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2 authors, including:
Lorena García-Quintáns
Complutense University of Madrid
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SEE PROFILE
Autores
Lorena García1, María Carrera2.
1. Psicóloga Interna Residente. Área Sanitaria V (Gijón) del Servicio de Salud del Principado
de Asturias.
2. Psicóloga Interna Residente. Área Sanitaria IV (Oviedo) del Servicio de Salud del
Principado de Asturias
Dirección de Contacto
Objetivos: 1) Examinar y describir los nuevos modelos de familia que emergen ante los cambios
recientes tras pasar las parejas por Técnicas de Reproducción Asistida (TRA), 2) Proponer las
limitaciones que generan en su representación mediante el genograma clásico así como propuestas
para dicha representación, y 3) Analizar los retos que nos plantean estos nuevos modelos familiares
(genograma) de 9 modelos de familia que pueden generarse tras someterse las parejas a TRA y que
no están recogidos en las clasificaciones clásicas. Se describe un caso clínico tratado en un Centro
como tratamiento para su infertilidad. Este caso se expone como oportunidad para analizar los retos
que plantea la intervención psicológica con parejas que pasan por TRA. Resultados: Se recogen 9
tipos de configuraciones familiares tras el paso por TRA, se exponen las limitaciones de los
genogramas clásicos para la representación de dichas familias y se proponen los retos que desde la
psicología clínica se abren en este nuevo campo de actuación, así como los objetivos de
intervención psicológica. Conclusión: El incremento de las parejas que se someten a TRA por un
lado, y nuestra práctica clínica por otro ponen de manifiesto el impacto psicológico que aquellas
producen, abriéndose una nueva línea de intervención en nuestro campo con directrices de
realidad de las familias que han recibido tratamiento de RA, lo que generará cambios en el formato
Palabras Clave
Fertilidad, Técnicas de Reproduccion Asistida, Familia.
1. Introducción
consecuencia para su ideal de familia. Sin embargo, se informa de unas tasas de infertilidad en
torno al 10-15% de las parejas en edad (Speroff,1999). La infertilidad según la OMS (1993) se
define como la incapacidad para concebir un hijo después de un año de mantener relaciones
ha incrementado por múltiples razones, entre las cuales se pueden citar las siguientes: el retraso en
incremento de la concienciación pública de los servicios disponibles (Hirsch y Mosher, 1987). Otra
razón que podría añadirse a las previamente citadas sería los cambios experimentados en los
modelos familiares que vienen produciéndose, tales como familias monoparentales y parejas de
homosexuales entre otros; y que precisan por tanto del uso de técnicas de reproducción asistida
Fertilidad que se celebró recientemente en Oviedo (Mayo 2008), el hecho de que las parejas se
sometan a tratamiento mediante TRA es un tema de gran actualidad por varios motivos. En primer
asistida (RA) mayores de 35 años. Junto a ello, la espera media en unidades públicas para este tipo
de tratamiento se sitúa entre un año y un año y medio. En el caso concreto de Asturias el tiempo
medio de espera es de 2 años, encontrándose en esta situación en la actualidad unas 500 parejas. Se
Diversos estudios muestran que el sometimiento a TRA, tales como la fecundación in vitro (FIV)
causa un elevado impacto psicosocial tanto en el paciente como en la pareja, impacto manifestado
fundamentalmente en altos niveles de ansiedad, depresión y estrés (Slade et al., 1997; Boivin, 2003;
Schmidt, 2006). Entre las causas de dicho impacto psicológico se citan en la literatura las
fisico, examen postcoital del moco cervical, coger semen tras masturbación etc...), 2) el dolor físico,
se convierte en obligado lo espontaneo que caracteriza a una relación de tipo sexual (“del placer al
deber”), 5) contar detalles íntimos al personal médico, por ejemplo cómo es la actividad sexual de
la pareja etc..., 6) percepción por parte de la pareja de que pasar por una TRA es su “última
resultado del tratamiento, 8) tomar decisiones éticas, tales como qué hacer con los embriones que
sobran, uso de donante etc.., 9) ocultar el estar sometidos a TRA y como consecuencia de ello
recibir bajo apoyo social y, 10) elevados costes económicos. En consecuencia, son muchos los
