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Asunto: Contestación de demanda

Referencia: Demanda de Nulidad y Restablecimiento del Derecho No. _______


Demandante: _____________
Demandado: DEPARTAMENTO – FONDO TERRITORIAL DE PENSIONES

Cordial saludo.

________________________, mayor de edad, identificada con la cedula de ciudadanía


número _______________ de _______, portadora de la T.P No ______ C.S de J con
domicilio en la ciudad de ____, actuando en nombre y representación del Departamento ,
conforme al poder que se adjunta, por medio del presente escrito y encontrándome dentro
del término procesal señalado en la Ley, me permito dar contestación a la demanda de la
referencia, en los siguientes términos:

I. A LOS HECHOS

1. No nos consta, deberá probarse por cuanto del número y fecha del supuesto proyecto de
resolución no obra prueba física en el expediente.

2. Es parcialmente cierto y explico. Es cierto en cuanto a su remisión a la Oficina Jurídica,


por cuanto obra comunicación por parte de la profesional universitaria de la época y
dirigida al otrora Gobernador del _______ donde alude dicho proyecto. En lo relacionado
con la desatención de dichos escritos, debemos manifestar que no nos consta y que se
pruebe, manifestando de entrada que por tratarse de conceptos jurídicos no revisten carácter
vinculante y por ello no son de obligatorio acatamiento por el receptor del mismo, máxime
si el escrito del 18 de abril de 1995 es una comunicación dirigida al ahora
demandante, es decir, un documento ajeno al acto administrativo en cuestión.

3. Es parcialmente cierto y explico. Es cierto en cuanto a la existencia del pronunciamiento


por parte del Ministerio del Trabajo y Seguridad Social por cuanto obra en el expediente.
No es cierto en cuanto a la desatención de dicho escrito, por cuanto el mismo no fue
solicitado por la administración si no por el demandante en la época de los hechos, por ende
dicha comunicación no puede ser entendida por el Juzgado como lo pretende hacer ver la
litigante desde su óptica, puesto que, se insiste, por tratarse de conceptos jurídicos no
revisten carácter vinculante y por ello no son de obligatorio acatamiento, menos si el
receptor del mismo no era el Departamento.

4. Es cierto.

5. Es parcialmente cierto y explico. Es cierto en cuanto a la resolución que resolvió la


reposición formulada por el actor. No es cierto en lo referente a la carencia de asidero
jurídico para tal determinación, puesto que en los considerandos de la resolución No. 098
del 16 de agosto de 1995 se citan los argumentos de tipo factico y jurídico que le asisten al
Director de la Caja Departamental de Previsión Social para confirmar la resolución No. 418
del 23 de mayo de 1995.
6. Es cierto.

7. De la lectura del acto relacionado en este hecho, podemos manifestar que es cierto.
Frente a la curiosidad que del mismo se genera en la mandataria, nada podemos manifestar
por cuanto es una deducción personalísima de la profesional del derecho.

8. No
nos consta, deberá probarse.

9. No nos consta, deberá probarse.


II. A LAS PRETENSIONES

Me opongo a todas y cada una de las pretensiones de la demanda, con fundamento a lo


anteriormente expuesto y a las excepciones que adelante propondré.

III. FUNDAMENTO DE DEFENSA

La Caja Departamental de Previsión Social, hoy sustituida por el Fondo Territorial de


Pensiones , una vez agotado el trámite administrativo correspondiente, mediante resolución
No. 418 del 29 de mayo de 1995, reconoció a favor del señor una pensión vitalicia de
jubilación.

Dicha resolución fue notificada personalmente al interesado el día 13 de junio de 1995,


diligencia en la cual se le informo sobre el derecho de interponer recursos que contra la
misma procedían por vía gubernativa, es decir de reposición o en su defecto apelación
dentro de los cinco días siguientes a la notificación de conformidad a la parte resolutiva de
la resolución en comento.

Ahora bien, el día 29 de mayo de 1995, el señor, a través de apoderado interpuso recurso de
reposición en contra del citado acto administrativo, solicitando “decretar la revocatoria de
la resolución impugnada número 418 del 29 de mayo de 1995 y ordenar su reposición
Ajustándola a los ordenamientos legales, en donde deberá tenerse en cuenta la totalidad del
salario devengado”.

En consecuencia, el Director de la Caja Departamental de Previsión Social , mediante


resolución número 098 del 16 de agosto de 1995 resolvió el recurso de reposición negando
la revocatoria del acto impugnado y concediendo el de apelación, interpuesto como
subsidiario del recurso de reposición, la cual fue notificada el día 16 de agosto de 1995.

