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Síndrome de burnout
Este síndrome es un tipo específico de stress laboral (se define como una
respuesta al stress laboral crónico), padecido por aquellos, que en su voluntad por
adaptarse y responder a un exceso en las demandas y presiones laborales, se
esfuerzan de un modo intenso y sostenido en el tiempo, con una sobre exigencia y
tensión que originan importantes riesgos de contraer enfermedades y afectar
negativamente el rendimiento, la calidad del servicio así como también, se dan
actitudes y sentimientos negativos hacia las personas con las que trabaja y hacia
el propio rol profesional. Es un síndrome cuyos síntomas son bajos niveles de
realización personal y del trabajo, y a altos niveles de agotamiento personal. Los
trabajadores de salud se sienten descontentos consigo mismo e insatisfechos con
sus resultados laborales.
Se sistematizaran cuatro niveles clínicos de Burnout:
Leve: quejas vagas, cansancio, dificultad para levantarse a la mañana.
Moderado: cinismo, aislamiento, suspicacia, negativismo.
Grave: enlentecimiento, automedicación con psicofármacos, ausentismo,
aversión, abuso de alcohol o drogas.
Extremo: aislamiento muy marcado, colapso, cuadros psiquiátricos, suicidios.
Analizando el signo sintomatología se distinguen:
Signos y síntomas físicos: cefaleas sensoriales, fatiga, agotamiento, insomnio,
trastornos gastrointestinales, dolores generalizados, malestares indefinidos.
Signos y síntomas psíquicos: falta de entusiasmo e interés, dificultad para
concentrarse, permanente estado de alerta, actitud reflexiva, irritabilidad,
impaciencia, depresión, negativismo, frustración, desesperanza, desasosiego.
Síntomas laborales: sobreinvolucionamiento, no comparten ni delegan trabajo,
ausentismo laboral.
Tipos de síndrome de burnout:
Síndrome de burnout completo: se presenta en aquellos individuos con
niveles altos de agotamiento y despersonalización y niveles bajos de
realización personal.
Síndrome de burnout incompleto: incluye a los individuos que presentan
altos niveles de agotamiento y despersonalización y niveles medios de
realización personal.
Características:
Crisis de ansiedad: La ansiedad consiste en un estado de malestar
psicofísico caracterizado por una sensación de incomodidad o inseguridad,
tensión, no existe el placer y es común que el sujeto experimente estos
síntomas. Se trata, por lo tanto, de una emoción que aparece cuando el
sujeto se siente amenazado por un peligro, que puede ser interno o
externo, constituye una reacción normal en la vida de toda persona, a bajos
niveles es favorable, ya que motiva y aumenta la capacidad de reacciones.
Sin embargo, su exceso o una respuesta exagerada ante estímulos es
dañina. Esto puede predisponer a las personas a una salud general
deficiente. La ansiedad persistente e intensa a menudo provoca
comportamientos nocivos como comer demasiado o consumir alcohol o
drogas.
Angustia: Son episodios de miedo intenso, que aparecen repentinamente
sin ningún motivo, normalmente en situaciones conocidas donde no es
esperable el miedo o en las que la intensidad de este en desproporcionada.
Se acompañan de síntomas físicos y psíquicos.
Hipersensibilidad: Tendencia de una persona a sentirse afectada en sus
sentimientos por cosas que para los demás resultan poco importantes,
volviéndolos vulnerables frente a los problemas. Esto puede traer una
reacción inmunitaria exagerada y producir un cuadro patológico.
Insomnio: se considera como insomnio la dificultad para conciliar o
mantener el sueño; o una sensación de sueño poco reparador que genere
un notable malestar o interferencia con las actividades sociales y laborales.
Factores organizacionales
Puestos relacionados con atención al público, clientes o usuarios: Se da en
aquellos puestos de trabajo en los que el empleado se ve sometido a un
contacto continuo con clientes o usuarios, y por consiguiente, a un gran
número de quejas, reclamaciones o peticiones por parte de los mismos.
Ésto puede generar grandes niveles de estrés en el trabajador y a la larga
puede terminar por afectar a su conducta. En la mayoría de ocasiones, un
cliente insatisfecho o descontento con el servicio prestado no suele ser
demasiado agradable y ésto puede acabar "contagiando" la conducta del
trabajador.
La falta de previsión en las suplencias, la posibilidad de que se presenten
urgencias no previstas, lleva a la sensación de un trabajo en cadena con la
consiguiente falta de control sobre el mismo.
El exceso de burocratización sin el apoyo del personal específico repercute
en el tiempo que se debería dedicar a las tareas profesionales.
Prolongadas Jornadas de trabajo: Se ha encontrado en múltiples
investigaciones que el síndrome ataca especialmente cuando el trabajo
supera las ocho horas diarias, Trabajos en los que el empleado debe
mantenerse en su puesto por 10, 12 e incluso 16 horas, pueden aumentar
drásticamente la posibilidad de padecer este síndrome.
Elevado nivel de responsabilidad: Algunos puestos de trabajo exigen un
gran nivel de atención y concentración sobre la tarea realizada. El más
mínimo error puede tener consecuencias desastrosas. Un ejemplo sería el
del personal médico, de cuyas manos muchas veces depende la vida de un
paciente. Se trata de profesiones sometidas a altos grados de estrés y por
tanto propicias para sufrir el Síndrome de Burnout.
Trabajos muy monótonos: Paradójicamente, los puestos laborales
aburridos, repetitivos o carentes de incentivos también pueden ser causa
del Síndrome de Burnout. El trabajador no encuentra ninguna motivación en
lo que hace y esto le causa frustración y estrés. A nadie le gusta pasar
cientos de horas al mes realizando una actividad que no le motiva en
absoluto y con la que no se siente cómodo.