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Nombre del alumno: Sandra Liliana Bedoya, Frida Sofía Cumi García

Tema: El Resentimiento en Adultos Mayores

Materia: Seminario de Tesis

Licenciatura: Psicología Clínica

Cuatrimestre / Bimestre: Noveno

Modalidad: Escolarizada

Asesor: Lic. Antonio Pérez-Paredes

Fecha y lugar
21 de Agosto del 2018, Cancún Quintana Roo.
2

ÍNDICE

Introducción…………………………………………………………………………3

Decálogo de Bernal………………………………………………………………….4

Justificación………………………………………………………………………...13

Objetivo General……………………………………………………………………15

Objetivo Específico…………………………………………………………………16

Hipótesis…………………………………………………………………………….17

Marco Teórico………………………………………………………………………18

El Resentimiento desde una perspectiva filosófica………………………………….19

El Resentimiento desde una perspectiva psicológica………………………………..28

El Resentimiento en los adultos institucionalizados…………………………………35

Casos OA y GA………………………………………………………………………38

Método………………………………………………………………………………..41

Resultados…………………………………………………………………………….45

Conclusión……………………………………………………………………………54

Referencias……………………………………………………………………………55
3

Introducción

El presente trabajo contiene los hechos realizados durante el periodo de nuestra

investigación de campo en la asociación Orgullo Ciudadano. Nuestra labor consistió en

trabajar en equipo para elaborar e implementar herramientas teóricas y prácticas que nos

ayudaran a estudiar el fenómeno del resentimiento, sus factores y consecuencias en torno a

la salud emocional en los adultos mayores de la mencionada asociación.

Para empezar, se expone el decálogo que coteja gran parte de las acciones llevadas a

cabo durante nuestra labor investigativa, así como la justificación y motivos que nos

llevaron a elegir el tema a estudiar, además de los objetivos e hipótesis planteados a priori.

Seguido, exponemos el marco teórico que ofrece la definición del resentimiento desde las

perspectivas filosóficas y psicológicas, también se redactó información acerca del único

estudio que encontramos sobre el resentimiento en adultos mayores latinoamericanos.

Finalmente enseñamos el método con el que nos valimos para obtener una escala que

pudiera medir el resentimiento, asimismo explicamos los factores situacionales y

emocionales relevantes que encontramos en los adultos mayores que seleccionamos para la

muestra.
4

Seminario de tesis
Decálogo de Bernal
Equipo: Sandra Liliana Bedoya C, Frida Sofía Cumi G.
Tema: El Resentimiento en Adultos Mayores
Pregunta: ¿Qué consecuencias emocionales produce el resentimiento en los adultos
mayores de la asociación Orgullo Ciudadano en Cancún?

Aspectos de la Descripción en la investigación


investigación
CRONOLOGÍA El tema de investigación surgió durante el servicio social que
Cuándo
realizamos de Febrero a Julio del presente año en la Asociación

Orgullo Ciudadano, dedicada a ser una estancia de medio tiempo

sin fines de lucro para personas de la tercera edad.

AXIOMAS Durante los meses de nuestro servicio en la asociación, llevamos a


Quién
cabo un programa de Educación Emocional que tenía como

objetivo comunicar y promover herramientas de la inteligencia

emocional para la adaptación y el afrontamiento de situaciones de

índole emocional tales como la ansiedad, la depresión y el duelo,

asimismo experiencias desestabilizadores como el divorcio, la

violencia intrafamiliar, problemas maritales, el desempleo y las

enfermedades somáticas.

La idea central de este trabajo pretendió investigar si el

resentimiento realmente se estaba presentando en un pequeño

número de individuos previamente seleccionados por su historia de

vida y el contenido de sus discursos, según autores, éste fenómeno

no es fácilmente percibido por el observador ajeno y, más aún,


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aquel que “es” o “está” resentido no siempre es consciente de la

existencia de resentimiento (May, 1974, pg. 122-123).

MÉTODO Realizamos una exploración para obtener alguna herramienta que


Cómo
nos ayudara con la medición del resentimiento y que pudiéramos

aplicar a los adultos mayores, encontrando una escala creada por

Ramón León, Cecilia Romero, Joaquín Novara y Enrique Quesada,

su proyecto de investigación fue realizado en el Instituto Nacional

de Salud Mental ''Honorio Delgado - Hideyo Noguchi''. La

aplicación de dicha escala se llevó a cabo escala el día Viernes 22

del mes de Junio del presente año, modificando ciertos ítems para

la adaptación correcta de nuestra muestra y procurar obtener

resultados efectivos.

ONTOLOGÍA En caso de que el resentimiento esté presente de forma disfuncional


Qué
en la población a estudiar, fue necesario enfocarnos en las

situaciones que lo generan, la medida en que los antecedentes y

circunstancias existenciales contribuyeron o favorecen su

aparición, si es un estado permanente o un fenómeno pasajero, tal

vez un mecanismo de defensa que surja de la represión y la

fantasía, de ser así, ¿cómo se forma y cuán intenso puede ser en los

adultos mayores? ¿Podríamos descubrir que hay resentimientos

específicos (amoroso, existencial, social, económico)?

Como ya hemos mencionado con anterioridad, el trabajo con los

adultos de la tercera edad nos resulta interesante puesto que, de


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manera clara, se puede observar el resentimiento como un

sentimiento presente en la mayoría de los casos, con base a las

vivencias del pasado, resultando en su mayoría un tanto

desagradables.

Así que, como primer paso y viendo estos factores ya

presentados en el párrafo anterior, nos planteamos como pregunta

de investigación la siguiente: ¿Qué consecuencias emocionales

produce el resentimiento en los adultos mayores de la asociación

Orgullo Ciudadano en Cancún?

La Asociación Orgullo Ciudadano cuenta con un aproximado de

80 adultos mayores, 10 coordinadores y una presidente. Sin

embargo, el número de muestra seleccionada para el objeto de

estudio de nuestra investigación constó de 2 hombres y seis

mujeres de entre 40 y 71 años de edad. Estas personas fueron

elegidas por su historia de vida, la cual aparentemente incluye

características que según nuestro marco teórico son causantes del

resentimiento en las personas.

TECNOLOGÍA Para poder obtener respuestas, decidimos elaborar una


Con qué
investigación de campo, que incluyó varias herramientas, entre

ellas, una escala de medición para el resentimiento, misma que

encontramos y que modificamos para adaptarla a nuestros sujetos

de estudio. Asimismo estuvimos realizando sesiones de educación

emocional y terapia psicológica de forma individual, en donde,


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mediante entrevistas, recopilamos datos personales y pudimos

recabar información sobre los posibles factores que conllevan al

resentimiento dentro de esta población.

Las herramientas de investigación que utilizamos son las

siguientes:

Ficha de Datos Personales. Es una ficha constituida por una lista

de ítems que investigan de forma individual aspectos significativos

de cada uno de los sujetos, referidos tanto a su filiación como a

características familiares resaltantes, dado que fueron extraídos

directamente de las historias clínicas o fichas de ingreso de los

sujetos. Se indagó entonces, nombre, edad, estado civil, grado de

instrucción, ocupación y número de hijos, entre otros aspectos.

Pruebas psicométricas

Inventario de Actitudes hacia la vida. Esta escala recientemente

elaborada (León, Romero, Novara y Quesada, en prensa), presenta

un conjunto de 34 ítems destinados a medir resentimiento,

sumándose a ellos 8 ítems de la sub-escala de resentimiento del

Inventario de Agresión Hostilidad de Buss-Durkee, y los 9 ítems

de la Escala L del Inventario de Personalidad de Eysenck, que tiene

la finalidad de determinar la confiabilidad de la aplicación de los

ítems restantes.

Fuentes de Conocimiento:
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Teoría de IE de Meyer y Salovey. La inteligencia emocional

consiste en la habilidad para manejar los sentimientos y emociones,

discriminar entre ellos y utilizar estos conocimientos para dirigir

los propios pensamientos y acciones.

Según Mayer y Salovey (1997: 10), “la inteligencia emocional

incluye la habilidad para percibir con precisión, valorar y expresar

emoción; la habilidad de acceder y/o generar sentimientos cuando

facilitan pensamientos; la habilidad de comprender la emoción y el

conocimiento emocional; y la habilidad para regular las

emociones, para promover crecimiento emocional e intelectual”.

La inteligencia emocional se refiere a un “pensador con un

corazón” (“a thinker with a heart”) que percibe, comprende y

maneja relaciones sociales.

Estos autores reformularon el concepto original en sucesivas

aportaciones (Mayer y Salovey, 1993, 1997, 2007; Mayer, Caruso

y Salovey, 1999, 2001; Mayer, Salovey y Caruso, 2000).

Una de las formulaciones que se tomaron como referencia es la

siguiente (Mayer, Salovey y Caruso, 2000; Mayer y Salovey, 1997,

2007). La inteligencia emocional se estructura como un modelo de

cuatro ramas interrelacionadas: percepción emocional, facilitación

emocional del pensamiento, comprensión emocional y regulación

emocional.
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Programa SPSS. Es un programa estadístico informático, que se

utilizó para la interpretación de datos estadísticos.

