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CLAUSULA DE LOS ESTABLECIMIENTOS DE UTILIDAD NACIONAL.

Satecna Costa Afuera S. A. c. Provincia de Buenos Aires

30/09/1993

Tribunal: Corte Suprema de Justicia de la Nación

Fecha: 30/09/1993

Partes: Satecna Costa Afuera S. A. c. Provincia de Buenos Aires

Publicado en:

Cita Fallos Corte: 316:2206

DICTAMEN DE LA PROCURADORA FISCAL

Suprema Corte:

-I-

A fs. 152/178, "Satecna Costa Afuera S.A.", por medio de apoderado, promovió
demanda originaria contra la Provincia de Buenos Aires para que se declare que,
durante los períodos comprendidos entre enero de 1981 y octubre de 1984, no puede
aplicársele el impuesto de los Ingresos Brutos a su actividad como prestataria del
servicio público de remolque de maniobra en el Puerto de Bahía Blanca.

A los efectos de fundar la competencia originaria de la Corte, sostuvo que la materia


reviste naturaleza federal, no solo por la incidencia perjudicial que implica la pretensión
del fisco Provincial sobre una actividad propia e inherente del establecimiento
portuario, sujeto a la jurisdicción exclusiva de la autoridad nacional (art. 67, incisos 9 y
27, Constitución Nacional), sino también porque viola las atribuciones conferidas al
Congreso para la regulación del comercio interjurisdiccional, marítimo y fluvial (art. 67,
incisos 9 y 12, C.N.). Asimismo, afirmó que las normas de la ley nacional de remolque
N° 21.892 y de la ley general de navegación N° 20.094 que rigen la actividad de la
actora, resultan infringidas por la pretensión de la Provincia demandada,
desconociéndose así el principio normativo estatuido por el art. 31 de la Constitución
Nacional.

Agregó que, además de las cuestiones federales articuladas, se controvierte la norma


del art. 9°, inciso "b", segundo párrafo, de la Ley Convenio de Coparticipación Federal
(texto según la ley 22.006), sin que se verifiquen los supuestos de exclusión previstos
por su cuarto párrafo. Pero arguyó que la cuestión planteada excede las atribuciones
conferidas -a la Comisión Federal de Impuestos- por el artículo 11, inciso "d", de la ley
últimamente citada, pues si bien el órgano federal específico puede decidir acerca de
los reclamos que le formulen los contribuyentes de los respectivos fiscos, carece de
competencia para resolver los agravios en que se funda la presente demanda, que
persigue la declaración de inconstitucionalidad de la pretensión impositiva de la
Provincia de Buenos Aires.

Relató que la empresa, constituida en la ciudad de Buenos Aires donde tiene su sede
social ha prestado el servicio de remolque de maniobra en el Puerto de Bahía Blanca,
conforme a la concesión otorgada por el Gobierno de la Nación en el proceso de
privatización de la Empresa Flota Fluvial del Estado Argentino dispuesta por la ley
22.385, en el marco de la ley 22.177.

Sostuvo que la organización, regulación, contralor y buen ordenamiento de los


servicios portuarios, entre ellos el de remolque-maniobra, le compete a la autoridad
federal, la que a ese efecto ejerce una jurisdicción legislativa exclusiva, destinada a
asegurar el cumplimiento de los fines de utilidad nacional del establecimiento (art. 67,
inc. 27, de la C.N.). La ley 21.892, que regula el servicio público de remolque-
maniobra, confiere a la autoridad nacional de aplicación la facultad de establecer las
tarifas, con el recaudo de que "para la determinación de las tarifas se atenderá a una
razonable rentabilidad del permisionario para la explotación del servicio" (art. 5°). La
estructura de costos ponderada, por la autoridad nacional, para la fijación de tarifas, no
previó el tributo que reclama la Provincia de Buenos Aires; y como el Impuesto a los
Ingresos Brutos es un gravamen "indirecto", no puede pretenderse su imposición, pues
existe la imposibilidad de trasladarlo a los precios fijados en las tarifas.

Por otra parte, adujo que la actora tributa al Fisco Nacional el impuesto directo a las
ganancias, que es coparticipable, por lo que la aplicación del gravamen provincial no
trasladable configuraría el supuesto de doble imposición, expresamente prohibido por
el art. 9°, inc. "b", párrafo segundo, de la Ley de Coparticipación Federal.

Agregó que el ejercicio de los poderes impositivos nacionales no se ha limitado al


impuesto a las ganancias, sino que ha incluido otro de estructura semejante al
pretendido por la demandada, es decir, de carácter "indirecto", como el "gravamen a
los servicios auxiliares de la navegación" (leyes 19.870 y 20.452) y una contribución
específica al ejercicio de la actividad del remolque-maniobra, con destino al "Fondo
Nacional de la Marina Mercante".
Concluyó que la acentuada exacción económica que implicaría la efectivización de
esta extraordinaria presión tributaria incidiría directamente sobre la rentabilidad de la
empresa concesionaria, cuya difícil situación económica surge del dictamen contable
producido por el perito designado de oficio por el Tribunal Fiscal provincial y obrante a
fs. 83.

Invocó, como precedente favorable al acogimiento de la demanda, el fallo dictado por


V.E. en la causa A.400. L.XIX. Originario, "Aerolíneas Argentinas Sociedad del Estado
c/ Provincia de Buenos Aires, s/ repetición", cuyo paralelismo con el presente caso
destacó, pese a advertir las siguientes circunstancias diferenciales:

a) la materia en discusión ahora es una actividad de interés nacional, cumplida en


jurisdicción portuaria federal, por lo que la pretensión fiscal provincial colisiona no solo
con el inciso 12 del art. 67 de la Constitución Nacional, sino también con el inciso 27
del mismo artículo;

b) si bien en ambas causas se invoca la ilegalidad del impuesto a los ingresos brutos,
por contrariar la prohibición del art. 9°, inciso "b", párrafo 2°, de la Ley de
Coparticipación Federal, ahora se agrega la desproporción del tributo en relación con
la capacidad contributiva de la actora, que implica la conculcación de la garantía de la
propiedad privada (art. 17 C.N.).

c) la competencia originaria del Tribunal se encuentra justificada no sólo porque el


cuestionamiento constitucional excede las facultades de la Comisión Federal de
Impuestos, sino porque la presente causa fue precedida por el agotamiento de la vía
administrativa, mediante el pronunciamiento del Tribunal Fiscal provincial.

d) mientras que en el caso "Aerolíneas" la acción ejercida era una repetición, aquí se
demanda una declaración de improcedencia de la pretensión fiscal bonaerense; antes
de haberse ingresado el impuesto.

Esta circunstancia exige -a su entender- revisar la aplicación rigurosa del principio


"solve et repete", frente a la manifiesta ilegalidad de la pretensión provincial, a la
razonabilidad de la postura de la actora y al daño patrimonial irreparable que
significaría tener que desembolsar una suma que excede absolutamente su capacidad
económico-financiera.

Precisamente, para justificar la falta de capacidad contributiva de la actora, desarrolló


sus argumentos en el capítulo VI de la demanda, con remisión a las pruebas
producidas en el Tribunal Fiscal, en especial al dictamen pericial contable citado ut
supra.
Por último, en el capítulo VIII de la pieza procesal que se reseña, la accionante
procuró demostrar la interferencia, de la pretensión fiscal bonaerense, con la finalidad
del establecimiento portuario. Señaló, en ese sentido, que si bien la provincia no
cuestiona la atribución de la autoridad federal para fijar las tarifas, considera que debió
incluir -en la estructura de los costos- el monto del impuesto a los ingresos brutos,
expresando que la omisión en que ha incurrido el Estado Nacional no puede perjudicar
al Estado local. Adujo que tal razonamiento olvida que "los precios y condiciones de
las tarifas aplicables a los servicios portuarios deben producir el efecto de atraer los
buques a los puertos, pues de esa manera se contribuye a la expansión del comercio y
al consiguiente desarrollo de la economía nacional y regional /.../. El régimen tarifario y
la consiguiente fijación de los precios constituye el instrumento vital que tiene en sus
manos la Nación, para servir los intereses generales de la economía nacional. De ahí
que los puertos de la República no apliquen iguales precios para la prestación de los
servicios. Han sido clasificados en categorías, lo que permite aplicar menores precios
por iguales servicios, cuando se trata de establecimientos que por la índole de su
actividad, o por lo reducido de su movimiento, requieren para su desarrollo un
tratamiento mas favorable".

-II-

A fs. 195, V.E. declaró formalmente admisible la acción meramente declarativa


interpuesta, por concurrir en la causa los requisitos que conocida jurisprudencia del
Tribunal exige al respecto (cf. C.42.XXII. "Colegio San Lucas S.R.L. c/ Estado Nacional
y Provincia de Buenos Aires s/ acción declarativa", sentencia del 29 de marzo de 1988
y sus citas).

-III-

La Provincia de Buenos Aires contestó el traslado de la demanda a fs. 213/218,


ocupándose primeramente de refutar los agravios, de la actora, de base constitucional.

Negó quo las provincias argentinas hubieran delegado sus facultades impositivas, en
las materias en que solo delegaron las atribuciones ordenatorias. En lo que respecta
específicamente a los alcances de los poderes tributarios locales en materia de
corrercio interprovincial o internacional, luego de reseñar la evolución de la
jurisprudencia de la Corte, dijo la accionada que "la Constitución Nacional no confiere
al Gobierno Federal la potestad exclusiva de imposición sobre todas las actividades
susceptibles de ser alcanzadas por la facultad del art. 67, inciso 12, sino que
únicamente le otorga la facultad de exigir derechos de importación y exportación" y
que los arts. 9, 10, 11, 12, 67, inc. 12 y 108 de la Ley Fundamental no fueron
concebidos para invalidar absolutamente todos los tributos locales que recaen sobre el
comercio interjurisdiccional.

Agregó que la resolución del caso de autos requiere abrir juicio sobre la convergencia
de dos principios: el de la competencia federal exclusiva para reglar el comercio
marítimo y terrestre con las naciones extranjeras (art. 67, inc. 12, C.N.), por una parte;
y, por la otra, el de la atribución de las Provincias para establecer libremente
impuestos sobre las actividades ejercidas dentro de sus territorios y sobre los casos
que forman parte de la riqueza general, así como determinar los medios de
distribución sin otras limitaciones que las que resulten de la Constitución Nacional.

Con cita de precedente del Tribunal, afirmó que la interpretación constitucional ha de


tender al desenvolvimiento armonioso de las autoridades locales y federales, y no al
choque y oposición de ellas. En ese sentido, precisó que "reglar el comercio" significa
dictar leyes fundamentales para el ejercicio de ese derecho; disponer lo relativo a la
iniciación, funcionamiento y organización de una actividad. Pero si las provincias se
hallan impedidas de reglar el comercio, ello no significa que no puedan exigir el pago
de gravámenes carentes de un fin regulador, como el que tienen los que se imponen a
modo de condición para el funcionamiento de una actividad, o con una finalidad
prohibitiva.

Recordó que la ley 22.016 suprimió las exenciones subjetivas que, en materia de
impuestos, beneficiaban a las empresas y sociedades del Estado Nacional -entre ellas,
la Flota Fluvial del Estado Arventino-, las que a partir de su sanción quedaron sujetas a
la potestad tributaria provincial.

Como consecuencias y, dado que la actora afirma que resultó concesionaria del
servicio de remolques por la privatización de la Flota Fluvial, se concluye -a su
entender- que no puede invocar mayores derechos que la empresa estatal, conforme
al principio jurídico de que no se pueden transferir mejores derechos que los que se
poseen (art. 3270, Código Civil).

