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¿QUÉ ES EL ISLAM?

Edición del Centro Islámico de la República Argentina

ISLAM

El Islam es una religión basada esencialmente en la adoración a Dios,


Uno y Único. No es un concepto religioso surgido de una corriente de
pensamiento, ni su advenimiento en el mundo surge por la voluntad
humana sino que es la culminación de un ciclo que comenzó con Adán y
concluyó con Muhammad (PyB). Así todos los enviados de Dios tienen la
misión de ser Sus mensajeros y son parte de la historia sagrada del Islam.
La manifestación divina a través de los Profetas se expuso también en los
libros revelados a los mismos como La Torá y el Evangelio. La revelación
por parte del Arcángel Gabriel a Muhammad (PyB), aporta a la humanidad
la última de las escrituras: El Sagrado Corán.
La palabra Islam es un término derivado de la palabra “salam”, que en
lengua arábiga significa paz. También significa obediencia y sumisión a
Dios. El Islam no es solamente una religión de carácter doctrinario y ritual:
es básicamente una actitud ante la vida, es decir una forma de conducirse
de acuerdo con determinadas normas donde todos los hombres deben
tener en claro su misión de vicarios de Dios en la tierra, y hacer
prevalecer su misericordia y su bondad para velar por un ambiente de paz
y convivencia.

Creencia

Los practicantes de la fe islámica se denominan musulmanes. Es


erróneo denominar a los mismos como mahometanos, ya que esto último
daría la idea de un culto a una persona, cuestión impensable desde el
punto de vista del Islam. Los musulmanes creen en Dios, Uno e
Incomparable, en los Ángeles en su carácter de servidores de la
Divinidad, en la misión inspirada por Dios a los Profetas con el objeto de
hacerles llegar Su mensaje de la forma y en el tiempo que los hombres
fueran capaces de comprender, en los libros revelados, en el Decreto
Divino y en el Ultimo Día o Día del Juicio, dónde cada alma será juzgada
según sus obras, y obtendrá a través de estas su recompensa o castigo
(Paraíso o infierno).

Alcance

El mensaje del Islam es un mensaje universal, no tiene como destino


un pueblo o una raza en particular, a tal punto que la idea de racismo
dentro de los musulmanes es inaceptable, la valoración de un hombre se
realiza por su grado de piedad y no por su etnia.
Los árabes como integrantes de la comunidad musulmana mundial son
el 17 % del conjunto. El resto de las personas en el mundo que profesan
la fe del Islam está compuesto por hombres y mujeres de distintas razas,
que hablan diferentes idiomas y poseen costumbres diversas. Siguiendo
este criterio se considera tan musulmán, y con los mismos derechos
dentro del esquema de la comunidad, un habitante de Argentina como
uno de la Península Arábiga o China.

El Sagrado Corán

La manifestación de la profecía en Muhammad (PyB) se produjo a


través de la revelación de un libro: El Sagrado Corán. Durante 23 años el
Arcángel Gabriel le dictó las palabras ordenadas por Dios, las cuales
fueron memorizadas y posteriormente escritas. No se puede atribuir la
autoría de estas escrituras al Profeta ya que entre otras circunstancias
inherentes a la propia esencia del Corán, Muhammad (PyB) era iletrado.
En el Corán (la palabra etimológicamente significa recitación),
encontramos el mensaje que enseña la forma de adoración perfecta a
Dios, historia sagrada, bases para la formación de derecho y también
conocimientos científicos, que ya enunciados hace 1400 años, son de
descubrimiento reciente para la ciencia moderna, lo que reafirma un
aspecto más de su naturaleza celestial. El Corán no ha sufrido ninguna
alteración desde su convivencia entre los hombres, es decir, si se toma el
primer ejemplar escrito y se lo compara con uno recientemente impreso,
no se hallará ninguna diferencia, lo que también constituye un hecho sin
igual en la historia. La estructura del Generoso Corán se compone de 114
capítulos. Si bien su lectura e interpretación es sencilla y accesible a
cualquier hombre, existen algunos conceptos que requieren información
previa para su comprensión, a la vez posee en determinados pasajes un
sentido alegórico. Todos los humanos sin excepción tienen un mensaje en
el Corán que los identifica.