Programa de Educación Emocional. Programa que llevamos a

cabo en la Asociación Orgullo Ciudadano.

TELEOLOGÍA A lo largo de nuestro servicio social, hemos establecido como


Para qué
objetivo principal comunicar y promover herramientas de la

Inteligencia Emocional; no obstante, como se mencionó

anteriormente, el enfoque de esta investigación tuvo la intención

de analizar y verificar si el resentimiento se estaba presentando

como un factor de riesgo. Conocer la sintomatología que el

resentimiento quizá estuviera generando en los adultos mayores,

nos podría haber servido para encauzar nuestro trabajo en las áreas

que necesitan atención prioritaria, de ese modo nuestro programa

de educacional emocional podría cumplir con su objetivo.

TOPOGRAFÍA Dependencia/ Institución: Asociación Orgullo Ciudadano


Dónde
Dirección: Calle Circuito Ixtafiayuca 1620-A, Manzana 86

Fraccionamiento Haciendas del Caribe, región 200, lote 4,

municipio Benito Juárez CP 77539

Cancún, Quintana Roo.

Presidente: MMT. Lizbeth Santoyo Hernández.


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ECOLOGÍA Las personas que hicieron parte de la muestra seleccionada, son


Contra qué
oriundas de diferentes regiones del país, tales como Ciudad de

México, Acapulco, Tabasco, Michoacán y Veracruz. De acuerdo a

su aliño, bagaje lingüístico y comportamiento, se pudo inferir que

provienen de clase social media; sólo una persona no contrajo


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matrimonio, ni ha convivido con algún cónyuge y tampoco tuvo

hijos; algunos siguen viviendo con sus parejas; la mayoría habla

sobre el abandono y la falta de comunicación con sus parejas e

hijos, de su soledad, de sus carencias económicas (no todos los que

pagan renta cuentan con un empleo sostenible), de su dolencias

físicas (la mayoría tiene diabetes y problemas cardiovasculares), la

más joven parece presentar ansiedad ante las patologías propias y

las de sus seres queridos, más de tres parecen presentar duelos no

elaborados mientras que algunos suelen comentar acerca del poco

control que tienen sobre emociones como el miedo, el enojo y la

tristeza; en el plano de la educación una de las mujeres estudió

comercio pero al parecer no pudo ejercer, algunos cursaron básica

primaria, preparatoria y uno tiene carrera trunca, pueden leer y

escribir correctamente.

ETIOLOGÍA El resentimiento en los adultos mayores de la Asociación Orgullo


Por qué
Ciudadano tuvo varios orígenes, siendo causado de manera

principal, por las vivencias negativas del pasado que en su mayoría

influyen en el presente.

EXPERIENCIA Con base a nuestra experiencia y tomando ejemplo de algunos


Cuánto
casos dentro recopilados en entrevistas y cuestionarios, pudimos

decir que el resentimiento está ligado a cuestiones de abandono por

parte de los padres, los conyugues o los hijos, el rechazo constante


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que han experimentado en la vida, el maltrato sufrido por parte de

la familia o incluso sociedad como tal, así como la frustración que

experimentan al no verse llevando a cabo algún proyecto de vida

que ellos tenían, el experimentar algún tipo de sentimiento de sed

de venganza también influye en la formación del resentimiento, así

como la rivalidad que se presenta en esta población.

También pudimos desmitificar prejuicios acerca de la tercera edad,

si bien es cierto que pueden estar en condiciones de vulnerabilidad

debido a condiciones de salud y soledad, ellos mostraron

motivación y fortaleza ante los desafíos del diario vivir.


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Justificación

La etapa de la vejez es considerada como un proceso natural, gradual, continuo e irreversible,

con cambios en el nivel biológico, psicológico y social que además están determinados por

la historia, la cultura, las condiciones socioeconómicas de los grupos y las personas. La forma

de envejecer de cada persona es diferente.

En México durante el año 2010, en uno de cada cuatro hogares vivía una persona mayor de

60 años. Además, poco más de una quinta parte de los hogares tenía como jefe o jefa a una

persona adulta mayor: 6.2 millones de los 28.2 millones de hogares que captó el Censo de

Población y Vivienda 2010. De estas personas que son jefas de hogar, 35.2% son mujeres y

64.8% son hombres. 1

Estos datos permiten inferir que las personas adultas mayores viven en compañía de sus

familiares, lo cual puede tener un papel importante en el bienestar físico y emocional,

particularmente en el caso de quienes requieren de cuidados o apoyo a causa de una

enfermedad o discapacidad y en hogares donde no se viven situaciones de violencia

intrafamiliar. Sin embargo, El 12% de las mujeres y 9.2% de los hombres adultos mayores

viven solas/os, lo cual puede significar estar en situación de vulnerabilidad ante cualquier

emergencia o necesidad que no puedan satisfacer por ellas/os mismas/os.

1
http://cedoc.inmujeres.gob.mx/documentos_download/101243_1.pdf
14

El nivel educativo de las personas adultas mayores es bajo, en gran parte porque la expansión

del sistema educativo no benefició a esas generaciones.

El deterioro funcional a causa de la edad avanzada afecta la salud y la calidad de vida de las

personas, esto da como resultado dificultades para realizar por sí mismas algunas actividades

cotidianas, lo que incrementa las posibilidades de dependencia de cuidado e impacto en su

salud.

Los adultos mayores también son vulnerables al maltrato, sea físico, sexual,

psicológico, emocional, económico o material; al abandono; a la falta de atención y a

graves pérdidas de dignidad y respeto. El maltrato de las personas mayores no se limita a

causar lesiones físicas sino también graves problemas psíquicos de carácter crónico, como

la depresión y la ansiedad. 2

Teniendo en cuenta las problemáticas y factores que ponen en riesgo la salud mental

de los adultos mayores de la asociación, hemos decidido investigar acerca del

resentimiento, no en aras de enjuiciar o etiquetar, sino como un fenómeno a investigar,

que nos permita detectar y planificar métodos útiles para el beneficio de la salud mental

en la población adulta.

2
Encuesta de Dinámica Social ENDIREH 2011
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Objetivo General

Analizar e identificar los diferentes factores que desencadenan el resentimiento en los adultos

mayores de la asociación Orgullo Ciudadano.


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Objetivo Específico

Descubrir de qué forma se manifiesta el resentimiento en los adultos mayores de la asociación

Orgullo Ciudadano.
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Hipótesis

H0: Los adultos mayores de la asociación Orgullo Ciudadano no están manifestando

resentimiento.

H1: El resentimiento no produce consecuencias emocionales en los adultos mayores de la

asociación Orgullo Ciudadano.

H2: Los factores que desencadenan resentimiento en los adultos mayores de la asociación

Orgullo Ciudadano, son la envidia, la injusticia y la impotencia.


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Marco Teórico
A lo largo de esta investigación, nos hemos valido de referencias teóricas provenientes

de la filosofía occidental del siglo XX, autores como Friedrich Nietzsche, Max Scheler,

Emil Cioran, componen los primeros párrafos de este capítulo; a posteriori se mostrarán los

conceptos y definiciones del Resentimiento a partir de la psicología y el psicoanálisis,

exponiendo los diversos factores que influyen en su proceso y formación, así como las

consecuencias que éste puede generar en la vida emocional de los adultos mayores.

También descubrimos información acerca del Resentimiento en la población adulta de

Latinoamérica, a través de una investigación realizada con adultos institucionalizados en la

ciudad de Lima, Perú; dicho documento fue valioso para poder acercarnos a nuestro

objetivo de tesis, pues la posibilidad de hallar una similitud cultural es de total relevancia

para medir fenómenos psicológicos de índole cualitativa.


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El Resentimiento desde una Perspectiva Filosófica

En el Tratado Primero “Bueno y Malvado, Bueno y Malo” de la Genealogía de la Moral, el

filósofo alemán Friedrich Nietzsche analiza lo que es “bueno” y lo que es “malo”, expone

su significado de malo aludiendo a un hombre vulgar, plebeyo, simple, en cuanto al hombre

bueno, menciona al guerrero, al valiente, es decir, antítesis del “malo”. Con la aparición del

judaísmo surge la “transvaloración de los valores”, lo que conlleva una metamorfosis

conceptual de lo bueno y lo malo, ya que para el judaísmo y posteriormente para el

cristianismo, el noble, es decir, el bueno, se considera como el ser malvado, por el

contrario, el humilde, el plebeyo será considerado como el bueno. Nietzsche (1996) difiere

que:

El hombre del resentimiento no es ni franco, ni ingenuo, ni honesto y derecho

consigo mismo. Su alma mira de reojo; su espíritu ama los escondrijos, los caminos

tortuosos y las puertas falsas, todo lo encubierto le atrae como su mundo, su

seguridad, su alivio; entiende de callar, de no olvidar, de aguardar, de

empequeñecerse y humillarse transitoriamente. (p. 19).

