Vous êtes sur la page 1sur 25

Universidad Autónoma de Aguascalientes

Centro de Ciencias Sociales y Humanidades


Departamento de Psicología
Psicología del Adolescente

Identidad en el adolescente

Alumnos: Andrei Bravo Ponce – Diego Mauricio


Torres de Luna – Omar Antonio Rodríguez
Ramírez

6° Semestre – Lic. en Filosofía

Mtra. Lilia Pérez Rodríguez

Aguascalientes, Ags., domingo 06 de marzo de 2016


ÍNDICE

INTRODUCCIÓN ........................................................................................................................................... 3

IDENTIDAD EN EL ADOLESCENTE .................................................................................................................. 4

DEFINICIONES DE IDENTIDAD ................................................................................................................................. 4


1. Gilberto Giménez ............................................................................................................................. 4
2. David Hume ..................................................................................................................................... 4
3. Giampiero Arciero ........................................................................................................................... 5
TEORÍA DE E. ERIKSON ......................................................................................................................................... 5
CONCEPTOS RELACIONADOS.................................................................................................................................. 8
ESTADIOS ........................................................................................................................................................ 10
FACTORES ....................................................................................................................................................... 11
CRISIS DE IDENTIDAD ......................................................................................................................................... 13
TIPOS DE IDENTIDAD QUE EL ADOLESCENTE DEBIERA LOGRAR ..................................................................................... 14

APLICACIÓN ............................................................................................................................................... 15

RESULTADOS Y ANÁLISIS DE LOS INSTRUMENTOS ..................................................................................................... 15


TRIBU URBANA: HIPPIES ..................................................................................................................................... 17

CONCLUSIONES .......................................................................................................................................... 20

FUENTES DE CONSULTA ............................................................................................................................. 21

ANEXOS ..................................................................................................................................................... 22

2
INTRODUCCIÓN

El estudio psicológico del adolescente se realiza a través de tres áreas principales:


la afectiva, la psicosocial y la intelectual. Las tres pretenden revelar aspectos en
conjunto referentes al desarrollo que un adolescente normal debería llevar a cabo.
En el presente trabajo se abordan las diversas cuestiones que competen con el
desarrollo de la identidad del adolescente, pues al ser considerada una etapa de
transición entre la niñez y la adultez, en la adolescencia se gesta la determinación
de la propiedad de cada individuo.
Las inclinaciones de la psicología hacia el estudio de la identidad han tomado
fuerza desde la aparición del psicoanálisis, desarrollando explicaciones en torno a
este tema exclusivamente desde el desarrollo sexual. Paulatinamente el tratamiento
del tema se ha diversificado en sus áreas y se ha enriquecido con la inclinación
sociocultural y la epigenética.
Después de una revisión teórica del estado de la cuestión, se proyecta una
aplicación de dos instrumentos que permiten evaluar la identidad en el adolescente,
así como un ejercicio de adentramiento a una tribu urbana para conocer los
procesos de una identidad cultural llevada a cabo por adolescentes.

3
IDENTIDAD EN EL ADOLESCENTE

Definiciones de identidad

1. Gilberto Giménez

La identidad es un hecho enteramente simbólico construido en y por el discurso


social común y es efecto y objeto de representaciones y creencias social e
históricamente constituidas. Es la percepción de un nosotros relativamente
homogéneo en contraposición a los otros con base en atributos, marcas o rasgos
distintivos subjetivamente seleccionados y valorizados que, a la vez, funcionan
como símbolos que delimitan el espacio de la mismidad.
Partiendo de que la identidad es una construcción social, entonces es también la
representación y las creencias que han permeado a una sociedad. Por tanto, cada
individuo es un reflejo de su sociedad, cada uno manifiesta algo de la sociedad que
ha figurado como su entorno de acción. La identidad se muestra como casi
homogénea, sea individual o colectivamente. En lo individual, difícilmente se
tendrán disonancias cognitivas fuertes, en lo colectivo, es poco posible que una
sociedad sea equiparable con otra en un alto grado. Sin embargo, ha de
considerarse que hoy día se intenta conformar una única sociedad occidental, la
cual, mantiene conflictos con las de oriente por falta de homogeneidad. Cada uno,
o cada pueblo, selecciona sus rasgos distintivos que configuran la propia identidad.

