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UNIVERSIDAD CATOLICA TECNOLOGICA DEL CIBAO

–UCATECI-

Nombre:

Ashley Alicia Hernández Madera

Asignatura:
Civil VII

Maestro:
Pascual Moricete Fabián

Tema:
Historia De Las Sucesiones

Fecha De Entrega:
Jueves 6 De Septiembre 2018
Historia de las sucesiones

Se consideren facultados para delegar la decisión en la persona más calificada


para ser el intérprete de la voluntad del causante, voluntad a veces cierta, a veces
Infinitamente probable debido al conocimiento de Ias ideas y de los sentimientos
¿el difunto por sus adláteres. Tal es sin duda el sentido del último fallo producido
en la materia y que han preferido a un legatario universal antes que a un pariente
consanguíneo, si bien éste no era, es cierto, heredero forzoso.

Transmisión de ciertos derechos particulares.

No siempre se forma una idea de conjunto bien exacta sobre Ia transmisión de


ciertos derechos que parecen ocupar en el patrimonio un lugar aparte. Nos
referimos a los derechos llamados de propiedad intelectual (3). Cuando se
estudian estos derechos, no en sus principios, que suscitan delicadas cuestiones,
sino en sus condiciones de estancia, aparece que. Su principal característica es la
de resultar limitados en su duración y por tanto no ser perpetuos- Pero este
aspecto, muy importante desde el punto de vista de la reglamentación de los
derechos intelectuales, carece de importancia tratando de su transnlisióll
hereditaria. Basta observar que aun su cabeza ‘de sus titulares sucesivos, ellos
llevan el .mismo germen de caducidad que los extinguirá a la expiración del tiempo
previsto por la ley.

Si, por tanto, ocurre que el legislador asigna a estos derechos normas partícula de
trasmisión, es por razones especiales y no inherentes a su naturaleza y a su
carácter.

Recoge bajo el rubro de la transmisión intestada, los casos más normales y


frecuentes de sucesión; pero si nos colocamos en un I)t1flto de vista más real, se
verá establecido el equilibrio entre una trasmisión testamentaria demasiado libre y
una trasmisión intestada bastante razonable. El que quiera testar puede hacerlo.
Apartándose cuanto desee de las reglas establecidas, con sólo el límite de una
cuota disponible razonablemente señalada.
Base de la transmisión abintestato

Crear, como la Novela I 18, grupos de parientes sucesivamente llamados a


recoger Ia herencia según la proximidad de grados, el Código civil, que se inspira
estrechamente en una organización por largo tiempo consagrada, no puede
remover Ias bases de dicha Novela de manera profunda. Sin embargo, es
necesario precisar ciertos puntos.

Según la interpretación clásica de Ia organización hereditaria romana, Ia


transmisión abintestato no era más que el reflejo del testamento. La ley realizaba
la transmisión “según la voluntad presunta del difusito” fórmula ingeniosa y
expresiva que justificaba, en derecho, Ia preeminencia de la sucesión testada, y.
de hecho, el uso universalmente difundido de no exponerse ã morir intestado.

Y este concepto, aunque todavía subsiste para ciertos intérpretes del Código civil,
hoy en día, sin embargo, es discutible y está sujeto a revisión.

En el Código no se manifiesta, en efectos esta subordinación de la transmisión


intestada a Ia testamentaria; por el contrario, más bien se comprueba la igualdad
entre Ia una y la otra. Al hacer intervenir una presunción de voluntad, como .base
de la obra legal, jugando un papel fundamental, se crea un equilibrio un poco frágil
y se le priva de una parte de la autoridad formal que le es necesaria e sujeta a
reglamentación precisa en una materia que bien como la del derecho hereditario.
Es peligroso que una presunción legal pueda a menudo, en su aplicación prácticas
aparecer a los ojos de todos, como si estuviera en contradicción manifiesta con Ia
realidad.

Evaluación En relación a la evolución no nos extenderemos más de lo necesario.