Esta crítica podría dar a entender que el resentimiento surgió de una psicología cristiana en

donde las personas se consideran a sí mismas como vulnerables, víctimas o mártires, que

incapaces de reaccionar ante la tiranía, optan por una posición sumisa en aras de lograr un

“auténtico amor a sus enemigos”, quizá un aparente perdón que escinde al hombre bueno y

al malvado a partir de una base asentada en la moral del esclavo, una moral cuyo fin
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ulterior busca la redención a través del sufrimiento causado por aquellos que consideran

malvados.

En la fenomenología y sociología del resentimiento, Max Scheler (1998) hace hincapié en

que:

Desde el sentimiento de venganza, pasando por el rencor, la envidia y la ojeriza, hasta

la perfidia, corre una gradación del sentimiento y del impulso, que llega a la cercanía

del resentimiento. Los modos de la negación hostil necesitan motivos determinados

para aparecer; están ligados en su dirección, a objetos determinados, de modo que

desaparecen con la desaparición de estos motivos. La venganza conseguida hace

desaparecer el sentimiento de venganza, y, análogamente, el castigo de aquel a quien

apuntó el impulso de venganza; también la envidia desaparece cuando el bien por el

que envidio a alguien se hace mío. (p.19)

Un ataque o una ofensa suscitan un impulso de venganza que resulta en un contraataque o

defensa, sin embargo esto no puede llamarse venganza. Para Scheler, la condición necesaria

para que el resentimiento surja se da tan sólo allí donde un evento es percibido como un

ataque que va acompañado por el sentimiento de la impotencia, la represión de un contra-

impulso que no puede reaccionar contra aquel que se considera una autoridad. Podemos

entonces notar una posible represión violenta de los impulsos, que serviría como punto de

partida del resentimiento para formar una personalidad “amargada” o “envenenada”.


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Es probable que lo que Scheler quiso decir es que a pesar de que la venganza, la envidia, el

rencor, entre otros, son sentimientos que podrían dar inicio al resentimiento, no entran en su

formación como tal, el resentimiento se da allí en donde el perdón no tiene lugar. Scheler

(1998) afirma: “Si no tiene lugar, es porque una conciencia, todavía más acusadora de la

propia impotencia, refrena semejante acción o expresión” (p. 19).

Éste autor parecer brindar una posible pista de los mecanismos de defensa que generan y

sostienen al Resentimiento, tales como la Represión, es decir, el rechazo de la consciencia a

todo aquello que resulta doloroso e inaceptable para la persona, en situaciones en donde se

enfrenta a conflictos emocionales y amenazas de origen interno o externo, así se omite de la

consciencia o no se da cuenta cognoscitivamente de los deseos, pensamientos o

experiencias que le causan malestar; el segundo mecanismo de defensa que interviene en el

Resentimiento es el Aplazamiento, el cual sugiere el retraso en la ejecución del contra-

impulso por impotencia.

No obstante, no es el impulso de venganza en sí lo que perpetúa el odio, sino la sed de

venganza propiamente dicha, tales mecanismos de defensa mantienen y fomentan la sed de

venganza, ésta obedece a una pulsión de muerte que no encuentra la forma de canalizarse y

es persistentemente insatisfecha. A modo de interpretación psicoanalítica, es posible que

aquellas personas que manifiesten fuertes resentimientos, transformen de manera

inconsciente una afección psíquica en orgánica, esto quiere decir que, pueden llegarse a

presentar casos en donde se padezcan alteraciones del estado afectivo (depresión, ansiedad

y manía) así como de la conducta (trastorno de la personalidad antisocial y pensamientos de


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carácter obsesivo carentes de comportamientos compulsivos debido al mecanismo de la

Represión).

Emil Magnus Cioran, filósofo de origen rumano radicado en Francia, en su obra la Odisea

del Rencor, no nos habla del resentimiento como tal, pero hace mención de los

pensamientos rumiantes que acechan al imaginario que a su vez es alimentado por un

profundo odio; un odio que se canaliza a través de fantasías de justicia a favor del atacado.

En relación a esto, Cioran (1981) asevera que:

“Empleamos la mayor parte de nuestras vigilias en despedazar con el pensamiento a

nuestros enemigos, en arrancarles los ojos y las entrañas, en presionar y vaciar sus

venas, en pisotear y machacar cada uno de sus órganos, dejándoles únicamente, por

lástima, el placer de su esqueleto. Hecha esta concesión, nos tranquilizamos y, hartos

de fatiga, caemos en el sueño” (p.23).

Podemos observar que el resentimiento es algo que se va acumulando y que muchas veces

no se sabe cómo procesar. A modo de defensa superficial, se articulan soliloquios que

traten de apaciguar los pensamientos y sentimientos respecto a aquellos que han hecho

algún daño, algunas personas procuran ser asertivas con el fin de no guardar lo que se para

sí mismas es negativo, sin embargo, es muy probable que se conserven “residuos” de enojo,

así, mucha gente diría que la solución mágica es el perdón, pero el enojo es algo inherente

en el ser humano, es una de las emociones básicas que se manifiesta para que se

establezcan límites y se exija respeto, por ende cuando nos sentimos atacados hay una
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tendencia a querer responder, la forma en que se haga, dependerá del control emocional que

se posea.

A lo largo de la vida, se van encadenando una serie de ofensas, humillaciones, malos

entendidos, rechazos, abandonos y cosas desagradables que podrían pasar. Se recalca la

palabra “encadenando” porque aquí se quisiera comparar con los focos de un árbol de

navidad, una serie de luces. Esa serie de luces está toda encadenada, la electricidad pasa

rápidamente de un foco a otro. Si se agrega un nuevo foco a la serie no se va a prender

solamente ese, sino en reacción en cadena puede hacer que se prendan todos los demás, es

por eso que, metafóricamente cada quien reacciona de una manera diferente ante una

ofensa.

Si alguien trae 49 rechazos acumulados en su vida, cuando reciba la ofensa número 50 su

reacción va a ser mucho más fuerte que la de una persona que han rechazado cinco o seis

veces. Tales negativas suceden automáticamente, son reacciones inconscientes que se

quieren empezar a desactivar; el ideal de la sociedad de hoy en día sugiere que perdonar es

olvidar, no obstante, los sucesos emocionales que provocan fuertes impresiones podrían

llegar a ser difíciles de borrar, y si acaso se olvidaran, quedaría la persona en cierto estado

de indefensión, pues estaría vulnerable al mismo patrón de repetición que tanto le hizo

daño.

Para Cioran (1981) el no vengarse es encadenarse a la idea de perdón, ahogarse a causa del

odio que se lleva dentro: “Mientras guardemos aunque sea una sombra de memoria, el

perdón será una lucha con los instintos, una agresión contra el propio yo” (p.23).
24

Tal parece que varios son los antivalores que desencadenan y refuerzan el resentimiento, la

percepción y reacción ante lo que se considera una ofensa o daño personal tiende a ser

subjetivo, pues va acorde con la ética y los límites que cada persona establece.

Algunas situaciones que se pueden poner de ejemplo para generar resentimiento sientan su

base sobre la rivalidad y la envidia, en donde existe cierto grado de competencia entre dos o

más personas por conseguir un mismo fin, y entre más se perciba el contrincante como

victorioso, mayor será la tristeza o disgusto, Immanuel Kant proporciona las siguientes

definiciones a través de su obra Lecciones de Ética:

La rivalidad surge cuando uno se halla descontento por la superioridad de los demás;

nos sentimos muy abatidos por la suerte del prójimo y por eso le envidiamos. La

envidia se traduce en estar descontentos con el hecho de que a otro le haya tocado ser

dichoso y consiste en desear la imperfección e infelicidad a los demás, no para que

nosotros seamos perfectos y felices por ello, sino porque sólo así podemos ser

dichosos y perfectos (p. 438-439).

Los agravios comparativos que una persona hace en cuanto a posición económica o

satisfacción de las necesidades, puede llegar a mortificar y suscitar la envidia, como si la

plenitud y el bienestar dependieran de la cantidad de privilegios con los que se cuente y de

ver a los demás en una situación similar o peor, pues las desgracias pesan menos si se

proyectan en otros.
25

Un ejemplo que podría ilustrar dicha distinción, se da en la relación de hermanos, por lo

regular, la rivalidad se presenta en etapas tempranas, en donde el objetivo que pretenden

alcanzar los hermanos será el afecto y favoritismo por parte de sus padres, en este caso,

supongamos que padre y madre están a la expectativa de que sus dos hijos aprueben el

examen para entrar a la universidad, el hermano #1 logró pasar, pero el hermano #2 no

contó con la misma suerte, claramente los elogios y recompensas no se hacen esperar para

el futuro universitario, mientras que el hermano #2 es ignorado, es probable que esta

situación genere enojo en el hermano que no pasó a la universidad y que por ende éste

sienta ese descontento al saber que su hermano tiene lo que él quería, de esa forma se

podría decir que el hermano #2 está manifestando sentimientos de impotencia y rivalidad,

pero si este hermano además de dichos sentimientos también desea aunque de forma

cohibida o inconsciente que a su “rival” le vaya mal en la universidad, que saque malas

calificaciones y decepcione a sus padres, se estaría presentando el sentimiento de envidia,

palabra que se podría de igual manera relacionar con un antivalor por ir en contra de la

ética y un sentimiento porque es una impresión emocional que perdura.