Los Profetas

La profecía es la manifestación del Creador Supremo a través de sus


enviados, en un mensaje claro y comprensible al género humano. El
Corán nos informa que cada pueblo en determinado tiempo ha recibido un
mensajero que ha cumplido el rol de llevar la palabra de Dios
representada en el mensaje del monoteísmo. Los Profetas mencionados
en el Sagrado Corán por su nombre son: Adán, Noé, Heber, Saleh,
Abraham, Lot, Ismael, Isaac, Jacobo, José, Jetro, Elías, Enoc, Elíseo,
Ezequiel, Job, Jonás, Moisés, Aaron, David, Salomón, Josué, Zacarías,
Juan, Jesús, con todos ellos sea la paz. El sello de la profecía es
Muhammad (PyB). Todos estos mensajeros de Dios están mencionados
en la escritura coránica, narrando aspectos de su vida y su tiempo, como
un testimonio y un ejemplo para las generaciones que les sucedieron. Los
Profetas, sin excepción, instaron a la humanidad a seguir el camino del
monoteísmo. Los musulmanes creen en la misión de todos y cada uno de
ellos.
El Sagrado Corán, el libro lúcido y evidente sentencia: "Creemos en
Dios, en cuanto nos ha sido revelado en el Corán, y en lo que le fue
revelado a Abraham, a Ismael, a Isaac, a Jacob y a las doce tribus, y en lo
que le fue concedido a Moisés y a Jesús, y en lo que fue dado a los
Profetas procedente de su Señor; no hacemos distingos entre ninguno de
ellos (creer en la misión de unos y otros no) y seguiremos consagrados a
El." (Corán, capítulo ll, versículo 136).

La visión de Jesús y de María

El Cristianismo y el Islam son las dos únicas religiones en donde las


personas de Jesús y María, con ambos sea la paz, son amadas. Con
respecto a María, el Islam sostiene que es la mejor mujer de la creación,
la elegida para llevar en sus entrañas al verbo de Dios, conservando su
virginidad antes y después de dar a luz a Jesús. Existe un capítulo en el
Sagrado Corán, el número 19, que lleva su nombre. Además en diferentes
pasajes del libro se hace referencia a diferentes mujeres en particular,
pero sólo María es llamada por su gracia. Su carácter de elegida en la
historia sagrada del Islam comienza antes del anuncio por parte del
Arcángel Gabriel del nacimiento de Jesús, cuando más de una vez fue
encontrada en el templo con los más excelentes frutos aunque estos
fueran de otra estación y de otro lugar. Cuando fue interrogada acerca de
su procedencia respondió: "Todo lo que veis viene de parte de Dios, el
cual provee todas las cosas sin número a quienes son de Su beneplácito."
Ningún musulmán duda de los hechos concernientes al parto de María, de
cómo el Arcángel se le presentó y le anunció que en su vientre crecería
un niño inmaculado. María, con ella sea la paz, preguntó cómo podría
suceder esto si nunca había sido tocada por hombre alguno, a lo que el
Ángel respondió: ¡Así Será!, Dijo tu Señor: haremos de él un milagro para
los humanos y será una prueba de Nuestra misericordia. Y fue una orden
irrevocable.
Jesús, la paz sea con él, es considerado uno de los grandes profetas
dentro del Islam, al que Dios otorgó entre otras facultades, resucitar a los
muertos, curar a los enfermos, crear un pájaro del barro, hacer descender
una mesa servida, hablar siendo un recién nacido y no morir, siendo
elevado hacia su Señor. Los musulmanes esperan la segunda llegada de
Jesús a la tierra como un signo de esperanza y esclarecimiento de la
verdad que le fue revelada en su tiempo.
Se encuentran en el Sagrado Corán (Capítulo 19, versículos 30, 31,
32, 33) las palabras de Jesús siendo un bebé, cuando María fue acusada
de adulterio e indicó que le preguntaran al niño sobre la naturaleza de su
origen. Entre burlas le dijeron ¿Cómo le hablaremos a un niño que aun
está en la cuna?, y Jesús dijo :"Por cierto que soy el siervo de Dios, quien
me concederá el libro y me designará Profeta, me hará benefactor
dondequiera que esté y me encomendará la oración y la dádiva mientras
viva, y me hará piadoso con mi madre, y jamás permitirá que yo sea
soberbio ni rebelde, la paz fue conmigo desde el día en que nací, será
conmigo en el día en que muera y en el día que sea resucitado".

