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30/09/1993
Fecha: 30/09/1993
Publicado en:
Suprema Corte:
-I-
A fs. 152/178, "Satecna Costa Afuera S.A.", por medio de apoderado, promovió
demanda originaria contra la Provincia de Buenos Aires para que se declare que,
durante los períodos comprendidos entre enero de 1981 y octubre de 1984, no puede
aplicársele el impuesto de los Ingresos Brutos a su actividad como prestataria del
servicio público de remolque de maniobra en el Puerto de Bahía Blanca.
Relató que la empresa, constituida en la ciudad de Buenos Aires donde tiene su sede
social ha prestado el servicio de remolque de maniobra en el Puerto de Bahía Blanca,
conforme a la concesión otorgada por el Gobierno de la Nación en el proceso de
privatización de la Empresa Flota Fluvial del Estado Argentino dispuesta por la ley
22.385, en el marco de la ley 22.177.
Por otra parte, adujo que la actora tributa al Fisco Nacional el impuesto directo a las
ganancias, que es coparticipable, por lo que la aplicación del gravamen provincial no
trasladable configuraría el supuesto de doble imposición, expresamente prohibido por
el art. 9°, inc. "b", párrafo segundo, de la Ley de Coparticipación Federal.
b) si bien en ambas causas se invoca la ilegalidad del impuesto a los ingresos brutos,
por contrariar la prohibición del art. 9°, inciso "b", párrafo 2°, de la Ley de
Coparticipación Federal, ahora se agrega la desproporción del tributo en relación con
la capacidad contributiva de la actora, que implica la conculcación de la garantía de la
propiedad privada (art. 17 C.N.).
d) mientras que en el caso "Aerolíneas" la acción ejercida era una repetición, aquí se
demanda una declaración de improcedencia de la pretensión fiscal bonaerense; antes
de haberse ingresado el impuesto.
-II-
-III-
Negó quo las provincias argentinas hubieran delegado sus facultades impositivas, en
las materias en que solo delegaron las atribuciones ordenatorias. En lo que respecta
específicamente a los alcances de los poderes tributarios locales en materia de
corrercio interprovincial o internacional, luego de reseñar la evolución de la
jurisprudencia de la Corte, dijo la accionada que "la Constitución Nacional no confiere
al Gobierno Federal la potestad exclusiva de imposición sobre todas las actividades
susceptibles de ser alcanzadas por la facultad del art. 67, inciso 12, sino que
únicamente le otorga la facultad de exigir derechos de importación y exportación" y
que los arts. 9, 10, 11, 12, 67, inc. 12 y 108 de la Ley Fundamental no fueron
concebidos para invalidar absolutamente todos los tributos locales que recaen sobre el
comercio interjurisdiccional.
Agregó que la resolución del caso de autos requiere abrir juicio sobre la convergencia
de dos principios: el de la competencia federal exclusiva para reglar el comercio
marítimo y terrestre con las naciones extranjeras (art. 67, inc. 12, C.N.), por una parte;
y, por la otra, el de la atribución de las Provincias para establecer libremente
impuestos sobre las actividades ejercidas dentro de sus territorios y sobre los casos
que forman parte de la riqueza general, así como determinar los medios de
distribución sin otras limitaciones que las que resulten de la Constitución Nacional.
Recordó que la ley 22.016 suprimió las exenciones subjetivas que, en materia de
impuestos, beneficiaban a las empresas y sociedades del Estado Nacional -entre ellas,
la Flota Fluvial del Estado Arventino-, las que a partir de su sanción quedaron sujetas a
la potestad tributaria provincial.
Como consecuencias y, dado que la actora afirma que resultó concesionaria del
servicio de remolques por la privatización de la Flota Fluvial, se concluye -a su
entender- que no puede invocar mayores derechos que la empresa estatal, conforme
al principio jurídico de que no se pueden transferir mejores derechos que los que se
poseen (art. 3270, Código Civil).
Por último, aseguró que pretender que la facultad impositiva provincial dependa del
funcionario nacional encargado de confeccionar las tarifas, es atribuirle la posibilidad
de enervar las competencias constitucionales de los Estados locales, según incluya o
no la incidencia de tales gravámenes en la tarifa; e incluso, otorgársela al propio
contribuyente, que es quien confecciona su propia estructura de costos.
