Nº

531
Martes 9 de diciembre de 2014 • Año 8

DERECHOS Y GARANTÍAS
10 años del Código Procesal Constitucional
Especial - Parte II

Pág. 2 Pág. 3 Págs. 4-5 Pág. 6 Pág. 7 Pág. 8

Constitución y Límites al hábeas Por la armonía y Presencia tutelar. El Iter La supremacía La potestad de creación.
derechos. Los fines corpus. Vulnerabilidad concordancia. En de los cónclaves constitucional. Alcan- Una breve aproxima-
de los procesos ilegítima derechos torno al proceso de sobre el derecho ces de la autonomía ción del principio de
constitucionales. fundamentales. inconstitucionalidad. procesal constitucional. procesal y sus límites. autonomía procesal.
Víctor García Toma Arsenio Oré Guardia Ernesto Blume Fortini Miguel Vilcapoma I. Jorge L. Cáceres Arce Carlos Hakansson N.
2 suplemento de
análisis legal Martes 9 de diciembre de 2014 ESPECIAL

FINES DE LOS PROCESOS CONSTITUCIONALES

Constitución
y derechos
VÍCTOR
GARCÍA TOMA
Las garantías
Ex Presidente del Tribunal
Constitucional. Profesor de El artículo constitucionales.
Derecho Constitucional en la
U. de Lima. Vicepresidente II del Título Como hemos
de la Asociación Peruana de Preliminar del reseñado, estos
Derecho Constitucional. Código Procesal se resumen
Constitucional en los dos
establece siguientes: i)
de manera Garantizar la
genérica los fines primacía de la

L
a Constitución expone un conjunto
de valores, principios, categorías, ins-
tituciones y normas que modelan un
tipo de sociedad política y que, por
ende, reconoce, protege y promueve
el efectivo goce de los derechos fundamentales
de la persona, así como regula la organización,
funcionamiento y competencias del Estado.
A trasluz, la Constitución posibilita la cons-
trucción jurídica de un orden político-jurídico;
de allí que diseñe normativamente un tipo de
existencia y coexistencia social, y asegure la
“vivencia” práctica de determinados derechos
inherentes a los miembros de un grupo humano
adscrito al Estado. Esto último se hace exten-
sible en lo que corresponde a las personas que
por cualquier motivo se encuentran dentro del
territorio de la República.
La Constitución, como un conjunto nor-
mativo, es la base para justificar y ordenar la
actuación del Estado; amén de fuente suprema
del reconocimiento de la relación entre autoridad
pública y persona humana. Asimismo, es póliza
de salvaguarda de la dignidad de la persona.
En ese contexto, la jurisdicción constitu-
cional que dicho texto configura se rige por un
sistema procesal que, de un lado, promueve la
defensa de la unidad, jerarquía y coherencia del
orden jurídico nacional; y, del otro, la defensa
de la persona.
En el primer caso, la responsabilidad te-
leológica de hacer respetar la primacía de
la Constitución sobre el resto de las normas
consignadas en el orden jurídico que este crea
permite generar que el Poder Judicial declare
la inaplicación de un precepto elaborado al
margen del iter procedimental que corres-
esenciales que Constitución;
se persiguen ii) Garantizar la
alcanzar con el vigencia plena
establecimiento de los derechos
de los procesos constitucionales.
ponde o por un contenido incompatible con
su cuadro de valores, principios o regulaciones
preceptivas. Por las mismas razones, cabe que
el Tribunal Constitucional declare la anulación
de la vigencia normativa.
En el segundo caso, la responsabilidad teleo-
lógica de hacer respetar la vigencia efectiva de los
derechos constitucionales puede generar que el
Poder Judicial o el Tribunal Constitucional haga
cesar la amenaza de violación o el restableci-
miento del goce de un derecho fundamental. Más
aún, cabe que en el supuesto de que la agresión
hubiere devenido en irreparable se disponga
que tal situación no vuelva a ocurrir y hasta
viabilice la vía penal para la determinación de
pena que corresponda.
Decisiones
La determinación genérica de los fines de los
procesos constitucionales, establecidos en el
artículo II del Título Preliminar del Código Pro-
cesal Constitucional, se deduce de lo dispuesto
en los artículos 1, 38, 44 y 51 de la Constitución.
El artículo 1 de la Constitución establece que
“la defensa de la persona humana y respeto de
su dignidad son el fin supremo de la sociedad
y el Estado”. Mientras que el artículo 38 de la
Constitución señala que “todas las personas
tienen el deber de honrar al Perú y de proteger
los intereses nacionales, así como de respetar,
cumplir y defender la Constitución y el ordena-
miento jurídico de la Nación”.
El artículo 44 de la Constitución menciona
que “son deberes primordiales del Estado de-
fender la soberanía nacional; garantizar la plena
vigencia de los derechos humanos; […]”. A su vez,
el artículo 51 de la Constitución señala que “la
Constitución prevalece sobre toda norma legal;
la ley, sobre las normas de inferior jerarquía y
así sucesivamente […]”.
En ese contexto, el Tribunal Constitucional
en el caso Mario Urrelo Álvarez (Expediente Nº
2209-2002-AA/TC) ha dispuesto que “la Cons-
titución es la norma suprema del ordenamiento
jurídico estatal y, como tal, la validez de todos
los actos y normas expedidos por los poderes
públicos depende de su conformidad con ella”.