Los pilares

Los musulmanes expresan su carácter de tal a través de 5 actos


fundamentales o pilares, que son de cumplimiento obligatorio: 1) La
creencia en un Dios único y en la Profecía de Muhammad (PB) expresada
en una declaración denominada testimonio de fe. 2) La oración ritual que
deben cumplir los creyentes 5 veces por día. 3) La contribución social que
es la cesión anual de un porcentaje de las utilidades en beneficio de las
personas con menos recursos. 4) El ayuno en determinadas horas
durante el mes de Ramadán. 5) La peregrinación a la Ciudad de La Meca,
una vez en la vida, si se poseen los medios necesarios para realizarla.
Todos estos actos mencionados son formas de adoración, pero cabe una
aclaración al respecto: el valor de los mismos no radica sólo en su
ejecución formal sino también en su intención, y este juicio de
intencionalidad corresponde a Dios Todopoderoso, ya que El, y sólo El
conoce las verdaderas intenciones de los humanos.

Las fuentes del derecho

Todo el corpus legal del Islam tiene como raíz dos fuentes primigenias
que son El Sagrado Corán y los relatos y hechos del Profeta Muhammad
(PyB). Existen también otras fuentes secundarias como por ejemplo el
"iÿmá" (consenso de los sabios) o el "quias" (analogía), que son métodos
para resolver distintos planteos ante diferentes situaciones. El Corán es
una fuente de legislación en los diferentes tipos de derecho: civil,
comercial, penal, etc. Este derecho contenido en el Corán es más que
elocuente, pero existe también una explicación y una ampliación temática
en las narraciones de la vida del Profeta Muhammad (PyB). Estos relatos
narran la actitud del Profeta (PB) ante determinadas circunstancias,
sentencias, consejos, modales y una variedad de temas que requieren un
estudio profundo. La autenticidad de estas narraciones radica en su
metodología de transmisión, hecho que ha constituido dentro del campo
de las investigaciones históricas una variante de estudio fidedigna, a tal
punto que a través de este conjunto de tradiciones conocemos la
dimensión histórica de Muhammad (PyB) de forma fehaciente, hecho que
no se repite con ningún otro personaje de la historia, ni siquiera de
manera similar. Diálogos, vivencias, actitudes, respuestas a preguntas
específicas, fueron documentadas con un rigor que merece ser
conceptuado como científico.

Las jerarquías

No hay abolengo, ni prerrogativas de sangre, título o cualquier otra


cuestión que pueda establecer algún tipo de diferenciación entre los
hombres. No existe sacerdocio ni monacato en el marco de la doctrina del
Islam. Ni siquiera el hecho de haberse formado académicamente en el
campo de las materias religiosas implica rango alguno. Cualquier
musulmán puede presidir los actos rituales siempre que sea una persona
de reconocida honestidad, piedad y sabiduría. Los religiosos de profesión
dentro del Islam, denominados Iman o Sheij, cumplen de hecho las
funciones de los actos de culto, pero son básicamente respetadas fuentes
de consulta y docentes.

El mundo actual

El Islam puede aparentar estar fuera del contexto del mundo actual,
aunque un análisis mas real del que nos presentan los medios de
comunicación, nos demuestra que su vigencia es plena y necesaria.
Muchas personas se sorprenderían al conocer la simpleza y la efectividad
con las que las enseñanzas del Islam resolverían situaciones y males del
mundo moderno. Un elemento a tener en cuenta son los diferentes tipos
de enfoques que encontramos con respecto al hecho de "vivir" entre
oriente y occidente. Occidente ve el hecho religioso separado de lo
diversos aspectos de la vida; para los musulmanes no hay una línea
divisoria entre lo secular y lo sagrado. El creyente vive su día a día en el
marco de la doctrina islámica, y esto abarca los matices de lo cotidiano,
en órdenes sociales, culturales, económicos y morales. Esta concepción
de lo extraño dentro del esquema de occidente con respecto al Islam, se
debe en gran medida al desconocimiento de los principios de esta fe.
Además ciertos sectores de gran influencia en el campo de la información,
muestran de los musulmanes hechos aislados concernientes a ciertos
grupos y hacen de esto el concepto general con respecto a los
musulmanes.
Quienes profesan la fe del Islam son más de 1600 millones de almas
en el mundo, es decir la cuarta parte de los habitantes del planeta, de los
cuales su inmensa mayoría vive en paz, familiarmente y practica la
convivencia armoniosa tal como lo ordena El Creador.