En lo que respecta a los argumentos de la actora, vinculados con la alegada violación


del art. 9, inciso "b", párrafo segundo, de la Ley de Coparticipación Federal, la
accionada afirmó que, si bien en la norma citada se plasma el principio básico que
privilegió el legislador, consistente en la prohibición de establecer o mantener
gravámenes locales sobre la materia imponible sujeta a imposición nacional
coparticipable, en el párrafo cuarto del mismo precepto se excluye expresamente -del
principio en cuestión- a los impuestos provinciales a los ingresos brutos.
Por otra parte, negó que exista, en el sub examine, un supuesto de doble imposición.
Ello así, por cuanto -sostuvo- el hecho imponible en el gravamen sobre los ingresos
brutos es el ejercicio habitual y a título oneroso de cualquier actividad (art. 118 -Ley
10.397- Código Fiscal), mientras que, en el impuesto a las ganancias, el hecho
imponible es el rendimiento, renta o beneficio definido por el art. 2° de la ley 20.628.
De ahí que -a su juicio- no se pueda calificar jurídicamente de doble imposición, sino
de hechos imponibles que tienen el mismo objeto económico, o que inciden sobre la
misma riqueza.

La ilegalidad que alega la actora -agregó- se configura solamente por la circunstancia


de que el impuesto sobre los ingresos brutos no ha sido formalmente trasladado a los
precios, porque en la elaboración de las tarifas de remolque-maniobra no se incluye la
incidencia de tal gravamen. Si se hubiera dado el caso de la traslación de la carga, del
contribuyente de derecho al de facto, en tal hipótesis el ingreso o rendimiento de la
empresa no hubiera sido afectado.

Por último, aseguró que pretender que la facultad impositiva provincial dependa del
funcionario nacional encargado de confeccionar las tarifas, es atribuirle la posibilidad
de enervar las competencias constitucionales de los Estados locales, según incluya o
no la incidencia de tales gravámenes en la tarifa; e incluso, otorgársela al propio
contribuyente, que es quien confecciona su propia estructura de costos.

-IV-

Producida la prueba y clausurado el período a ella destinado, las partes presentaron


sus alegatos, llegando los autos a esta Procuración General para que se conteste la
vista conferida a fs. 357.

En cuanto a la procedencia formal de la demanda meramente declarativa en la que


sustenta su pretensión la actora, el Tribunal se expidió a fs. 195, declarando que
concurren en la causa los requisitos que conocida jurisprudencia de la Corte exige a
su respecto, con cita de sus precedentes.

-V-

El problema de fondo reside en resolver si la Provincia de Buenos Aires, en ejercicio


de su potestad tributaria, pudo gravar con el impuesto a los ingresos brutos la
actividad que desarrolla la actora, como prestataria del servicio público de remolque de
maniobra en un puerto de jurisdicción nacional (conforme art. 1°, ley 21.892), en el
caso, el Puerto de Bahía Blanca.
Habida cuenta de lo expuesto supra, en el capítulo I, los agravios federales de la
demandante, de los que se debe ocupar mi dictamen, se refieren al cuestionamiento
de la pretensión fiscal bonaerense como violatoria de las siguientes disposiciones de
la Constitución Nacional:

a) Los incisos 9° y 27, del art. 67, por afectarse una actividad propia e inherente del
establecimiento portuario, sujeto a jurisdicción exclusiva federal;

b) El inciso 12, del mismo art. 67, por violar las atribuciones conferidas, al Congreso de
la Nación, para la regulación del comercio interjurisdiccional, marítimo y fluvial;

c) El art. 17, que garantiza la propiedad privada, por cuanto el tributo exigido es
desproporcionado respecto del hecho imponible y de la capacidad contributiva de la
empresa. A esa situación se arriba -a su entender- porque el hecho imponible es la
actividad empresaria que se circunscribe al servicio público de remolque -maniobra en
el Puerto de Bahía Blanca-. Así, el único "ingreso bruto" percibido -núcleo positivo de
la base imponible- es la tarifa que cobra como retribución del servicio, la que es fijada
por el Estado Nacional, en ejercicio de su poder de regulación exclusiva de la actividad
de "comercio interjurisdiccional", prestada en un establecimiento de utilidad nacional
(puerto). Para la determinación de la tarifa, no se ha tenido en cuenta -en la estructura
de costos ponderada- el impuesto a los ingresos brutos provincial, sino el impuesto
nacional a las ganancias y la contribución para el Fondo Nacional de Marina Mercante;
por lo cual el gravamen local no podría ser trasladado, desnaturalizándose su carácter
indirecto.

Pero, asimismo, por esta última razón, la actora agrega un planteo con apoyo en la
Ley de Coparticipación Federal (texto según ley 22.006), sosteniendo que el tributo
cuestionado viola el art. 9°, inciso "b", segundo párrafo, de la norma legal citada, sin
que se verifiquen los supuestos de exclusión previstos por su cuarto párrafo.

Con tales antecedentes, no escapa a mi criterio que el reclamo de autos se funda en el


mismo doble orden de razones -de inconstitucionalidad y de ilegalidad- que dio
fundamento a la pretensión de las sociedades actoras en la ya citada causa A.400.
L.XIX. "Aerolíneas Argentinas" (Fallos: 308:2153); en la causa A.628.XVIII. Originario,
"Austral Líneas Aéreas S.A. c/ Mendoza, Provincia de s/ repetición", sentencia del 27
de septiembre de 1984 y, mas recientemente, en la causa A.576.L.XXII. Originario,
"Austral Líneas Aéreas S.A. c/ Mendoza, Provincia de s/ inconstitucionalidad", en la
cual me expedí, con fecha 21 de noviembre próximo pasado, aconsejando hacer lugar
a la excepción de incompetencia deducida por el Estado local demandado.
Sostuve, en el dictamen recien citado, que "...la pretensión de autos, en cuanto
persigue privar de efectos a los actos emanados de la provincia accionada y, en
definitiva, obtener una declaración para ser eximida del pago del impuesto a los
ingresos brutos (...), en la medida en que tiene como sustento la tacha de ilegitimidad,
se revela como de aquellas cuestiones reservadas a la competencia originaria y
específica de la Comisión Federal de Impuestos; sin perjuicio (...) de la revisión que a
V.E. pudiera serle sometida por vía del recurso extraordinario, respecto de lo allí
decidido o de cualquier otra cuestión federal que, introducida en sede administrativa o
judicial, surta la jurisdicción apelada de V.E., en los términos del art. 14 de la ley 48.
Por ello, agregué que "...prescindir del organismo específico del régimen convencional
de coparticipación impositiva, creado para satisfacer el reclamo declarativo de
ilegalidad que pretende la actora en el sub examine, importaría desnaturalizar, por las
razones expuestas, los principios sobre los que reposa la jurisdicción originaria de V.E.
ratione materiae".

Por los fundamentos ampliamente desarrollados en el parecer indicado, a los que me


remito "brevitatis causae", considero que V.E. no es competente para seguir
conociendo en la presente causa.

-VI-

No se me escapa, no obstante, que en un caso que guarda sustancial analogía con el


sub examine (L.338. L.XXI. Originario, "La Plata Remolques S.A. c/ Buenos Aires,
Pcia. de s/ repetición"), el ex Procurador General doctor Andrés J. D"Alessio,
admitiendo que V.E. era competente en instancia originaria, meritó la circunstancia
-probada en autos- de que el impuesto a los ingresos brutos aplicado a la actora no
era trasladable, por no estar contemplada su incidencia en el precio fijado mediante
tarifa oficial, lo que conducía a que fuera inexorablemente soportado por la empresa.
Como asimismo las rentas de la sociedad demandante se encontraban sujetas al
impuesto a las ganancias -extremo también probado- la aplicación del tributo local
importaba, a su juicio, que se configurase la hipótesis de doble imposición, contraria al
principio básico que privilegió el legislador, consistente en la prohibición de mantener o
establecer impuestos locales sobre la materia imponible sujeta a imposición nacional
coparticipable. En consecuencia, por aplicación de la ya citada doctrina de V.E. in re
A.400. L.XIX. Originario, "Aerolíneas Argentinas", el Procurador General opinó -con
fecha 25 de julio de 1989- que correspondía declarar la inconstitucionalidad del tributo
cuestionado.
Asimismo, el 12 de julio de 1990, me expedí en otra causa seguida entre las mismas
partes (L.118. L.XXII), pero en la que se tramita una acción meramente declarativa. Si
bien dictaminé, entonces, en sentido concordante con la opinión del ex Procurador
General recien citada, señalé que en el sub examine podía haberse configurado una
situación de hecho que obstaría al reconocimiento del daño aducido por la actora, toda
vez que el impuesto a los ingresos brutos hubiera sido deducido, como egreso, a los
efectos del impuesto a las ganancias.

Sin embargo, un nuevo examen de la cuestión sometida a dictamen en el sub lite, así
como el criterio que, en concordancia con lo resuelto por V.E. en Fallos: 303:2069,
sostuve en los dictámenes que emití en las causas T.21. L.XXII. "Transporte
Automotores Chevalier S.A. c/ Resolución N° 21..."; D.279. L.XXII. "Dirección
Provincial de Rentas de la Provincia de Santa Cruz c/ YPF s/ ejecución fiscal" y la
antes citada A.576. L.XXII. "Austral Líneas Aéreas c/ Mendoza, Provincia de y otros s/
inconstitucionalidad", el 29 de diciembre de 1989, el 8 de febrero de 1990 y el 21 de
noviembre de 1990, respectivamente, me inclinan a separarme de las soluciones
propiciadas por este Ministerio Público en L.338. L.XXI y L.118, L.XXII. causas en las
cuales no ha recaído aún pronunciamiento de V.E.

En consecuencia, opino que corresponde que V.E. se declare incompetente sin que
encuentre obstáculo, la solución que aconsejo, en el principio de que incumbe
exclusivamente a los tribunales de justicia declarar la inconstitucionalidad de las leyes,
como así también anular actos dictados en su consecuencia (confr. B.26.L.XXI,
"Bruno, Raúl Osvaldo s/ amparo", resuelta el 12 de abril de 1988, entre muchos otros),
cuando como en el sub examine se plantea, a la vez la ilegalidad del tributo que se
cuestiona.

La actora precisamente funda, en ese argumento, la competencia originaria de V.E. ya


que sostiene que la cuestión planteada excede las atribuciones conferidas a la
Comisión Federal de Impuestos en el art. 11, inc. d), de la Ley Convenio de
Coparticipación Federal, porque el Organismo carece de competencia para conocer de
los cuestionamientos de inconstitucionalidad articulados en autos (cf. fs. 154 vta.).

Estimo que tal argumento debe ser desechado, por aplicación del criterio que V.E.
sentó en Fallos; 298:511, in re "Provincia de Mendoza c/ Nación Argentina"; criterio
que -como ya recordé en el dictamen varias veces indicado supra (en A.576. L.XXII)-
coincide con la doctrina del "factor de argumento exclusivo" de la jurisprudencia
norteamericana, y que el Justice Burger, siendo presidente del Tribunal Supremo, al
votar en disidencia en el caso "Moore v. City of Each Cleveland, Ohio" (431 U.S. 494-
1977) explicitó, al sostener que no es necesario pronunciarse acerca de la
inconstitucionalidad de una ley o reglamento cuando el caso puede ser resuelto
satisfactoriamente con otros argumentos. Porque, de lo contrario, se obligaría al
tribunal judicial a pronunciarse sobre el planteo de inconstitucionalidad cuando la
solución podría encontrarse en otros motivos -también alegados por la accionante- que
tornarían inoficioso aquél.