motivos por lo que las parejas sometidas a pruebas de fertilidad pueden convertir la experiencia de
apunta que tanto la psicoterapia grupal, como individual y la de pareja resultan eficaces para reducir
los síntomas ansiosos y depresivos en las parejas sometidas a tratamientos de fertilidad. A pesar de
dicha eficacia demostrada, se encuentra que estas parejas están satisfechas con los cuidados
médicos recibidos mientras que muestran menor satisfacción con los tratamientos psicosociales que
acompañan a aquellos. El autor de este análisis resalta por tanto la importancia de ofrecer
intervenciones psicosociales a las parejas sometidas a tratamiento de RA junto a la alta calidad de
las técnicas de reproducción existentes. La conclusión a la que se llega en este trabajo se basa
(Mcnaugton-Cassill et al. 2000; McNaughton-Cassil el al. 2002; Lee 2003; Facchinetti et al., 2004;
Tarabusi et al., 2004; DeLiz y Strauss 2005, Levita et al., 2005; Chan et al., 2006); poniendo de
maniesto por otro lado que tan solo una minoria de las parejas que pasan por tratamientos de
Con todo lo comentado hasta ahora de fondo, nos planteamos qué impacto puede suponer en las
estructuras familiares el paso por técnicas de RA. Por un lado, los recientes avances en las
sentirse padres mediante métodos naturales, constituyen desde nuestro punto de vista, nuevas
configuraciones familiares no recogidas en las clasificaciones existentes tales como las propuestas
por autores clásicos (Minuchin y Fischman, 1981). Por tanto, resultaría de interés que esas nuevas
organizaciones familiares se incorporaran a las ya existentes y con ello reflejaran la realidad actual,
dada la utilidad terapeútica de dichas clasificaciones para formular hipótesis y planificar las
intervenciónes a seguir. El genograma familiar es una herramienta clínica muy usada para
(McGoldrick y Gerson, 1987), y por ello útil para describir los nuevos modelos de familias
emergentes con los que nos hallamos en la práctica clínica diaria, entre los que se encontrarían
aquellos que se generan tras pasar por TRA. Son varias las configuraciones que se pueden originar;
pero en los trabajos revisados no se recogen estos nuevos modelos familiares en las clasificaciones
Para superar estas limitaciones realizamos el presente trabajo con el que nos proponemos tres
objetivos principales. El primero consiste en examinar y describir los nuevos modelos de familia
que emergen ante los cambios recientes tras pasar las parejas por TRA. El segundo, en proponer las
limitaciones que generan en su representación mediante el genograma clásico, así como propuestas
para dicha representación. Y finalmente se analizan y discuten los retos que nos plantean estos
El modo de analizar los modelos de familia que comentaremos en el presente trabajo es descriptivo-
Por un lado, se recogen y analizan 9 modelos de familias que pueden generarse tras someterse las
parejas a técnicas de fertilidad. Además, se presenta una propuesta que permita recoger las
características especiales de este tipo de familias, cuya estructura y relaciones entre los miembros se
muestra deficiente a través de los símbolos que los representa en el genograma clásico. Para ello,
previamente se crean nuevos símbolos que representan los aspectos característicos y diferenciales
Por otro lado, se presenta y describe un caso clínico tratado en un Centro de Salud Mental, de una
infertilidad. Este caso se expone como oportunidad para analizar los retos que desde la psicología
clínica se abren en este reciente campo de actuación, así como los objetivos que plantea una
Describimos a continuación algunas de las limitaciones que presenta el genograma clásico para
recoger estas nuevas configuraciones familiares, surgidas a raíz de los recientes avances en el
campo de la RA, y creamos una posibilidad de representación gráfica a través de los símbolos que
aparecen en la tabla 1.
Tabla 1 aquí
Los símbolos que aparecen en la tabla pretenden dar una respuesta gráfica a las cuestiones que
planteamos a continuación.
En primer lugar, ¿Cómo representar que la pareja ha recibido tratamiento de RA? La pareja ha
podido tener éxito, en cuyo caso la representación del/de los descendiente/s constataría dicho éxito.
