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EN LA RODADA
UN\C:frF/LOSAD!I. 1 DS A s. Alberto Minujin*
UNICEF - Argentina 1

En esta Argentina empobrecida algunos pocos "cayeron para

arriba" mientras que la gran mayoría de la población va cuesta
abajo en la rodada, tratando de frenar y reubicarse con mayor o
menor éxito, y con mayor o menor conciencia de lo que ha pasado
y les ha pasado.
La ubicación final de este proceso, cuyo fin todavía no se vis-
lumbra, dependerá no sólo de cuánto sino también desde dónde
------- se cae. Si bien todos los sectores experimentan una caída del in-
greso y un consecuente deterioro de su nivel de vida, éste no es
un descenso compacto u ordenado, sino un encadenamlento_de
cambios desintegradores
les.---------------- --------- al-- interior de los diversos gruPQs
---- ------------------------------- -- ----socia--
Sin embargo, si bien el empobrecimiento ha sido muy genera-
lizado, no a todos les ha tocado. Es más,-algunos grupos naciona-
les y otros transnacionales se han enriquecido desmedidamente.
Entre las razones cabe mencionar: 1) El problema de la deuda ex-
terna, uno de los condicionamientos centrales sufridos por la eco-
nomía argentina. La convergencia entre un flujo masivo decapita-
les externos y la valorización especulativa de los mismos, centrada