En resumen, en el sub lite la actora ha argumentado que el tributo cuestionado viola el


art. 9°, inciso "b", segundo párrafo, de la Ley de Coparticipación Federal, sin que se
verifiquen los supuestos de exclusión previstos en su cuarto párrafo. Ello, además de
violar -a su juicio- derechos y garantías de la Ley Fundamental (cf. fs. 153 vta. 162
vta.).

El derecho invocado por la actora es así un derecho sujeto a los límites fijados por el
propio régimen convencional de coparticipación impositiva y debe hacerse valer ante
el organismo específico del sistema, donde puede obtener satisfacción su pretensión
declarativa, con un alcance que trasciende incluso a las partes y beneficia a todos los
contribuyentes comprendidos en la hipótesis contemplada por la decisión.

El resultado de esa instancia obligatoria estatuida en el sistema legal, puede tornar


inoficiosos el pronunciamiento de inconstitucionalidad que pretende la accionante,
última ratio del orden jurídico, al que sólo cabe acudir -ha declarado V.E.- cuando no
existe otro modo de salvaguardar algún derecho o garantía amparado por la
Constitución, sino es a costa de remover el obstáculo que representan las normas de
inferior jerarquía (confr. M.354. L.XXII "Mitivie, Carlos Miguel c/ Estado Argentino..."
sentencia del 23 de noviembre de 1989).

-VII-

Para el supuesto de que V.E. no comparta la solución que propicio en el capítulo


anterior y decida -como lo hizo en la causa A.628. L.XVIII. "Austral" ya citada- rechazar
el planteo de ilegalidad por considerarlo del resorte de la Comisión Federal de
Impuestos y seguir adelante con el trámite de la causa, con sustento en el de
inconstitucional, paso a evacuar la vista considerando los agravios federales de la
demandante, en el orden en que han sido expuestos.

-VIII-

Atento el cuestionamiento de inconstitucionalidad articulado por la actora, corresponde


determinar el alcance de lo dispuesto en el inciso 27, del art. 67, de la Constitución
Nacional, a fin de decidir si, en el sub lite, el tributo local ha interferido o no en la
satisfacción del propósito de utilidad nacional del establecimiento portuario.

Cabe señalar, de modo liminar, que la norma constitucional recien citada ha originado
importantes cambios jurisprudenciales a través del tiempo y que V.E., en los últimos
años, ha precisado su criterio acerca del conflicto entre el poder impositivo provincial y
los poderes ejercidos por el Gobierno Federal con el propósito de satisfacer la utilidad
nacional, desechando la latitud interpretativa expuesta -en anteriores composiciones
del Tribunal- con relación a los alcances de la "legislación exclusiva" del Congreso de
la Nación (Fallos: 306:1883; 307:1268; 308:647, entre otros).

En efecto, en una primera etapa de la jurisprudencia de la Corte en esta materia,


puede advertirse que adhirió a un criterio restrictivo respecto de la subsistencia de
atribuciones impositivas de las provincias, sobre los establecimientos de utilidad
nacional ubicados en su territorio, a los que consideró excluidos de la jurisdicción
territorial local (Fallos: 103:408; 154:312; 155:104; 168:96; 197:292).

Así, en Fallos: 155:104, se declaró inaplicable la ley de impuesto al comercio e


industria de la Provincia de Buenos Aires, a un frigorífico situado dentro de la zona del
Puerto de La Plata. Dijo entonces la Corte que: "...la extensión de la facultad atribuida
al Congreso, en el sentido de la disposición en debate, fluye de la misma letra del
inciso 27, que equipara los poderes de legislación /.../ sobre los lugares adquiridos por
la Nación para fines de utilidad general, a los que ejerce sobre el territorio de la Capital
de la Nación, los cuales no pueden discutirse ni se han discutido en su carácter de
exclusivos y absolutos. De modo que dicho alcance lo fija el Congreso y nada más que
el Congreso, ya que, como es sabido, la atribución de una facultad significa asimismo,
el otorgamiento de otras necesarias para ponerla en movimiento"; concluyendo que el
impuesto no era aplicable al frigorifico "...toda vez que se ba evidenciado que él se
halla situado fuera de la jurisdicción territorial de la Provincia y por tanto también libre
de todo imnuestos local" (énfasis agregado).

Esta doctrina fue reiterada en Fallos: 168:96, en juicio seguido entre las mismas
partes, oportunidad en que el Tribunal expresó asimismo: "...el concepto con que ha
sido empleada, por los constituyentes, la palabra establecimiento, se desprende del
propio inciso 27, que los equipara a las fortalezas, arsenales o almacenes, es decir, a
fundaciones que son de utilidad pública. Sostener que un puerto no es un
establecimiento de utilidad nacional, es desconocer el espíritu de la disposición citada
y aun el funcionamiento benéfico para todo el país de las actividades portuarias, y de
los servicios anexos que le son necesarios".

En síntesis, en esta primera etapa, la Corte interpretó que:

La definición de lo que debe entenderse, en cada caso, por establecimiento de utilidad


nacional, corresponde al Congreso, resultando tal caracterización asunto ajeno al
Poder Judicial de la Nación;

Creado el establecimiento, en lugar ubicado en una provincia, el traspaso de la


jurisdicción se opera por imperio del art. 67, inc. 27, de la Constitución Nacional, sin
necesidad de consentimiento de la Legislatura local.

Los poderes que ejerce el Gobierno Federal, en esos establecimientos, son


equivalentes en su extensión a los que ejerce en la Capital de la República, es decir,
son exclusivos y excluyentes -en términos absolutos- de la jurisdicción provincial.
Sería contrario al art. 67, inc. 27, admitir concurrencia de facultades de la Nación y de
las provincias en dichos lugares.

En una segunda etapa, la Corte recortó los alcances anteriormente atribuidos al inciso
27, del art. 67, fundando su interpretación constitucional sobre nuevas bases. Ya no
basta con que el Gobierno Federal erija el establecimiento de utilidad nacional para
que se opere el traspaso absoluto de jurisdicción, sino que compete al Poder Judicial
examinar la naturaleza y finalidad del establecimiento para determinar el alcance de
los poderes federales frente a los de la provincia en cuyo territorio está situado. Estos
últimos subsisten en toda la medida que aquella naturaleza y finalidad, apreciadas por
la Justicia, lo consienten. Es decir que "...Las facultades legislativas y administrativas
de la provincia en que la obra de utilidad nacional se establece con la adquisición del
lugar indispensable no quedan excluidas de este último, sino en tanto y en cuanto ese
ejercicio interfiera con la realización de la finalidad de la obra nacional y la obste
directa o indirectamente" (Fallos: 201:536; 240:311; 248:824; 259:418; 262:186).

En el precedente de Fallos: 240:311, el Tribunal hizo mérito de las diferencias entre el


texto del art. 67, inc. 27, de la Constitución Nacional, y la cláusula de la Constitución
de los Estados Unidos que es su fuente inmediata (art. 1°, Sec. 8ª, cláusula 17), que
"permiten inferir que la voluntad de los constituyentes, al apartarse de su fuente, fue la
de extender la atribución del Congreso, para dictar una legislación exclusiva, a todos
los lugares adquiridos en las provincias con destino a establecimientos de utilidad
nacional, sin necesidad del consentimiento de las legislaturas provinciales (Fallos:
154:312; 155:104; 197:292), pero esta prescindencia del consentimiento no puede
significar la federalización de los lugares adquiridos" (énfasis agregado).

Es decir, que la Corte, en la señalada sentencia del 18 de abril de 1958, distinguió


claramente dos supuestos: a) la federalización de lugares situados dentro de los
límites territoriales de las provincias, que implica la absorción por la Nación de toda la
potestad legislativa, administrativa y judicial en esos lugares, pero que exige, como
condición sine qua non, el consentimiento expreso y formal de las provincias (arts. 3° y
13, Constitución Nacional); b) la adquisición de lugares en los territorios de las
provincias, sin consentimiento de sus respectivas Legislaturas, para ser destinados a
establecimientos de utilidad nacional, que determina la necesaria subordinación de las
jurisdicciones locales por la preeminencia de los fines de la Nación; pero "el imperium
y la jurisdictio de las provincias... no quedan excluidos en absoluto, sino sólo en la
medida en que su ejercicio obstaculice directa o indirectamente el fin de esos
establecimientos".

Sin embargo, dentro de esta misma etapa que vengo analizando, corresponde
destacar el cambio que se operó a partir de Fallos: 215:250, pero más precisamente
en Fallos: 259:413, al establecer el Tribunal que corresponde a la legislación nacional,
o a la reglamentación supletoria, determinar el fin nacional a cumplir por el
establecimiento del caso y la forma y medios para satisfacer tal finalidad. Es decir, que
lo que resuelvan el Congreso o el Poder Ejecutivo sobre los alcances de la jurisdicción
nacional (y por implicancia la provincial) es definitivo. Solo en ausencia de esta
regulación federal, cabe a los tribunales entrar a juzgar sobre si los poderes ejercidos
por la provincia son o no compatibles con la naturaleza, fines y propósitos del
establecimiento de utilidad nacional.

Aplicando este criterio, se rechazaron las pretensiones de una Municipalidad de


recaudar dentro del "lugar" adquirido por el Gobierno Federal para instalar un
establecimiento de utilidad nacional, el Puerto de Santa Fe, ciertas tasas que
disposiciones reglamentarias de la Administración General de Puertos habían
establecido como recursos de esta última repartición (Fallos: 259:413).

A su turno, convalidó las pretensiones tributarias de la Provincia de Buenos Aires,


respecto del Frigorífico Armour de La Plata, sito en la zona adyacente del Puerto del
mismo nombre, en concepto de impuesto al consumo de energía eléctrica determinado
por leyes locales. Dijo, entonces, el Tribunal que "...la subsistente cuestión del alcance
de lo que constituye "materia específica del establecimiento creado" se vincula sin
duda con su concreta naturaleza y remite a la legislación o reglamentación nacional
que establezca los recaudos necesarios para su adecuado y eficiente ejercicio. Pues
tratándose de atribuciones de orden federal notorio -la creación y conducción de
establecimientos de utilidad nacional- la determinación razonable del modo de su
funcionamiento no puede desconocerse al Gobierno Federal" (Fallos: 262:186,
considerando 2°).

Sintetizando las pautas jurisprudenciales de esta segunda etapa, pueden definirse así:

La legislación exclusiva del art. 67, inc. 27, de la Constitución Nacional, excluye las
potestades legislativa, ejecutivo-administrativo y judicial, sólo cuando la provincia ha
otorgado una cesión con desmembración de territorio, que queda así federalizado;

La legislación y reglamentaciones nacionales prevalecen en la determinación de las


competencies recíprocas de la Nación y la provincia dentro del establecimiento
nacional, por cuanto al Gobierno Federal corresponde fijar los medios para satisfacer
la finalidad que se persigue con tal fundación.

A falta de ese deslinde de competencias, la Justicia puede examinar si los poderes


ejercidos por la provincia son o no compatibles con la naturaleza, fines y propósitos del
establecimiento nacional.