Así las cosas, el día 28 de agosto de 1995, el señor, mediante apoderado, presentó memorial
de sustentación del recurso de apelación, el cual se resolvió mediante resolución número
000001 del 27 de octubre de 1995 revocando la resolución número 418 del 29 de mayo de
1995, reconociendo a favor del señor el derecho a disfrutar de una pensión de jubilación
con base en la siguiente liquidación:

DIETAS………………………………………..$17.125.560
GASTOS DE REPRESENTACIÓN………...$18.000.000
PRIMA DE NAVIDAD………………………..$ 1.588.070
PRIMA DE SERVICIOS……………………..$ 1.463.565
PENSIÓN: $ 38.177.195 X 0.0625 = $ 2.392.316,06.

De esta manera quedó agotada la vía gubernativa frente a la decisión adoptada por la
administración como culminación del trámite administrativo de reconocimiento del derecho
del señor a disfrutar de su pensión vitalicia de jubilación, quedando el acto administrativo
en firme de conformidad a lo dispuesto en el artículo 62 del Código Contencioso
Administrativo.

Con todo y lo anterior, mediante escrito allegado al Fondo de Pensiones Departamental el


día 1 de diciembre de 2008, el Doctor José , obrando en calidad de apoderado del señor ,
presenta derecho de petición, manifestando que: “Como se puede observar, sin hacer
mayores esfuerzos, por olvido o por error de dedo, se omitió la PRIMA DE
VACACIONES”, y solicita (1)
Que a su representado se le cancele la reliquidación al tenor de la ley, (2) Que la
reliquidación pedida en su escrito, sea incrementada en la pensión de los años
subsiguientes; de donde se deduce claramente que la administración después de trece años
de reconocido su derecho a percibir pensión vitalicia de jubilación y haberse resuelto los
recursos de ley, revise el procedimiento administrativo que culminó con la expedición del
acto administrativo No. 000001 del 27 de octubre de 1995 y realice una nueva liquidación
de su mesadas, incluyendo el factor salarial – prima de vacaciones.

Por lo tanto, el Fondo de Pensiones Departamental dio respuesta de fondo a la anterior


petición mediante resolución No. 1785 del 18 de Diciembre de 2008, por medio de la cual
se niega una reliquidación de pensión vitalicia de jubilación, teniendo con fundamentos
tales como que del contenido de la petición, se deduce que lo pretendido por el actor es que
la administración después de trece años de reconocido su derecho a percibir pensión
vitalicia de jubilación y haberse resuelto los recursos de ley, revise el procedimiento
administrativo que culminó con la expedición del acto administrativo No.000001 del 27 de
octubre de 1995 y realice una nueva liquidación de sus mesadas, incluyendo el factor
salarial – Prima de Vacaciones.

De conformidad con las leyes 171 de 1961 y 71 de 1988 los conceptos de reajuste o
reliquidación de la pensión se aplican y operan en los siguientes casos: i) reajuste
automático
u oficioso de las pensiones reconocidas en el mismo porcentaje en que sea reajustado el
salario mínimo legal mensual; ii) reajuste de la pensión de jubilación por reincorporación al
servicio oficial y iii) reliquidación de la pensión reconocida a las personas que prestaban
sus servicios al estado en cualquier nivel, pero que no se retiraban del servicio por que la
anterior legislación le permitía permanecer hasta cumplir la edad de retiro forzoso. Asunto
diferente es el propuesto por el actor, pues su petición no se enmarca dentro de ninguno de
los eventos jurídicos anteriormente descritos, sino que como ya se señaló con anterioridad,
lo pretendido por su apoderado, más que una reliquidación o reajuste de la pensión, es una
revisión de trámite administrativo agotado por ésta entidad en lo que a los factores
salariales se refiere para que concluyan el que, según su criterio no fue considerado al
momento de resolver el recurso, aspecto que, insistimos, debió ser objeto de impugnación
en su momento.

El tratadita Juan Ángel Palacio Hincapié, en su libro Derecho Procesal administrativo, 3ra
edición, manifiesta que: “La vía Gubernativa se agota sólo una sola vez, no puede
proponerse en varias oportunidades. De ahí que sí el destinatario de un acto hizo una
petición a una entidad y ante la respuesta de ésta interpuso los recursos pertinentes, no
puede volver a surtir el mismo trámite para agotar de nuevo la Vía Gubernativa, ya que se
ha producido lo que se conoce como una especie de cosa juzgada
administrativa y que consiste en que la administración no está obligada a dar respuesta o
resolver los recursos sobre los hechos que ya fueron objeto de su pronunciamiento. Lo
anterior evita la actitud que asumen algunas personas de sanear una caducidad, tratando de
revivir los términos para el ejercicio de la acción.