Asimismo, en el caso Maximiliano Villanueva
Valverde (Expediente Nº 0168-2005-AC/TC)
ha consignado que “el control de la regularidad
del sistema jurídico en su integridad constituye
un principio constitucional básico en el orde-
namiento jurídico nacional que fundamenta
la constitucionalidad de los actos legislativos y
de los actos administrativos […], procurándose
que su vigencia sea conforme a dicho principio.
Sin embargo, no basta que una norma de rango
legal o administrativo sea aprobada cumpliendo
los requisitos de forma y fondo que le impone la
Constitución […] y que tengan vigencia; es indis-
pensable, también que aquellas sean eficaces”.
Por otro lado, en el caso César Tineo Cabrera
(Expediente Nº 1230-2002-HC/TC) expuso que
los derechos constitucionales por tener “la condi-
ción de derechos subjetivos del más alto nivel y, al
mismo tiempo, de valores materiales de nuestro
ordenamiento jurídico, le es consustancial el
establecimiento de mecanismos encargados de
tutelarlos, pues es evidente que derechos sin ga-
rantías no son sino afirmaciones programáticas,
desprovistas de valor normativo”. Z

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ESPECIAL
VULNERABILIDAD ILEGÍTIMA DERECHOS FUNDAMENTALES
Límites al hábeas corpus
ARSENIO
ORÉ GUARDIA
Profesor de Derecho
Procesal Penal en la PUCP.
Miembro de la Comisión que
elaboró el Anteproyecto del
Código Procesal Constitucional.
E
n un inicio, el hábeas corpus fue regu-
lado como un recurso extraordinario
propio del fuero común (1) . Esta con-
cepción cambió con la promulgación
de la Constitución Política de 1979 y su
posterior desarrollo en la Ley N° 23506, en tanto
que, a partir de este momento, esta institución
es entendida como un proceso constitucional.
Este cambio de paradigma –de recurso ex-
traordinario a proceso constitucional– respondió
a la necesidad de configurar un mecanismo
idóneo de protección del derecho a la libertad
(o alguno conexo) de todo ciudadano, quien,
desde este momento, podía acudir sin ninguna
restricción no solo a las instancias del Poder
Judicial, sino también, a través del recurso de
casación, hasta el Tribunal de Garantías (artículo
298.2-Constitución) (2) , lo cual era posible,
incluso, cuando el gobierno de turno decretaba
algún régimen de excepción.
Consecuencias del cambio
La promulgación de la Ley N° 23506 supuso una
revolución en materia constitucional,entre otras
razones, porque: i) Consagró el hábeas corpus
como un proceso autónomo (artículo 12); ii)
Martes 9 de diciembre de 2014
suplemento de
análisis legal 3
Amplió su legitimidad respecto de aquellos manifiesta la libertad individual y la tutela pro-
que pueden acudir a solicitar tutela mediante
este mecanismo (artículo 13); y iii) Permitió la Alternativa cesal efectiva”.
posibilidad de que el ciudadano acuda ante el Propuesta
Tribunal de Garantías (artículo 298.2-Consti- Ante la ineficacia eficazmente. No obstante, en la actualidad se está planteando
tución de 1979). del hábeas Finalmente, la posibilidad de reducir el ámbito de aplicación
Ahora bien, esta ley prescribía que las accio- corpus, la tutela es oportuno del hábeas corpus contra resoluciones judiciales,
nes de garantía, entre ellas el hábeas corpus, no de derechos mencionar que pues, mediante la incorporación del artículo
procedían “contra resolución judicial emanada (Art. 71.4 las virtudes 4-A al Código Procesal Constitucional, se busca
de un procedimiento regular” (artículo 6.2). Código Procesal propias de un incorporar el cumplimiento de ciertos requisi-
Opción legislativa que, posteriormente, fue pre- Constitucional mecanismo de tos de procedibilidad, siendo uno de ellos, por
cisada por la Ley N° 25398, al prescribir que de 2004) protección de ejemplo, “que se haya denunciado formalmente
“Las anomalías que pudieran cometerse dentro parece ser una los derechos en la jurisdicción ordinaria la vulneración del
del proceso regular […], deberán ventilarse y alternativa fundamentales derecho constitucional, en la primera oportu-
resolverse dentro de los mismos procesos me- válida para no dependen nidad que se hubiera tenido”(5). Esta iniciativa
diante el ejercicio de los recursos que las normas la protección únicamente de puede encontrar respaldo o justificación en el
procesales específicas establecen” (artículo 10). efectiva de la armonía que uso excesivo que se hace del hábeas corpus,
Sin embargo, tales disposiciones fueron los derechos debe existir entre lo que ha determinado que su duración sea,
cuestionadas por el Tribunal Constitucional, al fundamentales sus disposiciones muchas veces, irrazonable, convirtiéndolo en
señalar que no son aplicables cuando, precisa- vulnerados de legales, sino, un mecanismo ineficaz para la salvaguarda de
mente, lo que se alega es la irregularidad en que manera ilegítima principalmente, los derechos fundamentales afectados durante
habría incurrido el procedimiento que precedió durante la del modo en la investigación del delito.
a la resolución judicial cuestionada (3); hasta el investigación que el juzgador El problema apuntado, en nuestra opinión,
extremo, incluso, de llegar a sostener que “es del delito, tanto las aplique y la no debe ser solucionado limitando el acceso a
una interpretación contraria a la Constitución más si, en la celeridad con la justicia constitucional, pues una medida de
entender que las disposiciones citadas de las Leyes práctica, esta la que resuelve esta naturaleza podría dejar espacios exentos
N° 23506 y 25398 impidan, siempre y en todos los institución viene la pretensión de control constitucional por aspectos de mera
casos, que mediante el hábeas corpus se pueda funcionando constitucional. formalidad, conforme lo ha sostenido el Tribunal
evaluar la legitimidad constitucional de los actos Constitucional. (6) ◗
emanados por quienes administran justicia” (4).