Sin embargo, a partir de Fallos: 271:386 y 273:348, la Corte volvió a su criterio


restrictivo de la primera etapa jurisprudencial ut supra reseñada. Así, en el primero de
esos dos precedentes, in re "Marconetti, Ltda. S.A.I.C. s/ apelación de multa del
Departamento Provincial del Trabajo", el Tribunal declaró inconstitucionales las
sanciones aplicadas, por infracción a leyes locales de la Provincia de Santa Fe, a una
firma cuyo establecimiento se encontraba ubicado en el Puerto del mismo nombre.
Para así decidir, reiteró la doctrina de Fallos: 154:312; 155:104 y señaló que un puerto
reviste indudablemente el carácter de establecimiento de utilidad nacional, por el
artículo 67, inc. 9, de la Constitución. Frente a la determinación hecha por el Gobierno
Nacional, no cabe discutir a posteriori el alcance de la jurisdicción federal, a fin de
lograr una definición distinta por parte del Poder Judicial. Según la Corte, esto es lo
que ha querido la Constitución al utilizar la palabra "exclusiva" -"que quiere decir única
y no compartida"- en el art. 67, inc. 27; y también que "...son evidentes las dificultades
que entraña la adopción de tal criterio (el que estableció que las facultades legislativas
y administrativas de las provincias no quedan excluidas de los lugares a que se refiere
esa norma, sino en tanto y en cuanto su ejercicio interfiera en la realización de los
fines de utilidad nacional de la obra y la obste directa o indirectamente), porque
siempre, en alguna medida, la coexistencia de las jurisdicciones nacionales y
provinciales sobre un mismo ámbito da lugar a su ejercicio superpuesto, como lo
demuestra la cantidad de cuestiones litigiosas que se han suscitado con tal motivo".

En la misma línea interpretativa, en Fallos; 281:407 y 284:407, se declaró la


inconstitucionalidad de los arts. 2° y 3° de la ley 18.310, en cuanto reconocen
jurisdicción a las provincias en los establecimientos de utilidad nacional, en tanto su
ejercicio no interfiera en las actividades normales que dicha utilidad implique.

En una cuarta etapa, que se inicia en Fallos: 296:432, se vuelve a la teoría de la


interferencia. En la causa allí registrada, "Brizuela, Pablo César c/ Cía. Swift S.A.F. s/
daños y perjuicios en sede laboral", resuelta por la Corte el 23 de noviembre de 1976,
se declaró -con la disidencia de los doctores Heredia y Gabrielli- que "...el criterio para
excluir la jurisdicción provincial debe circunscribirse a los casos en que su ejercicio
interfiera en la satisfacción del propósito de interés público que requiere el
establecimiento nacional, situación que no se da en autos ya que no se advierte en
qué obstaculiza o interfiere, así fuere indirectamente, la intervención de la justicia local
en las actividades del puerto, si la cuestión a resolver la constituye una demanda
laboral dirigida contra una empresa privada", radicada en el ámbito de la zona
portuaria.

En la misma fecha, la Corte dictó sentencia in re "Aerovías Nacionales de Colombia


-Avianca-", en igual sentido, en una demanda laboral de un trabajador aeronáutico, por
considerar que el conocimiento de la causa por tribunales del Trabajo de la Provincia
de Buenos Aires en nada perturbaría o frustraría el buen funcionamiento del
Aeropuerto Internacional de Ezeiza, ni la defensa nacional (Fallos: 296:449).

El criterio favorable a la subsistencia de la jurisdicción provincial en los


establecimientos de utilidad nacional se repitió en Fallos: 297:421, in re "Liguori", en
que se admitió la intervención de la Justicia local en el juzgamiento de un robo
cometido en el interior de un establecimiento hospitalario nacional.

Pero en lo que se refiere a la potestad tributaria provincial en los establecimientos de


que me vengo ocupado, la teoría de la "interferencia" originó pronunciamientos
divergentes.

En Fallos: 299:442, se declaró inconstitucional el impuesto de sellos de la Provincia de


Santa Cruz, aplicado a un contrato entre Yacimientos Petrolíferos Fiscales y una
empresa privada, para la ejecución de obras de instalaciones en yacimientos de
petróleo y gas, que según los arts. 1° y 3° de la ley 17.319 constituyen
establecimientos de utilidad nacional. Cabe señalar que el voto de los doctores
Heredia y Gabrielli aplicó el criterio excluyente de la potestad local de Fallos: 271:386
y 281:407; mientras que el doctor Rossi, que contribuyó a la formación de la mayoría,
la fundamentó en el criterio de la interferencia, que definió en su propio voto. Según el
doctor Rossi, "...la interferencia no puede ser tomada en un sentido físico o geográfico
sino en relación a la naturaleza y características del establecimiento de que se trate y
en función de los fines de utilidad nacional que con él se persigan. Todo acto de
legislación provincial en tales lugares ha de quedar excluido en tanto y en cuanto
incida desde cualquier punto de vista (jurídico, económico, social etc. según la clase
del establecimiento) en los fines propios del establecimiento, cualquiera sea su
ubicación geográfica dentro del lugar. Ello así porque obviamente han de preservarse
la integridad y eficacia de todos los medios necesarios a la consecución del fin, los que
exigen, además, unidad de dirección y funcionamiento en miras a este último. Quien
tiene jurisdiccióny autoridad sobre el fin las ha de tener sobre los medios conducentes
al mismo, so pena de que aquellas resulten ilusorias" (considerando 7° del voto del
doctor Rossi).

En la misma causa "S.A. Sade C.C.I.F.I.M. c/ Provincia de Santa Cruz", los doctores
Frías y Daireaux votaron en disidencia, considerando que el impuesto provincial no
interfería con los fines tenidos en vista por el establecimiento nacional. El primero de
los nombrados señaló que: "...El ejercicio de los poderes locales, siempre que sean de
su genuina competencia, que no afecten la exención de los instrumentos del gobierno
central, que no violen normas convencionales y legales a los poderes del Congreso
para crear "concesiones temporales de privilegios y recompensas de estímulo" y que,
finalmente, no impidan, condicionen o menoscaben el interés nacional, son en
principio compatibles con la jurisdicción federal que deriva del art. 67, inc. 27, de la
Constitución. Porque es también de interés nacional que las provincias desenvuelvan
con plenitud los servicios territoriales divisibles que constituyen su normal competencia
y que se sustentan de su poder impositivo" (considerando 5° del voto del doctor Frías).

Sin embargo, poco después, en la causa "S.A. Vialco v. Nación Argentina", con una
modificación en su integración, el Tribunal declaró legítimo ejercicio del poder tributario
de la Provincia de Buenos Aires, la aplicación del impuesto de sellos a las órdenes de
compra emitidas por YPF, a favor de la actora, para la construcción de cuatro
estaciones de bombeo en el oleoducto Puerto Rosales -La Plata-, aunque la obra
debía realizarse en un establecimiento de utilidad nacional, el Puerto de La Plata
(Fallos: 301:1122). En el voto mayoritario de los doctores Frías, Daireaux y M. J.
López, se aplicó la teoría de la interferencia, concluyendo que no se daba en la
especie; agregándose que el Gobierno Nacional pudo legítimamente hacer uso de las
facultades legislativas que le otorga el inciso 16, del art. 67 de la Constitución, en
punto a la concesión de algún privilegio de tipo fiscal a favor de los particulares que
tomaran parte en la ejecución de ese tipo de obras, lo cual no se había concretado.

El doctor Frías amplió fundamentos, respecto de la "no interferencia" del impuesto


local, basándose en que: "...es periférico o extrínseco respecto de la utilidad pública
del establecimiento nacional, sin que condicione, menoscabe o impida la ejecución de
las obras contratadas ni menos las operaciones a que se destinan; ...porque la ley
17.319 de hidrocarburos demuestra...que gravar las operaciones a título oneroso de la
contratista no es contrario a su régimen (arts. 56 y 95); ...porque el ordenamiento
sancionado por el gobierno central para el futuro excluye las exenciones de que
puedan gozar las Empresas del Estado Nacional... por lo cual resulta lógico admitir
que los tributos locales son compatibles con el interés nacional a que esas Empresas
sirven y con el régimen del art. 67, inc. 27, de la Constitución Nacional" (considerando
2° de la ampliación de fundamentos del doctor Frías).

En Fallos: 302:1223; 302:1236 y 304:163, la Corte declaró inconstitucionales


gravámenes provinciales (de sellos, de ingresos brutos y de actividades lucrativas)
aplicados a empresas privadas contratistas de Gas del Estado y de YPF, considerando
que interferían con los fines nacionales de los yacimientos de hidrocarburos. En los
dos primeros fallos citados, el doctor Frías votó en disidencia, manteniendo el criterio
sustentado in re "Vialco".

Contemporáneamente con los pronunciamientos recien citados, en Fallos: 302:1252;


la Corte introdujo un cambio de fundamentación sobre el tema examinado, que sería
desarrollado a partir de Fallos: 306:1883. El núcleo de esa doctrina, que se entronca
con la inaugurada en Fallos: 215:250; 259:413, puede enunciarse así: "...nada impide
a que el legislador nacional -que expresa su voluntad mediante el dictado de leyes-
reglamente los alcances de la legislación exclusiva a que se refiere el art. 67 de la
Constitución Nacional, previendo los medios y modalidades para alcanzar los fines
perseguidos, salvo que se conculque alguna de las garantías individuales o se afecte
la autonomía provincial" (énfasis agregado, considerando 7° de Fallos: 302:1252).

Así, en la causa: "S.A. Vial Hidráulica", contratista de Hierro Patagónico Sierra Grande
S.A. Minera, se declaró constitucional el impuesto a las actividades lucrativas de la
Provincia de Río Negro, en base al examen de las leyes 17.318 y 18.605 y del decreto
5925/67, del que surgía que "...la Nación ha consentido la imposición de los impuestos
locales a la referida sociedad, pues solo previo la posibilidad de que la Dirección
General de Fabricaciones Militares gestionase ante los gobiernos provinciales el
otorgamiento de las exenciones que sí se concedieron en el orden nacional /.../ que
sobre esa base, es lógico deducir que si la sociedad constituida por la Nación para
promover el desarrollo del yacimiento ferrífero no fue exceptuada del pago de los
impuestos locales, tampoco lo hayan sido, las empresas actoras que contrataron con
aquella" (considerandos 4° y 5° de fallos 302:1252).

En Fallos: 305:1381, a su turno, se declaró constitucional el impuesto a los ingresos


brutos de la Provincia del Neuquén, aplicado a la empresa "B. J. Service Argentina",
contratista de YPF, por períodos posteriores a la vigencia de la ley 22.016. Luego de
meritar la doctrina de la "voluntad del legislador nacional" para determinar la existencia
del fin nacional, como la elección de los medios y modo de satisfacerlo, el Tribunal
reconoció que la incorporación -de los yacimientos de hidrocarburos- entre los
establecimientos amparados por el art. 67, inc. 27, es consecuencia de la
interpretación de las normas de la ley 17.319 y que es la ley nacional asimismo la que
determina el marco concreto de protección para satisfacer ese interés, precisando el
alcance del ejercicio de la jurisdicción federal. Sobre esas bases, se pronunció a favor
de la constitucionalidad de la ley 22.016, que no sólo derogó todas las disposiciones
que eximen o permiten capitalizar el pago de tributos nacionales, provinciales o
municipales, a las entidades estatales previstas en su art. 1°, así como también las
acordadas a los particulares y/o inversores que integraren alguna de aquellas, o
fuesen contratistas, subcontratistas y/o proveedores, sino que además dispuso la
sujeción de todos ellos a la potestad tributaria provincial (art. 3°).