2. David Hume

La identidad que adscribimos a la mente humana es sólo ficticia, y de un tipo


semejante a la que adscribimos a los vegetales y a los cuerpos animales. Por lo
tanto, no puede tener un origen diferente, sino que debe proceder de operaciones
semejantes de la imaginación sobre los objetos y nunca puede ser absurda con
respecto a las percepciones.
La identidad humana es la manifestación de cada mente. Esta identidad se
configura a partir de operaciones como la imaginación precedida por las
percepciones individuales. La percepción toma cualidades de las cosas, se las
apropia y luego la imaginación ha de darles forma. Las cualidades están en los

4
animales, en las plantas y por ello mismo se les atribuye identidad. Una de las
percepciones fundamentales ha de ser, según consideramos, la de sí mismo.

3. Giampiero Arciero

La identidad es la pugna entre la unidad organizativa del dominio emotivo


(mismidad) y el ser sí mismo en la inmediatez situacional. Esa lucha construye la
historia de la sedimentación de la novedad y su integración a un orden recurrente,
que señala al mismo tiempo la apertura posible al mundo, por lo tanto, es un vivir
en el accionar y sufrir.
Uno está manifestándose a cada instante y de inmediato, esta manifestación se
mantiene en conflicto en la organización que se ha ido formado con las expresión
emotiva dando como resultado la narración o recuento de lo que lo novedoso ha
dejado y, a la vez, esto integrándose al orden que se había armado, de modo que,
se ha creado una nueva postura hacia el mundo. La manifestación inmediata nos
coloca en una actividad constante, pero el recurrente cambio que pueda ocasionar
esto en la organización emotiva pone la vivencia en el sufrir de la crisis.

Teoría de E. Erikson

Los estudios de Erik Erikson tratan a la adolescencia más allá que una simple etapa.
Como un ego-psicólogo freudiano, aceptaba las ideas de Freud como
esencialmente correctas, sólo que en lugar de preocuparse por los instintos y los
conflictos inconscientes sobre la sexualidad, Erikson se interesó por las relaciones
entre el individuo, la sociedad y la cultura, y cómo esas relaciones intervienen en el
desarrollo de la identidad.
Freud propuso que el desarrollo de la identidad ocurre en una serie de
estadios, siendo la adolescencia donde termina el último. Erikson refinó y expandió
ésta y otras teorías de estadios para reconocer que el desarrollo psicológico no se
termina a la edad de doce o trece, sino que existen ocho estadios separados que
van desde el nacimiento hasta la vejez. De acuerdo a Erikson, todos participan en

5
dichas etapas en una secuencia universal e invariante; si bien el tiempo puede
variar, cada uno se desarrolla en el mismo orden.
En cada etapa, existe una crisis que tiene que ser resuelta, pues el éxito o el
fracaso sobre ella afectará en lo que ocurra en las etapas posteriores. Si cada
estadio es manejado adecuadamente, se tendrá una virtud o fortaleza psicológica
que ayudará en etapas posteriores. Por el contrario, si se falla en el intento de
resolver la crisis de una etapa determinada, el individuo desarrollará una debilidad
o desadaptación que pondrá en riesgo su progreso en todas las etapas
subsiguientes.
Tabla 1. El cuadro epigenético de Erikson. Los rangos de edad, especialmente en la adultez, son sólo aproximaciones que pueden variar
drásticamente.

6
Anterior al proceso de la conformación de la identidad llevado a cabo en la
adolescencia, Erikson señala el proceso de la identificación en la niñez, un
desarrollo homólogo en cuanto a la personalidad del sujeto. Éste se genera con las
tareas de identificación que comienzan por la confianza original. Para Erikson “la
composición final de todos los elementos de identificación convergentes (y la
eliminación de los divergentes) hacia el final de la infancia parece ser una tarea de
una dificultad inaudita: ¿cómo se puede esperar que un estadio tan ‘anormal’ como
el de la adolescencia sea capaz de dominar esa tarea?” (Brenesch, 2009).
Los niños que recién han salido del periodo de la edad escolar pasan por la
adolescencia siendo acosados por la revolución fisiológica de su maduración genital
y ante la incertidumbre de sus roles adultos, “parecen muy ocupados con
caprichosas tentativas por establecer una subcultura adolescente mediante lo que
tiene el aspecto de una identidad final, más bien que de una identidad transitoria,
de hecho, inicial” (Erikson, 1980). Otro cambio drástico en el mundo del niño es la
aparición de una unidad más amplia que sustituye el entorno infantil: la sociedad. Si
en el estadio más precoz la crisis de identidad abarcaba la gran necesidad de
confianza original en sí mismo y en los demás, en la etapa de la adolescencia, se
buscará intensamente hombres e ideas en quienes tener fe.
Para Erikson, la incapacidad para establecer una identidad ocupacional es lo
que más perturba a los jóvenes, quienes “a fin de mantenerse así mismos juntos,
se sobreidentifican provisionalmente con los héroes de pandillas y bandas, hasta el
punto de una aparente pérdida completa de individualidad” (Erikson, 1980). Este
proceso de “saturación” de la identidad con frecuencia lleva a la intolerancia de los
adolescentes con todos los demás grupos que no son como ellos, cayendo en el
fanatismo. Por otro lado, también hay otros adolescentes que deciden hacer frente
a la crisis de la identidad con una actitud moratoria psicosocial, prescindiendo de la
necesidad por tener una identidad y su pertenencia en el mundo de los adultos. En
un caso más excepcional, el adolescente opta por la creatividad para resolver la
crisis de la identidad simplemente ofreciendo a sus contemporáneos un nuevo
modelo de solución, tal como el expresado en las obras de arte o en hazañas
originales.