* Este trabajo fue realizado con la participación de Néstor López en el

procesamiento y análisis de la información, y de Gabrtela Lotersztain en la
redacción de la versión definitiva.
1 Las opiniones del autor pueden no reflejar ni total, ni parcialmente
los puntos de vista de la organización a la que pertenece.
16 Cuesta abqjo
en el mercado financiero, se tradujo en una salida de divisas al ex-
terior, en lo que se ha denominado la "fuga de capitales". Poste-
riormente se llevó a cabo la estatización de la deuda externa priva-
da, quedando el pago de ésta en manos de toda la sociedad. 2) Las
transferencias realizadas por el Estado a los grandes grupos eco-
nómicos locales mediante los estímulos fiscales establecidos por
los regrmenes de promoción industrial. 3) La creciente regresivi-
dad de la estructura impositiva. 4) La concentración de los gastos
del Estado en un reducido grupo de contratistas fue uno de los
factores que contribuyó a la expansión de 30 o 40 grupos econó-
micos, un conjunto de empresas extranjeras y un pequeño núme-
ro de acredores externos.
Polarización y heterogeneidad, procesos aparentemente con-
trapuestos, constituyen los signos de esta etapa. Más más ricos,
más más pobres y dispersión de los sectores medios. Los "pobres
~~!!Ucturales", que llevan C()_n~_i_g()_una_ hi~!~ria de pobreza, pr()-
f1:1n~izan-sUscarencias; los sectores medios en 8.1:!__.!!!~oría se
hundeny un-pequeño grupo ocupa una posición aún máS_p_!:!Vil~­
giada:--reve}áJido de un modo incontrastable la miserlaque azota a
IOssecfüfes de menores recursos. - ·· · ··· · - -- -- ----- -
En loqüe-liace a la heterogeneidad, es útil mencionar que el
conjunto de los pobres se complejizp., con la incorporación de
otras familias, algunas ex "pobres estructurales" que retornan a-
una indigencia que habían logrado abandonar y otras provenien-
tes de los sectores medios, integrantes de los "nuevos pobres",
grupo cuya conformación es muy disímil.
El objetivo de este artículo es el de proporcionar elementos
cuantitativos que permitan visualizar algunos aspectos de este
proceso, en particular los relacionados con la extensión y recom-
posición de la pobreza.
En la primera parte se describen algunos indicadores genera-
les que dan cuenta del proceso económico y social de la Argentina
y se analiza la evolución de la pobreza, señalando la presencia
creciente de un sector de pobres que no pertenecerian a los que
históricamente han integrado el grupo de los pobres.
En la segunda parte dicho sector es analizado tratando de dis-
tinguir los grupos que lo :integran, en particular los que podrian
denominarse "nuevos pobres", es decir aquellos que debido a una
fuerte y permanente movilidad descendente han visto caer sus
condiciones de vida a niveles equivalentes a las de los pobres,
Transformaciones en la estructura social argentina 17
muy por debajo de las que han tenido en el pasado tanto ellos co-
mo, posiblemente, su generación precedente. No se trata de una
pobreza heredada, sino adquirida o, mejor dicho, a la que se han
visto-empujados- -iJOr--eCproceso-<le cris~es~b!!~ªª~i:i y:---:aI!J,ge,
proceso-·quesrbien hásido cole-ctivo y geile~a!~éldo n() siempre es
Vivido de--estariian-era-porquienes lo sufren, la mayor par!~__Sl_0~s
cuales viven sus po::;!l::>ilid~Q~_s_9_~ !"~t()!"!!()_ ~_¡;9_gcfü:~i_o_11es anteriores
co~o un saivaiafeindividual, un yo zafo".
La parte fmal está dedicada a tratar de contestar a la pre-
gunta de cuánto y desde dónde cayeron distintos grupos socia-
les.
La fuente de información básica utilizada es la Encuesta Per-
manente de Hogares, para el Gran Buenos Aires. Esto implica
que, si bien los procesos que se estudian han abarcado al conjun-
to del país, el análisis y las conclusiones que se extraigan corres-
ponden a dicha área y, tal vez, como extensión a las grandes áreas
urbanas del centro del país. Asimismo, es necesario señalar que la
conformación de los grupos sociales está limitada por las variables
que incluye dicha encuest.il y_p_~ el tamaño de muestra.
l. EL PROCESO DE EMPOBRECIMIENTO
La década de los 90 se inicia para gran parte de los países de
América Latina en el marco de una recesión económica persistente
y de una creciente pobreza para amplias capas de la población,
mientras surgen cada vez más evidencias de que la crisis de los
80, y los procesos de ajuste que la acompañaron, han afectado
con especial dureza a la infancia, socavando sus condiciones de
salud, nutrición y educación.
Entre los países seriamente afectados en este sentido se en-
cuentra la Argentina. La cadena que se inicia con la crisis y conti-
núa con la aplicación de severas políticas de ajuste tendientes a
una - aún no lograda- superación del periodo recesivo ha tenido
gravísimas consecuencias sobre las condiciones de vida de am-
plios sectores de la población.
Una serie de indicadores tanto económicos como sociales dan
algunas pautas de la profundidad de los cambios que se han pro-
ducido. Sólo algunas pautas puesto que, particularmente en el
campo social, los efectos del proceso recesivo y de reubicación se_
. €:t
verán estadísticamente reflejados fundamentalmente en el media-
no plazo.
Los signos principales del proceso: I concentración económica;-]
contracción del Estado y retiro de sus funciones redistributivas; \
modificaciones en el mercado de trabajo con aumento de la preca- •
rización y el desempleo; caída del ingreso; aumento de la pobreza
con la incorporación de sectores medios o "nuevos pobres", confi-
guran un panorama que afecta profundamente las condiciones de
vida de la población y que ha producido, seguramente, fundamen-
tales modificaciones en la estructura social de la Argentina.
Si bien el objeto de este trabajo lo constituye el último de es-
tos aspectos, en forma breve tocaremos cada uno de los otros
puesto que constituyen el contexto en el cual toma cuerpo la po-
breza. Se marcarán exclusivamente, para cada uno de ellos, algu-
nos de los principales rasgos de los cambios producidos durante
las dos últimas décadas, básicamente con el objeto de mostrar
que los mismos convergen, en su interacción potenciadora, en
sustentar los dos rasgos que hemos señalado como sintetizadores
del proceso social en la Argentina: polarización y mayor compleji-
dad y heterogeneidad en los secteres pobres.
Achicamiento y concentración econÓmiéa -- ·
·Las medidas económicas tomadas a partir de mediados de
los 70 produjeron en los primeros años una declinación del cre-
cimiento del PBI para después pasar a un contexto claramente
recesivo. El sector industrial sufrió una profunda crisis que sig-" \\
nificó una caída de más de 20% de su producto en el período \