Para así decidir, dijo la Corte que "...mientras medie decisión del legislador orientada a
determinar los intereses de la Nación, el sometimiento de ciertas empresas al poder
impositivo local no significa violación de cláusula constitucional alguna pues el
impuesto, en tanto "valioso instrumento de regulación económica" (Fallos: 151:359;
243:98; 298:341) se aprecia como medio para satisfacerlos. No es sino, el caso, una
manifestación de la voluntad de la autoridad federal que armoniza la función impositiva
con los propósitos y consiguientes facultades, previstos en los incs. 16 y 27 del art.
67". Y concluyó que "la ley 22.016 ha discernido sobre un instrumento tendiente a
amparar el sobredicho interés sin menoscabo de las potestades previstas en el texto
constitucional y de la distribución de competencias entre las provincias y el gobierno
central que aquel establece" (considerandos ll y 12).
Esta línea interpretativa fue ratificada por la Corte en su integración posterior al
advenimiento del Gobierno "de jure" en 1983, en Fallos: 306:1883, declarando
constitucional el impuesto a las actividades lucrativas de la Provincia de Mendoza,
aplicado a la misma empresa "B. J. Service Argentina", contratista de Y.P.F. Con
remisión a la doctrina de la voluntad del legislador nacional (Fallos: 259:413, cons. 8°;
302:1252 y 305:1381), declaró que "...resulta procedente, como principio, que el
Gobierno Nacional libere a determinadas entidades o actividades del pago de
gravámenes nacionales y locales siempre que lo estime adecuado al mejor
desempeño y funcionamiento de un servicio de la aludida naturaleza, (se refiere a los
de utilidad nacional) o bien, consienta la imposición local a empresas cuyas
actividades contribuyan al logro de tal interés... Tales decisiones importan el ejercicio
de las facultades que el art. 67, incs. 16 y 28, le confieren para promover la
prosperidad y el bienestar general; a la vez que obedecen a que ningún precepto
constitucional acuerda a quienes realizan actividades de ese carácter, una inmunidad
fiscal oponible a la autoridad nacional" (considerando 4°).

Luego de realizar la exégesis de la legislación nacional en materia de hidrocarburos y


mas específicamente, lo atinente al régimen fiscal en ella consagrado, dijo el Tribunal:
"...que de esa descripción resulta claro que el legislador federal, a la vez que declaró
de manera concluyente la utilidad nacional de los yacimientos, no consideró contrario
a esa afirmación el reconocimiento expreso de las facultades impositivas locales"
(considerando 11).

Por último afirmó que la voluntad del gobierno federal concretada de la ley 17.319
tiende a armonizar el derecho tributario de las provincias con los propósitos y
consiguientes facultades previstas en los incs.16 y 27, del art. 67.

En igual sentido se pronunció el Tribunal en Fallos: 307:613; declarando constitucional


el impuesto sobre ingresos brutos aplicado, por la Provincia de Mendoza, a una
empresa contratista de Agua y Energía Eléctrica S.E. para la ejecución de los trabajos
y provisión de los suministros necesarios para la instalación de la Central
termoeléctrica de Luján de Cuyo.

Luego de valorar lo previsto en el art. 12 de la ley 15.336 en el sentido de que las


obras e instalaciones de generación, transformación y transmisión de la energía
eléctrica de jurisdicción nacional no pueden ser gravadas con impuestos y
contribuciones locales que restrinjan o dificulten su libre producción y circulación,
sostuvo la Corte que "...esa norma no debe interpretarse como una exclusión absoluta
de la potestad impositiva local y resulta compatible con la convicción de que, admitido
el privilegio del gobierno nacional en su propio interés o beneficio, es obvio que pueda
valerse de él en la forma que mejor satisfaga sus objetivos, reconociendo, en su caso,
que aquella prerrogativa no lo contraría" y que "...la autoridad federal puede considerar
innecesaria la inmunidad fiscal como un medio para satisfacer el interés nacional que
supone la actividad de que se trata (Fallos: 305:142, considerando 3°), como sucedió
en la especie con Agua y Energía, que aceptó contractualmente que los precios
incorporaran en el costo gravámenes como el que se intenta repetir" (considerandos
6° y 7° de la sentencia del 7 de mayo de 1985).

También en Fallos: 307:1268, en base a la doctrina de Fallos: 306:1883, se rechazó la


demanda de repetición del impuesto a los ingresos brutos de la Provincia del Neuquén
aplicado a la empresa "Compañía Constructora de El Chocón Impregilo Sollazzo S.A.",
porque del examen de las cláusulas contractuales del convenio celebrado con
Hidronor S.A. se desprende "...que la empresa estatal consideró innecesaria una plena
inmunidad fiscal como medio destinado a satisfacer el interés nacional que supone la
actividad de que en la especie se trata" (considerando 7°).

Por otra parte, en Fallos: 308:647, la Corte rechazó la pretensión de la Universidad de


Buenos Aires de ser exceptuada, del pago de la tasa por conservación, reparación y
mejorado de la red vial municipal, que le aplicó la Municipalidad de Laprida a un
establecimiento rural, perteneciente a la Facultad de Ingeniería de esa casa de
estudios.

En lo que aquí interesa especialmente, es decir lo argumentado por la Universidad en


el sentido de la exención impositiva provincial que fluye del art. 67, inc. 27, la Corte
reconoció el carácter de establecimiento de utilidad nacional del predio en cuestión,
pero aplicó a su respecto el criterio jurisprudencial de la "interferencia". Con cita del
voto del doctor Pedro J. Frías en Fallos: 301:1122, recordó que "...Debe concluirse que
si esa facultad provincial no condiciona, menoscaba o impide el interés nacional, es
compatible con él. Los tres efectos censurados, en cuanto disputan en diverso grado
su primacía al interés nacional, indican que el ejercicio del poder provincial es
incorrecto".

Asimismo, en Fallos: 310:1567, rechazó el reclamo de Hidroeléctrica Norpatagónica


S.A. (Hidronor), de repetición de los pagado a la Provincia del Neuquén en concepto
de impuesto de sellos local aplicado a un contrato que celebró, con una empresa
proveedora de medidores y registradores de Energía, con destino a obras en
establecimientos de utilidad nacional, con base en las franquicias impositivas
contenidas en la ley 15.336, 17.574, y 20.050, de las que se consideró beneficiario.
Para así decidir, el Tribunal aplicó la ley 22.016 -cuya constitucionalidad volvió a
declarar- a la empresa actora, por su condición de sociedad anónima con participación
estatal mayoritaria, desechando el argumento de la misma basado en la distinción
entre exenciones tributarias objetivas y subjetivas, ya que el art. 1° de la ley citada no
contiene esa interpretación. Agregó que la nota que acompanó el proyecto de ley, "...al
señalar la conveniencia de las medidas propiciadas, menciona la desfavorable
gravitación que sobre las finanzas de las provincias, tienen las que denomina
"exenciones vigentes", expresión de suyo tan lata que no abona una interpretación
como la que aduce Hidronor. Por lo demás, la subsistencia de tales franquicias sólo
podría justificarse de existir una manifestación suficientemente explícita habida cuenta
de que un régimen de tal naturaleza impone la apreciación estricta de sus beneficios.
Estos -ha dicho el Tribunal- deben surgir de la letra de la ley, de la indudable intención
del legislador o de la necesaria implicancia de las normas que las establezcan (Fallos:
277:373; 279:247, entre otros)" (considerando 4°).

El señor Ministro doctor Belluscio votó en disidencia, meritando la distinción entre


exenciones tributarias objetivas y subjetivas, la que conduce a admitir que la ley
22.016 constituye un ordenamiento de carácter subjetivo, pues sus normas tienden a
privar de beneficios a cierta categoría de personas jurídicas, con prescindencia de la
actividad desarrollada, por lo cual su art. 1° no se apoya en hecho imponible alguno.
En cambio, "la exención tributaria dispuesta por el art. 12 de la ley 15.336, como la
resultante del art. 15 del convenio anexo a la ley 17.574, es de naturaleza objetiva,
toda vez que apunta a las actividades de la industria eléctrica destinadas a la
generación, transformación, transmisión y distribución de la electricidad, y no a la
índole de los sujetos autorizados a su explotación. Se refiere a hechos que, al
realizarse, no generan obligaciones tributarias para ningún sujeto; por el contrario, si
fuera subjetiva, debió haber excluido tales obligaciones para determinadas personas,
sin excluir el posible nacimiento de la deuda a cargo de sujetos distintos" (cf.
considerando 4°, del voto disidente del doctor Belluscio).

Cabe destacar, por último, que en Fallos: 308:403, aunque en un tema ajeno al del
reparto de competencias tributarias, el Tribunal aplicó nuevamente el criterio de la
"interferencia", para decidir que la ley 4.114 de la Provincia de Santa Fe, aplicada por
el Consejo de Ingenieros de dicho Estado local, a una actividad cumplida para la
construcción del Centro de Prensa del Ente Autárquico Mundial 78, en Rosario, no
interfiere, con el fin nacional del establecimiento.

-IX-
Así reseñadas las distintas posiciones que la Corte -a través de los años y con
integraciones diversas- ha adoptado respecto de la interpretación de la cláusula
constitucional sub examine, puede advertirse claramente que la clave para el reparto
de competencias entre el Gobierno Federal y el de la Provincia en cuyo territorio se
erige un establecimiento de utilidad nacional, ha sido buscada en la actividad del
Congreso, en orden a la legislación que lo autoriza a dictar el tantas veces citado art.
67, inciso 27.

Es cierto que esa voluntad del legislador operaba, en los primeros pronunciamientos,
para definir el establecimiento de utilidad nacional, ya que su sola caracterización
como tal implicaba el desplazamiento absoluto de las competencias provinciales en
ese ámbito, por imperio de la norma constitucional interpretada con esa latitud (cf.
párrafo "A" del capítulo anterior).

En cambio, se descartó mas tarde el criterio de atracción -por la Nación- de toda


potestad, de manera exclusiva y excluyente, fenómeno propio de la federalización
territorial y se admitió que, en los establecimientos de utilidad nacional, se da un
ámbito de competencias concurrentes entre el Gobierno Federal y el Estado local; y
que el alcance y modalidades de la jurisdicción federal es materia propia de la
legislación y reglamentación nacionales, puesto que la autoridad que tiene
atribuciones para determinar la existencia del fin nacional, las tiene asimismo para
elegir los medios y modo de satisfacerlo.

Por ello, -en materia de potestades tributarias- la Corte ha reconocido que compete, al
Gobierno Nacional, como principio, liberar a determinadas entidades o actividades del
pago de gravámenes nacionales y locales, siempre que lo estime adecuado al mejor
desempeño y funcionamiento de un servicio de utilidad nacional, o bien consentir la
imposición local a empresas cuyas actividades contribuyan al logro de tal utilidad.
Tales exenciones subjetivas u objetivas de tributos importan el ejercicio de las
facultades que el art. 67, incisos 16 y 28, le confieren al Congreso para promover la
prosperidad y el bienestar general.

Pero, como también se ha dicho, "la función mas importante de esta Corte consiste en
interpretar la Constitución de modo que el ejercicio de la autoridad nacional y
provincial se desenvuelva armoniosamente, evitando interferencias o roces
susceptibles de acrecentar los poderes del gobierno central en detrimento de las
facultades provinciales y viceversa" (Considerando 6° de Fallos: 306:1883 y sus citas).
He ahí que el Tribunal, en definitiva, haya adoptado un criterio restrictivo respecto del
desplazamiento de las competencias provinciales en los enclaves de jurisdicción
federal, limitado a los supuestos en que la facultad provincial condiciona, menoscaba o
impide el interés nacional. "Los tres efectos censurados, en cuanto disputan, en
diverso grado, su primacía al interés nacional, indican que el ejercicio del poder
provincial es incorrecto" (cf. voto del doctor Pedro J. Frías, en Fallos: 301:1122).