7
Conceptos relacionados

 Autoconcepto. Es el conjunto de características que conforman la imagen


que un sujeto tiene de sí mismo. Dicho concepto no permanece como único
a lo largo del tiempo, sino que se va desarrollando y construyendo gracias a
la intervención de factores cognitivos y a la interacción social a lo largo del
desarrollo.
La naturaleza de este concepto está ligado fuertemente a las
capacidades y habilidades para relacionarse y reconocer a los otros.
También, como un proceso particularista de la persona, funciona como un
medio individualizador al diferenciar el propio ego del de los demás y el del
entorno.
 Autoestima. Es la autovaloración de uno mismo, de la propia personalidad,
de las actitudes y de las habilidades, que son los aspectos que constituyen
la base de la identidad personal. Su construcción se va dando a medida que
las reflexiones de uno mismo comprenden mejor nuestras cualidades. La
autoestima se construye desde la infancia y depende también de la forma de
relación con las personas significativas, principalmente los padres.
 Metas. El término meta se usa para definir un estado deseable para una
persona que algún día podrá conseguirse. Sería un objetivo alcanzable, no
sin cierta dificultad, siendo el esfuerzo invertido contingente con su
consecución, en cuyo camino habría muchos otros objetivos parciales.
Las metas energizan y dirigen la conducta de las personas. La
conducta es motivacional: se dirige a conseguir unos objetivos establecidos.
Una vez que se establece una meta, la persona llevará a cabo diversos
procedimientos en el camino hacia su consecución: desarrollará un cierto
nivel de esfuerzo, preparará estrategias de actuación y establecerá un
compromiso con el objetivo propuesto. En el adolescente, la presencia de
metas hacia el futuro indica una identidad asentada que tiene bien en claro
qué es lo que quiere formar en el futuro.
 Expectativas. Es la esperanza de realizar o conseguir algo. Este deseo de
conseguir lo deseado está motivado por los valores propios del individuo, los

8
cuales determinarán sus acciones. De este modo las expectativas del sujeto
están influenciadas por los factores situacionales. Si existen nuevas
situaciones que se presenten ante el sujeto, la reacción de éste se basará en
una generalización de expectativas a partir de su propia experiencia. El
adolescente se crea a sí mismo un sinnúmero de expectativas una vez que
ha logrado conformar su identidad, si no, carecerá de una motivación fuerte
que determine su futuro.
 Aspiraciones. Es la acción y efecto de pretender o desear algún empleo,
dignidad o cualquier otra cosa. El nivel de aspiración de una persona podría
definirse como todo aquello que una persona desea lograr en la vida; ya sean
bienes materiales (como por ejemplo una casa, un auto, viajes, etc.) o bienes
inmateriales (como por ejemplo: una familia, una buena posición social,
amigos, etc.). Las aspiraciones van de la mano de las metas.
 Ideología. La ideología es el conjunto de ideas fundamentales que
caracteriza el pensamiento de una persona, colectividad o época, de un
movimiento cultural, religioso o político. La formación de las ideas obedece a
un saber precientífico, como un reconocimiento de los modos de aparición
de las cosas y es el desconocimiento de la estructura bruta que produce la
apariencia. Así que está a la mitad entre la comprobación científica y la
inclinación por la apariencia; construye todo el cuerpo de ideas y valores que
una persona apropia como suyos.
 Cultura. Conjunto de modos de vida y costumbres, conocimientos y grado
de desarrollo artístico, científico, industrial, en una época para un
determinado grupo social. Este gran conglomerado de contenidos se ve
transmitido a todos los individuos del grupo a través de la moral para generar
expectativas en los adolescentes a partir de lo moralmente correcto, sin
embargo, no siempre van a considerar su cultura como adecuada, sino más
bien como deficiente, iniciando un proceso autocrítico que en ocasiones
puede dar lugar a una contra-cultura.
 Sociedad. Conjunto de personas, pueblos o naciones que conviven bajo
normas comunes. En cada sociedad impera una particular idiosincrasia de