1975-82 y una significativa disminución de su participación enJ
el PBI (Kosakoff y Azpiazu, 1989). Asimismo, se produce un pro-
ceso de creciente heterogeneidad en su estructura. En el período
1974-85 el número de empresas grandes (más de 100 trabajado- ·¡
res) disminuye en 12%, mientras que se incrementan las peque-
1 Si bien el proceso de reestructuración del país se da en un marco de
fuertes cam.bios en el contexto internacional que lo condicionan y en oca-
siones lo determinan, en este trabajo nos referimos exclusivamente a los
aspectos internos.
ñas y las microempresas. Simultáneamente se produce una con-
centración del producto en los grandes establecimientos que au-
mentan en 25% el valor de la producción por establecimiento por
sobre las pequeñas y más que duplican el crecimiento del pro-
ducto por ocupado. Para 1985 las ramas altamente concentradas
aportan más de la mitad del valor de la producción industrial y
los establecimientos de mayor tamaño generan dos tercios de la
producción del sector.
De este modo queda conformado un panorama en el que se
evidencia una concentración y centralización del capitaCa- través
dela constifüción-de-grandes-gruposeconómicos, mientras que la
crisis-afecta fundameiifaimenle--a-Ias--pequenas-y medfanas -em-
p:i;esé!S T&ccanij.T-orsatff.- i989;-~13ásua1cfüy--.ASpiazii:-19-¿9;-A.s­
piazu, Basualdo y Khavisse, op. cit.).
La deuda externa constituye otro aspecto decisivo en la situa-
ción de la Argentina no sólo por lo abultado de su monto sino
también por su destino pues, a diferencia de lo ocurrido en otros-¡
países de la región, prácticamente no ha sido aplicada en inversio-1
nes productivas o de infraestructura sino que, transformada en\,
capital privado, fue sacada del país. El monto total de la deuda;.
privada y pública era para 1983 de más de 40 mil millones de dó- _
lares, 55% del PBI. En la actualidad su monto es de aproximada- /
mente 60.000 millones - equivalente a· 86% del PBI-, la deuda j
per cápi e e U$S 1.578 y los s~~cios de la deuda representan i
· · d 50% e las exportaciones. El capital fu~a~o e.q~iv~le a _J
de euda. La Argentina tiene el desafortunado pnvileg10 de
¿óntrarse entre los países del mundo con mayor deuda externa
per cápita (World Bank, 1989).
Al asumir el Estado la responsabilidad sobre el total de la
deuda, estatización de la deuda en 1983, lo pone en una situación
de una todavía mayor debilidad y un menor margen de maniobra
debiendo buscarse "a cualquier costo" comprimir el déficit y "orde-
nar las cuentas".
El Estado
El sector público, que en la Argentina, cumplió históricamente
sobre todo a partir de los 30-40, un papel dinamizador y protagó-
nico de procesos masivos de cambios sociales, signados funda-
 20 Cuesta abqjo
mentalmente por la incorporación de sectores pobres a condicio-
nes de vida y trabajo con protección social, cobertura educativa y
posibilidades de mejora en sus condiciones de vida, se enfrenta a
la acumulación de sus propias contradicciones y a un proceso de
estancamiento y recesión económica.
Los distintos programas implementados y la situación econó-
mica, no sólo nacional sino también y en muchos aspectos en for-
ma determinante el contexto mundial, llevan al Estado no sólo a
perder dicho papel protagónico sino a constituirse en muchos as-
pectos, en un elemento de regresividad.2
En efecto, el "Estado de Bienestar" sólo parcialmente llegó a im-
plantarse en la Argentina, dejando imP,ortantes áreas sociales y gru-
pos de población sin cubrir. La presencia parcial, desarticulada, ine-
ficiente y burocrática del sector público, dio pie a un cuestionamien- -
to global de la legitimidad de su accionar. De este cuestionamiento
se pasa a una política de desarticulación explícita. Es decir, no se
trata de mejorar su accionar para que cumpla con efectividad y efi-
ciencia su papel redistributivo y garante de equidad y universalidad
de los derechos y necesidades básicas de la población, sino de elimi-
narlo. "No quiero que el Estado me dé una mano sino que me las sa--~­
que de encima" uno de los leit-motiv de la visión "liberal", permeó a
todas las capas sociales y constituyó un paradigma compartido por
personas pertenecientes a los más diversos sectores.
Las principales características del Estado de Malestar están
dadas por: un comportamiento procíclico; vaciamiento presupues-
tario con particular énfasis en los sectores sociales; políticas so-
ciales inexistentes o acotadas a "áreas blandas" (Katszman, 1990);
descentralización desfinanciada de servicios altamente deteriora-
dos; privatización total o parcial de servicios sin reglas que asegu-
ren su eficiencia y mecanismos que permitan un acceso universal
a los mismos; transferencia a las familias y la comunidad de res-
ponsabilidades referidas a la cobertura de necesidades básicas,
que anteriormente pertenecían a la esfera pública; "desregulacion
y flexibilización" de las relaciones de trabajo.
2
En este punto se sigue la argumentación expuesta por E. Bustelo en
su articulo "La producción del Estado de Malestar. Ajuste y política social
en América Latina", mayores detalles y referencias bibliográficas pueden
encontrarse en el mismo.
Transformaciones en la estructura social argentina 21
Reestructuración del mercado de trabajo y caída de los ingresos
Los efectos de la crisis en el mercado de trabajo se ha tradu- _
cido no sólo en una pérdida de_ su -~in~m!::>m~~capacida<!_p_~a \
g~nerar nuevos puesto_~-~~-tra_!Jél-j_(} y__ élchicamiento, sino_ f1:1_l}ga-
mentalmente en una profunda reestructuración. Así, el aumento ~
del desempleo y subempleo se presenta dentro de un contexto en
el que se verifica una caída del empleo asalariado industrial; au-
mento del empleo femenino y del trabajo a tiempo parcial; incre-
mento de la segmentación del mercado y de la precariedad laboral
(Beccaria, Orsatti, 1989; Cortés, 1989; Cortés, Marshall. 1991;
Minujin, 1990). ,
La caída de los salarios, y en general del ingreso familiar, ha
sido muy pronunciada (véase el artículo d~_-Ll~is Beccaria en este
mismo volumen). El sa}ario _r~al. que en( 197) ajean~~ su nivel
más alto en más de 20 años, comienza a deseender en 1975 y su-
fre una vertical caída de 40% promedio en 1976 de la que no sólo
no se recupera sino que vuelve a descender en 1989. La caída del
salario no se produjo de igual modo para todos los sectores ni ca-
tegorías de asalariados, síno que-ha afectado especialmente a los
trabajadores con bajo nivel de calificación, y a los ocupados en el
sector público y en las ramas indystriales menos dinámicas. La
participación del salario en el producto alcanza en 1989 su valor