-IV-
-V-
a) Los incisos 9° y 27, del art. 67, por afectarse una actividad propia e inherente del
establecimiento portuario, sujeto a jurisdicción exclusiva federal;
b) El inciso 12, del mismo art. 67, por violar las atribuciones conferidas, al Congreso de
la Nación, para la regulación del comercio interjurisdiccional, marítimo y fluvial;
c) El art. 17, que garantiza la propiedad privada, por cuanto el tributo exigido es
desproporcionado respecto del hecho imponible y de la capacidad contributiva de la
empresa. A esa situación se arriba -a su entender- porque el hecho imponible es la
actividad empresaria que se circunscribe al servicio público de remolque -maniobra en
el Puerto de Bahía Blanca-. Así, el único "ingreso bruto" percibido -núcleo positivo de
la base imponible- es la tarifa que cobra como retribución del servicio, la que es fijada
por el Estado Nacional, en ejercicio de su poder de regulación exclusiva de la actividad
de "comercio interjurisdiccional", prestada en un establecimiento de utilidad nacional
(puerto). Para la determinación de la tarifa, no se ha tenido en cuenta -en la estructura
de costos ponderada- el impuesto a los ingresos brutos provincial, sino el impuesto
nacional a las ganancias y la contribución para el Fondo Nacional de Marina Mercante;
por lo cual el gravamen local no podría ser trasladado, desnaturalizándose su carácter
indirecto.
Pero, asimismo, por esta última razón, la actora agrega un planteo con apoyo en la
Ley de Coparticipación Federal (texto según ley 22.006), sosteniendo que el tributo
cuestionado viola el art. 9°, inciso "b", segundo párrafo, de la norma legal citada, sin
que se verifiquen los supuestos de exclusión previstos por su cuarto párrafo.
-VI-
Sin embargo, un nuevo examen de la cuestión sometida a dictamen en el sub lite, así
como el criterio que, en concordancia con lo resuelto por V.E. en Fallos: 303:2069,
sostuve en los dictámenes que emití en las causas T.21. L.XXII. "Transporte
Automotores Chevalier S.A. c/ Resolución N° 21..."; D.279. L.XXII. "Dirección
Provincial de Rentas de la Provincia de Santa Cruz c/ YPF s/ ejecución fiscal" y la
antes citada A.576. L.XXII. "Austral Líneas Aéreas c/ Mendoza, Provincia de y otros s/
inconstitucionalidad", el 29 de diciembre de 1989, el 8 de febrero de 1990 y el 21 de
noviembre de 1990, respectivamente, me inclinan a separarme de las soluciones
propiciadas por este Ministerio Público en L.338. L.XXI y L.118, L.XXII. causas en las
cuales no ha recaído aún pronunciamiento de V.E.
En consecuencia, opino que corresponde que V.E. se declare incompetente sin que
encuentre obstáculo, la solución que aconsejo, en el principio de que incumbe
exclusivamente a los tribunales de justicia declarar la inconstitucionalidad de las leyes,
como así también anular actos dictados en su consecuencia (confr. B.26.L.XXI,
"Bruno, Raúl Osvaldo s/ amparo", resuelta el 12 de abril de 1988, entre muchos otros),
cuando como en el sub examine se plantea, a la vez la ilegalidad del tributo que se
cuestiona.
Estimo que tal argumento debe ser desechado, por aplicación del criterio que V.E.
sentó en Fallos; 298:511, in re "Provincia de Mendoza c/ Nación Argentina"; criterio
que -como ya recordé en el dictamen varias veces indicado supra (en A.576. L.XXII)-
coincide con la doctrina del "factor de argumento exclusivo" de la jurisprudencia
norteamericana, y que el Justice Burger, siendo presidente del Tribunal Supremo, al
votar en disidencia en el caso "Moore v. City of Each Cleveland, Ohio" (431 U.S. 494-
1977) explicitó, al sostener que no es necesario pronunciarse acerca de la
inconstitucionalidad de una ley o reglamento cuando el caso puede ser resuelto
satisfactoriamente con otros argumentos. Porque, de lo contrario, se obligaría al
tribunal judicial a pronunciarse sobre el planteo de inconstitucionalidad cuando la
solución podría encontrarse en otros motivos -también alegados por la accionante- que
tornarían inoficioso aquél.
El derecho invocado por la actora es así un derecho sujeto a los límites fijados por el
propio régimen convencional de coparticipación impositiva y debe hacerse valer ante
el organismo específico del sistema, donde puede obtener satisfacción su pretensión
declarativa, con un alcance que trasciende incluso a las partes y beneficia a todos los
contribuyentes comprendidos en la hipótesis contemplada por la decisión.
-VII-
-VIII-
Cabe señalar, de modo liminar, que la norma constitucional recien citada ha originado
importantes cambios jurisprudenciales a través del tiempo y que V.E., en los últimos
años, ha precisado su criterio acerca del conflicto entre el poder impositivo provincial y
los poderes ejercidos por el Gobierno Federal con el propósito de satisfacer la utilidad
nacional, desechando la latitud interpretativa expuesta -en anteriores composiciones
del Tribunal- con relación a los alcances de la "legislación exclusiva" del Congreso de
la Nación (Fallos: 306:1883; 307:1268; 308:647, entre otros).
Esta doctrina fue reiterada en Fallos: 168:96, en juicio seguido entre las mismas
partes, oportunidad en que el Tribunal expresó asimismo: "...el concepto con que ha
sido empleada, por los constituyentes, la palabra establecimiento, se desprende del
propio inciso 27, que los equipara a las fortalezas, arsenales o almacenes, es decir, a
fundaciones que son de utilidad pública. Sostener que un puerto no es un
establecimiento de utilidad nacional, es desconocer el espíritu de la disposición citada
y aun el funcionamiento benéfico para todo el país de las actividades portuarias, y de
los servicios anexos que le son necesarios".