En este contexto, resulta destacable que el
Código Procesal Constitucional haya normativi-
zado esta tendencia jurisprudencial de admitir [1] Así, el hábeas corpus tiene sus antecedentes en los artículos 342-355 del Código de Procedimientos en Materia
la procedencia de hábeas corpus contra resolu- Criminal, en los artículos 349-360 de la versión original del Código de Procedimientos Penales de 1940. [2] Con ocasión
de la entrada en vigencia de la Constitución Política de 1993, el mencionado ‘recurso de casación’ fue reemplazado por
ciones judiciales, al prescribir en su artículo 4 el ‘recurso de agravio constitucional’; a la vez que el denominado ‘Tribunal de Garantías’ pasó a denominarse ‘Tribunal
lo siguiente: “El hábeas corpus procede cuando Constitucional’. [3] Exp. N° 662-2000-HC/TC, (FJ. 2). [4] Exp. N° 1230-2002-HC/TC, (FJ. 5). En este sentido, véase Exp.
una resolución judicial firme vulnera en forma n° 179-2000-HC/TC (FJ. 4). [5] Proyecto de Ley N° 3960-2014-PJ. [6] Exp. N° 1230-2002-HC/TC, (FJ. 5).
4-5 suplemento de
análisis legal
EN TORNO AL PROCESO DE INCONSTITUCIONALIDAD
Por la armonía y
la concordancia
ERNESTO
BLUME FORTINI
Magistrado del Tribunal
Constitucional. Presidente de
la Asociación Peruana de Derecho
Constitucional. Profesor de
Derecho Constitucional en la PUCP.
A
l cumplirse diez años de vigen-
cia del Código Procesal Cons-
titucional, que fuera aprobado
mediante la Ley Nº 28237, resulta
conveniente realizar algunas re-
flexiones de aproximación en torno al proceso
de inconstitucionalidad, que, conjuntamente
con los procesos de hábeas corpus, amparo,
hábeas data, cumplimiento, acción popular y
competencial conforman el elenco de procesos
constitucionales a los que dedica su regulación,
para recordar su nacimiento y significado,
así como su objeto de protección y algunas
referencias relacionadas con su tramitación.
En esa línea, conviene recordar que el proce-
so de inconstitucionalidad fue inaugurado en el
Perú por la emblemática Constitución de 1979,
predecesora de la actual, bajo la denominación
de “acción de inconstitucionalidad”, y significó
la adopción del sistema de control concentrado
de la constitucionalidad, en adición al sistema
de control disperso de la constitucionalidad que
ya existía a nivel infraconstitucional desde el
año 1936; y, a su vez, ello conllevó la asunción
del modelo de Estado Constitucional para nues-
tro país, que constituye la más avanzada forma
de Estado, la cual se caracteriza por postular la
soberanía de la Constitución en cuanto expre-
sión normativa del poder constituyente y tener
como razón de ser del orden político social y
económico a la persona humana en cuanto fin
supremo de la sociedad y del Estado, anterior y
superior al mismo, y por proscribir toda área
exenta de control para garantizar los derechos
fundamentales y la primacía normativa de la
Norma Suprema.
La Constitución Política del Perú actual-
mente vigente, que data de 1993, ha mante-
nido el proceso de inconstitucionalidad y ha
preservado sus características básicas, aunque
Martes 9 de diciembre de 2014
ampliando su cobertura también a los decretos
de urgencia, los tratados y los reglamentos
del Congreso de la República, a los que dicha
Defensa esencial
Carta ha reconocido la categoría de normas con La Carta de 1979
rango de ley, creando para su conocimiento al creó el proceso
Tribunal Constitucional, que es el sucesor del de inconstitucio-
fenecido Tribunal de Garantías Constitucio- nalidad como un
nales, y ampliando a los titulares de la acción. instrumento de
A su turno, el Código Procesal Constitucio- defensa, guar-
nal, que entró en vigencia el 1º de diciembre dianía y rescate
de 2004, ha regulado, dentro de sus aspectos de la primacía y
generales, su finalidad, procedencia, conexidad, jerarquía de la
interpretación, naturaleza de sus sentencias y normativa cons-
efectos, así como la competencia, legitimación, titucional frente
representación, plazo prescriptorio, demanda, a las normas con
admisibilidad, procedencia, impulso de oficio, rango de ley que
tramitación y plazo para dictar sentencia, en- la contravinieren
tre otros aspectos, en un marco regulatorio por la forma o
bastante completo que garantiza el derecho por el fondo,
de las partes y la obtención de la resolución estableciendo que
correspondiente en un marco de garantía del tenían tal rango
debido proceso y la tutela procesal efectiva las leyes, los
decretos legisla-
Control abstracto y concentrado tivos, las normas
En cuanto a su finalidad, ha precisado que ésta regionales de
consiste en la defensa de la Constitución frente carácter general
a infracciones contra su jerarquía normativa, y las ordenanzas
respecto de las normas con rango de ley a las municipales,
que se refiere la Constitución por incurrir en creando, a su vez,
infracción constitucional directa, indirecta, al ente encargado
total, parcial, de forma o de fondo.