9
donde nace una serie de valores que son impuestos, implícitamente, a todos
los individuos que nacen ahí. La sociedad es la portadora de la cultura
dominante. Cuando el adolescente llega al nivel de crítica social en la
conformación de su identidad, pone en jaque la construcción social que en èl
se ha venido forjando desde su nacimiento.

Estadios

La teoría de Erik Erikson describe el desarrollo evolutivo de la Identidad. El


desarrollo de la identidad tiene su momento crucial en la adolescencia; esta etapa
es importante desde la perspectiva del desarrollo y configuración de la personalidad
pues en ella se definen aspectos de gran importancia para la vida futura.
Como ya se vio en la sección dedicada a Erikson, la adolescencia es
principalmente una etapa de desarrollo de la identidad, esto es, de la propia e
irrepetible individualidad personal, llevando al individuo a conocerse a sí mismo
conociéndose a sí mismo y siendo uno mismo. Este desarrollo se verifica en relación
a los cambios y al esfuerzo de síntesis del yo en relación con estos cambios.
Para J. Marcia (1996), los estados de identidad en la adolescencia afectan y
forman la identidad futura. Estos estados tienen que ver con la forma como resuelve
su crisis de identidad que se reorienta hacia el compromiso. Los estados de
identidad presentan diversos niveles de organización que pueden modificarse a
medida que la persona desarrolla y se agrupan en cuatro niveles: logro de Identidad,
exclusión, difusión de identidad e identidad moratoria.
Estos mismos estados los utiliza Erikson, enfatizando sus conceptos en
relación al compromiso y a la crisis de identidad:

1. Logro de Identidad: después de una crisis en la cual ha gastado energías


buscando opciones, ahora el adolescente manifiesta gran decisión.
2. Exclusión: toma decisiones pero en lugar de afrontar la crisis de identidad
ha aceptado asumir los planes de otras personas, en otras palabras, no ha
experimentado una crisis de identidad ni ha hecho una exploración

10
significativa y permanece arraigado y comprometido a los valores aprendidos
durante su infancia.
3. Difusión de identidad: Evita a toda costa el compromiso. Su aversión a éste
le lleve a probar en distintos caminos y ponerse en los zapatos de muchas
identidades. El adolescente no ha hecho un proceso de exploración
significativa para encontrar una identidad ni se ha comprometido a nivel
vocacional ni ideológico.
4. Moratoria: el adolescente está aún en crisis: Se dirige al compromiso
experimentando un tiempo para encontrar una identidad y unos roles
socialmente aceptables. La identidad moratoria suele ser previa a la
alcanzada.

Junto con otros autores, Zacarés considera que estos cuatro estatus pueden
encuadrarse en dos únicas categorías (Zacarés y otros, 2009:316):

 Estatus "activos" y "maduros". Son los que están formados por las
identidades alcanzada y moratoria y generalmente están asociados a
características positivas (altos niveles de autoestima, autonomía y
razonamiento moral).
 Estatus "pasivos" e “inmaduros”. Formados por las identidades hipotecada y
difusa y asociados a características más negativas (bajo nivel de autonomía
y razonamiento moral y mayor grado de convencionalidad y conformismo).

Factores

En la mayoría de las culturas la adolescencia es vista como un período para hacer


pruebas de proyectos de vida, creencias y roles. Esta etapa es casi como jugar a
“ponerse máscaras de adultos” (Sarafino y Armstrong, 2000) y probar con ellas
hasta encontrar la que más guste.
Los adolescentes se crean una imagen de la persona que, idealmente,
quisieran ser, muchas veces basándose en sus padres, pero también tomando
bastantes características, si no todas, de las celebridades más populares del
momento; artistas, deportistas, personajes de la historia y la política, etc.