En una segunda etapa, la Corte recortó los alcances anteriormente atribuidos al inciso
27, del art. 67, fundando su interpretación constitucional sobre nuevas bases. Ya no
basta con que el Gobierno Federal erija el establecimiento de utilidad nacional para
que se opere el traspaso absoluto de jurisdicción, sino que compete al Poder Judicial
examinar la naturaleza y finalidad del establecimiento para determinar el alcance de
los poderes federales frente a los de la provincia en cuyo territorio está situado. Estos
últimos subsisten en toda la medida que aquella naturaleza y finalidad, apreciadas por
la Justicia, lo consienten. Es decir que "...Las facultades legislativas y administrativas
de la provincia en que la obra de utilidad nacional se establece con la adquisición del
lugar indispensable no quedan excluidas de este último, sino en tanto y en cuanto ese
ejercicio interfiera con la realización de la finalidad de la obra nacional y la obste
directa o indirectamente" (Fallos: 201:536; 240:311; 248:824; 259:418; 262:186).
Sin embargo, dentro de esta misma etapa que vengo analizando, corresponde
destacar el cambio que se operó a partir de Fallos: 215:250, pero más precisamente
en Fallos: 259:413, al establecer el Tribunal que corresponde a la legislación nacional,
o a la reglamentación supletoria, determinar el fin nacional a cumplir por el
establecimiento del caso y la forma y medios para satisfacer tal finalidad. Es decir, que
lo que resuelvan el Congreso o el Poder Ejecutivo sobre los alcances de la jurisdicción
nacional (y por implicancia la provincial) es definitivo. Solo en ausencia de esta
regulación federal, cabe a los tribunales entrar a juzgar sobre si los poderes ejercidos
por la provincia son o no compatibles con la naturaleza, fines y propósitos del
establecimiento de utilidad nacional.
Sintetizando las pautas jurisprudenciales de esta segunda etapa, pueden definirse así:
La legislación exclusiva del art. 67, inc. 27, de la Constitución Nacional, excluye las
potestades legislativa, ejecutivo-administrativo y judicial, sólo cuando la provincia ha
otorgado una cesión con desmembración de territorio, que queda así federalizado;
En la misma causa "S.A. Sade C.C.I.F.I.M. c/ Provincia de Santa Cruz", los doctores
Frías y Daireaux votaron en disidencia, considerando que el impuesto provincial no
interfería con los fines tenidos en vista por el establecimiento nacional. El primero de
los nombrados señaló que: "...El ejercicio de los poderes locales, siempre que sean de
su genuina competencia, que no afecten la exención de los instrumentos del gobierno
central, que no violen normas convencionales y legales a los poderes del Congreso
para crear "concesiones temporales de privilegios y recompensas de estímulo" y que,
finalmente, no impidan, condicionen o menoscaben el interés nacional, son en
principio compatibles con la jurisdicción federal que deriva del art. 67, inc. 27, de la
Constitución. Porque es también de interés nacional que las provincias desenvuelvan
con plenitud los servicios territoriales divisibles que constituyen su normal competencia
y que se sustentan de su poder impositivo" (considerando 5° del voto del doctor Frías).
Sin embargo, poco después, en la causa "S.A. Vialco v. Nación Argentina", con una
modificación en su integración, el Tribunal declaró legítimo ejercicio del poder tributario
de la Provincia de Buenos Aires, la aplicación del impuesto de sellos a las órdenes de
compra emitidas por YPF, a favor de la actora, para la construcción de cuatro
estaciones de bombeo en el oleoducto Puerto Rosales -La Plata-, aunque la obra
debía realizarse en un establecimiento de utilidad nacional, el Puerto de La Plata
(Fallos: 301:1122). En el voto mayoritario de los doctores Frías, Daireaux y M. J.
López, se aplicó la teoría de la interferencia, concluyendo que no se daba en la
especie; agregándose que el Gobierno Nacional pudo legítimamente hacer uso de las
facultades legislativas que le otorga el inciso 16, del art. 67 de la Constitución, en
punto a la concesión de algún privilegio de tipo fiscal a favor de los particulares que
tomaran parte en la ejecución de ese tipo de obras, lo cual no se había concretado.
Así, en la causa: "S.A. Vial Hidráulica", contratista de Hierro Patagónico Sierra Grande
S.A. Minera, se declaró constitucional el impuesto a las actividades lucrativas de la
Provincia de Río Negro, en base al examen de las leyes 17.318 y 18.605 y del decreto
5925/67, del que surgía que "...la Nación ha consentido la imposición de los impuestos
locales a la referida sociedad, pues solo previo la posibilidad de que la Dirección
General de Fabricaciones Militares gestionase ante los gobiernos provinciales el
otorgamiento de las exenciones que sí se concedieron en el orden nacional /.../ que
sobre esa base, es lógico deducir que si la sociedad constituida por la Nación para
promover el desarrollo del yacimiento ferrífero no fue exceptuada del pago de los
impuestos locales, tampoco lo hayan sido, las empresas actoras que contrataron con
aquella" (considerandos 4° y 5° de fallos 302:1252).