Tolerancia

El término tolerar, de frecuente uso en materia religiosa, no es exacto


para definir este tema ya que el Islam no ve la idea de aceptar
simplemente porque el otro se encuentra allí, desde el punto de vista de la
religión se debe convivir. Una de las funciones de la legislación islámica
es la protección privilegiada de las minorías, a tal punto que todos los
credos poseen templos en los países islámicos con sólo una excepción
que es de carácter doctrinal, y es la tierra que el Profeta declaró sagrada y
de culto únicamente para los musulmanes. Pero el Islam avanza aun más
en el tema de la convivencia, y permite en los estados islámicos instituir a
los otros credos minoritarios sus propios tribunales de ser requeridos. Se
pueden encontrar innumerables ejemplos en la historia del Islam dando
muestras claras de hechos de esta naturaleza en su paso por la
Península Ibérica, Indonesia, Irán, Malasia, Pakistán y otros países.

La familia

La familia es la fuente principal para la formación de una sociedad, a


tal punto que la orden de formarla mediante el matrimonio, es considerada
metafóricamente, la mitad de la religión, que tanto el hombre como la
mujer la adquieren en el momento de vincularse matrimonialmente. La
concepción del matrimonio en el Islam no es sacramental como en el
cristianismo, es un contrato que se establece entre las partes, con la
libertad de incluir cada una sus condiciones, en razón de existir diferentes
tipos de costumbres en cada país. Con esto último se garantizan también
una cantidad de derechos para ambas partes. Según el Islam, no se
puede obligar a ningún hombre ni a ninguna mujer a casarse contra su
voluntad ni por decisión de sus padres, quienes sólo tienen la libertad y el
deber de aconsejar a sus hijos, pero en ningún caso obligar o torcer
voluntades.
El estímulo a la formación de familias y la asistencia para que crezcan
sanas es una tarea fundamental. A la vez la integración de las mismas en
el espectro social genera un ambiente más solidario. A veces pareciera
que en el mundo de hoy hablar del incentivo hacia lo familiar fuese un
concepto perdido en el tiempo, o un límite que censura algunos de los
hipotéticos placeres que ofrece la sociedad actual. El Islam sostiene que
muchos de los males actuales como alcoholismo, drogadicción, depresión
y otros, son producto del abandono de ciertos valores, entre ellos el
sentido verdadero de familia.

La poligamia

Si bien existe legislación dentro de la jurisprudencia Islámica que


faculta en determinadas circunstancias a los hombres a tomar otras
esposas, la manifestación expresada en el Corán sobre la piedad y el
temor a cometer injusticias recomienda al creyente casarse sólo con una
mujer.
La poligamia se practicó en un tiempo donde abundaban las guerras y
mermaba sensiblemente la cantidad de hombres, entonces existía la
posibilidad de tomar otra esposa o viudas con sus familias en un sentido
de protección. Para esto último fue legislada la posibilidad de contraer
nupcias con las mismas. Cabe destacar que en muchos casos las mujeres
que se tomaban como segundas esposas eran mucho mayores que los
hombres con los cuales contraían matrimonio, y la cohabitación no se
producía. La práctica poligámica es mencionada en todas las escrituras y
fue practicada por los Profetas (ej.: Abraham, Jacobo, David, Salomón,
etc.).
Para que pueda darse la situación, que un hombre pueda tomar otra
esposa, se tienen que dar una serie de factores entre ellos la aceptación
de este hecho por parte de la primera esposa, quien tiene el derecho a
divorciarse si así lo desea. Si bien hay normas para la poligamia, la misma
no es una práctica usual entre los musulmanes.