Exanniflaremos brevemente la evolución del derecho sucesorio en Francia, país
de origen de nuestra legislación civil y luego en el nuestro.

Con anterioridad a la época de la codificas napoleónica, el régimen sucesorio


francés variaba según se tratase de los países de derecho escrito, los cuales
seguían el derecho romano o las regiones de derecho consueta ano, donde las
costumbres formaban la práctica del derecho.

En las regiones de derecho escrito se aplicaban los principios del derecho romano
contenidos en las novelas 118 y 127 del emperador Justiniano. La sucesión tipo
era la testament211 A falta de ésta se aplicaban las reglas de la sucesión ab
intesta es decir, las que no estaban reguladas por las disposiciones
testamentadas.

El derecho sucesorio según Ias novelas mencionadas era Confuso, lo cual obligó
a una serie de reformas introducidas por las disposiciones imperiales de
Justiniano.

De conformidad con la novela 118 del año 543, estaban llamados a la sucesión
hereditaria los parientes agrupados de la manera siguiente:

a) Los descendientes del difunto.

b) A falta de los primeros, sucedían los ascendientes, tanto paternos como


maternos del causante.

Cual una persona promete a otra dejarle a la hora de su muerte toda su Sucesión
o una Cuota parte de ella o un objeto determine conviene tener presente que la
institución Contractual se permite en el Contrato de matrimonio, por un tercero en
provecho de uno de los futuros cónyuges y los hijos por nacer, o por uno de los
futuros esposos en provecho del otro Cónyuge. También se puede hacer por
medio de un acto auténtico en provecho de las indicado anteriormente, partes que
hemos.
LA APERTURA DE LA SUCESIÓN
INTRODUCCION Y PLAN. La Sucesión se abre al momento de ocurrir la muerte
de aquel a cuyo patrimonio corresponde y se repartirá entre los sucesores, de
conformidad con las previsiones de la ley.

Examinaremos: El punto de partida de la apertura de la sucesión.

APERTURA DE LA SUCESIÓN.

Un día, que solo Dios conoce, muere una persona y automáticamente se abre la
sucesión de ella. El punto de partida de la apertura de la sucesión es la hora, el
día, mes y el año en que ocurre la muerte.

Así lo expresa de modo no dubitativo, el artículo 718 del código civil. ARTÍCULO
718.’ Las sucesiones se abren por la muerte de aquel de quien se derivan.

INTERÉS EN LA APERTURA Y LUGAR DE LA SUCESIÓN.

Es conveniente saber cuándo se abre la sucesión, y el lugar en el cual se ha


abierto. El lugar de apertura es fijado por el código civil en el artículo 110: sucesión
se abrirá precisamente en el lugar del domicilio de la persona fallecida.

TRATATO PRACTICO DE DERECHO CIVIL

Constituye ciertamente el modo más efectivo y utilitario puesto que la reocupación


que cada uno tiene sobre la suerte de sus hijos y, más gençral1fleflte de SUS
Suceso es uno de los factores que mejor asegura la explotación intensiva y
continuada de los bienes. Cuando Ibering dice que “la sucesión es Ia condición de
todo progreso humano en el sentido de la historia de la civilización” (2), estima que
la trasmisión de persona a persona debe considerarse como un corolario no
solamente normal sino indispensable de la propiedad individual. Los teóricos han
podido combatir ambas ideas simultáneamente, pero no es posible se pararlas. Ei
reintegro de los bienes a la colectividad después de la muerte del propietario
acaso baya podido existir en Ia historia pero no responde en lo absoluto a las
necesidades de la actual organización social. Los que han tratado de separar la
apropiación y la herencia pretenden simplemente colocar a ésta en una relación
de dependencia mínima con la voluntad individual para someterla a Ia autoridad
civil (3).

Los dos modos de suceder.—Y es que Ia historia nos muestra, a veces


paralelamente y otras antagónicos dos modos de trasmisión por causa de muerte.
Uno que establece Ia ley y el otro que depende de la voluntad expresada por el
propietario. Es de una parte de Ia transmisión abintestato, y de Ia otra la
testamentaria

PLAN. Definiremos el derecho sucesorio y examinaremos la importancia y


evolución tiempo.