Para así decidir, dijo la Corte que "...mientras medie decisión del legislador orientada a
determinar los intereses de la Nación, el sometimiento de ciertas empresas al poder
impositivo local no significa violación de cláusula constitucional alguna pues el
impuesto, en tanto "valioso instrumento de regulación económica" (Fallos: 151:359;
243:98; 298:341) se aprecia como medio para satisfacerlos. No es sino, el caso, una
manifestación de la voluntad de la autoridad federal que armoniza la función impositiva
con los propósitos y consiguientes facultades, previstos en los incs. 16 y 27 del art.
67". Y concluyó que "la ley 22.016 ha discernido sobre un instrumento tendiente a
amparar el sobredicho interés sin menoscabo de las potestades previstas en el texto
constitucional y de la distribución de competencias entre las provincias y el gobierno
central que aquel establece" (considerandos ll y 12).
Esta línea interpretativa fue ratificada por la Corte en su integración posterior al
advenimiento del Gobierno "de jure" en 1983, en Fallos: 306:1883, declarando
constitucional el impuesto a las actividades lucrativas de la Provincia de Mendoza,
aplicado a la misma empresa "B. J. Service Argentina", contratista de Y.P.F. Con
remisión a la doctrina de la voluntad del legislador nacional (Fallos: 259:413, cons. 8°;
302:1252 y 305:1381), declaró que "...resulta procedente, como principio, que el
Gobierno Nacional libere a determinadas entidades o actividades del pago de
gravámenes nacionales y locales siempre que lo estime adecuado al mejor
desempeño y funcionamiento de un servicio de la aludida naturaleza, (se refiere a los
de utilidad nacional) o bien, consienta la imposición local a empresas cuyas
actividades contribuyan al logro de tal interés... Tales decisiones importan el ejercicio
de las facultades que el art. 67, incs. 16 y 28, le confieren para promover la
prosperidad y el bienestar general; a la vez que obedecen a que ningún precepto
constitucional acuerda a quienes realizan actividades de ese carácter, una inmunidad
fiscal oponible a la autoridad nacional" (considerando 4°).
Por último afirmó que la voluntad del gobierno federal concretada de la ley 17.319
tiende a armonizar el derecho tributario de las provincias con los propósitos y
consiguientes facultades previstas en los incs.16 y 27, del art. 67.
Cabe destacar, por último, que en Fallos: 308:403, aunque en un tema ajeno al del
reparto de competencias tributarias, el Tribunal aplicó nuevamente el criterio de la
"interferencia", para decidir que la ley 4.114 de la Provincia de Santa Fe, aplicada por
el Consejo de Ingenieros de dicho Estado local, a una actividad cumplida para la
construcción del Centro de Prensa del Ente Autárquico Mundial 78, en Rosario, no
interfiere, con el fin nacional del establecimiento.
-IX-
Así reseñadas las distintas posiciones que la Corte -a través de los años y con
integraciones diversas- ha adoptado respecto de la interpretación de la cláusula
constitucional sub examine, puede advertirse claramente que la clave para el reparto
de competencias entre el Gobierno Federal y el de la Provincia en cuyo territorio se
erige un establecimiento de utilidad nacional, ha sido buscada en la actividad del
Congreso, en orden a la legislación que lo autoriza a dictar el tantas veces citado art.
67, inciso 27.
Es cierto que esa voluntad del legislador operaba, en los primeros pronunciamientos,
para definir el establecimiento de utilidad nacional, ya que su sola caracterización
como tal implicaba el desplazamiento absoluto de las competencias provinciales en
ese ámbito, por imperio de la norma constitucional interpretada con esa latitud (cf.
párrafo "A" del capítulo anterior).
Por ello, -en materia de potestades tributarias- la Corte ha reconocido que compete, al
Gobierno Nacional, como principio, liberar a determinadas entidades o actividades del
pago de gravámenes nacionales y locales, siempre que lo estime adecuado al mejor
desempeño y funcionamiento de un servicio de utilidad nacional, o bien consentir la
imposición local a empresas cuyas actividades contribuyan al logro de tal utilidad.
Tales exenciones subjetivas u objetivas de tributos importan el ejercicio de las
facultades que el art. 67, incisos 16 y 28, le confieren al Congreso para promover la
prosperidad y el bienestar general.
Pero, como también se ha dicho, "la función mas importante de esta Corte consiste en
interpretar la Constitución de modo que el ejercicio de la autoridad nacional y
provincial se desenvuelva armoniosamente, evitando interferencias o roces
susceptibles de acrecentar los poderes del gobierno central en detrimento de las
facultades provinciales y viceversa" (Considerando 6° de Fallos: 306:1883 y sus citas).