El caso anterior pretende dar a entender que la rivalidad o descontento por la buenaventura

del otro puede formar parte de nuestra naturaleza, pero si se añade el descontento ante el

logro ajeno y la fantasía de que el adversario caiga en la mala fortuna, ya no será rivalidad

sino envidia.
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Hasta ahora se han mencionado aquellos caracteres que acercan o integran al resentimiento,

no obstante, con el propósito de irnos acercando al análisis del fenómeno que pretendemos

investigar en la población que hemos elegido, comenzamos a explorar literatura que

describiera variables y rasgos psicológicos de la personalidad del mexicano que podrían

estar involucrados con el resentimiento.

Una de las necesidades básicas para sostener la vida de todo individuo, es el de la

seguridad, si existe un desbalance entre lo que se quiere hacer y lo que se puede hacer,

desembocará sin duda en el fracaso y en pensamientos pesimistas, de este modo, se

imaginará que es alguien incapaz, desde ese momento desconfiará de sí mismo.

En la obra El Perfil del Hombre y la Cultura en México, escrita por Samuel Ramos (1934),

se menciona que la inseguridad y el autoconcepto de fracaso dan como resultado un

sentimiento de inferioridad, el cual define como: “El efecto de una inadaptación de sus

verdaderos recursos a los fines que se propone realizar” (p.12).

Las personas están dispuestas a todo, menos a una cosa que consideran básica: Pensar que

valen menos de lo que piensan. Esa actitud mental que presume validar al “Yo” es el

camino que más predispone el desarrollo del sentimiento de inferioridad, ya que, según

Ramos:
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Los individuos que contraen el sentimiento de inferioridad adquieren una psicología

muy especial, de rasgos inconfundibles. Todas sus actitudes tienden a darle la ilusión

de una superioridad que para los demás no existe. Inconscientemente, substituye su

ser auténtico por el de un personaje ficticio, que representa en la vida, creyéndolo real

(p.13).

En las lecturas de Ramos también se aprecia la referencia a un tipo de mexicano,

denominado como “el pelado”, el cual a través de conductas enraizadas en el machismo y el

malinchismo trata de compensar el sentimiento de inferioridad. De igual manera se

menciona que existe un numeroso grupo de individuos que a pesar de que provengan de

distintas clases sociales, reflejan los mismos rasgos de carácter tales como se como la

desconfianza, la agresividad y la susceptibilidad, que sin duda también guardan su origen

en el sentimiento de inferioridad que quizá ha sido implantado de la época de la

Colonización.
28

El Resentimiento desde una Perspectiva Psicológica

En lo que al contexto psicológico refiere, cuando se habla de resentimiento, éste se puede

ver reflejado en diversas situaciones y comportamientos, tales como la hostilidad hacia una

persona o hacia un contexto en específico, el enojo que se llega a sentir o la incapacidad

para perdonar.

En diversas investigaciones que tratan sobre el mismo, se señalan varios autores que

intentan definirlo, uno de ellos es Rollo May (1976), un reconocido psicoterapeuta

existencialista estadounidense, quien expone éste como: “la apariencia que toma el odio en

la vida urbana y civilizada” (p. 122-123). En lo que a esta definición respecta, May hace

referencia al entorno social de la actualidad, cómo el individuo tiende a adaptarse para

tomar un papel más ‘aceptable’ que pueda ser llevado a cabo sin tendencia a la crítica, pero

si a la sumisión, pues como ya se ha visto anteriormente, el resentido toma el rol de una

especie de mártir ya que percibe que le han hecho daño, y que mientras aguante más dolor

y humillaciones, más bueno será.

Cabe señalar que la mayor parte de las personas de la sociedad no tienen conciencia de

cómo están contenidas sus emociones y a qué o a quiénes van dirigidas, es decir, el ser

consciente de cuánto odio han estado almacenado a lo largo de sus vivencias, cuántas veces

han sentido envidia hacia alguien, identificar por qué y cuál es la verdadera causa de este

sentimiento que han acumulado tras un sinnúmero de situaciones desagradables por las que

han pasado; es por ello que para la persona, el darse cuenta de que se encuentra en tal
29

estado sería muy complicado, pues no se sabe cómo resentido, causando que este

sentimiento pueda llegar a confundirse, o que simplemente no pueda ser percibido por él

mismo o incluso para el espectador ajeno.

Por otro lado, la persona que guarda resentimiento puede pasar tiempo quejándose de sus

carencias sin tomar en cuenta lo que debería hacer para alcanzar sus propósitos, como un

mecanismo de evitación en aras de evadir los resultados de las situaciones en donde debió

actuar de forma asertiva o se debió de haber hecho cargo de sus propias obligaciones.

De esta misma manera, Allport (1981) argumenta que:

Sabemos también que una curiosa proyección caracteriza todas las actitudes hostiles:

siempre se considera a la persona que desagrada como la única culpable. Pocas veces

se nos ocurre pensar que la causa de que odiemos quizá se encuentre en nosotros

mismos, que tal vez estemos usando como chivo emisario a la persona que no nos

gusta. Nadie pide que lo curen de sus prejuicios. El odio es como la ictericia; el

paciente no se fija en el estado del hígado, son las cosas de afuera las que se ponen

maliciosamente amarillas (p.136).

Allport hace un análisis descriptivo acerca de una persona evitativa, poco introspectiva y

que juzga con superficialidad mayor a razón de su entorno al que considera como hostil. No

se hace responsable de los hechos que han ocurrido en el contexto por mirar hacia afuera

en vez de tener una capacidad para reflexionar acerca de lo sucedido y determinar las

causas junto con las consecuencias, es egoísta al atribuirle toda la culpa a los demás.

El resentido tiene la impresión de que personas o factores externos son un obstáculo en su

camino.
30

Entonces, se podría decir que a la persona resentida se le imputan varios aspectos negativos

que influyen en su conducta, su perspectiva que ha sido considerablemente alterada debido

al sentimiento que carga consigo así como su poca falta de reflexión.

Desde la perspectiva psicoanalítica, se encuentra Herbert Harry Stack Sullivan (1964) quien

escribe lo siguiente:

Resentimiento es el nombre del aspecto experimentado de procesos bastante

complejos que, de ser expresados más directamente, habrían llevado al uso represivo

de la autoridad. De esta manera, el resentimiento tiende a tener aspectos encubiertos

muy importantes. Ocultar el resentimiento es uno de nuestros primeros procesos muy

notables, del grupo que subraya el campo bárbaramente llamado “psicosomático” (p.

249).

El resentido sufre más que el individuo promedio pues de continuo se ve obligado a pagar un

precio desorbitado por sus propios mecanismos de defensa, lo cual no resulta necesariamente

accesible a la observación exterior pues, inclusive, acaso el mismo no se percata de su

sufrimiento.

De acuerdo a los autores de los que hemos hecho mención hasta ahora, existen siete vías

principales para escapar a la angustia que produce el resentimiento. La primera de ellas es

la represión de las respuestas conductuales hostiles; luego está la fantasía que se refuerza a

través de pensamientos obsesivos que aluden a la venganza; también se presenta la

proyección, pues como ya se ha escrito, la persona resentida prefiere encontrar culpables

que resolver sus carencias por sí misma; otro mecanismo relevante es el aplazamiento

sostenido por el comportamiento inasertivo, pues por más que se piense en venganza, las
31

personas encuentran distintas maneras de aplazarla; asimismo la persona podría negar

consciente o inconscientemente el resentimiento a través de un perdón superficial, o evitar

toda situación, idea o sentimiento que le recuerde los orígenes de su resentimiento; de esa

misma manera la persona también puede llegar a inhibir los impulsos que considera

hostiles o que van en contra de sus dogmas. Lo único que entonces se exterioriza del

resentimiento son sus concomitantes somáticas, o sea en diversas afecciones tales como,

enfermedades cardiovasculares, diabetes, trastornos relacionados con la ansiedad y las

emociones, etc.

Se puede observar, que los resentidos discrepan de los seres comunes en sus reacciones, es

decir, se comportan de forma aparentemente sumisa y carecen de la flexibilidad que

permite reaccionar y confrontar situaciones específicas de la vida cotidiana.

La persona resentida parece ser egodistónica, pues los mecanismos de defensa que utiliza le

impiden ser conscientes de sus actitudes. Así, por ejemplo, algunos resentidos pueden

sentirse heridos por el mero hecho de que no los visiten sus seres queridos, o que estos

dejen pasar un tiempo sin hablarles por teléfono, o aún si sólo disienten con ellos en alguna

opinión, tal hipersensibilidad es susceptible de ocultarse, empero bajo una actitud de “¡qué

me importa!”.