11
Podemos clasificar los factores que influyen en la formación de la identidad
de la siguiente manera:
a) Influencias cognoscitivas: los adolescentes que ya dominan las
operaciones formales y el razonamiento lógico e hipotético se encuentran en
mejores condiciones para imaginar y contemplar las implicaciones que conlleva las
decisiones e identidad elegida. De la misma manera, serán más capaces de resolver
problemas relacionados a su personalidad.
b) Influencias familiares: contar con influencias parentales con las que se
tenga una relación cercana y llena de respeto mutuo facilita el proceso de la
creación de una identidad ya que será posible imitar cualidades admiradas en los
padres. Por otro lado, cuando la familia es controladora promueve el apego, la
obediencia a la autoridad y, por medio del miedo al rechazo, la no necesidad de
autonomía ni identidad.
c) Influencias de la escuela: además de la obvia presencia de compañeros y
profesores que pueden jugar papeles similares a los de los familiares de un
adolescente, se ha descubierto que quienes pretenden continuar estudiando o ya
asisten a la universidad tienden a tener más clara su identidad en el aspecto
vocacional. Por otro lado, los adolescentes que se integran al ambiente laboral sin
mayores estudios tienden a tener sus ideas políticas y religiosas más claras que
quienes continúan en la escuela. Desde luego, también hay que considerar que las
carreras que estudian algunos adolescentes ayudan, por medio de la exposición, a
formar nociones sobre política y religión, aunque esto, en ocasiones, por
sobreexposición y especulación excesiva puede resultar contraproducente.
d) Influencias socioculturales: este aspecto puede ser dividido en tres
subcategorías.

1) Economía: en los países en vías de desarrollo hay una tendencia muy fuerte a
que los adolescentes simplemente “interpreten su papel” sin pensarlo mucho, es
decir, que se siga la tradición familiar; el hijo del pescador se dedica a la pesca,
el del albañil a la albañilería, etc. En los países de primer mundo los
adolescentes tienen todo el tiempo para pensar sobre su futuro, además de
mayores opciones, recursos y margen de error en sus proyectos de vida.

12
2) Cultura: la presencia de códigos morales y religiones en distintas partes del
mundo también juega una parte importante en la formación de la identidad. Por
otro lado, la cultura ofrecerá la presencia y fama de celebridades, que son un
factor que ya se había mencionado anteriormente.
3) Internet: las redes sociales ayudan a comprender ideas de otras personas para
posiblemente adaptarlas a la propia vida. Además, permiten crear identidades
virtuales con las cuales experimentar sin mayores repercusiones ni riesgos.

Crisis de identidad

Ya hemos visto que quien tiene una identidad bien definida se preocupa menos y
tiene una mejor autoestima. Del otro lado encontramos a personas que fracasan en
sus intentos por encontrar su identidad, lo cual las conduce a la frustración y a una
eventual crisis, sobre todo en contextos en los que conviven con personas que han
desarrollado exitosamente su personalidad.
Peter Madison define a la crisis de identidad como “una crisis de desarrollo
originada por la conciencia del individuo de que sus capacidades y cualidades
personales son incompatibles con las funciones sociales disponibles para él en su
situación presente o anticipada” (Watson y Clay, 1991).
De esta definición podemos inferir que de hecho la mayoría de las crisis de
identidad tienen un origen vocacional y que se califican en términos de éxito laboral
y profesional. Sin embargo, existen otros tipos de crisis como la llamada “no ser”:
cuando una persona basa toda su identidad en un aspecto que no depende
directamente ella corre grandes riesgos de sufrir daños psicológicos, por ejemplo,
“yo soy el novio o novia de x persona”, “yo soy el campeón de atletismo”, son
nociones sobre la personalidad extremadamente frágiles ya que pueden
desaparecer en cualquier momento. La crisis de esta naturaleza no necesita
hacerse presente para generar problemas en la vida de una persona, la simple
amenaza de perder todo lo que define a uno como persona única es suficiente para
dañar la autoestima de los adolescentes.

13
Descubrimos, pues, que el trasfondo de muchas crisis de identidad es la
formación de expectativas poco realistas. Esto es un problema para la sociedad ya
que ante la falta de identidad algunos preferirán identificarse como delincuentes
antes que carecer de personalidad propia. Nuestra propuesta para combatir el
problema es de naturaleza preventiva:
a) Orientación vocacional extensiva que permita a los adolescentes encontrar
las cosas que realmente les apasionan y a las que podrán dedicar su vida.
b) Ofrecer modelos con cualidades admirables por medio de tutoría.
c) Debatir con los adolescentes el realismo de sus expectativas sobre el futuro.