La sucesión es Ia transmisión, a una o varias o varias personas que aún viven, del
a la hora de su muerte, patrimonio que deja una persona Incluye el activo y cl
pasivo de los bienes.

La sucesión es el patrimonio trasmitido. El patrimonio a repartirse entre los


sucesores, constituye Ia sucesión, herencia o heredad: conjunto de bienes que
deja una persona a la hora de su muerte, y el vulgo llama herencia.

En la presente obra empleamos Ias palabras de cuyas al referirnos al causante o


persona a quien se va a heredar o al difunto cuyo patrimonio habrá de repartirse
entre sus herederos o sucesores.

A quienes recibirán la herencia o sucesión se les denomina sucesores o herederos


y el derecho sucesorio es el relativo a la sucesión o herencia.

IMPORTANCIA La importancia del derecho sucesorio es familiar, social,


económica y política. Tiene relación estrecha con el derecho de propiedad razón
por Ia cual ei legislador del código civil insertó la parte relativa al derecho
sucesorio, entre los diferentes modos de adquirir la propiedad rúbrica del libro
tercero del código civil. La importarle del derecho sucesorio desde el punto de
vista familiar es evidente, porque si la ley no re1ara imperativita la transmisión del
patrimonio del de cuyos a quienes deben recibirlo, se orillarían problemas
pcrturbad0 al sosiego familiar. De a también su importancia social.

Por error’ bien por una confianza excesiva en la iniciativa de los interesados para
suplir a la omisión de la ley, o bien a causa de la existencia de Ia sociedad
conyugal, el cónyuge ha estado esperando por largo tiempo un mejoramiento de
su suerte que al fin se ha impuesto ; pero a pesar de las reformas realizadas en su
favor falta todavía restringir sus derechos hereditarios a un usufructo cuando
concurre con otros parientes, si se quiere evitar la traslación de los bienes de una
familia a la otra.

También ha sido debido a una evolución de Ias ideas y en los sentimientos a lo


que ha respondido la ley de 25 de marzo de 1896 que aumenta la cuota
hereditaria y la legítima de los hijos naturales que resultaban poco favorecidos por
el Código.

Un deber recíproco entre parientes lejanos. Con la existencia de la libertad


testamentaria se combaten las críticas que pudiera suscitar esta innovación.

A más de su carácter social, estas reformas se distinguen por la simplicidad de su


concepción y la facilidad del trabajo legislativo a que han dado lugar. Sería muy
distinto en cuanto a los grandes retoques técnicos que necesitaría actualmente, de
acuerdo con las legislaciones europeas más modernas, nuestro régimen
sucesorio. Y particularmente a propósito de la organización que la motivación y de
la partición, y de la reglamentación del pasivo hereditario (1),

Es que las lagunas y las insuficiencias de nuestra ley merecerían una revisión
completa; pero ello significaría reformas de gran envergadura cuyas incidencias y
repercusiones son múltiples, difíciles de controlar, y que requieren una
intervención legislativa largamente madurada. Ningún proyecto legal se ha
presentado aún sobre estas cuestiones.

Nociones generales

1. La transmisión hereditaria (1).

La noción de la transmisión del patrimonio con ocasión de la muerte resulta


íntimamente ligada a la de la propiedad privada; completa a ésta y le asigna todo
su valor económico y social. Ambas encuentran las mismas justificaciones. Bien
se haga descansar la propiedad privada sobre una base abstracta y metafísica,
como cuando se le conceptúe dentro

Del orden del derecho natural de las “leyes inmutables” (2),o ya jurídica, corno
cuando se le da por origen la ocupación concordada por la prescripción (3), o bien
que se le tenga por un postulado de hecho, impuesto a los legisladores por una
experiencia y una tradición casi universales convertida en uno de los ejes
fundamentales.