más bajo de los últimos 50 años.
El conjunto de los ingresos acompaña este comportamiento,
como sefiala Beccaria se produce una caída generalizada de ingre-
sos que ha afectado particularmente a los sectores medios y bajos
y un aumento de la desigualdad. Disminución, cambios en posi-
ciones relativas, mayor inequidad y dispersión del ingreso consti-
tuyen los rasgos predominantes del proceso.
La pobreza
Achicamiento del producto, caída generalizada pero desigual
de los ingresos, creciente dispersión de los ingresos, un mercado
de trabajo más segmentado y excluyente, fuertes modificaciones
en el papel del Estado dan como resultante una sociedad que se
reestructura, se recompone, en el contexto de un país que se em-
pobrece. g~
 El efecto más global que se verifica es el de un fuerte aumen- Gráfico 1: Evolución de la pobreza. Gran Buenos Aires, 1980 - 1990
to de los hogares pobres, incremento que se explica, en buena
medida por la incorporación de sectores medios que en una suer-
te de descenso desordenado sufren una pérdida de posiciones re-
lativas.
Si bien la pobreza no es un hecho novedoso en la Argentina y
las desigualdades sociales y regionales forman parte de su confor- 75% .....
mación histórica, hasta comienzos de los 70 estaba circunscrita,
en lo que a las áreas urbanas se refiere, a lo que se denomina
"bolsones de pobreza", o sea las villas miseria en las principales 50% .....
ciudades. Existía la imagen de un país en que la pobreza consti-
::::
tuía un fenómeno marginal a su realidad social. :::::.;.:·:·:·:·:·:··:·:· :::: ...... :::::
'.;'.;
'.·'.·:
'.·'.·.
;.;.: ·:-: ::::·········
·'.·'.·:·::::; ·:·::::::::::: ::::· :::: ·'.·'.· ;.;. ::::
Un estudio realizado para América Latina, estima para 1970 ::::::::::::;::;:;:;::::::: :::: :;: :-: :;:: ;:;: :;:;
'.;'.;;:;::;:::;:;:::::;:;::::
en 8% el porcentaje de hogares pobres para todo el país y 5% en ;:;:::;:;:;.:·:·:·:·:;:::::::
::::·:·:·:·:·;:;::;:;::::::: :;:;::;:;::;:::;:;:;:::::::::
'.·'.··'.·'.·'.
las áreas urbanas (Altimir, 1979). La idea de marginalidad de.la 1
pobreza estaba convalidada no sólo por la información sino pri- 1988 1990
mordialmente por la constatación del hecho de estar frente a un
lf@@tJ POBRES ~NO POBRES
:'.1aís en el que a lo largo de prácticamente toda su historia impor-
tantes sectores de población mejoraron sustantivamente sus posi-
ciones laborales y sus condiciones de vida. Fuente: Elaboración propia con datos de EPH
La crisis y los cambios producidos a partir de mediados de los
70 modifican sustantivamente este __panp!"ama.3 Se inicia un per- nales y entre áreas menores, 7% Capital Federal versus más de
sistente proceso, que lleva más de 15 años, de masiva movilidad 40% en el noroeste (INDEC. 1984).4
descendente. La imagen no es exactamente la de un edificio que se Los datos correspondientes al Gran Buenos Aires permiten
hunde, sino que simultáneamente cambia su configuración. Los observar que el porcentaje de hogares pobres se elevó 65% entre
que eran pobres ciertamente, en su gran mayoría, siguen en la 1980 y 1988, tendencia que se mantiene en 1990.5
parte baja pero todavía con más carencias, los sectores medios se Como hemos señalado reiteradamente grandes sectores de la
dispersan, si bien su mayor parte desciende desordenadamente, población se vieron afectados por el proceso de empobrecimiento,
algunos se mantienen y otros, los menos, ascienden. por fo cual el conjunto de hogares pobres está conformado no sólo
La información proporcionada por "La pobreza en la Argenti- por aquellos que sufren carencias básicas de infraestructura sani-
na" muestra, para 1980, un país en el que la incidencia de lapo- taria y de vivienda,· que conforman las villas miseria y los asenta-
breza es considerable, 22,3% de hogares, con alta concentración mientos precarios, grupo que denominaremos de pobreza "estruc-
en las áreas urbanas, 51 % de los hogares pobres en las localida- tural" (o NBI). si no que se incorporan otras familias, algunas "ex
des de 50.000 habitantes o más, y con fuertes disparidades regio-
4 La metodología de medición de la pobreza utilizada por este trabajo
es distinta a la empleada por Altimir (Altimir, op. cit.) por lo cual no son
3 De ninguna manera se desconoce el hecho de que esta crisis tiene comparables. Sin embargo, las estimaciones que se presentan en este tra-
profundas raíces anteriores a esta fecha, pero es a partir fundamental- bajo son compatibles con dicho estudio y confirman inequívocamente los
mente de las orientaciones implantadas por el régimen militar que se plas- aspectos que se comentan.
man los cambios que se analizan. 5 Los datos corresponden a octubre de cada año.
 Transformaciones en la estructura social argentina 25
24 Cuesta abajo
que triplican su incidencia mientras que los estructurales mantie-
pobres estructurales" y otras pertenencias a sectores medios,
nen su peso relativo. Esto último es explicable en función de la cai-
"nuevos pobres", que conforman otro grupo, extremadamente he-
da de las migraciones a las grandes áreas urbanas y la presencia
terogéneo, que se suele denominar "pauperizado"6 y que en este
de emigración de retorno a las provincias y a los paises limítrofes.
trabajo mencionaremos como "empobrecido" (o LP-no NBI).7
Sin embargo, si bien este grupo no creció, sufrió una dura caída
de sus ingresos. En efecto, si para 1980 pertenecer a este sector no
implicaba tener un ingreso extremadamente bajo, es decir todavía
Cuadro 1: Evolución de la pobreza. Gran Buenos Aires 1980 - 1990
existían múltiples situaciones en las que si bien se tenían carencias
(Hogares)
de vivienda, de agua corriente, de baño pero se ganaba lo suficiente
1980
como para alimentarse, vestirse, etc., para 1990, 63% de los pobres
1988 1990 Crecimiento
Relativo estructurales tienen ingreso per cápita menor a la línea de pobreza y
1980-1990 más de 90% está por debajo de dos LP (véase gráfico 2).
En cuanto a los "empobrecidos", se trata de hogares que han
Pobres estructurales 16,4% 16,2% 16,1% -1,8%
visto caer sus ingresos a niveles en los que no pueden cubrir una
Empobrecidos 4,2% 16,8% 18,4% 338,1% canasta básica de bienes y servicios, es decir que tiene dificulta-
Total pobres 20,6% 33,0% 34,5% 67,4%
des para comprar alimentos, medicamentos, vestimenta, etc., pero
No pobres 79,4% 67,0% 65,5% -17,5% que no tienen las típicas carencias de los habitantes de las villas.
Total población 100% 100% 100% ¿Quiénes conforman este grupo?. ¿se trata exclusivamente de sec-
tores medios empobrecidos?, ¿pueden efectivamente ser conside-
Fuente: Elaboración propia a partir de EPH octubre 1980, 1988 y 1990. rados pobres? ·---