Se trata de un proceso de control abstracto
y concentrado de la constitucionalidad, enten-
dida ésta (la constitucionalidad) como aquel HAY MUCHOS
vínculo de armonía y concordancia plena que
debe existir entre la Carta Fundamental de la
ASPECTOS QUE
República y sus respectivos correlatos de rango QUEDAN EN EL
inferior en la escala normativa, conformantes TINTERO; PERO,
con aquella del Derecho positivo nacional, en
sus diversos niveles de especificidad, que garan- POR AHORA, BASTA
tiza la plena coherencia del sistema jurídico, en DECIR QUE EN
orden a mantener, en términos kelsenianos, una
relación de regularidad entre sus diversos nive-
ESTOS DIEZ AÑOS
les; de titularidad procesal activa restringida; DE VIGENCIA DEL
de instancia única; de competencia exclusiva CÓDIGO, ESTE
y excluyente del Tribunal Constitucional; y
generador de sentencias de efectos generales; PROCESO ES, QUIZA,
que habilita la declaración de inconstituciona- EL QUE MÁS HA
lidad y, por lo tanto, de nulidad de la norma
cuestionada. Es decir, un proceso diseñado
ESTADO A LA ALTURA
para preservar la normativa constitucional, DE LO ESPERADO.
frente a los desvaríos y excesos en que pudieran
incurrir los diversos legisladores encargados
de dictar las normas con rango de ley.
de conocer el pro- El plazo prescriptorio para interponer la
ceso en mención, demanda de inconstitucionalidad es de seis
al cual denominó años, contado a partir de la publicación de
“Tribunal de la norma objeto de impugnación, salvo el
Garantías Consti- caso de los tratados en que el plazo es de seis
tucionales”, como meses. Interpuesta la demanda, el Tribunal
órgano autónomo Constitucional tiene el plazo de diez días para
e independiente, resolver su admisión, pudiendo declarar su
y le otorgó la inadmisibilidad si se han omitido algunos de
competencia los requisitos previstos en el Código Procesal
de declarar la Constitucional o no se han acompañado los
inconstitucionali- anexos exigidos en el mismo cuerpo normativo
dad parcial o total procesal, concediendo el plazo de cinco días
de las normas con para su subsanación, bajo apercibimiento de
rango de ley que declarar improcedente la demanda y la con-
fueran imputadas clusión del proceso. Así mismo, se declarará
de estar incursas improcedente la demanda cuando se haya
en infracción interpuesto vencido el plazo prescriptorio, se
constitucional hubiere desestimado una demanda de incons-
por quienes titucionalidad sustancialmente igual en cuanto
habilitó para al fondo, o el Tribunal Constitucional carezca
ejercer la titula- de competencia para conocer la norma impug-
ridad procesal nada; casos en los cuales dictará resolución
activa, asumien- debidamente motivada e inimpugnable.
do un criterio
de titularidad Interés público
restringida. El proceso de inconstitucionalidad, dado que
tiene una naturaleza de especial interés público,
debe ser impulsado por el Tribunal Constitucio-
nal de oficio, con prescindencia de la actividad
de las partes, y solo concluye por sentencia; no
admitiendo medidas cautelares.
En cuanto a su tramitación, admitida la
demanda el Tribunal Constitucional concede
a la parte demandada el plazo de treinta días
para contestar la demanda y con su contesta-
ción, o vencido el plazo sin que ella ocurra,
tiene por cumplido dicho trámite o declara
la rebeldía del emplazado, respectivamente;
debiendo en la misma resolución señalar fecha
para la vista de la causa, dentro de los diez días
útiles siguientes, oportunidad en que las partes
pueden solicitar que sus abogados informen
oralmente. La sentencia, por último, se dictará
dentro de los treinta días posteriores a la vista
de la causa.
De la apretada descripción, que aquí se ha
hecho en torno a este importantísimo meca-
 ESPECIAL

Titulares de la acción
Los titulares de la
acción, es decir, los que
pueden demandar, están
señalados expresamente
en la Constitución y son
los siguientes órganos y
sujetos, según el caso: el
Presidente de la República;
el Fiscal de la Nación;
el Defensor del Pueblo;
veinticinco por ciento
del número legal de
congresistas, cinco mil
ciudadanos con firmas
comprobadas por el Jurado
Nacional de Elecciones;
el uno por ciento de los
ciudadanos del respectivo
ámbito territorial, siempre
que este porcentaje no
exceda del número de
firmas anteriormente
señalado, si la norma es
una ordenanza municipal;
los presidentes de región
con acuerdo del Consejo
de Coordinación Regional,
o los alcaldes provinciales
con acuerdo de su
Concejo, en materias de su
competencia; y los colegios
profesionales, en materias
de su especialidad.