El legìsIao1 ha tratado de dictar y agrupar, primero, Ias normas que rigen la


transmisión por causa de muerte en su conjunto y, después ha previsto,
apoyándose en experiencias adquirí, las particularidades de la su cesión sometida
a la vohiid del difunto. Este método, naturalmente lo ha Conducido a no indicar en
Ia reglamentación de las sucesiones testamentarias más que los puntos sobre los
cuales existiere divergencia O incompatibilidad con Ias disposición

son numerosos y resulta evidente que tienen una importancia particular en lo que
concierne a la transmisión propiamente dicha. En tanto que el título primero,
previendo la ausencia de testamento, tenía que hacer obra positiva y constructiva
para la atribución de la vocación hereditaria según el estado de la familia.
De ahí que las reglas de la transmisión abintestato y de la trasmisión
testamentaria, que desde el punto de vista el contrario estrechamente solidarias
en el terreno de su reglamentación. El título H, que no se bastaría por sí mismo,
resulta por así decirlo incrustado en el título 1. Es por esta razón que este volumen
se titula “De las Sucesiones” y no “De las Sucesiones Abintestato”, aun que
excluye en principio todo lo que concierne a la tras misión testamentaria y se limite
a la exposición de Ias cuestiones reguladas por los artículos 718 al 892.

TRATADO PIŠLCTICO DE DERECHO

7. Legislación fiscal. —Se formaría una idea incompleta de la legislación aplicable


a ias sucesiones s’ no se tuviera en cuenta la legislación fiscal. Las adquisiciones
de bienes por herencia resultan gravadas por un derecho de transmisión
(derechos reales) en provecho del Estado. El Estado, que halla en esto una
materia imponible, relativamente fácil de capta’, no ha cesado de aumentar sus
derechos en forma que ban llegado a tener el carácter de una verdadera
confiscación, o por lo menos de un impuesto destructivo en parte de capital (Infrà,
núm. 160) (1).

Esta exacción exagerada ha propendido al. Fraude y el legislador ha tenido que


tomar una serie de medidas para impedirlo y castigarlo (2). Además este Derecho
fiscal ha adquirido poco a poco carácter particular pues actuando sobre estados
de hecho y no sobre situaciones de derecho (3), ha llegado a desconocer los
preceptos del Código civil. Se hart de encontrar numerosos ejemplos de esto que
decimos en ias diferentes partes de este Tratado (4).

8. Alsacia y Lorena (o).—La ley de primero de junio de 1924 ha introducido el


derecho de sucesión francés en Alsacia y Lorena para todas las herencias
producidas después de primero de enero de 1925 (6). Sin embargo, por diez años,
el derecho local se ha mantenido en vigor en cuanto al certificado de herederos
(Arts. 74 y sigs., infrà,nums. 347 y sigs.), y se han establecido reglas especiales
para la colación en especie y para la partición (Art. 73, infrà 3’ parte). También
existen reglas de procedimiento especiales para la partición judicial (Arts. 220 y
sigs.).

forman parte del conjunto de las medidas de orden Sucesorio puestas en vigor
durante los siglos XIX y XX en favor del cónyuge supérstite (Leyes de 1 de julio de
1866, 25 de marzo de 1873 y 14 de abril de 1924; infrà, nums. 150 ysigs.).

En cuanto a los derechos de propiedad industrial, patentes de invención, diseños y


marcas de fábrica, su transmisión por causa de muerte no ofrece ninguna
observación particular. Ella sigue en general la suerte de los “fondos de comercio”
(A) de los cuales son accesorios naturales, por no decir obligados (1). Las
formalidades de registro administrativo que a veces resultan exigidas para los tras
pasos de la propiedad industrial tanto por la lev de 17 de marzo de 1909 sobre Ia
venta y pignoración de los fon dos de comercio, como por las leyes especiales (2),
se limitan a las cesiones y transmisiones entre vivos y en nada se refieren a la
transmisión hereditaria y tan sólo por precaución de seguridad y publicidad en los
círculos interesados podrá el heredero, silo quiere, cumplir estas formalidades,
pero en estricto derecho su situación es, en relación con las propiedades
adquiridas, la misma que Ia de su causante (3).

