
oxígeno más elevadas de lo normal. El oxígeno (O2) es un gas tóxico, y los organismos
logran sobrevivir por contar con sistemas de defensa antioxidantes para neutralizar las
especies reactivas del oxígeno (“ROS”, por sus siglas en inglés), que causan daño a
(ARN), los lípidos y las proteínas. En personas saludables la producción de ROS está en
equilibrio con los sistemas naturales de defensa antioxidante. Sin embargo, este balance no
es perfecto, ya que la protección antioxidante está más dirigida a controlar los niveles de
ROS que a eliminarlos. Por tanto, ese daño oxidativo es continuo y puede aumentar por
distintas causas, como el envejecimiento, el fumado, una mala dieta, y la falta de ejercicio
y, con el paso del tiempo, se podría relacionar con muchos desórdenes celulares y el
de ROS, las células emplean mecanismos. Una maquinaria enzimática, que consiste en
antioxidantes. Además de las enzimas, existen otras moléculas producidas por el organismo
(albúmina, bilirrubina, glutatión) o tomadas del ambiente (tocoferoles, vitaminas, Commented [VW1]: constituyen un conjunto de enzimas
que participan en la eliminación de los radicales libres, es
carotenoides), que pueden prevenir o retardar la oxidación de los sustratos intracelulares. decir, forman parte de las defensas antioxidantes y también
utilizan al glutatión como cofactor.
Commented [VW2]: son compuestos isoprenoides, los
más generalizados de todos los pigmentos naturales. La
naturaleza produce cerca de 100 millones de pigmentos de
carotenoides por año
Referencias bibliográficas