nismo de defensa constitucional, conviene se encuentran viciados de inconstituciona-

detenerse algunos instantes en determinados
aspectos sobre los que la jurisprudencia nos
ha ido dando algunas clarinadas bastante
agudas en algunos casos, algo tímidas toda-
vía, en otros.
En efecto, en el modelo que actualmente
pregona nuestro Código se establece que la
determinación de la inconstitucionalidad
puede responder a ciertas clases de infrac-
ciones, las que en buena cuenta nos permiten
distinguir entre inconstitucionalidad por el
fondo o por la forma, inconstitucionalidad
total o parcial, e inconstitucionalidad directa
e indirecta, siendo importante detallar que
mientras los dos primeros grupos de vicios
han sido específicamente reconocidos por
la Constitución, el tercer grupo, en cambio,
lo ha sido por vía de nuestro comentado
instrumento adjetivo.
Mensaje normativo
En lo que respecta al primer grupo de infrac-
ciones, conviene precisar que lo que se denomi-
na como inconstitucionalidad por el fondo, se
presenta cuando la contraposición entre lo que
determina la Constitución y lo que establece la
ley, resulta frontal o evidente. Es decir, el men-
saje normativo entre norma suprema y norma
de inferior jerarquía es opuesto y por tanto la
inconstitucionalidad es manifiesta por donde
quiera que se le mire.
La inconstitucionalidad, en cambio, es por
la forma, cuando la norma objeto de impugna-
ción, independientemente de su compatibilidad
con el contenido material de la Constitución,
ha sido elaborada prescindiendo de las pautas
procedimentales o del modo de producción
normativa establecido en la Constitución. Se
trata en otras palabras de una inconstitucio-
nalidad que no repara en los contenidos de la
norma sino en su proceso de elaboración y la
compatibilidad o no del mismo con lo estable-
cido en la Norma Fundamental.
En lo que atañe al segundo grupo de infrac-
ciones, cabe afirmar que la llamada inconstitu-
cionalidad total es aquella que se presenta cuan-
do todos los contenidos de la norma impugnada
infringen a la Constitución y, por tanto, deben
ser expectorados del orden jurídico.
La inconstitucionalidad es parcial, cuando,
examinados los diversos contenidos de la nor-
ma impugnada, se detecta, que solo algunos
lidad. La determinación de esos contenidos,
sin embargo, puede variar en intensidad. A
veces puede tratarse de una buena parte del
mensaje normativo, en ocasiones solo de una
frase o, en otras, solo de una palabra.
El tercer grupo de infracciones, referidos a
la inconstitucionalidad directa e indirecta, es
el que más complicaciones ha generado por-
que se trata de una clasificación relativamente
novedosa, y aún embrionariamente trabajada
por nuestra jurisprudencia, para la cual es
necesario echar mano del moderno concepto
de bloque de constitucionalidad, el cual hace
referencia al parámetro jurídico constituido
por la Constitución como norma suprema del
Estado y por las normas jurídicas que le otorgan
desarrollo inmediato (leyes orgánicas, leyes
de desarrollo de los derechos fundamentales,
tratados internacionales de derechos humanos,
etcétera). Dicho parámetro resulta particular-
mente importante en ordenamientos donde la
determinación de lo que es o no constitucional,
no se agota en la norma formalmente constitu-
cional, sino que se proyecta sobre aquel entra-
mado normativo donde es posible encontrar
desarrollos constitucionales extensivos.
Desarrollo constitucional
En tal sentido, la inconstitucionalidad directa
es aquella donde la determinación de la colisión
normativa se verifica en el contraste producido
entre la Constitución y la norma objeto de im-
pugnación. Se trata pues, de un choque frontal
entre dos normas con mensajes de suyo distintos.
En cambio en la inconstitucionalidad in-
directa la colisión se verifica entre la norma
objeto de impugnación y los contenidos de una
típica norma de desarrollo constitucional. Lo
inconstitucional, no se determina pues a la luz
de lo que la norma constitucional directamente
establece sino en el contexto de lo que una de
sus normas de desarrollo representa.
Hay muchos otros aspectos que quedan en
el tintero, como, por ejemplo, la tipología de las
sentencias constitucionales, los ámbitos de la
inconstitucionalidad conexa y los efectos del
fallo de inconstitucionalidad, entre otros; pero,
por ahora, baste decir que en su aplicación
durante estos diez años de vigencia del Código
Procesal Constitucional, este proceso es, quizás,
el que más ha estado a la altura de lo esperado,
o el que menos críticas ha generado.◗
6 suplemento de
análisis legal
EL ITER DE LOS CÓNCLAVES SOBRE EL DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL
Presencia permanente
MIGUEL P.
VILCAPOMA
IGNACIO
Profesor de Derecho
Constitucional en la
Universidad Particular
Los Andes. Miembro de la
Asociación Peruana de Derecho
Constitucional.
L
a Asociación Peruana de Derecho
Constitucional (APDC) al que per-
tenecemos la mayoría de los aficio-
nados al Derecho Constitucional
como al Procesal Constitucional, se
caracteriza por propiciar y organizar certáme-
nes locales y nacionales, al mismo tiempo, que
nos permite participar también en conclaves
internacionales. El objeto es la difusión y
promoción de la cultura jurídica de carácter
constitucional y procesal constitucional de
mucha urgencia en el medio por la debilidad
de nuestra democracia.