La ancianidad

No existe dentro del mundo islámico la idea de instituto geriátrico o


asilo de ancianos. Si bien existen entidades de ayuda social con este fin,
el esfuerzo de cuidar a los padres y a los abuelos es considerado un
honor para los hijos, además de una oportunidad de adquirir un mayor
crecimiento espiritual. Permanece en el pensamiento de todo musulmán la
idea de agradecimiento a los padres, por el afecto y por los cuidados
dispensados hacia nuestras personas. Después de la oración, el hecho de
servir a los padres es el deber más importante de todo creyente. Dijo el
Profeta (PyB): "Bajo los pies de las madres está el Paraíso."
Dentro de la costumbre islámica, las personas mayores tienen un
particular derecho a ser respetadas y escuchadas, su consejo es valorado
en virtud de la experiencia, y es muy mal visto el hecho de contestar mal o
burlarse de un anciano.
La muerte

Desde el punto de vista del Islam, la muerte es una parte más de la


vida terrenal. Todo lo que se sabe del futuro de un hombre desde el día
que nace es que alguna vez morirá, no se sabe en qué lugar, a qué edad
o cómo.
La idea de estar preparado para esta circunstancia de la vida merece
algunas reflexiones: Para el creyente, la vida de este mundo es un paso,
como un lugar de tránsito ligero que prácticamente no genera ningún
porcentaje en el todo si lo comparamos con la otra vida.
Existe la idea de Paraíso e infierno dentro del Islam, y toda la creación
será remitida al lugar correspondiente según sus obras e intenciones de
las mismas. La muerte es un hecho que evidencia también la igualdad de
los hombres ante Dios, es un signo de su justicia, la misma que
prevalecerá el Día del Juicio Final "donde quien haya hecho el bien del
tamaño de un grano de mostaza lo verá y quien haya hecho el mal del
tamaño de un grano de mostaza lo verá", ya que independientemente del
grado de riquezas, posición o cultura que haya conseguido un ser en su
tránsito por esta vida, es seguro que no escapará de la muerte.
Al respecto se cuenta la historia de un hombre que construye el mejor
edificio de su tiempo, lo decora fina y costosamente y ofrece una
recompensa para aquél que le encontrase un defecto. Es visitado por los
mejores arquitectos de su época, quienes admiran y alaban su estilo, los
filósofos quienes observan en semejante construcción las grandes
posibilidades del género humano en cuanto a lo ilimitado de su
creatividad, los gobernantes que ven en esta maravilla el avance y lo
pujante de sus imperios, y otras personas que después de recorrer tan
espléndida construcción, no ven en ella ninguna falla. Un hombre creyente
después de haber recorrido el edificio dice: "Todavía tiene un defecto, no
veo la tapa al agujero por donde ha de pasar la muerte."
La visión islámica recomienda no apegarse con mucha intensidad a la
vida de orden material, sí vivirla en plenitud y hacer por nuestro paso en la
tierra todo aquello que sea necesario para beneficiarnos y beneficiar a los
demás dando un lugar especial al orden espiritual, ya que desde la
primera a la última de las posesiones tienen el carácter de transitorias:
todos nuestros bienes, del más grande al más pequeño son "prestados",
temporarios. No quiere decir esto de ninguna manera que el hombre deba
vivir de forma ascética o renunciando al mundo porque este aislamiento
puede considerarse un símbolo de derrota en el hecho de bregar por un
mundo mejor, además la especie humana está hecha para reconocerse.
El ser humano se lleva de esta vida nada más que sus obras, y sólo
tres cosas lo seguirán beneficiando después de muerto: una
descendencia digna que reza por su alma, la caridad que haya hecho y
que siga beneficiando a los hombres (quien funda por ejemplo un hospital
o una escuela) y el conocimiento que haya impartido a otros hombres, que
estos lo apliquen y a la vez lo transmitan. "Haz para este mundo como
sien él fueras a vivir siempre y por el otro como si fueras a morir mañana".

La guerra santa

El concepto de guerra santa no es un concepto islámico. Esta


denominación nace en la época de las cruzadas. El término árabe Ÿihad,
el cual es traducido erróneamente como guerra santa, tiene matices bien
definidos y delimitados. El Islam contempla el legítimo derecho de defensa
para el creyente, en el caso que considere en peligro su familia, su credo,
su patria (independientemente donde viva) o su honor. El Corán habla del
derecho de defensa, pero insta al creyente a no contarse entre quienes
inician un pleito ya que "Dios no estima a los agresores". El verdadero
combate en la causa de Dios, o gran Ÿihad, es la lucha que mantiene el
individuo día a día para poder controlarse a sí mismo, mejorarse, para
vencer sus instintos, para oponerse a su ego y mantenerse alejado de
cuestiones efímeras. Sentencia el Profeta Muhammad (PyB): "El fuerte no
es quien vence a los hombres sino quien vence a su ira."