Conflicto de leyes

El Código civil y la jurisprudencia.

La determinación de la ley competente en materia de sucesión se ha prestado


siempre a dificultades. En las postrimerías del antiguo derecho francés (4) eI
carácter territorial de las Leyes sobre herencia resultaba generalmente admitido
(5); pero en tanto que a los inmuebles se aplica la ley de la situación.
EXCLUSIVA A CIERTAS ACCIONES Y REACCIONES

En las regiones de derecho escrito es por el contrario la tradición romana la que


perdonada, establecida primero por las leyes romanas del período bárbaro y
después por la Novela. La consideración individualista de los poderes del
propietario sobre sus bienes, prolongados más allá de su muerte, impone la
preponderancia de la sucesión testada.

La trasmisión abintestato no es más que un reflejo como expresión de las


intenciones probables del difunto. En fin, muy cerca ya de la redacción del Código
civil, tenemos la experiencia revolucionaria. El régimen sucesorio entonces reviste
un carácter verdaderamente constitucional y es que viene llamado a jugar un
papel político y a convertirse, como dice Tocqueville, en una riquiña de seccionar
el suelo. Es la reacción violenta y total contra los errores anteriores que, según las
declaraciones de principios de los decretos de 15 de marzo de 1790 y 8 de abril de
1891, alcanzan su máximum de intensidad en la ley de 17 nivoso del año II y
después se atenúa en la de 4 germinal del año VIII. Como en los países de
costumnares, pero por razones nuevas relativas a la creación y al mantenimiento
de la igualdad, la trasmisión abintestato conserva una preeminencia muy marcada;
aunque justamente, a causa de los acontecimientos y de la amplitud de los
resultados alcanzados, esta legislación no ha podido conservar sus límites. Obra
de lucha, ella ha tenido que dar lugar a una fórmula cuyo espíritu de conciliación
asegurará la estabilidad. Pué a los redactores del Código civil a quienes cupo la
tarea de establecer estas soluciones de transacción.

14 TRATADO PRLCTICO DE DERECHO CWIL FRANCES

Descartar esta noción de testamento presunto, que no viene impuesta por la letra
ni por el espíritu de la ley, y con venir en que la base de la transmisión intestada
descansa en un deber, personal y social a Ia vez, de cada individuo hacia sus
parientes. Este deber el que la ley’ constata y del cual delimita el campo de
aplicación al precisarse a calidad y la jerarquía de aquellos en relación con los
cuales existe. Este concepto, que encaja sin esfuerzos en la realidad, tiene la
ventaja de colocar la organización legal por encima de toda discusión, y es el
único aceptable para los que quieren ver en el Estado un verdadero heredero
llamado a recoger los bienes de un intestado (1).

Y esto determina que no obstante tener su base en la ley, el orden de la


transmisión intestada coincide lo más a menudo con los grados del afecto del
difunto, y esto es, en fin, lo que explica la frecuencia de los fallecidos sin
testamento, sobre todo en Ias personas que dejan una fortuna modesta. y
herederos directos. 6. Legislación posterior al Código civil. EI régimen sucesorio
establecido en 1804 ha conservado desde entonces una gran; sus principios
esenciales no han sufrido modificaciones importantes. Solamente las ideas de Le
Play y de su escuela, que combaten la igualdad entre herederos y defiende la
libertad testamentaria, han de tenerse en cuenta en este orden de ideas, si bien no
han obtenido ninguna sanción legislativa mi han alcanzado a provocar un
movimiento de opinión muy profundo.

Por efecto de un contrato. La repartición de la sucesión se puede realizar en


cumplimiento de un contrato, en virtud del cual el causante instituye a un heredero.
Esta forma se denomina de heredero o sucesión contractual y en realidad ëš una
donación de bienes futuros, la cual en principio, está prohibida por el artículo 943
del código civil.