Uno de esos certámenes organizados son
los congresos nacionales de Derecho Procesal
Constitucional que van por la quinta edición.
Ellos se materializan con la intervención de las
facultades de derecho de alguna universidad
del país u otras instituciones vinculadas al
quehacer académico de carácter constitu-
cional y procesal, al igual que los congresos
nacionales de Derecho Constitucional, or-
ganizados también por nuestra asociación.
Facultades de Derecho
Es necesario detallar que el I Congreso Na-
cional sobre Derecho Procesal Constitucional
– Germán J. Bidart Campos se realizó en la
ciudad de Huancayo, del 18 al 20 de noviembre
de 2004, con la colaboración de Facultad de
Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad
Peruana Los Andes de Huancayo, cuando el
Código Procesal Constitucional ya aprobado
y promulgado se encontraba de vacatio legis
hasta el 1 de diciembre del mismo año (Ley
N° 28237). En este evento, además, se realizó
un importante homenaje a Bidart Campos,
ante el fallecimiento de tan eminente jurista
argentino.
Luego, con fecha 24 al 26 de mayo de 2007 se
organizó y llevó a cabo también, en Huancayo,
el II Congreso Nacional de Derecho Procesal
Constitucional denominado -Héctor Fix-Zamu-
dio-, pues, según Domingo García Belaunde, es
necesario reconocer a los hombres sus virtudes
académicas y cualidades humanas en vida, no
después de su muerte. En esa oportunidad, la
Universidad Peruana Los Andes distinguió al
Martes 9 de diciembre de 2014
homenajeado Fiz-Zamudio, a Néstor Pedro
Sagüés y a Domingo García Belaunde, con el
título de Doctor Honoris Causa, por sus inva-
lorables colaboraciones brindadas al derecho
constitucional.
En el año de 2011, del 29 de setiembre al 1
de octubre, en forma conjunta se llevó a cabo
el X Congreso Nacional de Derecho Consti-
tucional y el III Congreso Nacional de Dere-
cho Procesal Constitucional –“Néstor Pedro
Sagüés –” en Huancayo, con la participación
ESPECIAL
de importantes juristas peruanos e interna-
cionales. En ella, se abordaron temas como el
hábeas corpus contra resoluciones judiciales;
protección de los derechos constitucionales
en la investigación preparatoria penal; los
precedentes vinculantes del Tribunal Cons-
titucional y su relación con las decisiones de
los tribunales ordinarios; y la reforma del
Código Procesal Constitucional.
El IV Congreso Nacional de Derecho Pro-
cesal Constitucional fue organizado por la
Asociación Peruana de Derecho Constitu-
cional y el Colegio de Abogados de Arequipa,
los días 18, 19 y 20 de abril de 2013. Patroci-
naron esta cita las facultades de Derecho de
las universidades que existen en esa ciudad.
Destacaron en el certamen la presencia de
Eduardo Ferrer Mac-Gregor y Diego Valadés
de México; Francisco Díaz Revorio, Miguel
Revenga y Ferando Rey Martínez de España,
Néstor Pedro Sagüés, Ricardo Haro y Sergio
Díaz Ricci de Argentina; José Antonio Rivera
Santivañez y Fidel Tordoya Rivas de Bolivia;
Luis Petit Guerra y Gonzalo Pérez Salazar
de Venezuela. El Congreso fue todo un éxito.
Procesos y tutela de derechos
El V Congreso se llevó a cabo también en la
ciudad de Arequipa del 30 de octubre al 01 de
noviembre del presente año (2014), organizado
por la Asociación Peruana de Derecho Cons-
titucional, la Academia de la Magistratura y
Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas de la
Universidad Católica Santa María.
En este conclave se desarrollaron temas
respecto a los diferentes procesos constitu-
cionales de tutela de los derechos fundamen-
tales y la supremacía constitucional, es así
que Domingo García Belaunde realizó un
balance del Código Procesal Constitucional;
Oscar Urviola Hani, desarrolló el tema sobre
al Tribunal Constitucional y su trascenden-
cia institucional; Gerardo Eto Cruz, abordó
el desarrollo del precedente constitucional
vinculante; Luis Sáenz Dávalos, la práctica
y desarrollo del precedente Constitucional
vinculante en el Perú; Susana Castañeda Otsu
desarrolló el tema: La Corte Interamericana
SE PROMUEVE y el Control de convencionalidad, entre otros.
LA DIFUSIÓN Y Auguramos que los sucesivos Congresos
Nacionales de Derecho Procesal Constitucio-
PROMOCIÓN DE LA nal tengan los mismos éxitos de los congresos
CULTURA JURÍDICA anteriores, desarrollándose con la misma
brillantes y enrolando en sus filas jóvenes
DE CARÁCTER constitucionalistas estudiosos del tema cons-
CONSTITUCIONAL DE titucional y procesal constitucional como
MUCHA URGENCIA viene haciéndolo nuestra asociación en estos
diez años de vigencia del Código Procesal
PARA EL PAÍS. Constitucional.◗
ESPECIAL
AUTONOMÍA PROCESAL Y SUS LÍMITES
La supremacía
constitucional
JORGE LUIS
CÁCERES ARCE
Vicepresidente de la
Asociación Peruana de
Derecho Constitucional.
Decano de la Facultad de Ciencia
Jurídicas y Políticas en la Universidad
Católica de Santa María.