En efecto, mientras que unos pueden pretender mostrar apatía, otros pueden estar inhibidos

para expresar sus deseos o para pedir algo, para hacer cualquier cosa en su propio interés,

para expresar opiniones o criticas justificadas, dar órdenes o seleccionar las personas con

las que desean relacionarse.


32

Los resultados de las investigaciones sobre el resentimiento, son escasos y hacen hincapié

en los valores y antivalores de la sociedad, sin embargo, no arrojan información

consistente. Cabe señalar que éste fenómeno pertenece al rubro de la psicología social, ya

que es la corriente que estudia la percepción de la justicia y equidad, conceptos complejos

para aplicar puesto que se rigen bajo la idiosincrasia de cada región.

No obstante encontramos que en la psicoterapia, se señala la importancia del resentimiento

en cuanto al pronóstico, Rollo May (1976) declara que:

En casos de terapia, cuando una persona que ha sido drásticamente restringida en el

ejercicio de sus potencialidades como ser humano es incapaz, después de un cierto

tiempo, de sentir o de manifestar odio y resentimiento, el pronóstico no es tan bueno.

Así como la capacidad del niño pequeño de resistirse a sus padres era esencial para

su nacimiento como persona libre, también la capacidad eventual de odiar o sentir

rabia que tiene la persona injuriada es una señal de su capacidad interior para resistirse

a sus opresores; el odio y el resentimiento deben utilizarse como motivaciones para

restablecer nuestra libertad genuina. (p. 124).

Desde esta perspectiva, Rollo May parece encontrar la justificación que hace de las

expresiones caóticas de las emociones un medio para fomentar la autonomía en cada

individuo, ejemplo de esto se puede observar en el enojo, la emoción que ayuda a imponer

límites, pero que, al no saberse expresar y manejar, puede ser reflejada mediante conductas

agresivas e impulsivas, así como la inhibición que se encauza en el odio perpetuo.


33

Es menester mencionar que en lo relativo a la agresividad, rasgo importante para analizar

en el resentimiento, algunos resentidos tienden a poseer una actitud superficial de sentirse

con facilidad engañados, dominados, despreciados, tiranizados o humillados.

La persona que es resentida, a lo largo de su vida tiende a ir elaborando creencias centrales

acerca de que la vida o los demás son injustos y malagradecidos. Esto sucede a partir de

una serie de sucesos que se han ido acumulando y que son percibidos como injustos,

perjudiciales y que dejan huellas o impresiones emocionales nocivas.

Dorsh (1981) nos indica que el resentimiento se trata de:

Volver a experimentar un sentimiento, especialmente un sentimiento doloroso. Pero

se entiende generalmente en el sentido de rencor sordo, frecuentemente

inconsciente, de envidia u odio impotente que se manifiesta en críticas, en

comentarios o insinuaciones que desprestigian a la persona que es objeto del

resentimiento (p. 860).

Cabe mencionar, que esto no se trata de una persona que se encuentra bajo un estado de

tristeza, enojo o impotencia a causa de un evento estresante durante el día y que en el plazo

de un mes posiblemente haya olvidado todo lo sucedido. Se trata, por el contrario, de

alguien que lentamente va formando una idea de que sus cualidades no han sido

reconocidas, que hay personas que con menor esfuerzo viven mejor y que los demás poseen

algo que a él le es o le ha sido negado sin razón.

Entre los diversos factores emocionales, ambientales, y situacionales que llevan al

resentimiento, existe la interrogante acerca de su diferencia con el rencor; para responder a

esta pregunta, es preciso aclarar que el rencor surge a partir de un evento estresante que en
34

cualquier persona normal, apenas tiene importancia, pero en otros causa la percepción de

que los demás no podrán entender cómo se siente y lo mal que la ha pasado; mientras que el

resentimiento es la expresión exacerbada del rencor.

Otro factor social o cultural que encontramos pertinente observar además de la religión, fue

el desarrollo educacional, ya que los procesos cognitivos se ven interrelacionados con los

procesos emocionales, como tal es el caso del individuo que no ejercita su lógica en aras de

una mayor autonomía, respecto a esto, Alquilino Polaino (2003) refiere que:

Cuando menos cultivado esté intelectualmente el resentido tanto mayor será su

capacidad de generalizar y extender su resentimiento respecto del mundo. Eso sí,

exigirá –invocando la justicia- que se respete la diferencia constitutiva que le

caracteriza, simultáneamente que pisotea la más débil manifestación de respeto a las

diferencias ajenas (p.520).

Para concluir este marco teórico, se puede deducir que si bien es cierto que cada persona

puede almacenar algo de resentimiento, que se expresa de diferentes maneras esto no quiere

decir que sean necesariamente disfuncionales, es decir, esto no llega a afectar el equilibrio

emocional de la persona, por ende, el resentimiento puede llegar a ser tan común que

apenas puede llamarse patológico.


35

Resentimiento en Adultos Mayores Institucionalizados

A pesar de que hallamos amplias definiciones sobre el resentimiento desde el aspecto

filosófico y psicológico, el único documento encontramos sobre el resentimiento en los

adultos mayores se trata de una investigación realizada por los Servicios de la Psicología

del Instituto Nacional de Salud Mental “Honorino Delgado – Hideyo Noguchi”, y del

Hogar “Ignacia Rodulfa V da. De Canevaro”, a través del cual se intentó un acercamiento

al devenir psicológico del anciano institucionalizado. Los investigadores tenían la hipótesis

de que, los adultos mayores al permanecer al interior de un asilo, manifestaban

sentimientos de frustración, fracaso y resentimiento, entre otros.

Para tal fin, evaluaron a una muestra de 53 adultos, 32 mujeres y 21 hombres, 18 de nivel

socio-económico alto, y 35 de nivel socioeconómico bajo, a través de un Inventario de

Actitudes hacia la Vida, (mismo que modificamos y adaptamos para aplicarlo nuestra

muestra poblacional), los resultados obtenidos de los investigadores de la Institución en

Perú, reflejaron que los sujetos de nivel socioeconómico bajo presentaron mayores grados

de resentimiento que los sujetos de nivel socioeconómico alto, de igual manera observaron

que se presentaba más resentimiento en los hombres, sin embargo, esto cambia con la edad,

pues en el caso de las mujeres a mayor edad mayor resentimiento.

La información brindada por este documento académico, nos permitió entrever un marco

comparativo de las circunstancias en las que se encuentran los adultos mayores del Perú y

los de México. Estos dos países comparten similitudes históricas y culturales, a pesar de
36

que la cantidad poblacional es bastante dispar, pues mientras que el Perú tiene 32 millones

de habitantes, México lo supera con 123.5 personas. Aun así, son pueblos con cosas en

común tales como las costumbres, los mitos, la cultura prehispánica, incluso la

colonización por los españoles.

El tema de la ancianidad ha permanecido al margen del interés por parte de ambas

sociedades, en donde los adultos mayores que gozan de mejores posibilidades para la

supervivencia y el bienestar de la salud, son aquellos que cuentan con un status económico

sustentable.

Dejando de lado las cuestiones culturales, sociales y económicas, es importante recalcar

que el anciano tiene las mismas necesidades básicas de todo ser humano, desde las

fisiológicas, hasta las de seguridad, pertenencia, estima y autorrealización. No obstante, la

calidad de vida en la que se encuentran los adultos mayores en ambos países muchas veces

pueden resultar como poco óptimas; no es necesario ser un investigador experimentado,

sino un espectador consciente del entorno para darse cuenta de que a mayor edad es más

difícil conseguir trabajo, ser independiente, factores situacionales como la soltería, la

viudez, la jubilación, tener que pasar por procesos de divorcio, rentas miserables, escasos

recursos asistenciales, muerte de coetáneos o familiares, contar con un sistema de salud

deficiente y de difícil acceso, incluso se puede ver a personas mayores durmiendo en las

calles, o abandonados en sus propias casas, ¿quién tiene la culpa de esto?, ¿ellos?, ¿la

familia?, ¿la sociedad? o ¿las circunstancias? Sin duda es una respuesta difícil de hallar,

que requiere juzgarse desde una apreciación acorde a los estatutos de cada población.
37

No obstante, aunque no se tenga una respuesta clara de lo anterior, si podría decirse que se

tienen conjeturas acerca del efecto que esto puede ocasionar. Según Domínguez y

Domínguez González (1981):

Los adultos manifiestan inseguridad, temor, apatía creciente, disgusto y resentimiento

hacia una sociedad en la que lentamente los ancianos parecen ser más y más

marginados. Todo ello en relación con el orden socioeconómico que agudiza esta

problemática motiva que el anciano se incline sobre su pasado a rumiar sobre lo que

no pudo y tal vez no podrá desarrollar jamás, sugiriendo, asimismo, "sentimientos de

fracaso, de infravaloración, de frustración afectiva y social", que originarían, a su vez,

estados de melancolía existencial (p. 295-308).