Sin embargo, consideramos de interés simbolizar el paso de la pareja por dicho tratamiento,
independientemente de su resultado (que por otro lado ha podido ser sin éxito), dado el impacto que
por si mismo ejerce sobre dicha pareja. En la parte inmediatamente superior de donde se representa
simbolizaría el deseo de los padres de que dicho nacimiento se produzca), cara sonriente en caso de
que el paso por un tratamiento de RA haya resultado exitoso y cara triste en caso de que no lo haya
sido. Seguido de la cara y entre paréntesis, se señalaría el período de tiempo que llevan en el
En segundo lugar, ¿Cómo representar el paso por técnicas de fertilidad de parejas homosexuales
mujeres? En este caso, resultaría de interés dejar constancia de quién es la mujer que porta la
figura/modelo masculina y quien la femenina, es decir, cual será la mujer que se someta al
educación del hijo a la luz de algunas teorías. Nuestra propuesta pasaría por representar círculos
para el sexo femenino– tal y como se recogen en el genograma clásico- y alrededor de éstos otro
círculo para el que adopte el rol femenino de la pareja y cuadrado para el masculino. De esta
manera, el símbolo interior representaría el sexo biológico y el exterior su papel en la pareja. Por
técnica de FIV será diferente para la que haya donado sus óvulos etc... Así la mujer donante y la
En tercer lugar, ¿Cómo representar al donante no conocido, es decir al padre/madre biológico que
dona óvulos, espermatozoides o embriones, en función del tratamiento recibido? Para ello hemos
identificado a dicho donante como una “persona invisible” para la pareja o persona receptora, de tal
que el donante sea un hombre y rodeado de un círculo en el caso de que la donante sea mujer.
En cuarto lugar, teniendo en cuenta el tipo de TRA utilizada, ¿Cómo representar los hijos nacidos
de las distintas técnicas de reproducción asistida? Mediante símbolos que representen las diversas
formas de fertilidad, es decir un dibujo de un espermatozoide para aquellos hijos que nazcan a
través de la técnica de inseminación artificial, con la cabeza cuadrada para el sexo masculino y la
cabeza redonda para el sexo femenino. El dibujo de una probeta se aplicará cuando el descendiente
proceda de la técnica de FIV, rodeando la probeta con un círculo si es mujer y con un cuadrado si es
hombre.
¿Cómo representar a un hijo fruto de la donación de embriones? La figura del hijo se representa
mediante una probeta y pende de la línea que conecta a la pareja donante pero extendiéndose hasta
Las nuevas configuraciones familiares que se pueden generar tras someterse las parejas a TRA, se
presentan y describen a continuación. Para ello, las hemos dividido en dos grandes grupos, teniendo
persona receptora. En segundo lugar se ha tenido en cuenta el tipo de pareja que recibe el
Siguiendo estos criterios de clasificación, los dos grupos generados con sus divisiones serían los
siguientes (se hace una representación posible de cada tipo de configuración, atendiendo a los
Se trataría de aquellos casos en los que se depositan en el interior del tracto reproductor femenino
los espermatozoides procedentes de la pareja masculina de la mujer (no existe donante ajeno). Este
caso sólo podría darse si la pareja es heterosexual y se somete además a la técnica de inseminación
artificial.
2. Familias con “miembro invisible”
Serían aquellas parejas en las que existe un donante ajeno, y que nosotros hemos denominado por
ello padre fantasma. Dentro de este grupo hemos identificado varios subtipos, en función del tipo
fantasma”
- “Matrimonio fraternal”:
Esta configuración, aunque inicialmente parece utópica podría llegar a darse con el avance
de las TRA. Sería aquella situación en la que una pareja heterosexual recibe un embrión de
una pareja donante y ésta a su vez tiene un hijo de manera natural y el embrión y este hijo
(hermanos biológicos) forman, tras conocerse, una nueva pareja. Esta situación que
pertenece a la ciencia ficción podría llegar a suceder.