Pero, se debe aclarar que, en tratándose de actos administrativos, se habla de actos firmes o
ejecutoriados, y no de cosa juzgada, expresión propia para las decisiones judiciales que han
llegado al estado de firmeza y no puede ser objeto de nuevo pronunciamiento, ni revocada.”

Aunado a lo anterior, la vía gubernativa se entiende agotada cuándo: 1. No procede recurso


alguno contra el acto administrativo, 2. Cuando los recursos que procedían fueron
interpuestos y decididos, 3. Cuando siendo procedente solo el recurso de reposición este se
interpone o cuando se deja de hacer uso del recurso de queja y 4. Cuando la administración
no da lugar a interponer recursos, porque no informa al interesado de los mismos o porque
informa de manera incorrecta su uso. Es decir, que el agotamiento de la vía gubernativa
implica que ante las autoridades administrativas se encuentra terminado el procedimiento
y por esta razón ante ellas no se podrá iniciar acción ni recurso alguno. Esta es la etapa
previa necesaria para acudir ante la jurisdicción contenciosa administrativa.

En concordancia, el artículo 135 del Código Contencioso Administrativo, se dispuso que el


agotamiento de la vía
gubernativa es requisito previo para acudir ante la Jurisdicción Contenciosa Administrativa,
para solicitar la nulidad de los actos administrativos de carácter particular y concreto, y este
agotamiento se verifica, cuando los recursos interpuestos han sido decididos por la
administración (art. 63 Ibíd.)

Por lo anterior, no existe una vulneración de los derechos invocados y en consecuencia


reiteramos nuestra posición expuesta en la resolución No. 1785 de 18 de Diciembre de
2008, teniendo en cuenta que, siendo recurrida la resolución No. 418 del 29 de mayo de
1995, se resolvió mediante acto administrativo – Resolución 000001 del 27 de octubre de
1995, agotándose de paso la vía gubernativa.

Para el caso que nos ocupa se observa que el peticionario solicita a esta administración
departamental se efectué la reliquidación de su mesada pensional por haberse desconocido
factores que alude propios de ella para tasar la pensión, así como también reclama, el
reconocimiento de los intereses moratorios y la indexación de los mencionados valores,
peticiones estas que no son procedentes por cuanto tal y como lo señala el artículo 488 del
C. S. de T. estos derecho se encuentran prescritos, toda vez que el solicitante permaneció
inactivo en el ejercicio de la acción contenciosa correspondiente por más de tres años
contados a partir desde que se reconoció la pensión y del último acto administrativo que
realizó los ajustes, puesto que si bien es cierto una vez fijado el monto de la pensión surge
para
el pensionado el derecho a reclamar la reliquidación, en caso de desconocerse alguno de
los componentes que constituyeron su base, también lo es que este reconocimiento está
sujeto a la existencia del derecho de cualquier crédito, de tal suerte que, extinguido este
derecho por prescripción no es posible volver a hacerle producir efectos jurídicos, como de
hecho lo pretende demandante.

IV. EXCEPCIONES DE MERITO

Solicito declarar probadas las siguientes excepciones:

IMPROCEDENCIA DE LA ACCIÓN POR NO HABER AGOTADO EL ACTOR EL


REQUISITO DE PROCEDIBILIDAD PREVIO DE CONCILIACIÓN PREJUDICIAL
ANTE EL MINISTERIO PÚBLICO

Los requisitos de procedibilidad han sido considerados como limitaciones que, obedeciendo
a determinadas finalidades superiores, la ley impone para el ejercicio de las acciones
judiciales, de suerte que solamente en cuanto se acrediten los respectivos supuestos será
jurídicamente viable acceder a la Administración de Justicia.

El Artículo 35 de la Ley 640 de 2001 establece que en los asuntos susceptibles de


conciliación, la conciliación extrajudicial en derecho es requisito de procedibilidad para
acudir ante las jurisdicciones civil, administrativa y de familia. Lo anterior quiere decir que
cuando una persona quiera interponer una demanda ante dichas jurisdicciones debe intentar
conciliar con la otra parte ante un conciliador debidamente facultado, en síntesis, la
conciliación es requisito para poder acceder a la justicia formal del Estado.