Los anteriores autores también mencionan que hay un periodo de juventud y de crecimiento

que consta hasta los 40 años, después, continúa una pre-senescencia que entiende dos

apartados, uno se trata de transición, que va de los 45 a los 60 años, y el otro de serenidad y

adaptación. Entre los 60 a los 80 años, prosigue una etapa de verdadera vejez, terminando

con una senectud que sigue hasta y después de los 90 años. Contar con una buena

capacidad de adaptación a los cambios podría ser beneficioso, pues se ha observado que las

diversas personas que aceptan sus minusvalías y su realidad de forma razonable sin llegar a

tener dificultades en el proceso de aceptación, se encuentran más preparados para enfrentar

con mejor pronóstico la tercera edad.

Durante la etapa de desarrollo de la vejez, el anciano espera adoptar un rol que siga siendo

útil en su comunidad, si esto no se logra, se generará una sensación subjetiva de fracaso,


38

frustración y de incumplimiento en su autorrealización. Tanto los ancianos en Perú como en

México, vivieron una época en la que a pesar de sus capacidades y esfuerzo en la

consecución de sus tareas, no fueron reconocidos socialmente, además pocos de ellos

lograron alcanzar niveles educativos que pudieran proporcionarles mejores oportunidades

laborales y por ende una mejor condición de vida. Estos hechos claramente podrían

desencadenar el resentimiento en el adulto mayor: “El anciano experimenta envidia y

resentimiento hacia el joven, hacia las posibilidades que se abren a él y que están

definitivamente fuera del alcance del que se halla en la ancianidad”. Lersch (1968), (p.265)

Caso OA, 71 años

Paciente de sexo femenino, complexión endomorfa, 1.60 de estatura y 63 Kg. Acude a

terapia refiriendo que su sobrina le había recomendado ir a sesiones de psicología porque se

notaba que tenía mucho por decir y desahogarse.

Oa nació y fue criada en la Ciudad de México, proviene de una familia urbana de clase

media, de niña vivía con sus padres y su hermano menor. Ella se mostraba alegre cuando

hablaba acerca de su infancia feliz antes de la muerte de su padre la cual ocurrió al iniciar

su adolescencia “él decía que yo era la niña de sus ojos” sic. Oa también mencionó que

tuvo que tuvo dificultad para asistir a la escuela debido a problemas de salud, comentó que

le hubiera gustado ser profesora “si la vida le hubiera dado la oportunidad” sic. Tras el

fallecimiento de su padre, Oa contó mostrando signos de tristeza la forma en que su entorno

había cambiado a partir de tal evento, refirió que su mamá mostraba favoritismo hacia su

hermano, lo cual le parecía injusto, pues él no ayudaba en la casa, mientras que ella

trabajaba vendiendo ropa en las calles para colaborar con el sustento del hogar. Menciona
39

además, que su mamá rara vez estaba al pendiente para prepararle de cenar, “ella siempre

decía que estaba enferma, que yo podría preparar la cena para ambas y que si venía mi

hermano, también debía servirle”, cabe señalar que por esa época el hermano ya estaba

casado y se encontraba viviendo con su cónyuge y sus dos hijas; no obstante, cuenta Oa,

que la esposa lo traicionó y que después del divorcio, él regresó a vivir con ella y su

progenitora. Oa no llegó a mencionar discusiones o peleas con su hermano, pero sí admitió

haberle hecho algunos reproches a la mamá acerca del favoritismo que percibía hacía su

hermano, su expresión facial denotaba enojo y sus ojos mostraban un llanto que procuraba

contener. Después de la muerte de su mamá, Oa se quedó viviendo sola con su hermano,

que para ese entonces trabajaba como policía, mientras que ella era operaria en una

empresa de comidas del aeropuerto, su relación según ella, se basaba en el servilismo, pues

fue educada bajo la premisa de que “las mujeres deben servir a los hombres”. Tiempo

después el hermano contrae una extraña enfermedad que afectó su hígado y es así como Oa

pasó a ser su cuidadora primaria, trabajaba para comprar la comida y sustentar los gastos

del diario. Para ese entonces parece que Oa sentía más aprecio hacia su hermano, pues

sonríe mientras cuenta que era su única compañía, sin embargo parece haber cierta

ambivalencia al respecto, pues hace críticas y a la vez alabanzas sobre él.

En lo que al plano afectivo respecta, Oa no se casó ni tuvo hijos, cuando tenía 15 años salía

con un joven del cual se enamoró, comentó que una noche en la que celebran la

independencia mexicana, su familia, que por lo regular se reunía con la familia de él,

decidió asistir a otro lugar para festejar, es así como el joven se reencuentra con su exnovia,

y según las palabras de Oa, él sostiene relaciones con su exnovia, los descubren y es

obligado a contraer nupcias con ella; “llevaba casi dos meses sin saber de él, pero cuando

me enteré de que se había casado, sentí mucho dolor en el pecho y tuvieron que llevarme al
40

hospital porque era un pre-infarto”, a raíz de ese evento, Oa menciona que dejó de confiar

en los hombres y que ya no tenía interés en relacionarse con alguien más, a los 26 años tuvo

fue sometida a una cirugía de corazón abierto, reiteró que los problemas de salud eran

constantes durante su vida. Oa decidió tener su primera relación a los 30 años, manifestó

que no sintió amor, ni nada “bonito” sic, su único propósito era quedar embarazada, pero no

lo pudo lograr ya que su ginecóloga le dijo que su útero no era apto para concebir.

Su hermano murió hace tres años, y ella tomó la decisión de irse a vivir con una de sus

sobrinas, sin embargo, no duró mucho tiempo en el hogar de su familiar, pues el esposo de

su sobrina hacía constantes comentarios negativos acerca de su estancia en la casa. Poco

tiempo después llegó a sesión manifestando mucha preocupación porque se sentía

abandonada, pero que su únicas motivaciones eran su pensión y su mascota. Dice reconocer

que le duele mucho el poco afecto que recibió por parte de su mamá, pero que aun así no le

guarda rencor a ella ni a su hermano, solía decir a menudo “uno perdona pero no olvida”

sic, también comentó que su destino será un asilo y que no tiene problema con eso, aunque

mientras habla del tema sus ojos se ponen llorosos.

Caso GA, 66 años

Paciente de sexo femenino de complexión endomorfa, estatura de 1.55 metros y peso de 58

kilos. Su motivo de consulta es debido a los problemas constantes de pareja.

Originaria de la ciudad de Durango, G pertenecía a una familia de nivel medio. Menciona

que durante su infancia, sufría de constantes maltratos en la escuela por parte de sus

compañeros y profesores. Se refería a ella misma como una niña de carácter tímido e

introvertido, solitaria y callada.


41

Refería que también su familia también la maltrataba, su padre la golpeaba cuando se

enojaba con ella y sus hermanas le gritaban cuando había alguna disputa.

El maltrato por parte de su familia era tanto, que a la edad de 18 años decide irse a vivir con

su novio y casarse para poder salirse de la casa, decisión de la que tiempo después se

arrepentiría puesto que su esposo abusaba de ella de manera psicológica y a veces también

había agresiones físicas. Tuvo 6 hijos de ese matrimonio y a la edad de 42 años se queda

viuda. Menciona que le dolió la muerte de su ex esposo pero también experimentó una

especie de liberación.

Se mudó a Cancún tres años después hasta que conoció a la fundadora de la asociación

orgullo ciudadano y empezó a laborar dentro de ésta, hasta la fecha. Fue ahí donde conoció

a su actual pareja.

Comenta que tienen muchos problemas y que quisiera solucionarlos para estar bien con su

pareja. Cabe mencionar que su pareja a veces le ha llegado a gritar a G por las cosas más

simples. Esto le recuerda a las veces que su padre la maltrataba y experimenta una especie

de disociaciones cuando está teniendo un problema con su pareja.

Anexo prueba del TAT aplicada a la paciente G.

Método

Instrumentos

Basándonos en las definiciones encontradas sobre el resentimiento, se pudo encontrar un

cuestionario de actitudes hacia la vida elaborada por León, Romero, Novara y Quesada, se

trata de una escala que presenta un conjunto de 34 ítems destinados a medir el


42

resentimiento, incluyendo entre estos, 8 ítems de la sub-escala del Inventario de Agresión y

Hostilidad de Buss-Durkee, y los 9 ítems de la Escala L del Inventario de Personalidad de

Eysenck, que tiene la finalidad de determinar la confiabilidad de la aplicación de los ítems

restantes.