La higiene y la alimentación

Se considera cada facultad del ser humano como un don otorgado por
Dios, entre ellos la salud es un bien que debe ser cuidado y respetado. La
higiene y la alimentación son dos pilares que contribuyen sustancialmente
al cuidado de la salud integral. Con respecto a la alimentación el
musulmán debe realizar este proceso con mesura y con el objetivo de
satisfacer una necesidad, lo excesos no son recomendables.
Existen también determinadas vedas alimenticias, como la sangre de
los animales, lo mortecino, la carne de cerdo, y otras especies
específicamente vedadas como los animales con garras. También está
prohibido el consumo de embriagantes en cualquiera de sus formas, así
alcohol, drogas y cualquier sustancia que pueda hacer perder al hombre
en mayor o en menor medida su estado de conciencia está vedada.
El Profeta Muhammad dijo: "La higiene es parte de la fe". El principio
de conservar la higiene corporal en cada momento es para el creyente
una obligación, que incluso viene ligada y ordenada dentro del esquema
de otros actos religiosos: para que el musulmán pueda rezar, tiene que
primero higienizarse obligatoriamente, si no su rezo no se considera
válido. A la vez existen cantidad de prerrogativas que dentro de la doctrina
islámica obligan al creyente a mantenerse aseado y pulcro. La salud es
sin duda el mayor bien que puede poseer un hombre. El principio islámico
que sostiene la existencia de el Día del Juicio Final, nos habla de que
cada alma será interrogada en virtud de sus actos, el creyente deberá
rendir cuentas sobre qué ha hecho o dejado de hacer en cuanto a la salud
del cuerpo que se le otorgó.

La mujer

El tema de la mujer en el Islam es un tema de actualidad en virtud de


la gran información, mayormente errónea y fuera de contexto, mostrada al
respecto en determinados medios. A modo de introducción al tema
citaremos algunos ejemplos de carácter histórico. El advenimiento del
Islam se produce a principios del S. VII, en ese momento el mundo
civilizado y conocido discutía entre otras cosas si las mujeres poseían
alma o no. Como contrapunto a esa realidad, la revelación coránica ponía
de manifiesto la igualdad del hombre y la mujer, en primera instancia con
respecto a la fe, para luego otorgarle todos los derechos, desde la libre
elección en el matrimonio hasta el revolucionario, para la época, derecho
legítimo de herencia. La palabra de Dios en el Corán siempre dirige su
mensaje tanto a los hombres como a las mujeres. No existe en el Islam la
idea de la tentación de Eva hacia Adán en desobedecer a Dios, sino que
en todo caso el cargo se le hace a ambos, eliminando así la idea de la
mujer como fuente de maldad. Como dato, la primera persona que cree
en la misión profética de Muhammad (PyB) es una mujer. Existen en el
Islam cantidad de preceptos que enuncian el valor y el rol de las mujeres,
muchas veces los musulmanes no hablan de ellos porque son cuestiones
de una naturaleza tan incorporada que su mención parece una
redundancia. Esto ha hecho que muchos conceptos se formasen con
ideas alejadas de la realidad. Por ejemplo la cuestión del divorcio vincular
fue planteada como una conquista femenina en muchos países y ocupó
portadas de medios masivos en medio de fuertes polémicas. En el mundo
islámico el divorcio existió siempre como un derecho, por eso la cuestión
no despertó mayor interés ni pronunciamiento. El mayor problema para
entender la situación de la mujer en el Islam radica en una cuestión
conceptual: no se debe emitir juicio si no se conocen los valores, las
costumbres y las leyes con las que convive una persona.
El resultado de un juicio de valor proveniente de un ámbito diferente en
costumbres normalmente da como resultado apreciaciones falsas. Así,
por ejemplo, la decisión de llevar un pañuelo que cubra sólo el pelo, o no
mostrar determinados atributos físicos, es un derecho que tienen las
mujeres que practican el Islam. Esto a los ojos de occidente, o mejor
dicho un sector de occidente que evalúa cómo debe ser la mujer
moderna, es un acto retrógrado. Ahora ¿se trasladó alguno de estos
jueces de valores a preguntar a estas mujeres si desean cambiar su
atuendo o sus costumbres? Es también un error atribuir al Islam ciertas
costumbres típicas de diferentes regiones, o la aplicación extrema de
normas que van más allá de las reguladas por el Islam. Estos casos
deben ser aislados del contexto genuino de la religión, tanto en la fe
islámica como en las otras. Dice el Sagrado Corán: "Nunca desmereceré
la obra de ninguno de vosotros, sea hombre o mujer; porque descendéis
unos de otros. "
Los derechos humanos