En el cuadro se obseiva que el incremento de ia pobreza se de-

be básicamente al incremento de los hogares empobrecidos, que
pasan de 4,3% a 16,8% en 1988 y a 18,4 en 1990, es decir, más
6 El término "pauperizad,o" proviene de "pauper" que era el antónimo
de "potens" o poderoso y tanto en su connotación religiosa "paupers Chris-
ti", como económica indicaba, en el siglo XV, a aquellos que no tenían ca-
pacidad de ganarse el sustento (Woolf, 1990), posiblemente de allí que el
diccionario lo define como "paupérrimo = muy pobre" (Diccionario de la
Lengua Española, Real Academia Española, 1984). Por lo tanto no parece-
ña el término más adecuado para clasificar al sector que se está aplican-
do.· Debemos reconocer que el término "empobrecido" tampoco resulta una
elección demasiado feliz pero la utilizaremos a falta de otra.
7 Esta distinción está también asociada con los métodos de medición,
mientras que los pobres "estructurales" están medidos según el criterio de
Knecesidades básicas insatisfechas" (NBI), el cual toma en cuenta un con-
junto de variables que miden fundamentalmente carencias de vivienda, de
agua y baño, los "empobrecidos" corresponden a aquellos que están por
debajo de la "linea de pobreza" (LP) pero no tienen las carencias medidas
por el indicador de NBL Una explicación más detallada puede verse en el
anexo metodológico.
2. EMPOBRECIMIENTO Y NUEVOS POBRES
Si bien una de las acepciones del término "empobrecido" es la
de "llegar al estado de pobreza", también puede ser tomado como "ir
a menos, decaer", en este último sentido es indudable que empobre-
cimiento. y volverse pobre no son sinónimos, depende desde dónde y
cuánto se "va a menos". Sin embargo un proceso prolongado y pro-
nunciado de empobrecimiento, como es el que se ha dado en la Ar-
gentina, da como resultado, sobre todo para los sectores de ingresos
medios-bajos, una situación de pobreza. Situación tal que, dadas las
dificultades del mercado laboral y los cambios anteriormente des-
criptos en el contexto económico, se convierte en permanente.
Por otra parte, de estos hogares que debido al proceso de em-
pobrecimiento se incorporan al conjunto de pobres algunos pudie-
ron, en un pasado no demasiado remoto, haber pertenecido a di-
cho conjunto del que lograron salir y al que ahora retornan. Es el
caso típico de villeros o inmigrantes que con un trabajo adecuado,
más acceso a programas de vivienda, etc., lograron mejoras sus-
Sb
Gráfico 2: Distribución del total de los hogares y de los hogares po- tantivas en las condiciones de vida de ellos y de sus hijos y que en
bres estructurales según diferentes niveles de ingresos, Gran Buenos la actualidad, si bien tal vez no deban retornar a vivir en una villa,
Aires, 1980 - 1990 dichas mejoras se han diluido y sufren carencias básicas en rela-
ción con el consumo de bienes y servicios. Es decir, comparten
% DE HOGARES
1980 con los pobres estructurales el pasado y las imposibilidades de
consumo cotidianas pero no la ubicación fisica, con los aspectos
relacionados con infraestructura edilicia que esto conlleva.
Otros, que nunca habían pertenecido a dicho conjunto, hoy se
enfrentan a condiciones de vida peores a las que les había tocado
vivir hasta el presente, tanto a ellos como posiblemente a: alguna
generación anterior, con un nivel de ingreso que les implica serias
dificultades para alimentarse, imposibilidad de comprar medica-
mentos, útiles escolares, ropa, etc .. en este caso se trata efectiva-
mente de "nuevos pobres". Con los pobres estructurales compar-
ten las carencias, por ahora fundamentalmente aquellas ligadas al
consumo cotidiano, pero no su "historia". Es una pobreza "adqui-
rida" sin saber muy bien cómo ni por qué, de la que quizás se
2 3 4 5 6 7 8 9 10 11
imagine que se "zafa", pero en la que colectivamente probablemen-
NIVELES DE INGRESO (UNIDAD - 1 LP)
te permanezcan y para la cual deban estructurar formas distintas
%DEHOGARES
40~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~- 1990 de vida y de relación.
Por ello, si bien algunos trabajos han constatado diferencias sig-
35
--.. nificativas entre el perfil de los pobres "estructurales" y los "empo-
30
brecidos" (INDEC, 1990, Minujin, 1991), es útil tratar de distinguir
en el interior de estos últimos a los "nuevos pobres"; tanto porque
25
las diferencias serán más nítidas y mejor su caracterización, como
20 porque constituye un sector para el cual deberán diseñarse y orien-
tarse políticas sociales específicas probablemente distintas a las lar-
15
gamente experimentadas en los asentamientos precarios o villas.
Un primer intento de delimitación de .subgrupos se realizó uti-
lizando datos de la Investigación sobre Pobreza en la Argentina.
llevaba a cabo por el INDEC (1989) (ver Minujin. 1990).
Constatada la alta correlación entre hogares con jefe jubilado
2 3 4 5 6 7 8 9 10 11
NIVELES DE INGRESO (UNIDAD • 1 LP)
y hogares "empobrecidos", en dicho trabajo, por una parte, se se-
paró a ese grupo, cuyo peso relativo era de 20%. 8 Se presentó el
j:;=::;:;:;:::;:j POBRES ESTRUCTURALES LJRESTO problema de cómo separar al resto, que indudablemente es hete-