Se hace necesario mencionar que no pudimos dar con un manual que nos sirviera de guía

para la aplicación y calificación de estos ítems, pues según las explicaciones que

encontramos, el inventario fue diseñado en la medida que si éste se hace presente o no en

los sujetos, y en qué grado lo hace, puntúa las respuestas típicamente resentidas con 1, y

con O puntos aquellos que no lo son, dándose por establecido que a menores puntajes

totales mayor será el grado de resentimiento presentado en los sujetos, no obstante, al

desconocer qué puntuación le correspondía a cada ítem, decidimos adaptar y modificar

algunos; de esta manera se llevó a cabo un proceso de selección para elegir los ítems que

puntuarían 0 y aquellos que puntuarían 1, según la premisa del reactivo. Se procedió

entonces a determinar un puntaje equivalente a la suma total de todos los ítems, de tal modo

que un mayor puntaje significaba mayor número de respuestas “No”, que indicaban

ausencia de resentimiento, salvo en algunos ítems, en los que “No” precisamente indica la

presencia de resentimiento, tal es el caso del reactivo número 5 (Cuando puedo hago sentir

quien soy) el cual fue asignado a la dimensión de impotencia, pues el no poder hacerse

sentir, expresar una opinión, un desacuerdo, entre otros. Por último, optamos por subdividir

los ítems en cinco dimensiones acorde a los factores que se advierten en el marco teórico,

los cuales son: Injusticia, impotencia, sed de venganza, envidia y rivalidad.

Los resultados fueron cotejados y analizados a través del programa estadístico SPSS.
43

Cuestionario de Actitudes Hacia la Vida


Instrucciones: A continuación usted va a leer un conjunto de afirmaciones, traes leerlas

usted deberá elegir una respuesta de “Sí” o “No” según lo indique mejor sus sentimientos

hacia la afirmación.

Usted debe responder de acuerdo a sus propios sentimientos y no de acuerdo con lo que crea

debe ser, aquí no hay respuestas buenas ni malas, conteste lo más rápido que pueda.

CONSIGNA SÍ NO
1.- Puedo disculpar a aquellos que alguna vez se burlaron de mí. ++
2.- Mis padres no han sido capaces de considerarme una persona con derechos, ++
sentimientos y necesidades iguales a los de ellos.
3.- Con frecuencia me han echado injustamente la culpa por cosas. ++
4.- Los seres que quiero me tratan con desconsideración a pesar de todo lo que yo hago ++
por ellos.
5.- Cuando puedo, hago sentir quien soy. ++
6.- Cada día siento que la vida y el mundo me desilusionan y decepcionan más. ++
7.- Quisiera que los que despreciaron mi afecto llegaran a arrepentirse y terminarán ++
pidiéndome perdón.
8.- En esta vida ya estoy convencido de que las cosas se consiguen por suerte mucho más ++
que por capacidad.
9.- Si tuviera más status y posición social, sería más considerado por las personas que me ++
conocen.
10.- Comprendo que algunas personas, por sus errores y conflictos, me traten ++
injustamente.
11.- Siento cólera hacia la gente que ha abusado de mi bondad e ingenuidad. ++
12.- A pesar de que otras personas son menos simpáticas que yo, veo que tienen mejor ++
suerte en la vida, la amistad y el amor.
13.- Muchas veces siento envidia. ++
14.- A veces siento que soy marginado injustamente por las persona. ++
15.- Tengo muchos enemigos a pesar de que yo sólo brindo amistad sincera. ++
16.- A veces me lamento de que mi infancia haya sido menos feliz que la de otros. ++
17.- Muy pocas veces reniego por todo lo que he vivido y vivo. ++
18.- Cuando las cosas van mal a veces me pregunto: “¿Por qué a mí?”. ++
19.- Creo que mis anhelos e ilusiones nunca se realizarán por las pocas oportunidades que ++
otros me brindan.
20.- Muchas veces me parece que la gente me falta al respeto. ++
21.- Por lo general me caen antipáticos todos aquellos que disfrutan de cualquier clase de ++
privilegios.

22.- Mis cualidades personales no han sido debidamente reconocidas. ++


44

23.- Eso de que las apariencias engañan es muy cierto, sobre todo con gente que parece ++
muy buena o muy amable.
24.- Hay gente que, por menor esfuerzo, vive mejor que yo. ++
25.- A veces pienso que otros tienen, sin merecérselo, más cosas que yo. ++
26.- Siento admiración hacia aquellos que son más reconocidos por sus cualidades e ++
inteligencia.
27.- Me molesta saber que no tengo tanta ropa como otros. ++
28.- Siento que la educación que mis padres me dieron no ha sido la mejor para lograr mi ++
realización personal.
29.- Hay muchos “Don nadie” con cara de “gran señor”. ++
30.- Me parece que mis padres fueron demasiado severos conmigo. ++
31.- Soy consciente de valer más que muchos que se han burlado de mí o que me han ++
humillado.
32.- Es duro reconocer que siempre existiremos los oprimidos por debajo de los opresores. ++
33.- He sido discriminado por mi raza. ++
34.- Me complace saber qué hay personas que viven más felices en sus hogares, de lo que ++
yo vivo.

++ Este reactivo se considera como indicador de resentimiento

Sujetos

La muestra a la que se le aplicó el cuestionario de modo grupal, estuvo conformada por

adultos mayores de la asociación Orgullo Ciudadano, el total de personas seleccionadas fue

de 8, dos hombres y seis mujeres con un rango entre 40 y 71 años de edad, la media

correspondiente para esta población es de 4.7%

Procedimiento

Tras la aplicación se procedió a la calificación de cada uno de los reactivos, los evaluados

no omitieron respuestas, se mostraron cooperativos y con plena disposición para llevar a

cabo la tarea encomendada. Durante el proceso de análisis de datos, se descartaron aquellos

evaluados que obtuvieron puntajes menores a 4.


45

Resultados

En la tabla 1 presentamos las cifras absolutas y los porcentajes de la religión en la que

fueron criados los evaluados.

Tabla 1

Quisimos agregar este dato ya que la religión es una fe que promueve creencias e infunda

comportamientos basados en valores y antivalores, lo bueno y lo malo, tal como

mencionada Nietzsche. Un porcentaje del 62.5% indica que la mayoría de los adultos

mayores que colaboraron con nuestra investigación son católicos y que un 12.5 son

cristianos por tal razón, se podría presumir que al ser provenientes de hogares en donde las

creencias religiosas solían ser más rígidas, se presentaría una predisposición al perdón y al

amor hacia el prójimo. No obstante, se encontró que a pesar de que algunos abogaban por el

perdón, su lenguaje corporal y su tono de voz no parecían muy convincentes, admitiendo al

final que ‘’se puede perdonar pero no olvidar”, por último, un 25% son agnósticos, lo cual

se define según la RAE como la actitud filosófica según la cual, todo conocimiento, sobre

lo divino o sobre aquello que trasciende nuestra experiencia terrenal es inaccesible a la

comprensión humana.
46

Como se observa en la tabla 2, la mayoría de los adultos mayores tienen el grado de

escolaridad primaria con un 37.5%, el 25.0% asistió a la secundaria, el 12.5% de ellos fue a

la preparatoria, y por último, el 25.0% estudió una licenciatura trunca. Este dato se quiso

agregar con la intención de comprobar si existe una correlación entre la escolaridad y el

grado de resentimiento. Es interesante ver como 3 de ellos cuentan con primaria y 2 con

licenciaturas sin concluir, cabe preguntarse si el supuesto de a menor escolaridad mayor

resentimiento podría ser posible en estos casos.

Tabla 2

La tabla 3 contiene los datos con respecto al estado civil en el que se encuentran los adultos

mayores, el 50.0% dice estar casado, el 25.0% se encuentra soltero, el 12.5% es viudo,

mientras que el otro 12.5% está separado. Consideramos este factor ya que en diferentes

sesiones, se hicieron comentarios acerca de las vivencias al lado de sus parejas, dichas

menciones abarcaban temas desde el reproche por infidelidades, el arrepentimiento de

haber dejado ciertas decisiones en manos de sus cónyuges, así como las constantes

discusiones en las que en ocasiones se han visto inmiscuidos.

Tabla 3
47

En cuanto al número de hijos, la tabla 4 refiere que 2 de los evaluados no tiene, el 25%

tienen 1 y 2 hijos, mientras que el 37.5% tiene 3 hijos y el 12.5% tiene 6 hijos.

La etapa del nido vacío, el nido lleno y la infertilidad ha sido un tema que los adultos de la

asociación sacaron a relucir en varias ocasiones durante las sesiones tanto individuales

como grupales. Hay quienes alegan que sus hijos nos los llaman, que a pesar de que viven

cerca no los visitan, en cambio, existe un caso en donde el hijo aún convive con sus padres

y en donde parece haber una gran codependencia que está afectando el triángulo familiar,

pues la madre piensa que el enfermó a su hijo, el padre muestra apatía y el hijo viven

probablemente presente comportamientos ansiosos ante la sociedad; por otro lado están los

que no tienen hijos, uno de ellos es el hijo antes mencionado, y la otra es la mujer más

adulta de la muestra que seleccionamos, la diferencia entre ellos dos, radica en que el

primero mantiene el aparente desinterés por formar una familia, y la segunda tuvo el deseo

de ser madre pero no lo pudo lograr debido a condiciones de su anatomía.

Tabla 4

La tabla 5 nos muestra que el 37.5% de ellos no trabaja y el 62.5% sí cuenta con empleo.

Este factor fue tomado en cuenta debido a la posible relación que hay entre el resentimiento

y el prejuicio de inutilidad que pesa sobre la tercera edad.