La Ley 1285 de
2009 estableció en su artículo 13 que “a partir de la vigencia de esta ley, cuando los asuntos
sean conciliables, siempre constituirá requisito de procedibilidad de las acciones previstas
en los artículos 85, 86 y 87 del Código Contencioso Administrativo o en las normas que lo
sustituyan, el adelantamiento del trámite de la conciliación extrajudicial.

Al unísono, el artículo 135 del C. C. A, establece el agotamiento de la vía gubernativa como


requisito de procedibilidad, para aquellos casos en los cuales se pretenda que se declare la
nulidad de un acto particular y, consecuencialmente, se restablezca el respectivo derecho.
En el caso particular, brilla por su ausencia el agotamiento de la Conciliación prejudicial
ante el Ministerio Público, como requisito de procedibilidad en el tipo de acción invocada,
máxime si se trata de un conflicto de carácter particular, no general y abstracto, de
contenido económico, esto es de índole estrictamente patrimonial y del cual debe conocer la
Jurisdicción de lo Contencioso Administrativo a través de la acción prevista en el artículo
85 del Código Contencioso Administrativo;

En consecuencia, el juzgado Administrativo de conocimiento, debió rechazar la demanda


por no haber interpuesto la conciliación prejudicial, que se erige como presupuesto de
procedibilidad de la acción de nulidad y restablecimiento en comento.

Existen dos excepciones legales y relevancia práctica, en virtud de las cuales, pese a
tratarse de asuntos eventualmente conciliables
y pese a que se ejercería cualquiera de la acciones contencioso administrativas de la
actualidad, no resulta jurídicamente obligatorio el agotamiento del mencionado requisito de
procedibilidad y que son a saber: i) excepción por desconocimiento del domicilio del
eventual convocado, y ii) excepción por interposición de medidas cautelares. Las cuales no
operan el el presente asunto.

En consonancia con lo anterior, el Decreto Reglamentario 1716 del 14 de mayo de 2009,


establece, que “cuando la acción que eventualmente se llegare a interponer fuere la de
nulidad y restablecimiento del derecho, la conciliación extrajudicial sólo tendrá lugar
cuando no procedan recursos en la vía gubernativa o cuando esta estuviere debidamente
agotada, lo cual deberá acreditarse, en legal forma, ante el conciliador.” Además, dispone el
mencionado decreto como uno de los requisitos que debe contener la solicitud de
conciliación, el relacionado con la demostración del agotamiento de la vía gubernativa,
cuando ello fuere necesario.[

De otra parte, debe destacarse que tratándose de asuntos contencioso administrativos de


carácter laboral, usualmente la acción que se ejercería no es otra diferente a la de nulidad y
restablecimiento del derecho, consagrada en el artículo 85 del C.C.A., pretendiendo, en
primer término, que se declare la nulidad del respectivo acto administrativo, expreso o
ficto, particular y desfavorable, desde la perspectiva de su destinatario y,
consecuencialmente, que se restablezca el derecho
o se repare el daño.

Conforme a lo anterior, es claro que actualmente y ante la carencia del agotamiento del
requisito de procedibilidad en materia de lo contencioso administrativo que se define como
conciliación prejudicial, se configura la improcedencia del presente proceso, circunstancia
que impide seguir adelante con su trámite y por ende debe prosperar esta excepción.

CADUCIDAD

Respecto del término de caducidad de las acciones contenciosas, la jurisprudencia


constitucional ha sustentado su compatibilidad con el ordenamiento superior, en los
siguientes términos:

“Atendiendo a la necesidad de organizar coherentemente diferentes instituciones


procesales, el artículo 136 C.C.A. se encarga de fijar los términos de caducidad de las
diferentes acciones contenciosas. En cada caso, es la naturaleza propia de los actos o
hechos alrededor de los cuales versa la controversia jurídica, la que recomienda la fijación
de un plazo más o menos largo para controvertir la conducta oficial. (…) en desarrollo de
las funciones constitucionalmente asignadas (artículo 150 C. P.), el legislador goza de
libertad para configurar los procedimientos a través de los cuales se protegen los derechos
ciudadanos y la integridad del ordenamiento jurídico. Resulta pertinente, entonces, que
como consecuencia de esta facultad, se puedan fijar límites en el tiempo para alegar el
reconocimiento de garantías o impugnar la juridicidad de ciertos actos. (…) resulta
necesario dotar de firmeza a las determinaciones
oficiales estableciendo un momento a partir del cual, ya no es posible controvertir algunas
actuaciones. De lo contrario, el sistema jurídico se vería avocado a un estado de permanente
latencia en donde la incertidumbre e imprecisión que rodearían el quehacer estatal,
entorpecería el desarrollo de las funciones públicas.”[172]