-X-

En ese marco interpretativo sobre los alcances de la jurisdicción federal en los


establecimientos de utilidad nacional, debe considerarse el cuestionamiento de
inconstitucionalidad del impuesto a los Ingresos Brutos de la Provincia de Buenos
Aires aplicado a la actividad de la actora de remolque-maniobra en el Puerto de Bahía
Blanca.

A efectos de resolver este caso, resulta necesaria la exégesis de la legislación


nacional que regula el servicio de remolque de maniobra en los puertos de jurisdicción
nacional. La ley 21.892 declara que dicha actividad constituye "servicio público" (art.
1°) y que la autoridad de aplicación establecerá las tarifas, horarios y demás
condiciones que considere pertinentes para la prestación del servicio. "Para la
determinación de las tarifas se atenderá a una razonable rentabilidad del permisionario
por la explotación del servicio" (art. 5°).

Pero ni la citada ley 21.892, ni tampoco la N° 22.385 por la que se dispuso la


privatización total de la empresa Flota Fluvial del Estado Argentino que tenía a su
cargo los servicios de remolque-maniobra, contiene previsión alguna que establezca
exenciones tributarias de naturaleza objetiva, con base en la naturaleza del servicio y
en el interés público que rodea a la actividad portuaria.

A su vez, del examen de las cláusulas del Pliego de Licitación Pública N° 4/p-81,
correspondiente a la venta de remolcadores de maniobra para los Puertos de
Campana, La Plata, Bahía Blanca, Quequén y Mar del Plata, acompañado en copias
por la actora (fs. 43 a 67) y de las del boleto de compraventa agregado a fs. 70 a 78,
se desprende claramente que la empresa estatal y la autoridad privatizadora nacional
han considerado innecesaria una plena inmunidad fiscal, como medio destinado a
satisfacer el interés nacional que supone la actividad de que, en la especie, se trata.

Mas aun cuando, como la propia actora alega, se encuentra sujeta al pago del
"gravamen a los servicios auxiliares de la navegación" y del "impuesto a las
ganancias" (cf. Anexos "LL" y "M", fs. 88 a 148), ambos tributos correspondientes a la
jurisdicción nacional a cuya utilidad propende la actividad comercial de la empresa
contribuyente.
Con ello, dejo expresada mi opinión en el sentido de que la ausencia de voluntad
expresa, o razonablemente implícita del Congreso, de hacer uso de las atribuciones
exclusivas que le autoriza a dictar el art. 67, inc. 27, así como la similar actitud de los
organismos específicos del Poder Ejecutivo Nacional que intervinieron en el proceso
de privatización de la Flota Fluvial del Estado Argentino y en el traspaso de los
servicios auxiliares de remolque-maniobra, deja expedita la vía -en principio- para que
la Provincia de Buenos Aires ejercite su potestad impositiva.

-XI-

En lo que respecta a la pretensión de la actora de que V.E. declare la


inconstitucionalidad del gravamen local cuestionado en autos, por resultar -a su juicio-
violatorio del inciso 12, del art. 67 de la Ley Fundamental, cabe destacar que el
Tribunal expresó en Fallos: 306:516, "...que los arts. 9°, 10, 11, 12, 67, inc. 12 y 108,
de la Constitución Nacional no fueron concebidos para invalidar absolutamente todos
los tributos locales que inciden sobre el comercio interprovincial, reconociendo a éste
una inmunidad o privilegio que lo libere de la potestad de imposición general que
corresponde a las provincias. Ciertamente no se advierte en la Carta Magna, ni en sus
fuentes de interpretación elementos que evidencien la existencia de razones por las
cuales los contribuyentes de una provincia o de la Capital Federal deban subsidiar
permanentemente los servicios que utilizan las entidades dedicadas al comercio de
aquella índole (174 U.S. 70; 303 U.S. 250 -en A.L.R. vol. 115, p. 944-, 423 U.S. 276).
La protección que dichos preceptos acuerdan sólo alcanza, pues, a preservar el
comercio interprovincial de los gravámenes discriminatorios de la superposición de
tributos locales y de aquellos que encarezcan su desenvolvimiento al extremo de
dificultar o impedir la libre circulación territorial..." (considerando 10).

Esta inteligencia del art. 67, inc. 12, ha significado superar el criterio jurisprudencial
anterior, según el cual el comercio interestadual estaba sustraido totalmente del poder
de imposición provincial, lo que implicaba subsumir indebidamente la potestad
tributaria en la "cláusula comercial", haciendo de dos competencias -que la
Constitución distingue, separa y distribuye de manera propia en cada caso- un solo
bloque de competencia, lo que conduce a conclusiones erradas. Es claro que, si el
impuesto local supone un verdadero gravamen al tráfico territorial o internacional, es
inconstitucional; pero lo es por afectar la libre circulación de las personas o bienes, o
por equivaler a derechos aduaneros (que son exclusivamente federales).

La doctrina precedentemente citada (in re "Transporte Vidal S.A. c/ Provincia de


Mendoza", sentencia de la Corte del 31 de mayo de 1984), fue luego aplicada en una
causa -que cita la demandada de autos en su defensa- en la que el Tribunal declaró
que el impuesto a los ingresos brutos de la Provincia del Chubut, que gravaba la
actividad desarrollada por una agencia marítima (consistente en operar en el estibaje y
desestibaje de buques afectados al transporte interjurisdiccional), no es susceptible de
descalificación constitucional, si bien se admitió que dicha actividad se encuentra
comprendida en el art. 67, inciso 12, (Fallos: 307:374).

Ese pronunciamiento dictado, el 2 de abril de 1985, in re "Agencia Marítima San Blas


S.R.L. c/ Chubut, Provincia del s/ repetición de impuestos", significó apartarse de los
fundamentos que sustentaron las decisiones de Fallos: 188:48 y 114; 278:210 y
282:104, adoptadas por la Corte con anteriores integraciones. Precisamente, en el
último de los precedentes citados, se había resuelto que las tareas de carga, estibaje y
descarga de buques no podían ser gravadas con el impuesto a las actividades
lucrativas establecido por la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires, por
aplicación del art. 67, inc. 12, de la Ley Fundamental.

La nueva inteligencia de la "cláusula comercial" permitió a la Corte afirmar que la


actividad prestada por la actora -vinculada con el comercio marítimo y fluvial,
interprovincial e internacional- "...es una de aquellas que admite que una potestad
legislativa nacional y una provincial puedan ejercerse conjunta y simultáneamente, sin
que de esa circunstancia derive violación de principio o precepto jurídico alguno,
siempre que ambas actúen respetando las limitaciones que la Ley Fundamental les
impone". Por ello, se meritó -para rechazar la impugnación del tributo- que, en el caso,
"...la actora no invocó que el gravamen pagado vulnere una exención contenida en
una norma nacional, o un principio expreso o implícito de un convenio internacional en
el que la Nación sea parte, ni que resulte discriminatorio o que le haya sido exigido
como condición para ejercer su actividad. Tampoco adujo que el tributo encarezca sus
operaciones en grado tal que desaliente la actividad principal, ni que sea producto de
un desborde de los límites territoriales del poder de imposición de la demandada"
(Fallos: 307:374, considerandos 17 y 21).

En el marco interpretativo que vengo describiendo, es mi parecer que se encuentran


fundamentos que conducen al rechazo de la impugnación de índole constitucional que
la accionante dirige, contra el impuesto a los ingresos brutos de la Provincia de
Buenos Aires, con fundamento en que la pretensión tributaria local violaría las
facultades conferidas, al Congreso de la Nación, para la regulación del comercio
interjurisdiccional, marítimo y fluvial. Una inteligencia tan lata de los alcances del inc.
12, del art. 67, de la Constitución Nacional, "implicaría la abdicación total del poder
tributario provincial sobre aquellas actividades", lo que no puede razonablemente
afirmarse que estuviera en el ánimo de los Constituyentes de 1853 (cf. considerandos
13° y 15°, del precedente citado en el párrafo anterior).

-XII-

No obstante las razones expuestas en los capítulos precedentes, que me inclinan a


considerar que la pretensión tributaria de la Provincia de Buenos Aires no resulta írrita
en relación con las atribuciones del Gobierno Federal con sustento en los incisos 12,
16, 27 y 28, del artículo 67, de la Constitución Nacional, considero en cambio, que las
circunstancias particulares por las que atraviesa la empresa actora, y la actividad
sobre la que se aplicaría el tributo cuestionado -que han sido materia de prueba en el
sub lite gravitan a favor del acogimiento del agravio de la accionante, por violación de
su derecho de propiedad (art. 17 de la Constitución Nacional), por cuanto el tributo
exigido aparece desproporcionado respecto del hecho imponible y de la capacidad
contributiva de la empresa. Ello así por cuanto:

a) el hecho imponible es la actividad empresaria de la actora, que se circunscribe al


servicio público de remolque-maniobra en el Puerto de Bahía Blanca; "siendo ésta la
única actividad y fuente de ingresos de la firma" (cf. sentencia del Tribunal Fiscal de la
Provincia demandada, que en copia se agregó a fs. 34/42, en especial fs. 40 "in fine" y
40/vta., 1° párrafo;

b) que las tarifas correspondientes al servicio que presta son fijadas por la autoridad
nacional de aplicación (art. 5°, ley 21.892), la que no autoriza que los impuestos
directos sean trasladados al usuario, salvo que la traslación hubiera sido pactada
expresamente entre las entidades involucradas (cf. contestación al oficio librado a la
Subsecretaría de Transportes Marítimos y Fluviales, obrante a fs. 253);

c) que, en la determinación de la tarifa, no se ha tenido en cuenta -en la estructura de


costos ponderada el impuesto a los ingresos brutos provincial, sino el impuesto a las
ganancias y la contribución para el Fondo Nacional de Marina Mercante (cf. sentencia
del Tribunal Fiscal fs. 39 vta. "in fine"/40);

d) que la efectivización del impuesto local configuraría una presión tributaria


extraordinaria que incidiría directamente sobre la rentabilidad de la empresa,
superando su capacidad contributiva, atento los resultados de sus balances (cf.
dictamen contable producido por el perito designado de oficio por el Tribunal Fiscal
provincial, y obrante a fs. 83/87, en especial a fs. 86).

Si bien la dilucidación de este punto remite al análisis de cuestiones de hecho y


prueba ajenas a mi dictamen, no puedo dejar de advertir que, habiendo sido alegado
por la actora que el impuesto que cuestiona es desproporcionado y excede su
capacidad contributiva, de tenerse por probadas las circunstancias aducidas, se habría
configurado el gravamen necesario para que proceda la declaración de
inconstitucionalidad que se pretende en el sub lite.

-XIII-

Por lo expuesto en el capítulo precedente y, con las limitaciones allí señaladas, opino
que procedería declarar inconstitucional el impuesto a los ingresos brutos con que la
Provincia de Buenos Aires gravó la actividad desarrollada por "Satecna Costa Afuera
S.A.", durante los períodos fiscales involucrados en la demanda. Buenos Aires, 14 de
diciembre de 1990. - María Graciela Reiriz.

FALLO DE LA CORTE SUPREMA

Buenos Aires, 30 de septiembre de 1993.

Vistos los autos: "Satecna Costa Afuera S.A. c/ Buenos Aires, Provincia de s/ cláusula
comercial (transporte marítimo)", de los que

Resulta:

1) A fs. 152/178 la firma Satecna Costa Afuera S.A. inicia demanda contra la Provincia
de Buenos Aires a fin de que se declare que durante el período comprendido entre los
meses de enero de 1981 y octubre de 1984 resulta inaplicable el impuesto a los
ingresos brutos a su actividad consistente en la prestación del servicio público de
remolque de maniobra que cumple en el puerto de Bahía Blanca.