He ahí que el Tribunal, en definitiva, haya adoptado un criterio restrictivo respecto del
desplazamiento de las competencias provinciales en los enclaves de jurisdicción
federal, limitado a los supuestos en que la facultad provincial condiciona, menoscaba o
impide el interés nacional. "Los tres efectos censurados, en cuanto disputan, en
diverso grado, su primacía al interés nacional, indican que el ejercicio del poder
provincial es incorrecto" (cf. voto del doctor Pedro J. Frías, en Fallos: 301:1122).
-X-
A su vez, del examen de las cláusulas del Pliego de Licitación Pública N° 4/p-81,
correspondiente a la venta de remolcadores de maniobra para los Puertos de
Campana, La Plata, Bahía Blanca, Quequén y Mar del Plata, acompañado en copias
por la actora (fs. 43 a 67) y de las del boleto de compraventa agregado a fs. 70 a 78,
se desprende claramente que la empresa estatal y la autoridad privatizadora nacional
han considerado innecesaria una plena inmunidad fiscal, como medio destinado a
satisfacer el interés nacional que supone la actividad de que, en la especie, se trata.
Mas aun cuando, como la propia actora alega, se encuentra sujeta al pago del
"gravamen a los servicios auxiliares de la navegación" y del "impuesto a las
ganancias" (cf. Anexos "LL" y "M", fs. 88 a 148), ambos tributos correspondientes a la
jurisdicción nacional a cuya utilidad propende la actividad comercial de la empresa
contribuyente.
Con ello, dejo expresada mi opinión en el sentido de que la ausencia de voluntad
expresa, o razonablemente implícita del Congreso, de hacer uso de las atribuciones
exclusivas que le autoriza a dictar el art. 67, inc. 27, así como la similar actitud de los
organismos específicos del Poder Ejecutivo Nacional que intervinieron en el proceso
de privatización de la Flota Fluvial del Estado Argentino y en el traspaso de los
servicios auxiliares de remolque-maniobra, deja expedita la vía -en principio- para que
la Provincia de Buenos Aires ejercite su potestad impositiva.
-XI-
Esta inteligencia del art. 67, inc. 12, ha significado superar el criterio jurisprudencial
anterior, según el cual el comercio interestadual estaba sustraido totalmente del poder
de imposición provincial, lo que implicaba subsumir indebidamente la potestad
tributaria en la "cláusula comercial", haciendo de dos competencias -que la
Constitución distingue, separa y distribuye de manera propia en cada caso- un solo
bloque de competencia, lo que conduce a conclusiones erradas. Es claro que, si el
impuesto local supone un verdadero gravamen al tráfico territorial o internacional, es
inconstitucional; pero lo es por afectar la libre circulación de las personas o bienes, o
por equivaler a derechos aduaneros (que son exclusivamente federales).
-XII-
b) que las tarifas correspondientes al servicio que presta son fijadas por la autoridad
nacional de aplicación (art. 5°, ley 21.892), la que no autoriza que los impuestos
directos sean trasladados al usuario, salvo que la traslación hubiera sido pactada
expresamente entre las entidades involucradas (cf. contestación al oficio librado a la
Subsecretaría de Transportes Marítimos y Fluviales, obrante a fs. 253);
-XIII-
Por lo expuesto en el capítulo precedente y, con las limitaciones allí señaladas, opino
que procedería declarar inconstitucional el impuesto a los ingresos brutos con que la
Provincia de Buenos Aires gravó la actividad desarrollada por "Satecna Costa Afuera
S.A.", durante los períodos fiscales involucrados en la demanda. Buenos Aires, 14 de
diciembre de 1990. - María Graciela Reiriz.
Vistos los autos: "Satecna Costa Afuera S.A. c/ Buenos Aires, Provincia de s/ cláusula
comercial (transporte marítimo)", de los que
Resulta:
1) A fs. 152/178 la firma Satecna Costa Afuera S.A. inicia demanda contra la Provincia
de Buenos Aires a fin de que se declare que durante el período comprendido entre los
meses de enero de 1981 y octubre de 1984 resulta inaplicable el impuesto a los
ingresos brutos a su actividad consistente en la prestación del servicio público de
remolque de maniobra que cumple en el puerto de Bahía Blanca.
Sostiene para ello que la pretensión del Fisco provincial gravita sobre una actividad
propia e inherente de los establecimientos portuarios sujetos por mandato
constitucional a la jurisdicción federal (artículo 67, incisos 9° y 27) sino también porque
viola las atribuciones conferidas al Congreso para la regulación del comercio
interjurisdiccional (artículo 67, incisos 9° y 12, de la Constitución Nacional). La
actividad provincial infringe, asimismo, las leyes nacionales 21.892 y 20.094 lo que
importa el desconocimiento del principio constitucional de supremacía. Por otro lado,
continúa, controvierte lo dispuesto en el artículo 9°, inciso b, segundo párrafo, de la
Ley de Coparticipación Federal.