Sin importar los atributos que puedan obrar en cada ser humano en
particular, los mismos tienen un grado de semejanza que es aun mayor.
Como se explicó anteriormente la idea distintiva producto de raza o
nacionalidad es inadmisible desde el punto de vista islámico. Este criterio
está relacionado con la unidad original que de una u otra manera poseen
los hombres entre sí, es decir el origen común y el final común. El Islam
brega por un criterio universal y no por uno internacional. Esto quiere decir
que el carácter humano de una persona debe ser tenido en cuenta
independientemente de tener o no el estatus de ciudadano dentro del
estado islámico. La sabiduría coránica afirma lo siguiente: "¡Oh creyentes!
Sed consecuentes y fieles justicieros para con Dios, que el odio a los
demás no os lleve a ser injustos con ellos. Sed justos porque ello está
más próximo a la piedad". Este criterio de justicia relacionado con su
proximidad al modelo de piedad, es la base de los derechos humanos. El
criterio islámico no permite oprimir a ningún ser humano, con especial
énfasis en mujeres, ancianos y niños. Tampoco debe permitir el creyente
dejarse oprimir. Los derechos humanos no son el producto de una
decisión de un parlamento, son una gracia de Dios, que no puede ser
derogada por ninguna autoridad temporal. Tampoco deben ser estos
derechos un escudo en la aplicación de la ley. En un estado islámico un
violador o un asesino es ejecutado, en la mayoría de los países ante un
hecho de esta naturaleza, existen un sin número de organizaciones que
piden clemencia por el delincuente en nombre de los derechos humanos.
El Islam piensa en primera instancia en los derechos de la víctima, de sus
familiares y de sus amigos. Si hiciésemos un censo con respeto a la
aplicación de este tipo de ley marcial en determinados casos, veríamos
que la mayoría de la gente comparte esta idea, justamente porque la
mayoría de los hombres no son delincuentes y quieren vivir en paz y ver
crecer a sus hijos lejos de los peligros a los que hoy en día nos vemos
sometidos.

Ecología

La recomendación establecida al creyente es pensar en la creación y


no en El Creador, ya que Dios no es alcanzado, en sentido amplio, por el
pensamiento tal cual lo concebimos. Este hecho de pensar en la creación
como un todo, es decir como una visión integrada, pone de manifiesto que
si proviene de Dios, debe ser respetada. Todos los animales, las plantas,
los mares, las montañas, los ríos, coexisten con el género humano en un
delicado equilibrio. La visión islámica otorga al hombre una gran
responsabilidad ante estas creaciones, que es su cuidado y su
preservación, ya que de ellas depende su existencia. El agua es un
elemento esencial, como sentencia el Corán, "hemos hecho surgir de ella
todo ser vivo". Como parte de la creación el hombre se beneficia de ella
unilateralmente, ya que el agua no necesita del hombre para existir. Como
este ejemplo, muchos. Por lo tanto cada decisión que el hombre toma en
donde se involucran los otros elementos de la creación, debe ser
cuidadosa, fundada y con la seguridad que su beneficio es mayor que su
perjuicio. El Islam también regula desde sus albores derechos de plena
vigencia para los animales. La actitud con los mismos debe ser
compasiva. Cierta vez el Profeta Muhammad (PyB) hizo desviar una
caravana completa de peregrinos por el simple hecho que en su camino
había una perra dando a luz. El Corán insta permanentemente al hombre
a contemplar todo aquello que tiene a su alrededor, a agradecerlo y hacer
un uso justo.
Educación