Sostiene para ello que la pretensión del Fisco provincial gravita sobre una actividad
propia e inherente de los establecimientos portuarios sujetos por mandato
constitucional a la jurisdicción federal (artículo 67, incisos 9° y 27) sino también porque
viola las atribuciones conferidas al Congreso para la regulación del comercio
interjurisdiccional (artículo 67, incisos 9° y 12, de la Constitución Nacional). La
actividad provincial infringe, asimismo, las leyes nacionales 21.892 y 20.094 lo que
importa el desconocimiento del principio constitucional de supremacía. Por otro lado,
continúa, controvierte lo dispuesto en el artículo 9°, inciso b, segundo párrafo, de la
Ley de Coparticipación Federal.

Expresa que es concesionaria del servicio de remolque maniobra y que está sujeta a
la fijación de tarifas por parte de la autoridad nacional que ejerce, como ya señalara,
jurisdicción legislativa exclusiva sobre el ámbito portuario. En la determinación del
cuadro tarifario que contempla "una razonable rentabilidad del permisionario por la
explotación" (artículo 5°, ley 21.892) no se ha considerado la gravitación del impuesto
que cuestiona en la estructura de costos y toda vez que es tributo indirecto y no es
posible su traslación, se lo convierte en directo y por lo tanto, debe ser soportado por
la explotadora del servicio. El efecto consiguiente -agrega- es la doble imposición a
que está sometida toda vez que en el orden nacional tributa el impuesto a las
ganancias de manera que se contraviene lo dispuesto en la ley de coparticipación.
Destaca asimismo que soporta otros impuestos indirectos como los previstos en las
leyes 19.870 y 20.452 y la contribución al Fondo Nacional de la Marina Mercante lo
que evidencia una extraordinaria presión tributaria que gravita sobre la rentabilidad de
la empresa tal como lo pone de manifiesto el informe del perito contador de oficio en
las actuaciones seguidas ante el Tribunal Fiscal.

Invoca a su favor la sentencia dictada por esta Corte en el juicio seguido por
Aerolíneas Argentinas contra la demandada (Fallos: 308:2153) y destaca
circunstancias que se presentan en este caso que justifican aun mas su reclamo. Entre
ellas, que la actitud fiscal no solo contraviene lo dispuesto en el inciso 12 del artículo
67 de la Constitución Nacional sino lo consagrado en el inciso 27, que además de ser
ilegal a la luz de la ley de coparticipación, resulta desproporcionado en relación a la
capacidad contributiva de la actora y lesiona la garantía del artículo 17 de la
Constitución Nacional. A la vez justifica la competencia originaria del Tribunal
señalando el agotamiento de la instancia administrativa y sostiene la inaplicabilidad de
la regla solve et repete a una acción declarativa como la que propone. Realiza, por
último, otras consideraciones que tratan de poner de relieve la interferencia que la
pretensión fiscal supone respecto de los fines de utilidad nacional que asumen los
establecimientos portuarios.

II) A fs. 213/218 contesta la Provincia de Buenos Aires. En primer lugar, reivindica la
potestad impositiva de las provincias y menciona jurisprudencia de la Corte que se
refiere específicamente a los alcances de los poderes tributarios locales en materia de
comercio interjurisdiccional y en los establecimientos de utilidad nacional.

Menciona las disposiciones de la ley 22.016 y niega que medie en el caso doble
imposición. Por último, puntualiza que pretender que la facultad impositiva provincial
dependa del funcionario nacional encargado de confeccionar las tarifas significa
enervar competencias institucionales que vienen impuestas por la Constitución
Nacional.

Considerando:
1°) Que la presente causa es de la competencia originaria de esta Corte (artículos 100
y 101 de la Constitución Nacional).

2°) Que la actora funda su pretensión en la inconstitucionalidad del impuesto a los


ingresos brutos por resultar violatorio de los incisos 9°, 12 y 27, del art. 67 de la
Constitución Nacional y porque su aplicación viola la garantía del artículo 17 de la Ley
Fundamental. A la par, plantea su ilegalidad por contrariar el principio del régimen de
coparticipación federal en cuanto éste veda la doble imposición.

3°) Que nada obsta a que el Tribunal entienda íntegramente en las cuestiones
suscitadas tal como lo decidió ante una situación análoga en el precedente citado
(Fallos: 308:2153) y con su actual composición, en la causa: D.279.XXI. "Dirección
Provincial de Rentas de la Provincia de Santa Cruz c/ Yacimientos Petrolíferos
Fiscales s/ ejecución fiscal", sentencia del 17 de diciembre de 1991.

4°) Que esta Corte declaró en el caso publicado en Fallos: 306:516 que la disposición
contenida en el artículo 67, inciso 12, de la Constitución Nacional no invalida de modo
absoluto los tributos locales sobre el comercio interprovincial, pero sí preserva esa
actividad de aquellos que encarezcan su desenvolvimiento, dificultando su ejercicio y
más específicamente en Fallos: 307:374 admitió que la potestad impositiva provincial
no se inhibía, sin más, frente a actividades vinculadas con el comercio marítimo y
fluvial interprovincial o internacional.

5°) Que igualmente, precisó los alcances de esa facultad con relación a los supuestos
contemplados en el inciso 27 del artículo 67 de la Constitución Nacional (Fallos:
305:1381; 306:1883 y en la causa citada D.279.XXI. "Dirección Provincial de Rentas
de la Provincia de Santa Cruz c/ Yacimientos Petrolíferos Fiscales s/ ejecución fiscal").

6°) Que no obstante, la pretensión de la actora debe ser acogida a la luz de la doctrina
de Fallos: 308:2153, reiterada en la causa: L.338.XXI. "La Plata Remolques S.A. c/
Buenos Aires, Provincia de s/ repetición", fallada en la fecha, donde se consideró
situación similar respecto a una empresa prestataria de idéntico servicio.

En efecto, ha quedado acreditado que las tarifas pertinentes son fijadas por la
autoridad nacional (artículo 5°, ley 21.892), que en su determinación no se tuvo en
cuenta, entre los elementos del costo, al impuesto a los ingresos brutos provincial (ver
fs. 265/269, peritaje contable y sentencia del Tribunal Fiscal de fs. 378/387 en el
expediente administrativo N° 2306-47333/84 agregado por cuerda), y que la actora es
contribuyente, en el orden nacional, del impuesto a las ganancias (fs. 264), lo que
torna aplicable lo decidido en los precedentes indicados, a cuyos fundamentos cabe
remitir en razón de brevedad.

Por ello, y lo dictaminado por la señora Procuradora Fiscal se decide: Hacer lugar a la
demanda y declarar la improcedencia de la pretensión fiscal de la demandada. Con
costas. Notifíquese, devuélvase el expediente administrativo y, oportunamente,
archívese. - Antonio Boggiano (en disidencia). - Rodolfo C. Barra. - Carlos S. Fayt (en
disidencia). - Augusto César Belluscio (en disidencia). - Enrique Santiago Petracchi. -
Ricardo Levene (h.) (en disidencia). - Mariano Augusto Cavagna Martínez. - Julio S.
Nazareno. - Eduardo Moliné O"Connor.

DISIDENCIA DEL SEÑOR PRESIDENTE DOCTOR DON ANTONIO BOGGIANO Y DE


LOS SEÑORES MINISTROS DOCTORES DON CARLOS S. FAYT Y DON RICARDO
LEVENE (H)

Resulta:

I) A fs. 152/178 la firma Satecna Costa Afuera S.A. promueve demanda contra la
Provincia de Buenos Aires a fin de que se declare la improcedencia de la intimación
efectuada por las autoridades fiscales provinciales a efectos de que la actora abone
-con relación a los períodos comprendidos entre enero de 1981 y octubre de 1984- el
impuesto sobre los ingresos brutos respecto de su actividad prestataria del servicio
público de remolque-maniobra en el puerto de Bahía Blanca.

Funda la procedencia de la vía deducida en la índole eminentemente federal de la


controversia, habida cuenta de la incidencia, que califica de indebida, del Fisco
provincial en una actividad propia de un establecimiento portuario sujeto a la
jurisdicción exclusiva de la autoridad nacional (art. 67, incisos 9° y 27, de la
Constitución Nacional), como así también de la violación de las atribuciones conferidas
al Poder Legislativo de la Nación para la regulación del comercio interjurisdiccional,
marítimo y fluvial (art. 67, incisos 9° y 12, de la Ley Fundamental). Aduce que las
cuestiones planteadas exceden las atribuciones propias de la Comisión Federal de
Impuestos creada por el art. 11, inciso d, de la ley-convenio de coparticipación federal
(ley 20.221), dado que ese organismo carece de competencia para conocer en
cuestionamientos de inconstitucionalidad como el planteado en autos.

En cuanto al fondo, critica por inconstitucional e ilegítima la pretensión impositiva


provincial, pues: a) entra en colisión con las facultades de la Nación relativas a una
actividad de interés nacional desarrollada en jurisdicción federal respecto de la cual el
Estado Nacional tiene la intención de ejercer una autoridad excluyente; incurre, por
tanto, en violación de los artículos 67, incisos 12 y 17, y 108 de la Constitución
Nacional; b) lesiona el principio de proporcionalidad tributaria pues menoscaba la
capacidad económico-financiera de la prestataria del servicio mediante una excesiva
presión que infringe el principio contenido en el art. 5° de la ley nacional 21.892 -en
cuanto resguarda una razonable rentabilidad en el permisionario- e implica un
desconocimiento al orden de prelación consagrado en el art. 31 de la Constitución
Nacional; c) contraría la prohibición de la doble imposición, principio básico plasmado
en el párrafo segundo, inciso b, del art. 9° de la ley 20.221 (texto según la ley 22.006),
en atención a que la imposibilidad de trasladar a las tarifas el impuesto provincial
sobre los ingresos brutos, desnaturaliza el carácter "indirecto" del tributo y obsta a su
encuadramiento en la previsión del art. 9°, inciso b, párrafo cuarto, de la citada norma.

La demandante invoca a su favor el precedente de Fallos: 308:2153 y destaca las


circunstancias particulares del presente que justificarían de modo aun más evidente la
razón de su reclamo.

II) A fs. 195 esta Corte declaró formalmente procedente la acción meramente
declarativa interpuesta por concurrir en la causa los requisitos que conocida
jurisprudencia del Tribunal exige al respecto.

III) A fs. 213/218 se presenta la Fiscalía de Estado de la Provincia de Buenos Aires y


contesta la demanda, cuyo rechazo solicita. En lo esencial niega las restricciones a la
facultad impositiva provincial que la actora infiere de los preceptos constitucionales y
de las leyes nacionales invocadas, y argumenta sobre la compatibilidad entre su
pretensión de percibir el impuesto sobre los ingresos brutos y las facultades conferidas
al Congreso de la Nación para la regulación del comercio interjurisdiccional, marítimo y
fluvial.

Niega que el impuesto a las ganancias y el impuesto sobre los ingresos brutos afecten
al contribuyente respecto de un mismo hecho imponible y destaca que la imposibilidad
de trasladar el gravamen local a las tarifas obedece a una imprevisión de la autoridad
de aplicación y de la actora que no puede conducir a un cercenamiento de las
facultades impositivas del Fisco provincial.

Considerando:

1°) Que esta causa es de la competencia originaria de la Corte Suprema (arts. 100 y
101 de la Constitución Nacional).