Expresa que es concesionaria del servicio de remolque maniobra y que está sujeta a
la fijación de tarifas por parte de la autoridad nacional que ejerce, como ya señalara,
jurisdicción legislativa exclusiva sobre el ámbito portuario. En la determinación del
cuadro tarifario que contempla "una razonable rentabilidad del permisionario por la
explotación" (artículo 5°, ley 21.892) no se ha considerado la gravitación del impuesto
que cuestiona en la estructura de costos y toda vez que es tributo indirecto y no es
posible su traslación, se lo convierte en directo y por lo tanto, debe ser soportado por
la explotadora del servicio. El efecto consiguiente -agrega- es la doble imposición a
que está sometida toda vez que en el orden nacional tributa el impuesto a las
ganancias de manera que se contraviene lo dispuesto en la ley de coparticipación.
Destaca asimismo que soporta otros impuestos indirectos como los previstos en las
leyes 19.870 y 20.452 y la contribución al Fondo Nacional de la Marina Mercante lo
que evidencia una extraordinaria presión tributaria que gravita sobre la rentabilidad de
la empresa tal como lo pone de manifiesto el informe del perito contador de oficio en
las actuaciones seguidas ante el Tribunal Fiscal.
Invoca a su favor la sentencia dictada por esta Corte en el juicio seguido por
Aerolíneas Argentinas contra la demandada (Fallos: 308:2153) y destaca
circunstancias que se presentan en este caso que justifican aun mas su reclamo. Entre
ellas, que la actitud fiscal no solo contraviene lo dispuesto en el inciso 12 del artículo
67 de la Constitución Nacional sino lo consagrado en el inciso 27, que además de ser
ilegal a la luz de la ley de coparticipación, resulta desproporcionado en relación a la
capacidad contributiva de la actora y lesiona la garantía del artículo 17 de la
Constitución Nacional. A la vez justifica la competencia originaria del Tribunal
señalando el agotamiento de la instancia administrativa y sostiene la inaplicabilidad de
la regla solve et repete a una acción declarativa como la que propone. Realiza, por
último, otras consideraciones que tratan de poner de relieve la interferencia que la
pretensión fiscal supone respecto de los fines de utilidad nacional que asumen los
establecimientos portuarios.
II) A fs. 213/218 contesta la Provincia de Buenos Aires. En primer lugar, reivindica la
potestad impositiva de las provincias y menciona jurisprudencia de la Corte que se
refiere específicamente a los alcances de los poderes tributarios locales en materia de
comercio interjurisdiccional y en los establecimientos de utilidad nacional.
Menciona las disposiciones de la ley 22.016 y niega que medie en el caso doble
imposición. Por último, puntualiza que pretender que la facultad impositiva provincial
dependa del funcionario nacional encargado de confeccionar las tarifas significa
enervar competencias institucionales que vienen impuestas por la Constitución
Nacional.
Considerando:
1°) Que la presente causa es de la competencia originaria de esta Corte (artículos 100
y 101 de la Constitución Nacional).
3°) Que nada obsta a que el Tribunal entienda íntegramente en las cuestiones
suscitadas tal como lo decidió ante una situación análoga en el precedente citado
(Fallos: 308:2153) y con su actual composición, en la causa: D.279.XXI. "Dirección
Provincial de Rentas de la Provincia de Santa Cruz c/ Yacimientos Petrolíferos
Fiscales s/ ejecución fiscal", sentencia del 17 de diciembre de 1991.
4°) Que esta Corte declaró en el caso publicado en Fallos: 306:516 que la disposición
contenida en el artículo 67, inciso 12, de la Constitución Nacional no invalida de modo
absoluto los tributos locales sobre el comercio interprovincial, pero sí preserva esa
actividad de aquellos que encarezcan su desenvolvimiento, dificultando su ejercicio y
más específicamente en Fallos: 307:374 admitió que la potestad impositiva provincial
no se inhibía, sin más, frente a actividades vinculadas con el comercio marítimo y
fluvial interprovincial o internacional.
5°) Que igualmente, precisó los alcances de esa facultad con relación a los supuestos
contemplados en el inciso 27 del artículo 67 de la Constitución Nacional (Fallos:
305:1381; 306:1883 y en la causa citada D.279.XXI. "Dirección Provincial de Rentas
de la Provincia de Santa Cruz c/ Yacimientos Petrolíferos Fiscales s/ ejecución fiscal").
6°) Que no obstante, la pretensión de la actora debe ser acogida a la luz de la doctrina
de Fallos: 308:2153, reiterada en la causa: L.338.XXI. "La Plata Remolques S.A. c/
Buenos Aires, Provincia de s/ repetición", fallada en la fecha, donde se consideró
situación similar respecto a una empresa prestataria de idéntico servicio.