- Parejas que pasan por técnicas de reproducción asistida con parto múltiple:
Hacemos referencia a esta configuración debido a que uno de cada cuatro embarazos
concebidos mediante tratamientos de RA resulta en un parto múltiple, según la Sociedad
Española de Fertilidad. No la incluimos en ninguno de los dos grupos creados ya que
pudiera darse en cualquiera de las configuraciones descritas previamente
3.3. Caso clínico.
Se presenta el caso de una mujer de 38 años, casada desde hace 3 años aunque en convivencia con
su pareja desde hace 8. Su marido estuvo casado anteriormente, y tiene un hijo de 10 años fruto de
ese matrimonio, que vive con la madre. Aunque la ilusión de la paciente siempre fue ser madre,
había pospuesto dicha posibilidad hasta hace tres años, momento en el que se puso de manifiesto el
Tras meses sometida a dicha técnica se le informa de la imposibilidad de quedarse embarazada por
dicho método (“contra la naturaleza no se puede luchar” comenta la paciente que le dijo el médico),
pero no se le ofrecen otras alternativas. La paciente sigue con su vida, no había comentado a su
depresiva y su Médico de Atención Primaria la remite para valoración a su Centro de Salud Mental.
La paciente presenta clínica compatible con trastorno adaptativo con reacción depresiva
prolongada. En el caso de esta paciente estaban presentes muchas de las características descritas en
infertilidad femenina, deseo de ser madre frustado en una mujer que considera la maternidad como
un gran valor, sometimiento a un TRA (inducción y/o estimulación de ovulación), no éxito del
información recibida, alteración de la vida conyugal (“obligación” del acto sexual), ocultación de la
situación en la familia…
Tras realizar una revisión acerca de las TRA y analizar el impacto psicológico que causan en las
parejas sometidas a ellas, ejemplificado a través del caso clínico presentado, queremos hacer
hincapié en el nuevo campo de actuación que se abre a la psicología clínica (retos de nuestra
profesión):
• La necesidad, cada vez mayor, de tratar desde un Centro de Salud Mental las implicaciones
tratamiento de RA.
Respecto a los objetivos de nuestra intervención psicológica planteamos las siguientes propuestas:
decir, intervenir desde una postura de actitud y compresión empáticas, escucha activa y
aceptación no crítica.
• Realizar una intervención específica en la relación de pareja (cuidar la relación) puesto que
el deseo de tener un hijo se convierte en el centro de sus vidas, dejando de lado la relación
conyugal: las relaciones sexuales son programadas por orden facultativa, nada depende de
sus deseos sino de sus obligaciones. Por ello, debemos ayudar a la pareja a prevenir los
posibles problemas que puedan surgir de ésto. En ocasiones, sería necesario realizar una
terapia sexual para mejorar el tipo de relación que ha podido quedar deteriorada tras pasar
• Otro aspecto en el que debemos intervenir es ante la sintomatología ansiosa o depresiva que
pueda presentarse ante el diagnóstico de infertilidad, durante y después de haber pasado por
idiosincrasia del caso a tratar, que el que utilizamos ante la presencia de psicopatología
La experiencia de la infertilidad puede resultar devastadora para una pareja que anhela “convertirse
tratamientos mediante TRA están permitiendo abrir esperanzas no sólo a parejas infértiles sino
constituida por la mujer) resultarían beneficiarias de dichos tratamientos. Sin embargo, tal y cómo
niveles de ansiedad, depresión y estrés (Slade et al., 1997; Boivin, 2003; Schmidt, 2006). Por tanto,
el camino que conduce a ser padres puede requerir de una intervención psicológica que a la luz de
trabajos recientes realizados en este campo informan de eficacia tanto para las intervenciones
psicoterapéuticas individuales, como las de pareja y grupales (Mcnaugton-Cassill et al. 2000; Lee
2003; McNaughton-Cassil el al. 2002; Facchinetti et al., 2004; Tarabusi et al., 2004; DeLiz y
Strauss 2005, Levita et al., 2005; Chan et al., 2006). Respecto a las intervenciones individuales,
éstas resultarían similares a aquellas realizadas en situaciones de duelo por las reacciones
emocionales ante el “no nacido” y reacciones agudas ante el fracaso del tratamiento (recordemos
que tan sólo 1/3 alcanza el éxito). La intervención grupal parece resultar de gran importancia por lo
que respecta a compartir experiencias con otras parejas que pasan por una situación similar. Y, la
e interacción entre los miembros y al impacto negativo que se produce sobre el ajuste marital y la
satisfación sexual de la pareja. En este sentido, el trabajo de Schmidt (2006) encuentra una gran