Tabla 5
48

Respecto a los reactivos, nuestros primer objetivo fue detectar aquellos que representaran

altos valores, de ese modo se revisaron a qué dimensión pertenecían y así pudimos

determinar cuáles son los posibles factores que conllevan a los adultos mayores de la

asociación Orgullo Ciudadano a mantener el resentimiento. Es así como indicamos que los

reactivos con mayores puntajes son:

• Con frecuencia me han echado la culpa por cosas

Este reactivo puntuaba alto en caso de elegir como respuesta un “Sí”, como se puede

observar, el 50% de adultos considera que han recibido acusaciones por parte de los demás.

A pesar de que no se pasa de la media, es claro notar que el sentimiento de injusticia

aunado a la culpa, podría presentarse en más de la mitad de este grupo poblacional.

• Cuando puedo, hago sentir quien soy


49

Para este reactivo se obtuvo puntaje total en “No” de 16.2%, ante lo cual se podría inferir que

los adultos se han llegado a sentir impotentes para asumir reacciones conductuales asertivas

las situaciones que van en contra de su integridad física y moral.

• A veces me lamento de que me infancia haya sido menos feliz que la de otros

Nuevamente encontramos un porcentaje de 50% en las respuestas de los evaluados, esto da

indicios de que posiblemente el resentimiento que presentan los adultos de la asociación,

tenga como temas primordiales, los eventos infortunados de la infancia y del trato recibido

por los progenitores.

• Muy pocas veces reniego por todo lo que he vivido y vivo

En cuanto a este reactivo, se sospecha que no hubo total sinceridad en al menos uno de los

evaluados, pues sus declaraciones en sesiones individuales contradicen su respuesta en este

ítem. De esta manera es posible que el porcentaje válido de 50% podría ser relativo.

• Creo que mis anhelos e ilusiones nunca se realizarán por las pocas oportunidades

que otras me brindan


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La tercera edad tiende a ser considerada como una etapa en donde se recogen los frutos

cosechados durante la vida, sin embargo, en este recorrer, también se pueden ir acumulando

fracasos y frustraciones que muchas veces se le adjudican a la falta de oportunidades. En

este reactivo hay un 50% de personas que consideran la anterior afirmación como cierta.

• Mis cualidades personales no han sido debidamente reconocidas

De acuerdo a los puntajes de este reactivo, el 13.5% de las personas consideran cualidades

sí han sido debidamente reconocidas, mientras que el 8.1% discrepa al responder de forma

negativa tal afirmación.

• Eso de que las apariencias engañan es muy cierto, sobre todo con gente que parece

muy buena o muy amable

De acuerdo a los porcentajes reflejados en ese ítem, el 16.2% de los evaluados piensa que

las apariencias engañan, corroborando así como el supuesto de que en México, los adultos

mayores son desconfiados.


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• Hay que gente que por menor esfuerzo vive mejor que yo

Los porcentajes obtenidos en este ítem señalan que el 50% de evaluados piensa que hay

personas que con menor esfuerzo viven mejor, esto es, de acuerdo a la dimensiones

elegidas, un ítem importante que evalúa la injusticia y la impotencia.

• Me parece que mis padres fueron demasiado severos conmigo

Teniendo en cuenta que el porcentaje de 62.5% está sobre un 37.5%, se podría deducir que

el resentimiento que están presentando los adultos mayores de la asociación tiene mucho

que ver con las vivencias durante la infancia y el trato de sus padres.

• Es duro reconocer que siempre existiremos, los oprimidos por debajo de los

opresores

Los puntajes resultantes de este reactivo, indican que el 75% de los adultos de la asociación

afirman que siempre existirán los oprimidos por debajo de los opresores, tomando en

cuanto el alto puntaje que se refleja, podríamos decir que probablemente existe un auto-
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concepto que adopta una postura de victimización del individuo frente a una sociedad que

carece de oportunidades y en donde la verdadera anarquía yace en el poder.

De acuerdo con lo anterior, se infiere que los factores que influyen en el resentimiento en

los adultos mayores de la asociación Orgullo Ciudadano, son en primera instancia, la

injusticia, seguida de la impotencia, la sed de venganza y por último la envidia.

La injusticia parece ir encauzada hacia la percepción de que los demás no los han tratado

con afecto, consideración y que sobre todo, no les han prestado la atención que en algún

momento han llegado a necesitar. La impotencia hace referencia a las consecuencias del

comportamiento inasertivo que los adultos pudieron haber llevado a cabo en determinadas

situaciones de su vida, tal es el caso de GA, que al no poder abandonar su matrimonio

prefirió soportar el maltrato por parte de su cónyuge, en lugar de establecer límites, hoy en

día esos anhelos de libertad fueron cumplidos a través del fallecimiento del esposo, sin

embargo, todo lo que tenía que decir lo guardó y ahora parece seguir guardando zozobras

de un matrimonio que no resultó como ella esperaba; nos llamó la atención que el ítem “es

duro reconocer que existiremos los oprimidos por debajo de los opresores” hubiera

obtenido un puntaje superior a la media, pues uno de los rasgos característicos de la persona

resentida es justamente el rol de mártir, o el pretender ser subyugado por figuras de

autoridad.

En cuanto a la puntuación que arrojaron los ítems correspondiente a la dimensión “sed de

venganza”, se reconoce que se puede estar manifestando en una o dos personas, las cuales

hemos elegido en el apartado anterior de exposición de casos.


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El factor envidia es el que menos se presentó pero aun así se hizo notar en ítems que

describían el anhelo de haber tenido una mejor infancia en comparación con otros, tal vez,

los adultos consideren que aunque trataron de hacer su mejor esfuerzo, ganaron menos que

aquellos que menos se han desempeñado, tal es el caso de OA y su hermano, al reclamarle

a la madre del por qué a él si era capaz de brindarle afecto, cariño y cuidado, si desde su

perspectiva, él no merecía contar con tales privilegios.


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Conclusión

La atención en salud mental de los adultos mayores es una labor importante para

tratar, gracias a que se podrían encontrar aportaciones teóricas que fomenten prácticas en

aras de la calidad de vida durante la tercera edad, principalmente bajo las condiciones

ambientales que ofrece el tercer mundo, en donde el estigma que lleva consigo el adulto

mayor es reforzado por una sociedad que lucha por sobrevivir y que se angustia ante la vejez,

pues a veces suele ser sinónimo de enfermedad, aislamiento y el fin de su funcionalidad.

El envejecimiento de su población constituye un reto para los Cancunenses, que deben

adaptarse a ello para mejorar al máximo la salud y la capacidad funcional de las personas

mayores, así como su participación social y su seguridad.

Debido al prejuicio que ronda en torno a la edad adulta, la sociedad margina a los adultos

mayores porque les recuerda su propia vulnerabilidad, una asunción que se encuentra lejos

de la realidad, pues llegar a la conclusión simplista de que ser mayor es sinónimo de

enfermedad, enaltece de forma utópica un ideal de eterno bienestar, pues los jóvenes

también pueden padecer afecciones físicas y mentales.

Si bien es cierto que nadie está exento de las enfermedades, el paso del tiempo puede

alterar las funciones físicas, afectivas y cognitivas de cada individuo, los adultos de la

asociación padecen de enfermedades tales como diabetes, problemas cardiovasculares,

hipertensión, insuficiencia renal, colesterol y otras dolencias somáticas, lo cual de cierta


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manera los podría situar en una posición de vulnerabilidad, sin embargo, se observó que a

pesar de que se estuvieran presentando dichos padecimientos, los adultos de Orgullo

Ciudadano procuran mantener hábitos de alimentación saludable, demuestran capacidad

para estar al pendiente de su salud física, aunque en algunos casos se puedan llegar a

presentar preocupaciones excesivas. La vulnerabilidad en este grupo poblacional, no va

dirigida al malestar físico, sino a situaciones de estrés ambiental tales como rechazos,

abandonos, decepciones, abusos de carácter verbal, psicológico, físico y sexual, así como

violencia económica, intentos de suicidio, duelo y la creencia de que no tuvieron las

suficientes oportunidades para haber desarrollado talentos y habilidades que a lo mejor

hubieran aportado algún reconocimiento y por ende una mejor autoestima; dichos eventos

estresantes podrían llegar a desestabilizar a aquellos que tengan una menor resiliencia, es

decir, la capacidad para afrontar las situaciones y circunstancias difíciles de la vida.

El resentimiento es sentir una y otra vez el enojo y dolor que se vive en el pasado producido

por una persona o situación. Dichas sensaciones podrían causar un daño en la vida de los

individuos así como a las personas que se encuentran a su alrededor.

Admitimos, por lo tanto, la existencia de ‘’resentimientos normales’’ en los adultos de la

asociación, corroborando con las hipótesis 1 y 2 de nuestra investigación las cuales

dictaminan que el resentimiento manifiesto no están produciendo consecuencias

emocionales en los adultos mayores de la asociación Orgullo Ciudadano.


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Referencias

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