Se tomó la linea de pobreza (LP) como unidad para definir los 8 La especialmente fuerte caída de los haberes jubilatorios -un 48o/o
inteivalos de ingreso. entre 1975 y 1988-, la baja presencia de hogares con jefes jubilados entre
los pobres "estructurales" y el conocimiento disponible sobre este sector,
Fuente: Elaboración propia a partir de datos EPH 1980-1990. justifican plenamente el considerarlo dentro de los "nuevos pobres".
28 Cuesta abcyo
rogéneo. ¿Qué variable o variables podían ser pertinentes para de-
limitar subgrupos en situación diferencial? Como un ejercicio ex-
ploratorio y tomando en cuenta la información proporcionada por
el IPA, se probó la recepción de caja PAN por el hogar como varia-
ble "pro:xi". La elección de esta variable se realizó teniendo en
cuenta, en primer lugar, que el acceso a un subsidio nutricional
podría estar señalando una necesidad básica insatisfecha: la de
cobertura alimenticia. En segundo lugar, que la distribución del
PAN se realizaba focalizadamente sobre todo en villas y áreas más
pobres, y que efectivamente se comprobó una fuerte asociación
entre pobreza y recepción de caja PAN en el estudio IPA (85% de
las cajas estaban distribuidas en hogares pobres estructurales).
Finalmente, se consideró hipotéticamente la influencia de aspec-
tos y valoraciones culturales que hacen que algunos sectores ~e
anoten para ser beneficiarios de una política alimentaria y otros
no. El cuadro 2 permite apreciar la fuerte asociación existente en-
tre "pobreza estructural" y "recepción de caja PAN".
Cuadro 2: Acceso a caja PAN por parte de los pobres estructurales
y de los no pobres. Conurbano Bonaerense, 1987
Acceso a Pobres No
Caja PAN Estructurales Pobres
No 42.6% 93.4%
Sí 57.4% 6.6%
Total 100.0% 100.0%
Contingency Coefficient -.57261
Gamma -.75446
Fuente: Elaboración propia a partir de la encuesta del IPA
Los resultados mostraron que entre los "empobrecidos" cerca
de un tercio de hogares recibía o había recibido apoyo alimentario,
en el momento de la encuesta. La hipótesis emergente es que este
30% es el grupo más cercano al de "pobreza estructural". De esta
manera, el conjunto de hogares "empobrecidos" queda integrado
por un 30% de hogares con un perfil similar al de los estructura-
Transformaciones en la estructura social argentina 29
les y 70% de "nuevos pobres", de los cuales 20% corresponde aje
fes jubilados y 50% restante conforma el núcleo que se está tra-
tando de cuantificar y caracterizar.
El problema central de ese estudio está dado por el hecho de
que la fuente de información utilizada, al tratarse de una encuesta
realizada una única vez, no permite comparaciones en el tiempo. És-
ta no es una limitación menor puesto que se trata de analizar fun-
damentalmente un proceso y por lo tanto los cambios en el tiempo
constituyen uno de los aspectos necesarios de ser analizados.
Partiendo de los resultados de dicho estudio y de algunos ejer-
cicios realizados con la EPH, que indicaron que la ~alificación y la
educación constituyen uno de los aspectos diferenciales entre los
pobres "estructurales" y los "empobrecidos" - aspectos en los cua-
les estos últimos presentan un perfü similar a los "no pobres"- en
este artículo se presenta un intento de acotar el subgrupo de los
"nuevos pobres" dentro de los "empobrecidos" aplicado a la EPH.
Para esto, se definieron algunos perfües ocupacionales que tienen
una clara prevalencia entre los pobres estructurales. Del conjunto
de los hogares "empobrecidos:__se desglosaron aquellos cuyo jefe
tenía alguna de dichas ocupaciones, los mismos muestran carac-
terísticas sociodemográficas similares a los pobres estructurales,
por lo que se los asimiló a estos últimos. Se supone así, que queda
delimitado el conjunto de los nuevos pobres.9
Los resultados de este ejercicio pueden observarse en el cua-
dro 3 y el gráfico 3. En los mismos resulta evidente la fuerte con-
tribución de los "nuevos pobres" activos en el crecimiento de 4.2%
a 18.4% de los "empobrecidos" (véase cuadro 1). En efecto, si bien
los tres grupos que se delimitaron crecen, de cada 1O hogares que
entre 1980 y 1990 se incorporaron al universo de los pobres 8 son
"nuevos pobres", 5 con jefe activo y 3 jubilados.
9 Se asimilaron los pobres estructura.les a aquellos hogares "empobreci-
dos" con jefe: 1) asalariado manual no calificado, o 2) asalariado no manual
con primaria incompleta, o 3) cuenta propia con baja calificacíón y primaría
incompleta, o 4) en servicio doméstico o con cónyuge en servicio doméstico.
Sin duda esta clasificación deja bastante que desear, pero dada las limita-
ciones que imponen las variables disponibles parece la mejor opción. Cabe
señalar que se trata de limitaciones propias de los intentos de delimitar
cuantitativamente complejas situaciones cuyos limites tal vez no estén da-
dos por variables simples (situación muy habitual en ciencias sociales). ~
8
 Cuadro 3: Evolución del grupo de "empobrecidos". Gráfico 3: Composición y crecimiento del grupo "empobrecidos".
Gran Buenos Aires, 1980 - 1990 Gran Buenos Aires, 1980 - 1990

1980 1990 Crecimiento

CRECIMIENTO
N % N % Abs. (%) Rel. (%) 80-90

Nuevos Pobres 56.530 62.8 319:370 75.7 465.0 20.6

518
Jubilados 23.780 26.4 116.980 27.7 391.9 5.0 lil·lililililll.lilililililili'ililililili!ili·i·ililili· %

•1::1¡¡¡
Activos

Estructurales
32.750

33.480
36.4

37.2
202.390

102.390
48.0

24.3
518.0

205.8
31.9

-34.7
ESTRUCTURALES

NUEVOS POBRES JUBIL. lltllt 3923

Total 90.000 100 421.760 100 368.6 . o.o 1980 205%

Fuente: Elaboración propia a partir de EPH octubre 1980 - 1990.

1990

A continuación se analizan algunos aspectos que caracterizan Fuente: Elaboración propia a partir de EPH octubre 1980-1990.
a los "nuevos pobres". El cuadrifpermite observar que en aquellas
características sociodemográficas asociadas a aspectos económi-
cos-culturales, que implican proces.Qs d,t!. largo plazo, existe una En cuanto a las características ocupacionales del conjunto de
evidente distancia entre los pobres "estructurales" y los "nuevos la población que vive en hogares "nuevos pobres", es posible ob-
pobres" y una cercanía entre estos y los "no pobres". Tal es el caso servar la mayor presencia relativa de patrones, administración pú-
de los aspectos reproductivos y educativos. blica, asalariados en la pequeña y mediana industria sobre todo
No ocurre lo mismo con el desempleo o el subempleo, la co- precarios y cuenta propia calificados, que constituyen 18.4% de
bertura social, en general con aquellas variables que muestran el este grupo. Esta caracterización se confirma con el análisis que se
impacto del ajuste en las condiciones de trabajo y de vida de los realiza en el próximo punto sobre los cambios en el nivel y disper-
hogares. En este caso los datos muestran la pertenencia de sión del ingreso medio de distintas ocupaciones.
los "nuevos pobres" al universo de la pobreza. Consumos que se
eliminan, modifican o limitan, restricciones en la vida cotidiana,
ropa y bienes del hogar que no se reemplazan, compra y venta de
cosas usadas, etc., van conformando un panorama de carencias
que se acumulan día a día.10