Además de lo anterior, la Corte Constitucional se ha encargado de precisar que los términos


de caducidad, establecidos en la ley como límite temporal para el ejercicio de las acciones,
“no pueden interpretarse como una forma de negar el acceso a la justicia, precisamente
porque la limitación del plazo para impugnar ciertos actos está sustentada en el principio de
seguridad jurídica y crea una carga proporcionada en cabeza de los ciudadanos para que se
interesen y participen prontamente en el control de actos que vulneran el ordenamiento
jurídico.”

La caducidad representa el límite dentro del cual el ciudadano debe reclamar del Estado
determinado derecho; por ende, la actitud negligente de quien estuvo legitimado en la causa
no puede ser objeto de protección, pues es un hecho cierto que quien, dentro de las
oportunidades procesales fijadas por la ley ejerce sus derechos, no se verá expuesto a
perderlos por la ocurrencia del fenómeno indicado."

En el particular y partiendo de los términos perentorios consagrados en el Numeral 2º del


artículo 136 del C. C. A., frente a cada uno de los actos demandados en declaratoria de
nulidad, el ejercicio de la presente
acción de encuentra caducada y por ende salta a la vista la prosperidad de esta excepción y
los concurrentes efectos al proceso.

PRESCRIPCIÓN

Se propone la prescripción como medio exceptivo del presunto derecho del reajuste
pensional solicitado por el demandante, respecto de la cual resulte probado que ha operado
este fenómeno de conformidad con el artículo 488 del C.S.T, artículo 151 del C.P.L,
artículo 41 del decreto 3135 de 1968, demás normas concordante y la Jurisprudencia de la
H. Corte Suprema de Justicia y Consejo de Estado.
Es incorrecto que si el derecho a la pensión no prescribe, nada relacionado con ella
prescribe, lo que naturalmente es incorrecto.

Para ilustrar esta situación, traemos apartes de una sentencia de la sala laboral de la Corte
suprema de justicia, que recoge toda una línea jurisprudencial sobre este tema:

“Sin que implique cambio de jurisprudencia - sobre la imprescriptibilidad del derecho


pensional en sí –debe precisarse que una cosa es el status o calidad de pensionado, el cual
por ser de carácter permanente y generalmente vitalicio apareja la imprescriptibilidad de la
acción para su reconocimiento - criterio jurisprudencial que se reitera-; y otra, la de los
factores económicos relacionados con los elementos integrantes para la obtención de la
base salarial sobre la cual se calcula el quantum o monto de la prestación, en la forma como
lo hayan dispuesto el legislador, la convención o directamente las partes. Pues, en tanto que
la titularidad
de pensionado se predica de quien reúne los requisitos para ello, y tal situación se puede
extender, por ficción legal en ciertos casos y en relación con ciertas personas, hasta con
posterioridad a la muerte del causante; el valor de la pensión nace de manera individual y
autónoma, con fundamento en la vigencia de los derechos laborales que la comprenden y
que el legislador presume terminada con el acaecimiento del fenómeno prescriptivo
previsto en el artículo 488 del Código Sustantivo del Trabajo para las relaciones
individuales del trabajo de carácter particular y que el artículo 151 del Código Procesal del
Trabajo y de la Seguridad Social amplía a todas ‘las acciones que emanen de las leyes
sociales’ del trabajo. (Negritas nuestras)

“Según lo dicho, como la época de causación del derecho pensional puede o no coincidir
con la del establecimiento del monto de la pensión --no de su reconocimiento, que es cosa
distinta--, por ser lo cierto que no necesariamente aquélla concuerda en el tiempo con el
retiro del servicio del trabajador, que es el que permite, generalmente, fijar la época que
cobijan los cálculos necesarios para determinar el monto de la prestación, habrá de
distinguirse si los factores salariales que son objeto de reclamo por el pensionado fueron o
no pagados por el empleador y, en caso de no haberlo sido, si hubo o no reclamación. En el
primer evento, esto es, cuando fueron pagados los presuntos factores salariales base de
liquidación, la acción personal del pensionado
prescribirá transcurrido el término que para tal efecto prevén los artículos 488 del Código
Sustantivo del Trabajo y 151 del Código Procesal del Trabajo y de la Seguridad Social, ello
a partir de la fecha del reconocimiento de la pensión; y en el segundo, es decir, cuando no
fueron pagados los factores discutidos por el pensionado como no incluidos en la base de la
liquidación, se torna vital el momento u oportunidad para que el acreedor durante el
término hábil, contado a partir de la exigibilidad de éstos, exija los créditos no satisfechos,
porque de lo contrario, si prescribió el derecho a ese pago como factor salarial autónomo,
igual suerte tiene el reajuste pensional impetrado por esa causa.