ARTÍCULO 943.. La donación entre vivos comprenderá únicamente los bienes


presentes del donante: si se extiende a bienes futuro s, será nu/a en ese respecto.

Si bien es cierto que las cosas futuras pueden ser objeto de obligación, no se
puede renunciar a la sucesión aún no abierta, porque no se puede hacer
estipulaciones sobre ella, ni siquiera con el consentimiento de aquel de cuya
sucesión se trata, de conformidad a lo que expresa la parte in fine del artículo
1130 del código civil:
ARTÍCULO 1 130. Las cosas pueden ser objeto de una obligación. Sin embargo,
no. se puede renunciar a una sucesión no abierta, ni hacer estipulación alguna
sobre ella, ni aún con el consentimiento de aquel de cuya sucesión se trata.

Los redactores del código civil adoptaron un régimen ecléctico. Del derecho escrito
tomaron el principio de la unidad del patrimonio y del consuetudinario, el hecho de
considerar como verdadera sucesión la ab intesta, es decir, la regulada por la ley,
prescindiendo del testamento.

No obstante, el legislador francés del código napoleónico, sufrió las influencias del
derecho revolucionario. A este se debe la exclusión de toda regla especial de
devolución para los bienes propios y para algunos bienes calificados como bienes
nobles. La evolución no se ha detenido. Las ideas liberales han debilitado el
legislador la estructura fuerte y rígida de la familia, Las ideas socialistas a as de
los tiempos presentes influyen pode las estructuras bies y su tenencia. Por otro
lado, la mujer.

3. El legislador de 1804 y la experiencia del pasado.

Es preciso referirse a ellas pues, aunque somera, la síntesis de este


desenvolvimiento histórico debe contener datos bastantes para dejar muy claro el
sentimiento de la complejidad y de las variaciones de nuestro antiguo derecho de
sucesión. y la gravedad de los problemas sus citados por la acción radicalmente
innovadora de las leyes revolucionarias. Solamente el bosquejo de esta evolución
excedería los límites del presente Tratado.

La experiencia del pasado desde un punto de vista muy estricto no ha podido


aportar a los redactores del Código civil más que sugestiones muy divergentes y a
veces con tradictorias.

En el antiguo derecho es la extrema complejidad la nota de la organización


sucesoria; bajo la presión común del derecho feudal,. que por sí mismo o por sus
supervivencias, explica ciertas instituciones (derechos de mayorazgos y de
masculinidad), y de Ia distinción de los países de costumbres (A) y de derecho
escrito, se consagra una ver dadera dualidad de legislaciones.

Inhumación o incineración, y en cuanto al lugar donde deban reposar las cenizas,


que son particularmente aptos a producir diferencias entre los parientes, o con los
légate.. nos universales, en los casos en que el difunto no haya cuidado de
expresar su voluntad sobre estos puntos, de acuerdo con ias disposiciones de la
ley de 15 de noviembre de 1887 (1).

Los tribunales, llamados a intervenir, nunca han admitido que el derecho de decidir
sobre estos puntos deba atribuirse según la jerarquía legal de los herederos que
sirve de base a Ia atribución del patrimonio; lo ha concedido como prerrogativa del
parentesco más próximo o de la afinidad (2). A su vez, vacilantes en sus
decisiones sobre la persona que deba ser atendida en estos casos, ias sentencias

han marcado una preferencia sensible por el cónyuge su pérstite (3). La cuestión
ha tomado un tinte de actualidad con motivo de las dificultades relativas al traslado
de los restos de los soldados muertos por la Francia durante la guerra de 1914.
Los Tribunales se han atribuido un poder sobe rano de apreciación para decidir los
conflictos de etc orden, relvándose así la posibilidad de adaptar cada de cisión a
ias circunstancias particulares del caso dado (4). En efecto, elementos especiales
intervienen para dictar Ia solución, como por ejemplo, relaciones de patria otestad
o de autoridad marital que hubieran existido entre el difunto y los supervivientes.
Pero si, dejando a un lado estos casos

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