10 Si bien las variables de la EPH dan cuenta básicamente de lo que

hace al mercado laboral, las evidencias de este panorama están dadas,
además de por el famoso "sentido común", por algunos de los otros traba-
jos de este volumen.
32 Cuesta abqjo Transformaciones en la estructura social argentina 33

Cuadro 4: Aspectos sociodemográficos diferentes y similares entre Cuadro 5: Algunas características ocupacionales de la población
pobres "estructurales" y "nuevos pobres". Gran Buenos Aires, 1990 ocupada perteneciente a hogares "estructurales", "nuevos pobres"
y "no pobres". Gran Buenos Aires, 1990
Estructurales• Nuevos Pobres•• No Pobres
Estructurales Nuevos Pobres No Pobres
% de hogares con 2 Patrones 0.9 4.0 5.5
Empleados de la
y más menores de 6 años 18.7 10.8 4.5 Administración Pública 2.3 5.6
4.0
% de hogares con 3 y más Asalariados de la Industria en
menores de 12 años 21.7 12.6 3.1 establecimientos de hasta
15 trabajadores, no precartos 5.7 4.3 2.5
% de hogares con jefes Asalariados de la Industria en
menores de 30 años 19.4 6.3 7.2 establecimientos de hasta 15
trabajadores, precarios 6.8 6.9 2.2
% de población sin instrucción*** 3.6 1.8 LO Asalariados de la Industria en
% de población con secundaria establecimientos de más de
completa y más*"'* 5.3 12.7 33.3 15 trabajadores 4.5 3.4 2.6
Asalariados de Comercio 11.7 1 i.6 10.8
Asalariados de Servicios,
Tasa de desocupación de jefes 5.7 4.0 1.3 calificados 5.2 11.8 21.4
Asalariados de Servicios, no
Tasa de subocupación de jefes 6.0 5.2 4.0 ·---5.7
calificados 5.2 5.2
Tasa de desocupación Asalariados de la Construcción 8.7 3.7 1.8
población total 11. l 8.1 5.0 Trabajadores cuentapropia
calificados 7.9 18.4 12. l
Tasa de subocupación Trabajadores cuentapropia
población total 10.0 9.0 2.6 no calificados 4.2 3.5 4.2
Servicio Doméstico 20.3 3.7 6.6
Asalariados precarios 37.l 30.2 20.3
Fuente: Elaboración propia a partir de EPH octubre 1990.
* Incluye a los hogares "empobrecidos" con ocupaciones asimilables a
los estructurales. 1
** Incluye hogares con jefes jubilados.
*** Población de 6 años y más. 1 3. CAÍDA Y DISPERSIÓN DEL INGRESO

Fuente: Elaboración propia a partir de EPH octubre 1990. Cuánto y desde dónde cayeron los ingresos de los distintos
sectores que históricamente han conformado la estructura social
de la Argentina ha sido la pregunta que nos acompañó a lo largo
,,
1
de todo este trabajo. Es una pregunta fundamental puesto que su
respuesta permitiría visualizar los cambios producidos en la socie-
1 dad y la conformación que se perftla para el futuro. Algunas res-
t
'
puestas parciales se dan en este punto.
' Parciales en cuanto a que se refieren exclusivamente a lo ocu-
rrido con una agrupación de ocupaciones, a que la EPH está "ses-0
1
,o" -
f.
r
gada" hacia los sectores medios y bajos, a que contiene un núme- Cuadro 6: Evolución de los ingresos medios de diferentes grupos
ro acotado de variables, fundamentalmente ocupacionales; y a que ocupacionales. Gran Buenos Aires, 1980 - 1990
seria necesario además pronosticar posibles recuperaciones de al-
Grupos ocupacionales Ingresos promedio Variación
gunos sectores. Base: Prom. Relativa del
Sin embargo, el problema más serio está dado posiblemente 1980=100 Ingreso(%)*
porque, tal como se delinea tanto en este trabajo como en otros de 1980 1990 80-90
este volumen, el proceso no se ha caracterizado por una caída Cuenta propia profesional 224.1 108.6 -51.7%
compacta de un sector, por ejemplo los asalariados, o un hundi- Patrones 203.3 158.6 -21.8%
miento ordenado de la estructura social, sino, por el contrario, de Asalariado Administración Pública 129.2 76.8 -40.5%
un desarme en el interior de categorías y ramas de ocupación. De- Asalariados de Servicios en
establecimientos de 6 y más
bería entonces trabajarse con un mayor nivel de detalle que el que trabajadores, calificados 123.2 72.8 -40.9%
permite la EPH. Asalariados de la Industria en
A fin de subsanar esta limitación, en este punto para una establecimientos de 15 y
apertura limitada de ocupaciones, definidas a partir de Gategoría, más trabajadores, calificados 117.6 71.9 -38.8%
Trabajadores cuentapropia
rama, tamaño de la empresa y calificación, I l se analiza no sólo lo -45.5%
calificados 108.0 58.8
que ha ocurrido con la media de ingreso, sino que se complementa Trabajadores cuentapropia
con información relativa a los cambios en la dispersión. · no calificados 92.4 50.4 -45.4%
Polarización y heterogeneidad constituyen sin duda el resu- Asalariados de la Construcción 86.3 43.8 -49.3%
men de lo ocurrido en estos años. Asalariados de Servicios en
establecimientos de hasta 5
Todos caen - recordemos"'que no están los considerados "ri- trabajadores 85.5 49.8 -41.8%
cos", no por falta de voluntad sino de información- acompañando Asalariados de la Industria en
la caída general del ingreso, perqJa <::.aída es bastante más pro- establecimientos de hasta
nunciada entre las ocupaciones con ingreso medio que entre las 15 trabajadores, no precartos 84.l 46.4 -44.8%
Asalariados de Comercio en
de ingreso alto, para muchas de las cuales su ingreso disminuye
establecímientos de 6 y más
menos que el promedio. Las de ingreso bajo, probablemente por- trabajadores 82.0 55.2 -32.6%
que están más próximas al piso, también acusan una menor caí- Asalariados de la Industria en
da. Esto reafirma la idea de que es entre los sectores medios don- establecimientos de 15 y
de más se ha hecho sentir el ajuste. más trabajadores, no calificados 71.2 41.0 -43.0%
Asalariados de Servicios en
Esto puede observarse en el cuadro 6 y el gráfico 4. En los establecimientos de 6 y más
mismos, las ocupaciones están ordenadas de mayor a menor se- trabajadores, no calificados 70.9 45.0 -36.5%
gún su ingreso medio en 1980. Asalariados de Comercio en
establecimientos de hasta 6
i
1 trabajadores 58.7 41.8 -28.8%
Asalariados de la Industria en
¡' establecímientos de hasta 15
trabajadores, precarios 56.5 36.3 -35.8%
Servicio Doméstico 36.5 29.9 -18.0%
Total 100 61.2 -38.8%

11 Debe recordarse que se está trabajando con una muestra y con el *(Ingreso 1990 - Ingreso 1980) /Ingreso 1980.
subconjunto de la población ocupada, por ello la definición de los grupos Fuente: Elaboración propia a partir de EPH 1980, 1990.
de ocupación está condicionada por su tamaño relativo.
GJ1
 Transformaciones en la estructura social argentina 37
36 Cuesta abajo

Gráfico 4: Ingreso medio y desvío estándar de diferentes mos grupos de ocupados: los asalariados calificados ocupados en
grupos ocupacionales. Gran Buenos Aires, 1990 empresas industriales medianas y grandes, los profesionales, los
patrones y la administración pública. Menor caída relativa de los
ingresos medios, mayor dispersión, aumento del peso de los secto-
res de menos ingresos convalidan la idea de polarización y hetero-
300 ~¡------------- ~0-.-------------
geneidad.
250
1980
250 --- ------ -- ----- --------- -- ---- --- _1_ ~~-~ -1 Las etapas hiperinflacionarias y los nuevos ajustes vividos a
partir de 1988 permiten pensar que las diferencias deben haberse
acentuado. Esto es particularmente palpable para el caso de la
200

: :r : :
200
administración pública cuyos ingresos sufren una caída especial-
mente pronunciada durante estos últimos años.