En efecto, ha quedado acreditado que las tarifas pertinentes son fijadas por la
autoridad nacional (artículo 5°, ley 21.892), que en su determinación no se tuvo en
cuenta, entre los elementos del costo, al impuesto a los ingresos brutos provincial (ver
fs. 265/269, peritaje contable y sentencia del Tribunal Fiscal de fs. 378/387 en el
expediente administrativo N° 2306-47333/84 agregado por cuerda), y que la actora es
contribuyente, en el orden nacional, del impuesto a las ganancias (fs. 264), lo que
torna aplicable lo decidido en los precedentes indicados, a cuyos fundamentos cabe
remitir en razón de brevedad.
Por ello, y lo dictaminado por la señora Procuradora Fiscal se decide: Hacer lugar a la
demanda y declarar la improcedencia de la pretensión fiscal de la demandada. Con
costas. Notifíquese, devuélvase el expediente administrativo y, oportunamente,
archívese. - Antonio Boggiano (en disidencia). - Rodolfo C. Barra. - Carlos S. Fayt (en
disidencia). - Augusto César Belluscio (en disidencia). - Enrique Santiago Petracchi. -
Ricardo Levene (h.) (en disidencia). - Mariano Augusto Cavagna Martínez. - Julio S.
Nazareno. - Eduardo Moliné O"Connor.
Resulta:
I) A fs. 152/178 la firma Satecna Costa Afuera S.A. promueve demanda contra la
Provincia de Buenos Aires a fin de que se declare la improcedencia de la intimación
efectuada por las autoridades fiscales provinciales a efectos de que la actora abone
-con relación a los períodos comprendidos entre enero de 1981 y octubre de 1984- el
impuesto sobre los ingresos brutos respecto de su actividad prestataria del servicio
público de remolque-maniobra en el puerto de Bahía Blanca.
II) A fs. 195 esta Corte declaró formalmente procedente la acción meramente
declarativa interpuesta por concurrir en la causa los requisitos que conocida
jurisprudencia del Tribunal exige al respecto.
Niega que el impuesto a las ganancias y el impuesto sobre los ingresos brutos afecten
al contribuyente respecto de un mismo hecho imponible y destaca que la imposibilidad
de trasladar el gravamen local a las tarifas obedece a una imprevisión de la autoridad
de aplicación y de la actora que no puede conducir a un cercenamiento de las
facultades impositivas del Fisco provincial.
Considerando:
1°) Que esta causa es de la competencia originaria de la Corte Suprema (arts. 100 y
101 de la Constitución Nacional).
2°) Que nada obsta en las circunstancias del caso al tratamiento íntegro de los
planteos de la actora pues, sin perjuicio de las facultades atribuidas a la Comisión
Federal de Impuestos por el art. 15 de la ley 20.221 y al criterio adoptado por el
Tribunal en Fallos: 303:2069, considerandos 5°, 6° y 7° y en el auto interlocutorio del
27 de septiembre de 1984 en la causa: A.628.XVIII. "Austral Líneas Aéreas S.A. c/
Mendoza, Provincia de s/ repetición", en el sub judice la demanda declarativa tiene
sustento principal en la incompatibilidad de la pretensión impositiva provincial con los
preceptos constitucionales. Además, tal solución es la que mejor satisface indudables
razones de economía procesal vinculadas con la pronta terminación del proceso y con
la claridad de las obligaciones tributarias de una empresa prestataria de servicios
públicos.
3°) Que, en cuanto al fondo del asunto, las cuestiones a resolver en el presente litigio
son sustancialmente análogas a las tratadas en la causa: L.338.XXI. "La Plata
Remolques S.A. c/ Buenos Aires, Provincia de s/ repetición" fallada en la fecha, a
cuyos fundamentos cabe remitir en razón de brevedad.
4°) Que, asimismo, no puede invocarse la exclusión de la potestad tributaria local con
fundamento en el inc. 27 del art. 67 de la Constitución Nacional pues la legislación
propia del Congreso Federal en los lugares adquiridos en las provincias para
establecimientos de utilidad nacional, no autoriza a concluir que se pretende
federalizar esos territorios en medida tal que la Nación atraiga toda potestad de
manera exclusiva y excluyente; la supresión de la jurisdicción provincial debe limitarse
a los casos en que su ejercicio interfiera con la satisfacción del propósito de interés
público que requiere el establecimiento (Fallos: 305:215).
I) A fs. 152/178 la firma Satecna Costa Afuera S.A. promueve demanda contra la
Provincia de Buenos Aires a fin de que se declare la improcedencia de la intimación
efectuada por las autoridades fiscales provinciales a efectos de que la actora abone
-con relación a los períodos comprendidos entre enero de 1981 y octubre de 1984- el
impuesto sobre los ingresos brutos respecto de su actividad como prestataria del
servicio público de remolque maniobra en el puerto de Bahía Blanca.