2°) Que nada obsta en las circunstancias del caso al tratamiento íntegro de los
planteos de la actora pues, sin perjuicio de las facultades atribuidas a la Comisión
Federal de Impuestos por el art. 15 de la ley 20.221 y al criterio adoptado por el
Tribunal en Fallos: 303:2069, considerandos 5°, 6° y 7° y en el auto interlocutorio del
27 de septiembre de 1984 en la causa: A.628.XVIII. "Austral Líneas Aéreas S.A. c/
Mendoza, Provincia de s/ repetición", en el sub judice la demanda declarativa tiene
sustento principal en la incompatibilidad de la pretensión impositiva provincial con los
preceptos constitucionales. Además, tal solución es la que mejor satisface indudables
razones de economía procesal vinculadas con la pronta terminación del proceso y con
la claridad de las obligaciones tributarias de una empresa prestataria de servicios
públicos.

3°) Que, en cuanto al fondo del asunto, las cuestiones a resolver en el presente litigio
son sustancialmente análogas a las tratadas en la causa: L.338.XXI. "La Plata
Remolques S.A. c/ Buenos Aires, Provincia de s/ repetición" fallada en la fecha, a
cuyos fundamentos cabe remitir en razón de brevedad.

4°) Que, asimismo, no puede invocarse la exclusión de la potestad tributaria local con
fundamento en el inc. 27 del art. 67 de la Constitución Nacional pues la legislación
propia del Congreso Federal en los lugares adquiridos en las provincias para
establecimientos de utilidad nacional, no autoriza a concluir que se pretende
federalizar esos territorios en medida tal que la Nación atraiga toda potestad de
manera exclusiva y excluyente; la supresión de la jurisdicción provincial debe limitarse
a los casos en que su ejercicio interfiera con la satisfacción del propósito de interés
público que requiere el establecimiento (Fallos: 305:215).

5°) Que, por lo demás, ante la ausencia de voluntad expresa, o razonablemente


implícita del Congreso, de hacer uso de las atribuciones exclusivas que le autoriza a
dictar el art. 67, inc. 27, de la Constitución Nacional, corresponde concluir que las
facultades del Gobierno Federal y los estados provinciales pueden ejercerse en forma
conjunta y simultánea sobre un mismo objeto o una misma materia, sin que de ello se
derive violación de principio o precepto jurídico alguno.

Por ello, y oída la señora Procuradora Fiscal, se rechaza la demanda interpuesta.


Costas por su orden en atención a la existencia de precedentes que pudieron inducir a
la actora a creerse con derecho a demandar (art. 68, segunda parte, del Código
Procesal Civil y Comercial de la Nación). Notifíquese, devuélvase el expediente
administrativo, y, oportunamente, archívese. - Antonio Boggiano. - Carlos S. Fayt. -
Ricardo Levene (h.).

DISIDENCIA DEL SEÑOR MINISTRO DOCTOR DON AUGUSTO CESAR


BELLUSCIO
Resulta:

I) A fs. 152/178 la firma Satecna Costa Afuera S.A. promueve demanda contra la
Provincia de Buenos Aires a fin de que se declare la improcedencia de la intimación
efectuada por las autoridades fiscales provinciales a efectos de que la actora abone
-con relación a los períodos comprendidos entre enero de 1981 y octubre de 1984- el
impuesto sobre los ingresos brutos respecto de su actividad como prestataria del
servicio público de remolque maniobra en el puerto de Bahía Blanca.

Funda la procedencia de la vía deducida en la índole eminentemente federal de la


controversia, habida cuenta de la incidencia que califica de indebida del Fisco
provincial en una actividad propia de un establecimiento portuario sujeto a la
jurisdicción exclusiva de la autoridad nacional (art. 67, incisos 9° y 27, de la
Constitución Nacional), como así también de la violación de las atribuciones conferidas
al Poder Legislativo de la Nación para la regulación del comercio interjurisdiccional,
marítimo y fluvial (art. 67, incisos 9° y 12, de la Ley Fundamental). Aduce que las
cuestiones planteadas exceden las atribuciones propias de la Comisión Federal de
Impuestos creada por el art. 11, inciso d, de la ley-convenio de coparticipación federal
(ley 20.221), dado que ese organismo carece de competencia para conocer en
cuestionamientos de inconstitucionalidad como el planteado en autos.

En cuanto al fondo, critica por inconstitucional e ilegítima la pretensión impositiva


provincial, pues: a) entra en colisión con las facultades de la Nación relativas a una
actividad de interés nacional desarrollada en jurisdicción federal respecto de la cual el
Estado Nacional tiene la intención de ejercer una autoridad excluyente; incurre, por
tanto, en violación de los artículos 67, incisos 12 y 17, y 108 de la Constitución
Nacional; b) lesiona el principio de proporcionalidad tributaria pues menoscaba la
capacidad económico-financiera de la prestataria del servicio mediante una excesiva
presión que infringe el principio contenido en el art. 5° de la ley nacional 21.892 -en
cuanto resguarda una razonable rentabilidad en el permisionario- e implica un
desconocimiento al orden de prelación consagrado en el art. 31 de la Constitución
Nacional; c) contraría la prohibición de la doble imposición, principio básico plasmado
en el párrafo segundo, inciso b, del art. 9° de la ley 20.221 (texto según la ley 22.006),
en atención a que la imposibilidad de trasladar a las tarifas el impuesto provincial
sobre los ingresos brutos, desnaturaliza el carácter "indirecto" del tributo y obsta a su
encuadramiento en la previsión del art. 9°, inciso b, párrafo cuarto, de la citada norma.
La demandante invoca a su favor el precedente de Fallos: 308:2153 y destaca las
circunstancias particulares del presente que justificarían de modo aun mas evidente la
razón de su reclamo.

II) A fs. 195 esta Corte declaró formalmente procedente la acción meramente
declarativa interpuesta por concurrir en la causa los requisitos que conocida
jurisprudencia del Tribunal exige al respecto.

III) A fs. 213/218 se presenta la Fiscalía de Estado de la Provincia de Buenos Aires y


contesta la demanda, cuyo rechazo solicita. En lo esencial niega las restricciones a la
facultad impositiva provincial que la actora infiere de los preceptos constitucionales y
de las leyes nacionales invocadas, y argumenta sobre la compatibilidad entre su
pretensión de percibir el impuesto sobre los ingresos brutos y las facultades conferidas
al Congreso de la Nación para la regulación del comercio interjurisdiccional, marítimo y
fluvial.

Niega que el impuesto a las ganancias y el impuesto sobre los ingresos brutos afecten
al contribuyente respecto de un mismo hecho imponible y destaca que la imposibilidad
de trasladar el gravamen local a las tarifas obedece a una imprevisión de la autoridad
de aplicación y de la actora que no puede conducir a un cercenamiento de las
facultades impositivas del Fisco provincial.

Considerando:

1°) Que esta causa es de la competencia originaria de la Corte Suprema (arts. 100 y
101 de la Constitución Nacional).

2°) Que nada obsta en las circunstancias del caso al tratamiento íntegro de los
planteos de la actora pues, sin perjuicio de las facultades atribuidas a la Comisión
Federal de Impuestos por el art. 15 de la ley 20.221 y al criterio adoptado por el
Tribunal en Fallos: 303:2069, considerandos 5°, 6° y 7°, y en el auto interlocutorio del
27 de septiembre de 1984 en la causa: A.628.XVIII "Austral Líneas Aéreas S.A. c/
Mendoza, Provincia de s/ repeticion", en el sub judice la demanda declarativa tiene
sustento principal en la incompatibilidad de la pretensión impositiva provincial con los
preceptos constitucionales. Además, tal solución es la que mejor satisface indudables
razones de economía procesal vinculadas con la pronta terminación del proceso y con
la claridad de las obligaciones tributarias de una empresa prestataria de servicios
públicos.

3°) Que esta Corte ha decidido que la Constitución Nacional no confiere al gobierno
federal la potestad exclusiva de imposición sobre todas las actividades susceptibles de
considerarse alcanzadas por la facultad del art. 67, inc. 12, (Fallos: 307:374
considerando 13), sino que la interpretación del alcance de tal precepto ha de tender al
desenvolvimiento armonioso de las autoridades federales y locales, de modo de lograr
un razonable equilibrio con relación a otro principio que es el que resguarda la facultad
de las provincias de crear impuestos sobre las actividades ejercidas dentro de ellas y
sobre los bienes que forman parte de la riqueza que se halla dentro de sus fronteras
(Fallos: 306:516, considerando 5).

Ello significa que, sin perjuicio de que la potestad impositiva de las provincias debe
ceder frente a aquellos privilegios que el Gobierno Nacional otorgue en ejercicio de
sus atribuciones (arts. 31 y 67, incisos 16 y 27, de la Constitución Nacional), cuando
no existe la voluntad expresa o razonablemente implícita del Congreso de hacer uso
de tales facultades, corresponde admitir que una potestad legislativa nacional y una
provincial puedan ejercerse conjunta y simultáneamente, sin que de esa circunstancia
derive violación de principio o precepto jurídico alguno, siempre que ambas actúen
respetando las limitaciones que la Constitución Nacional les impone (Fallos: 306:516,
considerando 9°; 307:374, considerando 17). En tales condiciones, es improcedente la
descalificación constitucional que pretende la actora fundada en una suerte de
inmunidad de la actividad que realiza frente al poder de imposición de la demandada.

4°) Que tampoco es admisible la impugnación que se sustenta en la violación del art.
31 de la Constitución Nacional en cuanto declara la supremacía de las leyes que dicta
el Congreso, pues no existe relación directa entre el acto de la autoridad local y la
transgresión al principio de la "razonable rentabilidad del permisionario" contenido en
el art. 5° de la ley 21.892. Este último es un criterio dependiente de la relación entre
costos y tarifas correspondiente al servicio público de que se trata, cuya regulación es
materia completamente ajena al ámbito de competencia de la demandada.

5°) Que si bien se ha demostrado que en la determinación de las tarifas por parte de la
autoridad nacional competente (art. 5° de la ley 21.892) no se tuvo en cuenta, como
elemento del costo, al impuesto sobre los ingresos brutos provincial (fs. 361 del
expedients administrativo N° 2306-47333/84 agregado por cuerda), tal circunstancia
no transforma la naturaleza del impuesto ni determina su exclusión del supuesto
contemplado en el art. 9°, inciso b, párrafo cuarto, de la ley 20.221 (texto según la ley
22.006), ni significa que la demandada, al reclamar el tributo local, interfiera en la
actividad de la prestataria del servicio al extremo de obstaculizar la satisfacción de la
finalidad de utilidad nacional.
6°) Que, en efecto, la falta de previsión de la autoridad competente al fijar las tarifas
del servicio de remolque maniobra en los puertos de jurisdicción nacional sin tomar en
cuenta la incidencia del tributo local, así como la propia actitud de la actora, que se
consideró exenta de tal obligación y asumió compromisos que entrañan la afectación
de su capacidad económico-financiera, no pueden justificar un cercenamiento a las
facultades impositivas del fisco local. Máxime cuando no se ha demostrado que su
pretensión sea confiscatoria.

Por ello, y oída la señora Procuradora Fiscal, se rechaza la demanda interpuesta.


Costas por su orden en atención al sustento que da a la pretensión actora el
precedente de Fallos: 308:2153 (art. 68, segunda parte, del Código Procesal Civil y
Comercial de la Nación). Notifíquese, devuélvase el expediente administrativo y
oportunamente, archívese. - Augusto César Belluscio.

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