La exhortación de las fuentes de la doctrina islámica, El Sagrado


Corán y los relatos fidedignos de la vida del Profeta (PyB), a la adquisición
de conocimiento son constantes, así se dice que la búsqueda de sabiduría
es un deber para todo musulmán y toda musulmana. El Sagrado Corán
sentencia: ¿Acaso podrán compararse los que saben con los que no
saben?. El hombre fue distinguido con respecto a las otras criaturas por
otorgarle Dios la facultad de discernimiento. Esta facultad debe ser
cultivada en pos de hacer un buen uso de la misma. En última instancia
un hombre es aquello que sabe (su conocimiento es lo único que siempre
puede llevar puesto independientemente de las circunstancias). Por tal
motivo es necesario que el hombre tenga una formación. «En el Día del
Juicio Final será pesada la sangre de los mártires y la tinta de los sabios y
no habrá ninguna diferencia entre ellas».

Aportes a la civilización

El presente de una civilización es el resultado de un proceso histórico,


así desde los albores de la humanidad cada proceso histórico
denominado como civilización, tomó, creó y transmitió en la medida de
sus posibilidades una suerte de legado. No hubo una civilización que haya
inventado o todo, pero sí algunas dejaron huellas profundas que marcaron
ciertos lineamientos para el futuro. La historia de nuestra civilización
actual tiene sus raíces no sólo en Grecia y Roma sino también en la
cultura arábigo islámica. Durante la Edad Media los musulmanes
cultivaron y fueron depositarios del saber, a la vez trasmisores y
creadores en múltiples disciplinas. Astronomía, medicina, química, física,
matemática, agricultura, navegación, poesía, arquitectura, filosofía, etc.,
fueron materias estudiadas, transformadas y transmitidas por los
musulmanes, y a diferencia de otras corrientes de pensamiento que
ocultaron el saber de su tiempo reservándolo para unos pocos, los sabios
musulmanes no sólo las documentaron sino que las hicieron accesibles a
todos.

El fanatismo o fundamentalismo

El tema fundamentalismo es parte de la problemática del mundo


moderno. En el marco del mundo islámico la actitud de sectores
minoritarios que tienen actitudes fundamentalistas, terminan por oponerse
a los principios básicos del Islam. Estos sectores fanáticos han existido y
existen en todas las religiones, pero como en el caso del Islam, no
representan un porcentaje en el conjunto de los creyentes. La debilidad
humana es en gran medida el origen de la infidelidad. Esta se produce por
transgredir intencionalmente las exigencias del ideal creado por la Fe.
Carente de voluntad, el hombre no se responsabiliza por le compromiso
asumido y vive de modo tal que contradice en los actos lo manifestado por
el espíritu, al punto de adoptar actitudes y razonamientos contrarios a la
Fe.
La actitud ambivalente se presenta de forma alternante y de acuerdo a
la instigación de la conciencia. Si prevalece en el hombre la actitud de
rebeldía, de soberbia, violencia o terquedad, el hombre se aleja cada vez
más de su Fe primogénita hacia un vivir marginal e indiferente. Así el
violento que proclama "el que está conmigo es mi amigo y el que no, es
mi enemigo" vive como creyente sin serlo. Existen diferencias abismales
entre el creyente y el fanático. El creyente está al servicio de Dios, el
fanático coloca a Dios a su servicio. El creyente honra a Dios, el fanático
con su actitud ofende Su grandeza. El creyente cumple la voluntad de
Dios, el fanático pone su voluntad en lugar de la voluntad de Dios. El
creyente sincero y humilde, es una gracia para la humanidad, el fanático
es una ruina, porque el fanatismo es, al mismo tiempo, el rechazo de Dios
y del hombre. En el hombre fanático, la energía de la Fe y del amor se
transforman en energía de hostilidad y de rencor; cree dar culto a Dios
cuando manifiesta su agresión al que es diferente a él por el pensamiento,
la religión, la lengua, la raza o la cultura. El Profeta Muhammad (PyB),
condenó a estos individuos: "Qué perezcan los fanáticos", y repitió esto
tres veces (la repetición dé esta sentencia se produce para poner una
gravitación mayor a las palabras).

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