“Y es que, se insiste, fijado el monto de la pensión surge para el pensionado el derecho a


que éste sea reliquidado por desconocerse algunos de los componentes que constituyeron su
base, pero tal reconocimiento está sujeto a la existencia del derecho de crédito que
comporta; de tal suerte que, extinguido éste por prescripción no es posible volver a hacerle
producir efectos jurídicos”. (Negritas nuestras)

“si para el caso se estimaba tener derecho a que se incluyera como factor salarial para
establecer el salario base para tasar la pensión de jubilación lo pagado al demandante por
prima de vacaciones en el último año de servicios, la exigibilidad de esa obligación
empezaba desde la fecha en que se reconoció y, por consiguiente, se cuantificó por la
demandada la mesada pensional de éstos,
y respecto a los aumentos anuales a partir de la fecha en que los preceptos que lo regulan lo
ordenan. Esto porque en uno y otro caso, es a partir de esa data que el interesado tenía la
posibilidad de acudir a la justicia para reclamar el reajuste pertinente ante el
desconocimiento por parte del obligado al pago íntegro de la prestación”. (Subrayado
nuestro)

“La Corte no ha confundido hechos con derechos, como equivocadamente cree el


recurrente. Para la Corporación es indiscutible que son los derechos los que prescriben y no
los hechos. Justamente, cuando a un trabajador se le liquida de manera errada una
prestación, tal hecho es susceptible de ser discutido. Entonces, surge a partir de allí un
derecho de reclamar contra la conducta irregular, como cuando se liquida mal el ingreso
base de liquidación para fijar la mesada pensional. Y, correlativamente, emerge para la
entidad de seguridad social, o para el empleador, según el caso, la obligación de corregirla.
Pero no tiene ese específico derecho un rango de perpetuidad, que ninguna norma le otorga.
Muy distinto al carácter vitalicio otorgado a la prestación jubilatoria propiamente tal,
imprescriptibilidad que no se opone, sin embargo, a la extinción del derecho a disfrutar las
mesadas de tres años hacia atrás por la inercia del beneficiario. Adviértase en todo caso
que, no empece la asimilación al salario de un trabajador, el ingreso mensual del
pensionado se pierde por prescripción extintiva [26 de enero de 2010, expediente 35812.
M.P Elsy
del Pilar Cuello Calderón]. (Negritas nuestras).

Conforme a lo anterior, es clara la efectiva prosperidad de esta excepción.

EXCEPCIÓN GENÉRICA DEL ARTÍCULO 306 DEL C.P.C

En virtud del alcance del principio de búsqueda de la verdad formal en materia de


excepciones, frente a los poderes oficiosos del juez en necesario afirmar que lo fundamental
no es la relación de los hecho que configuran una determinada excepción, sino la prueba de
los mismos, por ende, si el juez encuentra probados los hechos que lo constituyen deberá
reconocerla oficiosamente.

Por lo anterior, solicito al señor juez ordenar de oficio la práctica de las pruebas pertinentes,
así como declarar oficiosamente, las excepciones que aparezcan probadas de conformidad
con el ordenamiento procesal.

V. PETICIONES
Al tenor de las excepciones anteriormente planteadas, comedidamente solicito a Ud., que
previo el trámite correspondiente, se efectúen las siguientes declaraciones y condenas.

PRIMERO.- Declarar probadas las excepciones propuestas.


SEGUNDO.- En consecuencia dar por terminado el proceso.
TERCERO.- Condenar en costas judiciales y en perjuicios a la parte ejecutante.

VI. PRUEBAS

Solicitamos se tengan con pruebas lo siguiente las documentales aportadas en la presente


demanda.

VII. ANEXOS

Poder conferido a mi favor, junto con la representación Legal.

VIII. NOTIFICACIONES

La suscrita recibe notificaciones personales en la calle 8 No.7 - 40 de la ciudad de Mocoa –


Putumayo.

Del señor Juez,

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