¿Qué significa ser adolescente en la actualidad?

Para empezar ¿Qué es la adolescencia? La adolescencia es, en otras

palabras la transformación del infante antes de llegar a la adultez. Se trata de
un cambio de cuerpo y mente, pero no solo acontece en el propio
adolescente, sino que también se conjuga con su entorno.
Cabe destacar que la adolescencia no es lo mismo que la pubertad, que se
inicia a una edad específica a raíz de las modificaciones hormonales. Pero
esto es otro tema.

En esta etapa los adolescentes tienden a identificarse con otros

individuos que reúnen características significativas y es común que adopten
conductas de los grupitos juveniles en los
que se juntan. Sobre todo en esta etapa
de la vida los adolescentes presentan
varios cambios tanto físicos como
cognitivos, porque los jóvenes crecen,
empiezan a pensar diferente, los
adolescentes no piensan igual, todos

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piensan de distinta manera cada quien tiene gustos a algunos les puede
gustar el rock, a otros el pop, a otros la banda, a otros el reggaetón, etc.

Ser adolescente no es fácil requiere mucha responsabilidad y mucha

inteligencia a la hora de tomar decisiones, pues un paso
en falso puede traer consecuencias, pero esta continúa
siendo una etapa del desarrollo llena de cambios y
confusión. La gran diferencia radica en la forma en la que
estamos aprendiendo a lidiar con ello y en la manera en
la que nos podemos orientar para lograr salir fortalecidos
de ellas.

Ser adolescente también implica aprender a conocernos a nosotros

mismos. Para empezar, porque nuestro cuerpo va cambiando desde que
somos niños, para pasar luego a la pubertad, en la cual nos despedimos de
nuestro físico infantil y nos topamos con la realidad de que estamos creciendo
y debemos lidiar con la metamorfosis que esto acarrea, ya que esto afecta
así mismo nuestra parte emocional.

En la adolescencia nos encontramos con el reto de la búsqueda de nuestra

propia identidad, en la que ponemos en práctica las creencias, valores y
demás ideas que nuestro núcleo familiar nos ha enseñado a lo largo de
nuestra vida, pero a la vez, también las
cuestionamos y buscamos otros líderes
y ejemplos a seguir, de acuerdo a lo que
según nosotros es mejor, más buena
onda o más “cool” que nuestros padres.
Los adolescentes buscan pertenecer
todo el tiempo a un grupo, porque

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intentan identificarse con otras personas para sentirse seguros sobre lo que
creen que son, pero tanto es el deseo de pertenecer, que más que desarrollar
la propia identidad, terminan imitando conductas, gustos y creencias que en
realidad no son suyas y que a veces los meten en problemas porque los
llevan por un mal camino.

Todo esta búsqueda de identidad,

se ve también presionada por los adultos
al rededor, porque se supondría que en
esta etapa ya debemos ir pensando,
planeando y visualizando quiénes
seremos cuando lleguemos a la adultez.
Sin embargo, esto es paradójico porque neurológicamente, aún no estamos
maduros para afrontar tal responsabilidad, no estamos listos para planificar
con tanta anticipación lo que haremos de nuestro futuro y menos para estar
seguros de que ello nos hará feliz, aquí es cuando nos encontramos en una
de las crisis vitales más importantes de nuestra corta existencia y
emocionalmente a penas nos estamos preparando para afrontarla, es por eso
que nos resulta tan difícil resolverla y muchos adolescentes se encuentran en
la difícil situación de buscar complacer a los padres, estudiando una carrera,
pero a mitad del camino se pueden dar cuenta de que en realidad eso no es
lo que les llena ni los hace felices, lo cual los hace más vulnerables a
problemas emocionales como ansiedad o depresión, pero que generan
fortaleza si se solucionan adecuadamente. Finalmente la adolescencia es
una etapa muy valiosa que debemos vivir y también disfrutar a pesar de todo,
la necesitamos para seguir adelante y llegar exitosamente a la adultez
porque, citando a Vynet Mirabent: “la adolescencia implica duelos y nuevas
experiencias, miedos pero también expectativas de vida.”