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Enfoque conductista.
El condicionamiento es fundamental en este enfoque, los alumnos reciben
estímulos y estos deben entregar una respuesta.
La institución o el docente se centra en el comportamiento del alumno y no en el
desarrollo del aprendizaje del alumno.
La institución modela o construye el contenido que le va a entregar al alumno.
La institución organiza el contenido de manera jerárquica para entregárselo al
docente para que este se lo traspase al alumno.
Las metodologías de trabajo son restringidas para el alumno.
El alumno genera aprendizajes a través de la imitación.
El profesor siempre está pendiente del proceso educativo del alumno.
El profesor evalúa frecuentemente a sus alumnos.
La evaluación se centra en los conocimientos y en el comportamiento del alumno.
El alumno responde a los estímulos exteriores del medio ambiente.
Enfoque humanista.
Se crea un clima de aula positivo para el proceso de enseñanza aprendizaje.
El alumno es activo dentro del proceso de aprendizaje ya que este busca su propio
conocimiento.
Incentiva y mantiene un clima de interés hacia los contenidos por parte de los
alumnos.
Es un proceso continuo.
Responde a los estímulos internos y externos que se encuentran en el medio.
Enfoque cognoscitivista.
Se realiza a partir de los conocimientos anteriores del alumno.
Ocurre gracias al enlace de los conocimientos previos con los nuevos conocimientos
que va adquiriendo el alumno.
Se motiva por su percepción del valor de la tarea asimismo por el control que puede
tener sobre su éxito.
Enfoque cualitativo.
Se dirige a la comprensión de los fenómenos y el significado que tienen para los
sujetos que intervienen en el proceso educativo, se pretende penetrar en las
relaciones internas y profundas de los fenómenos que se estudian e indagar en la
intencionalidad de las acciones, o sea que, para comprender el significado de la
conducta de una persona, el investigador el investigador intenta interpretar los
hechos sociales desde la perspectiva del sujeto. Se considera importante que los
esquemas de interpretación procedan de los sujetos y no de los investigadores. Es
de carácter holístico porque abarca el fenómeno en su conjunto y otorga importancia
al contexto inmediato, a la situación vivida, sin descuidar la contextualización social,
cultural e histórica de los datos.
Enfoque de Relevancia
Muchas veces se habla de “Calidad Educativa”, sin precisar que se trata, y
se la asocia con los aprendizajes de los alumnos en algunas áreas, como
“Comprensión Lectora”, “Matemática” etc. Nosotros consideramos que el concepto
es más complejo, y comprende otras aristas, incluyendo además nociones como
“Relevancia”, “Equidad” y “Pertinencia”, entre otras.
Desde un enfoque de derechos es preciso preguntarse cuáles son las
finalidades de la educación y si éstas representan las aspiraciones del conjunto de
la sociedad, y no sólo las de determinados grupos de poder dentro de ella. La
educación será relevante en la medida que promueva aprendizajes significativos
desde el punto de vista de las exigencias sociales y del desarrollo personal, lo cual
difícilmente ocurrirá si ésta no es también pertinente; es decir, si no considera las
diferencias para aprender que son fruto de las características y necesidades de
cada persona; las cuales están, a su vez, mediatizadas por el contexto social y
cultural en que viven.
La relevancia se refiere al ‘qué’ y al ‘para qué’ de la educación; es decir, a las
intenciones educativas que condicionan otras decisiones, como las formas de
enseñar y de evaluar. Desde el ‘para qué’, la principal finalidad de la educación es
lograr el pleno desarrollo del ser humano en su doble realización: individual y social.
Ello implica fortalecer y potenciar el desarrollo de capacidades y habilidades
cognitivas y socio-afectivas, promoviendo la dignidad humana, el respeto de los
derechos y libertades fundamentales. La pregunta entonces es qué tipo de
educación permite lo anterior; pero no existe una única respuesta a esta
interrogante, porque depende de lo que cada sociedad priorice o establezca como
relevante. Y porque hay contextos, tiempos e historias que enmarcan y orientan la
formación de las personas.
De este modo, el juicio respecto de la relevancia de la educación debe ser
capaz de dar cuenta del tipo de aprendizajes establecidos como indispensables, y
también de la posibilidad de conocer, vivenciar y respetar los derechos y libertades
humanas fundamentales.
Conclusión:
La sociedad actual ya no es la que era. Atrás quedan los textos escritos para dejar
paso a los elementos audiovisuales. La mayor parte de la información que reciben
las personas es a través de diferentes lenguajes, por lo que se hace necesario
formarse con el fin de convertirse en espectadores críticos y autores o creadores.
Gracias a las herramientas digitales, una persona se puede expresar utilizando la
manera más adecuada en función de sus necesidades. Las herramientas con las
que se puede trabajar las diferentes alfabetizaciones son las que permiten hacer
publicaciones digitales.
Es imprescindible educar a la nueva sociedad. Una educación que permita ser
ciudadanos críticos, libres, integrados, capaces de vivir en esta sociedad con
normas y estándares de conducta.
El objetivo es conseguir que se respete la legalidad y que se conozcan y hagan
valer los derechos como ciudadanos digitales.
La educación como un fenómeno social depende de muchos actores, elevar la
calidad educativa no es utopía, pero se requiere de la intervención oportuna de
todos los actores que participamos en ello.
Referencias Bibliográficas:
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[fecha de consulta: 16 de mayo del 2018], Disponible en:
https://www.unicef.org/spanish/education/index_quality.html