Tipos de identidad que el adolescente debiera lograr

 Identidad lingüística. Entiéndase como la manifestación individual en la que


hay coherencia entre el lenguaje (pensamiento) y el obrar cotidiano. Ha de
decirse que esta identidad está desarrollada cuando las acciones del sujeto
van a la par con su forma de ver la vida y el mundo.
 Identidad ego-alter. Ésta es la manifestación que posibilita reconocer a un
individuo con una vida pública afín con su vida privada, pues el sujeto se
muestra como una unidad la cual posibilita que uno mismo pueda
reconocerse.
 Identidad existencial. Se ha de mostrar cuando el individuo tiene un
sentimiento de propiedad y estrecha relación con sus decisiones. Esta
identidad va de la mano con la identidad lingüística, pero se agrega la
seguridad que ha de poseerse al haber decidido alguna opción teórica o
práctica.
 Identidad emotiva. Es la manifestación y apropiación de los estados
emotivos individuales; cuando las emociones muestran estabilidad y
seguridad en el sujeto, así como madurez y autonomía, entonces ha de
decirse que esta identidad se ha desarrollado efectivamente.
 Identidad de cooperación. El individuo se muestra colaborativo con cierto
o ciertos grupos con los que encuentra afinidades teóricas y/o prácticas. Ha

14
de decirse que esta identidad se ha desarrollado una vez que el sujeto se
muestra cercano a determinados colectivos con los cuales coopera de
manera equitativa, de modo que, se muestran con ella los líderes, es decir,
aquellos que dirigen, guían y colaboran, no los que dirigen y arrastran.
 Identidad falibilista. Con ella, el individuo ha de reconocerse como agente
inacabado o incompleto, por lo que, puede tener carencias en todo momento
y, asimismo, errores en sus aspectos teóricos o prácticos. En la medida que
reconsidere sus carencias e intente subsanarlas, pero sobretodo, según la
disposición a aceptar y corregir sus errores, entonces esta identidad ha de
decirse que se ha desarrollado.

APLICACIÓN

Resultados y análisis de los instrumentos

Hemos considerado para esta actividad un par de participantes los cuales han
aceptado colaborar sin restricción. Se les proporcionó el material y las debidas
instrucciones y aclaraciones, luego los hemos dejado solos para que encontraran
concentración e interiorización.

 El primer participante es Maximiliano Torres de Luna, tiene 15 años de edad


y actualmente cursa el tercer grado de secundaria.
- En la ventana de Johari ha colocado más características en la “parte
ciega” y sólo una en la “parte pública”. Nada, sin embargo, en la “parte
desconocida”.
- En el cuestionario de Groningen ha mostrado ser breve al punto de
responder algunas preguntas con una sola palabra. Posee mayor
seguridad en sus decisiones en torno a la política que a lo religioso
(normal para un adolescente de hoy día), sus padres y sus estudios son
importantes y la amistad tiene una equiparación con el apoyo. Su
ocupación futura no la tiene clara pues ha presentado una disyunción y
en lo que respecta a él mismo, se considera casi invencible, desea ser

15
bueno y saludable. En cuanto a las relaciones íntimas considera que algo
así es meterse mucho en la vida de otras personas, la intimidad entonces
la ve de manera peyorativa.
 El segundo y último participante es Enrique Torres de Luna, tiene 18 años de
edad y cursa el sexto semestre de preparatoria técnica.
- En la ventana de Johari ha puesto un mayor número de ellas en la “parte
ciega” y sólo una en la “parte pública”. Ninguna en la “parte desconocida”.
- En el cuestionario de Groningen él ha sido más extenso en sus
respuestas. Se cree religioso pero no practicante e un tanto indiferente en
el aspecto político. Sus padres son importantes y basa en el trabajo “la
buena vida”. También, se muestra algo colaborador y como apoyo para
con sus seres queridos y con los amigos es más extrovertido. Intenta ser
un joven emprendedor y no cree seguro formar una familia en el futuro,
sin embargo, desea buena remuneración. Le interesa lo sociable que
pueda ser, su salud y la diversión, tomar alcohol quizá y tratar a la gente
de acuerdo a como lo traten. No ha dado respuesta a la preguntas
nominativas de ¿qué es lo masculino y qué lo femenino? Las relaciones
íntimas son más complejas en él pues cree que eso es un intenso
compartir lo propio con otra persona pero no menciona cómo sería él con
esa persona, sólo lo que quiere recibir bajo el supuesto de que para recibir
se debe dar.