: iHhi_:_ ---
_fa[l~-H-ij-~~-~
1

. _ _ _ _ _ _ _J_ U~bh 'º ---

1 1
·tt ,:.--
1 tr% ~
1

l
Gráfico 5: Regresión entre la variación del ingreso y la variación
del coeficiente de variación

VARIACION DEL CV
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 1213 14 15 16 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 l 40~-------------------------

.
30
.. .
-----------------------------------------------------------------------------

Fuente: Elaboración propia a partir de EPH 1990.

La media general de ingresos cae 38.8% entre 1980 y 1990.

Los grupos ocupacionales que ocupan una posición central acu-
san una disminución superior a 45%, mientras que las correspon- -10 -------~---------------------------------------------------------------------
dientes a ingresos altos están por debajo de 40%. Las de ingresos
bajos están en el entorno de este último valor. Las exceociones -20'--'--___i-_L--'-----'---'----'---'---'----'---'-~'----'-

son significativas: por una parte los cuentapropia profe~ionales 27 29 31 33 35 37 39 41 43 45 47 49 51 53

VARIACION RELATIVA DEL INGRESO

(42.2%) y por otra los asalariados precarios de la pequeña indus-
tria (49.3%). Durante el período analizado, el ránking de las ocu-
paciones no sufre demasiadas modificaciones. Así. si bien se acor-
tan las distancias al promedio de las ocupaciones que están por
encima del mismo, son contados los cambios en el orden. Esto pa-
recería contradecir la idea de polarización y caída "desordenada",
sin embargo, por una parte sólo las ocupaciones de mayores in-
gresos cayeron menos que el promedio y por otro, el análisis de los
cambios en el coeficiente de variación (véase cuadro 7) permite
Fuente: Cuadros 6 y 7.
observar un aumento considerablemente mayor entre esos mis-
 r
Cuaóro 7: Variación relativa de los ingresos medios y de los 4. ALGUNOS COMENTARIOS FINALES
respectivos coeficientes de variación de diferentes grupos ,.1
ocupacionales. Gran Buenos Aires, 1980 - 1990 í,.
A lo largo de este trabajo se ha presentado información cuan-
Grupos Ocupacionales Variación dei
ingreso•
Variación del
coeficiente de
!
1
titativa que permite sostener que durante el proceso de crisis, es-
tabilización y ajuste:
variación**
\ l. Se incrementó la pobreza. Con la polarización producida du-
Cuenta propía profesional -12.9% 62.4% rante esta etapa los "pobres estructuralesn profundizaron sus ca-
Patrones 17.0% 33.5%
.A.salariado Administración Pública -1.7% 27.4% rencias, mientras que algunas familias que habían dejado atrás
Asalariados de Servicios en un pasado de pobreza, y otras que nunca lo habían conocido, pa-
establecimientos de 6 y más saron a integrar el universo de la marginalidad. Estos últimos son
trabajadores, calificados -2.1% 5.0% los "nuevos pobresn;
Asalariados de la Industría en
establecimientos de 15 y más
2. Este último grupo es responsable mayoritariamente del incre-
trabajadores, calificados 0% 56.8% mento de la pobreza, ya que es el más sacudido por el ajuste, y
Trabajadores cuentapropia calificados -6.7% §.7% quien ha experimentado un mayor crecimiento relativo entre 1980
Trabajadores cuentapropia no calificados -6.6% 4.5% y 1990;
Asalariados de la Construcción -10.5% 3.3% 3. Los nuevos pobres se asemejan a los "no pobres" en una serie
Asalariados de Servicios en
establecimientos de hasta 5 de aspectos socioculturales, que incluyen el acceso a la enseñanza
trabaiadores -3.0% 1.3% media y superior, el número de hijos por familia, más reducido
Asalariados de la Industria en que entre los "pobres estructurales", etc. No ocurre lo mismo en lo
establecimientos de hasta que hace a variables asociadas a la crisis, en las cuales su situa-
15 trabajadores, no precarios -6.0% 0.0%
ción es similar a la de aquellos que han sido históricamente po-
Asalariados de Comercio en
establecimientos de 6 y más ---- bres, debido al desempleo, falta de cobertura de salud, precarie-
trabajadores 6.2% 24.2% dad laboral, etc;
Asalariados de la Industria en 4. Se verifica una caída generalizada del ingreso de los distintos
establecimientos de 15 y grupos de ocupación y un aumento de la dispersión, es decir que
más trabajadores. no calificados -4.2% -11.4%
Asalariados de Servi~ios en para una misma categoria ocupacional se amplía la diferencia en-
establecirruentos de 6 y más tre quienes perciben ingresos más altos y los que se encuentran
trabajadores, no calificados 2.3% 14.7% más cerca del "piso" salarial;
Asalariados de Comercio en 5. Esta caída es más pronunciada en los grupos con ingresos
establecimientos de hasta 6 medios; los profesionales, la administración pública, los asalaria-
trabajadores 10.0% 8.0%
Asalariados de la Industria en dos en la pequeña y mediana industria, son quienes más se re-
establecimientos de hasta sienten ante la crisis y el ajuste. Son también quienes pasan a en-
15 trabajadores, precarios -2.5% 26.6% grosar las mas de los "nuevos pobres";
Servicio Doméstico 20.8% 9.9% 6. Existe una correlación negativa entre cambios en el ingreso y
Total 28.8% su dispersión. A menor caída del ingreso, mayor aumento de la
" Valor absoluto de la variación de ingreso medio general menos la de
dispersión. La brecha entre quienes ganan más y quienen ganan
cada grupo. menos se profundiza, sobre todo para aquellos grupos de ocupa-
** (CV 1990 - CV 1980) / CV 1980, donde CV = Coeficiente de varía- ción cuyo ingreso medio presenta una mayor caída relativa.
ción. ¿Cuál es entonces la imagen que se perfila de la sociedad?
Fuente: Elaboración propia a partir de EPH 1980 - 1990. Una sociedad con menos recursos, empobrecida, más inequitativa,
40 Cuesta abqjo
más polarizada. Pero no se trata de ricos por un lado, pobres por
el otro y nada en el medio. Por el contrario, se trata de una socie-
dad que fue, en el contexto de lo que se dio en llamar el "Tercer
Mundo", bastante igualitaria, con amplios sectores medios, cos-
tumbres y condiciones de vida entre las cuales para muchos cine,
teatro, vacaciones no constituían aspiraciones imposibles ni mu-
cho menos (¿viviríamos una especie de delirio de primer mundo?).
Sin embargo, los otrora ascendentes sectores medios se están
desperdigando, se resisten, se agarran como pueden para no se-
guir resbalando. La mayoria va para abajo: han sido los más ajus-
tados. Muchos pasan a integrar el universo de la pobreza y otros
están "por allí". Los más pobres están todavía más pobres, con
menores posibilidades y perspectivas.
Ésta pareciera ser la sociedad que a grandes rasgos se está
configurando. ¿Cómo se acomodarán los distintos sectores a esta
realidad? ¿Qué efectos tendrá sobre el bagaje cultural, sobre las
relaciones sociales, sobre la vida cotidiana? Son quizás algunos de
los interrogantes que deberían develarse a fin de aproximarnos a
responder la pregunta inicial.
ANEXO METODOLÓGICO:
MÉTODOS DE MEDICIÓN DE LA POBREZA
La medición del tamaño de la pobreza reconoce en la literatu-
ra dos aproximaciones distintas (para mayores referencias véase,
por ejemplo, Rowntree, 1951; Sen, 1981; Townsen, 1979; Van Pra-
ag, 1982).
La primera, que se denomina "línea de pobreza" (LP) presupo-
ne la determinación de una canasta básica de bienes y servicios,
respetando las pautas culturales de consumo de una sociedad en
un momento histórico determinado. Una vez valorizada la canasta
de bienes y servicios se obtiene la citada línea de pobreza. Según
este criterio, serian "pobres" aquellos hogares con ingresos inferio-
res al valor de la línea de pobreza, en la medida en que no pueden
cubrir el costo de esa canasta con sus ingresos.
La segunda, remite a aquellas manifestaciones materiales que
evidencian la falta de acceso a ciertos tipos de servicios tales co-
mo: la vivienda, el agua potable, la electricidad, la educación y la
Transformaciones en la estructura social argentina 41
salud, entre otros. Este método requiere de la definición de niveles
mínimos que indican una valoración subjetiva de los distintos gra-
dos de satisfacción de necesidades consideradas básicas, en deter-.
minado momento del desarrollo de una sociedad. En consecuen-
cia, serían "pobres" aquellos hogares que no alcanzan a satisfacer
algunas de las necesidades definidas corno básicas (NBI).
Una parte importante de la literatura supone que ambos mé-
todos de medición de la pobreza, el relacionado con el criterio de
la LP y el de NBI. evaluarían teóricamente situaciones similares.
Sin embargo, diversos estudios (Beccaria y Minujin, 1985; Minu-
jin, 1991; Katzman, 1989; Desai, 1990) con los datos provenientes
de encuestas a hogares, mostró la existencia de importantes dife-
rencias en la medida de la pobreza según el método de medición
que se utilice. Además, los resultados indicaron que estos méto-
dos reflejarían dos fenómenos diferentes. "Estas diferencias obede-
cen a que con el criterio de necesidades básicas insatisfechas se
estarla detectando a los pobres estructurales - que poseen una vi-
vienda deficitaria, o bajo nivel educativo, u otras- mientras que
con el criterio de línea de pobreza, al caracterizar a los hogares co-
mo pobres de acuerdo con el ingreso total percibido, se detectaría
a los hogares pauperizados de particular importancia en el caso
argentino" (Minujin y Cortés, 1988). /~
De hecho, esto se debe a las particularidades de los indicado-
res definidos en cada caso y a efectos relacionados con los méto-
dos de medición. En el caso de la pobreza medida por NBI, tal co-
mo la definen los primeros estudios realizados por el INDEC, la
misma está estrechamente ligada a carencias relativas a la vivien-
da. De esta manera, el concepto de necesidades básicas aplicado
sólo abarca una parcialidad de las mismas y aquellas que son me-
nos sensibles a procesos de corto o mediano plazo. Por esto, no es
de extrañar que ambos métodos, tal corno están aplicados, midan
aspectos diferentes del fenómeno de la pobreza.
La utilización simultánea de ambos criterios en el análisis de
encuestas a hogares, permite observar la evolución y composición
de la pobreza a partir de la distinción de los siguientes grupos de
hogares:
 Criterio Ingreso menor Ingreso superior
ala LP ala LP
Con NBiy LP* NBI - no LP'•
N. Estructurales
B.
I. Sin no NBI - LP* no NBiy no LP
Empobrecidos No Pobres
* Corresponde a hogares "pobres".
El conjunto de los hogares pobres según el crtterio de NBI de-
limita la situación de "pobreza estructural", mientras que el de los
que se ubican bajo la LP, pero que no sufren ninguna de las ca-
rencias tomadas en consideración por el indicador de NBI. corres-
ponden al grupo paupertzado que incluye a los "nuevos pobres".
Ambos métodos presentan una serie de limitaciones, algunas
intrinsecas al método y otras propias de las metodologías cuanti-
tativas. Respecto al método de NBI, la definición de las carencias,
sus umbrales mínimos, la importancia relativa de cada una de
ellas y la operacionalización de las variables constituye uno de los
principales problemas. De hecho. __ ~e finaliza acotando mucho el
número de variabies y simplificándolas. -
En cuanto al método de LP, se presentan diversas alternativas
tanto para la definición de la línea y su aplicación a los hogares,
como para la estimación del ingreso (un análisis detallado de estas
alternativas puede verse en: Beccarta, Minujin, 1991).
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l. ALGUNOS ANTECEDENTES COMPARATIVOS

Los estudios de pobreza en la Argentína registran la incorpo-

ración de muchas familias e individuos al universo de la pobreza:
sabemos que hay mucha más gente pobre.2 Esta expansión del fe-
nómeno nos lleva a preguntarnQs si se trata de un mayor cubri-
miento de categorías sociaies ya afectadas por la pobreza o si, en
cambio, empiezan a ser afectadas por situaciones de pobreza cate-
gorías antes no sujetas a esa situáción. Si ponemos ejemplos ex-
tremos podemos preguntarnos si el porcentaje de quienes no al-
canzan a cubrir sus necesidades mínimas crece entre categorías
tradicionalmente al borde de la inseguridad, tales como ancianos
o trabajadores transitorios o si, en cambio, categorías que se veían
lejos de esas carencias como por ejemplo empleados estables o
técnicos pasan a no poder contar con lo necesario para sus consu-
mos básicos.
El concepto de "nuevos pobres" habitualmente es introducido
para hacer referencia no simplemente a nuevos contingentes de
gente de categorías tradicionalmente vulnerables que quedan su-
jetas a las constricciones de la pobreza, sino para llamar la aten-
ción sobre la incorporación de gente "distinta" al universo de la

1 Investigador del Consejo Nacional de Investigaciones (CONICET) en

la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO).
2 INDEC (1990), pág. 38.