L
a autonomía procesal de los tribunales
constitucionales encuentra su fuente
en el sistema constitucional federal
alemán, cuyo exponente es el jurista
Peter Háberle, quien considera que
el derecho procesal constitucional lo debemos
entender y comprender, como una disciplina
constitucional concretizada, es decir, al servicio
de la Constitución.
Para el maestro peruano Domingo García
Belaunde, el término adecuado es la “flexibi-
lidad procesal”, la que solo debe ser utilizada
excepcionalmente y para cautelar los bienes
constituciones en conflicto.
Garantía y control
La norma adjetiva requiere de una serie de he-
rramientas que la protejan y que le permitan
cumplir con los fines de los procesos constitu-
cionales. Para tal efecto el tribunal peruano ha
incorporado por vía jurisprudencial una serie de
instrumentos de garantía de la Carta política y
del proceso constitucional. Es en dicho escena-
rio que ha reconocido a la autonomía procesal
como un mecanismo al servicio de la supremacía
constitucional. Como bien lo señala el profesor
César Landa, este postulado ha permitido, en
no pocas ocasiones hacer dúctil el derecho y los
procesos constitucionales.
En un Estado Constitucional, como lo precisa
el actual magistrado del Tribunal Constitucional
Ernesto Blume Fortini, no puede haber territorio
liberado del control de la Constitución, ello nos
conduce a que los órganos de control con sus
acertadas decisiones estén obligados a colaborar
con el fortalecimiento de la democracia y conside-
ramos, que la “flexibilidad procesal” contribuye
a esta labor constitucional y para cumplir con
objetividad y cabalidad, deben aplicar los pos-
tulados de supremacía de la Constitución y de
tutela de los derechos fundamentales.
Nuestro derecho procesal constitucional,
como tal es una concretización de la ley funda-
Martes 9 de diciembre de 2014
suplemento de
análisis legal 7
Legitimidad
Jurisprudencia La autonomía procesal, como
bien lo explica el ex magistrado
En todo este desatinadas e del Tribunal Constitucional César
contexto irracionales, Landa, requiere de tres tipos de legi-
podemos que en aplicación timidad, histórica, normativa y téc-
señalar que de la autonomía nico jurídica. La primera, histórica, se
nuestro Tribunal procesal han refleja con la dación de los tribunales
Constitucional, desnaturalizado constitucionales, su surgimiento en
en su historia el rol del ente Europa, las tensiones entre ellos y los
institucional, controlador poderes clásicos. La segunda, es en esen-
ha registrado de la cia la fuente de la autonomía procesal. El
sendas páginas Constitución. artículo 201 de la Constitución establece
que reflejan El tribunal que el Tribunal Constitucional es el ór-
fallos coherentes peruano gano de control, es autónomo y asume la
y ajustados a ha venido interpretación de la Carta política, tarea
los principios incorporando de la cual es el titular compartiendo estas
constitucionales y por vía responsabilidades con el Poder Judicial y
sujetos al espíritu jurisprudencial, el Jurado Nacional de Elecciones.
del constituyente instrumentos El artículo III del Título Preliminar
peruano, empero de garantía de la del código adjetivo, precisa que es obli-
también hemos Carata política gación del juez constitucional y su órgano
contado con y del proceso intérprete, adecuar las exigencias de las
decisiones constitucional. formalidades previstas en el código, al
logro de los fines de los procesos cons-
titucionales (garantizar la primacía de la
Constitución y la vigencia efectiva de los
mental, observado desde dos ópticas. Es un de- derechos constitucionales). La legitimidad
recho constitucional concretizado sin discusión técnico-jurídica permite que los jueces
y a su vez es útil al tribunal para concretizar la gocen en general de los márgenes de dis-
ley fundamental. En resumen, la concretización crecionalidad significativa, optimizando
es entendida como la misión rectora que amerita la interpretación y la aplicación de las
ponerse bajo las órdenes de la ley suprema, para llamadas reglas procesales.
respetarla y defenderla. Nuestro Tribunal Constitucional ha
En el marco de los principios, contamos con establecido que el principio de autonomía
postulados ad-hoc, aplicables a los procesos cons- procesal, cuenta con cuatro componen-
titucionales, que cumplen una misión orientadora tes: La configuración, el desarrollo, la
y canalizadora del proceso de interpretación complementación y finalmente la ade-
constitucional, permitiendo dar soluciones a cuación del proceso vía la jurispruden-
casos concretos. Estos principios ad-hoc los cia, empero en concordancia con los fi-
encontramos unos en el artículo III del Título nes de los procesos constitucionales. La
Preliminar del código adjetivo (dirección judicial autonomía procesal no es, sin embargo,
del proceso, economía, inmediación y socializa- sinónimo de abuso del derecho, ni de
ción procesal) y otros más bien específicos en la autarquía. Si bien la corte constitucio-
jurisprudencia (concordancia práctica, corrección nal goza de un trascendental grado de
funcional, unidad de la Constitución, función libertad y de responsabilidad, para
integradora y los postulados de interpretación resolver dentro del respeto a la norma
conforme a la Constitución, y la fuerza normativa suprema, ello debe ser motivado
de la Constitución). y concordado con su doctrina
Los jueces constitucionales, por su parte, jurisprudencial, los prin-
requieren para resolver de los criterios de inter- cipios y los preceden-
pretación, del test de ponderación, de los princi- tes vinculantes
pios y valores constitucionales y de sus propios que genere. Z
precedentes vinculantes.