En ambos, hay una incoherencia entre su identidad privada y su identidad pública


debido a que sólo una característica aparece en el recuadro de las características
públicas. Los dos se no se dan cuenta cómo los perciben las demás personas y se
crean atributos a partir de la experiencia consigo mismo pero no en la experiencia
con lo demás.
El mayor en edad, Enrique, manifiesta mayor apertura para tratar el asunto
de su identidad mientras que Max no lo hace tanto, esto en base al tamaño de sus
repuestas y a la seguridad de ellas. Sin embargo, Max no parte del “yo quiero” sino
del “yo esperaría que…”

16
Todos creemos conocernos bastante bien, no obstante, en nuestra
experiencia con los demás, éstos nos muestran que no todo lo que manifestamos
es lo que queremos expresar ni lo que creemos estar expresando. En la reflexión
sobre la propia identidad, tal vez, habría que considerar con mayor seriedad la
opinión del otro para tener una identidad manifiestamente coherente con el hecho
de cómo queremos ser y congruente entre nuestra vida privada y nuestra vida
pública. No todas las opiniones valen y las que valen, no valen igual.

Tribu urbana: Hippies

Para la elaboración de este apartado se contó con la colaboración de Alfredo


Guzmán Martínez, quien cuenta con 26 años de edad y vive en la colonia Paseos
de San Antonio, en la ciudad de Aguascalientes. Durante su adolescencia, Alfredo
pertenecía a la tribu urbana conocida como hippies.
A continuación se expondrá la historia y detalles particulares de esta tribu
urbana y, entre paréntesis y con letra cursiva se incluyen los comentarios hechos
por Alfredo al respecto. Al final, se incluye una pequeña entrevista acerca de la
identidad dentro de un grupo como los hippies.

17
Durante la década de los sesentas llegaron a la adolescencia y juventud
muchos de los hijos de los veteranos que combatieron en la segunda guerra
mundial. Eran jóvenes criados en un ambiente principalmente ateo, además de que
las historias de los horrores de la guerra eran sus cuentos de cuna.
En plena guerra fría, con la participación de Estados Unidos en la guerra de
Vietnam, estos jóvenes comenzaron una serie de protestas que rápidamente fueron
imitadas y se expandieron por todo el globo (de ahí que por aquel entonces se habló
mucho de una conspiración comunista para corromper a todas las juventudes del
mundo). Se pedía paz y amor. Además, se buscaba la igualdad de todos los seres
humanos y, sacado de las religiones y filosofías orientales, se pretendía alcanzar la
iluminación (sólo que en lugar de sentarse a meditar por años se buscaba la vía
rápida con drogas como la mariguana y alucinógenos como el LSD y algunos tipos
de hongos).
Al hippie se le asocia con la vestimenta extremadamente colorida (de hecho
la ropa no importaba tanto, lo que importaba sobre lo que te pusieras más bien era
que no te importara lo que te pusieras), con el uso de drogas, con la música
psicodélica, con el existencialismo filosófico, con la liberación sexual y las grandes
orgías y, finalmente, con el poco cuidado de la higiene personal (es que se buscaba
estar en sintonía con la naturaleza, se pensaba que no había que avergonzarse de
los olores y procesos naturales del cuerpo).
Al llegar a México, a los hippies se les conoció como “jipitecas” (pero muchos
de ellos eran gente de dinero que sólo seguían la moda que veían en la televisión o
en sus viajes por Estados Unidos o Europa) y estuvieron fuertemente relacionados
con el movimiento estudiantil que condujo a la masacre del 2 de octubre en
Tlatelolco.
La decadencia del movimiento hippie precisamente vino con la persecución
de los jóvenes que hacían protestas (otra vez lo de la conspiración soviética, en
Estados Unidos y gracias a Charles Manson hasta de satanistas que sacrificaban
niños se nos acusó).