II) A fs. 195 esta Corte declaró formalmente procedente la acción meramente
declarativa interpuesta por concurrir en la causa los requisitos que conocida
jurisprudencia del Tribunal exige al respecto.
Niega que el impuesto a las ganancias y el impuesto sobre los ingresos brutos afecten
al contribuyente respecto de un mismo hecho imponible y destaca que la imposibilidad
de trasladar el gravamen local a las tarifas obedece a una imprevisión de la autoridad
de aplicación y de la actora que no puede conducir a un cercenamiento de las
facultades impositivas del Fisco provincial.
Considerando:
1°) Que esta causa es de la competencia originaria de la Corte Suprema (arts. 100 y
101 de la Constitución Nacional).
2°) Que nada obsta en las circunstancias del caso al tratamiento íntegro de los
planteos de la actora pues, sin perjuicio de las facultades atribuidas a la Comisión
Federal de Impuestos por el art. 15 de la ley 20.221 y al criterio adoptado por el
Tribunal en Fallos: 303:2069, considerandos 5°, 6° y 7°, y en el auto interlocutorio del
27 de septiembre de 1984 en la causa: A.628.XVIII "Austral Líneas Aéreas S.A. c/
Mendoza, Provincia de s/ repeticion", en el sub judice la demanda declarativa tiene
sustento principal en la incompatibilidad de la pretensión impositiva provincial con los
preceptos constitucionales. Además, tal solución es la que mejor satisface indudables
razones de economía procesal vinculadas con la pronta terminación del proceso y con
la claridad de las obligaciones tributarias de una empresa prestataria de servicios
públicos.
3°) Que esta Corte ha decidido que la Constitución Nacional no confiere al gobierno
federal la potestad exclusiva de imposición sobre todas las actividades susceptibles de
considerarse alcanzadas por la facultad del art. 67, inc. 12, (Fallos: 307:374
considerando 13), sino que la interpretación del alcance de tal precepto ha de tender al
desenvolvimiento armonioso de las autoridades federales y locales, de modo de lograr
un razonable equilibrio con relación a otro principio que es el que resguarda la facultad
de las provincias de crear impuestos sobre las actividades ejercidas dentro de ellas y
sobre los bienes que forman parte de la riqueza que se halla dentro de sus fronteras
(Fallos: 306:516, considerando 5).
Ello significa que, sin perjuicio de que la potestad impositiva de las provincias debe
ceder frente a aquellos privilegios que el Gobierno Nacional otorgue en ejercicio de
sus atribuciones (arts. 31 y 67, incisos 16 y 27, de la Constitución Nacional), cuando
no existe la voluntad expresa o razonablemente implícita del Congreso de hacer uso
de tales facultades, corresponde admitir que una potestad legislativa nacional y una
provincial puedan ejercerse conjunta y simultáneamente, sin que de esa circunstancia
derive violación de principio o precepto jurídico alguno, siempre que ambas actúen
respetando las limitaciones que la Constitución Nacional les impone (Fallos: 306:516,
considerando 9°; 307:374, considerando 17). En tales condiciones, es improcedente la
descalificación constitucional que pretende la actora fundada en una suerte de
inmunidad de la actividad que realiza frente al poder de imposición de la demandada.
4°) Que tampoco es admisible la impugnación que se sustenta en la violación del art.
31 de la Constitución Nacional en cuanto declara la supremacía de las leyes que dicta
el Congreso, pues no existe relación directa entre el acto de la autoridad local y la
transgresión al principio de la "razonable rentabilidad del permisionario" contenido en
el art. 5° de la ley 21.892. Este último es un criterio dependiente de la relación entre
costos y tarifas correspondiente al servicio público de que se trata, cuya regulación es
materia completamente ajena al ámbito de competencia de la demandada.
5°) Que si bien se ha demostrado que en la determinación de las tarifas por parte de la
autoridad nacional competente (art. 5° de la ley 21.892) no se tuvo en cuenta, como
elemento del costo, al impuesto sobre los ingresos brutos provincial (fs. 361 del
expedients administrativo N° 2306-47333/84 agregado por cuerda), tal circunstancia
no transforma la naturaleza del impuesto ni determina su exclusión del supuesto
contemplado en el art. 9°, inciso b, párrafo cuarto, de la ley 20.221 (texto según la ley
22.006), ni significa que la demandada, al reclamar el tributo local, interfiera en la
actividad de la prestataria del servicio al extremo de obstaculizar la satisfacción de la
finalidad de utilidad nacional.
6°) Que, en efecto, la falta de previsión de la autoridad competente al fijar las tarifas
del servicio de remolque maniobra en los puertos de jurisdicción nacional sin tomar en
cuenta la incidencia del tributo local, así como la propia actitud de la actora, que se
consideró exenta de tal obligación y asumió compromisos que entrañan la afectación
de su capacidad económico-financiera, no pueden justificar un cercenamiento a las
facultades impositivas del fisco local. Máxime cuando no se ha demostrado que su
pretensión sea confiscatoria.