disminución de la satisfacción sexual en las parejas que se sometieron a TRA, por lo que resultaría
un objetivo clave de la intervención. Junto a éste, y tal y como hemos comentado previamente,
la pérdida, el duelo y el sufrimiento resultarían objetivos a tratar desde una postura de actitud y
compresión empáticas, escucha activa y aceptación no crítica por parte del terapeuta. En el trabajo
de Poehl et al. (1999) sobre consejo psicoterapeútico y tasas de embarazo en FIV, se cita que en
Austria, desde 1992, “los especialistas en fertilidad están obligados a ofrecer consejo psicológico o
psicoterapeútico a mujeres y a sus parejas, si ellos no lo rehusan”. Esta iniciativa en un pais europeo
podría traducirse en España en la incorporación del psicólogo clínico en los equipos de ginecología
en formación específica en el ámbito que nos ocupa de cara a tratar las implicaciones psicológicas-
Por lo que respecta a los nuevos modelos de familia que emergen tras someterse las parejas a TRA,
se trata hasta el momento actual de un tema poco debatido, a la luz de la revisión realizada. Sin
embargo, la realidad presente nos conduce a cambios que es preciso discutir y analizar siendo uno
de ellos los nuevos retos de las familias ante los cambios recientes. Desde nuestro punto de vista,
estos retos de las nuevas familias provienen de diversas fuentes. Por un lado, de los derivados de la
inmigración (familias partidas, distantes; familias interculturales); por lotro lado de los derivados de
las familias reconstituidas (parejas, exparejas, hijos compartidos, suegros y resuegros). Y, en tercer
lugar añadiríamos los resultantes del sometimiento a TRA, que pudiera incluirse entre las familias
reconstituidas, por ejemplo aquellos casos que hemos denominado “miembro invisible” o “padres
fantasma” porque introducirían otro/otros padres en la combinación. Sin embargo, no todas las
configuraciones familiares que hemos descrito se adaptarían al término de reconstituidas como por
ejemplo “la pareja sometida a inseminación artificial conyugal”, en la que no se hace uso de un
agente externo, sino que es la propia familia original la que hace uso de sus potencialidades. Por
ello, las parejas sometidas a TRA constituyen desde nuestra visión una realidad independiente que
precisa de éste y de futuros trabajos en la misma línea que hemos iniciado. El genograma como
instrumento clínico que recoge la realidad familiar, y por tanto básico en la metodología de trabajo
en terapia familiar, se ha presentado como clave en el estudio que hemos desarrollado. Tal y como
hemos mostrado a la hora de representar nueve configuraciones familiares resultantes del paso por
TRA, las nuevas familias plantean un reto metodológico en la construcción inteligible de los
genogramas. Es decir, plantean problemas técnicos a los que buscar solución ya que trabajos
clásicos como el de McGoldrick y Gerson (1987) se quedan desfasados ante los cambios recientes
en las estructuras familiares. Por ello, nuestro trabajo contribuye a la ampliación de los símbolos
usados en el genograma para representar estas nuevas realidades como la que hemos expuesto.
Para finalizar, podemos extraer las siguientes conclusiones tras la realización del presente trabajo.
En primer lugar, el incremento de las parejas que se someten a TRA por un lado, y nuestra práctica
clínica por otro, ponen de manifiesto el impacto psicológico que aquellas producen en estas
personas, abriéndose una nueva línea de intervención en nuestro campo, con directrices de
actuación particulares. En segundo lugar, el genograma clásico, como herramienta que recoge la
realidad familiar, se queda obsoleto para representar los cambios experimentados por las familias
cuyas parejas se someten a TRA, por lo que resulta necesario ampliarlo e incluir dichos cambios. Es
necesario, por lo tanto, actualizar el diseño de los genogramas para comprender la realidad de las
familias que han recibido tratamiento de RA, lo que generará cambios en el formato de los
Este trabajo fue presentado en el XXVIII Congreso Nacional de Terapia Familiar, Los nuevos
Retos de Las Familias y el Trabajo en Red que se celebró en Oviedo los días 30 y 31 de Octubre y 1
Noviembre de 2008
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TABLA 1. Propuesta de símbolos para representar el paso por Técnicas de Reproducción Asistida*
Símbolo propuesto Descripción Localización
Cara de niño Parte inmediatamente superior donde representa el comienzo de la
Paso por RA con éxito sonriente relación o fecha de la boda.
(Tiempo, nºintentos)
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