18
A continuación, se muestran algunas respuestas proporcionadas por Alfredo acerca
de su experiencia dentro de esta tribu:
- ¿Qué te llevó a unirte a esta tribu urbana? Todo, pero yo le echo la culpa
más que nada a la música. A mí me gustaba mucho el rock viejito como los Beattles,
Pink Floyd y los Doors, quizá porque eso era lo que escuchaban mis papás y con
eso fue con lo que crecí. Cuando estuve en la secundaria me encontré con que la
gran mayoría de la gente ni siquiera conocía esa música y en cambio escuchaban
pura ranchera y banda y algunas cumbias. Al poco tiempo se formó un grupo de
amigos que compartían el mismo gusto por la música que el mío. Éramos cinco en
toda la secundaria pero en el recreo nos juntábamos e intercambiábamos música.
Después todo pasó muy rápido, de pronto todos traíamos morral y huaraches.
- ¿Qué pensaba la gente de ti? Pues a mis papás no les importaba, me
imagino que sabían que se me pasaría. En la escuela y la calle sí había mucha
gente que me hacía burla y me ponía apodos. Cada que me topaba con una patrulla
me paraban para revisarme y en algunas fiestas y bares algunas veces me
preguntaron si vendía drogas. Hay muchos estigmas y estereotipos pero la mayoría
de la gente sólo quiere vivir en paz.
- ¿Por qué dejaste de identificarte con los hippies? Tuve una razón
práctica y otra política. La práctica es obviamente que necesitaba dinero y para eso
había que trabajar y en ningún lugar querían a alguien con la imagen que yo tenía
en aquellos días. La política está en que noté que muchos de los que andan en el
movimiento están ahí por motivos políticos. Ahora resulta que si no te gusta lo que
hace el gobierno o la sociedad o la iglesia o tu familia inmediatamente pasas a
formar parte de alguna tribu urbana y a hacer activismo político. A mí no me
importaba ya lo protesta, yo quería escuchar mi música, vestirme como me diera la
gana y ser feliz. Claro que eso a muchos no les gustó, si no estabas en la misma
línea de ideas políticas y no te unías a las protestas no podías ser hippie. Nunca
entendí por qué había que politizar los gustos o estilos de vida de uno.

19
CONCLUSIONES

La conformación de la identidad humana es un proceso harto complejo que tiene


que ver con una estructura de recomposición conceptual que es iniciada con una
deconstrucción del autoconcepto de niñez. Los ideales, valores, conductas,
actividades, expectativas y demás concepciones que son consideradas como
inamovibles en una primera etapa del proceso epigenético del hombre en la
adolescencia son expuestas a una crisis. Dentro de este episodio, el adolescente
se convierte en un rasero crítico que, aunado a los cambios fisio-sexuales, tiene que
buscar una nueva identidad que le sea convincente con sus expectativas a futuro.
La adolescencia es una etapa situada por demás factores que se aprovechan
de la fragilidad del individuo: los estereotipos, los fanatismos, los cambios
moratorios de identidad, etc., los cuales si no son superados con la conformación
de una identidad definitiva, corren el riesgo de acarrear mayores problemas en
etapas posteriores de su desarrollo.
Como las crisis de identidad son causadas, en mayor medida, por la falta de
expectativas y metas vocacionales, el adolescente requiere de una comprensión
especial y una ayuda para encontrarse con aquello que le ha de satisfacer para el
resto de su vida.

20
FUENTES DE CONSULTA

Arciero, Giampiero. (2005). Estudios y diálogos sobre la identidad personal. Buenos Aires:
Amorrortu editores.

Benesch, Hellmuth. (2009). Atlas de psicología. Madrid: Akal.

Cordón, Luis A. (2005). Popular psychology: an enciclopedia. Connecticut: Greenwood


Press.

Erikson, Erik H. (1980). Identidad. Juventud y crisis. Madrid: Taurus. Trad. Alfredo Guéra.

García de Oteyza, Mercedes. (1984). La identidad personal en Hume. México: UNAM.

Sarafino, Edward P. y James W. Armstrong. (2000). Desarrollo del niño y del adolescente.
México: Trillas.

Shafter, David R. y Katherine Kipp. (2007). Psicología del desarrollo. Infancia y


adolescencia. México: Internacional Thomson Editores.

Urteaga Castro-Pozo, Maritza. Identidad, cultura y afectividad en los jóvenes punks.


España.

Watson, Robert I. e Henry Clay Lindgren. (1991). Psicología del niño y el adolescente,
México: Editorial Limusa.

Zacarés, J., Iborra, A., Tomás, J. y Serra, E. (2009). “El desarrollo de la identidad en la
adolescencia y adultez emergente: Una comparación de la identidad global frente a la
identidad en dominios específicos.” En Anales de psicología, 2 (25), 316-329.

http://www.descrittiva.it/calip/Teoria-de-losestados-dela-Identidad.pdf

21
ANEXOS

22
23
24
25

Vous aimerez peut-être aussi