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análisis legal Martes 9 de diciembre de 2014 ESPECIAL

EL PRINCIPIO DE AUTONOMÍA PROCESAL

La potestad de creación
CARLOS
HAKANSSON NIETO
Doctor en Derecho. Profesor
de Derecho Constitucional en la
Universidad de Piura. Miembro de
la Asociación Peruana de Derecho
Constitucional.

L
os diez primeros años del Código
Procesal Constitucional me motivan
a comentar el desarrollo del princi-
pio de autonomía procesal; es decir,
la potestad de creación judicial de
derecho procesal constitucional a cargo de su
máximo intérprete: el Tribunal Constitucional.
Se trata de un principio que también puede
ser aplicado por los jueces ordinarios, concre-
tamente en lo que concierne a los procesos de
hábeas corpus, amparo, hábeas data y cumpli-
miento; sin embargo, sus pronunciamientos
siempre estarán bajo condición, pues la máxi-
ma potestad de creación de derecho procesal
constitucional estará reservada a su máximo
intérprete.
El principio de autonomía procesal otorga
capacidad al Tribunal Constitucional para con-
figurar, desarrollar, complementar y adecuar
su proceso a través de su jurisprudencia, en
Los límites constitucionales
concordancia con los fines del artículo II del El principio de autonomía proce- ejercicio de este principio no cesales (Civil y Constitucional) un órgano exento de control
Título Preliminar del código (la primacía de la sal está sujeto a ciertos límites. El debe suponer una especie de que sean afines a la controversia; constitucional. Finalmente, el
Constitución y la vigencia efectiva de los dere- primero se encuentra en ‘invasión’ a las competencias solamente en el caso que la artículo II del Código Procesal
chos y libertades). el artículo 43 de la Constitución, legislativas del Congreso. El solución resulte incompatible Constitucional aparece como un
en el cual se establece que el segundo límite es el carácter con los fines de los procesos límite más en su aplicación, por
Origen y desarrollo Estado se organiza según el subsidiario en su regulación. Si constitucionales el eso no deberán
El origen del principio se encuentra en la ju- principio de corrección fun- el Tribunal Constitucional se en- tribunal se verá facultado para incorporarse nuevas reglas pro-
risprudencia alemana. Dada la necesidad del cional, lo cual condiciona al cuentra al frente de una laguna o crear una nueva regla procesal. cesales que no estén justificadas
Tribunal Federal alemán de cubrir las lagunas, tribunal para no ampliarse las defecto en el proceso El tercer límite es el principio de para garantizar la primacía
que no siempre podían ser resueltas por me- competencias que le han sido constitucional, tendrá que interdicción de la arbitrariedad, de la constitucionalidad, así
dio de la aplicación supletoria de las normas conferidas por la Constitución recurrir a la aplicación supletoria por el que no se puede admitir la como la vigencia efectiva de los
procesales ordinarias, al producir soluciones de 1993. Se debe aclarar que el e integradora de los códigos pro- existencia de derechos y libertades.
insatisfactorias para la protección de los derechos
fundamentales, la respuesta del tribunal fue
resolver esos concretos problemas mediante la
interpretación e integración de normas distan- en la regulación procesal constitucional. Con Casos emblemáticos para la creación de reglas de remisión del
ciándose de las regulaciones procesales ordina- la finalidad de legitimar este principio desde la En relación con su incorporación en la ju- proceso de amparo al proceso contencioso
rias y los clásicos principios del derecho procesal constitucionalidad se debe recurrir a las dispo- risprudencia del Tribunal Constitucional administrativo, sustentándose en el principio
general. Se trata, entonces, de un principio que siciones de los artículos 201 (autonomía) y 139, peruano podemos citar tres casos emble- finalista de los procesos constitucionales y
establece una potestad del juez constitucional inciso 8, de la Carta de 1993 (el deber de admi- máticos. El primero es el caso Arellano en el de adecuación de la formalidad a los
para la interpretación e integración de las nor- nistrar justicia), así como al artículo III del Título Serquén de abril de 2004. Con motivo de fines del proceso. El tercer caso fue el de la
mas procesales constitucionales. Preliminar del Código Procesal Constitucional. introducir el instituto del ‘estado de cosas hoja de coca de agosto de 2005, el tribunal
Las respuestas del Tribunal Constitucional El principio de autonomía procesal permite al inconstitucionales’, el tribunal afirmó que afirmó su condición de máximo intérprete,
alemán se han sustentado en premisas relativas máximo intérprete constitucional “determi- es competente para fijar las reglas procesales órgano supremo de la constitucionalidad
a la reivindicación de su condición de ‘señor del nar, en atención a las circunstancias objetivas que mejor protejan los principios y derechos y titular de una autonomía procesal para
proceso’ (Herr des Verfahrens); o en otras donde de cada caso, a resolver las consecuencias que constitucionales. El segundo caso es la sen- desarrollar y complementar la regulación
se ha acentuado la particularidad del proceso puedan generar los efectos de sus sentencias y tencia Anicama de julio de 2005, el tribunal procesal constitucional a través de su ju-
constitucional, así como la existencia de lagunas el contenido de estas”. invoca expresamente su autonomía procesal risprudencia. ◗